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INTRODUCCIÓN

Para comenzar, dentro de este trabajo de investigación, el Partido Radical corresponde


al segundo partido más antiguo de la historia, de lo que conocemos hasta ahora, a nivel
de mundo, su respectiva fundación se sitúa en 1863; seguido de la realización de su
primera convencion nacional, se define como un partido Laico, Democrático y Liberal.
Dentro de los siglos XIX y XX, específicamente entre los años 1891 y 1925, formó parte
de la llamada Alianza Liberal, que entra respectivamente en una existente discrepancia
con el Partido Conservador. Junto con el crecimiento de la cuestión social, dicho
Partido Radical conmuta su tendencia liberal, originada principalmente por Enrique
Mac-Iver, por una distinta, que sería de Socialismo de Estado, propuesta inicialmente
por Valentín Letelier. Como consecuencia de las constantes convulsiones de la década
de 1920 y su apoyo incondicional a la Constitución de 1925, consigue durante la
década del 30, abismarse de los liberales, y, por medio de un aglutinado formado por
comunistas y socialistas, genera el denominado Frente Popular, creando una serie de
gobiernos radicales hasta el año 1952. En nuestra actualidad, su votación dentro de la
última elección municipal, es del 3,83% de la concerniente votación general a nivel
nacional de candidatos. La votación nacional de los principales candidatos a Alcaldes,
fue de un 3,04% y dentro de los concejales se sitúa un 4,62%, esto es completamente
opuesto a su composición en la década del 30 y del 40, donde el Partido Radical,
motivo principal de esta investigación, tenía una votación promedio del 20%, en sus
correspondientes elecciones de Diputados, Senadores y Regidores, modificándose en
esa época como el mayor partido político a nivel de nuestro país, Chile. Por eso, fuera
de todo lo demás, nace la idea de analizar los gobiernos radicales, junto con una serie
de crisis, que poseen ante todo, un sentimiento tenaz, y así sucesivamente pueden ser
las causales de su depresión electoral en la actualidad.

“LOS GOBIERNOS RADICALES 1938-1952”


Pedro Aguirre Cerda, Portada Revista Topaze 1938

La caricatura que se mostró anteriormente permite evaluar la creciente importancia del


estado de condiciones a nivel político, en las que se realizaron las denominadas
elecciones presidenciales de 1938, donde el preponderante candidato Pedro Aguirre
Cerda (Radical), logró obtener un 50,17%, en debate con un 49,24% condigno al
Candidato Oficialista Gustavo Ross Santa María (existiendo una insignificante
diferencia de 4.111 votos, un 0,93%). Lo disparatado de esta elección, corresponde al
apoyo cedido por los nacistas (El Movimiento Nacional-Socialista de Chile), y
especialmente por Carlos Ibáñez del Campo, que mediante su aglutinado político, la
Alianza Popular Libertadora, luego de los concernientes eventos ocurridos el 5 de
Septiembre de 1938 (famosa matanza del Seguro Obrero). La sombra de Carlos Ibáñez
del Campo, escolta al gobierno de Aguirre Cerda, Ríos Morales y González Videla; y la
prensa o redacción escrita, como el diario “Así es” o la revista “Topaze”
(correspondiente a la imagen anteriormente expuesta), recordaban perpetuamente a la
ciudadanía, el apoyo transferido por Ibáñez al candidato del Frente Popular, junto con
las debilidades del gobierno de Aguirre Cerda.
Las respectivas elecciones de 1938, corresponden al resulado de firmes variaciones
politicas vividas desde 1925. La constitución comprendida en ese entonces cambia el
antiguo régimen Parlamentarista, por uno específicamente presidencialesta o
presidencial reforzado (el Presidencialismo es donde el presidente ejerce su papel
como jefe de Estado y a él es asignado el papel de escoger y nombrar a sus jefes de
gobierno en los ramos ejecutivo, legislativo y judicial; En cuanto al Parlamentarismo,
corresponde a un sistema en donde el jefe de gobierno no es escogido directamente
por el pueblo , ciudad o país, además no puede ejercer libremente los poderes que le
son atribuidos –sólamente los ejerce a pedido del gobierno- por falta de legitimidad
democrática, cabe destacar que dentro de este sistema, el jefe de gobierno responde
directamente al parlamento por sus actos). Dicho cambio ateriormente descrito y
explicado por medio de las diferencias pertinentes en cada uno de los sistemas,
permitió generar o crear, una organización pr parte de un estado mayoritariamente más
centralizado y a su vez, generar las políticas necesarias en lo que respecta al país en
sus agentes políticos, económicos y sociales. Esta nueva forma auténtica de organizar
al estado, estuvo sujeta a las fuerzas políticas. En el año 1938, el sistema político
estaba conformado por tres grandes y considerables colectividades: Radical,
Conservador y Liberal; los dos primeros (Radical y Conservador), eran las fuerzas
fundamentales dentro del mismo. La separación de la Iglesia y el Estado, en la
escritura de la constitucion de 1925, es uno de los pilares o pies esenciales del
radicalismo (Ideología que defiende la eficacia de los cambios drásticos en la estructura
política y económica de la sociedad para mejorar las condiciones sociales) desde su
fundación en 1863. En lo que respecta al Partido Liberal, por otro lado, ya había sufrido
una segmentación durante la década del 20 siendo reunificado alrededor de la segunda
administración de Alessandri en 1933. Los tres partidos fueron adversarios, y, en
algunas oportunidades, llegaron a formar alianzas electorales o hasta llegaron
predominar dentro de lo que puede llegar a abarcar en una gobernación, en cuanto al
poder que se posee, siendo uno de los casos más tangibles, la llamada Concentración
Nacional, que dio sustento o soporte al gobierno de González Videla entre los años
1951 y 1952. El partido Radical se incorpora al llamado de los partidos Socialista y
Comunista, para dar origen al frente Popular (1938), que emerge en forma de
respuesta para paralizar el Fascismo (Movimiento político y social de carácter totalitario
y nacionalista fundado en Italia por Benito Mussolini después de la primera guerra
mundial) a escala mundial. Esta unión o alianza política contaba con un frágil mayoría
parlamentaria, que evidenciaba, de alguna manera, los elementos adversos que
influyeron negativamente en el relativo gobierno de Aguirre Cerda (1938-1941):

• El político, enfocado en la minoridad parlamentaria con que llegó al gobierno.

• La oposición existente y por tanto permanente de la derecha política y


parlamentaria (la primera negándose a colaborar con el gobierno, creando toda
clase de incógnitas o en este caso de problemas; la segunda, atorando sus
iniciativas legítimas o en otras palabras legales, el caso más patente, es la
negativa a la creación de la CORFO).

• La composición o compostura heterogénea de los determinados partidos de


gobierno, y aún del propio e inherente Partido Radical.

• El estado de la situación económica según el contexto social del país, interna y


externa.

Estas fluctuaciones políticas eran la reverberación en la incapacidad del cumplimiento


del programa ofrecido a los electores, mientras se realizaban las elecciones
presidenciales. Esta incapacidad no se presentó en el gobierno anterior
(correspondiente a Alessandri), debido a que contaba con una mayoría o mayoridad
parlamentaria, la cual lo abasteció de plenas atribuciones políticas y económicas. Fue
completamente diferente el nacimiento de gobierno de Aguirre Cerda, quién debe
gobernar con un congreso seleccionado un año antes, el cual no se rectificaba en el
contexto de refutar o modificar hasta 1941.

Otro agente con un rol insigne, adverso al Gobierno, se sitúa en la disposición


resentida y temerosa, que exhibió la derecha en debate o en contra del programa y la
acción gubernativa del gobierno del Frente Popular.

Las desemejantes disputas no lograron detenerse, en el ámbito social, el ascenso de la


clase media. Según Petras (1969), la incorporación de la sociedad chilena ocurrió en
tres fases determinadas: el período ascendiente que canalizó a la elección de Aguirre
Cerda en 1938; el tráfago hasta más o menos 1946, y el período de consolidación o
estabilización desde 1945 a 1959. En cada período, el énfasis politico se conmutó o
varió de alguna forma.

Durante la época saliente, se acoplaron ideologías políticas con un razonamiento


reformista, que a su vez, poseían un objetivo en común, en dirección al pueblo
(creación del Frente Popular en 1938); durante el segundo ciclo de movilidad social, el
dictrinarismo fue dejado de lado, con una intención negligente, pasándose al desarrollo
y el derrotero social como prioridad. La clase media utiliza el correspondiente papel de
mediador, entre las fuerzas o potencias modernizadoras y tradiciopnales,
precisamente, entre el pueblo y la elite. En el último ciclo o fase, el pragmatismo (teoría
filosófica y social que defendía en único criterio válido para juzgar la verdad de una
doctrina ,oral, social, religiosa o científica, consiste en considerar sus efectos prácticos)
autointeresado suplió a las doctrinas políticas; las consideraciones tecnocráticas y de
estatus, ganaron primacia, y la aproximación con las elites tradicionales rehabilitó el
papel moderador.

Las transformaciones acontecidas en la sociedad, por parte de la clase media como


distinguido agente de cambio social, no sólo perjudicaron a su conformación y sus
estereotipos, sino que, por lo mismo, diagnosticaron, de modo característico, la
estructura y el propio comportamiento del principal o insigne partido de los estratos
medios. Así, a partir de entonces, entre 1938-1952, es contingente reconocer dos
hechos trascendentes:

• La militancia radical constituida originalmente por intelectuales e independientes


(económicamente considerados), pasó a hallarse compuesta por estratos de clase
media altos y medios (profesionales y empleados).

• El incremento de la clase media, a nivel de desarrollo, dentro del radicalismo, fue


equidistante o paralelo al aumento de la burocracia y sus maridajes o vínculos cada
vez más fuertes con las instituciones gubernativas.

Esta configuración de la clase media según Petras (1969), unida a los individuos
estatales, responsabiliza una masa importante de “disponibles”, que las arcaicas
estructuras en cuanto a su sistema estructural a altura social, no pueden emplear
en plenitud, lo cual es determinante en la estrategia de los propios partidos
revolucionarios, dado que, su inestabilidad social y sus valores no debidamente
ponderados, “
el acrecentamiento continuo de este terciario, mientras la economía no se
desarrolla en las mismas proporciones y no puede, por consiguiente, absorberlos,
lleva a los partidos y al estado a una práctica de clientelas, a la creación constante
de empleos y de funciones parasitarios, que limita, sin impedirla empero, la
acumulación de rencores y de sentimientos de frustración que estallan entre las
generaciones más recientes. Al mismo tiempo, el elevado costo que representa
este mantenimiento pesa abrumadoramente en las finanzas públicas y de modo
paradójico, torna difícil toda reforma fundamental” (Luis Mercier, “una izquierda
ambigua”). Esta estimación nos sitúa frente a un dilema que gravitó poderosa y
negativamente sobre la actuación misma de los gobiernos radicales y que intervino
en el desmejoramiento de la situación o estado social, del país e impidió la
tonificación del mezquino poder político que alcanzó la izquierda en 1938.
LA REFORMA ECONÓMICA, EL INICIO DE LA INDUSTRALIZACIÓN

En los mandos o gobiernos radicales, estuvo presente el desarrollo económico,


esto se interpretó en un canje de la sociedad o comunidad chilena, al no admitir los
horizontes de sus padres y abuelos, dándose iniciación a la llamada “revolución de
expectativas crecientes” del siglo XX.

El partido Radical anhelaba modernizar la economía con la consecutiva ascensión


de los niveles o factores de vida. Las opciones de Aguirre Cerda, en 1938, eran
restringidas, así mismo para sus sucesores. Envidar a la gran minería, sólo
buscaba lograr un objetivo: ingresos; pero no accedía a absorber la mano de obra
suspendida o cesante; después de lo cual surge la importancia de la
industralización en el país.

Entretanto se mantuviera el sistema de hacienda, no habría manera alguna de


acrecentar el empleo en zonas rurales o en otras palabras, en el campo.

"Un país del nuevo mundo con la organización social de la vieja españa, gente del
siglo XX conservando aún una sociedad feudal; una república basada en la
igualdad del hombre y, aún así, con una aristocracia de sangre azul y una clase
servil tan claramente separados como en cualquiera de las monarquías del viejo
mundo. A través de toda la historia de Chile, se ha dado esta situación. Es la
herencia social que contituye el trasfondo de los problemas actuales de la gente en
Chile (Geoger Mc Bride . Chile su tierra y su gente, 1970).

Mientras en la correspondiente década del 30, únicamente el 25% de los salarios


agrícolas en Chile residían como un resultado productivo; el resto estaba designado
al ganado o al barbecho. Las circunstancias de vida eran paralelas de alguna forma
en términos de afinidad o semejanza, a las del período colonial. Para el diputado
Hermes Ahumada, la crisis de la agricultura tenía una sola justificación:

"Los dueños de la tierra no efectúan un cultivo intensivo y altamente que les permita
aumentar la producción de cereales, la que carece, además de fertilizantes.
Últimamente se han desplazado las siembras de trigo y las lecherías por otros
productos, que significan mayores ganancias más pingües, en detrimento de la
alimentación básica de nuestro pueblo. Campos de las provincias centrales, que son
las más ricamente agrícolas, anteriormente dedicados al trigo, lecherías y ganados,
han transformado su explotación por cáñamo, tabaco, arrozales y oleaginosas"
(Ahumada Pacheco, Hermes. Intervención Cámara de Diputados, "Sesión 18a
Ordinaria, en miércoles 27 de junio de 1945. Consideraciones sobre la realidad
económica y social de Chile" p. 581).
Dicha denuncia del Dr. Ahumada llevó a que la producción agrícola, sólo se
incrementara en un 2,4% al año, resultando más lento que el demográfico, al cual
incumbía un 3% anual. En cifra per cápita o por cada cabeza, la producción agrícola se
redujo levemente entre los años 1935-1954, a su vez surgió un aumento del déficit
comercial agrícola de 6 veces durante los años 1940-1954 en Chile. Este déficit se
interpretó o se tradujo hasta en la importación del trigo. En 1952:
"Chile deberá comprar, un mínimum de 3.500.000 quintales de trigo. Al cambio de $31
el dólar, esta importación nos costará $1.399 millones de pesos. Al cambio de $60 el
dólar, esta misma importación nos costará "DOS MIL QUINIENTOS OCHO MILLONES
DE PESOS" (Diputado Stegmann. Intervención Cámara de diputados "sesión 55a, en
martes 11 de septiembre de 1952. Política seguida ppr el gobierno frente al problema
del trigo. Petición de Oficio).
Dicha crisis contiene una serie de factores o aspectos evidentes, como lo es la política
de precios decretados por el gobierno, la inflación y una infraestructura deficiente. Al
margen del cual, la mayoría de los economistas apelaban a la acción de culpar al
tradicional sistema o práctica de tendencia de tierras por la paralización agrícola. "Un
estudio de 1939 reveló que menos del 1% de todas las propiedades agrícolas
abarcaban aproximádamente el 68% de las tierras. En el otro extremo del espectro, el
47% de los terrenos consistían en parcelas de menos de cinco hectáreas, unidades
demasiado pequeñas para ser económicamente viables" (Simon Collier, William F.
Sater. "Historia de Chile 1808-1994" p. 232). Los datos entregados se pueden sostener,
sustentar o apoyar gracias a lo planteado por el diputado Ahumada:
"Nuestro país es predominántemente agrícola. La mayoría de su población tiene
estrechas relaciones con la tierra.
En 14 provincias, preferentemente agrícolas, desde Coquimbo hasta Bio Bio, existían
más o menos 5.396 posesiones mayores de 200 hectáreas. La producción en
superficie de estos 5.396 fundos correspnde a lo siguiente:
• De 201 a 1.000 hectáreas, 3.889 propiedades con una superficie total de
6.095.561 hectáreas.
• De 1.000 a 5.000 hectáreas, 1.132 propiedades con una superficie total de
2.496.434 hectáreas.
• De más de 5.000 hectáreas, 375 propiedades con una superficie total de
6.095.561 hectáreas". (Ahumada Pacheco, Hermes. Intervención Cámara de
Diputados "Sesión 18a Ordinaria, en miércoles 27 de junio de 1945.
Consideraciones sobre la realidad económica y social de Chile. p. 582.)
Efectivamente, con estas condiciones de marasmo, los niveles de vida se hallaban en
situaciones paupérrimas, las dietas alimenticias, no cumplían con las expectativas o
perspectivas, debido a que "en 591 familias encuestadas, el 50% de ellas no alcanzaba
a la ración básica, y solamente el 30% percibía más de 3.000 calorías por unidad
adulta de consumo" (Ibíd. p. 581). Estos requisitos, por parte del Dr. Ahumada, parecen
mostrarse de un modo favorable para el alcoholismo debido a "que el obrero busca en
el alcohol, las calorías que le faltan en sus regímenes de alimentación" (Ibíd. p. 581). El
bajo salario de inquilinos o ocupantes y temporeros, no logra satisfacer las necesidades
alimenticias primordiales. En algunos tramos o zonas del país, un campesino de cada
seis, comía regularmente: Carne, Leche y Vegetales frescos. Un estudio elaborado en
1945 determinó que "nuestro campesinado, alrededor de un millón y medio de
personas, no está en condiciones de tener una participación significativa en el proceso
de consumo de productos en nuestras fábricas" (Ricardo Marín M. "Condiciones
económicas del campesinado chileno". pp. 41,128; Plan Agrario pp. 21-22).
Uno de los remedios o solución para la excursión de esta paralización y crisis agrícola,
la propuso el líder socialista Marmaduke Grove, el cual consideraba que alrededor de
unos 340.000 trabajadores y emprendedores obtenían lo apto o prácticamente lo
suficienrte para comer y subsistir, y "vivían en ranchos que no parecen haber sido
construidos por humanos" (Marmaduke Grove, "Reforma agraria". p. 58), siendo
imprescindible que: "la tierra chilena" [ ... ] se transformara en [ ... ] "el derecho natural
para todos los chilenos que quieran trabajar y que tengan capacidad para hacerlo"
(Ibíd. p. 6). El gobierno tenía la obligación de expropiar o desposeer todos los campos y
haciendas que se localizaran en barbecho y el estado debía segmentarlas y redistribuir
el terreno o la tierra. La exposición que se encontraba en el Frente Popular, erigía en
1945 lo siguiente: "Todos los sociólogos se preguntan si la reforma agraria en Chile se
efectuará por medios evolutivos o revolucionarios. Mi querido Partido, veterano de cien
campañas democráticas en este país, propone los medios evolutivos como
procedimiento para obtener toda reforma social. Pero observamos que la tolerancia de
un pueblo que sufre y espera, tiene sus límites" (Ahumada Pacheco, Hermes.
Intervención Cámara de Diputados "Sesión 18a Ordinaria, en miércoles 27 de Junio de
1945. consideraciones sobre la realidad económica y social de Chile. p. 582). Las
expresiones o palabras manifestadas por el diputado Ahumada, por una reforma
agraria, no tuvieron la potestad de concretarse desde los inicios de los gobiernos de los
radicales.....................

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