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ACEITE DE RICINO.

El aceite de ricino se obtiene de las semillas del ricino y está clasificado como un
aceite vegetal. Es un líquido incoloro o con una ligera tonalidad amarilla muy
pálida, inodoro o de olor y sabor muy suave. Tiene un punto de ebullición de 313°
C y una densidad de 961 kg por metro cúbico. Aproximadamente el 90% de las
cadenas de los ácidos grasos que contiene son de ácido ricinoleico, además el
ácido oleico y el linoleico son otros componentes significativos.

El ácido ricinoleico es un ácido graso monoinsturado de 18 carbonos con el grupo


funcional hidroxilo en el duodécimo carbono, lo que le da una inusual polaridad
química y unas propiedades químicas que no se encuentran en otros aceites de
semillas: por esta razón este aceite tiene un elevado coste en el mercado.

El aceite de ricino, en muchas ocasiones mal traducido como aceite de castor por
su denominación en inglés (castor oil), se obtiene a partir de las semillas de la
planta Ricinus communis, que contienen aproximadamente un 40-50% de su peso
del aceite. El aceite a su vez contiene el 70-77% de los triglicéridos del ácido
ricinoleico. A diferencia de las propias semillas, no es tóxico.

Media de la composición de ácidos grasos del aceite de ricino

Nombre del ácido Rango de porcentajes

Ácido ricinoleico 85 hasta 95%

Ácido oleico 1 hasta 6%

Ácido linoleico 1 hasta 5%

Ácido linolénico 0,5 hasta 2%

Ácido esteárico 0,5 hasta 1%


Ácido palmítico 0,5 hasta 1

Ácido dihidroxiesteárico 0,3 hasta 0,5%

Otros 0,2 hasta 0,5%

Desde tiempos faraónicos se utiliza la planta de ricino con fines medicinales. La


aplicación más conocida es como purgante. Una dosis típica contiene entre 10 y
30 ml de aceite de ricino. De éste, las enzimas del intestino liberan el ácido
ricinoleico (un ácido carboxílico con 18 átomos de carbono), que es el principio
activo. La reacción se produce a las dos o cuatro horas de haber suministrado la
dosis.

El mecanismo de acción del principio activo es similar al de la toxina diftérica, es


decir, es capaz de desactivar la síntesis proteica. El efecto se basa, por una parte
en la acumulación de agua en el intestino y por otra, en la irritación de
las mucosidades que aceleran el vaciado del sistema intestinal. Como efecto
secundario, se inhibe la asimilación de sodio y agua, además de
las vitaminas lipofílicas del intestino. En dosis elevadas se pueden
producir náuseas, vómitos, cólicos y diarrea aguda, lo cual ha hecho que este
aceite haya sido usado como herramienta de castigo y tortura (sumado a su
desagradable sabor). Además, se ha descrito la aplicación del aceite de ricino en
mezclas para inducir el parto.

Asimismo, el aceite de ricino es un producto que forma parte de la fabricación


de plásticos, lacas, pinturas, lubricantes y cosméticos. Éste se constituye en un
poliol, en razón de que es un triglicérido con alto contenido de ácido recinoléico,
por tanto es apto para la fabricación de poliuretano. Para esto se requiere que el
aceite tenga valor ácido y humedad mínimos. También se suele usar en cosmética
para alargar las pestañas.
Antiguamente se utilizaba también como combustible o como añadido a la nafta en
competición. De hecho, actualmente se utiliza como lubricante (20% aceite de
ricino, 80% nafta) para motores a explosión de 2 tiempos (*), por otra parte se
baraja su aplicación en la elaboración de biodiésel (biocombustible) y se utiliza
como lubricante en motores de explosión de aviones de aeromodelismo y coches
de radiocontrol siendo la mezcla aproximadamente del 20% aceite de ricino, el
10% de nitrometano y el 70% restante metanol (alcohol de quemar, o también
llamado alcohol metílico).

(*) El aceite de ricino cuenta con una particularidad: «inestabilidad térmica», que
debido a su estructura única, en lugar de ser un punto en contra se torna en su
mayor fortaleza. Esta inusual inestabilidad, a determinada temperatura crítica,
dispara un mecanismo que da al aceite de ricino su perfil de superlubricante único
en su tipo, permitiéndole lubricar a temperaturas donde los aceites de tipo sintético
lo harán de manera deficiente. Debido a su singular estructura molecular al
depositarse entre el pistón y el cilindro donde el calor generado en la combustión
lo lleva a un punto crítico, el aceite de ricino sufre un proceso de «deshidratación»,
perdiendo una molécula de agua. El aceite de ricino se polimeriza rápidamente al
ser expuesto a alta temperatura. A medida que se polimeriza, forma ésteres de
peso molecular más y más elevado. Estos ésteres a su vez se comienzan a
descomponer a temperaturas cercanas a los 350 ºC. El aceite de ricino forma
enormes estructuras moleculares a estas elevadas temperaturas, en otras
palabras, a medida que la temperatura aumenta el aceite de ricino expuesto a las
mismas responde de manera en que se transforma en un «mejor lubricante».
Desafortunadamente el producto final de este proceso es lo que se denomina
vulgarmente un «barniz» o «goma» por lo cual se recomienda el aceite de ricino
para ser utilizado en motores de dos tiempos de competición los cuales son
sometidos periódicamente a desarme y limpieza de sus partes. La formación de
este barniz o goma que mientras el motor está en funcionamiento se encuentran
en estado de liquido muy viscoso, no solo provee de una película de lubricante de
alta resistencia entre el cilindro y pistón, sino que además mejora el sellado de
la cámara de combustión incrementando la estanqueidad de la misma y por ende
la compresión del motor. Otra de las propiedades sobresalientes del aceite de
ricino es su alta polaridad, lo que le confiere gran afinidad a las superficies
metálicas. Posee un flash point de sólo 230ºC pero su punto de combustión se
encuentra alrededor de los 450ºC, este comportamiento es inusual, si se
considera que los aceites sintéticos utilizados para este tipo de aplicaciones
poseen un flash de alrededor de 205ºC y un punto de combustión de 290ºC.

El aceite de ricino se extrae de las semillas de la planta de ricino, también


conocida como Ricinuscommunis, una planta originaria de África y la India. Si
pensamos en este aceite posiblemente nos vendrá a la cabeza como un remedio
usado como purgante, pero los beneficios de este aceite van mucho más allá. Se
utiliza en diversos productos cosméticos, aceites de masaje, jabones y también
medicamentos, debido a que ofrece muchos beneficios para la piel, el cabello y la
salud en general.

El aceite de ricino es un triglicérido, compuesto de ácidos grasos esenciales. El


90% de estos ácidos grasos está compuesto por ácido ricinoleico (omega 9). Este
ácido graso único se encuentra en concentraciones más bajas en algunas otras
semillas y aceites (0,27% en el aceite de semilla de algodón y 0,03% en el aceite
de soja) y se cree que es el responsable de las exclusivas propiedades del aceite
de ricino. También contiene una enorme cantidad de vitamina E, proteínas,
minerales y tiene propiedades antifungicidas, antiinflamatorias y antibacterianas.
Ha sido el remedio usado tradicionalmente para combatir todo tipo de problemas
relacionados con la piel y el cabello.

USOS.

1. Limpieza facial: Según muchos dermatólogos, la limpieza con aceite es un


método eficaz de limpiar en profundidad los poros, tonificando e hidratando
al mismo tiempo. Es conveniente mezclar el aceite de ricino con un aceite
más ligero, como el aceite de albaricoque, de oliva o de jojoba y masajear
la piel de la cara haciendo círculos durante un par de minutos. Los ácidos
grasos del aceite de ricino disolverán los restos de grasa y suciedad
causantes de los puntos negros y el acné. Para retirar el aceite usaremos
un paño suave de microfibra, mojado en agua tibia, escurriremos el exceso
de agua y lo aplicaremos sobre el rostro sin frotar, con suaves toques. Esto
ayudará a eliminar el maquillaje, la suciedad y todas las sustancias que
contribuyen a obstruir los poros.
2. Hidratante y antiarrugas natural: El aceite de ricino es rico en vitamina E
y ácidos grasos, que penetran profundamente en la piel y estimulan
la producción de colágeno y elastina, que suavizan e hidratan la piel. Esto
ayuda a retrasar los signos de envejecimiento, arrugas, manchas y las
líneas de expresión de los ojos y le da a la piel una apariencia más suave y
joven. No conviene abusar porque se trata de un aceite muy rico, con un
par de gotas nos bastará para toda la cara. El aceite de ricino es un
importante componente de muchas cremas y lociones cosméticas por sus
excelentes propiedades anti envejecimiento y generalmente lo
encontraremos en la composición bajo el nombre de “castor oil” y aunque el
nombre pueda llevar a confusión este aceite no tiene nada que ver con
estos simpáticos animales.
3. Anti-acné: El ácido ricinoleico del aceite de ricino reduce la inflamación y
ayuda a combatir las bacterias que causan el acné. Para tratar el acné con
aceite de ricino, primero debe lavarse la cara con agua tibia para abrir los
poros y luego aplicar el aceite sobre las áreas problemáticas. Dejar actuar
toda la noche y lavar a la mañana siguiente. Sin embargo, se debe tener
cuidado de no usar demasiado aceite ya que esto podría causar el efecto
contrario al deseado: obstruir los poros y crear más problemas para la piel.
4. Reduce las estrías y las cicatrices: Los ácidos grasos ayudan a difuminar
las estrías del abdomen y los muslos al aportar elasticidad a la piel. La
apariencia de las cicatrices también se ve beneficiada con su uso, Los
ácidos grasos penetran en la epidermis hasta la capa de la cicatriz y la va
borrando al tiempo que estimula el crecimiento de células nuevas. Como la
mayoría de remedios naturales necesita tiempo y constancia para ver los
resultados, pero es muy efectivo.
5. Aftersun natural y calmante de picaduras de insectos: Las propiedades
anti-inflamatorias y anti-bacterianas del aceite de ricino, lo hacen ideal para
el tratamiento de erupciones cutáneas, irritaciones y picaduras de insectos.
También ayuda a calmar la piel en caso de quemaduras solares. Si el área
afectada es pequeña, se puede mojar una tirita empapada con aceite de
ricino y aplicarla sobre la zona. Para áreas más grandes, mojar un algodón
o un gasa en aceite de ricino y aplicarlo directamente sobre la zona
afectada. Dejar actuar durante una hora (o durante toda la noche para
irritaciones y quemaduras por el sol) y lavar después. Repetir varias veces
durante el día para obtener resultados con mayor rapidez.
6. Aceite de masaje: El aceite de ricino tiene una gran cantidad de beneficios
para la salud del cuerpo, no sólo para la piel. Ayuda a relajar la tensión
muscular y contribuye a favorecer la circulación sanguínea. Estas
cualidades lo hacen ideal para ser usado en masajes terapéuticos. Es un
buen aceite base para diluir aceites esenciales y potenciar el efecto del
masaje.
7. Estimula el crecimiento de las pestañas: En caso de pestañas débiles o
escasas, aplicaremos cada noche una pequeña cantidad en la raíz de las
pestañas limpias y desmaquilladas y masajearemos suavemente hasta su
absorción. Hay que utilizar una cantidad muy pequeña ya que es un aceite
muy denso y que cunde mucho, y con cuidado de que no entre en los ojos.
También podemos usarlo en las cejas, en caso de tenerlas finas o con
zonas despobladas y queramos estimular su crecimiento.
8. Estimula el crecimiento del cabello: En el caso del cabello se recomienda
calentarlo un poco antes de aplicarlo y dar un masaje en el cuero cabelludo
durante unos 5 minutos. Es conveniente repetir este tratamiento a diario y
hacerlo antes de irse a dormir, para que actúe durante la noche y a la
mañana siguiente retirar el aceite en la ducha. El aceite estimula la
circulación sanguínea hacia los folículos capilares, permitiendo un
crecimiento más rápido. También es rico en el ácido graso Omega-9,
responsable del normal estado de la salud capilar.
9. Contribuye a evitar las puntas abiertas y mejorar el cabello seco o
dañado: También nos ayudará a mantener el buen estado del cabello en
casos de estar dañado o seco. Mezclar unas gotas en nuestro champú
habitual, usar un par de cucharadas como mascarilla de medios a puntas
una vez por semana lo mantendrán sano y brillante. Otro truco es aplicar un
par de gotas en las puntas como remedio para reparar las puntas abiertas.
10. Realza el color natural del cabello y previene las canas: El aceite de
ricino puede hacer que el color natural de nuestro cabello se vea más
profundo y rico. Este aceite es muy hidratante, y al ser aplicado, sella la
humedad dentro de la cutícula capilar evitando la pérdida del pigmento,
haciendo que cada cabello se vea más grueso y oscuro. Después de lavar
el cabello, secarlo con una toalla y dividir la melena en secciones. Calentar
ligeramente una o dos cucharadas de aceite de ricino y aplicarlo con los
dedos a lo largo de los cabellos, frotando entre las palmas los mechones
separados para cubrir todos los cabellos con el aceite.
11. Hidratante de uñas: Es un excelente hidratante de cutículas. Masajear
cada noche unas gotas en las uñas de las manos y de los pies (ahora que
se acerca el tiempo de lucir sandalias) nos ayudará a conseguir unas uñas
hidratadas, fuertes y de aspecto saludable.
12. Coadyuvante en caso de durezas y callosidades: Masajear un poco de
aceite de ricino en los callos ayudará a aliviar el dolor y la inflamación que
causan por su acción antiinflamatoria. Hay que ser constante pero es un
remedio bastante efectivo.

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