PROYECTO DE LEY

Artículo 1°.- Catalógase con nivel de Protección Estructural en los términos establecidos
por la Sección 10 “Protección Patrimonial” del Código de Planeamiento Urbano de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires el inmueble ubicado en la calle Teniente General
Juan Domingo Perón 1242, Sección 5, Manzana 44, Parcela 12.

Art. 2°.- Incorpórese el inmueble citado en el artículo 1° al Listado de Inmuebles

Catalogados correspondiente al Artículo 10.3 “Catalogación” del Código de
Planeamiento Urbano de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires.

Art. 3°.- Asiéntese en la Documentación Catastral correspondiente la catalogación

establecida en el artículo 1°.

Art. 4°.- Publíquese y cúmplase con lo dispuesto en los artículos 89º y 90º de la
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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FUNDAMENTOS

Señora Presidenta:

El presente proyecto de ley propone la catalogación del inmueble

situado en la Sección 5, Manzana 44, Parcela 12, a la altura 1242 de la calle Teniente
General Juan Domingo Perón en virtud de sus características históricas y
arquitectónicas.

Orígenes de la Masonería. La Masonería, también conocida como

Francmasonería, que viene del francés franc (libre) y maçon (albañil), es decir, albañil
libre, encuentra su origen en el mito de Hiram, quién lideró la comunidad de albañiles
que en el siglo X a.C. construyó el templo de Salomón. Más adelante, en la Edad Media,
la masonería se expresó a través de los gremios de constructores que levantaron
catedrales por gran parte del territorio europeo. A esta etapa se la llama masonería
operativa. Sin embargo, la masonería que existe hasta nuestros días surgió oficialmente
en Inglaterra, en el año 1917, dando comienzo a lo que se conoce como Masonería
especulativa. La principal diferencia entre la era operativa y la especulativa es que en
ésta quienes integraban la logias ya no eran constructores, sino personas ajenas al rubro
y miembros de la alta sociedad. Fue así como los constructores fueron dejando espacio
en las logias a quienes se interesaban en los secretos de la construcción, pero ya no para
aplicarlos a los edificios, sino para la construcción moral del hombre. De ahí la
denominación de masonería especulativa, que encuentra en la simbología un elemento
de enseñanza y perfeccionamiento humano.

La Masonería en Argentina. La historiografía masónica sostiene que

el papel que la Masonería ha ejercido en nuestro país se remonta hasta la época anterior
a la independencia de España y destaca el papel desempeñado por la Logia Lautaro,
asumiendo que fue una Logia operativa. Si bien los masones destacan el papel de las
logias en el proceso independentista, amplían su labor hasta el proceso de organización
nacional.

La sede de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones.

El 3 de marzo de 1872 se inauguró la actual sede de la Masonería Argentina. Los planos
del Templo Masónico de la calle Teniente General Perón 1242 estuvieron a cargo del
Ingeniero Carlos E. Pellegrini, masón de origen francés, llegado al Río de la Plata
durante la presidencia de Bernardino Rivadavia y padre de quien fuera presidente.
Debido a una enfermedad Pellegrini no pudo terminar la obra siendo el arquitecto
italiano Francisco Tamburini el encargado de la dirección de la misma.

El edificio se organiza en dos plantas y a partir de una columnata,

retirado de la línea municipal por un pequeño jardín. La fachada es cóncava, diseñada
así probablemente por su frente angosto, ya que al tener sus paredes frontales curvas da
una sensación de mayor amplitud. Existe la versión de que dicha curvatura representa la
bienvenida de los masones a quienes entran a su sede, simbolizando un abrazo fraternal.
Sus cuatro columnas sobre la fachada, con las dos centrales de grueso diámetro y gran
altura, jerarquizan y dan valor a la entrada. En torno a ellas se suceden las aberturas, en
arcos de medio punto.

Ingresando al edificio hay un amplio pasillo que desemboca en una

importante escalera. Apenas se ingresa, a la izquierda del pasillo se encuentra la

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biblioteca Joaquín V. González, y a la derecha el Salón República. El edificio cuenta con
nueve templos, cada uno de ellos construido en base a los mismos criterios simbólicos,
siendo el más importante el Gran Templo. En el primer piso, se encuentra el Gran
Templo, que es el más importante. Es destacable el techo, que se encuentra pintado
como si fuera el cielo, con el sol en un extremo - simbolizando la luz de la sabiduría- y
la luna en el otro - simbolizando la oscuridad de la ignorancia-. Sobre las dos columnas
que se encuentran a la entrada, hay un mural pintado por el artista Enrique Fabris, nacido
en Bologna en 1881 quien llegó a la Argentina en 1887, decoró el viejo Teatro Opera,
los primitivos edificios del Club del Progreso y del Jockey Club. También pintó la
Catedral de Montevideo y el Teatro Solís de esa misma ciudad. El mural, de estilo
renacentista, se titula "Energía Universal".

El inmueble posee un alto valor histórico- cultural por cuanto ha sido

escenario de reuniones protagonizadas por importantes personajes de la historia
argentina, tales como Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento, Carlos Pellegrini,
Alfredo Palacios e Hipólito Yrigoyen entre otros. Asimismo, de acuerdo al Código de
Planeamiento Urbano, la sede masónica reviste valor singular, en cuanto se trata de una
obra excéntrica por su diseño, en el sentido de que constituye una obra única, organizada
a partir de templos internos con reglas precisas de construcción, que da valor y prestigio
al barrio de San Nicolás.

Con la intención de conservar y resguardar el patrimonio común de

los ciudadanos y seguro de que el “Templo de la Gran Logia Argentina” constituye un
escenario histórico y un recurso no renovable de la Ciudad de Buenos Aires propongo la
catalogación de dicho inmueble.

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