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REMONTAR LA CRISIS – ALDO SCHLEMENSON

CONCEPTOS DETALLE
CRISIS DEFINICIÓN: El término “crisis” alude a un conjunto de hechos y fenómenos que comprometen a una serie amplia
de sistemas vinculados entre sí por relaciones sucesivas de inclusión y/o interdependencia: personas, grupos,
organizaciones, instituciones, países, regiones, mundo, insertos en un momento histórico y en un medio ambiente
cultural y político particular.
Las crisis se muestran en acontecimientos, circunstancias y hechos que ejercen una fuerte influencia en los
individuos, en las familias, en las organizaciones y en los países; tienen que ver con la supervivencia, con la
sensación de riego y amenaza que se le impone a un sistema particular por el hecho de estar transitando una
condición generadora que es asimilada a un hecho ajeno, externo al sistema que sufre el impacto.
Hoy, el rumbo de los acontecimientos está determinado por circunstancias y fenómenos que caracterizan una crisis
específica: vivimos en un mundo de cambios abruptos, en el que los acontecimientos exceden la capacidad de los
sistemas humanos para comprenderlos, decodificarlos y así poder planificar y aprender a sobrellevarlos.
Por una parte, la crisis sigue un derrotero desestructurante y desintegrador del sistema individual, grupal,
organizacional, social; pero por otra, favorece el desarrollo de soluciones creativas que se insinúan desde el
comienzo del proceso. Durante el trayecto, pueden cundir amenazas e incertidumbres, o una ansiedad generalizada
que impregna todos los niveles en que se manifiestan las conductas.
Según Kaës, la crisis puede conceptualizarse como un proceso de transición que transcurre entre una ruptura y una
sutura. En este proceso, se destaca la importancia estratégica del encuadre, del marco de contención de la
ansiedad que permite dar a la situación crítica un continente e regularidad para su despliegue. A partir de esta
conceptualización de la crisis en tanto proceso transicional, se desarrolla el método del análisis transicional para
designar la zona intermedia de la experiencia y el proceso de pasaje a partir de la ruptura de la continuidad.
EFECTOS DE VERTIENTE DESINTEGRADORA VERTIENTE DE SOLUCIONES
LA CRISIS: CREATIVAS
VERTIENTES Por una parte, la crisis sigue un derrotero desestructurante y desintegrador del Por otra parte, la crisis favorece
sistema individual, grupal, organizacional, social. Durante el trayecto, pueden el desarrollo de soluciones
cundir amenazas e incertidumbres, o una ansiedad generalizada que impregna creativas que se insinúan desde el
todos los niveles en que se manifiestan las conductas. comienzo del proceso. Cuando un
Las situaciones de crisis son verdaderamente traumáticas para los individuos sistema en crisis emerge
que viven en la sociedad afectada: dejan huellas, alentando desde lo más satisfactoriamente del proceso, lo
profundo de las motivaciones humanas el supuesto de que “el desencadenante hace fortalecido por la
traumático puede volver a ocurrir”. experiencia, y los efectos
El fantasma de la crisis continúa vivo y alimenta expectativas de logrados se extienden a la serie
desestabilización; los agoteros de la desestabilización se basan en estos abierta de sistemas incluyentes e
bolsones de inseguridad que subsisten, evocando viejos fantasmas que nos incluidos vinculados con tales
retrotraen al pasado. procesos.
EFECTOS En la historia del hombre, las crisis tienen que ver con la supervivencia, con la La perspectiva optimista se
sensación de riesgo y amenaza que se le impone a un sistema particular por el trasforma en una fuente de
hecho de estar transitando una condición generadora que es asimilada a un expectativas positivas que tiende
hecho ajeno, externo al sistema que sufre el impacto. El ser humano tiene a manifestarse en una actitud
límites para tolerar lo nuevo, en especial si es adverso a las necesidades de una más flexible y dispuesta, como
personalidad normal. El cambio, cuando es abrupto e impredecible, se reflejo de un ánimo más positivo,
convierte en caos, y favorece los procesos regresivos de la conducta individual en oposición a las modalidades
y social. Las situaciones de inequidad progresiva acentúan la irracionalidad y de retracción.
la violencia; los esquemas internalizados tardan en modificarse y entran en
colisión con los cambios del contexto; la resistencia al cambio necesita ser
metabolizada a través de un proceso que contemple la individualidad y la
subjetividad involucradas.
Las conductas de pánico que en los momentos de crisis se generan, encierran
supuestos acerca del futuro, que luego se concretan y vienen a confirmar el
poder de las expectativas y la fuerza de las conductas irracionales en la toma
de decisiones (Paul Watzlawick). La simplificación de la causalidad lineal que
encierra la interpretación de un suceso elude considerar la fuerza de las
construcciones mentales que se anteponen a los hechos, pronosticándolos y,
de esta forma, construyéndolos o provocándolos. Nuestras expectativas,
perjuicios, supersticiones y deseos (es decir, construcciones puramente
mentales, a menudo desprovistas de efectividad) pueden tener efectos
determinantes, no solo positivos, sino también negativos; somos responsables
no solo de nuestros sueños, sino también responsables de la realidad que
engendran nuestros pensamientos y esperanzas. Decisiones tomadas a partir
de presupuestos y prejuicios acerca de la emergencia probable de conductas
adversas, en realidad las potencias en un grado superior al previsto. Una
profecía que se autocumple es una imposición o predicción que, por la sola
razón de haberse hecho, convierte en realidad el suceso supuesto, esperado,
profetizado, y de esta manera, confirma su propia exactitud.
CRISIS IMPACTO Diversas manifestaciones de estrés y agudos síntomas de ansiedad y de morbilidad precipitan la
PSICO- EN LA emergencia de enfermedades y el consumo de ansiolíticos. Aparecen enfermedades vinculadas
LÓGICA SUBJETIVIDAD con el estrés y la ansiedad (ataques de pánico, burnout) sufridas por una amplia variedad de
(Ansiedad profesionales y ocupaciones destinadas a dar servicios.
subjetiva: BURNOUT: es un estado de agotamiento mental y/o psíquico causado por un estrés excesivo y
pánico, prolongado; el síndrome del quemado afecta en la actualidad a ciertas actividades, aquellas que
burnout, exigen un alto grado de entrega e implicación con las personas, como así también a quienes
estrés, ejercen profesiones en las que sufren un alto nivel de insatisfacción, que no está directamente
alienación, relacionado con causas vinculadas con el reconocimiento de sus superiores, el sueldo. Sus
violencia; capacidades siguen siendo las misas, pero las víctimas se sienten incapaces de enfrentar las
Nuevas tareas: la motivación parece haberse perdido definitivamente. El daño no es solo emocional o
formas de psicológico, dado que la capacidad física también se ve afectada. Es un trastorno de desgaste
organización) profesional que da cuenta de un trastorno adaptativo crónico asociado al inadecuado
afrontamiento de las demandas psicológicas del trabajo, que daña la calidad de vida de las
personas que lo padecen y disminuye la calidad asistencial.
SALIDAS DE Norman Cohn analiza diversos movimientos revolucionarios de desposeídos, de pobres marginados de la sociedad,
LA CRISIS: que favorecen la emergencia de líderes carismáticos y revolucionarios; tales movimientos reivindican valores en
LIDERAZGO crisis vinculados con una profunda decadencia ética y moral, y con la necesidad de justicia. La distribución
equitativa de salarios u otro tipo de compensaciones constituye una temática fundamental. El problema del “trato
equitativo” y la instauración de una auténtica “meritocracia” hacen a la satisfacción de la gente que conforma un
sistema social determinado; cuando se traspasan ciertos límites de inequidad, se incurre en el riesgo de las
explosiones violentas que amenazan la continuidad del sistema. La crisis profunda de valores morales muestra la
fuerte traza de una ausencia: la de un liderazgo ético, centrado en el talento, situación que afecta a las figuras de
conducción y de gobierno en un país. Este vacío (espacio que busca llenarse en la transición que representa una
crisis) incrementa la tendencia desestructurante de los sistemas humanos.
En cambio, la confianza y la esperanza que surgen de la valoración de las figuras de autoridad (valores fundantes)
vinculan a los individuos entre sí y con las figuras de conducción, y ejercen un papel de contención constructivo
básico en el derrotero de una crisis. La ética está vinculada con la necesidad de poner límites a la inequidad, a la
arbitrariedad en el manejo de los asuntos humanos. El talento se vincula con la posibilidad que tienen los
visionarios de anticipar creativamente la solución de los problemas que los acosan. El papel de la confianza en las
figuras de liderazgo, y la credibilidad, no configuran un mero dato ornamental vinculado con la elegancia o “los
buenos modales”, sino que constituye una condición dura, determinante del desarrollo.
Lo mismo se aplica a los sistemas organizacionales: cuando la cultura organizacional está comprometida con una
verdadera “meritocracia”, la gente se siente más predispuesta a confiar en un futuro y en la capacidad de los
líderes, que más que carismáticos deben ser sensatos, capaces y creíbles. Si esto es así, todo el esfuerzo debe estar
orientado a la promoción de un conjunto de valores, sistemas organizativos y recursos humanos básicos que
garanticen una orientación saludable y un acontecer seguro para los individuos involucrados.
Si aspectos fundamentales ligados con la ética fallan, tambalea el sistema. El descrédito que genera la perdida de la
confianza socava la naturaleza colaborativa de los vínculos sociales y estimula la criminalidad, la marginalidad y el
desapego social generalizados.
REMONTAR LA CRISIS – ALDO SCHLEMENSON
RESUMEN
Existe una amplia variedad de tipos de crisis, referida siempre a un sistema social inserto en un sistema mayor que consideramos su
contexto. Las crisis, en su adversidad, tienen aspectos comunes que hacen a su proceso dinámico y algunos aspectos motivacionales
principales que las caracterizan. Destacar aspectos comunes permite desarrollar una “crisología”, o sea, una teoría y una metodología
para lidiar con situaciones de crisis
El CONTEXTO TURBULENTO constituye una dimensión privilegiada para comprender la crisis; el impacto externo altera los límites de
contención del sistema menor, en riesgo de ser desbordado.
Los cambios abruptos de los indicadores externos (desocupación, inflación, riesgo-país, devaluación, etc.) son agentes
desestabilizadores de los sistemas menores. A su vez, la desestabilización de éstos revierte en el sistema mayor y estimula el derrotero
desestructurante de la crisis, que presenta el riesgo de transformase en caos.
Los cambios generan una textura de incertidumbre: se impone entonces la necesidad de mirar el sistema humano de que se trate,
adoptando la perspectiva “desde el contexto”. Ya no se puede considerar al sistema cerrado y autocontenido, sino que hay que verlo
en relación con otros sistemas que lo contiene y en relación con los demás sistemas. El problema de la contención y de la ruptura de
los límites que hacen a la contención del sistema es crucial en la experiencia y en el manejo de las situaciones de crisis.
La crisis no constituye exclusivamente un hecho económico o político, sino que compromete un embrollo de problemas y fenómenos
de muy diversa índole dentro de los cuales es fundamental destacar los aspectos psicosociales y sociodinámicos involucrados.
La crisis es parte de un proceso que compromete variaciones dentro del sistema que generan cambios cualitativos en la naturaleza de
los sistemas menores. Un incremento cualitativo ce ciertas variables, que cambian constantemente y que forman parte del contexto,
producen un efecto dramático que tiñe el panorama global y la naturaleza del sistema; se pasa a otra realidad.
La alta variación de los indicadores (o variables externas) introduce una cuota significativa de incertidumbre en el sistema menor,
cuota que es promotora de ansiedad. Generada por la incertidumbre, la ansiedad constituye el aspecto subjetivo de la crisis, y surge
de la mediación imprescindible introducida por la conducta individual de los sujetos comprometidos en ella.
Los individuos necesitan planificar y predecir para poder adaptarse y sobrevivir. La adaptación requiere establecer predicciones
verdaderas sobre los indicadores que están presentes en el ambiente. Si todo cambia, y el cambio se produce abruptamente, la
adaptación se torna muy difícil. La conducta posee una dimensión intencional, es decir, apunta a fines identificables en el ambiente y
en el futuro. La intencionalidad forma parte de la conducta y se identifica en el sistema de expectativas, las cuales modelan a su vez la
realidad.
Los esquemas cognitivos internos, necesarios para aprehender y luego adaptarse a la realidad o al contexto, son mucho más estables
que la variable realidad externa.
La confianza y la credibilidad son valores imbricados en aspectos emocionales comprometidos. Los individuos no solo se adaptan a la
realidad externa, sino que también la modifican para hacerla más familiar a su propia realidad interna. Tal interjuego es creativo y
promotor del desarrollo de los sistemas incluyentes. Se precisa encontrar la consonancia que coincida con los valores trascendentes
de las necesidades humanas y de la adaptación.
Las crisis pueden considerarse procesos de transición a partir de un orden paradigmático. La transición desemboca en un nuevo orden
o paradigma. La realidad cambiante trae aparejados nuevos enigmas que los nuevos esquemas cognitivos buscan resolver. Los
nuevos enigmas demandan un proceso de cambio que concluye en una adaptación creativa.
La conducción eficaz de la crisis, realizada a partir de un conocimiento vivencial de los factores en juego, contribuye a lograr dicha
adaptación creativa y a reducir su costo psicológico.
REMONTAR LA CRISIS – ALDO SCHLEMENSON
El carácter de la intervención depende de una elaboración y un diseño específicos que delimitan el nivel de análisis, a partir de la
problemática típica y la naturaleza específica de cada uno de los sistemas, que requieren de la elaboración de un marco de
referencia teórico y metodológico que les sea propio.
MODOS INTERVENCIONES EN CRISIS
INTERV. A La importancia del factor psicológico llamado “esperanza”; cuando la persona pierde la esperanza, deja de estar
NIVEL comprometida activamente en la búsqueda de un logro, disminuye su energía, abandona la planificación y los
INDIVIDUAL deseos vinculados con un futuro mejor, se incrementa el riesgo de entrar en una vida pasiva. Las emociones, y por
cierto la “moral” en el sentido de “estado de ánimo”, condicionan la perspectiva temporal haciendo que los planes
sean de muy corto plazo.
INTERV. A La crisis individual pretende ser resuelta a través de un intercambio humano más auténtico que libera del encierro
NIVEL en la individualidad y en la alienación; para esto, el factor grupal es considerado estratégicamente fundamental. La
ORGANI- pertenencia a un grupo provee una estructura de relaciones de reciprocidad que facilita identificaciones
ZACIONAL colaterales. Estas son a su vez una apoyatura esencial para permitir una re-estructuración más plena. La tendencia
al individualismo egocéntrico se reduce en un ambiente en el que predomina la cooperación y en el que todos se
(grupos encuentran en un mismo plano de igualdad en la relación con sus semejantes.
naturalmen BION diseña una técnica grupal denominada liderless group: en los desarrollos originales de los ejercicios grupales,
te el factor liderazgo formal es reemplazado por propuestas y consignas en las que se enfatiza una tarea orientada al
constituidos grupo de pares. No se sugieren, desde la coordinación, roles de autoridad formal. La emergencia de roles de
/ grupos autoridad superior se deja librar a la dinámica espontánea y a lo que el grupo decide hacer. A los miembros se los
artificialme invita a realizar un ejercicio entre pares, que permite observar la emergencia espontanea de los roles de liderazgo
nte acordes con los estilos que el propio grupo va definiendo. Se trata de observar la forma en que los participantes
constituidos enfrentan el estrés de la situación, recurren a la cooperación entre pares, o en su defecto, a las figuras de
) autoridad. El estilo del líder, la respuesta frente a la frustración, las reacciones frente a la tensión propia de la
situación, el manejo de la ansiedad y la incertidumbre, se consideran factores importantes a ser observados.
Esta técnica dio lugar al desarrollo de las teorías de dinámica de grupo con orientación bioniana, muy vinculada con
la teoría de la ansiedad de Klein.
El “dispositivo grupal” es propuesto por Kaës como encuadre adecuado para examinar la experiencia individual y
grupal de ruptura de la contigüidad en la relación con las cosas, y en las relaciones consigo mismo. Ofrece un
espacio transicional para metabolizar y elaborar la incertidumbre que emerge entre la ruptura y la resolución. Se
trata de un espacio que permite transitar entre dos estados: el anterior a la crisis y el de la recuperación, o de la
reinserción en una situación que representa un cambio deseable y buscado. Por ello podemos hablar de un espacio
intermedio.
La importancia del dispositivo grupal para el análisis de la transición se funda en el hecho de que todo proceso de
formación personal y de desarrollo individual se sustenta en una multiplicidad de apoyos provenientes de las
figuras de identificación primaria, del sí mismo y de la relación con los otros. El grupo ofrece una estructura de
solidaridad y apoyo suficientemente estable, proveniente de un conjunto de personas que colaboran para
enfrentar los procesos dolorosos de construcción-deconstrucción de la crisis. Se trata de un espacio de apoyatura
que se da, no solo por pertenecer a una red, sino también por rubricar un compromiso emocional sostenido a
través del apoyo mutuo, y que actúa como sistema de contención para la re-adaptación transformadora: confirma
un contrato de reciprocidad en el placer del encuentro con otros y en el compromiso. El encuadre grupal contiene
un mensaje reparador para los participantes. La pertenencia es sustento de la identidad y de allí que tenga efecto
en la re-estructuración de la personalidad.
INTERVENCIONES EN CRISIS: ENFOQUES PROPUESTOS
Se propone la integración de disciplinas tales como la psicología, el psicoanálisis, la sociología, la antropología cultural y el trabajo
social, asi como de nuevos roles profesionales. Puede afirmarse hoy que el análisis organizacional inspirado en esta orientación
constituye una nueva metadisciplina que se encuadra dentro de las ciencias sociales.
Los modelos se vales de un nuevo enfoque que promueve la salida del laboratorio y postula una actitud de búsqueda y de
intervención, así como un compromiso del investigador en el campo.
La intervención se basa en la consulta inspirada en el modelo medico: el profesional interviniente asume el rol de un agente de
cambio que interactúa con un sistema cliente. Éste último reconoce la existencia de problemas en su seno y activamente acude a
un experto para que lo ayude a resolverlos.
El consultor es independiente: no pertenece al sistema, no es un empleado de este, conserva su independencia y autonomía
profesional, a fin de garantizar los estándares de la intervención.
La participación es voluntaria y se procura la responsabilidad conjunta por los resultados.
Según señala JAQUES, la condición para que un proyecto sea viable es que haya miembros en la organización interesados en
profundizar cuestiones acerca de la misma, en ir mas allá de la fachada de los problemas, abandonar clisés y buscar soluciones con
sustento de realidad.
El carácter de la relación entre consultor y cliente es colaborativo, lo que permite el acceso en profundidad a procesos y
problemas de la organización, de la comunidad o de los grupos involucrados.
La relación profesional-cliente esta respaldad por reglas éticas que buscan cuidar simultáneamente la seguridad y los intereses del
cliente, así como preservar la intervención. Son ejemplos de normas y requisitos éticos: la neutralidad del consultor (no tiene
compromisos particulares con ningún grupo que integra el sistema interno); su obligación de no develar irrestrictamente la
información confidencial; un pacto acerca de a quiénes y qué informar; el respecto de la intimidad de las personas; una actitud
analítica consistente en limitarse a describir, relacionar, vincular; ayudar a ver las implicaciones de un problema y a develar
significados. El consultor se abstiene de usar su eventual posición de poder debido a su condición de experto y no especular con
los resultados o beneficios que puede obtener el cliente de la consulta, etc.

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