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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE

CHICLAYO
ESCUELA DE DERECHO

TESIS

EL USO DESMEDIDO E IRREGULAR DE LA


PRISIÓN PREVENTIVA EN EL PERÚ

PRESENTADO POR:

NÚÑEZ ZÁRATE ROSARIO DEL PILAR


CAPÍTULO I

PLANEAMIETO DEL PROBLEMA

1. DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA

Una de las instituciones procesales que ha recibido una crítica más intensa en la mayoría de las normativas procesal
penales contemporáneas a lo largo y ancho del globo, es la prisión preventiva. En nuestro ordenamiento jurídico la
entendemos como “una medida cautelar personal de carácter excepcional, decretada por el juez de garantía o el tribunal
de juicio oral en lo penal en su caso, a solicitud del fiscal del Ministerio Público o del querellante, con posterioridad a la
formalización de la investigación, que impone al imputado un estado de privación de libertad, más o menos permanente,
con el objeto de asegurar la realización de los fines del procedimiento”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha publicado un informe en el que expresa su preocupación por el uso
desmedido e irregular de la prisión preventiva en el Perú y en la región. Así, se revela que en nuestro país existen cerca
de 40,000 personas en prisión preventiva. Asimismo, la CIDH critica el incremento en la duración de la prisión preventiva
en los casos de delitos de corrupción de funcionarios y de criminalidad organizada; así como el escaso número de
defensores públicos que puedan atender a la población en los procesos inmediatos de flagrancia.

Aunque la realidad demuestre que la prisión preventiva se usa mucho y parecería es la única forma que tiene el juez de
asegurarse el imputado no se fugue o entorpezca el accionar de la justicia, es necesario plantearnos y debatir a fondo no
ya el abuso de esta medida, o si su cumplimiento trae un daño al reo, sino si es en sí misma “imprescindible” o por lo
menos, plantear alternativas para evitar aplicarla.

Es posible un proceso donde el juez penal no deba recaer, justificadamente o no, en una medida que muchas veces genera
más conflictos de los que pretende evitar: superpoblación y hacinamiento carcelaria, penitenciarías en pésimo estado
edilicio, desprendimiento de la familia, exposición a los riesgos de la vida intra-muros (golpes, vejaciones, enfermedades,
etc.), indefinición de situación procesal (si se prolonga demasiado).

Cabe destacar que, en la práctica, la prisión preventiva significa lo mismo para el reo que la prisión como pena de fondo:
son las mismas cárceles, el mismo alojamiento, la misma superpoblación carcelaria, el mismo padecimiento y peligro para
la integridad psico-física. La diferencia entre medida cautelar y pena es diáfana para el profesional (abogado-juez), pero
es ciertamente difícil explicársela a quien la privación de la libertad, sea a título que sea, le genera un contenido penoso
irreparable.
En el ámbito de la práctica, la actividad destinada a la acreditación de estos presupuestos se ha flexibilizado de forma tal
que prácticamente, con argumentos genéricos y subjetivos, se ha dispuesto la aplicación de la prisión preventiva en casos
donde no era necesaria ni justificada. Puede decirse inclusive que se ha llegado a consolidar como una práctica procesal
que sea la propia defensa la que deba probar la inexistencia de los presupuestos de la prisión preventiva; así, por ejemplo,
se ha observado en distintos casos que es el propio investigado quien se encuentra obligado a acreditar su arraigo
domiciliario, familiar y laboral, cuando en realidad dicha labor corresponde exclusivamente a la parte fiscal.

Tal escenario ha conllevado lastimosamente a la desnaturalización de la prisión preventiva, la flexibilización de sus


presupuestos materiales y la incomprensión de su naturaleza y finalidad cautelares. Esta situación preocupa aún más
cuando se advierte que prácticas como las indicadas en el párrafo anterior se han generalizado no solo en nuestro país,
sino en toda la región.

2. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA


2.1. Problema Principal:
El uso desmedido e irregular de la prisión preventiva en el Perú.
2.2. Problemas Específicos:
 ¿Por qué los fiscales y los jueces siguen considerando a la prisión preventiva como la primera medida?
 ¿Cuáles serían los factores que influyen para que la prisión preventiva se solicite en la mayoría de delitos?
 ¿Qué pasa con aquellas personas que aún no son sentenciadas y son detenidas, inclusive más del tiempo
establecido?
 ¿Cuáles serían las consecuencias del mal uso de la prisión preventiva?
 ¿Cuál sería la solución para enmendar este problema?

3. FORMULACION DEL PROBLEMA

¿Cómo se sustenta la existencia de un peligro procesal y la necesidad de cautela, y especialmente, qué importancia tienen
el arraigo y la gravedad de la pena?
4. JUSITICACIÓN
Esta investigación, no busca dar conceptos o definiciones acerca de la prisión preventiva, puesto que eso ya ha sido dado
por muchas doctrinas, lo que se busca en este trabajo es determinar porque los jueces y demás órganos de la
administración de justicia usan la prisión preventiva como primera medida para que el investigado no pueda escapar y así
poder estar presente en el proceso que se ha iniciado en su contra. En otras palabras cuales son los motivos por los cuales
estos órganos ven a la prisión preventiva como la salida más fácil. Además de determinar cuáles serían las consecuencias
de su inadecuado uso.

La posibilidad de fuga siempre va a existir en una persona. No existe un estado comprobado de “no posibilidad de fuga”
o de “inexistencia de peligro de fuga” en el proceso penal, porque hasta estando en la cárcel existe la posibilidad de fuga
del interno preventivo. Por ende, la “posibilidad” de fuga siempre se encontrará latente en un proceso penal. Por ello es
que en el Código Procesal Penal existe una “alta probabilidad” de elusión de la justicia.

Como sabemos el objetivo que la prisión preventiva es de asegurar que una persona, acusada de cometer un delito,
afronte la investigación y el juicio que determine su inocencia o culpabilidad. La ley dice que es una medida
excepcional, es decir la mayoría de investigados no deberían ir presos, hasta que se dicte la sentencia definitiva,
pero nuestra realidad en definitiva, es otra cosa. Además pienso que se está haciendo un uso desproporcionado y
arbitrario de la prisión preventiva en el país. Muchos de los jueces que resuelven estos casos son jueces de paz
letrados que no tienen una preparación e independencia suficiente, pues dependen de las autoridades que los
nombran, como también últimamente se ha venido reflejando que hay una fuerte presión mediática que afecta la
independencia de los jueces al momento de resolver.

Si queremos un verdadero cambio en la justicia, empecemos por aplicarla conforme a derecho, y no como una
respuesta para el pueblo y por el pueblo, porque ello, en algún momento, rebasará absolutamente todo.

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