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Universidad Católica de Lovaina (U.C.L.), Unidad de Antropología y de Sociología. Traducción
de Jorge Francisco Mestre Acuña. (Pontificia Universidad Javeriana); Revisión: Oscar
Saldarriaga Vélez. (Pontificia Universidad Javeriana).
[Copia manuscrita para uso pedagógico. Citar la fuente]
1
de más de dos códigos. El hábito es tratar, gráficamente, las estructuras cruzadas de
dos códigos como sigue:
–sea el código Ai/Bi (ex: Ai= legítimo / Bi= ilegítimo) y el código Aj/Bj (ex:
Aj=espiritual / Bj=temporal), cruzados del modo siguiente:
Ai= Legítimo
|
[Ai-Aj] | [Ai-Bj]
|
Aj= Espiritual -------------------------------------------- Bj= Temporal
|
[Aj-Bi] | [Bj-Bj]
|
Bj= Ilegítimo
Los dos códigos concernidos distribuyen las calificaciones (Ai, Bi, Aj, Bj) que
definen y constituyen términos-objeto o “compuestos” constituidos cada vez por la
repartición diferente de estos códigos de calificación pertenecientes a cada uno de
los códigos cruzados: [Ai-Aj] ; [Ai-Bj] ; [Bj-Bi] ; [Bj-Bj]. Estos términos-objeto o
“compuestos” pueden tener un nombre que, de modo lógico, designa las parejas de
propiedades conjuntas. De este modo, el discurso de las iglesias evangélicas
fundamentalistas que buscan elogiar el antiguo gobierno militar de Chile
manifiestan:
[Ai-Aj]= Legítimo + Espiritual = Las Iglesias Fundamentalistas
[Ai-Bj]= Legítimo + Temporal = Gobierno de Pinochet
[Aj-Bi]= Ilegítimo + Espiritual = La Iglesia Católica
[Bj-Bi]= Ilegítimo + Temporal = Gobierno de Allende
Sea:
Ai= Legítimo
|
[Ai-Aj]= Iglesias Fundamentalistas | [Ai-Bj]= Gobierno de
Pinochet
|
Aj= Espiritual -------------------------------------------- Bj= Temporal
|
[Aj-Bi]= La Iglesia Católica | [Bi-Bj]= Gobierno de Allende
|
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Bi= Ilegítimo
Se concibe que para el tratamiento de más de dos códigos el tipo de grafo que
venimos de ver está por debajo de las necesidades técnicas. En dicho caso, la
descripción se ve beneficiada por el tratamiento a través de una matriz. Esta se
desarrolla matemáticamente según los principios siguientes:
– n, número de códigos cruzados;
– número de columnas = n, encabezando cada columna, según un orden
arbitrario, inscribiremos cada vez uno de los códigos concernidos;
– número de líneas = 2n
– división de columnas según el ritmo siguiente:
o primera columna: 2n/2, segunda columna: 2n/22, tercera: 2n/23, última
columna: 2n/2n
– por columna, según las divisiones, ubicar alternativamente el primer término
del código inscrito en el encabezado de la columna, y en seguida el segundo.
Ahora, probemos esto sobre los datos desarrollados más arriba en grafo:
– tenemos dos códigos, sea: n=2
– el número de columnas = n, sea 2; encabezando la primera columna, podemos
ubicar el código Ai= L (Legítimo) / Bi= I (Ilegítimo), y en la segunda el código
Aj= E (Espiritual) / Bj= T (Temporal)
– el número de líneas es 2n, sea 2x2= 4.
– la división por columnas es:
o primera: 2n/2= 22/2 = (2x2)/4 = 2
o segunda: última columna: 2n/2n= (2x2)/(2x2) = 1
– en la primera división de la primera columna ubicaremos el primer término
del código de su encabezado [Ai=L] y en su segunda división el segundo
término [Bi=I]; en la segunda y última columna, ubicaremos según las
divisiones, de forma alternativa, el primer término del encabezado [Aj=E] y el
segundo término [Bj=T], de lo cual obtenemos la matriz:
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Ai=L / Bi=I Aj=E / Bj=T “compuestos”=términos-objeto
Aj=E [Ai-Aj]= Iglesias Fundamentalistas
Ai=L
Bj=T [Ai-Bj]= Gobierno de Pinochet
Aj=E [Aj-Bi]= La Iglesia Católica
Bi=I
Bj=T [Bi-Bj]= Gobierno de Allende
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matriz –suponiendo una lectura de izquierda a derecha como cuando leemos un
texto– sería, por ende, ¡un error óptico!
Tomemos ahora tres códigos cruzados, cargados con lo siguiente:
Ai=I [interior] / Bi= E [exterior]
Aj=H [humanidad] / Bj=M [materialidad]
Al=V [valorización] / Bl=F [finalización]
De donde, según los principios expuestos e ilustrados, una matriz de n=3
columnas y de 2n=23 = 8 líneas, que se puede completar como sigue
Ai=I/Bi=E Aj=H/Bj=M Al=V/Bl=F “compuestos”
Al=V
Aj=H
Bl=F
Ai=I
Al=V
Bj=M
Bl=F
Al=V
Aj=H
Bl=F
Bi=E
Al=V
Bj=M
Bl=F
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El modo de descripción de las estructuras cruzadas quedando así establecido
–aunque faltaría comentar las implicaciones de este– nos dirigiremos ahora hacia el
objeto de la presente nota: las relaciones entre estructuras cruzadas y otros tipos de
estructura, sea la «teoría de las reducciones».
2. La estructura paralela como reducción extrema de la estructura
cruzada.
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cruce de códigos, la estructura paralela optimiza la linealidad de las disyunciones: la
segunda confirma y prolonga el movimiento de la primera. Los “compuestos” así
obtenidos son antitéticos. Podemos, pues, concluir que, de modo formal, la
estructura paralela es una sola de las posibles combinaciones ofrecidas por la
estructura cruzada, de la cual, todas las demás posibilidades fueron excluidas; o aún
más, la estructura paralela es la reducción extrema (máxima) de las posibilidades
teóricas ofrecidas por una estructura cruzada, de la cual, la combinación de códigos
es traída a la linealidad de los “compuestos” de dos términos antitéticos únicamente.
En el caso actualmente abordado –el de un juego de dos códigos– abordemos
más de cerca, cuales son las posibilidades teóricas excluidas por la estructura
paralela observada en el joven del cual tomamos el caso:
–Una primera exclusión porta sobre otra combinación paralela teóricamente posible
en las antípodas de la escogida (formulada), sea:
Escuela / Trabajo
| |
Autonomía / Dependencia
(Que esta exclusión resulte de una evidencia cultural totalmente específica se
concibe sin problema si evocamos que otros jóvenes pueden ser animados, por el
contrario, por la perspectiva según la cual valdría más prolongar tanto como sea
posible la escolaridad para, en especial, dilatar la entrada a “la galera del
productivismo”: «nunca se es tan libre a cuando se es estudiante»).
–Una segunda exclusión porta sobre las posiciones “mixtas” o “complejas” propias a
la estructura cruzada misma: una Escuela que puede ser o bien Dependiente, o bien
Autónoma, y un Trabajo que puede ser también el uno o el otro; o incluso, una
autonomía que puede encontrarse bien sea en la Escuela, bien sea en el Trabajo y
una dependencia que, a su vez, podría estar en ambos lados –lo que enuncia, en
estricto sentido, la misma cosa, así sea en un modo discursivo diferente–. (Véase, en
el grafo las combinaciones Ai-Aj, y Ai-Bj, y Bi-Aj y Bi-Bj).
(Aquí, una vez más, el aspecto construido culturalmente puede aparecer si
concebimos que, de modo efectivo, ciertos sujetos “juegan” con la semejanza de esas
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posibilidades complejas, mientras otros no ven el mundo más que en dos partes: una
“negra” y una “blanca”…).
Retomando las observaciones que venimos de hacer, constatamos que en
contravía de lo que postula la estructura cruzada, la estructura paralela a) suprime
los “compuestos” mixtos o complejos y por ende, optimiza la divisiones simples,
continuas y absolutas, b) opera, además, esta “reducción” por una elección parcial,
exclusiva de otras posibilidades de reducción en el mismo nivel pero que, irían en un
sentido radicalmente contrario. Así, pues, podemos definir aún mejor lo que es (y lo
que hace) una estructura paralela: la estructura paralela es y opera la reducción
extrema de las posibilidades teóricas ofrecidas por una estructura cruzada, trayendo
la combinación de los códigos a la estricta linealidad y los “compuestos” a dos
términos antitéticos solo según una orientación “parcial”.
Lo que precede, en evidencia, importa para la articulación de los resultados
de la descripción estructural con una teoría sociológica de los sistemas de sentido, de
sus condiciones de aparición y de sus modos de efecto, en particular, en la relación
entre condiciones sociales y modalidades de movilización psico-afectivas de los
sujetos. Con todo, nos centraremos aquí y en lo inmediato en continuar nuestro
análisis formal. Para completarla, sobre el punto que vamos, examinemos, pues, la
cuestión de la “reducción” en el caso de un juego de más de dos códigos. Con este
fin, tomemos un material donde los códigos, –ya evocados más arriba– para ilustrar
la estructura cruzada de tres códigos, han sido, de hecho, articulados en paralelo en
un discurso que busca producir la verosimilitud de los destinos respectivamente
inversos del “hombre” y de la “mujer”; sea el montaje siguiente:
Ai= I [Interior] / Bi= E [Exterior]
| |
Aj= H [Humanidad] / Bj= M [Materialidad]
| |
Al= V [Valorización] / Bl= F [Finalización]
| |
MUJER / HOMBRE
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(El material postula que la localización en el interior, la relación a la
humanidad y la acción valoralizadora “constituyen” (hacen) la mujer, mientras que
la práctica del exterior, el trabajo sobre la materialidad y la finalización de las cosas
“hacen” al hombre…)
Comparemos ahora, con vistas a analizar las “reducciones”, la posición de la
estructura paralela supra, en la matriz que daría el cruce de los tres códigos
concernidos:
Ai=I / Bi=E Aj=H / Bj=M Al= V / Bl= F Términos-objeto
Ai= I Aj= H Al= V 1. [Ai-Aj-Al]=I-H-V = MUJER
Bl= F 2. O a
Bj= M Al= V 3. O b
Bl= F 4. O c
Bi= E Aj= H Al= V 5. O c’
Bl= F 6. O b’
Bj= M Al= V 7. O a’
Bl= F 8. [Bi-Bj-Bl] = E-M-F= HOMBRE
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sólo hemos inscrito en el orden izquierda-derecha del orden arriba-abajo del grafo,
sino que también hemos puesto sistemáticamente todos los términos del lado
“izquierdo” del grafo (Ai, Aj, Al) a mano izquierda de la inscripción de los códigos y
los de la “derecha” a la derecha. De ahí deriva la representación del contenido de las
columnas, puesto que sabemos que el primer término de cada columna será puesto
en la primera división de la columna y el segundo en la siguiente. La composición de
las líneas de la matriz y el orden de sucesión del contenido de los “compuestos” se
encadenan automáticamente. Todos los efectos de orden podremos aun observar se
derivan del mismo hecho.
Recordaremos, del ejemplo pasado, que una estructura paralela de dos
códigos, excluyendo los “mixtos” o “complejos” propios a la estructuración cruzada,
excluye también una estructura paralela alternativa que le es opuesta en todos los
puntos, en el sentido que, en relación con un código tomado como punto de partida,
ella articula el contrario en el sentido “inverso”, sea:
En relación a Ai/Bi
| |
Aj/Bj … excluye: Ai/Bi
| |
Bj/Aj
(al tomar Aj/Bj como punto de partida para montar el otro código inverso
desembocamos en una tautología: Aj/Bj
| |
Bi/Ai
Esta combinación es la misma que ya fue descrita antes “en el otro sentido”).
En el caso presente, donde la estructura paralela comporta tres códigos, las
estructuraciones paralelas excluidas pueden tomar cada uno por punto de partida
para articular los otros en sentido inverso. Sin recaer en tautologías, podemos
recomponer tres estructuras paralelas alternativas excluidas para la escogida, sea:
En relación a la estructura paralela escogida como sigue:
Ai-Aj-Al = I-H-V
--------------------
Bi-Bj-Bl = E-M-F
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Partiendo de Al/Bl e invirtiendo los otros códigos a este respecto, la exclusión
de: 2.a: Ai-Aj-Bl = I-H-F
------------------------
7.a: Bi-Bj-Al = E-M-V
Partiendo de Aj/Bj e invirtiendo los otros códigos a este respecto, la exclusión
de: 3.b: Ai-Bj-Al = I-M-V
----------------------
6.b:Bi-Bj-Bl = E-H-F
Partiendo de Aj/Bj e invirtiendo los otros códigos a este respecto, la exclusión
de: 4.c: Ai-Bj-Bl = I-M-F
-------------------------
5.c: Bi-Aj-Al = E-H-V
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número total de estructuras paralelas articuladas: 2(n-1)= 2(2-1)=2
o también la mitad del número de líneas: 2n/2= 22/2 =2
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«Titulaires des sexes » es la expresión francesa que usa el autor. Se prefirió la traducción por género
para mayor claridad en español. (nota del traductor)
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Señor / Señora, Señorita
|
Aj=soltera / Bj=casada
| |
Señorita / Señora
Reubiquemos, en primer lugar, estas informaciones en un grafo de estructura
cruzada:
Ai=Hombre
Señor.
|
O | O
|
Aj=soltera(o) –-––––––––––––––––--–––––-Bj=casada(o)
|
Señorita | Señora
|
Bi=Mujer
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conjunto (Señor // Señorita/Señora), y luego, disociando –por la intervención del
segundo código– los dos términos de la dupla restante (Señorita/Señora). Sea la
secuencia siguiente:
Operación 1: Ai=hombre/Bi=mujer
Resultado 1: Señor / Señorita, Señora
Operación 2: Aj=soltera / Bj=casada
Resultado 2: Señorita / Señora
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relación con Señora y Señorita que comparten juntos el lugar de no-Señor –el “seno”
de las mujeres”– antes de disociarse entre ellas.
El modo constitutivo de la estructura en abanico implica, pues, una
secuencialidad lógica, un orden de intervención obligatorio entre los códigos
implicados: cada uno “juega” en un momento diferente, según cierto orden de
prioridad. Esto separa totalmente la estructura en abanico de la estructura cruzada
donde, por el contrario, observamos la simultaneidad, la a-secuencialidad o la
sincronía de la composición: los códigos concernidos intervienen en un mismo
momento lógico, sin prioridad de intervención entre ellos.
Es el modo constitutivo que venimos de describir el que hace que la estructura
en abanico de dos códigos no realice sino tres términos-objeto en cambio de los
cuatro teóricamente posibles en estructura cruzada. Y ya hemos notado que de los
tres términos-objeto realizados, solo dos son retomados en los “compuestos” de la
estructura cruzada (aquí abajo: Señora y Señorita), mientras que el tercero, que
reemplaza o “aplasta” los dos otros compuestos posibles
–O=[Ai-Aj]=[hombre-soltero] y O=[Ai-Bj]=[hombre-casado]– se reduce a un solo
término formado de una sola calificación ([Ai=hombre]= Señor):
Ai=Hombre
Señor.
|
O | O
|
Aj=soltera(o) –-––––––––––––––––--–––––-Bj=casada(o)
|
Señorita | Señora
|
Bi=Mujer
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3
antitéticos por “linearización” de las disyunciones– , la reducción operada por la
estructura en abanico aparece, según lo que precede, menos intensa o “media”: el
número de términos-objeto excede siempre la simple dualidad, algunos conservan su
carácter de mixto (Señora y Señorita comparten un rasgo común: Bi=mujer),
disyunciones de rango inferior son así trascendidas por conjunciones de rango
superior (Señora/Señorita se traslada a la unidad al nivel de [Señora,
Señorita]/Señor) y, en cambio, de prolongar linealmente las disyunciones, la
estructura en abanico compone, así, encajonamientos.
En este momento, podemos resumir que la estructura en abanico es y opera
una reducción “media” de las posibilidades teóricas ofrecidas por una estructura
cruzada, introduciendo en la combinación de códigos una secuencialidad que
excluye o reduce ciertos “compuestos” en beneficio del encajonamiento jerarquizado
de los que son retenidos.
En lo que sigue, podemos aún comparar, primero en gráfico y luego en matriz,
las reducciones respectivamente operadas por la estructura paralela y por la
estructura en abanico. Comencemos por los grafos:
Grafo de reducción de estructura paralela:
Ai= Escuela
|
Escuela-dependencia | O
|
Aj= Dependencia -------------------------------------------- Bj= Autonomía
|
O | trabajo-autonomía
|
Bi= Trabajo
Grafo de reducción de estructura en abanico:
Ai=Hombre
Señor.
|
O | O
|
Aj=soltera(o) –-––––––––––––––––--–––––-Bj=casada(o)
3
Para no traducir por un término que pueda alterar el sentido de esta palabra, se ha preferido
conservar y calcar el neologismo tal como aparece en el texto francés. (Nota del traductor).
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|
Señorita | Señora
|
Bi=Mujer
Al comparar los dos grafos supra, se ve bien como en estructura paralela son
dos compuestos antitéticos los elegidos –posiciones diagonales en el grafo– ,
mientras que en estructura en abanico son elegidos dos compuestos que, alrededor
de Bi=mujer, presentan un criterio de “mixtos” –posiciones horizontales en el grafo
(o verticales según la orientación)– al mismo tiempo que dos otros compuestos
posibles son anulados en beneficio de un solo término (Señor) teniendo una sola
calificación (Ai=hombre) que lo separa del conjunto de las mujeres en sus
variedades, posicionándolo así de alguna forma como vedette. Sigamos con las
matrices:
Matriz de reducción en paralelo:
Ai=E [Escuela]/Bi=T [Trabajo]
Aj=D [Dependencia] / Bj= A [Autonomía]
Ai=E / Bi=T Aj=D / Bj=A “compuestos”=términos-objeto
Aj=D [Ai-Aj]=Escuela-Dependencia
Ai=E
Bj=A O–
Aj=D O–
Bi=T
Bj=A [Bi-Bj]= Trabajo-Autonomía
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O–
Aj=S [Aj-Bi]= M+S = Señorita
Bi=M
Bj=C [Bi-Bj]= M+C = Señora
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implicaciones y retos sociológicos que representan los sistemas analizados–,
recurriremos ahora lo que aportan en este último nivel las proposiciones alternativas
de las militantes feministas que, bajo el argumento de que a los hombres solteros no
4
se les llama “señoritos” , reclaman la solución final donde «señora» sería
exclusivamente el contrario de «señor» (La Institución cultural, o.c., pp.76-77).
Traigamos primero a la matriz de estructuración la última proposición:
Ai=H [hombre] / Bi=M [mujer]
Aj=S [Soltero] / Bj=C [Casado]
Se ve que, en la matriz, esta vez los últimos “mixtos” que subsistían –[Aj-Bi]=
M+S = Señorita y [Bi-Bj]= M+C = Señora– son igualmente anulados. Señora deviene
así la antítesis simple de Señor, realizando, pues, la «igualdad estructural». Pero así
también, son todos los “compuestos” los que han sido anulados. En otras palabras,
no queda el más mínimo vestigio de estructura cruzada, incluso el código Aj=S/Bj=C
desaparece y todo queda reducido a un solo código disyuntivo –[Ai=H]->
4
Para mayor claridad un breve comentario sobre las palabras usadas en el análisis, dado que al cambiar
de lengua se pierde una información pertinente. En francés, estos apelativos están construidos por un
prefijo posesivo –«mi» en español– que gracias al uso son ahora palabras completas: mademoiselle está
hecha de las partes ma y demoiselle (esta segunda fracción es palabra en sí misma y es la que utilizan
para derivar el término que usan en su argumento las feministas) como ma-dame. Diríase mi-señorita o
doncella o mi-dama. En español, demoiselle y mademoiselle corresponderían a «señorita». Las
feministas arguyen, según el autor, que a los hombres no se les llama demoiseau, derivando así del
término femenino, el correspondiente a los hombres y no partiendo de la palabra propia monsieur
[mon-sieur]. El punto está en que no hay, en la palabra masculina, forma de derivar el « señorito » que
gracias al diminutivo, se puede construir en español.
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Señor/[Bi=M]->Señora, donde Señor es el nombre del macho y Señora el de la
hembra–, forma mínima de estructura donde la “reducción” es absoluta, incluso
perdiendo el desarrollo “paralelo” con otros códigos. Podemos decir, pues, que nos
encontramos frente a una “igualación estructural” por “aplanamiento” o “desde
abajo”.
Examinemos ahora las implicaciones estructurales de la argumentación por el
absurdo según las cuales no se le llama a un hombre soltero «señorito». Para este fin,
basta transportar al grafo las condiciones necesarias para el establecimiento de tal
denominación:
Ai=H [hombre] / Bi=M [mujer]
Aj=S [Soltero] / Bj=C [Casado]
Ai=H / Bi=M Aj=S / Bj=C “compuestos”=términos-objeto
Aj=S [Ai-Aj]=[H-S]= Señorito
Ai=H
Bj=C [Ai-Bj]=[H-C]= Señor
Aj=S [Bi-Aj]=[M-S]= Señorita
Bi=M
Bj=C [Bi-Bj]=[M-C]= Señora
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podría entonces ser conducido a implicar la operatividad verosímil de otros motivos,
implicando de manera subyacente otros imperativos de sentido, como por ejemplo,
que la «igualación» debe hacerse «levantando» la titularidad femenina al nivel de la
masculina en cambio de «degradar» la última a las condiciones de la primera, o aún
más, que se trata de unificar los elementos femeninos más allá de la diferenciación
que introducirían sus estados civiles en cambio de exigir que los elementos
masculinos se dividan por igual sobre esta base, etc.
Sea como sea, sobre este debate en cuanto a la denominación de los géneros,
venimos de ilustrar muy concretamente la continuidad de los diferentes tipos de
estructuras, el paso de una a otra haciéndolo –hacia “arriba” o más complejos, o
hacia “abajo” o más simple, lo más reducido– cada vez promediando algunas
latitudes o algunos problemas de más o de menos sobre un lienzo de referencia
teórica que permite el modelo más englobante, a saber, la matriz de la estructura
cruzada. Por otra parte y al mismo tiempo, la ilustración concreta que venimos de
seguir habrá sugerido también las demandas e implicaciones sociales que se yacen
detrás y que se juegan en las “expansiones” o “reducciones” estructurales que
podemos describir…
Regresemos, ahora, a nuestras exploraciones formales para reforzar la
comprensión de la diferencia estructural esencial entre las estructuras en abanico y
aquellas cruzadas, siguiendo el ejemplo en curso. Así, pues, cuando –respecto a la
estructura en abanico inicial Señor//Señora/Señorita– la proposición de introducir el
«Señorito» emerge, el observador neófito podría ser tentado de formalizarlo
Señor/Señorito//Señora/Señorita produciendo el grafo que sigue:
Ai=hombre / Bi=mujer
| |
Señor, Señorito / Señora, Señorita
| | | |
Aj=Soltero/Bj=Casado Aj=Soltera/Bj=Casada
| | | |
Señorito Señor Señorita Señora
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La ilusión aparecería como si tuviéramos entre manos una estructura en
abanico a desarrollo bidireccional, y sería reforzada por el hecho mismo de que el
desglose estructural de los términos-objeto aparece aquí del todo conforme al
material. Sin embargo, el error es perfecto en cuanto a la canonicidad de la
descripción puesto que ya hemos demostrado más arriba que la propiedad
constitutiva de una estructura en abanico es la secuencialidad obligatoria del orden
de intervención de los códigos que la forman: no se puede, sin ser inconforme al
material, representar una estructura tal comenzando por cualquiera de sus códigos.
Ahora bien, el grafo de más arriba puede ser invertido de arriba abajo conservando
su conformidad con el material. Así, pues:
Aj=Soltero / Bj=Casado
| |
Señorita, Señorito / Señor, Señora
| | | |
Ai=Hombre/Bi=Mujer Ai=Hombre/Bi=Mujer
| | | |
Señorito Señorita Señor Señora
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Bj=C [Ai-Bj]=[H-C]= Señor
Aj=S [Bi-Aj]=[M-S]= Señorita
Bi=M
Bj=C [Bi-Bj]=[M-C]= Señora
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Bj=C [Bi-Bj]= M+C = Señora
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Aj=S –O
Bi=M Bi=M=X
Bj=C
–O
X, Y y Z formarían así una titularidad según los géneros y el estado civil donde
X sería el título femenino universalmente válido para toda dama –propongamos
“Señora”–, Y sería el título de un hombre soltero –conocemos ya “Señorito”–, y donde
Z sería el título exclusivo de un hombre casado –dejémosle “Señor”. De esta
alternativa queda una estructura en abanico pero que, esta vez, pone en relieve la
universalidad de las mujeres y el fraccionamiento matrimonial de los hombres,
según el grafo:
Grafo de estructura en abanico alternativa (nivel secundario):
Ai=hombre / Bi=mujer
| |
Señor, Señorito / Señora
| |
Aj=Soltero/Bj=Casado
| |
Señorito / Señor
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Matriz de estructura en abanico alternativa (nivel primario):
Ai=H [hombre] / Bi=M [mujer]
Aj=S [Soltero] / Bj=C [Casado]
Código 2 Código 1
“compuestos”=términos-objeto
Aj=S / Bj=C Ai=H / Bi=M
Ai=H [Aj-Ai]=[H-S]= Y
Aj=S
Bi=M [Aj-Bi]=[M-S]= Z
(Ai=H) O–
Bj=C Bj=M=X
(Bi=M)
O–
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El neologismo resultante de la traducción es evidentemente pésimo e inevitable al mismo tiempo.
“Marion” es el término escogido por el autor tomando la raíz “mar-” –que completada con “-ié” o “-iée”
denotaría el género del sujeto– y le suma el sufijo neutro “-ion”. Este tipo de sufijo no existe como
variable posible en español, lengua en la cual la mayoría de palabras no-invariables (bébé o pájaro, por
ejemplo) tienen una delimitación de género binaria denotada por la acentuada dicotomía “a”/”o”. El
traductor se excusa de antemano por la insoslayable fealdad de la palabra propuesta. (Nota del
traductor).
6
Se ha conservado el procedimiento que sigue el autor aunque en español pueda parecer gratuito. Las
palabras soltero y soltera no pueden, al traducirse, connotar el sentido de los neologismos que propone
el autor utilizando sufijos que evidencien el género en una palabra que, en francés, es neutra. Soltero en
francés es invariable para ambos géneros (Célibataire) , que no es exactamente lo mismo que célibe. Se
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ve que, así como las “Señoras” y las “Señoritas” se dicen a veces debilitadas frente a
los “Señores”, puesto que al llamarlas así se manifiesta su estado civil (o su edad si
hubiéramos compuesto el edad de modo distinto), los “Solteros” y las “Solteras” son
aquí victimizados respecto de los “Casades” ya que, en esta sociedad ficticia donde la
titularidad de base evoca el estado civil, dirigirse a ellos de forma educada impondría
–y muy desigualmente respecto a los “Casades” que permanecen indiferentes en este
punto de vista– la revelación de sus géneros…
Aunque estemos bastante avanzados, en la materia al menos, en las
posibilidades teóricas culturalmente excluidas, aún resta otro abanico alternativo
igualmente excluido que es la variante secundaria de la variante primaria antes
presentada. En efecto si para el abanico inicial pudimos transferir la operación del
segundo código desde la esfera B del primero hacia su esfera A, podemos en el grafo
supra, hacer un movimiento similar transfiriendo esta vez la operación del segundo
código de la esfera A del primero a su esfera B. Esto constituye una alternativa
secundaria dentro de la alternativa primaria que venimos de describir. Veámoslo en
la matriz y el grafo a continuación:
Matriz de estructura en abanico alternativa
(Nivel secundario del nivel primario)
Ai=H [hombre] / Bi=M [mujer]
Aj=S [Soltero] / Bj=C [Casado]
Código 2 Código 1
“compuestos”=términos-objeto
Aj=S / Bj=C Ai=H / Bi=M
(Ai=H)
Aj=S [Aj=S]= X
(Bi=M)
Ai=H Bj+Ai=C+H=Y
Bj=C
Bi=M Bj+Bi=C+M=Z
ha agregado las dos últimas notas para ayudar a mantener el sentido general de la reflexión que busca
mostrar las posibilidades sociales de reflexión y propuesta que permite el juego empírico con las
herramientas del análisis estructural; en este caso creación de palabras o cambio de las costumbres de
la lengua desde el problema del género y el estado civil, de ahí la insistencia en el neologismo. (Nota del
traductor).
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Grafo de estructura en abanico alternativa
(nivel secundario del nivel primario):
Aj=Soltero / Bj=Casado
| |
X / Z,Y
| |
Ai=Hombre/Bi=Mujer
| |
Y / Z
X, Y y Z una vez más formarían una titularidad según los géneros y los estados
civiles donde el primer criterio es el estado civil pero donde X es, esta vez, un título
universalmente válido para todo soltero en independencia de su sexo –pongamos,
7
por ejemplo, “Soltere” –, Y sería entonces el título de una persona masculina casada
–Casado–, y Z sería entonces sería el título de una persona casada femenina –Casada.
Se nota ahora que “Soltere” es el título privilegiado en función del cual, para una
igualación “desde abajo”, las “Casadas” deberían emprender el combate de
emancipación que impondría el solo vocablo de “Casade” donde se unirían todas las
personas casadas, orgullosas de estarlo, en independencia de su género,
conquistando así la igualdad estructural respecto de los “Solteres” privilegiados hasta
entonces…
En apariencia, no hay más alternativas posibles en términos de abanicos de dos
códigos. Notemos ahora que la puesta en marcha de una estructura en abanico
determinada no es solo una reducción de las posibilidades teóricas ofrecidas por la
estructura cruzada: también es parcial al operar esta reducción, ya que son excluidos
otros abanicos posibles tanto al nivel primario como secundario. Venimos así de ver
también que en un juego de dos códigos –abanico elegido y abanicos excluidos en
conjunto– cuatro abanicos pueden ser teóricamente producidos: dos que se
diferencian al nivel primario por el orden secuencial de intervención de los códigos
7
Mismo sentido del neologismo anterior, « casade ». Se trataría de un término invariable para
los dos géneros. (Nota del traductor).
28
concernidos y dos otros que constituyen –respecto de cada uno de estos primeros–
variables secundarias a partir de la operación del segundo código bien sea sobre la
esfera A del primero, bien sea sobre su esfera B. Se puede visualizar y resumirse así:
Alternativa “secundaria”
Abanico Inicial
→ Transferencia horizontal de A hacia B.
Ai / Bi Ai / Bi
| |
Aj/Bj Aj/Bj
Aj / Bj Aj / Bj
| |
Ai/Bi Ai/Bi
29
horizontales por orden primario), por ende, dos formas de abanico; si se agrega un
tercer código, él podrá tener también dos posiciones en relación al segundo que ya
puede tener dos posiciones respecto del primero, así, 2x2=4 formas de abanico; con
un cuarto código de más, se multiplica el número de abanicos por 2, sea 4x2=8 o el
desarrollo 2x2x2=8; sea, según el número de códigos, los resultados 2, 22, 23, etc. La
fórmula general para un número cualquiera de códigos 2(n-1) que nos da, en efecto,
para dos códigos 2(2-1)=2, para tres códigos 2(3-1)=4, para cuatro 2(4-1)=8…
—Como a cada una de las alternativas primarias corresponden igual número de
formas secundarias, el número total de abanicos para n códigos es igual al número
de alternativas primarias por el de las secundarias, lo que da para dos códigos
[2primariasx2secundarias=4abanicos] como en nuestro ejemplo anterior; para tres códigos
[6primariasx4secundarias=24abanicos]; para cuatro códigos [24primariasx8secundarias=192abanicos] que
ventilan ya el calor del cálculo…
En lo inmediato, sin embargo, cerremos el último paso de nuestra exploración
de la “teoría de las reducciones” examinando su caso mínimo: la estructura cruzada
truncada por obligación cultural directa de una sola de sus posibilidades teóricas.
8
Campesino aquí se ha escogido para traducir el sustantivo ruraux que en español podría
equivaler a « rurales ». No obstante en la medida que su sentido no es exactamente el mismo,
pues, en español es más un adjetivo, se ha propuesto dicho término. (Nota del traductor).
9
Bourg es el término francés que describe un pueblo grande con características de ciudad
menor. Se podría describir como « pueblo grande » o « ciudad menor ». (Nota del traductor).
30
Tenemos pues,
–los códigos de calificación:
Ai=poblado/Bi=ciudad
Aj=interior/Bj=exterior
–y sus atribuciones como siguen:
“región”= [Ai-Aj]=P-I
“ciudad menor”= [Bi-Aj]=C-I
“aglomeración”= [Bi-Bj]= C-E
Notaremos ya que no tenemos que ver aquí con una estructura paralela, ya que
hay más de dos “compuestos” o términos-objeto en juego. Intentemos un análisis en
términos de estructura en abanico. Por ejemplo:
Ai=poblado / Bi=ciudad
| |
Región / Ciudad menor, Aglomeración
| |
Aj=interior / Bi=exterior
| |
Ciudad menor / Aglomeración
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decirlo la gráfica. Dejando provisoriamente el “¿?”, se observa también que el orden
de los códigos del grafo es perfectamente reversible sin, por tanto, suprimir sus
lagunas, como lo veremos para la Aglomeración, que sería esta vez parte y conjunto
al mismo tiempo:
Aj=interior / Bj=exterior
| |
Región, Ciudad menor / Aglomeración
| | |
Ai=poblado/Bi=ciudad Ai=poblado/Bi=ciudad
| | | |
Región / Ciudad menor ¿? / Aglomeración
Esta descripción es a la vez canónica y acorde al material, salvo que una de las
posibilidades teóricas de la estructura cruzada que aparece –[Ai-Bj]=P-E= O– no fue
realizada en el material. Por lo demás, tenemos tres “compuestos” o “mixtos” (y no
solamente dos, como en estructura en abanico, donde el tercero no parte más que de
una calificación y “aplasta” el lugar de otros dos compuestos). Esto termina de
confirmar que estamos aquí en estructura cruzada y no en abanico. Sin embargo, se
trata de una estructura cruzada truncada por una de sus posibilidades teóricas, sin
que por ello dé lugar a la desaparición del principio mismo de composición que hace
a la estructura cruzada, el cual es realizado plenamente –y no puede sino serlo en
función del material– para cada uno de los demás “compuestos” del grafo. Esto
parece diferenciar la reducción actual de todas aquellas examinadas antes, las cuales
32
se obtenían siempre al “degradar”, en un aspecto u otro, los principios constitutivos
de la estructura cruzada: en la reducción en abanico, de hecho, el cruce de dos
códigos se anulaba en parte, al uno de los términos ser compuesto solo por una
calificación; en la reducción en estructura paralela, el principio mismo de cruce se
anula a favor de una antitetización lineal. Aquí, el principio de cruce subsiste y es
puesto en marcha por completo para cada “compuesto”, excepto que uno de ellos no
es constituido en el material (i.e. en la percepción de los locutores) aún cuando la
estructura ahí activada le reserva efectivamente su lugar estructural. Veremos, pues,
en este ejemplo el nivel de reducción mínima de una estructura cruzada: un “simple
olvido” de una de las posibilidades teóricas asimismo llamada lógicamente por la
forma de combinación puesta en obra. Que ese “simple olvido” esté lejos de ser
culturalmente inocente –ni en su génesis, ni en sus efectos sociales– es claro, en
evidencia, cuando se nota, por ejemplo, que lo que los campesinos tradicionales
“obliteran” es la posibilidad de entidades morfológico-ecológicas similares a las suyas
(poblados) en una cultura distinta a la suya (exterior) y que, además, esta
obliteración ofrece a uno de los “compuestos” restantes el monopolio de la
mediación entre los dos otros (la “ciudad menor” es el elemento que cada vez, a una
calificación de distancia, hace de vínculo entre la región y la aglomeración que, por
lo demás, no tiene propiedad común alguna). El mismo fenómeno de “obliteración”
portante sobre un “jerarca-laico” en la Iglesia, aún cuando se considera el
“jerarca-clérigo”, la “base-laica” y la “base-clériga” es de la misma especie e implica
comentarios del mismo estilo (La Institución Cultural, o.c., …).
33
nuestra invocación según la liturgia de la trinidad: “Et hic tres unum sunt”, los tres
son uno.
En cuanto a las reducciones que “operan” los otros tipos de estructuras
relativas a las posibilidades teóricas de la estructura cruzada –reducciones de las
cuales hemos expuesto e ilustrado las modalidades detalladas más arriba– podemos
ahora retomarlas de modo sinóptico. Así, para un juego de dos códigos, del cual
sabemos que entrega 2n “compuestos” en estructura cruzada, los fenómenos de
reducción pueden representarse como sigue midiéndolos a partir de los
“compuestos” elegidos por contraposición a los excluidos en cada tipo de
estructuración:
Tabla de reducciones para un juego de dos códigos
Ai/Bi Aj/Bj Cruzada Trunc. Trunc. Trunc. Trunc. Ab. Ab. Ab. Ab. Par. Par.
Ai Aj X X X X X X X
Ai Bj X X X X X X X
Bi Bi X X X X X X X
Bj Bj X X X X X X X
# de
0 1 1 1 1 2 2 2 2 2 2
excluidos
En las dos primera columnas (Ai/Bi) (Aj/Bj) este tablero da los compuestos
posibles para el cruce de dos códigos (véase al principio de este texto el modo de
construcción de las matrices de estructura cruzada). La columna “cruzada” marca los
“compuestos” realizados por estructura cruzada (uno por cada línea de la matriz,
como lo sabemos, sea el número máximo de posibilidades). Las columnas “trunc”
indican los “compuestos” retenidos (X) y excluidos ( ) por diferentes realizaciones de
estructura cruzada truncada (para dos códigos cruzados, cuatro soluciones
diferentes de “truncado” son teóricamente posibles). Las columnas “ab” indican los
compuestos retenidos y excluidos por las diferentes estructuras en abanico
teóricamente posibles (hemos mostrado antes que su número se calcula
(2x1)x(2(2-1))=4). Las columnas “par” indican los compuestos retenidos por las
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estructuras en abanico teóricamente posibles (hemos mostrado antes que su número
se calcula 2(n-1)).
Podemos redibujar los grafos correspondientes a partir del tablero. Así, pues, se
lee en el tablero que la estructura paralela mencionada en la última columna a la
derecha contiene lo compuestos [Ai-Bj], [Bi-Aj], sea el grafo:
Ai / Bi
| |
Bj / Aj
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Tabla de reducciones para un juego de tres códigos
ijl ilj jil jil lij lji
i j l a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a p p p p
Ai Aj Al X X X X X X X
Ai Aj Bl X X X X X X X
Ai Bj Al X X X X X X X
Ai Bj Bl X X X X X X X
Bi Aj Al X X X X X X X
Bi Aj Bl X X X X X X X
Bi Bj Al X X X X X X X
Bi Bj Bl X X X X X X X
# excl. 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6
36
→Aj (que tiene a Bj como su inverso) es el segundo pivote articulado al primer
rango en Ai.
Ai / Bi
|
Aj / Bj
Ai / Bi
|
Aj / Bj
|
Al / Bl
—Segunda columna: “compuestos elegidos”: [Ai, Bj, Al], [Ai, Bj, Bl]. Leamos a
partir del primero de los compuestos siguiendo los unos y luego los otros, los
términos que menciona y sus implicaciones:
→ Ai: el pivote es Ai (que implica a Bi como su inverso) → Ai/Bi
→Bj (que tiene a Aj como su inverso) es el segundo pivote articulado al primer
rango en Ai (lo cual nos conduce al mismo punto de partida del caso anterior con la
sola diferencia de que Bj es ahora el pivote).
Ai / Bi
|
Aj / Bj
→ Al (y su inverso Bl) se articula en Bj como tercer y último rango:
Ai / Bi
|
Aj / Bj
|
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Al / Bl
Ai / Bi
|
Aj / Bj
|
Al / Bl
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secuencial es ilj). Y así para cada línea según el orden secuencial que caracteriza el
cuarteto. Después, si se quieren retractar los abanicos concernientes, se procederá
exactamente como se expuso e ilustró antes.
Para volver a trazar las cuatro estructuras paralelas mencionadas en el tablero
de reducciones de un juego de tres códigos, se procederá exactamente como en el
caso del tablero de las reducciones de un juego de dos códigos. Así, por ejemplo, la
estructura paralela mencionada en la segunda columna “p” del tablero contiene or
un lado la línea de asociaciones [Ai, Aj, Bl] y del otro lado la “línea inversa”
[Bi-Bj-Al], sea el grafo siguiente:
Ai / Bi
| |
Aj / Bj
| |
Bl / Al
Anteriormente en nuestra exposición, hemos mostrado como el simple
tratamiento gráfico de los datos puede, si no se hace con precaución, conducir a
veces con bastante facilidad a errores o a ilusiones ópticas (por ejemplo, estructuras
cruzadas descritas erróneamente como abanicos). Sobre este punto, el tratamiento
en matriz puede aportar mayor seguridad en la descripción y eliminar ciertas
dificultades. La lectura apropiada de las matrices puede siempre partir de ellas para
llegar a grafos correctos si dicha forma de representación de los resultados fue la
deseada.
Además, como lo hemos visto a lo largo de toda nuestra exploración, el
tratamiento en matrices permite, directamente, las diferentes formas de
estructuración en su relación a una base lógica única. Esto permite, entre otras, en
un modo estandarizado, no solo la comparación de entre estructuras efectivamente
realizadas sino también entre estas y estructuras alternativas teóricamente
concebibles y no-realizadas, que devienen de alguna forma calculables. En la medida
que la significación y las implicaciones de una estructuración dada guardan relación
39
tanto con la forma que abarca como con las que excluye, esta última posibilidad
puede revelarse fecunda para cierto número de análisis concretos. Al mismo tiempo
constituye una contribución a la imaginación alternativa frente a las
estructuraciones observadas.
Asimismo, la posibilidad del tratamiento de datos de todo tipo de formas
estructurales según una matriz estándar y el desarrollo matemático de esta matriz al
tiempo que las variaciones que pueden observarse gracias a ella, permitirían augurar
para el futuro las posibilidades de apoyo logístico de base informática. No que
estemos contemplando el “analisis estructural automático de contenidos” sino más
bien que diversas funciones al apoyar la práctica de observación del analista podrían
conocer formas de soporte informático que acrecentaría, notablemente, la seguridad
y la velocidad. Así, podemos pensar, por ejemplo, en posibles programas interactivos
“instruidos” en los principios matriciales evocados antes que, mientras que el
observador del material pondría allí los dato que encuentra, adelantarían los
desarrollos estructurables posibles a partir de los indicios presentados, demandarían
observaciones o verificaciones complementarias para poder avanzar/acortar en la
identificación de las formas en vía de esborzarse, controlarían la coherencia de las
descripciones, etc. Y, en evidencia, con esta base, darían finalmente los grafos
finalmente identenficados así como sus implicaciones estructurales (cálculo de las
exclusiones y otras implicaciones de otros tipos de estructuras). Sobre la misma base,
podríamos pensar aún, por ejemplo, en funciones de archivo que, haciendo la
memoria de análisis o de etapas de análisis anteriores, podrían alrededor de diversos
criterios, dirigir recordatorios al analista, en particular frente a similitudes o
desemejanzas entre colecciones de resultados, estimulando, pues, el análisis
comparativo. Se podrían concebir aplicaciones que asimismo para el aprendizaje de
los procedimientos y los principios de análisis mismos. Consignación/control de los
resultados, anticipación de las consecuencias estructurales, guía de la práctica de la
observación, archivo de procedimientos anteriores, etc. Parecen así, con los usos
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didácticos posibilidades derivables de una sistematización más avanzada como la
sugerida por la base matricial que aquí exploramos.
Al mismo tiempo es verosímil que la continuación del trabajo en esta dirección
conduzca a aclaraciones conceptuales y a integraciones teóricas más avanzadas en
cuanto a los fenómenos estructurales mismos, beneficiando a su vez a la practica del
análisis.
Respecto de las diferentes perspectivas así evocadas, la presete recopilación de
notas, lo sabemos, constituye solamente la obertura a una primera exploración, lejos
de estar completa y ciertamente lacunaria donde puede faltar bastante por corregir a
completar o a encontrar lo que ya parece sabido. En materia de la teoría de las
reducciones, sobre la que aquí nos enfocábamos, concierne, sin duda, en particular
el análisis de las estructuras en abanico. Así, pues, podríamos completar diciendo
que el desarrollo de los abanicos tal como nosotros los hemos analizados antes,
implica, a diferentes niveles, “compuestos” truncados. Para darse cuenta basta
considerar el siguiente abanico de cuatro códigos:
Ai / Bi
Aj / Bj
Al / Bl
Am / Bm
Además de los compuestos completos que aparecen en la forma actual del
tablero de las reducciones – [Ai, Aj, Al, Am] [Ai, Aj, Al, Bm] observamos en efecto en
este grafo dos compuestos truncados a diferentes niveles : [Ai, Aj, Bl] y [Ai, Aj]
respecto de los cuales Bi está, en la misma lógica, el resultado de un truncado
máximo, es decir de un efecto de abanico nulo. Estos fenómenos podrían también
ser retomados en el tablero de las reducciones y ser analizados en su significado e
implicación. De modo que, no hemos tratado aún lo que podrían llamarse “abanicos
eclécticos”, por ejemplo de la forma que sigue:
Ai / Bi
Aj / Bj Al / Bl
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(este sería el caso por ejemplo de un material en que en el segundo grado del
abanico, haría la distribución de las partes cntradefinidas de Ai según un código
definidio (Aj/Bj) y las de Bi según otro (Al/Bl)).
Se concibe que tales formas podrían también analizarse en el marco que estamos
explorando y tomar lugar en el análisis comparado de las diferentes formas de
estructuración y sus implicaciones. Relativo a la última forma observada, aparece
también que en todo lo que precede solo tratamos un tipo de abanico: aquellos
donde todos los codigos se encadenan los unos a los otros en conjuntos y no algunos
del enramado derecho y otros del izquierdo. Por lo restante, si para el tipo de
abanico que hemos seguido hemos podido completar empíricamente las tablas de
reducciones, quedaría pendiente montar la fórmula para “llenar” –es decir la fórmula
de cálculo de los contenidos diferentes de las composiciones posibles– de la que la
regularidad de la tabla de los 3 códigos aparece claramente. A cada día, sin embargo,
su propia pena.
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