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los hombres.
Hace 70 años, las naciones del mundo adoptaron el compromiso de fomentar los derechos
humanos y libertades sin distinción de sexo, raza, idioma y religión. Desde entonces se
han puesto en marcha numerosos mecanismos y leyes, a nivel internacional, regional y
nacional, para asegurar que dichos derechos y libertades llegan de manera efectiva a esa
mitad de la población, las mujeres.
También han tenido enorme relevancia las sucesivas resoluciones del Consejo de
Seguridad de la ONU (ocho hasta la fecha, desde la resolución 1325 del año 2000)
que reconocen el impacto desproporcionado de los conflictos en las mujeres y
las niñas y promueven su participación en el mantenimiento y consolidación de la
paz, dada su contribución clave en dichos procesos.
Por su parte, el Foro Económico Mundial hizo un llamamiento para que 2018
fuera “el año en que las mujeres prosperen”, dando luz a otro ámbito, el laborar y
económico en el que también son discriminadas.
España dio un gran paso al aprobar en 2004 una ley integral contra la violencia
de género, y en 2017 se acordó un pacto de Estado orientado a abordar las
deficiencias aún existentes en la protección efectiva de las mujeres.
COMO PREVENIR
¿Existen entonces señales de alerta que deberían ser tomadas en cuenta para la
prevención de este delito? ¿Es posible intervenir oportunamente y evitar descelances
fatales? Es imperativo realizar una adecuada gestión de riesgo, promover la mejora de las
rutas de atención, desterrando estereotipos y mitos, y aplicando el Principio de Debida
Diligencia, es urgente transformar las relaciones sociales, familiares y personales,
basadas en el patriarcado, machismo y la discriminación, que abonan peligrosamente a
justificar y legitimar la violencia contra las mujeres.
Prevención de feminicidios
Nuestro país se ha estremecido recientemente por el aumento de feminicidios.
Esta es la manifestación más cruel y despiadada del maltrato a la mujer.
Mundialmente, el 30% de estos es cometido por parejas o exparejas
sentimentales. Por eso en vez de decir violencia doméstica se prefiere el
término intimate partner violence, o violencia de compañero íntimo (VCI).