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Del Toro, J
Resumen
El objetivo de este trabajo es abordar un conflicto socioambiental de alta intensidad que tiene
lugar en un área rural costera del caribe colombiano. Metodología: A través de un análisis de
con menor poder de negociación pueden potenciar sus posiciones a partir del análisis del
que pueden ser replicadas por las organizaciones que trabajan por la justicia ambiental.
Abstract
The objective of this work is to address a socio-environmental conflict of high intensity that
takes place in a coastal rural area of the Colombian Caribbean. Methodology: Through a case
analysis the conflict was identified and characterized; Subsequently, a strategic approach to
the conflict situation was made based on the theory of games. Conclusions: The strategic
actors with the least bargaining power. Recommendations are made for the management of
socio-environmental conflicts that can be replicated for organizations that work for
*Jennifer Del Toro Granados es psicóloga, máster en psicología social e investigadora del
instituto de investigaciones en psicología y Derechos Humanos de la Universidad de la
República del Uruguay.
environmental justice.
Introducción
A finales de la década del 80´ surge el concepto de desarrollo sostenible a partir del informe
Brundtland, en el que se reconoce que el desarrollo económico actual significa unos costos
medioambientales que amenazan la continuidad de la especie, y en el que se define el
desarrollo sostenible como “aquel que garantiza las necesidades del presente sin
comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades”. El desarrollo sostenible plantea a la industria el reto de asumir como propias
las obligaciones en materia de conservación y protección de los recursos naturales; este es un
reto técnico, en tanto se necesita del conocimiento para generar soluciones a esta necesidad,
pero también un reto financiero, en tanto que dichas soluciones aumentan los costos de
operación de las empresas; además, el reto se transforma en límite cuando el desarrollo
científico alcanzado hasta el momento no es suficiente para garantizar operaciones
industriales sin daño, y tampoco para predecir la magnitud del mismo.
De acuerdo con el atlas global para la justicia ambiental coordinado por la unión europea,
Latinoamérica es el lugar del mundo donde se presentan mayores casos de conflicto
socioambiental; y dentro de Latinoamérica es en Colombia donde hay más casos. Dentro del
atlas global se reportan varios casos de conflicto socioambiental en la ciudad de Santa Marta,
específicamente se reportan casos en la bahía de Taganga (Martínez, 2014).
Por su parte los afectados utilizan también mecanismos legales, propaganda, cogestión
institucional, articulación con personas influyentes y con organizaciones de justicia
ambiental y por supuesto, la organización y movilización comunitaria. En total se han
sistematizado 14 casos de triunfo de la justicia ambiental del total de 72 conflictos; algunos
de ellos son: Hacienda las Pavas en Córdoba donde se logró detener el desplazamiento de
121 comunidades campesinas y proteger su derecho a un medio ambiente sano, páramo de
Santurbán en Santander donde se detuvo la explotación aurífera en un ecosistema
fundamental para el abastecimiento de agua, Parque Tayrona, donde se logró detener la
construcción de infraestructura hotelera en territorio sagrado, Bosques de Bahía Solano
donde se protegieron hectáreas de árboles nativos que pretendían ser explotados por la
industria maderera, puerto de Bahía Málaga, donde se detuvo la construcción de un puerto
en zona declarada como parque nacional, Exploración petrolera en territorio U´WA,
Exploración hidrocarburos en San Andrés Islas, Fumigación aérea con glifosato en
Putumayo, el cierre del Basuro de Navarro en Cali, entre otros. Los factores más
determinantes para el triunfo de la justicia ambiental tienen que ver con el uso de
instrumentos legales, el alto nivel de activismo y la visibilización del conflicto, la
importante participación de los órganos de control, y el acompañamiento de las
organizaciones de justicia ambiental nacionales e internacionales.
Consideraciones Metodológicas
Más recientemente surgen las propuestas de desarrollo portuario en Taganga. En Auto No.
858 de Abril de 2007 de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) “inicia el
trámite administrativo de Licencia Ambiental y se adoptan otras decisiones” para el proyecto
portuario “PUERTO PETACA” referido al proyecto del muelle carbonífero de cargue, que
estaría ubicado a unos dos (2) kilómetros aproximadamente al sur oeste de la población de
Taganga, entre Punta Petacas y Punta Vaca (Colombia, 2007)
A partir del mes de diciembre del 2016 comienzan a ser visibles en el distrito de Santa Marta
diferentes manifestaciones ciudadanas en oposición a la construcción de infraestructura
portuaria en la bahía de Taganga; por su parte la empresa “Sociedad portuaria las Américas
"inició una campaña a través de los medios de comunicación para posicionar el proyecto
portuario como la gran obra de desarrollo para la ciudad de Santa Marta. El 30 de marzo del
2017, el portal digital de la W radio tituló “Santa Marta tendrá el primer puerto
especializado en manejo de graneles líquidos” (La w, 2017) ese mismo día, el periódico el
Heraldo publicó una nota titulada así “Puerto marítimo para graneles líquidos operará en
Santa Marta en 2019” (Iguarán, 2017) días después el portal de noticias Caracol publicó la
noticia con este titular “Con 12 millones de dólares construirán puerto de gráneles líquidos
en Santa Marta” (Caracol, 2017).
La unidad semántica de todas las noticias relacionadas con el proyecto portuario las Américas
giró desde el primer momento alrededor de los beneficios y bondades de esta propuesta para
la ciudad de Santa Marta, en las diferentes noticias sobre el tema se destacan los aspectos
positivos del proyecto, no se visibiliza en este despliegue mediático la oposición organizada
que se lideraba desde Taganga. El conflicto socioambiental, ya estaba instaurado. Hasta el
momento es un conflicto de mediana intensidad caracterizado por mecanismos de resistencia
pacífica, en el que sin embargo se evidencia la ocurrencia de estrategias de disuasión y
amedrentamiento a los líderes que se oponen al proyecto (amenazas y sobornos
principalmente) L. Cantillo y J. Cantillo (comunicación personal, 13 de febrero de 2017). La
razón de inicio de este conflicto se encuentra en la propuesta de uso de un espacio público y
sus recursos naturales para el desarrollo de infraestructura portuaria, en una franja costera
que pertenece por sus características ambientales y culturales al ecosistema de la Sierra
Nevada de Santa Marta.
Este conflicto tiene afectaciones sobre los dos actores en disputa, la empresa ha realizado
importantes inversiones por cuenta del pago de pólizas, estudios técnicos de viabilidad del
proyecto, así como en gastos de gestión jurídica y financiera del mismo. Agencia Nacional
de Infraestructura (2015) J. Linero (Comunicación personal 23 de mayo de 2017). Por el lado
de la comunidad además del estrés que ocasiona la amenaza sobre su territorio, se han
enfrentado a la estigmatización, amenazas y amedrentamiento por motivo de su resistencia al
puerto E.Cantillo (Comunicación personal, 9 de junio de 2017); también significa para ellos
la posibilidad de romper con prácticas que los definen en su identidad individual y colectiva
(En blanco y negro, 2016), ya que este proyecto supone un detrimento sustancial de las
principales actividades económicas de este corregimiento conformado por una población
aproximada de 6000 personas, el turismo, y la pesca (Departamento Administrativo del
Medio Ambiente, 2017). La comunidad a su vez denuncia que este proyecto viola derechos
fundamentales J. Cantillo (Comunicación personal, 15 de febrero de 2017)
Hasta el momento los actos administrativos que avalan la construcción del puerto se
presumen legales y se mantienen vigentes; por su parte, la comunidad adelanta 2 procesos
jurídicos, acción popular para protección del suelo marino y medida cautelar de protección
del suelo marino radicada ante la corte interamericana de derechos humanos. J. Cantillo
(comunicación personal, 22 de abril de 2017).
Tabla 1: Matriz de partes interesadas
Actor Papel Importancia para el Intereses clave ¿Cuáles son las ¿Cuál es el ¿Cuánto apoya esta
(institucional proyecto expectativas de los nivel de parte interesada el
o individual) interesados? influencia de proyecto?
esta parte
interesada?
Organización Alta. Proveerá Representa Muy influyente Fuertemente
apoyo y legitimidad intereses de la opuesto
local ciudadanía
organizada
Consigue
desacelerar el Que no se realice el
Veeduría inicio de la obra puerto de las
ciudadana portuaria Américas
Organización Generación de Algunos piden que se Algo influyente Indiferente o
rentabilidad realice el puerto, indeciso
económica local otros lo rechazan.
Controla y hace
seguimiento del
proceso de
licenciamiento
ambiental
fortalecimiento de
Sectores capacidades en las
políticos organizaciones
alternativos locales
Organización Alta. Provee apoyo Están a favor del Que se realice el Muy influyente Fuertemente a favor
político y capacidad puerto por los proyecto portuario en
de negociación a la intereses que tiene el el menor tiempo
empresa DAABON gremio de aumentar posible
que es su socia. la competitividad de
su producto en el
mercado global
Fedepalma
Organización Alta. Poseen recursos Aumentar la Que se realice el Muy influyente Fuertemente a favor
económicos y capacidad operativa proyecto portuario en
políticos para manejar del negocio el menor tiempo
crisis alrededor de su portuario en la posible
imagen. ciudad de Santa
Tienen aliados Marta
políticos poderosos Conectar su
Cumplen parcialmente producción local con
con la normatividad los mercados
jurídica para la globales
Grupo viabilidad del
Daabon proyecto
ANLA Organización Alta. Poder para Cumpliiento de la Resolver el conflicto Muy influyente Indiferente o
otorgar licencias legislación en el menor tiempo indeciso
ambientales ambiental y posible
garantizar los
derechos
medioambientales a
la comunidad
ANI Organización Baja. Anular Agencia encargada Construir el proyecto Influyente Débilmente a favor
resoluciones cuando de proyectar obras portuario
sea pertinente de infraestructura en
el país
La matriz muestra el grado de influencia y el sentido del apoyo de varios grupos de interés. El
desafío para la comunidad es atraer a los actores con poder potencial y convencer a aquellos
identificados como neutros o indecisos. La posición de la comunidad aunque se encuentra en
desventaja frente a los recursos de los actores institucionales y empresariales, puede mejorar
si logra empoderar a algunos de sus actores aliados y debilitar la posición de la empresa.
En un escenario caracterizado por esta necesidad de libre circulación de las mercancías, Santa
Marta se destacaría por sus innegables ventajas comparativas, al ser una ciudad ubicada en la
costa norte de Colombia, sobre el mar Caribe, con facilidades de conexión con los mercados
de centro y norte América, Europa y Asia. La sociedad portuaria de Santa Marta es la
principal movilizadora de carga de comercio exterior nacional con una participación del 31%,
ubicándose por encima de los puertos de la Guajira, Morrosquillo, Cartagena, Barranquilla,
Buenaventura y Mocoa; la familia Dávila Abondano es socia mayoritaria del puerto de Santa
Marta desde el año 1998. (Morelos, Fontalvo y De la Hoz 2012) .
Resulta claro que la actividad portuaria es uno de los giros económicos del grupo Daabon
(Terminal de graneles líquidos, 2016). Pero recordemos que la logística portuaria es apenas
uno de los giros económicos de este grupo empresarial; ya desde la década del 80´se
consolidaron como importantes productores de aceite de palma, de hecho, el departamento
del Magdalena es el tercer productor nacional de aceite de palma; Daabon cultiva y procesa
palma aceitera en los municipios de Aracataca, el Retén, Dibulla, Riohacha y Santa Marta,
también cuenta con plantaciones de café y banano en los sectores de la Sierra Nevada de
Santa Marta, Río Gaira, Río Piedras, Dibulla y Riohacha. A partir del 2009 el gobierno
colombiano ha generado una serie de mecanismos para privilegiar a la industria palmicultora,
reembolsos tributarios, incentivos a la capitalización rural, deducción de impuestos a las
nuevas plantaciones, entre otras. Factor que tendría un impacto en el número de hectáreas
sembradas de palma, ocasionando que en el Magdalena y otros departamentos del país, se
sustituyeran cultivos tradicionales, por el cultivo de palma, con las consecuencias a nivel
social y ambiental ampliamente documentadas (Borasino, 2016; Olano y Olano, 1996;
González y Chávez, 2015 )
En el año 2000 el Concejo distrital de Santa Marta aprobó mediante acuerdo No 005 el plan
de ordenamiento territorial “Jate Matuna”, que en su Art. 58 establece la consolidación en el
distrito de una “ciudad portuaria” y en el Art.60 determina como áreas de expansión portuaria
las zonas de Punta Betín, Puerto Zuñiga, El Boquerón y Bahía Concha; sin embargo, en un
parágrafo de ese mismo artículo se deja expresado que dicha consolidación portuaria debía
estar supeditada a la viabilidad técnica y ambiental de los proyectos, de tal manera que la
expansión portuaria si bien se identificó como una oportunidad para la ciudad de Santa
Marta, se subordinó a las consideraciones y reglamentación ambiental del nivel nacional y
distrital.
Sin embargo, para el año 2007 el Departamento Administrativo del Medio Ambiente
(DADMA) otorga a través de la Resolución 028 del 26 de enero de 2007 licencia ambiental
(Ver anexo 2) para la construcción de un atracadero para insumos líquidos en punta voladero,
con un periodo de vida útil del proyecto de 5 años, así mismo se deja claro en la Resolución
que el tipo de sustancias que se movilizarían a través del atracadero serían los productos del
aceite de palma, tales como, aceite crudo de palma, aceite, crudo de palmiste, aceite crudo de
palma orgánico, entre otros, detallados en el (Anexo 3).
El hecho causó gran indignación a nivel nacional debido al reconocimiento que este
corregimiento ha ganado como destino turístico, y generó que la empresa TERLICA fuera
sancionada por el Ministerio del Medio Ambiente a través de (Resolución 1671, 2008), y
(Resolución 2408, 2008).
Ese mismo año producto del daño ambiental significativo que la empresa había ocasionado
sobre los suelos, playas, litorales, aguas marinas, etc y por su impacto a nivel local, regional y
nacional, el entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial asumió a
partir de la Resolución 1482 de 25 de agosto de 2008 la competencia sobre la licencia
ambiental de la empresa TERLICA, y sobre las actuaciones administrativas relacionadas con
esta empresa.
Sin embargo, la empresa TERLICA impugnó el fallo ante el Consejo de Estado, quien a
través de Sentencia del Magistrado ponente Doctor Marco Antonio Velilla Moreno, falló a
favor de TERLICA, argumentando que la Resolución por medio de la cual el Ministerio
asume la competencia sobre los trámites administrativos de la empresa, eran limitados a una
sola Resolución (La Resolución 000972 de 1996, por medio de la cual se otorga licencia de
funcionamiento a la empresa Terminal de Graneles Líquidos del Caribe) Y no sobre otros
actos administrativos.
Bajo este argumento, el Consejo de Estado ordenó en octubre de 2014, revocar el auto
proferido por el Tribunal Administrativo del Magdalena y denegar la suspensión de la
Resolución 142 de junio de 2010, dejando en firme la licencia ambiental para la construcción
de un atracadero en punta voladero, el periodo de 20 años de funcionamiento y la cesión total
de dicha licencia a la empresa Sociedad Portuaria las Américas. No obstante en su parte
considerativa la Sala reconoce la necesidad de analizar detalladamente el alcance de los actos
administrativos y las facultades del Ministerio del Medio Ambiente relacionados en el tema.
Así las cosas, el 22 de septiembre de 2015 se suscribió contrato de concesión portuaria entre
la Agencia Nacional de Infraestructura y la Sociedad portuaria de las Américas, para la
construcción y operación de un terminal portuario de uso público para el cargue y descargue
de graneles líquidos, en el que se propone la construcción de un muelle en “T” de 187 metros
de longitud para atender buques de tipo Handy de 30.000 DWT ubicado en punta voladero,
Bahía de Taganga, distrito de Santa Marta, por el que se movilizarán cargas líquidas, como
por ejemplo, aceites vegetales, hidrocarburos, derivados del petróleo, y otros químicos
líquidos.
Como se pudo analizar, el contrato de concesión 003 de 2015 en el que se firma la concesión
entre la Agencia Nacional de Infraestructura y la Sociedad Portuaria de las Américas para la
construcción de un puerto en punta voladero, se originó en la necesidad del país de conectar
sus mercados con el mundo; ésta entrada al neoliberalismo permitió que se emitieran
múltiples reglamentaciones para impulsar la expansión portuaria a nivel nacional y local. El
DADMA otorgó una licencia ambiental para la construcción de un atracadero en el 2007;
modificó sus términos en 2010 y autorizó su cesión en 2011 de TERLICA a la empresa
Sociedad Portuaria las Américas, a pesar que desde el 2008 estaba vigente una Resolución
del Ministerio del Medio Ambiente, en la que éste asume la competencia sobre todos los
trámites administrativos relacionados con la empresa TERLICA. Llama la atención que esta
cesión de una empresa a otra, del mismo grupo empresarial, significó también que se
cambiara el objeto mismo del proyecto, que pasó de atracadero a puerto, y de proponer
movilizar derivados de aceite de palma, a proponer movilizar hidrocarburos, derivados del
petróleo y otros insumos químicos líquidos, aún cuando de acuerdo con el Decreto 2041 de
2014 la competencia para otorgar licencias ambientales que impliquen transporte de
hidrocarburos, corresponde a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.
Pero es en la (Sentencia SU.067, 1993) donde se unifican los principios de interpretación para
determinar la conexidad de los derechos fundamentales con el derecho al medio ambiente: el
primer principio es la relación directa, es decir cuando el medio ambiente asume una
conexidad con el derecho a la vida y a la salud; el segundo principio es el Derecho colectivo
al medio ambiente sano, siendo el mecanismo de protección la acción popular, y el tercer
principio es, la ponderación, en la que a partir del análisis del caso concreto se puede
determinar la conexidad del derecho al medio ambiente con derechos fundamentales.
La Corte Constitucional reconoció a través de la (Sentencia T-849, 2014) el deber del Estado
colombiano de proteger las áreas sagradas y de importancia cultural para las comunidades,
incluso cuando se trata de zonas fuera de los resguardos titularizados. No brindar estas
Jugador: Es quien ejecuta las acciones en el escenario del juego. Generalmente se necesitan
más de dos jugadores para plantear un escenario.
Estrategia: Conjunto de acciones de las que dispone cada jugador, y que en el escenario del
juego, los jugadores, utilizarán para alcanzar su objetivo.
Utilidades o pagos: Son medidos en término de bienestar, y hacen referencia a lo que gana
cada jugador al desplegar una estrategia. Cada jugador actúa para maximizar su bienestar, es
decir sus pagos.
Conducta optimizadora: Hace referencia a la tendencia que tienen los jugadores a hacer lo
mejor que pueden dado un entorno determinado.
Conducta estratégica: El jugador elige sus mejores opciones analizando el entorno, pero
también tomando en cuenta las decisiones y el entorno de su oponente.
Credibilidad: Hace referencia a la conveniencia para los jugadores de ser firmes en sus
estrategias, la falta de credibilidad orienta la conducta del adversario.
Escenario 1: El mayor beneficio se da para taganga (9) y mayor pérdida para daabon (1).
Daabon pide permiso para construir el muelle, Taganga lo niega, y Daabon decide no
construir. En un escenario ajustado al derecho este sería el panorama real, pero no fue lo
que ocurrió porque Daabon desconoció el derecho de los pueblos a ser consultados sobre
las decisiones que afecten potencialmente a sus territorios; en este sentido, Daabon vulneró
el derecho a la participación de las comunidades.
Escenario 2: Mayor beneficio para Taganga (8) y segunda peor opción para Daabon (2). El
escenario se presenta cuando Daabon decide no construir, y así evita que Taganga instaure
un recurso jurídico de amparo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero
pierde sus incentivos económicos. Este escenario de mayor ventaja para Taganga, solo era
posible en las etapas iniciales del proyecto, demostrando por parte del actor comunidad
credibilidad con una estrategia dominante de tipo jurídico a través de acción popular o
tutela, la probabilidad de disuadir a Daabon en la primera etapa del proyecto con una
estrategia creíble y dominante era alta dada la importancia que para esta empresa tienen sus
grupos de interés tanto dentro como fuera del país, y el grave daño que un recurso jurídico
agresivo en su contra podría causar en su marca e imagen.
Escenario 3: En este escenario se incluye al jugador Estado (8), para Taganga (7) sigue
trayendo beneficio sobre Daabon (3), pero el beneficio es un poco más equitativo. Aquí
Daabon pide permiso para construir el puerto, Taganga decide no otorgarlo, a pesar de eso
Daabon construye y Taganga no acepta, por lo tanto demanda la construcción, y el Estado
decide castigar a Daabon y clausurar la obra. El Estado gana en legitimidad porque hace
respetar la Ley y castiga una construcción abusiva. Este es un escenario posible dada la
etapa de desarrollo del conflicto, pero para que sea favorable a Taganga, los grupos de
presión deben asegurarse que el Estado actuará en derecho.
Escenario 4: En este escenario posible, es Daabon el jugador que gana la mayor utilidad.
Daabon (6), Taganga (4). Daabon no pide permiso para la construcción del muelle, Taganga
decide no hacer nada y aceptar, de tal manera que Daabon utiliza su estrategia dominante y
construye. Este tampoco es un escenario posible, ya que desde el momento en que la
comunidad de Taganga se enteró de los planes de la empresa Daabon inició su estrategia de
defensa del territorio.
Escenario 5: Escenario dominante para Daabon. Se presenta cuando Daabon pide permiso
(7), Taganga decide no dar permiso, pero aun así Daabon construye el puerto y Taganga
finalmente acepta y no hace nada (3). Es un pésimo escenario para Taganga porque su
proceso organizativo se vería seriamente debilitado y deslegitimado, además de los efectos
de la construcción del puerto, Taganga quedaría debilitado porque asume la estrategia
dominante de Daabon, pese a su oposición inicial.
Escenario 6: En este escenario Taganga tiene su peor utilidad (1) y Daabon obtiene una
utilidad de (8). Aquí Daabon cumple con pedir permiso, Taganga se lo niega, pero aun así
Daabon construye el puerto. Taganga demanda la construcción del puerto ante el Estado,
pero este decide no castigar a Daabon (7), y en cambio establece una negociación directa
con la empresa, quitando la posibilidad de acción del actor Taganga, y anulando cualquier
beneficio que este pudiera tener en el conflicto. Este es un mal escenario para el Estado
quien al no castigar una violación a los derechos de sus ciudadanos, pierde legitimidad y se
vería enfrentado a acciones en el marco del derecho internacional por desconocer derechos
humanos y derechos de pueblos minoritarios especialmente protegidos como los indígenas.
Escenario 7: Este sería el escenario de máxima ganancia para Daabon (9), y el segundo
peor escenario para Taganga (2) y para el Estado también sería su peor opción (6). Aquí
Daabon utiliza su estrategia dominante, no pide permiso para construir el puerto y lo
construye; Taganga no acepta y decide buscar la intervención del Estado, quien decide no
castigar a Daabon, cuando desde la racionalidad jurídica lo correcto sería castigarlos.
Daabon obtiene su máxima ganancia cuando somete a Taganga, le viola su derecho a
participar y aún así obtiene lo que quiere (construir el puerto sin ninguna sanción)
Solución inducción hacia atrás al juego en forma extensiva del conflicto Puerto de las
Américas:
Desde el nodo 1 el Estado decide castigar a Daabon, ya que esto le representa mayor utilidad
en términos de legitimidad política (9)
En su turno, Taganga decide no aceptar la construcción del muelle, porque aceptar le genera
una utilidad inferior (2), Taganga sabe que el Estado castigará un mal procedimiento, así
que usa la estrategia de oponerse a la construcción del puerto.
En su turno, Daabon juega. Decide no pedir permiso y construir, Taganga responde con
demandas y aumenta la presión social, el Estado interviene castigando a Daabon y
clausurando la construcción del puerto .
Esta es una situación de juego con resultado no cooperativo y sin equilibrio. La alternativa
de mayor ganancia para Taganga es aliarse del Estado y buscar la mejor ganancia para los
dos. La credibilidad y la fuerza de la estrategia del Estado debe ser contundente.
Discusión
Tal como quedó planteado en el despliegue de los escenarios del juego político de este
conflicto, la peor opción para Taganga es quedarse sin hacer nada o esperar que la empresa
tome una posición dominante. Los casos de éxito muestran la importancia de combinar en la
lucha por la justicia ambiental el frente jurídico, el mediático y el social.
Tal como hemos expuesto a lo largo del presente trabajo, en Colombia, sobre todo después
de la nueva carta política de 1991, el derecho al medio ambiente sano se reconoce como un
derecho colectivo que puede hallar conexidad con los derechos fundamentales cuando su
vulneración ponga en riesgo la salud o la vida. A nivel internacional las preocupaciones
cada vez más intensas sobre el futuro de la especie humana en la tierra, han puesto de
relieve la necesidad de tutelar el medio ambiente natural, prueba de ello son los
instrumentos que ha adoptado la comunidad internacional en los que se eleva a derecho
inalienable, el derecho a gozar de un mínimo vital y a la preservación del medio ambiente.
Así mismo será importante solicitar medidas cautelares tendientes a garantizar que
prevalezcan los derechos colectivos durante el tiempo que transcurre entre la aceptación del
recurso y la sentencia. Estas medidas cautelares deberían ser: Que se ordene detener el
avance de cualquier actividad relacionada con la construcción y montaje de infraestructura
portuaria en punta voladero, y que se ordenen prácticas periciales independientes y expertas
sobre el ecosistema coralino y en general sobre la biodiversidad que existe en todo el litoral
rocoso de las bahías de Taganga para determinar la magnitud potencial del daño ambiental
que causaría esta obra y analizar en consonancia con la normatividad ambiental vigente la
posibilidad de establecer un mecanismo de protección del suelo marino en aras de evitar
amenazas futuras a estos ecosistemas frágiles y cruciales para el equilibrio medioambiental.
Las acciones populares han significado el acceso a la justicia para grupos desventajados de
la sociedad cuando estos se deciden a movilizarse en favor de sus derechos colectivos.
Existe importante jurisprudencia al respecto, por ejemplo fallo del consejo de Estado con
número de expediente AP-25000-23-27-000-2001-90479-01 del Consejero Ponente Dr.
Marco Antonio Velilla Moreno , en el que se resuelve el recurso de acción popular
interpuesto por particulares ordenando la protección del río Bogotá. Así mismo, a través del
fallo del Consejo de Estado con referencia 250002325000200500662 03 de la Consejera
Ponente Dra. Maria Claudia Rojas Lasso, frente a la acción popular interpuesta por persona
natural, se amparan los derechos colectivos al goce de un ambiente sano, equilibrio
ecológico, y la protección de áreas de especial importancia ecológica. También se destaca el
fallo del Consejo de Estado, con referencia 760012331000200400656 01 de la Consejera
Ponente Dra. Maria Claudia Rojas Lasso, en el que se resuelve una acción popular en contra
del municipio de Santiago de Cali y el ministerio del medio ambiente, amparando el derecho
colectivo a la protección de áreas de especial importancia ecológica.
Otro recurso jurídico que puede ser utilizado dentro de la estrategia del actor comunidad en
este juego político por el territorio, es el derecho que le asiste a las comunidades indígenas
de la sierra nevada de santa marta a la consulta previa. Tal como se expuso en el capítulo de
análisis jurídico de este trabajo, Taganga es uno de los puntos reconocidos dentro del círculo
energético de la línea negra, zona teológica de importancia espiritual y cultural para los
indígenas y decretada como territorio sagrado a través de la Resolución 837 de 1995. Para
que esto sea posible es necesario establecer una coalición política entre los resguardos
indígenas representados en los cabildos gobernadores y la comunidad de Taganga.
Recuérdese que el derecho a la consulta previa se encuentra amparado en el (Artículo 7
Convenio 169 de la OIT) y adquiere su fundamento en principios como la diversidad étnica
y la democracia participativa. Así mismo la Corte Constitucional ha sido clara en señalar
que la consulta previa se convierte en un derecho fundamental para las comunidades
indígenas, debido al carácter especial y vital que tiene para estas comunidades el territorio,
por lo que a través de las (Sentencia SU-039, 1997) y la (Sentencia T-625, 1998) abre la
posibilidad para que este derecho sea reclamado por vía de la acción de tutela. Recuérdese
también que a través de la (Sentencia T 849, 2014) la corte constitucional dejó claro que el
territorio sagrado se extiende más allá de los límites de los resguardos indígenas y abarca
áreas sagradas que se encuentran por fuera de los resguardos titularizados, así mismo que es
un deber del Estado proteger a las poblaciones indígenas de las perturbaciones que
particulares pudieran ocasionar en territorio ancestral. Por lo tanto, aunque las comunidades
indígenas de la sierra nevada no tengan asentamientos en Taganga, igual es procedente la
tutela del derecho a la consulta previa por cuanto Taganga hace parte del territorio sagrado
debidamente reconocido.
De la misma forma dentro del marco de los medios de control, consagrados por el legislador
en el Código Procesal Administrativo y de lo contencioso administrativo, se tiene la
posibilidad de acudir al medio de controversias contractuales, a efectos de atacar el contrato
de concesión firmado entre la ANI y la sociedad portuaria las Américas, propiedad del
grupo TERLICA.
El convenio 169 de la OIT, adoptado como legislación interna del Estado Colombiano
mediante la ley 21 de 1991 establece la necesidad de la realización de una consulta previa
con los pueblos indígenas, cuando al interior de sus territorios se vaya a desarrollar
actividades u obras, la finalidad de dicha consulta es la de proteger la integridad étnica y
cultural de las comunidades indígenas, asì como armonizar el desarrollo de acuerdo a sus
creencias y valores.
La explotación de los recursos naturales en los territorios indígenas debe hacerse compatible
con la protección que el Estado debe dispensar a la integridad social, cultural y económica
de las comunidades indígenas, integridad que configura un derecho fundamental para la
comunidad por estar ligada a su subsistencia como grupo humano y como cultura. Para
asegurar dicha subsistencia se ha previsto, cuando se trate de realizar la explotación de
recursos naturales en territorios indígenas, la participación de la comunidad en las
decisiones que se adopten para autorizar dicha explotación. De este modo, el derecho
fundamental de la comunidad a preservar la integridad se garantiza y efectiviza a través del
ejercicio de otro derecho que también tiene el carácter de fundamental, como es el derecho
de participación de la comunidad en la adopción de las referidas decisiones. La participación
de las comunidades indígenas en las decisiones que pueden afectarlas en relación con la
explotación de los recursos naturales ofrece como particularidad el hecho de que la referida
participación, a través del mecanismo de la consulta, adquiere la connotación de derecho
fundamental, pues se erige en un instrumento que es básico para preservar la integridad
étnica, social, económica y cultural de las comunidades de indígenas y para asegurar, por
ende, su subsistencia como grupo social. De este modo la participación no se reduce
meramente a una intervención en la actuación administrativa dirigida a asegurar el derecho
de defensa de quienes van a resultar afectados con la autorización de la licencia ambiental,
sino que tiene una significación mayor por los altos intereses que ella busca tutelar, como
son los atinentes a la definición del destino y la seguridad de la subsistencia de las referidas
comunidades. (SENTENCIA , 1997)
Así las cosas resulta indudable que el requisito de consulta previa a las comunidades
indígenas de la sierra nevada de Santa Marta, en este caso es necesario por cuanto que como
ya se ha indicado Taganga es uno de los puntos reconocidos dentro del círculo energético de
la línea negra, zona teológica de importancia espiritual y cultural para los indígenas y
decretada como territorio sagrado a través de la Resolución 837 de 1995.
De tal forma que en el caso objeto de estudio se tiene que la concesión del puerto de las
Américas, se está afectando la integridad cultural de las comunidades indígenas por lo que
se configura en cabeza de estos pueblos un derecho fundamental a participar en la decisión
sobre su construcción, siendo el mecanismo idóneo la consulta previa, la cual a la fecha no
se ha realizado.
Ahora bien en términos de (SALINAS, 2011) la consulta previa no solo tiene alcance de
derecho fundamental, sino que constituye un requisito de procedibilidad, el cual fue
reconocido por la sentencia SU 039 de 1997.
En ese orden de ideas resulta necesario concluir que la consulta previa ordenada por el
convenio 169 de la OIT resulta indispensable para la legalidad del contrato de concesión y
por ende resulta admisible acudir ante la jurisdicción contencioso administrativa para
obtener la declaratoria de nulidad del contrato suscrito entre la Agencia Nacional de
Infraestructura y la Sociedad Portuaria de la américas.
Conclusiones
Es posible examinar problemas de las ciencias sociales, específicamente conflictos
socioambientales a partir de las herramientas de la teoría de juegos.
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