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Algunos expertos criticaron la edición tanto antes como después de su publicación formal.
Sus críticas incluyen que muchas de las revisiones y adiciones en el DSM-5 carecen de
apoyo empírico; que existe una reducida confiabilidad interjuez para muchos trastornos;
que varias secciones contienen información confusa, contradictoria o mal redactada, y que
la industria farmacéutica psiquiátrica influyó exageradamente en el contenido. Muchos de
los integrantes de los grupos de trabajo que se encargaron de su elaboración tenían
conflictos de interés, como relaciones con empresas farmacéuticas
Que es CIE-10
El Listado CIE-10 tiene su origen en la «Lista de causas de muerte», cuya primera edición
editó el Instituto Internacional de Estadística en 1893.
Esta clasificación recibió aprobación general y fue acogida por varios países y numerosas
ciudades. Su primera aplicación fue en América del Norte y ya en 1898 la Asociación
Estadounidense de Salud Pública, recomendó que los registros civiles de Canadá, México y
Estados Unidos, adoptaran la Clasificación de Bertillón y sugirió además su revisión cada
10 años.
En agosto de 1900 se dispuso la primer revisión y así es que nace lo que entonces se llamó
fue llamado CIE 1. En ese momento se tomó la determinación de que se revisaría cada 10
años, esto se llevó a cabo hasta 1979, cuando es publicado el CIE 9.
A partir del año 1995 se ha ido implementado en forma gradual en el resto del mundo. En la
Conferencia Internacional para el CIE 10 auspiciada por la OMS llevada a cabo en 1989 se
tomó la determinación de definir un mecanismo de actualizaciones que permitiera
incorporar cambios entre las diferentes revisiones.
EL ACUERDO GLOBAL SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS
El Acuerdo global sobre derechos humanos (AGDH) fue el segundo de los doce Acuerdos
de Paz suscritos por el Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria
Nacional Guatemalteca (URNG), para alcanzar soluciones pacíficas a los principales
problemas que generaron el Conflicto Armado Interno (García, s.f., p. 1). Este
enfrentamiento duró más de treinta años y dejó un saldo en muertos y desaparecidos que
supera las 200 000 personas.
Vigencia
El Acuerdo global sobre derechos humanos cobró vigencia a partir de la firma del
Acuerdo de Paz Firme y Duradera, según lo estipulado en la siguiente cláusula: “todos
los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz Firme y Duradera cobran formal y total
vigencia en el momento de la firma del presente Acuerdo”. El Acuerdo global sobre
derechos humanos se firmó dos años después que el Acuerdo de Querétaro, pues según
expone Rosales (2006, p. 41), las negociaciones de paz se interrumpieron cuando Jorge
Serrano Elías fue depuesto de la presidencia y sustituido institucionalmente por Ramiro
de León Carpio en 1993.
Este enfrentamiento duró más de treinta años y dejó un saldo en muertos y desaparecidos
que supera las 200 000 personas. El Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones
desarraigadas por el enfrentamiento armado se firmó el 17 de junio de 1994, en Oslo, la
capital de Noruega, y forma parte del Acuerdo de Paz Firme y Duradera -APFD-, el cual
concluyó el proceso de negociaciones de paz que duró alrededor de una década y fue
suscrito el 29 de diciembre de 1996.
La suscripción del acuerdo se llevó a cabo casi tres meses después que el Acuerdo global
sobre derechos humanos, como reiteración del compromiso por establecer la paz en el país
y en consideración de la “dimensión traumática nacional que asumió el desarraigo durante
el enfrentamiento armado en el país, que ocasionó violaciones a los derechos humanos y
grandes sufrimientos para las comunidades que se vieron forzadas a abandonar sus hogares
y formas de vida, así como para aquellas poblaciones que permanecieron en dichas áreas”.
En el Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el
enfrentamiento armado, el Gobierno y la URNG consideraron que el reasentamiento de las
poblaciones desarraigadas debía constituir un factor dinámico del desarrollo económico,
social, político y cultural del país. En consecuencia, acordaron.
Definiciones, principios y objetivos de una estrategia global de reasentamiento. De esta
forma, definieron que por “reasentamiento” se entiende el proceso legal de retorno,
ubicación e integración de las poblaciones y personas desarraigadas en su lugar de origen u
otro de su elección en el territorio nacional, de acuerdo con las Constitución Política de la
República de Guatemala. Asimismo, establecieron que el término “población desarraigada”
se refiere al conjunto de personas que fueron desarraigadas como consecuencia del
enfrentamiento armado y viven ya sea en Guatemala o en el exterior; en particular los
refugiados, retornados y desplazados internos, tanto dispersos como agrupados.
Asegurar las condiciones que permitan y garanticen el retorno voluntario de las personas
desarraigadas a sus lugares de origen o al sitio que elijan en el país, en condición de
dignidad y seguridad.
Reconocer los niveles educativos formales e informales que hayan alcanzado las personas
desarraigadas mediante procedimientos rápidos de evaluación o certificación.
Revisar y promover las disposiciones legales que eviten considerar el abandono de tierras a
causa del enfrentamiento armado, como “abandono voluntario” y ratificó la
imprescriptibilidad de los derechos de tenencia de la tierra.
Llevar a cabo los estudios que permitan identificar e individualizar todas las tierras
estatales, municipales y privadas con opción de compra.
Eliminar cualquier forma de discriminación de hecho o legal contra la mujer en cuanto a la
facilitación del acceso a la tierra, vivienda, créditos y participación en los proyectos de
desarrollo. El enfoque de género se incorporará a las políticas, programas y actividades de
la estrategia global de desarrollo.
Fortalecer el sistema de organización comunal para que las comunidades sean sus propios
agentes de desarrollo y manejen los sistemas de servicios e infraestructura, así como para la
representación en su gestión política, jurídica y económica.
Vigencia