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Facultad de Derecho
presenta
Hago de su conocimiento que fui designado asesor del LIC. EDGAR OMAR
GARCÍA CÁRDENAS para la elaboración de su trabajo de titulación, mismo que
consiste en:
Turno a Usted lo anterior para los efectos de la revisión que del mismo
realicen los demás integrantes del sínodo que habrá de participar en el Examen de
Grado del egresado señalado.
ATENTAMENTE
Colima, Col. a 27 de Agosto de 2004.
El Asesor
A Dios.
A mis Padres.
A mis Maestros.
INDICE
INDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN........................................................................................... 1
1.1. ROMA..................................................................................................... 4
1.3. ESPAÑA................................................................................................. 5
1.4. MÉXICO................................................................................................. 8
1.4.1.1. DE 1871............................................................................. 10
1.4.1.2. DE 1929............................................................................. 11
1.4.1.3. DE 1931............................................................................. 12
2.4.1. COPULAR..................................................................................... 44
2.5. SUJETOS................................................................................................ 75
2.5.1. ACTIVO.......................................................................................... 75
2.5.2. PASIVO.......................................................................................... 76
2.6. OBJETOS................................................................................................ 79
2.6.1. MATERIAL...................................................................................... 79
2.6.2. JURÍDICO....................................................................................... 79
2.7. CONSUMACIÓN...................................................................................... 80
2.8. RESULTADO........................................................................................... 81
2.9. TENTATIVA............................................................................................. 81
2.10. CULPABILIDAD..................................................................................... 82
2.12. PUNIBILIDAD........................................................................................ 83
3.1.1. OBJETIVOS.................................................................................. 87
3.1.2. SUBJETIVOS................................................................................ 87
COMENTARIOS............................................................................................ 126
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
The word estupro comes from the latin word stuprum, that refer to the illicit
sexual act with a lady or widow, this way also, used to express any venereal coition
and including the adultery; nevertheless, finally it is specifiquely used to express the
coition with free person of honest life. The estupro, in the new terms imposed for his
definition, in the relative thing to the difference it specifies as for the kind for diverse
figures grouped in the title that the engloble, it is the following one: Carnal access
archieved by deception. The approval of the passive one to give his conformity,
accepting the penetration debit to the granted for the assent being immersed in
mistake, that is to say, is stuffy. Passive subject in the crimes of estupro can be both
a man and a woman. In consequence, passive subject could be any person.
INTRODUCCIÓN
El Delito de Estupro con fisonomía propia, pasa por una larga evolución. En
sus inicios, es utilizado el término Estupro para designar cualquier concúbito
extramatrimonial, hasta alcanzar el actual significado de acceso carnal con persona
mayor de doce años y menor de dieciocho, por medio del engaño.
1.1. ROMA
1.3. ESPAÑA
“Castidad es una virtud que ama Dios, e deven amar los omes. Ca,
segund dixeron los Sabios antiguos, tan noble, e tan poderosa es la su bondad, que
ella sola cumple para presentar las ánimas de los omes, e de las mugeres castas,
ante Dios; e por ende yerran muy gravemente aquellos qu corrompen las mugeres,
que biven de esta guisa en Religión, o en sus casas, seyendo biudas, o seyendo
virgenes.
1
CUELLO CALON, EUGENIO, Derecho Penal Especial, Tomo II, Volumen Segundo, 14ª Ed., Ed.
Bosch, Barcelona, 1989, pp. 614 y 615.
c). El estupro cometido por cualquier otra persona con una mujer mayor
de dieciséis años y menor de veintitrés, interviniendo engaño (párrafo primero del
Artículo 436 vigente del Código Penal español). Esta forma de delito corresponde
con mayor cercanía a su noción generalmente aceptada, puesto que el fraude es
elemento imprescindible. Sin embargo, la ley española no exige literalmente que la
mujer sea doncella o de conducta sexual honesta; fue necesario que la
jurisprudencia interpretase la descripción en el sentido de que la víctima debe ser de
vida honesta y buenas costumbres, aunque no sea doncella. Además nótase que en
la norma no se indica en qué consiste la acción material de estuprar, interpretándose
doctrinaria y jurisprudencialmente como el acceso carnal, aunque la cópula no sea
perfecta ni produzca el embarazo de la ofendida”.2
1.4. MÉXICO
2
GONZÁLEZ DE LA VEGA, FRANCISCO, Derecho Penal Mexicano. Los Delitos, 21ª Ed., Ed. Porrúa,
S.A., México 1986, pp. 362 y 363.
3
CARRARA, FRACESCO, Programa de Derecho Criminal. Parte Especial, Volumen II, Tomo 4, 2ª
Ed., Ed. Témis, Bogotá, 1967, p. 189.
Sin embargo, en el pueblo Maya, el ilícito en estudio era castigado con
“lapidación, con la participación del pueblo entero”.4
En la Novísima Recopilación, Libro XII, Titulo XXIX, Ley IV, nos señala:
“Los reos reconvenidos por causas de estupro no sean molestados con prisiones.
Deseando ocurrir á los daños morales y políticos, de que tal vez será
ocasión la diferente práctica que se sigue por los Jueces Ordinarios y Tribunales
Superiores del Reyno en la substanciación y determinación de las causas de
estupros; y para uniformar la que en adelante haya de seguir en todos ellos, tengo
encargado al mi consejo, que tratando esta materia con la madurez y detención que
acostumbra, me consulte las reglas ciertas y seguras que le parezcan mas
acertadas. Pero siendo repetidos los recursos que se me hacen, en solicitud de que
no se molesten las personas por causas de daños; he juzgado urgentisimo poner
pronto remedió a las arbitrariedades y abusos que se versan en el particular de
prisiones por dichas causas mientras se establecen las reglas fixas que deban
observarse sobre lo general de este asunto; y he tenido á bien mandar por punto
general, que en las causas de estupro, dándose por el reo fianza de estar á Derecho,
y pagar juzgado y sentenciado, no se le moleste con prisiones ni arrestos; y si el reo
no tuviese con que afianzar de estar á Derecho, pagar juzgado y sentenciado, ó de
estar á Derecho solamente, se le dexe en libertad, guardando la ciudad, lugar ó
pueblo por cárcel; prestando caución juratoria de presentarse, siempre que le fuere
mandado, y de cumplir con la determinación que se diesse en la causa; y con arreglo
á esta mi Real resolución procedan las Justicias en los casos que ocurran, sin
permitir su contravención”.5
El Código Penal del Estado de México, así como los Proyectos de 1949 y
1963, tipifican al delito en estudio en el título de “Delitos contra la libertad e
4
CARRANCÁ Y RIVAS, RAÚL, Derecho Penitenciario. Cárcel y Penas en México, Ed. Porrúa, S.A.,
México, 1974, p. 42.
5
RODRIGUEZ DE SAN MIGUEL, JUAN N., Pandectas Hispano-Mexicanas, Tomo III. Ed. Universidad
Nacional Autónoma de México, México 1980, p. 485.
inexperiencia sexual”, y el Código Penal de Michoacán en el de “Delitos contra la
libertad y seguridad sexual”. Los proyectos de 1949 y 1963 aluden simplemente a la
mujer honesta, y, el segundo reduce la edad de la estuprada a mayor de doce y
menor de dieciséis años. El Proyecto de 1958 es igual al de 1963. pero además
elimina los medios de seducción o engaño.
1.4.1.1. DE 1871
1.4.1.2. DE 1929
1.4.1.3. DE 1931
6
ISLAS DE GONZÁLEZ MARISCAL, OLGA, La Reforma Jurídica en 1984 en la Administración de
Justicia, Ed. Procuraduría General de la República, México, 1985. p. 109.
“Artículo 262. Al que tenga cópula con persona mayor de
doce años y menor de dieciocho, obteniendo su consentimiento por medio de
engaño, se le aplicará de tres meses a cuatro años de prisión”.
7
GUERRA Y TEJEDA, MARGARITA, Análisis del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal,
Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2003, pp. 268 y 269.
“Artículo 211. Al que realice cópula con una mujer menor de 18
años de edad que viva honestamente, obteniendo su consentimiento por medio de
seducción o engaño, se le impondrán de uno a seis años de prisión y multa hasta por
70 unidades.
CONCEPTUALIZACIÓN
8
Infra, pp. 256 y ss.
9
Instituto de Investigaciones Jurídicas. Diccionario Jurídico Mexicano, Tomo IV, Ed. Porrúa, S.A..,
México, 1985, p. 141.
El autor Francesco Carrara define al Delito de Estupro como el
“conocimiento carnal de una mujer libre y honesta, precedido de seducción
verdadera o presunta, y no acompañado de violencia”.10
10
CARRARA, FRANCESCO, Programa de Derecho Criminal, Tomo 4, 2ª Ed., Ed. Témis, Bogotá,
1967, p. 184.
que, por otros prácticos, fue calificado de sofisma, o sea, de considerar que “quien no
puede, no quiere” (valle non poluit, ergo noluit) (Manuel López-Rey y Arrojo).
El autor ibero, Muñoz Conde, expresa: “La palabra estupro, derivada del
latín stuprum, tuvo el significado en el Derecho medieval de yacimiento carnal ilícito.
Pero a partir del siglo XVI se restringe dicho significado en el idioma castellano al
yacimiento carnal realizado con mujer virgen o doncella mediante engaño o
seducción”.12
11
GONZÁLEZ DE LA VEGA, FRANCISCO, Derecho Penal Mexicano, 21ª Ed., Ed. Porrúa, S.A.,
México, 1986, p. 359.
12
MUÑOZ CONDE, FRANCISCO, Derecho Penal, Parte Especial, 6ª Ed., Ed. Publicaciones de la
Universidad de Sevilla, Sevilla, 1985, pp. 353 y 354.
simple, que es el concúbito con una persona libre, es decir, soltera, y honesta; 2)
estupro con seducción, que es la unión carnal lograda con engaños; 3) estupro con
violencia, que es ayuntamiento obtenido con coacción física o moral. Además, el
estupro propio, o sea el que produce desfloración, se distingue del impropio, que no
produce ese efecto”.13
El maestro Díaz de León define al Estupro como un: “Delito cometido por
quien realiza cópula con una persona, mujer o varón, mayor de doce años y menor
de dieciocho, logrando su aceptación mediante el empleo de engaño”.14
Mario Bruno Conelli considera que estupro deriva del latín: “stuprum” y
éste del verbo “stuprare” corromper, viciar, contaminar. Y más remotamente aún, la
palabra latina “stuprum” proviene de la griega: “strophé” que quiere decir engaño. Es
de ese mismo vocablo griego de donde toma su raíz también la palabra estafa. Se
emparentan, pues, entre sí, aunque muy lejanamente, los vocablos: Estupro y Estafa,
en el tronco común del engaño.
13
MAGGIORE GIUSEPPE, Derecho Penal, Parte Especial, Volumen IV, 3ª Ed., Témis, Bogotá,
Colombia, 1989, nota 19 de la página 57.
14
DIAZ DE LEON, MARCO ANTONIO, Código Penal Federal con Comentarios, Ed. Porrúa, S.A.,
México, 1994, p. 434.
cambio, permanece impune el concubinato, análogo al matrimonio, y el trato con
prostitutas y esclavas, ya que los romanos, tenían a los esclavos como cosas y no
consideraban delito el Estupro de una esclava (ancilla), pues entendían que el dueño
tiene derecho a usar de sus bienes.
Mario Bruno Conelli dice que es inevitable para quien aborde este tema
reconocer que la palabra Estupro ha sido empleada con significaciones diversas,
sustancialmente distintas. De modo pues, que sería vana pretensión la de determinar
su contenido exacto con validez absoluta. Tanto más cuanto su variación se cumple
en dos ámbitos: el histórico que le va dando interpretaciones de evolución sucesiva y
no siempre de dirección constante, y el geográfico del que surge que en una misma
época y según las regiones también ha tenido, ya sea en el lenguaje común o en el
de los ordenamientos jurídicos y aún en las interpretaciones de sus expositores,
acepciones muy variadas.
Con respecto a considerar que pueda ser Sujeto Pasivo del ilícito
cualquier persona, nos parece una modificación muy correcta; también ha sido
positivo estipular el mínimo de edad de doce años, en virtud que se deja la
expectativa de que en el caso de que se imponga cópula a persona menor de doce
años se estará configurando la Violación Impropia. Lo que juzgamos sumamente
desatinado y hasta absurdo, es que se haya eliminado del ilícito el elemento comisivo
de la “seducción”; ésta, nos parece el medio natural para cometer el Delito de
Estupro; la seducción es la manera más fácil de engañar y de vencer la voluntad de
la víctima en este ilícito; seducir es aprovecharse de la inexperiencia de la víctima,
para lograr vencer con artimañas su voluntad, a fin de que ceda a los apetitos
sexuales del Sujeto Activo.
El Estupro requiere, pues, en primer lugar, del acto de yacer, que medie
el acceso carnal; es decir, la penetración del órgano sexual del hombre en el cuerpo
de la víctima, sea que se trate de mujer o varón, sin obstar que la penetración del
pene sea total o parcial, o que se produzca o no la inmisio seminis. Esto implica
descartar, primero, el llamado coitus inter femora por que en éste no se da la cópula,
así como, por no estar expresados en el tipo de estudio, los forámenes
correspondientes al oído, a los ojos, a las fosas nasales, o a las manos, sin obstar
que a alguno de nuestros penalistas novedosos se le ocurriera considerar que
también con éstas se puede formar un conducto artificial por donde se hiciera pasar
el pene del agente (masturbación).15
15
DIAZ DE LEON, MARCO ANTONIO, Código Penal Federal con Comentarios, Ed. Porrúa, S.A.,
México, 1994, p. 437.
2.2.1. FRAUDE O ESTAFA SEXUAL
Anota que “la mayor parte de los institutistas del siglo pasado
señalaban dos especies de estupro: el voluntario y el violento. Algunos agregaban a
estas dos especies una tercera, que llamaban no violento, ni voluntario, a la cual
referían todos los casos en que hubiese faltado el consentimiento racional y
jurídicamente eficaz de la mujer, habiendo concurrido su consentimiento animal; o
sea, hubiese faltado su abierto disentimiento. Esta fórmula fue preferida
especialmente por los criminalistas alemanes. Otros, por el contrario, dividieron el
estupro en simple y calificado; y subdividieron el calificado en estupro calificado por
la seducción y calificado por la violencia. Semejante método presuponía la
punibilidad del estupro simple. Puesta en duda tal punibilidad, ya no era aceptable tal
método y tal tecnología, porque no puede calificarse lo que en su estado simple no
es delito, y lo que le da al hecho su esencia delictiva, no es una calificante, sino un
elemento constitutivo del maleficio. Por esto, es que Barrera Domínguez distingue el
estupro, considerado como hecho, en estupro simple, estupro con seducción y
estupro con violencia. Así, abriéndome la vía para decir que el estupro simple no es
punible y que el estupro con Violencia da lugar al delito de violencia carnal,
circunscribiré las indagaciones que se refieren al presente título, al solo estupro con
seducción verdadera o presunta. El estupro simple es aquel que recae sobre mujer
virgen u honesta que, libre dueña de su cuerpo, con libre y válido consentimiento, le
ha dado potestad sobre él a su amante. Este hecho presenta en la historia de la
penalidad tres estadios sucesivos sustancialmente distintos y merecedores de ser
estudiados: primer estadio, punición de ambos partícipes; segundo estadio, punición
del hombre y no de la mujer; tercer estadio, impunidad de ambos”.
Carrara observa que al Estupro no Violento ni Voluntario refirieron
algunos “el concúbito con la mentecata, con la impúber o con la durmiente y
convinieron en que se le debía aplicar una pena, pero no la ordinaria de la violencia
carnal”. Y aludiendo a esta tesis, dice que le “parece, audaz que una ley penal
equipare en la penalidad el estupro por seducción con el estupro violento”; que no
cabe admitir sino el estupro “con seducción [la cual equipara al engaño]... siendo
presunta... por las condiciones del sujeto pasivo, como la que resulta en los casos de
la mujer imbécil o impúber... para la cual no hay necesidad de aquel artificio o
engaño especial... que es necesario para constituir la seducción verdadera... ; y
siéndolo [presunta] también... por la particular autoridad del agente sobre la víctima...
como cuando el tutor abusa de la pupila... el padre adoptivo de la adoptada, etc”.
16
Francisco González de la Vega, ob. cit., t. III, p. 122.
Pacheco, citado por González de la Vega, dice que “cuando las
mujeres no aguardan sacar... de la incriminación del engaño sexual... ningún
provecho, pocas serán las que se dejen engañar”. Pero cabe observar que para la
Ley Penal, en cuanto a la incriminación de las ofensas a la libertad erótica, no
importa el fingimiento de engaño, sino el engaño verdadero. Y no es jurídico que si
un código se ocupa del resguardo de la libertad sexual puedan presentarse hipótesis
en que ese interés quede desamparado.
Anota Ure que “el engaño debe ser provocado por el culpable y
decisivo del error de la ofendida. Por consiguiente, no habrá delito si el hombre
aprovecha la confusión de la mujer a la que él es totalmente ajeno, o si aquella, en la
duda acerca de la identidad del hombre, no se opone al acoplamiento. Como
tampoco lo habrá si, descubierta a tiempo la superchería que inicialmente le hizo
caer en error, deja hacer al agente”.18
17
Chrysolito de Gusmao, ob. cit., p. 220 a 222.
18
Ernesto J. Ure, ob. cit., p. 85 y 86.
Expresa Puglia19 que “es muy difícil determinar el concepto de la
seducción, ya que esta resulta de elementos diversos, de los cuales algunos son
subjetivos, otros objetivos, variables según las circunstancias. Digamos tan solo que
hay seducción cuando por el delincuente fueron usados medios y artificios idóneos
para inducir a engaño a individuo de uno u otro sexo e impelerlo a la conjunción
carnal”.
19
Manual de Derecho Penal, vol. II. p. 258 y 259.
20
Carlos Fontán Balestra, ob. cit., p. 85 y 86.
Están de acuerdo los distintos tratadistas en que la promesa de
matrimonio que un varón haga a una mujer en un momento de exaltación libidinoso,
a fin de obtener el consentimiento de esta para el trato sexual, deja de ser seria, vale
decir, no es formal. Igualmente deja de tener seriedad y, por lo tanto, no es
constitutiva del delito de Estupro, la promesa de matrimonio para una fecha
demasiado lejana o la condicionada a eventos más o menos probables.
21
Vincenzo Manzini, ob. cit., p. 148 y 149.
2.3. BIEN JURIDICO TUTELADO
22
Derecho Penal, N° 467. Más adelante (N° 476) insiste en que, en el estupro, el bien jurídico objeto
de la tutela a través de la conminación de las penas, no es la libertad sino la seguridad sexual de las
inexpertas jóvenes contra los actos de libidine facilitadores de su prematura corrupción de
costumbres; y en el N° 480 reitera que el objeto de la tutela penal es la “seguridad sexual de las
mujeres de corta edad y de vida sexual honesta”.
23
Delitos Sexuales, p. 93.
válido. Por su parte, también Carrancá y Trujillo24 considera que el Objeto Jurídico en
el Delito de Estupro “es la libertad sexual de la mujer”.
24
Código Penal Anotado, nota 864.
Penal no protege tampoco una inexperiencia sexual. Si de inexperiencia se tratara,
habría que considerarla como una de tipo más amplio, de la inexperiencia de la vida.
Una mujer puede ser perfectamente experimentada en menesteres sexuales y no en
aquéllos requeridos por la vida en general. Cabe preguntarse, ¿en qué consiste la
experiencia sexual? ¿cuándo se ha de entender ganada ésta? Se puede tener
experiencia sexual y sin embargo, poder ser víctima de Estupro. El reducir el Delito
de Estupro a una cuestión de experiencia o inexperiencia sexual, es reducir el
concepto de honestidad a algo tan limitado orgánicamente que difícilmente es
admisible.
25
VALENZO PÉREZ, PABLO, Delitos, Ed. Delma, S.A., México, 1996, p. 149.
26
REYNOSO DAVILA, ROBERTO, Delitos Sexuales, Segunda Edición, Editorial Porrúa, S.A., México,
2001, p. 63.
La Cópula Carnal puede anatómicamente ser vaginal, anal u oral.
La primera constituye la forma propia y normal y las dos últimas, formas impropias,
anormales o sucedáneas. Plantéase aquí la intrincada y escabrosa cuestión de
determinar la clase de Cópula a que se refieren las descripciones típicas de los
Delitos de Estupro y Violación contenidas, respectivamente en los Artículos 262 y
265. González de la Vega afirma: “En el delito de violación el elemento material
cópula, en que radica la acción humana típica, consiste en cualquier clase de
ayuntamiento o conjunción sexual, normal o contra natura”. Empero, en torno al
Delito de Estupro restringe el sentido y alcance del elemento en examen, de la
siguiente manera: “No obstante el significado general amplísimo de la cópula
venérea que hemos aceptado, referido ya el problema al concreto delito de estupro,
debemos restringir su alcance. Dada la redacción íntegra del artículo 262 que
describe el tipo legal y por la presencia de los restantes elementos, se infiere que la
cópula en el estupro se limita exclusivamente al coito normal -obra de varón a mujer
por la vía natural-. Eliminamos los actos contra natura efectuados de varón a mujer –
en vasos no idóneos fisiológicamente por el concúbito-, porque en nuestro concepto
la aceptación que ésta haga en su cuerpo de tales acciones de anormalidad lúbrica,
revela en ella, al menos psíquicamente, ausencia de honestidad sexual, elemento
normativo imprescindible exigido por el legislador para acordar a la mujer protección
con el estupro”. También González Blanco sigue el mismo criterio, aunque con
alguna reserva por cuanto se relaciona con la restricción del concepto en el delito de
estupro, pues admite que “no se descarta la posibilidad de que la víctima en esos
casos pueda desconocer por inexperiencia el alcance de tales relaciones...”. Por su
parte Carránca y Trujillo, al acordar un mismo significado a la expresión “cópula”
contenida en las descripciones típicas de los delitos de Estupro y Violación; al
estimar como tal, reproduciendo los conceptos dados al respecto por Manzini y
Gómez, “la introducción del órgano viril de una persona en el cuerpo de otra, de
modo que haga posible el coito o un equivalente anormal de éste”; y al incluir en el
concepto tanto “el coito o cópula stricto sensu que se realiza por la introducción del
pene en la vagina” como “la cópula lato sensu cuando la introducción es en el ano o
en la boca”, estima que el elemento cópula en el Delito de Estupro abarca cualquier
ayuntamiento carnal.
27
Supra, p. 236.
28
González Blanco, p. 94.
29
González de la Vega, N° 479.
víctima admita ora por inexperiencia, ora por debilidad de carácter, ora a causa del
engaño o del influjo de la seducción, la cópula impropia o anormal, con el resultado
de negarse la protección penal a quien precisamente más la necesita; en cuarto
lugar, si la ratio que fundamenta la creación y existencia del Delito de Estupro es
tutelar la libertad sexual, negándose validez al consentimiento obtenido de mujer
menor de dieciocho años por medio de seducción o engaño, no existe fundamento
jurídico o lógico para considerar válido dicho consentimiento en los casos de cópula
impropia, por el hecho de que el estuprador hubiere sabido con sus malas artes o
taimada experiencia, obtener de la mujer estuprada dicha cópula impropia o anormal;
y, finalmente, el argumento que arguye González de la Vega y sus seguidores, podrá
ser verdadero, en sus propios términos para negar, en una ulterior instancia, la
honestidad pero no la cópula. Por este cúmulo de razones, estimamos que la Cópula
en el Delito de Estupro tiene el mismo alcance que todos los penalistas de consuno
acuerdan al concepto, en el Delito de Violación.
30
VALENZO PÉREZ, PABLO, Delitos, Ed. Delma, S.A., México, 1996, p. 149.
31
REYNOSO DAVILA, ROBERTO, Delitos Sexuales, Segunda Edición, Editorial Porrúa, S.A., México,
2001, p. 63.
estupro como de la violación, y la diferencia radica en que en el estupro se realiza la
cópula con consentimiento de la ofendida, y en la violación la cópula se efectúa sin la
voluntad de la víctima”. Por tal razón, es de concluirse, que nuestro máximo Tribunal
Judicial de la República, acepta que en el Delito de Estupro, la Cópula, al igual que
en el Delito de Violación, puede ser normal, idónea o vulvar, o también, anormal,
inidónea, bucal o anal.
32
VALENZO PÉREZ, PABLO, Delitos, Ed. Delma, S.A., México, 1996, p. 153.
33
PUIG PEÑA, FEDERICO, Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, Ed. Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1955.
Ernesto J. Ure dice que aunque la boca no sea un órgano sexual ni
tenga la actividad erótica de éstos, ha sido reemplazante de los mismos por parte del
Sujeto Activo y objeto de una verdadera penetración sucedáneo del coito vaginal o
anal y Alberto González Blanco, antes de las reformas del Código Penal que ya lo
aceptan expresamente para el Delito de Violación, decía que en la fellatio in ore, sí
se configura la Violación, supuesto que nuestro legislador, al aceptar la posibilidad de
la cópula anormal, no establece ninguna restricción al respecto.
El Sujeto Pasivo hombre o mujer, debe ser menor de edad, con una
edad mínima de doce años.
34
REYNOSO DAVILA, ROBERTO, Delitos Sexuales, Segunda Edición, Editorial Porrúa, S.A., México,
2001, pp. 65-69, 70-76.
Este elemento es igual, que en el Estupro Clásico; la diferencia
surge por la estructura, ya que en el Estupro Clásico se está refiriendo a una mujer
menor de dieciocho años, y en el Estupro Moderno o de fin de milenio, se está
refiriendo a un hombre o a una mujer menor de edad.
35
VALENZO PÉREZ, PABLO, Delitos, Ed. Delma, S.A., México, 1996, p. 149-151.
El Código exige conjuntamente en la mujer la Castidad y la
Honestidad, pues en la letra del Artículo 262 (anterior a las reformas) ambos
conceptos están unidos por la preposición copulativa “y”. Empero, no es fácil precisar
el quid y las diferencias entre ambos conceptos. Demetrio Sodi se esfuerza en
esclarecer el de Castidad pero silencia el de Honestidad, sin que se justifique tal
omisión. “La castidad consiste en la abstención de los placeres ilícitos” sin que
requiera la doncellez.36 Con mayor concreción González de la Vega afirma que “la
castidad es una virtud relativa a la conducta externa del ser humano que consiste en
la abstención corporal de toda actividad sexual ilícita”;37 y la Honestidad consiste “no
sólo en la abstención corporal de los placeres libidinosos sino en una correcta actitud
moral y material en lo que se relaciona con lo erótico”.38 González Blanco percibe
entre la Honestidad y la Castidad una relación de género a especie. La primera sería
el género y la segunda la especie, y como puede existir género sin especie, cabe
admitir mujeres honestas no castas, v.gr., viudas, casadas, divorciadas.39 Finalmente
Carránca y Trujillo escribe: “Castidad es tanto como pureza. Se la identifica por ello
con la virginidad, aunque no es ésta por lo general otra cosa que el signo externo
que la acredita, pudiendo no existir virginidad y si castidad, o bien lo contrario:
ejemplos de lo primero, cuando el desgarramiento del himen se ha producido por un
accidente o por una violación o por una intervención quirúrgica necesaria, etc.; y
ejemplo de lo segundo, la prostituta que está dotada por la naturaleza de himen
complaciente. La honestidad es el recato o moderación en la conducta que se lleva
con personas de sexo distinto. El signo externo con que se la distingue lo constituyen
las palabras, ademanes y gestos, aficiones y costumbres sociales, afinidades y
simpatías, etc., todo lo cual es valorado socialmente a través de un concepto público.
Mientras la castidad atiende al ser, la honestidad al parecer”.40
36
Nuestra Ley Penal, pp. 338 y 339.
37
Derecho Penal, N° 490.
38
Derecho Penal, N° 493.
39
Delitos Sexuales, p. 166.
decencia que emanan de los principios éticos que rigen el grupo social. Estos
principios mecen su cuna en la constitución de la propia familia y se proyectan sobre
la vida individual de la mujer a modo de un genuino modo de ser o de estar en la vida
social que por sus propios actos perdura o se esfuma en la peripecia del diario vivir.
Son, por tanto, los de Castidad y Honestidad conceptos espiritados que encierran
valoraciones sobre el comportamiento sexual de la mujer en relación con sus
semejantes. Los actos que la mujer pudiere efectuar sobre su propia persona, son
intrascendentes en orden a los conceptos de Castidad y Honestidad en el ámbito
penalístico, en el que únicamente interesa el comportamiento sexual de la mujer en
su vida de relación y nunca en proyección a concepciones ascéticas de inmaculada
pureza interna. No lo cree así Franco Guzmán, pues subraya que especialmente
debe excluirse de los conceptos de Castidad y Honestidad “las mujeres que a pesar
de no haber cohabitado jamás, y de conservar íntegro el himen, por ser de los
llamados complacientes, habitualmente hacen a su propio cuerpo presa de actos de
onanismo. Del mismo modo, deben separarse las mujeres que nunca han tenido
contacto carnal, pero por los excesos de masturbación han producido la ruptura de la
membrana”.41 El concepto penalístico de Castidad y Honestidad nada tiene que ver
con concepciones inmaculadas forjadas a base de principios ascéticos.
40
Código Penal Anotado, notas 861 y 862.
41
Delitos de Estupro, cit., p. 576.
espera de postor para su virginidad o se prestan a exhibiciones impúdicas. Castidad
y Honestidad, son, pues matices diversos del comportamiento sexual externo de la
mujer. El quid de la diferenciación puede hallarse en estas palabras de Carrancá y
Trujillo: “Mientras la castidad atiende al ser, la honestidad al parecer”. Y el Código
exige en la configuración del Estupro que ni en esencia ni en presencia la mujer
hubiere tenido una peripecia o historia sexual, sustancial o anecdótica.
42
VALENZO PÉREZ, PABLO, Delitos, Ed. Delma, S.A., México, 1996, p. 151.
manifestación de voluntad, por el mismo linaje de razones que inficiona cualquier otro
acto humano. Pues la mujer, ante situaciones que como reales, serias y verdaderas
se ofrecen, presentan o describen ante sus ojos, aureoladas por la rosada ilusión y la
verde esperanza que inspiran a su ingenuidad, candidez y escasa experiencia, se
entrega confiada a los deseos del hurtador y accede a sus copulativos afanes.
43
Tirso de Molina, en el Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra, escrito en 1625, describe en dos
escenas magistrales de la Jornada Primera, el diálogo gachón y hechicero del engaño matrimonial y el
desgarrante monólogo de lamentación de la engañada.
comparte algún penalista, de que la ley pueda “constituirse en un Cancerbero de
virginidades dudosas o estimular con su demasiado rigor el descuido del decoro y la
estimación de sí mismo”.44 Por otra parte, no hay que olvidar que el Bien Jurídico
Protegido en el delito en examen es la Libertad Sexual y no la moral de la mujer, y
que la libertad se quebranta de consumo cuando se ponen en juego incentivos
económicos, máxime si se despliega sobre mujeres que todavía no han alcanzado su
plena madurez.
44
Código Penal Concordado y Comentado, tomo III, p. 130.
45
Cúmplenos aquí recordar, por se paradigma revelador de otras facetas que el engaño de
suplantación de persona puede revestir, el lance de la por Tenorio confesada “traición es, mas como
mía” (Zorrilla, Don Juan Tenorio, acto primero), en el que don Juan hace detener a don Luis y le
sustituye en el lecho de doña Ana, después de que ésta había prometido a Mejía darle a las diez de la
noche la lleva de su casa y entregarse a él, “en todo”.
ligado por un anterior matrimonio contrae posteriormente nupcias con su víctima,
haciéndose pasar por solteros y con el exclusivo objeto que por este medio obtener
su consentimiento para la cópula. Y aunque el simple hecho de contraer el segundo
matrimonio integra el Delito de Bigamia que describe el Artículo 279, la cópula
obtenida mediante tal engaño también configura concursalmente, cuando la mujer
fuere menor de dieciocho años, un Delito de Estupro.
46
Programma, parágrafo 1503.
47
Derecho Penal, N° 498.
48
Trattato, VII, p. 366.
casta y honesta, como lo es cópula carnal. Y pertinente es agregar aquí que el delito
existe independientemente de que el agente persista en su propósito de matrimoniar
con la estuprada o de que ésta posteriormente se niegue a casarse con aquél, pues
lo que entra en función en la integración del delito son únicamente sus elementos
conceptuales, entre los que se encuentran la cópula obtenida por seducción, y no las
postreras voluntades o los actos posteriores de sus protagonistas, sin perjuicio de
que unas y otras entren en juego en el tira y afloja que implica el ejercicio privado de
la acción penal.
49
“Don Juan” de Zorrilla (tercer acto, escena tercera).
De ahí estas posibles hipótesis de realización típica, deban ser contempladas con
extraordinaria cautela, para evitar convertir la Ley Penal en celestina de femeniles y
torpes propósitos, encaminados a cazar el primer vuelo, con la liga de una falsa
seducción, a inexpertos jóvenes que irrumpen en la fascinante pista de la vida como
potros inquietos o pomposos corceles.
2.5. SUJETOS
2.5.1. ACTIVO
2.5.2. PASIVO
Así, los límites de edad para ser Sujeto Pasivo de Estupro son:
mayor de 12 años y menor de 18. Las legislaciones locales no son uniformes en este
sentido, Por dar algunos ejemplos, véase cómo contemplan estos límites de edad
algunas leyes penales:
2.6. OBJETOS
2.6.1. MATERIAL
2.6.2. JURÍDICO
2.7. CONSUMACIÓN
50
AMUCHATEGUI REQUENA, GRISELDA, Derecho Penal, Sexta Edición, Ed. Oxford University
Press, México 2000. p. 320.
51
GONZÁLEZ QUINTANILLA, JOSÉ ARTURO, Derecho Penal Mexicano, Ed. Porrúa, S.A., México
2001. p. 760.
52
AMUCHATEGUI REQUENA, GRISELDA, Derecho Penal, Sexta Edición, Ed. Oxford University
Press, México 2000. p. 324.
2.8. RESULTADO
2.9. TENTATIVA
53
JIMÉNEZ HUERTA, MARIANO, Derecho Penal Mexicano, Ed. Porrúa, S.A., México, 2000, p. 253.
Se puede configurar cuando el Sujeto Activo realice todo los actos
tendientes a la realización de la cópula con el Pasivo, pero ésta no se consume por
causas ajenas a la voluntad de aquél.55
2.10. CULPABILIDAD
54
GONZÁLEZ QUINTANILLA, JOSÉ ARTURO, Derecho Penal Mexicano, Ed. Porrúa, S.A., México
2001. p. 759.
55
AMUCHATEGUI REQUENA, GRISELDA, Derecho Penal, Sexta Edición, Ed. Oxford University
Press, México 2000. p. 324.
seducción, prefiere ocultar sus consecuencias, por lo que no se le debe causar un
segundo mal haciendo público, en contra de su voluntad y por el camino de la
justicia, el hecho acontecido. Por otra parte, este delito no engendra una destaca
alarma pública, por lo cual la sociedad siente indiferencia al contemplar que no
opera, por voluntad de quien sufrió el ultraje, la pertinente reparación”.56
2.12. PUNIBILIDAD
56
Programma, parágrafo 1507.
Cuando a consecuencia de la comisión de alguno de los delitos
previstos en este titulo resulten hijos, la Reparación del Daño comprenderá el pago
de alimentos para estos y la madre, en los términos que fija la legislación civil para
los casos de divorcio.
1. La persona física.
2. La realización de la cópula.
3. Edad requerida por el tipo: mayor de doce y menor de dieciocho años
para el Sujeto Pasivo.
4. Consentimiento viciado.
5. Los objetos materiales, actitudes, palabras, actuaciones, etc., para
inducir a engaño. Anteriormente se establecía en forma casuista la promesa de
matrimonio para obtener la cópula. En la actualidad, aun cuando no se menciona, no
queda descartada, al constituir en el caso específico, una fórmula de engaño.
3.1.2. SUBJETIVOS
57
Vives Antón y otros, Derecho Penal, Parte Especial, Tirant Lo Blanch Libros, p. 649.
58
“ESTUPRO, DELITO DE. SEDUCCIÓN Y ENGAÑO”. Amparo en Revisión 111/90. Segundo
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito.
C). Por el Resultado
59
GONZÁLEZ DE LA VEGA, FRANCISCO, Derecho Penal Mexicano. Los Delitos, 10ª Ed., Ed.
Porrúa, S.A., México, 1970. p. 361.
cual entendemos que es necesaria la presencia de un único individuo en la comisión
del tipo penal.
A). Imputabilidad
60
GONZÁLEZ BLANCO, ALBERTO, Delitos Sexuales, Ed. Aloma, México, 1958, p. 90.
dieciocho años y mayor de doce, se embriaga y a base de engaños logra el
consentimiento de su víctima. El sujeto será imputable completamente.
C). Inimputabilidad
a). Incapacidad
A). Conducta
61
QUERALT JIMÉNEZ, JOSEP, Derecho Penal Español. Parte Especial, 2ª Ed., José María Bosch
Editor, S.A., Barcelona, 1992, p. 142.
b). Sujetos
1. Sujeto Activo
2. Sujeto Pasivo
3. Ofendido
1. Objeto Jurídico
2. Objeto Material
De la Acción
62
PORTE PETIT CANDAUDAP, CELESTINO, Ensayo Dogmático del Delito de Estupro, 2ª Ed., Ed.
Jurídica Mexicana, México, 1972, p. 16 y 17.
Del Resultado
De la Ubicuidad
A). Tipicidad
1. Por su Composición
B). Atipicidad
A). Antijuridicidad
Para que un hecho pueda ser considerado como ilícito, debe ser
Antijurídico, esto es, contrario a derecho. El Estupro, al dañar el Normal Desarrollo
Psicosexual de la persona agraviada, está atentando contra el Derecho.
Ejercicio de un Derecho
A). Culpabilidad
Dolo
B). Inculpabilidad
63
GONZÁLEZ BLANCO, ALBERTO, Delitos Sexuales, Ed. Aloma, México, 1958, p. 110.
a). El Error
A). Punibilidad
C). Ejecución
1. Consumación
1. Tentativa Acabada
2. Tentativa Inacabada
4.2. PARTICIPACIÓN
D). Cómplice
E). Encubridor
A). Ideal
4.4. ACUMULACIÓN
A). Material
B). Absorción
Los elementos constitutivos del cuerpo del delito de estupro con los
siguientes: a). Cópula; b). Con mujer menor de dieciocho años; c). Casta honesta; y
d). Con su consentimiento, obteniendo por medio de la seducción o del engaño.
(Suprema Corte de Justicia de la Nación. Primera Sala. Semanario Judicial de la
Federación. 5ª Epoca. Tomo CIII. Página 2773).
Conforme al Artículo 686 del Código Penal del Estado de Sonora, el estupro
sólo se castigará si la estuprada pasa de catorce años, cuando el estuprador sea
mayor de edad, haya dado a aquella, por escrito, palabra de casamiento y se niegue
a cumplirla sin causa justa, posterior a la cópula o anterior a ella, pero ignorada por
aquel. Ahora bien, aún cuando el acusado confiese haber dado palabra de
casamiento, comisionando a una persona para que preguntara a la ofendida el día en
que debía celebrarse el matrimonio, como la ley exige que el ofrecimiento se haga
por escrito, el delito no puede castigarse, dados los términos expresos de La ley
Penal, que es de estricta aplicación y si se impone pena, se violan los Artículos 14 y
16 constitucionales. (Suprema Corte de Justicia de la Nación. Primera Sala.
Semanario Judicial de la Federación. 5ª Epoca. Tomo LXI. Página 559).
Entre los elementos materiales que señala, el artículo 202 del Código Penal
para que se integre el delito de estupro, figura el de que la mujer sea menor de
dieciocho años. Y si según la declaración de la ofendida, y el dictamen médico
pericial agregado a los autos, ésta era mayor de dieciocho años en fecha muy
próxima a la en que ocurrieron los hechos, y la boleta del Registro Civil agregada, no
comprueba en forma alguna la edad que manifestó tener, pues sólo acredita la fecha
en que se hizo el registro del nacimiento, resulta, pues que no se acreditó
fehacientemente que en la fecha en que tuvo cópula el quejoso con la ofendida, esta
haya sido menor de dieciocho años, por lo que no se cumple el imperativo del párrafo
segundo del Artículo 158 del Código de Procedimientos Penales, y resulta fundado el
concepto de violación en cuanto a que no está legalmente comprobado el cuerpo del
delito de estupro. (Suprema Corte de Justicia de la Nación. Primera Sala. Semanario
Judicial de la Federación. 6ª Epoca. Volumen LXXI. Página 12).
La Ley punitiva estatuye como uno de los elementos constitutivos del delito
de estupro, que el consentimiento de la pasivo para realizar la cópula se hay
obtenido mediante engaño, el cual no se configura si la promesa de matrimonio no se
cumple por causas imputables a la ofendida, dado que en este supuesto no se puede
hablar de una falsa promesa de matrimonio. (Segundo Tribunal Colegiado del
Segundo Circuito. Semanario Judicial de la Federación. 8ª Epoca. Tomo V Segunda
Parte-1. Tesis 42. Página 211).
Aún cuando se cierto que se engañe a la ofendida para llevarla hasta el lugar
donde se le impuso la cópula, si se ejerció violencia sobre de ella para imponérsela,
ello significa que no hubo la aceptación del yacimiento sexual, aceptación
indispensable para que se integre el delito de estupro, en el que la pasivo engañada
o seducida accede al yacimiento sexual, y por ende, no se configura dicho delito.
(Suprema Corte de Justicia de la Nación. Primera Sala. Semanario Judicial de la
Federación. 6ª Epoca. Volumen LXXV. Página 17).
“Al que tenga cópula con persona mayor de doce años y menor de dieciocho,
obteniendo su consentimiento por medio de cualquier tipo de engaño, se le
impondrán de seis meses a cuatro años de prisión.
Sujeto Pasivo en los Delitos de Estupro, puede ser tanto un hombre como
una mujer. En consecuencia, Sujeto Pasivo podrá serlo cualquier persona.
BIBLIOGRAFÍA