ETNOLOGÍA Y MISIÓN EN LA PIMERÍA ALTA

1715-1740
Reporte de Lectura
Gabriel Ruiz Medina. IV Teología

El documento de Etnología y misión en la Pimería Alta, nos habla de los rectorados de San
Francisco Xavier y el rectorado de los Santos Mártires, que lo componen 11 pueblos
Nacameri, Uris, Babiácora, Güepaca, Arizpe, Cucurpe, el primero y Cuquiaratzi, Baseraca,
Guasaca, Bacadeguachi, Batuco y Oposura, el segundo.

Nos relata, a muy grandes rasgos y a manera de reporte de misión, los datos esenciales de los
pueblos de misión jesuita. Dentro de estos datos destaca el nombre del ministro o padre
misionero encargado del lugar, cual es la lengua que los naturales hablan, ya sea eudebe u
ópata en su mayoría, o alguna otra. Describe la situación del templo, ya sea que este en buen
estado, o en decadencia, si necesita de reparaciones o si cuenta con los suficientes materiales,
en algún pueblo menciona que necesita una severa reparación, pero que eso costará varios
pesos. Hay algunos templos en los que, menciona, “están bien alhajados”, o sea con todo lo
necesario para las celebraciones, son en su mayoría los templos de lo que hoy son los pueblos
principales de cada zona rural, o que en su tiempo gozaron de gran crecimiento y fueron
cabeceras municipales, como los pueblos de Ures, Batuc, Arizpe, Huepac, entre otros. El
fervor religioso de los pueblos estaba guiado principalmente por el ministro que ahí residía,
ya que al ser pueblo de misión, la fe estaba en un proceso de crecimiento, el cronista
menciona en la descripción de varios pueblos que los ministros acuden con los fieles con
“fervoroso celo”, pues solo así podían avivar la fe de los neo cristianos.

Hacen hincapié en describir cual es la situación de la gente, su carácter, a que se dedicaban

comúnmente, cual es la situación de sus tierras y de qué manera trabajan día a día. En su
mayoría subsisten de la agricultura y ganadería, mas no en todos los pueblos, ya que pos estar
en una tierra árida, semidesértica, con escasas lluvias y temporadas de sequía, la siembra y
el ganado no podrían lograrse, esa situación hace que algunas misiones se hallen como
menciona en gran pobreza y en algunos casos se inclinen al latrocinio. Solo los pueblos que
están sobre el rio gozan de tierra muy buena para la siembra y en su mayoría son de temple
sano con iglesias hermosas y capaces. En los pueblos más numerosos, las mujeres se dedican
a la industria del tejido de algodón, para desterrar el ocio.
Habla poco de la actividad española en los pueblos, la menciona a grandes rasgos, destacando
la actividad minera que han traído los pueblos y la industria, así como del comercio del que
se han favorecido ambas partes.