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CARRERA DE ABOGACÍA
OLRLCHQ POLITICO
UNIDAD 1.Tema1
Introducción
En tal sentido, dada la complejidad de los temas abordados, la perspectiva propuesta por la
cátedra es multidisciplinar, ya que, desde diversos enfoques, se busca ofrecer una visión de
conjunto acerca de los fundamentos políticos que organizan el conjunto de instituciones
básicas de la sociedad.
Los supuestos acerca de la relación entre lo político y lo jurídico, que tienen expresión
Institucional en el Estado y la Constitución, es el objeto del Derecho Político. El derecho,
concebido como un sistema normativo, regulador de la conducta humana dentro de la sociedad
y cuyo pilar fundamental es la justicia, depende de la forma que adopta el Derecho Político de
una sociedad en un momento histórico determinado.
Por ello, el llamado Derecho Político o bien la Ciencia Política Sistemática, al tener al Estado
como objeto de análisis y atento a las diferentes perspectivas teóricas, guarda una relación
estrecha y fronteriza con el Derecho Constitucional, la Historia, la Filosoffa y Sociología.
Sostenemos que el estudiante debe incorporar como concepto, que la creación y
mantenimiento del derecho positivo se debe al poder político, particularmente con el desarrollo
Como así de la significación de la finalidad del Estado, la intensidad y relación del Poder
político con la sociedad y los caracteres fundamentales de los regímenes políticos
contemporáneos. En definita se postula el entendimiento de los fundamentos que organizan el
conjunto de las instituciones básicas de la sociedad
La teoría del derecho ha precisado, el contenido y alcance de las distintas ramas del
ordenamiento jurídico. Ello fue posible debido al carácter positivo que ostentan las normas, 'es
decir, se logró ordenar y sistematizar el derecho positivo en sus diferentes ramas, dentro:;de
ciertos parámetros jurídicos que encontraron consenso en el ámbito de la comunidad de los
juristas y científicos.
No pasa lo mismo con el derecho político, a pesar de la vieja aparición histórica del concepto
dentro de la literatura jurídica y política en general. Desde tiempos inmemoriales se habla del
derecho político, pero cuando se intenta una conceptualización del mismo, emergen Jas
vicisitudes semánticas, como consecuencia de la falta de un marco de referencia positivo
dentro del cual se pueda encasillar a nuestra asignatura.
escu ela clásica francesa de derecho público (Duguit, Hauriou, Carré de Malberg) le otorgaron
precisión científica al tem a, bajo la denominación "Teoría general del Estado", acepción
utilizada por los autores para analizar desde un punto de vista general y jurídico al Estado.
La n ueva disciplina universitaria devendría como una especia de teoría filosófica y jurídica del
Estado. Su objetivo era ofrecer una rápida formación política a los abogados con un enfoque
filosófico, jurídico, histórico y sociológico de lo estadual. El efecto logrado fue una enciclopedia
d el s a b e r político.
Carlos Sánchez Viamonte sostiene que Mel derecho político debe ser en América algo así como
él coronamiento teórico y doctrinal del derecho constitucional objetivado", excluyendo el estudio
histórico. Para ello, luego de analizar al individuo, la sociedad, el Estado y el derecho, se
dedica al estudio de los aspectos institucionales básicos y el concepto del hombre. Las ideas
políticas argentinas cierran la obra. "ca
■ 'Auiósé
Faustino J. Legón afirma que “el derecho político trata del régimen jurídico del Estado corno
fenómeno genérico y social". Los tomos que componen su Tratado de derecho político general
comprenden el estudio de los temas clásicos de la teoría general del Estado. Esta valiosa obra
analiza jurídicamente los capítulos del Estado, acopiando importante bibliografía que posibilita
una compenetración de las diferentes teorías expuestas?, d é la
Arturo Enrique Sampay, que ha publicado un estudio que denomina Origen y significado actual
de la expresión «derecho político, valoriza la significación de la ciencia política, explicando la
evolución del concepto de derecho político en las diferentes naciones. En su criterio, el derecho
político se ocupa de la realidad política que entra dentro del ámbito de las normas jurídicas. En
este tema no se puede omitir una mención a su Introducción a la teoría del Estado. 7 >?or' ' 7
Carlos S. Fayt sostiene que el derecho político es “el estudio de la estructura dinámica de lá
organización política y sus relaciones con la sociedad, el orden y la actividad política,
incorporando el método sociológico y político, sin abandonar el jurídico, inherente a la
disciplina, ni la relación funcional del derecho con los demás elementos de la estructura de la
organización política”.
Germán José Bidart Campos comprende dentro del estudio del derecho político a la teoría de la
sociedad, la teoría del Estado, la teoría de los Estados políticos y la teoría de la constitución.
De la misma manera que Fayt, extiende la concepción a la problemática sociológica y política
del Estado, sin excluir, por supuesto, a la jurídica. En su obra Lecciones elementales de política
formula un planteo similar, aunque admite que “con el nombre de derecho político se quiere
poner el acento en una forma especial de conocimiento político: aquella forma de conocer la
realidad política que cae bajo la regulación del derecho"
Finalmente, la gran influencia que tuvo en la enseñanza del Derecho Político en las facultades
argentinas, provino de la obra de Adolfo Posada, quien siguiendo la metodología de los autores
a le m a n e s y franceses, precisó no solo la expresión sino ei contenido orientado al estudio del
4 . C ie n c ia P o litic a : C o n c e p to y o b jeto de co n o c im ie n to
En su teo ria politica del siglo XX, el politòlogo alem án Von Beym e plantea las características,
las sim ilitudes respecto de los supuestos científicos en que se basan las diferentes teorías
cien cia, sobre cóm o se construye el conocimiento y al método adecuado para procesar datos
d e la realidad.
E s e trasfondo filosófico sobre el que reposa una determinada teoría política, es la denom inada
n orm ativa, concibe la realidad política como esencia, como realidad originaria no definida por la
m e ra voluntad personal, cuyas notas podemos conocer con nuestra inteligencia.
A d elan tam o s que el concepto tradicional de ciencia estuvo asociado a la filosofía. El saber
filosófico tuvo su origen en la antigua Grecia, alrededor del Siglo IV a.c.
El térm ino philo sophia fue acuñado por Pitágoras y se refería a un conocimiento holístico, un
s a b e r q ue busca conocer “todas las cosas”. Apunta a inteligir los fundamentos de todo lo que
es.
“Tanto Platón com o Aristóteles distinguen entre quien tiene a la ciencia como objeto de
conocim iento y quien tiene (p. ejem. los sofistas) por tal a la simple opinión; ente filo-sofo y el
filo-doxo. Pero, m ientras para Platón esos objetos pertenecen a dos mundos diversos: uno de
las ap arien cias sensibles, de la inestabilidad continua que el vulgo toma como real; y el otro el
m u n do d e las ideas, de la realidad verdadera e incontrastable; ambos separados radicalmente.
En tanto para Ari.tótaiea tejos de opositar al oonoolmlanto sanslbla eon al eonoclmlanto
inteligible, concibe a aquel como punto de partida da ésta, y por oonslSulante delimita con
mayor rigor el saber de opinión del saber de clenola. El primero es un conocimiento Intelectual
de lo concreto, de todo ser material, Individual y contingente, c|ue no llega a la jerarquía de
ciencia por cuanto ni estudia la esencia de las cosas ni las explica por sus causas necesarias y
universales, Siendo, pues, Ciencia para Aristóteles "cognlto rerum per causee” no ofrece
diferencia virtual con la Filosofía; consecuencia con el mismo significado etimológico que
ofrecen ambas: la palabra griega "phllosophla” y la latina "sclentla", (Leonardelll: Documento de
cátedra)
De modo que Aristóteles funda la realidad del Estado en la naturaleza humana, por lo que es el
descubridor de la realidad ontológlca del estado. Se cultivó mas la filosofía política ,qu®( la
ciencia. Donde la la ciencia política es valoratlva, ética y tienen una naturaleza "práctica".
La política es en Aristóteles una ciencia práctica que busca el conocimiento de la cosa política^
no por el conocimiento mismo (ciencia especulativa) sino para el hacer, para la acción. Es decir,
el hacer, para mirar hacia dónde debe encaminarse la acción (hacia el bien común). Por ello,
Aristótels define a la política como doctrina de la vida buena y Justa.
La ciencia política debe ocuparse de lo bueno, por Ip tanto es una ciencia moral. La filpsofía
había ocupado el lugar de todo el saber. Se presumía como un saber sobre todas las cosas. En
la antigüedad y en el medioevo, la filosofía era dominante como saber.
La nueva ciencia (del término latino Scientia) se sustentaba en saberes que debían ser
adquiridos mediante la observación y la experimentación, siendo sus referentes primarios entre
otros, Bacon, Descartes, Galíleo, Newton. Aquí ciencia significaba saber racional, verificadle y
de Maquiavelo, pero tal divorcio adquirió sistematicidad a partir del siglo XX.
Ambos pensadores modernos sentaron las bases del principio de la "razón de Estado" que
implica la subordinación de los valores a los intereses de supervivencia del Estado (Principe),
aún a costa de los integrantes de la comunidad. Lo cierto es que en la actualidad la separación
La Ciencia Política se ajusta a los hechos políticos, describe, explica y predice los hechos por
venir. Ello sin dejar de lado el valor de las subjetividades en la construcción de la realidad, de
las ideologías, la construcción del sentido común y el infinito universo en que la cultura se nos
Por ello en un primer momento del pensamiento clásico la política se aparece como escenario
o espacio público común que involucra a los miembros de una sociedad.
La política como poder, pero como estructura que se ejercita, que se ostenta y manipula. La
política hecha poder en procura de su ejercicio y preservación, pero sujeto a la aceptación
voluntaria, al consentimiento popular.
Asimismo la política como articuladora de una pluralidad humana, hacedora, constitutiva que
conforma sociedades. Este sentido de la política nos lleva a valorar las enseñanzas de la obra
“En los bordes de la política" de J. Rancière cuando afirma allí que “la política es una actividad
que desplaza a un cuerpo del lugar que se le asigna, que pervierte una función, que torna
visible algo que no debiera verse o que hace escuchar como discurso lo que se percibía como
ruido”.
Finalmente la política también ademas de operar en el estado, está relacionada, acoplada a las
La Filosofía Política es Ontoiogia Política. La misión de esta Ontología, pues, es conocer las
causas y razones supremas y primeras de la realidad política. El ser del Estado en cuanto tiene
flflÜ
notas ¡dentificatorias e infaltables. Sus elementos constitutivos indispensables y legitimadores.
Ahora bien, el Estado, ente cultural, obra de seres racionales y libres, no puede perseguir un fin
divorciado del fin humano; el fin del Estado no puede ser ajeno a quiénes lo construyen; y el
orden que lo constituye y sostiene no puede ser contrario a la naturaleza humana.
Por eso la Filosofía Política no se agota en la ontología política y contiene en segundo lugar,
una Antropología Filosófica, una visión esencial de la criatura humana (ántropo, significa
hombre) a distinta concepción del hombre se deriva una concepción política diferente. Pero es
dable advertir que el hombre no es un supuesto del espíritu subjetivo, el hombre es lo que es,
no resultante de un a priori mental, sino realidad viva que la razón descubre y constata en la
historia.-
Y en tercer lugar, la Filosofía política es teoría del saber político. Genéricamente hablando, la
Filosofía es saber del saber científico. Dirige, completa, juzga y defiende los aportes de las
ciencias particulares.
En otros términos, la Filosofía Política ordena los ámbitos de los distintos enfoques del saber
político - lo que muchos tratadistas llaman Ciencias Políticas, en plural - precisando sus
fronteras y puntualizando el método de conocimiento propio de cada uno de ellos.-
1) Completar el conocimiento insuficiente que del Estado nos ofrecen los saberes
.empíricos de las circunstancias ya pretérita - la Historia Política - o actual - la Teoría
del Estado y el Derecho Constitucional, estudiando la esencia del Estado, lo
3) Ordenar e integrar en un cuadro unitario las disciplinas que tienen al Estado como
Político.
Con la finalidad de deslindar los ámbitos del derecho político con otras disciplinas,
relacionaremos su alcance con: la ciencia política: el derecho político integra su contenido.
Circunscribe el análisis de su objeto a las manifestaciones jurídicas y desde la perspectiva
general. El derecho político es una parte de la ciencia política.
La teoría general del Estado: Giovanni Sartori, nos explica que genéricamente teoría abarca la
vida mental, hablar de teoría es relacionarla a la razón, pensamiento, intelecto, conocimiento,
saber. Es decir, la teoría se diferencia de la acción que tiene que ver con obrar, praxis, acto.
Teoría del estado es un saber empírico, descriptivo y sistemático del Estado. La teoría del
Estado originada en las universidades alemanas, comienza su evolución con Gerber y se
perfecciona con Gierke, Jellinek, la influencia de éste último distinguiendo entre teoría jurídica y
la teoría social del Estado, es decisiva. Heder intenta la unificación de la teoría del Estado,
aunque no coincide con la ciencia política: la teoría del estado es parte de la ciencia Política. '
La locución Derecho constitucional es empleada por primera vez en Italia, a fines de siglo XVIII,
para denominar al clásico. Derecho Político, en mérito de que las normas jurídicas, positivas y
sistemáticas que regulan los actos humanos tendientes a establecer, transmitir y ejercer el
gobierno, la estructura de poder en el Estado, y las relaciones fundamentales de éste con los
ciudadanos, son recogidas y precisadas en un código único, llamado Constitución'o sea, el
derecho constitutivo de Estado es considerado como ley suprema, fundamental y fundacional.
Sobre ésta cuestión es menester dos precisiones: 1) Todo Estado, y el Estado Moderno en
particular, siendo una estructura o unidad de orden, siempre ha tenido una organización jurídica
básica y por consiguiente su estudio ha sido la materia propia del Derecho Político,
correspondiendo a Jean Bodin en la segunda mitad del sigo XVI el justo título de primer
sistematizador de la disciplina en la Modernidad por su obra Los seis libros de la República
(1576). Cuando se consagra el concepto de Constitución, en la segunda mitad del siglo XVIII, y
alcanza plena vigencia durante e siglo XIX, resulta justo que la disciplina que la tiene por objeto
de estudio, pase a llamarse Derecho Constitucional; al respecto podemos señalar que el jurista
suizo Emer de Vatell, en su libro El Derecho de Gente, Libro I, capítulo til, es el primer difusor
del término preciso: “La Constitución es el reglamente fundamental que determina la forma en
que la autoridad pública debe ser ejercida; mediante ella la Nación obra en calidad de cuerpo
Político y decide cómo y por quién el pueblo debe ser gobernado y cuales son los derechos y
deberes de los gobernantes...” y más adelante consagra la famosa distinción entre poder
Ambos, 1) y 2), son el contenido de la materia Derecho Constitucional que tiene autonomía
científica en el plan de estudios); y 3) El Derecho Constitucional General que al decir de Santi
Romano, es la disciplina que delinea una serie de principios, de conceptos y de instituciones
que se hallan en los varios derechos positivos para exponerlos en una visión unitaria, como
prototipo de nuestro tiempo. En tal sentido, el llamado Derecho Constitucional General es una
especia de Teoría del Derecho Constitucional Liberal-democrático, y como tal forma parte de
esta Ciencia Política que estudiamos.
És una disciplina indispensable para el saber político. Todos los grandes hombres políticos han
sido asiduos lectores de la Historia. Es el conocimiento sistemático del pasado político con el
objeto de extraer constantes y captar singularidades.
Aun cuando podemos sostener que la historia no se repite, - siempre resultará más acertado la
afirmación irónica del gran Hegel: si se repite la originaria es en forma de tragedia, y la
Sucedánea en forma de comedia -, el hombre siempre es el mismo aunque no sea lo mismo, y
se ofrecen constantes, similitudes y analogías cuyo conocimiento favorece el accionar oportuno
de los políticos, y ayuda a comprender la realidad de nuestro tiempo.
El tal sentido como decía Cicerón, la Historia es maestra de la vida. Y por ello no la podemos
entender como una ejercitación de la memoria, sino como enseña Benedicto Croce, toda
historia es historia contemporánea, porque es evidente que sólo un interés de la vida presente
puede movemos a indagar un hecho pasado. Lo cual no implica que para comprender el m
pasado podamos prescindir de las circunstancias y valoraciones específicas de aquél tiempo
que le confirieron sentido y causalidad.
Historia de las Instituciones e Historia de las Ideas Políticas son sus partes constitutivas. En
ocasiones los acontecimientos políticos preceden a las elaboraciones del pensamiento; los
cuales a pesar de su trascendencia vienen a explicar y a justificar las transformaciones
producidas.
En otras, las Ideas Políticas son germinadoras de grandes innovaciones. Lo cierto es que entre
pensamiento y acción, entre ideas e instituciones hay un enlace manifiesto. El pensamiento sin
influencia en lo real es pura utopia. La realidad desprovista de pensamiento, es pura anarquía
primitiva.
La afirmación de que la Política es un Arte es tan antigua como la Política misma. Arte de lo
posible, dice el adagio popular. O bien, el arte de hacer posible lo que es necesario, se expresa
con mayor pretensión. Sin duda que el dominio de la Ciencia Política no es suficiente para ser
un buen hombre de Estado. La vocación por el sacrificio de los demás, la agudeza del ánimo, el
fervor por el poder o la inclinación por ejercer un señorío sobre el prójimo son requisitos
naturales para el éxito en el oficio.
Bien vale aquello: si naturaleza no da, Salamanca no presta. O de otro modo lo afirmado por
Spengler en estos tiempos de decadencia de Occidente: la crianza no la enseñanza, es la
forma de hacer políticos. La ilustración puede perfeccionar, pero no sustituir la experiencia,
Aristóteles, el padre de la Ciencia Política, reconocido hasta por el mismo Carlos Marx cuando
lo llama el Alejandro Magno de la filosofía, enseña que para poseer la Ciencia política hay que
unir la teoría a la práctica, pues se trata de un saber práctico cuyo fin último es realizar el bien
comunitario, y el bien tiene una naturaleza ética y no como lo utilitario que reclama un dominio
o técnico o estético.
Por lo tanto, la Política es un Arte operativo que persigue un bien humano, y no un mera técnica
de dominio, y por consiguiente reclama en el político una virtud intelectual y moral que se llama
Prudencia, distinta de la destreza que exige el dominio de una técnica y que sólo importa una
virtud intelectual, indiferente frente a la moral.
Ahora bien, la Prudencia Política importa aplicar principios generales y valiosos a una realidad
singular y contingente; y para aplicar una cosa a otra hay que conocer a las dos. Por eso, la
Prudencia exige unos principios normativos que los proporciona la Filosofía Política, y un
conocimiento de la realidad actual que lo procura la Teoría del Estado, la Sociología Política y
Empero como el político no es omniciente, requiere tener docilidad y sagacidad para saber
escuchar a sus ministros y para elegir a los especialistas que le aconsejen, pero sin abjurar de
su oficio arquitectónico. Para lo cual se requiere un temple firme y equilibrado, tener claro que
la decisión oportuna y rápida es el núcleo de la política aplicada, por eso los políticos
obstáculos, distinguir entre los amigos, los adversarios y los enemigos, saber aprovechar los
perspectiva del futuro, una percepción ajustada y anticipada de lo que habría de ocurrir, para la
planificación operativa, por ello es considerada como la cualidad suma de los estadistas
eminentes.-
ley general al caso concreto y particular; cuando así procede decimos que siente
jurisprudencia.
En tanto se la confunde con la falsa prudencia cuando se considera como prudente el accionar
lento y pusilánime, el no correr riesgos ni asumir decisiones por desidia o por temor. La
incapacidad y la inoperancia serán siempre inmorales, como propias de una falsa prudencia.
confundimos con la astucia o la picardía criolla, que son sagacidades sin contenido moral.
Nuestro inmortal José Hernández que tenía una gran formación clásica volcada en el Martín
Fierro, contrapone con rigor los consejos llenos de astucia del Viejo Vizcacha y los prudentes
consejos que Martín Fierro da a sus hijos, y para que quede patente el distingo nos lo dice en
uno de los versos: “Nace el hombre con la astucia/ que ha de servirle de guía,/ sin ella
sucumbiría/ pero, según mi experiencia,/ se vuelve en unos prudencia/ y en los otros picardía"
(M.F. 4673/78).
mm
JV\
La Prudencia tiene sentido ético de la cual carece ia picardía. Y el vínculo en tre el s a b e r - la
consejos/ que m e ha costado adquirirlos,/ porque deseo dirigirlos,/ pero no alc an za mi cie n c ia /
Los grandes interrogantes de la Ciencia Política: A manera de colofón, digam os q u e la C ien cia
Política deb e dar rigurosa respuesta desde los distintos enfoques - especulativo, legal o
histórico - a los graves interrogantes que se plantea a todo saber acerca de su o bjeto d e
conocimiento:
Por qué existe el Estado? Quién es el Titular originario del Poder del Estado? C u al es el fin del
Estado? Hasta dónde alcanza el Poder del Estado? Tales interrogantes dan lugar,
respectivam ente, a los problemas que denominaremos 1) Origen y N ecesidad del Estado; 2 )
Titularidad del Estado; 3) Finalidad del Estado; e 4) Intensidad del Poder del Estado.
12. Bibliografía
Von Beym e, Klaus: (1994) Teoría política del siglo XX. Alianza Universidad, Madrid.
Sartori, Giovanni: (1992) La política, lógica y método en las ciencias sociales. Fondo C u ltura
Económica, México
Bidart Cam pos, Germán: (1999) Derecho Político. Aguilar, Buenos Aires
Justo López, Mario: (19 90 ) Manual de Derecho Político. Kapeluz, Buenos Aires.
Easton, David (1972) Esquema para el análisis político. Fondo de cultura Económ ica, México.