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El tratamiento de aguas residuales (o agua servida, doméstica, etc.) incorpora procesos físicos
químicos y biológicos, que tratan y remueven contaminantes físicos, químicos y biológicos
introducidos por el uso humano cotidiano del agua. El objetivo del tratamiento es producir agua
limpia (o efluente tratado) o reutilizable al ambiente, y un residuo sólido o lodo que con un
proceso adecuado sirve como fertilizante orgánico para la agricultura o jardinería. Las aguas
residuales pueden ser tratadas dentro del terreno del hospedaje (por ejemplo: tanques sépticos
u otros medios de depuración) y en caso de zonas comunales, éstas son llevadas mediante una
red de tuberías y eventualmente pueden utilizar bombas para ser trasladados a una planta de
tratamiento municipal. Los esfuerzos para colectar y tratar las aguas residuales domésticas de
la descarga están típicamente sujetos a regulaciones locales y sectoriales (regulaciones y
controles). Estos procesos de tratamiento son típicamente referidos a un:
• Tratamiento primario: Es para reducir aceites, grasas, arenas y sólidos gruesos; es decir el
proceso de asentamiento de los sólidos. Este paso está enteramente hecho con maquinaria, por
esa razón es conocido también como tratamiento mecánico.
• Tratamiento terciario: Etapa final que permite aumentar la calidad del efluente al estándar
requerido antes de que éste sea descargado al ambiente receptor (mar, río, lago, campo, etc.);
es decir son pasos adicionales al tratamiento (micro-filtración o desinfección). Se puede utilizar
más de un proceso terciario de tratamiento en una planta de tratamiento. Si la desinfección se
practica siempre en el proceso final, este proceso se denomina “pulir el efluente”.
2. Sistemas de Tratamiento Natural
La depuración natural utiliza y maximiza una serie de procesos que se dan de forma
natural en el medio, en un emplazamiento controlado. Creando un espacio en el
que se desarrollan una serie de ecosistemas que permitan la recuperación de un
recurso, el agua, y la reintroducción al ciclo biológico de unos excedentes (la
contaminación-nutrientes) convirtiéndolos en productos, de una forma no traumática
para el medio.
Estos sistemas se utilizan en una gran variedad de situaciones, ya
que son altamente adaptables a los diferentes usos que se le quieran dar,
abarcando de una forma efectiva, técnica y económica, desde el tratamiento de
casas aisladas, pequeños núcleos, pueblos, industrias agroalimentarias, residuos
ganaderos, etc.
Distinguimos dos ramas los métodos de tratamiento: Los de aplicación directa sobre el
terreno y los sistemas acuáticos. Ambos son una acción combinada de vegetación,
suelo y microorganismos que encontramos en ellos.
Ventajas en comparación con sistemas convencionales:
Escasa necesidad de personal de mantenimiento
Consumo energético reducido
Baja producción de fango
Alta calidad sanitaria del efluente
Buena fertilidad del terreno en caso de desmantelamiento
Factor limitante para estos sistemas:
Requiere mayor superficie de terreno disponible (entre 4 y 40m2/habitante
equivalente)
Sólo para determinados tipos de vertidos, han de ser totalmente degradables o se
deben eliminar los residuos tóxicos o peligrosos restantes previamente al
tratamiento natural.
Métodos de tratamientos mediante aplicación directa en el terreno
En este tipo de tratamiento el suelo cumple dos funciones: por un lado es el medio
receptorde las aguas residuales evitando de esta manera el vertido a otros medio.
Por otro lado, es el agente activo pues tanto en su superficie como en su interior se
produce el proceso de depuración eliminando nutrientes, materia orgánica,
microorganismos y otros componentes como metales pesados o
microcontaminantes orgánicos.
El rasgo común a todos ellos es que la depuración se consigue a través de
los procesos físicos, químicos y biológicos naturales, desarrollados en un sistema
planta–suelo–agua.
FILTRO VERDE
Los filtros verdes consisten generalmente en el cultivo de masas forestales,
chopos, que además de favorecer la depuración de las aguas residuales
permiten la explotación maderera del cultivo, con lo que se consigue de
forma indirecta la protección de los bosques, la recarga artificial de acuíferos
y la mejora de la calidad de la atmósfera.
Un filtro verde se define como un sistema natural de tratamiento de aguas residuales por aplicación al
suelo, constituido por una superficie de terreno sobre la que se establecen una o varias especies vegetales
y a la que se aplica periódicamente el agua residual a tratar mediante algún método de riego.
Es decir, los filtros verdes consisten en la aplicación de un caudal controlado de agua residual sobre la
superficie del terreno, donde previamente se ha instalado una masa forestal o cultivo. El agua se aplica al
terreno mediante riego a manta o a través de surcos y da como resultado una depuración del efluente, el
crecimiento de las especies vegetales generalmente arbóreas maderables y la recarga artificial de los
acuíferos.
Las especies vegetales a implantar deberán tener una importante capacidad de asimilación de nutrientes,
rápido crecimiento, gran consumo de agua por transpiración, tolerancia a los suelos húmedos, escasa
sensibilidad a los componentes del agua residual y unas mínimas exigencias de explotación. Las especies
vegetales más usadas en los filtros verdes son los chopos (Populus Nigra), aunque en la actualidad se está
empezando a utilizar eucaliptos (Eucalyptus).
La depuración se realiza mediante la acción conjunta del suelo, los microorganismos y las plantas por
medio de una triple acción: física (filtración), química (intercambio iónico, precipitación y
coprecipitación, fenómenos de óxido-reducción) y biológica (degradación de la materia orgánica). Esta
depuración tiene lugar en los horizontes superiores del terreno donde se encuentra una capa biológica
activa.
Entre las especies vegetales que pueden establecerse en un filtro verde están los cultivos agrícolas,
forrajeros y forestales, siendo estos últimos los que presentan las mayores ventajas en relación con otros
cultivos, ya sea como sistema de depuración o como una forma de eliminar las aguas residuales,
aprovechando esta y los nutrientes que contiene.
El tratamiento del agua residual en un filtro verde, se consigue mediante procesos físicos, químicos y
biológicos naturales que se desarrollan en el ecosistema suelo-agua- cultivo; siendo capaces de eliminar,
hasta cierto punto casi todos los contaminantes del agua residual como: sólidos suspendidos, materia
orgánica, nitrógeno, fósforo, elementos traza y microorganismos, alcanzando rendimientos de depuración
de hasta un 98% en los primeros centímetros del suelo.
1.3.1 PRETRATAMIENTO
Los filtros verdes no hacen posible la utilización posterior del agua, debido a que es consumida por la
vegetación y retomada en forma de vapor a la atmósfera (traspiración). La que no es aprovechada por la
biomasa forestal, se evapora o se percola horizontal o verticalmente en el suelo. Por la razón de contar
con un suelo muy permeable podría provocarse la contaminación de las aguas subterráneas.
Las raíces de las plantas actúan como bombas aspirantes que extraen de la solución del suelo el agua y las
sales minerales necesarias para su desarrollo. En cuanto a los microorganismos del suelo, las acciones
más importantes se deben a las bacterias, hongos, algas y protozoos; la principal función es la
descomposición de la materia orgánica. Por otra parte la conversión de una superficie de terreno en filtro
verde, originará unas condiciones ambientales típicas que darán origen a una biocenosis en la que se
establecen interacciones de competición y antagonismo. Como consecuencia de estas interacciones se
logra una elevada tasa de eliminación de organismos patógenos aportados por el agua residual. Con estas
tecnologías las aguas depuradas no son reutilizables de forma inmediata, sino que se infiltran en el terreno
y se incorporan a los acuíferos. Es necesario controlar la calidad del agua que se infiltra tomando
muestras a distintas profundidades, para eso se instala en la parcela un red de lisímetros.
• Procesos físicos
Granulometría
Textura
• Procesos químicos
pH
Capacidad de intercambio iónico Condiciones de aireación encharcamiento
• Procesos biológicos
Raíces
Microorganismos
1.3.3 ASPECTOS DEL DISEÑ O
En su operación, deben alimentarse las parcelas de manera intermitente (cada 4 a 10 días), dependiendo
de la cantidad de lluvias en cada época del año. El caudal de alimentación oscila entre 20 y 60 m3 de
aguas residuales por hectárea y por día (m3/ha*d). El filtro verde tiene uno de los mayores potenciales de
tratamiento de todos los sistemas de depuración debido a la aplicación de cargas relativamente bajas sobre
el suelo vegetado y a la existencia de un ecosistema muy activo en el suelo, a escasa distancia de la
superficie.
Para la instalación de un filtro verde se requieren una serie de condiciones relacionadas con el terreno y el
agua residual:
Con este sistema se consiguen los siguientes rendimientos de eliminación: DQO entre 80-90%,
DBO entre 90-95%, sólidos en suspensión entre 90-95%, nitrógeno entre 80-90% y fósforo entre
80-90%. El mantenimiento de un sistema de filtros verdes consiste en la limpieza del
pretratamiento, eliminación de la costra que se forma en la capa superficial del terreno (gradeo),
la poda de los árboles, rotación de las parcelas de riego, limpieza de los depósitos encargados de
recoger la muestra, inspección de los troncos, hojas y ramas de los árboles para detectar posibles
plagas, eliminación de las hierbas que crecen alrededor de los troncos de los árboles
empleándose hoces, guadañas, etc.
Sistemas tipo I: su principal objetivo es el tratamiento de las aguas, por lo que la carga
hidráulica no está controlada por la demanda de agua de la especie vegetal implantada, sino por
la permeabilidad del terreno.
Sistemas tipo II: su objetivo principal se orienta a la reutilización de las aguas residuales
mediante la producción de cosechas. En este caso la carga hidráulica viene condicionada por los
requisitos concretos de la especie vegetal implantada.
La evaluación y selección del emplazamiento está entre las características más importantes a tener en
cuenta, siendo los factores limitantes la permeabilidad y la profundidad de las aguas subterráneas. Se
puede decir que el suelo presenta condiciones óptimas cuando: el pH está entre 5,5 y 8,4, la conductividad
eléctrica es menor de 4 mmhos/cm, la permeabilidad está entre 5 y 50 mm/h, las aguas subterráneas se
encuentran a profundidades entre 0,6 y 1,5 m y pendientes entre el 2 y el 15% en terrenos cultivados, en
terrenos no cultivados pueden ser superiores,
La selección del cultivo es otro paso fundamental en el proceso de diseño ya que muchas de las
decisiones asociadas con el proyecto estarán en función del tipo de cultivo; siendo los más adecuados los
que presentan una elevada capacidad de asimilación de nutrientes, alto consumo de agua, elevada
tolerancia a la humedad del suelo, baja sensibilidad a los constituyentes del agua residual y mínimas
necesidades de control. Entre estos cultivos se encuentran especies forrajeras perennes, turbas, ciertas
especies de árboles, algunos cultivos agrícolas y algunos frutales. Los cultivos forrajeros y forestales
presentan una elevada capacidad de asimilación de nutrientes, mientras que los volúmenes de agua
requeridos son significativamente menores que los que demandan los cultivos agrícolas.
Las necesidades de pretratamiento, se deben considerar como un proceso unitario a combinar con otros
procesos para conseguir un sistema de tratamiento completo. Este se hace necesario por razones
relacionadas con la protección de la salud pública, el control de las condiciones desagradables, las
limitaciones de los sistemas de distribución, la reducción de la presencia de constituyentes limitantes y
aspectos relacionados con el terreno y los cultivos.
En las áreas forestales los niveles de pretratamiento se pueden reducir al mínimo considerando que las
cosechas no serán consumidas por humanos y que el grado de contacto con el residual solo involucra a
operadores (siempre que el sistema no se establezca con fines recreativos), de hecho algunos sistemas en
áreas forestales han sido regados con residual crudo.
El método de distribución del agua residual se selecciona en las primeras etapas del diseño preliminar, ya
que la eficiencia de aplicación del sistema de distribución constituye un parámetro importante en las
necesidades totales de agua de riego. Los métodos de aplicación pueden ser: por aspersión, riego
superficial y por goteo, utilizando uno u otro en dependencia de que las condiciones para su uso sean
adecuadas o no y de la eficiencia de aplicación.
La carga hidráulica o dotación de riego es el volumen de agua residual aplicada por unidad de área de
terreno en un determinado período de tiempo (normalmente, semanal, mensual o anual). Este es el
parámetro básico en el diseño y operación del sistema y puede ser determinado basado en el
requerimiento de agua del cultivo, en la capacidad de asimilación hidráulica y en la capacidad de
asimilación de constituyentes del sistema suelo-planta para asegurar que éste no sea degradado.
La cantidad de agua requerida por un cultivo, se define como la cantidad de agua necesaria para
reemplazar el agua consumida por evapotranspiración, más el agua necesaria para el lavado del suelo y
puede ser definida por la ecuación:
𝑅= 𝐸𝑇−𝑃r ∗(1+𝐿𝑅)
donde:
R: Agua neta requerida por la vegetación (mm/mes)
LR: Agua requerida para el lavado la cual suele variar entre el 10 y 25 % del agua total aplicada
(fracción).
Debido a que los sistemas de aplicación, no aplican el agua uniformemente sobre el área y una parte de
esta se pierde durante el riego, la carga hidráulica a aplicar se determina por la ecuación:
donde:
Carga hidráulica basada en la capacidad de asimilación hidráulica del sistema suelo - planta
donde:
Lw(p): Carga hidráulica basada en la capacidad de asimilación hidráulica del sistema suelo-planta
(mm/mes).
Cada constituyente del agua residual puede ser un factor limitante de la carga hidráulica en dependencia
de su concentración en el agua residual, la capacidad de asimilación del sistema y de las restricciones
medioambientales. La carga hidráulica basada en la capacidad asimilativa de nitrógeno se determina por
la siguiente ecuación.
donde:
Cn: Concentración total de nitrógeno en el agua residual aplicada, f es la fracción del nitrógeno total
aplicado eliminado por desnitrificación, volatilización y almacenamiento en el suelo (mg/L) .
Una vez calculadas las cargas hidráulicas, se tomarán para el diseño el mayor valor. En caso de que el
menor valor sea la carga basada en la capacidad asimilativa de constituyentes, será necesario realizar una
comprobación de los valores mensuales correspondientes adoptando el menor de ellos para el diseño.
donde:
Q: Caudal medio de agua residual (m3/d). Lw: Carga hidráulica de diseño (mm/año).
Δ : Ganancias o pérdidas netas de agua almacenadas debidas a las precipitaciones, evaporación y fugas en
el depósito de almacenamiento (m3/año).
Otra forma de calcular las necesidades preliminares de terreno para filtros verdes, se puede obtener a
partir de la siguiente expresión:
donde:
FUENTE: https://sites.google.com/site/bioingenieriauv15/unidad-1-sistemas-de-depuracion-de-
agua/1-3-filtros-verdes
En los casos en que la cantidad de agua residual exceda la carga hidráulica de diseño, es necesario
disponer de instalaciones para el almacenamiento del agua residual, lo cual puede conllevar dos peligros:
1) que se produzcan fermentaciones anaerobias, con los consiguientes malos olores que esto provoca y 2)
que se generen lodos al decantarse los productos en suspensión en las aguas residuales
1. Los filtros verdes constituyen una opción económica, ecológica y sostenible, perfectamente integrada
al medio rural.
2. El uso de cultivos forestales podría evitar muchos problemas asociados con la presencia de patógenos,
metales tóxicos y otros contaminantes, convirtiendo estos sistemas en una herramienta viable para el
manejo de residuos.
4. Reducido o nulo gasto energético y mínimo mantenimiento sin dificultades técnicas, lo que permite su
explotación por personal no especializado.
Ventajas:
Desventajas:
Los filtros de arena son una de las tecnologías más antiguas para la depuración de
aguas residuales que se conoce. Empleados de forma adecuada consiguen llegar
a niveles de depuración muy elevados. Consisten en lechos de material granular, de
tamaño de grano relativamente uniforme, adecuadamente drenados en el fondo. Se
emplean generalmente como un sistema de afino de aguas tratadas pre viamente
mediante otros sistemas como puede ser una fosa séptica.
La tecnología de filtros de arena incluye los filtros intermitentes, en los cuales, las
aguas a depurar se vierten intermitentemente mediante tuberías de distribución en
un filtro granular de entre 0,5 y 1,0 m de espesor y los filtros con recirculación, en
los cuales, el agua recogida en el sistema de drenaje se vierte de nuevo en el filtro
mezclada con agua nueva sin depurar.
2. Métodos acuáticos
Los métodos acuáticos son aquellos cuya acción principal de depuración se ejerce
en el seno del medio acuático, participando en el proceso plantas
emergentes (especialmente sus raíces) y la actividad microbiológica asociada. Son
sistemas que pueden funcionar estacionalmente o a la largo de todo el año,
dependiendo fundamentalmente del clima, y que con frecuencia se diseñan para
mantener un flujo continuo.
HUMEDALES
Los humedales son terrenos inundados con profundidades de agua normalmente
inferiores a 0,6 m con plantas emergentes. En estos sistemas el agua fluye
continuamente y la superficie libre permanece al nivel del suelo, o mejor (pues evita
la proliferación de insectos) por encima del mismo, manteniéndolo en estado de
saturación durante un largo periodo del año.
La vegetación presente en estos sistemas proporciona superficies adecuadas para la
formación de películas bacterianas, facilita la filtración y la adsorción de los
constituyentes del agua residual, permite la transferencia del oxígeno a la columna
de agua, y controla el crecimiento de algas al limitar la penetración de la luz solar.
Humedales naturales
Desde el punto de vista normativo, los humedales naturales se consideran cuerpos
de agua receptores. Por tanto el vertido a estos terrenos está sujeto, en la mayoría
de los casos, a las limitaciones normativas aplicables que suelen obligar al
tratamiento secundario o avanzado de las aguas a verter. Más aún, el principal
objetivo del vertido a humedales debería ser la mejora del hábitat existente.
Humedales artificiales
Los humedales artificiales procuran idéntica capacidad de tratamiento que los
naturales, con la ventaja añadida de que al formar parte del sistema proyectado, no
están sujetos a las limitaciones de vertidos a ecosistemas naturales. Suelen tener
un fondo o base impermeablesobre la que se deposita un lecho de gravas, suelo u
otro medio para el desarrollo de las plantas, que constituyen el principal agente
depurador.
Existen dos tipos de humedales artificiales desarrollados para el tratamiento del
agua residual, dependiendo de la situación del nivel de agua:
HUMEDALES: https://tallerkaruna.org/depurar-las-aguas-residuales-casa/
AGUAS RESIDUALES IMÁGENES: FILTROS VERDES
http://www.agua.imdea.org/sites/default/files/pdf/publicity/fichas/ESP/oferta_tecnologica_fil
tros_verdes.pdf