Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Alumno:
Karen Stefanny Pardo Vargas
Docente
C. Rojas
Fecha
28-03-19
En Los orígenes del totalitarismo, Arendt había señalado que muchos de los crímenes
del Régimen Totalitario Nazi fueron realizados por «hombres normales» que no tenían,
necesariamente, un motivo maligno para realizar lo que estaban haciendo, sino que
estaban desempeñando un cargo burocrático y dio la expresión de «banalidad del mal»
para expresar que algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que
pertenecen sin reflexionar sobre sus actos. No se preocupan por las consecuencias de sus
actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes por medio de la tortura, la ejecución de
seres humanos o la práctica de actos «malvados» no son considerados a partir de sus
efectos o de su resultado final, con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de
estamentos superiores.
El estudio sobre la banalidad del mal alcanzó especial significación tanto por la
formulación que adquiría la existencia del mal como por la distinción entre no pensar y
estupidez que, según Hannah Arendt, caracterizó la actitud del acusado: y que,para
Eichmann, deportar millones de personas a los campos de concentración y exterminio era
un asunto de rutina; había interiorizado como hábitos los clichés, el crimen y el engaño
bajo la guía de los nuevos códigos morales y jurídicos del Régimen Nazi.y para Hannah
Arendt “la ausencia de pensamiento no quiere decir estupidez; puede encontrarse en
personas muy inteligentes, y no proviene de un mal corazón; probablemente sea a la
inversa, que la maldad puede ser causada por la ausencia de pensamiento” (Arendt, 1984,
24), en esta ausencia de pensamiento Hannah Arendt investigo acerca de la vida de la
mente y el origen del mal aunque ya no en el libro sobre el reportaje, sino en La vida del
espíritu.
El exterminio del espíritu es, desde Los orígenes del Totalitarismo, la preocupación de
Hannah Arendt en relación a los desarrollos del régimen nacionalsocialista y es, a mi
parecer, el punto que para la autora elimina la dignidad humana, de ahí que el problema
del mal no sea de carácter moral, jurídico o epistemológico, sino político. No es moral
porque no cabe la discusión acerca de si está bien o está mal matar a nuestros
semejantes.
El aporte a la psicología por el autor es que la moral tradicional entró en crisis al ser
reducida a un conjunto de hábitos y costumbres: “La moral degeneró hasta convertirse en
un simple conjunto de mores –maneras, costumbres, convenciones, que se podían
cambiar la voluntad– no por la acción de criminales, sino por las personas corrientes,
mientras las normas morales fueran socialmente aceptadas, nunca se dudaría de lo que
se les había enseñado a creer” Algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema
al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos y cualquier persona puede cometer los
más terribles crímenes y lo único que tiene que hacer es dejar de pensar.
López,M (2010). Arendt, Eichmann y la banalidad del mal 472 México Arbor Ciencia, Pensamiento
y Cultura. Recuperado de http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/viewFile/780/788
Botero,A,J; Granobles L, Y, (2013 ) El mal radical y la banalidad del mal: las dos caras del horror de
los regímenes totalitarios desde la perspectiva de Hannah Arendt, Colombia 30 (99-126) obtenido
de http://www.scielo.org.co/pdf/unph/v30n60/v30n60a05.pdf.