Vous êtes sur la page 1sur 27

Semana 2

Bases Neurológicas del


Desarrollo Humano

Unidad 2
Desarrollo humano integral

Material compilado con fines académicos, se prohíbe su


reproducción total o parcial sin la autorización de cada autor.
2. Desarrollo humano integral
2.1 Conceptualización de desarrollo humano

El desarrollo humano, no tiene una definición puntual, debido a que depende de


una serie de factores que alcanzan al individuo y lo definen y marcan su forma de
interactuar con el mundo y con otros seres. Según Lázaro y Berruezo, (2009, p. 15):

“El desarrollo humano es un devenir continuo de procesos que se van activan-


do y adquisiciones que se van consiguiendo, dando la posibilidad de que nuevos
procesos y adquisiciones se vayan desarrollando”.

Existen diferentes factores, que constituyen el desarrollo humano, estos se


complementan y establecen interacciones, formando un complejo sistema. Según
Martínez, (2009, p. 119):

“El ser humano, no es un agregado de elementos yuxtapuestos; es un todo integrado


que constituye un suprasistema dinámico, formado por subsistemas perfectamen-
te coordinados: subsistema físico, químico, biológico, psicológico, social, cultural,
ético-moral y espiritual”.

Si conceptualizamos al desarrollo humano, desde la teoría de sistemas, entonces,


debemos considerarlo como el conjunto de subsistemas que forman, un sistema
llamado humano, por tal, la carencia o nula coordinación de algún subsistema,
conlleva a una falta de integración, sistémica generando complicaciones en el
funcionamiento general.

2
Debemos reconocer, que el desarrollo humano, en primera instancia, subyace de
las capacidades innatas biológicas que, en interacción ambiental, han dado lugar al
perfeccionamiento de sus capacidades para sobrevivir y adaptarse, lo cual, no hubiera
sido posible sin un componente neurológico evolucionado. Es decir, el cerebro como
unidad básica para la vida y el desarrollo humano.

La vida progresivamente más eficiente de la civilización humana parece ser el


éxito del cerebro, pues sin éste, no hubiésemos dado respuesta a las exigencias
del ambiente ni innovar, ni crear, tampoco hubiera sido posible sin la presencia de
un ambiente exigente que estimulase nuestras potencialidades (Najul y Witzke,
2008, p. 67).

3
Las capacidades y características que los humanos han desarrollado, están
determinadas por el componente neurológico, en particular por las funciones
ejecutivas y superiores (determinadas por los lóbulos frontales, en particular por la
corteza prefrontal y componentes subcorticales). Estas funciones, han participado de
manera determinante en el desarrollo humano, en la conformación de su personalidad
individual e incluso social.

Desde esta perspectiva, entonces, podremos definir al desarrollo humano según Najul
y Witzke, (2008, p. 67) como:

“la expansión de sus capacidades y poder, para resolver los problemas derivados
de las exigencias del entorno y su propia existencia, a partir de las potencialidades
que le proveen sus características y equipamiento neurológico”.

Desde este enfoque, el desarrollo humano está conformado por una serie de
dimensiones, es decir, es multidimensional, dentro de los cuales, encontramos los
biológicos, en particular componentes neurofisiológicos, neuromotores, cognitivos,
etc., en interacción con el medio.

4
2.1.1 Dimensiones del desarrollo humano

El estudio del desarrollo humano, no puede realizarse bajo una sola dimensión
(biológica, social, cultural o ambiental) ya que, se encuentran relacionadas e in-
teractuando, en el proceso de desarrollo individual. La potencialidad de nuestro
desarrollo proviene, sin lugar a dudas, de lo que el camino de la evolución de
nuestra especie ha conseguido, (funciones ejecutivas y superiores), fundamen-
talmente funciones neurológicas.

Sobre ese pilar básico, y en interacción con el ambiente, el humano pone en


marcha el desarrollo de determinados procesos madurativos que le permiten
conseguir logros, que lo conllevan a alcanzar la madurez y la autonomía. Dentro
de estos procesos, se encuentran el desarrollo neurofisiológico, el desarrollo
neuromotor, cognitivo, emocional, lenguaje, afectivo, social, etc.

Cuando el conjunto de factores de naturaleza biológica, en particular la


neurológica, se desarrolla de manera normal, en un ambiente ordinario, suele ser
suficientemente estimulante para ir cubriendo las etapas del desarrollo, sin embargo,
cuando esto no sucede así, nos encontramos con personas con desarrollos disfuncionales
(capacidades diferenciadas, minusvalía, etc.) por causas neurológicas y la
estimulación ambiental y social, no resulta suficiente, se requiere intervención
especializada.

Por el motivo anterior, el papel del profesional, en educación especial cobra rele-
vancia, en el acompañamiento, para lo cual, requieren conocer el desarrollo neu-
rofisiológico, el desarrollo neuromotor, cognitivo, emocional, lenguaje, afectivo,
social, etc., y su interacción con los factores (ambientales sociales, culturales) para
facilitar, estimular, compensar o resolver, situaciones deficitarias del desarrollo
humano.


2.2 Desarrollo neurofisiológico

El organismo humano, y sobre todo el cerebro humano, para su correcta formación


y estructuración, requiere proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas en
equilibrio y de manera constante para la formación del sistema nervioso, promover
la formación celular neuronal adecuada y llevar acabo las funciones necesarias del
cuerpo.

5
Una dieta deficitaria o mal balanceada en la madre gestante, o en los primeros años
de la vida del niño –cuando se estructuran las neuronas y muchas de sus conexiones
sinápticas–, es crítica, y ha sido identificada como la responsable de daños cerebrales
irreparables y malformaciones irreversibles, o la base de enfermedades congénitas
de diferente índole, ya que queda limitado el sistema inmunológico general (Martínez,
2009, p. 123).

Figura 1. La alimentación en el embarazo. Fuente: Pixabay.

Cuando existe insuficiencia de nutrimentos (macronutrientes y micronutrientes)


en las etapas críticas del desarrollo, fundamentalmente, desde el embrionario y en
las primeras etapas, de crecimiento del individuo, conlleva a una deficiente o nula
formación estructural cerebral. Las investigaciones, muestran que una carencia de
minerales y de las moléculas vitamínicas y proteicas, dan origen a un desarrollo
estructural deficiente o malformado, que conlleva a incapacidades funcionales,
cerebrales (diversos grados).

Los cambios anatómicos dependen de los funcionales, y por el contrario los


cambios funcionales requieren de nuevas estructuras cada vez más complejas. Es
decir, este proceso es recursivo, complejo, constante y acumulativo, que se transfiere en
cambios cualitativos neurológico funcionales, sobre todo a nivel de número de células
neuronales (sinapsis, vascularización, etc.) que posibilitan las funciones ejecutivas y
superiores, sobre todo en las primeras etapas del individuo.

6
el desarrollo cerebral prenatal incluye la proliferación neuronal con posterior mi-
gración celular, además del desarrollo axonal, dendrítico y sináptico. Este proceso
se inicia tempranamente en el embrión y termina durante la adolescencia con la
culminación del proceso de mielinización axonal (Roselli, 2009, p. 2002).

Cuando las cantidades nutrimentales son insuficientes tienen repercusiones en térmi-


nos de volumen cerebral (crecimiento encefálico). Se ha estimado que el aumento, es
consecutivo y correspondiente a la edad del individuo, es decir, el volumen aumenta
desde que nace.

Figura 2. Recién nacido. Fuente: Pixabay.

En este sentido, el recién nacido tiene un perímetro craneano de aproximadamente


35 cm y llega por ejemplo a los 3 años, a aproximadamente 50 cm, en un período
con grandes cambios en el desarrollo neurológico.

Por tal, en las etapas del desarrollo infantil y juvenil es cuando las neuronas y
sus sinapsis dependen mucho del uso; pero estará en función de los elementos
nutrimentales como sustrato de la formación de neuronas involucradas, conllevando
si existe carencia de estos, a un proceso regresivo, dejando profundas deficiencias
cerebrales.

7
el peso cerebral es un índice cuantitativo utilizado algunas veces para medir el
desarrollo del sistema nervioso central. Al año el cerebro ha duplicado su peso,
y a los dos años lo ha triplicado. Con cerca de un kilogramo, es poco el peso
adicional que adquiere durante el resto de la infancia y la adolescencia (Roselli,
2002, p.4).

2.3 Desarrollo neuromotor

El desarrollo motor es la habilidad de desplazarse y controlar los movimientos cor-


porales.

Según Palacios (1995, p. 6) “las habilidades motoras gruesas designan el movi-


miento de la cabeza, el cuerpo, piernas, brazos y músculos grandes. Por otra
parte, las habilidades motoras finas incluyen pequeños movimientos corporales
y exigen una excelente coordinación y control”.

El desarrollo neuromotor comienza en la etapa


prenatal. Según García y Delval, (2010, p. 62) exis-
te evidencia de que en “las primeras experien-
cias de movimiento se producen dentro del útero
materno donde el feto empieza a ejercer presión
en el cuerpo de la madre y a mover sus extremi-
dades”. Este mecanismo biológico es fundamen-
tal, puesto que supone la base para el desarrollo
cognitivo, del lenguaje, social y emocional, para
la vida.

Figura 3. Etapa prenatal. Fuente: Pixabay.

Dependiendo de la etapa en la que se encuentre el individuo, éste tiene


connotaciones específicas, ya que es preciso decir que es una habilidad consiente,
derivada de una organización secuencial y estructurada neuromotora y basada en el
aprendizaje, de tal forma que cuanto más gobernadas sean las actividades motrices y se
produzcan automáticamente, mayores posibilidades de desarrollo tendrá el individuo
en el plano de la vida cotidiana.

8
Figura 4. Desarrollo motriz. Fuente: Elaboración propia con información de García y Delval.

El desarrollo psicomotor, o la progresiva adquisición de habilidades en el niño, es la


manifestación externa de sistema nervioso central (SNC). Dicho desarrollo se puede
dividir en dos categorías generales: la locomoción y el desarrollo postural (ley céfalo
caudal) que tienen que ver con el control del cuerpo, en un orden establecido y la
coordinación del movimiento de piernas y brazos. La prensión (ley próximo-distal, de
la columna vertebral) que tiene que ver con la habilidad para usar las manos, para la
realización de actividades tales como; comer o explorar los objetos físicos que están
en el contexto más cercano.

La habilidad de usar las manos, es producto de la evolución del hombre, por medio
de esta habilidad se logra un cerebro estructural y funcionalmente adecuado para la
manipulación.

9
Según Najul y Witzke, (2008, p. 67) “la motricidad gruesa y fina, acompañadas de una
sensibilidad, son únicos en el ser humano; pues no sólo permiten hacer sino saber
y/o reconocer prescindiendo de la vista, el gusto y el olfato.

Al referirnos a la locomoción y el desarrollo postural, debe mencionarse que


ésta depende de: características de naturaleza ontogénica, la estabilización
cefálica y pélvica, etc. estos factores se encuentran involucrados en el desarrollo
locomotor del humano. Es decir, para la coordinación de estos aspectos, se necesita un
cierto grado de maduración del sistema nervioso, esquelético, muscular y sensorial.
Según Campo, (2010, p. 66) “el desarrollo motor ocupa un lugar intermedio entre el
desarr ollo físico y el psicológico, al depender no sólo del desarrollo de los músculos y
nervios relacionados sino también de capacidades sensorioperceptivas”.

La locomoción y el
desarrollo postural
depende de:

El desarrollo Al principio
cerebral cefalocaudal

Maduración de los Al crecimiento


órganos internos del esqueleto,

Aumento de la
musculatura

Figura 5. La locomoción y el desarrollo


postural. Fuente: Elaboración propia.

10
2.4 Desarrollo neuroperceptivo

El individuo inmerso en un medio físico requiere de mecanismos de significación,


subjetiva. Estos mecanismos, son el resultado de miles de años de evolución; por
medio de la percepción, se forman conceptualizaciones significativas del mundo que
lo rodea y del cual forma parte, esta información la identifica, analiza, recupera y le da
respuesta, por medio de sus sentidos. Según Vilatuña, 2012 “el proceso perceptivo es
el mecanismo sensorio-cognitivo de gran complejidad mediante el cual el ser humano
siente, selecciona, organiza e interpreta los estímulos, con el fin de adaptarlos mejor
a sus niveles de comprensión”. Con la información, obtenida le permite responder
eficazmente.

Figura 6. Los sentidos y la percepción. Fuente: Elaboración propia.

El proceso neuroperceptivo, es dinámico y en constante transformación en función


de los requerimientos y estímulos cerebrales, conforme se retroalimenta e integra
información, va cambiando. Para efectuar tal proceso, requiere de funciones
complejas (ejecutivas y superiores) como la atención y la memoria. El ser
humano dispone de diferentes órganos sensoriales específicos para la percepci ón del
entorno. Esto se realiza detectando modificaciones ya sea, mediante la visión el oído

11
o los receptores térmicos, y también cambios químicos, como los que registran el
gusto y el olfato.

Figura 7. Áreas implicadas en el procesamiento de la percepción. En la corteza cerebral están lo-


calizadas las funciones superiores del sistema nervioso central, como la percepción consciente, la
memoria o el razonamiento lógico. Fuente: Google imágenes.

El desarrollo neuroperceptivo, es un proceso avanzado de continua construcción de


información, cuyo sustento biológico se encuentra en el cerebro, en forma específica
en la mente, pero también se retroalimente de la experiencia y el medio.

Fases del proceso perceptivo

Formación Alcance de
Generación Transmisión
Recepción de una los impulsos
de señales de impulsos
del imagen eléctricos al
eléctricas eléctricos percepción
estímulo (en el caso cerebro y
en los en dirección
de la visión) procesa-
receptores al cerebro
miento

Figura 8. Fases del proceso perceptivo. Fuente: Elaboración propia con información de Vilatuña.

12
La sensación y la percepción dan la materia prima para la cognición, al ser pa-
trones de eventos neuronales en el cerebro esto hace que se constituyan en la
fuente principal del conocimiento sobre la realidad (2012, p. 135).

Figura 9. El desarrollo neuroperceptivo. Fuente: Elaboración propia con información de Vilatuña.



2.5 Desarrollo cognitivo, inteligencia y creatividad

La cognición, se refiere a todo aquello que tiene que ver con el conocer o el
conocimiento. Es el cúmulo de información que hemos adquirido a través del
aprendizaje o por medio de la experiencia misma, el cual, está correlacionado
con la maduración del sistema nervioso.

Piaget (1976) conceptualizó al desarrollo cognoscitivo como el resultado de una


compleja relación entre la maduración del sistema nervioso, la experiencia (física
y lógico-matemática), la interacción social y la afectividad. De estos elementos, la
experiencia y la interacción social remiten específicamente al aprendizaje.

El anterior postulado, ha sido corroborado en un gran número de investigaciones


frecuentemente desde una perpectiva neurológica, como la de Rosselli, (2004, p.
1) quien menciona que “la maduración cerebral se correlaciona con muchos de los
cambios cognoscitivos y de comportamiento observados durante la infancia y la
adolescencia”.

13
En la actualidad, los estudios neurológicos han logrado vislumbrar de manera más
objetiva los componentes, neuroanatómicos y neurofuncionales del desarrollo
cognitivo. Se ha considerado que una gran parte del lóbulo frontal, denominada
corteza prefrontal (la porción de este lóbulo ubicada exactamente detrás de la frente)
controla muchos aspectos de la cognición y que esta parte se desarrolla con más
lentitud con respecto a otras estructuras, del sistema nervioso, incluidas las del propio
encéfalo.

Figura 10. Lóbulo frontal. Fuente: psicoactiva.com.

Diferentes estructuras corticales, están relacionadas con la adquisición de funciones


cognoscitivas complejas; por ejemplo, la maduración de las áreas prefrontales, el
desarrollo de las funciones ejecutivas y superiores, participación de los hemisfe-
rios cerebrales en los procesos cognoscitivos durante distintas etapas del desarrollo
infantil.

Figura 11. Funciones ejecutivas. Fuente: J.Tirapu- Ustárroz.

14
Desde la perpectiva de Piaget, (1980) y Vygotski, (1978), citado por Arocho, (1999, p.
6) el desarrollo cognoscitivo es un proceso de construcción constante, dichos autores
“coincidieron en la idea de que el desarrollo cognoscitivo no es el resultado de la
adquisición de respuestas sino de un proceso de construcción activa por parte del
sujeto”.

Figura 12. Etapas de Desarrollo Cognitivo de Piaget. Fuente: Elaboración propia con información
de Arocho 1999.

De acuerdo a la concepción de Piaget, en efecto el desarrollo cognoscitivo, no sólo


es resultado de una maduración neuroanatómica y neurofuncional, también depende
de procesos sociales y afectivos.

15
el verdadero proceso cognitivo, la verdadera creatividad, son procesos favoreci-
dos propiciados por un clima permanente de libertad mental, atmósfera general,
integral y global que estimula, promueve y valora el pensamiento original, di-
vergente autónomo, discrepancia razonada, oposición lógica, la crítica fundada
(Miguélez, 2009, p.6).

Inteligencia

De manera tradicional se ha definido a la inteligencia como la capacidad para resolver


problemas. Según Ponce, (2012, p. 163):

“es considerado el más complejo de los procesos cognoscitivos, e implica aquella


actividad que busca la solución de problemas a través del uso del raciocinio y la
lógica”.

No obstante, esta definición tradicional estaba enfocada solamente a los


procesos cognitivos, pero a últimas fechas, con los hallazgos, se mostró que no sólo
compete neurológicamente a la función cognitiva, están involucradas otras funciones
cerebrales tanto ejecutivas como superiores.

La inteligencia humana es entonces una propiedad del binomio pensamiento-len-


guaje que favorece la adaptación del individuo, tanto en el mundo físico como
en la esfera de las relaciones sociales. La inteligencia depende del pensamiento,
porque no es como cualquier otro constructo psicológico que existe por sí mismo.

La inteligencia carece de contenido, y de ahí su polifacética apariencia, que a


entender de Gardner (1999) se fracciona en múltiples inteligencias (Arias, 2013 p 25).
De manera evidente este proceso se manifiesta, en funciones neurológicas tales
como la resolución de problemas, aprender, realizar conceptualizaciones, realizar
definiciones, comprender, etc. Existen diferentes enfoques acerca del pensamiento
y la inteligencia.

16
ENFOQUES DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA:

Enfoque conductista: mecáni-


Enfoque de la neurociencia ca básica del aprendizaje: Está
cognitiva relacionado con la manera en
que cambia el comportamiento
en respuesta a la experiencia

Enfoque del procesamiento de la


información tiene que ver con las
diferencias individuales en el compor-
tamiento inteligente. A diferencia de
Enfoque psicométrico Durante mu-
aquél, intenta describir los procesos
chos años se ha debatido la natura-
mentales involucrados en la adqui-
leza precisa de las capacidades que
sición y recuerdo de la información
constituyen la inteligencia y la mejor
o en la solución de problemas
forma de medirla

Enfoque piagetiano: propuso secuencias


universales para el crecimiento cognitivo.

Figura 13. Enfoques del desarrollo de la inteligencia. Fuente: Elaboración propia con información
de Arias (2013).

Desde el enfoque de la neurociencia, la inteligencia es derivativa de la maduración


neurológica cognitiva. Pero también, a últimos años a la psíquica, como la percepción,
la conducta motora voluntaria o las emociones. Según Arias, (2013, p. 24) “Daniel
Goleman (1997), mostró una nueva faz de la inteligencia; ya no desligada de otras
formas complejas de actividad psíquica, como la percepción, la conducta motora
voluntaria o las emociones”.

Las estructuras cerebrales competentes a la inteligencia tienen como origen las fun-
ciones ejecutivas y superiores cerebrales, por lo que las estructuras cerebrales abar-
can una gran porción de la corteza y lóbulo prefrontal.

“los estudios revisados ofrecen diferentes respuestas a la cuestión de si son lo


mismo inteligencia y funciones ejecutivas, siendo la hipótesis que goza de mayor
aceptación la que considera que inteligencia y funciones ejecutivas se superpo-
nen en algunos aspectos” (García-Molina, 2012, p.738).

17
Creatividad

La creatividad es resultado de un largo proceso evolutivo, que originó funciones


complejas superiores, en el telencéfalo, las cuales, han posibilitado un sin fin de
oportunidades mentales como la creatividad.

La creatividad es una capacidad y como todas las capacidades es un componente


estructural de la personalidad que es susceptible de ser desarrollado, tiene bases
neurológicas y características sociales. Los seres humanos comparten la capacidad
creadora y las habilidades que la componen, no importa si son niños o adultos o
si es en el campo de las artes, la ciencia, la política o la industria (Rendón, 2009,
p. 126).

De acuerdo a esta conceptualización, la creatividad, es una función innata del


humano, que con los medios adecuados podremos expresarla y potenciarla, en
función de intereses personales, para lograr llevarla a cabo necesitamos hábitos,
habilidades y motivación, su desarrollo tiene un componente de la personalidad.

Desde la perpectiva biológica, la creatividad, se encuentra de manera innata anató-


mica fisiológica neuronal derivado que, para efectuarla, se requiere de un proceso
creativo que involucra la integración de diversas funciones mentales.

Desde no hace mucho tiempo, se ha profundizado acerca de las bases neurológicas


de la creatividad, sobre todo, desde la perpectiva de varios paradigmas que nos per-
miten entender, la base cerebral en la cual subyace tal función. En este sentido, se
han postulado básicamente tres teorías, para explicar la relación entre la creatividad
y las competentes estructuras cerebrales:

Teorías para entender La La evolución


la relación de la lateralización La teoría del La teoría del filogenética del
creatividad hemisférica cerebro triuno cerebro total cerebro creador
con la estructura
cerebral:

Figura 14. Tres teorías para entender la relación de la creatividad con la estructura cerebral. Fuente:
Elaboración propia.

18
La creatividad, es una función mental superior, que se lleva a cabo en la corteza ce-
rebral, sistema límbico, paralímbicas, lóbulos frontales, cíngulo e hipocampo. Como
resultado de estudios, empleando herramientas electroencefalográficas, se pudo ob-
servar algunas estructuras de la creatividad, como las parietotemporales.

Al considerar que la creatividad, tiene elementos de la personalidad, y es derivativa


de una actitud, entonces se ubican en el sistema límbico principalmente. Diferentes
estudios han mostrado, para la manifestación de la creatividad se requieren áreas
motoras, prefrontal y premotora.

2.6 Desarrollo del lenguaje

El lenguaje, en términos generales, es la capacidad para comunicarse, en forma oral,


mediante el empleo de palabras y escrita, basada en señalizaciones gramaticales.

El lenguaje es una herramienta fundamental y característica de la especie humana,


debido a que por medio de éste se expresa y puede manifestar ideas y emociones.
El ser humano posee sistemas neurales competentes para el lenguaje, una especie
de órgano lingüístico, para efectuar esta habilidad. Sin embargo, la adquisición de
una lengua específica dependerá de la relación que establezca con sus congéneres.

19
Proceso para Vocalizaciones Intersubjetividad
adquirir un lenguaje prelingüísticas primaria y
(Ponce, 2012): y lingüísticas secundaria

Primeras palabras El gesto Establecimiento


de la referencia

Primeras frases

Figura 15. Proceso para adquirir un lenguaje. Fuente: Elaboración propia con información de Ponce
(2012).

El desarrollo del lenguaje, es el resultado de la interacción entre las bases


neurológicas; el entorno físico y social, es decir, durante la maduración del sistema
nervioso central y el desarrollo de la corteza cerebral y la estimulación del medio
favorece significativamente el lenguaje. Si como la maduración fisiológica de los
órganos que están al servicio de la fonación. Desde la perpectiva neurológica, el lenguaje
radica en la corteza cerebral, en estructuras específicas para tal fin, en ellas se elabora,
codifica y emite, el lenguaje.

Estas estructuras son dos principalmente y


se denominan; área del lenguaje hablado o
área de la Broca; y área de comprensión del
lenguaje o área de Wernicke, que corres-
ponde al lóbulo temporal izquierdo. Según
Reselli, (2002, p. 5), “A pesar de que la esti-
mulación ambiental es decisiva para el desa-
rrollo adecuado del lenguaje, la adquisición
del lenguaje depende de un proceso de ma-
duración cerebral”.

20
Diversos estudios han mostrado que, durante la etapa infantil, comprendida entre
los dos primeros años y los 12, se da un cambio significativo en el número de in-
terconexiones neuronales.

Existen diferentes teorías acerca de cómo se adquiere el lenguaje, son dos


principalmente, el enfoque innato y el enfoque conductual. El primero, se basa en
considerar que todo ser humano posee mecanismos inherentes de percepción
traslocados al mecanismo del lenguaje, mediante la diferenciación de sonidos
similares. El segundo enfoque, se refiere a que la experiencia como factor
fundamental.

2.7 Desarrollo psicológico

El desarrollo psicológico, comprende dimensiones (subsistemas) interconectados


con propiedades particulares, de naturaleza biológica y el medio. Para lograr
un desarrollo psicológico, se requiere del conjunto de factores de naturaleza
social, cultural en continua interacción sobre una base biológica. Por su naturaleza
multidimensional, el desarrollo psicológico es un proceso complejo.

Diversos autores, han considerado que el desarrollo no es un proceso yuxtapuesto,


de factores. Según Vygotsky, Piaget y Werner, entre otros (Valsiner, 1998; van Geert,
1998) citados por Lenzi, 2010, p. 142)

Postulan un proceso de diferenciación respecto de la aparición de nuevas


estructuras, formas o funciones durante el desarrollo del individuo. Proponen que
las interacciones entre la persona y el medio, resultan centrales en este proceso
en el cual, el sujeto es activo, no reactivo; y reconocen algún tipo de condición
inicial heredada o predisposición.

Desde la teoría histórico-cultural (Vygotsky), se ha planteado que la función psíquica,


se obtiene por procesos Psíquicos, mediante la utilización de sistemas específicos
de señales (símbolos, signos) y por medio de estas señales, se lleva a cabo una
reestructuración de las funciones psicológicas; es así, como las funciones
psíquicas primarias, naturales, se convierten en funciones superiores. En este proceso, la
percepción se torna categórica; el pensamiento se torna conceptual; la atención
voluntaria y la memoria adquiere lógica.

21
“En la temprana infancia el niño es aún incapaz de utilizar los medios
externos que le permitan organizar su actividad psíquica. Paulatinamente el niño
va aprendiendo a utilizarlos, atravesando primero una etapa externo-material y,
alcanzando luego la etapa mental por medio del proceso de interiorización. El
lenguaje constituye el sistema central de señales. El niño realiza su asimilación
a través de varios estadios hasta convertirse en pensamiento verbal discursivo
propiamente dicho (Vygotsky, 1934) citado por Bustamante, (1978, p. 412).

Las bases cerebrales sobre el desa-


rrollo psicológico, muestran que el
desarrollo neurológico es paralelo al
desarrollo psicológico. La localización
cerebral precisa, de los procesos psi-
cológicos es complicada debido a la
naturaleza compleja y variable de esos
procesos.

Diversos estudios han mostrado que


la localización específica de la función
psicológica, es compleja, derivada de
su naturaleza dinámica. Esto se funda-

menta, en los procesos psicológicos
que alcanzan su madurez en etapas
posteriores. Sin embargo, existen in-
vestigaciones que muestran algunas
estructuras cerebrales como referen-
tes psíquicos, tal es el caso de la cor-
teza motora sobre el tronco cerebral,
córtex prefrontal, pero también otras
estructuras como los ganglios basales.

22
2.8 Desarrollo moral, ético y de valores

La ética según Betancur, (2016, p. 110) “es la reflexión del propio modelo de
vida – acciones, comportamientos, actos– en donde la razón tiene un papel
importante en la toma de decisiones para comprender, justificar y argumentar”.

En la ética, el individuo, identifica lo bueno y lo malo, para él mismo y para los de-
más, según su propio criterio. Por su parte, la moral, se refiere a las acciones bue-
nas o malas, en relación con otros, según Vargas, (2004, p. 95) “es el conjunto de
creencias sobre lo bueno y lo malo aceptado por la sociedad, valores que posee
una persona”.

Tradicionalmente, las concepciones anteriores se pensaban desde las áreas


filosóficas y corrientes humanistas, sin embargo, desde años recientes
estos tópicos han sido abordados desde áreas, tan novedosas como lo son las
neurociencias. Si bien las investigaciones, desde esta perpectiva son escasas, los
resultados aún son parciales, y necesita como toda área disciplinar en desarrollo,
tener una base sólida epistémica.

Las investigaciones para buscar los elementos neurales y estructuras cerebrales,


en donde se origina la moral, se han basado principalmente sobre los cambios
conductuales y la toma de decisiones morales. En este sentido, existen estudios
acerca de la naturaleza, enmarcados en un área disciplinar llamada neurociencia
social cognitiva, esta nueva área del conocimiento, trata de descubrir el procesamien-
to cerebral en relación a las interacciones sociales y los juicios morales.

Diferentes autores, consideran que la toma de decisiones morales es


resultado de la integración de la actividad de varias áreas y lo que se considera
sistemas separados como la cognición y la emoción, trabajan juntas de modo que
cognición moral no puede ser separada de la cognición social, y que este
factor interpersonal mediado por lo emocional es determinante para lo que
denominamos juicios morales (Feito, 2016, p. 87).

Investigaciones sobre los sustratos neurales de lo moral aportan resultados acerca


de lo que ocurre en nuestro cerebro cuando realizamos juicios de valor, hasta el
momento, se consideran que algunas partes estructurales cerebrales puedan
estar involucradas en los juicios morales. Los resultados más sobresalientes son los

23
expuestos por J. Greene y J. Haidt, citado por Fieto, (2016, p. 79) ellos muestran
resultados de su estudio donde incluyen un mapa neuroanatómico del juicio moral:

• Giro medial frontal: se socia con los juicios morales per-


sonales, imágenes con contenido moral y juicios relativos
al perdón.
• Cíngulo posterior y corteza retro esplénica: se asocia con
los juicios morales.
• Surco temporal superior, lóbulo parietal inferior: su lesión
origina incapacidad de juicio.
• Corteza Orbitofrontal ventromedial: asociada con los
juicios morales simples.
• Pol temporal: juicios simples y su lesión causa falta de
memoria autográfica.
• Amígdala: reconocimiento de imágenes con juicio moral.
• Corteza prefrontal dorso lateral y lóbulo parietal: asocia-
do a los juicios morales impersonales.

Figura 16. Mapa neuroanatómico del juicio moral. Fuente: Fieto, (2016)

Actualmente existe una hipótesis acerca de lo moral utilitario y lo moral deonto-


lógico, esto fue propuesto por Grenne (2008), sugiriendo que la moral utilitaria,
radica en subestructuras neurales que tienen un nivel de evolución más reciente,
mientras que la moral deontológica, se sustenta en estructuras emocionales an-
cestrales (Grenne, 2004). Es decir, en estos trabajos sugieren una subestructura
cerebral dedicada a una función específica; con un origen selectivo propio, dis-
tribuida en distintas partes del cerebro (Rosas et al., 2014, p. 85).

24
Referencias:

Arias, G. W. L. (2013). Teoría de la Inteligencia: una aproximación neuropsicoló-


g i c a d e s d e e l p u n t o d e v i s t a d e Le v V i g o t s k y. C u a d e r n o s d e N e u r o p s i c o l o g í a /
Panamerican Journal of Neuropsychology. 7(1):22-37.
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/4396/439643140002.pdf

Arocho, R. W. C. (1999). El legado de Vygotski y de Piaget a la educación

Betancur, J. G. E. (2016). La ética y la moral: paradojas del ser humano. CES Psicología. 9(1): pp. 109-
121. [Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/4235/423545768008.pdf
Bustamante, M. (1978). El desarrollo psicológico del niño según la psicología soviética. Revista Lati-
noamericana de Psicología. (10) 3:411 – 422.
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/805/80510309.pdf

Campo, T. L. A. (2010). Importancia del desarrollo motor en relación con los procesos evolutivos
del lenguaje y la cognición en niños de 3 a 7 años de la ciudad de Barranquilla (Colombia). Salud
Uninorte. 26(1):65-76. [Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/sun/v26n1/v26n1a08.pdf

Fieto, G. L. (2015). Las bases neurales del juicio moral. Universidad Complutense de Madrid. Tesis.
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://eprints.ucm.es/37650/1/T37209.pdf

García-Molina, A.; Tirapu-Ustárroz, J.; Luna-Lario, P.; Ibáñez, P.; Duque, P. (2013). ¿Son lo mismo inte-
ligencia y funciones ejecutivas? [Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
https://psyciencia.com/wp-content/uploads/2013/10/Inteligencia-y-junciones-ejecutivas.pdf

Lázaro, A. y Berruezo, P. P. (2009). La Pirámide del Desarrollo Humano. Revista Iberoamericana de


Psicomotricidad y Técnicas Corporales. 34.9 (2):15-42.
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.colegiogloriafuertes.es/articulos/articulo2piramide.pdf

25
Lenzi, A. M.; Borzi, S.; Tau, R. (2010). El concepto de desarrollo en psicología: entre la evolución y la
emergencia Fundamentos en Humanidades. XI(22):139-163
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/184/18419812009.pdf

Martínez, M. M. (2009). Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral. Revista de la Uni-


versidad Bolivariana. (8) 23:119-138. [Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
www.redalyc.org/service/redalyc/downloadPdf/305/30511379006/...Básicas.../1

Najul, R. y Witzke, M. E. (2008). Funciones Ejecutivas y Desarrollo Humano y Comunitario. Kaleidos-


copio. 5(9): 58-74
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://kaleidoscopio.uneg.edu.ve/numeros/k09/k09_art06.pdf

Ponce, M. T. (2012). Fundamentos psicopedagógicos. Red Tercer Milenio. [Consultado el 08 de mayo


de 2018] Disponible en:
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/Educacion/Fundamentos_psicopedagogicos.pdf

Rosas, A.; Arciniegas, M. A.; Caviedes, E.; Arciniegas, M.A. (2014). La neuropsicología del juicio moral
sobre las causas de respuestas contraintuitivas a los dilemas morales. Praxis Filosófica. (38): 89 –
106. [Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/pafi/n38/n38a05.pdf

Rosselli, M. (2003). Maduración cerebral y desarrollo cognoscitivo.


Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. 1(1):1-15.
[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
www.redalyc.org/pdf/773/77310104.pdf

Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. 1(1):1-15.


[Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
www.redalyc.org/pdf/773/77310104.pdf

Revista Latinoamericana de Psicología, 31(3):477-489. [Consultado el 08 de mayo de 2018] Dispo-


nible en:
http://www.redalyc.org/pdf/805/80531304.pdf

26
Rendón, U. M. A. (2009). Creatividad y cerebro: bases neurológicas de la creatividad. Ediciones
Universidad de Salamanca. 117-135. [Consultado el 08 de mayo de 2018] Disponible en:
revistas.usal.es/index.php/0214-3402/article/download/8946/10446

Vilatuña, C. F.; Guajala A. Diego; Pulamarín, J. J; Ortiz. P. W. (2012). Sensación y percepción en la


construcción del conocimiento. Colección de Filosofía de la Educación.(13): 123-149. [Consultado el
08 de mayo de 2018] Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/4418/441846102006.pdf

27

Vous aimerez peut-être aussi