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Marcos 3:27 “Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus
bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa“.
Sabemos que existe el Reino de Dios pero también existe el Reino del adversario, y
Dios nos ha dado las herramientas para vencerlo. El Señor Jesús le dijo a Pedro que le
daría las llaves de los cielos y le dio la autoridad de que todo lo que atare en la tierra
seria atado en los cielos, y todo lo que desatare en la tierra seria desatado en los cielos,
esto se encuentra en el libro de Mateo 16:19; hemos recibido palabra de autoridad en
nuestros labios que podemos usar como llave para abrir las puertas de los cielos a
nuestro favor y vencer al adversario.
“Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en
tu nombre. Y (Jesús) les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas
10:17-18).
La palabra de Dios nos enseña que el nombre de Jesús nos da la autoridad para atar
al hombre fuerte que ha querido dominarnos en nuestras vidas, a través de Jesús
podemos echar fuera demonios (Lucas 10:19), a través de Jesús podemos atarlos
quedando inoperantes, todo aquel que ha recibido a Jesús en su corazón y vive en
comunión con él tiene la autoridad para atar al adversario (Filipenses 2:9-11).
El arma favorita del enemigo para dominarnos ha sido la culpabilidad, pero está escrito
que el Señor Jesucristo anuló todo acta de decreto en nuestra contra en la cruz del
calvario, y despojo a las autoridades y potestades, y nos hizo totalmente libres de
opresión.
El apóstol Pablo llego a sentir culpabilidad, esto lo vemos cuando dijo: “miserable de mi
quien me podrá hacer libre de este cuerpo de muerte” pero luego dijo: no hay ahora
condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne
sino conforme al Espíritu. Esto está en Romanos 8:1.
Si entiendes esta palabra de Dios, desde hoy mismo te levantarás a atar al enemigo
para que no siga actuando en tu vida. No creas las mentiras del diablo que te dice que
no tienes autoridad, la tienes, todo las cosas malas que hiciste quedo en el pasado ya
fueron anuladas en la cruz, ya Dios no se acuerda de eso.
Y ahora ¿qué esperas para atar al hombre fuerte?, deja de vivir en opresión, ordénale
al enemigo que suelte tu vida, tus finanzas, tu familia, tu nación.
Mateo 12:29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear
sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
Marcos 3:27 Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus
bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa.
Lucas 11:21-22 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que
posee. 22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas
en que confiaba, y reparte el botín.
Marcos 3:27 (Ninguno) (puede entrar en la casa) (de un hombre fuerte) (y saquear sus
bienes), (si antes no le ata), (y entonces)(podrá saquear su casa).
Es fuerte. Es violento y hay una forma de hacerlo: Atando primero al que vigila esa
casa.
De aquí surgió la necesidad de definir cada proposición... cada palabra.
Hay que determinar a los sujetos activos del verso. Principalmente: el ninguno y el
hombre fuerte.
¿Quién es el Hombre Fuerte?: Ok. ¿Quién es este sujeto? ¿a quién se refiere Jesús?
Mateo 12:28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha
llegado a vosotros el reino de Dios.
29
Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus
bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
Marcos 3:27 Permítanme darles otra ilustración. ¿Quién tiene suficiente poder para
entrar en la casa de un hombre fuerte como Satanás y saquear sus bienes?
Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.
Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Santiago 4:4 Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo
de Dios.
Este versículo es parte de un pasaje bíblico en el cual Santiago su autor confronta
severamente lo que se llama mundanalidad.
Nos aterrorizamos ante la idea del adulterio en el matrimonio, pero ¿por qué no
reaccionamos igual cuando estamos traicionando a Dios con quien hemos sido
desposados?
En este sistema no hay lugar para Dios o para su Hijo Jesucristo. El entablar
amistad con este sistema es equivalente a declarar la guerra a Dios. ¿Por qué?
Pues porque sencillamente al alinearnos con el mundo estamos de la mano con el
sistema político, religioso, y social que llevó a su Hijo al Calvario. Fue el mundo
con sus pasiones y deseos que ni de lejos reconoció a Jesús como el Mesías.
¿Por qué la amistad del mundo, es enemistad contra Dios? Porque es el mundo
con su bien montada estructura que hoy por hoy está persiguiendo y rechazando
a la Iglesia de Cristo la cual es su cuerpo.
Tenemos que apartarnos de lo que nos aleja de Dios, amistades que nos rodean.