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Universidad Pedagógica Nacional

Estudiante:
Martha Isabel Rodríguez Jiménez

Docente:
Luis Fernando Zamora

Implicaciones educativas y pedagógicas.


“El Campesino Colombiano”

TEMA 1: A partir de la Lectura del Capítulo I del libro El campesino colombiano (y de


la exposición ofrecida por el profesor el sábado 7 de Octubre, basada en ese texto), el
estudiante debe derivar o proponer implicaciones educativas y pedagógicas del
planteamiento central de ese escrito. Es decir, qué haría usted como educador para
enfrentar y contribuir a modificar las condiciones allí descritas, que se resumen en la
idea de la desvalorización del campesinado en Colombia.

El problema del campesinado colombiano ha girado durante años alrededor del


derecho a la propiedad de las tierras y a su explotación, pues siempre ha estado
subvalorada su labor, la falta de reconocimiento de sus derechos culturales y sociales,
como una parte clave del país, a nivel económico principalmente.

Es importante destacar que el campesinado, se encuentra en medio de las


políticas estatales, el conflicto armado y el abuso de poder de terratenientes y
colonizadores, que desconocen la labor desempeñada por ellos en la producción de
alimentos, pues se cree que son personas incapaces, no aptas para la administración de
los terrenos a su cargo y para la producción bajo estándares de calidad de sus productos,
y que de esta función solo deben encargarse los empresarios, quienes si pueden
responder a los procesos de modernización y globalización.

Lo más preocupante de esta situación es que el campesinado es desplazado, o


simplemente migra a las ciudades en búsqueda de mejores oportunidades, dejando al
sector rural sin su esencia principal. Entonces allí da inicio el fenómeno de desarraigo,
pues el campesino en la ciudad no entiende cuál es su lugar y el empresario en lo rural
solo conoce de cifras y explotación de recursos.

A nivel educativo es fundamental destacar que desde el sector rural a la


comunidad campesina probablemente solo le interesa prepararse para ser más capaz,
competente en el mundo laboral, que desde allí estará la salida para su infortunio, pues
al parecer los mismos docentes y medios de comunicación se han encargado de hacer
entender al campesino que lo rural es sinónimo de pobreza y pocas oportunidades, que
si se quiere “triunfar en la vida” se debe preparar para desenvolverse en la ciudad, para
ser parte de la maquinaria industrial.

Entonces, es labor del docente encontrar un empoderamiento, de la ruralidad,


entender que es allí donde se encuentra la esencia del país, partiendo de esto, inculcar en
sus estudiantes el amor, por el campo, que se haga claridad en la importancia de su labor
y la impresionante influencia que tiene el campesino en la tierra, pero no solo es
entender sus raíces, si no también, comprender su historia y las políticas que los rodean
y que determinan sus condiciones, para que los estudiantes sean capaces de visionar sus
potencialidades en el campo, se preparen correctamente y regresen a trasmitir sus
conocimientos en beneficio de su comunidad, pues es necesario que la realidad actual
del campesinado colombiano mejore.

Para lograr esto es necesario, en primer lugar, que los docentes sean preparados
para asumir su labor en lo rural, que las instituciones de educación superior también
miren al campo e incorporen en sus programas el reconocimiento de este sector como
esencia del país, ya que merece un trato diferenciador. En segundo lugar, las políticas
estatales deben ser modificadas para que el campesino sea valorado como realmente se
merece, se respeten sus derechos, sus tierras y sea resignificado, para ello hay que
educar al campesino en la trascendencia del voto, y sus efectos en la vida diaria. Por
último, es muy importante que el docente mire con verdadero optimismo y compromiso
su labor con los estudiantes campesinos, pues no se trata de llenar cuaderno, sino de
disfrutar con los estudiantes cada hora en la escuela, que tenga verdadera vocación de
servicio.
A nivel pedagógico es necesario que las instituciones educativas reconozcan que
la población estudiantil es diversa, que no están compuestas únicamente por las sedes
urbanas, sino que también en muchos casos la mayoría pertenecen al sector rural. Por
esta razón, el PEI, debe reflejar este aspecto, no solo en la introducción del documento,
también en el corazón del PEI, que es el modelo pedagógico, y ya que las instituciones
son autónomas de plantear su carta de navegación, es fundamental que en ella, dicho
modelo sea el más adecuado para fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje de
los campesinos, que responda a sus necesidades y que les inculque el amor por lo rural.

Algo que vale la pena anotar, es la importancia que llega a tener la correcta
inducción de los docentes, cuando estos son asignados a las sedes rurales, con la
modalidad multigrado, pues de ello puede depender el éxito educativo de los niños
campesinos; que el docente tenga toda la claridad del impacto que tiene su función, de
las condiciones que debe afrontar y de la dinámica campesina, para que logre, que los
estudiantes a su cargo se sientan felices de su esencia; además es necesario que se
invierta en el acompañamiento al docente rural, que no se le deje solo, en total
abandono.

Por último, a través de la educación y el reconocimiento del campesino como un


individuo histórico, parte de la sociedad, la cultura y escultor de la tierra, se dará inicio
al cambio, a su valor e importancia para la sociedad y el país, pues sin el campesino la
economía estaría en serias dificultades. Con la ayuda de los educadores es posible que el
campesino recupere su identidad, y este preparado para afrontar los desafíos de la
modernidad.

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