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Las referencias más recurrentes acerca de Kyd tienen que ver con su supuesta autoría del
Ur-Hamlet, versión primitiva del Hamlet de Shakespeare. Pero no son más que
especulaciones sin pruebas. Lo que sí parece cierto es que Thomas Kyd escribió la obra de
teatro La tragedia española (The Spanish Tragedy, 1587, conocida en su día también como
Ieronymo), precedente de lo que se ha dado en llamar tragedias de venganza. Este tipo de
dramas, que contienen pasajes extremos y sangrientos, fue explotado durante décadas, hasta
que a mediados del siglo XVII las condiciones políticas y su propia repetición terminaron
con ese estilo de escribir.
En 1602, el texto fue corregido y aumentado en 325 líneas por, según parece, William
Shakespeare.
1. Contexto histórico
Bel Imperia, hermana de Lorenzo y amada del recién fallecido don Andrés, es informada
por Horacio de las circunstancias de su muerte. Ella decide que a partir de entonces su amor
será para Horacio, con el objeto de vengar a don Andrés. Baltasar se declara a Bel Imperia,
pero ella no le corresponde. Lorenzo da esperanzas a Baltasar, al que llama lisonjeramente
“mi señor”.
Se celebra una cena convocada por el rey de España, con el embajador de Portugal y todos
los demás. Jerónimo prepara una mascarada con actores que representan episodios
históricos relacionados con Inglaterra, Portugal y España. El fantasma de don Andrés se
queja de que su asesino esté disfrutando de tales recreos y la Venganza le consuela: pronto
cambiará todo.
Baltasar se lamenta a Lorenzo de que Bel Imperia no le hace caso. Lorenzo obliga al
sirviente Pedringano a confesar a quién ama Bel Imperia. Pedringano desvela que se trata
de Horacio. Lorenzo le pide que le avise cuando los dos amantes tengan su próximo
encuentro. Baltasar se propone matar a Horacio con la ayuda (e incitación) de Lorenzo. Bel
Imperia y Horacio fijan una cita amorosa en el jardín del palacio de Jerónimo. Baltasar y
Lorenzo, que están espiándoles, se dan por enterados.
El rey de España ha decidido concertar una boda entre su sobrina Bel Imperia y Baltasar,
para sellar la alianza con Portugal. Horacio y Bel Imperia se encuentran ya en el jardín, en
una idílica escena amorosa. Entran Baltasar y Lorenzo y cuelgan de un árbol a Horacio y lo
apuñalan, llevándose a Bel Imperia. Jerónimo se despierta con los gritos y descubre a su
hijo colgado y muerto. Luego aparece Isabel, su esposa. Los dos se lamentan amargamente
y Jerónimo jura venganza. El fantasma de don Andrés vuelve a quejarse de lo que
presencia, pero la Venganza le pide que aguarde.
De nuevo en Portugal, el virrey ordena la muerte de Alejandro, espoleado por Vil Lupo.
Cuando Alejandro está a punto de perecer en la hoguera, llega el embajador portugués de
vuelta de España y comunica que Baltasar vive. El virrey ordena desatar a Alejandro y
torturar a Vil Lupo hasta la muerte.
Jerónimo encuentra una carta escrita con sangre en la que Bel Imperia acusa a Baltasar y a
Lorenzo de la muerte de Horacio. Decide comprobar si lo escrito es cierto antes de pasar a
la acción. Se encuentra con Lorenzo y disimula. Pero Lorenzo sospecha que Jerónimo
puede saber algo por culpa de Severino, criado de Baltasar. Así que ordena a Pedringano
que mate a Severino. Pero tiene la idea añadida de que esa muerte sea observada por la
guardia real. Pedringano mata a Severino y los guardias lo arrestan para llevarlo en
presencia del Justicia, Jerónimo.
Isabel, la madre de Horacio, está enajenada por la muerte de su hijo, y corretea y lanza
frases inconexas mezcladas con otras elocuentes. Bel Imperia se encuentra retenida por su
hermano Lorenzo, alejada de la Corte, pero ahora que los dos criados testigos han muerto,
es liberada de nuevo. Lorenzo le cuenta una sarta de mentiras y luego pretende que acepte
el amor de Baltasar, que pone la puntilla soltando frases cursis.
Unos portugueses están buscando la casa del duque de Castilla (hermano del rey) para ver a
su hijo Lorenzo. Preguntan a Jerónimo, que les indica que lo encontrarán bañándose en
sangre de inocentes, tras unas cuantas alusiones retóricas más a la muerte y el delito. Los
portugueses se ríen, creyendo que Jerónimo simplemente chochea. Jerónimo se presenta
luego ante el rey, que está celebrando las buenas noticias de Portugal (el virrey acepta la
boda de su hijo con Bel Imperia). Pero su estado alterado y su prudencia le impiden acusar
abiertamente a Lorenzo todavía.
Varios ciudadanos acuden ante Jerónimo por diversos pleitos legales. Éste se fija en uno de
ellos, anciano, que ha ido a denunciar la muerte de su hijo. Jerónimo navega entre la
realidad y la ficción, confundiendo al anciano con su hijo muerto.
Llega el virrey de Portugal hasta la corte de España (atravesando el mar, según el autor)
para asistir a la boda concertada. Y el duque pregunta a su hijo Lorenzo que por qué se
rumorea que está en contra de Jerónimo, tan querido por el rey. Lorenzo dice que son
habladurías.
Isabel, enajenada, corta las plantas del jardín donde asesinaron a su hijo Horacio, en la
creencia de que su marido ha perdonado a los culpables, y luego se suicida. Mientras, su
esposo Jerónimo prepara el escenario para su representación.
Se pone la obra en escena, con el rey de España y el virrey de Portugal como principales
espectadores. La trama coincide con los sucesos reales, y en ella mueren tanto el amado de
la protagonista como el pretendiente de ésta, causante de la primera muerte. Y también ella,
que se suicida.
Al final sale Jerónimo para explicar que él tiene un hijo realmente muerto, y enseña su
cadáver en el escenario. Añade que las tres muertes de la obra se han producido realmente
(él ha matado a Lorenzo y Bel Imperia a Baltasar, antes de suicidarse). Se arranca la lengua
para no seguir hablando y cuando le obligan a escribir pide un cuchillo para afilar la pluma.
Con éste, mata al duque de Castilla y luego se suicida.
Los supervivientes, el rey de España (que acaba de perder a su hermano y a dos sobrinos) y
el virrey de Portugal (que ha perdido a su hijo y a su futura nuera), celebran las exequias. El
fantasma de don Andrés se muestra satisfecho al fin ante la Venganza, puesto que han
muerto todos sus enemigos. Para finalizar la obra, pide que cada uno de ellos sustituya en
sus suplicios a los distintos héroes mitológicos castigados por los dioses.
1. Influencias
2. Personajes
Cifras en el marco
España
El REY español
El Duque de CASTILE, Don Cyprian, el hermano del Rey
Don Lorenzo, el Duque del hijo de Castile
Bel-imperia, el Duque de la hija de Castile
PEDRINGANO, el criado de Bel-imperia
CHRISTOPHIL, el criado de Don Lorenzo
El muchacho de la PÁGINA de Don Lorenzo
Don Hieronimo, Knight Marshal de España
Su esposa, ISABELLA
Don HORATIO, su hijo
Un CRIADO de Don Hieronimo
LA CRIADA de Isabella
Don BAZULTO, un anciano
GENERAL del ejército español
Tres VIGILANTES
UN DIPUTADO
UN VERDUGO
UN MENSAJERO
Tres CIUDADANOS
Portugal
El VIRREY portugués
Príncipe BALTHAZAR, su hijo
Don PEDRO, hermano al Virrey
ALEXANDRO y VILLUPPO, nobles portugueses
El EMBAJADOR portugués
SERBERINE, el hombre de la porción de Balthazar
Dos NOBLES de Portugal
Dos ciudadanos PORTUGUESES (Portingales)
3. Complot
Antes de que el juego comience, el Virrey de Portugal se ha rebelado contra el gobierno
español. Una batalla ha ocurrido en que los portugueses se derrotaron y su líder, el hijo
Balthazar del Virrey, se captura; pero el oficial español Andrea no ha sido matado por
ninguno además de Balthazar capturado. Su fantasma y el espíritu de Venganza (presentan
a escena en todas partes de la totalidad del juego) el saque como el coro y, a principios de
cada acto, Andrea lamenta la serie de injusticias que ocurren antes de tranquilizarse por la
Venganza que los que merecen conseguirán su comeuppance. Hay una trama secundaria
acerca de la enemistad de dos nobles portugueses, uno de los que intenta convencer al
Virrey de que su rival ha asesinado a Balthazar ausente.
El sobrino Lorenzo del Rey y el mejor amigo Horatio de Andrea discuten sobre quien
capturó a Balthazar, y aunque se aclare temprano en que es de hecho Horatio que le derrotó
mientras Lorenzo esencialmente engaña su camino en la toma del crédito parcial, el Rey
abandona a Balthazar en el precio de Lorenzo y parte estropear de la victoria entre los dos.
La hermana de Lorenzo de comodidades de Horatio, Bel-imperia, que estaba enamorada de
Andrea contra los deseos de su familia; a pesar de sus antiguos sentimientos para Andrea,
Bel-imperia pronto se enamora de Horatio. Su noviazgo con Horatio es motivado
parcialmente por su deseo de la venganza. Bel-imperia tiene la intención de atormentar a
Balthazar amoroso, el asesino de su ex-amante.
Lorenzo cierra con llave a Bel-Imperia lejos, pero sucede en el envío de Hieronimo a una
carta, escrita en su propia sangre, informándole que Lorenzo y Balthazar eran los asesinos
de Horatio. Sus preguntas y tentativas de ver a Bel-Imperia convencer a Lorenzo de que
sabe algo; con miedo que el criado Serberine de Balthazar haya engañado el complot,
Lorenzo convence a Pedringano de asesinarle, luego hace los arreglos para la detención de
Pedringano en las esperanzas de hacerle callar también. Hieronimo, designado al juez,
condena a Pedringano a la muerte; Pedringano espera que Lorenzo consiga su perdón, y
Lorenzo, habiendo escrito una carta falsa del perdón, le deja creer que este derecho hasta el
verdugo deja caer a Pedringano a su muerte.
Lorenzo logra impedir a Hieronimo buscar a la justicia convenciendo al Rey que Horatio
está vivo y bien. Además, Lorenzo no permite que Hieronimo vea al Rey, afirmando que
está demasiado ocupado. Esto, combinado con el suicidio de su esposa, que pasa sólo antes
de la petición de Hieronimo al Rey, empuja Hieronimo por delante de su límite. Vocifera
incoherentemente y cava en la tierra con su daga. Lorenzo continúa a decir a su tío, el Rey,
que el comportamiento raro de Hieronimo es debido a su inhabilidad de tratar con la nueva
riqueza encontrada de su hijo Horatio (el rescate de Balthazar del Virrey portugués), y se ha
vuelto loco con celos. Recobrando sus sentidos, Hieronimo, junto con Bel-Imperia, finge la
reconciliación con los asesinos. Los dos planean poner un juego junto, Soliman y Perseda.
Bajo la tapa del juego apuñalan a Lorenzo y Balthazar a la muerte delante del Rey, Virrey y
Duque de Castile (Lorenzo y el padre de Bel-Imperia); Bel-Imperia se mata, e Hieronimo
dice a su auditorio de su motivo detrás de los asesinatos, pero rechaza revelar la
complicidad de Bel-Imperia en el complot. Entonces arranca con los dientes su propia
lengua para impedirse hablar bajo la tortura, después de la cual mata al Duque y luego a él.
Andrea y la Venganza se satisfacen, entregando castigos eternos convenientes a los partidos
culpables.
Como notado encima, el White/Pavier Q4 de 1602 añadió cinco pasos, en total 320 líneas,
al texto existente de los tres libros en cuarto previos. El más sustancial de estos cinco es una
escena entera, por lo general llamada la escena del pintor ya que es dominada por la
conversación de Hieronimo con un pintor; a menudo se designa III, xiia, cayéndose como
hace entre escenas III, xii y III, xiii del texto original.
1. Temas y adornos
Una disputa de mucho tiempo entre eruditos ha sido el estado moral de la venganza. Como
la venganza es el tema más obvio del juego, mucho debate se ha hecho sobre ello. Uno
puede hacer juicios sobre la moralidad Hieronimo basado en sus objetivos enfocados en la
venganza pero la pregunta de la cual muchos eruditos afrontan es si la falta de sus
intenciones es realmente su. Steven Justice teoriza que el juicio del juego se cae menos en
Hieronimo que en una especie de sociedad en la cual la tragedia resulta de un estilo de vida.
Se sostiene que Kyd usó la tragedia de venganza para dar el cuerpo a imágenes populares
de España católica. Kyd trata de hacer España el bandido en el cual muestra cómo el
tribunal español no da a Hieronimo ninguna opción aceptable. El tribunal gira Hieronmino
a la venganza en la búsqueda de la justicia, cuando en realidad es completamente diferente.
Los críticos pueden decir que la actitud de Hieronimo es lo que la tradición cristiana central
llama la Vieja Ley. El tema que se mantiene aquí es el directo de la Biblia, una especie
de “ojo para un ojo” idea. Esto es donde Hieronimo dice:
“Para la sangre con la sangre va, mientras me siento como el juez, / satisfacerme, y la
ley discharg’d” (III.vi.35-36).
“Y los asesinos gimen con matar nunca heridas, / Y wights perjurado escaldado en el
plomo hirviente, / Y todos los pecados asquerosos con tormentos abrumaron (I.i.68-70).
Vivamente describe en estas líneas así como anterior la alta frecuencia de asesinato y
tortura en la hampa. El asesinato y la muerte arreglan el tema de tragedia que se mantiene a
través de la última escena del juego.
El tema central es esencialmente la venganza. El título dado explica que hay alguna clase
del daño que se ha puesto sobre el protagonista principal para hacerle querer buscar la
venganza. La venganza, sin embargo, no es el único tema. Un tema clave es el de Riqueza y
Poder. Este tema está claro en las únicas acciones de Balthazar. Mata a Horatio al principio
a fin de ganar el poder que por su parte le da la riqueza. Esto también está claro con el
personaje de Lorenzo. Hacia el final del juego trata de convencer al rey de deshacerse de
Hieronimo. Lorenzo sabe que en ausencia de Hieronimo, se hará más poderoso y más
cercano al rey.
Los críticos dicen que La Tragedia española se parece a una Tragedia de Senecan. Las
separaciones del acto, punto culminante sangriento enfatizado, y la propia venganza, hacen
este juego parecerse a algunos los juegos antiguos más famosos. Kyd realmente reconoce
sus relaciones a Senecan Tragedies usando latín directamente en el juego sino también hace
que el cristianismo entre en conflicto con ideales paganos. También vemos el uso de Kyd
de Séneca a través de su refiriendo a tres juegos de Senecan en la Tragedia española. Se
dice que este juego era el iniciador del estilo para muchas “tragedias de venganza
isabelinas, el más notablemente Hamlet”.
III. ¨La Tragedia Española¨ una valoración desde la teoría del
Iceberg.
Para comenzar con el análisis que será de mucho utilidad para una lectura profunda en la
catedra de Literatura Universal II, en primer lugar, se hará referencia al escritor
norteamericano, Premio Nobel de Literatura 1954, Ernest Hemingway, el cual propuso la
Teoría del Iceberg o Teoría del témpano. Esta consiste en que el escritor ha de concebir su
obra conociendo mucho más de la historia de lo que finalmente cuenta en lo que escribe. El
escritor conoce la totalidad del Iceberg, pero lo que sobresale del agua es solo una pequeña
porción de este (alrededor de una octava parte aunque en la práctica no es necesario ser tan
riguroso siempre).
El escritor es ante todo un administrador de la información que posee sobre la historia que
narra y sus personajes. No todo lo que sabe el escritor sobre una historia es indispensable
para que esta se entienda, e incluso hacer uso de información innecesaria puede ser
negativo para la narración. De otra parte, el escritor ha de escoger el momento adecuado
para dejar salir cierta información a la superficie, solo cuando sea totalmente necesario para
la historia. Entre más conozca un escritor de lo que escribe mucho mejor; y así todo este
conocimiento no sea plasmado en lo que escribe, ese conocimiento es perceptible para el
lector al lograr comprender a partir de lo necesario.
En segundo lugar, en base a esta teoría yo lector puedo observar que el dramaturgo se
vale de la representación escénica para expresar y dar a conocer una visión compartida por
sus contemporáneos de una situación concreta y determinada. Se tiene, así, una
interpretación del contencioso español, a través del medio teatral. Lo que el lector alcanza
a dimensionar debajo del Iceberg de la venganza y la muerte que en el caso de La
Tragedia española es a una España que vendría a ser la tierra de los horrores más
sanguinarios y de las tragedias más lacerantes.
En España, por sus connotaciones adversas, podía suceder de todo. Lo que en Inglaterra no
podía tener lugar, porque resultaría inapropiado, indecoroso e inadmisible, si podía
acontecer en tierras hispanas, puesto que en ellas todo era procedente y dramatizable.
España reunía las condiciones más idóneas para la escenificación del universo dramático
kydiano presidido por el caos, la injusticia y la tragedia, y en abierta oposición con el orden
establecido, donde todo estaba divinamente ordenado y en completa armonía. Sin embargo
esta visión medieval pronto iba a quedar trasnochada por las circunstancias que propiciarían
un cambio radical en la época renacentista, posibilitando una nueva forma de entender y de
vivir la relación del hombre con lo español en La Tragedia Española lo mundano y lo
divino. El teatro isabelino y jacobeo fue uno de los más fervientes difusores de esta nueva
concepción del mundo. La ruptura entre lo nuevo y lo viejo se hace claramente patente en
el drama renacentista inglés, lo que conlleva necesariamente una crisis de valores que
aparecerán en escena confrontados y en irreconciliable oposición.
La idea de una sociedad y de un universo basado en el principio metafísico de jerarquía y
de interdependencia fue reemplazada por un sentido más humano y personal de la vida. La
profunda y angustiosa conciencia de cambio, los avances científicos y el creciente
escepticismo fueron las causas que dieron como resultado una actitud de recelo ante lo
político y lo religioso, lo que llevó al hombre a ejercer un papel más activo y decisivo en el
devenir histórico. Bajo esta lectura profunda La Tragedia Española es, asimismo, testigo
dramático de excepción del derrumbamiento de un orden estable y del progresivo
desencanto del hombre perdido en un mar de dudas y sinsentidos al experimentar la
sinrazón de un existir caótico, injusto e inmerecido. Ello explica la locura existencial de
Hieronimo en perpetuo conflicto entre lo que es y lo que se desea, entre lo justo
inalcanzable y lo injusto permitido, ya que nos encontramos con que "la justicia de la
naturaleza " se opone directamente a " la justicia del cielo.”33 Es por ello que se da una
rebelión existencial por su parte que le lleva a luchar con todas sus fuerzas contra un
destino en el que no participa activamente y por el que se siente utilizado como un objeto.
Esto no ha de extrañar, porque "La tragedia española en su conjunto se ha fijado de forma
continua la acción marioneta -como del hombre cuyo destino está predeterminado en contra
del sentido de la elección o en el mundo apasionado y seguro de si mismo, totalmente
individual.
DEPARTAMENTO DE LETRAS
Ciencias y Humanidades.
Tema:
Integrantes:
Kyd, Thomas. The Spanish Tragedy. Philip Edwards, ed. The Revels Plays; Methuen &
Co., 1959; reprinted Manchester, Manchester University Press, 1986; pp. xxi-xxvii