Los Tiempos De Dios

“En tu mano están mis tiempos” Salmo 31:15.

Todos en algún momento hemos dicho que sea la voluntad de Dios. Esta frase tiene
un sentido amplio y profundo. Pero en si se centra en el hecho de que Dios
soberanamente ordena todo lo que sucede. En otras palabras, no hay nada que
sucede fuera de la voluntad soberana de Dios. Este aspecto de la voluntad de Dios
se ve en los versículos como Efesios 1:11 y Romanos 12:2

La voluntad de Dios también está muy relacionada con los tiempos de Dios y en
esto nos vamos a centrar.

Para conocer la voluntad de Dios para nuestra vida es funamental conocer los
tiempos de Él. Y sin duda debemos ir a El para que nos revele. Este sería el primer
paso.

Hay un relato que nos cuenta

“De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que
sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.” 1
Crónicas 12: 32 - 33

La revelación de los tiempos es una virtud que no solo trae beneficios personales.
Podemos ser de guía y ayudar a quienes nos rodean a entender los tiempos.
Debemos tener la capacidad de distinguir los tiempos:

Los tiempos para nuestra vida

Los tiempos para la vida de otros.
A nivel personal.
A nivel congregacional.
Y a nivel global.

Muchas veces pretendemos que Dios actúe instantáneamente, nos frustrados

porque a nuestro parecer Dios se está tardando, pero hay un relato que explica
cuál es su cometido.

En Juan 11:21 Y Marta dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no
habría muerto” y luego vs 39-40 Marta la otra hermana le dijo: “Señor, hiede ya,
porque lleva cuatro días”, pero Jesús dijo: “No te he dicho que si crees verás la
gloria de Dios?
Entendamos existen dos tipos de tiempos. El tiempo Cronos es el tiempo en el cual
se rige la humanidad, donde se dan las horas, los días, meses etc. Pero también está
el tiempo Kairos, este es en el cual Dios se rige.
Romanos 5:6. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos.
El Kairos es el tiempo oportuno y diseñado desde el cielo, donde Dios interviene en
la vida de los hombres de una manera sobrenatural y poderosa. Es el tiempo
diseñado en el cielo, que se manifiesta en la tierra, para bendición de los hombres.

“Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer,
nacido bajo la ley,” Gálatas 4:4 LBLA

Las intervenciones divinas no ocurren cuando queremos o esperamos, sino en el

kairos, es decir en el tiempo de Dios.

“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no
mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.”
Habacuc 2:3 RVR1960

El pasaje parece contradecirse, pero de lo que habla es de la necesidad de saber

confiar en los tiempos de Dios, nuestros tiempos no muchas veces van a ser los de
él. Por eso es que a veces creeremos que aquello que Dios promete tarda, pero en
realidad tenemos la seguridad de que llegará a tiempo.

Cuando entendemos que Dios es el Señor y dueño de todo, y él tiene el dominio

sobre los tiempos podemos estar confiados en su bondad y su poder.

Cuando reconocemos que no vivimos de cualquier manera que vivimos por lo que
Dios dice y vivimos como Dios dice y hacemos lo que Dios nos manda a hacer.

“Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos
mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.”
Salmo 139:16 NVI

Si nos mantenemos creyendo a pesar de las circunstancias, si estamos en

obediencia podemos estar seguros que en nuestra vida, nuestra familia, nuestra
célula y nuestra iglesia se cumplen los tiempos del Señor.

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no

desmayamos.”
Gálatas 6:9 RVR1960

“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es
necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la
promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.”
Hebreos 10:35-37 RVR1960

Hoy como iglesia, estamos viviendo un tiempo especial, el tiempo oportuno de

Dios, seamos parte de lo que Dios nos ha encomendado porque esto traerá lo
sobrenatural, lo sobreabundante, lo extraordinario y lo glorioso del cielo!