El nacionalismo defiende la idea de la nación por encima del individuo y las clases. La diferencia de nación y pueblo es que la primera es una identidad política coincidente con la de un país. Las nacionalistas quieren que la distancia entre Nación y Estado sea la mínima posible, de forma que la cultura o identidad política se identifiquen con la idea de Estado. En algunos casos, especialmente en movimientos fascistas y nacionalistas la nación es el proyecto político del pueblo de uno o más países, coincidiendo los tres términos. Es frecuente que el nacionalismo otorgue cierta superioridad a la nación propia frente a las otras.
- Desde el punto de vista filosófico:
Cree en la existencia de verdades culturales vinculadas con la identidad nacional, que coexisten en el mismo o en diferentes niveles. Para ello rebaja el nivel de la verdad, que deja de ser universal, y cada uno defiende la suya. La verdad nacional se conoce a través de la historia y la cultura, pero suele tergiversar elementos, sesgando la historia para mostrar identidades artificialmente separadas.
- Desde el punto de vista de la finalidad:
Busca el mantenimiento de la identidad nacional, dentro de órdenes teleocráticos o nomocráticos, aunque en el asunto de la identidad sea marcadamente teleocrático. Dentro de este fin, se busca un modelo de Estado en el que la nación goce de poderes plenos, es decir, no ser dependientes de terceros. Cuando consigue su propósito, puede tener el peligro de querer expandirse.
- Desde el punto de vista sociológico:
No tiene un modelo social fijo, pudiendo adoptar el de cualquier otra ideología, excepto en el aspecto identitario, donde sí existe un diseño intencionado tan controlador como el fascismo y el comunismo. Existe una tendencia a controlar otros aspectos de la sociedad para favorecer el aspecto cultural, íntimamente relacionado con el resto, lo que se limita en sistemas democráticos.
- Desde el punto de vista moral:
La única particularidad es que se fomenta la idea de deber nacional. El nivel de compromiso ético con los fines nacionales. Esperando que la gente pague impuestos para ese país, que hagan servicios públicos gratuitos…Hasta el punto de que se genera una idea de mal ciudadano al que no cumple ese deber.
- Desde el punto de vista político:
No tienen un modelo definido, dependiendo de otras ideologías, aunque el nacionalismo moderno suele combinarse con la socialdemocracia. Tiene tendencias totalitarias al pretender la ausencia de límites en la defensa de la identidad nacional, blindándose el poder en este elemento de forma parecida al fascismo y el comunismo. El problema que plantea el control cultural es la intromisión en libertades personales (ej: intervención de la educación) que afecta a la economía al aportar arbitrariedad al mercado. Tienen gran importancia los valore intangibles como la bandera, el himno o la cultura. Estos elementos ficticios derivan en una gestión política irreal y por lo tanto ineficiente.
- Desde el punto de vista jurídico:
No tiene naturaleza jurídica propia en cuanto a forma, pero si en contenido, que se orienta al mantenimiento de la identidad nacional. Existe un esfuerzo por el uso de términos interpretables o ambiguos para alcanzar sus fines. En contextos democráticos y semiautónomos, se utilizan estos conceptos para evitar la ilegalidad. Sin embargo, esto solo ocurre en materia identitaria.
- Desde el punto de vista económico:
Depende en gran medida de la ideología con la que se asocie, pero los elementos del nacionalismo llevan a limitar las economías basadas en el orden espontáneo.