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UNIVERSIDAD NACIONAL ‘SAN LUIS

GONZAGA DE ICA’
Facultad De Derecho Y Ciencias Políticas

Presentada por:

Alejandra Del Rosario, Escate Sifuentes.


Angie Katherine, Chacalcaje Tueros.
Jhon Otmar, Montero Auris.
Davis Kenneth, Alejo Albites.
Jimmy Wilson, García Angulo.

Ica, Julio Del 2018


DEDICATORIA
A nuestros padres por su amor y su gran apoyo
en nuestra vida universitaria, por estar con
nosotros en los momentos buenos y malos y por
ser los mejores amigos, consejeros y orientadores
de nuestro camino.
AGRADECIMIENTO
A dios padre nuestro, por darnos la vida y ser el pilar de nuestros días cotidianos.
A nuestros padres, Hermanos.
A nuestro estimado Doctor Roberto Rosas Luja, por su orientación de este trabajo,
y por todas las enseñanzas brindadas en este segundo ciclo de nuestra carrera de
derecho, que dios lo bendiga para que siga transmitiendo sus conocimientos a mas
estudiantes universitarios.
ÍNDICE
Pág.
Dedicatoria…………………………………………………………… ii
Agradecimiento………………………………………………………. iii
Introducción………………………………………………………….. 1
Capítulo I. Etapa Pre Incaica………………………………………... 2
Cultura Caral…………………………………………………. 2
Cultura chavín………………….…………………………….. 9
Cultura Paracas………………..……………………………… 14
Cultura Mochica……..………………………………………. 18
Cultura Nasca………………………………………………… 23
Cultura Tiahuanaco………………………………………….. 27
Cultura chimú………………………………………………… 30
Cultura Chincha……………………………………………… 36
Capitulo II. Etapa Incaica…………………………………………….. 38
Leyenda del lago Titicaca…………………………………….. 38
Leyenda de los hermanos ayar……………………………….. 39
Ubicación geográfica Inca…………………………………….. 40
Organización Social Inca…….………………………………… 41
La organización económica Inca……………………………… 43
El Tahuantinsuyo……………………………………………… 46
Conflicto entre Huáscar y Atahualpa………………………… 48
Capitulo III. Descubrimiento y conquista…………………………….. 49
Los socios de la conquista………..…………………………… 49
Viajes hacia el Tahuantinsuyo…………………………………. 50
La captura y muerte del Inca…………………………………… 53
Capitulo IV. Virreinato………………………………………………… 55
Creación…………………………………………………………. 55
expansión del virreinato……………………………………….. 55
Primer virrey del Perú………………………………………… 56
Estructura económica………………………………………… 57
Organización religiosa………………………………………… 58

Capítulo V. República………..………………………………………. 60
El Perú republicano del siglo XIX…………………………….. 60
Proclamación de la Independencia……………………………. 61
La república Inicial……………………………………………... 63
La era del guano………………………………………………… 64
Gobierno de Ramon Castilla…………………………………… 65
La guerra del Pacífico…………………………………………… 66
Reconstrucción Nacional………………………………………. 68
Oncenio De Leguía…………………………………………….. 69
Conclusiones……………………………………………………. 71
Bibliografía……………………………………………………… 72
INTRODUCCION

La historia del Perú abarca de manera continua más de 14 milenios de ocupación


humana continua. Los primeros grupos humanos habrían llegado hacia el siglo XIII
milenio a.C. como cazadores – recolectores, cuyos descendientes desarrollarían la
horticultura hacia el VIII milenio a.C. A partir de entonces se dio inicio a un
escalamiento en la complejidad social y cultural de los pueblos de la región, que dio
nacimiento al Antiguo Perú. Hacia el IV milenio a.C., aparecieron en la costa central
las primeras sociedades con arquitectura monumental que tejieron una extensa red
de comercio vinculando productos de la Amazonía y las costas ecuatorianas.
Conformaron la cultura Caral-Supe, desvanecida hacia el 1,800 a.C., mientras daba
paso a nuevas poblaciones en la costa al norte y sur, albores del surgimiento de
Cupisnique y al posterior fenómeno de Chavín, un importante centro cultural que
articuló las sociedades agrícolas de su época hasta el 200 a.C. Es así como damos
comienzo a nuestro trabajo de investigación sobre la historia de nuestro Perú, para
ello hemos recopilado información de diversos autores, dividiendo cada etapa en
capítulos y para finalizar las conclusiones, esperando que sea de su interés.
CAPÍTULO I
Etapa pre-Incaica
Cultura Caral
Los primeros habitantes del Perú fueron nómadas cazadores que vivían en cavernas
en las regiones de la costa peruana. El sitio más antiguo, la caverna Pikimachay, data
de 12,000 a.c.
Ubicación Geográfica de Caral.
El sitio arqueológico de Caral se encuentra en el departamento de Lima, provincia
de Barranca, distrito de Supe, en el valle medio del río Supe, en la costa norcentral
del Perú, a 350 m sobre el nivel mar. Está ubicado en una terraza aluvial, en la
margen izquierda del río. El clima es templado, el río lleva agua sólo en los meses de
verano, aunque en la zona hay afloramientos de agua por la poca profundidad de la
napa freática.

La Civilización Caral y su Trascendencia en el Contexto Cultural y Mundial


Para comprender el desarrollo e importancia de Caral-Supe es necesario conocer tres
conceptos importantes:
LA CIVILIZACIÓN
La Civilización se identifica por: La disponibilidad de un excedente productivo para
la movilización de ingente fuerza de trabajo en construcciones públicas y de élite. La
organización social compleja, con división del trabajo y distribución desigual del
excedente. Un gobierno estatal. La habitabilidad en asentamientos urbanos con
mejoras en la calidad de vida para una clase social.
EL ESTADO
Forma de desarrollo de la sociedad caracterizada por el ejercicio del poder de parte
de una clase social dominante sobre la población de un determinado territorio, que
es organizada jerárquicamente y controlada por la fuerza militar o por la fuerza de la
religión; con lo cual se asegura la perduración del sistema. Una sociedad estatal
supone la existencia de: Una economía excedentaria: ya sea por sobre trabajo o por
el desarrollo de los medios de producción para incrementar la productividad. Una
división social del trabajo y relaciones sociales de producción que enfatizan lo
individual sobre lo social. La apropiación por unos grupos del producto social o
excedente, derivada de la división de la sociedad en clases, con sujetos apropiadores
y sujetos expropiados. El Estado cuenta con: Un aparato, la burocracia político-
religiosa para el control del excedente, la circulación de bienes y servicios, el uso de
los recursos y para la ejecución de las diversas funciones y acciones. Un avanzado
conocimiento en ciencias exactas y predictivas como aritmética, geometría, física,
medicina, astronomía, etc; y su aplicación en la tecnología agraria, en la construcción
de edificios monumentales, en la medición del tiempo, en el manejo apropiado del
territorio, en la administración pública, en los trabajos especializados, etc. El cultivo
de las artes y su expresión material en la elaboración de objetos diversos de uso
suntuario. La existencia de complejas y extensas redes de intercambio. Las
expresiones culturales compartidas por la población de un extenso territorio.
LA CIUDAD
Tipo de asentamiento denso, diverso y permanente de individuos socialmente
heterogéneos, donde se concentra el poder de los gobernantes, la burocracia y los
servidores de éstos; es un centro de poder religioso, político y administrativo. Forma
parte de un conjunto jerarquizado de asentamientos que muestra: Cierta extensión
territorial derivada de una concentración poblacional manifiesta en los complejos
residenciales. Diseño definido que denota planeamiento, zonificación y manejo
organizado del espacio para su uso diferenciado, de parte de sus ocupantes, con
connotaciones físicas o simbólicas. Expresiones arquitectónicas diversas en relación
con una división compleja del trabajo y la presencia de especialistas en diversas
actividades productivas y de intercambio y donde el excedente se distribuye de modo
desigual, según la posición de cada uno en el proceso social productivo. Indicadores
que reflejen la posición jerarquizada de sus ocupantes por estratos sociales: residencia
de autoridad, especialistas, servidores. Desarrollo de la arquitectura pública en
concordancia con la presencia de instituciones: templos, palacios, para funciones
religiosas, administrativas y políticas. Evidencias de la prestación de servicios para el
desarrollo de procesos productivos: calendario, obras públicas, irrigación y manejo
de los campos de cultivo, intercambio de bienes con el exterior.

Primeros Estudios en Caral


El primero que llamó la atención sobre Caral fue el estadounidense Paul Kosok,
quien visitó el lugar junto con el arqueólogo estadounidense Richard Schaedel en
1949. En su informe, publicado en el libro Life, Land and Water in Ancient Peru, en
1965, mencionó que Chupicigarro (como se le conocía a Caral entonces) debía ser
muy antiguo, pero no pudo mostrar cuánto. En 1975 el arquitecto peruano Carlos
Williams hizo un registro de la mayoría de los sitios arqueológicos en el valle de
Supe, entre los cuales registró a Chupicigarro, a partir del cual hizo algunas
observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes, que presentó en el
artículo A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of
Peru, publicado en 1985 en el libro Early Ceremonial Architecture in the Andes. El
arqueólogo francés Frederic Engel visitó el lugar en 1979, levantando un plano y
excavando en el mismo. En su libro De las Begonias al Maíz, publicado en 1987,
Engel afirmó que Chupacigarro (como aún se conocía a Caral) pudo haber sido
construido antes de la aparición de la cerámica en los Andes (1800 aC), pero sus
afirmaciones no fueron aceptadas por los arqueólogos andinos. En 1994 Ruth Shady
recorrió nuevamente el valle de Supe e identificó 18 sitios con las mismas
características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los 4 conocidos como
Chupicigarro Grande, Chupicigarro Centro, Chupicigarro Oeste y Chupicigarro.
Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupicigarro, Miraya y Lurihuasi.
Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a
los sitios. Chupicigarro es el nombre español de un ave del lugar. Shady excavó en
Caral a partir de 1996 y presentó sus datos por primera vez en 1997, en el libro La
Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú. En ese
libro sustentó abiertamente la antigüedad precerámica de Caral, afirmación que
consolidó de manera irrefutable en los años siguientes, a través de excavaciones
intensivas en el lugar. El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de
los trabajos in situ. La arqueóloga Ruth Shady, viaja a esta ciudad en forma
permanente para continuar el trabajo de las excavaciones y descubrimientos en esta
parte de un país arqueológicamente rico y de diversas culturas milenarias.
ECONOMÍA DE LA CULTURA CARAL.
Una economía agrícola-pesquera, articulada por el intercambio, sustentó el
desarrollo de la Civilización Caral. Los pobladores del litoral pescaron y recolectaron
diversas especies marinas, principalmente anchoveta, choros y machas; los
agricultores del valle produjeron algodón, mates y especies alimenticias como achira,
frijol, camote, zapallo, calabaza, papa, maní, palta, ají, pacae, guayaba, maíz, etc.
AGRICULTURA DE LA CULTURA CARAL.
Hace 5000 años los habitantes del valle de Supe lograron un aprovechamiento
intensivo de las especies marinas (pescados y moluscos), mediante el desarrollo de
una avanzada tecnología de pesca con redes de algodón, cordeles, anzuelos y
embarcaciones. Esta innovación tecnológica fue posible debido a la alta
productividad de los agricultores de algodón del interior del valle. Asimismo, la
capacidad económica de los pescadores, como los de Áspero, contribuyó al
sostenimiento de la población agricultora del valle.

EL COMERCIO DE LA CULTURA CARAL.


El Comercio y el Manejo Transversal del Territorio y sus Recursos.
El manejo transversal del territorio y sus recursos potenció la economía de los
pobladores del valle de Supe. Favorecidos por la ubicación central de la cuenca de
Supe y su corta extensión entre el litoral y el altiplano (espacio articulador), los
pobladores se desplazaron hacia otras regiones y valles del área. El comercio local e
interregional permitió el flujo de recursos agrícolas y marinos, así como el
intercambio de otros bienes, conocimientos y elementos culturales.
El cambio de anchovetas secas y moluscos (choros y machas) por algodón y otros
productos agrícolas, industriales o alimenticios (mate, algodón, frijol, achira, zapallo,
camote, etc.), inició la cadena del comercio, que se extendió a las otras regiones.
Algunos productos fueron intercambiados a grandes distancias, como el Spondylus
de las playas del Ecuador. A Caral llegaron lloque, cactus, perico cordillerano y
cóndor de los andes, así como congompe, achiote, tútumo y huarumo de la selva.
Este sistema económico también se evidencia en el Áspero, donde se han recuperado
numerosos artículos elaborados con materiales exóticos, provenientes de la sierra
(palos cavadores de lloque), de la selva (congompe) y de la costa ecuatorial (cuentas
de “mullu” o Spondylus).
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE CARAL
Organización Social y Política de la Cultura. El prestigio del sistema social de las
poblaciones de Caral y su área de influencia lo convirtió en modelo y trascendió más
allá de su espacio y tiempo; marcó al proceso cultural en el mundo andino hasta el
imperio Inca, último Estado prehispánico, formado 4400 años después.
La organización social y política de Caral se caracterizó por:
- La división del trabajo, una mayoría dedicada a la producción de alimentos y los
especialistas encargados de la conducción política y religiosa de la población, así
como de la producción de conocimientos y su aplicación.
- Una distribución desigual de la productividad económica, en relación con el
ordenamiento jerarquizado de los estratos sociales.
- La organización centralizada de la población, distribuida en asentamientos
urbanos, conducidos por autoridades políticas.
Ayllus
Grupos de familias emparentadas, que trabajaban una misma porción de tierras en
el valle y pertenecían a un determinado asentamiento o pachaca. Tuvieron sus
autoridades de linaje y su edificio público propio, sede de actividades
multifuncionales, políticas, religiosas, económicas y administrativas. Trabajaban
para su propio sustento, ya sea en la agricultura o en la pesca, y daban a los
“principales” parte de los bienes que producían. Además, de prestar servicios en las
tierras asignadas a los dioses, participaron en las construcciones para la renovación
de los templos.
Curacas y principales
Cada asentamiento o pachaca estaba representado por una autoridad o curaca,
además de los “principales” de sus ayllus. Estas autoridades retornaban servicios a
los principales e integrantes de sus ayllus prediciendo y asegurándoles determinadas
condiciones naturales y sociales. Fueron los conductores de las actividades agrarias,
económicas, religiosas y constructivas.
Pachacas
Los pobladores del valle de Supe estuvieron organizados en centros urbanos de
diverso tamaño y complejidad, mantenidos por una economía autosuficiente, y
conducidos en lo político y administrativo por sus propias autoridades, los curacas.
Tenían sus dioses y prácticas religiosas, en los que sustentaban su identidad. Estaban
integrados por vínculos económicos (la tierra y el agua), religiosos y culturales (dioses
y ancestros) reforzados en ceremonias públicas colectivas, de periódica realización.
Sayas
Los asentamientos del valle de Supe estuvieron distribuidos en cada margen del río,
en número similar, según el patrón dual de la cosmovisión de la sociedad de Supe.
Cada saya (mitad) estaba integrada por un número de pachacas (asentamientos),
tanto en la margen izquierda como en la derecha.
Icho huari y Allauca huari
Cada parcialidad o saya estuvo bajo la autoridad del icho Huari y del Allauca Huari,
la primera o la segunda persona, como refieren los cronistas.
Huno
Por encima de las autoridades de ambas parcialidades estaba el curaca del valle, que
era el Huno o Uno. Este mandaba sobre las autoridades de las parcialidades, de las
pachacas y ayllus, en un sistema jerarquizado; representaba la unificación de la
cuenca y la nacionalidad de sus pobladores; conducía el gobierno del Estado y residía
en la ciudad capital. La presencia de edificios públicos con plaza circular hundida en
casi todos los asentamientos urbanos estaría relacionada con determinadas funciones
públicas, de reconocimiento al Estado. El poder político del curaca principal
mantuvo, sin embargo, descentralizadas las funciones de la pachaca, ya sea en lo
político, económico o ideológico: cada una tenía sus propios señores, especialistas,
agricultores y servidores. Al curaca principal le bastaba el cumplimiento de la
tributación, en bienes y, sobre todo, en prestación de servicios. Su influencia y
prestigio se habrían extendido al área norcentral durante este período.

Arte y Música de la Cultura Caral.


Importancia del Arte y La Música de la Cultura Caral. Se han recuperado tres
conjuntos musicales, conformados por instrumentos de viento, que ratifican la
práctica musical colectiva y la organización compleja en la sociedad de Caral. Ellos
estuvieron asociados con caracoles, como instrumentos de percusión. Las
actividades religiosas y sociales incluyeron ejecuciones musicales, a cargo de grupos
especializados en esta elaborada expresión artística. El arte musical tuvo un rol
importante en las actividades de la población; esta tradición ha continuado como
parte de la herencia cultural de las sociedades andinas de todos los tiempos. La
música ha sido, desde los albores de la civilización andina, parte fundamental del
ceremonial y la religiosidad. Prueba de ello es el hallazgo de 32 flautas depositadas
como ofrendas bajo el piso de la plaza circular en la Pirámide del Anfiteatro. Fueron
colocadas sobre una piedra cortada acompañadas por un canto rodado a un lado y al
otro por una figurina de barro crudo sin rostro que se deshacía al tacto, todo cubierto
por más piedras cortadas. Se les ha clasificado como "flautas traversas", pues son
tubos delgados con un orificio central de forma ovalada que sirve de embocadura.
Sólo en dos casos dicha abertura es rectangular. En el fondo de la embocadura un
triángulo hecho de arcilla cruda sirve de tabique regulador que distribuye el aire
entrante hacia ambos extremos. Fueron elaboradas usando huesos de ala de pelícano.
Las flautas están decoradas con representaciones de monos, aves, serpientes y figuras
humanas. Algunas no presentan ningún tipo de decoración.
Cultura Chavín
Ubicación geográfica
Chavín se encuentra ubicado en el inicio de un estrecho callejón, formado por el río
Pukcha o Mosna, el que se forma con los deshielos de la Cordillera Blanca y conduce
sus aguas hacia el río Marañón, donde nace el Amazonas. Está pues en el corazón
mismo de los Andes, a 3180 ms. sobre el nivel del mar, formando parte del llamado
Callejón de Conchucos, que corre de sur a norte, paralelo al Callejón de Huaylas,
formado por el río Santa que también se nutre de las aguas de la Cordillera Blanca,
pero que por estar al occidente desagua en el océano Pacífico. Dos cadenas
montañosas separan a Chavín del mar -las cordilleras Blanca y Negra- y dos otras
cadenas lo separan de la selva amazónica: la central que se levanta entre las cuencas
del Marañón y el Huallaga, y la oriental, que establece la separación de aguas entre
el Huallaga y el Ucayali. Esta situación geográfica crea serias dificultades de
comunicación entre las poblaciones allí asentadas, cuya proximidad relativa está
mediada por la altitud y la irregularidad de la tierra. Eso crea una difícil condición
de vecinos distantes. Chavín, está en un punto crucial de conexión este-oeste y norte-
sur de un extenso territorio. Es una suerte de "nudo de caminos" de una región que
cubre la costa y la sierra de Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Ancash, Huánuco
y Lima. Desde Chavín, además, se puede llegar a la floresta amazónica siguiendo el
curso del Marañón. Según Antonio Raimondi (1873: 205), en el s. XIX mantenía la
exportación de maíz a Huaraz y Huamalíes (Huánuco) y de harina de trigo hacia
Huánuco y Cerro de Pasco, del mismo modo como gente de la costa iba todos los
años para adquirir ganado. Señala también que hay oro en el distrito de Uco, cerca
de la desembocadura en el Marañón. Chavín está sobre una terraza aluvial asociada
a un río mayor -el Pukcha- que baja desde el sur, y un tributario -el Wacheqsa- que
baja abruptamente desde la Cordillera Blanca, en cuyos estribos orientales está el
sitio.

HISTORIA CULTURA CHAVÍN


Alrededor del año 1.400 antes de Cristo, uno de los centro Andinos situado a 3.200
metros de altura sobre una cadena de montañas (actualmente llamado Chavín de
Huántar), controlaba las rutas comerciales a través de dos desfiladeros en la cordillera
Blanca, hacia el oeste hasta el mismo Pacífico, y hacia el este hasta la zona del
Amazonas, bajando el curso del río Mosna.
Hacia el año 900 antes de Cristo, el culto del Jaguar de Chavín y su influencia cultural
había sido aceptado en la mayor parte de la zona que actualmente ocupa el Perú
como lo atestigua la presencia de templos en “U" de Chavín y el estilo de multitud
de esculturas, vasijas, y textiles pertenecientes a esa cultura. Este emplazamiento
estratégico contribuyó a su prosperidad, permitiéndole desarrollar comunicaciones
con sitios alejados en tanto desarrolló un estilo cultural peculiar que ha permitido
registrar la extensión de su influencia. Hacia el año 900 antes de Cristo, el culto del
Jaguar de Chavín y su influencia cultural había sido aceptado en la mayor parte de
la zona que actualmente ocupa el Perú como lo atestigua la presencia de templos en
“U" de Chavín y el estilo de multitud de esculturas, vasijas, y textiles pertenecientes
a esa cultura.

JULIO C. TELLO, El Padre de la Arqueología Peruana


Al contrario de la corriente en boga a comienzos
del siglo XX, Tello sostiene que las culturas
autóctonas del Perú son producto de la
experiencia del hombre enastas tierras y no por
influencia foránea. A tal propuesta llega después
de largas investigaciones y viajes de exploración
por todo el Perú. La piedra angular de su teoría
es la "Cultura Chavín" (1,500 a.n.e.), a la que
consideró como matriz de las culturas peruanas
prehispánicas. Las investigaciones realizadas en
los últimos 60 años demuestran que la ruta
cultural del hombre en el Perú se inició miles de años antes que Chavín, y si bien, no
fue exactamente como lo propuso Tello, si ha quedado plenamente demostrado el
origen autóctono de la cultura peruana. Julio C. Tello nace el 11 de abril de 1880, en
Huarochirí, en la sierra de Lima. Sus padres, Julián Tello y María Asunción Rojas
de Tello fueron campesinos. Tello se gradúa el 16 de noviembre de 1908, con la tesis
“Antigüedad de la Sífilis en el Perú", grado que obtuvo por aclamación en la Facultad
de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se doctoró en
Ciencias Antropológicas en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, en 1911.
Ocupo el cargo de Diputado por Huarochirí ante el Congreso del Perú entre los años
1917 y 1929. Fundó el Museo de Arqueología Peruana en 1924. Murió el 7 de Junio
de 1947 y fue enterrado en los jardines del Museo Nacional de Arqueología y
Antropología, en Magdalena Vieja. Realizó una amplia investigación arqueológica.
Pero la mayor parte de su obra se encuentra aún inédita. Destacan sus libros sobre la
Cultura Paracas y Chavín.
RELIGIÓN DE LA CULTURA CHAVÍN
La influencia religiosa y cultural de Chavín unificó el Perú preincaico por medios
pacíficos, pero propendió el establecimiento de clases privilegiadas y de
desigualdades de riquezas que no podían continuar siendo mantenidas solamente por
medio de una ideología. En ausencia de una competencia militar central, la
hegemonía cultural de Chavín se desintegró en innumerables grupos locales.
ORGANIZACIÓN SOCIAL - POLÍTICA CHAVÍN
El Estado Chavín fue Teocrático, estuvo controlado por los
"Sacerdotes"(especialistas) quienes gobernaron en nombre de los dioses Chavín. La
Sociedad Chavín fue clasista, los sacerdotes y guerreros acaparaban los recursos,
mientras que el pueblo era explotado para producir más. Los más hábiles se
destacaron en la comunidad y terminaron convirtiéndose en líderes, jefes, oficiales.
Estos líderes obligaron a la comunidad a producir más y terminaron imponiéndose a
los otros, a través de los conocimientos de la naturaleza "Sacerdotes". Los líderes
Chavín habrían construido con éxito los grandes edificios en honor de los dioses. La
razón principal para el progreso de Chavín de Huántar fue su moderna, productiva e
innovadora agricultura en su época. La sociedad Chavín fue teocrática, adoraba al
dios Jaguar o Puma, era gobernada por un rey-sacerdote quien era representante de
la casta gobernante (sacerdotes y guerreros). Los sacerdotes: La casta sacerdotal eran
los especialistas, científicos que dominaban la ciencia de la astronomía, lo que les
proporcionaba gran influencia y poder, también eran grandes técnicos agrícolas
"ingenieros hidráulicos". La Nobleza Guerrera: Era la encargaba de contener los
embates de invasiones o revueltas en las regiones de la cultura Chavín. Esta sociedad
mantuvo la hegemonía, ya sea para proteger sus modus vivendi, mantuvieron un
ejército capaz de garantizar las condiciones necesarias para su desarrollo y zona de
expansión. El Pueblo: Era la masa popular que tenía que pagar tributos a los dioses
y gobernantes Chavín.
AGRICULTURA CHAVÍN
Los habitantes de Chavín tenían una agricultura bastante desarrollada. Cultivaban el
maíz -que constituía su fuente principal realimento-, la calabaza, las habas, la papa y
el maní. Los habitantes del sector de la costa se mantenían sobre todo de la pesca.
Construían sus hogares de adobe o piedra, con el techo de paja, y las instalaban cerca
de los ríos, para facilitar el riego de sus siembras. Los muertos eran enterrados en el
desierto, en el fondo de fosas profundas. Los acompañaban distintas ofrendas
funerarias, como vasos de cerámica, instrumentos de trabajo y algunos alimentos,
tales como habas y espigas de maíz. El principal motivo del progreso de Chavín de
Huántar, fue que se convirtió en la agricultura más moderna y productiva e
innovadora de su época y dentro de esa agricultura, el maíz conocido en el idioma
Quechua como SARA O ARA y el choclo ó maíz tierno conocido como HUANSA,
ocuparon el sitio principal conjuntamente con sus derivados, entre ellos la chicha de
jora, que reconvirtió en su fuente de riqueza y dominio. Parece ser que el trueque fue
la modalidad de pago del maíz. Este trueque se generalizó y fue la modalidad
imperante en sus transacciones, desde Chavín de Huántar hasta el Imperio Incas.
CERÁMICA DE LA CULTURA CHAVÍN
En 1919 y 1924, durante sus visitas a Chavín,
Julio C. Tello halló algunos fragmentos de
cerámica con rasgos determinados. Al haber
definido a Chavín como una época de la historia
del Perú, identificó su cerámica como negra,
oscura y decorada con incisiones y diseños en
relieve. Cuando descubrió que ésta se parecía a
la que Max Hule había hallado en Supe y en
Ancón, atribuida a los llamados "pescadores
primitivos", y a la que se había hallado en el
valle de Chicana, cuyas piezas mostraban
íconos parecidos a los de las lita esculturas
chavinenses, Tello caracterizó a Chavín como la
época más antigua de la cultura peruana, cuyo centro estaba ubicado en una zona de
sierra próxima al río Marañón: Chavín de Huántar. Luego de la década de 1920
comenzaron a aparecer evidenciase cerámica oscura e inciso en otros lugares de la
costa y la sierra del Perú, que fue denominada erróneamente Chavín o chavinoide.
Este hecho generó una gran confusión, pues, como se reveló durante la segunda
mitad del siglo XX, esta cerámica en realidad se había producido a lo largo de
muchos siglos y nohabía estado necesariamente ligada a Chavín. En la selva del río
Ucayali (Tutishcainyo), en Huánuco (Wayra Jirka), en otras zonas de la sierra y en
la costa los ejemplos más antiguos tienen estas mismas características. Algunos de
ellos fueron establecidos por Tello e incluidos en su complejo Chavín, pero los
anteriores a la época de las lito esculturas y de los grandes templos de Chavín de
Huántar, no. Estos últimos se conocieron gracias a investigaciones posteriores que se
hicieron en muchos lugares de la costa, como Ancón aguarape, o de la sierra, como
Huánuco (Kotosh) y Cajamarca (Pandanche y Huacaloma). En Ancón, más que en
ningún otro lugar, se encontró una larga secuencia de cerámica. En ella se logró
identificar una ocupación con los rasgos propios del estilo Chavín relacionada al
Horizonte Temprano y otra anterior de larga permanencia, que se ubica en la etapa
Inicial, llamada también Formativo Inferior. En cuanto a términos de espacio, el
afinamiento de los estudios realizados en base a la cerámica ha permitido distinguir
diferencias regionales y locales significativas y segregar áreas en las que es
reconocible alguna o ninguna vinculación con Chavín.
CABEZA CLAVA CHAVÍN
Ubicado a 3.185 msnm, y a sólo 3 horas de la ciudad de Huaraz, el centro mágico-
religioso de Chavín fue construido aproximadamente en el año 327 a.C.Sus muros
son de piedra y sus estructuras piramidales, lo que ha generado controversia respecto
a la función que habría tenido el edificio: ¿un templo?, ¿una fortaleza? Los lugareños
suelen referirse al lugar como "el Castillo". La construcción presenta una compleja
red de caminos y túneles de piedra únicamente iluminados por haces de luz que
penetran a través de ductos estratégicamente dispuestos. En su interior aún pueden
apreciarse el "Lanzón Monolítico "piedra tallada de cinco metros de alto en la que se
observan feroces divinidades y monstruosas figuras antropomorfas, o las "Cabezas
Clavas", suerte de centinelas enclavados en las murallas del castillo. Chavín fue una
de las primeras culturas americanas, coetánea de los Olmecas, en México. Es notable
el nivel de desarrollo que alcanzaron en agricultura, arquitectura y cerámica, así
como en su capacidad administrativa, lo que le permitió dominar gran parte del norte
y el centro del Perú. Quizás en eso radicara la importancia del castillo de Chavín de
Huántar: en su ubicación estratégica como punto de contacto entre costa, sierra y
selva. Para nosotros, sin embargo, los monumentales restos descubiertos en 1919 por
el arqueólogo peruano Julio C. Tello, tienen el valor de ser una parte imprescindible
de nuestra historia. Ella parte alta de los templos, debajo de las cornisas, había una
hilera continua de cabezas talladas en piedra, lo suficientemente grandes como para
que desde el suelo, entre 14 y 20 metros más abaje, se pudieran apreciar sus detalles.
Sólo las cabezas, como si fuera una exhibición de los decapitados que exponen los
cazadores de cabezas de otros pueblos, en la parte más importante de sus casas. Las
cabezas expuestas podían ser de enemigos capturados en la guerra, o de prójimos
cuya memoria querían preservar. En unos casos los cuerpos eran comidos -
canibalizados-enterrados o quemados, según las costumbres de cada pueblo. En
Chavín parece que podía ser parte de prácticas o ritos antropofágicos, pues, como
representa en la Galería de las Ofrendas, una parte de los presentes depositados en el
templo era una considerable cantidad de restos humanos, cocidos o asados de la
misma forma como lo estaban los restos de aves, peces, venados, alpacas y otros
animales.
Cultura Paracas
DESCUBRIMIENTO DE LA CULTURA PARACAS
El descubrimiento de la cultura de Paracas lo hizo el célebre arqueólogo peruano
Julio César Tello en 1925 al descubrir restos paracas en cavernas. Toribio Mejía
Xesspe descubre las necrópolis de los paracas en 1927. Durante 20 años, estos y otros
arqueólogos se dedicaron al conocimiento en profundidad de esta cultura, a través
del estudio de numerosos sitios. Sus trabajos más importantes consisten en las
excavaciones de patrones funerarios paracas. Son estos que, gracias a su riqueza en
textiles, darán la topología, usada hasta hoy de la historia de la cultura paraca. Entre
los años 1923 y 1925, Tello tuvo la oportunidad de visitar la península en repetidas
ocasiones, dándole así la oportunidad de descubrir una necrópolis que contenía más
de 400 momias con sus envoltorios funerarios.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Su centro principal podría ser el sitio Peña de Tajahuana, en el valle de Ica, a 300
km. al sur de la ciudad de Lima ya que Los restos arqueológicos se localizan en la
península de Paracas, a 18 Km. Al sur de Pisco (Ica). La cultura Paracas se desarrolló
durante el período denominado Horizonte Temprano. Fue descubierto por el
arqueólogo Julio C. Tello, quien, al conocer el sitio de Cabezas Largas, creyó haber
descubierto el lugar de origen de las grandes culturas del sur. Paracas fue dividido en
dos períodos. Estudios posteriores a los de Tello demostraron que el desarrollo de
esta cultura había sido más largo y complejo. En la segunda fase de Paracas podemos
encontrar aldeas, una de ellas en el área de Cerro Colorado, y la otra en Arenas
Blancas. Paracas fue el antecedente de la cultura Nasca, que se desarrolló años
después en esa área.
PARACAS DE LAS CAVERNAS
La limitación temporal de la cultura
paraca que lo descubrió de las cavernas va
desde el 700 hasta el 200 a. C. Es a las
orillas del río Ica, por el sector de Ocucaje,
ahora grande productores de pisco, que se
desarrolló primeramente este grupo
humano. ¿Por qué se denomina a este
periodo como “cavernas”? Este nombre
viene de la forma de sus sepulturas. Estas
eran características, se realizaban como
enterramientos subterráneos, dentro de
excavaciones en roca, con forma de “copa
invertida”. Estas excavaciones tenían un
diámetro de hasta 6 metros, en donde colocaban el cadáver junto con ofrendas y
numerosos textiles que servirán posteriormente al estudio. Dentro de una sola tumba
se encuentran varios cadáveres, solo que no tenemos ningún indicio de que sean parte
de la misma familia estos sepulcros comunitarios.
CERÁMICA DE LA CULTURA PARACAS.
En cuestión de cerámica, esta se caracteriza por
representar a sus posibles deidades: el jaguar y la
serpiente. Las vasijas son de forma globular, con
doble pico y asa puente. Esta es usada por primera
vez en la cultura de Paracas pero será adoptada por
las culturas que en el El entierro de las momias
paracas tenían una profundidad de 6 a 7 metros, esto
se debe a que dentro de su cosmovisión, se creía que
la Pachamama estaba en la profundidad de la tierra.
Las deformaciones craneanas se realizaron para
colocar un llauyo, y regir las clases sociales. En esta etapa la capital fue Tahawana.
Algunos lo consideraron el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que
muchos austratopithecus anteriores poseían rasgos semejantes. Son los primeros
homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando
hasta el sudeste y este de Asia. Poseían un cerebro mayor que el del homo habilis:
alrededor de 800 centímetros cúbicos. Conocían el uso del fuego y fabricaron la
primera hacha de mano. El primer homo erectus fue encontrado en java (Oceanía) a
fines del siglo pasado. El hallazgo de restos de homínidos de esta especie en las
cavernas de Pekín permitió la reconstrucción de algunos aspectos de su vida.
Los Fardos Funerarios El arte de la momificación es uno de los aspectos culturales
paraquenses, que se desarrolla especialmente durante la fase Paracas Necrópolis que
se halla envuelto el cadáver con objeto de su inhumación. Los cadáveres antes de ser
ENFARDELADOS y enterrados pasaban por un PROCESO DE
MOMIFICACIÓN que recuerda al egipcio:Le abrían el tórax a través del esternón y
le extraían los pulmones y el corazón, procediendo de igual modo con la masa
intestinal y vísceras, que sacaban a través de un corte longitudinal o transversal. Por
medio de incisiones en las extremidades le extraían los músculos. Por las fosas
nasales o por la base del cráneo (si se hallaba separado del cuerpo), le extraían el
cerebro. Después el cadáver era rociado con distintas sustancias químicas y expuesto
al fuego o los rayos de sol, motivo que es el que explica el ASPECTO “QUEMADO”
o AHUMADO de distintas partes de la momia. Finalmente, el cadáver era reducido
al mínimo de su volumen con el fin de ser enfardelado.
CONOCIMIENTO DE MEDICINA Y CIRUGÍA.
Sus características físicas son las mismas que las del hombre actual. Su capacidad
cerebral es de alrededor de 1400 centímetros cúbicos. Se cree que apareció en Europa
hace alrededor de 40.000 años. El homo sapiens es el que protagonizó, a partir del
año 10.000 a.C., cambios muy importantes en la organización económica y social,
como las primeras formas de agricultura y domesticación de animales, y la vida en
ciudades.
PARACAS NECRÓPOLIS (100 A. C. - 200 D. C.)
La cultura de las Paracas Necrópolis es continua a la Paracas de las Cavernas. Estas
fase es delimitada temporalmente desde el fin de la fase cavernas, es decir desde el
200 a. C. hasta los primeros años después de Cristo. Esta se desarrolla en un área
más amplia que la primera que va desde el río Pisco hasta la quebranta de Topará.
La denominación de las Necrópolis Paracas viene, como es fácil suponer, de la
existencia de necrópolis. Los sepulcros consisten en grandes cámaras funerarias, en
construcciones mucho más avanzadas que suponen varias hileras de cuartos
subterráneos. Además de la riqueza del contenido. Entre las ofrendas que se
encuentran en el interior constan diferentes tipos de fardos, algunos de una
complejidad sorprendente y varios objetos. Pero a diferencia de estas tumbas
descritas, también existen varias tumbas sin ningún tipo de ornamenta. Lo que
supone que había una diferenciación social. Existían ya clases altas y clases bajas.
Clases que poseían y clases que no. Las tumbas muestran que la clase dominante
igualmente tenía el poder religioso lo que le permitía seguramente tener privilegios
con respecto a la población. Dentro de esos privilegios, estaban los sepulcros
exuberantes. Los tejidos de la época son los más complejos. Los que más vale la pena
resaltar son aquellos que recubrían las momias puesto que son de mayor tamaño, de
mayor calidad y suponen una técnica superior en muchos aspectos de la producción.
Hechas en telas, estas suponen la primera evidencia de este tipo de manufactura en
todo el continente americano. Ellos van a utilizar principalmente el algodón y la lana
de camélidos americanos.

Como se realizaban las Trepanaciones Craneanas de Parcas.


La operación se efectuaba anestesiando al paciente; se cree que la coca, el alcohol y
hasta la hipnosis pudieron servir de analgésicos. Luego con un cuchillo de
obsidiana, que cumplía las funciones de bisturí, se cortaba el cuero cabelludo y los
músculos necesarios hasta llegar al hueso. Ahí había tres opciones: retirar el área
afectada, la que se delimitaba con pequeñas y continuas trepanaciones, limpiar y
pulir el hueso que podía estar con fisuras, para que suelde debidamente, y
finalmente cortar el perímetro y substituirlo por una placa de oro, después de lo
cual se cerraba y se colocaban vendajes. Otro aspecto muy intrigante es la
deformación voluntaria de los cráneos, desconociendo hasta el momento el porqué
de las frecuentes deformaciones craneanas en la cultura. Paracas, si era parte de un
ritual mágico o religiosos o tal vez un detalle estético. El procedimiento para la
deformación era colocando unas almohadillas con armazón de varillas de madera,
que colocaban en la frente y en la parte posterior de la cabeza del recién nacido,
hasta el momento en que la deformación era irreversible. Se sabe que dicho
procedimiento no causaba ninguna tara, pero se desconoce si alteraba la percepción
de la realidad.
Profundizamos el estudio Sobre
LA TREPANACIÓN CRANEANA DE PARACAS
La trepanación craneana es una
técnica quirúrgica empleada por
los paracas, a través de la cual se
intervenía al paciente que había
sufrido traumatismo craneano.
Esta práctica tal vez debió surgir
de la guerra. En ella, los gruesos
turbantes de algodón no siempre
supieron amortiguar los golpes
contundentes de la porra estrellada de piedra. A la ineficacia del turbante, en estos
casos, se debieron los hundimientos y astillamientos del casquete craneal, lo que
acarreo el tullimiento parcial o total del individuo, sino la perdida del conocimiento
por un tiempo que podía ser indefinido. Para combatir estos casos; y posiblemente
los de algunas enfermedades, estaba la trepanación. El cirujano empezaba por
descarnar la herida doblando el cuero cabelludo hacia fuera, a continuación
limpiaba la zona dejando a la vista el hueso magullado. Las anestesias debieron
cumplir un papel importante a estas alturas, la chicha macerada o el San Pedro
(potente alucinógeno), sirvieron para adormecer al paciente. La operación se
tornaba delicadísima, por que cualquier desliz del cuchillo de obsidiana hacía llegar
su hoja a la masa cerebral, causando un daño irreparable o tal vez la misma muerte.
Pero la mano segura del cirujano esgrimía el cuchillo con pericia, logrando la
penetración necesaria en la corteza osea, sin detrimento del encéfalo.

Textilería Paracas
Finalmente podemos afirmar que la técnica para la elaboración de tan bellos
mantos va desde el cultivo de la fibra y los tintes empleados, hasta los instrumentos
usados. Se sabe que producían sus telas usando el telar de cintura, en el que se
hacía el trabajo sencillo para uso diario. Las telas más sofisticadas eran elaboradas
con técnicas complejas usando algodón y lana. Los Paracas también elaboraban
redes para pescar, debido a que se encontraban asentados muy cerca del mar, por lo
que era muy importante para ellos el tener herramientas de trabajo que le ayudaran
en su labor. Los hombres de la Cultura Paracas usaban cotidianamente un turbante
llamado “llanto”, así como un unku, una especie de camisa sin mangas que les
llegaba a la cintura, algunas veces empleaban escalvinas que se asemejaban a
pequeños ponchos, y los hombres usaban un taparrabos y las mujeres un faldón.
Calzaban sandalias de fibra vegetal, que podían combinarse con lana y cuero de
algún mamífero.
Cultura Mochica
UBICACIÓN
La Cultura Mochica tuvo su hábitat en el valle homónimo, desarrollándose entre los
territorios de valle de Nepeña al Sur y de Piura al Norte. Ocuparon los valles de la
Leche, Lambayeque, Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa y Nepeña.
Históricamente fue conocida como Protochimú o Chimú Temprano, pero recibió el
nombre de Moche tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la
denomina Mochica en razón del nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus
pobladores.

ESTUDIOS REALIZADOS
Históricamente fue conocida como Protochimú por Max Uhle; Gordon Willy la
denominó Clásica; Muchik, Julio C.Tello, y Chimú Temprano (Early Chimu) por
Kroeber en 1925. En la actualidad, Mochica o Moche es el nombre más empleado
en el lenguaje científico. Pero fue Max Uhle (1899) quien dio a conocer por primera
vez la existencia de esta cultura luego de realizar trabajos de investigación en el valle
de Moche. Uhle excavó alrededor de 50 tumbas entre las Huacas del Sol y de La
Luna, que le permitieron identificar hasta cuatro distintas culturas que habitaron
sucesivamente en el valle: Protochimú (Mochica), Tiahuanacoide, Chimú e Inca.
Los materiales culturales, especialmente cerámica, encontrados por Uhle fueron
llevados a la Universidad de Berkeley y analizados por Alfred Kroeber (1930),
confirmando que se trataba de una Cultura Protochimú y Pretiahuanaco, dicho
anteriormente por Uhle. En base a la cerámica, Don Rafael Larco Hoyle (1948) la
clasificó en cinco fases estilísticas, tomando para esto ciertos criterios de forma y
dimensiones de los picos, asas estribo y cuerpo, así como las decoraciones. Las dos
primeras con una arraigada herencia de los estilos Cupisnique, Salinar y Virú; la
tercera y cuarta etapa denominada clásica y la quinta fase la considera como la época
de decadencia con fuertes influencias foráneas.

FASES DE LA CULTURA MOCHICA


Larco Hoyle caracteriza cada una de las fases con las siguientes particularidades:
FASE MOCHICA I
La cerámica es pequeña, de aspecto sólido, en algunos casos de forma lenticular; de
asas proporcionales y circulares con picos cortos y fuertes rebordes. Las formas
comunes son : vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, zoomorfos,
fitomorfos, cántaros sencillos con asa de estribo. Colores crema y rojo, crema y ocre,
rojo, crema y anaranjado; crema y negro. Hay una influencia de la decoracion
negativa. Los motivos más comunes son los puntos grandes, los círculos, rombos,
cabezas de lagartijas estilizadas, triángulos con círculos concéntricos, signos
escalonados, bandas cuyos temas pictóricos en colores están delineadas por
incisiones.
FASE MOCHICA II
El grosor de las paredes disminuye. La cerámica se alarga y no se observa tendencia
en darle la misma altura que ancho, se inicia con esto la esbeltez de los vasos. El asa
y el pico crecen proporcionalmente, y mientras el asa no pierde la forma redondeada,
el pico pierde el reborde pronunciado, quedando tan sólo un pequeño ribete. Existen
vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, fitomorfos y zoomorfos.
Predominan los colores crema y rojo, crema y ocre, rojo y crema plomizo, marrón y
anaranjado, crema y ocre.
FASE MOCHICA III
Se inicia el refinamiento de esta cultura. Las paredes de los vasos se afinan sin perder
su solidez, el ceramio está cubierto por una fina capa de engobe cuidadosamente
pulida. Los hornos abiertos con abundante oxigenación fueron perfeccionados. La
cerámica es un poco más grande que Mochica II. Los recipientes son de mayor
capacidad. Las asas y los picos se afinan notablemente, siendo las primeras elípticas
y los picos pequeños, acampanulados y con reborde casi imperceptible. Los ceramios
son de líneas armónicas y proporcionadas. Las esculturas antropomorfas son
verdaderos retratos de personas. La escultura religiosa adquiere importancia.
FASE MOCHICA IV
Los motivos escultóricos y pictóricos se multiplican y adquieren mayor complejidad.
El artista mochica trata de perennizar en su cerámica no solamente los asuntos
comunes de su vida diaria, sino también las actividades de sus instituciones
organizadas. El rico acervo de su vida espiritual es sintetizado en las escenas
pictóricas que cubren los numerosos vasos de caracteres religiosos. Los vasos se
alargan y también proporcionalmente el asa, que ya no es chata sino, redonda o
ligeramente angular. La mayoría de los picos son largos y rectos, aunque hay algunos
más angostos en la punta con bordes levemente afilados.
FASE MOCHICA V
La cerámica de este período, por sus formas y decorado, constituye el "arte barroco"
de la cultura mochica. Se reduce en tamaño, pero el asa se alarga, siendo el pico más
pequeño. El asa toma una forma triangular acentuada y el pico es de naturaleza
troncocónica con bordes afilados del interior hacia afuera. Las representaciones
geométricas abundan. El motivo escultórico pasa a segundo plano, desplazado por
el arte pictórico.
AGRICULTURA
Los Mochicas vencieron al desierto mediante la irrigación artificial desviando el
agua con canales provenientes de los ríos que bajan de los Andes. Su ingeniería
hidráulica les permitió contar con excedentes agrícolas y una sólida economía que,
complementada con los productos del mar, constituyó la base de su portentoso
desarrollo. La cordillera de los Andes atraviesa todo su territorio y lo divide en tres
regiones completamente distintas: costa, sierra y selva, cada una con su propia flora
y fauna. La cerámica realista Mochica ha permitido comprobar tanto la producción
de plantas alimenticias como el maíz -que ocupaba la mayor área cultivable de ese
entonces- los frijoles, los pallares, las papas, las yucas y los camotes, como la fauna
dominante, compuesta de alcatraces, zorros, pumas y muchos otros animales que,
en su mayoría, subsisten hasta nuestros días. Por medio de sistemas de regadío en
gran escala, estos pueblos habían transformado terrenos desérticos en fértiles.
Existían más de treinta variedades de cultivos indígenas, entre ellos el tabaco y la
coca.
ARQUITECTURA
Dibujo de cómo se hubiese visto La Huaca El Brujo en cuanto a la arquitectura, la
construcción de las grandes pirámides de la época Moche sólo pudo ser posible
gracias a un trabajo en común muy bien dirigido, utilizando prisioneros de guerra y
la masa de los súbditos de los príncipes sacerdotes. La arquitectura Mochica recibió
influencias de la cultura Virú, especialmente en el manejo del espacio con la forma
de la "pirámide" escalonada. Tanto la arquitectura de carácter monumental y la
doméstica, se caracterizaron, principalmente, por estar construidas a base de adobes
en forma rectangular paralelepípedo de constitución sólida, elaborados en moldes
de madera. En la cara superior se advierten diversas marcas hechas a presión o
incisiones anchas, posiblemente identificando a los diferentes grupos totémicos que
participaron en la construcción del monumento, probable alusión a un sistema de
trabajo de carácter corporativo o al cumplimiento obligatorio de tributos religiosos
a sus deidades supremas. Hasta el momento en los diferentes monumentos
principales, se han registrado más de un centenar de aquellos símbolos. Las
dimensiones de estos adobes, que por lo general son de color beige, son de 43 x 27 x
17 y de 33 x 20 x 15 cm. Los arquitectos moches también utilizaron la piedra como
elemento constructivo, pero de menor uso que el adobe, y prioritariamente para las
bases de muros y terrazas. La forma más típica de las estructuras ceremoniales y
domésticas es la rectangular, a excepción de las estructuras construidas con muros
circulares en las cimas de cerros, como en el caso de Galindo, en el valle de Moche
o de Huaca Cholope en el valle del Santa. Galindo ofrece, igualmente, arquitectura
doméstica en un área aproximada de 5000 m2, siendo su patrón la edificación de
viviendas unifamiliares sobre plataformas de piedras.

CERÁMICA
El más conocido legado cultural de los Mochica es su cerámica, generalmente
depositada como preciosa ofrenda para los muertos. Hombres, divinidades,
animales, plantas y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la
forma de imágenes escultóricas o vasijas decoradas a pincel. Su famosa plástica
asombra por la expresividad y perfección de verdaderos retratos de arcilla. Los
cánones clásicos de perfección y realismo se reconocen aun en seres mitológicos,
animales humanizados, hombres con atributos zoomorfos o partes combinadas de
varios animales. Sus pictografías derrochan vida y movimiento en las complejas
escenas de ceremonias, combates, cacerías rituales y probables relatos míticos. En
este ramo emplearon las técnicas alfareras del trabajo a molde lo cual incrementó su
producción. Sin embargo, la vajilla para uso diario, utensilios domésticos y vasijas
para agua fueron funcionales, sencillos y escasamente decorados. Los Mochica
plasmaron el entorno de su mundo cultural y religioso en su expresiva cerámica
perfeccionando una actividad artística que constituye el mejor documento y
testimonio de su cultura: hombres, divinidades, animales, plantas y complejas
escenas fueron representadas. Los Mochica desarrollaron en su cerámica dos grandes
vertientes: pintura y escultura. Junto a la famosa plástica Mochica, que asombra por
la expresividad de sus "retratos" de arcilla, se encuentran también las
representaciones pictóricas plasmadas sobre la superficie globular de los ceramios.
Mediante trazos perfilaron figuras y complejas escenas donde los seres representados
derrochan vida y movimiento. Así, la posición de las extremidades puede indicar
quietud, caminata, carrera o baile; inclinar el torso hacia adelante implica velocidad
y la posición de la cabeza, reverencia o dignidad. En artísticas discordancias
anatómicas, estas figuras combinan partes de frente y de perfil. En sus esquemáticos
dibujos, la perspectiva se establece reduciendo el tamaño de las representaciones
distantes. Otras veces, se recurre a separar paneles horizontales que indican diversos
planos. El tamaño y proporción de los actores señala su rango e importancia en la
escena: los señores eran siempre representados más grandes que los hombres
comunes. Los estudios recientes dejan en claro que el arte Mochica no captó todos
los aspectos de la vida cotidiana y que graficó únicamente imágenes y escenas
significativas referidas a eventos, temas ceremoniales constantes y probablemente
mitos y relatos que reflejan su concepción del mundo. Una selección representativa
nos aproxima a este fascinante mundo de imágenes gráficas.
RELIGIÓN DE LA CULTURA MOCHICA
La vida religiosa de la Cultura Mochica giraba y se regía por el culto al Felino, el que
se encuentra personificado en la divinidad de un dios supremo llamado Ai Apaec,
que representa a un hombre con grandes colmillos, transformándose en animal con
un tocado semilunar. Este dios está identificado con viejas herencias ideológicas que
vienen desde la época Chavín y complementadas con otras deidades, como la
serpiente, el cóndor o el águila como máximas expresiones de poder en todo el
proceso cultural andino.Cabe poner en claro que esta inspiración espiritual, fue
determinada por su observación del espacio cósmico, ya que hay una información
antiquísima que Ai Apaec era una constelación de estrellas, asimismo que el Dios
principal era Ai Apaec, pero existieron unas seis divinidades muy importantes.

EL SEÑOR DE SIPÁN
El Señor de SipánEl hallazgo de las
Tumbas Reales de Sipán en 1987
por un grupo de arqueólogos entre
los cuales destacan Walter Alva,
Susana Meneses y Luis Chero, es
quizá uno de los más importantes
que se han realizado en la historia
de la arqueología peruana. La
cantidad de información recabada
de su contexto intacto, así como la
impactante fastuosidad de sus
ofrendas hacen del Señor de Sipán
uno de los descubrimientos más valiosos e interesantes para cualquier interesado en
el pasado prehispánicos. Su descubrimiento no escapa a la historia. Gracias a unos
decomisos de piezas de oro, plata y cobre realizados por la policía en 1987, el grupo
de Alva decidió excavar el sitio de donde habían sido sustraídas. Se trata de tres
pirámides ubicadas al norte del pueblo de Sipán, a 26 km. al este de la ciudad de
Chiclayo, que constituyen un complejo arquitectónico comunicado entre sí por
plazas o puentes. La pirámide más importante es la más pequeña y aislada, donde se
han encontrado las tumbas reales, y tiene seis fases de construcción entre 100 d.C. y
el 300 d.C. Los saqueadores lograron acceder a un entierro real en esta pirámide y
esas piezas son las que se encontraron en poder de la policía Alva y su equipo
decidieron no sólo investigar la tumba profanada, sino continuar excavando bajo la
misma, sin saber lo que estaban a punto de encontrar bajo sus pies.
Cultura Nasca
ORIGEN Y DESARROLLO DE LA CULTURA NAZCA
Se dice que la cultura Nazca tuvo su origen proveniente de la cultura Paracas, pero
no es así, nazca fue un pueblo en la que se desarrolló más la cerámica que la textilería.
También se dice que los Nazca y Paracas convivieron durante algún tiempo. Nazca
no tuvo un gobierno unificado, siendo así la unión de asentamientos por la zona
fértiles del territorio Nazca. Como asentamiento más importante se encontraba
Cahuachi, el cual era un conjunto de pirámides de adobe, plataformas y plazas. Allí
los habitantes de distintos grupos se reunían durante períodos para celebrar fiestas
ceremoniales. La decadencia ocurrió hacía el año 600 d. C. Se cree que el desierto
avanzó rápido a los asentamientos Nazca, y que el centro más importante de Nazca
(Cahuachi) perdió su religiosidad. Durante su existencia intercambió productos con
diferentes culturas, construyendo así lo que sería una red de comercio entre Nazca,
Warpa y otros.
LA ECONOMÍA DE LA CULTURA NAZCA
Tienen su base económica en la agricultura, esta actividad se presento para los Nazca
como un reto difícil de superar por las características geográficas de la región donde
se desarrollaron, pues el clima es bastante seco, las tierras agrícolas son pocas y existe
poca agua para el regadío debido a la poca agua que llevan los ríos de esas región del
Perú especialmente los de la cuenca del río Grande. Los Nazca aparentemente
también comenzaron a realizar actividades comerciales de relativa importancia,
intercambiando productos con las sociedades serranas contacto con los Huarpas (en
algunos casos con sociedades relativamente alejadas de la costa)El comercio
nazquense debió ser importante como lo fue para sus antepasados que vivían frente
a un rico mar de donde extraían sus alimentos y los excendentes los comercializaban.
Relacionadas al mar como la pesca y el marisqueo, como se demuestra en muchas
de las decoraciones que aparecen en la cerámica. No solo aparecen íconos marinos
como la ballena, sino también representaciones que aparentemente intentan
representar estas actividades. Además de la pesca y marisqueo se piensa que la caza
debe haber sido otra actividad económica complementaria de importancia.
-Utilización de canales de riego y de unas galerías subterráneas construidas para
aprovechar la napa freática, en la zona donde los ríos pasan por debajo de la
superficie. Esta tecnología recibe el nombre de puquios y aparentemente fueron la
base del riego para los habitantes nazquences .Se necesitó de intervención hidráulica
por medio de acueductos, canales y pozos para abastecer de agua los terrenos;
llamados canales de irrigación, muestra de ello es la construcción de los canales de
Cantalloc y los puquios. Para hacer los acueductos, primero cavaban varios pozos
ubicados a 20 ò 50 metros unos a otros, hasta que encontraban la napa acuífera.
Luego se conectaban con otros canales subterráneos. Este sistema filtraba el agua del
subsuelo y lo llevaba hacia las reservas de agua desde los cuales se irrigaban los valles.
Los Nazca también construyeron reservorios para almacenar agua.
La cultura Nazca al igual que la mayoría de culturas del mundo andino, tienen su
base económica en la agricultura, esta actividad se presento para los Nazca como un
reto difícil de superar por las características geográficas de la región donde se
desarrollaron, pues el clima es bastante seco, las tierras agrícolas son pocas y existe
poca agua para el regadío debido a la poca agua que llevan los ríos de esas región del
perú especialmente los de la cuenca del río Grande.
ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LA CULTURA NAZCA
La organización social de los Nazca no alcanzo la complejidad política de los estados
andinos, pero tuvo autoridades centralizadas, constituidas principalmente por
sacerdotes. Estos tenían la capacidad de organizar el trabajo comunitario y dirigir las
complejas actividades ceremoniales. Al servicio de estas autoridades se encontraba
una gran cantidad de artesanos especializados, tales como ceramistas y textileros,
astrólogos, músicos y soldados, los cuales habitan en pequeñas ciudades y centros
ceremoniales, entre los que destaca el complejo de Cahuachi. En la base de la
sociedad se encontraban los agricultores y pescadores, los cuales vivían dispersos en
diversos puntos del territorio. Los agricultores tenían casi la totalidad de los valles,
ya que así podrían desarrollar la agricultura, con más espacio y terreno fértil.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CULTURA NAZCA
Nazca estaba dividida en valles, en donde había asentamientos a los extremos. Estos
tenían su propia autoridad que era un sacerdote. La élite vivía en edificios
piramidales, en sectores especiales cuyas habitaciones estaban hechas con adobe y
muros cubiertos con una capa de yeso o cal para tapar las grietas. El pueblo, residía
en aldeas o en la periferia de la ciudad. Sus casas se construían colocando troncos de
algarrobo que definían las paredes.
COSTUMBRES DE LA CULTURA NAZCA
Unas de las costumbres que tenía la cultura de Nazca era: – Los trabajos que ellos
realizaban la mayoría de veces era acompañados por un banquete que casi siempre
era chicha con varios alimentos. – Existen testimonios de cultos individuales como
ofrendas en forma de atados con plantas, hilos, pelos, cabezas trofeos, etc. – Hay
también testimonios de cultos colectivos, de consumo de alimentos en recipientes
ceremoniales y acompañamiento musical con ataras y tambores. – Otra costumbre
que tenían era que cuando por alguna razón se juzgaba que la guaca residente en el
templo perdía su poder o estaba descontenta, la comunidad procedía a reconstruirla.
Se derrumbaban los techos y las paredes y se quebraban las columnas, pero los
cimientos era cuidadosamente sepultados y sellados. Sobre la plataforma se construía
un nuevo ambiente de culto. El número de reconstrucciones guardaba relación con
la importancia y el poder político de la comunidad encargada de su culto. – Ellos
estaban acostumbrados a los sacrificios humanos en rituales religiosos o en
ceremonias bélicas. – Modificaban las cabezas de las personas (muertas),
adornándolas y tejiéndolas, para hacer sus ritos, como una ofrenda a sus dioses.
TEXTILERÍA DE LA CULTURA NAZCA
Los Nazca fueron herederos de los Paracas
Necrópolis en lo que se refieren a la técnica
para la elaboración de finísimos mantos o telas,
aunque no de la misma calidad y suntuosidad
de los acabados. Los nazcas utilizaron para la
elaboración de sus tejidos: algodón y lana de
camélidos. En el apogeo del arte textil Nazca
se aprecian cambios radicales en cuanto a
diseño, composición y técnica donde sobresale
la iconografía con imágenes estilizadas
complejas, creándose incluso composiciones
no figurativas abstractas (rectángulos, grecas
escalonadas, círculos, franjas, diseños cursivos,
etc). A finales del desarrollo cultural Nazca se
empieza a notar la influencia foránea en lo
tocante a la técnica haciéndose uso de una
mayor cantidad de hilos para el tejido. De la misma manera, los colores dejan de ser
intensos y contrastantes para dar paso a líneas blancas que delinean las figuras; los
repertorios iconográficos sufren una "compresión lateral" y aparecen las técnicas de
teñido por reserva conocido como "tye die" y "patch work". La Orfebrería Utilizaban
el oro y la plata para hacer máscaras, orejeras, narigueras y otros objetos rituales,
adornados por medio del repujado, ya que eran láminas. Estos objetos eran para usos
ceremoniales y/o religiosos.
CABEZAS TROFEO DE LA CULTURA NAZCA
Estos tuvieron su origen en las culturas Chavín y Paracas. Para elaborarlas, se sacaba
el cerebro por la base del cráneo, luego, la boca era cosida o cerrada con espinas, y
se hacían un pequeño hueco en la frente, por donde pasaba una cuerda para que
pudiese ser colgado. Se cree que hacían esto los Nazca, para hacer ritos con relación
a la fertilidad de las tierras. Por último, los Nazca elaboraron, como parte de la
indumentaria ritual, tambores que eran decorados con escenas o dibujos míticos, y
de animales estilizados, todos de características policroma. El parche era colocado
en la parte de abajo y para hacerlo sonar, se ponía de costado. Antes que el guerrero
o la tropa ganadora se colgara la cabeza trofeo, el sacerdote de dicha tropa tomaba
la sangre de la cabeza y luego se procedía a lo dicho anteriormente.
CERÁMICA DE LA CULTURA NAZCA
Esta ausencia de color en el arte textil es solucionada con
éxito en la cerámica Nazca, ya que Los nazcas se
distinguieron en la cerámica. Sus vasijas fueron
elaboradas con finísima arcilla y pulidas con esmero. Las
formas no tuvieron belleza de los huacos mochicas, pero
en cambio, fueron insuperables en el colorido, pues,
emplearon numerosos y bellísimos colores (policroma).
Las imágenes eran pintadas. Por lo que se dice que esta
cerámica es pictórica. La transición entre la cultura Paracas y la cultura Nazca con
respecto a la cerámica está marcada por un cambio desde la pintura resinosa aplicada
después de la cocción a pinturas y engobes precocción, y por un cambio desde los
textiles a las cerámicas como medio de expresión artístico más importante. Los
ceramistas Nazca llegaron incluso a aplicar hasta siete colores para decorar sus
vasijas. Otro rasgo relevante de Nazca es el culto a las cabezas trofeo, las cuales han
sido encontradas en escondites en varios de los cementerios que definen su cultura
material. Cerámica Nazca Ninguna cerámica superó a la nazca en la variedad y
belleza de los colores. En los dibujos: el primer huaco hay un extraño felino que
sostiene entre sus garras, por debajo de çu lengua, la cabeza de un ser humano. En la
segunda vasija hay un pájaro multicolor. En la vasija en forma de plato hay una serie
de pallares estilizados. En el vaso se pueden distinguir estilizadas figuras de
serpientes y abajo, cabezas humanas decapitadas. Sin embargo, estas imágenes no
eran una copia de la naturaleza, sino más bien dibujos muy libres o imaginativos que
reducían los objetos a sus rasgos más elementales, (dibujos estilizados).
Generalmente los adornaban como se le ocurría al artista, que ante todo buscaba
decorar la, superficie de la vasija.
LÍNEAS DE NAZCA
Líneas de Nazca: Figura del ave Pero sin lugar a dudas, una de las cuestiones que
más ha excitado la imaginación de la gente es aquella relacionada con las figuras,
líneas y formas geométricas que se realizaron sobre el desierto de la costa sur en una
extensión cercana a los 500 km2 descubiertos en la Pampa del Ingenio, entre Nazca
y Palpa Estas líneas y figuras fueron descubiertas en 1926 por Toribio Mejía Xesspe
discípulo de Julio C. Tello y posteriormente redescubiertas por el antropólogo Paul
Kosok en 1939. Se encuentran ubicadas en las pampas de San José de Socos, entre
los km. 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur en una extensión de 500 km2.
Estas figuras han sido hechas retirando la capa de piedras volcánicas que cubre la
pampa, dejando a la vista el color amarillento de la superficie, que va formando la
silueta de las figuras. Tales diseños sobre el cascajo rojizo del desierto fueron
confeccionados levantando superficialmente la arena, de manera que se dejaba ver
una tonalidad amarillenta en el suelo. Animales, seres zooantropomorfos, pájaros y
flores se combinan con líneas rectas, en zig zag, trapezoidales, peces, un mono, una
araña y otras formas abstractas. Es cierto que las líneas pueden verse exclusivamente
desde el aire, pero algunos investigadores sostienen que se trata de alineamientos con
una finalidad astronómica con el fin de elaborar un calendario a imagen de los astros,
mientras que otros se inclinan porque algunos de ellos se hayan utilizado como
caminos rituales. Los dibujos están ubicados en las Pampas de Nazca, a lo largo de
casi 50 Km. y cubren una superficie de 350 Km, dentro de los cuales existen más de
10 mil líneas, en las que se incluye figuras gigantescas como : el Mono (90 m de
largo), el picaflor (50 m), la araña (46 m), el alcatraz (135 m), la ballena (68 m) entre
otras.
EL DESCUBRIMIENTO DE LAS LINEAS DE NAZCA
En 1927, el arqueólogo Mejía Xespe -discípulo de Julio C. Tello, el Padre de la
Arqueología Peruana- es informado acerca de la presencia de unos misteriosos
geoglifos o líneas o trazos sobre el suelo en la costa peruana. En aquellos días, se
iniciaban los estudios arqueológicos y no se dio mayor importancia a estas sugerentes
líneas en las Pampas de Nazca. Debemos entender que para la ciencia de ese entonces
su atractivo era menor frente a otros lugares arqueológicos, trátense de las fascinantes
culturas pre-incas como Chavín, en el departamento de Ancash, Chan-Chan en
Trujillo, y, por supuesto, el majestuoso Machu Picchu en el Cusco. Pero fue ese
mismo año, 1927, que llegó al Perú otro investigador, el doctor Paul Kosok, quien se
mostró muy atraído por estas expresiones culturales pre colombinas, cuando en uno
de sus primeros recorridos por el sur del país, al detenerse en lo alto de una meseta,
pudo observar extensas líneas multiformes en ambos lados de la carretera, cerca de
las montañas. Más allá de una simple curiosidad, Kosok limpió en forma uniforme
los trazos, observando cómo aparecían -cuidadosamente sobre el piso- diversas
figuras geométricas: triángulos, rectángulos, cuadrángulos, etc. Las líneas se
orientaban hacia múltiples direcciones y extensiones, asemejando algunas finos
caminos y veredas y otras anchas y amplias pistas. Grande fue su asombro cuando
Kosok, el mismo día del descubrimiento, al proyectar en trazos en su tablero aquellos
supuestos caminos, pudo ver que uno de los dibujos adquiría la forma inconfundible
de un pájaro en pleno vuelo. Pero ¿había encontrado la llave del enigma? Kosok
entendió que -ante sí- se hallaba silenciosamente esparcido en estos dibujos lo que
podía constituir el Libro de Astronomía más Grande del Mundo. Estudios
posteriores demostraron que los nascas construyeron estas líneas con el objeto de
marcar diversas fechas del calendario astronómico, sea la llegada del invierno, sea
del verano, y otros sucesos relacionados con sus actividades productivas. En 1946,
Kosok regresó a su país no sin antes sugerir a María Reiche, quien le había asistido
en las investigaciones, el continuar con el estudio de los dibujos que él había
empezado a descifrar. María dedicaría su vida a esa labor.

Cultura Tiahuanaco
UBICACIÓN GEOGRÁFICA CULTURA TIAHUANACO
La cultura Tiahuanaco, máxima expresión del antiguo pueblo aymara, surgió a
orillas del lago Titicaca alrededor del año 200 a.C y se prolongó hasta el año 1000 de
nuestra era. A pesar de haber dejado unos impresionantes restos arqueólogos, son
pocas las investigaciones que se han llevado a cabo de manera sistemática en ellas.
Esta cultura estuvo ubicada a una altura de 3842 m.s.n.m. Por su carácter expansivo
Tiahuanaco abarco territorios de Perú, Chile y Bolivia, pero principalmente se
desarrolló en el Altiplano Perú - boliviano. Practicaban la agricultura, la caza y sobre
todo la ganadería. Destacaron especialmente en la arquitectura y escultura, el
monumento más conocido de la cultura Tiahuanaco es la Portada del Sol en el
conjunto monumental de Kalasasaya, los Tiahuanaco alcanzaron también gran
perfección en la arquitectura en piedra, lo que puede comprobarse especialmente en
el templo de Pumapunku así mismo en la litoescultura, cuyo máximo exponente es
el monolito de Ponce que representa a un jefe divinizado con sus atributos típicos:
tocado cuadrangular, collar, un kero en las manos y una figura extraña, quizá un
pututu o caracola utilizada como instrumento musical, lleva cinturón, tiene las
piernas separadas, de la cabeza descienden trenzas y en su espalda hay tres rostros.
No se han encontrado sectores de habitación, por ello se cree que fue un importante
Centro de Peregrinación. Mucho después de su abandono Tiahuanaco aun
continuaba siendo un lugar de respeto. Hacia el 550 d.C. Tiahuanaco dejo de ser
centro religioso y se convirtió en centro urbano. Era la época de convivencia y
coexistencia pacífica con la Cultura Huaro.
EXTENSION TERRITORIAL DE LA CULTURA TIAHUANACO
Tiahuanaco como Cultura regional
tuvo su centro en el Altiplano Perú-
Boliviano, inmediato al lago
Titicaca. El sitio principal, que da
nombre a la cultura, está muy cerca
a la frontera entre los dos países.
Por encima de los 3,800 m. de
altura ocupa parte de un valle alto
andino entre las cordilleras de
Kimsa-Chatta y Achuta. Las
edificaciones hoy día en ruinas
están casi 35 m. por encima del
nivel actual del lago; pero quizás en
épocas anteriores las aguas
llegaban más cerca. Por eso
algunos han pensado que
Tiahuanaco pudo ser un puerto lacustre. Tiahuanaco es una cultura local del
Intermedio Temprano y no debe ser confundida con la Cultura Wari-Tiahuanaco
peruano que dominó durante el Horizonte Medio como estilo Pan-andino.
Tiahuanaco es una de las culturas de mayor importancia en la historia Andina. El
arqueólogo Kroeber decía que Tiahuanaco es uno de los estilos (junto con Chavín e
Inca) que marcan la cronología andina. Estéticamente, añadía, Tiahuanaco rivaliza
con Chavín. "Ambos poseen un elemento de grandeza; en un grado que no se
encuentra en otras partes del Perú. Pero Tiahuanaco está libre del elemento de
monstruosidad que frecuenta Chavín. Tiahuanaco es verdaderamente severo pero no
se desliza hacia el terror".

ARQUITECTURA DE LA CULTURA TIAHUANACO


LA PORTADA DEL SOL
Es muy poco lo que se puede ver en la actualidad sobre esta superficie; el primer
contacto con unas ruinas de las que tanto se han hablado y cuyo renombre como
santuario nacional de los bolivianos es tan considerable, resulta verdaderamente
decepcionante. Lo que realmente impresiona es la magnificencia del paisaje
montañoso, el aire tenue y fresco, recalentado por el sol tropical de los días buenos,
y algunas estatuas de piedra de aspecto más o menos arcaico; pero por encima de
todo la famosa Puerta del Sol, tallada en un solo bloque de andesita, el símbolo de
Tiahuanaco tantas veces descrita. No ha faltado quien ha visto en ella la obra de una
raza de gigantes antediluvianos. Esta puerta monolítica fue colocada en el lugar que
hoy ocupa en época muy reciente, el año 1903, y seguramente cambió de lugar otras
veces. Es probable que se tratara de la entrada de un gran templo, desaparecido hace
ya muchos años. En la parte superior, muy extensa, sobre la angosta y baja apertura
de la puerta, está esculpido un relieve llano, cuyo dibujo recuerda los tapices de esta
misma época. En el centro vemos una divinidad erguida sobre un trono escalonado
y con cetros en ambas manos. Los bordes de sus ropajes están adornados con cabezas
humanas reducidas; en esta figura central se ha querido ver al dios del Sol, porque su
rostro, de mirada fija despide rayos en todas direcciones, terminados en una cabeza
de animal. En tres frisos, colocados uno sobre otro, se representan seres mitológicos
alados, con una rodilla doblada y coronas dentadas en sus cabezas, avanzando hacia
la divinidad central. En sus manos sostiene algo que semeja también un cetro. La
figura de los frisos superior e inferior tiene cabezas humanas con grandes ojos
redondos, mientras que las del friso central elevan hacia el sol sus cabezas de cóndor
o de águila. En los tres frisos los personajes tienen extremidades humanas.
CERÁMICA DE LA CULTURA TIAHUANACO
La cerámica Tiahuanaco desarrolló dentro de su propio estilo, algunos de los grandes
temas comunes a todas las culturas andinas: Felinos, Serpientes y Falcónidas o
Cóndores. Era policroma (de varios colores) el color dominante es el anaranjado. En
sus combinaciones los colores más empleados fueron el negro, rojo, anaranjado y
blanco, llegando a combinar hasta cinco colores. Dentro de los motivos geométricos
figura el dibujo escalonado y la espiral. Entre los dibujos zoomorfos predominó el
cóndor (31.66%) y la representación humana (18.84%). Se observa una estrecha
relación entre el número de colores y la complejidad del dibujo. En las vajillas de un
solo color predominaba el dibujo geométrico (98%). A medida que se empleaba más
colores disminuía la proporción del dibujo geométrico y aumentaba en cambio el
dibujo zoomórfico. En las vajillas de cuatro colores por ejemplo el 82.22% de los
dibujos son zoomórficos. Bennett observó asimismo que existe una cierta
coincidencia entre los dibujos de las piedras y los dibujos de los tejidos; mientras que
los dibujos de las cerámicas constituían un grupo aparte. Lo que decimos vale para
el Tiahuanaco del Altiplano y no para la época Expansiva del Horizonte Medio. No
se encuentra en la cerámica de Tiahuanaco Regional la representación del Dios que
figura en la famosa Portada. En cambio, esta imagen será la representación
dominante en algunos estilos del Horizonte Medio como puede verse en los
hermosos cántaros de Pacheco.

ESCULTURA DE LA CULTURA TIAHUANACO


Con excepción de las dos estatuas de dioses arrodillados que flaquean la portada de
la actual iglesia de Tiahuanaco, el resto de la escultura en piedra es siempre de
apariencia arcaica y resalta apenas del bosque en que está esculpida. Y sin embargo
puede decirse que ningún otro pueblo andino dominaba el arte de tallar la piedra
como los escultores del Altiplano. Prueba de ello son ciertos trabajos, muchas veces
en miniatura, que parecen maquetas arquitectónicas; se trata de nichos y pequeñas
escaleras, cruceros escalonados e incluso pequeñas columnas redondas. Junto a estas
miniaturas existen monolitos que pesan toneladas, tallados igualmente con gran
delicadeza. La cantidad de pequeñas maquetas arquitectónicas que se han perdido es
incalculable. Las que no se usaron en la construcción de la iglesia o de las casas
aldeanas, tuvieron un final oscuro y sin gloria en el tendido del ferrocarril que va
desde el lago Titicaca a la ciudad de la Paz. El relieve llano es típico de casi todas las
estatuas conservadas. A veces se limita a una simple incisión de muy poca
profundidad, y envuelve como un manto a algunas de las grandes figuras. Se ha
mencionado muchas veces la influencia de los dibujos de los tejidos, incluso en los
relieves de la Puerta del Sol y, en efecto, dicha influencia parece indudable.

TEXTILERÍA DE LA CULTURA TIAHUANACO


Desgraciadamente no se ha conservado ninguna muestra de tejidos antiguos,
perdidos a causa de las lluvias, frecuentes en el Altiplano. Los magníficos tapices y
los mantos pintados, que se encontraron en las tumbas del litoral, deben pertenecer
casi todos ellos a una fase tardía de la cultura Tiahuanaco. Conozco como única
muestra de tejido equiparable al estilo clásico de la cerámica de Tiahuanaco. Por
desgracia se desconoce su procedencia. Las figuras de la Puerta del Sol pueden
reconocerse en otros tejidos pero casi siempre se reducen a partes aisladas,
estilizadas; esto puede deberse a las exigencias de la técnica textil, aunque casi
siempre se busca intencionadamente la abstracción Agricultura Las difíciles
condiciones geográficas y climáticas colindantes a la zona del Titicaca obligaron a
que los pobladores de Tiahuanaco desarrollaran una serie de técnicas y tecnologías
que les permitieran no sólo una supervivencia, sino la posibilidad de desarrollarse y
consolidar una cultura por más de un milenio. Acueductos, sistemas de canales,
diques y campos elevados son las técnicas utilizadas en la zona de Koani. Los
campos elevados, llamados camellones o waru-waru, son plataformas artificiales
rodeadas por canales que alcanzan alturas de 1.50 m. por 20 m. de ancho y hasta 100
m. de largo. El agua que las rodeaba capturaba la energía solar durante el día y la
liberaba en la noche, creando un efecto térmico que protegía a los cultivos. Otro
método utilizado fue el de las cochas o lagunas artificiales de forma rectangular u
ovalada, que creaban un clima favorable para sembrar tubérculos, ollucos, tarwi,
habas, oca, quinua, entro otros.

Cultura Chimú
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LA CULTURA CHIMÚ
La Cultura Chimú, que tuvo por capital a la célebre ciudad de Chanchán (urbe
situada a 5 kilómetros de la actual ciudad de Trujillo), se expandió por el Norte hazta
el departamento de Tumbes y por el Sur, hasta el río Rimac (departamento de Lima).
Su centro principal, como lo había sido también de sus antecesores Mochicas, hallóse
ubicado en los valles de Moche, Chicame y Virú, de la provincia de Trujillo, del
actual departamento de La Libertad, como asimismo, en otros valles de los actuales
departamentos de Lambayeque y Piura. Esta cultura se desarrolló entre los siglos
XIII y XV de nuestra Era.
Capital y ciudades importantes:
La capital del reino de Chimú fué la ciudad de Chanchan. Otras ciudades
importantes eran las siguientes: Pacatnamú (de origen Mochica o Tiahuanaco-Wari),
que se levanta en el valle de Jequetepeque, en la provincia de Pacasmayo (La
Libertad), en cuyas ruinas se observan: ciudadelas, santuarios, pirámides, terrazas,
etc.; y Apurlec, edificada entre los valles de Motupe y La Leche (Lambayeque),
enorme urbe, que, según, Horkeimer, es más grande que Chanchan, con un área de
27 Km2, en la que sobresalen también: pirámides, huacas, reservorios, acuedictos,
conjuntos habitacionales, etc.; todavía desconocida mayormente. Entre otros
monumentos que los chimús edificaron figuran: la llamada Fortaleza de paramonga,
que, se cree, era propiamente un santuario; y la Muralla del Santa o Mayao,que
comienza cerca del mar, en Chimbote, y se interna en el valle del Santa o Mayao.
Tiene un largo de 66 kilómetros, con una altura de tres metros, construída de adobe
y piedra.

ORIGEN Y ANTIGÜEDAD DEL REINO CHIMÚ:


Así como el origen legendario de la Cultura Lambayeque se halla identificado con
la llegada y establecimiento en el valle de Lambayeque, de un personaje legendario
denominado Naylamp; algo similar acontece con los comienzos de la Cultura
Chimú, el él aparece también un personaje mítico llamado Tacaynamo. El mismo
que arribó a los valles de la actual provincia de Trujillo; venía, asimismo,
acompañado de una lujosa corte de funcionarios y servidores; y, segun se afirma,
procedía de "la parte suprema del Perú". Seguidamente, dedicáronse al cultivo de la
tierra y a la extracción de productos de la región. Con el correr de los tiempos, el
último soberano, Chimú Capac o Grán Chimú, llamado también Minchan Caman o
Mincahn Zaman, fué tomado prisionero por Túpac Yupanqui y conducido luego al
Cusco. Su reino cayó, así, en el poder de los Incas, siendo incorporado entonces al
Tahuantinsuyo (año 1460), más o menos. Fué Huamán Chumo, quién asumió el
gobierno del Crán Chimú, pero como vasallo del soberano Inca.

ORGANIZACIÓN SOCIAL
El reino de Chimú fué un estado clasista, es decir, que estuvo organizado a base de
clases, con profundas diferencias entre sus componentes.
La integraban:
- El Emperador denominado Chimú Cápac o Gran Chimú.- Suprema autoridad
política, religiosa y militar, y, a su vez, cabeza de la sociedad. Vivía en un lujoso
palacio en la ciudad de Chanchán, rodeado de una numerosa corte de nobles y
sirvientes.
- Los grandes Curacas.- Salidos de la nobleza, dueños de tierras, como los Señores
Feudales de la Edad Media. Integraban esta clase también otros jefes locales, esto es,
jefes de pueblos sometidos; gozaban todos ellos de gran consideración del soberano.
- La Alta Clase Media.- Cuyos componentes beneficiábanse, asimismo, de la tierra,
a la vez que disfrutaban de grandes privilegios como de una vida llena de
comodidades.
- Los Campesinos.- Sobre quienes reca&iaacute;a todo el trabajo de la tierra. Era la
clase laboriosa a la que, seguramente, pertenecían también los famosos artesanos
chimús, que eran numerosos y muy seleccionados.
- Los Sirvientes.- Eran los últimos componentes de la pirámide social; hallábanse
consagrados a las faenas del hogar, al servicio del soberano y a la nobleza como de
otros personajes de gran figuración social.

ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
El Imperio Chimú fue un Imperio
inmensamente rico, un estado
verdaderamente próspero;
poseedor, asimismo, de grandes
recursos naturales en cuya área
geográfica -su escenario-
sobresalen, hoy mismo, las más
grandes haciendas azucareras del
Perú, las mismas que se hallan
entre las principales de América y
del Mundo. Habiendo sido la base
de tal desarrollo su agricultura
floreciente, la explotación de sus grandes recursos marinos, así como la producción
voluminosa de sus numerosos centros artesanales; los mismos que dieron origen a
una próspera actividad comercial. Además, fueron: el oro y la plata, manifestados en
maravillosa orfebrería, que le ha otorgado a Chimú, así como también a los
Lambayeque renombre y celebridad en el mundo Contemporáneo. La economía
Chimú se caracterizó por la explotación de los lugares conquistados que tributaban
con alimentos, artesanías, trabajo, etc. La especialización laboral obligó el
funcionamiento de un sistema de intercambio o trueque que permitió obtener los
productos y objetos que cada cual no producía. La agricultura, base de la economía
Chimú, se practicó en gran escala e hizo posible ampliar al máximo la frontera
agrícola, mediante una extensa red de canales que se abastecía del agua de los ríos
de la costa. Aprovecharon también el agua del subsuelo, habilitando huachaques o
campos agrícolas hundidos, que les permitió obtener varias cosechas al año.
Conocieron la totalidad de plantas alimenticias nativas y su dieta se complementó
con animales domésticos, especies marinas y de agua dulce, de caza y recolección.
LA AGRICULTURA CHIMÚ
Son dignos de admiración los formidables sistemas de irrigación con que contaron
los chimús. Unos, fruto de su esfuerzo y capacidad creadora, otros, herencia de sus
antecesores, los excelentes ingenieros mochicas. De esta manera, el considerable
avance de la ingeniería hidráulica, manifestado en la construcción de magníficos
canales, acueductos, reservorios, bocatomas, etc., muchos de ellos, extensos y
sólidamente edificados, contribuyeron al logro de una agricultura floreciente en sus
grandes valles ubicados, mayormente, en los departamentos de Lambayeque, La
Libertad, Ancash y Lima. Figurando entre las principales producciones: el maiz, el
pallar, el frijol, la calabaza, la yuca, así como el algodón; además, frutales como: el
pepino, el pacae, la guanábana, la lúcuma, la guayaba, la ciruela del fraile, etc.
Por otra parte, los Chimús supieron aprovechar también, además de las aguas de los
ríos, las de sus "puquios", o aguas que afloran del subsuelo; igualmente, por medio
de los Wachaques, o chacras hundidas, una nueva tácnica agrícola, que aprovechó
de terrenos sumamente húmedos, lograron sembrar, fundamentalmente, totora,
planta ésta que les facilitó la fabricación de aquellos famosos "Caballitos de Totora",
eficaz vehículo para sus pescadores activos.
LA PESCA
La extracción de recursos marinos fué fundamental para reforzar la producción
alimentaria de los chimús y atender, así, las necesidades de su numerosa población.
En razón de ello, fomentaron la pesca en el Océano Pacífico, sirviéndose,
mayormente, de los mencionados "Caballitos de Totora", así como de amplias redes
y de arpones que les permitieron extraer una gran variedad de peces (dada la riqueza
de nuestro mar), moluscos y crustáceos; y hasta cazaron lobos marinos en sus islas
vecinas.
LA ARQUITECTURA CHIMÚ
Una de las características de la sociedad Chimú es su rígida división en grupos
sociales y a la vez una de las ideas más aceptadas es que las ciudadelas fueron
verdaderos palacios en los que vivía la selecta nobleza, aislada casi por completo del
mundo exterior. Su acceso era restringido, estos palacios no solo servían como
viviendas de elite sino que reunían en su interior a funcionarios encargados de recibir
los productos que el pueblo entregaba a manera de tributo. Se cree también que había
artesanos al servicio de los nobles y que ciertos sectores del palacio albergaban a los
sirvientes y se diferenciaban claramente de la zona habitada por los señores. Se
supone que cada de uno de los palacios partencia a un gobernante y que cuando
fallecía, era enterrado en el sector de las plataformas funerarias. El palacio le seguía
perteneciendo y sus parientes continuaban viviendo en él encargándose de rendirle
veneración. El siguiente gobernante tenia que construir su propio palacio en el que
viviría y se enterraría al morir. Esto quiere decir que los palacios fueron construidos
uno después del otro, según morían los sucesivos gobernantes. Los sucesores del
mítico Tacaynamo habrían sido enterrados allí, cada uno en su palacio.
CHANCHÁN
La maravillosa cuidad de Chanchán, capital del reino Chimú, se ubica frente al mar
, muy cerca de la desembocadura del río Moche, ocupando alrededor de 24 km se
trata de una de las ciudades mas grandes de la América precolombina y su grandeza
asombra a visitantes del mundo entero a pesar de su tremendo deterioro. En ella es
posible distinguir tres sectores diferentes, el principal es un conjunto de grandes
recintos rectangulares conocido como palacios o ciudadelas. En torno a esto se
encuentra zonas de viviendas menores que conforman una especie de barrios
marginales y otros grandes recintos. Dentro de la ciudad-capital de Chanchán se
desarrollaron palacios o ciudadelas; es decir se trata de diez grandes áreas
rectangulares delimitadas por muros de barro que alcanzan altura de 10 m todas se
orientan de norte a sur y comparten una misma estructurageneral. Al interior el
espacio esta dividido en una serie de patios con rampas, pasadizos, habitaciones,
estructura en forma de U, plataformas funerarias, depósitos, talleres, grandes posos
rectangulares de agua. Generalmente existe una sola puerta de acceso, ubicada en el
lado norte. Las ciudadelas son conocidas como: Gran Chimu, Velarde, Squier, Tello,
Uhle, Laberinto, Caihuac, Tachuidi, Rivero y Bandelier.

El TÚMI
Fue su obra más representativa, el cual
representaba al dios Naylamp (divinidad
ornitomorfa) a través de la forma de ave. Se trata
de un tipo de cuchillo ceremonial de Illimo. Estaba
construido en oro con incrustaciones de soldadita
(metal de baja ley) y utiliza como elementos
ornamentales: Turquesas y Concha Perlas. En su
estructura el Tumi era: de dos planchas, anterior y
posterior, dichas planchas eran delgadas hechas a
golpes sobre superficie plana; además las planchas
eran soldadas para formar una estructura vacía en
el centro. En la aureola es decir en la parte superior
de la cabeza se nota que estaba hecho por un
semicírculo divido en 5 espacios concéntricos, así
mismo se determinó que la zona del borde es
estrecha y perlada (sector compuesto por 12
elementos decorativos en forma de S), zona perlada muy estrecha que sirve de
división entre los espacios, zona geométrica basándose en los triángulos tallados,
zona constituida por 8 círculos concéntricos en cuyo interior incrustaban turquesas y
por ultimo cerraba la decoración un semicírculo en alto relieve.
TEXTILERIA CHIMU
La textileria chimú destaca por la versatilidad de técnicas, por su iconografía y por
su belleza estética. El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un
conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor
inicial de la textileria se utilizaron diversos instrumentos como el huso. El huso, es
un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que
generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero
o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a
hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras
que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial
y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas. Cuando ya se había
obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido ósea el entrecruzamiento o
combinación de los hilos para hacer las telas.
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas
pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro
y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del
molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de
aluminio y de animales como la cochinilla. Las prendas se confeccionaron de la lana
de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de
algodónnativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta
de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños
ponchos, túnicas, etc.
CERÁMICA DE LA CULTURA CHIMÚ
La cerámica chimú, procede de la Mochica, pero es inferior a ésta, tanto en su
aspecto estético y la técnica de su elabotación y acabado, como en la calidad de los
materiales empleados. Además, nótase la ausencia de los finos y expresivos dibujos
escenográficos, como, asímismo, las excelentes esculturas de arcilla, que tanto
distinguieron a los mochicas. Esta cerámica se caracteriza, además, por el empleo de
un solo color: negro brillante, pero se han encontrado también ejemplares de color
gris, a causa, seguramente, de que el artista no aplicó debidamente loa técnica del
cocido; excepcionalmente, hay piezas finas, y otras de color marrón, con un acabado
poco perfeccionado. La forma de los ceramios fué, mayormente, globular con gollete
o asa puente en forma de estribo que remata en un sólido pico cónico.
RELIGIÓN DE LA CULTURA CHIMÚ
El culto principal estuvo dedicado a la Luna debido a su influencia sobre el
crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo;
sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales. Los Chimú
decían descender de cuatro estrellas, de las dos mayores los nobles y la gente común
de las otras dos. Creían que el alma de los difuntos iba hasta la orilla del mar, desde
donde era transportada por los lobos marinos hacia su última morada en las islas.
También por el mar arribó a estas tierras Taykanamo, héroe fundador de la dinastía
de gobernantes Chimú, cuyas momias fueron veneradas en grandes ceremonias. A la
llegada de los españoles, en el antiguo territorio Chimú se hablaba hasta cinco
lenguas, pero prevalecía la lengua “muchic”.
ORFEBRERÍA DE LA CULTURA CHIMÚ
La cultura Chimú fue la mejor
exponente de la orfebrería y
metalurgia de toda la región
costeña del Perú. Sus artesanos
dominaron muchas de las técnicas
utilizadas para moldear el oro, la
plata y el cobre, y las más diversas
aleaciones. La cultura Chimú
sobresalió entre las civilizaciones
prehispánicas por sus finos trabajos
de orfebrería. Sus artífices
dominaban muchas técnicas y usaban sobremanera el repujado y martillado en la
mayoría de sus productos. Además de trabajar con oro y plata, lo hicieron con
diferentes aleaciones. La técnica metalúrgica de esta cultura fue tan extraordinaria
que los incas trasladaron al Cusco a muchos orfebres chimues para que enseñaran el
arte de labrar los metales a sus similares cusqueños. Confeccionaron joyas de oro y
plata, los tumis o cuchillos de corte semicircular, los vasos ceremoniales, así como
orejeras y máscaras, todos en fino oro incrustaciones de turquesas. La civilización
Chimú (1000-1470) fue el mayor imperio que controló la costa norte del Perú antes
de los Incas. El imperio Chimú estableció su capital en Chan Chán (cerca a la actual
Trujillo). Fue la mayor ciudad en América precolombina y la más grande de adobe
en todo el mundo.

Cultura Chincha
Ubicación geográfica de la Cultura Chincha
Los chinchas desarrollaron una SOCIEDAD MILITARISTA.
El reino de Chincha fue un señorío Gobernada por un Chinchaycapac, fue
conquistada por los Incas durante el reinado del Inca Pachacutec y anexionada
definitivamente al Imperio durante el gobierno de Tupac Inca Yupanqui, hacia el
año 1476. pero mantuvo su importancia incluso durante la época inca. Es más, se
cuenta incluso que el único señor chincha pudo ir junto al soberano Inca a las
ceremonias religiosas. El rey o Soberano Chincha era llamado CHINCHAYCAPAC
El último monarca del reino Chincha fue Guavia Rucana Los Chinchas acordaron
una Alianza política con el INCA PACHACUTEC. El dominio definitivo de los
chinchas se daría en el gobierno de TUPAC INCA YUPANQUI.

Religión
Chinchaycámac, fue su dios principal y Urpy Huachay (la que pare palomas) fue su
santuario que hace referencia a una huaca femenina esposa de Pachacámac; creían
que sus dioses provenían de esa isla. Sus palacios fueron santuarios y huacas

Arquitectura
Los chinchas, al igual que otras culturas de la costa peruana, desarrollaron una
arquitectura de adobes y utilizaron la técnica del «adobón» o tapial. Las principales
edificaciones se encuentran en el valle de Chincha, Tambo de Mora, Lurinchincha y
San Pedro, en donde construyeron centros administrativos ceremoniales. Cultura
Chincha Uno de los más conocidos es La Centinela (en Chincha Baja), cuya área es
de 400.000 m2. Dentro de esta área hay viviendas populares, monumentos
residenciales, templos piramidales, patios, calles, etc.
MANIFESTACIONES CULTURALES (ARTE):
Textilería Chincha
La cultura Chincha empleo el algodón, logrando telas finísimas en las que utilizaron
hasta 398 hilos por pulgada lineal ,buen trabajo de hilandería tan sutiles creando telas
bellas. La cultura Chincha empleó la madera para producir utensilios de labranza y
elementos usados en la navegación. En la ilustración en aprecia la parte superior de
un remo ceremonial, trabajado de forma pulcra y detallada, que presenta cinco
personajes míticos ataviados con diferentes tocados aves y figuras geométricas.
Tallado de madera: Confeccionaron remos,vigas ceremoniales
Cerámica de la Cultura Chincha
La cerámica Chincha tiene un estilo muy característico, por
más que se noten influencias del Horizonte Medio y de la
tradición Ica. Las piezas son muy bien hechas, elaboradas y
decoradas. Las formas son cántaros con cuello y con asas en
la parte alta, formas de botellas, barriles, tazas, platos con
paredes verticales y figurines. Produjeron cántaros
globulares de cuello corto y de cuello largo. A todos les
dieron una decoración menuda y apiñada, verdaderas grecas
hechas a pincel, así como figuras humanas, animales y
vegetales. Entre las segundas destacan las de peces, aves y
perros. Forma y decoración es lo mejor de esta cerámica.
Economía de la Cultura Chincha
Sus principales actividades económicas fueron la agricultura, la pesca y,
principalmente, el comercio. Aún más importantes que los caminos eran sus rutas de
comercio marítimo, pues su tecnología en navegación les permitía llegar hasta los
más extremos puntos del norte y sur. Se sabe que llegaron incluso hasta
Centroamérica, pues una de sus exportaciones claves eran las conchas Spondylus,
propias de Ecuador y Perú, que fueron halladas en Centroamérica. Sus grandes
habilidades comerciales fueron tales que lograron a extender su influencia por todo
el territorio inca antes de que este se convirtiera en imperio. Se cree que gracias a la
influencia comercial de los chinchas, el quechua se hizo tan útil en los Andes.
Tuvieron el mérito de organizar un comercio triangular en el que ellos fueron el
puente comercial entre la meseta de Collao, la costa central peruana y el norte del
Ecuador. Por vía marítima, comerciaron entre el Cusco y el Altiplano. Los productos
más codiciados de la sierra fueron: el charqui, la lana y algunos metales.
CAPÍTULO II
Etapa Incaica

La leyenda del lago Titicaca


Inti, el dios Sol, viendo el estado penoso de los
hombres, creó una pareja: Manco Cápac y Mama
Ocllo. Les colocó un cetro de oro, y les ordenó
construir un gran imperio. Ellos enseñarían a los
hombres las reglas de la vida civilizada y a venerar
su dios creador, el Sol. Pero antes, Ayar Manco y
Mama Ocllo debían fundar una capital. Inti les
confía un bastón de oro diciéndoles esto:Desde el
gran lago, adonde llegarán, marchen hacia el norte.
Cada vez que se detengan para comer o dormir,
planten este bastón de oro en el suelo. Allí donde se
hunda sin el menor esfuerzo, ustedes construirán
Cuzco y dirigirán el Imperio del sol. La mañana
siguiente, Ayar Manco y Mama Ocllo aparecieron
entre las aguas del lago Titicaca. La riqueza de sus vestimentas y el brillo de sus
joyas hicieron pronto comprender a los hombres que ellos eran dioses. Temerosos,
los hombres los siguieron a escondidas. Ayar Manco y Mama Ocllo se pusieron en
marcha hacia el norte. Los días pasaron sin que el bastón de oro se hundiera en el
suelo. Una mañana, al llegar a un bello valle en el cerro Huanacauri, el bastón
de oro se hundió dulcemente en el suelo. Manco Cápac y Mama Ocllo se
establecieron allí. Era ahí que había que construir Cuzco, el "ombligo" del mundo,
la capital del Imperio del Sol. Ambos ayudaron a mejorar el lugar; Manco Cápac
enseño a los hombres a trabajar la tierra y a construir canales. A las mujeres, Mama
Ocllo les enseñó a coser, cocinar y hacer telares."
INTERPRETACIÓN
Es evidente según la leyenda que se trata de personajes míticos ,considerados de
origen divino , que vienen con una misión civilizadora llevada de sur a norte del Perú
.En el fondo son buscadores de tierras fértiles que ambicionaban dedicarse a las tareas
a las tareas agrícolas .Este sentido esta simbolizado por la varrilla que se hunde en la
tierra como la planta en el suelo a fin de florecer. La interpretación de esta leyenda
tiene un fuerte sustento real ya que se indica que Manco Capac representa a toda una
nación posiblemente de tiawanakenses que vivía en la región del lago sagrado; como
se sabe, los terrenos más fértiles allá están precisamente alrededor del lago de tal
modo que hubo un momento en que la explosión demográfica y la escasez de tierras
obligó a la nación a buscar otra región rica y amplia. Se aduce además, que
posiblemente el estado Tiawanako cuya capital estuvo en Taypiqala fue destruido
por invasores aymaras venidos de la zona de Tucumán y Coquimbo en el sur y sus
habitantes obligados así a emigrar hacia el Valle del Qosqo. Está demostrado que la
civilización Tiawanako o Tiwanaku (nombre boliviano) tuvo participación decisiva
en la formación del Tawantinsuyo.
Leyenda de los hermanos Ayar
Cuenta la leyenda que en la gran montaña
Pacaritambo (al noroeste de Cuzco) tras un gran
diluvio el dios Wiracocha hizo salir a los
Hermanos Ayar. En la montaña llamada Tampu
Tocco, partieron los cuatro hermanos con sus
respectivas esposas, Ayar Manco y Mama Ocllo,
Ayar Cachi y Mama Cora, Ayar Uchu y Mama
Rahua y finalmente Ayar Auca y Mama Huaco.
Los hermanos Ayar al contemplar el estado de
las tierras y la pobreza de la gente, emprendieron
un viaje en búsqueda de un lugar más fértil.
Partieron junto a miembros de diez Ayllus
(organización inca que agrupaba diez familias),
hacia el sudeste. El primer problema surgió
cuando Ayar Cachi (un hombre fuerte) tuvo un
altercado con sus demás hermanos. Ellos
quisieron matarlo, y Ayar Cachi les ordenó de volver a las cavernas de Pacarina (se
llama así, en quechua, al lugar de los orígenes) a buscar semillas y agua. Ayar Cachi
penetró en la caverna de Capac Tocco (ventana principal de la montaña "Tampu
Tocco") y el doméstico que lo acompañaba cerró con una gran piedra la puerta de
entrada, y él no pudo jamás salir. Los demás siguieron su camino y llegaron al monte
Huanacauri donde encontraron un ídolo de piedra, al que le temieron y respetaron.
Pero Ayar Uchu saltó sobre la espalda de la estatua de piedra, y quedó
instantáneamente petrificado, haciendo parte en delante de la escultura. Aconsejó
a sus hermanos de seguir el viaje y les pidió que se celebre en su memoria la
ceremonia del Huarachico, o "iniciación de los jóvenes”. En el transcurso del viaje,
Ayar Auca vio que le crecieron alas y voló hacia el valle. Cuando llegó a una roca de
Acamama, también quedó convertido en piedra. El único hermano restante Ayar
Manco, llegó a Cuzco donde encontró buenas tierras, y se hundió su bastón de oro
con facilidad pero no pudo retirarlo sin esfuerzos. Entusiasmados por el entorno
decidieron quedarse. Ayar Manco fundó una ciudad con el nombre de su Dios
Wiracocha y en el nombre del Sol, esta ciudad se llamó Cuzco (ombligo en
quechua) y se convirtió en la capital del Tahuantinsuyo, el comienzo de Imperio
Inca.
INTERPRETACIÓN
Estos hechos son interpretado como la conquista del valle del Cusco por tribus
quechuas. Los cuatro hermanos, al decir del mismo Dr. Valcárcel, representan a
cuatro tribus los mara, los tampus, los mascas y los chilkes, que procedentes del sur
del valle de Apurímac ocuparon lo que más tarde sería la capital del imperio, el
Cusco. De la lucha entablada entre las cuatro tribus la más aguerrida, la de los
mascas, capitaneada por ayar manco, habría vencido a todas las demás,
constituyéndose de esa manera, en el fundador de la que después sería la dinastía de
los incas, el imperio incaico.
Ubicación Geográfica Inca
Límites del imperio incaico: por el norte
llegaba hasta Pasto (Colombia) y por el sur
hasta Talca (Chile), en el río Maule. Fue la
región andina, debido a la presencia de la
cordillera de los Andes, se caracteriza por la
diversidad de su ecología: costas desérticas,
parajes tropicales, altiplanos secos y fríos que
a simple vista parecen uno de los ambientes
menos propicios para la vida del hombre. Sin
embargo, los hombres que la habitaron han
demostrado a lo largo de muchos siglos, ser
capaces no sólo de sobrevivir en tales
circunstancias, sino también de dominar el
medio geográfico y de crear una serie de
civilizaciones florecientes. La más famosa de
ellas fue el imperio incaico, que ocupó un
vasto territorio de América del Sur, que
comprende los actuales o partes de los
territorios de las Repúblicas de Perú,
Ecuador, occidente de Bolivia, norte de
Argentina, norte de Chile y el sur de
Colombia. También dominaron el mar;
posiblemente llegando hasta la Polinesia.
Aunque todavía no se esclarece del todo se ha
deslizado la hipótesis de que los incas habrían llegado a Oceanía, concretamente a
islas de la Polinesia, como la Isla de Pascua en la que dejaron topónimos,
costumbres y vestigios arquitectónicos, hay inclusive una leyenda del arribo de un
inca hasta con el nombre casi exacto en otra isla de la polinesia. Su capital se
encontraba en la ciudad del Cuzco que, según la Constitución peruana, es la "capital
histórica" de Perú, en donde los cuatro suyus se encontraban. SUS LÍMITES ERAN:
Norte: se extendían hasta el río ancasmayo al norte de la actual ciudad de pasto
(colombia), en ecuador llegaron hasta una zona que incluye las ciudades actuales de
quito, guyaquíl, manta, esmeraldas y ambato.
Noreste: se extendían hasta la selva amazónica de las actuales republicas de perú y
bolivia. se sabe ciertamente que dominaban las actuales ciudades de potosí, oruro, la
paz y prácticamente toda la sierra peruana.
Sureste: llego a cruzar la cordillera de los andes llegando a lo que hoy se conoce como
las ciudades de salta y tucumán en argentina que abarcan las actuales provincias de
la rioja, catamarca, tucumán, salta y jujuy
Sur: existen pruebas de que los incas llegaron a abarcar hasta el desierto de atacama
haciendo dominio, pero avanzo hasta el rio maule (chile).
Organización Social Inca
La sociedad en el incanato estuvo organizada a base de clases, pero no con el
propósito de establecer rigurosas diferenciaciones ni con la finalidad de conceder
privilegios a sólo algunos de sus componentes sino con el propósito del bienestar
social, sólo así se explica la unidad lograda por el imperio. La sociedad inca, fue
jerárquica y rígida. Existieron grandes diferencias entre las clases sociales, siendo
estas diferencias respetadas por todos los habitantes del Imperio. Las clases
jerarquizadas formaban una pirámide donde el inca, con todo el poder, se encontraba
en la cúspide, mientras que el pueblo, que era la gran mayoría, constituía su base
social.

1. El ayllu. La palabra «ayllu» de origen quechua y aimara significa entre otras


cosas: comunidad, linaje, genealogía, casta, género, parentesco. Puede
definirse como el conjunto de descendientes de un antepasado común, real o
supuesto que trabajan la tierra en forma colectiva y con un espíritu solidario.
El «ayllu» fue la base y el núcleo de la organización social del imperio. Los
ayllus creían que descendían de un antepasado común, por lo cual los unían
lazos de parentesco. Este antepasado podía ser mítico o real; y en todos los
casos, los ayllus, conservaban un «mallqui» (momia) al cual rendían culto y
por medio del cual daban sentido a sus relaciones.25 Además del mallqui, los
miembros de un ayllu tenían divinidades tutelares comunes y tributaban a la
tierra de forma común.
2. Clases sociales en el imperio incaico: La sociedad Inca, fue jerárquica
y rígida. Existieron grandes diferencias entre las clases sociales, siendo estas
diferencias respetadas por todos los habitantes del imperio. Las clases
jerarquizadas formaban una pirámide donde el Inca, con todo el poder, se
encontraba en la cúspide (plana), mientras que el pueblo, que era la gran
mayoría, constituía su base social.

3. La nobleza inca: En el imperio existían dos linajes principales, Hanan


Cuzco y Hurin Cuzco, de los cuales provenía el Sapa Inca o monarca. Cada
vez que un inca moría había inestabilidad política entre estos dos linajes y
la descendencia del último monarca por el poder. Cuando se instituía al
nuevo inca, éste conformaba un nuevo linaje propio o panaca. Hubo al menos
una docena de panacas en el imperio, cuyos miembros tenían varios
privilegios. La nobleza de sangre en el imperio incaico se estima al momento
de su caída en más de 10.000 individuos repartidos en diferentes partes del
territorio, que cumplían funciones administrativas y militares. Parte de las
estrategias utilizadas por los incas para someter a otros pueblos, luego de
enfrentamientos militares, era establecer alianzas matrimoniales entre los
caciques locales y las hijas o concubinas del inca a modo de crear lazos que
permitieran la pacífica ocupación.
4. Las panacas: eran linajes de descendientes directos de un inca reinante,
excluyendo el sucesor y conservaban la momia del inca fallecido, al igual que
sus memorias, quipus, cantares y pinturas en recuerdo del finado de
generación en generación. Estas panacas reales formaban la élite cuzqueña.
Tuvieron un rol en la política del incanato y sus alianzas y enemistades
fueron cruciales para la historia de la capital inca.Se dice que hubo otras
panacas, que tuvieron un papel importante en épocas anteriores. Una nota
curiosa acerca de las panacas, es que si se le añaden las panacas tradicionales,
se obtiene un total de 8 panacas por cada dinastía, el cual es un número
frecuente en la organización andina de los ayllus por ser un múltiplo de la
dualidad y de la cuadruplicación.
5. Hatun runa: Eran el grueso de la población que iniciaba su servicio al
estado con la mayoría de edad, de ahí su significado «hombre mayor».
Eran la población común del imperio incaico que estaban dedicados a las
actividades de ganadería, agricultura, pesca y artesanía; eran la fuerza de
trabajo. Se podía disponer de ellos para servir en el ejército y trabajar las
tierras del estado, también podían ser nombrados «mitmaqkuna» o «yana».
6. Los Mitmaqkuna: Fueron pobladores que eran trasladados a otras regiones
junto con sus familias y bajo el mando de su jefe étnico, estas poblaciones
permanecían en territorios alejados por un tiempo determinado cumpliendo
tareas asignadas por el estado o por sus mismos jefes. Estos grupos no perdían
sus derechos comunales, además mantenían lazos de reciprocidad y
parentezco. Según las crónicas, los «mitmaqkuna» mantenían sus vestidos y
tocados utilizados en sus pueblos de origen, además se trasladaban llevando
consigo sus bienes.
7. Yanakunas: Los «yanakuna» o simplemente yanas, son un grupo
poblacional difícil de difinir en tanto que eran poblaciones extraídas de su
grupo étnico para labores específicas pero que en algunos casos tuvieron
funciones gubernamentales importantes llegando, en algunos casos, a ser
curacas y a tener inclusive «acllas» otorgadas por el inca.
Organización Económica Inca
Al llegar al imperio incaico, los españoles coincidieron
en destacar el éxito de su economía. Los cronistas
describieron los productos que hallaron en los depósitos,
alabando la abundancia de la producción tanto en
agricultura como en ganadería; los europeos también
alabaron la repartición equitativa de estos productos
entre la población. El trabajo para la producción
redistributiva era rotativo (mita) y era entregada
periódicamente por los ayllus del imperio incaico. Este
sistema no fue creación incaica pues estaba basado en la
forma tradicional de administración, los Incas llevaron
este sistema a su máxima expresión almacenando producción y redistribuyéndola
conforme a las necesidades e intereses estatales.
1. La tenencia de la tierra
La tenencia de la tierra era un derecho que los pobladores tenían por pertenecer a un
determinado grupo étnico. Los curacas repartían la tierra de acuerdo a las
necesidades de los individuos y sus familias. La unidad de medida era el «tupu»,
pero las dimensiones del «tupu» podían variar de acuerdo al rendimiento de la
tierra. De acuerdo a esto una unidad doméstica recibía 1 1/2 tupu, al nacer un hijo
varón se les asignaba un tupu adicional y si nacía una mujer se les asignaba 1/2 tupu
adicional; si los hijos se casaban, los tupus adicionales se les retiraba a la familia.
2. Los mercaderes
En las crónicas españolas se menciona la existencia de mercaderes, estos mercaderes
ásicamente eran habitantes de las costas que se dedicaban al intercambio de
productos. Al respecto María Rostworowski aclara que el contexto utilizado para
la palabra «mercader» en la época del imperio incaico debe entenderse en el entorno
de una economía ajena al uso de la moneda en la cual sólo existía el
«trueque»(intercambio).
3. Agricultura
Al ser los Andes una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron
aprovechar al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el
accidentado terreno andino y las inclemencias del clima. La adaptación de técnicas
agrícolas que ya se empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los
incas organizar la producción de diversos productos, tanto de la costa, sierra y
selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras regiones.
Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles
sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca, así como la red
vial que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos
por todo su territorio.
4. Herramientas agrícolas
Los antiguos peruanos del Cuzco para realizar sus labores agrícolas utilizaron, como
no tenían yunta por la falta de animales, el arado de tracción humana que
denominaban la tajlla o chaquitajlla, que es un palo puntiagudo, con una punta un
tanto encorvada, que a veces era de piedra o de metal. Antes de su terminal tenía esta
herramienta otro palo transversal, el agricultor apoyaba su pie para hundirlo en la
tierra y luego hacer el surco. Las herramientas manuales incaicas empleadas en la
agricultura no han podido ser superadas, sobre todo cuando se trata de trabajar en
las laderas andinas o en ámbitos limitados como los andenes.
5. Fertilizantes
La importancia de la agricultura llevó a los indígenas a buscar fertilizantes para sus
cultivos. La información que poseemos sobre abonos procede de la costa y manifiesta
el aprovechamiento de recursos naturales renovables. Los principales abonos
empleados son nombrados por los cronistas y fueron usados sobre todo para la
producción de maíz lo cual confirmaría la sugerencia de Murra acerca de la prioridad
de este cultivo.
6. Los andenes
Los incas tuvieron una especial preocupación por encontrar formas para mejorar las
condiciones del suelo para la agricultura. La variedad del clima y del territorio
difícil, los llevaron a buscar soluciones diversas, y fueron muchas las formas que
encontraron para hacer frente al problema. Entre las medidas más conocidas se
encuentran la construcción de andenes, que durante el gobierno incaico se le dio
una gran importancia.
7. Los camellones
Eran terrenos artificiales construidos en las riberas del lago Titicaca. Se trataban de
montículos de tierra que permitían almacenar y aprovechar mejor el agua en lugares
de frecuentes inundaciones a causa de las lluvias. Usaron una serie de técnicas
agrícolas en los camellones, entre ellas, el trazado de surcos artificiales para dar
protección a las plantas, facilitar el drenaje durante las lluvias, inundaciones, riego,
como fuentes de abono y, especialmente, para disminuir el crudo frío nocturno en las
alturas, evitando de este modo las heladas.
8. Sistemas de riego
Los conocimientos hidráulicos -canales y bocatomas-, permitieron la irrigación y el
cultivo, especialmente del maíz. El litoral peruano se caracteriza por sus dilatados
desiertos cortados por ríos que bajan por las serranías y cuyos caudales permiten el
surgimiento de la agricultura. Los costeños fueron los mayores ingenieros hidráulicos
pues se perfeccionaron y lograron métodos bastante sofisticados de irrigación, sobre
todo los mochicas y más tarde los chimú. En el Cuzco se canalizaron los dos
riachuelos que atraviesan la ciudad, empedrando sus cauces y estableciendo puentes
peatonales.
9. Productos agrícolas
Junto con la ganadería, la agricultura representó la base de la economía incaica. Las
poblaciones que habitaron el área andina lograron domesticar y aclimatar una gran
variedad de productos a diversas condiciones, sacando provecho de terrenos
considerados difíciles para la producción agrícola. El principal producto que
cultivaron era la papa, con la cual preparaban diferentes tipos de chuño; también
otros tubérculos como la mashua, el olluco y la oca. El maíz era considerado un
recurso de tipo suntuario que otorgaba prestigio y era cultivado con fines
burocráticos, militares y ceremoniales. En la costa cultivaron el camote, frijol, etc.
10. Ganadería
En los Andes prehispánicos, los camélidos desempeñaron un rol verdaderamente
importante en la economía. Particularmente fueron la llama y la alpaca (los únicos
camélidos domesticados por el hombre andino) las que, criadas en hatos de gran
escala, fueron utilizadas para diferentes propósitos dentro del sistema de producción
de los incas. Igualmente, fueron utilizadas otras dos especies de camélidos sin
domesticar: la vicuña y el guanaco. La primera de estas era cazada mediante los
chacos (cacerías colectivas) para ser esquiladas (con herramientas de ganadería como
piedras, cuchillos, hachas de piedra y hachas de metal como cobre) y luego puestas
en libertad; así se aseguraban que su cantidad se mantuviese.
11. TRABAJO.
Sistemas de trabajo incaico.
El trabajo representó la principal actividad del imperio incaico y presentó las
siguientes formas: mita, chunga, minca y ayni.
La Mita era un sistema de trabajo a favor del Estado, donde se movilizaban
multitudes de indígenas a trabajar por turno de tres meses en labores de construcción
de caminos, puentes, fortalezas, centros administrativos, templos, acueductos,
explotación de minas, etc. Existía una mita para servicios especiales como las labores
de cargueros del Sapa Inca, músicos, chasquis y danzantes, los obligados a cumplir
esta labor eran los adultos hombres casados, pero no las mujeres, comprendían entre
los 18 y 50 años.
La Minca, minka, o minga, es el trabajo que se realizaba en obras a favor del aylluy
del Sol (Inti), una especie de trabajo comunal en forma gratuita y por turno, era una
forma de beneficio para el Estado, donde concurrían muchas familias portando sus
propias herramientas, comidas y bebidas. Las familias participaban en la
construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las
personas incapacitadas huérfanos y ancianos.
El Ayni era un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del
ayllu, destinado a trabajos agrícolas y a las construcciones de casas. El ayni consistía
en la ayuda de trabajos que hacía un grupo de personas a miembros de una familia,
con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la necesitaran,
como dicen: "hoy por ti, mañana por mi" y en retribución se servían comidas y
bebidas durante los días que se realicen el trabajo.
El Tahuantinsuyo
El Tahuantinsuyo o imperio de los incas tuvo una trayectoria brillante y fugaz; su
evolución fue interrumpida por la invasión española de 1532, en un momento en que
se encontraba debilitado por luchas internas y afloraban algunos signos de
decadencia. Su expansión alcanzó a la región andina casi en su totalidad Los
comienzos del Tahuantinsuyo se sitúan alrededor del 1300 de nuestra era, su
expansión hacia el 1450 y su colapso en 1532. Probablemente emigrados de la cuenca
del lago Titikaka, sus fundadores condujeron a las tribus del valle del Cuzco en una
empresa de unificación que abarcó a toda el área andina. Considerando las actuales
divisiones políticas, el Tahuantinsuyo incluyó una pequeña zona del sur de
Colombia, el altiplano y la costa desértica del Perú, el altiplano de Bolivia, el noroeste
de Argentina y todo el árido norte y las fértiles tierras del centro de Chile hasta el río
Maule, a 36º de latitud sur.

ASPECTO GEOGRÁFICO:
Localización: EL Tawantinsuyo al momento de su máxima expansión territorial se ubicó en
la parte central y occidental de Sudaméricano.
Extensión: 4 millones de Km2 aproximadamente
LÍMITES:
- Norte: Río Ancasmayo en la actual Colombia
- Sur: Río Maule, actual chile
- Este: Ceja de Selva
- Oeste: Océano Pacífico
- Sur este: Noroeste de Argentina.
Desde el Valle de Vilcanota, específicamente en la ciudad del Cusco se consolidó una
estructura estatal centralizada a mediados del siglo XV. Esta región se hallaba controlada
por la poderosa nobleza cusqueña, dirigida por el joven príncipe Cusi Yupanqui (Inca
Pachacutec); que inició en una gran expansión militar y esclavista a raiz de su victoria contra
los chancas en la Batalla de Yawarpampa en Apurimac. Esta expansión permitió que los
incas se apoderen y controlen tierras, canales de regadío, ganados y subordinen a los curacas
y hatuncuracas de las etnias y reinos sometidos. La mano de obra campesina fue esclavizada.
Estas “conquistas” permitieron la formación del Imperio Incaico.
El Tahuantinsuyo tuvo como base geográfica un territorio longitudinal, es decir su extensión
fue más larga que ancha, desde 3° de latitud sur hasta 36 de latitud sur, y entre los meridianos
81° y 62 de longitud oeste. División Política Administrativa:El Imperio se dividía en dos
parcialidades: Hanan y Hurín, según la cosmovisión andina. Se dividía en provincias
llamadas Huamanis. Y estas comprendían comunidades llamadas Ayllus.
Capital: Cusco ó Cosco (que significa ombligo del mundo o centro del universo)
Nombre Primigenio: Acamama (“Montón de piedras).

CHICHAYSUYO: Noroeste del Cusco: Huancavelica – Ica hasta Pasto (Colombia) El suyo
de mayor importancia política.

ANTISUYO: Noreste del Cusco: Norte de Puno, parte de Madre de Dios.

CONTISUYO: Suroeste del Cusco: Sur de Ayacucho, Apurimac, Arequipa, Tacna,


Moquegua.

COLLASUYO: Sureste del Cusco: Oeste de Bolivia, Norte de Chile, Sur del Perú. Noroeste
de Argentina. Es el suyo más extenso.

POBLACIÓN
Según versión oficiadle 10 a 11 millones de habitantes.

CARÁCTER MULTINACIONAL DEL TAHUANTINSUYO


Los Incas dominaban diversos Estados regionales que comprendían varias naciones de los
Andes, con diversas lenguas, divinidades y tradiciones. Impusieron su fuerza militar, la
lengua oficial, el culto solar y la subordinación al Sapainca o Emperador cusqueño,
respetando las creencias locales, sus huacas de santuarios regionales, para evitar
contradicciones.

ECONOMÍA EN EL TAHUANTINSUYO
La economía principal Inca fue la agricultura. Planificada y dirigida por el Estado. Fue
también importante la producción pecuaria, la producción artesanal, la pesca, las
construcciones, y la distribución y circulación de productos complementado por una gran
red de almacenamiento y conservación de productos agrícolas.
Ganadería
Domesticaron los auquénidos o camellos andinos. Supieron aprovechar y clasificar
a las llamas: a) Por su carne, b) Por su lana y c) Para el transporte. Aprovecharon la
carne y la lana de la vicuña. El cuero de los auquénidos era utilizado para hacer
ujutas o prendas de vestir. Inclusive hasta los excrementos eran utilizados como
abono. Aprovecharon la carne de cervidos (venado y tarugo) y del cuchi (cerdo
andino), el cuy, la vizcacha y de aves como las perdices.

Textilería.

Hicieron mantos e indumentarias en algodón o en lana de auquénidos. La fina lana


de vicuña era llamada cumbi, que era usada exclusivamente por la nobleza. Las telas
de lana de alpaca era llamada abasca que era usada por el pueblo.

Cacería.

Fue selectiva y hubo dos formas: a) El chaco: que consistía en rodear a los animales
para cazarlos y b) El Caycu: encerrar a los animales en quebradas o en cerros de
bosques naturales.
Conflicto entre Huáscar y Atahualpa
La guerra civil entre Huáscar y
Atahualpa marca la decadencia del
Imperio de los Incas. Al término de
esto el monarca triunfante,
Atahualpa, no disfrutaría mucho
de su victoria pues ya los españoles
pisaban territorios del
Tahuantinsuyo y posteriormente,
llevarían a efecto el apresamiento
del soberano iniciando con ello la
conquista y dominación española
en nuestro suelo.
La sucesión del trono
El legítimo heredero, designado
por Huayna Cápac, era su hijo el
príncipe Ninan Kuyuchi, quien
murió casi al mismo tiempo que su padre, víctima de una extraña peste que asoló la
región ecuatoriana (probablemente fue la viruela traída por los españoles y que se
propagó desde Panamá). Pero como aún en vida, Huayna Cápac había designado a
Huáscar como segundo sucesor al trono imperial, entonces éste ciño la Mascapaicha
que lo acreditaba como gobernante del Tahuantinsuyo al que, también, aspiraba su
hermano bastardo Atahualpa, que habiendo nacido en el Cusco había sido asimilado
a la nueva nobleza de Quito y que, de esta forma, veía Postergadas sus ambiciones.
La guerra civil
Encolerizado, a su vez, Huáscar y porque su hermano no había acompañado los
restos de su padre, de Quito al Cusco, y porque tampoco había acudido a rendirle
homenaje de sumisión y pleitesía, castigó con la muerte a la embajada Que
Atahualpa le habia enviado para presentarle sus excusas por su inasistencia al Cusco.
Pensó de esta manera Huáscar, hacer sentir su autoridad. No lo consiguió ya que
esta actitud del gobernante cusqueño, provocó la sublevación de Atahualpa,
desencadenándose la guerra civil.
En el curso de los acontecimientos, Huáscar consiguió éxitos iniciales. El general
Atoc, enviado por él, logro derrotar a las huestes de Atahualpa en la batalla de Tumi-
pampa. Atahualpa fue hecho prisionero pero logró fugarse. Reorganizó su ejército y
emprendió la ofensiva, avanzando hacia el sur y contando con la colaboración de
antiguos generales de su padre como Quisquis, Chalcuchímac y Rumiñahui.
Cerca al Cusco derrotaron al ejército de Huáscar en la batalla de Quipay-pampa. El
ejército triunfante de Atahualpa se volcó sobre la Ciudad Imperial, la que fue
saqueada y destruida completamente. Huáscar fue hecho prisionero y obligado a
presenciar esta destrucción. Se buscaba no dejar vestigios de lo que había sido la
ciudad del Cusco, así como de su arrogante nobleza imperial.
En esta forma se precipitaba la ruina del Tahuantinsuyo. El poderío imperial estaba
debilitado. Atahualpa, luego de la victoria de sus generales, retornó hacia el norte,
deteniéndose en Cajamarca. En estas circunstancias hacían su aparición los
españoles en las costas de Tumbes. Más tarde, Atahualpa fue hecho prisionero por
los invasores españoles y, desde allí, mandaría matar a su hermano Huáscar que aún
se encontraba en prisión. A su vez, él fue ajusticiado el 26 de julio de 1533.
CAPÍTULO III
Etapa del descubrimiento y conquista
Los socios de la conquista
Los tres socios de la conquista del Perú fueron los conquistadores Diego de Almagro
y Francisco Pizarro, y el clérigo español Hernando de Luque. Cada uno de ellos
adquirió un compromiso para sacar adelante esta empresa colonizadora. Por un lado,
el sacerdote Hernando de Luque tenía a su cargo la financiación y aprovisionamiento
de la expedición. Por otro lado, Diego de Almagro tenía la función de trazar la
planeación, el asesoramiento económico y la gestión administrativa, y Francisco
Pizarro se encargó de dirigir y ejecutar las labores expedicionarias. Además de ellos
también participaron el rico comerciante y banquero español Gaspar de Espinoza,
quien financió a través del cura Luque. Asimismo, Pedro Arias Dávila, gobernador
de Castilla de Oro y Nicaragua, fue quien aprobó la licencia de la expedición.
Francisco Pizarro y Diego de Almagro eran soldados, hombres curtidos en las
labores de conquista y las expediciones españolas en Centroamérica. Ambos
aportaron mayormente su experiencia, pues en 1524 realizaron una primera
expedición al Perú que fue un total fracaso y juraron volverlo a intentar a cualquier
precio. Entre los acuerdos firmados por los tres socios estaba el compromiso de
dividir en tres partes iguales lo hallado en la expedición. El pacto fue formalizado en
una misa (ante Dios), como era la tradición, en la que los tres hombres comulgaron
con una misma hostia partida en tres partes.
Viajes hacia el Tahuantinsuyo
EL PRIMER VIAJE DE PIZARRO (1524): Viaje explorador
Partió del Puerto de Panamá el 14 de noviembre de 1524 con un barco y
aproximadamente 40 hombres. Avanzaron hasta la Isla de las Perlas, luego a
Chochama para posteriormente llegar al Puerto de Piñas. Es aquí donde Almagro
regresa a Panamá para traer refuerzos y víveres. Pizarro continua al sur llegando a
Puerto del Hambre, donde fallecieron cerca de 27 hombres precisamente por
inanición, con los sobrevivientes avanzaron hacia el sur donde serán emboscados por
el Cacique de las Piedras. De este lugar se fueron a Chochama esperando los
refuerzos de Almagro. Almagro con los refuerzos llega a las tierras del Cacique de
las Piedras donde al ser atacados por los naturales pierde un ojo y ordena en
represalia el incendio del lugar, llamado desde entonces Pueblo Quemado. De allí
regresa y se encuentra en Chochama de donde parten de regreso a la ciudad de
Panamá.
EL SEGUNDO VIAJE DE PIZARRO: El Viaje descubridor (1526)
Parte de Panamá en 1526 con la autorización de Pedrarias (gobernador de Panamá).
Esta expedición, con la experiencia acumulada del primer viaje, será reforzada con
la inclusión de mercenarios como Pedro de Candia y Alonso de Molina además del
cálebre piloto Bartolomé Ruiz; y de esta manera parten dos buques con 160 hombres
y decenas de indios centroamericanos auxiliares en busca del tan ansiado país del
Oro. En este viaje llegaron primero al Río San Juan. De allí, Bartolomé Ruiz es
enviado por Pizarro para explorar las costas más meridionales llegando hasta la
Bahía de San Mateo (actual Ecuador), donde captura una embarcación de indios
tallanes, estando entre los capturados el posteriormente célebre Felipillo (traductor
de los españoles frente a Atahualpa). Ante la demora de Ruiz y la impaciencia que
cundía en la soldadesca hambrienta y desalentada, acantonada en Atacames, se
decide enviar a Almagro a Panamá para traer refuerzos, portando éste sin saberlo en
un ovillo de lana un mensaje de auxilio, escrito probablemente por el soldado Saravia
hacia en gobernador. Decía este mensaje:
“Pues Señor Gobernador
Miradlo bien por entero
Que allá va en recogedor
Y acá queda el carnicero"
Al llegar Almagro a Panamá, Pedrarias había sido destituido y ejecutado por el nuevo
Gobernador de Panamá Don Pedro de Los Ríos. Al percatarse éste del mensaje
enviado y recibido por su esposa negará toda ayuda y cooperación con la empresa
conquistadora. Es más ordena la captura de Almagro y el rescate de los
expedicionarios nombrando para tal efecto al Capitán Juan de Tafur. En tanto
Bartolomé Ruiz llegaba al encuentro con Pizarro con los indios tallanes capturados
y a sugerencia de éste los invasores se desplazan a la Isla del Gallo a fin de esperar la
llegada de Almagro con los refuerzos y provisiones. Al fin quien llega no es Almagro
sino Tafur con la misión de conducirlos de retorno a Panamá. Es en esos instantes
en que según la leyenda Pizarro traza una línea de oeste a este instando que los que
se quedaban al norte iban a Panamá a ser pobres, en tanto que los que cruzaban al
sur iban a ser ricos. Cuenta la leyenda que solo cruzaron trece, razón por la cual se
conoce a este episodio como los “Trece de la Isla del Gallo” o “los Trece de la Fama”.
Lo cierto y concreto es que Pizarro al ver que su empresa era amenazada arregló y
negoción con Tafur para que éste les permitiese proseguir su marcha. Al grupo de los
trece, sumados Pizarro y dos esclavos se le unió Almagro con los refuerzos que traía,
para de este modo seguir explorando más al sur y llegar a la Bahía de San Mateo,
desde donde en 1528 descubrieron la Fortaleza de Tumbes. Habían ingresado ya al
Tahuantinsuyo y de este modo confirmaban sus esperanzas de posesionarse de este
rico país. De allí, Pizarro prosigue vía marítima hasta llegar a la desembocadura del
Santa, donde serán observados por los naturales y serán considerados deidades
wiracochacunas. Pizarro luego de capturar algunos indios y apropiarse de riquezas y
productos regresará a Panamá.
CAPITULACIÓN DE TOLEDO (1529)
Ante la negativa de Pedro de los Ríos en autorizar un nuevo viaje a las tierras de
levante en 1529 los socios de la conquista deciden enviar a Pizarro ante la Corona
con el propósito de obtener autorización Real directa. Es así que Pizarro firma la
famosa Capitulación de Toledo el 26 de julio de 1529 con la Reina Isabel de Portugal,
esposa de Carlos V. Este acuerdo significó el triunfo personal de Pizarro en desmedro
de sus Socios, debido a las enormes ventajas y beneficios que sacó de ella y de este
modo quedaba legalizada y legitimada por la misma Corona la expedición de la
Conquista del Tawantinsuyo. La capitulación estipulaba lo siguiente:
a. Pizarro sería gobernador, capitán general, adelantado, alguacil mayor, tendría
el privilegio del descubrimiento en la región comprendida entre el río Tempula o
Santiago (Ecuador) y las 200 lenguas al Sur de este punto. Tendría un ingreso anual
de 700000 maravedíes.
b. Almagro gobernador de la fortaleza de Tumbes, tendría el título de Hidalgo.
Tendría un ingreso anual de 300000 maravedíes.
c. Luque obispo de Tumbes y protector de los indios, con un ingreso anual de
1000 ducados anuales
d. 13 de la Isla del Gallo, serían Hidalgo y los que ya tenían este título serían
caballeros de la Espuela y Capa Doradas.
e. Bartolomé Ruiz: Piloto mayor del Mar del Sur.
f. Pedro de Candía: Jefe de Artillería.
g. Derechos de la Corona al Quinto Real
h. Derechos de la Iglesia a raíz del Real Patronato
La capitulación de Toledo es la raíz y el origen de los resentimientos y odios entre
los conquistadores. Al regreso de Pizarro a América trajo consigo a sus ambiciosos
hermanos: Gonzalo, Hernando y Juan Pizarro, así como a su hermanastro Martín
de Alcántara.
TERCER VIAJE : Viaje de la Invasión (1531)
Pizarro contando con 198 hispanos además de negros e indios centroamericanos se
enrumbó a la ejecución del plan invasor.
Durante este viaje paso por:
· Bahía de San Mateo y Coaque (1531)
· Isla Puna, Masacre española con apoyo de los tumbesinos.
· Tumbes, masacre contra los tumbesinos. El curaca Chirimasa les dio su
colaboración
· Valle de Tangarará a orillas del río Chira (Fundó San Miguel).
· Cajamarca, lugar donde se produce el episodio de la captura del Inca
Atahualpa, después de una celada
· Hernando Pizarro y Hernando de Soto los encontraron en el Baño de Cunoc.
· Atahualpa fue acompañado por el Curaca de Chincha y otros Señores
· El padre Vicente Valverde le hizo el requerimiento.
· Miguel de la Estete le arrebató la Mascapaicha.
· El Inca fue recluido en el Amaruhuasi y ofrece 1 cuarto de oro y 2 de plata
hasta donde llegara la altura de su mano para conseguir su liberación.
La captura y muerte de Atahualpa
Los conquistadores españoles pasaron la noche a la vista de los ejércitos de
Atahualpa y en permanente guardia temiendo un ataque sorpresivo, sin embargo
nadie los molestó. Al día siguiente, al atardecer, Atahualpa se decidió a entrar al
pueblo. Precedieron al Inca unos cuatrocientos hombres, todos con vestimentas
iguales, cuya misión era limpiar de piedras y pajas el camino. Mientras tanto, Pizarro
dividió sus huestes en cuatro partes que se escondieron en los edificios que rodeaban
la gran plaza. En el primero esperaba agazapado Hernando Pizarro con catorce o
quince jinetes, en el segundo estaba Soto con quince o dieciséis caballos, en el tercero
se situaba un capitán con otros tantos soldados mientras Francisco Pizarro con
veinticinco efectivos de a pie y dos o tres jinetes esperaban en un galpón. En medio
de la plaza, en una fortaleza que probablemente era un usno (especie de trono) estaba
el resto de la gente con Pedro de Candia y ocho o nueve arcabuceros más un
falconete. Pedro Pizarro, al narrar los episodios de Cajamarca, señala que hasta
entonces los españoles no habían luchado contra los naturales y no sabían cómo se
enfrentaban en la guerra pues los acontecimientos de Tumbes y de La Puná eran
meras escaramuzas. Según este cronista, el gobernador dividió su gente de a caballo
en dos partes, comandadas por Hernando Pizarro y por Soto, respectivamente. Pedro
de Candia y unos cuantos soldados fueron apostados en la pequeña estructura en
medio de la plaza. Acompasada y paulatinamente entró el Inca a la plaza después de
que sus soldados la ocuparan parcialmente y se sorprendió de hallarla vacía. Al
preguntar por los españoles le dijeron que de miedo permanecían escondidos en los
galpones. Entonces, con mucha solemnidad, avanzó el dominico fray Valverde con
una cruz entre las manos, acompañado por su traductor indígena Martinillo, y
pronunció el requerimiento formal a Atahualpa de abrazar la fe católica y servir al
rey de España, al mismo tiempo que le entregaba la biblia. El diálogo que siguió es
narrado de modo distinto por todos los testigos; es posible que la tremenda angustia
vivida en esos instantes impidiera recordar después las frases exactas que se cruzaron
entre los diversos actores de la tragedia.Tras el Inca, y en otras andas, era llevado el
señor de Chincha. En ese momento el gobernador vaciló no sabiendo cuál de los dos
era el soberano, sin embargo, ordenó a Juan Pizarro dirigirse hacia el curaca,
mientras él y sus soldados avanzaron en dirección al Inca. A una señal de Pizarro el
silencio cargado de amenazas que envolvía la plaza se transformó en la más tremenda
de las revueltas. Estallaron el trueno, el estampido del falconete, y retumbaron las
trompetas, era el aviso para que los jinetes salieran al galope de los galpones. Sonaban
los cascabeles atados a los caballos, disparaban ensordecedores los arcabuces; los
gritos, alaridos y quejidos eran generales. En esa confusión los aterrados indígenas,
en un esfuerzo por escapar, derribaron una pirca de la plaza y lograron huir. Tras
ellos se lanzaron los jinetes, dándoles el alcance mataron a los que pudieron, otros
murieron aplastados por la avalancha humana. Mientras tanto Juan Pizarro se
abalanzó en dirección del señor de Chincha y lo mató en sus mismas andas. Por su
parte Francisco Pizarro con sus soldados masacraban a los indígenas que
desesperadamente sostenían el anda del Inca, caían unos y eran reemplazados por
otros. Al ver la situación, un español sacó un cuchillo para victimar a Atahualpa,
pero Pizarro se lo impidió, saliendo herido en una mano y ordenando que nadie
tocase al Inca. Por fin, los españoles asidos a un costado del anda lograron ladearla
y cogieron al soberano. Al caer la noche aquel aciago 16 de noviembre de 1532 había
terminado para siempre el Tahuantinsuyo, el Sapa Inca estaba cautivo y con su
prisión llegaba a su fin la autonomía del Estado indígena. Desde ese momento,
cambios trascendentales transformaron el ámbito andino, cambios que no sólo
afectaron a los naturales, sino que produjeron profundas consecuencias en Europa.
*Pedro Pizarro señala en su crónica que hasta el memorable día de Cajamarca, los
españoles no habían combatido a los naturales fuera de unas cuantas escaramuzas en
Tumbes y La Puna. En ningún momento del recorrido desde la costa hasta el real de
Atahualpa habían hallado los españoles el menor estorbo; muy al contrario, en todo
momento les fueron ofrecidos guías y víveres de los depósitos estatales. Atahualpa
no cayó ante una guerra abierta, lo que aconteció fue una atrevida y audaz
emboscada.

Muerte
En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos habitaciones de
plata y una de oro “hasta donde alcanzara su mano”, los españoles aceptaron y de
inmediato se mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor
cantidad posible de oro y plata hacia Cajamarca. De esta manera, los españoles
recibieron el prometido tesoro, pero no cumplieron con liberar al inca por motivos
de seguridad. El rescate, como lo entendieron los españoles, ascendió a 971,125 pesos
de oro y 40,860.3 marcos de plata (sin contar el quinto real) y se reconoce como el
rescate más alto pagado en la historia de la humanidad. Después de cumplir su parte
los españoles lo sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y
lo acusaron de ocultar un tesoro. Se le concedieron las dos últimas opciones: ser
bautizado como cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la
primera opción, fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco. Se cree que
Francisco Pizarro lloró su muerte. (Pedro Pizarro narra en su crónica: “yo vi llorar
al Marqués”). Fue ejecutado el 26 de julio de 1533. La noticia de su muerte originó
una gran anarquía, muchas etnias dominadas por los incas se sublevaron e intentaron
recuperar su independencia. Fue enterrado en la iglesia de Cajamarca pero unos días
después su cadáver desapareció misteriosamente; probablemente sus súbditos lo
rescataron para momificarlo y enterrarlo junto con sus antepasados Tras su muerte,
muchos incas partidarios de Huáscar (como Manco Inca) se unieron a los españoles
para derrotar a Chalcuchimac, Quisquis y los demás partidarios de Atahualpa.
CAPÍTULO IV
Virreinato

Creación
Agitado el Perú por las guerras civiles entre españoles y la resistencia de Vilcabamba,
la Corona Española decide establecer un gobierno colonial directo y centralizado,
para de este modo, evitar poner en riesgo sus intereses colonialistas. Así aparece el
VIRREINATO DEL PERÚ, como resultado de una necesidad histórica de la
Monarquía hispánica de querer controlar eficazmente sus dominios de ultramar.
1. Creación: 20 DE NOVIEMBRE DE 1542
2. Base Jurídica: Las Nuevas Leyes de Indias promulgada por el Rey Carlos I de
Habsburgo en Barcelona

Causas de su creación:
- Centralizar el control político y administrativo de las colonias americanas desde
España, lo cual formaba parte de la política absolutista de la monarquía hispánica.
- Neutralizar el poder cada vez más creciente de los encomenderos, los cuales se
estaban perfilando como una especie de señores feudales en los dominios coloniales.
- Ambición de la gran burguesía, aristocracia feudal y el clero católico español.
- Fracaso de los sistemas de gobierno caudillistas: Nueva Castilla y Nueva Toledo.

Expansión del virreinato


Durante la hegemonía de los Habsburgo en España, es decir durante los siglos XVI
y XVII abarcó casi toda Sudamérica, con excepción de Brasil y Venezuela. Para su
mejor administración fue dividida en territorios judiciales llamadas AUDIENCIAS.
Las Audiencias que integraron el virreinato del Perú, en sus inicios fueron 8, a saber,
las siguientes:
Panamá (1535)
Lima (1542)
Santa fe de Bogotá (1549)
Charcas (1556)
Quito (1563)
Audiencia de Chile (1611)
Audiencia de Buenos Aires (1661)
Con el advenimiento de la nueva dinastía borbónica al trono español a inicios del
siglo XVIII, el Virreinato del Perú sufrió la pérdida de una gran extensión territorial,
debido a las reformas borbónicas aplicadas por la Corona en sus dominios
americanos, las cuales crearon nuevos Virreinatos en Sudamérica con territorios
pertenecientes a las audiencias del antiguo Virreinato peruano. Así, en 1739 se creaba
el Virreinato de Nueva Granada, que incluía las Audiencias de Quito, Santa Fe y
Panamá. Posteriormente, en 1776, se creaba el Virreinato del Río de la Plata, con los
territorios correspondientes a las Audiencias de Charcas y Buenos Aires. Chile fue
convertido en una Capitanía General, en tanto, Caracas formaba parte del Virreinato
de Nueva España. Como consecuencia de la revolución de Túpac Amaru II, la
Corona se vio en la necesidad de crear la Audiencia del Cusco (1787).

Primer virrey Del Perú


Blasco Núñez de vela(1544-1546)
Blasco Núñez Vela nació en 1495, en Ávila
(España). Sus padres fueron los nobles Luis
Núñez-Vela e Isabel de Villalva. Gozó de
una esmerada educación y en su juventud
siguió la carrera militar como marino de la
Armada Española. Sirvió como Corregidor
de Málaga y Cuenca, Capitán de lanzas de
Orán e Inspector general de la frontera de
Navarra. Desde 1537, fue Capitán General
de la Armada que unía España y América.
Era conocido por su rigurosa disciplina y los
rudos castigos que infligía a soldados y
marineros que incumplían sus órdenes.
Además, era Caballero de la Orden de
Santiago. En 1543, Blasco Núñez Vela fue
nombrado primer Virrey del Perú por el rey
Carlos I de España. Este le encargó especialmente hacer cumplir las Nuevas Leyes
de 1542 que restringían el poder de los conquistadores y acrecentaban los derechos
de la Corona. Llegó a Lima el 15 de mayo de 1544 e instaló la Real Audiencia de
Lima. Poco después mandó publicar las Nuevas Leyes que ordenaban la abolición
de las encomiendas y liberaban a los indios de los abusos de los conquistadores
encomenderos. Estos se sublevaron y organizaron un ejército rebelde cuyo líder fue
Gonzalo Pizarro. El virrey les hizo frente, pero fue derrotado y decapitado por los
encomenderos en la batalla de Iñaquito, en Quito, Ecuador (18 de enero de 1546).
Estructura económica
La economía colonial está organizada en función de los intereses de la Monarquía
hispánica. Dado que la estructura económica de España estaba basada en el
mercantilismo capitalista, es decir, en la acumulación de metales preciosos, la
actividad económica de base del sistema colonial fue la minería, no sin antes
mencionar que también se practicaron otras actividades económicas, aunque sin el
estímulo estatal que gozó la minería.
1. CARACTERÍSTICAS: Los principios que regían la economía colonial fueron:
1.1. Mercantilismo: Doctrina económica que propugnaba que un Estado era más
poderoso mientras más acumulase metales preciosos. Bajo esta concepción España
estimuló decididamente el desarrollo de la Minería como base del sistema.
1.2. Monopolismo exclusivista: Según lo cual, España se reservaba para sí el derecho
exclusivo y excluyente de comerciar con sus colonias americanas, prohibiendo que
éstas comerciaran con otra potencia europea. Llega a su fin con el decreto de Libre
Comercio dado por Carlos III de Borbón en 1778.
1.3. Intervencionismo: Se refiere a la capacidad de intervención directa que tiene la
Monarquía española sobre los asuntos económicos de sus colonias. La política
económica impuesta por España fue de tipo monopólico y proteccionista de los
intereses de la metrópoli. Esto provocó el estancamiento económico y frustró el
desarrollo y progreso de Sudamérica. El intervencionismo español sobre la dinámica
económica de su imperio colonial lo realizó a través de:
- IMPORTANTE: Los únicos puertos españoles que tuvieron la exclusividad de
comerciar con sus colonias fueron: SEVILLA, y luego CADIZ. En tanto que en el
Virreinato del Perú, el único puerto que tuvo dicha exclusividad fue el CALLAO.
2. ACTIVIDADES ECONÓMICAS
2.1. La Minería:
Fue la base de la economía mercantilista colonial. Si bien el oro fue el mineral más
codiciado, el mineral que obtuvo los mayores niveles de producción fue la Plata. El
yacimiento de plata más grande del mundo fue Potosí, en la actual Bolivia, que entre
1550 y 1630, produjo 590 millones de pesos en plata. El flujo de este metal a Europa
produjo toda una revolución en la economía Europea. La mano de obra explotada
en las minas estuvo constituida principalmente por la población indígena a través del
sistema de la mita.Además de Potosí destacan: Huantajaya en Tarapacá, Santa
Bárbara (Huancavelica), productora de mercurio o azogue, Laicacota en Puno,
Hualgayoc en Cajamarca, Castrovirreyna en Huancavelica. En el siglo XVIII Potosí
decae, siendo desplazada por la mina de Cerro de Pasco, lo que representó una ligera
recuperación del sector minero. La mayor parte de las minas pertenecían a
particulares, que a cambio del derecho de explotarlas pagaban a la corona un
impuesto conocido como QUINTO REAL.
2.2. La Agricultura:
Durante el coloniaje la propiedad de la Tierra esta caracterizada por la aparición de
grandes haciendas o latifundios. Latifundismo y servidumbre serán los pilares básicos
de la agricultura colonial. Adquiriendo una fisonomía cuasi feudal, el indio estará
atado al latifundio como el siervo lo estuvo al feudo. Su origen no está en las
encomiendas, dado que éstas no daban derechos sobre la tierra. Podían formarse a
partir de tierras que el Rey cedía a particulares, lo cual era llamado “Merced de
tierra”. A veces algún español se posesionaba de tierras libres (que en teoría
pertenecían todas a la corona) y después legalizaba su propiedad. A esto se le llamaba
“Composición”. La mano de obra en la costa fue proporcionada por los esclavos, en
la sierra los yanaconas fueron la mano de obra explotada. Los yanaconas fueron
indios que huían de sus pueblos para eludir el tributo y la mita y trabajaban
gratuitamente en las haciendas a cambio de una parcela para cultivar. Fue el símbolo
del feudalismo en los andes. La producción agraria de los latifundios abastecía al
reducido mercado interno: ciudades y centros mineros. Cabe indicar también que en
comparación con el aparato agrario incaico, la agricultura colonial fue de menor
calidad y desarrollo.
2.2. La Industria:
El desarrollo industrial en la colonia fue incipiente y rudimentaria, carente de
tecnificación. Por disposición de la Corona española, a inicios de la colonización
quedó expresamente prohibido el establecimiento y desarrollo de industrias en el
nuevo mundo. Es a mediados del siglo XVI, cuando la Corona española, frente al
incremento de la demanda americana de productos manufacturados y a la
incapacidad de España de satisfacerla, autoriza en el Perú el desarrollo de la industria
manufacturera, siendo la máxima expresión de éstas, los OBRAJES. Los obrajes
fueron centros manufactureros de producción textil, en menor escala de producción
estuvieron los chorrillos. La mano de obra explotada en ellas fue la india, a través del
sistema de la mita.

ORGANIZACIÓN RELIGIOSA
La Iglesia en el Perú comenzó a institucionalizarse en 1541, fecha en que se creó el
Obispado de Lima, que siete años más tarde fue elevado a Arzobispado, siendo su
primer Arzobispo Fray Jerónimo de Loayza, y el segundo Arzobispo, Santo Toribio
de Mogrovejo. En un principio todos los Obispados de América del Sur, y aún los de
Panamá y Nicragua dependieron del Arzobispado de Lima, pero conforme creció y
se racionalizo la administración eclesiástica, estos Obispados siguieron el camino de
sus audiencias y adquirieron su autonomía. Cada Obispado, a su vez, estaba dividido
en Parroquias. De esta manera, la administración eclesiástica fue jerárquicamente
vertical y se puede representar del siguiente modo:
POLÍTICA DE EXTIRPACIÓN DE IDOLATRÍAS
La invasión militar hispana al Tawantinsuyo trajo consigo la imposición religiosa,
todo ello con el propósito de consolidar la dominación mediante mecanismos
ideológicos, que buscase perpetuar el sistema opresor instituido en beneficio de los
advenedizos invasores. Esta tarea de adoctrinamiento y catequización implicaba
destruir los elementos propios de su cultura ancestral andina, vale decir, religión,
lengua, usos, costumbres; implicaba, EXTIRPAR DE RAIZ los elementos mismos
que tipificaban su personalidad cultural, privar al indio de sus armas de resistencia
espiritual e ideológica, sin la cual, aceptaran con resignación y sumisión la nueva fe
y cultura occidental. En esta lóbrega tarea tendrán protagonismo los tristemente
célebres “curas doctrineros, extirpadores de idolatrías o arqueólogos al revés. Este
procedimiento consistía en la visita que con apoyo militar hacían los sacerdotes en
los pueblos indios para quemar todo símbolo cultural andino, sobretodo símbolos
religiosos como las huacas, que eran lugares sagrados y los ídolos venerados por la
población autóctona. Este proceso aspiraba a destruir la cosmovisión andina, el
sistema de creencias y valores ancestrales andinos. Necesario es recordar la figura
tristemente célebre de Bartolomé Lobo Guerrero como uno de los más crueles
extirpadores de idolatrías, además de Francisco de Ávila y Cristóbal de Albornoz.
ORDENES RELIGIOSAS
Las Órdenes religiosas que llegaron al Perú durante el proceso de invasión y
colonización española a América fueron las siguientes: Dominicos: Llegaron al Perú
en 1532. Administraron el tribunal de la Santa Inquisición, fundaron la UNMSM.
Fray Domingo de Santo Tomás fue autor de la “Primera Gramática o Arte de la
Lengua General de los Reinos del Perú”, con un vocabulario quechua anexo.
Franciscanos: Arribaron en 1532. Fue la orden con mayor número de miembros en
el Perú. Fundaron muchas misiones en la selva central (Convenio de Ocopa).
Mercedarios: Llegaron en 1533. Fueron criticados por su excesiva acumulación de
bienes materiales.
Agustinos: Llegaron al Perú en 1551.
Jesuitas: Arribaron al Perú en 1568. Lentamente desplazaron a los dominicos en
poder e influencia. Desarrollaron una intensa labor educativa a través de los colegios
especiales para caciques, apoyándose en una poderosa maquinaria económica que
los llevó a convertirse en los propietarios de las mejores haciendas costeñas. En 1603,
el jesuita Ludovico Bertonio publicó una “Gramática” y un “Vocabulario de la
Lengua Aimara”. Establecieron misiones en la región de Maynas (Amazonas – San
Martín) y Juli (Puno), sin embargo, son famosas sus misiones en el Paraguay. Fueron
expulsados por Carlos III de Borbón en 1767, durante el gobierno del Virrey Manuel
Amat y Juniet.
CAPITULO V
La república del Perú

El Perú republicano del siglo XIX


El siglo XIX fue testigo de dos momentos dramáticos
que marcaron notablemente el desarrollo histórico
peruano: la Independencia y la Guerra con Chile.
Fueron dos coyunturas trágicas que sembraron caos,
destrucción material y división interna. Ambos dejaron
muchos odios y tareas por resolver. También es visto
como el siglo de las oportunidades perdidas por la gran riqueza guanera que
multiplicó el derroche y la corrupción hasta colocar al país en bancarrota hacia los
años de 1870. Si consideramos que la independencia se logró en 1824 con la batalla
de Ayacucho y que las tropas chilenas abandonaron el Perú en 1884, deducimos que
los primeros 60 años de la historia peruana estuvieron marcados por el fracaso. Luego
de Ayacucho el Perú no pudo escapar al dominio de los caudillos. Estos personajes,
en su mayoría militares, manejaron el poder a su antojo, sembraron el caos político
y, lo más peligroso: su personalismo retrasó el asentamiento del orden institucional
en el país. Luego de la pobreza general dejada por las guerras independentistas, a
partir de 1850 la bonanza guanera les permitió gozar de un recurso para asegurar su
permanencia en el poder. De esta manera el país experimentó un clima de relativa
estabilidad política y pudo ser testigo de algunas inversiones en obras públicas
(educación, servicios urbanos y ferrocarriles). Ramón Castilla fue el caudillo más
afortunado pues sus gobiernos coincidieron con esta prosperidad falaz, tal como
llamó a esta era Jorge Basadre. Pero en realidad el guano sembró la irresponsabilidad
en el manejo del Estado. Mucho se invirtió en burocracia, en gastos militares y en
operaciones oscuras. Los gastos superaban a los ingresos y muchas veces, para cubrir
el déficit, se recurrió al crédito externo poniendo como garantía las ventas futuras del
guano. En algún momento el sistema tenía que colapsar. Esto sucedió en la década
de 1870 cuando el Perú se declaró en bancarrota: tenía la deuda externa más grande
de Latinoamérica y sus ingresos no podían cubrir sus gastos corrientes y el pago de
la deuda. Pero los problemas no quedan allí. La guerra estaba a la vuelta de la
esquina: en 1879 el Perú, unido a Bolivia por un “tratado secreto”, tuvo que entrar
en un conflicto por el control del salitre frente a Chile. El país no estaba en
condiciones económicas, políticas y militares de salir bien parado de la contienda. El
conflicto terminó formalmente en 1883 con el Tratado de Ancón que sancionó una
grave pérdida territorial. Las provincias del sur, ricas en salitre, fueron el botín del
enemigo. La derrota ponía fin a una etapa. Ahora había que reconstruir el país bajo
otros criterios. Los puntos pendientes eran: erradicar el caudillismo en la política,
fomentar el desarrollo de las instituciones, diversificar las exportaciones para no
depender de un solo recurso y hacer un manejo más técnico de la economía. Los
años que vienen son un esfuerzo por hacer del Perú un país más moderno e integrado
para afrontar los desafíos del siglo XX.
Proclamación de la independencia
A comienzos de julio de 1821 se vivía en Lima una tremenda escasez de alimentos,
las tropas realistas no contaban con recursos y los patriotas ya habían conseguido
importantes victorias al interior del país, en tanto la población entera reclamaba la
presencia del libertador argentino, quien ya había conseguido tal propósito con
Argentina y Chile. Tras el retiro del virrey La Serna al Cusco, San Martín entró en
Lima en 1821 y convocó a una junta de notables en el Cabildo limeño el 15 de julio.
Manuel Pérez de Tudela fue el encargado de redactar el Acta de Independencia que
determinó la proclamación de ella para el sábado 28 de julio de 1821 en la Plaza de
Armas de Lima. San Martín buscó implantar el sentimiento de la independencia por
lo menos entre los limeños. Aquel 28 de julio, según rezan algunas crónicas,
amaneció lluvioso y templado. Don José de San Martín despertó a las 9 de la
mañana, se puso el uniforme de gala y, previo saludo a sus jefes de estado, se preparó
para la proclamación. El acto comenzó a las 10 de la mañana con San Martín
abandonando el Palacio de los Virreyes acompañado de dignatarios de la
Universidad de San Marcos, altos prelados de la Iglesia y priores de los conventos.
Tras ellos aparecieron los altos jefes del Ejército Libertador y oidores de la Real
Audiencia de Lima. Había otro grupo dentro de aquella comitiva: El conde de San
Isidro y el marqués de Montemira, quien portaba la bandera peruana creada por San
Martín en Pisco en lugar del estandarte real. Las calles cercanas a la Plaza de Armas
estaban llenas. Se estimó un aproximado de 16 mil personas quienes escucharon la
proclama de don José de San Martín, secundados por las tropas en formación. El
marqués de Montemira hizo entrega de la bandera peruana a San Martín y el
libertador la tomó, la mostró a la multitud y proclamó la frase que terminó por
reafirmar uno de los sus sucesos más importantes en la historia del Perú:
“EL PERÚ DESDE ESTE MOMENTO ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR
LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU
CAUSA QUE DIOS DEFIENDE”.
“¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA LA LIBERTAD!
¡VIVA LA INDEPENDENCIA!”
Las campanas repicaron mientras que los cañones disparaban sus salvas. Don José
de San Martín había proclamado la Independencia del Perú, declaró una patria
nueva, emancipada y libre. El aplauso estruendoso se apoderó de la Plaza de Armas
ante tan importante declaratoria. La ceremonia se repitió en otros tres lugares: la
plazuela de la Merced, el frontis del Convento de las Descalzas y la Plaza de la
Inquisición (hoy Plaza Bolívar o del Congreso).Según el historiador Jorge Basadre,
estas palabras simbolizaban un cambio histórico: había surgido el principio de “la
voluntad de los pueblos”. Finalmente se consolida la independencia gracias a las
tropas bolivarianas con la participación de montoneras peruanas que respondieron a
intereses de elites y grupos medios provinciales, y luego con el fracaso del proyecto
confederativo bolivariano, el Perú asumió el reto de vivir en una república.
La República Inicial
Luego de la batalla de Ayacucho el Perú quedó con total libertad de organizarse
políticamente. El problema era que los cambios sociales y económicos habían sido
pocos. Por ello fue que el orden liberal y republicano que propusieron muchos
políticos estaba divorciado de una realidad todavía muy arcaica y, ahora, caótica.
Durante los siguientes años la participación política quedó reducida a un pequeño
grupo de la población, es decir, a la élite civil y militar sin un proyecto nacional claro.
Por ello al interior del país surgieron tendencias regionalistas y por momentos
separatistas como en los departamentos de Cuzco y Arequipa. Allí, como en la mayor
parte del país, la presencia del estado era muy débil luego del desmantelamiento de
la administración virreinal. Surgió así la presencia del gamonal, es decir, el
terrateniente que sumó a la propiedad de la tierra el poder político en su localidad o
región. En este clima las instituciones no funcionaban o eran casi inexistentes, y la
falta de una clase dirigente hizo que los intereses de grupo, las lealtades regionales o
personales fueran la clave de la vida política. El poder terminó cayendo en manos de
los jefes militares vencedores de Ayacucho: los caudillos. Ellos representaron
intereses regionales de gamonales y comerciantes a los que concedían cargos públicos
y tierras. Eran la cabeza de una complicada pirámide de patrones y clientes. Las
figuras de Agustín Gamarra, Felipe Santiago Salaverry, Andrés de Santa Cruz o
Manuel Ignacio de Vivanco, claves en la política de estos años, corresponden a este
primer militarismo, tal como lo definió Basadre. El caudillismo se convirtió en una
empresa cuyo objetivo era la conquista del poder. El estado era el botín a repartirse.
Quizá el único proyecto importante surgido del caudillismo fue la idea de volver a
unir Perú y Bolivia en 1836: la Confederación Perú-boliviana, ideada por Santa Cruz.
Pero el mismo caudillismo, los intereses regionalistas y la intervención chilena la
hicieron fracasar en la batalla de Yungay (1839). De todos estos caudillos faltó un
dirigente excepcional, alguien capaz de imponer la autoridad de un gobierno central
y subordinar las regiones para evitar la anarquía. Entre 1821 y 1845, es decir en 24
años, se alternaron 53 gobiernos, se reunieron 10 congresos y se redactaron 6
constituciones. Hubo años, como en 1838, que gobernaron 7 presidentes casi al
mismo tiempo. Vemos entonces que la autoridad de estos caudillos no fue resultado
de un consenso ni tampoco pudo imponerse de forma estable. Cuando conquistaban
el poder concentraban su atención en satisfacer las demandas de sus allegados
políticos. Eran gobiernos de minorías para minorías. No pudieron integrar a la
sociedad retrasando el camino de convertir al Perú en un estado-nación.

LA ERA DEL GUANO (1845-1879)


A partir de 1845, con la llegada de Ramón Castilla a la presidencia, el Perú inició un
período de relativa calma política debido a que ahora los gobiernos gozaron de un
ingreso económico inesperado: el guano de las islas. La exportación de este famoso
fertilizante se hizo posible a la gran demanda de Norteamérica y Europa por elevar
su producción agrícola debido al crecimiento demográfico. Hasta el estallido de la
Guerra con Chile (1879) el Perú exportó entre 11 y 12 millones de toneladas de guano
que generaron una ganancia de 750 millones de dólares. De ellos el estado recibió
como propietario del recurso el 60%, es decir, una suma considerable para convertirse
a través de inversiones productivas en el principal agente del desarrollo nacional. Si
calculamos la importancia del guano en la economía de la época podríamos decir
que, cuando Castilla hizo el primer presupuesto para los años 1846-1847, la venta del
fertilizante representaba el 5% de los ingresos totales; años más tarde, entre 1869 y
1875, el guano generaba el 80% del presupuesto nacional. Con esta inusual bonanza,
luego de 20 años de anarquía y estancamiento, se podía recuperar el tiempo perdido:
atraer la inversión e iniciar una vasta política de obras públicas para modernizar al
país. El resultado final no fue tan alentador. El dinero generado por el guano fue
destinado a rubros casi improductivos: crecimiento de la burocracia, campañas
militares, abolición del tributo indígena y de la esclavitud, pago de la deuda interna
y saneamiento de la deuda externa. Solo la construcción de los ferrocarriles y algunas
inversiones en la agricultura costeña (caña de azúcar y algodón para la exportación)
escaparon a este desperdicio financiero. Hacia 1870 las reservas del guano se habían
prácticamente agotado y el Perú no estaba preparado para este colapso, cargado
como estaba con la deuda externa más grande de América Latina (37 millones de
libras esterlinas). Fue entonces que el país pasó, como tantas veces en su historia, de
millonario a mendigo, sin nada que exhibir en términos de un progreso económico.
El Perú no había podido convertirse en un país moderno con instituciones civiles
sólidas. La razón de este fracaso ha sido explicada por la falta de una clase dirigente.
Tanto los militares como los civiles surgidos bajo esta bonanza no pudieron elaborar
un proyecto nacional coherente. Dirigieron su mirada hacia el extranjero, apostaron
por el libre comercio y compraron todo lo que venía de Europa arruinando la escasa
producción o “industria” local. Con muy pocas excepciones se convirtieron en un
grupo rentista sin vocación por la industria. En especial los civiles no habrían podido
convertirse en una “burguesía” decidida, progresista o dirigente. Aunque, como ya
hemos mencionado, hubo al interior de esta élite gente que, como Manuel Pardo,
imaginaron un desarrollo alternativo para el país. Pardo fundó el Partido Civil y en
1872 se convirtió en el primer presidente que no vestía uniforme militar. Su programa
insistía en la necesidad de institucionalizar el país, fomentar la educación y construir
obras públicas. Ya en el poder poco es lo que pudo hacer: el país se encontraba
ahogado en su crisis debido al derroche de los años anteriores. Lima y la costa se
beneficiaron de la bonanza guanera. El resto del país, esto es, los grupos populares y
las provincias del interior, vivieron al margen de esta “prosperidad falaz”
continuando en un mundo arcaico, especialmente la población andina. En 1879,
quebrado y dividido, el Perú tenía pocas posibilidades de salir airoso en la Guerra
del Pacífico.

Gobierno de Ramón castilla


El primer gobierno de Castilla es considerado un hito fundacional en la historia de la
política peruana, ya que establecer una particular política de alianzas con liberales y
conservadores le permitió controlar las tensiones entre las facciones en las que se
había dividido el país desde la independencia. El gobierno de Castilla se caracterizó
por ser centralista y personalista, estilo que determinó la formación de la cultura
política peruana. La bonanza del guano permitió crear las bases económicas de la
institucionalidad del gobierno de Castilla. El modelo exportador del guano, en el que
el estado peruano ejerció el monopolio de su principal recurso natural, posibilitó
cierta autonomía estatal frente a los grupos económicos, si bien es cierto que la red
de vínculos entre el Estado y la sociedad civil no fue uno de los objetivos que se
impuso la administración de Castilla. Esto evitó que también se fomentaran las
alianzas mutuamente favorables entre los poderes locales y el poder central. La
política de Castilla estuvo sustentada por el discurso autoritario de Bartolomé
Herrera, que subraya el respeto a la autoridad y la necesidad de unidad nacional. El
amor a la Patria fue utilizado como concepto cohesionador. El discurso herreriano
le permitió a Castilla neutralizar o eliminar a sus enemigos políticos. Durante sus
gobiernos se estableció el primer presupuesto de la nación, se abolió la esclavitud y
la contribución de indígenas, se dio la primera reforma educativa, se fundó el Archivo
General de la Nación y se instaló el alumbrado a gas en Lima. Los presupuestos de
su primer gobierno le dieron prioridad al pago de militares y burócratas civiles y la
construcción de obras públicas.
Escenario electoral de 1851 en el gobierno de Castilla
Al culminar el primer gobierno de Castilla, este asumió un papel arbitral, apoyando
la candidatura del general José Rufino Echenique a la presidencia de la república. En
la campaña presidencial de 1851, los participantes Domingo Elias, Miguel San
Roman, Jose Rufino Echenique y Manuel Ignacio de Vivanco montaron sus
respectivas maquinarias políticas. Castilla, luego de medir fuerzas, inclinó la balanza
hacia su candidato.
La paz castillista amenzada
El descontento popular producido por las supuestas adulteraciones y los falsos
reclamos de la deuda interna, propiciaron rebeliones para destituir a Echenique. En
1854, la guerra civil, a la que Castilla se incorporó, puso en peligro la precaria
estabilidad política. A pesar de que Castilla logró asumir, entre 1855 y 1862, el
control político del país, apoyando en 1861 al general Miguel San Román como
sucesor, no pudo reprimir las facciones que emergieron en el proceso electoral de
1851 y que se exacerbaron en las revoluciones de 1854 y 1856; menos aún, detener
los síntomas de la crisis de las finanzas públicas. La Convensión (1855 – 1856) que
ratificó a Castilla en el poder terminó siendo su principal opositora. Su marcado
carácter liberal se enfrentó a la tendencia conservadora y autoritaria de Castilla. La
Constitución liberal de 1856 fue aceptada por Castilla con muchas reservas. En 1857
fue disuelta la Convención. Para 1860 se convocó a un nuevo congreso, el que aprobó
finalmente una nueva Constitución moderada, lo que tuvo vigencia hasta 1920. En
1862 fue elegido presidente el general Miguel San Román, apoyado por los liberales.
Hubo un paréntesis de paz matizado con el retorno de exiliados. San Román duró
poco en el gobierno, enfermó y falleció en los primeros meses de 1863. Ante la
ausencia de los dos vicepresidentes, Castilla asumió el poder, pasándolo luego al
segundo vicepresidente, el general Pedro Diez Canseco, quien entregó finalmente al
primer vicepresidente, el general Antonio Pezet.
Abolición de la esclavitud
Los esclavos en el Perú lograron la libertad en 1854, cuando el presidente Ramón
Castilla firmó un decreto que abolía la esclavitud. Pero la intención de acabar con la
esclavitud había estado presente desde la independencia, cuando San Martín decreto
la libertad de los hijos de los esclavos nacidos en el Perú a partir del 28 de julio de
1821. Esta declaración fue conocida como la libertad de vientres sin embargo, una
serie de intereses particulares impidieron acabar con la esclavitud en la práctica. Solo
lograron su libertad aquellos esclavos que se enrolaron al ejército patriota y
permanecieron en él un año después de la batalla de Ayacucho. El resto tuvo que
esperar 21 años más para conseguir su libertad.

LA GUERRA DEL PACÍFICO (1879-1883)


El 5 de abril de 1879 Chile declaró la guerra al Perú e inmediatamente bloqueó el
puerto salitrero de Iquique. Así empezaba la llamada Guerra del Pacífico, una
contienda larga, sangrienta y agobiante. En 1873 se había preparado en descenlace
definitivo cuando el Perú firmó un tratado secreto de alianza con Bolivia, documento
que fue el pretexto para que el Perú ingresara al lado de este país, en el conflicto
contra Chile. Quizás la guerra estaba perdida desde que el Perú quedó en franca
desventaja militar frente a Chile cuando en 1874 el presidente Manuel Pardo, por
medidas de austeridad debido a la crisis económica, autorizó la reducción de los
efectivos del ejército y la marina, y no llevó adelante la construcción de un par de
buques blindados contratados por su antecesor José Balta. Pero la derrota no sólo se
debió a la débil condición militar sino también, como lo escribió alguna vez Jorge
Basadre, al desorden político, a la falta de integración social y al despilfarro
económico del siglo XIX que convirtieron tan vulnerable a un país con grandes
posibilidades de desarrollo. Las causas del conflicto armado entre Perú, Bolivia y
Chile fueron básicamente económicas: el control del salitre. Se trataba de un nitrato
que se exportaba como fertilizante y como insumo para explosivos. De un lado
estuvo Chile intentando apoderarse del rico territorio salitrero en el desierto de
Atacama que en el derecho internacional no le pertenecía; y del otro, Perú y Bolivia,
intentando, dramáticamente, de defenderlo. Pero esta situación no fue
circunstancial. El control territorial del Atacama estuvo, desde los inicios de la
explotación salitrera, en manos de empresarios chilenos y capitales británicos. La
distancia geográfica, la anarquía política y la endémica crisis económica hicieron que
el control peruano y boliviano sobre su riqueza salitrera fuese poco efectiva o incluso
inexistente en el caso de Bolivia.
Iniciado formalmente el conflicto el Perú tuvo su primer revés en el mar. En los
combates de Iquique y Angamos se perdieron a los dos únicos acorazados que
teníamos para defender 4.800 kilómetros de litoral: la fragata Independencia y el
monitor Huáscar. También perdimos a Miguel Grau, el máximo héroe nacional. Una
vez controladas las rutas marinas las fuerzas chilenas se apoderaron de las provincias
del sur, incluyendo Tarapacá, muy rica en salitre. A pesar de estar política y
militarmente arruinado el Perú se negó a capitular. Por ello un potente ejército de 3
mil hombres al mando de Patricio Lynch fue enviado a invadir la costa norte para
“castigar” y someter a la población saqueando las plantaciones de caña de azúcar
privando al Perú del único recurso económico que le quedaba para continuar la
guerra. Aun así los peruanos continuaron el combate y luego de las batallas de San
Juan y Miraflores 25 mil chilenos ocuparon Lima, pero la encontraron sin gobierno
alguno con el que negociar la rendición. Nicolás de Piérola, quien había asumido
poderes dictatoriales tras el polémico viaje de Mariano I. Prado a Europa, se retiró a
la sierra (Ayacucho) para continuar su gobierno y resistir al invasor. El país no lo
apoyó y, en Lima, una asamblea de notables eligió presidente al civil Francisco
García Calderón. Éste se negó a firmar la paz con Chile con entrega de territorios.
García Calderón, como muchos otros líderes políticos, terminó cautivo en Chile. En
la sierra central Andrés A. Cáceres inició una feroz resistencia comandando tropas
campesinas en la célebre Campaña de la Breña. Tras algunas victorias terminó
derrotado en Huamachuco. Por su lado Miguel Iglesias, luego de su triunfo en San
Pablo, pidió al país desde Montán (Cajamarca) firmar la paz con Chile bajo cualquier
condición. Ya proclamado presidente, Iglesias firma con el enemigo en Tratado de
Ancón (1883) donde se cedía definitivamente Tarapacá y se entregaba, por espacio
de 10 años, las provincias de Tacna y Arica. Un plebiscito, que nunca se realizó,
debía decidir el futuro de ambas. Las tropas chilenas recién dejarían nuestro territorio
en 1884.

LA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL (1883-1895)


La guerra terminó completando la destrucción que se había iniciado con la crisis
económica de la década de 1870. En 1879 el sistema bancario peruano estaba
quebrado y la agricultura, la minería y el comercio apenas sobrevivían. Las tropas
chilenas arruinaron la economía, pusieron en evidencia la fragilidad del sistema
político peruano, reverdecieron los antiguos conflictos internos y privaron al país de
la vital riqueza salitrera. Luego de firmada la paz había que reconstruir el Perú desde
los escombros. Siguiendo a Basadre, este período se inicia con el segundo militarismo
pues los militares vuelven a ocupar dominar la política, ahora en un momento
dramático. Estos caudillos son los vencidos, pero son los únicos que tienen la fuerza
suficiente para tomar el poder ante la situación tan vulnerable en que quedó el resto
de la población por el desastre ante Chile. El país seguía dividido. Los "hombres de
Montán", secundaban a Iglesias, y "los de kepí rojo" al héroe de la Breña, el general
Cáceres. Ambos bandos eran irreconciliables. El problema había surgido por las
condiciones estipuladas en el Tratado de Ancón. Este militarismo comprende los
gobiernos de Iglesias (1883-86), Cáceres (1886-90) y Remigio Morales Bermúdez
(1890-94). Llega a su fin en 1895 cuando los civiles, ya reorganizados y cansados del
militarismo, expulsan del poder a Cáceres que lo ocupaba ilegalmente por segunda
vez. Ese año, tras una sangrienta guerra civil que culminó en las calles del centro de
Lima, Nicolás de Piérola asume la presidencia. En este difícil período el Perú tenía
que recuperarse de la terrible derrota moral y material. Si antes de 1879 el país estaba
ya quebrado imaginemos ahora la situación. Había que empezar de la nada. Los años
dorados y “felices” del guano habían pasado, era necesario replantear el modelo
económico y llevar un manejo del poco dinero disponible con criterios más austeros.
Pero un nuevo modelo no podía iniciarse sin resolver el espinoso problema de la
deuda externa que ascendía, con los intereses acumulados, a 51 millones de libras
esterlinas. Cáceres tuvo que hacerle frente y lo “solucionó” al firmar con los
acreedores el polémico Contrato Grace, en 1889. Recién desde ese momento se pudo
dar el marco adecuado para fomentar la inversión, tanto nativa como extranjera.
Afortunadamente a partir de la década de 1890 el mercado mundial estuvo del lado
peruano. Los precios de algunos de nuestros principales recursos naturales de
exportación subieron: azúcar, algodón, cobre y caucho. Con su venta se inició la
recuperación nacional, especialmente de los empresarios privados y de la clase
política. De esta manera el militarismo llegaba a su fin y Piérola inauguraba una
época de gran expectativa nacional: el gobierno de las instituciones y no el de los
caudillos. La explotación del caucho significó el auge de Iquitos. La demanda de las
industrias de automóviles europea y norteamericana impulsó la extracción de este
recurso natural que trajo importantes beneficios al tesoro público entre 1882 y 1912.
Para los aborígenes selváticos representó la quiebra de su mundo material y mental.
La explotación también representó un paso en la ocupación, bajo criterios
nacionales, del espacio amazónico. En este sentido, se exploró la Amazonía
iniciándose importantes estudios geográficos. Pero como toda industria extractiva no
consideraba útil la conservación de la ecología ni la del árbol productor del jebe, pues
se pensaba que el recurso era inagotable (como antes parecía serlo el guano).
En 1884 se exportaron 540,529 kilos mientras que, entre 1900 y 1905, salieron por el
puerto de Iquitos más de 2 millones de kilos de caucho por año. A partir de ese
momento, le salieron competidores de otras partes del mundo. Exploradores
británicos habían exportado árboles caucheros de la India, y en Ceylán se
desarrollaron extensas plantaciones. El boom del caucho llegaba a su fin. Por último,
la intensa actividad privada empezó a transformar el país. La agricultura de la costa
se modernizó, en Lima surgieron las primeras fábricas y se recuperó el sistema
bancario. El Banco Italiano (hoy Banco de Crédito), el Banco del Perú y Londres y
el Banco Popular son fundados por estos años. Aparecen los primeros obreros y se
forma una pequeña clase media. El Perú mostraba entrar con paso seguro al nuevo
siglo.

EL ONCENIO DE LEGUÍA (1919-1930)


La hora final de la República Aristocrática no tardó en llegar. Augusto B. Leguía
encabezó un golpe de estado argumentando que Pardo y el civilismo trataban de
desconocer su victoria en las elecciones de 1919. Era Leguía un hombre
esencialmente práctico, no un doctrinario, con mentalidad empresarial para hacer
política, con tendencia al autoritarismo y que supo aprovechar el desgaste de los
viejos partidos políticos. Su preocupación central era irrigar la costa, construir
caminos y urbanizar, en ese orden. Ya en el poder ese proyecto se llamaría la Patria
Nueva. Leguía se presentó ante el país como el gran enviado capaz de resolver todos
sus problemas. Orientó su acción hacia la clase media y, ante la crisis del marco
institucional, aprovechó el momento para justificar su poder por medio del éxito
material (construcción de grandes obras públicas). Este ímpetu desarrollista, alentado
por una población en crecimiento con otras necesidades y apetencias, dio origen a
nuevas dependencias estatales. Empezó a esbozarse la idea del estado benefactor y
ello se tradujo en el crecimiento de la administración pública. Así se inauguraba, para
bien o para mal, el rostro del Perú contemporáneo. A lo largo de estos once años
Leguía se perpetuó en el sillón presidencial por medio de la reelección. Sin embargo,
pueden distinguirse dos etapas en su autoritarismo: antes y después de 1923. Al
inicio, Leguía mantuvo una posición de fuerza y persecución frente al civilismo y
adoptó un paquete de medidas que pretendían modernizar el estado y convertirlo en
una institución más democrática. Tarea imposible ya que al interior el país, por
ejemplo, se mantuvo casi intacto el poder de los terratenientes. Luego, mediante un
control más costoso de los mecanismos de poder y recurriendo al personalismo,
desarrolla la otra fase de se gobierno para profundizar su proyecto: endeuda
peligrosamente al país para financiar sus obras públicas. Ellas fueron la esencia de la
Patria Nueva. El capital norteamericano y la iniciativa privada le delinearon un perfil
nuevo al país. Ningún gobierno hasta entonces había emprendido una política tan
vasta de obras públicas. La industria del cemento tuvo un rápido crecimiento: en
1925 produjo casi 12 mil toneladas y 50 mil en 1927. Lima gozó de una de sus
mayores transformaciones. Al margen de las donaciones por las celebraciones del
Centenario de la Independencia (Museo Italiano o monumento a Manco Cápac), se
inauguró la Plaza San Martín, se abrieron avenidas como Leguía (hoy Arequipa),
Progreso (hoy Venezuela), La Unión (hoy Argentina), Nicolás de Piérola y Brasil; se
construyeron el Ministerio de Fomento, el Palacio Arzobispal y se rediseñó el Palacio
de Gobierno; se iniciaron los edificios del Congreso y del Palacio de Justicia. Se
fundaron barrios como el de Santa Beatriz, San Isidro y San Miguel. Se construyó la
Atarjea para brindar de agua potable a Lima y en otras ciudades se instalaron
sistemas de alcantarillado: un total de 992 mil metros de tuberías de agua y desagüe.
Se construyeron 18 mil kilómetros de carreteras gracias a la injusta Ley de
Conscripción Vial que estipuló la obligatoriedad de 10 días de trabajo estas obras.
Esta fiebre por la construcción de carreteras hizo que el trazo de muchas de ellas no
tuviera ningún sentido. Fue el caso de un camino que se inició en Huancayo sin que
se supiera dónde debía llegar. También se inició el Terminal Marítimo del Callao, se
abrió la Escuela de Aviación de Las Palmas, se compraron los primeros submarinos
y se profesionalizó a la policía. Finalmente, se inició el proyecto de irrigación de
Olmos y otros se dejaron listos en Cañete y Piura. El declive del autoritarismo
apareció en 1928 con la caída de las exportaciones (cobre, lanas, algodón y azúcar)
y, con la crisis económica mundial de 1929, descendió aún más el favor de la opinión
pública. Por su lado, el malestar del ejército aumentó debido a los polémicos arreglos
fronterizos con Colombia (entrega del Trapecio Amazónico) y Chile (pérdida de
Arica). La corrupción al interior del régimen abonaba el descontento. Ante las
elecciones de 1929 Leguía se presentaba sin oposición organizada. Finalmente, el
repudio al “tirano” va a ser interpretado en la revolución desatada en Arequipa
(1930) por el comandante Luis M. Sánchez Cerro.

CONCLUSIONES

Al término de este trabajo de investigación, he llegado a las siguientes conclusiones:


Se puede decir, que entre el 2,000 y 1,500 a. c. aparecen en el desarrollo cultural
andino las llamadas Altas Culturas, en las cuales la Cultura Caral y Chavín marcan
el inicio de lo que los arqueólogos llaman el Formativo o Primer Horizonte
Temprano. Este proceso no se desarrolló por igual en todos los pueblos del área
andina.
La ciudad de Caral, perteneciente al período Arcaico Tardío (5000-3500)años
antes del presente), es uno de los exponentes más destacados para el conocimiento
del proceso civilizatorio del desarrollo urbano y de la formación del estado en el Perú.
Los feligreses de Caral que habitaban el territorio en forma nucleada y sedentaria,
basaron su economía en la producción agrícola, complementada con la extracción
de peces, moluscos marinos y los recursos del monte ribereño, de los pantanos y las
lomas.
El Virreinato del Perú, fue una entidad política-administrativa, establecida por
España en el año 1542, cuando se encontraban en el período colonial de dominio de
toda América, y llegó a estar al mando de los territorios de los países ya nombrados
más arriba.
Se trató de una época en la que Europa tenía el control absoluto de toda América,
y por tanto, los conquistadores europeos dominaban completamente al territorio
americano, y a aquellos que habitaban estas tierras antes de su llegada, quienes
fueron totalmente sometidos a una cultura demasiado avanzada como desconocida,
y debieron tratar de adaptarse a la misma, y desde allí, formar un nuevo tipo de
cultura, que sería aquella que hoy caracteriza a los habitantes de todo el Continente
Americano.
Bibliografía

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