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Ensayo sobre el libro de Robert Venturi “Complejidad y contradicción en la arquitectura”

La tesis realizada por Robert Venturi, sobre la complejidad y la contradicción fue la primera obra de su carrera. Robert Venturi es uno de los
arquitectos mas importantes del siglo XX. En esta tesis de complejidad y contradicción, Venturi define con su punto de vista, el estado
conceptual de la arquitectura, sus manifestaciones y actitudes enfrente a su carácter.
Robert Venturi, define como ejes fundamentales de la arquitectura la complejidad y la contradicciones, cada uno de ellos responde a una
situación especifica centrada en la arquitectura. Venturi cree en una arquitectura hibrida, confusa, irregular y equivocada, esa es la “verdad en
su totalidad”. Para poder entender esta expresión filosófica debemos concentrarnos en las situaciones existenciales de la arquitectura en sus
época. Entre las referencias que utiliza Venturi para justificar su teoría, cita a arquitectos modernos como Le Corbusier, Fran L. Wright, Luois I.
Kahn, entre otros, como piezas de la arquitectura gótica, y clásica.
El equilibrio debe de crearse en lo opuesto justificado por el deseo de lo expuesto. Toda la arquitectura demuestra como la contradicción es la
respuesta ante algunas problemáticas. Un ejemplo de la propuesta de Robert Venturi, como contradictoria es el estilo de vida, una persona
que tiene una vida movida, estresante y compleja busca paz y sencillez al llegar a su casa. Esta situación creada por una época de
problemáticas cada vez mas complicadas, crea lo que se entiende como el concepto de “menos es mas”. Este tema nos lleva a la relación de
“ambigüedad” y como su fuente es la complejidad y la contradicción. Para la creación de un concepto “menos es mas” se debe tomar en
cuenta que el lado sencillo de las situaciones proviene de un complejo análisis de las problemáticas.
Otro concepto, origen de la contradicción es “lo uno y lo otro”. Esto define la integración de elementos diferentes, algo con una misma
identidad con doble significado. Dice Venturi, “no se viola una pared con ventanas que penetran, se debe interrumpir con cristales”.
Claramente identifica como las cosas “puras” entre si forman la pureza de lo “complejo”. A diferencia de la “doble función” que caracteriza la
unión de elementos contradictorios como la escalera y la rampa, creando un objeto diferentes propósito. Como ejemplo Venturi cita a Le
Corbusier y como su estructura en concreto, realiza como carácter estética y función,
Existen dos tipos de contradicción para Venturi, la contradicción adaptada y la contradicción yuxtapuesta, la contradicción adaptada se integra
y concesiona sus elementos, mientras la yuxtapuesta es impositiva, violenta y sin concesión mutua.
La tesis de Robert Venturi, describe la naturaleza de la proveniencia de los conceptos con visión precisa, definida por su complejidad y su
contradicción.
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Aunque podríamos analizar el libro de Venturi desde la fachada, que Christian ha considerado fundamental en la Casa Vanna Venturi, también
podemos estudiar la planta, la sección o incluso todo el conjunto, este último referido a Jesús que lo ha necesitado para entender "La
Compejidad y La Contradicción en la Arquitectura" estudiando cada punto en relación a las obras del autor. Desde mi punto de vista, creo que
es de notable interés para entender su arquitectura el estudio de los símbolos en sus edificios y por tanto, establecer relaciones con otras
pautas y recursos que emplea en su obra. Para ello, he centrado la crítica en la envolvente, acentuándola en la fachada frontal donde podemos
apreciar los aspectos teóricos que determinan su singular visión de la arquitectura.
Del latín symbŏlum, y éste del griego σύμβoλoν, el símbolo es la forma de exteriorizar un pensamiento o idea, incluso abstracta, así como el
signo o medio de expresión al que se atribuye un significado convencional y en cuya génesis se encuentra la semejanza, real o imaginada, con
lo significado.
Afirmaba Aristóteles que "no se piensa sin imágenes", y simbólica es la ciencia, constituyendo ambas las más evidentes manifestaciones de la
inteligencia.
Los símbolos significan, en una época determinada aunque hay otros que perduran. Por eso es importante tomarlos en cuenta. Son una
manera efectiva de relacionar nuestros proyectos con la sociedad. Defecto por el cual el Estilo Internacional dejó de ser productivo a partir de
los 60's, y el collage del pop sí fue efectivo.
Según lo ha conceptualizado Michael Billig, banal es la forma difusa que toma el nacionalismo en las sociedades contemporáneas,
convirtiéndose en un mecanismo omnipresente que orienta las percepciones y hace aparecer como natural la identificación entre una lengua,
una cultura, un territorio y una comunidad política. Si comparamos la posición que adopta el ya mencionado Michael Billing sobre lo banal con
el concepto de símbolo, descubrimos que guardan una estrecha relación en la Guild House ya que todos los elementos que aporta como
símbolos, también podríamos calificarlos como banales.
La Guild House se convierte así, gracias a los símbolos, en una obra maestra, a pesar de su aparente vulgaridad. Podría decirse, parafraseando
al propio arquitecto que esta obra, más que aprender de las Vegas, aprende de la monotonía del Movimiento Moderno, que aprende de la
angustia metropolitana.
La premisa que utiliza Robert Venturi no es la objetividad, sino la libertad, estudia lo que le interesa en la arquitectura, es decir, la complejidad
y la contradicción pero quizá quiso anteponer lo teórico a la riqueza del lenguaje artístico en sí, y habría que plantearse, como en sus críticas a
la arquitectura moderna, si esto no sería de "reducida significancia".
Propone la contradicción como un método para conseguir la complejidad, hablaríamos de un enfrentamiento conceptual entre el pintoricismo
y a la simplificación. La forma no define la complejidad del espacio, ni un objeto extremadamente complicado tiene que ser complejo. Venturi
habla en su libro "Learning Form Las Vegas" del "pato" y la caja decorada, la figura del pato la extrajo de un quiosco de comida rápida
especializado en aves, en forma de pato gigantesco. El autor hace una crítica a que la casa, o el quiosco se conviertan en una escultura donde
la forma simbólica se apropie completamente de la arquitectura. Al pato, Venturi opone antitéticamente la caja decorada, una caja funcional,
decorada de acuerdo con su función. Lleva estos conceptos a dos obras, la primera es la Guild House que correspondería a la caja decorada,
una caja orientada a una función, con algunos ornamentos. Por otra parte, estaría la Crawford Manor que la trataría de "pato" por tener una
expresividad fingida, por un diseño que quiere ser heroico y artístico y por "la forma por amor a la forma". Desde mi punto de vista, la Guild
House, en relación con lo anteriormente expuesto, sería una caja decorada con patos en su fachada frontal ya que no solo introduce
elementos propios de la función del edificio sino que también incorpora otros muchos símbolos que tendrían que ver con conceptos teóricos y
que poca relación guardan con los ancianos para los que se ha proyectado el edificio.
Define la arquitectura equívoca haciendo una dura crítica a una serie de paradigmas arquitectónicos. La arquitectura acertada sería una
arquitectura que no es "un pato" como la ya mencionada Crawford Manor ni una arquitectura del <> como la de Mies Van Der Rohe donde
deja de resolver muchos problemas ya que piensa que todos no se pueden controlar. Diríamos pues, que una arquitectura acertada sería la
que con la máxima complejidad llegara a un resultado simple. Como se planteaba al comienzo, propone la contradicción como método para
conseguir la complejidad, pero siendo una contradicción con un análisis previo, que es lo que critica en los paradigmas que estudia en el libro;
de los cuales él luego extrae elementos que podemos encontrar en la Guild House tales como La fachada trasera de San Pedro de Miguel Ángel
donde las ventanas son más anchas que altas (están mal en relación a las leyes clásicas que dicen que se deben poner en vertical). Venturi
también cambia las dimensiones de las ventanas en guillotina de la fachada frontal (un elemento convencional sobredimensionado).
Venturi encuentra lo ambiguo, lo contradictorio y lo opuesto en sus digresiones históricas, sobre todo en la arquitectura del manierismo, del
barroco y del rococó.
Aunque sería inadecuado y fragmentario calificar a Venturi de arquitecto de Pop Art, se manifiesta su cercanía con esa corriente ya que, como
estos artistas, desde Robert Rauschenberg hasta Andy Warhol, también Venturi intenta superar los límites entre lo cotidiano y el arte; y como
ellos, también saca de su contexto cosas que les son familiares y abre así nuevos significados. Este hecho se manifiesta en la Guild House por
ejemplo en el remate del edificio con un elemento banal y convencional, una antena de TV que se pinta de dorado para una mayor presencia.
Podemos decir que el Pop Art le abre el camino de lo cotidiano como fuente de variedad, colorido y vitalidad.
<> Con esta cita del autor, entendemos que no se trata de buscar una claridad de significado, sino de que tenga el edificio una riqueza de
significado, que en la Guild House refleja con las fachadas, mientras que las laterales son un reflejo del programa arquitectónico, la frontal está
cargada de conceptos teóricos. Es una parte de la envolvente que es fachada a la vez que símbolo a la vez que crítica, es en palabras de Robert
Venturi "Lo uno y lo otro" como el transexual Thomas Beatie, legalmente hombre pero que decidió mantener sus órganos sexuales femeninos,
se sometió a un tratamiento hormonal y atrajo la atención mundial al conocer su embarazo. Es "El hombre que fue madre".
Debo confesar que no me siento especialmente identificada con los preceptos Venturinianos pero me gusta comprobar que hay otra forma de
hacer arquitectura. Venturi ha expuesto sus particulares puntos de vista, no solo con sus obras sino también con su prosa y me parece de
notable reconocimiento el hecho de que pueda llegar a realizar con ladrillos, acero etc. sus teorías narrativas, es capaz de construir la
contradicción.
Análisis Critico "Complejidad y Contradicción en la Arquitectura"
Situación Histórico-Social de la época:
Realizando un breve bagaje cultural de la situación histórico-social de la época en la que Robert Venturi desarrollo su libro “Complejidad y
Contradicción en la Arquitectura” nos aclarara parte de su pensamiento.
Venturi promueve el movimiento postmodernista (1970) que diagnostica o pone en duda el modernismo, (donde se expresan grandes avances
debido a los viajes y descubrimientos del modernismo por la intencionada capacidad de conocer el mundo entero, gran avance también en los
transportes, y gran innovación en los medios de comunicación), el Estilo Internacional (Caracterizado por su énfasis en la ortogonalidad, el
empleo de superficies lisas, pulidas, desprovistas de ornamento, con el aspecto visual de ligereza), y el Racionalismo ( Corriente surgida
después de la Primera Guerra Mundial y que aprovecha los avances de la revolución industrial llegando a la depuración de lo ya sobresaturado,
dejando solamente lo esencial).
El movimiento Postmoderno, lucha por la vuelta a la arquitectura ornamentada, que había roto el modernismo, queriendo comenzar de
nuevo, este movimiento habla de la vuelta a la arquitectura del pasado, siempre con los avances, y técnicas del presente.
Pensamiento Venturiano:
Si algo define el pensamiento de Robert Venturi, que mejor que unas palabras suyas que nos hacen entender su forma de ver y proyectar
arquitectura:
"Los arquitectos no pueden permitir que sean intimidados por el lenguaje puritano moral de la arquitectura moderna. Prefiero los elementos
híbridos a los puros, los comprometidos a los limpios, los distorsionados a los rectos, los ambiguos a los articulados, los tergiversados que a la
vez son impersonales a los aburridos que a la vez son interesantes, los convencionales a los diseñados, los integradores a los excluyentes, los
redundantes a los sencillos, los irregulares y equívocos a los directos y claros. Defiendo la vitalidad confusa frente a la unidad transparente.
Acepto la falta de lógica y proclamo la dualidad".
Así Venturi en su libro “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” pone en duda la arquitectura de Mies van der Rohe, Alvar Aalto, Louis
Kahn entre otros. Creando grandes polémicas:
* La Forma sigue la Función: Sin embargo para Venturi la forma sigue al fracaso; ya que las formas deben han de ir condicionadas por la
Arquitectura tradicional. (ornamento, columnas, pilastras, molduras.) Huyendo de formas puras y limpias del racionalismo, buscando siempre
la yuxtaposición e inclusión.
* Menos es mas: Para Venturi “mas no es menos”, apoya la idea de la difícil inclusión en contra de la fácil exclusión.
* Lo uno o lo otro: Es excluyente, apoyando la inclusión “Lo uno y lo otro” espacios grandes y pequeños, cerrados y abiertos, redondos y
cuadrados estructurales y espaciales, para que la percepción al espectador sea mas viva, ya que diferentes significados para una misma cosa
crea ambigüedad y tensión.
Características y posicionamiento critico mediante el análisis:
Vamos a citar varios puntos de vista de Robert Venturi que cita en su libro y haremos una reflexión. Analizaremos sus edificios desde fuera
hacia dentro.
* Se proyecta con gran cuidado y detalle la implantación del edificio. Apoyo la gran preocupación por el entorno donde colocamos nuestros
edificios, ya que está íntimamente relacionado con la vida cotidiana que se va a producir dentro de nuestros edificios, y este entorno se verá
en gran medida afectado.
* Aproximación al edificio. Vuelta al pasado: Observando las obras de Venturi realizando una abstracción, parece una vuelta al pasado, ya que
dota a sus edificios de columnas, frontones, ornamentación etc. (columna central Guild house, frontón casa Vanna).
* Estudio de sus fachadas:
- Orientación: Estudio de la orientación, para dotar los edificios de iluminación. En el caso de la Guild House desde mi punto de vista esta
pensado al detalle, ya que la fachada de mayor soleamiento es la mas grande además de producirse por ella la entrada al edificio, y
proporcionando la entrada de luz por las fachadas laterales (Este-Oeste).
- Posición: La fachada principal y la fachada trasera suelen ser generalmente paralelas y de mayor dimensión que las laterales. Me parece que
es una opción acertada, pero nunca única, ya que existirían infinidad de planos inclinados, no solo el paralelo entre fachadas.
- Simetría: Sus fachadas aparentemente simétricas. Analizando detalladamente sus fachadas Venturi se centra en lo relatos de la psicología de
la Gestalt dice: “que tanto la naturaleza de las partes, como su numero y posición, influyen en la percepción del todo y afirma además que hay
distintos grados de todo, es decir, una parte puede formar su todo, y además formar parte de un todo mas grande. Se habla de inflexión entre
cada uno de los elementos que unidos entre sin son capaces de formar un todo. Asimetrías en forma, pero simétricas en posición”. Creo que
Venturi esta demasiado influenciado por los clásicos griegos donde sus obras estaban ejecutadas adaptándose a la distorsión del ojo, es decir,
para que el ojo humano las perciba simétricas.
- Escala: Combinado diferentes escalas crea tensión. En cuanto a la monumentalidad creo que también se debería tener en cuenta el tipo de
edificio, es decir, para un edificio de cierta entidad, cierta altura o importancia, es comprensible una gran escala, sin embargo veo innecesario
esa gran escala para una vivienda unifamiliar. Aunque combinar varias escalas da una gran riqueza.
- Huecos: Son los encargados de modificar la aparente simetría de sus fachadas. Estoy de acuerdo con Venturi en que el espacio interior tiene
que estar íntimamente relacionado con el exterior, y que sea capaz de modificarlo, ya que la fachada es la cáscara del edificio y el interior es
cambiante como la vida humana.
* Salto del exterior al interior:
- Fachadas simétricas a plantas asimétricas: Existe una gran contradicción, aunque pienso que una fachada puede ser simétrica o no, pero creo
que el espacio interior de un edificio cuanto menos simétrico sea, genera espacios más ricos, aunque también hemos de valorar el uso para el
que este destinado, ya que dependiendo del uso los espacios generados tendrán mas comprensión.
- Articulación de espacios: Entre el exterior-interior se generan espacios de transición. Ciertamente creo que estos espacios son necesarios en
toda obra de arquitectura, ya que es el elemento dentro-fuera donde el personaje se adentra al edificio. Pero si pongo en duda su forma, ya
que estos espacios son laberínticos y tortuosos y han de ser agobiantes, y lúgubres para el usuario. Aunque Venturi señala que ha de ser un
espacio de mínima superficie, para así poder dotar al resto de estancias de mayor superficie, y lo lleva al extremo.
- Puntos de Inflexión: Este aspecto se explica mediante el ejemplo de la columna en la entrada a la residencia de ancianos Guild House, hay
una variación de ritmo, además de dotarla de monumentalidad. Aunque en este punto no estoy con Venturi puesto que le esta quitando
importancia al acceso. Y aparentemente te lleva a No entrar.
- Contradicción: No solo sucede en el interior-exterior sino también en superior e inferior del edificio, tratamiento de diferentes materiales.
Esto creo que es posible desde el punto de vista de su utilidad, ya que en este caso concreto los materiales se comportan de diferente manera
dependiendo del uso para el que valla a estar destinado, y Venturi simplemente los utiliza por un aspecto visual.
* Interior:
- Multifuncionalidad: Ha de existir la multifuncionalidad en todos los elementos posibles. Utiliza pilares para crear los diferentes recorridos y
estancias. Este punto lo considero de vital importancia porque existe un exhaustivo estudio de todas y cada una de las partes desde lo mas
grande a lo mas pequeño, y una vez obtenidas todas las variables posibles, escoge la mas acertada, teniéndolo todo en cuenta y sin dejar
ningún hilo suelto. Así consigue que sus interiores tengan tanta riqueza. Aunque esto no siempre es posible.
- Supercontinuidad: Creo que se aclarara mas con un ejemplo, la ventana central semicircular en la parte superior de la residencia Guild House,
indica una continuidad de la estructura, pero no de la fachada. Además es una yuxtaposición. Y esto es una gran contradicción porque
estructuralmente, con el arco de descarga que genera el semicírculo no es necesario colocar también pilares.
Conclusión final:
Pienso que Robert Venturi es un gran arquitecto, puesto que independiente de las distintas opiniones que pueden generar sus obras, es una
persona que ha estudiado, analizado y profundizado en muchas obras, es decir tiene un gran bagaje cultural. Y después proyecta. Su
arquitectura es compleja porque no renuncia a nada, trata de incluir todo, mientras que en general otros arquitectos tratan todos estos
aspectos dando prioridad a algunos aspectos mas que otros. Venturi consigue lo que pretende.

CRÍTICA DE COMPLEJIDAD Y CONTRADICCIÓN EN LA ARQUITECTURA DE ROBERT VENTURI…….por ENRIQUE DEL CAMPO


Para la autocrítica de Complejidad y Contradicción, del arquitecto Robert Venturi he escogido la vivienda proyectada para la señora Vanna
(madre del nombrado arquitecto); "la casa Vanna" proyectada en 1962 está situada en Chestnut Hill (Filadelfia).
Durante la lectura del libro, puedes caer en la tentación de concebir la casa como un rechazo total de los principios del "Movimiento
Moderno", lo cual, a mi parecer, es una mala interpretación, pues Venturi "sólo" está enumerando aquellos elementos de un edificio que eran
considerados como ordinarios o extraordinarios en el momento de concebir la casa para su madre, mientras que en el movimiento moderno
se olvidaban de estos, otorgando una mayor importancia a aspectos de espacio, luz,... mientras Venturi no olvida, aspectos que durante toda
la historia de la arquitectura han sido de crucial importancia: la ventana como un hueco en la pared, como símbolo y como ritmo, el frontón,
los frisos, la escala, arcos que carecen de importancia en el sistema estructural, la simetría distorsionada, el color, el mobiliario ecléctico, la
originalidad, la ideología...
"Paul Rudolph expone claramente las implicaciones del punto de vista de Mies: "Todos los problemas nunca pueden ser resueltos".
Verdaderamente es una característica del siglo XX que los arquitectos sean muy selectivos al determinar que problemas quieren resolver"(1),
esta máxima es la que en conjunto, la lectura quiere transmitir, pues los aspectos anteriormente nombrados son olvidados por numerosos
arquitectos (incluso de renombre), ciñéndose a otros aspectos orientados más al diseño, olvidando otros, que otorgan al proyecto una mayor
complejidad, pero que se apartan del impacto inicial que el arquitecto (del Movimiento Moderno) pretende mostrar, que en muchos casos
difieren de la esencia de la arquitectura, es decir, vivirla, protegerte, arroparte,... en resumen, dar respuesta a las necesidades de una
sociedad, en contraposición a esto, ganan en aspectos, como la potencia y fuerza visual, pero que, en general, emergen como una "obra de
arte" en vez de como una arquitectura que responde antes que al diseño, a dar solución a esas necesidades sociales, las cuales (y no por que,
exenta de carácter de obra de arte, véase la "Villa Mairea de Alvar Aalto") deben de anteponerse.

FACHADA DELANTERA CASA VANNA

La casa Vanna, exteriormente, se diseña a modo de planos, y con una morfología simplista (recordando a una casa dibujada por un niño), con
cubierta a dos aguas, "acceso" centrado, huecos a ambos lados,... pero que en su interior sorprende por su tridimensionalidad y complejidad
espacial, la cual, al analizar el interior, te das cuenta, en primer lugar, de como Venturi, para proyectarla, se centra en las necesidades de su
madre viuda y anciana, por lo que la planta baja engloba los espacios necesarios para dar solución a los hábitos de un individuo de dichas
características, introduce además del dormitorio de la madre, dos habitaciones más:

(1) pag.28 Complejidad y contradicción.


para sirvienta y posible enfermera; no incluye en su programa garaje pues su madre no conducía. Además, todos los espacios giran en torno a
la chimenea, es decir a la sala de estar, donde se encuentra esta, reduciendo al máximo la distancia de movimiento de la madre, por sus
limitaciones físicas. Frente a esta simplicidad compositiva, incluso sencilla y simétrica se establecen en su interior toda una serie de
alteraciones, cambios geométricos e itinerarios insospechados. "Su concepto unitario no es, a pesar de todo, un instrumento historicista, sino,
como él mismo afirmó, la comprensión de la silueta como un todo" (2).
En ese complejo interior se puede observar como Venturi hace gran distinción entre determinados espacios; en primer lugar los "espacios de
transición" (rojo), los cuales se yuxtaponen mediante cambios de traza en planta o en sección, como puede ser la inclusión de diagonales,
quiebros incluso curvas; lo que consigue, es un cambio de ritmo del usuario, antes de adentrarse en otro/s espacio/s denominados "espacios
principales" (azul) con escala y función distinta al anterior; de esta manera deja clara y enfatiza más, "las complejidades variables de las
funciones específicas de cada espacio" (3).

ESPACIOS DE TRANSICIÓN (rojo)


ESPACIOS PRINCIPALES (amarillo)
En la visión exterior del conjunto, se aprecia la llamativa posición y morfología de los huecos dispuestos en las distintas fachadas de la casa, de
esta manera admite las complejidades del programa doméstico que alberga su interior. De la misma manera, se aprecian en su exterior
ornamentos como la cenefa a media altura, que parece pretender abrazar toda el perímetro de la casa, y que coincide con la parte inferior de
las ventanas existentes en las fachadas delantera y trasera; lo mismo ocurre con el arco que enmarca la fachada principal, en su parte superior,
y que, en la fachada trasera se transforma en una potente ventana curva que enmarca y define claramente el espacio interior que coincide con
la habitación de la planta superior, y que a su vez sirve como salida a un corredor exterior, que queda oculto tras el plano de la fachada
trasera; en la parte delantera, también se puede percibir la fractura en la fachada, "ornamento" que recuerda a la partición del frontón
superior del palacio Blenheim (fotografía abajo indicada).

PALACIO DE BLENHEIM
(3) pag. 52. Complejidad y contradicción.
Dichos ornamentos, en un pasado, utilizados únicamente para mostrar un orden y un ritmo de una fachada; son los que en su mayoría, los
arquitectos del movimiento moderno, no sólo escapan de su uso por estética sino por que no saben darle otro sentido, como el que Venturi les
da en la casa Vanna, otorgándoles, no sólo un papel de "adorno", sino que están en constante conversación con ese complejo interior, además
de aportar riqueza al conjunto; esta función de los ornamentos se percibe más notablemente desde su espacio interior, que a fin de cuentas es
de lo que la arquitectura debe nutrirse, siempre, claro está, sin olvidar el diseño exterior, pero sin anteponerlo a su interior. "El exterior debe
ser un reflejo del interior" (Le Corbusier).
La relación interior-exterior ha sido durante el siglo XX una obsesión de todos los arquitectos, para conseguir presentar una continuidad entre
fuera y dentro; hecho que Venturi rompe por completo; entonces, partiendo de lo que dijo Eliel Saarinen: "un edificio no es más que la
organización del espacio en el espacio"; pienso que ese exterior, que siempre vemos como el límite del edificio, en lo que de verdad se
transforma es, en una “cosa” que detrás tiene otra “cosa”, hacia este sentido, es hacia el que se mueve Venturi, en la conformación de esas
dos fachadas planteadas como planos, y que de primeras te muestra la casa como un todo compacto, simple y grande, mientras que detrás, lo
que en realidad se produce es la ordenación de unos espacios mucho mas complejos (se observa mejor en sección, que en planta)
espacialmente hablando, y diferentes a lo que la morfología inicial de la casa transmite; esto es, lo que dice Moneo: “el principio de la
ortodoxia moderna que hacía de la continuidad entre interior y exterior su fundamento queda destrozado tan pronto como se contempla la
historia de la arquitectura sin prejuicios. Venturi lo hace, y poco le cuesta ofrecer decenas de ejemplos den los que la continuidad del espacio
no se da y sí, por el contrario, una deliberada diferencia entre la arquitectura del interior y el exterior”(4).

SECCIÓN TRANSERVSAL POR LA ESCALERA


VISTA EN ESCORZO DE CASA VANNA CON SUS
DOS FACHADAS PLANTEADAS COMO PLANOS.

Esta posición polémica que Venturi plantea, nos ayuda a ver modos de afrontar los problemas del diseño arquitectónico en vez de evitarlos,
para poder adaptar ese diseño a las necesidades del día a día del usuario del espacio proyectado, y así, realizar no una arquitectura original,
sino buena.
(4) pag. 57.Rafael Moneo_ Inquietud teórica y estrategia proyectual
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De la primera rápida lectura de Complejidad y contradicción en la arquitectura de Robert Venturi [1] obtenemos la idea de que el libro es un
apurado curso de arquitectura, arte y, en esencia, clasicismo. Es un proyecto crítico y teórico que se levanta como reacción contra la
arquitectura moderna de los arquitectos racionalistas, que hacen del orden puro una idealización por encima de toda realidad. El principal
argumento de Venturi es que sus reflexiones son producto de su práctica como arquitecto. Es evidente su preocupación por dejar en claro que
no sólo escribe impulsado por sus estudios de historia y crítica de arte. La razón es no sólo justificar su obra, no sólo difundirla como
propaganda —lo que ha sido en efecto uno de los propósitos cumplidos del libro—, sino, sobre todo, establecer un nuevo campo visual de
referencia, una base empírica afianzada en la realidad, en el «paisaje cotidiano, vulgar y menospreciado, el orden complejo y contradictorio»,
válido y vital [2].
La crítica se dirige primeramente contra la escuela moderna, la Bauhaus, luego contra Wright, Aalto o Le Corbusier. La intención es salvar a
este último por su clasicismo manifiesto.
En lo que toca a la tendencia clasicista del mismo Venturi quedan los rasgos más acusados como la confirmación de nuestra idea inicial: su
relación con la crítica literaria clasicista (Wordsworth, Eliot, por lo menos) y su vinculación a Italia por su ascendencia italiana, por sus estudios
en Roma, por su gusto por el paisaje urbano de la ciudad italiana, y por su defensa de la tradición grecorromana frente al opus modernum. Su
método es visual. Los textos son mínimos para tratarse de una obra considerada teórica. La abundancia de imágenes, la comparación visual, la
ilustración de los conceptos, su definición, etc., coadyuva para que la lectura y la asimilación del tema expuesto sean rápida y efectiva. Su
formato de crítica y teoría: es una lista de conceptos que se desmenuzan y se establecen a partir de un lenguaje históricocrítico, o clasicista,
que se apoyan para su explicación en las imágenes seleccionadas de obras de arquitectura, verdadera arquitectura tradicional. El
procedimiento analógico hace obvios los aspectos clasicistas de la arquitectura moderna, poniendo al descubierto así los vínculos con la
tradición negada. En el caso de los arquitectos de la Bauhaus, por su incapacidad para reproducir el clasicismo, simplemente se les echa fuera
de la exposición y se les condena al olvido, a la omisión perversa y doctrinaria.
EL CAPÍTULO «UN SUAVE MANIFIESTO EN FAVOR DE UNA ARQUITECTURA EQUÍVOCA»[3]
Venturi inicia con un planteamiento emancipador, esto con el fin de rechazar tajantemente lo que él considera que es el puritanismo
intimidatorio de la arquitectura moderna, con el fin de sostener como tesis que el único camino es el esteticismo. Pero en el fondo la
propuesta no es más que la oposición de un pensamiento a otro, de una creencia a otra, de una moral a otra. Todo se resuelve en el plano de
la conciencia y de ahí deriva a las acciones concretas del arquitecto, quien —en teoría— libre ya de las ideas modernas, puede tomar el control
de todo su ser y sus creaciones.
En la visión esteticista de Venturi está implícita una moral que se opone al lenguaje «puritano» de la arquitectura moderna. Para cualquiera
que conozca de historia resultará fácil reconocer en el adjetivo una referencia a las luchas de la Reforma y la Contrarreforma. En esencia, pues,
se trata de oponer la tradición que mira a Roma [4] a la tradición que mira al pasado germánico. Reconocemos en Venturi un rechazo a la
moral protestante, a la moral de la ruptura. Cierto es también que Venturi se apega a la visión kantiana que hace del arte un fenómeno
autónomo. Pero esta es sólo una argumentación que puede ser refutada por otra. En los hechos no hay tal estética autónoma, como no hay
política sin rechazo de la moral restrictiva. El gusto es expresión de la voluntad, pues es preferencia o elección. El discernimiento es crítica,
expresión voluntaria de una preferencia, o de un determinado enfoque. La voluntad está sujeta al objeto deseado, sea valor, sea realidad. El
valor se sustenta en lo material o en lo espiritual. Lo material y lo espiritual forman una unidad, compleja y contradictoria, si se quiere, pero
unidad al fin. El valor moral y el valor estético no son independientes de esta unidad, la subjetividad implícita del gusto, de la estética, no
proviene tan sólo del individuo presente, sino a la vez del individuo histórico, de ese llamado ser social. La estética se aprende con su práctica,
o tomando cursos en Princeton o Roma. El gusto es resultado de una educación. Lo que aprendemos en las escuelas de arte son valores
morales y estéticos.
En todo caso, Venturi nos pone frente a un planteamiento falsamente empírico: la aceptación de la realidad, la que resulta ser más bien una
realidad meramente estética, determinada por el gusto, las preferencias, la educación. A Venturi le basta que la tradición críticoliteraria acepte
la autonomía estética, la autonomía del gusto, para considerarla un «hecho». Nada dice de la tradición que la rechaza, lo que también es un
«hecho». Resulta irónico y risible que Venturi ponga el acento en su experiencia práctica o que invoque la realidad cotidiana, cuando él asume
el subjetivismo estético como el punto de apoyo de su argumentación. Pero la debilidad de su argumentación no es este equívoco
fundamento, sino todo lo que implica su actitud.
Venturi se pronuncia en contra de la ruptura histórica y estética, asumiendo conscientemente el argumento en contra, a saber, la visión
esteticista. Todo su libro es una fuente de la cual brotan clásicas ideas estetizantes. En el fondo el asunto no es más que la restitución de la
visión esteticista, del historicismo, del clasicismo, centrado en Italia, eso sí con su pizca de modernidad. Se mira otra vez a Roma, con un pie en
Filadelfia, en la autopista, en la cultura popular estadounidense. (…)
NOTAS:
[1] Venturi, Robert; op. cit,; Gustavo Gili, Barcelona, 2003; segunda edición.
[2] Ibíd.; p. 168.
[3] Ibíd.; pp. 2526.
[4] En opinión de Octavio Paz, Ezra Pound y T. S. Eliot vuelven sus miradas hacia Roma, en el intento de restaurar la tradición del clasicismo,
pero, contra sus deseos, terminan propiciando una revolución poética (Véase la entrevista «Cuatro o cinco puntos cardinales» de Roberto
González Echevarría y Emir Rodríguez Monegal reproducida en el libro Pasión crítica; Seix Barral, Colección Biblioteca
Breve; Barcelona, 1985; pp. 2136).
Venturi da referencias, citas y notas de Eliot. Podemos decir que es a través de Eliot que aquél percibe «una manera de ver la arquitectura».

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