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El contenido del derecho de acceso a la justicia engloba por tanto diferentes aspectos
y todos ellos deben confluir para garantizarlo debidamente. Evidentemente, estos criterios
deben aplicarse también a la justicia interamericana.
En lo relativo al primer aspecto mencionado, podría pensarse que el nivel de
transparencia no es una cuestión que se encuentre vinculada directamente al acceso a la
justicia de las personas. Con todo, si analizamos con detención los estándares citados en el
párrafo anterior, se puede apreciar que dentro de los requisitos del derecho de acceso a la
justicia se encuentran, entre otros, la “disponibilidad de un buen servicio de justicia”, así
como el “conocimiento de los derechos por parte de los ciudadanos”. Ninguno de estos
requisitos se puede obtener sin una debida transparencia en los procedimientos de los órganos
adjudicadores de derechos. Y, efectivamente, a nivel interno de los Estados se han realizado
estudios que vinculan una mayor transparencia en los órganos y procedimientos judiciales
con un mayor acceso a la justicia de las personas3. De la misma forma, sostendremos en este
Público No. 77, Universidad Externado de Colombia. Bogotá: Instituto de Estudios Constitucionales Carlos Restrepo
Piedrahita, 2007.
2
BIRGIN, Haydee y KOHEN, Beatriz. “Introducción: el acceso a la justicia como derecho”, en: BIRGIN, Haydee y KOHEN,
Beatriz (Comp.). Acceso a la justicia como garantía de igualdad. Instituciones, actores y experiencias
comparadas. Buenos Aires: Editorial Biblos, 2006, p. 19.
3
Ver por ejemplo CABALLERO, José Antonio; GREGORIO, Carlos; POPKIN, Margaret y VILLANUEVA, Ernesto (Eds.).
El acceso a la información judicial en México: una visión
comparada. México: Universidad Nacional Autónoma de México - Due Process of Law Foundation - Instituto de
Investigación para la Justicia - Open Society Institute, 2005; y CEJA. Los jueces y la información: sistemas de
estudio que las nuevas reglas de procedimiento no han abordado de forma directa las
cuestiones vinculadas a la transparencia en los procedimientos ante el sistema, y que es
necesario mejorar los niveles de transparencia en el SIDH con el objetivo de lograr un mejor
acceso
a la justicia interamericana.
Un segundo aspecto que resulta clave en el acceso a la justicia está ligado a la
representación legal de las víctimas en los casos individuales. Este es un tema que ha sido
relevado por las últimas reformas reglamentarias del SIDH. En efecto, las nuevas reglas de
procedimiento realizaron un cambio de importancia al redefinir el rol de la Comisión
Interamericana ante la Corte IDH y crear la figura del Defensor Interamericano. Antes de la
reforma reglamentaria, la Comisión tenía el rol de “representar” a las víctimas ante la Corte
en caso de que estas no contaran con representación legal, lo que ocasionaba una serie de
consecuencias respecto de la compatibilidad del papel que la Comisión asumía como
contraparte del Estado, con su calidad de órgano supervisor convencional que se ocupaba del
cumplimiento por los Estados de sus obligaciones bajo la Convención. Con el fin de que la
Comisión pudiese retomar su auténtico rol de órgano del sistema y no ser representante de
las presuntas víctimas en una controversia entre éstas y un Estado, era necesario asegurar que
las víctimas que no tuviesen su propia defensa pudiesen contar con un representante ante la
Corte IDH. Con ese propósito se propuso la creación de la figura del Defensor
Interamericano, que representaría ante la Corte a las víctimas que carecieran de otra forma
de defensa legal4. Esto permitiría “garantizar que toda presunta víctima tenga un abogado
que haga valer sus intereses ante la Corte”5. Frente a la introducción de esta nueva figura,
surge entonces la inquietud por comprender mejor la importancia de la representación legal
información e instituciones judiciales en el marco de la reforma judicial. San José, Costa Rica: II Seminario
Interamericano sobre Gestión Judicial, 2003
4
MEDINA, Cecilia y NASH, Claudio. Sistema interamericano de protección de los derechos humanos.
Santiago: Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, 2011, p. 44; [en
línea]<http://www.cdh.uchile.cl/publicaciones/>[última consulta: 15 enero 2012].
5
Corte IDH. “Exposición de motivos de la reforma reglamentaria” (tras conclusión de la primera fase del proceso de reforma
de 2009). Esta es la exposición de motivos que antecede la presentación del texto del Reglamento reformado parcialmente
por la Corte en su LXXXII Período Ordinario de Sesiones, celebrado del 19 al 31 de enero de 2009. [en línea]
<http://www.corteidh.or.cr/reglamento/motivos_esp.pdf> [última consulta: 12, diciembre 2011.
en el SIDH, y en particular, de evaluar si ésta tiene influencia en mejorar el acceso a la justicia
de las personas.
Sin perjuicio del hecho de que estos mismos órganos han fijado estándares en materia de
transparencia y acceso a la información, creemos importante recordar las razones por las
cuales actualmente resulta de particular importancia insistir sobre la aplicación de este
principio al funcionamiento de la Comisión y la Corte Interamericana. A nuestro juicio,
existen tres motivos fuertes para ello: a) En primer lugar, una mayor transparencia permite
aumentar la legitimidad de estos órganos; b) en segundo término, la transparencia tiene
6
Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. estudio especial sobre el derecho de acceso a la
información. Washington D.C.: Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Organización de Estados Americanos,
2007, párr.106.[enlínea]<http://www.transparenciacdh.uchile.cl/media/documentacion/archivos/informe2007-2.pdf>[última
consulta: 17 de noviembre de 2011]. El destacado es nuestro
efectos positivos respecto de mejorar el acceso a la justicia de las personas; y, (iii) la
transparencia hace posible el control del funcionamiento de los órganos interamericanos por
parte de la sociedad civil. Detallamos estos tres puntos a continuación:
La legitimidad de la operación de los órganos de protección a nivel interamericano es
clave respecto de un sistema que no cuenta con poder de imperio –como los poderes
judiciales a nivel nacional– sino que su autoridad y eficacia se sustentan en gran parte por el
nivel de aceptación que logran imponer los órganos tanto a los Estados como a la ciudadanía.
Sólo gozando de legitimidad se puede impulsar el efectivo cumplimiento por los Estados
delas decisiones de los órganos del sistema, un cumplimiento que tiene hasta ahora serias
deficiencias. Por otra parte, la sociedad civil debe poder confiar en la legitimidad del sistema,
pues éste será su argumento principal para instar a los Estados a cumplir con las decisiones
de los órganos interamericanos. Solo con el conocimiento que tanto los Estados como la
sociedad civil tengan respecto del modo en que los órganos interamericanos operan podrán
sus decisiones percibirse como autorizadas, es decir, legítimas. Sostenemos, por lo tanto, que
la legitimidad del actuar de la Comisión y de la Corte debe concebirse estrechamente
asociada a mayores grados de transparencia en su funcionamiento7
La necesidad de transparencia se hace más evidente cuando, como veremos más
adelante, se observa que las normas que rigen el procedimiento ante la Corte y,
particularmente, ante la Comisión Interamericana, dejan espacios abiertos para la
discrecionalidad en la actuación de estos órganos. La discrecionalidad no es necesariamente
un problema en el contexto de un órgano que debe actuar con flexibilidad y tener la
posibilidad de priorizar las situaciones más graves o urgentes que le son sometidas. El
problema se presenta cuando estos espacios de discrecionalidad están, además, envueltos en
un manto de relativa opacidad, que permiten poner en duda las razones por las cuales el
órgano decidió actuar de una determinada manera y no de otra frente a situaciones
particulares. Una transparencia tan amplia como sea posible en las etapas en las que el órgano
tiene la capacidad de tomar decisiones discrecionales permitiría despejar toda duda sobre
7
Estos argumentos se han dado también para las actividades de la jurisdicción en el ámbito nacional. Ver CEJA. Los
jueces y la información… op. cit., p. 16.
posibles factores exógenos que estén influenciando su operación y fortalecer la legitimidad
del mismo.
En segundo lugar, la efectiva implementación de dicho principio en los sistemas
judiciales, como lo han manifestado aquellos que trabajan en la promoción de la
transparencia y el acceso a la información, “tiene un impacto positivo en el acceso a la justicia
de los ciudadanos. El ejercicio del acceso a la información pública contribuye a que la
administración de justicia se torne más accesible para los ciudadanos”.8
Una adecuada política de transparencia activa por parte del SIDH permitirá generar
un mejor conocimiento de las herramientas disponibles para la protección de los derechos
humanos. Esto fortalece la defensa de las presuntas víctimas que, con un mayor conocimiento
de los órganos de supervisión, podrán usarlo como una guía clara para estructurar sus
argumentos y diseñar una mejor estrategia. La difusión y el conocimiento, que son
consecuencia de la transparencia y del acceso a la información, estimularán también la
utilización del sistema no solamente por
las instituciones que ya conocen su funcionamiento, sino también por parte de amplios
sectores de la sociedad 9.
Por último, la transparencia de los procedimientos es necesaria porque habilita el
control del funcionamiento de los órganos de protección por parte de la sociedad civil. En
efecto, una forma de mejorar el acceso a la justicia es permitir que la operación de dichos
órganos sea supervisada por distintos “actores externos, sean estos analistas, miembros de
organizaciones preocupadas por el quehacer judicial o simples ciudadanos que quieren
controlar el funcionamiento de las instituciones judiciales”10. Esto permite someter sus
decisiones y procedimientos a crítica, y otorga la posibilidad de hacer diagnósticos sobre su
8
Asociación por los Derechos Civiles (ADC). Acceso a la información y transparencia en el Poder Judicial:
Guía de buenas prácticas para América Latina. Buenos Aires: ADC, 2009, p. 21.
[enlínea]<http://siteresources.worldbank.org/PSGLP/Resources/accesoalainformacionytransparencia.pdf> [última
consulta: 17 noviembre 2011].
9
En un sentido similar, la Asociación para los Derechos Civiles ha considerado que “es importante entender la
transparencia judicial como una „apertura activa‟, en donde no sólo se permite el acceso a la información pública, sino que
los jueces también deben divulgar y publicar la información relacionada con el ejercicio de sus funciones”, ver ADC.
Acceso a la información y transparencia en el Poder Judicial… op. cit., p. 21.
10
CEJA. Los jueces y la información… op. cit. párr. 23.
funcionamiento y proponer reformas para un mejor desempeño de sus funciones11. Esta
transparencia, que debe encontrarse dirigida no solo a las partes del proceso sino a la
comunidad toda, presenta algunos desafíos: es posible que esta publicidad colisione en ciertas
ocasiones con la garantía de derechos individuales a la intimidad o privacidad de las partes12.
Asimismo, esta transparencia activa exige inversión de recursos materiales y humanos para
poner la información a disposición, en formatos que sean accesibles y que permitan a los
órganos “entrar en diálogo con actores externos”13. Con todo, la importancia del escrutinio
público de la toma de decisiones en los órganos de protección a nivel interamericano –por la
influencia que estas decisiones tienen mucho más allá de las partes involucradas en el caso
concreto– hace necesario transparentaren la mayor medida posible todas las etapas de la
tramitación de estas peticiones individuales, en pro de mejorar y fortalecer el acceso a la
justicia interamericana.
11
En un sentido similar, se ha sostenido que “La divulgación de estadísticas judiciales permitiría a la ciudadanía conocer
el verdadero desempeño de los tribunales y al mismo tiempo generaría oportunidades para que académicos y ONG
analicen los desafíos en materia de funcionamiento y formulen propuestas de reforma”, ver ADC. Acceso a la
información y transparencia en el Poder Judicial… op. cit. p. 11.
12
COSENTINO, Guillermo. “La información judicial es pública, pero contiene datos privados: cómo enfocar esta dualidad”,
en: CABALLERO, José Antonio; GREGORIO, Carlos; POPKIN, Margaret y VILLANUEVA, Ernesto (Eds.). El acceso a
la información judicial en México: una visión comparada. México: Universidad Nacional Autónoma de México
- Due Process of Law Foundation - Instituto de Investigación para la Justicia – Open Society Institute, 2005, pp. 247-267.
13 CEJA. Los jueces y la información… op. cit. párr. 23.
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención (…).” Sobre
la base de esto, los Estados deben garantizar el derecho de acceso a la justicia a todos sus
habitantes. Esta obligación requiere que el estado adopte medidas afirmativas, de índole
judicial, legislativas y ejecutivas con el objetivo de “organizar todo el aparato gubernamental
y en general todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder
público, de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio
de los derechos humanos”14
Los principios de Limburgo afirman “que la obligación del Estado es la de remover, a la
mayor brevedad posible todos los obstáculos que impiden la realización inmediata de un
derecho”15
16Corte IDH, Caso Masacre de El Mozote y Lugares Aledaños vs El Salvador, sentencia 25/10 /2012 párrafo 249.
17DEVIS ECHANDIA: Hernando, “Teoría General de la Prueba Judicial, Edit., Temis, 5° Edición, pág. 56, Bogotá,
Colombia, 2002. “Este principio rechaza toda coacción ajena con el desempeño de sus funciones. El Juez debe sentirse
soberano en la recta aplicación de la Justicia, conforme a la Ley. Por eso, nada más oprobioso que la existencia de jueces
políticos, de funcionarios al servicio de los gobernantes o de los partidos. Un Estado en donde los jueces sufran la coacción
de los gobernantes o legisladores, deja de ser un Estado de Derecho.
diferentes sistemas políticos han ideado procedimientos estrictos, tanto para su
nombramiento como para sus destitución. Los principios básicos de las Naciones Unidas,
relativos a la independencia de la Judicatura, establecen que:
La independencia de la Judicatura será garantizada por el Estado y proclamada por la
Constitución o legislación del país. Todas las instituciones gubernamentales y de otra índole
respetarán y acatarán la independencia de la judicatura. Esta Corte considera necesario que
se garantice la independencia de cualquier juez en un Estado de Derecho y, en especial, la
del juez constitucional en razón de la naturaleza de los asuntos sometidos a su conocimiento.
Como lo señalara la Corte Europea, la independencia de cualquier Juez supone que se cuente
con un adecuado proceso de nombramiento, con una duración establecida en el cargo y con
una garantí contra presiones externas.”18
18 Corte IDH, caso Tribunal Constitucional vs Perú, Sentencia 31/01/01 párrafo 73, 75.
1919 Corte IDH, caso Lori Berensón Mejía vs Perú, Sentencia 2571172004, párrafo 200.
Un principal aspecto a considerar es la aceptación del principio de oralidad como
base del sistema de juzgamiento. El escrituralismo debe superarse20 construyendo un
esquema de litigación donde pueda sostenerse un dialogo civilizado, a ser logrado
eficazmente solo dentro un proceso oral, que asiente asegurar una justicia transparente, de
cara al pueblo. Al referirnos a un proceso oral, no estamos señalando un desenvolvimiento
integro de la oralidad, sino perfila que lo verbal, tendrá preeminencia sobre lo escrito, y el
centro de la escena de litigación pasa a ser la audiencia donde se debate la Litis en forma
oral, independientemente que su registración sea o no escrita. Los nuevos procesos deberán
rescatar lo mejor de la oralidad con lo mejor de la escritura.
La justicia de rostro humano tiene cabida dentro de un proceso verbal y público21,
únicamente dentro de un esquema oralizado se tendrán mayores perspectivas de llegar a la
verdad de los hechos, y principalmente alcanzar la proscripción y destierro del tipo procesal
secreto22
20 Lorenzo, Hugo “Otras experiencias de Unificación en Iberoamérica: El Proceso en Paraguay, logros y dificultades,
publicación en revista jurídica, “Actio”, año I, número 1, de la Universidad Católica de Itapúa, pagina 55, Editorial Centro
Grafico S.R.L., Encarnación, Paraguay, Junio 2005.
21 VASQUEZ SOTELO, José Luis, “El Proceso Civil y su futuro” publicación en revista Iberoamericana de Derecho
proceso civil” publicación en revista Colombiana de Derecho Procesal” número 33, página 27, año 2007. Bogotá, Colombia.
decisión, ésta sería una situación excepcional, y no la regla general, aportando mayor certeza
a que el veredicto resulte ecuánime con los hechos debatidos.
El grado de revisión propiciado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos debe
ser integral, no excepcional ni limitada, sino amplia y completa incluyendo el fundamento de
la decisión, por mandato del artículo 25 de la Convención.23 Específicamente lo consagra la
Corte en el caso Herrera Ulloa vs Costa Rica, al significar:
“…….el derecho a recurrir del fallo es una garantía primordial que se debe respetar en el
marco del debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser
revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. El derecho de
interponer un recurso contra el fallo debe ser garantizado antes que la sentencia adquiera
calidad de cosa juzgada. Se busca proteger el derecho de Defensa otorgando durante el
proceso la posibilidad de interponer un recurso para evitar que quede firme una decisión que
fue adoptada con vicios y que contiene errores que ocasionaran un perjuicio indebido a los
interese de una persona (…..sic) la posibilidad de recurrir el fallo debe ser accesible sin
requerir mayores complejidades sin que tornen ilusorio este derecho. 24
El Derecho a doble instancia, evita que las partes pasen a un estado de indefensión25
otorgando la perspectiva de una revisión efectiva26 en Alzada de lo resuelto en la instancia
inferior.
23 CORTE IDH, caso Apitz Barbera y otros vs Venezuela, Excepción preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia
del 5 de agosto de 2008, serie C, numero 182. También en el caso Reverón Trujillo vs Nicaragua. Excepción preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de junio de 2009, serie C número 197.
24 CORTE IDH, caso Herrera Ulloa vs Costa Rica, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
27 El Common Law (o derecho consuetudinario) es el sistema jurídico que se ha desarrollado en Inglaterra desde la
Conquista de los Normandos en 1066. Al principio, con el fin de disfrazar la conquista, los jueces reales hablaban de
"revelar" la ley preexistente, en vez de crear leyes nuevas. Incluso en el siglo XXI, se considera que los jueces revelan la
ley, mientras que el Parlamento crea leyes nuevas. Esto crea un sistema en el que la ley proviene de dos fuentes diferentes,
y esto se puede observar en el ámbito de la propiedad intelectual: el derecho jurisprudencial de abuso de confianza y
passing off se aplica junto con el derecho parlamentario de patentes, marcas registradas, diseños y derechos de autor.
Blakeney Michael, Director del Instituto de Investigación de la Propiedad Intelectual Queen Mary Universidad de Londres.
El acceso a la Justicia, para ejercer los derechos y defender las libertades, es el
principal derecho, el más importante de los derechos humanos, en un sistema legal moderno
e igualitario que tenga por objeto garantizar, los derechos de todos.28
Esta última consideración, es compartida en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, al establecer que los Estado, tienen el deber de
organizar al aparato gubernamental y a todas las estructuras a través de las cuales se
manifiesta el ejercicio del poder público, para asegurar jurídicamente el libre y pleno
ejercicio de los Derechos Humanos. Si una persona pretende ejercer los derechos que las
convenciones le garantizan y por su posición económica, esta imposibilidad de pagar la
asistencia legal o cubrir los costos del proceso, queda discriminada y colocada en condiciones
de desigualdad ante la ley.29
El acceso a la justicia requiere un sistema de garantías que posibilite su pleno
ejercicio; en El Salvador, este derecho supone la obligación del Estado de crear las
condiciones jurídicas y materiales que garanticen su vigencia en condiciones de igualdad,
según el artículo 3 de la Constitución de la República30, el artículo 24 de la Convención
Americana de Derechos Humanos111, el artículo 7 de la Declaración universal de los
Derechos Humanos,31 entre otros; el Estado no solo debe abstenerse de obstaculizar el goce
y el ejercicio del derecho de acceder a la justicia, sino que debe adoptar acciones positivas y
remover los obstáculos materiales que impiden su ejercicio efectivo.32 El derecho a la
asistencia legal, se ve frustrado por discriminación por condición económica cuando no se
provee asistencia gratuita al acusado indigente, así lo sostiene, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en la opinión consultiva número 11, al establecer, que esa violación
exista aun cuando se trate de un proceso no penal en el que la persona necesita representación
legal y no puede acceder a ella por falta de recursos; la Corte indica, que para garantizar la
28 Capeletti, Mauro y Brayant gath, acceso a la justicia, La Plata, Colegio de Abogados, Departamento Judicial de La Plata,
S.E, 1983, p22.
29 Escribano Albaladejo Isabel, abogada magíster en Derechos Humanos. Oficial del programa seguridad y Derechos
derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
32 Capeletti, Mauro y Brayant gath, acceso a la justicia, La Plata, Colegio de Abogados, Departamento Judicial de La Plata,
S.E, 1983.
igualdad y la no discriminación por razones económicas, el Estado debe de organizar todo el
aparato gubernamental para asegurar jurídicamente el acceso a la justicia que contribuye al
libre y pleno ejercicio de todos los Derechos Humanos.
El acceso a la justicia en las causas civiles fue también reconocido por la corte europea
de Derechos Humanos en el caso Airey c/ Irlanda, en 1979.33 Una mujer Irlandesa indigente
demandó judicialmente la separación de su marido, y solicitó a la Corte que le proveyera
asistencia jurídica gratuita, cuando este pedido, fue rechazado por el máximo Tribunal de
justicia de Irlanda, ella recurrió a la Corte Europea de Derechos Humanos, que falló a favor
de la Sra. Airey, basándose en el artículo 6 de la convención Europea de derechos Humanos,
que establece que los litigantes de casos civiles, tienen derecho a una audiencia justa, lo cual
significa que los Estados tienen la obligación de proveer en forma activa y efectiva la
asistencia de un abogado si sus ciudadanos no pueden afrontar el costo.
Las normas constitucionales y legales de origen nacional y otras contenidas en
tratados o convenciones internacionales acentúan la importancia de la jurisdicción como
mecanismo de solución de conflictos y la asistencia legal como garantía de derechos. Sin
embargo, esta preocupación por las normas, ha sido insuficiente para enfrentar el acceso a la
administración de justicia, y es, que el tema que se discute no es el de consagrar derechos,
sino por protegerlos para impedir que, a pesar de las declaraciones solemnes, estos sean
continuamente violados.34 El lenguaje de los derechos, se convierte en engaños si oscurece u
oculta la diferencia entre el derecho reivindicado, el reconocido y el protegido, si una persona
pretende ejercer los derechos que la constitución le garantiza y, por su posición económica,
está imposibilitada de pagar la asistencia legal o cubrir los costos del proceso, queda
discriminada y colocada en condiciones de desigualdad ante la ley.
Los componentes del sistema legal no se agotan en las leyes, regulaciones de diverso
rango o jerarquía, instituciones y procedimientos, aspecto culturales y simbólicos constituyen
otros importantes ingredientes del sistema legal: la cultura legal, la confianza en el sistema,
lo que las personas piensan y sienten orientan sus conductas y actitudes en relación con la
33 Citado en Justice Earl Johson, Jr. Equal access to Justice: Comparing access to justice in the United States and Other
Industrial Democracies, 24 Fordham Int, L. J. 83
34 Bobbio, Norberto, El tiempo de los Derechos. S.E, Madrid, Sistema, 1991, p.35
ley.35 Es decir que para que se de un pleno acceso a la justicia no solo, es indispensable las
leyes o instituciones, si no que hay otros elementos como la cultura y la confianza en el
sistema que, son de vital importancia para el pleno ejercicio del derecho de acceso a la
justicia, por muchas leyes que permitan el acceso, si la persona no tiene la confianza de ir a
solicitar algo o a ejercer un derecho, de nada sirve todo lo anterior para fines prácticos.
35 Bates Hidalgo, Luis, artículos seleccionados. Acceso a la Justicia, Ministerio de Justicia de Chile, Octubre de 2005, pág.
8.
36 Cappelletty y Garth op cit. P 25, el autor suscribió las sentencias números 53/92 y 77/92, entre otras de la Suprema
Corte de Justicia, que declaro constitucional el impuesto a las ejecuciones por entender que afecta al debido proceso.
37 Ibídem p. 27.
c) Ventajas personales de las partes: En este rubro podrían hacerse varias
consideraciones pertinentes por ejemplo aquellos con mayor capacidad económica y
académica, influencias personales, políticas, ideológicas, sociales, etc.
En lo que tiene que ver con el aspecto económico de las partes que están en situación
de soportar la demora judicial, es claro que el proceso debe tener un plazo razonable de
duración, así lo consagran normas de carácter internacional y normas de derecho interno en
los diversos países.
Por otra parte se deben tener posibilidades de conocer el derecho y estar en
condiciones de defenderlo en el juicio. En este sentido un problema puede derivar de la
ignorancia que se tiene del derecho, lo que en algunos procesos en contemplado por las
legislaciones nacionales. Precisamente en los procesos agrario, laboral y otros de carácter
social, se permite la modificación de la demanda, aun después de contestada cuando resulta
manifiestamente que carencias de información o asesoramiento han determinado omisiones
en relación a derechos que asisten a las parte, si bien claro está en este caso, “el tribunal
brindara oportunidades a contraparte para la oportuna contestación.”38
Además no es posible desconocer que la gente tiene limitados conocimientos acerca
de cómo se demanda, por ello “más que el conocimiento de accesibilidad como requisito
previo para solucionar el problema de ignorancia del Derecho, es necesario darle a la gente
la conciencia de los medios disponibles y cómo usarlos”39.
4.1 La Desigualdad social como un obstáculo para el Acceso a la Justicia.
Para acceder a la justicia, se requiere por lo menos, patrones económicos, sociales, y
educativos de clase media acomodada, es claro no cualquier persona puede afrontar los gastos
económicos de pagar un abogado o incluso considerando que existe la Procuraduría General
de la Republica, es de recordar que incluso llegar a ella o dejar de trabajar para poder asistir
y denunciar o solicitar algo representa un coste económico y frente al empobrecimiento de la
población, cada vez menos personas, poseen el tiempo y dinero suficientes para actuar
judicialmente, aunque por su nivel educativo conozcan sus derechos, el problema del acceso
38 Véase: Proceso Labora Principio de Congruencia y Derechos Humanos”, en revista judicatura, publicación oficial de la
Asociación de Magistrados del Uruguay. Numero 40 agosto de 1999, pág. 43
39 B Abel-Smith, M Zander y R Brokee, Los problemas jurídicos del ciudadano pág. 222 (citado por Capelletti y Garth op
cit, pág. 32. Véase además, Jorge A Marabotto Lugaro: “Justicia y Educación” 1907, 1997, 90 Aniversario de la Suprema
Corte de Justicia. PP 1 y ss.
a la justicia no solo es en los sectores marginales, sino de todos los que tienen recursos
limitados, como ocurre actualmente con la mayoría de personas, partiendo de cifras a las que
puede corresponder, vemos quedarían excluidos de tal problema los sectores altos o
burgueses, constituyendo para el resto un problema variable de acuerdo con el tipo de
reclamo a efectuar y su costo, hasta llegar a la indefensión real en los sectores muy bajos y
marginales,40 esta realidad coloca a amplios sectores de la población en situación de ¨
Marginalidad jurídica objetiva.¨41
De hecho algunos sectores de extrema pobreza, se encuentran marginados del derecho
y las instalaciones administrativas y judiciales, como por ejemplo, del matrimonio, la
inscripción de los hijos y los contratos en general, sin embargo, la falta de acceso tiene raíces
que van más allá de lo económico, hay quienes no se acercan porque, edemas de las barreras
económicas, no pueden identificar la posibilidad que les brinda el sistema judicial, los
obstáculos para el acceso a la justicia no son solo de naturaleza económica, a ello se suman
barreras de carácter mas subjetivo como la intangibilidad de los procesos judiciales la
llamada ¨Ajenidad Cultural¨,42 y la Percepción negativa que tiene la población del sistema
judicial43, por lo que, se puede sostener que la reserva o falta de confianza de las personas a
litigar o a participar de un proceso jurídico se halla condicionada por la Percepción del
carácter discriminatorio del sistema judicial.44
40 Fucito, Felipe, ¿Podrá cambiar la justicia en Argentina, Fondo de cultura económica, S.E, Buenos Aires, 2002, pág. 119-
123.
41 Correa Sutil, Jorge, Justicia y marginalidad: Percepción de los pobres, CPU, Santiago de Chile, 1993, pag.10.
42 Fucito, op. cit. Percepción por medio de la cual una persona o grupo de personas no sienten que cierto modo de actuar
o de pensar este acorde a lo que por tradición o por costumbre siempre han realizado.
43 Bengala, Silvina y Lista, Carlos, ¨Marginalidad y Acceso a la justicia; un estudio empírico en la ciudad de Cordova¨,
Congreso Mundial, Bielefeld, Alemania, publicada en Anuario del centro de investigaciones jurídicas y Sociales, vol. II,
Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 1994.
a partir de un concepto amplio de acceso a la justicia, que pueden sintetizarse de la siguiente
manera45:
45Gargarella Roberto “‟Too far removed from de people‟ Access to Justice for the Poor: The Case of Latin América”;
documento presentado en la Jornada de Acceso a la Justicia Garantía de la Igualdad CEADEL/ Ford Buenos Aires, 16 de
abril del 2004.
4.3 Consecuencias de tener un efectivo acceso a la Justicia.
Naturalmente si se está en presencia de un derecho humano esencial, derivado de la
dignidad de las personas, esto trae aparejado una serie de consecuencias. Este aspecto debe
ser valorado muy especialmente pues no puede existir ninguna circunstancia que ponga de
problemas la vigencia de un acceso efectivo.
a). Es inadmisible que se establezcan requisitos de orden procesal que enerven ese
principio esencial. Como señala con acierto González Pérez: “Existen principios procesales
que en lugar de ser cause racional para el acceso a la tutela judicial, constituyen serios
obstáculos a esta”46
b) Ese requisito debe estar establecido en una norma de rango legal. No puede
olvidarse que como todo Derecho y según la Carta Fundamental no puede ser limitado, sino
conforme a las leyes que se establecieron por razones de interés general.
c) Las normas respectivas, deben ser interpretadas siempre en el sentido más
favorable a la admisión de las pretensiones procesales. Solo una inteligencia razonable y
conforme a este principio fundamental debe ser postulada y admitida.
Como advierte el autor citado: “El principio pro actione adquiere especial relieve al
interpretar la normativa reguladora de los principios procesales, por lo que en consecuencia
se lesiona el derecho a la tutela judicial, sino se apura la interpretación mas favorable a la
admisibilidad”47
d) No puede declararse la inadmisibilidad de una pretensión por defecto procesal, si
este es subsanable, sin dar la oportunidad de subsanación. El principio es el acceso a la
justicia, y solo puede declararse la nulidad de las actuaciones cumplidas en cuanto se ha
privado a las personas del derecho de defensa. De ahí por ejemplo la consagración de los
principios del finalismo y de conservación de los actos procesales.
4.4 Manifestación de Derecho a la Jurisdicción.
Como se ha expuesto, “lo que sin duda mayor seguridad jurídica y mejor posibilidad
de protección nos brinda, es la posibilidad de acudir a un tribunal de justicia, a reclamar
cuando consideramos que un derecho nos ha sido violentado, amenazado o negado, algo que
46 Jesús González Pérez: “El Derecho a la tutela Jurisdiccional” Civitas, pág. 75.
47 González Pérez, op cita. Pag.80.
pretendemos con un derecho personal”48, acceso a la justicia, como sinónimo de tribunal o
juez, unipersonal o colegiado.
En ese sentido deben existir tribunales en número suficiente, y que sean de fácil
acceso. Los nuevos ordenamientos procesales, alude con esa finalidad a los jueces itinerantes,
precisamente a los efectos de acercar las sedes de los Juzgados, evitando la exagerada
concentración en las ciudades principales, realizando división territorial, e instalando en
aquellas zonas tribunales de forma periódica, siempre atendiendo a formas de
descentralización.
Obviamente debe establecerse un debido proceso que sea limpio y justo49, que debe
culminar en un plazo razonable, con todas las exigencias que impone su concepto. Y con
todo lo que impone la sentencia, útil, eficaz y oportunamente motivada.50
V. CONCLUSIONES:
Las dos orientaciones fundamentales del derecho de acceso a la justicia –formal y
material- son necesariamente complementarias. Carece de acceso real a la justicia el
ciudadano que por su escasa instrucción, o por la ausencia de medios económicos, no puede
hacer uso de los mecanismos que proporciona el Estado para la resolución de conflictos. En
tal sentido es necesario que se desarrollen los preceptos constitucionales que aseguran la
gratuidad de la justicia, creando mecanismos de protección y asesoría gratuita efectiva, que
permitan, aun en estos casos, el acceso a la justicia.
Asimismo, es responsabilidad del Estado, que se está cumpliendo a través de la
construcción y habilitación de suficientes sedes judiciales, y mediante los concursos de
oposición, proporcionar suficientes recursos materiales y humanos para una efectiva
prestación de la tutela judicial; tanto para asegurar la existencia de tribunales razonablemente
cercanos al ciudadano, como para preservar la dignidad de las partes y abogados, mediante
el establecimiento y conservación de sedes judiciales adecuadas, y de un personal de jueces
y auxiliares que proporcione un trato justo y humano a quien acude en busca de justicia. En