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LA PEDAGOGÍA PIKLER EN LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS

Emmi Pikler era una pediatra que se nutrió de la ideas de Freud, Spitz, Bowlby, de la teoría del
apego, del constructivismo y de los trabajos en pedagogía de Montessori o Steiner.

Gracias a todas estas fuentes de conocimiento pudo concebir una nueva forma de ver a los niños
pequeños. Su trabajo se centró en dos necesidades de los niños: la necesidad de apego y la
necesidad de autonomía.

5 principios de la pedagogía Pikler en la educación de los niños

Qué es la pedagogía Pikler en la educación de los niños

Para Pikler, el bebé es un ser capaz de desarrollarse de manera autónoma. Esta visión del niño
alcanzó validez científica gracias a la observación, a la reflexión y al registro de datos que realizó
durante años en el hogar infantil donde trabajó en Budapest, y después en el instituto Lóczy que
dirigió desde 1946 hasta el 1979.

En el instituto, Emmi Pikler se esforzaba en cubrir todas las necesidades de cientos de niños
cuyas familias biológicas no podían cubrir sus necesidades, ofreciéndoles el máximo bienestar y
el óptimo desarrollo de los niños en todas las áreas: física, emocional, cognitiva y social.

Emmi Pikler desarrolló una serie de principios pedagógicos para formar a las cuidadoras que
trabajaban en el instituto Lóczy. Más que un método, Pikler propone una manera diferente de
mirar al niño. Es decir, un cambio de rol en la relación de los padres y los educadores frente al
niño donde los adultos estén en un lugar de igualdad y respeto hacia los pequeños.método Pikler
se basa en la necesidad de apego y autonomía del niño

Fue un sistema de cuidados hacia los niños muy diferente y original que se comenzó a poner en
práctica en aquella época. Los principios que rigen esta manera de ver a los niños regulan en
detalle todos los aspectos cotidianos en la vida de los pequeños. Hay cinco principios que para
Pikler son de igual importancia y que cobran valor en el sistema educativo cuando se ponen en
práctica y en el que serán respetados de manera simultánea y constante. Es decir, si uno de ellos
se descuida el equilibrio que se ofrece al niño se romperá. Estos son:

1- Autonomía de los niños. Emmi Pikler demostró que el niño es capaz de aprender a aprender
por sí mismo.

2- Necesidad de favorecer al niño en la toma de conciencia de sí mismo y de su entorno. El adulto


tiene que dar una seguridad emocional al niño que satisfaga su necesidad afectiva para que así
el pequeño pueda centrarse en el movimiento de su cuerpo y en descubrir los objetos del
entorno, jugar y moverse de forma libre.

3- Relación afectiva privilegiada. Dar una mirada particular a cada niño. Los padres han de dar
una seguridad en sus cuidados de tal forma que el niño pueda predecir lo que va a pasar y
respetando sus ritmos de desarrollo.

4- Importancia de la salud física.

5- Motricidad libre. El niño se moverá por exclusiva iniciativa. El niño se sentirá competente.
Esta motricidad libre constituye uno de los elementos determinantes en la relación niño-adulto
ya que favorecen el respeto mutuo. Para Pikler este principio es el “alma” de su visión y el
principio que atraviesa a todos.

El papel del adulto a la hora de desarrollar la pedagogía Pikler

Desde el enfoque de Emmi Pikler en la educación de los niños, es el niño quien protagoniza su
propio desarrollo con plena conciencia de sí mismo y de su entorno, al tiempo que integra las
vivencias que nutrirán su autonomía y su autoestima. Para ello, el papel del adulto es
fundamental. Gracias a la manera que el adulto se ofrece al niño para acompañarle en su
desarrollo, definirá la calidad con la que pequeño lo haga.

Para poder satisfacer las necesidades en las que Emmi Pikler fundamenta todo su trabajo: el
apego y la autonomía, los adultos deben actuar de forma diferente a lo tradicional:

- Durante los cuidados como son el cambio de pañal, dar de comer, bañarle, etc. El adulto debe
realizarlos de manera suave, poniendo en palabras lo que se va haciendo y dando tiempo al niño
para que escuche, centrado en lo que se hace, y prestando atención al niño. Así, poco a poco se
irá respetando su autonomía y sus preferencias.

- Cuando el niño está jugando, el adulto es un mero observador y el pequeño el protagonista. El


adulto está presente pero no interviene y no le sugiere al niño lo que tiene que hacer ni cómo
tiene que hacerlo.

- Se debe respetar el movimiento libre del niño por lo que no se debe enseñar a sentarse al niño,
a andar, etc. El niño lo hará cuando se sienta preparado. Por tanto los adultos no deben
intervenir y sí proporcionar al niño un espacio adecuado para moverse y una ropa adecuada
para que pueda realizar movimientos libremente. Gracias a ello, el niño va descubriendo por sí
mismo su cuerpo y sus movimientos, lo que motiva su deseo de movimiento y exploración que
fomenta el desarrollo emocional, intelectual y psíquico.

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La Pedagogía Pikler-Lòczy
Una pedagogía basada en la atención individual y en la
autonomía.

Emmi Pikler (1902 – 1984) era una pediatra Húngara que realizaba su trabajo acudiendo a las
casas de las familias (no en un centro de salud), su visión del niño era diferente a lo que se
estaba acostumbrado en la época, por lo tanto, Emmi solía acompañar a las familias y observar
junto a ellas todo lo que el niño era capaz de hacer por sí mismo, intentando transmitir su forma
especial de ver el niño.

Cuando oímos hablar de Pikler Lóczy solemos relacionarlo con el movimiento, con los
bebés moviéndose con libertad, reptando, gateando, trepando por estructuras, bebés que
aprenden a moverse por sí mismos y por su propio interés sin que un adulto les enseñe… Pero
la aproximación pikleriana es mucho más.

En 1946, asumió la dirección de una casa cuna situada en la calle Lóczy de Budapest. En aquella
época, los niños institucionalizados solían padecer el llamado “síndrome de hospitalismo” o
“depresión anaclítica” debida a no tener una figura de apego.

En este orfanato acudían bebés que necesitaban cuidados prolongados porque la madre había
fallecido en el parto, era tuberculosa… Estos bebés podían permanecer en la casa cuna hasta
los 2,5 o 3 años.

Con las aportaciones de Emmi Pikler, no sólo se consiguió eliminar tal síndrome y que llegaran
a ser adultos sin problemas, sino que elaboró un gran trabajo sobre el desarrollo motor autónomo
y el juego.

En el año 2011 la casa cuna de la calle Lóczy desapareció como orfanato debido a la nueva
legislación de Hungría, pero desde 2006 pasó a funcionar como escuela infantil.

Pikler centró su trabajo en dos necesidades del niño:

-La necesidad de apego y

-la necesidad de autonomía.

Hasta el momento no había investigación que tratara estos dos aspectos como las dos caras de
una misma moneda

Emmi Pikler escribió varios libros e infinidad de artículos editados en diferentes lenguas. Sus
obras más relevantes son:
“Qué sabe hacer tu hijo” (1938) En este libro dedicado a las familias presenta el desarrollo
motor libre a través de fotografías realizadas en las observaciones de más de cien niños, así
como consejos para la educación de los hijos desde la confianza en sus capacidades y el
establecimiento de unas relaciones afectivas sanas.
“Moverse en libertad. Desarrollo de la motricidad global” (1969) Síntesis de su
investigación científica sobre el desarrollo motor autónomo del niño.

.2.- Principios de la Pedagogia Pikler-Lóczy:

La pedagogía Pikler Lóczy estaba guiada por 4 principios, todos ellos igual de
importantes:

 Valor de la autonomía, a través del desarrollo libre de la motricidad, juego y actividad


autónoma.
 Valor de la relación afectiva privilegiada, a través de los cuidados fisiológicos.
 Valor de un buen estado de salud física, de la estabilidad y continuidad de los
cuidados hacia el niño, a través de la educadora referente.
 Hacer consciente al niño de sí mismo y de su entorno, a través del respeto y
promoción de la iniciativa del niño en su vida cotidiana.

En la época de Pikler (y lamentablemente hoy en día sigue pasando) se confiaba poco en los
bebés, en sus capacidades innatas, se pensaba que sin la intervención directa del adulto, el niño
no aprendería.

En cambio Pikler demostró que esto no era así, sino que el bebé por sí mismo aprendía a
aprender. Su mirada estaba centrada en el niño, en lo cotidiano y el adulto tomaba una posición
no intervencionista. Si se tenía en cuenta el punto de vista del bebé, ambas partes (adulto y niño)
estaban contentas y satisfechas y se entendían mutuamente.

Sus aportaciones en cuanto a la parte emocional del niño, los cuidados por parte del adulto, el
movimiento y el juego fueron muy importantes.

Pero el niño para moverse en libertad, para ir conquistando su autonomía, para jugar libremente
sin la necesidad del adulto guiándole, necesita tener unaseguridad emocional que depende:

-De la seguridad en sus cuidados: poder predecir qué pasará, respetar su ritmo individual…

-Cómo se siente: como lo cogen, la tensión en las manos del adulto, lo que le transmiten con la
voz, de disfrutar de una relación atenta, amistosa y de apoyo con los adultos…

Con su necesidad afectiva satisfecha, el bebé puede centrarse en el movimiento de su cuerpo


y en descubrir los objetos del entorno, es decir, jugar y moverse de forma libre.
El papel del adulto

Para poder satisfacer las dos necesidades del niño (la de apego y de autonomía), la forma de
actuar del adulto debe de ser diferente a la tradicional:

Los cuidados que le proporciona el adulto (como cuando le cambia de ropa, de pañal, le da de
comer, lo baña…) se deben de realizar con gestos delicados, movimientos lentos, centrados en
lo que se está haciendo, mostrando verdadero interés y atención en el niño. Durante los mismos
el adulto va hablando, va poniendo palabras a lo que le hace al niño, dando tiempo al niño para
escuchar, comprender y después actuar y así, poder ir respetando sus preferencias y su
autonomía.

De esta forma si el adulto le presta la suficiente atención, el niño no necesitará de su presencia


durante el juego, cuanto más autónomo sea el niño, necesitará menos intervención adulta.

Durante el juego del niño, el adulto se convierte en un observador, el niño es el protagonista. El


adulto está presente, le presta atención, pero no interviene, no le sugiere lo que debe de hacer
ni cómo hacerlo.

La actitud del adulto respecto al movimiento del bebé también es diferente a los modelos
clásicos en los que el adulto “debe de enseñar” a sentarse al niño, a andar…

En este aspecto el adulto vuelve a ser no intervencionista y confía en el niño, al que se le


proporciona un espacio adecuado (en el suelo), una ropa adecuada…

Pero los bebés son los que van descubriendo su cuerpo y sus movimientos, colocándolos
siempre boca arriba los bebés aprenden a voltear, ponerse boca abajo, reptar, gatear, sentarse,
ponerse de pie, andar… sin ningún retraso notable y es más, los movimientos los realizan sin
crispación, bien coordinados, con prudencia, reaccionando con destreza frente a los accidentes
inesperados y caídas, con calidad en los movimientos transitorios y al ser estos movimientos
conquistados por ellos mismos, por su propio deseo de moverse y de exploración, crean una
situación ventajosa en su estado emocional, intelectual y por lo tanto psíquico.

Emmi Pikler no formuló opiniones, creencias ni ocurrencias; sus conclusiones son el resultado
de paciente trabajo científico experimental.
Estas "variables" no son formuladas como magnitudes con expresión matemática, sino como
afirmaciones o formulaciones de comportamientos que causan en el bebé un mejor desarrollo.
A veces sus conclusiones parecen consejos o indicaciones; en otros momentos, parecen
axiomas científicos. En todos los casos, transmiten la seguridad que E. Pikler tenía en lo que
estaba haciendo, seguridad que emanaba de "las certezas" con las que se estaba encontrando.
Así enumeraremos las siguientes, indicaciones, consejos, axiomas:

1.- No es necesaria la intervención del Quien verdaderamente es capaz de leer en la


adulto para el desarrollo sano y global de la expresion global del cuerpo, puede tener
motricidad: confianza en el organismo inteligente del bebé.
El adulto toma el compromiso de no No es más fácil detectar peligros y dificultades
intervernir en la actividad libre, si no es que indicadores de competencia temprana.
necesario.
Sorprende lo poco que el bebé necesita al
adulto, si éste le ofrece un entorno seguro,
rico y adecuado.

2.- El adulto debe renunciar a aprovechar la Los adultos no deberíamos actuar según la
extraordinaria maleabilidad de los primeros imagen y experiencia que querríamos haber
años de vida del bebé, para proyectar en él acumulado si nosotros fueramos ahora bebés.
sus propias expectativas de adulto; debe
renunciar a estimularlo en la dirección de
prepararle para afrontar el "futuro" tal y
como él (el adulto) lo concibe (en singular, es
decir, el plan de vida que el adulto considera
adecuado para el bebé, en cada caso).

3.- Es necesario tener paciencia y Debe conseguirse armonía y equilibrio en el


conocimiento: para entender que cada cual entorno, y así el bebé puede experimentar sus
puede hacer su propio desarrollo, bien desequilibrios.
acompañado. El adulto no debe intervenir Pikler crea un entorno tan regular que el bebé
anticipadamente, no debe romper la lo puede anticipar y eso le da una seguridad
estructura ni el proceso de ser uno mismo profunda. Pero el entorno no resuelve su
del bebé. situación motriz, solo las situaciones cotidianas
Emmi Pikler mira al bebé, no a su futuro; lo que no puede resolver él mismo.
importante es cada bebé, cada uno con su
tiempo, cada uno con su camino.

4.- El desarrollo autónomo surge de las Evaluar competencias desde el juicio y detección
fortalezas: No se trata de juzgar lo que falta, de dificultades, añade más dificultad al
ni de estimularlo para que surja. Pikler desarrollo espontáneo.
concluye que el bebé se desarrolla La pedagogía de la compensación ofrece a la
óptimamente si lo hace desde sus fortalezas, infancia "lo que no tiene".
características y deseos vitales. La pedagogía de la autonomía mira hacia lo que
va surgiendo, y acerca al niño hacia el
conocimiento de su saber hacer, de lo que ha
aprendido.
5.- La calidad de los cuidados; el valor de La comunicación verbal es una prioridad en la
una relación privilegiada: La no intervención relación con el niño. Todo lo que el adulto hace
en la actividad independiente del niño no directamente al bebé tiene una traducción
significa un abandono de la relación personal verbal. Al gesto del niño o del adulto, el adulto
del adulto con el pequeño, sino todo lo añade la palabra, la narración del proceso de lo
contrario: requiere el establecimiento de una que están haciendo conjuntamente, de la acción
relación sólida y estable a través de que el niño inicia, de lo que el adulto le pide al
intercambios verbales, de miradas niño, o de lo que interpreta o responde
significativas, de presencia atenta y
comprensiva, por parte del adulto que
transmiten así la seguridad afectiva que todo
bebé necesita, una presencia próxima pero
no abrumadora.

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Libros producidos:

Myriam David, Geneviéve Appell. Lóczy ou le Maternage Insolite. Paris , Ed. Scarabée, 1973
Emmi Pikler. Se mouvoir en liberté dès le premier âge. París, P.U.F, 1979
Emmi Pikler. Moverse en libertad: desarrollo de la motricidad global. Madrid, Ed. Narcea, 2000
Bernard Martino . Les Enfants de la colline des roses : Lóczy, une maison pour grandir. Lattès ,
2001
Agnès Szanto-Féder (bajo la dirección de). Loczy: un nouveau paradigme ?. París, P.U.F, 2002
Bibliografía:

Datos recopilados de:

https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/la-pedagogia-pikler-en-la-educacion-de-los-
ninos/

https://es.wikipedia.org/wiki/Emmi_Pikler

https://paguaras.blogspot.com/2016/10/la-pedagogia-pikler-loczy.html

https://lacasanaranja.com.ar/2012/06/09/libertad-o-abandono-debate-acerca-de-los-aportes-
de-emmi-pikler-a-un-nuevo-paradigma-en-educacion-y-primera-infancia/
PEDAGOGÍA DE LA TERNURA

Alejandro Cussiánavich Villarán

La Pedagogía de la Ternura surgió en un contexto de guerra interna en Perú. Un grupo de


maestros buscaba respuesta a la violencia e indiferencia que afectaban sus vidas y la de sus
estudiantes. Es un enfoque con una vista respetuosa e integral de la infancia, tomando en cuenta
no solo la cognición de los estudiantes sino también sus experiencias diarias, sus emociones y
relaciones interpersonales. La idea fue y es desarrollada por colaboradores del Manthoc e
IFEJANT, dos organizaciones que apoyan a niños trabajadores en la defensa de sus derechos.
Tiene antecedentes y movimientos hermanos en otros países con experiencias semejante.

Lidia Turner Martí

Lidia Turner Martí es una pedagoga cubana con tantos títulos y trayectoria académica en su
haber que demandaría varias líneas presentarla. Sin embargo, tiene una habilidad que la
diferencia de inmediato de otros pensadores de la educación: logra decir de la manera más
simple y emotiva las reflexiones más profundas. Habla así de escuchar a los niños y jóvenes, de
dar lugar a la creatividad en las aulas y de algo más hermoso todavía: de la pedagogía de la
ternura.

Lo que opina sobre la pedagogía de la ternura:

—Hemos llamado así a la base de la pedagogía martiana. Es decir, desde hace años estamos
investigando, analizando, todas las obras de José Martí (escritor y patriota cubano) para extraer
de ahí su teoría. El escribió pero no publicó un libro sobre teoría pedagógica. Las ideas
fundamentales de su pensamiento están en cómo trabajar con un ser humano al que estamos
educando, para que pueda sacar lo mejor de sí en su proceso de formación. Esa es la síntesis.
Estamos probando su obra en la práctica, con niños, en las clases, con maestros o en actividades
entre escolares de América latina. La respuesta es la que nos dice si es correcta, si realmente es
la que nos da su fruto.

Arnobio Maya Betancourt

La pedagogía de la ternura es el concepto, eje de esta obra, con el que se pretende que tanto
docentes como directivos y supervisores de la educación reflexionen y decidan tomar acciones,
en función de una educación verdaderamente integral y no se quede en el simple plano de la
retórica, palabrería o programa electoral.

Los docentes y la calidad de la educación, sostiene la obra, están dados en f unción de la ternura
y así mismo, de la pedagogía utilizada con los educandos. La educación es básica, no únicamente,
un acto de amor y de ternura; por ello, hemos querido escribir estas páginas, para que los
docentes piensen, sientan, reaccionen y apliquen lo mejor que puedan, sus reflexiones y
enseñanzas.

Libros sobre pedagogía de la ternura:

Moya, A.(2003) .CONCEPTOS BÁSICOS PARA UNA PEDAGOGÍA DE LA TERNURA. Colección: textos
universitarios. Ediciones Ecoe. Primera edición. Colombia

Turner Martí, Lidia y Pita Céspedes Balbina. “Pedagogía de la ternura”. Cuba: Editorial Pueblo y
Educación.

Cussiánavich, A. (2010). APRENDER LA CONDICIÓN HUMANA. Ensayo sobre pedagogía de la


ternura. Ediciones IFECANT. Segunda edición. Perú – Lima.

Ley General de Educación Nº 28044 (2008: 02)

Información rescatada de:

(PDF) La Pedagogía de la Ternura -Una lucha por la dignidad y la vida desde la acción educativa.
Available from:

https://www.researchgate.net/publication/303093000_La_Pedagogia_de_la_Ternura_-
Una_lucha_por_la_dignidad_y_la_vida_desde_la_accion_educativa [accessed Sep 23 2018].

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