Vous êtes sur la page 1sur 11

Revista de Psicología Social

International Journal of Social Psychology

ISSN: 0213-4748 (Print) 1579-3680 (Online) Journal homepage: http://www.tandfonline.com/loi/rrps20

Presiones internas del ámbito laboral y/o familiar


como antecedentes del conflicto trabajo-familia

Manuel Marín, Eduardo Infante & Marcos Rivero

To cite this article: Manuel Marín, Eduardo Infante & Marcos Rivero (2002) Presiones internas del
ámbito laboral y/o familiar como antecedentes del conflicto trabajo-familia, Revista de Psicología
Social, 17:1, 103-112

To link to this article: https://doi.org/10.1174/021347402753408695

Published online: 23 Jan 2014.

Submit your article to this journal

Article views: 102

View related articles

Citing articles: 2 View citing articles

Full Terms & Conditions of access and use can be found at


http://www.tandfonline.com/action/journalInformation?journalCode=rrps20
Presiones internas del ámbito laboral
y/o familiar como antecedentes del
conflicto trabajo-familia
MANUEL MARÍN, EDUARDO INFANTE Y MARCOS RIVERO
Universidad de Sevilla

Resumen
Analizamos los antecedentes en la génesis de percepciones conflicto trabajo-familia y viceversa. De acuerdo
con la teoría de rol, se hipotetiza que las tensiones de rol familiar generan percepciones de conflicto familia-
trabajo y que las tensiones de rol laboral se asociarán con percepciones de conflicto trabajo-familia. Al mismo
tiempo, se analiza el papel modulador del género y de la prioridad de carrera en el trabajador. Un total de
85 trabajadores participaron en la recogida de datos que consistió en medidas autoinforme. En general, los
resultados obtenidos confirman las relaciones iniciales. Las mujeres mostraron mayor vulnerabilidad a las
tensiones de rol que los hombres. Estos, que mostraron diferencialmente mayor tendencia al equilibrio entre roles
laborales y familiares, padecieron índices de interferencia ligeramente menores al de las trabajadoras. Se
proponen nuevos trabajos para profundizar en las complejas relaciones entre los ámbitos de desarrollo humano.
Palabras clave: Conflicto interrol, familia, trabajo, percepciones.

Internal presure from work and/or family


sphere as antecedents of work-family
conflict
Abstract
Possible antecedents in work-family conflict perceptions are analyzed in the present study. We hypothesized
that role stress from work would derive in perceptions of work-family conflict and, consequently, role stress from
home would be associated with family-work conflicts. We also investigated these relationships considering
gender and worker’s role salience as mediating variables. A total of 85 subjects took part in this study
consisting of self-report measures. Most findings supported the anticipated relationships. Women showed greater
vulnerability to role tensions than men. Male workers differentially had more balanced salience regarding
work and family roles, therefore showing lower levels of incompatibility across domains. Further studies are
proposed in order to go into the complex relationships between human development domains in greater depth.
Keywords: Interrol conflicts, work, family, perceptions.

Correspondencia con los autores: Manuel Marín. Departamento de Psicología Social, Facultad de
Psicología, Universidad de Sevilla, Campus Ramón y Cajal, Avda. San Francisco Javier
s/n, 41005 Sevilla. E-mail: mmsanche@cica.es
© 2002 by Fundación Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0213-4748 Revista de Psicología Social, 2002, 17 (1), 103-112
104
El trabajo y la familia son dos ámbitos importantes para el desarrollo per-
sonal y social de los ciudadanos. Hasta hace unas décadas, las responsabilida-
des y roles inherentes a estos ámbitos eran desempeñados por hombres y
mujeres de forma separada debido a la tradicional división de roles por sexos
(Kanter, 1977). Actualmente, la familia más habitual en la sociedad occi-
dental es aquella en la que los dos miembros de la pareja trabajan fuera del
hogar y aportan sus ingresos para la supervivencia familiar (O’Rand y Agree,
1993; Gracía, González y Peiró, 1996). Según las últimas investigaciones en
relación con estas familias, la participación en diversos ámbitos fuerza a los
miembros a distribuir coherentemente sus recursos personales en aras a
equilibrar las demandas nacidas de estos. Más concretamente, investigacio-
nes más recientes indican que en este tipo de parejas son frecuentes los con-
flictos y el estrés por interferencia de los ámbitos familiar y laboral (Hertz,
1986). Tener que ocuparse de demandas y roles de diversa naturaleza podría
precipitar un solapamiento entre las responsabilidades familiares y laborales.
El conflicto trabajo-familia ha sido definido por Greenhaus y Beutell (1985)
como una forma de conflicto interrol en la que las presiones de rol de los
dominios laboral y familiar son, en algún sentido, mutuamente incompati-
bles. Su investigación está justificada por el hecho de que provoca problemas
físicos y emocionales (Coverman, 1989; Paden y Buehler, 1995) lo que afec-
ta al bienestar y la salud de los miembros de la pareja, esto es, de los propios
empleados.

ESTRESORES INTRA-ÁMBITO E INTER-ÁMBITOS

La literatura ha identificado numerosos antecedentes del conflicto traba-


jo-familia. La interferencia entre los ámbitos laboral y familiar procede tanto
de fuentes internas a los ámbitos (intra-ámbitos) como entre los ámbitos
(inter-ámbitos). Las fuentes entre ámbitos analizan el conflicto trabajo-fami-
lia como un conflicto interrol en el que los comportamientos a realizar en un
determinado rol laboral son incompatibles con expectativas propias del rol
familiar (o viceversa). Como han indicado Foley y Powell (1997), las expec-
tativas de rol entre los diversos ámbitos no son necesariamente incompati-
bles. Estos autores formulan una nueva definición del conflicto trabajo-
familia sobre la base de desacuerdos surgidos en la díada familiar acerca de la
distribución del tiempo que cada uno otorga a sus roles laborales y familia-
res. Así pues, la consideración de fuentes internas analizaría el conflicto tra-
bajo-familia como un conjunto de estresores intra-ámbito que desequilibran
los recursos disponibles e impiden el desempeño cómodo y eficaz de los roles
laborales y/o familiares.

EL CONFLICTO TRABAJO-FAMILIA

Como fuentes internas más habituales procedentes del trabajo se sitúan


los conflictos de rol (Peiró, Meliá, Zacares, González-Roma, 1987), la ambi-
güedad de rol (Peiró, Meliá, Torres y Zurriaga, 1987) y la sobrecarga laboral
(Kelly y Voydanoff, 1985).
Estas fuentes han sido reconocidas como estresores crónicos del ámbito
laboral (Ivancevich y Matteson, 1982). Según evidencias empíricas, los
estresores laborales se asocian con determinados índices de tensión psicoló-
105
gica (ansiedad, estrés), insatisfacción laboral y síntomas psicosomáticos
(Burke, 1988). Estas tensiones de rol laboral han sido identificadas como
posibles antecedentes del conflicto trabajo-familia. Por ejemplo, Kopelman,
Greenhaus y Connolly (1983) encontraron que estas variables explicaban el
13% de la varianza hallada en el conflicto trabajo-familia.
Una de las variables individuales más investigadas en el campo del con-
flicto trabajo-familia alude a la prioridad de carrera en el trabajador. Los
estudios indican que aquellos trabajadores con mayor prioridad laboral sitú-
an la participación en el ámbito laboral como relevante dentro del conjunto
de sus roles. Son precisamente estos trabajadores los que, en mayor medida,
sufrirían los efectos de los conflictos trabajo-familia. Así mismo, la literatura
constata que las mujeres, por la influencia de determinados procesos de
socialización, padecen frecuentemente los efectos del conflicto entre ámbitos
(Zappert y Weinstein, 1985; Sekaran, 1986). Por este motivo, la variable
género fue también considerada como una variable mediadora en las relacio-
nes anticipadas.

EL CONFLICTO FAMILIA-TRABAJO

Las interferencias entre los ámbitos laboral y familiar poseen un carácter


bidireccional (Gutek, Searle y Klepa, 1991). Esto implica que las tensiones
del ámbito familiar también podrían afectar el desempeño laboral de los
miembros familiares. Los roles desempeñados en la familia afectan pues a
determinados resultados del trabajo aunque esta relación ha sido raramente
investigada (Hughes, Galinsky y Morris, 1992). La literatura constata que
en los procesos de desbordamiento de estrés, determinadas experiencias
estresantes familiares pueden incidir en los procesos de estrés laboral (Peiró,
1992). Por ejemplo, los conflictos familiares se han asociado con descensos
en la satisfacció n y la calidad de vida familiar (Holahan y Gilbert, 1979;
Lewis y Cooper, 1988). Siguiendo la lógica argumental, cabe predecir pues
que las tensiones de rol familiar van a asociarse con aumentos en la percep-
ción de conflicto familia-trabajo.
Por otra parte, los efectos sumativos de estresores laborales y familiares
han sido escasamente investigados (Greenhaus y Beutell, 1985). Podría pen-
sarse que la fuerza resultante de dicha acción sumativa provoque asociacio-
nes mucho más elevadas con la percepción de interferencias inter-ámbitos.

HIPÓTESIS

Acorde con lo comentado anteriormente, se han elaborado cuatro hipóte-


sis de trabajo que guiarán el análisis de datos de la presente investigación:
H1: Los estresores de rol laboral se asociarán principalmente con percep-
ciones de conflicto trabajo-familia.
H2: Los estresores de rol familiar se asociarán principalmente con percep-
ciones de conflicto familia-trabajo.
H3: La asociación de los estresores de rol en relación con la percepción de
interferencia entre ámbitos será mayor al contemplar conjuntamente las ten-
siones laborales y familiares (efecto sumativo).
H4: Las relaciones entre estresores y percepción de conflictos variarán sig-
nificativamente según género y prioridad de carrera en el trabajador.
106
MÉTODO

Muestra

Un total de 85 sujetos procedentes de diversos puestos de trabajo y empresas


tomaron parte en la presente investigación. El 34,4% de la muestra era varón
frente al 57% de mujeres trabajadoras. Por término medio, estos trabajadores
dedicaban 37,3 horas de trabajo semanales (S= 6,9). La edad media de los parti-
cipantes fue de 37,6 años (S= 7,45). Todos los participantes convivían con pare-
jas heterosexuales bien en unión religiosa (47,3%), civil (25,8%) o de hecho
(17,2%). El tiempo medio de convivencia fue de 11,6 años (S= 7,69). El trabajo
de los cónyuges les demandaba a éstos 39,6 horas semanales de media (S= 10,3).
El 30% de estas parejas no tenía hijos, el 17,2% tenía un hijo, el 37,6% dos
hijos y el 6,5% tenía tres o más hijos.

Procedimiento

Ciento cincuenta cuestionarios fueron enviados por correo ordinario a diferen-


tes trabajadores de diversas organizaciones. Todos los participantes reunían las
características de trabajar al menos 20 horas semanales y convivir con otra perso-
na del sexo opuesto desde al menos medio año. Estos son los criterios mayorita-
riamente utilizados en las investigaciones sobre conflicto trabajo-familia (Green-
haus y Beutell, 1985). A través de una carta de presentación se solicitó la colabo-
ración anónima en la recogida de datos para una investigación ajena a la propia
organización en cuestión. En ningún momento fueron revelados los objetivos
internos de la misma. Un total de 85 cuestionarios fueron devueltos completos
lo que supuso una retroalimentación del 56,6%.

Instrumentos de medida

Para la recogida de información fueron utilizados una serie de escalas y cues-


tionarios referidos a las variables de estudio. Al no existir adaptaciones españolas
de estos instrumentos, los resultados deben valorarse en la medida que permitan
las traducciones y cálculos de índices de fiabilidad. La denominación, descrip-
ción y propiedades de cada una de ellas figura a continuación:
1. Escala de Saliencia Laboral y Familiar: escala mono-ítem, desarrollada por
Lobel y St. Clair (1992), que evalúa la percepción de uno mismo respecto a su
mayor o menor inclinación a la familia versus trabajo. Consta de 5 opciones de
respuesta de naturaleza gradual (ej. “Me considero una persona familiar y dedica-
da a mi carrera pero con mayor inclinación a la familia”), de forma que las opcio-
nes establecen las siguientes equivalencias: [1-2]= prioridad familiar, [3] = equi-
librada y [4-5]= laboral.
2. Escala de conflicto trabajo-familia: cuestionario elaborado por Duxbury y
Higgins en 1991, evalúa, a través de 16 items, la percepción de la interferencia
del trabajo sobre la familia. Cada ítem puntúa en una escala tipo Likert de 5
puntos (1= nunca hasta 5= siempre). La escala conflicto familia-trabajo mide la
percepción de interferencia de la familia sobre el trabajo. Posee la misma estruc-
tura que la escala anterior pues nace de cambiar la palabra “trabajo” por “familia”
y viceversa. La escala obtuvo un alpha de Cronbach de .88 en la investigación de
Higgins y Duxbury en 1992.
107
3. Indice de Tensión Laboral: elaborado por Kahn, Wolfe, Quinn, Snoek y
Rosenthal (1964), se utiliza para evaluar el nivel de conflicto o tensión derivado
del rol laboral. Esta escala ha sido ampliamente utilizada en la investigación
sobre roles y estrés ocupacional. Posee una consistencia interna de .80 (Higgins y
Duxbury, 1992).
4. Encuesta de Calidad del Empleo, elaborada por Quinn y Staines en 1979 y la
tabla de Eventos Vitales Estresantes de Holmes y Rahe (1967): la primera posee una
serie de items que evalúan el conflicto derivado del rol familiar a través de una
escala tipo Likert de 5 puntos (1= nunca hasta 5= siempre). Por su parte, la tabla
de Eventos Vitales Estresantes registra el número de sucesos estresantes que un
individuo ha soportado en el plazo de 6 o 12 meses. Cada suceso es asociado por
los autores con un determinado número de unidades de estrés. Los estresores
laborales (ej. problemas con el jefe o superior) junto con otros no pertinentes en
la investigación (ej. divorcio), fueron eliminados de la lista.

RESULTADOS

Estadística descriptiva

Las medias, desviaciones tipo y coeficientes alphas de fiabilidad asociados a


cada instrumento de medida se reflejan en la tabla I. Las diferencias de género
también son indicadas en dicha tabla.
Las puntuaciones obtenidas por las mujeres trabajadoras fueron siempre lige-
ramente mayores en todas las variables. Desde el punto de vista estadístico, sin
embargo, no se dieron diferencias de género significativas en la percepción de
conflictos interámbitos ni en la tensión de rol laboral o familiar percibidos. La
única variable en la que sí se obtuvieron resultados significativamente distintos
fue en prioridad del trabajador, mostrando ellas más inclinación hacia la familia
y ellos mayor interés hacia posturas de balanceo entre roles familiares y laborales
(t=2,195, p<0,05).
TABLA I
Medias y desviaciones tipo según género y coeficientes alphas de los instrumentos

Mujeres (n=53) Hombres (n=32)

Variable Rango Media S Media S Alphas

1. Tensión de rol laboral 1-5 2,51 0,71 2,44 0,62 0.86


2. Tensión de rol familiar 1-5 2,34 0,55 2,27 0.46 0,58
3. Tensión de rol 1-5 2,43 0,48 2,36 0,45 0,83
4. Eventos vitales estresantes --- 84,0 65,1 75,5 44,6 ---
5. Conflicto trabajo-familia 1-5 2,95 0,62 2,76 0,53 0,88
6. Conflicto familia-trabajo 1-5 3,00 0,41 2,91 0,36 0,89
7. Prioridad del trabajador 1-5 2,13 0,76 2,44 0,88 ---
Notas: La variable Tensión de Rol es una puntuación media obtenida de las variables 1 y 2. En la variable
Prioridad del Trabajador, cuanto más cercano al 1, mayor prioridad familiar y cuanto más al 5, mayor
prioridad laboral.

En general, la muestra indicó mayor percepción de tensiones laborales (2,50,


S=0,68) que familiares (2,32, S=0,52). Considerando los rangos de las escalas,
estos índices fueron bajos (escala 1-5) e indican que los trabajadores selecciona-
dos padecían tensiones moderadas o bajas en sus ámbitos básicos de desarrollo.
108
Por otra parte, la percepción de conflicto trabajo-familia en la muestra global
(2,88, S=0,59) fue menor que la de conflicto familia-trabajo (2,96, S=0,39). Este
resultado podría estar indicando que la familia es un ámbito menos vulnerable
que el laboral. De cualquier forma, los índices fueron moderados ya que no supe-
raron la puntuación media de la escala (1-5).

Prueba de hipótesis

La tabla II muestra las correlaciones entre las variables consideradas. El esta-


dístico de contraste utilizado fue el índice de correlación de Pearson. Como se
aprecia, todas las variables incluidas en el estudio, excepto la variable referida a
eventos vitales estresantes, correlacionaron mutuamente entre sí. De esta forma,
la existencia de tensiones familiares y/o laborales se asoció muy estrechamente
con percepciones de interferencia interámbitos en ambas direcciones. Sin embar-
go, los datos de la escala de Holmes y Rahe sólo correlacionaron con percepcio-
nes de conflicto trabajo-familia. La puntuación media en dicha escala fue e 80
puntos y, según los autores, la existencia de riesgo estresante para el individuo
parte de una puntuación de 150.
El conflicto trabajo-familia se relacionó tanto con tensiones en el rol laboral
(0,46) como familiar (0,40), siendo esta primera asociación algo mayor. Estas
correlaciones fueron aún más evidentes al considerar la acción simultánea de
ambos antecedentes en un claro efecto sumativo (0,54).
El conflicto familia-trabajo también se relacionó con estas tres variables en la
misma intensidad y secuencia lógica: tensión de rol (0,38), tensión de rol fami-
liar (0,32) y tensión de rol laboral (0,28). El efecto sumativo también tuvo lugar
en la dirección familia-trabajo por lo que la hipótesis H3 recibió apoyo empírico.
TABLA II
Coeficientes de correlación entre las variables del estudio

V ariables 1 2 3 4 5 6

1. Tensión de rol laboral


2. Tensión de rol familiar 0,237*
3. Tensión de rol1 0,846** ,719**
4. Eventos vitales estresantes 0,110 0,148 0,160
5. Conflicto trabajo-familia 0,461** 0,390** 0,544** 0,225*
6. Conflicto familia-trabajo 0,280** 0,328** 0,380** 0,184 0,791**
1
Nota: La variable Tensión de Rol es una puntuación media obtenida de las variables 1 y 2.

Los primeros resultados obtenidos parecen apoyar parcialmente las hipótesis


H1 y H2 siempre y cuando se considere la intensidad relativa de las asociaciones
entre variables. Así pues, las correlaciones más altas en relación con la interferen-
cia entre ámbitos tienen lugar al considerar variables sumativas (tensión de rol) y
las directamente asociadas al ámbito de origen (laboral y/o familiar). No se con-
firma esta teoría al considerar la variable eventos vitales estresantes ya que, en
contra de lo esperado para una variable extra-laboral, sólo correlacionó (muy
débilmente) con la percepción de conflicto trabajo-familia.
Se procedió a un análisis más discriminativo de las correlaciones entre tensión
de rol laboral y percepción de conflicto interámbito. Para dicho análisis, se reali-
zó un análisis factorial de la escala del Índice de Tensión de Rol Laboral que permi-
tió dividir a la misma en 3 subescalas: e1= ambigüedad de rol laboral (items #1
109
y 5), e2= conflicto de rol laboral (items #3, 7, 10 y 12) y e3= sobrecarga de rol
laboral (items #2, 4 y 9). Los items #6, 8 y 11 se eliminaron debido a que su con-
tenido no encuadraba correctamente en ninguno de las subescalas y aludían a
situaciones de interferencia de forma directa (ej. Item #8. Creer que tu trabajo tien-
de a interferir en tu vida familiar).
Las correlaciones entre subescalas y las variables de conflicto entre ámbitos figu-
ran en la tabla III. Los resultados indican que las fuentes de estrés derivadas del
desempeño del rol laboral se relacionan con el conflicto trabajo-familia a un nivel
del 0,99. Por el contrario, la percepción de conflicto familia-trabajo no se relacionó
con el conflicto ni la sobrecarga de rol laboral y lo hizo ligeramente con la variable
ambigüedad de rol. Estos datos confirman la hipótesis H1 y, parcialmente, la H2.
TABLA III
Coeficientes de correlación entre subescalas del Índice de Tensión de Rol Laboral y la percepción de conflic-
to interámbito

Variables Conflicto trabajo-familia Conflicto familia-trabajo


Ambigüedad de rol 0,341** 0,242*
Conflicto de rol laboral 0,294** 0,146
Sobrecarga de rol 0,324** 0,160

Para constatar los efectos mediadores de prioridad en la carrera y género en la


percepción de conflicto interámbito se realizaron regresiones lineales múltiples.
Los datos obtenidos figuran en las tablas IV y V. Dado que la muestra estaba ses-
gada hacia el ámbito familiar, la variable Prioridad del trabajador fue dividida en
dos grupos: [1-2] prioridad familiar; y [3-5] prioridad laboral y equilibrada1.
Para la constatación de los regresores significativos en la explicación del con-
flicto trabajo-familia se utilizó el procedimiento “introducir”. Los datos indican
que las tensiones nacidas en el ámbito laboral sólo afectan significativamente a la
percepción de conflicto trabajo-familia de aquellas trabajadoras con prioridad
laboral o de aquellos trabajadores con mayor inclinaciones hacia la familia (prio-
ridad familiar).
TABLA IV
Predictores laborales y familiares del conflicto trabajo-familia según saliencia y sexo del trabajador (coe-
ficientes Beta)

Conflicto trabajo-familia Mujeres Hombres

Tipo de prioridad Tipo de prioridad


Predictores Familiara Laboral / equilibradab Familiarc Laboral / equilibrada

Tensión de rol laboral 0,06 0,746** 0,602* 0,076


Tensión de rol familiar -0,047 0,012 0,293 0,293
Tensión de rol 0,017* 1,01** 0,495 0,622

N= 36 17 14 18

a. R= 0,229, F(2,36)= 4,90, p< 0,01.


b. R= 0,564, F(2,17)= 9,04, p< 0,01.
c. R= 0,602, F(2,14)= 6,83, p< 0,05.

Por otro lado, y como era de esperar, las tensiones familiares no explicaron
ninguna variabilidad en los datos del conflicto trabajo-familia. Sin embargo, la
percepción de conflicto trabajo-familia de trabajadoras pudo explicarse, en parte,
110
por efectos de acumulación de roles (efecto sumativo), independientemente del
tipo de prioridad mostrada.
TABLA V
Predictores laborales y familiares del conflicto familia-trabajo según saliencia y sexo del trabajador (coe-
ficientes Beta)

Conflicto trabajo-familia Mujeres Hombres

Tipo de prioridad Tipo de prioridad


Predictores Familiara Laboral / equilibrada Familiar Laboral / equilibrada

Tensión de rol laboral -1,29* 0,178 0,310 0,275


Tensión de rol familiar -0,954 0,370 -0,291 0,187
Tensión de rol 0,181* 0,836 0,848 0,218

n= 36 17 14 18

a. R= 0,161, F(2,36)= 2,05, p< 0,05.

La tabla V muestra estos mismos análisis para los datos obtenidos en la varia-
ble conflicto familia-trabajo. La tensión de rol laboral fue la única variable signi-
ficativa capaz de explicar la variabilidad en la percepción de conflicto familia-
trabajo en el caso de las mujeres trabajadores con inclinación familiar. En este
mismo grupo, las tensiones de rol familiar fueron también predictores de inter-
ferencias familia-trabajo. Ninguna fuente de estrés de rol fue predictora signifi-
cativa en la percepción de los trabajadores.

DISCUSIÓN

La presente investigación ha identificado antecedentes de la percepción de


conflictos interámbito en un grupo de trabajadores. Tal y como fue anticipado en
las hipótesis, la percepción de interferencia entre ámbitos se asoció con tensiones
nacidas en el ámbito de origen. Así, las tensiones de rol laboral se relacionaron
significativamente con percepciones de conflicto trabajo-familia y las tensiones
de rol familiar se asociaron con percepciones de conflicto familia-trabajo. Estas
relaciones fueron más evidentes en el ámbito laboral que familiar. Además, los
eventos extralaborales no se asociaron con percepciones de interfrencia familia-
trabajo como era de esperar. De entre los antecedentes del conflicto trabajo-fami-
lia, la sobrecarga de rol parece ser la de mayor relación, seguida de la ambigüe-
dad y el conflicto de rol. La muestra también constató efectos sumativos al
encontrarse correlaciones elevadas entre tensión de rol y percepciones de conflic-
to en ambas direcciones.
Finalmente, los datos también confirmaron el papel modulador del sexo y de
la prioridad en la carrera de los trabajadores en las relaciones entre antecedentes y
percepciones de conflicto interámbito. En este sentido, se obtuvo que la tensión
de rol familiar no genera percepciones de conflicto al considerar dichas variables.
La muestra, sesgada hacia el ámbito familiar, atiende principalmente dicho
ámbito cuando acontecen situaciones estresantes por lo que no se derivan percep-
ciones de incompatibilidad en dicha dirección. La tensión de rol laboral generó
percepciones de conflicto trabajo-familia sólo en trabajadoras con prioridad labo-
ral. Estas, ante demandas excesivas del rol laboral, perciben que no pueden satis-
facer aquellas otras nacidas de su rol preescrito socialmente. También en este
grupo, estas demandas generaban percepciones de conflicto familia-trabajo,
111
indicando posibles sentimientos incompatibles al tener que atender un ámbito
distinto al ámbito de preferencia. Estas reflexiones sugieren que las mujeres
luchan frecuentemente entre sus propios expectativas de autorrealización y aque-
llas otras transmitidas por la sociedad y ligadas al sexo (rol de género). Los hom-
bres, empero, no tendrían estas dicotomías. Se constata que los varones, al tener
que atender demandas elevadas en el rol laboral, no dudan en enfrentarse a ellas y
en ellos no acontecen percepciones de incompatibilidad.
Las mujeres, a diferencia de los hombres, también sufrieron los efectos suma-
tivos de los estresores de rol. La tensión de rol explicó en ellas parte de la variabi-
lidad en la percepción de conflicto interámbito. Esto fue así en aquellas trabaja-
doras con prioridad laboral al ser estas las más reacias a mantener los roles social-
mente preescritos al género. Se infiere que las mujeres trabajadoras perciben con
mayor frecuencia las tensiones de rol familiar y laboral indiferenciadas, de forma
que tendrían una percepción mezclada del desempeño de las mismas. Por el con-
trario, los trabajadores parecen separar con más acierto las demandas nacidas de
los diversos ámbitos y actuar en consecuencia. Esta afirmación parece coincidir
con Gutek, Repetti y Silver (1988) quienes afirmaron que las mujeres perciben
las demandas de rol de forma “paralela” mientras que los hombres lo hacen de
forma “secuencial”.
Nuevas propuestas investigadoras deben partir a raíz de estos comentarios en
aras a esclarecer las complejas relaciones entre los diversos ámbitos de desarrollo
humano. Estas iniciativas deben considerar detenidamente las limitaciones del
presente estudio. Se precisa pues asegurar la utilización de instrumentos de
medida precisos, garantizar suficiente variabilidad e intensidad en los datos e
índices calculados y complementar los hallazgos con información cualitativa.

Referencias
BURKE, R. J. (1988). Some antecedents and consequences of work-family conflict. Journal of Social Beha-
vior and Personality, 4 (3), 287-302.
COVERMAN,S. (1989). Role overload, role conflict and stress: Addressing consequences of multiple role
demands. Social Forces, 67, 965-982.
DUXBURY, L. E. y HIGGINS, C. A. (1991). Gender differences in work-family conflict. Journal of Applied
Psychology, 76, 60-74.
FOLEY, S. y POWELL, G.N. (1997). Reconceptualiz ing work-family conflict for business/marriage part-
ners: a theoretical model. Journal of Small Business Management, 35, 36-47.
GRACIA, F. J., GONZÁLEZ, P. y PEIRÓ, J. M. (1996). El trabajo en relación con otros ámbitos de la vida.
En J. M. Peiró y F. Prieto (Dirs.), Tratado de Psicología del Trabajo. Vol II: Aspectos Psicosociales del Tra-
bajo (pp. 187-222). Madrid: Síntesis.
GREENHAUS, J. H. y BEUTELL, N. J. (1985). Sources of conflict between work and family roles. Academy
of Management Review, 10 (1), 76-88.
GUTEK, B. A., REPETTI, R. L. y SILVER, D. L. (1988). Nonwork role and stress at work. En G. L. Cooper
y R. Payne (Eds.), Causes, coping, and consequences of stress at work (pp. 141-174). Chichester: John
Wiley & Sons.
GUTEK, B. A., SEARLE, S. y KLEPA, L. (1991). Rational versus gender role explanations for work-family
conflict. Journal of Applied Psychology, 76, 560-568.
HERTZ, R. (1986). More equal than others; Women and men in dual-career marriages. Beverly Hills:
University of California.
HIGGINS, C. A. y DUXBURY, L. E. (1992). Work-family conflict: A comparison of dual-career and tradi-
tional-career men. Journal of Organizational Brebavior, 13, 389-411.
HOLAHAN, C. K. y GILBERT, L. A. (1979). Interrole conflict for working women: Careers versus jobs.
Journal of Applied Psychology, 69, 86-90.
HOLMES, T. H. y RAHE, R. H. (1967). The social adjustment rating scale. Journal of Psychosomatic Rese-
arch, 11, 213-218.
HUGHES, D., GALINSKY , E. y MORRIS, A. (1992). The effects of job characteristics on marital quality:
Specifying linking mechanisms. Journal of Marriage and the Family, 54,31-42.
IVANCEVICH, J. M. y MATTESON, M. T. (1982). Occupational stress, satisfaction, physical well being,
and coping. A study of homemakers. Psychological Reports, 3 (50), 995-1005.
112
KANTER, R. M. (1977). Work and family in the United States: A critical review and agenda for research and
policy. Nueva York: Russell Sage Foundation.
KELLY, R. F. y VOYDANOFF, P. (1985). Work/family role strain among employed parents. Journal of
Applied Family and Child Studies, l 3 (34), 367-374.
KHAN, R. L., WOLFE, D. M., QUINN, R. P., SNOEK, J. D. y ROSENTHAL, R. A. (1992). Organizational
stress: studies in role conflict and ambiguity. Nueva York: Wiley.
KOPELMAN, R., GREENHAUS, J. y CONNOLLY, T. (1983). A model of work, family, and interrole conflict:
A construct validation study. Organizational Behavior and Human Performance, 32, 198-215.
LEWIS, S. N. y COOPER, C. L. (1988). Stress in dual-earner families. En B. A. Gutek, A. Stromberg y L.
Larwood (Eds.), Women and work (Vol 3, pp. 139-168). Newbury Park: Sage Publications.
LOBEL, S. A. y ST. CLAIR, L. (1992). Effects of family responsibilities, gender, and career identity salience
on performance outcomes. Academy of Management Journal, 35, 1057-1069.
O’RAND, A. M. y AGREE, E. M. (1993). Kin reciprocities, the familial corporation, and other moral eco-
nomies: Workplace, family, and kin in the modern global context. En G. L. Maddox y M. L. Lawton
(Eds.), Focus on kinship, aging, and social change. Annual review of gerontology and geriatrics (Vol. 13, pp.
75-95). Nueva York: Springer.
PADEN, S. L. y BUEHLER, C. (1995). Coping with the dual income lifestyle. Journal of Marriage and the
Family, 57, 101-110.
PEIRÓ, J. M. (1992). Desencadenantes del estrés laboral. Madrid: Eudema.
PEIRÓ, J. M., MELIÁ, J. M., ZACARES, I. y GONZÁLEZ-ROMA, V. (1987). La medida de la experiencia de
conflicto en el desempeño de roles. Cuestionario de Conflicto de Rol. Evaluación Psicológica, 3, 3, 345-
381.
PEIRÓ, J. M., MELIÁ, J. L., TORRES, M. A. y ZURRIAGA, R. (1987). La medida de la experiencia de la
ambigüedad de rol en organizaciones. Cuestionario General de Ambigüedad de Rol en Ambientes
Organizacionales. Evaluación Psicológica, 3, 1, 27-53.
QUINN , R. E. y STAINES, G. L. (1979). The 1977 quality of employment survey. Ann Arbor: University of
Michigan.
SEKARAN, U. (1986). Dual-career families. San Francisco: Jossey-Bass.
ZAPPERT, L. T. y WEINSTEIN, H. M. (1985). Sex differences in the impact of work on physical and psy-
chological health. American Journal of Psychiatry, 10 (142), 1174-1178.

Vous aimerez peut-être aussi