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JARA, Umberto. Abimael: El sendero del terror. Lima: Planeta, 2017.

Tema Sendero Luminoso


Texto Libro
Método Idealismo histórico
Objetivo Biografía de Abimael Guzmán (y de Augusta La Torre)
Tesis Sendero Luminoso se explica fundamentalmente por el rol de Guzmán
- Guzmán sufre psicopatologías
Movimiento Atrás

▪ Una historia personal (a modo de prólogo)


▪ Siempre un forastero
▪ Un inevitable destino
▪ Una boda sin Dios
▪ Convertiré en fuego tu esperanza
▪ El ídolo fatal de Abimael: Mao
▪ Bella como una hoguera
▪ Somos los iniciadores
▪ Las llaves del infierno

“Abimael Guzmán Reinoso es un hombre que el país tiene presente desde hace décadas,
pero ¿quién es en realidad? Poco o nada se sabe de su compleja niñez y adolescencia, de
su oculta intención de convertirse en oficial de Infantería del ejército peruano, de sus tres
viajes a la China maoísta, de su vida en Ayacucho y los largos dieciocho años que tardó
en formar Sendero Luminoso. [-] La vida de su primera esposa, Augusta La Torre
Carrasco, camarada Norah, ha estado cubierta de un misterio aún mayor. Sin embargo
[sic] fue quien formó la despiadada milicia femenina senderista y el sanguinario
organismo Socorro Popular. En este libro se develan diversos enigmas sobre ella; el
principal: esta mujer fue quien encabezó los arrasamientos de haciendas y poblados y
dirigió los asesinatos selectivos y los coches bomba. [-] Un manuscrito biográfico de más
de 400 páginas escrito por el propio cabecilla terrorista, testimonios directos de quienes
conocieron a Abimael Guzmán y Augusta La Torre y visitas a los escenarios donde nació
Sendero Luminoso han servido para que Umberto Jara entregue la exhaustiva

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investigación que contiene Abimael; el sendero del terror, un libro fundamental para
conocer por qué surgió el terrorismo en el Perú”.

[Permanencia] “No se percibe con claridad que en el país siguen vigentes los
combustibles del malestar social: la pésima distribución de la riqueza que acentúa la
pobreza, la falta de atención del Estado a la población más necesitado, la ineptitud o el
temor para aplicar políticas públicas, la ausencia de institucionalidad y una gran masa de
jóvenes con expectativas que empiezan a frustrarse. [-] En suma, no se ha llegado a
entender que la violencia se engendra cuando la pobreza termina desesperando a los que
la padecen”. (p. 20)

[Rapidez] “[…] En apenas pocos meses Abimael Guzmán logró construir un partido allí
donde, hasta antes de su llegada, apenas existía un puñado de simpatizantes dedicados a
las charlas efímeras”. (p. 71)

[Facultad de Educación] “[…] el profesor Guzmán […] se instaló como factótum de la


Facultad de Educación, la de mayor alumnado y la que podía abrirle el camino hacia los
poblados adonde irían a enseñar los futuros profesores convertidos en predicadores
encargados de inflamar las ilusiones de los escolares […]”. (p. 102)

[Mensaje] “[…] [Guzmán] [...] Empezaba a entregarles los mensajes de un proyecto de


“justicia social”, de una lucha armada que los llevaría a conquistar sus derechos y lo hacía
con pobladores a los que, por vez primera, los convertían en partícipes de una idea de
futuro bajo la batuta de un hombre al que veían como un “doctor capaz de discutirle a los
opresores” […]”. (p. 106)

[Acto de la Bandera] “El jueves 7 de junio de 1979, Abimael Guzmán reunió al Comité
Central de Sendero Luminoso par aun encuentro que denominó “Acto de la Bandera” […]
lo cierto es que al inicio de su discurso dijo: “Hoy es el día de la jura de la bandera; pero,
la nuestra es la Bandera Roja, tiene un distintivo: la hoz y el martillo. Nuestra Bandera es
absolutamente roja; siempre los que se levantan tienen banderas rojas””. (p. 177)

[¿A contramano?] “[…] [cita de Nelson Manrique] el mundo no vivía una “ofensiva
estratégica” de la revolución sino un repliegue, y Sendero marchaba a contracorriente

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[…] Interrogado sobre el tema en el penal de la Base Naval del Callao, Abimael Guzmán
respondió enigmáticamente: “Alguien debía enarbolar la bandera de la revolución””. (p.
188)

Comentarios

- Ignorancia marxismo: El desconocimiento del autor sobre las tesis básicas de la


filosofía marxista provoca un enorme daño al texto, porque sin ella, es muy difícil
comprender a la figura de Gonzalo. Es una pena, porque la calidad dada por los
interesantes datos aportados se mancha a través de juicios de valor absurdos.
- Jara dice desde la soberbia que Guzmán adoctrinaba a las masas con el marxismo.
Nada nuevo, los senderistas reconocen que el Partido los educaba políticamente.
Pero mal hace en ser soberbio, porque él también está adoctrinado, en su caso por
la burguesía. Eso es mucho peor, los senderistas eran conscientes ser adoctrinados
en una ideología científica, en cambio, Jara, ni siquiera es consciente de su
ideología y del carácter reaccionario de ella.

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