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COLOCACIÓN DE SONDA VESICAL

Dr. Gerardo Chávez Saavedra


Cirugía General y Laparoscopia Avanzada
INTRODUCCIÓN
La cateterización con sonda de la vía urinaria es uno de los procedimientos más comunes efectuados en la práctica clínica.
Se usa rutinariamente para diagnóstico y tratamiento de padecimientos urológicos y no urológicos, con el objetivo de
vaciar la vejiga o para el control estricto de líquidos.

Es importante dominar la técnica de la colocación debido a lo común del procedimiento, como también es importante
conocer las indicaciones, contraindicaciones y complicaciones. Dentro de las infecciones asociadas al cuidado de la salud,
las del catéter urinario son las más frecuentes; ahí la importancia de adquirir la habilidad de colocarla correctamente. Las
sondas vesicales de caucho (las clásicas de Foley) pueden utilizarse hasta por 3 semanas. Usarlas por un tiempo mayor
incrementa enormemente el riesgo de adquirir una infección.

Como todo procedimiento que se realiza a un paciente, se deberá tener presente los 5 momentos del lavado de manos
previo a la colocación, el respeto por los derechos y la dignidad de los pacientes, así como la buena relación médico-
paciente.

ANATOMIA
En los seres humanos el tracto urinario se puede dividir en dos porciones: una superior y otra inferior. La primera está
constituida por los riñones y uréteres. La segunda por la vejiga y la uretra.

En la mujer la uretra es corta, midiendo de 3 a 4 cm de longitud y se extiende desde el orificio interno de la uretra, a nivel
del cuello de la vejiga urinaria, atraviesa el suelo del periné para desembocar en un orificio externo a 2-3cm posterior al
clítoris. Para localizar la uretra femenina es necesario separar los labios mayores y menores encontrando Supero-
anteriormente el clítoris y posteriormente el introito vaginal (Fig. 1).

La uretra masculina mide desde 18 hasta 22 cm y se extiende desde el orificio interno de la vejiga hasta el glande donde
desemboca. Por la longitud y estructuras adyacentes la uretra se puede dividir en: Uretra pre-prostática , la cual va desde
el cuello de la vejiga hasta la próstata y mide de 0.5 a l.5 cm. Uretra prostática, la cual desciende por el interior de la
próstata y mide de 3 a 4 cm. Esta porción alberga además la cresta uretral y los colículos seminales. Uretra membranosa,
que sigue descendiendo hasta inicia el aparato eréctil del pene y midiendo de 1 a 1.5cms. Constituye una parte vulnerable
para producir falsas vías en la colocación de sondas vesicales. Uretra esponjosa que mide alrededor de 15 cm de longitud
y se caracteriza por ser la porción más larga y móvil (Fig. 2).

PRINCIPIO

El drenaje vesical se produce por gravedad y por diferencia de presiones entre la luz vesical y el medio ambiente.
Fig. 1. Anatomía de superficie de genitales femeninos.

Fig. 2. Anatomía de uretra masculina.


INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
En TODO procedimiento el primer paso es siempre identificar la indicación correcta que justifique su realización.
Simultáneamente es necesario descartar que el paciente tenga una contraindicación. La presencia de una indicación y una
contraindicación en un mismo paciente obliga al uso del juicio clínico: definir cuál es absoluta o relativa y considerar si el
beneficio es mayor que el riesgo al colocarla. La prevención de complicaciones constituye un paso fundamental y es
obligación considerar todas las medidas necesarias para evitarlas desde un principio.

Las indicaciones y contra indicaciones son las siguientes:

INDICACIONES CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS


Retención aguda de orina Trauma uretral (trauma pélvico)
Determinación del Índice Urinario Negativa del paciente al procedimiento.
Toma de muestra estéril (Urocultivo)
Perioperatorio* CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
Pacientes inmóviles Estenosis uretral
Incontinencia urinaria complicada Cirugía uretral reciente
Vejiga neurogénica Infección de vías urinarias
Lavado vesical Malformaciones congénitas
Terapia endovesical.

La Retención Aguda de Orina (RAO) es la incapacidad repentina, casi siempre dolorosa, de orinar voluntariamente a pesar
de tener la vejiga llena. Las causas se pueden dividir en cuatro grupos: obstructivas (las más frecuentes), farmacológicas,
infecciosas e inflamatorias y neurológicas. La anamnesis y la exploración física son claves para tratar de identificar la causa.
El tratamiento es el vaciado mediante sondaje. Éste debe ser abaja velocidad para evitar un reflejo vaso-vagal o un
sangrado de la mucosa vesical por descompresión brusca.

El índice urinario (IU) representa un parámetro muy importante porque permite evaluar el estado de perfusión general,
de volumen intravascular y de función renal entre otros. Resulta muy útil en pacientes en estado crítico y
politraumatizados. Se calcula: Volumen de orina cuantificado (ml)/Tiempo de cuantificación (horas)/Peso ideal. El rango
normal es de 0.8-1ml/kg/h. También sirve para llevar un Control Estricto de Líquidos en paciente que pueden tener una
falta o una sobrecarga de volumen (en deshidratación o en caso cardiópatas, nefrópatas o en estado crítico). Al estar en
relación directa con la perfusión renal constituye un reflejo de la medición del gasto cardiaco.

La toma de muestra para urocultivo se puede hacer por sondaje intermitente (solo se coloca durante la toma de la
muestra) mediante sonda de Nelaton. Dicha sonda no tiene globo, pero se coloca siguiendo la misma técnica (Fig.3.3).
Vaciar la vejiga en el perioperatorio (pre, trans y pos quirúrgico) se usa cuando ésta puede dificultar la exposición (por
ejemplo, en una cesárea), para prevenir su daño durante el abordaje quirúrgico (laparotomía exploradora con incisión
infra umbilical) o para medir el IU peri-operatorio (*).

Algunos otros casos son en pacientes parapléjicos, cuadripléjicos o con


pérdida del estado de alerta que les condiciona inmovilidad. En caso de
hematuria macroscópica, las sondas de 3 vías sirven para realizar lavado
vesical para evacuar los coágulos. Finalmente, sirve para introducir
quimioterapia directamente en la luz vesical. La contraindicación del trauma
uretral se identifica por: sangre en meato urinario, hematoma en base del
pene o labios mayores e incapacidad para palpar la próstata por tacto rectal
en el contexto de un paciente politraumatizado.

Fig. 3. Sonda de Nelaton


SELECCIÓN DE LA SONDA
Los Catéteres difieren en su tamaño, forma, tipo de material, el número de lúmenes y el mecanismo de retención. El
calibre (grosor) se consigna según la escala francesa de Charrière donde las unidades de 0.33 mm = 1 francés [Fr]; por lo
tanto, 3 Fr = 1 mm de diámetro, y 30 Fr = 10 mm de diámetro (Fig. 4). El diámetro del catéter seleccionado depende del
paciente y del propósito de la intervención; los catéteres de grueso calibre y 3 lúmenes se utilizan para evacuar posibles
coágulos sanguíneos (Fig. 5).

Fig. 4. Sonda Foley clásica indicando calibre y volumen de Fig. 5. Sonda de tres vías. El tercer lumen permite el lavado
inflado del balón. La flecha muestra el sitio de llenado del vesical.
balón.

Las sondas pueden ser de diversos materiales: látex, silicón o


teflón. Los más usados y económicos son los de látex, a pesar
de que se asocian a mayor inflamación uretral. Las sondas
más recomendadas por su baja relación con infecciones
urinarias son las de silicón, preferidas en pacientes con
sondas permanentes, a largo plazo o que requieran
cateterización intermitente (fig. 6). Al escoger el material es
de importante interrogar al paciente sobre alergias, ya que
pueden presentar reacciones de hipersensibilidad al látex.
Siempre se debe considerar el uso de catéteres con el menor
Fig. 6. Sonda Silastic. diámetro posible, vigilando su adecuado drenaje, con el
objeto de minimizar el trauma del cuello vesical y de la uretra.

La mayoría de los catéteres cuentan con 2 lúmenes, uno para el drenaje urinario y otro para inflar el globo que se
encuentra en la punta de la sonda y que evita que la sonda se salga después de ser colocada. En cuanto al calibre es
necesario que este se decida de acuerdo a las características del paciente. En adultos se pueden usar calibres de 14 – 18
F o hasta de 20 – 24 F para drenar hematuria con coágulos. Existen catéteres con 3 lúmenes: uno para drenar orina, otro
para inflar el globo y el último para irrigar la luz vesical con soluciones, fármacos, etc.
Elección del catéter de Foley dependiendo de su grosor (Fig. 7):

• Calibre 16 a 18: varones adultos.


• Calibre 14 a 16: mujeres adultas.
• Calibre 12 a 14: en estrechez uretral.
• Calibre 18: en caso de sospecha por
obstrucción.
• Calibre 14: en jóvenes o cateterismo
temporal.
• Calibres 5 a 12: en niños

Fig. 7. Diferentes calibres de Sonda.

MATERIAL
Fig. 8. PASOS PARA LA COLOCACIÓN DE SONDA VESICAL

•Conocer la INDICACIÓN
1

•Prepara el MATERIAL completo


2

3 •PRESENTARSE con el paciente, EXPLICAR el procedimiento y POSICIONAR

•ASEPSIA Y ANTISEPSIA
4

•Técnica de COLOCACIÓN Y COMPROBACIÓN


5

•FIJACIÓN
6

TÉCNICA: SEXO MASCULINO


La técnica propiamente inicia después de completar los pasos 1, 2 y 3
(Fig. 8). Se coloca en posición de decúbito supino (Fig. 9) protegiendo la
privacidad del paciente (cerrando puertas y/o cortinas). Se le avisa que
se le descubrirá el área genital ANTES de realizarlo. Es preferible colocar
Fig. 9. Posición en el sexo masculino: decúbito un campo o pañal debajo de la cadera para evitar ensuciar las sábanas
dorsal de la cama del paciente. La secuencia de la técnica de colocación es:

1.- Aseo de manos de 5 tiempos. Se coloca cubrebocas, gorro, bata y guantes estériles 2 pares. Éstos últimos uno sobre
otro.

2.- Sujetando el pene en posición vertical con la mano no dominante, se retrae el


prepucio para realizar la Asepsia, es decir, aseo con jabón de la región desde el centro
(meato urinario MU) a la periferia (glande) con movimiento circular en el sentido de las
manecillas del reloj o viceversa. Lo anterior SIN REGRESARSE y en 3 tiempos o hasta que
quede completamente limpio. Se mantiene la Antisepsia, es decir, evitar que se
contamine el campo estéril de trabajo y el área previamente lavada. También se puede
colocar una gasa extendida a lo largo para rodear y manipular al pene (Fig. 10).

3.- Se retira el guante con el que se realizó el aseo, dejando el que se encuentra estéril
debajo. Puede ser asistido por un ayudante. La mano que sujeta al pene se mantiene en
dicha posición hasta que la sonda haya sido completamente introducida.

Fig. 10. Colocación de gasa 4.- Se toma la sonda con la mano dominante evitando contaminarla. Se lubrica su punta
y se conecta el otro extremo con la bolsa colectora asistido por un ayudante.
5.- Se procede a la introducción de la sonda con firmeza y de forma continua, levantando el pene en un ángulo de 60 a 90
grados. Con la mano que lo sostiene se mantiene retraído el prepucio para visualizar el MU. Se observa la salida de orina
por el tubo transparente que conecta con la bolsa colectora. La introducción siempre se completa HASTA LA BIFURCACIÓN
(Fig. 11A, 11B y 11C).

6.- Ahora, con la mano que sujeta el pene, se toma la sonda del sitio de llenado del globo y se procede introducir el
volumen especificado en la sonda (Fig. 4 y 11E).

7.- Se COMPRUEBA que la sonda quedó en el sitio correcto y con el balón inflado traccionando ligeramente la sonda hacia
afuera hasta sentir una resistencia (Fig. 11F).

8.- Se retira el exceso de jabón y la gasa que envolvía al pene. Se regresa el prepucio y se fija la sonda (Fig. 12). Se termina
el procedimiento cubriendo al paciente. Es necesario recoger el material utilizado y lavarse las manos nuevamente.

Fig. 11. Técnica de colocación de sonda vesical en paciente masculino.


La fijación debe ser lo suficientemente resistente para evitar
una tracción traumática accidental y el consecuente daño a la
vía urinaria. La cara que está en contacto con la piel del muslo
debe estar cubierta por material que no cause daño, como el
Micropore®. La cara contralateral debe estar hecha de un
material más resistente (tela adhesiva) incluyendo el puente de
donde se sujeta la sonda a la fijación.

También es importante anotar la fecha de la colocación en la


fijación para cuantificar el tiempo que ha permanecido dicha
sonda.

Fig. 12. Fijación en el muslo.

TÉCNICA: SEXO FEMENINO

La técnica propiamente inicia después de completar los pasos 1, 2 y 3


(Fig. 8). Se coloca en posición de decúbito supino, doblando y
separando las rodillas, y juntando los talones (Fig. 13). Se protege la
privacidad de la paciente (cerrando puertas y/o cortinas). Se le avisa
que se le descubrirá el área genital ANTES de realizarlo. Es preferible
colocar un campo o pañal debajo de la cadera para evitar ensuciar las
sábanas de la cama de la paciente. La secuencia de la técnica de
colocación es:

1.- Aseo de manos. Se coloca cubrebocas, gorro, bata y guantes


estériles 2 pares.
Fig. 13. Posición femenina para colocar sonda.

2.- Sujetando los labios mayores y menores con el dedo índice y


medio de la mano no dominante (Fig. 14), se separan para
realizar la Asepsia, es decir, aseo con jabón de la región desde el
centro (meato urinario MU) a la periferia (labios mayores) con
movimiento circular en el sentido de las manecillas del reloj o
viceversa. Lo anterior siempre en el mismo sentido y SIN
REGRESARSE, en 3 tiempos o hasta que quede completamente
limpio. Se mantiene la Antisepsia, es decir, evitar que se
contamine el campo estéril de trabajo y el área previamente
lavada separando en todo momento los labios hasta que la
sonda sea completamente introducida.

3.- 3.- Se retira el guante con el que se realizó el aseo, dejando


el que se encuentra estéril debajo. Puede ser asistido por un
Fig. 14. Separación de labios.
ayudante. Luego de la asepsia, en ningún momento se deja de separar los labios con la otra mano para evitar contaminar
nuevamente la región aseada.

4.- Se toma la sonda evitando contaminarla, se lubrica su punta y se conecta con la bolsa colectora de orina con asistencia
de un ayudante. Es importante evitar que la sonda toque cualquier otra superficie antes de introducirla.

5.- Luego de identificar el meato urinario (a 2-3cm posterior al clítoris), se introduce la sonda con firmeza y de forma
continua, observando la salida de la orina por el tubo transparente que la conecta con la bolsa colectora. La introducción
se completa SIEMPRE HASTA LA BIFURCACIÓN (Fig. 15).

6.- Ahora, con la mano que separa ambos labios, se toma la sonda del sitio de inflado del balón y se procede al inflado
del mismo.

7.- Se COMPRUEBA que la sonda quedó en sitio y el globo inflado traccionando ligeramente la sonda hacia afuera hasta
sentir resistencia.

8.- Se retira el exceso de jabón y se fija la sonda. Se termina el procedimiento cubriendo al paciente. Es necesario
recoger el material utilizado y lavarse las manos nuevamente.

Fig. 15. Colocación sonda vesical en sexo femenino


CUIDADOS DE LA SONDA

✓ Mantener estéril y cerrado el sistema de drenaje.


✓ Cambiarlo idealmente cada 5 a 7 días.
✓ Vaciar constantemente la bolsa colectora (de preferencia cada 8 horas), sin romper el sistema colector.
✓ Mantener limpio y utilizar técnicas asépticas en el cambio del sistema.
✓ Mantener fija la sonda para reducir la contaminación e irritación uretral.
✓ No irrigar rutinariamente la sonda.
✓ Aumentar la ingesta de líquidos y acidificar la orina, para evitar la formación de sales de calcio y magnesio.
✓ Si hay síntomas urinarios, realizar una evaluación genitourinaria adecuada para determinar la causa.
✓ Se pone atención a la sonda y al tubo colector durante el movimiento del paciente, para evitar compresión o
doblamiento.
✓ Si el sistema colector debe elevarse por encima del nivel de la vejiga, se pinza o dobla el tubo colector hasta que
la bolsa colectora se baje y se asegure debajo de la mesa quirúrgica o de la cama del paciente. Lo anterior para
evitar contaminación retrógrada y flujo de la orina hacia atrás.

RETIRO DE LA SONDA

Material
- Guantes desechables no estériles.
- Jeringa con la capacidad del volumen del globo de la sonda (generalmente 10ml).
- Contenedor de basura con bolsa negra.

Técnica.
1. Realizar los primeros 3 pasos de la Figura 8. Se debe conocer cuál fue la indicación inicial de la colocación de la sonda
para confirmar que ya no la necesita y se puede retirar.
2. Retirar la fijación de la sonda.
3. Conectar la jeringa para desinflar el globo y extraer el líquido. Corroborar que se haya vaciado completamente.
4. Retirar suavemente la sonda sin desconectar la bolsa colectora. Evitar manchar las sabanas doblando la sonda sobre la
mano que la retira.
5. Desechar la sonda y en el contenedor de bolsa negra de desechos comunes.
6. Cubrir al paciente.

COMPLICACIONES
• Infección de vías urinarias.
• Formación de falsas vías.
• Sangrado.
• Obstrucción en el catéter (coágulos).
• Parafimosis.
• Absceso periuretral.
• Incapacidad para retirarla sonda por disfunción del globo o por adosamiento a la pared mucosa (enviar al
servicio de urgencias para manejo especializado).

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