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2018
Medicina Legal y Toxicología Animales ponzoñosos
Animales ponzoñosos
Actualmente existe una gran variedad de animales ponzoñosos, estos son todos aquellos que
tienen glándulas elaboradoras de veneno y la capacidad de inyectarlo con facilidad, ya que son
poseedores de estructuras adaptadas para inocular tales sustancias (aparato inoculador).
Las manifestaciones clínicas producidas por estos animales pueden generar desde una reacción
local hasta un cuadro clínico sistémico capaz de generar alteraciones estructurales y funcionales,
que comprometa la vida.
Los animales ponzoñosos más conocidos son las arañas, los escorpiones y las serpientes
(ofidios), de los cuales hablaremos a continuación.
Arañas
De las 50.000 especies conocidas, menos de una docena son peligrosas para el hombre.
Poseen dos apéndices cefálicos denominados quelíceros, que terminan en un colmillo, que a su
vez conecta con una glándula de veneno por un fino conducto. La mordedura provoca una doble
lesión puntiforme, cuya separación es de menos de 6 mm (generalmente), rodeada de eritema y
edema y que con las horas o días puede evolucionar a la necrosis central.
En Argentina son tres especies que resultan de interés para el médico, si bien todas las arañas
son ponzoñosas, estas tienen alto poder nocivo lo que hacen que sean peligrosas para el hombre:
En general pueden dividirse en veneno neurotóxico, del género Lactrodectus y Phoneutria que
actúa sobre el SNC y SNP, pero no provocan lesiones locales y los venenos proteolíticos y
hemolíticos del género Loxosceles, estos generan lesión local, y también pueden observarse
signos generales de envenenamiento, como destrucción de los glóbulos rojos (hemólisis y
anemia) e insuficiencia renal. El veneno de este último género, contiene diversas fracciones de
proteínas y enzimas lo que da origen a tres formas, el cutáneo que solo tiene acción
necrotizante, el cutáneo- visceral que tiene acción necrotizante y hemolítica, y el visceral que
tiene acción hemolítica.
El peligro de picadura de arañas está muy relacionado con el hábitat del animal.
La severidad del cuadro clínico depende de la cantidad de veneno inoculado, de la zona del
cuerpo donde se produjo la picadura, de la edad, siendo más grave en niños y de la época del
año, siendo la más frecuente y peligrosa.
Cuadro clínico
Luego de la picadura de la Latrodectus suele observarse una lesión rojiza, donde puede
apreciarse los dos puntos dejados por los quelíceros, edema leve, y dolor punzante débil que
luego de 15 a 20 minutos aumenta de intensidad convirtiéndose en urente que se generaliza a
todo el miembro, hay aumento de la sensibilidad local, piloerección y contracturas musculares
dolorosas localizadas con tendencia a la generalización. La sintomatología general se caracteriza
por un cuadro neurotóxico grave, que se manifiesta con excitabilidad, insomnio, ansiedad,
midriasis. El paciente siempre permanece lúcido. A medida que avanzan las horas hay
hiperreflexia e hiperparestesia generalizada, sudoración, sialorrea, broncorrea, opresión
precordial, sensación inminente de muerte, taquicardia, hipertensión arterial y luego bradicardia.
La muerte se produce en general por fallo cardíaco, pero es baja. Más frecuente en niños.
La clínica de la Phoneutria se caracteriza por dolor punzante muy intenso, parestesia, edema a
nivel local, sudoración, enrojecimiento y espasmos musculares, próximos al sitio de la lesión, y
como síntomas generales presenta taquicardia, hipertensión arterial, disnea, sudoración profusa,
visión borrosa, vómitos, diarrea y sialorrea. En los casos más severos hay aumento del tono
muscular, hipotensión, calambres que pueden generalizarse, y convulsiones. El cuadro puede
durar hasta 24 horas, en los adultos, la mayoría de las veces sólo se produce dolor, aunque el
mismo puede ser muy intenso y con hinchazón local.
Tratamiento
Se debe retiras todos los elementos que puedan comprimir y agravar el edema en la zona
afectada, como ser anillos, pulseras, cadenas, etc.
Realizar antisepsia local, sin tocar las ampollas y NO recubra la herida, reposo del miembro
afecto e hielo local para disminuir la absorción del veneno, evaluar la posibilidad de vacuna
antitetánica, utilizar analgésicos para el dolor, y control de signos vitales.
Lactrodectus se debe aplicar 1 ampolla (frasco ampolla de 2ml) IM pudiendo repetirse a las 6 hs
de acuerdo al cuadro clínico.
Escorpiones
Se encuentra en ámbitos rurales o urbanos y en estrecho contacto con el hombre, dado que
habita en galerías subterráneas, sótanos, cañerías, túneles, oquedades de paredes y lugares de
características parecidas, prefiriendo lugares secos y protegidos de la luz. Salen durante la noche
y se alimentan de insectos, especialmente cucarachas.
Esta especie posee un color claro y en el dorso del cefalotórax se pueden observar tres líneas
longitudinales oscuras. Además cuenta con un aparato ponzoñoso ubicado en su extremo caudal
(cola), allí presentan una púa terminal (telson) en donde desemboca la glándula del veneno que
descarga el mismo en el momento de la picadura.
Manifestaciones clínicas
Estas van a ser de tipo neurotóxico con manifestaciones locales en el sitio de aguijonamiento, la
mayoría de los accidentados refiere dolor al que describen como agudo, punzante y muy
intenso, y que puede extenderse hacia regiones contiguas. Asimismo, puede observarse un leve
edema, parestesia o hipoestesia local, contracciones musculares en el área afectada, piloereccion
y sudoración localizada, en ocasiones, sólo se visualiza un punto eritematoso como huella del
accidente. Por otro lado, las manifestaciones sistémicas se dan por compromiso del sistema
nervioso autónomo como alteraciones cardiovasculares tales como taquicardia seguida de
bradicardia, opresión precordial, respiratorias como taquipnea, bradipnea, disfunción
respiratoria, signos compatibles con edema agudo de pulmón, o distress respiratorio,
conjuntamente de sialorrea, rinorrea, sudoración, cefalea, palidez, hipotermia, frialdad de los
miembros.
El dolor abdominal intenso es referido por los niños mayores, pudiendo observarse, en los casos
graves, diarrea y vómitos. Estos últimos, cuando son muy profusos, son considerados como un
signo de gravedad, al igual que los trastornos del sensorio como confusión mental, que puede
alternarse con excitación psicomotriz, temblores o convulsiones.
Finalmente se produce parálisis de los músculos respiratorios y muerte por asfixia. El tiempo de
aparición de este cuadro puede ser de 30 minutos a 2 horas
Tratamiento
Ante la confirmación o sospecha de una picadura de escorpión, el paciente debe ser trasladado
con urgencia a un centro de salud, ya que la en aquellos cuadros que por su gravedad requieras
la administración del antiveneno, la aplicación precoz de este, antes de transcurridas dos horas
desde la picadura se relaciona con un mejor pronóstico.
Las medidas de orden general para el correcto manejo de los accidentes por escorpiones
consisten en limpiar la zona de la picadura, mantener el miembro inmovilizado y elevado,
aplicar compresas frías o hielo en la zona de la picadura, lo que favorecerá a calmar el dolor y
producirá vasoconstricción, enlenteciendo la liberación del veneno, además se debe colocar un
acceso venoso y asegurar la vía aérea, vigilar la mecánica respiratoria, el estado hemodinámico
del paciente y función renal, con control estricto de signos vitales.
Se pueden utilizar analgésicos si fuese necesario. Si el dolor fuera muy intenso, eventualmente
se puede aplicar lidocaína subcutánea en el sitio de la picadura y evaluar la necesidad de
profilaxis antitetánica.
En general en sujetos adultos no suele ser de gravedad, por lo que no es necesario el uso de
antiveneno específico. En los niños, sobre todo pequeños, frecuentemente el cuadro general es
más grave, por lo que, independientemente del cuadro clínico o de la aplicación del antiveneno,
deben ser llevados al hospital para ingresarlos en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Ofidios
Vipéridos Bothrops, “Yarará”: Más del 97% de los accidentes debidos a ofidios
venenosos que se producen en la Argentina son por este género. Las especies
encontradas son: neuwiedi (yarará chica), alternatus (yarará de la cruz o grande),
Debido a la posición de sus colmillos en el maxilar se dividen en aglifas (dientes macizos sin
diete inoculador), opistoglifas (dientes ranurados y posteriores con los que pueden herir),
proteroglifas (colmillos acanalados con conductos en la parte anterior maxilar, son fijos y están
recubiertos con membrana que conecta con la glándula venenosa, facilitando así la inoculación
del veneno) y solenoglifas (sus colmillos son los de más alta especialización, ya que poseen un
canal interno directamente a la glándula de veneno, al morder funciona como una aguja
hipodérmica). Se las llama serpientes ponzoñosas a los dos últimos grupos: proteroglifas y
solenoglifas.
El veneno de es una mezcla compleja de proteínas de alto peso molecular responsables de las
reacciones anafilácticas, parálisis respiratoria y depresión cardiovascular con hipotensión
arterial y numerosas enzimas con una actividad citolítica y hemolítica, altamente citotóxico,
hemotóxico, cardiotóxico y nefrotóxico.
Sin embargo, también hay muchas personas que sobreviven a las mordeduras de serpiente,
incluso las más venenosas, ya que a veces las serpientes muerden sin inyectar veneno o inyectan
una cantidad pequeña que resulta insuficiente para provocar un envenenamiento grave.
El veneno de la Yarará (Bothrops) tiene acción proteolítica por lo que produce lesión local en
los tejidos, que se manifiesta como importantes lesiones en piel, tejido celular subcutáneo y
músculos próximos a la mordedura, y trastornos de coagulación actuando de forma directa sobre
el fibrinógeno, transformándolo en fibrina, lo que produce una coagulación intravascular
diseminada y consecuentemente hemorragias en diferentes órganos.
Y en cuento a la Coral (elápidos o micrurus), su veneno tiene exclusiva acción sobre el sistema
nervioso, actuando a nivel pre y postsinápticos inhibiendo la liberación de Acetilcolina,
provocando parálisis muscular, con escasa o nula sintomatología local.
Respecto a la mordedura de la Yarará se podrá observar a nivel local los dientes inoculadores,
con hemorragias en el sitio, edema que no deja Godet y que se extiende rápidamente a todo el
miembro, coloración cianótica, equimosis, ampollas de contenido hemático, dolor, a veces muy
intenso, en la proximidad de la mordedura, formación posterior de una costra (escara), con una
úlcera subyacente, este cuadro se debe a la acción proteolítica del veneno; y con relación a los
síntomas generales se puede observar trastornos de la coagulación sanguínea: presencia de
sangrados en piel o mucosas (encías, hemorragia nasal) y en vómitos, materia fecal y orina,
sudoración, náuseas y vómitos, taquicardia, hipotensión, disminución o ausencia de eliminación
de orina.
Si hablamos de la Cascabel también se observará las marcas de los dientes y signos locales
como dolor leve o parestesia, el cuadro sistémico es de instauración rápida, de 15 a 60 minutos
aparece la sintomatología neurológica, con compromiso de los pares craneanos, lo que generará
oftalmoplejía con visión borrosa, diplopía, ptosis palpebral, disminución de la agudeza visual.
Pueden aparecer también trastornos en el equilibrio. Se produce asimismo el oscurecimiento de
la orina, sangrados por la hemólisis, e IRA (aparece entre las 2-10 hs del accidente) y síntomas
inespecíficos como náuseas y vómitos, sudoración, somnolencia, inquietud o agitación.
En la coral el cuadro local es mínimo, con leve dolor, edema o parestesias; los primeros signos
de envenenamiento sistémicos pueden aparecer en los 5 minutos siguientes a la mordedura o
diferidos hasta unas 10 horas, hay compromiso de los pares craneanos (parálisis de los músculos
de la cara, los ojos, los labios, la lengua y la garganta, habla confusa, párpados caídos,
desviación ocular, dificultad para tragar, babeo y crisis de sofocación), debilidad muscular,
dolor de cabeza, piel fría, vómitos, visión borrosa y vértigos. A medida que progresa el cuadro
clínico presenta parálisis de los músculos del cuello y de los miembros, de los músculos
respiratorios, hipotensión, bradicardia e inconsciencia, con muerte dentro de las 3 a 10 hs, por
paro cardiorrespiratorio.
Tratamiento General
En un primer momento, se debe retirar anillos, pulseras, cadenas, tobilleras y zapatos que
puedan comprometer la circulación sanguínea, mantener al individuo en reposo, tranquilizarlo,
si la mordedura se produjo en un miembro mantenerlo más alto que el resto del cuerpo, se debe
administrar abundantes líquidos, lavar la herida con agua y jabón y trasladarlo al Centro de
Salud más cercado.
Una vez identificado el ofidio, para la correcta administración del antídoto. Suele ser preciso
realizar una prueba de hipersensibilidad previa a la administración del suero y previo a la
aplicación del mismo se debe administrar corticoides o antihístaminicos.
En cuanto a la elección del suero, se preferirá que este sea monovalente (especificidad),
realización de dosis única y suficiente. Si luego de 12 horas de administrado el antiveneno no se
observara mejoría, se puede repetirse la dosis del mismo.
Tratamiento específico
Para mordedura de yarará, el tiempo para la aplicación del suero antiofídico es de 12 hs, si el
cuadro clínico es LEVE (veneno a neutralizar 75 a 100 mg) se debe aplicar de 2 a 4 ampollas; si
es MODERADO, veneno a neutralizar 100 a 200 mg (dolor y edema que afecta más de un
segmento anatómico, acompañado o no de alteraciones hemorrágicas locales o sistémicas), se le
aplicarán de 4 a 8 ampollas; y si es GRAVE (manifestaciones sistémicas como hipotensión
arterial, oligo o anuria, shock y hemorragia)el veneno a neutralizar será más de 200mg y se le
apicaran entre 8 y 12 ampollas.
El tratamiento para cascabel se lo puede aplicar hasta 8 hs del accidente, para cuadros clínicos
LEVES, la cantidad de veneno a neutralizar será de 50 mg y se aplicarán aprox. 5 ampollas; si
es MODERADO (sintomatología neurotóxica de instalación precoz, mialgias discretas con o sin
alteración del color de la orina) el veneno a neutralizar es 100 mg y se aplicarán 10 ampollas, y
si es un proceso GRAVE (neurotoxicidad evidente e importante, facies miasténica, debilidad
Conclusión
Como conclusión podemos decir que si bien en Argentina hay una amplia distribución de
animales ponzoñosos capaces de producir veneno e inocularlas a los seres humanos, las
picaduras o mordeduras de los mismos se producen generalmente de forma accidental por
descuido o desconocimiento de su toxicidad. Por ello es de suma importancia que tanto el
personal de salud como la población en general, tenga conocimientos generales sobre estos, y
puedan reconocer sus manifestaciones locales como sistémicas, teniendo en cuenta las medidas
generales del manejo y de aquellas acciones que no se deben practicar en estos escenarios.
Recordando que siempre acudir al Servicio de emergencia más cercano de inmediato, para
evitar las consecuencias del envenenamiento o incluso la muerte.
Asimismo es de gran valor llevar a cabo actividades de promoción y prevención, sobre todo en
poblaciones más expuestas, tendientes a disminuir los accidentes causados por animales
ponzoñosos.
Bibliografía:
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Adriana Hass y Col. (2011) Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia
Epidemiológica del Envenenamiento por Escorpiones. - 1a ed. - Buenos Aires:
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Dr. Tomás A. Orduna; Dra. Susana C. Lloveras; Dr. Adolfo R. de Roodt; Dra. Susana I.
García; Dra. Adriana I. Haas; Lic. Inés Moreno; Lic. Adela M. Penna; Lic. Sonia
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Epidemiológica De Los Envenenamientos Ofídicos. Argentina, Buenos Aires:
Dirección Del Instituto Nacional De Producción De Biológicos.