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Ventajas y alicientes
A pesar de la relativa atención dispensada a esta propuesta, frecuentemente desacreditada
erroneamente como un retorno al pasado, e incapaz de solucionar los problemas alimentarios de la
población, viene ganando terreno paulatinamente en paises tan diversos como Austria, Suiza,
Egipto, Japon, Francia e incluso EE.UU. Un documento de la FAO reproduce un completo
panorama sobre las perspectivas de esta actividad (9)
Aun con alicientes lucrativos de peso, ya que los consumidores estan dispuestos frente al riesgo de
inseguridad alimentaria a pagar hasta un 15 y 20% mas por estos productos, su expansión en gran
escala apunta tan improbable por el momento como la reedición contemporánea del triunfo de
David sobre Goliat.
Agricultura organica : perspectivas desde la FAO (9) (1999) La agricultura orgánica es sólo todavía una
pequeña rama de la actividad económica, pero está adquiriendo creciente importancia en el sector agrícola de
algunos países, independientemente de su estadio de desarrollo.
mayo de 2004
La agricultura es una de las industrias más grandes del mundo. En todo el mundo, hay más gente
involucrada de alguna manera en la agricultura que en todas las demás ocupaciones combinadas.
La agricultura también es la industria más grande del mundo. Los Estados Unidos es el país en el
que se producen más alimentos que en cualquier otra nación del mundo y es asimismo el país
exportador de productos agrícolas más importante del mundo. Según una encuesta de 2002 que
realizó el Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas del Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos (USDA), hay más de 941 millones de acres usados para actividades agrícolas en
los Estados Unidos, con un tamaño promedio de las granjas de aproximadamente 436 acres.
La agricultura en los Estados Unidos se está transformando en más productiva. En 1935 había 6,8
millones de granjas en los Estados Unidos y el agricultor medio producía suficiente cantidad de
alimento para dar de comer a 20 personas. En 2002, se calculó que la cantidad de granjas era de
2,16 millones y que un agricultor promedio producía suficiente cantidad de productos para
alimentar a más de 100 personas al año. Además de proporcionar un abundante suministro de
alimentos a los mercados domésticos, los cultivos de casi un tercio de la superficie agrícola de los
Estados Unidos se exportan a clientes extranjeros.
Los consumidores se han beneficiado con la capacidad de producción de alimentos de los Estados
Unidos. El porcentaje de los ingresos que los estadounidenses gastan en alimentos cayó 50%
desde principios del siglo veinte. Las estadísticas para el año 2000 muestran que los
estadounidenses están gastando 10,6 por ciento de sus ingresos en alimentos que consumen tanto
en el hogar como fuera de él. Esta cifra disminuyó significativamente con el paso de los años, ya
que en 1933 era de 25,3 por ciento, en 1950 20,5 por ciento y 15,1 por ciento en 1965.
Los consumidores en los Estados Unidos gastan menos de sus ingresos en alimentos que en otros
países. Las estadísticas internacionales provistas por el Servicio de Investigaciones Económicas
del Departamento de Agricultura sólo toman en cuenta el porcentaje de ingreso disponible que se
gasta en alimentos para el hogar. Aún así, existen enormes disparidades. El porcentaje de los
Estados Unidos es de 6,4% mientras que la cifra más baja que se registra en otra parte del mundo
pertenece al Reino Unido (10,2%), Canadá (10,4%), los Países Bajos (10,5%) y Nueva Zelanda
(10,9%). Los consumidores en el vecino país de México gastan casi un cuarto (24,0%) de sus
ingresos en alimentos para el hogar, mientras que los de la India (48,4%) y Filipinas (52,9%)
gastan casi la mitad. Los niveles de ingreso son muy inferiores en esos países, lo que explica por
qué se debe gastar un porcentaje mucho mayor en alimentos. Pese a todo, está claro que los
consumidores estadounidenses están obteniendo una oferta buena a nivel colectivo.
Pese a que muchos de los métodos básicos de la agricultura continúan siendo los mismos—arar,
plantar, cosechar, criar animales y comercializar la producción—las técnicas agrícolas han
cambiado dramáticamente en el transcurso de los años. De acuerdo con el Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la mano de obra representaba aproximadamente 40%
del valor de los recursos que se utilizaban en la agricultura en 1950; ya en 1993 había disminuido a
9,5%. Por el contrario, el uso de maquinarias y de productos químicos en la agricultura aumentó 5
veces, y pasó de 25% a 43% durante el mismo período. El uso de los fertilizantes aumentó cinco
veces desde 1950. El aumento de los costos asociados con la agricultura—la necesidad de contar
con más tierra, más equipos, semillas, fertilizantes, pesticidas y productos químicos—
incrementaron la necesidad de contar con préstamos de capital. Se estima que la deuda agrícola
equivalía en 1993 a aproximadamente 16% de los activos.
Muchos de estos cambios en las prácticas agrícolas han impulsado la productividad. La producción
por trabajador agrícola se duplicó entre 1810 y 1880, y se volvió a duplicar durante los primeros
años de la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1950, aumentó seis veces.
Prácticamente todo lo que comemos tiene su origen con la siembra de una semilla que crece y se
transforma en una planta que consumen los seres humanos, o en un cultivo que se usa para
alimentar al ganado. Por miles de años, la agricultura utilizaba las semillas que proporcionaba la
misma naturaleza, que no habían sido manipuladas por el hombre. Ya en la década del 50, la
ciencia agrícola había progresado tanto ,que las variedades de semillas eran mejoradas
sustancialmente para producir ciertas características especiales o para resistir ciertas condiciones
climáticas. En la actualidad, más de 600 compañías en Estados Unidos se ocupan de producir y
vender semillas, y sus ventas coordinadas superan los 1000 millones de dólares anuales.
La amplia y variada vida vegetal de América del Norte ha permitido a los investigadores desarrollar
muchos tipos de semillas. Por ejemplo, los agricultores estadounidenses plantan más de 200
variedades diferentes de trigo en un año cualquiera. Cada una de estas variedades ha sido
desarrollada para crecer bajo condiciones específicas—clima, tierra y temperatura ambiente—y
para cumplir con las exigencias de molienda y horneado.
Cuando se desarrolla una nueva variedad de semilla, se la debe someter a distintas evaluaciones
de pureza, germinación y calidad antes de que llegue al mercado.
A principios de siglo, el Congreso ratificó varias leyes para ayudar a los agricultores a impulsar la
productividad por medio de la aplicación de la ciencia y la tecnología. En 1914, la Ley Smith-Lever
proporcionó respaldo federal para que las instituciones que otorgaban tierras ofrecieran también
instrucción fuera de los límites de sus campus. Así se estableció el Sistema de Extensión
Cooperativa por el cual los agricultores locales obtenían información, educación y a menudo,
respaldo práctico, de los agentes y especialistas agrícolas del Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos (USDA) y de las universidades que otorgaban tierras. Este sistema educativo,
único en su género, funciona en los 50 estados, el Distrito de Columbia y los territorios, en todas
las universidades que otorgan tierras, y tiene sucursales en la mayoría de los condados. Por lo
general, aproximadamente un tercio de los esfuerzos de extensión tienen el objetivo de mejorar la
competitividad de los agricultores estadounidenses.
Agricultura alternativa
Por varias razones, muchos agricultores están comenzando a implementar técnicas agrícolas en
un esfuerzo por reducir su uso de pesticidas y fertilizantes. Sus principales preocupaciones:
creciente preocupación pública por la seguridad alimentaria y el posible impacto ambiental que
pueden tener ciertos productos químicos agrícolas.
Por las razones señaladas, muchos agricultores han adoptado técnicas agrícolas alternativas para
reducir los riesgos que se relacionan con los productos químicos. Sin embargo, tal como concluye
un informe de 1989 del Consejo Nacional de Investigación (NRC), "La agricultura alternativa no es
algo sencillo. Las prácticas agrícolas alternativas a menudo requieren de más información, mano
de obra especializada, tiempo y habilidades de administración, por unidad de producción, que la
agricultura tradicional."
Sin embargo, sus técnicas no pueden aplicarse de manera uniforme en todos los cultivos ni en
todas las regiones del país. Los diferentes climas y suelos afectan los costos y la viabilidad de los
sistemas alternativos.
El manejo integrado de plagas trabaja en combinación con la naturaleza para producir alimentos de
manera eficiente. Este concepto comenzó a aplicarse en la década de los 50, y hace poco tiempo
que volvió a tener popularidad. Muchos de los procesadores de alimentos más importantes de la
nación están trabajando junto con los agricultores para desarrollar nuevas estrategias para manejar
las plagas de forma integrada. Estas compañías ven en el manejo MIP una oportunidad para
reducir los posibles riesgos que acechan a los trabajadores agrícolas y también disminuir el
impacto en el medio ambiente, para promover la confianza pública en la seguridad de los
alimentos.
El manejo integrado de las plagas implica la administración cuidadosa de una variedad de técnicas
de control de plagas—que incluyen métodos biológicos, culturales y químicos apropiados—para
lograr los mejores resultados con el menor efecto en el medio ambiente. Gracias a estos métodos,
los agricultores están aplicando métodos de cultivo cada vez menos intensivos desde el punto de
vista del uso de productos químicos, es decir, utilizan variedades de plantas que son directamente
resistentes a las plagas, ajustan las temporadas de plantación, labranza baja y otras técnicas no
químicas.
Gracias al manejo integrado de las plagas, los pesticidas se usan sólo cuando las plagas alcanzan
niveles de umbral predeterminados, en lugar de fumigar de manera periódica. Los campos se
exploran de manera rutinaria para controlar el nivel de las plagas. Otros métodos MIP que se
utilizan son los controles culturales, como por ejemplo, la rotación anual de los cultivos, para
desalentar a las plagas y evitar que crezcan malezas. Los controles biológicos utilizan organismos
vivos para reducir la extensión de las plagas. Se incluye también el uso de insectos benéficos o
predadores como los cascarudos y avispas parásitas para controlar a otros insectos que destruyen
los cultivos; la colocación de feromonas o trampas de "perfume sexual" que interfieren en los ciclos
de reproducción de los insectos, y la destrucción de las áreas donde anidan las plagas, lo que se
logra arando por debajo de los cultivos ya cosechados, o cubriendo el suelo del huerto con hojas
secas. Las plantas resistentes a las plagas comunes se logran a través de la biotecnología
alimenticia.
Las estimaciones actuales del uso de Gestión Integrada de Plagas (GIP) en los cultivos de frutas y
verduras varían en función del tipo de cultivo y de los principios operativos de GIP que se aplican.
En setiembre de 1993, el gobierno federal anunció una meta nacional para lograr que 75% de
todos los establecimientos agrícolas usaran técnicas de manejo integrado de las plagas antes del
año 2000. Al establecer esta meta, el Gobierno reconoció que los principios de MIP eran un valioso
componente de los sistemas de producción agrícola sustentables, que podrían ayudar a los
agricultores a tratar los problemas de la calidad del agua y de la seguridad alimenticia, sin disminuir
su rentabilidad. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estima hacia fines de 2000
se había implementado algún nivel de GIP en aproximadamente 70 por ciento de la superficie
cultivada del país, faltando poco para alcanzar la meta de 75% a la que aspira el Departamento de
Agricultura.
Por ejemplo, la amplia mayoría de los productores de manzanas de Washington usa algún tipo de
método de MIP para controlar las plagas y las enfermedades. En California, donde se cultiva la
mayoría de los productos agrícolas de los Estados Unidos, los agricultores han adoptado las
prácticas de MIP, y así se lograron importantes reducciones en el uso de los pesticidas. Cientos de
proyectos de investigación sobre MIP han sido financiados por el Programa Estatal MIP de
California, que se estableció en 1980.
La rentabilidad continúa siendo uno de los puntos fuertes del MIP. Un estudio que abarcó 49
evaluaciones económicas de programas MIP aplicados a cultivos de algodón, soja, verduras,
frutas, cacahuetes, tabaco, maíz y alfalfa, detectó una disminución en el costo asociado con el uso
de pesticidas después de la implementación de técnicas MIP en siete de ocho productos. Además,
el rendimiento aumentó en seis de siete productos y el rendimiento neto aumentó en los siete
productos que fueron analizados.
Cultivos orgánicos
Por lo general, los alimentos orgánicos son producidos por agricultores que se esfuerzan por
utilizar recursos renovables y por conservar el suelo y el agua para mejorar la calidad ambiental de
las generaciones futuras. También “orgánico”:
No existen evidencias que prueben que las frutas y verduras orgánicas sean más seguras o más
nutritivas que los productos agrícolas cultivados de manera tradicional. El sello Orgánico del
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos identifica a los productos que son por lo menos
95% “orgánicos”. Para que un producto pueda recibir la etiqueta de “orgánico” un inspector
certificado por el Departamento de Agricultura deberá haber inspeccionado el establecimiento
agrícola donde se cultiva el alimento para asegurarse de que el agricultor está cumpliendo con
todas las normas necesarias para satisfacer los estándares de “orgánico” del Departamento de
Agricultura.
Los pesticidas
La palabra "pesticidas" se refiere a una amplia clase de productos químicos que se usa para
proteger a los cultivos, e incluye cuatro grupos principales: los insecticidas que se usan para
controlar a los insectos, los rodenticidas que se utilizan para controlar a los roedores; los herbicidas
que se usan para controlar las malezas y los fungicidas que se utilizan para controlar el moho y los
hongos.
Los consumidores también utilizan los pesticidas en el hogar o en el jardín para controlar plagas
como las termitas y las cucarachas, para limpiar el moho de las cortinas de la ducha, destruir las
malezas, matar las pulgas de las mascotas y desinfectar las piscinas.
La mayoría de los pesticidas son muy tóxicos. Se ha descubierto que algunos de ellos (cuando se
los administra en dosis extremadamente altas) causan cáncer en los animales de laboratorio. Las
cuestiones de seguridad alimenticia relativas a los residuos de los pesticidas se centran en sus
efectos potencialmente crónicos, la forma en que los gobiernos estatales y el gobierno federal fijan
las pautas de seguridad y el control de los residuos en los alimentos.
Los problemas de las plagas y su manejo varían de un sitio a otro, sobre todo, en función del clima,
tipos de suelo y otras condiciones similares. Como consecuencia de todo ello, el control de las
plagas con productos químicos se ha ganado un papel importante en la agricultura moderna, y
contribuyó, en gran medida, al excepcional aumento en el rendimiento de los cultivos de frutas y
verduras que se registró en las últimas décadas. Los pesticidas han permitido que los agricultores
produzcan cultivos redituables en sitios que no eran demasiado aptos, que ampliaran las
temporadas de cosecha, que mantuvieran la calidad del producto y extendieran la vida de anaquel.
Los agricultores deben lidiar con unas 80.000 enfermedades, 30.000 especies de malezas, 1000
especies de nematodos y más de 10.000 especies de insectos. En la actualidad, las
organizaciones agrícolas nacionales e internacionales estiman que alrededor de 45% de los
cultivos del mundo continúan perdiéndose a causa de estos tipos de peligros. Sólo en los Estados
Unidos, se pierden anualmente unos US$ 20.000 millones en cultivos (un décimo de la
producción). Como lamentablemente lo ilustró la hambruna irlandesa de la papa, que fue causada
por la propagación de una plaga; el daño que las plagas y las enfermedades les provocan a los
cultivos puede resultar devastador. Las malezas extraen los nutrientes y destruyen los cultivos. El
moho y los hongos que se producen como consecuencia de las grandes lluvias o de la alta
humedad ambiental, pueden destruir a las plantas en unos pocos días. Una "explosión" de insectos
puede devastar un campo en pocas horas.
• EPA—La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) fija los niveles de tolerancia
que se aplican a las cantidades de residuos de pesticida que pueden aceptarse en un
producto determinado. La agencia fija los niveles permitidos que son cien o incluso mil
veces menores que los que podrían causar algún riesgo a la salud. Por lo general, los
niveles de residuos reales se ubican por debajo del límite legal. La EPA puede exigir más
de 100 pruebas diferentes —en función de los usos del pesticida— para determinar su
seguridad antes de aprobarlo para su aplicación en la agricultura o para otros usos
comerciales.
La Ley de Protección de Calidad de los Alimentos (FQPA) se confirmó el 3 de agosto de 1996. Esta
nueva ley modificó significativamente la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas
(FIFRA) y la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Productos Cosméticos (FFDCA). Entre
otras cosas, su propósito fue el de aumentar la protección de los lactantes y niños frente a los
riesgos de los pesticidas.
El nuevo estándar de seguridad es una pauta de "seguridad razonable de que no existe daño" que
se aplica a la exposición combinada y que se basa en los residuos dietarios y en toda la demás
información de exposición razonable. Para fijar nuevos rangos de tolerancia o evaluar nuevamente
los existentes, conforme a lo dispuesto en el estándar, la agencia EPA también debe centrar su
atención en las exposiciones y riesgos que corren los niños y los lactantes. La agencia debe:
1) determinar explícitamente que la tolerancia o los niveles de tolerancia son seguros para los
niños;
2) analizar la necesidad de contar con un factor de seguridad adicional, 10 veces superior, para
evitar cualquier inseguridad que exista en la base de datos relativa a los niños, a menos que
existan evidencias suficientes que indiquen que no es necesario implementar un factor de
protección; y
3) tomar en cuenta las sensibilidades especiales, y a menudo excepcionales, de los patrones de
exposición de los niños a los pesticidas.
Asimismo, cuando se deba determinar si existe o no una seguridad razonable de que un pesticida
químico "no causará daño", la EPA deberá tomar en cuenta otras fuentes no ocupacionales de
exposición a los pesticidas, cada vez que deba completar una evaluación del riesgo o fijar
tolerancias. Se incluye la exposición dietaria al tomar agua, la exposición no ocupacional, la
exposición a pesticidas similares que comparten un mecanismo de toxicidad común, así como
otros escenarios de exposición.
Cuando deba fijar nuevas tolerancias y excepciones de tolerancia o evaluar las ya existentes, la
agencia EPA también debe evaluar el potencial de trastorno endócrino. La nueva ley establece que
la Agencia debe usar sus facultades y autoridad para requerir la realización de nuevas pruebas
específicas y la provisión de información sobre los efectos estrogénicos de todos los residuos de
pesticidas.
Los pesticidas son muy caros y representan el mayor costo de producción en muchos
establecimientos. Es por eso que los agricultores tienen un incentivo para usar cada vez menor
cantidad de pesticidas. Por lo general, los productores no utilizan pesticidas a menos que sus
beneficios potenciales —tales como la mejora en la calidad, el aumento de la producción, la
facilidad de la cosecha y la prevención de la pérdida de cultivos— realmente superen al costo de
aplicación. Al disminuir el uso de productos químicos se disminuyen también los costos de los
agricultores.
• Consumidores—Las prácticas con sentido común a menudo pueden reducir los residuos
de pesticidas en las frutas y verduras frescas. El Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos recomienda que los productos sean lavados con agua corriente antes de
servirlos. El lavado ayuda a retirar los microorganismos, la suciedad y cualquier residuo de
pesticida que hubiera podido quedar en el producto. Se recomienda refregar
cuidadosamente productos como las papas y las zanahorias si es que van a servirse con la
cáscara.
Las sustancias carcinogénicas se hallan prácticamente en todas partes, incluso en los compuestos
naturales. La FDA estima que el consumo de carcínógenos derivados de los residuos de los
pesticidas fabricados por el hombre es extremadamente pequeño en comparación con los residuos
carcinogénicos que las plantas producen naturalmente. Los estadounidenses ingieren 10.000
veces más pesticidas naturales (por peso) que residuos de pesticidas fabricados por el hombre.
Estos "productos químicos tóxicos" naturales parecen estar presentes en todas las plantas y las
protegen de los hongos, los insectos y otros animales predadores. No se ha comprobado que
ninguna de todas las toxinas naturales conocidas, que se concentran en partes por miles contra
partes por miles de millones en los pesticidas sintéticos, causen cáncer en los niveles en que
normalmente las consumimos en una dieta variada.
"La dieta variada y equilibrada que se necesita para lograr una buena nutrición—con inclusión de
frutas y verduras—parece proporcionar una importante protección contra los elementos tóxicos
naturales presentes en nuestros alimentos."
—Ronald Estabrook, Ph.D., Presidente del Comité sobre Toxicidad Comparada de Carcinógenos
Naturales,
Consejo de Investigación Natural.
Precauciones
1. Toda substancia empleada en un sistema orgánico como fertilizante y acondicionadora
del suelo, para el control de plagas y enfermedades, para asegurar la salud del ganado y
la calidad de los productos de origen animal, o bien para la preparación, conservación y
almacenamiento de un producto alimenticio, deberá cumplir con los reglamentos
nacionales pertinentes.
2. Las condiciones para el uso de ciertas substancias contenidas en las listas siguientes
podrán ser especificadas por el organismo o autoridad de certificación, por ej. volumen,
frecuencia de aplicación, finalidad específica, etc.
3. Cuando se requieran substancias para la producción primaria, éstas deberán
emplearse con cuidado y sabiendo que incluso las substancias permitidas pueden usarse
en forma errónea, con el riesgo de que alteren el ecosistema del suelo o de la granja.
Descripción; requisitos de
Substancia composición; condiciones de
uso
I. Vegetales y animales
Preparaciones a base de piretrinas extraídas de Chrysanthemum Necesidad reconocida por el
cinerariafolium, que posiblemente contiene una substancia organismo o autoridad de
sinérgica certificación
Preparaciones de rotenona obtenidas de Derris elliptica, Necesidad reconocida por el
Lonchocarpus, Thephrosia spp. organismo o autoridad de
certificación
Preparaciones de Quassia amara Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Preparaciones de Ryania speciosa Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Preparaciones a base de Neem (Azadirachtin) obtenidas de Necesidad reconocida por el
Azadirachta indica organismo o autoridad de
certificación
Propóleos Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Aceites vegetales y animales -
Algas marinas, sus harinas, extractos, sales marinas y agua No tratadas químicamente.
salada
Gelatina -
Lecitina Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Caseína -
Acidos naturales (por ej., vinagre) Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Producto de la fermentación de Aspergillus -
Extracto de hongos (hongo Shiitake) -
Extracto de Chlorella -
Preparados naturales de plantas, excluido el tabaco Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Infusión de tabaco (excepto nicotina pura) Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
II. Minerales
Compuestos inorgánicos (Mezcla de Burdeos, hidróxido de cobre, Necesidad reconocida por el
oxicloruro de cobre) organismo o autoridad de
certificación
Mezcla de Burgundy Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Sales de cobre Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Azufre Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Polvos minerales (polvo de piedra, silicatos) -
Tierra diatomácea Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Silicatos, arcilla (Bentonita) -
Silicato de sodio -
Bicarbonato de sodio -
Permanganato de potasio Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Aceite de parafina Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
III. Microorganismos utilizados para el control biológico de
plagas
Microorganismos (bacterias, virus, hongos), por ej. Bacillus Necesidad reconocida por el
thuringiensis, virus Granulosis, etc. organismo o autoridad de
certificación
IV. Otros
Dióxido de carbono y gas de nitrógeno Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Jabón de potasio (jabón blando) -
Alcohol etílico Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
Preparados homeopáticos y ayurvédicos -
Preparaciones de hierbas y biodinámicas -
Insectos machos esterilizados Necesidad reconocida por el
organismo o autoridad de
certificación
V. Trampas
Preparados de feromona -
Preparaciones basadas en metaldehídos que contengan un Necesidad reconocida por el
repelente para las especies de animales mayores, siempre y organismo o autoridad de
cuando se apliquen en trampas. certificación
Agua potable.
Sales (con cloruro de sodio o cloruro potásico como componentes básicos utilizados
generalmente en la elaboración de alimentos).
La siguiente es una lista provisional, para los propósitos de procesar solamente productos
pecuarios y de la apicultura. Los países pueden desarrollar una lista de substancias para
propósitos nacionales que satisfagan los requisitos de estas Directrices tal como se
recomiendan en la Sección 5.2
153 Ceniza de madera Quesos tradicionales
170 Carbonatos de Productos lácteos. No como colorantes.
calcio
270 Acido láctico Funda (tripa) de salchichas
290 Dióxido de -
carbono
322 Lecitina Obtenida sin utilizar blanqueadores ni solventes orgánicos. Productos
lácteos/alimentos infantiles basados en la leche/productos grasos/mayonesa
331 Citratos de sodio Salchichas/pasteurización de claras de huevo/productos lácteos
406 Agar -
407 Carragaenina Productos lácteos
410 Goma de Productos lácteos/productos cárnicos
algarrobo
412 Goma guar Productos lácteos/carnes enlatadas/productos de los huevos
413 Goma de -
tragacanto
414 Goma arábiga Productos lácteos/productos grasos/productos de confitería
440 Pectina (no Productos lácteos
modificada)
509 Cloruro de calcio Productos lácteos/productos cárnicos
938 Argón -
941 Nitrógeno -
948 Oxígeno -
La siguiente es una lista provisional, para los propósitos de procesar solamente productos
pecuarios y de la apicultura. Los países pueden desarrollar una lista de substancias para
propósitos nacionales que satisfagan los requisitos de estas Directrices tal como se
recomiendan en la Sección 5.2.
Carbonatos de -
calcio
Cloruro de calcio Reforzador de la textura; agente de coagulación en la elaboración de queso.
Caolín Extracción de propóleos.
Ácido láctico Productos lácteos; agente de coagulación; regulador del pH del baño de sal
para el queso.
Carbonato de sodio Productos lácteos: substancia neutralizante.
Agua -
[20] El término “agricultura industrial” designa los sistemas de gestión industrial que
dependen considerablemente de insumos veterinarios y piensos no permitidos en la
agricultura orgánica.
En su mayoría, los países ricos producen alimentos suficientes para ellos y para la
exportación. Los países manufactureros prósperos que no son autosuficientes en materia de
producción de alimentos pueden permitirse importar tantos alimentos como necesiten y
más. Además, los países desarrollados protegen sus sectores agrícolas con diversos
incentivos económicos y barreras al comercio —inclusive el sostén de precios de productos
básicos como el trigo y el maíz, y aranceles para proteger a los agricultores nacionales de
las importaciones más baratas.
En cambio, los países más pobres, especialmente los que experimentan déficit de alimentos,
por lo común exportan sólo uno o dos productos básicos, como goma o cacao. Cuando los
precios de los productos básicos de exportación declinan en el mercado mundial, o cuando
aumentan los precios de suministros vitales importados, esos países resultan duramente
afectados (54). Durante los años ochenta, los productos básicos brutos exportados por los
países en desarrollo perdieron 40% de su valor en relación con los productos
manufacturados importados por esos países (98). Entre 1982 y 1992 el valor real del cacao
bajó un 60%, el algodón, 40%, y la goma natural, 45% (54). En 1991 —sólo un año—
África perdió, según las estimaciones, US$5.600 millones a raíz de la baja de los precios de
productos básicos (50). Últimamente, sin embargo, algunos precios de productos básicos
han subido, brindando alivio a la balanza comercial de los países en desarrollo (83).
La baja de los precios de los productos básicos generalmente favorece a los consumidores
de los países ricos, pero en los países pobres los pequeños agricultores sufren (108). En los
años setenta y ochenta, por ejemplo, mientras los ingresos agrícolas reales aumentaron
apreciablemente en la mayoría de los países desarrollados, el ingreso real de la agricultura
bajó para el agricultor medio del mundo en desarrollo (98). Para mantener su poder
adquisitivo, estos agricultores pobres suelen tratar de dedicar a la labranza más tierras
marginales, pese a que éstas rinden menos por hectárea. Los agricultores pueden ser
desalojados por completo de sus tierras para hacer lugar a la agricultura de exportación, al
tratar los gobiernos de compensar la insuficiencia de las entradas del comercio
internacional (50, 82).
Los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales pueden ayudar a mejorar los
sistemas de distribución de alimentos y pueden adoptar nuevas políticas encaminadas a
hacer más disponibles y económicamente accesibles los alimentos. A la larga, arguye la
FAO, el mayor comercio y cooperación regionales son importantes para elevar el nivel de
vida en los países pobres (99) y para proveer de alimentos más económicamente accesibles.
Además, la existencia de mejores mercados mundiales para los productos agrícolas de los
países en desarrollo podría ayudar a suministrar más empleos en estas naciones, elevar los
ingresos, reducir el hambre y minimizar las presiones de la agricultura de subsistencia en la
base de recursos (83).
Pero al mismo tiempo, FAO sostiene que el comercio internacional solo "no puede resolver
los problemas de la pobreza y el acceso [a los alimentos], que son las claves de la seguridad
alimentaria" (99). En vista de las actuales tendencias del crecimiento de la población y de
los patrones de degradación de las tierras, FAO ha advertido que "las necesidades
nutricionales futuras desafían...tanto la producción de alimentos como la capacidad
ambiental" (100).
Una vez producidos, los productos alimenticios necesitan ser limpiados, acopiados, empacados, almacenados y transportados a los
mercados urbanos. Se necesita contar con mercados rurales, infraestructuras de manipulación, almacenamiento y de transporte, así
como carreteras, y además los agricultores, transportistas y comerciantes necesitan conocer las técnicas adecuadas para prevenir
Las infraestructuras eficientes de comercialización, como por ejemplo, centros de acopio, mercados minoristas y mayoristas y
almacenes, son fundamentales para asegurar una comercialización rentable, minimizar las pérdidas poscosecha, reducir los riesgos
sanitarios y garantizar un suministro estable de alimentos básicos. Las características de los mercados mayoristas están cambiando
continuamente a medida que la venta minorista se adapta al crecimiento urbano, a la creciente función que cumplen los
supermercados y al aumento de la capacidad adquisitiva de los consumidores. Es necesario abordar el conflicto que se plantea
entre los sistemas tradicionales y modernos de distribución alimentaría, con el fin de reducir al mínimo los impactos negativos sobre
las oportunidades de ingreso de los numerosos agentes formales e informales que participan en el sistema económico alimentario.
Un importante factor a tener en cuenta en el diseño de las políticas alimentarías es que el sector comercial informal cumple una
función esencial como distribuidor de alimentos en las zonas urbanas de bajos ingresos y como generador de ingresos para las
familias pobres. Se requiere una actitud positiva por parte de las autoridades y de los programas especiales, para facilitar las
escala;
la elaboración y el transporte;
orgánicos es en cierta forma ineficiente y los costos son más elevados por
gastos para mitigar la contaminación). Por ejemplo, los precios más altos de
Existen muchas explicaciones y definiciones de la agricultura orgánica, pero todas coinciden en que se
trata de un método que consiste en la gestión del ecosistema en vez de en la utilización de insumos
agrícolas. Un sistema que comienza por tomar en cuenta las posibles repercusiones ambientales y
sociales eliminando la utilización de insumos, como fertilizantes y plaguicidas sintéticos, medicamentos
veterinarios, semillas y especies modificadas genéticamente, conservadores, aditivos e irradiación. En
vez de todo esto se llevan a cabo prácticas de gestión específicas para el sitio de que se trate, que
mantienen e incrementan la fertilidad del suelo a largo plazo y evitan la propagación de plagas y
enfermedades.
"La agricultura orgánica es un sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y mejora la
salud del agroecosistema, y en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos, y la actividad biológica
del suelo. Hace hincapié en el empleo de prácticas de gestión prefiriéndolas respecto al empleo de
insumos externos a la finca, teniendo en cuenta que las condiciones regionales requerirán sistemas
adaptados localmente. Esto se consigue empleando, siempre que sea posible, métodos culturales,
biológicos y mecánicos, en contraposición al uso de materiales sintéticos, para cumplir cada función
específica dentro del sistema". (Comisión del Codex Alimentarius, 1999)
Los sistemas agrícolas orgánicos y sus productos no siempre están certificados, éstos se denominan
"agricultura o productos orgánicos no certificados". Esta categoría no comprende los sistemas agrícolas
que por defecto no utilizan insumos sintéticos (por ejemplo, aquellos sistemas que no llevan a cabo
prácticas para enriquecer el suelo y degradan las tierras). Se pueden discernir tres causas de la
agricultura orgánica:
• La promoción de la agricultura orgánica por el consumidor o el mercado. Se reconocen los productos orgánicos
claramente gracias a su certificación y etiquetado. Los consumidores eligen productos producidos, elaborados,
manipulados y comercializados en una forma específica. El consumidor, en consecuencia, influye mucho en la producción
orgánica.
• La promoción de la agricultura orgánica por los servicios. En países como los de la Unión Europea (UE) hay
subsidios para la agricultura orgánica, a fin de que se produzcan bienes y servicios ambientales, como reducir la
• La promoción de la agricultura orgánica por los agricultores. Algunos productores consideran que la agricultura
convencional no es sostenible y han creado otras modalidades de producción para mejorar la salud de sus familias, la
economía de sus fincas y su autosuficiencia. En muchos países en desarrollo se adopta la agricultura orgánica como
método para mejorar la seguridad alimentaria del hogar o para reducir los gastos en insumos. Los productos no
necesariamente son para el mercado, o se venden sin distinción de precios porque no están certificados. En los países
desarrollados, los pequeños agricultores están creando cada vez más canales directos de oferta de productos orgánicos
sin certificar a los consumidores. En los Estados Unidos, los agricultores que comercializan pequeñas cantidades de
Normas para velar por la inocuidad de los alimentos. Se ha insistido en que el consumo de alimentos
orgánicos incrementa la exposición a contaminantes microbiológicos. Los estudios que han indagado
esta afirmación no han encontrado datos que la sustenten. Es importante darse cuenta de que todos los
alimentos orgánicos deben cumplir con las mismas normas de calidad e inocuidad que se aplican a los
demás alimentos, a saber: Las normas sobre requisitos generales (higiene de los alimentos) del Codex
Alimentarius y los programas sobre inocuidad de los alimentos que se basan en el sistema de análisis
de peligros y puntos críticos de control, donde lo exijan los reglamentos nacionales. Sin embargo, a
menudo las normas de los organismos de certificación de los productos orgánicos son todavía más
estrictas.
E. coli. Otro motivo de preocupación es la E. coli, en particular sus variedades más virulentas, como la
0157:H7. El Centro de Vigilancia de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos ha señalado como
principal fuente de contagio humano la carne contaminada en la matanza. Se ha demostrado que estas
especies virulentas proliferan en el sistema digestivo del ganado alimentado principalmente con cereales
con abundante contenido de almidón. El ganado alimentado con paja produce menos del 1% de E.coli
que el volumen detectado en las heces del ganado alimentado con cereales. Como la alimentación del
ganado orgánico contiene una proporción mayor de paja, pasto y ensilado, lo que reduce el consumo de
forrajes de procedencia exterior a la finca, la agricultura orgánica invariablemente reduce las
posibilidades de exposición a esta bacteria.
Manipulación postcosecha. Otros puntos del trayecto que recorren los alimentos y donde puede haber
contaminación son el momento de envasar, la elaboración, el transporte y el almacenamiento, aunque
también en estos casos, lo mismo puede ocurrirle a los alimentos orgánicos que a los de otros tipos. El
principal objetivo del envase es asegurar la estabilidad microbiológica de los alimentos durante un
periodo determinado, propósito que también aplica a los alimentos orgánicos. La utilización de
ingredientes de procedencia no agrícola se limita durante la elaboración y no se permite combatir las
plagas y evitar el deterioro de los productos con irradiación, lo que no se traduce en una menor
inocuidad de los mismos. Es importante señalar que la irradiación misma es una tecnología que no
aceptan algunos grupos de consumidores y los alimentos orgánicos les proporcionan, por lo tanto, una
opción. Aunque la etiqueta orgánica no declara inocuidad ni higiene, la forma de producir el alimento
repercute en su calidad.
Si desea más información, el documento de la FAO Inocuidad y calidad de los alimentos en relación con
la agricultura orgánica contiene más detalles sobre este tema.
• en los países industriales los sistemas orgánicos son menos productivos, de acuerdo con la intensidad de la
• en las zonas denominadas de la revolución verde (tierras de riego) la adopción de la agricultura orgánica suele
• en la agricultura tradicional de secano (con poco empleo de insumos externos), la agricultura orgánica puede
incrementar el rendimiento.
En efecto, muchos sistemas agrícolas múltiples, como los de los pequeños productores y los de los
campesinos de subsistencia, rinden más desde el punto de vista de la cosecha total por unidad de
superficie. Estas ventajas de rendimiento se han atribuido a la utilización más eficaz de los nutrientes, el
agua y la luz, y a una combinación de otros factores como la introducción de nuevos elementos
regeneradores en la granja (por ejemplo, legumbres), así como a que hay menores pérdidas por plagas
y enfermedades. Puede concluirse que es más probable lograr un incremento de la producción en las
fincas orgánicas si se parte del sistema tradicional, aunque esté degradado. Los resultados variarán
según las aptitudes de gestión y los conocimientos ecológicos, pero puede preverse que éstos mejoren
conforme aumentan los activos de los recursos humanos. Sin embargo, es importante contar con un
buen sistema de tenencia agraria porque no es probable que alguien invierta en mejorar las tierras si no
hay seguridad sobre la futura situación de su tenencia.