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21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales

Nuevo Mundo Mundos


Nuevos
Nouveaux mondes mondes nouveaux - Novo Mundo Mundos Novos - New world New
worlds

Débats | 2014
Latinoamerica y los enfoques globales – Coord. Sergio Serulnikov et Andrea Lluch

S K F

Mundial, trasnacional, global: Un


ejercicio de clarificación
conceptual de los estudios
globales
World, transnational, global: An exercise of conceptual clarification of global studies
[27/03/2014]

Résumés
Español English
El propósito de este ensayo es doble. Por un lado, presenta los resultados de una breve
exploración sobre los estudios genéricamente designados como globales. Su propósito es ofrecer
una tipología básica que permita distinguir entre las distintas “ramas” dentro de este nuevo
“género” historiográfico, entre las que destacan los estudios sobre la globalización, los estudios (o
temas) trasnacionales y la historia global. Ni la búsqueda ni la clasificación son exhaustivas, y
más bien tienen como finalidad clarificar mínimamente el campo de los estudios globales para
reducir la confusión que se ha creado por el uso indistinto de los términos en la literatura actual.
Por el otro lado, el artículo identifica uno de los orígenes de los estudios de historia global en una
de las tradiciones más fructíferas de la historiografía del siglo XX, iniciada por Fernand Braudel y
continuada por Immanuel Wallerstein.

The purpose of this essay is twofold. On the one hand, it presents the results of a brief survey on
the field of the so-called “global studies” aimed at providing a basic typology that allows
distinguishing among the different “branches” of this new historiographical genre. Among them
are globalization studies, transnational topics and global history. Neither the search nor the
classification are exhaustive and their purpose is rather to minimally clarify the field of global
studies in order to minimize the confusion created by the indistinct use of these terms in the
current literature. On the other hand, the paper identifies one of the origins of global history
studies in one of the most fruitful traditions in 20th century’s historiography, initiated by
Fernand Braudel and Immanuel Wallerstein.

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21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales

Entrées d’index
Keywords : global studies, transnational topics, world history, global history, world-systems.
Palabras claves : estudios globales, temas trasnacionales, historia mundial, historia global,
sistemas-mundo.

Notes de l’auteur
La primera versión de este trabajo se presentó como ponencia en el coloquio internacional
Latinoamérica y la historia global, que se llevó a cabo el 8 y 9 de Agosto de 2013 en la
Universidad de San Andrés, Buenos Aires, Argentina. Agradezco los comentarios que en ese
contexto recibí de Gerardo della Paolera, Jorge Gelman, Diego Olstein e Hilda Sábato.

Texte intégral

Introducción
1 Al revisar la literatura acerca de la historia global todos nos hemos topado con una
yuxtaposición que se ha vuelto común entre historia mundial, historia universal e
historia global. Para muchos autores la aparición del término “global history” parece
haber significado simplemente una modernización en la nomenclatura de una materia
que, según algunos, ha existido desde el inicio de la historiografía griega, en el siglo V
a.C.1 Esto es ya motivo de inquietud, que nos conduce a una primer exigencia, digamos,
epistemológica: la de decidir si el término “historia global” posee un uso acotado,
específico, distinto al de la historia mundial y la historia universal, las cuales por su
parte se entienden frecuentemente como sinónimos pese a algunos esfuerzos por
diferenciarlas.2
2 Quienes usan indistintamente estos términos adoptan, al menos implícitamente, una
postura que entiende a la historia global como un objeto de estudio. Es la historia del
mundo, pues, y muchas veces una historia que se concibe como omnicomprensiva: es
decir, que abarca todo. Esta forma de concebir la historia global se enfrenta, por lo
general de manera tácita más que explícita, con otra que la entiende como un enfoque,
una forma de acercamiento a objetos o problemas cuya índole puede no ser, de entrada,
“global”. En esta acepción, el enfoque global rescata una dimensión de los fenómenos
que puede incluir pero trasciende la esfera local, nacional, regional. Finalmente, en el
uso indistinto de los términos hay también quienes prefieren mantener la ambivalencia
de significado: tan pronto se trata de la historia del mundo a la manera convencional
como de una nueva forma de acercarse a los procesos históricos.
3 La confusión es aún mayor en la medida en que esos términos se mezclan con otros
que se consideran propios de la historia global y que han ido apareciendo en las
décadas recientes, como por ejemplo la historia “trasnacional” (o temas
trasnacionales), y en que el nombre “historia global” se usa tanto para designar al hecho
histórico y al acercamiento epistemológico como a la historiografía que se ocupa de
ellos.
4 En suma, que el primer problema que enfrenta un lego al tratar de acercarse a la
historia global es el de la confusión conceptual. Historia global, historia mundial,
historia trasnacional son términos diversos que se usan indistintamente para referirse a
uno o varios objetos o fenómenos. En la mayor parte de los textos que abordan el tema,
los autores dicen entender estos términos como cosas distintas pero generalmente
optan por no diferenciar su uso con claridad.
5 Aunque entiendo que un lego no debería imponerse semejante tarea, mi propósito en
este primer acercamiento es el de realizar una breve exploración de los estudios
relacionados con el campo de la historia global. Mi expectativa es lograr una
diferenciación conceptual que permita elaborar una sencilla tipología, al menos una que
sirva para mi uso personal y el de los legos que pudieran encontrar en ella alguna
utilidad.

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6 Para ello se propone un ejercicio de exploración bibliográfica delimitada por el uso


del término “global” en los títulos de las publicaciones que vieron la luz a lo largo del
siglo XX. La búsqueda se realizó en el catálogo de las bibliotecas de dos importantes
instituciones académicas, una en México (El Colegio de México) y otra en Estados
Unidos (la Universidad de Stanford). Como se sabe, la palabra “global” se escribe igual
en español, inglés, francés, portugués y alemán, de manera que el criterio adoptado no
impone necesariamente un sesgo respecto a alguna lengua o tradición historiográfica en
particular.3 No obstante, debe tenerse en mente que este criterio excluye aquellas obras
que pueden haber adoptado un enfoque precursor de los estudios globales o incluso ser
un estudio global, sin consignarlo en el título. El ejercicio y sus resultados se presentan
en la primera parte del ensayo. En una segunda parte, la indagación sigue el rastro de
dos de los posibles orígenes de los estudios globales. Por un lado, el que emerge de la
transición estadounidense desde la historia mundial hasta la historia global. Por el otro,
el que se origina en la tradición francesa de los Annales, representada aquí por Francois
Braudel, y se traslada a la escuela estadounidense gracias a su ampliación y difusión por
parte de Immanuel Wallerstein. Dados los alcances de esta exploración se ha
prescindido de otros antecedentes que han adoptado enfoques en escala supranacional
sin llegar a adoptar expresamente una perspectiva “global”. El artículo cierra con
algunas breves reflexiones finales.

Una breve tipología sobre los estudios


globales

El ejercicio
7 El propósito de este ejercicio es rastrear en la literatura internacional de ciencias
sociales las obras cuyo título incluya la palabra “global”, a fin de discernir el significado
que se le ha asignado y cómo éste se ha ido modificando a lo largo del tiempo. Para ello
decidí no adoptar una fecha de inicio, pues mi interés radica precisamente en
identificar el momento en que el término aparece y empieza a ser usado en la disciplina.
En cambio, la exploración sí encuentra un cierre temporal, el cual se estableció en el
año 2000. Hay, naturalmente, un elemento de arbitrariedad en la elección del año
(pues daba lo mismo elegir 1999 o 2002). No obstante, el punto de llegada se justifica
porque para mis propósitos no es necesario hacer un recuento exhaustivo de lo que se
ha escrito en el campo de los estudios globales, sino simplemente observar su
surgimiento y recabar una muestra suficientemente representativa del conjunto.
8 Para realizar este ejercicio ingresé al catálogo de la biblioteca Daniel Cosío Villegas
(BDCV) de El Colegio de México, especializada en ciencias sociales, y tecleé la palabra
“global”. El resultado fueron 2554 títulos, que luego ordené cronológicamente, del más
antiguo al más reciente. De esta muestra se excluyó todo lo publicado después del año
2000, lo que me dejó con 1300 títulos que empezaban en 1962.4 De este conjunto
seleccioné una muestra menor de los títulos que me parecieron pertinentes para este
ejercicio y llegué a un subconjunto de 256 títulos entre 1962 y 2000.5 Organicé el
material de la muestra en categorías y luego me pregunté, primero, en qué año apareció
el primer título de cada una y, segundo, cuándo se produjo su primer “auge” (es decir,
cuando aumentó la frecuencia en las publicaciones).
9 Para asegurar la representatividad de la muestra y ampliar su cobertura, cotejé el
resultado obtenido en cada categoría con el más amplio catálogo de las bibliotecas de la
Universidad de Stanford (aprovechando que me encontraba de sabático en esa
institución). Me remití a éste sólo en un segundo momento a fin de saber si, dentro de
una categoría específica, había títulos que antecedían al que mi muestra identificaba
como el primero en su género.6
10 Aunque la muestra no pretende ser exhaustiva, puede considerarse representativa de
la literatura que se publicó sobre temas “globales” dentro de ese periodo, y en esa

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medida es útil para los propósitos de este modesto ejercicio de clasificación y


clarificación conceptual. Aun así, adolece, como se puede esperar, de muchas
limitaciones. La más clara es que puede haber libros que adopten una perspectiva
global pero no lleven la palabra en el título.7 Esto sucede sobre todo en publicaciones
precursoras del nuevo enfoque, que aún no se reconocen a sí mismas con esa
denominación. Sobre estas hablaré brevemente al abordar las distintas categorías, y con
mayor detalle al referirme a la génesis de la historia global. Otro problema es que los
títulos pueden no revelar con precisión el contenido de los libros, de manera que en
muchas ocasiones fue necesario revisarlo para captar su índole específica y, en su caso,
proceder a su clasificación. La tipología también tiene varias limitaciones. Para
mencionar la más común, algunas obras resultaron difíciles de clasificar, ya fuera
porque el título era ambiguo o se prestaba a más de una interpretación, o porque
pertenecía a varias categorías en forma simultánea, o a una sola categoría pero
separada en forma tenue de las demás. Por todos estos motivos, el ejercicio debe ser
visto con benevolencia, y más como un esfuerzo de clarificación conceptual que de
clasificación exhaustiva y final.

Los resultados
11 1. Historia mundial y perspectiva mundial
Antes de entrar en el análisis de los títulos que llevan la palabra “global”, conviene
definir brevemente lo que se entiende por historia mundial, a fin de evitar confundirla
con la historia global. Puesto de manera simple, la historia mundial es básicamente la
historia de todo el mundo, y convencionalmente incluye los “acontecimientos” más
importantes, políticos, militares, económicos, sociales, que han tenido lugar en un
periodo determinado. Aunque la historia “mundial” es muy antigua, el primer libro del
siglo XX que incluye ese término en el título data de 1940: Historia económica
mundial, 1914-1939.8 No obstante, el primero que sugiere abarcar todos los temas (y no
sólo la economía) es el muy conocido trabajo de David Thomson, Historia mundial
desde 1914 hasta 1950, cuya cobertura temporal posteriormente se amplió hasta 1961.
12 En estos años, el término se volvió más común en la literatura anglosajona. En
Estados Unidos muchos consideran que el uso más apropiado del término historia
mundial apareció en la década de 1960 en los libros de texto, como remplazo de la hasta
entonces llamada “historia occidental”.9 En esta acepción, la historia mundial aspiraba
a abarcar no sólo al mundo entero, sino largos periodos de tiempo, como el “mundo
moderno”, o incluso todo el trayecto desde la aparición del hombre hasta la
actualidad.10 Isabel Hofmeyr ofrece una breve definición de la historia mundial referida
al ámbito educativo: “…un acercamiento sumario que comprende todo lo que el
diseñador del curso considera un evento significativo.”11 En todo caso, parece haber
acuerdo en considerar que la historia mundial “se interesa principalmente en la
inclusividad, algunas veces en la comparación, pero rara vez en las conexiones.”12 En mi
tipología, que se sintetiza en un cuadro al final de este apartado, incluiré esta categoría
bajo el nombre de “historia mundial” (o world history –WH). Aclarado este punto
podemos proceder a presentar y comentar resultados del ejercicio de búsqueda y
clasificación.13
13 Fuera de un par de obras tempranas que llevan en su nombre el término “global
history”, a las que me referiré más adelante, los primeros títulos sobre asuntos
“globales” son recopilaciones de información a nivel mundial, que se hicieron
frecuentes a partir de mediados de los años sesenta. La información puede ser
cuantitativa, por ejemplo acerca de variables económicas o demográficas,14 o
cualitativa, sobre procesos o fenómenos sociales.15 Muchas veces se trata de “surveys” o
exploraciones y, dada su naturaleza comprensiva acerca del tema en cuestión, solían
estar a cargo de agencias internacionales, como las Naciones Unidas. Pese al uso
frecuente de la palabra “global” en estas obras, su contenido no es novedoso, pues
trabajos similares han visto la luz en forma esporádica al menos desde finales del siglo
XIX, y más sistemáticamente desde que la Liga de las Naciones empezó a elaborar

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compilaciones de información mundial en la década de 1920.16 Denominaré este tipo de


literatura como de “perspectiva mundial” (o world perspective –WP).
14 No es casual que los estudios de perspectiva mundial hayan proliferado después de
las dos guerras mundiales, junto con los esfuerzos por impulsar y consolidar las
condiciones para un mundo unido y una paz duradera. Ello explica la frecuencia de
títulos relacionados con la guerra y la paz.17 Acaso por razones similares, se percibe
también un auge en las publicaciones de perspectiva mundial relacionadas con los
problemas del desarrollo.18 En ninguno de los casos se observa, sin embargo, la
presencia de un enfoque analítico novedoso, aunque sí una reiterada preocupación por
la escala mundial, que ahora empieza a designarse como “global”.
15 2. Estudios sobre la globalización
A partir de mediados de los años sesenta se observa en las publicaciones de ciencias
sociales señales de “apercibimiento” del fenómeno que estaba empezando a
desplegarse ante los ojos del mundo: la (más reciente) globalización. Los primeros
títulos de este tipo aparecen (en SU) entre 1966 y 1970,19 y su frecuencia aumenta
notablemente (en ambos catálogos) a partir de 1991, cuando además el objeto de
estudio se define –incluso en los títulos- con mucha mayor precisión.20 Estas
publicaciones se designan aquí como “estudios sobre la globalización” (o globalization
studies –GS). Cabe hacer notar que en estos casos más que el surgimiento de un campo
de investigación, se aprecia la necesidad de hacerse cargo de un proceso, tal como en su
momento se analizó el populismo o la guerra fría. No se pretende en las obras que el
estudio de este fenómeno requiera un acercamiento o una metodología particular, ni
que abra la puerta a la investigación de procesos similares en otros momentos de la
historia.
16 3. Temas transnacionales
De manera imprecisa, desde fines de los años sesenta la palabra “global” empieza a
utilizarse en una categoría distinta de publicaciones. Éstas se relacionaban con temas
generales, que conciernen a la humanidad como un todo y carecen de una
delimitación geográfica específica, o si la tienen, ésta refiere a la “aldea global”. A
diferencia de las obras de historia mundial, en estos trabajos parece evidente que esa
referencia no indica la pretensión de abarcar al mundo entero en la indagación, sino de
colocar los temas en una perspectiva supranacional.21 Sven Beckert capta con
precisión la idea al decir que se trata de poner atención a “redes, procesos, creencias e
instituciones que trascienden estos espacios políticamente definidos”22 Los tópicos
iniciales fueron asuntos que por sí mismos tienen un interés u orientación “global”,
como el medio ambiente o las migraciones.23 Sólo posteriormente este tipo de
acercamiento se adoptó para abordar los más diversos tópicos, desde el derecho a la
vivienda hasta las enfermedades de transmisión sexual. Se trata, en suma, de temas que
superan las fronteras nacionales y son potencialmente globales, aunque el acento se
coloca en la palabra temas (topics) y su cobertura geográfica no está predeterminada.24
A esta perspectiva se puede aplicar la denominación de “temas trasnacionales” (o
transnational topics, TT).
17 Existe, sin embargo, otra versión de lo que debe entenderse por estudios
trasnacionales. En ésta, más estricta en su alcance, se considera que el rasgo medular
de un estudio trasnacional es “su preocupación fundamental con los movimientos, los
flujos y la circulación, no simplemente como un tema o motivo sino como un conjunto
analítico de métodos que define la empresa misma.”25 Conforme a este razonamiento,
los “temas” medioambientales o sobre derechos humanos con alcance supranacional no
serían estudios trasnacionales, sino globales. En cambio, los estudios sobre las
migraciones, los flujos comerciales, la transferencia de tecnología, en la medida en que
implican movimiento del objeto de estudio a través de las fronteras, cabrían
en esta definición. Es una disparidad que ciertamente afecta los criterios de
clasificación pero que no es posible dirimir a estas alturas del desenvolvimiento de la
disciplina. Una posibilidad –que algunos juzgarán como excesiva- sería distinguir entre
una perspectiva trasnacional, desde la cual se aborda un tema supranacional cualquiera
y un fenómeno trasnacional, caracterizado intrínsecamente por el movimiento, el flujo,
la circulación. De esta manera, los derechos sexuales podrían estudiarse desde una
perspectiva trasnacional, mientras que el movimiento mundial de capitales se
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entendería como un fenómeno trasnacional. Cabría preguntarse si esta distinción ofrece


alguna ventaja en términos de clarificar el método y técnicas del acercamiento o sólo
complica un asunto de más simple resolución.
18 Los temas trasnacionales pueden abordarse también desde una perspectiva histórica.
De hecho este acercamiento parece especialmente fructífero para reconstruir “aspectos
del pasado humano que trascienden un estado-nación, imperio o cualquier otro
territorio políticamente definido.”26 Aunque en el caso de los temas históricos el
enfoque transnacional no suele revelarse en el título, hay estudios que lo adoptan al
menos desde la década de 1960.27 Definiré este tipo de estudios como temas históricos
trasnacionales (o transnational historical topics, THT).
19 4. Estudios en contexto (o periodo) global
A principios de la siguiente década (los años de 1970) la percepción del proceso de
globalización se vuelve una constante en la literatura. Sin embargo, ello no se refleja en
un aumento instantáneo de los títulos con ese objeto de estudio, sino en el gran número
de trabajos que empieza a “colocar” países, regiones o incluso temas en el
contexto global.28 Esta perspectiva no se ocupa propiamente de analizar ese
contexto, sino que lo emplea como trasfondo de su propio estudio de caso mucho más
acotado. No obstante, a diferencia de los acercamientos convencionales que aludían al
escenario mundial, aquí resulta clara la conciencia de que el contexto es un proceso
envolvente de interconexiones crecientes, y no solamente la suma de eventos ocurridos
en distintas partes del mundo. Llamaré a este tipo de acercamiento de “contexto global”
(o global context –GC)
20 Casi simultáneamente aparecen dentro de esta categoría publicaciones que adoptan
un enfoque histórico. En estos casos puede ser que los títulos se ubiquen en un contexto
global (del pasado) o en un periodo de globalización. Estos trabajos reciben aquí la
denominación de “contexto de historia global” (o global history context –GHC). No son
todavía investigaciones de historia global, pero sí trabajos que toman conciencia del
fenómeno de lo global aconteciendo como trasfondo de su caso de estudio y lo
introducen, en mayor o menor medida, en la explicación. Los primeros títulos de este
tipo aparecen a fines de los años de 1970, y su frecuencia aumenta durante la década
siguiente.29
21 5. Historia global
¿Y qué decir de la historia global, el principal objeto de esta indagación? La respuesta
breve sería que los primeros títulos que adoptan una perspectiva global aplicada a un
tema histórico datan de fines de los años de 1980,30 aunque los primeros que lo hacen
con pleno conocimiento y precisión en el uso del término son de principios de los años
de 1990.31 Es entonces que parece arribarse a una más plena conciencia del tema y de
su especificidad, señalada por la aparición del libro colectivo que muchos consideran
fundacional de la disciplina: Conceptualizing global history, publicado en 1993.32
22 Sin embargo, hay una respuesta larga que es también más clarificadora. Mucho antes
del surgimiento de una historia global que además de ser nueva haya sido bautizada con
ese nombre, se perciben dos desarrollos precursores de esta disciplina, aunque
originados en tradiciones historiográficas diversas. Por un lado se encuentran obras que
llevan el término historia global en el título y que empiezan a aparecer a principios de
los años de 1960. En este primer grupo, fuera de una obra que hace un uso del término
muy diferente del que nos interesa aquí (véase nota 18), están otras que, por su
contenido, pueden considerarse de transición entre la antigua historia mundial y la
nueva historia global. Por el otro lado se identifica una vertiente que de manera muy
clara prefigura el enfoque y el objeto de estudio de la historia global pero que no
se da a sí misma ese nombre; me refiero al llamado “análisis de los sistemas-mundo”. A
este asunto dedicaré la siguiente sección, en la que intentaré además arribar a una
definición más precisa de lo que, a partir de esta exploración, entiendo por historia
global. Antes, conviene presentar los resultados de lo avanzado hasta aquí, que se
sintetizan en el siguiente cuadro.

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Siguiendo el rastro de la historia global


23 En 1962 aparece en Estados Unidos una publicación que por primera vez alude
explícitamente en el título a la historia global. Me refiero a A global history of man
(ubicado en SU). Es un libro de texto que podría caracterizarse sin más como de
historia mundial (en el sentido convencional del término), salvo porque en el prefacio,
el contenido y varios capítulos se percibe una cierta conciencia de que a lo largo de la
historia, el mundo ha pasado por épocas de integración o “unión global” y otras de
“división”. En el capítulo titulado “Civilized man lives in global unity”, que aborda el
periodo 1500-1914, los autores proponen:

El antiguo término “civilización occidental” no aplica más. Los eventos del mundo
y las necesidades comunes de toda la humanidad están uniendo la cultura de Asia
con la cultura de Europa y las Américas para formar por primera vez una
civilización mundial.33

24 En el último capítulo, titulado “Global history today and tomorrow” se enlistan, entre
las fuerzas que promueven la “unidad global” (“global unity”) los medios de transporte
y comunicación, la creciente interdependencia económica y la difusión de formas
comunes de vida. En la tercera edición del libro, publicada en 1974, se apuntalan estos
aspectos con información sobre comercio y transporte entre 1960 y 1967, para concluir
que “el mundo ha devenido una unidad económica”. Este mayor apercibimiento de lo
que, ahora sabemos, era apenas el inicio del (actual) proceso de globalización y de sus
antecedentes en la expansión europea del siglo XVI y en la integración económica del
siglo XIX me lleva a considerar este libro como precursor de un enfoque de historia
global o, si se quiere, como el inicio de la transición desde los estudios convencionales
de historia mundial hacia las preocupaciones más propias de la historia global. Más
difícil es rastrear en la literatura cómo la aparición incipiente de temas globales en los
libros de texto de Estados Unidos pudo haber desembocado en un nuevo enfoque de
investigación.
25 Existe otro origen posible cuyo recorrido es susceptible de reconstrucción. Desde
mediados del siglo XX, una tradición historiográfica originada en Francia empezó a
plantear problemas y a sugerir posibles vías de solución que invitaban a ampliar el
alcance del análisis histórico y a construir un enfoque apropiado para ello. De esta
manera surgió un acercamiento que claramente se asocia con lo que ahora conocemos
como historia global. En este linaje, el corte epistemológico que dio vida a la historia
global, separándola de la tradicional historia mundial, se produjo por primera vez en
los escritos de Fernand Braudel, como punto de llegada de una larga trayectoria de
investigación iniciada en la década de 1930 por la escuela de los Annales.34 Con ello,
Braudel inauguró una línea de análisis que luego seguiría Immanuel Wallerstein,
enriqueciéndola con una asimilación propia de la tradición marxista.

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26 A algunos parecerá trillada esta referencia al enfoque de los sistemas-mundo. Sin


embargo, encuentro que en la literatura relacionada con la historia global ha sido
ignorado o seriamente malentendido.35 Daré sólo un par de ejemplos de ello. En su
introducción a Conceptualizing global history, Bruce Mazlish afirma que la pretensión
de Braudel de practicar historia “global” se reduce a un uso equívoco de ese término. En
palabras suyas, “Braudel utiliza el término historia global en el sentido de no existir
límites a su comprensión de un objeto”, y en la misma situación se encontraría, según
él, Immanuel Wallerstein.36 Esto es inexacto. Braudel contribuyó a construir un
enfoque de historia global pero no llegó a designarlo con ese nombre. A lo que Mazlish
alude en esta frase es a la práctica de lo que Braudel llamó la “historia total”, entendida
como la aspiración de trascender la separación convencional entre las disciplinas
sociales para comprender de manera integral los procesos históricos y la realidad
social.37
27 El segundo ejemplo es igualmente ilustrativo. En la más reciente “Conversación” de
la American Historical Association con especialistas en estudios globales, algunos de los
participantes conectan el análisis de los sistemas-mundo con alguna vertiente de la
teoría de la dependencia, enfatizando las limitaciones que por esa asociación posee para
un acercamiento de historia global.38 El equívoco consiste en suponer que la postura
interpretativa de Wallerstein sobre el desenvolvimiento del capitalismo es inseparable
de su propuesta epistemológica. Como trataré de mostrar en seguida, esto no es así.
Permítaseme, pues, reconstruir brevemente el recorrido intelectual que constituye uno
de los orígenes de la historia global.

Braudel y el tiempo del mundo


28 Al introducir el tercer volumen de la obra Civilización material y capitalismo,
Braudel empieza colocándose en el marco del discurso historiográfico convencional
cuando afirma: “Tratar de escribir la historia entera del mundo puede no obstante
pensarse como una empresa lo suficientemente desalentadora como para desanimar al
más intrépido e incluso al más ingenuo”.39 Para enfrentar la tarea, propone algunos
recursos de los que los historiadores pueden echar mano: dividir la historia en
“sectores” (política, económica, social y cultural) y luego en escalas temporales (muy
larga, larga, mediana y corta duración).40 Hasta aquí nada muy original. No obstante,
en seguida propone distinguir “un tipo de tiempo que se experimenta en una escala
mundial: el tiempo del mundo, que no es, sin embargo, y nunca podrá ser la suma total
de la historia humana.”41 Y sigue aquí el pasaje crucial:

Esta escala de tiempo excepcional gobierna ciertas áreas del mundo y ciertas
realidades dependiendo del periodo y el lugar. Otras áreas y otras realidades
siempre escaparán a él y permanecerán fuera de él.42

29 Braudel explica el significado del concepto tiempo del mundo mediante el caso de la
India: algunas áreas se conectaron con el mundo exterior y en esa medida mantuvieron
“los tráficos y los ritmos del globo” (“the trades and rhythms of the globe”), mientras
que siempre quedaron “algunas áreas [que] la historia mundial no alcanza, zonas de
silencio e ignorancia imperturbable… espacios en blanco de donde no sale sonido
alguno”.43 Este criterio aplica en una escala local lo mismo que en la mundial: “incluso
en países avanzados en términos económicos y sociales, el tiempo del mundo nunca ha
dado cuenta del conjunto de la existencia humana”.44
30 Aunque Braudel no le da ese nombre, no parece arriesgado sugerir que la dimensión
de la realidad histórica que recibe “los tráficos y ritmos del globo” y que comprende
todas las áreas que en un momento determinado comparten el tiempo del mundo, es la
que en sentido estricto concierne a la historia global. Este es un primer criterio que la
distingue de la historia mundial. Un segundo criterio, en mi opinión complementario,
se desprende de la diferencia que el autor establece entre la economía mundial y una
economía-mundo. La primera sería la denominación que corresponde a la historia

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mundial, mientras que la segunda sugiere una unidad de análisis consistente con la
historia global, a saber:

Una economía mundo… solo concierne a un fragmento del mundo, una sección
económicamente autónoma del planeta capaz de proveer la mayoría de sus
propias necesidades, una sección en la cual sus conexiones e intercambios
internos otorgan cierta unidad orgánica.45

31 Cabe destacar que en su obra El mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época


de Felipe II, publicada en francés en 1949, Braudel había construido una unidad de
análisis que responde a estos criterios y puede ser considerada iniciadora de la historia
global aun antes de definirla de manera explícita.46 De este modo, la historia global en
clave braudeliana sería aquella que se ocupa de todas las áreas interconectadas del
planeta que constituyen un mundo porque comparten el tiempo del mundo,
moviéndose al mismo ritmo, respondiendo a una racionalidad compartida y
reaccionando a factores de cambio que les son comunes.

Wallerstein y los sistemas-mundo


32 Abrevando de la herencia braudeliana y de una interpretación propia del
pensamiento de Marx, Immanuel Wallerstein construye en los años setenta una unidad
de análisis caracterizada por ser un sistema-mundo (la economía-mundo europea),
dando origen a lo que denomina “análisis de los sistemas-mundo” (“world-systems
analysis”). Como él explicaría más tarde, el uso del guión entre ambas palabras busca
enfatizar que “hablamos aquí no acerca de sistemas, economías, imperios del mundo
(entero), sino de sistemas, economías, imperios que son un mundo (pero muy
posiblemente, y de hecho usualmente, no incluyen todo el globo).”47
33 Así, un sistema-mundo se define como:

…una zona espacio-temporal que corta a través de muchas unidades políticas y


culturales, una que representa una zona integral de actividad e instituciones que
obedecen ciertas reglas sistémicas.48

34 La dimensión de la realidad integrada de esta manera se constituye como una unidad


de análisis, cuyo estudio se combina con la preocupación por “temporalidades sociales”
y por la intención de superar “las barreras que se han erigido entre diferentes
disciplinas sociales.”49 Junto al concepto de economía-mundo, la noción braudeliana
del tiempo del mundo es adoptada y enriquecida al utilizarla como un coto temporal
para las generalizaciones:

La insistencia de Braudel en la multiplicidad de tiempos sociales y su énfasis en el


tiempo estructural –lo que él llamó la larga duración- se volvió central para los
analistas de los sistemas-mundo [en tanto representaba] la duración de un
sistema histórico particular. Las generalizaciones acerca del funcionamiento de tal
sistema evitaban así la trampa de parecer verdades intemporales, eternas.50

35 A mi parecer, los rasgos del acercamiento historiográfico construidos en este


recorrido intelectual proveen los ingredientes básicos de lo que más tarde se iría
definiendo como un nuevo campo de la investigación histórica que acabó por
denominarse historia global. Es cierto que, en su quehacer historiográfico, Wallerstein
se ocupa de un sistema-mundo en particular: la economía-mundo europea que inicia en
el siglo XVI. También lo es que al hacerlo construye una interpretación propia del
capitalismo y al mismo tiempo dialoga con las versiones dependentistas de la teoría del
desarrollo.51 Pero nada obliga a aceptar estas interpretaciones al adoptar el enfoque
analítico propuesto. De hecho, el propio Wallerstein afirma que se pueden reconocer
unidades de análisis del tipo sistema-mundo en épocas anteriores al capitalismo, como
en los imperios-mundo de la antigüedad.52 En suma, quienes difieren de su
interpretación sobre el mundo capitalista no tienen que “tirar al niño junto con el agua
sucia”, pues aquélla no está intrínsecamente ligada a la perspectiva de historia global
que se trasluce en el análisis de los sistemas-mundo.
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36 A la luz de este recorrido, podemos ofrecer una definición tentativa y no exhaustiva


de lo que a partir de estas contribuciones se entendería por historia global. Se trata de
un enfoque de investigación histórica que pone énfasis en la interconexión entre los
fenómenos. En la tradición de Braudel-Wallerstein, consiste en abstraer del mundo real
aquellas áreas del planeta que se encuentran vinculadas por una cierta lógica interna
para construir con ellos una unidad de análisis (un mundo) que se constituye como el
objeto de estudio del investigador. Esta lógica puede ser de índole económica, como en
el caso de la economía-mundo europea del siglo XVI, o político-militar, como en el de
los grandes imperios de la antigüedad. Lo que se enfatiza es la interconexión misma y el
enfoque que se adopta para poder explicarla.

A manera de conclusión: recapitulación


y reflexiones para un debate abierto
37 En este ensayo partimos de la constatación de que la abundante bibliografía que se ha
publicado en los últimos cincuenta años en torno a los estudios llamados “globales”
adolece de una escasa precisión conceptual en el uso de los términos que se emplean en
su definición. El resultado es un uso laxo o indistinto de los términos “mundial”,
“global” y trasnacional”, cuyo significado preciso suele omitirse, generando confusión
entre los propios especialistas, para no hablar de los lectores. El propósito de este
ensayo ha consistido en clarificar el significado de algunos de estos conceptos a partir
de una exploración de las obras de ciencias sociales publicadas a lo largo del siglo XX
que en el título llevan la palabra “global”, contrastando su uso con el del término
“mundial”.
38 El ejercicio me permitió constatar que la aparición del término “global” en el título de
las publicaciones tuvo lugar a partir de los años de 1960, aunque inicialmente con
enfoque y propósitos distintos a los que se atribuye a los estudios globales. Si bien en
estos años un buen número de trabajos fue publicado por agencias internacionales,
muchos de los títulos en inglés se publicaron en Estados Unidos, lo cual sugiere cierta
preferencia por el uso del término en el contexto cultural de ese país. Una década más
tarde empezaron a publicarse obras que en su título denotaban el surgimiento de una
conciencia del proceso de globalización y lo adoptaban como escenario o contexto de
sus indagaciones. En este decenio (los años de 1970) las publicaciones con la palabra
“global” en el título procedían en mayor medida del medio académico. En términos de
su origen, siguieron prevaleciendo los títulos en inglés, aunque en el campo de los
estudios del desarrollo apareció un número creciente de trabajos en español.
Finalmente, fue en la década de 1990 cuando los títulos de las publicaciones empezaron
a revelar plena conciencia de las implicaciones del uso del término “global”, ya sea que
lo concibieran como un nuevo enfoque o como un (nuevo) objeto de estudio. Una vez
más, la mayor frecuencia se localizó en los títulos en inglés. Esto no significa que en
otros idiomas no se publicaran a partir de cierto momento estudios globales, pero
sugiere que fuera del contexto anglosajón la adopción explícita de ese término como
algo definitorio de su campo de indagación fue más tardía. Esta idea se refuerza al
constatar que las bibliotecas nacionales de Francia y Alemania tampoco albergan libros
en francés o alemán que en su título lleven la palabra “global” y se hayan publicado
antes de 1990. Aunque esto tendría que confirmarse en un estudio más profundo, ello
sugiere que si bien los estudios globales se originaron en varias partes del mundo, el
uso del término “global” para designarlos se difundió a partir de la academia
estadounidense.
39 La exploración bibliográfica me permitió también construir una sencilla tipología que
reconoce, junto a la existencia de una vertiente convencional de historia mundial que se
designa a sí misma con ese nombre, una serie de libros que empezaron a utilizar la
palabra “global” para referirse a objetos o propósitos diversos. Encontré así que a partir
de los años sesenta aquélla apareció en publicaciones interesadas en la recopilación de
información (cuantitativa o cualitativa) a nivel mundial. Este acercamiento, que existía
ya al menos desde el siglo XIX, fue incorporado en la clasificación como de “perspectiva
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21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales

mundial”. En segundo lugar (en términos cronológicos), a fines de esa misma década
vieron la luz los primeros estudios sobre el proceso de globalización por entonces en
ciernes, incluidos con ese mismo nombre en la tipología. En tercer lugar, antes de que
aparecieran libros que llevaran en el título la palabra “global” y realmente lo fueran,
adoptaron ese término muchas obras publicadas en el campo de lo que ahora se
denomina “estudios trasnacionales”. Es debido a esa designación inexacta que los
temas trasnacionales se incluyen en el cuadro, pues en principio caen fuera de los
objetivos de este ensayo. En el decenio de 1970 se publicaron trabajos que hacían un
uso más preciso del término “global” en sus títulos, empleándolo para ubicar sus
indagaciones en un contexto global (o de historia global). Su número aumentó en la
siguiente década, cuando también hicieron su aparición las primeras obras de historia
global que en rigor lo eran. El auge de estos últimos, y de la corriente más amplia de
estudios globales, se produjo a principios de los años noventa.
40 El fenómeno global por antonomasia es, obviamente, la globalización actual, que ha
dado lugar a todo un género de investigaciones designado aquí como “estudios sobre la
globalización” (número 2 en el cuadro). No obstante, es preciso disipar el equívoco que
lleva a identificar esos estudios con la historia global, y que se aprecia en la siguiente
aseveración de Mazlish: “Una tarea de la historia global, entonces, será mirar atrás en
forma selectiva y detectar signos tempranos de la época global que tenemos sobre
nosotros”.53 En la tipología que propongo, lo que Mazlish describe sería una perspectiva
adecuada para los estudios sobre la globalización, que se ocupa del proceso que ha
conducido a la globalización actual, y no para la historia global. Los estudios sobre la
globalización se ocupan de un objeto, mientras que los estudios globales (incluida la
historia global) adoptan un enfoque particular. La perspectiva o enfoque global (o de
historia global) aborda aquella dimensión de los fenómenos a partir de la cual se
construye una unidad de análisis (un mundo) que comprende las áreas del planeta que
se encuentran interconectadas por un mismo tiempo y una misma racionalidad. Cierto
es que en la globalización, esa perspectiva tiende a converger con el fenómeno real. O si
se quiere, un mundo tiende a ser el mundo, aun si algunas áreas que subsisten fuera del
tiempo del mundo nunca lleguen a desaparecer.54 Al producirse este acercamiento entre
la unidad construida analíticamente y la realidad real convergen quienes entienden a la
historia global como un enfoque con los que la perciben como un objeto de
investigación.
41 Por otra parte, si aceptamos que la historia global es el enfoque apropiado para
analizar un mundo interconectado, cabe también preguntarse si, como piensan algunos
especialistas, debe ser además historia total (á la Braudel), o si puede limitarse a un
acercamiento ya sea desde la historia económica, social, cultural, etc., o bien a partir de
algún tema específico, como las corporaciones multinacionales, la justicia
internacional, o algo por el estilo. Respecto a lo primero, no me parece que sea
indispensable (ni asequible) que un acercamiento de historia global deba ser
forzosamente total. Es decir, aunque entiendo la preferencia por estudios multi- o
interdisciplinarios, encuentro razonable que se emprenda el estudio de esta unidad de
análisis a partir de una perspectiva disciplinar, y no veo por qué al adoptar ésta se
estaría renunciando al acercamiento de historia global (en el sentido de un mundo
interconectado). No obstante, sin aspirar necesariamente a un acercamiento total, es
cada vez más frecuente la adopción flexible de enfoques trans-disciplinarios, es decir,
de movimientos transversales entre distintas disciplinas que ofrecen la posibilidad de
abarcar varios aspectos o dimensiones de un fenómeno.
42 La distinción entre enfoque y objeto de estudio que hemos propuesto antes es
relevante para nuestros propósitos porque implica que un fenómeno que es global en sí
mismo puede o no abordarse desde una perspectiva global. De hecho, hay una extensa
literatura que aborda aspectos propios de la globalización desde una perspectiva local,
de una región (interna a un país) o nacional. Lo mismo aplica a los estudios de contexto
global (o contexto histórico global (número 4 en el cuadro). El fenómeno es reconocido
e incluso considerado como parte del escenario en que se desenvuelve la indagación,
pero el acercamiento sigue teniendo, por alcance y método, un carácter convencional.55
Existen también, por supuesto, otros estudios que adoptan un enfoque global para
analizar fenómenos de esa misma índole, lo cual es común dentro de los estudios sobre
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21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales

la globalización y, naturalmente, en los de perspectiva trasnacional. Por ejemplo en


Global corporations, Richard Eells se hace cargo del proceso de surgimiento de las
grandes corporaciones modernas y su expansión en escala global, adoptando un
enfoque eminentemente supranacional.56 También es común encontrar trabajos con
perspectiva trasnacional aplicados a objetos que no necesariamente lo son –no, por lo
menos, si se entiende lo “trasnacional” en el sentido restrictivo de objeto en
movimiento. Es decir, que hay objetos “no móviles” a los que se puede aplicar un
acercamiento que trasciende las fronteras nacionales (por referirme a las unidades
políticas modernas). De hecho, casi cualquier tema que por sí mismo aparecería
circunscrito a un plano nacional es susceptible de un acercamiento de esta naturaleza:
la educación, los impuestos, el crecimiento del PIB.
43 Cabría preguntarse, sin embargo, hasta qué punto puede adoptarse un enfoque
global para analizar fenómenos o procesos que no son en sí mismos globales, es decir,
que no entrañan una dimensión de interconexión o integración en su desenvolvimiento.
Para decirlo en otras palabras, me pregunto si sólo puede adoptarse una perspectiva de
historia global respecto a periodos o lugares en los que ha tenido lugar un proceso de
globalización, es decir, de interconexión o integración entre distintas zonas del mundo
en una entidad supranacional que comparte ciertas pautas, ritmos, tiempos. La
implicación lógica sería que en épocas de “desconexión”, no habiendo fenómenos
interconectados que historiar, lo apropiado sería un enfoque de historia mundial
convencional (que aparece con el número 0 en el cuadro). Es decir, de una historia
entendida como un “compendio” de fenómenos, situaciones y eventos que tienen lugar
en distintas partes sin una lógica común subyacente, con independencia uno de otro. Si
esto es así, debemos concluir que, lejos de ser sucesivos o excluyentes, en realidad los
enfoques de historia mundial e historia global coexisten y se aplican a distintos
periodos y procesos, según lo exija el objeto de estudio. Así, por ejemplo, un enfoque de
historia global no sería el más apropiado para estudiar los señoríos feudales en la
Europa medieval (que, en cambio, sí podrían abordarse con una perspectiva
trasnacional), mientras que uno de historia mundial se quedaría corto para entender el
proceso de globalización de los últimos cincuenta años.
44 Como bien dice el propio Wallerstein, no hay en las ciencias sociales algo que sea
completamente original o novedoso. En la medida en que el saber es acumulativo, todo
acercamiento abreva de sus antecesores y, en el mejor de los casos, avanza nuestro
conocimiento a un punto que será retomado por otros. La construcción intelectual
cuyos primeros cimientos colocó Braudel a mediados del siglo XX fue continuada por
Wallerstein en el decenio de 1970. Unos años antes, otros historiadores ejerciendo su
oficio en un ambiente intelectual distinto empezaron también a reconocer el fenómeno
de la globalización y sus antecedentes históricos. El desenvolvimiento de una nueva era
de integración global en las últimas décadas del siglo XX alimentó en la mente de
muchos estudiosos la conciencia de la existencia (histórica) del fenómeno de la
globalización. Ello acabó de preparar el terreno para el surgimiento de un nuevo campo
de la indagación histórica, que al parecer alcanzó plena conciencia de sí mismo en la
década de 1990. A partir de entonces las publicaciones que anuncian en el título una
perspectiva de historia global o al menos de contexto global se han vuelto comunes y
muy numerosas, aunque no siempre su contenido responde a una definición estricta de
esos términos. Aún más recientemente, el campo se ha abierto a la exploración flexible
y abierta de distintas escalas de observación con herramientas tomadas de diversas
disciplinas, para dar paso a lo que en forma genérica denominamos “estudios globales”.
Aun si esta proliferación de perspectivas innovadoras es bienvenida, resulta
indispensable que se vea acompañada por una reflexión continua que promueva un
mejor entendimiento de las especificidades, la metodología y los propósitos de cada una
de ellas. Sólo así podrán enseñarse a las nuevas generaciones y comunicarse a un
público más amplio que el de los iniciados. Sólo así podrán aspirar a ocupar un lugar en
las grandes tradiciones historiográficas de nuestro tiempo.

Notes

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21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales
1 Bruce Mazlish, “An introduction to global history”, en Mazlish, Bruce y Buultjens, Ralph (eds.),
Conceptualizing global history, Boulder, San Francisco, Oxford, Westview Press, 1993, p. 3.
2 Véase, por ejemplo, Manfred Kossok, “From universal to global history”, en Mazlish y Buultjens
(eds.), Conceptualizing…, p. 93-111.
3 Aunque estas bibliotecas son reconocidas por su calidad y la amplitud de sus acervos, se acepta
que pueda existir en ellas un sesgo en favor de los idiomas de los países en que se encuentran sus
instituciones, privilegiando al español y el inglés con desventaja del francés, el portugués y el
alemán. No obstante, consultas subsecuentes en la Biblioteca Nacional de Francia (Bibliotéque
Nationale de France) y en la Biblioteca Nacional Alemana (Deutschen Nationalbiblioteck)
mostraron que en realidad el término “global” se observa sólo tardíamente en los títulos de sus
publicaciones (a partir de los años de 1990). En Francia, las pocas veces que aparece antes de
estos años refiere a temas ajenos al de nuestro interés, como los impuestos o la cartografía. En
Alemania, se refieren al marketing y, en un caso, a la ecología ( y sólo a partir de los años
ochenta). Incluso en estas bibliotecas, la mayor parte de los títulos que incluyen la palabra
“global” se encuentran en inglés.
4 Se excluyó un par de decenas de libros que no tenían fecha de publicación.
5 El criterio de pertinencia era que tuviera que ver con aspectos “globales” o “mundiales” dentro
de las ciencias sociales. Muchos títulos que incluían el término “global” se relacionaban con la
geografía, cuestiones militares o estratégicas, el clima y otras cuestiones ambientales vistas desde
las ciencias naturales, modelos matemáticos, entre otros.
6 En el momento de la búsqueda (mayo de 2013) había en el catálogo de Stanford 24,190
volúmenes con la palabra “global” en el título. En este caso, sin embargo, la lista de títulos ajenos
a la problemática resultó mucho más vasta, puesto que el catálogo comprende literatura de las
ciencias básicas (uno entre miles de ejemplos no pertinentes es Fisher, C.M., Transient global
amnesia. Acta neurologica Scandinavica, Supplementum, Copenhagen, Munksgaard, vol. 40,
1964. La lista de títulos pertinentes resultó, entonces, mucho menor y mostró grandes
coincidencias con la de la BDCV.
7 De hecho, como observa un dictaminador anónimo de este ensayo, esto es evidente en
tradiciones historiográficas como la francesa o la inglesa. Sobre la primera cabe referir al lector a
la escuela de los Annales, ya mencionada antes. Sobre la segunda, baste mencionar las obras de
madurez de Eric Hobsbawm.
8 Day, John Percival, Historia económica mundial, 1914-1939, México, FCE, 1940.
9 Así lo refiere Chris Bayly en la conversación publicada en “Conversation: On transnational
history”, The American Historical Review, Vol 111:5, Diciembre de 2006, p. 1441-1464 (en
adelante “Conversación AHA”). A este respecto véase también el conjunto de ensayos publicados
en HAHR, 84:3, Agosto de 2004, passim.
10 Véase por ejemplo Palmer, R.R. and Colton, Joel, A History of the modern world, Nueva York,
Knopf, 1965; Fraser, D.M., Discovering our world’s history, Nueva York, American Book
Company, 1964, típicamente un libro de texto.
11 Conversación AHA, p. 1443.
12 Conversación AHA, p. 1446.
13 En lo siguiente se omitirá señalar la procedencia de los títulos cuando la información de los
dos catálogos consultados resulta coincidente o cuando la referencia sólo se encuentra en el
catálogo base de la muestra (BDCV). Por otra parte, cuando la información no coincide o debió
recurrirse al catálogo secundario (el de SU), se señalará si la referencia se origina en el primero
(BDCV) o en el segundo (SU).
14 Por ejemplo, Fisher, J.L., Global projections for the mining sector, Nueva York, United
Nations, 1969.
15 Como Altbach, Ph.G. (ed), The student revolution. A global analysis, Bombay, Lalvani Pub.
House, 1970.
16 No sólo los organismos internacionales se abocaron a esta tarea, sino también agencias
públicas y organismos privados de algunos países, generalmente las potencias económicas de la
época, desarrollaron esa inclinación. Para un ejemplo de las primeras véase Einzelschriften zur
Statistik der Deutschen Reichs, Die Wirtschaft des Auslandes. Entwicklungen in der
Weltwirtschaft. 1928, Berlin, R. Hobbing, 1929.
17 El primer libro (en la BDCV) que incluye en su título la frase global history es Hans Kohn, The
age of nationalism. The first era of global history, Nueva York, Harper, 1962. Una revisión
somera de esta obra permite comprobar que el término no alude a una perspectiva
historiográfica, sino más bien al nacimiento de una suerte de “pan-nacionalismo” y “pan-
humanismo” que, según él, tendería a unir a las naciones del globo. Estaremos de acuerdo en que
este libro no forma parte de la nueva historia global, sino que refleja la preocupación de la
posguerra en la promoción y conservación de la paz y la unidad mundial.
18 Sobre lo primero, véase Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo,
Towards a global strategy of development, Nueva York, United Nations, 1968. Para lo segundo,
Wilson, TH.W. International environmental action. A global survey, Nueva York, Dunellen,
1971.

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21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales
19 Spiro, H.J. World politics. The global system, Homewood, III, Dorsey Press, 1966; Cobb, R.W.
y Elder, Ch., International community. A regional and global study, Nueva York, Holt, Rinehart
and Winston, 1970. En la BDCV el primer título de este tipo aparece en 1972. Se trata de Eells,
R.S., Global corporations. The emerging system of world economic power, Nueva York,
Interbook, 1972.
20 Por ejemplo, King, Alexander y Schneider, Bertrand, The first global revolution, Nueva York,
Pantheon Books, 1991; Sklair, Leslie, Sociology of the global system, Baltimore, Johns Hopkins
University, 1991.
21 El primero de estos trabajos es el conocido libro de McLuhan, M., War and peace in the global
village, Nueva York, Bantam Books, Vol. 127, 1968.
22 Conversación AHA, p. 1459.
23 Por ejemplo, Dollot, Louis y Bofill, Rafael M., Las migraciones humanas, Barcelona, Oikos-
tau, 1971.
24 Este es el caso de Akira Iriye, Global and transnational history. The past, present, and future,
Nueva York, Palgrave Macmillan, 2013, p. 11, 39.
25 Isabel Hofmeyr en Conversación AHA, p. 1444.
26 Sven Beckert en Conversación AHA, p. 1445.
27 Como Dollot, L., Race and human migrations, Nueva York, Walker, 1964 (SU).
28 El primer título de este tipo aparece en SU: Streeten, P. y Corbet, H., Commonwealth policy in
a global context, Canada, University of Toronto Press, 1971. Entre los primeros en BDCVse
encuentra Prebisch, R. The Latin American periphery in the global system of capitalism,
México, Colegio Nacional de Economistas, 1980.
29 El primer trabajo que sugiere este acercamiento es Peniche Tood, R. La política
norteamericana hacia América Latina en el marco internacional global de la posguerra, Tesis
Doctoral, Centro de Estudios Internacionales, El Colegio de México, 1977.
30 En realidad, aunque los primeros títulos anuncian el surgimiento de una perspectiva de
historia global, se mantienen atados a divisiones nacionales o regionales más convencionales. Un
ejemplo de ello es Eaton, R.M., Islamic history as global history, Washington, D.C., American
Historical Association, 1990.
31 De hecho, los especialistas en el tema suelen ubicar el nacimiento de esta vertiente
historiográfica en los años de 1990. Véase Iriye, Global, p. 2 y passim.
32 Mazlish, and Buultjens (eds.), Conceptualizing.
33 Stavrianos, L.S., et al., A global history of man, Boston-Atlanta, Allen and Bacon, 1962, p. 144
y passim.
34 Como se sabe, esta escuela deriva su nombre de la publicación de la revista inicialmente
llamada Annales d’histoire économique et sociale. Para una revisión de la trayectoria de esta
escuela y de sus representantes, véase Aguirre Rojas, Carlos Antonio, La escuela de los Annales:
ayer, hoy y mañana, Rosario, Prohistoria Ediciones, 2005.
35 Resulta claro, por ejemplo, que el más reciente libro de síntesis sobre historia global
(publicado en 2013) ignora la existencia de este enfoque. Véase Iriye, Global, p. 13, 19 y passim.
36 Mazlish, “An introduction”, p. 4.
37 Véanse, por ejemplo, los textos reunidos en Fernand Braudel, Una lección de historia, México,
FCE, 1989.
38 Por ejemplo, Hofmeyr menciona que las distintas versiones de la teoría de los sistemas
mundiales se inscriben en los debates del desarrollo/subdesarrollo, “que tienden a aplanar las
complejidades del ‘Tercer Mundo’. En tal aplanamiento, el ‘Tercer Mundo’ se vuelve victima de
las fuerzas del capital/el Norte/la metrópolis. La complejidad política de ‘el Sur’ desaparece.”
Conversación AHA, p. 1443.
39 “Attempting to write the entire history of the world might nevertheless be thought
sufficiently daunting an enterprise to discourage the most intrepid and even the most naive”.
Fernand Braudel, Civilization and capitalism. 15th-18th century. Vol. III: The perspective of the
world, Berkeley-Los Angeles, University of California Press, 1992, p. 17. La primera edición es de
1979. En la traducción al inglés la palabra material se omite en el título, acaso porque su
significado es distinto en el contexto cultural de Estados Unidos.
40 Idem.
41 “a type of time experienced on a world scale: world time, which is not however, and never
can be the sum total of human history.” Ibid., p. 17-18.
42 “This exceptional time-scale governs certain areas of the world and certain realities
depending on period and place. Other areas and other realities will always escape it and lie
outside it.” Ibid., p. 18.
43 “some areas [that] world history does not reach, zones of silence and undisturbed
ignorance... blank spaces from which no sound comes at all”. Idem.

https://journals.openedition.org/nuevomundo/66524 14/15
21/03/2019 Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de los estudios globales
44 “even in advanced countries, socially and economically speaking, world time has never
accounted for the whole of human existence.” Idem. Aunque empleamos estos pasajes por su
particular nitidez, el concepto mismo de tiempo del mundo fue acuñado mucho antes.
Recuérdese que el primer volumen de esta obra lleva como subtítulo El tiempo del mundo, y se
publicó en francés en 1967.
45 Ibid., p. 22.
46 La primera edición en español la publicó el Fondo de Cultura Económica en 1953. Allí se
refiere a un Welttheater (teatro o escenario mundial) o Weltwirtschaft (economía mundial)
aunque es menos explícito respecto a la dimensión epistemológica del problema.
47 Wallerstein, Immanuel, World-systems analysis. An introduction, Durham and London,
Duke UP, 2004, p. 16-17.
48 Idem.
49 Ibid., p. 16.
50 Ibid., p. 18.
51 Immanuel Wallerstein, The modern world-system. I: Capitalist agriculture and the origins of
the European world-economy in the sixteenth century, with a new Prologue, Berkeley, University
of California Press, 2011 (la primera edición en inglés es de 1974).
52 Ibid, p. 16.
53 Mazlish, “An introduction”, p. 1.
54 O, como dice Iriye, “la globalización económica se volvió más y más global.” Global, p. 45.
55 Aquí se inscribiría mi propio trabajo sobre México en un contexto de globalización. Véase
Kuntz Ficker, Sandra, Las exportaciones mexicanas durante la primera globalización, 1880-
1929, México, El Colegio de México, 2010.
56 Eells, Global corporations.

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Pour citer cet article


Référence électronique
Sandra Kuntz Ficker, « Mundial, trasnacional, global: Un ejercicio de clarificación conceptual de
los estudios globales », Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Débats, mis en ligne le 27
mars 2014, consulté le 20 mars 2019. URL : http://journals.openedition.org/nuevomundo/66524 ;
DOI : 10.4000/nuevomundo.66524

Auteur
Sandra Kuntz Ficker
El Colegio de México
skuntz@colmex.mx

Droits d’auteur

Nuevo mundo mundos nuevos est mis à disposition selon les termes de la licence Creative
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