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ANEXO

LA CONCEPCIÓN ANDRAGÓGICA DEL


DIPLOMADO

LA CONCEPCIÓN ANDRAGÓGICA DEL ADULTO

Tomado del Libro.


“Andragogía: Propuesta de
Autoeducación”, de: Juan
Carlos Brandt
El adulto desde la andragogía.

Ser adulto, es definirse, asumirse, vivir conscientemente,


racionalmente, críticamente en un mundo convulsionado, donde el modo
de ser en el estar, fundamenta el existir, en convivencia con las otras
personas con quien nos realizamos y realizamos.

Como se puede observar, desde una concepción andragógica el


ser adulto, implica la capacidad de definirse por si mismo, frente a lo que
aparenta y de la manera como es percibido e interpretado por las otras
personas, con quienes necesariamente se interrelaciona. Asumirse en lo
que es y lo que puede ser, de lo real y lo posible, según una escuela de
valores, que requiere establecer en su propia vida personal, social y
natural: por lo cual puede vivir con plena conciencia de lo que es y lo que
quiere ser, lo que forma parte de él, lo que quiere conservar o rechazar,
mediante el uso de su razón y desarrollo de todas las facultades que están
en cada quien, en cuanto persona, en forma reflexiva y crítica, generada
por sí mismo, en el contexto social y natural del cual forma parte.

Todo esto requiere, que se haya desarrollado el cuerpo, la mente, el


equilibrio psicológico y social, la conciencia y responsabilidad consigo
mismo, con los otros y la naturaleza, asumir el compromiso de ser humano y
realizarse como tal, en cuanto a persona.

La edad cronológica, que se establece como indicador de adultez,


varia según las leyes de cada país y oscila entre 15, 18, 21 y 30 años; el
crecimiento y desarrollo físico o biológico; la madurez emocional, social o
intelectual; la productividad económica, la culminación o no de estudios
básicos, medios o superiores; la condición de madre, padre o de
reproducción sexual, son criterios del hombre, como ser adulto, en la
Andragogía.

Lo fundamental del ser adulto es lograr su propia definición de lo que


es, de donde está, de lo que vale, de lo que quiere y puede ser, asumirse
responsablemente, comprometido consigo mismo y con el contexto social
y natural donde está inmerso, vivir racionalmente, de forma reflexiva,
afectiva y social, y así auto realizarse en el mundo con los otros y la
naturaleza, a quienes deben dársele lo que de ellos se recibe, como
personas iguales, que somos todos, con diferencias propias accidentales y
secundarias.

La realización del hombre como persona, de acuerdo con la


igualdad en medio de las diferencias, la libertad en relación con los otros,
la fraternidad que emerge del encuentro y convivencia con los otros,
conforma la realidad andragógica, del ser en el estar siendo personas,
humanas, en interrelación permanente y realización consentida de
manera comunitaria, solidaria, en estar en relación de yo-tu, en nosotros,
en el mundo donde nos realizamos, nos constituimos y lo intentamos y
realizamos.

El andragogo tiene la gran responsabilidad de ayudar a que los


participantes sean capaces de aprender, para luego auto aprender y
auto educarse. Sin necesidad de educadores que los dirijan. Sólo así, cada
quien puede ser lo que es y lo que quiera ser en el estar siendo, en el
nosotros, en convivencia necesaria con el medio social y natural donde
nos realizamos, y a los cuales de alguna manera, se contribuye a realizar,
ser, acaecer, estar, en un proceso continuo o permanente de creación y
recreación, tanto de nosotros como del mundo.

El Hecho Andragógico.

El hecho educativo como auto educación que se realiza en un


proceso, fenómeno, relación e interrelación, al ser concebido como hecho
andragógico, necesariamente conduce a revisar todo lo que interviene, e
influye y ajusta aprendizajes en los participantes.

Los participantes en este caso, no sólo son los aprendices, son todas
aquellas personas que, de una manera u otra proporcionan y aportan
recursos o medios de aprendizaje. En este sentido tanto los profesores,
estudiantes, bibliotecólogas y bibliotecarias, administradores, secretarias,
vigilantes, cantineros, aseadores y la comunidad, los actores en los medios
de comunicación de diversa índole, al actuar como facilitadores de
aprendizajes, en consecuencia, son participantes del hecho andragógico,
y afectan al medio exterior y la realidad interior, con lo cual, se concibe
como excelentes recursos en el aprendizaje y autoaprendizaje.

En un modelo andragógico se identifican los profesores como los


facilitadores y los estudiantes como participantes.

Los Facilitadores

Los docentes y las personas quienes actúan en las Instituciones o


Centros de formación de adultos, como facilitadores del proceso
andragógico, participan activamente de diferentes maneras entre las que
se pueden encontrar distintas apreciaciones.
 La aceptación de lo que se es y lo que se sabe, con plena
conciencia de lo que se ignora y la necesaria preocupación
por la actualización mediante el aprendizaje y auto
aprendizaje.
 La disposición a ayudar otros aprendices o estudiantes a
realizar actividades de aprendizaje o autoaprendizaje.
 El deseo de colaborar en la evaluación de las necesidades
personales, sociales e institucionales.
 La ayuda en la planificación de actividades de aprendizaje y
su seguimiento.
 La participación en la selección, adquisición o creación de
recursos de aprendizaje y su seguimiento.
 La intervención en la valorización de los progresos alcanzados
según los objetivos de aprendizaje propuestos, mediante la
evaluación, coevaluación y autoevaluación.

De acuerdo con estas actividades del facilitador, el mismo,


necesariamente tiene que ser una persona responsable, colaboradora,
colega y amigo. Fomentar las actividades y conductas dirigidas hacia el
logro de la autogestión del aprendizaje en los participantes, para lo cual se
requiere que actúe como asesor, consultor, tutor y ayudante en la
búsqueda, creación y adquisición de recursos de aprendizaje. Esto supone
que genere una asociación entre el facilitador y el participante, el deseo
personal de cooperación y apoyo, y que pueda darse una planificación
del proceso de aprendizaje cuyas actividades se ejecuten de manera
responsable y compartida, con confianza en el aprendiz.
Para facilitar el aprendizaje existen pautas de participación en
circunstancias de organización del aprendizaje, que puede lograrse, según
aprendizajes anticipados, como en el caso de una película, cuyo
contenido es lo que se va aprender. Se trata de encontrar en el medio o
entorno aquellos recursos de aprendizaje que allí están ya elaborados.

Otros aprendizajes no anticipados, se logran en la observación y


contacto directo con la realidad y sus condiciones, como el caso de una
secretaria o profesor que observando y analizando la realidad, solicita
ayuda a un colega orientador, recibe informaciones y hasta un manual, lo
lleva a su casa, lo estudia, adquiere aprendizajes, sabe como hacer y
busca por qué y para qué debe hacerlo así.

También se afirma, que existen experiencias asociadas de


aprendizaje que conducen a otras, como sucede cuando se lee sobre
algún tema y se aplica luego lo que se aprendió, toma como ejemplo, leer
sobre fuentes de energía y procede a construir una fuente de energía.

También se plantea, que otros acontecimientos con aprendizaje no


asociado, proporcionan considerables conocimientos, de fondo, sobre un
tema determinado, el cual no se encuentra relacionado con el proceso de
aprendizaje planificado, pero la experiencia se los suministra.

El docente facilitador, al emprender una serie de acciones para


fomentar la autodecisión del aprendizaje en los estudiantes participantes,
se presenta como motivador, animador y colaborador, mediante:
suministro de informaciones sobre determinados temas, recomendaciones
bibliográficas, charlas, conferencias, mejoramiento de la cultura, buen uso
de los medios audiovisuales y otros recursos y técnicas de aprendizaje.
Su contribución en el medio de aprendizaje de los participantes
como persona o en los pequeños grupos, de acuerdo con los
requerimientos, de determinadas partes del contenido del aprendizaje,
conforme a los objetivos a lograr es de gran importancia, al igual que las
siguientes:

 La colaboración con los participantes en el proceso de valoración


de sus necesidades, competencias y limitaciones, a objeto de que
cada persona pueda establecer su propio proceso de aprendizaje.

 Las relaciones con especialistas en determinadas áreas de


conocimiento y generar experiencias de aprendizaje en las personas
y grupos pequeños, sin desactivar las sesiones de trabajo con grupos
grandes, que regularmente forman las secciones o cursos.

 La interrelación con los participantes dentro y fuera del contexto


formal, actuando como motivador interlocutor de necesidades de
autoaprendizaje.

 La orientación de los participantes en el desarrollo de actividades de


aprendizaje que fomente los estudios independientes.

 El propiciar la reflexión crítica dialógica, el cuestionamiento, la


discusión y actividades en grupos pequeños y amplios, que
desarrolle el interés por las experiencias del autoaprendizaje.
 El excitar en el desarrollo de actitudes favorables hacia la
inconformidad, la curiosidad, el descubrimiento, el autoaprendizaje y
la indagación dirigida por ellos mismos de manera independiente.

 El motivar un desarrollo del proceso de autoaprendizaje continuo,


donde se fomente la participación de los participantes y la
integración de experiencias, vivencias y conocimiento.

 El promover la autoevaluación, la coevaluación y convalidar la


evaluación de los avances del estudiante a lo largo del proceso de
autoaprendizaje y logro de objetivos.

El facilitador docente en su misión, al proporcionar condiciones


favorables para el desarrollo de la autoeducación y autogestión del
aprendizaje de los participantes, fomenta el pensamiento racional,
reflexivo, para la crítica, y ayuda a mejorar la autogestión mediante el
respeto, la confianza, sinceridad y clara comunicación, que permita a los
participantes, ser capaces de autogestionar y autodirigir su propio
aprendizaje.

El desarrollo de la interrelación, supone la actividad del facilitador


como tutor o guía, y la adopción del estudiante participante, de la
responsabilidad personal, en atención a los objetivos y logros propios. Así, el
estudiante progresa en un ambiente, donde la identificación de sus
capacidades y limitaciones, saber tenido y por lograr, condiciones y
necesidades, y la decisión de desarrollar en su propia educación, con
recursos adecuados, que se integren en el proceso autoeducativo, como
autogestión de su propio aprendizaje, desarrollado y a lograr por él mismo,
en colaboración en los otros participantes.
Los Participantes.

Los estudiantes como participantes en el hecho andragógico,


comparten las condiciones y responsabilidades del proceso educativo. En
tal sentido, al establecerse la horizontalidad, la conducción del proceso es
compartida por el profesor facilitador. Tiene que actuar como adulto en
interrelación con otros adultos, donde la autogestión y autodirección del
aprendizaje es meta fundamental para el logro de la autoeducación,
objetivos propuestos y el desarrollo de la autoeducación.

Al elegir y aceptar la condición de estudiante acepta las


consecuencias de sus actos, bajo su propia responsabilidad personal y de
la orientación procesal de la planificación, ejecución y evaluación en el
contexto institucional y social donde se desenvuelve.

Al asumir el participante, la responsabilidad de su propio aprendizaje,


necesariamente, tiene que partir de un concepto real, favorable, positivo
de si mismo, en base a su propia percepción, observación y
experimentación, que le permita realizar todas las actividades de
autogestión y autodirección de su propio aprendizaje dentro y fuera de la
institución.
Se parte del supuesto que toda persona, en este caso los
participantes, sin excluir a los facilitadores, tiene la posibilidad de
desarrollar, usar y explotar de sus propios talentos y aptitudes, de acuerdo
con sus capacidades, limitaciones y esfuerzos personales. Con ello, puede
lograr la autogestión del aprendizaje y más aun, la autorrealización como
ser humano:

 La actividad de los estudiantes, como participantes en el hecho


andragógico, puede ser orientada por los principios de
autoeducación.

 El lugar del proceso y del control está en el aprendiz como


autoeducador de si mismo, aun cuando éste, se dé en un contexto
institucional, grupal o comunitario.

 El centro o foco de la autoeducación, está en un ámbito muy


específico, aún cuando esté ubicado en uno de carácter más
amplio y complejo.

 La autoeducación se lleva a cabo de manera continua y tiene


resultados y aplicaciones constantes.

 La motivación de la autoeducación, se orienta, por objetivos de una


determinada materia, tema, proceso u objetivo.

 Las experiencias, acumuladas y las puestas en práctica, contribuyen


a la selección del campo de formación y autoaprendizaje.

 El autoeducador recurre a una gran variedad de estrategias,


técnicas y recursos, lo más compatible posible, con su propia forma
de aprendizaje.
 La autoeducación se desarrolla de acuerdo con las condiciones de
las personas, tales como la responsabilidad, la integridad, la
autodisciplina, la perseverancia, la laboriosidad, el altruismo, la
sensibilidad, la cooperación e integración con los otros, como fuertes
principios rectores de su actividad.

 Las personas, durante el proceso de autoeducación, tienden a


desarrollar actitudes y acciones independientes, inconformes, son
reflexivos, innovadores, creativos.

 El dominio de la lectura, el cuestionamiento, la conversación, el


dialogo, la discusión, son procedimientos importantes para la
autoeducación.

 Las experiencias y aprendizajes logrados durante la vida, contribuyen


a una eventual elección consciente de las materias y áreas elegidas,
por quienes deciden autoeducarse.

 El mejor ambiente para la autoeducación es aquel que se presenta


como afable y de apoyo, donde exista una estrecha relación con
otras personas y con el espacio o medio.

 La autoeducación requiere de buenas actitudes de interrelación e


integración personal con otras personas y el ambiente.

La evaluación andragógica.

La evaluación, concebida andragógicamente es la actividad de


valoración de logros, en relación con los objetivos y fines, establecidos
previamente en un programa, proyecto o planificación. Se realiza
mediante acciones sistemáticas y continuas, integradas al desarrollo del
programa, proyecto, o planificación, en donde se detectan los grados de
aceptación de resultados, conforme a logros de objetivos previstos.

La intención, de toda evaluación andragógica, es la de


proporcionar la mayor información y mejores conocimientos posibles sobre
el desarrollo o realización concreta de los programas, proyectos o planes,
para revisarlos, conservarlos, mejorarlos, modificarlos o cambiarlos, según su
aplicación, rendimiento y efectividad en el logro de sus objetivos, en los
métodos, estrategias, técnicas y recursos, que facilitan y ayuden a mejorar
el autoaprendizaje de los participantes en el hecho andragógico.

De acuerdo con esta consideración de la evaluación, se puede


caracterizar como un proceso complejo, en donde se dan relaciones
interdependientes de diversas partes. Integral en cuanto forma parte del
proceso autoeducativo donde genera e incorpora información,
conocimientos, originalidad, creatividad, iniciativas, motivaciones,
responsabilidad. Continua, en atención que ésta se da desde antes de la
decisión hasta el final de las etapas de la autoeducación, con lo cual
suministra el diagnóstico previo y se realiza en cualquier momento de las
etapas, con ello se puede conservar o corregir el proceso autoeducativo y
su contenido en cuanto plan, organización, administración, metodologías,
estrategias, técnicas, y así mejorarlo conforme a los avances o no, del
autoaprendizaje y autoeducación; es cooperativo, en cuanto incorpora a
las personas al proceso autoeducativo en su acción y práctica, aportes y
validación en grupo o comunidad. Con todo esto se constituye en ayuda
de gran significación para el logro de una mejor calidad y rendimiento del
autoaprendizaje y autoeducación personal, grupal o comunitaria.
La misión de la evaluación estriba en proporcionar mediante la
exploración, las condiciones personales en y de los participantes. Si éstos
actúan como individuos o personas, que tienen, cuáles sus hábitos,
habilidades, destrezas, actitudes, disposiciones, motivaciones, intereses y
hasta donde han logrado los objetivos propuestos, si hay discrepancia,
coincidencia o identificación entre éstos y los resultados obtenidos durante
el proceso o al final del mismo; la guía o dirección constante del proceso o
parte del mismo, en su estructura, componentes y realización, tanto en la
planificación, como en la organización, administración y currículum,
conforme a sus objetivos; el control de la autoeducación conforme a la
guía y a las interrelaciones y actividades de los participantes, como la
estructura y organización institucional o comunitaria; el pronostico o
predicción de lo que se espera, conforme a lo que se aspira y se tiene
como posibilidades de realización, que sean base de la orientación
personal, grupal, institucional, comunitaria o social. También se incluye la
visión psicosociopolítica, con la cual se aspira a aumentar la
concientización, motivación, promoción, relación pública, privada, intima
del ser humano.

Tipos de evaluación.

Existen diferentes tipos de evaluación, la diagnóstica, la formativa y


la sumativa, aunque abundan modelos propuestos y en uso, todos ellos
operan, mayoritariamente, con carácter diagnóstico.

La diagnóstica, es aquella, por medio de la cual se determina lo que


hay y no hay, lo que se hace y lo que no se hace, se descubre y analiza lo
que acontece, las dificultades, el ambiente, el uso y abuso de estrategias,
técnicas y recursos, en el desarrollo de la planificación, organización,
administración y currículum.

En la autoeducación, la evaluación diagnóstica, es previa al inicio


de cualquier plan, proyecto o programa, aunque puede realizarse en
cualquier momento, con carácter descriptivo.

La evaluación formativa, se realiza durante el proceso de


autoeducación, como parte del mismo, por lo cual, está presente en su
desarrollo y realización, y con ello es también flexible y modificable en su
concepción y ajuste a la práctica. Puede ser interna, externa o
combinada, a partir de la evaluación diagnóstica, y trata de suministrar
aportes, que ayuden a recuperar, superar las dificultades y problemas, que
se presenten en el logro de los objetivos preestablecidos. Suele realizarse
de manera continua en bloques o partes, que conforman en conjunto de
todo el proceso, el cual, regularmente, se encuentra ordenado en
frecuencia lógica de dificultades de autoaprendizaje. Se parte, de que
para lograr objetivos secuénciales graduados, de lo más simple a lo más
complejo, se requiere dominar unos, antes de pasar a otros. Con la
evaluación se precisan esos logros o no, en el desarrollo del proceso, para
una vez superados, continuar la realización del proceso y consecución de
los siguientes objetivos.

Con la evaluación formativa, se detectan los supuestos de viabilidad,


deseabilidad y factibilidad del proceso, y según los resultados obtenidos, se
mantiene, varía, modifica o cambian los medios para lograr los objetivos,
como también cualquier incongruencia entre lo que se quiere y lo que se
hace. En todo caso, la evaluación formativa, actúa como un componente
o parte del proceso autoeducativo, como ayuda para su mejoramiento y
operatividad de las aspiraciones y objetivos que le dan vigencia al proceso
mismo, su autocorrección en caso que se requiera deshacer errores o
desviaciones del proceso, conforme a sus objetivos.

La evaluación sumativa, se realiza al final del proceso, mediante la


interpretación o calificación, clasificación o promoción a nuevos niveles o
procesos autoeducativos, de acuerdo con los resultados obtenidos. Esta
evaluación permite evitar incongruencias en los procesos, tanto a nivel
teórico como práctico, puesto que la experiencia vivida se constituye en
autoaprendizaje. Sus resultados, según objetivos alcanzados, y otros logros,
hallazgos, experimentos, análisis de congruencia y productos, son fuente
experencial, base de nuevos autoaprendizajes en niveles superiores de
autorrealización personal, grupal y comunitaria.

LO QUE SE HA
DE APRENDER

COM
RE S UNES
FA CTO

RESPETO MUTUO
ES

HONESTIDAD
FACIL

EMPATIA
NT

AUTENTICIDAD
A
CIP

ITAD
I
RT

OR
PA

GRAFICO 1. ELEMENTO EN EL PROCESO DE APRENDER.


NOTA: DATOS TOMADOS DE ANDRAGOGÍA Y DOCENCIA UNIVERSITARIA
1990 (PÁG) 35) F.ADAM Y ASOCIADOS FIDEA
AUTOR: ELEMAR CAMERO DE N.
LOS CAMBIOS ECONÓMICOS Y
SOCIALES DEL PAÍS

ORIGINAN
LA ANDRAGOGÍA

INFLUYE EN LA
OS S
UP ARE

JU EC
R

NT INO
V
G ILI SINDICALISMO

A S
M
FA

DE
GRUPOS
CO DE
ORGANIZACIONES
O ESTUDIO
DE PE COMUNITARIAS
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IN EC AT DE ES
•ORGANIZACIÓN FO ON IV OS NAL
RM OM ISM P
•CAPACITACIÓN AL ÍA O
U IO
GR FES
•PROMOCIÓN PR
O

DE LOS

EN PRO DEL

CRECIMIENTO PERSONAL Y
SOCIAL DEL INDIVIDUO

GRAFICO 2. OBJETIVO DE LA ANDRAGOGÍA EN EL CONTEXTO


SOCIAL
NOTA: DATOS TOMADOS DE Dr. SEBASTIAN DIAZ, Dra ZULAY RODRIGUEZ
AUTOR: ELEMAR CAMERO DE N.

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