Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
El sismo de Northridge ocurrió el 17 de enero de 1994 a las 4:31 a.m. tiempo del Pacífico de los
Estados Unidos. El hipocentro se localizó en el valle de San Fernando (a 32 km al noroeste de la
ciudad de Los Ángeles) a una profundidad focal de 19 km. El sismo se generó en una falla normal
con rumbo sur-suroeste. La magnitud de momento sísmico del evento se estima en Mw=6.7.
Algunas de las aceleraciones máximas que se han registrado en la historia de los sismos desde
que se cuenta con aparatos de registro sísmico se produjeron en este evento, tanto en la
respuesta del terreno como en la de algunas estructuras instrumentadas ("Northridge", 1996).
El sismo fue muy intenso en la ciudad de los Ángeles, sus suburbios y poblaciones aledañas,
asignándose una intensidad máxima de IX en la escala de intensidad modificada de Mercalli en
una gran extensión de la zona afectada.
El sismo de Northridge ha sido el desastre natural más costoso en la historia de los Estados
Unidos con una estimación de veinte mil millones de dólares de pérdidas en daños a la
propiedad. Más de 5,000 personas resultaron heridas y la cifra oficial de decesos es de 57,
incluyendo 19 que murieron a consecuencia de ataques cardiacos atribuibles al sismo.
Se calculó una velocidad máxima del terreno de 129 cm/s para la componente horizontal. El
espectro de respuesta de pseudoaceleraciones horizontales para Sylmar es de banda estrecha
con periodo fundamental de 0.35s, típico de suelo firme. Los acelerogramas registrados en la
estación receptora de Rinaldi, ubicada a 10 km del epicentro, presentan aceleraciones máximas
del terreno de 0.84g en la componente horizontal y de 0.85g en la componente vertical.
1 g= 9,80665 m/s2
Los registros de Rinaldi tienen un contenido de frecuencias más rico que los de Sylmar. Se calculó
una velocidad máxima del terreno de 170 cm/s para la componente horizontal de esta estación.
RESPUESTA DE EDIFICACIONES
Bill Holmes hizo algunos comentarios puntuales acerca de sus impresiones del comportamiento
de edificios con distintos sistemas estructurales. Desde su óptica, el comportamiento de
conexiones estancar dúctil es en marcos de acero estructural utilizadas hace 20 años no fueron
confiables, por lo que se debe verificar las filosofías de diseño para prevenir daños similares en
sisrnos futuros.
Ronald Hamburger reflexionó acerca de los daños observados y, en función de éstos y desde su
óptica, enunció cuál.es deberían de ser los pasos a seguir para mejorar la práctica de diseño
sismo-resistente.
Ciertamente se observaron otras deficiencias, pero estas son las que el sismo de Northridge
evidenció y que ningún sismo previo había mostrado de manera tan clara y contundente.
Hamburger planteó que se hagan algunas modificaciones en los reglamentos que: a) prohiban
el uso de columnas cortas en favor del uso de muretes especialmente diseñados para resistir las
fuerzas cortantes; b) calculen las deformaciones en elementos de concreto reforzado y de
mampostería a partir de las propiedades de la sección agrietada y; e) garanticen el anclaje de
muros de concreto y de mampostería con diafragmas flexibles de madera contrachapada.
CONCLUSIONES
El sismo de Northridge de enero de 1994 ha puesto a la vista de todos tanto los avances como
los fracasos de la ingeniería estadounidense en la práctica de diseño sismo-resistente de
estructuras. Siendo los Estados Unidos uno de los países que se encuentra a la vanguardia
mundial tanto en la investigación como en la práctica y filosofía de diseño sismo-resistente, las
experiencias derivadas de este sismo deben motivamos a reflexionar acerca de nuestras propias
prácticas de diseño, sobre todo en aquellos casos en los cuales coinciden nuestras prácticas con
las norteamericanas. El sismo de Northridge nos obliga a redoblar esfuerzos en el estudio del
comportamiento sísmico de sistemas estructurales que considerábamos entender casi
completamente, como son los marcos dúctiles de acero estructural con conexiones soldadas,
para poder mejorar substancialmente la práctica de diseño de este tipo de estructuras.
Asimismo, este sismo motivará el estudio de técnicas de reparación de estructuras que han sido
eficientes y de aquellas que no se comportaron satisfactoriamente. Finalmente, el sismo de
Northridge ha generado una importante base de datos acelerográficos y sismológicos que
permitirán entender de mejor manera la mecánica de propagación y los efectos que en las
estructuras tienen sismos de fallamiento normal cuando sus probables epicentros se localizan
cercanos a grandes zonas urbanas.