Vous êtes sur la page 1sur 3

“Etiquetas y etiquetados.

Cuenta la leyenda que en épocas pasadas las orejas de burro, reglazos en las manos, jalones de cabello y de
más prácticas poco ortodoxas fueron utilizadas por aquellos seres que hasta la fecha son temidos, odiados y
porque no hasta satanizados.

Pero, te has preguntado alguna vez si son ciertas aquellas historias? Qué hay detrás de esos malévolos
individuos?

Nada, hemos de pensar, ellos simplemente están de pie al centro del salón, con rostro de pocos amigos,
torturándonos diariamente desde los 5 años, con tareas larguísimas, ejercicios en clase interminables, de esos
que nos agotaban hasta decir basta y nos dejaban sin receso para zambullirnos esa irresistible torta que
nuestra querida madre preparó.

Que seres tan más crueles, pero, (sí, otro pero y dudo que en los siguientes párrafos no exista otro, así que
pongan atención a cada uno de ellos, tal vez cambien un poco la realidad inventada en ocasiones) vamos por
pasos, Tú que sientes al estar frente a todos tus compañeros durante una exposición?

Reconozcamos aquellos signos y síntomas: Manos sudorosas, temblor en las piernas, voz titubeante, nos
abrazamos casi casi a la pared y recitamos lo escrito cínicamente de la cartulina que seguro por todo lo
anterior se despegó a mitad de lectura.

Que vida tan difícil tienen los estudiantes! Y que divertida la de un maestro, que va…

Entonces, ya, entrados en aquello de la educación es momento de poner en práctica la empatía, que? Sí,
empatía señores, aquella que, en palabras más amables es “ponerse en los zapatos del otro” Y, cómo porqué
lo haríamos?

Piensa, si tú como alumno sientes toda clase de barbaridad en tu cuerpo al enfrentar a tú grupo, Cómo crees
que un profesor se siente?

Te explico, un maestro no nació siendo maestro, se preparó también en una escuela, se especializo y se
actualiza cada cierto tiempo para transmitir esa información.

Y porque hay tanto estudiante con malas calificaciones e incluso reprobados? Claro, claro, porque son tan
crueles que su único objetivo es arruinar la existencia, podría afirmar ya que, fue lo que escuche miles de
veces durante mi estancia como aprendiz.

Sé, por experiencia que un maestro viene en distintos empaques, refiriéndome no a su físico, sino a su
carácter, existen:

Los barco: aquellos maestros que son amables, echan relajo, su clase es súper entretenida dónde cualquiera
es catalogado como un genio puesto que, tienes un diez asegurado por respirar de manera adecuada.
Los troncha toro: si viste la película “Matilde”, sabrás a que me refiero y si no, significa que son esos
individuos que buscan hasta el mínimo pretexto para regañarte, exigen disciplina y es muy difícil aprobar su
materia, así que probablemente te veas en el siguiente año re cursando la materia.

Los botana: suelen ser principiantes o tener poca experiencia como docentes así que, los podemos ver
tímidos, titubeantes y poco respetados (muy poco en realidad).

Los ni de aquí, ni de allá: estos maestros son muy raros en su especie y casi nadie los aprecia, no porque
sean inexpertos, todo lo contrario, sino porque tienen tanta información que transmitir al mismo tiempo que
te ofrecen una buena platica después de clases, son flexible, por lo que muchos creen que a la hora de la hora
podrán manipularlos, sumamente equivocados.

Los choreros: de esos que inician explicando la clase y terminan por contar hasta la receta secreta de la
abuelita de su abuelita.

Los arrulladores: el solo nombre lo dice, maestros que tienen la habilidad en su voz para llevarnos a nuestro
quinto sueño mientras explican o leen.

Los faroles: tipos que presumen tener licenciatura, maestría, doctorado y empapelado, pero nunca enseñan
absolutamente nada en clase y te dejan investigar todo para calificar con un simple rayón.

Te has encontrado con alguno de estos maestros? Ahora, caes en la cuenta como los etiquetamos y referimos
a ellos? Ah, porque a pesar de hacer cierta distinción por su carácter también solemos nombrarlos con un
apodo, el chaparro, la tongo lele, el botijas, etc.

Lo entiendes ahora? Sigues creyendo que su vida es fácil lidiando con hasta 60 alumnos por hora?

Ni por un minuto lo analizamos, sólo deseamos se rompa una pierna, enfermen, lo corran, o en los casos
extremos fallezcan, hábitos de estudiantes decimos.

En entrevista con una profesora a nivel universidad, nos cuenta su experiencia sobre un primer día de clases:

“ Fue difícil, tenía muchos nervios, aún así no dudé ni un segundo de mí, me presente segura, con mi clase
ya preparada, hice preguntas básicas sobre ellos, cómo, cuál es su nombre, edad, de donde venían, que les
gustaba hacer, ya sabes, para conocerlos un poco al mismo tiempo dejé que me cuestionaran siempre y
cuando fuera con respeto.

Después estipulé mi reglamento, deje claro que es lo que me molesta, para evitar futuros problemas, súper
exigente con ellos, siempre el primer día me gusta detectar al “líder”, para saber manejarlos es importante
conocer quien es el que manda y si tu le haces ver que eres el docente, los demás acatan las ordenes.

También reconozco fue divertido, pues los chicos tenían cara de espanto (risas)”

Ah, entonces ellos también ponen etiquetas a los alumnos, (ja, ya lo sabíamos, pero esto lo confirma).

Pero, que mensaje tienen ellos para quienes asisten al colegio?


“La noche es larga cuando se es estudiante”

Ya leíste? Esto es un poco de lo que viven a diario los maestros, mientras que tú quizás como alumno has
sido hiriente en bastantes ocasiones, deja un poco el desastre, aprovecha la información que te ofrecen y
piensa dos veces como tratas a un maestro tal vez seas tú quien dará clases cuando tengas edad, crea
conciencia antes de tirar esa bolita de papel que sostienes en tu mano en dirección a tu profesor.
#abrazaaunmaestro

Nombre :Omar Baez Romero

Sección: 36

Email: snowdust.obr@gmail.com

Tel Cel. 044 55 2846 9134

Titulo: “Etiquetas y etiquetados.”

Vous aimerez peut-être aussi