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A mi padre, t¡ui

me enseñó que el hOIl(


bre no es más que ~
suma de sus actos ,
- Blibio

INTRODUCCION

Una ideologta política es un ser inquieto, cons-


tantemente móvil, siempre perfectible. Para que no de-
genere en retórica -la retórica es la viuda altanera y ci-
nica que sobrevive a las ideologtas muertas- debe fra-
¡guarse en el debate de las ideas y en la confrontación
(~~n la realidad espacio-temporal que pretende regimen-
\furo
Las fórmulas sacrame n tales, la verdad politica
1 874 revelada y las sagradas escrituras ideológicas están fuera
de toda concepción dialéctica de la historia.
I
!IBUOTECA - FlACSQ La bondad de la ideologt'a debe juzgarse por sus
---------------------- __ 1
resultados. No hay ideologia buena si, en la aplicación
práctica, sus consecuencias no lo son. No hay socialis-
mo posible si no se mejora objetivamente la situación
real de los trabajadores intelectuales y manuales y si no
se emancipa la fuerza de trabajo humana de su condi-
ción de mercancia. --

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Las ideas qu ponemos en este libro, escritas
ex d .,
a salto de mata en 1Os escasos momentos que nos eJo
libres la acción polr'ti a, no intentan dar respuestas de-
finitivas a cuestiones que, por su naturaleza, no pueden
resolverse dogmáticarnente. Pretenden simplemente
aportar elementos al debate ideológico y contribuir a
\. stablecer los perfiles de nuestro socialismo democrá-
tico -socialismo a la ecuatoriana- dentro del entorno
y de las múltiples ideas socialistas que, por convicción o HACIENDO UN POCO DE HISTORIA
por táctica, se exhiben en el mundo.
Recuerdo que fue en mi libro sobre "Derecho Po-
En algunos momentos criticamos el infantilismo I rtico y Constitucional", publicado en 1964, que apare-
izquierdista, que cree que es cosa de soplar y hacer bo- reció por primera vez en el Ecuador el nombre de Iz-
tellas, o la' coartada seudorevolucionaria, pero es una quierda Democrática. Desde entonces tuve la obsesión
crItica a la izquierda desde la izquierda. de formar un partido poi ítico que tuviera esta orienta-
ción ideológica.
Cumplimos asi un deber de objetividad y de
franqueza. Me pareció que llenaba un vacro poi (tico en nues-
tro país, ya que ni las fuerzas de derecha ni la extrema
izquierda ofrecían alternativas viables.

Posteriormente, a fines de agosto de 1968, a tra-I


vés de una carta pública acogida por la prensa nacional,
sugerí a los ciudadanos situados a la izquierda del centro
la conveniencia de forjar "el gran partido popular de la
Izquierda Democrática". v

Después escribí, en octubre de 1969, un folleto


titulado "H istoria de una Claud icación" para fustigar la
conducta entreguista y burocrática de ciertos persona-
jes de la poi ítica ecuatoriana y all í insistí en la necesidad,
de formar "un gran partido poi ítico de masas", capaz ~
de enmarcar y organizar a la fuerza popular izquierdista
y democrática del país. /

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. Finalmente fui escuchado. y a comienzos de ju- lasco Ibarra como lo fueron otros I(deres. Pero la Iz-
nio de 1970, ante una enorme concentración de masas quierda Democrática no tuvo padrinos. Nació a pulso.
congregada en la plaza de San Francisco de Quito anun- Cuando pintábamos los primeros letreros en las carrete-
cié a la mu~titud qu.e iniciábamos los trabajos pa'ra for- ras nadie sabia lo que eso significaba. Cuando yo habla-
("mar el Partido IzqUIerda Democrática con el fin de ex- ba de nuestro proyecte>poi (tico nadie ten (a razones para
• presar. y promover los anhelos, ideas y aspiraciones de creerme, puesto que la credibilidad en poi ítica emana
Uos trabajadores intelectuales y manuales del Ecuador. del conocimiento previo de la persona, y yo era un des-
conocido.
~s(.comenzó la Izquierda Democrática, que fue
en los ultimas cuarenta años el primer intento exitoso De otro lado, nuestro Partido se forjó abajo y no
de constituir un nuevo partido poi ítico en el Ecuador. en ningún gabinete presidencial o ministerial. No es
dificil integrar un partido desde el poder y con los meca-
. . Lueg~ vinieron las tareas de difundir los princi- nismos del poder y bajo la influencia del mando. Esto
pros ideolóqicos del naciente Partido, dictar conferencias es relativamente fácil, aun cuando esos partidos suelen
~n v= el pars. tocar las puertas de los ciudadanos para caerse después como casitas de naipes. Lo nuestro fue
invitarles a Ingresar! pintar muros y paredes, recorrer más esforzado pero también más permanente y más só-
los caminos de la Patria. La tarea no fue fácil. lido.

En un país como el nuestro, en el que los lideraz- Ahora es un rompeolas enfrentado a las mareja-
gas na~ieron siempre. del apadrinamiento poi ítico, das.
la Izquierda Democrática representa una excepción,
pues fue .fundada por un puñado de gente totalmente
d.esconocl.da.La caden~ de padrinazgos en nuestra poi í-
trca es evidente. y lo digo en el mejor sentido de la pala-
br~. Tomemos como punto de partida al Presidente
Jaime Roldós para demostrarlo. No creo faltar al respeto
que deb<:>a ~u memoria si digo que él, al margen de sus
extraordinartos valores y méritos personales, fue impul-
sado por Bucaram, y éste por Guevara Moreno, y Gue-
vara Moreno por Velasco lbarra, y Velasco Ibarra por
Neptal ( Bonifaz, a través de una larga cadena de padri-
nazgos. Esta es la verdad. Y si tomamos otra rama del
árbol gen~lógico de nuestra poi rtica. veremos también
que el Presidente Camilo Ponce fue promovido por Ve-
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Este fue nuestro intento.

Naturalmente que no reclamamos una originali-


dad adánica en la elaboración de nuestra ideolocra ni
nos sentimos en el primer d (a de la creación. Los vientos
de la cultura soplan por todas partes, llevan y traen
ideas. A veces uno no sabe con certeza si algo que ha
/ concebido es ocurrencia propia o lo ha escuchado a
alguien o lerdo en alguna parte. Al fin y al cabo, según
la más cínica de las definiciones, el acervo cultural de
LA IDEO LOGIA
cada persona es lo que le queda de sus lecturas, después
de haberlo olvidado todo ...
" ~ituados. en esta esquina americana, ejercimos el
privileqio ~e mirar desde aquí, con la adecuada perspec-
Una ideología poi ítica es un ser vivo, en perma-
tiva ~Istórlca y como espectadores no insertos en el es-
nente integración, siempre perfectible. Está -como tO-r
pe~taculo que ?bservamos, algunos experimentos capi-
dos los fenómenos de la naturaleza, del hombre, de la
talistas y marxlsta~ del hemisferio norte: los primeros sociedad y de la cultura- en incesante movimiento. La
con I~ preocupación especialmente dirigida hacia la quietud ideológica no existe, todo es un fluir intermina-
qarantra de los derechos civiles y poi íticos de la persona
ble, un ser y dejar de ser, un transcurrir.
humana. y los segundos con su énfasis en la seguridad
económica de la población.
Desde este punto de vista dialéctico, nuestra ideo-
loqía está en permanente proceso de formación -no
Pudi~os ver. las dos democracias incompletas:
la democracia poi rtica capital ista, entrelazada con la au- tenemos sagradas escrituras establecidas de una vez para
tocr~cla econó.mica de minor ras aventajadas, y la derno- siempre- y debe integrarse con el aporte intelectual de
cra~l~ econón:lca marxista, combinada con la autocracia -) nuestros militantes, en tarea permanente de investiga-
) poli tica d.e é.llt~s burocráticas autoritarias, que ejercen ción y diálogo.
el poder Sin limitaciones.
La bondad de una ideoloqra -que no es una bon-
~rente a ~sos "modelos" y en contraste con ellos dad universal sino una bondad referida a una determina-
-¿ conc:blmos la Idea de elaborar una doctrina poi (tica -)da realidad espacio-temporal- se pone a prueba por el
vernacula: hecha con barro ecuatoriano, que en el marco _")debate y por el contacto con la realidad. Sólo los dog-
de I~~ circunstancias nacionales de espacio y tiernpo z- mas no admiten discusión y ese es el problema de algu-
-:> ~onclllara para nuestro pueblo la justicia social con la nos teóricos poi íticos que, de puro dogmáticos, se
libertad. vuelven teólogos. Si triunfa en las dos pruebas la ideolo-

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g(a es bue~a. Si resiste que su~ pos~ulados doctri!1ales y
proqrarnáticos se sometan a discusión, es decir, si ellos
no se mellan por el debate, la cosa va bien. Pero además
hay que contrastar la ideoloqra -que es parte del mundo
'7 del. deber ser- con la realidad sobre la que pretende
regir ~I mundo del ser-" para ver si hay adecuación
~) d~ las Ideas a los hechos. Esta es la segunda prueba Si
t~lunf~ en ella, la ideoloqra vale para una localización
histórica y geográfica dada. EL INSTINTO SOCIALISTA

El instinto socialista es tan antiguo como el hom-


bre, pero su sistematización teórica es relativamente
reciente. El .hombre nació socialista. En la colectividad
primitiva no hubo "rnro" ni "tuyo". Las cosas pertene-
cieron a quien las necesitaba. Fue después, cuando los
medios de producción crearon excedentes, que nació
la dependencia económica. Entonces el hombre se trans-
formó en "lobo del hombre" =homo homini lupus, que
decía Hobbes- y se disipó el socialismo original de la
sociedad primitiva para convertirse en un estado de lu-
cha implacable de todos contra todos, en el cual el ser
humano, núcleo de apetitos, contrajo una ansia insacia-
ble de poder y también de riqueza, que es una forma de
poder.

La sistematización teórica de la protesta humana


contra los vicios de la organización social asumió di-
versas modalidades a través de la historia. Nuestra ideo-
Iog(a es el socialismo democrático, pero hay muchas cla- e·
ses de socialismo: desde el socialismo utópico, de prin-
cipios del siglo XIX, hasta la socialdemocracia contern- ~
poránea, pasando por múltiples versiones del marxismo,
que empiezan con el marxismo del Marx y de Engels y
siguen con "las interpretaciones soviética, yugoeslava,
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al,banesa,china en su etapa maoista y en su etapa actual


hungara, cubana, eurocomunista y otras. '
ENTRE EL CESARISMO Y LA LIBERTAD
-J . El nu.estro es un socialismo democrático, nacio-
nal, .llbe:tarlo, popular, pluralista, policlasista, antidog-
No admitimos una organización social montada
~átICO, Inserto en los fenómenos cientjficos y tecnoló-
gicos modernos. sobre el desprecio Y la humillación del ser humano, pero 1:::-
tampoco aceptamos las aberraciones de una sociedad
farisaica que, Rostulando derechos formales, condena al
hambre Y a la pobreza a la mayor parte e sus inteqran-z-
. "La Izquierda ~emocrática -dice el encabeza-
miento d~ su Declaración de Principios- es un Partido teso
democrá~lco-revolucionario que expresa y promueve I
anhelos, Ideas y aspiraciones de los trabajadores intele~~
Ni la equidad económica entre cadenas ni la liber- S-
tad de morirse de hambre. Tratamos de buscar nuevas
tua.les y man~al:s del Ecuador. Dentro del marco ideo- fórmulas potrticas que ofrezcan soluciones libertarias y
lógico del socialismo democrático, propugna la creación
no cesaristas a los problemas del subdesarrollo y de la in-
7'de un nuevo Estado a base de libres decisiones popula-
justicia social. La equitativa participación popular en el
res,. que pueda ser aqente del desarrollo económico y
ingreso nacional no está reñida con el mantenimiento de (:-
~oclal del pueblo ecuatoriano, de la redistribución del
~Ias libertades, el respeto a la opinión ajena, el pluralismo
Ingreso, del aprovechamiento pleno y racional de los
poi (tico Y la constitución de gobiernos representativos,
-7 recursos nacionales y de la ruptura de la dependencia
legitimados por el consenso popular electoral mente ex-
externa".
presado. Tampoco el respeto a las libertades el opuesto
a los cambios estructurales, que posibiliten-el desarrollo 1.-
económico independiente de nuestro pueblo y que ele- <,
ven su calidad de vida.

Desde el punto de vista del socialismo democráti-


co el o b'jetrvo
r
. del desarrollo es proporcionar a los seres
h~man~s un cúmulo. de bienes tanqibles e intanqibles o.,
q e enriquezcan su Vida más allá del consumo material
que les den una buena calidad de vida. '

La calidad de vida de un pueblo no es el resultado


de una operación puramente económica sino que está
dada por la suma de múltiples factores. No es simple-
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mente el consumo el que determina la calidad de vida.
Esta es una visión economicista y parcial de la realidad,
porque un pueblo puede tener altos índices de consumo
y no buena calidad de vida. El hombre no aspira sola-
mente a tener sino también a ser. De ah í que la calidad
de vidasicniñoue algo más que la acumulación de bienes
económicos: son la libertad, la salud, la seguridad, el
bienestar, la cultura, la solidaridad humana, la preserva-
ción del medio ambiente, la satisfacción por el trabajo
desempeñado, el buen uso del tiempo libre, la realiza-
ción de los objetivos vitales y una amplia suma de otros
valores los que integran la calidad de vida de un pueblo.

La medición de ella no puede hacerse con los indi-


cadores tradicionales, todos los cuales son meramente
cuantitativos. El producto nacional bruto (PNB), como
indicador del éxito o fracaso del crecimiento económico
de una sociedad, no nos sirve para el efecto. Resulta
una fórmula falaz y economicista, particularmente en
países de grandes desniveles sociales. Habrra que pensar,
por tanto, en una nueva fórmula -tal vez el bienestar
)nacional neto (BNN)- capaz de apreciar y medir los
•••.
aspectos cualitativos de la calidad de vida de una socie-
dad (1).

el desempleo, el subempleo y el empleo disfrazado e impr~ucti~o.


(1) La Declaración de Principios de la Izquierda Democrática impulsa "el
Con este propósito, los beneficios de las leyes de fomento mdus~al
desarrollo industrial del pals, particularmente de la pequeña industria
., d e n uevos puestos de trabajo y
han de ser proporcionales a l a creación
~oindustria, como medio de al~nzar ma ores {ndices de bie-
I nestar social, me 'or utilización de los factores de la oducción de al uso intensivo de la capaci id a d' ms t a lada mediante turnos de labor
. .
adicionales. El ob'etivo final del desarrollo industrial ha ~o~.!.~.ur
proporcionar ocu ación remunerativa a la fuerza b' en er-
el progreso social cuyo In, diIce no....!:
d b e ser el Producto, Interno Bruto
voca
manente crecim~. En consonancia con las circunstancias nacio-
(PIB) -que en los paises e;desarrollo resulta una formula equrvoc ,
nales, el desarrollo industrial se ~ ir de modo que evi a
.
falaz y economicista= .
SIDOe l BIenestar
Bi N acro
. nal Neto (BNN), enten-., c:
"
'- '" sobre dimensión de las empresas, el desperdici<L4!.!!. capacidad instala;..
did tri
1 o como nu rcion, ., desarrollo biolózico
e- , inteligencia, educación,
/ da y la innecesaria automadzación. El desarrollo industrial debe com-
binarse con una adecuada polúica ocupacional destinada a combatir salubridad, seguridad social".

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'1

el sector moderado de la Convención, que aspiraba


asea .
una fórmula transacclona I en ti're e anoten regimen
" -y
a tesis revolucionarias -tal vez, una monarqu ia consu-
las . . d b I .
tucional- mientras que a su rzquier a est.a an os Jaco- ~
bi comandados por Dantón Y Robespierre. que pug-
n~C;:~ por conducir la transformación hasta sus últimas
onsecuencias, decapitando al propio tiempo testas
IZQUIERDA Y DERECHA ~oronadas Y sistemas poi íticos envejecidos.

El nombre de nuestro Partido no fue tomado a Se trabó la discusión entre los convencionales Y
azar ni es el. resultado de un acertijo. No es tampoco u~ no tardaron los bandos contendientes en señalarse con
Simple norninalisrno. carente de significación. Fue un las palabras "izquierda" Y "derecha", en razón del lugar
nombre escogido deliberadamente, con la intención d que ocupaban con relación a la Presidencia.
que reflejara una postura ideológica. e
De este episodio nacieron esos términos para de-
-? Nos llamamos izquierda por la vocación de carn- signar, en una sociedad dada y en un momento determi-
~IO socl~l, el compromiso con los humildes y el' anhelo nado, a las personas, partidos e instituciones que están a
e dm~dlflcar los fundamentos organizativos de una sa- favor del cambio social y a los que están por la preserva-(-
cie a Injusta. Y nos llamamos democrática porque que- -?l ción de la sociedad tradicional.
~~~~:r:s~ cambio Sin sacrificar la libertad, sin vulnerare-
facultad cdeo:l:uml~bnos, Sin despojar a los pueblos de la No desconozco que hay sectores poi íticos que
glr I remente a sus gobernantes. pretenden negar la val idez actual de esta clasificación.
No hay conservador que no pretenda eso. Dicen que es
Escogimos el nombre a plena conciencia. "obsoleta" o "ficticia" o que no responde a la realidad.
La verdad es que uno de los síntomas más inequívocos
Las palabras "izquierda" y "derecha" de . de conservadorismo es precisamente el afán de negar la
en la nomenclat l' . srqnan, vigencia de una clasificación que contrapone a las per-
bio y I dura po rtrca moderna, los afanes de carn-
os e estancamiento, respectivamente sonas en función de su actitud frente al progreso poi (ti-
co. social y económico de la colectividad. La lucha está
f ió
E·s curroso y casi. anecdótico
anotar que esta clasi- planteada entre los que quieren avanzar y los que prefie-
rcac: .n nos viene ?esde los d (as de la Revolución Fran- ren mantenerse encallados en las más rancias tradiciones.
cesa. Su origen esta en la Convención de 1792 -
nió a los cond ' que reu Afirma Maurice Duverger, uno de los más lúci-
f .,. uctores de. la acción insurgente para dar
derecr jur rdica e mstitucionalizar la Revolución. A la dos teóricos poi (ticos contemporáneos, que "en Francia
echa del Presidente tomaban asiento los' giron dimos,y-
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nadie admite que es de derecha El mejor medio para
disimular que se pertenece a ella es negar la oposición
misma de la derecha y de la izquierda. Alain señalaba
justamente, hace ya medio siglo, que por ello se recono-
ce a los conservadores. Se trata pues de reforzar esta
oposición, de ver en ella la base fundamental de nuestras
.¿ luchas poi íticas, o bien de debilitarla, de no ver en éstas
más que pura confusión" (2).

Estos conceptos tienen tanta vigencia hoy que


cuando en las últimas elecciones francesas ganó Mitte-
11 rrand, la prensa universal habló de que triunfaron las JUSTICIA SOCIAL CON LmERTAD
izquierdas y de que con la derrota de Giscard fueron
electoral mente abatidas las derechas francesas. Esto lo Desde luego, no ignoramos ni podemos ign.orar el
leímos todos. Lo m ismo ocurrió en España. El triunfo hecho de que existen varias ízoutcrdas. o sea diversos
de Felipe González fue considerado como el triunfo de sectores poi (ticos empeñados en ausP~clar,pron:over Y
la izquierda y la pérdida de Fraga Iribarne como la de- adelantar cambios importantes en los srternas reglr:'enta-
rrota de la derecha. les de nuestra sociedad. Esto es evide~te .. Admitimos
que no tenemos el monopolio de esaaspiración, que hay
De suerte que no puede negarse la validez actual también otras fuerzas que buscan el cambio social, pero
de la clasificación, que en definitiva responde a la acti- consideramos que algunas de ellas lo ?us~an para esta-
tud de las personas, partidos e instituciones frente al -? blecer un sistema burocrático- o Itar~o. pretende~ _
progreso poi (tico. social y económico de la sociedad: si implantar un3gimen de fuerza ..9.ue.suprlma el pl~ra ~
favorable al avance, izquierda; si contraria, derecha. El lismo IdeolóllLco, que im on a e sistema de partido
progreso social es el resultado, precisamente, de los único, que impida el~bate de_laside~s, que ampu. e las
triunfos pequeños o grandes de las fuerzas de izquierda libertades, que el'cadene los pensamlent?s. C?nslder~:
sobre las de la derecha. mas que esas izquierdas no son democráticas smo aut .
cráticas y para diferenciamos de ellas nos hemo~ apelli-
dado con el apelativo democrático. No nos Intere~
-) establecer un régimen autoritario, que excluya OpOSI-
ción y discrepancia. Creemos en el poder fecund~nte de
la libertad Queremos el cambio social más la libertad f:-
y no el cambi-;SOcial en lu sr de la libertad. Buscamos,
(2) Maurice Duverger.- "La Democracia sin el pueblo", pág. 141.- Edi-
ciones Ariel, Barcelona, 1968.
como dice nuestro lema, la justicia social con~a libert~d
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y no justicia social en vez de libertad ni libertad sin ius-
7 ticia social (3).

. Estos valores no son intercambiables: la falta de


~ libertad .no p.uede compensarse con mayores ingresos
monetarios ni la pobreza puede suplirse con libertad
Son valores complementarios. Los unos no tienen senti:
do si no van acompañados de los otros.

LIBERTAD Y PLURALISMO

La libertad es para nosotros una de las grandes


conquistas de la historia. Suprimirla es retroceder¡ Es
(3) "La Izquierda Democrática -dice su Declaración de Principios- pro- condenar a la sociedad al estancamiento, porque ella
pugna la transformación profunda, acelerada e irreversible de la es- jamás avanzó por los rutinarios que pretenden hacer hoy
tructura de la sociedad, como medio de impulsar el desarrollo, implan- lo que se hizo ayer y hacer mañana lo que se hace hoy,
tar la justicia en las relaciones económicas y de propiedad, desconcen- sino por los inconformes, los discrepantes, los innovado-
trar el poder económico de los grupos de presión, romper la subordi- res, los cuestionadores de las verdades oficiales. Ellos
nación del aparato económico nacional a los centros extranjeros de adelantaron la rueda de la historia. Suprimir la libertad
decisión e integrar al país, en su conjunto, al proceso de desarrollo. de en r e humano. Quere os
Afinna la com atibilidad de la 'usticia social con la libertad olítica libertad para todos, inclusive para los que piensan Él
y cree que el res eto a los derechos del hombre no s o one a los cam-
!lQso r Queremos ue el hombre e erza incluso su
bios estructurales de la socied~, que posibiliten un desarrollo socio-
derecho a equivocarse. Queremos que el pintor pinte
económico acelerado y 'l!Ie mejoren ¡;cilidad de vid;; del .Q.ueblo
~ua toriano. Por el con trario, sostiene que la justicia social y libertad
c?mo quiera, que el poeta dé rienda suelta a su imagina- ( <,
son elementos complementarios de una moderna y revolucionaria ope-
ción, que el científico investigue sin obstáculos, que
ración política dirigida a crear una sociedad iguaütaria y próspera en el pol(tico cuestione los actos del gobierno.
la cual los hombres tengan medios materiales para que puedan ser li-
bres y vivan con dignidad". ----') El poder creativo de la libertad debe estar al ser-

22 23
vicio del progreso social (4)

Como proyección de esa libertad repudiamos la


ortopedia deforman te del partido único -sea de COrte
fascista o marxista desviado- y defendemos el pluralis_
mo ideológico y el pluri-partidisrno. Que existan tantos
partidos como corrientes de opinión importantes se
den en la sociedad y que triunfe el partido que seduzca
el alma de la multitud. No es admisible la existencia de
un solo partido, con el privilegio de ser el único. No. A
qué trtulo. Debe funcionar un sistema pluripartidista
que ofrezca al ciudadano una gama de alternativas poi í-
tices. entre las cuales él pueda escoger.

Estamos seguros de que la Izquierda Democrática


no necesita el monopolio de la acción poi ítica para pre-
valecer, porque confiamos en el prestigio de sus postula-
dos y en la eficiencia de sus soluciones. No tememos el
--::;:;)debate sino q~ Qromoye~ PreferiñíOserar'áíogo
democriHlco antes que el monólogo totalitario.

Concuerdo con lo que escuché decir a Mitterrand,


en su discurso ante la Conferencia de la Internacional
Socialista celebrada a fines de marzo de 1980 en la Re-
pública Dominicana, en el sentido de que "no hay
-;>democracia allí donde las pluralidades culturales, espi-
rituales, étnicas, no pueden expresarse libremente".

igualitaria, fratcrna y dinámica. Combate la injusticia social, el despo-


tismo pohrico, la dominación económica interna y externa, la margi-
nalidad social la discriminación étnica, la intolerancia religiosa, los
(4) La Declaración de Principios de la Izquierda Democrática sostiene privilegios y desigualdades, el ingreso económico que no se deba al
"que no es libre sino quien tiene los medios económicos para serlo y trabajo y, en general, toda otra manifestación antidemocrática que
que, sin seguridad económica, no existe para el hombre la posibilidad menoscaba la libertad, la dignidad y la seguridad económica del hom-
de realizarse a s{ mismo ni es factible la formación de una sociedad bre".

24 25
r en conjunto, un poder de negociación con
para I~gra r'¡cOS mayor del que tendrran separadamente,
105 pa sess de los intereses de su comercio exterior.
en de fen a
TampocO se contrapone con la solidaridad que
s a los pueblos que luchan por su independencia
debem o . d e la
. al la recuperación a dernocraci
emocracra, Ia vigencia
. .
IZQUIERDA NACIONAL naclon ,
de los derechos humanos y. la defensa de .sus recursos
Con. frecuencia he dicho en mis discursos que so- naturales. Tenemos que habituamos a considerar que la
. libertad y el respeto a los derechos human~s cons.tl~~-
mos una izquierda nacional, para dar a entender que I
en por encima de las fronteras, un valor ético indivisi-
que se hace en otros parses no siempre es transferible a~
Ecuador. Naturalmente que nos sirve como referen . ~Ie ~ue se vulnera dondequiera que se atenta contra él.
-y a veces como referencia de lo que no debemos ~I~ As( nace la solidaridad Y la formación de una opinión
pública internacional que condene y aisle a los opresores ~
cer- pero nada más. Las soluciones tendremos que e~-
de los pueblos. Solamente el beater ío poi rtico gazmoño
c.ontrarla.s nosotros y aqu (, con nuestras propias inicia-
tivas, y ejecutarlas con nuestras propias manos. -parad ógicamente compuesto por los testaferros del
capital extranjero- suele protestar contra las demostra-
ciones de solidaridad entre pueblos hermanos (5).
Nos negamos a ser fichas del ajedrez geopol (ti-
co que Juegan las grandes potencias en su afán de apro-
(5) La Declaración de Principios de la Izquierda Democrática preconiza
piarse de los recursos perecibles del planeta. Nacimos
que "el, Ecuador debe mantener relaciones amistosas con todos los
c~ Par . ara afirmar los valores nacion~y n;
-7 países del mundo, sin prejuicios ideológicos ni supersticiones políti-
para convertimos en escribanos que copian afpie de la cas. Debe comerciar con todos ellos, atentas sólo las conveniencias na-
letra consumas poi íticas extranjeras. Somos una izquier- cionales, desechando la visión simplemente hemisférica y plana del
;;> da ,naclona~ popular. Nuestra parti !L.il.a.cirni.ento mercado mundial. Especiales lazos de solidaridad debe establecer con
est~ en los barriOS obres de las ciudadesy nuestra ideo- los pueblos del Tercer Mundo que luchan por su independencia nacio-
logia fue hecha con barro ecuatoriano. - nal, la preservación de sus recursos básicos y el mejoramiento de los
términos del intercambio comercial. La defensa de los precios de los
. Esto nos mueve a luchar contra la dependencia ~oductos latinoameri~ aconseja la formaclOn e organismos in-
exterior, c~ntra los imperialismos -así, en plural, que ternacionales y frentes de lucha comunes, en los cuales el Ecuador
yo desconfro mucho de los que hablan del tema en sin- debe participar activamente en resguardo de sus intereses. Nuestro
gular- y contra la desinteqración cultural interna. ais debe condenar toda forma de colonialismo y neocoloniali~
agresión onómica e c anta e internacional el terrorismo sin fron-
Lo cual no se opone, desde luego, a la articulación teras, las con uistas territoriales lo adas or la fuerza, el armamentis-
de bloques de Estados que comparten intereses comunes mo, la nuclearización de América Latina, la intervención extranjt'ra
-una especie de sindicalización de los parses pobres- y la desigualdad de los Estados en el campo internacional" .

• 26 27
La primera revolución ind~strial del.si.glo XIX
I grandes máquinas- se hizo para aliviar el tra-
_I~ d~( ~so del hombre. Las máquinas sustituyeron su
baJo SICmuscular. La segunda revolución industrial,
esfuerz~enzó a desarrollarse después de la ultima Guerra
que dC?alsustituyó con los ordenadores y los micropro-
Mun I r la actividad intelectua
cesa • I de I ser h umano .. Son
dores
atos que piensan por él. Esta segunda revolución
~Pdarstrial tiene tanta dinamia que en una década de los
In u bi . I
LA BRECHA TECNOLOGICA . mpos actuales el mundo cam la más que en un slg o
tle di'
del pasado. El avance e a ciencia, . d ió
e proqresi n ex-
Tengo para m ( que el germen de la dependencia ponencia I, va creando inéditas relaciones sociales y de
está en el abismo tecnológico que nos separa de las po- producción. y aqu ( está el problema de las ideeloq (as
tencias industriales. Me temo que todos los factores de poHticas. No pueden estancarse, ~orq~e se de~c~uali-
dominación son, en último término, cuestiones tecno- zan. no pueden ir al anca de la ciencia. El SOCialismo
lóqicas. Porque, ¿qué es el poder militar sino tecnolog(a moderno debe ser, como dije en alguna ocasión, un so- \
aplicada al arte de matar al prójimo? ¿Qué es el desa- cialismo del siglo XX, de la era espacial, de la cibernét~J
rrollo industrial sino tecnoloqra al servicio de la produc- ea, de la informática, de la Usica nuclear, de la genétl-
ción en escala? ¿Qué es el avance aqrrcola. que acumula ea, de la bioqu (mica, de la ecoloqra. No puede ser una
grandes excedentes de alimentos, sino tecnoloqra aplica- ideología esclerótica, porque entonces los acontecimien-
da a las tareas del campo? ¿Qué es la organización nacio- tos a los que está llamada a regir le rebasarán (6).
nal sino tecnoloqía al servicio de la ordenación adminis-
trativa del Estado? cOué es, incluso, la penetración cul- Esto se explica porque ciencia y tecnoloqra son
tural sino tecnoloqra al servicio de la difusión planeta- cultura, pero la ciencia es la parte más dinámica de la
ria de valores éticos y estéticos? Todo, en resumen, se
resuelve en tecnoloqra, entendida como el conocimiento
cientrfico aplicado a tareas prácticas.
(6) Ciencia y tecnologia no son la misma cosa. La tecnología es el cono-
cimiento científico aplicado a tareas prácticas. En este sentido, la
La brecha tecnológica es, por tanto, la fuente de ciencia busca la verdad mientras qu~!.cnología persigue la utilidad;
todas las dependencias. No en vano el dominio de la la ciencia observa la realidad la tecnología trata de transformada,
tecnoloqra ha producido dos revoluciones industriales la ciencia se agota en la contemplación mientras que la tecnología pa-
-la primera revolución industrial y la revolución electró- sa a la agresión, la ciencia es eminentemente especulativa en tanto que
nica- y ha diseñado el actual orden económico interna- la tecnolog¡'a es aplicada, la ciencia se pregunta el por Qué de las cosas
cional. mientras que la tecnología averigua el cómo de ellas.

28 29
Esto les permite entenderse muy
cultura, la tecnología es la parte más dinámica de I valores e inter~ses.
Ies. nte entre SI.
ciencia y la tecnología electrónic:a ~s la part~ más din<l~ fáel1rne
mica de la tecnología. Por consiguiente, quien dornin ;, o obstante hablar idiomas diferentes -dice
la tecnología electrónica -<:on los ordenadores, los rn~ N kel quien desarrolla magistralmente el te-
S
cr o-procesadores, los robots- domina el mundo, corno osvaldo unect~res tienen una capacidad de comunica-
está ocurriendo. Jean-Jacques Servan-Schreiber, en su ma-: estoS s, que en virtud de compartir una cultura y
libro "El Desaf ío Mundial", hace impresionantes revela_ íón entre SI , I .
el. de vida comunes, es mucho mayor que a capaci-
ciones al respecto. estilos municación de uno de estos sectores con sus
dad d~ cOs obreros campesinos o marginados". (7) - (8).
Todo esto lo digo a propósito de la dependencia eoterraneo '
exterior a la que están sometidos los países pobres. La Ha llegado así, en cada un.o de nuestros parses,
~dependencia no sólo es económica sino global. La eco- consolidarse una sociedad duallsta. en la cual eXlst~
nom ía no es más que una de las tantas manifestaciones a ntro económico desarrollado, compuesto de actr-
de una dependencia más amplia, que trata de imponer un ce . . l' d
vidades productivas modernas e mternacrona Iza as, ~
ideologías poi rticas. teorías económicas, valores cultura- una amplia periferie atrasada, de quehaceres econórni-
les, pautas de comportamiento, modelos de consumo.
Es una dependencia global. La prueba está en que, para
decirlo en palabras de Osvaldo Sunkel, se ha modelado
en nuestros países, como resultado de este proceso de
dominación, una integración cultural transnacional com-
binada con una desintegración cultural interna.
-- .. -.- -~..:=-- ----~-
Este sistema cultural transnacional, sustentado (7) Osvaldo Sunkel.- "Capitalismo transnacional y desintegración nacio-
por las altas capas sociales de nuestros parses. desborda nal En América Latina", pág. 41.- Ediciones Nueva Visión, Bs, As.
fronteras. Ellas se comunican más fluidamente con sus 1972
semejantes del exterior que no con las capas bajas de
(8) A6nna la Declaración de Principios de la Izquierda Democrática que
sus propios países. Se forma entre las capas dominantes
"la de ndencia científica tecnoló 'ca es el ermen de todas l-ªS-!le-
un circuito cultural transnacional. Leen los mismos
I!lás d endencias a que está sometido nuestro país bajo las potencias
libros, miran las mismas pel (culas, escuchan los mismos industriales y que, por consiguiente, la ruptura de esas relaciones de
programas de televisión, organizan de manera similar su subordinación tiene que comenzar con el desarrollo de una capacidad
vida familiar, comparten iguales concepciones éticas propia de creación, evaluación, selección y adaptación de tecnologia,
y estéticas, tienen parecidos patrones de consumo, igual cOmo parte integrante de nuestra cultura y como legítima expresión
nivel de ingresos, la misma influencia en ios negocios Y de nuestros valores y aspiraciones".
en el gobierno, en suma, el mismo estilo de vida e igua-
31
30
cos primitivos desintegrados del sistema central de p
ducción (9). ro-

Quienes forman parte del sector desarrollado d


los diversos países se hallan estrechamente vinculad e
entre sr. a través no solamen~e del. circuito CUltur~~
transnacional al que me he referido, smo también de lo
intereset~concretos que comparten y defienden. Per~ FLACSO - Biblioteca
estos sectores dominantes, a su vez, se encuentran tOtal-
LAS CAPAS SOCIALES
mente desligados de los dilatados grupos, regiones y
actividades cultural y económicamente atrasados y mar-
ginales de sus propios parses. Sostengo que en el Ecuador, c~mo en to~a socie-
dad . madura Y desinteqrada, no existen propiamente
A este fenómeno puede definirse como integra- cIJIIesInSOC iales sino capas sociales. Como el nuestro. I es
ción cultural transnacional combinada con desintegra_
ción cultural interna. Insisto en que el trabajo de Sunkel
es muy ilustrativo de esta real idad, que tanto favorece
r~
b
Partido que engloba a varias de esas capas socia es,
he definido como "policlasista", ~ falta de .Ia pala-
castellana adecuada, porque la Idea es. reglmentar
los vínculos de dependencia.
r r~onducir
trabajadores
a la acción..polüic a Q..\.@..9éUJIa
intelectuales y manuales del Ecuador'.
C:ta me parece que es la única manera de fQ.rm~r un
d
«:
rtid de ma nuestro medio. Aqur no es aplicable
la teorra del partido-clase de Lenin, al menos si el pro-
(9) En la Declaración de Principios se establece que "la Izquierda Demo- pósito es hacer un artido de multitudes y no una van-
crática combate el desarrollo desequilibrado del pars, caracterizado guardia revolucionaria.
por la existencia de centros económicamente avanzados y una perife-
rie atrasada, por la brecha entre la ciudad y el campo y por la contra-
El proletariado industriales demasiado incipiente
dicción entre actividades económicas modernas e internacionalizadas
y quehaceres primitivos totalmente desintegrados del sistema global
y un partido que pretenda ser exclusivamente su expre-
de producción. Para suprimir estos desajustes, que son causa de tensio-
sión política no comprenderá tcx::lo lo que debe com-
nes internas y discrepancias regionales, es menester poner en práctica prender para ser partido de masas. De ah ( que sea me-
-) un rograma de descentralización industrial administrativ, a base nester ampliar su radio de comprensión hacia otros sec-
de olos de desarrollo re ·onales, que revitalice a todas las zonas geo- tores sociales que venden su ft¿§r.za.de trabajo intelectual
gráficas del aú las· e e en un proceso coherente y armonioso de o manual en codiciones de iniquidad eco!!Qmica. Todos
desarrollo nacional, cree Pi.l;l! lu~ativas para sus habitan res, erros requieren por igual un cambio social que restaure
mejore su nivel de vida y desaliente el éxodo de la población hacia las la justicia. Obreros fabriles, campesinos, vendedores
ciudades más grandes".
ambUlantes, empleados públicos y privados, profesores
32
33
y .estudiantes, artesanos, pescadores, intelectua ro la posibilidad de hablar de "clases sociales"
artistas, profesionales, choferes, desocupados les y .••••e desear. n que ellas no han logrado plasmarse,
...- rnedlo e. .
empleados, pequeños y medianos empresarios de\ s~b_ en un . adquirir flsonom(a propia.
~ dad y del ~amp~, todos. ellos deben tener cabid CllJ_ consolidarse ni
~uestro Partido, Sin exclusiones dogmáticas. a en zar de abajo hacia arriba, ¿quién puede
Para ern pe . h I d
el proletariado ecuatoriano aya a canza o
Insisto: aqu í no hay clases sociales. Al me sostener que íón de una verdadera clase? El proletaria-
trUcturac .
n? .Ias hay desde el punto de vista de la concepción nos la es el análisis marxista "es la capa más baja de
rurusta de ellas, o sea grupos distintos dentro die- .do, q~~ e~" (11) resulta que no lo es en la colectividad
-rsociedad en función del lugar que ocupan en el p e la la sOCI . a qU~' tiene capas subproletarias aún más
d e Ia pro ducci . con los instrum roceso ecuatona na, -- h II
ucción. de su relación f das más pobres Y más OIS oca as. N.2 ª-Y en e
d . di' entos ro ti .
pro UCtIVOS, e a proporción en que reciben los . un concienCia
, e e ase. Con frecuencia
recuencia tienen mte-
dentes y de la conciencia de clase que tienen. eXce- run una - - . f
ntrados' el alza de sueldos al obrerisrno a ecta
reses enco '. d
a las capas subproletanas que care~en e patr o-
. La teoría marxist~ de las clases, tal vez aplicable o y que están al margen de las requlaciones laboral~s,
a SOCiedades más evolucionadas, no tiene contacto algu- el aumento de las tarifas de transporte suscita en cambio
no con la realidad de nuestro país. Aqu( no hay nada la protesta de los obreros, la congelación de los ~recios r:::-
que .~ parezca a un proceso como el profetizado por el de los productos agropecuarios atenta contra los intere-
MaDlfl~s.t~Comunista, en el cual "toda la sociedad tien- ses de los trabajadores del campo y así, por este
d~ a dividirse cada vez más en dos grandes campos ene- orden, podrían multiplicarse los ejemplos demostrativos
migos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía del fraccionamiento de estos estratos sociales.
y el proletariado" (10).
Dice Antonio Garcra que "el proletariado en
Nada de esto. Aqu í hay una tendencia al fraccio- América Latina es una suma de capas insatisfechas y é:..
-;:j nam iento de los estratos sociales en numerosos segmen- aln incoherentes, en cuanto no existe un proletariado,
tos y capas superpuestos, cada uno de los cuales tiene en el sentido orgánico e industrialista de la expresión"
sus pro lOSy istmtos interese;:-- - - (12).

No es que niegue la lucha entre ellos -lucha


sorda unas veces, abierta otras, evidente siempre- sino

(11) c. Marx y F. Engels.- Ob. Cit., pág. 41


(12) Antonio Gar'Cla.- "L a estructura d el atraso en Am enca
' . L'atma,••
(10) C. Marx y F. Enge1s.- Ob. Cit. pág. 23 p;(g. 349.- Editorial Pleamar ,Buenos Aires , 1969

34 35
y Guillermo Bedregal, con relación a lo q no hay verdaderas clases sociales e etI
rre en su pars, afirma que "el roletariado b ~~ ?ClJ-
está constituido or diversos secjQ!es, cate or(a~ IVlano
~ est:a~os, desde los m.ás avanzados c0'1lo los ~bcapas
especializados de la r' . ~nera Y--Pet reros
hasta los m.á~ at~asados desde eLPllOto de vista de ~al.e~
tota descalificación t~" (13). a caSI

Esto demuestra que el proletariado no


nuestros países una clase social sino una mUltiPI·e~den Con frecuencia, en los cursos de preparación
'.
d e capas h eterogéneas, agrietadas ICI ad
e Incoherentes. eol6gica de nuestro Partido, ~is afir:naciones suele~
d educir entusiastas controversl~s. Decid ( P?r. ello revi-
. En las capas medias la cuestión es toda~(a'pe 'P"r mis conocimientos. A lo mejor estaba diciendo una
Ninguna h.omogeneidad existe en ellas. Hay mÚltip~~~ erej(a Acud( a dos libros que echan mucha luz sobre
ca.pa~ medias, desde las más elevadas, que sólo sueñan en tem~: el uno pertenece a Guillermo Bedregal, ilustra-
aSlmila:se a las. capas dominantes, hasta las más pobres, o profesor e investigador bol iviano, y el ot:o se debe.a
cuyo nivel de vida se diferencia poco del de los obreros. Ja pluma se mi apreciado y d.esaparecldo armqo Antonio
arda, economista y sociólogo colombiano, cuyas
. No puede hablarse de una "clase media" en el eas han enriquecido las ciencias sociales latinoamerica-
sentido marxista de la palabra. Expl ica Garcra precisa- . En ambos encontré la confirmación de mis aprecia-
mente que "lo que se escapa usualmente al diagnóstico :ciones. Nuestras sociedades no han logrado consolidar
de la sociolog ía formal, es la he erogeneidad la consti- ",!daderas c1ases...í0ciales, con autonom ía de inter~s
tución pluralista y ambigua de las clases media's en Amé- y de conciencia,
r:.if9 Latina; ue o esencia es ue as e ases medias
latinoamencanas no podrán simplificarse de acuerdo a BedregaI , en su ~nál isis de la estructura de la so-
~ m u os e estratificación social de los sociólogos Ciedad boliviana, afirma que "hay ciertamente gra
norteamericanos o de los téoricos comunistas, por lo mprecisión en la delimitación entre la burguesía, la
mismo que se trata de complejos que comprenden capas pequeña burguesía y el proletariado como clases funda-·
de diversa naturaleza, rol cultural y dinámica" (14). mentales, razón por la cual una clasificación exacta es·
muy difícil de elaborar. Lenin dice al respecto que en la
SOCiedad capitalista y sernlcapitalista no conocemos
(13) Guillermo Bedregal.- "Bolivia; imperialismo y revolución", pág. 262
más que tres clases: la burguesía, la pequeña burquesra
.- Edit, Los Amigos del Libro, La Paz, 1970.
~e~ ~roletariado, sin embargo, en una realidad como la
lIVIana, no se puede adoptar ningún criterio simplista
(14) Antonio García.- Ob. Cit. ,págs. 369 Y373.

36
37
por el hecho de que clases aisladas, plenamente e
radas, no se presentan en la real idad" (15). structlJ_

Antonio Garcfa, por su parte reafirma e t .


, s as Ideas.

. Ni aun las capas de altos ingresos tienen co .


era de clase, a pesar de sus posiblidades de infor nC.len_
y ~s frecuente la contra?icción, si bien en cuesti~clón,
calizadas. entre cornercrantes e industriales y es fo- ETAPAS SUPERPUESTAS
tos y los dueños de la tierra. entre ~s-
En algunoS de los teóricos poi rticos latinoamerica-
hay una innegable alienación cultural e ideolóqi-
OSqueles lleva a ado tar sin sentido cr( i cate erras.
ores esquemas de los"pa(se metro olitanos. Por eso
«-
que, como lo ha observado tan certera mente Garcta.
'en la formulación del esquema de las clases y las rela-
ciones sociales se ha incurrido en el error de trasponer
la América Latina las nociones y datos sociales corres-
ndientes a la sociedad norteamericana o a las de tipo
ropeo occidental. Semejante enfoque se apoya en el
puesto teórico de que las sociedades atrqgJda re ro-
ducen en un plano de pequeñas escalas las estructuras,
condiciones y procesos de sus arquetipos o modelos" ~
(16). -

Este es el error de quienes quieren aplicar en


nuestros lares los esquemas marxistas sobre las clases
sociales. Es la influencia ideológica extranjera que suple
la carencia de una teorra social propia de los parses atra-
sados de Lati noamérica, para exp Iicar sus real idades.

(16) Antonio Garctac--


' ''L a estructura del atraso en Aménca
. Latina",
. ,
pago
(15) Guillermo Bedregal.- Oh. Cit., pág. 141 344 .- Ed'Itona!
. Pleamar, Buenos Aires,1969

39
Esto se enlaza con otra categoría ideológico_
tural, que tiene (ntima relación con el problema deC~I-
clases sociales, y que tampoco tiene aplicabilidad as
desenvolvimiento histórico de nuestro pars, Me refie al
a la teoría ma~~sta ~e ~cinco ~sarto~
SQ.Q.@I,
~Ieron aarse a re largo del tiempo en fun_
ción de los distintos modos de producción en la sacie_
'\ dad: el colectivismo primitivo, el esclavismo, el feudalis_
-;;J mo, el capitalismo y finalmente el socialismo.
DEMOCRACIA: UNA CATEGORIA IDEOLOGICA
Esta tesis no puede apl icarse mecánicamente a la
realidad de sociedades de desarrollo <:lliL.8q!:!ilibrado,en Al hablar de democracia es preciso reiterar que
~ las cuales conviven, sin superarse, etapas históricas dife- trata de un concepto bastante dif~so, .invocado con
rentes. En el Ecuador, por ej.emplo, se encuentran hoy stinta intención desde la extrema Izquierda hasta la
todos los modos de producción, desde el colectivismo trema derecha, semánticamente erosionado por el uso.
primitivo hasta el capitalismo. No es que los unos han
superado históricamente a los anteriores, sino que todos Cada ideología poi ítica tiene su propia concep-
ellos coexisten en la actualidad. Para comprobarlo no de la democracia. La democracia es, por tanto,
hay más que tomar un automóvil, recorrer trescientos la categoría ideológica.
kilómetros en el espacio y retroceder siglos en el tiem-
po. En las comunidades amazónicas existe el colectivis- Los teóricos fascistas de las primeras décadas de
mo primitivo, el esclavisrno se da en la practica de sec- ,te siglo llamaron "democracia vertical" o "democra-
tores campesinos periféricos, el feudalismo subsiste en 18 orgánica" a SIIS r8g(menes totalitarios. Hitler habló
la Sierra ecuatoriana a pesar de las leyes de reforma democracia a pesar de postular el gobierno de "las
agraria y existen relaciones capitalistas muy avanzadas . ínorras selectas" y de sostener que "la rnavor ía ha sido
en los centros económicos de las ciudades. Todos esos $Iempre, no sólo abogado de la estupidez, sino también
modos de producción conviven en la actualidad. El de- . las conductas más cobardes: y así como cien mente-
sarrollo desigual de las zonas centrales y de la periferie catos no suman un hombre listo, tampoco es probable
del país, al que me refer( antes, lo ha permitido. De don- que una resolución heroica provenga de cien cobardes"
de desprendo que no es adecuable a nuestra realidad la (17).
-7> teoría marxista de las etapas sucesivas del desarrollo
histórico. -

/, Esto ayuda a explicar el fenómeno del fracciona-


miento de los estratos sociales. (17) Adolfo Hitler.- "Mi Lucha". pág. 34.- Luz Ediciones Modernas.

40 41
y Mussolini no se quedó atrás, En su "P nístas" han reaccionado contra el
a Maquiavaln" afirma que "los sistemas repre reludlo .-los "eurocom~ar a sus tesis marxistas- y han pro-
P enecen mas a la.rnecáni
is a ---=-:
a.rnecaruca.qua a la moral Asentatlv Os IIU
..-na -SI
ín renuncl '1
'1' .on entre su doctrina Y alerta
lib d
\..... a concl lacl íli ·ó~
parsesen que estos mecanismos están en ~ásu~ en los tO un más exactos, una reconc iaci n con
ara ser , ' '
desde siglos y siglos llegan horas solemnes e a to uso I(tica o, P 'de Carlos Marx, que estuvieron mspt ra-
, 1n
' ales tesIs , I h
no se pregunta nada al pueblo, porque se pres~ que Ya on9 d'da pasión por emancipar a ser umano
su encen I
la respuesta sería fatal: se le arrancan las corona~~ quek' daS en f rna de esclavitud (19),
pel de las sobaran (as -buenas para tiempos no e Da- ~ toda or
' rmales
y se Ie or d ena sin más, o que acepte una revol ' - I tocracias latinoamericanas tienen, por su
" uClón o
una paz, o que marche hacia lo Ignoto de una Las P U oto de democracia hecho para su uso par-
un conce " I
Al pueblo no le queda más que un monos(iabo pa;uerra,
•.-1
~o, Ilas la democracia es la libre empresa y a k-
mar y obedecer" (18), a aflr- lar Para e "
tlCU. iI'idad irrestricta de acumulación, Toda Interven-
poslb I s'lempre claro está, que no sea de las que
6n estata -, " '
Así eran los fascistas, idios alicientes tributarios o proteccio-
otorgan subs ' , '
arancelarias- les parece antld~mocrátlca Y atentato-
, EI golpismo en América Latina tiene también su libertad Por eso defienden a capa y espada
ISCO ntra la ,.', '
propia visión de la democracia Visión deformada, desde sistema de inhibiciones estatales y el automatismo
n,uestro ~~n,to de Vista, Las dictaduras latinoamericanas, breconcurrente de las fuerzas del mercado;, Para ell~s
siempre ,'l,c,tas y ~eneralmente ileg(timas, son expresio- a democracia se confunde con la llamada ec?nom la
nes antldemocrátlcas, Sin embargo. los priostes de ellas ial de mercado", inventada por los economistas so-
suelen justificar sus aventuras cuartel eras con la invoca-
ción de la defensa de los principios de la "democracia
occidental y cristiana", Así son de generosos consigo
mismos, t 9) Santiago Carrillo, en su libro "Eurocomunismo Y Esta,do", s,ost~ene
que "los partidos incluidos en la corriente eurocomumsta coinciden
en la necesidad de ir al socialismo ea emocracia, pluripartidismo,
Los reqrrnenss marxistas, en cambio, llaman parlamento e instituciones re resentativas, soberanía o ul e'e ida
"democracias o ulares' -con pleonasmo y todo- a replarmente a través del sufragio universal, sindicatos inde endientes
-~us sistemas autoritarios, intolerantes, sometidos a la or- del Estado los-artidos libertad ara la oposición, derechos huma-
I topedia deformante del artido único, ue asfixian todo nOl. libertades reli 'osas libertad de creación cultural, científica, ar-
de ate de ideas, Es tal la anulación de la libertad que los tística y el desarrollo de las más am Jias formas de participación po·
~lar en todos los niveles ramas de la actividad social. Paralelamen-
te. en unas u otras formas, esos partidos reivindican su total indepen-
dencia en relación con todo eventual centro dirigente internacional y
(18) Benito Mussolini.- "Preludio a Maquiavelo" ("El Pn'ncipe", Erit. So- COn los Estados socialistas, sin por ello dejar de ser inrernacionalis-
pena Argentina, SL.R.)
tas". (Pág. 141.- Editorial Crítica, Barcelona, 1977).

42 43
cialcristianos y liberales de Alemania Federal a '
la segunda postguerra, y con la "sociedad de conral2 de
en que aquélla viene a par~r en nuestros Da(ses s~~~a"
rr ollados. por las deformaciones monopólicas, olig esa.
cas y oligopsónicas que sufre el mercado. o PÓ/¡.

Bautizan con el nombre de "democracia repre


:1
1
~ tativa" a sus sistemas poi (tices socarrones +que to~en.
1
~ el pelo al pueblo ofreciéndole libertades aparente an DEMOCRACIA TRIDIMENSIONAL
derechos ilusorios- detrás de los cuales acampa un vivsey
I . . I ra
de exp ata d ores y aglotlstas que son os que en realidad por lo que a nosotros se refiere, situados en la
mandan y desmandan en la sociedad. socialista democrática, sostenemos que 19 derno-
na forma or..ganizativa de la sociedad -o sea ~
~ Estos reg(menes de privilegio y marginación con-
ás que una forma d~gobierno, algo más que la or-
noe las magistraturas públicas- dentro de la ,
funden democracia con constitucionalismo. No se plan-
tean siquiera la diferencia entre constitucional izar una
__--aan- eficaces, Q9si..iliLos _y GQQcretos métOdos-
ticlpaClón.popular no solamente en la toma de"
sociedad y democratizarla. CQOstituc.ianaJizar:la significa
es poi rticas dentro de,!. Estad.9 sin9.-en algo gJJe
solamente someteLeJ Estado al Derecho -de manera
tiempos que vivimos resulta tal vez más importan-
que el gobierno no p,1¿edamandar ni prohibir nada a los
-:>cludadanos sino con arr~J..Qs¡ñOi-mas I~al.es previamen-
el dl~frute de los bienes y servicios generados por<;-
o
te TOiTñuladas, que autoricen el mandam.i.eD-tG la prohl- jo colectivo.
-3> bición- mlentrasque democratTZ";la es subordinar é

la total idad de la trama social a norma.s.jJm'dlcas especr-


ficamente democráticas, es decir, a normas que promue-
v~n la real participación del conglomerado social. en I~
tareas públicas del Estado y en el disfrute de los bienes y
servicios econ6m ico-soc iales.

De modo que no todo Estado constitucional es


Para nosotros, como lo he repetido tantas veces,
democrático y puede haber un Estado democrático que
. "~acia es un sistema integrad.o por elemer,~
no sea constitucional, aunque la mejor manera de plas-
~,econ6micos y sociales. La democracia es má~
mar y garantizar el orden democrático es mediante nor-
mas lur rctcss. ,.- una forma de gobierno: es una forma de organiza-
~ sOciedad en su conjunto. Ella entraña la par ti-
n popular en la actividad poi rtíca del Estado, a
44 45
r
De lo que hablamos nosotros es de una democra-
ravés de la libre expresión del pensamiento, del sufra-
cia tridjmeosi-onal que, tiene un aspecto poi (tico. un.
gio, de la militancia en partidos poi íticos y de otros mé-
aspecto social y un aspecto e n mico. Con esto quere-
todos de concreción y manifestación de la voluntad
popular. Este es el aspecto polrtico de la democracia. mos di erenciar la democracia del electoralismo. Desde
~ Pero ella también implica la equitativa distribución de luego que estamos lejos de menospreciar la democracia
la renta nacional y el acceso popular a los bienes y ser- burguesa Y sus libertades formales y menos en momen-
vicios sociales, tales como el bienestar, la cultura, la tos en que en nuestra propia América hay reqrrnenes
educación, el trabajo, la seguridad social, la medicina, la autoritarios que han retrocedido en lo que ya parecían
~ recreación y otros. Este es el aspecto económico y social conquistas definitivas de nuestros pueblos y que han re-
de la democracia. tornado al autocratismo poi (tico y a la supresión de las
ventajas y virtudes de la democracia formal. No. No se
Ciertamente que es importante que mande en la trata por consig~ieQ...te de sus i uir la democraCi<Ú9rma
sociedad solamente quien tiene derecho a mandar, que pOr la democracia material o económica. sino de com-
los gobernantes no nazcan de la aventura cuartelera de plementaria, agregando a las libertades tradicionales las
med ia noche y que no se tomen las decisiones card inales modernas libertades socio-económicas de que aquella
del Estado a espaldas del pueblo. Todo esto es importan- carece.
te. Pero no se agota all¡ la democracia, que tiene tam-
bién implicaciones económicas y sociales trascendenta- Me adhiero sin reservas al pensamiento de Roger
les. Garaudy cuando afirma que "la democracia socialista,
concreta. no es lo contrario de la democracia burguesa.
Es este el sentido que damos a la palabra demo- formal. sino su superación en el sentido hegeliano del
cracia cuando la hemos incorporado a la ideoloqra de término: ella incluye todas las conquistas de la democra-
nuestro Partido (20). cia burguesa (conquistas realizadas en la lucha de siglos
contra el feudalismo) y elimina de esta democracia sus
limitaciones" (21).

Esto me parece formidable. No es que debemos-


(20) La Declaración de Principios de nuestro Partido entiende por Ikmo- implan~ar la democracia socialista como algo totalmente'
~ "un sistema de organización social ca az de ofrecer al pueblo contrario y excluyente de la democracia liberal. porque
eficaces, concretas stas osibilidades de rtici ación en la toma ésta. bajo una concepción dialéctica. tiene algunos valQ:...,
de decisiones políticas dentro del Estado y en el disfrute de la ropie-
dad, la renta nacional, la cultura y todos los bienes y servicios ue ge-
~a la vida comunitaria. Afirma que la democracia econól1Úca es la
(21) Roger Garandy.- "El gran viraje del socialismo", pág. 282.- Edit.
infraestruc tura de la democracia política y que ésta carece de susten-
Tiempo Nuevo, 1971.
tación si aque1la no existe".

46 47
res dignos de pervivir. Por tanto, al establecer la demo- nen acceso a la riqueza, sobre rnavor ias marginadas que
cracia socialista, concreta, debemos superar la democra- no tienen ninguna posiblidad de disfrutar de aquellos
cia burguesa, formal, cornpletándola con los elementos bienes y servicios socio-económicos. Entonces se produ-
sociales y económicos que le hacen falta pero tratando de ce la lacerante antinomia de reqrrnenes democráticos
buscar la supervivencia de los valores libertarios que a que ofrecen a nuestros pueblos derechos inasibles. que
ella le caracterizan. Esta es la más pura concepción no pueden ser ejercidos en la práctica por la masa de
dialéctica. Lo contrario seria antidialéctico. Serra el indigentes, cuyo único derecho real es el de morirse de
desconocimiento de que el movimiento universal está hambre, mendigar el pan en las calles o dormir bajo los
dado por la contienda de tesis y antítesis, en la cual puentes.
ninguna de las dos proposiciones vence plenamente sino
que surge un tercer producto, en un nivel superior de
evolución, que recoge lo viable y lo válido de las tesis
con tend ienteso

Por consiguiente, enfrentadas democracia burgue-


sa -un elemento de la contienda- y democracia socialis-
ta -el otro- no es que la democracia socialista va a des-
terrar todo lo de la democracia burguesa, sino que van
a interpenetrarse las dos para producir dialécticamente
la srntesis, que es un tercer producto, que compendia lo
válido e las tesis en confl icto.

Esto es muy claro y responde a una concepción


no dogmática de la historia.

::::> Debemos ir hacia la complementación.de liberta-


des formales y materiales para integrar, para consolidar,
una democracia rotunda, tridimensional, que lo sea en
lo político. lo social y lo económico. De lo contrario,
seguiremos en nuestros parses viviendo reqrrnenes que
en realidad consisten en la combinación de democracias
polrticas con absolutismos económicos, es decir, siste-
l' mas que detrás del ritualismo democrático imponen el
absolutismo económico de pequeñas rninorras, que tie-
48
49
cia para satisfacer las. Con el agravante de que, por lo
general, es un crecimiento poblacional inarmónico que
se concentra en las ciudades, con tasas del 6 al 9 %
11

1 :111
11,
anual ya veces más, alimentado por el flujo de las migra-
ciones campesinas aluvionales.

Surge así el urbanismo cargado de conflictos so-


ciales. Crecen los cinturones de vivienda precaria en tor-
no de las grandes urbes -los barrios callampas en las
DEMOCRACIA Y POPULISMO ciudades metropolitanas de Chile, las villas-miseria del
'1
gran Buenos Aires, las favelas brasileñas, las colonias
El proyecto democrático, concebido desde el proletarias de México, los barrios de invasión de Colom-

~I ,1,
ineludible punto de vista de nuestra posición ideoló-
gica, tiene hoy que afrontar dos nuevas y adicionales
amenazas, acerca de las cuales poco se ha dicho.
bia, los ranchos venezolanos,
del Ecuador-
los barrios suburbanos
con todos sus problemas de miseria,
insalubridad, desocupación y delincuencia.

Me refiero a la cuestión demográfica y al desarro- Es decir que se da un orden de cosas en que ill-
llo de los medios masivos de comunicación. sistema democrático no logra ser lo suficientemente efi-¡-
qlz para atender las crecientes demandas populares.,
La explosión demográfica de los parses pobres 'iene el desencanto social. Las masas, en esas con-
-los países desarrollados la han controlado lo mismo diciones, son muy sensibles a la prédica redentorista,
en los reqrrnenes capitalistas que en los marxistas- siguen fácilmente el señuelo demagógico y surge as!' el
pone dificultades al sistema democrático. Sin embargo, populismo, que esun fenómeno de ra(zeconómíca y
hay una- conspiración del silencio sobre este asunto. 'efectOsPol rticos.
Nadie quiere hablar de la cuestión poblacional. Unos la
callan en nombre de dogmas religiosos, otros en nombre Las masas arremolinadas en torno a las grandes
de dogmas poi (ticos, lo cierto es que se ha tendido un ciudades - y esto es igual en todos los parses latinoa-
manto de mutismo sobre ella. Pero me parece que es in- mericanos- toman conciencia de su postración y espe-
sensato elud ir el hecho de que tasas de aumento demo- ran soluciones mágicas del caudillo populista -especie
gráfico superiores al 3 % anual frente a (ndices de de hechicero del siglo XX- que les promete solucionar
crecimiento económico que en el mejor de los casos sus problemas de la noche a la mañana. •
apenas llegan hoy al 2 %, producen un peligroso desfa-
se entre el incremento explosivo de las necesidades so- Pero el popul ismo no resuelve nada. Cuando llega
ciales y las limitadas capacidades reales de la democra- al poder se convierte en vrctirna de su propia prédica

50 51
)
demagógica e irresponsable y, en trance de gobierno, lo que tiene, entre la forma de vida de los otros niveles
resulta deplorablemente incapaz de dar solución a las sociales y la suya, entre las pautas de consumo de las
propias demandas que contribuyó a alimentar en su fun- capas. opulentas y la de sus barrios marginales. Hace
ción agitadora. Con más ep(l~.1Q~9..!dgjd.eas.-más-.c.onsi.9- comparaciones y empieza a considerar que la miseria no
n~ue programas, el cáudillo gopulista pronto se ve es inevitable.
re asado por los acontecimientos y la misma ola popular
que lo encumbró al poder se encarga de arriarlo de él. Se origina asr un juicio de valor sobre la pobreza.
La pobreza sólo es pobreza en tanto no se tenga con-
El populismo no es un mmdmie..Qt~ ideQJ~ ciencia de ella, pero cuando es objeto de un juicio de
sino u'na es r ena I Ización de masas, sin brújula valor, entonces ella cambia cualitativamente y puede
doctrinal. E-s la ariiidemocracía, en cierto sentido, por- convertirse en rebeld (a. La rebeld la está compuesta de
.-:::;que I d acia es la artici ación consciente yjs, dos ingredientes: pobreza e insatisf,ª-ccióD. Un efernento
flexiva de los Rueblos en las tareas pú rcas. mientras objetivo y otro subjetivo. Quieñ sólo tiene el primer in-
que eTpOpulismo es su intervención emocional v arreba- grediente suele mirar a la pobreza con la familiaridad
ñada, librada a las potencialidades taumatúrgicas del~ de un utensilio doméstico, que incluso ocupó su espacio
caudillo para solucionar, a la vuelta de la esquina, las en el hogar de sus antepasados, pero quien hace de la
necesidades de esas masas esperanzadas. pobreza materia de su reflexión puede desencadenar
un proceso conciencial que le conducirá a I~ toma de
La otra cuestión, rntirnarnente vinculada a la una posición ideológica.
anterior, es la del desarrollo' y extensión formidables
que en la última década han alcanzado los medios de Esta ha sido, entre paréntesis, la gran equivoca-
comunicación colectiva, especialmente la televisión. Me ción del socialismo clásico en América Latina: creer
refiero sobre todo a la penetración de ellos en todos los que porque una persona es pobre es necesariamente
ámbitos de la vida social, con su amplia información izquierdista. Este error -que les condujo hacia un estali-
del mundo y su permanente bombardeo de mensajes co- • nismo escolástico y autoritario y hacia la utilización de
merciales. El hombre latinoamericano, los ojos desor- un lenguaje tan estereotipado como incomprensible
bitadamente abiertos, ve desde fuera, sentado en las para las masas latinoamericanas- cavó la propia sepul-
inclemencias ambientales de su Tercer Mundo -o tura de esas cúpulas radicalizadas.
"mundo de tercera", que decra Cantinflas con su corro-
sivo sentido del humor- el .alucinante escaparate tele- La verdad es que el izquierdismo, como actitud
visivo con la sucesión interminable de imágenes de otras ante la vida, es casi una refinación cultural que se da
formas de vida. cuando el hombre, observando el mundo y cavi lando
Sobre la pobreza, llega a la conclusión de que ésta no
Concibe entonces el contraste entre lo que ve y es inevitable, que otros no la sufren, que se pueden carn-
11.11""'

52 53
11,
biar las cosas.
A este proceso conciencial contribuye definitiva-
mente el desarrollo de los medios de comunicación. Las
masas latinoamericanas, al informarse mejor, se están
volviendo mucho más exigentes que antes. Y esto impli-
ca un gr . ra nuestra democracia, que si no
la tornamos eficiente no va a estar a la altura de las
demandas de esos sectores, y, si eso llega a ocurrir, na-
die podrá negarles el derecho de buscar otras opciones PARTIDOS POLITICOS y DEMOCRACIA
ue no sean precisamente las democráticas.
En la lucha por la democracia en América Latina
-por la democracia poi rtica, social y económica- los
partidos poi (ticos tienen un rol de primera importancia,
porque situados como están en la zona intermedia
entre e operar concre del obierno y el quehacer
difuso de la sociedad, corresponde a ellos organizar ~
a las multitudes, recoger sus aspiracrones. ar es orma,
canali~rlas.-enriquecerlas y presentarlas a considera-
ción del poder para su resolución."

Los partidos son indispensables en el sistema de-
moctático, hasta e punto de que no hay democracia sin
partidos ni partidos sin democracia. Son éstos dos con-
ceptos inseparablemente unidos, que se implican mutua-
mente. En la medida en ue el poder sola ~
las aspiraciones organizadas de los pueblos __
.en la medida
en que los partidos son los instrumentos de esaexpresión
popular, en la medida en que el hombre aislado no tiene
influencia en el Estado, en esamedida los partidos consti-
tuYen pilares fundamentales del sistema democrático.

De otro lado, si bien los partidos se forman para


la conquista del poder, si bien el poder es su ob'e . o r:::
estratégico +decir lo contrario es pura tonterra o hipo-

54 55
eres/a consumada puesto que con los mecanismos de
honradez de los actos de gobierno, la oportunidad
mando y de obediencia están los partidos en aptitud de
conveniencia de ellos y el acierto administrativo. Esa es
desplegar su programa de gobierno- 110 por ue..!l9 al-
la oposición: elemento indispensable para el diálogo de-
cancen el poder dejan de tener importantes funciones
mocrático.
que deSempeñareñ ~stado democrático. Los partidos
son también instrumentos de fiscalización y control de
Además, y al margen de esto, a los partidos les
~ la función gubernativa, llamados a mantener una perma-
toca hacer de catedráticos de la democracia.
nente acti tud crítica sobre los actos del gobierno. Les
corresponde, en este caso, no solamente vigilar el
La democracia requiere una didáctica. La demo- ,1
comportamiento de las autoridades públicas sino tam-
cracia es forma de gobierno pero algo más: es organiza- u-
bién analizar, en sus departamentos técnicos y especiali-
ción social; pero algo más: debe ser conducta, debe ser
zados, los problemas nacionales en todos los campos
comportamiento. Se debe enseñar al niño a que sea
a fin de plantear soluciones alternativas de las que apli-
demócrata desde la escuela, como se le enseña a ser
ca el gobierno.
limpio o a tener buenas costumbres. Y en esta tarea pe-
dagógica los partidos deben jugar un rol de primera im-
Esto es particularmente importante hoy para los portancia.
países latinoamericanos, cuyo reto histórico fundamen-
tal es la superación del subdesarrollo. Concluida ya la
era de las lucubraciones ideológicas abstractas, vivimos
la era del desarrollo económico, por lo cual, en una so-
ciedad dinámica, los partidos deben impulsar el desarro-
llo: ser partidos del desarrollo económico y del cambio
social.

A ellos les está confiada una de las más importan-


tes responsabilidades que existen dentro del Estado de-
mocrático: la de ejercer la oposición. Cosa que preten-
den ignorar íos colaboracionistas glandulares, para quie-
nes la única forma de "servir" a la colectividad es desde
las poltronas ministeriales y bajo estrrnulo de propinas
presupuestarias. Desde lue o el.prcpósite-de le-oposi-
ción democrátiéa no es tllm r al gabierno. Una cosa es
e go pisrno y otra la oposición. A la oposición le corres-
ponde vigilar la integridad de las libertades públicas, la

56
57
camente protegidas, frente a las cuales el Estado es in-
competeñte.

Todas las tablas de derechos de aquel tiempo de-


muestran esta inclinación. En ellas gravita la idea central
de que la amenaza contra las prerrogativas de las perso-
nas es la autoridad pública.

El Bill of Rights inglés de 1689, la Declaración.de


NUEVA PERSPECTIVA DE LOS DERECHOS Independencia de los Estados Unidos de Norteaménca
HUMANOS de 1776, la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano de Francia de 1789/ demuestran un,a.ac-
Tengo la impresión de que nos hemos habituado titud de profunda desconfianza hacia el poder polrtico.
a considerar la cuestión de los derechos humanos exclu- La concepción del Estado de Derecho, dentro del cual
sivamente desde la óptica de las relaciones entre el poder ~ la autoridad pública no puede mandar ni prohibir nada a
y los ciudadanos, es decir, desde el unilateral punto de los ciudadanos más que en virtud de un precepto legal,
vista de las vinculaciones entre gobernantes y goberna- se explica por este afán limitativo sobre la acción del go-
dos. Tal vez sea el impacto traumatizante de las dictadu- bierno. La teorra de la división de poderes, fruto tam-/.L.-
ras latinoamericanas, con toda su carga de atropellos a bién de las ideas de la época, es un mecanismo ingenioso
cuestas, el que nos ha llevado a adoptar tal actitu d. Pero, para limitar los alcances y efectos del poder poi (tico y
de todos modos, esta forma de considerar el problema para precau telar la libertad de los gobernados.
me parece parcial e insuficiente, porque se origina en la
idea de que el poder poi (tico es el único enerniqo de la Esta fue la inspiración original y la idea matriz de
libertad. Y ésta, si bien es una verdad, no es toda la ver- las tablas de derechos con que se inició el movimiento
dad., puesto que ex isten también determinados factores consti tuci onal clásico.
de orden económico que amenazan la integridad de los
derechos humanos. Sólo posteriormente el pensamiento socialistayu-
so de relieve con ocasión de los fenómenos económicos
Lo que ocurre es que, en apreciable medida, aún y sociales p(oducidos por la primera revolución indus-
vivimos bajo la onda doctrinal de las revoluciones libe- trial, que habrá otros factores violatorios de los d~rechos
rales del siglo XVII 1, cuya actitud fundamental, como humanos: las fuerzas económicas dentro de la sociedad.
reacción al régimen del absolutismo monárquico, fue la
de desconfia Lpcder.pnh' ·co la de otorgar a la per- Fue entonces que se descubrieron los "derechos
sona humana una esfera individual de libertades jurrdi- Sociales", que asisten a las zonas económicamente más

58 59
débiles de la comunidad. Son derechos ~e aquellos sec- servici os a cargo del Estado y en favor de los sectores
tores aprisionados por las fuerzas econ.ómlcas, que levan- postergados de la población. Tienen un carácter esen-
tan sus ojos en búsqueda de la protección del Estado. cialmente asistencial. Por eso, aunque formalmente es-
tán atribuidos a todas I.aspersonas, son en realidad dere- L
El pensamiento socialista, por primera vez, cues- chos de las capas trabajadoras de la ciudad y del campo
f na y pone en duda ciertos dogmas liberales de la pri- y est~n contenidos principalmente en las leyes laborales,
~~ra etapa de protección d.e los derechos humanos. Po- agranas, de seguridad social, de inquilinato e nrctes-
ne en duda, por ejemplo, la Igualdad de las p~rsonas a.nte ción infantíl, de defensa del consurm oro
I ley la intangibilidad del derecho de propiedad pnva-
;a la' libre contratación laboral, el automatismo de las . Estos derechos no se limitan a proteger a los indi-
fu~rzas del mercado, el. sistema de i~hi~i~iones estatales viduos contra el poder estatal sino que ofrecen a las per-
ante el proceso económico y otros pnncipros que desem- sonas .Ia avuda. la asistencia, la tutela de la ley frente a
ñaron una gran tarea en la escalada contra el absolutis- la acción opresiva de las fuerzas económicas privadas.
pen . I d
mo monárquico hace dos srq os, pero que no encua ran
hoy en los nuevos confl ictos de la sociedad. Se trata de una nueva dimensión del Derecho
~or.que mientras que la legislación clásica se redujo a de~
Nace as¡' el "constitucionalismo social" que incor- limitar la esfera de libertad polr'tica de las personas fren-
pora los derechos económicos al t~x~o constitucional y te.al Estado, la legislación social va más allá: busca supri-
los coloca al lado y junto a los tradicionales derechos CI- mir el abuso de las personas Y corporaciones económica-
viles y poi rticos de la persona humana. mente fuertes sobre las económicamente débiles.

Este proceso se inicia con la Constitución mexica- . Para este propósito, naturalmente, la legislación
na de 1917 Y con la Constitución alemana de 1919; se social no puede considerar a las personas en pie de igual-
expande por Europa a través de las ~onstituciones de dad. Esto ser ia prescindir de las evidentes diferencias
A tria (1920), Estonia (1920), Polonia (1921), Yugoes- socio-€.conómi.cas que les separan. Tiene que darles un
I u~ (1921) Y España (1931); se acentúa en la "Declara- tratamiento diferenciado, para superar con su asistencia
avra lo trabai d Id"
ción de los derechos del pufeb o,tra alador ycexp ~ta ?ó' los desniveles económicos.
tada por Lenin, que ormo parte e l a onstrtucí n
re d ac
íética de 1918; y se consoli .di"a en a DI· ec aract ón U ru- .
SQVI I " b d I A Consideradas as¡' las cosas, el respeto a los dere-
I de los Derechos Humanos ,apro a a por a sam- C~?s humanos no es tan sólo la ausencia de represión p o-
versa .
blea General de las Naciones Unid
ni as e I 10 d e dici
rcrern b re h'tica: elrespeto a los derechos humanos es también una
de 1948. acción dinámica de prestaciones compensatorias en lo
económico y social a favor de los sectores desafortuna-
Los derechos sociales consisten en prestaciones y dos del grupo.

61
En las democracias formales -"representativas",
que llaman algunos- no existe represión poi rtica pero bajo sistemas poi (ticos regimentados autocráticamente.
no por eso puede afirmarse que se respetan los derechos
humanos, ya que amplios sectores de la población sufren Por eso, ante regímenes que promueven la opre-
sión del poder poi rtico o del poder económico o de am- ~
inseguridad económica y marginación social. La libertad
escrita en las leyes no les llega. En efecto, los textos le- bos poderes juntos y centralizados en las mismas manos,
gales no proh (ben al trabajador enriquecerse, ni al obre- proponemos la alternativa del socialismo democrático,
ro comprar acciones, ni al enfermo curarse, ni al niño te- que armonice la justicia social con la libertad dentro de
ner educación o a la familia poseer techo y abrigo. No lo una moderna y dinámica formulación poi (tica. Cual-
proh(ben, ciertamente. Pero como esasposibilidades me- quier otra solución resulta incompleta: ni la libertad de
ramente teóricas no tienen sustentación económica, en morirse de hambre ni la equidad económica entre cade-
nas.
la realidad sucede que no puede el trabajador alcanzar
°rtuna, o el enfermo medicina, o educarse el niño, o la
familia tener techo propio, porque sin una base econó- Es menester democratizar conti nua y progresiva-)

Ü mica aquello es simple retórica legal que deambula por


I firmamento sin anclajes en la realidad concreta.
mente la vida poi rtica, económica y social de la comuniJ
dad. La democracia, llevada hasta sus últimas consecuen-
cias, es el socialismo libertario.
Yo no planteo la sustitución de los derechos so-
ciales en lugar de los derechos civiles y poi rticos, sino la Hay que luchar -en lucha perseverante, militante,
impaciente- para crear una sociedad libre y justa en la
suma de los derechos sociales a los derechos poi rticos y
cual, según palabras de Rosseau, "ningún ciudadano sea
civiles de las personas, de la misma manera que no creo
tan opulento que pueda comprar a otro y ninguno tan
que la democracia socialista sea la superación de la de-
mocracia burguesa sino su superación. ' pobre que se vea precisado a venderse". (22)

La cuestión es ensamblar los derechos formales


-cuya importancia, parafraseando a Gladstone, al igual
que la del aire, solamente la apreciamos cuando nos ern-
~piezan a faltar- con los derechos económicos y sociales.
Sustentar la libertad en la seguridad económica. De lo
contrario todo resulta ilusorio. Es, para muchos, la liber-
tad de morirse de hambre.

No nos convence esa libertad, como tampoco nos


convencen las manadas de chanchitos bien alimentados (22) J.J.Rousseau.- "El Contrato Social", pág. 56.- Editorial Tor, Bue-
nos Aires.
62
63
alcanzado mayores grados de desarrollo y de organiza-
ción que los del sur y prueba mi afirmación de que la
versión socialdemócrata es propia de esas estructuras
avanzadas.

La socialdemocracia europea enfrenta problemas


totalmente diferentes a los nuestros. No trata de produ-
cir un cambio brusco y radical, puesto que susconquis-
tas sociales se han ido acumulando a lo largo del tiempo
SOCIALISMO DEMOCRATICO y
y la calidad de vida de sus pueblos ha alcanzado índices
SOCIALDEMOCRACIA
muy altos. La mayor preocupación actual de la social-
democracia es conservar y calibrar sus instituciones so-
No es lo mismo nuestro socialismo democrático
cioeconómicas -el sistema tributario, la seguridad so-
que la socialdemocracia, a pesar de que tienen como ea-
cial, las conquistas de los trabajadores, los proyectos de
racterrstica común el afán de conciliar la equidad econó-
mica con la libertad poi rtica. ~ desarrOllo social- y defenderlas de las amenazas de los
-) partidos conservadores que le disputan el poder.
La socialdemocracia es una versión socialista 'pro-
pia de paises altamente desarrollados, cuyos problemas En cambio, el planteamiento nuestro es otro: bus-
y requerimientos 60n totalmente diferentes de los que camos el cambio fundamental para crear la infraestruc-
tienen los parses subdesarrollados o, para decirlo con el tura social y económica de la democracia. Poco es lo que
piadoso eufemismo de los que temen llamar a las cosas tenemos que defender y mucho lo que nos queda por
conqu istar.
por su nombre, de los paises "en v ias de desarrollo" .
.
La socialdemocracia es un fenómeno del norte de Digo esto para que no se crea que es facti ble tras-
Europa -Finlandia, Suecia, Noruega, Alemania Federal, plantar la socialdemocracia, como suponen algunos inge-
Austria, Dinamarca- y obedece al desarrollo y evolu- nuos o despistados, a las selvastropicales latinoamerica-
ción del movimiento obrero de los parses nórdicos. En el nas. ¿Qué hay de común entre las estructuras sociales,
sur del propio Continente europeo no se encuentran par- culturales, económicas del norte de Europa y las nues-
tidos socialdemócratas sino socialistas: el Partido Socia- tras, como para que alguien piense que aqu (puede acli-
lista Obrero Español, el Partido Socialista Francés, el matarse la planta socialdemócrata? Nuestro ritmo de de-
Partido Socialista Portugués, los partidos Socialista y sarrollo, nuestro grado evolutivo, nuestro tiempo y espa-
Socialista Democrático de Italia y otros más. Esto res- cio, nuestros problemas son tan distintos de los europeos
ponde al hecho evidente de que los parsesnórdicos han -y con frecuencia incluso son distintos entre nuestros
propios pa(ses- que resulta un disparate pensar en co-
64
65
piar "modelos" extranjeros.

Cada pa rs tiene que buscar su propa v (a del desarro-


llo, de acuerdo con sus circunstancias nacionales. Las re-
cetas universales no sirven.

SOCIALISMO DEMOCRA TICO y NEOLIBERALISMO

El neoliberalismo -inconsciente de que la libertad


entre desiguales conduce a la injusticia- plantea la abso-
luta libertad.da.las fuerzas económi~ y 'la más estricta
neutralidad del Estado ante el juego de la econorrua par-
ticular. Pero la libertad de las fuerzas del mercadocondu-
ce a un estado de cosas en que el pez grande se come al
chico. Por eso es que en los parses subdesarrollados hay
una contradicción insalvable entre democraciLY neoli-
beralismo, porque ni la democracia resulta de la aplica-
ción de poi rticas neoliberales ni ellas conducena un or-
den de cosas verdaderamente democrático, al menos vis-
to desde el prisma del socialismo libertario. Puede ser
que las conductas neoliberales lleven a una democracia
formal, desprovista de contenido económico y social,
pero de ninguna manera a lo que nosotros, desde la ver-
tiente del pensamiento socialista democrático, concep-
tuamos como democracia.

No soy ajeno a la realidad de que hay algunos


conceptos poi rticos verdaderamente inasibles, entre los
cuales está, precisamente, el de democracia. Se lo ha in-
vocado desde todos los ángulos ideológicos.

Sin embargo, si partimos de la noción democ.ráti-


66
67
ca que forma parte del ideario de nuestro Partido, es evi- De ah ( que el imperativo de la época fue establecer va-
dente que se produce una contraposición ineludible llas horizontales para limitar y detener la acción de la
entre tal concepción y las poI (ticas neoliberales. No hay autoridad pública. Pero después se descubrió que ha
manera de evitar esta contradicción, porque bien claro también otros peligros, igualmente letales, contra la li-
está que ellas en modo alguno conducen o pueden con- bertad de las personas: los poderes económicos dentr9
ducir a la democracia, entendida como sistema integr;' de la sociedad. Y entonces se concibieron los derechos
do de elementos pol rticos, económicos y sociales, sino sociales, que tienden a dotar a las personas de un m (n i~j
que llevan solamente al democratismo formal, aparente" mo de seguridad económica como condición indispensa-
unidimensional. Al democratismo neoliberal del docto; ble para que sean realmente libres.rrosaerechos socíaÍes
Milton Friedman, al democratismo monetarista de -'a implican la creación de vallas verticales para impedir el

--
Escuela de Chicago, al democratismo ingenuo del Profe-
¡¡¡
sor Friedrich Hayek. Las corrientes neoliberales -que
tanta acogida tienen entre los grandes importadores de
-
¡;;
-..t
abuso de los individuos o corporaciones económicamen-
te poderosos.

;¡¡¡;r--
ideas en Latinoamérica- se han dedicado a la tarea de
desempolvar y extraer del museo de antigüedades de la
==00
-- y estos derechos no pueden ser negociables, como
pretende el neoliberalismo, ni dependen de la autono-
historia una serie de cateqor ras poI rticas que han sido ¡!! rma de la voluntad particular ni de las fuerzas del mer-
superadas por el tiempo y que dieron lustre y contenido ~ cado. Están dados por la voluntad estatal, que limita, en
a las revoluciones liberales de finales del siglo XVIII. favor de los sectores sociales protegidos, la libertad de
OE contratación y que incorpora estipulaciones m mimas
Aquellas cateqorras ya no tienen vigencia en el
mundo que vivimos y con frecuencia resultan hoy con-
mCJOO irrenunciables. No cabe en ellos la libre contratación
pueden estar sometidos a la ley de la oferta y la deman-
ni

traproducentes para los propios fines que ellas persiguie- C( da.


ron en la época en que fueron concebidas. .J~
La teor ra de los derechos naturales, de que habla-
u.~ La igualdad ante la ley -otro de los principios ve-
nerados por el liberalismo clásico y por el neoliberalismo
ba el liberalismo y de que habla hoy el neoliberalismo, actual- tampoco puede tener vigencia hoy, porque re-
como prerrogativas inherentes a la persona humana pero sulta absurdo que la ley dé- igual tratamiento a elemen-
precedentes al Estado, desvinculados de la dinamia de tos humanos tan diferentes como pueden serIo el traba-
los acontecimientos sociales y económicos, no tiene ya jador y el patrono, el inquilino y el dueño de casa, el
validez actual. Hoy se da un sometimiento de los dere~ consumidor y el productor, el hombre enfermo y el sa-
chos individuales a las conveniencias del grupo social y no, el desempleado y el ocupado, el ignorante y el ilus-
hay que aceptar esto como evidente. La teorra de los d~ trado. Cómo puede suponerse que deba haber igual tra-
rechos naturales se inspiró en la idea de que el poder po- to para personas que tienen diferencias tan evidentes.
I(tico es el enemigo único de la libertad de las personas. Lo lógico es que la ley se aproxime más estrecharnen-

68
69
que el pez grande se coma al chico frente a un Estado
te a 105 seres humanos concretos, en sus particulares si- impasible, cruzado de brazoS, indiferente ante todo lo
tuaciones de fortaleza o debilidad económica frente al que ocurre en la vida económica de la sociedad. Con el
grupa' Es una nueva concepción del hombre. No la con- agravante de que el neoliberalismo ha añadido algo que,
cepciÓn que tuvo el liberalismo -y que hoy pretende ser en mi concepto, resulta terriblemente tramposo: sostie-
restaurada por el neoliberalismo- que vio al individuo ne como principio general la neutralidad del Estado ante
en ab!7tracto, destituido de sus caracter rsticas personales, las fuerzas del mercado y ante el proceso productivo, pe-
sino tJna concepción que toma al hombre concreto, inte- ro no ve con malos ojos las intervenciones estatales que
grada en la vida social y sometido por tanto a las fuerzas signifiquen subsidios, alicientes tributarios, protecciones
económicas. Se trata, pues, de una sustitución de la for- arancelarias, exoneraciones fiscales y otras acciones de
ma a t:)stracta, general e igualitaria de mirar al ser huma- promoción de la actividad económica particular. AII (no
no por una forma menos igualitaria pero más humana y protesta contra la intervención del Estado, pero tan
objetÍva, que toma en cuenta su ubicación en el proceso pronto como éste pretende participar de manera regula-
dora y trata de podar determinadas aspiraciones despro-
de la producción.
porcionadas, en ese momento los ideólogos del neotíbe-
De suerte que el principio de la igualdad ante la ralismo ponen el grito en el cielo y se quejan del ínter-
ley \1~ quedado superado por los acontecimientos. La I~ vencionismo estatal. Parece ser que los sectores que se
bertad entre desiguales conduce a la injusticia. Esto s9 alinean en las filas neoliberales buscan la muy producti-
ve claramente hoy. Por ello, aunque suene a herej(a,las va fórmula de socializar las pérdidas y "privatizar" las
corrientes socialistas sostienen la desigualdad de las per- ganancias de la operación económica. Quieren la inter-
son~ ante la ley, haciéndose cargo de las diferencias y vención del Estado en lo que les es favorable y piden su
los desniveles en que, de hecho, están ellas colocadas en abstención en todo lo demás.
la dí(lamia de los acontecimientos sociales y económi-
La libertad formal proclamada por el neoliberalis-J
cos. mo, esa libertad simplemente escrita que no se cumple
El Estado no puede desentenderse de tales dife- para la mayor parte de los miembros de la sociedad, li-
rencÍas. Tiene que promover prestaciones sociales y eco- bertad que se detiene en la vitrina del supermercado y
nómícas compensatorias a favor de los sectores económi- después de la cual no ex iste más que la corona sobera-
camente más débiles, a fin de que logren cierta equidad na del dueño del negocio, esa es una libertad ilusoria pa-
de trato, sin la cual la igualdad formal ante la ley lleva ra muchos, una libertad que solamente puede ser ejerci-
inexorablemente al sometimiento del mayor número de da por qu ienes tienen poder de compra en la sociedad
pero a la que no tiene acceso el enorme grupo marginal.
integrantes de la colectividad.

y qué decir del sistema de inhibiciones estatales En fin, cuánto podr(amos decir acerca de las pro-
que propugna el neoliberalismo Y que en suma permite


puestas neol iberales. No estoy contra la inversión extranjera pero creo
que hay que reglamentaria, que debe ser objeto de un
El derecho de propiedad sin limitaciones, sin res- tratamiento especial selectivo. De lo contrario. no habrá
ponsabilidades sociales, que no considera que la riqueza desarrollo independiente para nuestros parses ni equita-
es un instrumento de dominación social, que no se ha tivas relaciones comerciales con el exterior, sino que ha-
detenido a pensar que quien la detenta puede mandar bremos consagrado la división internacional del trabajo
mientras que a quien no la posee sólo le queda la opción que, para decirlo con las gráficas palabras de Galeano,
de obedecer. consiste en que unos pa ises se han especializado en ga-
nar y otros nos hemos especializado en perder.
La apertura indiscriminada de fronteras al capital
extranjero, que exacerba la dependencia exterior y que La llamada "econom (a social de mercado", siste-
consagra la división internacional del trabajo, es otra de ma económico que las corrientes neoliberales vienen
las tesis neoliberales. Bien sé que los paises económica- postulando cada vez con mayor insistencia en América
mente atrasados necesitan inversión extranjera para su Latina, copiándolo al carbón del experimento desarrolla-
desarrollo, pero no toda inversión extranjera es saluda- do en Alemania Federal por los teóricos socialcristianos
ble: hay que seleccionar la que cada pais requiere, a tra- y liberales (Roepke, Hayek, Eucken, Mueller-Armack,
vés de un régimen legal que permita usar selectivamente Erchard) a partir de 1948, después de la Segunda Guerra
la inversión extranjera, es decir, utilizarla donde se la ne- Mundial, somete el conjunto de la econornra a las fuer-
cesita, cuando se la necesita y a costos que convengan al zas del mercado y contra ciegamente en que ellas pue-
pars receptor. . den regularse automáticamente.
La regimentación de la inversión extranjera es
indispensable, no sólo para prevenir prácticas neoco- Tal sistema eleva al mercado a la cateqorra de á'i\
loniales que refuerzan los vinculos de dependencia ex- bitro supremo e inapelable de la actividad económic~
hace del mercado la medida de todas las cosa..f1'ueaé
terior, sino también para obtener la prontay eficaz trans-
ferencia tecnológica y para ejercer un control nacional funcionar en sociedades desarrolladas pero definitiva-
sobre la explotación de los recursos básicos. (23) mente no funciona en nuestros paises atrasados, porque
el mercado sufre una serie de deformaciones y distorsio-
(23) "La Izquier da Democrática -dice su Declaración de Principios- sos- nes que fatalmente conducen al monopolio, al oligopo-
tiene la necesidad' de regimentar la inversión extranjera, previniendo lio y al oligopsonio, con lo cual desaparece toda posibi-
los riesgos que ella entraña. El Ecuador necesita inversión extranjera lidad de equilibrio y regulación automática de las fuer-
para su desarrollo económico y social pero no toda inversión extran- zas del mercado. Eso no funciona en nuestros paises. No
jera es conveniente: hay que seleccionar la que el pais requiere, a [fa-
se da la libre competencia. Y el sistema va degenerando,
vés de un régimen legal que permita usar selectivamente la inversión
poco a poco, en "sociedad de consumo" porque el mer-
extranjera, es decir, utilizarla donde se la necesita, cuando se la nece-
cado, que es el llamado a indicar al productor lo que de-
sita y a costos que convengan al pais receptor".

72 73
be producir, muy pronto se deja mandar por él, quien
• en cambio le dice lo que se debe consumir. De modo
que no es el mercado el que determina la calidad y la
cantidad de la producción sino, a la inversa, el productor
es quien dispone, a través de la publicidad -una de las
bellas artes del capitalismo-lo que se ha de consumir. SOCIALISMO DEMOCRATICO y MARXISMO
El productor termina por manipular el mercad6\ Con cierto grado de simplificación, se pueden
y someterlo a sus conveniencias. Utiliza la publicidad Pí!: enunciar algunas de las diferencias entre el socialismo
ra crear nuevas necesidades o para satisfacer de nuevas democrático y el marxismo-leninismo. La ¡ideolog(a no
maneras las viejas necesidades. Se vale de ese tremendo es para nosotros un dogma inmutable, no aceptamos un
poder de envejecimiento prematuro que tiene la moda. modelo universal ideológico, pensamos que sín libertad
Condiciona al consumidor, lo cautiva y, al final, no son no hay socialismo, sostenemos el Rluralismo partidario
las demandas de éste las que determinan la producción .en lugar del partido único, rechazamos la dictadura del
sino que son los imperativos del productor los que de- proletariado, no estamos alineados en la guerra fr ra, con-
terminan el consumo. ) sideramos que estatificación no significa por sr misma
socialismo, que la estati ficaci ón de los medi os de pro-
De lo dicho concluyo que las poi rticas neoliberales ducción degenera en un sistema económico deficiente
-que nos llegan como una de las tantas expresiones del -especialmente en parses en losque el subdesarrollo ad- (--
colonialismo cultural al que estamos sometidos- no se rninlstratívn.as eU únire. real del socialismo-, que el
adecúan a los parses en v (asde desarroll o. La prueba es- control gubernativo de los instrumentos de producción
tá en el fracaso espectacular que ellas han tenido en Chi- se transforma pronto en el "interés de clase" de la alta
le, Argentina y Uruguay. Convengamos en que el creci- -Jburocracia-..9ue pasa a ser la nueva clase dominante, que
miento económico puede ser un hecho espontáneo, aci- el capitalismo de Estado retiene muchos de los defectos
cateado por el afán de lucro de las personas, pero no el del capitalismo privado, que se puede democratizar una
desarrollo social, que requiere una acción inducida, de- sociedad a partir de la renta que los medios de produc-
liberada, planificada de la autoridad pública. ción rinden en manos privadas.

Las recetas neoliberales no nos sirven. Debemos En fin, se podrian enunciar muchas otras diferen-
desechar los "modelos" de pretendida validez general y cias.
buscar nuestro propio y original camino del desarrollo.
Para ellos no hay socialismo sin estatismo, para ~
nosotros no lo hay sin libertad. No tengo nada contra la
estatificación de los instrumentos de producción, salvo
74 75
su ineficacia. Sostenemos que no hay socialismo sin li-\ Con esto, a los dualismos señalados en el Manifies-
bertad , ni libertad sin democracia, ni democracia sin so--~ to Comunista habria que agregar uno: burócratas y ciu-
cialismo . Los tres son conceptos que se implican mu- dadanos. Me explico. El Manifiesto Comunista, redacta-
tuamente. El socialismo, según la más certera de sus do por Marx y E'I1gelsen 1848, afirma que "la historia
definiciones, es la extensión de la democracia a todos los de toda sociedad humana hasta nuestros dras, es la his-
ámbitos de la vida social. toria de las luchas de clases. Hombre libre y esclavo, pa-
Esto nos pone en contradicción con la "dictadura tricio y plebeyo, barón y siervo de la gleba, maestro y
del proletariado", tomo forma de gobierno. oficial del gremio: en una palabra, opresor y oprimido, .
frente a frente, empeñados en una lucha ininterrumpi-
La "dictadura del proletariado" -etapa que Marx la da, velada unas veces y otras franca y abierta" (25).
concibió como de corta transición, hasta establecer las
condiciones infraestructurales del comunismo, pero que Asi es. Esa es la historia de la humanidad. Pero
en la Unión Soviética ya dura más de sesentaaños y no con el advenimiento de las deformaciones marxistas la
tiene visos de concluir- intenta ser el gobierno autorita- cosa sigue igual, persiste la dualidad entre opresores y
-)? rio de una clase, pero en la práctica, por obra de un pro- oprimidos, sólo que ahora las dos nuevas clases conten-
ceso de sucesivas suplantaciones -en el cual el partido dientes se llaman burócratas y ciudadanos. Los burócra-(
sustituye a la clase, el aparato al partido y los dirigentes tas con todo el poder poi (tico y económico en sus ma-
al aparato- termina por ser el gobierno de unos pocos nos y los ciudadanos rasos sin más alternativa que obe-
y encumbrados dirigentes que, pretendiendo identificar- decer. Esta es la nueva dualidad creada por las interpre-
"7 se con la clase obrera, en realidad la reemplazan y toman
taciones estalinistas y sacerdotales del marxismo.
las decisiones "en nombre" del proletariado pero sin su
presencia. Se consolida as!', no la dictadura del proleta-
riado, sino la dictadura sobre el proletariado ejercida por
- la "nueva clase" de burócratas y militares, para utilizar
la conocida expresión de Milovan Djilas, que controla no
sólo los mecanismos del poder poi rtico sino también los
instrumentos de producción estatificados. (24)

(24) Herberr Marcuse, en su obra "El Marxismo Soviético", afirma que


"las diferencias entre los primeros años de la Revolución bolchevique
y el Estado stalinista, son obvias: crecimiento constante del totalita-
rismo y de la centralización autoritaria; crecimiento de la dictadura,
~ no del proletariado, sino sobre el proletariado y los campesinos" (25) C. Marx y F. Engels.s- "El Manifiesto Comunista", pág. 21.- Edil.
(Pág. 78.- Alianza Editorial, Madrid, 1969) Cultura, San José, Cost a Rica, 1962.

76 77
medios pacrficos, busca el poder a base de una acción
multitudinaria y se propone instrumentar la transforma-
ción con los mecanismos del mando poi rtico.

Yo no doy, ciertamente, una significación peyora-


tiva a la palabra reformismo. Creo que la izquierda refor-
mista es la única posible en la circunstancia ecuatoriana.
REFORMISMO Y REVOLUCION La otra es utópica, a pesar de reclamar un socialismo
ciennfico. Muchos han intentado ponerla en práctica pe-
La derecha y la izquierda tienen subdivisiones. La ro muy pocos han tenido éxito yesos pocos -Fidel y
derecha, ya lo vimos, es el compromiso con la sociedad los sandinistas- deben buena parte de su éxito a cir-
tradicional, pero puede limitarse a conservar lo que exis- cunstancias atrpicas prevalecientes. en sus pa ises. Los
te -a veces con modificaciones epidérmicas para retener demás fracasaron, a pesar de que no fueron meros de-
lo fundamental de los privilegios- o puede ir más lejos: clarnadores de insolencias sino revolucionarios de pelo
tratar de volver las cosas hacia atrás, reactualizar siste- en pecho.
mas experimentados en el pasado. Si lo primero, se tra- Es que la cosa no es tan fáci l.
ta de la derecha conservadora; si lo segundo, de la dere- _
cha reaccionaria. La una se satisface con dejar las cosas Para aclarar mejor la cuestión, y dado que éste
como están, pero la otra pugna tenazmente por retroce- es también un planteamiento polémico, acudo al testi-
der y en ocasiones, para lograr sus propósitos, acude a monio de un hombre de cuyo progresismo no puede du-
la violencia como en el caso fascista. darse: el notable tratadista francés Maurice Duverger.
Enseña él que "en el interior de la izquierda y de la de-
La izquierda, por su lado, puede ser revoluciona- recha cabe distinguir a los extremistas y a los modera-
ria o reformista, según los métodos que emplee para al- dos. En la izquierda, esto corresponde aproximadamen-
canzar la transformación social que se propone. La fina- te a la oposición clásica de revolucionarios y reformis-
lidad es la misma -transformación estructural- pero los tas: los primeros quieren destruir en bloque y de una so-
medios son diferentes. La izquierda revolucionaria se in- la vez, mediante la violencia, el orden establecido; los
clina por el instrumental violento -la violencia es la par- segundos quieren modificar progresivamente la sociedad
tera con ayuda de la cual una vieja sociedad da a luz una existente mediante una serie de retoques acumulativos
sociedad nueva, decra Marx- y puede tomar la forma de que la sustituyan progresivamente en una sociedad nue-
lucha armada revolucionaria, foquismo guerrillero o gue- va" (26)
rrilla urbana.
(26) Maurice Duverger.- "La Democracia sin el pueblo", pág. 139.- Edi-
La izquierda reformista, en cambio, prefiere los ciones Ariel , Barcelona, 1968.

78 79
Con frecuencia se confunden estos conceptos.
De modo que el reformismo, para quien no esté Aunque con distintos alcances y profundidad, la rebe-
sometido a reflejos condicionados estalinistas, es una de lión y la revolución son acciones violentas de los gober-
las vias del cambio social: es, a mi ver, la única disponi- nados contra los gobernantes, mientras que el golpe d
ble en las condiciones espacio-temporales de nuestro Estado lo es de éstos contra aquéllos.
pars.
El golpe de Estado germina en las alturas del po-
Esto nos lleva a tratar la cuesti ón de la transfor-
der -sea que se dé por el jefe del Estado para declarar-
mación social y los medios de realizarla.
se dictador o por la alta jerarqura militar contra el jefe
del Estado para sustituirlo en el rnando.; y se define
El ejercicio del poder, cualquiera que seael siqno
como "el cambio súbito de gobierno en un pars, im-
poi rtico bajo el cual sehaga,entraña inevitablemente cier-
puesto por la fuerza, realizado por personas que OCU'
to grado de beligerancia entre gobernantes y goberna- pan cargos en el gobierno o en el ejército" (27)
dos. Los primeros, tratando de imponer un orden, im-
-? plantar una disciplina en la sociedad; los segundos, bus- A pesar de que la euforia de los protagon istas de
cando eludir ese orden y desacatar la disciplina. Esto es
la aventura cuartelera suele, a su turno y en cada caso,
inherente a la operación de gobernar. ), hablar de "revolución", la inmensa mayOr(a de los movi-
mientos insurreccionales de América Latina son meros
Desde los tiempos de Montesquieu se pudo ob-
golpes de Estado que sustituyen a los gobernantes sin
servar que existe siempre en los gobernantes una tenden- dejar huellas en la organización social.
cia a abusar del poder que ejercen y en los gobernados
"./ una inclinación a desbordar la libertad que se les reco-
La rebelión, en cambio, es la sustitución de gober-
noce. Entre estas dos tendencias divergentes es lógico nantes, impulsada desde abajo, pero que no altera la es-
que se suscite cierto grado de tensión, de controversia, de tructura del Estado. Es un cambio de carácter personal y
biligerancia, que son propias de la operación polrtica. no institucional. Se dirige a expulsar del mando a las
Estas discrepancias suelen ajustarse normalmente a base personas que actualmente lo ejercen pero no a destru ir
de mutuas concesiones. Unas veces ceden los gobernan- el sistema poi (tico. Reemplaza los titulares del poder
tes, otras los gobernados, la beligerancia baja de nivel. -:) pero no modifica el poder.
Sin embargo, en ocasiones esto no ocurre. La pugna
sube de grado, sevuelve explosiva. Se produce un estado
de guerra entre el gobierno y la opinión pública. y en-
tonces estalla una acción violenta que interrumpe la con-
tinuidad constitucional y que, dependiendo de su pro-
(27) Vocabulario Político publicado en la Revista "Panoramas" No. 6. no'
pósito y alcances, se llama rebelión, revolución o golpe
viembre-diciernbre 1963.
de Estado.
81
80
La revolución, desde luego, es algo más profundo.
bistu r ( a un cuerpo san o.
Es la transformación acelerada, violenta, profunda e irre-
versible de la organización social. Es acelerada porque es
impaciente, impulsiva, atropella las etapas. Violenta por-
que se la hace mediante el uso actual o la amenaza de
la fuerza. Profunda, porque toca las ra rces de la estruc-
tura social. E irreversible porque la revolución cobra
viabilidad y se proyecta hacia el futuro o no es realmen-
te una revolución.

En palabras muy gráficas, Ortega y Gasset decra


que las revoluciones son los alzamientos de los pueblos
contra los usos mientras que las rebeliones lo son con-
tra los abusos. Con este juego de palabras el filósofo es-
pañ 01 quer (a dar a entender que las revoluciones persi-
guen el cambio institucional de la sociedad en tanto que
las rebeliones buscan solamente la sustitución de los ti-
tulares del gobierno.

Las sociedades sanas suelen avanzar por evolución,


es decir, mediante elperfeccionarniento gradual, progra-
mado y pacifico de sus instituciones. Es un proceso sin
sobresaltos. Esto es lo deseable. Pero cuando las fuerzas
conservadoras oponen obstácu 1os al progreso, detienen
la marcha social, encallan al Estado, entonces no queda
más que una acción violenta como medio de remover
los obstáculos y de recuperar el tiempo perdido. Esa
es la revolución: instrumento quirúrgico de progreso
social en los pueblos estancados.

Lo cual explica por qué en las sociedades avan-


zadas, en las que hay altos mdices de bienestar social y
de libertad, nadie -y menos la clase obrera- habla de
revolución. La revolución les es tan innecesaria como el

82
la dificultad de reproducirlos mecánicamente en otros
parses.

Pero no porque la revolución sea un hecho difJ'cil


debemos cruzarnos de brazos y abandonarnos al statu
quo. Hay la alternativa reformista. Llegar al poder, no
por los fusiles, sino por los votos de las multitudes y des-
de all(, con los elementos del mando poi rtico, producir
los cambi os sustanciales que requ iera la sociedad. Esa no
EL NUEVO OPIO DE LOS PUEBLOS
es una opción despreciable sino para quienes están ani-
mados por "una mentalidad para la cual todo lo realiza-
La revolución no es una alegre aventura, como al-
gunos suponen. Se requieren rigurosas condiciones ob- ble es juzgado no revolucionario y todo lo que es consi-
derado como revolucionario es irrealizable". (29)
jetivas y subjetivas para que ella sea posible. En el pre-
sente siglo de la historia latinoamericana no hay más que
cuatro casos de revoluciones triunfantes: México 1910, El reform ismo es para m ( -al margen del sentido
Bolivia 1952, Cuba 1958 y Nicaragua 1980. Todos los despectivo que pretenden darle sectores dogmáticos in-
demás intentos, que no fueron pocos, fracasaron. Lo teresados- el cambio social profundo, acelerado e irre-
versible. Es la revolución menos la violencia. Por eso al-
cual demuestra que la cosa no es tan sencilla como la
pintan algunos ventr rlocuos "revolucionarios" implaca-
gunos le llaman "revolución pacifica" o "revolución
desde arriba", lo cual es un contrasentido, porque la
blemente subinformados.
violencia es ingrediente esencial del cambio revoluciona-
"La revolución socialista radical -dice Sunkel- rio.
me parece un acontecimiento histórico muy poco proba- En todo caso, desde mi punto de vista, el refor-
ble en el futuro próximo de América Latina debido a mismo puede alcanzar las mismas metas de transforma-
una combinación de circunstancias externas e internas ción social que la revolución pero por senderos distin-
de orden geográfico, militar, poi rtico v econórnico". (28) tos. La diferencia no es teleológica sino metodológica.
y en muchos de nuestros paises, en la hora actual, es
Mucho se ha escrito sobre la "atipicidad" de los la única operación de cambio posible. Todo lo demás
procesos revolucionarios cubano y nicaragüense y sobre es retórica, utopra, coartada izquierdista. El sentido des-

(28) Osvaldo Sunkel.- "La dominación de América Latina", pág. 118.- (29) Jean-Francois Revel.- "Ni Marx ni Jesús, pág. 56.- Emece Edito-
Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1968. res S.A., Buenos Aires. 1971.

84 85
Esto lo digo a propósito de que el propio Marx
pectivo que a veces se da a la acción reformista se expli- no excluyó la posibilidad de ensayar una estrategia re-
ca porque en nuestros parses, como afi rma Revel, "hay formista y de actuar de modo que el socialismo triunfe
demasiados revolucionarios para frenar el reformismo y por medios pacrficos en el contexto de sociedades de
muy pocos para hacer la revolución" (30) yesos pocos tradición liberal-democrática consolidada -según lo
parecen ignorar que en la frase "hacer la revolución" es- dijo en La Haya, 1872 - y además Engels en su prefacio
tá el verbo "hacer". de 189b a "Luchas de clase en Francia de 1848 a 1850"
de Marx, sugirió la factibilidad de la v (a democrático-re-
Siempre he pensado que hay un marxismo de formista al socialismo.
Marx y otros marxismos de sus seguidores, exégetas e in-
térpretes. Pienso, por ejemplo, que el más grande revi- El reformismo, pues, puede ir tan lejos como el
sionista del marxismo fue Lenin, al adaptarlo a las con- revolucionarismo, pero a través de la senda pacifica. Es
diciones subdesarrolladas de la Rusia de su tiempo. Y no el cambio sustancial que se logra desde el poder, utili-
critico la revisión de una doctrina poi rtica ni la supera- zando los propios mecanismos de la autoridad pública.
ción en el tiempo de los pensamientos de los grandes
hombres de la historia. Como escuché decir al lrder so- y no es que el reformismo esté exento de dificul-
cial ista ital iano, Betti no Crax i, en el coloqu io celebrado tades, pero las suyas son infinitamente menores que las
en Tréveris sobre "Socialismo y Libertad", mayo de que se oponen a la acción revolucionaria.
1977, "el desti no de todos los gran des personajes de la
humanidad -Marx y Engels lo han sido en sumo grado- La revolución es con frecuencia una utopía. Y
es el de ser superados, mas no el de ser embalsamados hay que cuidarse de las utopias porque pueden ser el
y transformados en fetiches. Esta es la única forma de nuevo "opio de los pueblos" que les mantiene adormeci-
desarrollar cr rticamente lo que nos han enseñado". dos en el sueñ o del para (so terrenal m ientras las injusti-
cias galopan en la tierra.
Los que se molestan al escuchar que algunas tesis
de Lenin están superadas son los que seguramente igno- Para evitar cualquier tergiversación quiero decir
ran que Lenin dijo lo mismo de Marx. muy expl (citamente que no concibo el reformismo co-
mo el simple maquillaje de una sociedad injusta, para
Sobre sus ideas ha cardo la implacable ley dialéc- matenerla igual aunque con diversa apariencia, sino co-
tica que ellos mismos contribuyeron a desarrollar. mo el cambio profundo de ella para posibilitar el desa-
rrollo económico y social.

(30) jean-Francois Revel.- Ob., pág. 59.

86
INDICE

Pág.

Introducción ' . .. . . . . .. . . . . .. .. 5

Haciendo un poco de historia. .. .. .... ... . .. 7

La ideotoqra c. . . . . 10

El instinto socialista. . .. ........ .... ...... 13

Entre el cesarismo y la libertad ' .. 15

Izqu ierda y derecha .... .. 18

Justicia social con libertad. . .. .. .. ... ...... . 21

Libertad y pluralismo. .. .. .. .... .. ........ 23

Izquierda nacional. ......... .... .. ... ..... 26

La brecha tecnológica. .... .. ...... .... .... 28

Las capas sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Etapas superpuestas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

La democracia: una cateqorra ideológica. ..... . 41

Democracia tridimensional . ... .. . .... .... .. 45

Democracia y populismo. ... ... .......... .. 50

Partidos poh't icos y democracia. . .. .... ... ... 55

Nueva perspectiva de los derechos humanos. ... 58

Socialismo democrático Y Socialdemocracia. ... 64

89
Socialismo democrático y Neoliberalismo . 67
Socialismo democrático y Marxismo . 75
Reformismo y revolución . 78

El nuevo opio de los pueblos . 84


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