Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Literatura
SEMANA N° 16
SUMARIO
Vanguardismo
César Vallejo: Los heraldos negros, Trilce y Poemas humanos
VANGUARDISMO
El arte vanguardista apareció en Características
Europa a inicios del siglo XX y Alejamiento del realismo decimonónico.
alcanzó su máximo desarrollo en los Experimentación en todos los niveles de la
años 20. concepción estética.
Modernización del lenguaje (por ejemplo,
El espíritu vanguardista se en el poemario Trilce, de Vallejo).
caracterizó por ser iconoclasta, en la
Empleo del verso libre.
medida que rechazó todo precedente
Inclusión de un nuevo léxico.
histórico y buscó un más allá
inexplorado. Conciencia de vivir en una sociedad
tecnológica.
El Vanguardismo se dividió en Aprovechamiento del nivel espacial del
diversos ismos, entre los que se poema.
encuentran el Dadaísmo, el Asimilación creativa de representaciones
Surrealismo, el Futurismo, el del mundo inconsciente (escritura
Cubismo, etc. automática).
Representantes: César Vallejo, Trilce; Carlos Oquendo de Amat, 5 metros de
poemas; Martín Adán, La casa de cartón; entre otros.
Principales obras:
Poesía: Los heraldos negros (1918), Trilce (1922), Poemas humanos y España,
aparta de mí este cáliz (1939), ambas publicaciones póstumas.
Narrativa: Fabla salvaje (novela, 1923), El tungsteno (novela, 1931), Escalas
melografiadas (cuentos, 1923), “Paco Yunque” (cuento).
Teatro: Colacho hermanos, La piedra cansada, Lockout.
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras Dónde estarán sus manos que en actitud
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. contrita
Serán talvez los potros de bárbaros atilas; planchaban en las tardes blancuras por venir;
o los heraldos negros que nos manda la ahora, en esta lluvia que me quita
Muerte. las ganas de vivir.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma, Qué será de su falda de franela; de sus
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. afanes; de su andar;
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de su sabor a cañas de Mayo del lugar.
de algún pan que en la puerta del horno se nos
quema. Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
y al fin dirá temblando: «Qué frío hay... Jesús!».
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
como
cuando por sobre el hombro nos llama una
palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la
mirada. (De Los heraldos negros)
XVIII
Oh las cuatro paredes de la celda. De ellas me duelen entretanto, más
Ah las cuatro paredes albicantes las dos largas que tienen esta noche
que sin remedio dan al mismo número. algo de madres que ya muertas
llevan por bromurados declives,
Criadero de nervios, mala brecha, a un niño de la mano cada una.
por sus cuatro rincones cómo arranca
las diarias aherrojadas extremidades. Y sólo yo me voy quedando,
con la diestra, que hace por ambas manos,
Amorosa llavera de innumerables llaves, en alto, en busca de terciario brazo
si estuvieras aquí, si vieras hasta que ha de pupilar, entre mi dónde y mi
qué hora son cuatro estas paredes. cuándo,
Contra ellas seríamos contigo, los dos, esta mayoría inválida de hombre.
más dos que nunca. Y ni lloraras,
di, libertadora!
(De Trilce)
Ah las paredes de la celda.