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Introducción

El conocimiento de los recursos naturales, su ubicación, sus características y su


potencial, es uno de los prerrequisitos para encarar una planificación eficiente que
conduzca al desarrollo armónico.
Uno de los recursos naturales más importantes es el suelo. Su conocimiento se
obtiene a través de levantamientos que indiquen las varias clases de suelos que
podrían usarse para determinar los cultivos que pueden desarrollarse exitosamente.
Los estudios de suelos pueden usarse para determinar la adaptabilidad de tierras
nuevas para la colonización, o para proyectos de irrigación y drenaje. Los estudios
pueden ayudar también para determinar los problemas de erosión, que tan
seriamente atañe a las tierras de El Salvador. Estos levantamientos suministran la
información básica necesaria para los planes reguladores del uso de la tierra, de
urbanización, carreteras, etc.
Aunque es de vital importancia hacer un inventario de los suelos, esta información
sólo es de utilidad en función de las condiciones sociales, económicas, tecnológicas
y de otros recursos físicos. El conocimiento sobre los suelos hace su mayor
contribución a un desarrollo económico, armónico y ordenado cuando se basa en la
coordinación de los recursos físicos y humanos, proyectados en las diferentes
etapas de todos los sectores de la economía. La información edafológica hace
posible no solamente una selección sabia de los cultivos, la adaptación de prácticas
de manejo de acuerdo con las condiciones físico-químicas del suelo y otras
aplicaciones agrícolas, sino que también contribuye a lograr una mayor planificación
del desarrollo económico en general.
FUNDAMENTOS QUIMICOS Y MATEMATICOS DE ANALISIS DE
LABORATORIO:

MUESTREO DE SUELOS PARA EVALUAR FERTILIDAD


El muestreo de suelos, al igual que el de otros objetos, depende de la variabilidad
de éste (variabilidad de la población) y no de la extensión de la superficie por si sola
(tamaño de la población). Sin embargo, la magnitud de la variabilidad está
directamente relacionada con la extensión del terreno, pues a mayor superficie se
abarcan más unidades diferentes de suelos. Para lograr un adecuado muestreo de
los suelos, se deben tener presentes los principios básicos que lo orientan:
variabilidad, homogeneidad, representatividad y selectividad.
Un diagnóstico adecuado de la fertilidad de un suelo y las recomendaciones de
manejo que de él se desprendan, requieren de la integración de los siguientes
aspectos:
Caracterización del paisaje.
Se requiere de una detallada descripción del paisaje correspondiente al área de
muestreo. Esto es importante para relacionar las características ambientales con
los resultados analíticos y de allí orientar medidas de manejo del suelo.
Descripción del perfil de suelo.
Se debe realizar esta descripción para cada unidad de suelo diferenciada en el
muestreo.
Debe tenerse presente que la fertilidad del suelo está determinada por un conjunto
de factores que abarcan todo el perfil de suelo.
Toma de muestras suficientes, en cantidad y calidad.
Tanto la calidad como la cantidad de muestras son fundamentales para obtener
datos analíticos de características y propiedades químicas y físicas del suelo, que
sirvan de apoyo al diagnóstico.
Objetivos del análisis.
Se realizan análisis químico-nutritivos del suelo para evaluar el régimen de
elementos nutritivos. Los análisis físicos del suelo permiten evaluar otros factores
de la fertilidad del suelo como los regímenes de aire y agua. Los datos de laboratorio
y otra información adicional permiten orientar medidas de manejo del suelo y/o
silviculturas.

4. DETERMINACIONES
Entre los análisis químicos son comunes las determinaciones de elementos
nutritivos en sus formas soluble, disponible, intercambiable y de reserva. También
se determina la capacidad de intercambio catiónico, elementos químicos nocivos o
tóxicos, grado de acidez, materia orgánica, etc. Entre los análisis físicos se
determina comúnmente la densidad aparente, la distribución de poros, la textura,
etc.

CRITERIOS PARA EL MUESTREO DE SUELOS


SECTORIZACIÓN.
Es la división de la superficie del terreno para lograr un muestreo representativo.
Ella permite separar suelos que presentan características diferentes, que no deben
estar en una sola muestra, y así lograr unidades de terreno que son homogéneas
para el muestreo. Luego se muestrea en cada sector definido. Los principales
criterios para sectorizar, en orden secuencial, son los siguientes:
SERIE DE SUELO.
Terreno ocupado por un tipo de suelo que es homogéneo en su origen y evolución.
Las unidades diferenciadas están definidas en foto mosaicos y orto fotos CIREN, en
cartografía de series y asociaciones de suelos y en otros documentos. Asegúrese
que su muestra de suelo proviene de una sola serie de suelo y que no está
mezclando suelo de series distintas.
Uso histórico del suelo:
Separación en sectores de distinto grado de alteración por usos anteriores. El uso
anterior que ha tenido un suelo provoca cambios en su fertilidad, por ejemplo, cultivo
de papas, cultivo de trigo, pradera con ganadería, plantación de pino, bosque nativo,
etc. Asegúrese que su muestra de suelo proviene de un sector donde ha habido un
determinado uso anterior del suelo.
USO ACTUAL DEL SUELO.
Separación en sectores de distinto grado de alteración por el uso actual. El uso
actual que
tiene un suelo puede ser muy diferente al que tenía históricamente. Ello puede
provocar cambios en su fertilidad. Asegúrese que su muestra de suelo proviene de
un sector donde hay actualmente un solo determinado uso del suelo.
TOPOGRAFÍA.
Subdivisión del terreno por cambios marcados en el relieve. Por ejemplo, cumbre,
ladera
alta, ladera media, ladera baja, piedemonte, plano bajo, hondonada, terraza, plano
de meseta, etc. Un determinado uso del suelo en un terreno con diferentes
características topográficas causa, normalmente, variaciones significativas en su
fertilidad asociadas a tales cambios topográficos. Asegúrese que su muestra de
suelo proviene de un sector que se encuentra en una sola unidad topográfica.
OTROS.
Sectorización por otros factores de variación del terreno como, por ejemplo,
exposición del terreno, tipo de preparación del suelo (con o sin quema), otras
técnicas de manejo del suelo u otras situaciones particulares. Asegúrese que su
muestra de suelo proviene de un sector que presenta una sola característica
particular.

5. MUESTREO DE SUELOS PARA EL ANÁLISIS FÍSICO.


OBJETIVOS DEL ANÁLISIS.
Normalmente se realizan análisis físicos para evaluar los regímenes de agua y de
aire, el espacio arraigarle y algunos aspectos relacionados con el régimen de
elementos nutritivos.
Es un complemento para la evaluación de los análisis químico-nutritivos. De ellos
se derivan -en conjunto con otra información- medidas de manejo del suelo y
silviculturales.
DETERMINACIONES:
Entre estos tipos de análisis son comunes las determinaciones de densidad
aparente, volumen total de poros, distribución de poros (gruesos, medios, finos,
capacidad de agua aprovechable, etc.), textura, tamaño y estabilidad de los
agregados, etc.

TIPO DE MUESTRA:
Para la determinación de la textura, lo normal es la obtención de muestras de suelo
disturbado, es decir, sin conservar la estructura natural del suelo. Se procede de
manera similar a la descrita para las muestras de análisis químico-nutritivo, pero
separando muestras según los horizontes del perfil de suelo. Para la determinación
de porosidad, densidad aparente y agregados, se toman muestras de suelo
inalterado, es decir, conservando la estructura natural del suelo. Estas muestras se
obtienen, normalmente, con cilindros de una capacidad de 100 - 300 cm. 3.
DISTRIBUCIÓN DE LAS MUESTRAS:
Se debe sectorizar como se indicó anteriormente en el muestreo para análisis
químico del suelo. Sin embargo, en este caso puede ser particularmente útil o
necesario muestrear también áreas especiales por su alteración, como vías de
maderero, canchas de acopio, lugares transitados por máquinas o animales, etc.
PROFUNDIDAD DE LAS MUESTRAS
La profundidad de las muestras depende del objetivo. Normalmente se extraen
muestras en varias profundidades del suelo. En general, son recomendables las
siguientes profundidades como mínimo:
- Superficial, aproximadamente de 0-20 cm.
- Zona intermedia del perfil de suelo, aproximadamente de 20-50 cm.
- Zona profunda del perfil, aproximadamente >50 cm.
También es común tomar muestras aproximadamente en la parte media de cada
tercio del perfil de suelo. Si en el perfil de suelo se detecta o se sospecha de la
presencia de algún horizonte con limitaciones físicas, como por ejemplo un pie de
arado, también se toman muestras en tal horizonte. Idealmente se muestrea cada
horizonte del perfil de suelo.
NÚMERO DE MUESTRAS:
Para obtener valores promedio y un conocimiento de la variabilidad de una unidad
de suelo, se deben tomar por lo menos 3 cilindros (rango normal de 3-6) en cada
estrato de profundidad deseado. Para el análisis de textura generalmente es
suficiente con una muestra por horizonte.

6 FUNDAMENTO QUÍMICO:

TIPO DE MUESTRA:
Para el análisis químico del suelo, lo normal es la obtención de muestras de suelo
disturbado, es decir, sin conservar la estructura natural del suelo.
Profundidad de las muestras:
MUESTRA ESTÁNDAR:
Extraer muestras del suelo superficial, de una profundidad de aproximadamente 20
cm. (0 -
20 cm.). Ello es válido si en esa estrata se encuentra un sólo horizonte, o bien si
existe una transición gradual desde el horizonte superior al siguiente.
Si la diferencia es muy grande entre los horizontes que se encuentran en la estrata
de 20 cm. de profundidad, conviene tomar muestras separadas por horizonte. En
casos como este se toma la primera muestra que abarca el primer horizonte (menos
de 20 cm. de profundidad) y luego se toma una segunda muestra continuando hacia
abajo hasta completar los 20 cm. De profundidad. Este es el caso típico de muchos
arenales que presentan un horizonte superficial A o AC delgado (menor a 10 cm.) y
luego un horizonte C muy pobre en materia orgánica.
MUESTRAS ESPECIALES:
El muestreo a mayor profundidad es conveniente en algunos casos, especialmente
cuando no se tienen antecedentes de tales suelos (se desconoce la serie, no hay
otra información) o se requiere mayor información. En estos casos se utilizan
profundidades determinadas naturalmente por los horizontes del suelo y no
profundidades fijas. Para obtener muestras por debajo de la primera estrata puede
utilizarse una calicata. Como la variabilidad del suelo, en general, disminuye a
mayor profundidad y aumenta el costo de muestreo, puede limitarse el muestreo a
un perfil de suelo. En la calicata se obtiene muestra de cada horizonte requerido a
lo largo de sus paredes.
Número de muestras: Para obtener valores promedio de un sector se deben tomar
5 a 10 submuestras y mezclarlas para formar una sola muestra mezcla, la que se
analizará en el laboratorio. El número de muestras mezcla depende del objetivo.
Una sola muestra entrega un valor indicativo del promedio; dos muestras permiten
aproximarse al conocimiento de la variabilidad interna del área de muestreo, y tres
o más muestras permiten precisar dicha variabilidad.
DISTRIBUCIÓN DE LAS MUESTRAS:
Las submuestras que componen la muestra mezcla se distribuyen más o menos
Homogéneamente dentro del sector. De esta manera pueden obtenerse diferentes
densidades de muestreo, desde varias submuestras en una fracción de hectárea
hasta una submuestra que represente a varias hectáreas. Esta representatividad
depende de la sectorización que se ha hecho del área de interés. Al seleccionar un
punto para tomar una submuestra debe evitar lugares ocupados por caminos,
huellas de máquinas, tocones quemados u otras situaciones especiales no
representativas del área.
7 PRACTICA No.1
Muestreo de suelos
OBJETIVO.
1.- Realizar un recorrido de campo para definir y ubicar los sitios de muestreo.
2.- Manejar correctamente las muestras de suelo en campo y laboratorio.
Fundamento Químico
El análisis del suelo es una herramienta muy importante para la elaboración de una
recomendación de fertilización, ya que nos permite cuantificar la oferta de nutrientes
del suelo. La diferencia entre esta oferta y la demanda del cultivo, a partir de la
definición de un rendimiento objetivo, indica la cantidad de nutrientes que deberá
agregarse por fertilización.

Dos motivos que justifican la realización de un análisis de suelos:


1. Se han determinado relaciones consistentes entre la disponibilidad de
nutrientes en el suelo y la respuesta de los cultivos a la fertilización.
2. Realizados en forma sistemática a través del tiempo, permiten conocer como
evoluciona la fertilidad de un lote.
La importancia del muestreo.
El muestro es el primer paso de una análisis químico de suelo, y el más critico, ya
que se constituye en la fuente de error más común (Petersen and Calvin, 1986). Ya
en los albores de esta práctica, Cline (1944) expresó que el límite de exactitud está
dado por el muestreo y no por el análisis. Esto sucede porque a través de pocas
muestras (generalmente no más de 1 kg de suelo) se pretende representar la
disponibilidad de nutrientes de miles de toneladas de suelo. Tanto es así que 1 kg
de suelo significa el 0,0000005 % del peso medio de 1 ha (0-20 cm).
Adicionalmente, Si tomamos en cuenta que dentro de la superficie que queremos
representar existe una gran variabilidad, la dificultad para realizar un buen muestreo
es aún mayor. La variabilidad se ve incrementada cuando un campo ingresa en un
sistema de siembra directa continua, por la acción residual de las líneas de
fertilización, la acumulación de residuos, aplicación de fertilizantes en la superficie
del suelo y el reciclado de nutrientes hacia estratos superiores del suelo (Anghinoni
et, al., 2003).

Calidad de un muestreo:
La calidad de un muestreo se caracteriza a través de dos parámetros: Precisión y
Exactitud (Swenson et al, 1984)
Precisión: describe la reproducibilidad de los resultados.
Exactitud: Indica cuán cercano está el valor del análisis respecto del verdadero del
lote que se está muestreando.
Ambas dependen del número de muestras. Ej: Un lote en el que se muestrea con
una exactitud de +- 10 % y 90 % de precisión, si tomamos 10 submuestras 9 de
cada 10 muestras deberían estar en +- 10 % del valor real del lote.

Toma de muestras:
Existen diferentes maneras de recorrer un lote con el objetivo de obtener una
muestra representativa. La más sencilla consiste en recorrer un lote al azar,
recolectando submuestras que luego son mezcladas para formar una muestra
compuesta que es enviada al laboratorio (Figura 1.a). El inconveniente de este tipo
de muestreo es que frecuentemente no se tiene en cuenta la variabilidad existente
en cabeceras y sectores no homogéneos del lote. Otro plan de muestro consiste en
dividir el campo en subunidades homogéneas (por ej. loma y bajo,), dentro de las
cuales se toman muestras compuestas al azar, evitando cabeceras y cualquier
desuniformidad que pueda aparecer en el lote como sectores engramonados o
rodeos de suelo de menor calidad "suelos overos". Este tipo de muestreo es
conocido como muestreo al azar estratificado (Figura 1.b) (Darwich, 2003). Una
variante es el muestreo en áreas de referencia (Figura 1.c), que consiste en
muestrear intensamente un sector homogéneo del lote, que se asume
representativo del lote completo. Estos dos últimos tipos de muestreo son los más
recomendable para hacer recomendaciones de fertilización a campo, cuando no se
realizará una aplicación variable de fertilizantes. El tipo más intensivo de muestreo
es el muestreo en grilla (Figura 1.d). En el, las muestras son tomadas a intervalos
regulares en todas las direcciones, analizándose por separado. Es muy preciso y
refleja la variabilidad del lote, pero no siempre el retorno económico derivado de una
mejor fertilización alcanza para justificar el costo de este tipo de muestreo.

Figura 1: Tipos de posibles de muestreo de un lote: a) Muentreo al azar b) Muestreo


al azar estratificado c)Muestreo en áreas de referencia d) Muestreo en grilla.

Profundidad de muestreo:
La profundidad de muestreo está determinada por el nutriente o propiedad del suelo
que se pretende cuantificar. Así, la materia orgánica y el pH se miden habitualmente
en capa superficial (0-20 cm) ya que es la profundidad donde ejercen mayor
influencia.
Para fósforo también se ha recomendado la profundidad de 0-20 cm.. La
profundidad de 20-40 cm no mejora la correlación con el crecimiento y la respuesta
a la fertilización. Tampoco el muestreo 0-5 cm mejora dicha correlación (Zamuner
et al., 2003), y tiene más variabilidad.
Con respecto a los nutrientes móviles, los métodos de diagnóstico consideran en
general el nitrógeno en capas profundas, pero no siempre recurren a medirlo, sino
que lo estiman a partir del contenido en capa superficial de suelo. Así, Alvarez y
Alverez (2000), a partir de un grupo muy grande de muestras, encontraron
relaciones muy ajustadas entre la disponibilidad de nitrógeno en horizontes
superiores (0-20 o 0-30 cm) y en profundidad, como se describe a continuación:
N-Nitratos 0-60 cm = N-Nitratos 0-20 cm / 0,65 R2=0,89 N-
N-Nitratos 0-60 cm = N-Nitratos 0-30 cm / 0,69 R2=0,96
(Alvarez y Alvarez, 2000)
El muestreo profundo también presenta inconvenientes. En primer lugar, la
compactación en el barreno y la mezcla de horizontes pueden llevar a cometer un
grave error (Darwich, 2003). Por otra parte, la absorción de Nitrógeno puede tener
una correlación más alta con la disponibilidad a 0-30 cm que con 0-60 cm
(Gelderman et al, 1988), y el Nitrógeno por debajo de los primeros 30 cm no afecta
tanto la recomendación como el que se encuentra en los primeros 30 cm (Carefoot
et al., 1989).
En cuanto al azufre, caben similares consideraciones que en el caso de nitrógeno.
Ferraris (inédito) halló buenas correlaciones entre la disponibilidad de azufre en
capa superficial (0-20 cm) y en profundidad (0-60 cm) (Figura 2) a partir de datos
provenientes de una red de ensayos de fertilización en Soja de primera (Echeverría
et al, 2002).

Figura 2: Relación entre la disponibilidad de azufre de sulfatos en capa superficial


(0-20 cm) y en profundidad (0-60 cm) Figura 2.a: Campaña 2000/01. Figura 2.b:
Campaña 2001/02. G. Ferraris, inédito.

A nivel práctico, que impacto tiene la variabilidad?


Para responder a este interrogante, debe entenderse que la fertilidad de un lote no
presenta una distribución normal. Una variable con distribución normal se distribuye
siguiendo la forma de una campana, y el valor promedio (media) coincide con el
valor mas frecuente (moda). En cambio, al evaluar el contenido de nutrientes de un
lote encontramos muchos puntos con fertilidad algo por debajo del promedio, y unos
pocos muy por encima. De esta manera, el valor promedio (lo que medimos a través
del análisis) es superior al valor más frecuente en el lote. Entonces, fertilizando en
base al promedio, una gran parte del lote puede resultar subfertilizada. La forma de
atenuar esta distribución de los nutrientes es realizar un muestreo intenso (es decir,
un elevado número de "piques"), de modo que el impacto de los valores muy altos
quede diluido en un gran número de submuestras.
La variabilidad puede manifestarse en parcelas tan pequeñas como un ensayo. Así
lo demuestra un experimento realizado en 9 de Julio dentro del Módulo de
investigación del Proyecto Fertilizar. El valor promedio de fósforo del ensayo era de
18 ppm y, de acuerdo con este resultado, no se esperaba respuesta a la fertilización.
Sin embargo, este valor surgía del promedio de dos repeticiones con bajo fósforo (5
ppm, Figura 3.a) y otras dos con alto fósforo (30 ppm, Figura 3.b). Así se explica
que las dos primeras repeticiones hayan presentado respuesta positiva al agregado
del nutriente, y las dos restantes repeticiones no. La recomendación basándose en
el promedio hubiese sido no fertilizar, sin embargo, el promedio enmascaraba áreas
con deficiencias de fósforo.

Figura 3: Rendimiento y respuesta media de dos repeticiones con distinto nivel de


fósforo disponible a la siembra: a) Bloque I y II, 5 ppm; b) Bloque III y IV, 30 ppm. 9
de Julio, Módulo de investigación Proyecto Fertilizar, Campaña 2000/01.

Número de submuestras a recolectar en un lote


Como se mencionara anteriormente, la exactitud y la precisión del muestreo, es
decir, la calidad del mismo, depende del número de submuestras que se tomen en
cada lote. Para ilustrar esta afirmación, vale mencionar un trabajo realizado en Iowa,
EE UU (Mallarino, citado por Darwich, 2003) en el cual se presentan los intervalos
de confianza (es decir, en cuantas ppm puede variar el valor real del lote respecto
del que estamos midiendo) para P disponible medido en la profundidad de 0-20 cm
(Figura 4). Se observa que cuando se toman solamente 5 submuestras en un lote,
el resultado del análisis estará en un rango de (+ 9 ppm) respecto el verdadero valor
del lote, por lo tanto, no es aceptable para realizar recomendaciones de fertilización.
En cambio, cuando se recolectan 20 submuestras, el intervalo de confianza se
reduce a (+- 1,5 ppm), lo cual representa un grado de precisión razonable. Dada la
tendencia asintótica de la curva, no se justifica la recolección de más de 20
submuestras, ya que se logran muy pequeños incrementos en el nivel de precisión.
Cabe destacar que el número de muestras a tomar prácticamente no varía con el
tamaño del lote (Swenson, 1984), al menos hasta una superficie de alrededor de 50
has, pasada la cual es recomendable dividir el lote en dos o más fracciones que no
sobrepasen esta superficie.

Figura 4: Precisión del análisis de P disponible en relación al número de


submuestras recolectadas en el lote (Adaptado de Mallarino, citado por Darwich,
2003).

Consideraciones finales:
El análisis de suelo es una herramienta eficaz como punto de partida de una
estrategia de fertilización. Sin embargo, presenta un aspecto crítico en la toma de
la muestra a analizar, ya que esta debe representar un suelo de por sí heterogéneo.
Entender y saber interpretar esta variabilidad es la clave para aprovechar el
potencial de esta herramienta.

La tecnología más utilizada para definir la cantidad de nutrientes que requiere el


suelo es el análisis de suelo. Para ello, el INIA ha desarrollado recomendaciones
que apuntan a realizar una buena toma de muestras. Conózcalas a continuación.
- Toma de muestras. Para llevar a cabo esta acción se pueden utilizar diferentes
herramientas, como una pala plana o barreno, una huincha de medir, un cuchillo,
bolsas plásticas limpias, lápiz de identificación y un balde limpio (para juntar las sub-
muestras y mezclar).
Las plantas obtienen sus nutrientes minerales del suelo, desde donde los absorben
las raíces. Con ellos, la planta crece y se desarrolla, produciendo hojas, tallos,
flores, semillas y otras estructuras. De esta forma, para que una pradera o un cultivo
tengan una producción adecuada, deben estar bien “alimentados”. Para ello, el
suelo debe estar en condiciones de entregarle todos los nutrientes minerales que
necesitan.

La falta de cualquier nutriente esencial, provocará que las plantas no puedan crecer
adecuadamente y es por ello que varios nutrientes se aportan a través de la
fertilización. Tampoco es recomendable aportar demasiados nutrientes, ya que por
un lado se estará aplicando algo que no es necesario, pero también podría incluso
causar un daño ambiental a futuro. La tecnología más utilizada para definir cuántos
nutrientes es necesario aportarle al suelo es el análisis de suelo. Para ello, el INIA
ha desarrollado recomendaciones que apuntan a realizar una buena toma de
muestras para los análisis de laboratorio.

Las recomendaciones

Para la toma de muestras se pueden utilizar diferentes herramientas, como una pala
plana o barreno, una huincha de medir, un cuchillo, bolsas plásticas limpias, lápiz
de identificación y un balde limpio (para juntar las sub-muestras y mezclar). Como
el objetivo será determinar la fertilidad del suelo, todos los materiales y herramientas
deben estar limpios, de modo de evitar la contaminación de la muestra.

La muestra de suelo debe representar al sector que se desea intervenir (no mayor
a 10 ha), usualmente un potrero o un sector delimitado y homogéneo del campo
(mismo tipo de suelo, pendiente, manejo anterior, etc.). No es recomendable juntar
sectores no homogéneos en una misma muestra. También deben evitarse sectores
donde exista alteración producto de acumulación de animales (bostas y orina),
bebederos, comederos, sombras, entradas de potrero y cerca de los cercos, entre
otros. La muestra se debe tomar a una profundidad constante, que habitualmente
es de 10 cm para praderas y de 20 cm para cultivos.
Consejos:
No es recomendable aportar demasiados nutrientes, ya que por un lado se estará
aplicando algo que no es necesario, pero también podría incluso causar un daño
ambiental a futuro.
Para tener una muestra se debe recorrer el terreno y abarcar todos los sectores,
tomando sub-muestras en cada caso a la misma profundidad. Se recomienda tener
unas 20-25 sub-muestras, las que luego se mezclan, para sacar aproximadamente
500 g de mezcla que se envían posteriormente al laboratorio. La muestra debe ser
bien identificada de acuerdo al sector donde se tomó. La época de muestreo puede
ser cualquiera, y dependerá del objetivo que se tenga. Habitualmente se utilizan los
datos de análisis de suelo para orientar o definir los requerimientos de fertilización
de un cultivo o pradera.
El muestreo de suelos debe planificarse con bastante antelación a la fecha de
aplicación. Se recomienda al menos dos meses antes de las faenas, de modo de
tener los resultados del laboratorio con tiempo suficiente para luego definir la dosis
a aplicar y adquirir los insumos necesarios. Para estudiar tendencias en el tiempo,
es recomendable tener muestras tomadas en épocas comparables.
¿Qué hacer con las muestras?
La muestra de suelos se puede enviar a los laboratorios del INIA para su análisis.
Se pueden solicitar diferentes análisis, aunque los más habituales son los de
nitrógeno disponible (N), fósforo disponible (P), potasio disponible (K), azufre
disponible (S), acidez (pH) y contenido de materia orgánica. En suelos ácidos se
suele agregar la capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICe) y la saturación
de aluminio. Todos estos parámetros entregan una indicación del estado nutricional
del suelo, particularmente de la zona donde se produce la extracción de nutrientes
por parte de las raíces.

Los resultados del análisis de suelos permiten definir cuáles son los nutrientes que
es necesario aportar y de esa manera definir una dosis de fertilización, que asegure
un buen resultado productivo.

Determinación de pH del suelo


ANALISIS
El pH es una propiedad química del suelo que tiene un efecto importante
en el desarrollo de los seres vivos (incluidos microorganismos
y plantas). La lectura de pH se refiere a la concentración de iones hidró-
geno activos (H+) que se da en la interfase líquida del suelo, por la interacción
de los componentes sólidos y líquidos. La concentración de iones
hidrógeno es fundamental en los procesos físicos, químicos y biológicos
del suelo. El grado de acidez o alcalinidad de un suelo es determinado
por medio de un electrodo de vidrio en un contenido de humedad específico
o relación de suelo-agua, y expresado en términos de la escala de
pH. El valor de pH es el logaritmo del recíproco de la concentración
de iones hidrógeno, que se expresa por números positivos del 0 al 14.
Tres son las condiciones posibles del pH en el suelo: la acidez, la neutralidad
y la alcalinidad.
Método
Para la determinación del pH se utiliza el método potenciométrico (Willard
et al., 1974; Bates, 1983).
Fundamento
El método potenciométrico o electroquímico para medir pH de un suelo
es el más utilizado. Con este método se mide el potencial de un electrodo
sensitivo a los iones H+ (electrodo de vidrio) presentes en una solución
problema; se usa como referencia un electrodo cuya solución problema
no se modifica cuando cambia la concentración de los iones por medir,
que es generalmente un electrodo de calomelano o de Ag/AgCl. El electrodo,
a través de sus paredes, desarrolla un potencial eléctrico. En la
práctica se utilizan soluciones amortiguadoras, de pH conocido, para
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calibrar el instrumento y luego comparar, ya sea el potencial eléctrico o
el pH directamente de la solución por evaluar.
Interferencias
Debido a que el pH del suelo es medido en una matriz acuosa como agua
o una solución de sales diluidas, es dependiente del grado de dilución
(relación suelo-dilución). Cuando se mide en agua es importante controlar
el agua adicionada, ya que un aumento causará un incremento en pH; por
ello es necesario mantener la relación constante y tan baja como sea posible.
Sin embargo, la solución sobrenadante puede no ser suficiente para
sumergir el electrodo apropiadamente, sin causar mucho estrés cuando se
inserta dentro del suelo. Los suelos con alta cantidad de materia orgánica
tienden a formar una gruesa pasta seca, por lo que una relación menor de
muestra en agua puede ser aceptable (1:5 o 1:10) (Karma A, 1993). En suelos
contaminados con hidrocarburos la interferencia va a depender de la
concentración y tipo de hidrocarburo, se puede producir desde una simple
iridiscencia sin afectar la determinación, hasta un impedimento de la determinación
por la alta concentración y viscosidad del contaminante.
Material y equipo
ΠMuestra de suelo.
Œ Balanza analítica.
ΠVasos de precipitado de 25 ml.
ΠPipeta de 10 ml.
ΠPiceta con agua destilada.
Œ Potenciómetro.
ΠAgua destilada.
Œ Solución amortiguadora de pH 7 y 4.
Œ Agitadores magnéticos.
Procedimiento
1) Pesar 1 g de suelo y colocarlo en un vaso de precipitado de 25 ml.
2) Agregar 10 ml de agua destilada.
3) Agitar y dejar reposar 10 minutos.
4) Ajustar el potenciómetro con las soluciones amortiguadoras.
5) Pasados los 10 minutos, medir el pH con el potenciómetro.
Manual de técnicas de análisis de suelos
Criterios de evaluación
Tabla 4.1 Criterios de evaluación de un suelo con respecto a su pH (NOM-021-
RECNAT-2000).

El pH del suelo aporta una información de suma importancia en diversos ámbitos


de la edafología. Uno de los más importantes deriva del hecho de que las plantas
tan solo pueden absorber los minerales disueltos en el agua, mientras que la
variación del pH modifica el grado de solubilidad de los minerales. Por ejemplo, el
aluminio y el manganeso son más solubles en el agua edáfica a un pH bajo, y
cuando tal hecho ocurre, pueden ser absorbidos por las raíces, siendo tóxicos a
ciertas concentraciones. Por el contrario, determinadas sales minerales que son
esenciales para el desarrollo de las plantas, tal como el fosfato de calcio, son menos
solubles a un pH alto, lo que tiene como resultado que bajo tales condiciones sean
menos disponibles con vistas a ser absorbidos y nutrir las plantas. Obviamente en
la naturaleza, existen especies vegetales adaptadas a ambientes extremadamente
ácidos y básicos. Empero las producciones agropecuarias suelen basarse en
cultivares que soportan ambientes iónicos de las soluciones del suelo menos
extremos. En la práctica, resulta infrecuente encontrar suelos con pH inferiores a
3,5 o superiores a 10. En este post, destinado a los estudiantes, relataremos
algunos aspectos básicos sobre la importancia que atesora este indicador del
estado del medio edáfico.

Reiteramos que este post esta destinado a estudiantes. No incluimos material o


ideas originales. Tan solo rellenamos una laguna importante en los contenidos de
esta bitácora, en base a recortes de algunas páginas web (las enlazadas) . Los
expertos no encontrarán nada nuevo aquí. Así pues podéis ahorraros su lectura.
¡Vacaciones!

El pH es una medida de la concentración de hidrógeno expresado en términos


logarítmicos. Los valores del pH se reducen a medida que la concentración de los
iones de hidrógeno incrementan, variando entre un rango de 0 a 14. Los valores
por debajo 7.0 son ácidos, valores superiores a 7.0 son alkalinos y/o básicos,
mientras que los que rondan 7.0 son denominados neutrales. Por cada unidad de
cambio en pH hay un cambio 10 veces en magnitud en la acidez o alcalinidad ( por
ejemplo: un pH 6.0 es diez veces más ácido que uno de pH 7.0, mientras que un pH
5.0 es 100 veces más ácido que el de 7.0).

Dicho de otro modo, La acidez de un suelo depende pues de la concentración de


hidrogeniones [H+] en la solución de las aguas y se caracteriza por el valor del pH.,
que se define como el logaritmo negativo de base 10 de la concentración de H+ :
pH.= -log10 [H+]. Es un elemento de diagnóstico de suma importancia, siendo el
efecto de una serie de causas y a su vez causa de muchos problemas agronómicos.

Las letras pH son una mera abreviación de “pondus hydrogenii“, traducido del latín
como potencial de hidrógeno. Sorensen en 1909, introdujo el concepto para
referisrse a concentraciones muy pequeñas de iones hidrógeno. Se trata pues del
proponente del concepto de pH. Puede decirse en términos muy básicos, que las
sustancias capaces de liberar iones hidrógeno (H+) son ácidas y las capaces de
ceder grupos hidroxilo (OH-) son básicas o alcalinas.

El pH del suelo es generalmente considerado adecuado en agricultura si se


encuentra entre 6 y 7. En algunos suelos, incluso con un pH natural de 8, pueden
obtenerse buenos rendimientos agropecuarios. Sin embargo, a partir de tal umbral
las producciones de los cultivos pueden mermarse ostensiblemente. En la mayoría
de los casos, los pH altos son indicadores de la presencia de sales solubles, por lo
que se requeriría acudir al uso de cultivos adaptados a los ambientes salinos. Del
mismo modo, un pH muy ácido, resulta ser otro factor limitante para el desarrollo de
los cultivares, el cual puede corregirse mediante el uso de enmiendas como la cal.
Del mismo modo, a veces se aplican de compuestos de azufre con vistas a elevar
el pH de los suelos fuertemente ácidos.

FUNDAMENTO QUIMICO:
El p.H de un suelo es el resultado de múltiples factores, entre los que cabe destacar:

Tipo de minerales presentes en un suelo


Meteorización (de tales minerales y los que contiene la roma madre)
Humificación en sentido amplio (descomposición de la materia orgánica)
Dinámica de nutrientes entre la solución y los retenidos por los agregados
Propiedades de los agregados del suelo y en especial lo que se denomina
intercambio iónico

Cuando nos referimos al pH del suelo, solemos hacerlo a la solución de las aguas
del suelo en un momento dado, aunque ya veremos que existen otros tipos de
estimaciones. En consecuencia, estimamos la fracción activa de iones hidrógeno
[H+]. En base a esta última podemos clasificar los suelos según su grado de acidez
en los siguientes tipos:

Muy ácido ? pH. < 5,5


Ácido ? 5,6< pH. < 6,5
Neutro ? 6,6 > pH < 7,5
Básico o ligeramente alcalino ?7,6 > pH > 8,5
Muy alcalino ? pH > .8,6

Las condiciones de acidez se dan con mayor frecuencia en:

· Las regiones de alta pluviometría


· Cuando las bases son desplazadas por los hidrogeniones o captadas por las
plantas
· Secreción de sustancias ácidas por las raíces de las plantas
· Compuestos ácidos formados en la descomposición de la materia orgánica
· Suelo jóvenes desarrollados sobre substratos sumamente ácidos
· Contaminación atmosférica que da lugar a las denominadas lluvias ácidas
· Drenaje de ciertos suelos hídricos o encharcados ricos en pirita (suelos ácido
sulfáticos), como ocurre con los manglares
· Etc.

Por tanto, en muchos países Latinoamericanos los problemas de acidez son muy
relevantes en lo que concierne a las producciones agro-pastorales, como ya
analizaremos en otro post. Lo contrario es cierto, con frecuencia, para los suelos
alcalinos. En otras palabras, Las condiciones de alcalinidad se dan preferentemente
en:
En regiones con escasez de agua (áridas y semiáridas)
Cuando el complejo de cambio (complejo coloidal) se encuentra saturado de bases
Escasa actividad biológica de los suelos (debido generalmente a déficits
prolongados de agua).
Cuando por determinadas circunstancias la meteorización de minerales producen
cationes que no se lavan o lixivian (por ejemplo, debido a la susodicha aridez)
Cuencas endorreicas en donde se acumulan los iones lixiviados de las aguas que
drenan allí.
Suelos poco desarrollados sobre substratos ricos en sales
Deficiente manejo del agua en los regadíos, etc.
Factores que afectan al pH. Obviamente nos referimos a todos aquellos que
influyen sobre la concentración de [H+] en el suelo:
Producción de CO2 que pasa a H2CO3 generando Hidrogeniones (la atmósfera del
suelo suele ser mucho más rica en anhídrido carbónico que la que se encuentra
sobre él)
Presencia en el suelo de ácidos orgánicos de bajo peso molecular como acético,
cítrico, oxálico, etc… (Los residuos de ciertos tipos de plantas suelen tener mucho
que ver)
Presencia en el suelo de ácidos fuertes como nítrico y sulfúrico desprendidos por la
actividad microbiana
Humus que contienen grupos funcionales de tipo carboxílicos, fenólicos, enólicos,
etc… (De nuevo la naturaleza de los residuos vegetales que se aporten al suelo es
de suma importancia)
Abundancia en el suelo de óxidos de Fe y Al, que en medio ácido pueden modificar
considerablemente el pH
Sales solubles ácidas, básicas o neutras, las cuales se acumulan en el suelo ya sea
por

Meteorización de los minerales presentes en el medio edáfico


Mineralización (descomposición) de la materia orgánica que se incorpora al suelo
Composición de las aguas de riego (resulta de suma importancia corregirla cuando
no es de buena calidad respecto al tema que aquí nos ocupa)
Adición de ciertos tipos de fertilizantes
Estado de óxido reducción de los tipos de suelo o edafotaxa (es decir. grado de
drenaje-encharcamiento del agua)
Como ya comentamos, en realidad pueden estimarse dos tipos de pH: pH actual:
Es la derivada de la concentración de [H+] en la solución del suelo pH de cambio o
acidez potencial: Considera la concentración y proporción de los hidrogeniones que
se encuentran absorbidos o retenidos por el complejo de cambio (principalmente en
los agregados del suelo).
El rango óptimo de pH sobre el que crecen vigorosamente la mayor parte de las
plantas cultivadas oscila entre 6.0 a 7.0. Es decir hablamos de suelos
moderadamente ácidos o neutros. Este hecho es debido a que la mayor parte de
las sustancias nutritivas para las plantas, presentes en la solución del suelo, son
fácilmente asimilables o absorbidas por las raíces en el susodicho intervalo.

Para finalizar por hoy digamos tan solo que, el pH del suelo influye en el desarrollo
de las plantas y viceversa, la acidez también, en parte, el resultado de los lixiviados
y descomposición de los restos vegetales, así como de la actividad biológica del
suelo. A modo de ejemplo, el intercambio catiónico realizado por las raíces de las
plantas disminuye la estima del pH del suelo, influyendo también la descomposición
del humus, así como la respiración de los organismos del suelo. (Ver también el
enlace: Energía y cambios. pH)
Fundamento matemático
Por medio del análisis de laboratorio, determinar el ph de varias muestras de suelo
y extractos de saturación e interpretar los resultados que se obtenga.
INTRODUCCION.
El ph se define como el logaritmo de la inversa de la concentración de iones de
hidrogeno, una solución con ph menor de 7 será ácida, si el pH es superior de 7
recibe el nombre de básica, un pH igual a 7 corresponde a la neutralidad
La importancia de medir el ph de un suelo radica en la disponibilidad de los
nutrientes del suelo por parte de las plantas para absorberlos, ya que muchos
nutrientes tienen la máxima solubilidad a ph de 6 – 7 decreciendo por encima y por
debajo de tal rango
El ph del suelo es medido por lo general ponteciomètricamente en el sobrenadante
en equilibrio con la suspensión del suelo los valores de ph dependen de las
características del suelo la concentración de CO2 disuelto y el contenido de
humedad al cual se realiza la medición.
El ph del suelo está influenciado por la composición y naturaleza de los cationes
intercambiables, la composición y naturaleza y concentración de las sales solubles
y la presencia o ausencia de yeso y carbonatos de metales alcalinos- térreos

MATERIAL
» Potenciómetro. 1
» Agitador de vidrio 3
» Vaso de precipitado de 100ml. 3
» Pizeta con agua destilada de 170ml. 1
» Balanza granataria. 1
» Papel indicador de pH. 3
» Papel de seda o higiénico
SUSTANCIAS.
♠ Soluciones buffer pH 4.0, 7.0, y 10.0.
42
MATERIAL BIOLOGICO.
♠ Suelo.
METODO DE TRABAJO
1) En cada vaso de precipitado de 100ml. realizar 3 diluciones 1:1, 1:2 y 1:5 (suelo,
agua) respectivamente.
2) Posterior a la dilución, colocar el vaso en un termoagitador durante 10 minutos.
3) Conectar el potenciómetro a la red de energía eléctrica calibrar con buffer pH 7.0
y pH 10.0 o a pH 4.0 según sea el rango de lectura que se espera obtener y esperar
durante tres minutos por lo menos para que proporcione lecturas estables
4) Posteriormente se toma la lectura en el potenciómetro a cada dilución
5) Se saca el electrodo y se lava nuevamente con agua destilada y se seca con
papel seda
MEDICION DEL pH EN EXTRACTOS DE SATURACION DEL SUELO.
6) Calibrado el potenciómetro medir 5-10 ml de extracto y posteriormente se toma
la lectura
7) Desconectar el potenciómetro
8) Medir el pH tanto del suelo preparado como del extracto con papel indicador
sumergiendo una fracción de papel indicador en la muestra a analizar
9) Realizar las observaciones correspondientes de los métodos empleados para
poder enriquecer las conclusiones.
RECOMENDACIONES.

Las lecturas de pH del suelo se toman de la manera siguiente:


♠ Para la dilución 1:1 poner 10 gramos de suelo en un vaso de precipitado de 100
ml y agregar 10 ml de agua destilada, agitar cada 10 minutos durante media hora y
después se toma la lectura en el potenciómetro.
♠ Para la disolución 1:2 proceder de la manera anterior solo que a los 10 gramos de
suelo agregar a 20 ml de agua destilada.
♠ Para la disolución 1:5 Proceder de la manera anteriormente describir solo que a
los 10 gramos de suelo agregar 50 ml de agua destilada.
♠ El CO2 atmosférico afecta las lecturas de pH por lo tanto estas deben hacerse lo
mas pronto posible de haber obtenido el extracto de saturación o las diluciones de
suelo.
♠ La temperatura tanto de los buffer como de las muestras deberá ser igual.
♠ Si el pH de las muestras es elevado ajuste el aparato con un buffer alcalino.
Antes de iniciar el trabajo, se recomienda hacer la siguiente observación al aparato.
Revisar que el nivel de la solución de relleno interno del electrodo ocupe un 75% de
volumen.
La clasificación del pH de duelos y aguas se muestra en el cuadro siguiente.
RANGO DE PH CLASIFICACION
<4.60 Extremadamente ácido
4.60 –5.19 Muy fuertemente ácido
5.20 – 5.59 Fuertemente ácido
5.60 – 6.19 Medianamente ácido
6.20 – 6.59 Ligeramente ácido
6.60 – 6.79 Muy ligeramente ácido
6.80 – 7.19 Neutro
7.20 – 7.39 Muy ligeramente alcalino
7.40 – 7.779 Ligeramente alcalino
7.80 – 8..39 Medianamente alcalino
8.40 – 8.79 Fuertemente alcalino
>9.40 Extremadamente alcalino
PROCEDIMIENTO.
1. Pesado de suelo 10grs., por cada vaso de precipitado.
2. Preparación de diluciones 1:1, 1:2, y 1:5.
3. Agitar por 10 minutos cada muestra con el agitador de vidrio.
4. Calibrado del potenciómetro con las soluciones buffer pH 4.0, 7.0, 10.0.
5. Después de calibrado, colocar el electrodo del potenciómetro en la solución 1:1
6. Esperar por tres minutos o a que de una lectura estable, anotar.
7. Retirar el electrodo y lavar con agua destilada, secar con papel de seda
(higiénico).
8. Repetir los pasos 5, 6, y 7 para las soluciones 1:2, y 1:5.
9. Determinar el pH del suelo de acuerdo a las lecturas obtenidas.

Si tomamos de manera separada las lecturas se obtienen dos tipos de pH de la


muestra de suelo que son: neutro y muy ligeramente alcalino.
Ahora si sacamos un promedio de las tres lecturas obtenemos un pH de 7.18 que
quedaría clasificado como neutro, por lo tanto consideramos que lo más aceptable
es tomar al promedio para clasificar el pH de nuestra muestra.
Que dando clasificado como suelo neutro, que es el tipo de suelo más recomendado
para el cultivo.

Acides intercambiable
Proceso de análisis:
El pH medido en un suelo es producido por un grupo de condiciones químicas
específicas, por tanto, la determinación del pH del suelo es una de las pruebas más
importantes que pueden hacerse para diagnosticar problemas de crecimiento de las
plantas. El H+ intercambiable es la fuente principal de H+ hasta que el pH del suelo
llega a menos de 6, cuando el Al+3 de las láminas octaédricas de las arcillas se
vuelve inestable y es adsorbido como Al+3 intercambiable. La influencia más grande
del pH en el desarrollo de las plantas se efectúa en la disponibilidad de nutrientes
ya que está relacionado con la saturación de bases. Cuando la saturación de bases
es menor al 100%, un incremento en el pH va asociado con un aumento en las
cantidades de Ca y Mg (Foth 1985). 2 Se ha comprobado que en algunos suelos el
Al+3 intercambiable es el catión dominante asociado con la acidez del suelo. Por
tanto en estos suelos la acidez intercambiable está formada por Al+3 + H+ en
diferentes proporciones. La acidez intercambiable en los suelos es el resultado de
la presencia de hidrógeno (H+ ) y Aluminio (Al+3) que causan una disminución en
el pH. La alta concentración de Al+3 genera toxicidad para las plantas, además de
tener un efecto negativo sobre las propiedades químicas del suelo como
solubilización, disponibilidad y absorción de nutrimentos, físicas como estructura y
estabilidad de agregados y biológicas como tipo de organismos presentes en el
suelo, ocasionando así una reducción en el crecimiento de las raíces lo cual afecta
en forma negativa el crecimiento del cultivo. También reduce la calidad de las
cosechas e induce deficiencias nutricionales de: Ca, Mg, P, S y Zn entre otros, por
lo cual es indispensable conocer la acidez intercambiable de los suelos y
relacionarla con el pH, textura y materia orgánica entre otros (Fassbender 1975). El
factor más perjudicial para las plantas en suelos fuertemente ácidos es la toxicidad
de Aluminio (Al+3), particularmente cuando el pH es inferior a 5.0. La toxicidad del
Al+3 también limita la degradación microbiana de la materia orgánica. El pH en el
cual los niveles de Al+3 alcanzan valores perjudiciales depende tanto de la planta
como de factores del suelo, como la mineralogía de las arcillas, el contenido de
materia orgánica, la concentración de otros cationes y aniones y la salinidad total
del suelo. En este caso la proporción de Al+3 en el complejo de cambio y en la
solución del suelo, llega a concentraciones que producen síntomas característicos
de acuerdo con las especies vegetales. Estos síntomas se parecen con frecuencia,
a los problemas que se dan por deficiencias de P y Ca. Se sabe que las plantas
jóvenes son particularmente sensitivas a la acidez (Fassbender 1987). El efecto
neto de la hidrólisis por Al+3 intercambiable es un incremento en la concentración
de H+ de la solución de suelo, que resulta de la disociación de H+ intercambiable
(Foth 1985). Las bases son los elementos que neutralizan las cargas negativas del
suelo, y neutralizan la acidez del suelo. Estas son: Ca, Mg, K, y Na. El Na en exceso
puede causar toxicidad. La CIC es igual a la sumatoria de las bases intercambiables
+ la acidez intercambiable (Al+3+H+ ) (Arévalo y Gauggel 2008). El contenido
mineral de los materiales de origen es de particular importancia en la determinación
de los niveles de fertilidad en los suelos. La transformación de la roca madre
produce cambios, pero siempre la naturaleza del material de origen influirá
grandemente en las características del suelo (Cepeda 2007). Rocas Ígneas: Se han
formado a partir de un material preexistente (magma) que ha atravesado por una
etapa de fusión a alta temperatura, se admite que las rocas ígneas se han formado
por la solidificación (cristalización) de magmas cuyo origen se encuentra en el
interior de la tierra, en la corteza o en la parte superior del manto (Mora y Valverde
2005). Rocas intrusivas: Son aquellas que han alcanzado su solidificación a partir
del magma, por enfriamiento de éste a determinada profundidad y rodeadas de
algún tipo de rocas encajantes (Mora y Valverde 2005). 3 Riolitas: Ricas en cuarzo
y sanidina (variedad de los feldespatos potásicos), además contienen algunas
plagioclasas, muscovita y muy pocos minerales ferromagnésicos (anfíboles,
piroxenos, biotita). Provienen de magmas ricos en SiO2 (ácidos), muy viscosos y
ricos en gases (Mora y Valverde 2005). Andesitas: son de color gris y de textura
porfirítica, hipocristalinas, macizas o vacuolares y escoriáceas. El mineral
predominante es la plagioclasa (oligoclasa, andesina) y los piroxenos (augita e
hipersteno), además puede haber biotita, hornblenda y olivino (Mora y Valverde
2005). Ignimbritas claras: Son de composición riolítica en algunos casos y en otros
andesíticas. Generan suelos ricos en minerales arcillosos. Son suelos con rocas
metamórficas, poco profundos, material de grano grueso y hay visibilidad de quarzo.
(Simons 1977). También se definen como depósitos piroclásticos generados por
avalanchas calientes, provenientes de un vulcanismo fisural explosivo,
generalmente ácido (riolítico, dacítico), adquieren formas columnares al diaclasarse
verticalmente por enfriamiento (Mora y Valverde 2005). Volcánicos: Las arcillas de
los suelos derivados de materiales volcánicos suelen estar constituidas, en algunos
casos, casi exclusivamente de coloides y minerales amorfos. Uno de los
componentes principales de estos suelos es el alófano, silicato alumínico amorfo o
casi amorfo, que contribuye en gran parte a las propiedades físico-químicas de los
suelos (Rodríguez et al., 1971). La carga variable derivada del material amorfo, Fe
y Al orgánico complejo es alta en muchos de los andosoles (Sumner 1999). Tobas
y cenizas volcánicas: Depósitos piroclásticos subáreos, acumulados en frío y que
según su granulometría pueden ser: cineríticos, lapíllicos o blocosos. Su origen y
aspecto pueden ser similares al de la ignimbrita y los aglomerados (Mora y Valverde
2005). Aluvión: Sedimentos continentales y marinos resientes. Incluye depósitos
piedemonte y terraza de grava, planicies de inundación y depósitos de cauce
(Instituto geológico nacional 1991). Para interpretar los resultados de los análisis de
suelos se usa la proporción de cada base en relación a la Capacidad de Intercambio
Catiónico (CIC). Los métodos de laboratorio determinan la CIC {acetato de amonio,
sumatoria de cationes y acidez intercambiable (Boul et al. 2003)}. El análisis directo
de la CIC genera un costo adicional al usuario del servicio, se han desarrollado
métodos más rápidos y menos costosos para el análisis de suelos, uno de ellos es
el Mehlich III que es una solución compleja para extraer todos los elementos
disponibles en el suelo (Arévalo y Gauggel 2008). Con este método no se determina
la Capacidad de Intercambio Catiónico CIC lo que obliga a hacerlo por sumatoria de
cationes, por esta razón el objetivo principal de este estudio fue determinar la
relación existente entre la acidez intercambiable y el pH para estimar la CIC y los
objetivos específicos fueron establecer una relación de acidez intercambiable
(Al+3+H+ ) y la textura y entre la acidez intercambiable (Al+3+H+ ) y la materia
orgánica.

En todas las muestras seleccionadas se determinó pHH2O (agua 1:1) con


potenciómetro, pHKCl con cloruro de potasio (KCl) 1N, porcentaje de materia
orgánica por Walkley y Black, textura por Bouyoucos, acidez intercambiable
(Al+3+H+ ), aluminio intercambiable (Al+3) e hidrógeno intercambiable (H+ ) por
Bremmer y Mulyaney. 2.4 VARIABLES CALCULADAS Se calculó la Capacidad de
Intercambio Catiónico (CIC) por sumatoria de bases más acidez intercambiable {Ca
+ Mg + Na + K + (Al+3+H+ )}, Capacidad de Intercambio Catiónico efectiva (CICe)
por sumatoria de bases más aluminio intercambiable (Ca + Mg + Na + K + Al+3),
porcentaje de Saturación de Aluminio (%SAl) = {(Al+3+H+ ) / CIC)} 100 2.5
ANÁLISIS ESTADÍSTICO Con los resultados obtenidos se realizaron correlaciones
de Pearson y luego regresión entre las variables con alto grado de correlación para
determinar la relación entre pHH2O, materia orgánica y textura, luego se hicieron
correlaciones y regresiones entre las variables pHH2O y pHKCl contra acidez
intercambiable (Al+3+H+ ), aluminio intercambiable (Al+3), hidrógeno
intercambiable (H+ ), Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC), Capacidad de
Intercambio Catiónico efectiva (CICe) y saturación de aluminio (%SAl) utilizando el
programa MINITAB® valor de r > 0.600 y P < 0.05%. 3. RESULTADOS 3.1
RELACIONES DE LA ACIDEZ INTERCAMBIABLE 3.1.1 pHH2O y acidez
intercambiable (Al+3+H+ ) Se encontró una relación muy baja y negativa entre el
pHH2O y acidez intercambiable (Al+3+H+ ) r = (-0.566). A pH mayor de 5.5 la
relación mejora ya que la acidez intercambiable (Al+3+H+ ) existente en el suelo es
mínima. La relación se hace menor a medida que disminuye el pH (Figura 1). # de
muestras = 100 R 2 = 35.6% R 2 (ajustado) = 34.3% P = 0.000 (Al+3+H+ ) = 41.1684
– (14.0141 pHH2O) + (1.19426 PHH2O 2 ) Figura 1. Relación entre pHH2O y
acidez intercambiable (Al+3+H+ ) en suelos de la cuenca del Pacífico en El
Salvador, Honduras y Nicaragua. 3.1.2 Contenido de arcilla y acidez intercambiable
(Al+3+H+ ) No se encontró relación entre el porcentaje de arcilla y la acidez
intercambiable (Al+3+H+ ) (r = 0.065) debido a que existen diferentes tipos de
arcillas con diferente Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC). Las arcillas pueden
tener carga permanente y carga dependiente del pH por sustitución isomórfica, por
lo cual la CIC del suelo va a depender del tipo de arcilla que presente; esto provoca
que se comporten de manera diferente en cuanto a CIC, las arcillas 2:1 tienen alta
y otras como las 1:1 tienen baja. Estas características van a depender del grado de
meteorización del suelo (Sumner 1999). En suelos de coloides similares existe una
correlación entre pH y porcentaje de saturación de las bases. Esta correlación
directa no existe cuando se consideran suelos con una mineralogía de arcillas
diferente (Fassbender y Bornemisza 1987). Para hacer un análisis directo con la
arcilla se requiere conocer el tipo predominante en el suelo (Figura 2). pHH2O
(Al+3+H + ) 7 # de muestras = 100 R 2 = 2.3% R 2 (ajustado) = 0.3% P = 0.524
(Al+3+H+ ) = 2.15219 – (0.0962148 %Ar) + (0.0017296 %Ar2 ) Figura 2. Relación
entre el contenido de arcilla y acidez intercambiable
Fundamento químico:

La relación entre el porcentaje de materia orgánica y la acidez intercambiable


(Al+3+H+ ) fue también muy baja, (r = 0.263) e indica que no es posible inferir la
acidez intercambiable (Al+3+H+ ) con el porcentaje de materia orgánica. (Figura 3).
Esta baja relación se puede deber a que el ion de Al+3 comprende una parte mínima
de la acidez total en muchos de los histosoles (suelos orgánicos), debido a que
estos suelos son ricos en H+, pero contienen poco Al+3, que es derivado de silicato.
Los histosoles contienen minerales de sulfuro como FeS2 que tienen un potencial
de desarrollar acidez extrema bajo condiciones saturadas y anaerobias. Mucha de
la acidez en suelos orgánicos es contribuida por los componentes humificantes,
ácidos húmicos y fúlvicos (Bloom 1999). # de muestras = 100 R 2 = 13.2% R 2
(ajustado) = 11.4% P P = 0.008 (Al+3+H+ ) = 1.59538 – (0.708724 %MO) +
(0.117720 %MO2 ) Figura 3. Relación entre el contenido de materia orgánica y
acidez intercambiable (Al+3+H+ ) en suelos de la cuenca del Pacífico en El
Salvador, Honduras y Nicaragua. % Arcilla (Al+3+H + ) % Materia orgánica (Al+3+H
+ ) 8 En suelos minerales ácidos muchos de los sitios –COOH de la fracción
orgánica son llenados con Al+3. Sólo una pequeña parte de la materia orgánica está
ligada al Al+3 que puede ser extraído con KCl 1M que la mayoría considera no
intercambiable (Bloom 1996). El Al+3 en la materia orgánica es más débil que el H+
(Sumner 1999). 3.2 INFLUENCIA DEL MATERIAL PARENTAL El material parental
del suelo tiene influencia en el contenido Al+3, H+ y acidez intercambiable (Al+3+H+
). En los cuatro grupos de suelo estudiados se presentan correlaciones negativas,
por lo que a mayor cantidad de acidez intercambiable (Al+3+H+ ) menor valor de
pH se obtendrá (Cuadro 2). Esto muestra Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC)
dependiente del pH en todos los suelos estudiados pero en diferentes proporciones,
lo que indica que tienen una constitución en su mineralogía de óxidos, hidróxidos,
alófana o imogolita. Un mismo tipo de roca que evolucione bajo distintas condiciones
de medio, puede dar lugar a suelos con distintas características, mientras que
diferentes rocas bajo un mismo clima suficientemente enérgico y con una acción
prolongada pueden dar lugar a suelos análogos (Porta et al. 1999). No todos los
suelos son iguales por su origen y por los elementos que contribuyen a la
meteorización y su transformación. Esto dependerá de la zona, clima y temperatura
del lugar donde se encuentre el suelo. Cuadro 2. Correlación (r) entre el pHH2O,
pHKCl y aluminio intercambiable (Al+3), hidrógeno intercambiable (H+ ) y acidez
intercambiable (Al+3+H+ ) en suelos de la cuenca del Pacífico en El Salvador,
Honduras y Nicaragua. Material parental Al+3 H+ (Al+3+H+ ) pHH2O pHKCl pHH2O
pHKCl pHH2O pHKCl Aluvión -0.779 -0.593 -0.787 -0.909 -0.882 -0.700 Volcánicos
-0.677 -0.827 -0.751 -0.924 -0.713 -0.873 Toba y cenizas volcánicas -0.746 -0.758
-0.818 -0.863 -0.743 -0.759 Ignimbritas claras -0.468 -0.552 -0.455 -0.583 -0.476 -
0.570 Todos -0.539 -0.663 -0.616 -0.769 -0.552 -0.682 Para determinar la acidez
intercambiable (Al+3+H+ ) en suelos procedentes de aluviones, la mejor relación se
dio con pHH2O, a diferencia de los suelos provenientes de material volcánico, y
tobas y cenizas volcánicas, en los que la mejor relación se dio con pHKCl, debido a
que son suelos con materiales amorfos en los que la capacidad de intercambio
catiónico (CIC) depende del pH. En suelos provenientes de ignimbritas claras no es
posible determinar la acidez intercambiable con pHH2O ó pHKCl, debido a que la
relación para ambos casos es muy baja, y al usar todos los datos baja la relación
(Cuadros 2 y 3). 9 Cuadro 3. Ecuaciones para la determinación de la acidez
intercambiable (Al+3+H+ ) a partir de pHH2O y pHKCl en suelos de la cuenca del
Pacífico en El Salvador, Honduras y Nicaragua. : Ecuación utilizada para calcular la
acidez intercambiable de todas las muestras, que posteriormente fue comparada
con la acidez intercambiable determinada en el laboratorio. Para determinar
aluminio intercambiable (Al+3) en suelos provenientes de aluviones, la mejor
relación se dio con pHH2O a diferencia de los suelos provenientes de material
volcánico, y tobas y cenizas volcánicas, en los que la mejor relación se dio con
pHKCl. En suelos provenientes de ignimbritas claras no es posible determinar
aluminio intercambiable (Al+3) con pHH2O ó pHKCl, debido a que la relación para
ambos casos es muy baja, esto puede ser debido a que las ignimbritas son
andesitas formadas por plagioclasas y otros en los que por una alta presencia de
bases (Ca, Mg, Na y K) no hay acidez intercambiable, y la que hay puede ser
aportada por la materia orgánica a pesar de su bajo contenido (Cuadro 3 y 4).
Cuadro 4. Ecuaciones para la determinación del aluminio intercambiable (Al+3) a
partir de pHH2O y pHKCl en suelos de la cuenca del Pacífico en El Salvador,
Honduras y Nicaragua. Material parental Ecuación R 2 (%) Aluvión del cuaternario
(Al+3+H+ ) = (12.8822) – (4.54232pHH2O) + (0.401089pHH2O 2 ) 85 Volcánico
(Al+3+H+ ) = (15.3740) – (6.03671pHKCl) + (0.59428pHKCl 2 ) 81 Tobas y cenizas
volcánicas (Al+3+H+ ) = (85.3630) – (35.7001pHKCl) + (3.69536pHKCl 2 ) 60
Ignimbritas claras (Al+3+H+ ) = (23.3391) – (9.35361pHKCl) + (0.939986pHKCl 2 )
39 Todos (Al+3+H+ ) = (72.2120) - (30.5863pHKCl) + (3.23248pHKCl 2 ) 67 Material
parental Ecuación R 2 (%) Aluvión del cuaternario Al+3 = (11.3950) – (4.06208
pHH2O) + (0.362519 pHH2O 2 ) 81 Volcánico Al+3 = (11.7570) – (4.65814 pHKCl)
+ (0.463563 pHKCl 2 ) 73 Tobas y cenizas volcánicas Al+3 = (93.1604) – (40.3765
pHKCl) + (4.35938 pHKCl 2 ) 61 Ignimbritas claras Al+3 = (21.3252) – (8.64451
pHKCl) + (0.878254 pHKCl 2 ) 38 Todos Al3+ = (68.2458) – (29.0766 pHKCl) +
(3.08931 pHKCl 2 ) 66 10 La mejor relación para la determinación del hidrógeno
intercambiable (H+ ) fue con pHKCl para los suelos provenientes de aluviones,
material volcánico y tobas y cenizas volcánicas. En suelos provenientes de
ignimbritas claras no es posible determinar hidrógeno intercambiable (H+3) con
pHH2O ó pHKCl, debido a que la relación para ambos casos es muy baja (Cuadro
5). Cuadro 5. Ecuaciones para la determinación de hidrógeno intercambiable (H+ )
a partir de pHH2O y pHKCl en suelos de la cuenca del Pacífico en El Salvador,
Honduras y Nicaragua. Material parental Ecuación R 2 (%) Aluvión del cuaternario
H+ = (2.23687) – (0.825572 pHKCl) + (0.0758711 pHKCl 2 ) 87 Volcánico H+ =
(3.61695) – (1.37857 pHKCl) + (0.130723 pHKCl 2 ) 89 Tobas y cenizas volcánicas
H+ = (8.03947) – (3.22859 pHKCl) + (0.317419 pHKCl 2 ) 76 Ignimbritas claras H+
= (2.01390) – (0.709097 pHKCl) + (0.0617321 pHKCl 2 ) 35 Todos H+ = (6.95762)
– (2.84436 pHKCl) + (0.29084 pHKCl 2 ) 72 Se encontró una relación positiva entre
la Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) tanto en función del pHH2O como en
función del pHKCl en suelos derivados de material volcánico, al igual que la
Capacidad de Intercambio Catiónico efectiva (CICe) debido a que la CIC depende
del pH por el tipo de arcillas. Los suelos provenientes de material aluvial, tobas y
cenizas volcánicas e ignimbritas claras (riolitas y andesitas) no presentan buena
relación entre Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC), Capacidad de Intercambio
Catiónico efectiva (CICe) y PHH2O o pHKCl. Esto puede ser debido a que la
Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) y saturación de bases de un suelo está
afectado por el grado de meteorización que éste posea, grado de fertilización y
equilibrio entre micelas cargadas negativamente y cationes cargados positivamente
(bases) (Cepeda 2007). En suelos provenientes de material volcánico y tobas y
cenizas volcánicas la mejor relación de saturación de aluminio (%SAL) se presenta
con pHKCl, esto indica que la acidez potencial está dada por el aluminio
intercambiable (Al+3) a diferencia de los suelos provenientes de material aluvión,
los cuales presentan mejor relación con pHH2O, debido a que la acidez
intercambiable (Al+3+H+ ) está más influenciada por el H+ . Los suelos provenientes
de ignimbritas claras no presentan buena relación entre saturación de aluminio
(%SAl) y pHH2O o pHKCl ya que por su origen mineralógico predominan las bases
(Ca, Na, Mg, K) y no la acidez intercambiable

Cargas permanentes son debidas a sustituciones isomórficas en minerales


arcillosos, la carga neta es negativa - Cargas dependientes del pH se deben a la
disociación de H de grupos funcionales de la materia orgánica así como de óxidos
e hidróxidos de Fe y Al. A pH bajo estos compuestos no tienen carga Al subir el pH
estos compuestos tienen cargas negativas: Aumenta la CIC CC C-C O OH OH OH
C-C OO - CC O - O - - H + + H + MO MO BAJO pH ALTO

• El Al+3 tiene la capacidad de hidrolizarse, produciendo H+ según las siguientes


reacciones: Al3+ + H2O Al (OH) 2+ + H+ Al (OH)2 + + H+ Al (OH)3 + H+ Al (OH) 2+
+ H2O Al (OH)2 + + H2O Al (OH)3 + H2O Al (OH)4 - + H+ Estas reacciones se
producen si existen fuentes de OH- en el suelo que neutralicen los H+ liberados. •
Al3+ predomina en suelos con pH < 5 • Al(OH) 2+ y Al(OH)2 + predominan en suelos
con pH 5 - 6 • La forma Al (OH)4 - puede existir en suelos con pH > 8 • La hidrólisis
del Fe es un proceso similar

• En suelos ácidos el Al es el catión predominante • No solo es importante la


cantidad absoluta sino la proporción en el total del complejo de intercambio (suma
de bases, Al, Mn, Fe)

• Los hidróxidos de Al forman polímeros cargados (+) que bloquean cargas (-


) de los coloides • Sus cargas son dependientes del pH. Si el pH aumenta liberan
posiciones de intercambio • Por lo tanto los compuestos de Al tienen una gran
importancia en relación al poder buffer de los suelos •Esquema del efecto del
aumento de pH en un suelo cuando éste tiene polímeros de Al cargados (+), los que
ocupan posiciones de intercambio. •Es un proceso más lento que el intercambio de
cationes coloide de carga negat. H+ K+ Mg2+ Na+ Ca2+ Ca2+ polim. de Al carga
posit. + + + + + + polim. de Al coloide de carga negat. K+ Mg2+ Na+ Ca2+ Ca2+
OH- +

• Los polímeros de Fe y de Al cargados positivamente tienen la capacidad de retener


aniones (HPO 4 2- ; H 2PO 4 - ; SO 4 2- ; MoO 4 2- ; Cl - ; NO 3 - ) • Existe una
mayor atracción por fosfatos y sulfato que por los aniones monovalentes • Este
efecto determina que en los suelos donde existe abundancia de polímeros de Fe y
Al se produce una fuerte retención de P, el cual no se encuentra disponible para las
plantas • También el Al3+ es capaz de reaccionar con el fosfato formando fosfatos
de Al, los cuales no están disponibles para las plantas.

Fundamento matemático:
El análisis de suelos es una de las herramientas más útiles para el diagnóstico de
la fertilidad de los suelos. En el caso de la acidez, mediante este procedimiento es
posible detectar su presencia y a su vez generar una recomendación para solventar
adecuadamente el problema. La acidez o aluminio intercambiable se determina
mediante la extracción del suelo con una sal neutra no tamponada, tal como el KCl
1N, y la titulación del extracto con una base. Esta fracción constituye el aluminio e
hidrógeno intercambiable y el de la solución del suelo que pueden perjudicar el
crecimiento de las plantas. La mayor parte de la acidez en los suelos tropicales
(excluyendo los suelos orgánicos) proviene del aluminio, por lo que generalmente
se habla de acidez intercambiable (Al+3 + H+ ) y aluminio intercambiable como si
fueran sinónimos. La acidez intercambiable se expresa en meq/100 mL o cmol(+)/L,
y se considera que un valor > 0.5 cmol(+)/L podría ser problemático para los cultivos.
Otro parámetro de diagnóstico, quizás el más útil, es el % de saturación de acidez,
el cual se calcula mediante la siguiente fórmula: 2 acidez (cmol (+)/L) % Saturación
de acidez = -------------------------------------------------------------- x 100 acidez + Ca + Mg
+ K (cmol(+)/L) La saturación de acidez es una medida del % del complejo de
intercambio catiónico que está ocupado por aluminio e hidrógeno. El valor del % de
saturación de aluminio o acidez intercambiable es el mejor criterio para diagnosticar
problemas de acidez. Cada cultivo, variedad o cultivar tiene su grado de tolerancia
a la acidez, lo cual depende de las características genéticas de la planta. Sin
embargo, en términos generales se puede indicar que casi ningún cultivo soporta
más de 60% de saturación de acidez, y el valor deseable para la mayoría de las
plantas oscila entre 10 y 25%. El pH del suelo está directamente relacionado con el
% de saturación de acidez, ya que el aluminio intercambiable precipita entre pH 5.5
y 6.0. Cuando el pH es menor de 5.5 el aluminio se solubiliza, y por lo tanto, resulta
más abundante y tóxico para las plantas. La suma de bases (Ca + Mg + K) es
también importante, ya que se considera que un valor inferior a 5 cmol(+)/L puede
llegar a disminuir el rendimiento de los cultivos. En síntesis, se puede indicar que
los problemas de acidez aumentan cuando se presentan las siguientes condiciones
en el suelo: a) pH < 5.5 b) Acidez o aluminio intercambiable > 0.5 cmol(+)/L c) Suma
de bases ( Ca + Mg + K ) < 5 cmol(+)/L d) Saturación de acidez >20% El criterio
práctico que domina en la actualidad es utilizar una dosis de cal que reduzca el %
de saturación de acidez del suelo a un nivel que sea tolerable por el cultivo, de
acuerdo con alguna de las siguientes fórmulas propuestas para cuantificar las dosis:
a) Cochrane, Salinas y Sánchez (1980) 1.8 (Al - RAS) (C I C E) ton CaCO3 /ha = --
---------------------------------------------------------- 100 Al = % de saturación de acidez
existente en el suelo RAS = % de saturación de acidez deseado CICE = Capacidad
de intercambio catiónico efectiva b) Van Raij (1991) (V1 - V2) (C I C E) ton
CaCO3/ha = ---------------------------------------------------------- x f 100 3 V1 = % de
saturación de bases que presenta el suelo V2 = % de saturación de bases deseado
CICE = Capacidad de intercambio catiónico efectiva f = 100/PRNT PRNT = Poder
Relativo de Neutralización Total PRNT = Equivalente Químico x Eficiencia
Granulométrica/100 c) Modificación 1.5 (Al - RAS) (C I C E) ton CaCO3/ha = --------
---------------------------------------------------- x f 100 El valor de 1.5 es para neutralizar el
Al no intercambiable, y para hacer correcciones de peso/volumen para ajustar a una
profundidad de incorporación de 15 cm (Yost et al., 1991). La tolerancia a la acidez
del suelo es muy variable entre cultivos, y dentro de una misma especie existen
diferencias notables entre variedades. Algunos cultivos desarrollados originalmente
en suelos calcáreos, como el algodón, sorgo y alfalfa, son susceptibles a niveles de
10 a 20% de saturación alumínica (Bertsch 1995), mientras que otros que han
crecido en ambientes más silvestres son altamente tolerantes. En el Cuadro 1 se
presentan los valores de saturación de aluminio tolerados por algunos cultivos. 4
Cuadro 1. Porcentaje de saturación de Al tolerado por algunos cultivos en suelos
ácidos. Cultivo % de Saturación de Al tolerado % de Sat de Al recomendado Alto
Medio Bajo (RAS) Arroz1 X X X Maíz 40 25 Sorgo 15
La tendencia de ceder y aceptar protones se conoce como la fuerza de el
ácido y lafuerza de una base, respectivamente. Así, un ácido débil es uno que tiene
una bajatendencia a ceder protones (protólisis), se dice que tiene protones en un
bajo nivel deenergía. Una base fuerte es aquella que tiene una alta tendencia a
aceptarlos. Es difícildefinir un valor absoluto de fuerza de un ácido o de una base,
ya que el grado de trans-ferencia de protones depende, no solamente, de la
tendencia del donador, ácido 1,sino también de la capacidad de aceptar protones
de la base 2, del par conjugado ácidobase. Bajo estas circunstancias, la fuerza
relativa de un ácido se mide con respecto a labase, usualmente el solvente. En las
soluciones que tienen el agua como solvente, lafuerza de un ácido y de una base
se mide con relación al par conjugado ácido base.Las reacciones entre pares
conjugados ácido base son reacciones en equilibrio, a lascuales se les puede
aplicar la constante de equilibrio utilizada en química para caracter-izarlas. Paras
las reacciónes ( 1.6) y (1.10) las constantes de equilibrio son: (1.12) (1.12a)Con el
uso del paréntesis se denota el empleo de las actividades de cada especiequímica
involucrada.La ecuación (1.12) incluye dos pasos que representan a cada par ácido
base:H
2
O + H+↔ H +CH
3COOH
En las soluciones acuosas la actividad del agua se puede tomar como constante,
debidaa la pequeña disociación que sufre. Por lo tanto se puede incluir en la
constante de equi-librio y presentarla como una nueva constante, la constante de
disociación ácida, Ka

Determinación de la materia orgánica


Proceso de análisis:
La materia orgánica (MO) se encuentra en los suelos formando parte de tres tipos
de compuestos: a) Formas muy condensadas de composiciones próximas al
carbono elemental (carbón vegetal, grafito, carbón de hulla); b) Residuos de plantas,
animales y microorganismos, alterados y resistentes, denominados humus y
humatos y c) Residuos orgánicos poco alterados de vegetales, animales y
microorganismos (Jackson, 1976). La determinación de la MO resulta fundamental
para el conocimiento de la productividad agrícola y forestal de los suelos (Labrador
Moreno, 1996; Davel & Ortega, 2003; Álvarez & Steinbach, 2006). Existen diferentes
técnicas analíticas para su determinación, dos de las cuales están muy difundidas
y son las que se utilizan en los laboratorios de la región: el método de pérdida por
ignición (Davies, 1974) y el método de combustión húmeda de Walkley-Black
(Walkley & Black, 1934).
El método de pérdida por ignición se basa en determinar la pérdida de peso de una
muestra de suelo al someterla a una temperatura de 430 ºC en horno-mufla durante
24 h (Davies, 1974). Con temperaturas de 430 ºC se lograría una completa
oxidación de la MO. Así este método permite la determinación de la MO total del
suelo, incluyendo las formas condensadas, humus, humatos y residuos orgánicos
poco alterados (Davies, 1974). Otros estudios han determinado que aún a 600 ºC
parte de las sustancias húmicas permanecen resistentes a la oxidación. Sin
embargo, temperaturas mayores a 500 ºC pueden implicar importantes errores en
la determinación por pérdidas de dióxido de carbono de los carbonatos, agua
estructural de los minerales de arcilla, oxidación del ión ferroso, descomposición de
sales hidratadas y óxidos (Rosell et al., 2001). El método de pérdida por ignición
resulta un método económico dado que no se utilizan reactivos químicos y requiere
pocas horas hombre para su realización. Este método resulta razonablemente
preciso en la estimación de MO del suelo si se consideran precauciones para evitar
errores por higroscopicidad y contenido de sales (Rosell et al., 2001).
El método de combustión húmeda de Walkley-Black consiste en una oxidación con
dicromato de potasio en medio de ácido sulfúrico. La reacción toma el calor de la
disolución del ácido, lo que eleva la temperatura y logra la oxidación del carbono
orgánico. El dicromato residual es posteriormente titulado con una sal ferrosa
(Carreira, 2005). El método de combustión húmeda determina sólo una parte del
carbono orgánico, discriminando las formas condensadas y excluyendo en un 90 a
95% el carbono elemental (Jackson, 1976). Dado que la oxidación de la MO que se
logra es incompleta se utiliza un factor de corrección que puede variar de acuerdo
al tipo de suelo y al horizonte considerado (Rosell et al., 2001; Certini et al., 2002;
De Vos et al., 2007). El factor de corrección generalmente utilizado es 1,32 que se
basa en la suposición de que el 76% del carbono es oxidado (1/0,76=1,32) (Rosell et
al., 2001). Otro factor que se utiliza es para convertir la determinación de carbono
orgánico en valores de MO. Este factor también puede variar de acuerdo al tipo de
suelo. En suelos de Patagonia otros trabajos han considerado un factor 2 (Buduba,
2006), basado en la suposición de que el carbono orgánico representa el 50% de la
MO (Scheffer & Schachtschabel, 1992). A su vez, distintos autores sugieren un
factor cercano a 2 para horizontes superficiales (Carreira, 2005). Distintas
interferencias pueden afectar la cuantificación de MO por el método de Walkley-
Black, por ejemplo, presencia de iones cloruro o ferroso y óxidos de manganeso. A
pesar de estas dificultades este método es ampliamente utilizado porque requiere
un equipamiento mínimo, puede adaptarse para la manipulación de gran número de
muestras y no es muy costoso (Rosell et al., 2001).
Las propiedades de la MO del suelo son influenciadas por el clima, la topografía, el
material parental, la vegetación y el tiempo (Jenny, 1961). Dadas las características
de los dos métodos analíticos es esperable que la diferencia en los resultados de
MO obtenidos difiera en función de los tipos de suelo y vegetación. Otros trabajos
han evidenciado diferencias en la relación entre métodos analíticos de
determinación de MO en función del tipo de suelo, uso y vegetación (Brye & Slaton,
2003; De Vos et al., 2005; Lettens et al.,2007).
El objetivo de este trabajo fue evaluar la relación entre los valores de MO obtenidos
por pérdida por ignición y por combustión húmeda en suelos con y sin alumino-
silicatos amorfos y con distintos tipos de vegetación en la Región Andino
Patagónica.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se seleccionaron 100 sitios de muestreo en la Región Andino Patagónica Argentina,
distribuidos desde el sur de la provincia de Neuquén (40º lat S) hasta el centro de
la provincia de Chubut (43º lat S), con suelos desarrollados sobre ceniza volcánica
bajo un gradiente pluviométrico de 425 a 2.000 mm anuales. Los sitios de muestreo
fueron seleccionados en relación a la vegetación (20 sitios para cada tipo de
vegetación): plantación de pino ponderosa; estepa herbácea con predominio de
coirón (Stipa spp.); estepa arbustiva representada principalmente por neneo
(Mulinum spinosum), calafate (Berberis buxifolia) o palo piche (Fabiana imbricata);
arbustal de retamo (Diostea juncea), radal (Lomatia hirsuta), laura (Schinus
patagonicus) y maitén (Maytenus boaria); y bosque denso de ciprés de la cordillera
[Austrocedrus chilensis (D. Don) Pic. Sern. & Bizarri].
En cada sitio se obtuvo una muestra compuesta del horizonte A que fue secada al
aire, tamizada y homogeneizada. Cada muestra se hizo reaccionar con ácido
clorhídrico (HCl) a fin de descartar la presencia de carbonatos (Schoeneberger et
al., 1998). Se determinó el pH en fluoruro de sodio (NaF) en una solución de NaF
1N, con una relación suelo:solución de 1:50 (Fieldes & Perrot, 1966). Cuando el pH
a los 60 minutos fue superior a 9,2 se consideró como indicador de la presencia de
aluminosilicatos amorfos (alófano o imogolita) (Irisarri, 2000). Se determinó también
el porcentaje de MO de cada muestra, mediante dos técnicas diferentes: 1) Pérdida
por ignición (Davies, 1974), 2) Método de combustión húmeda de Walkley-Black
(Walkley & Black, 1934). Para la determinación de MO por pérdida por ignición se
utilizaron 5 g de muestra, tamizada a 2 mm, colocada en estufa (a 105 ºC) durante
24 h para calcular la humedad higroscópica. Luego de pesadas, las muestras fueron
colocadas en horno mufla a 430 ºC durante 24 h. Antes de realizar las pesadas las
muestras fueron colocadas en un desecador, con sílica gel, para que alcancen la
temperatura ambiente y no absorban humedad.
El método de combustión húmeda fue realizado con muestras tamizadas a 0,5 mm.
Esta molienda fina mejora la recuperación del carbono orgánico en suelos
alofánicos, en los cuales la MO está fuertemente asociada con los minerales
(Carreira, 2005). Se utilizó un factor de 1,32, estimando que el 76% del carbono fue
oxidado (Rosell et al., 2001; Carreira, 2005). Para convertir los valores de Carbono
orgánico en MO se utilizó el factor 2 (Scheffer & Schachtschabel, 1992).
Análisis de datos
Se evaluó la variación de los valores de MO y pH NaF en los distintos tipos de
vegetación mediante análisis de varianza de un factor y contrastes múltiples con el
método de Scheffé (Ramsey & Schafer, 1997).
Se realizó un análisis de varianza de dos factores considerando como variable
dependiente la diferencia relativa entre los métodos de determinación de MO,
calculada como: [(MOPI -MOCH)*100/ MOPI], siendo MOPI = contenido de MO
obtenido por el método de pérdida por ignición; MOCH = contenido de MO obtenido
por el método de combustión húmeda. Los factores correspondieron a: factor
presencia de aluminosilicatos amorfos (2 niveles; según pH NaF mayor o menor a
9,2) y factor vegetación (5 niveles; plantación de pino ponderosa, estepa herbácea,
estepa arbustiva, arbustal y bosque denso de ciprés). Se realizaron contrastes
múltiples con el método de Scheffé (Ramsey & Schafer, 1997).
La relación entre ambos métodos de determinación de MO fue analizada para cada
tipo de vegetación mediante regresiones lineales simples. Se consideró como
variable independiente MOCH y como variable dependiente MOPI. Otros autores han
encontrado una fuerte relación entre los distintos métodos de determinación de MO,
sugiriendo que pueden utilizarse regresiones lineales simples para recalcular datos
de MO del suelo entre distintas metodologías analíticas (Jankauskas et al., 2006).
Las pendientes de las rectas fueron comparadas mediante pruebas de t (Steel &
Torrie, 1993).
RESULTADOS
Existió una gran variación en los contenidos de MO y en los valores del pH NaF
entre los distintos tipos de vegetación. Las plantaciones de pino, la estepa herbácea
y la estepa arbustiva presentaron los valores más bajos de MO determinada por
combustión húmeda (Figura 1). Los suelos con vegetación de arbustal presentaron
valores intermedios, que resultaron significativamente mayores a los registrados en
plantaciones de pino y en la estepa herbácea. El bosque de ciprés presentó los
valores máximos, significativamente mayores a los hallados en los otros tipos de
vegetación (Figura 1). Resultados similares se obtuvieron al analizar la MO
determinada por el método de pérdida por ignición (datos no presentados). A su
vez, el pH NaF fue significativamente mayor en el suelo bajo bosque de ciprés que
en el resto de los tipos de vegetación (Figura 2). Estos resultados están en relación
con la precipitación asociada a los distintos ambientes (Tabla 1). La formación de
aluminosilicatos amorfos requiere la existencia de precipitaciones cercanas o
superiores a los 1.000 mm (Colmet Dâage et al., 1995) situación que sólo fue
frecuente en los sitios con vegetación de bosque de ciprés (Tabla 1). En sitios con
vegetación de plantaciones de pino, estepa herbácea y estepa arbustiva sólo se
registraron suelos con presencia de aluminosilicatos amorfos en 3 de los 20 lugares
evaluados para cada tipo de vegetación. En arbustales, 6 sitios presentaron pH NaF
superior a 9,2. En tanto los suelos con bosques de ciprés siempre evidenciaron la
presencia de aluminosilicatos amorfos. CO2.

Fundamentos químicos.
Los vertidos industriales se caracterizan y regulan, entre otros parámetros, por su
contenido en carbono y su demanda de oxígeno. El carbono total se define como la
cantidad de CO2 desprendido cuando se oxida completamente la muestra. El
carbono total incluye material orgánico disuelto, llamado carbono orgánico total, así
como carbonatos disueltos, CO3 2− y HCO3 − , denominados estos últimos carbono
inorgánico total. La Demanda Total de Oxígeno (DTO) indica la cantidad de O2
requerido para la oxidación completa de los contaminantes de un vertido. Además
de las especies carbonadas, compuestos de nitrógeno y azufre con carácter
reductor, como NH3 y H2S, también contribuyen a la DTO. Muchos contaminantes
se pueden oxidar en caliente con dicromato (Cr2O7 2− ), lo cual constituye un
método analítico habitual para la determinación de materia orgánica en residuos. Se
define la Demanda Química de Oxígeno (DQO) como la cantidad de O2
químicamente equivalente al Cr2O7 2− consumido en este proceso. Dicha
equivalencia queda establecida a partir de las reacciones de reducción-oxidación
correspondientes (en medio ácido): Semireacción para el dicromato: Cr2O7 2− + 14
H+ + 6e− → 2 Cr3+ + 7 H2O (Naranja) (Verde) Semireacción para el oxígeno: O2 +
4 H+ + 4 e− → 2 H2O Como se puede observar, cada Cr2O7 2− consume 6
electrones al reducirse, mientras que cada molécula de oxígeno consume 4
electrones. Por consiguiente, el consumo de 1 mol de Cr2O7 2− en la oxidación es
equivalente al consumo de 1.5 moles de O2. La determinación de la DQO se utiliza
para la caracterización y regulación de la emisión de desechos industriales. El
campo normal de variación de la DQO en este tipo de vertidos oscila típicamente en
el intervalo 200-4000 mg de O2/L. La DQO se utiliza también para estimar la
Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), en residuos que son demasiado tóxicos
para la determinación de esta última. La DBO se define a partir del oxígeno
consumido por microorganismos para la degradación de la materia Técnicas
Avanzadas en Química Ciencias Ambientales, curso 2004/05 2 orgánica en la
muestra. La DQO es, normalmente, más alta que la DBO, aunque la cantidad variará
de unas aguas a otras. 2. Fundamento El método empleado se basa en la reacción
de una muestra de agua contaminada (por ejemplo, un supuesto vertido industrial)
con un oxidante enérgico, como es el dicromato potásico1 , en medio ácido sulfúrico
con Ag+ como catalizador y la valoración por colorimetría de la cantidad de
dicromato consumida en este proceso. Los compuestos orgánicos oxidables actúan
reduciendo el dicromato, Cr(VI), a ion crómico Cr(III). La cantidad de dicromato
consumido proporciona una medida de la concentración de contaminantes en el
agua. La utilización de la colorimetría (absorción visible-ultravioleta) para la
determinación de la DQO en esta práctica se basa en los diferentes espectros de
absorción del Cr(VI) (de color naranja, absorbe en longitudes de onda en torno a
440 nm) y el Cr(III) (de color verde, absorbe en torno a 600 nm), por lo que ambas
especies se pueden detectar independientemente. Realizaremos la calibración de
la técnica con disoluciones patrón de Ftalato potásico (sustancia orgánica
reductora), cuya DQO es bien conocida. 3. Aparatos y material Equipo para análisis
de DQO: Placa calefactora para tubos de ensayo regulada a 150ºC 8 Tubos de
ensayo de vidrio con tapón de rosca 1 gradilla para tubos de ensayo
Espectrofotómetro UV-visible 3 matraces aforados de 100 mL 6 matraces aforado
de 25 mL 1 frasco topacio 1 varilla de vidrio 2 vasos de precipitados de 50mL Pipetas
graduadas de 0.5 mL, 2 mL y 10 mL 4. Reactivos *Disolución patrón de Ftalato ácido
de potasio, 850 mg/L. Pesar 0.085 g del reactivo, disolver en agua destilada y diluir
a 100 mL en matraz aforado.
*Dicromato potásico- Disolver 0.3 g de dicromato potásico (K2Cr2O7) en agua
destilada en un matraz aforado de 25 mL
5. Procedimiento experimental a) Antes de comenzar a preparar las disoluciones de
los distintos reactivos, asegurarse que la placa calefactora esta encendida y ajustar
la temperatura a 150ºC. b) Añadir en cada uno de los 8 tubos de ensayo una punta
de espátula (unos 0.03 g, pesados en la balanza de precisión) de sulfato mercúrico
(HgSO4). Los iones mercurio (Hg2+) actuarán como complejante del ion cloruro (Cl−
) evitando que éste interfiera en la medida colorimétrica, ya que el Cl− aislado en
disolución absorbe luz en las longitudes de onda utilizadas para detectar el Cromo.
c) Preparación de disoluciones patrón y muestras problema 1) Numerar claramente
los 8 tubos de ensayo con rotulador de vidrio. 2) Añadir en los tubos de ensayo los
siguientes volúmenes de patrón de ftalato ácido de potasio (850 mg/L): Tubo 1: 0
mL; Tubo 2: 0.25 mL; Tubo 3: 0.5 mL, Tubo 4: 1 mL; Tubo 5: 1.5 mL En los 3 últimos
Tubos 6, 7 y 8, añadir 1 mL de disolución problema d) Adición del oxidante 1) Añadir
a cada uno de los Tubos, 0.8 mL de disolución de dicromato potásico. 2) Enrasar
cada tubo de ensayo hasta 2.5 mL con agua destilada. Ejemplo del proceso de
preparación: Tubo 1: 0 mL (ftalato) + 0.8 mL (dicromato)+ 1.7 mL (agua) Tubo 2:
0.25 mL (ftalato) + 0.8 mL (dicromato)+ 1.45 mL (agua) … Tubo 5: 1.5 mL (ftalato)
+ 0.8 mL (dicromato)+ 0.2 mL (agua) Tubo 6, 7 y 8: 1 mL (problema) + 0.8 mL
(dicromato)+ 0.7 mL (agua) e) Adición del medio ácido Añadir 2.5 mL de ácido
sulfúrico concentrado en cada tubo de ensayo. ATENCIÓN: Esta reacción es
exotérmica, se realizará en la campana extractora utilizando gafas de protección y
guantes,. Añadir el ácido con una pipeta poco a poco. Finalmente, limpiar bien los
restos de ácido en el exterior de los tubos y en la campana. f) Concluidas las
anteriores operaciones, se cierran bien los tubos, se limpian y secan por fuera y,
finalmente, se agitan e introducen en los depósitos de la placa a 150ºC. g) Calentar
las muestras en el calefactor durante 20 minutos. A continuación, pasar los tubos
de ensayo a una gradilla y enfriarlos en agua de grifo hasta temperatura ambiente.
h) Mientras se calientan los tubos, realizar el cálculo de la DQO de los tubos de
ensayo con las disoluciones patrón. Seguir para ello el siguiente esquema: Técnicas
Avanzadas en Química Ciencias Ambientales, curso 2004/05 4 La reacción de
oxidación del ftalato es: C8H6O4 + 7.5 O2 → 8 CO2 + 3 H2O por lo que una
disolución de 850 mg/L de ftalato ácido de potasio requiere 1000 mg/L de O2 para
su oxidación (esto es, la DQO de 850 mg/L de ftalato es de 1000 mg/L). Teniendo
en cuenta la concentración real de la disolución patrón y la dilución hasta 5 mL
realizada en cada tubo de ensayo, calcular la DQO de cada tubo de acuerdo con la
anterior equivalencia.y completar la siguiente tabla (incluirla en el informe de la
práctica): TUBO nº TUBO 1 TUBO 2 TUBO 3 TUBO 4 TUBO 5 mL patrón añadidos
0 0.25 0.5 1.0 1.5 Concentración de Ftalato (mg/L) DQO (mg/L O2) i) Lecturas de
Absorción UV-visible 1) En el espectrofotómetro, medir el espectro de absorción UV-
visible en el intervalo 370-670 nm de las muestras patrón de ftalato más diluida y
más concentrada. Localizar las longitudes de onda de máxima absorción en los
intervalos 480-420 nm (Cr(VI)) y 580-640 nm (Cr(III)). Utilizar agua destilada como
cubeta de referencia del aparato. 2) Efectuar lecturas de absorbancia de las 8
muestras a cada una de las dos longitudes de onda correspondientes a los máximos
encontrados. De nuevo, utilizar agua destilada para poner a cero el aparato. j)
Presentación de resultados 1) Representar los espectros de absorción UV-visible
registrados 2) Construir la recta de calibrado representando (Apatrones − Ablanco)
frente a la DQO de los patrones utilizados. Ablanco es la absorbancia del Tubo 1 (el
blanco, sin materia orgánica), que no se incluirá en la gráfica. 3) A partir de la
ecuación de la recta de calibrado y la absorbancia de los Tubos 6, 7 y 8, determinar
la DQO (en mg/L de O2) de la muestra problema. Multiplicar por el factor de dilución
apropiado (recuerde que ha diluido la muestra problema para realizar el
experimento). 4) Calcular el error de la determinación (error estadístico ε= ± t⋅(s/√N),
obtenido a partir de la desviación cuadrática, s, de las 3 medidas realizadas y la t
de Student, que para N=3 vale t=4.3). Discutir la precisión del método.

Fundamentos Matemático:
Con base en conceptos y teorías de cinética química relativos a las colisiones
moleculares que acontecen durante una reacción química, se expone un modelo
matemático para describir el proceso de maduración del querógeno (querógeno
reactivo) en el tiempo. En virtud de la enorme complejidad química-estructural que
presentan los hidrocarburos, se utilizan los conceptos de potenciales de querógeno
(porciones de querógeno potencialmente transformables en hidrocarburos) y
fracciones de carbono, en lugar de los términos reactivos y productos de una
reacción, respectivamente. Los cambios producidos en la composición química del
querógeno se modelan entonces, a través de un número n de reacciones químicas
paralelas en las que se asume que los potenciales iniciales de querógeno se
descomponen más o menos simultáneamente para producir las distintas fracciones
de carbono (Espitalié et al., 1987). De esta manera se obtiene un sistema de
ecuaciones diferenciales para describir la cinética química de la maduración del
querógeno, a saber:

(1)
sujeto a las condiciones wi(0)=wi0; donde ki, wi(t) y wi0 significan, para la reacción
número i, la constante de reacción, la concentración del potencial de querógeno
existente en el tiempo t y la concentración del potencial inicial; respectivamente.
Tal como se indicó anteriormente, existe una estrecha relación entre la temperatura
y el proceso de transformación del material orgánico; específicamente, las
constantes de reacción dependen del valor del campo de temperatura en un lugar
del espacio y tiempo determinados. Esta dependencia ha sido establecida, para
cada constante de reacción ki, a través de la ecuación semi-empírica de Arrhenius

(2)
donde T es la temperatura medida en grados Kelvin, R es la constante universal de
los gases (R= 1,987×10-3Kcal·mol-1·ºK-1), Ei es la energía de activación (Kcal·mol-
1), y A (seg-1) es el término o factor pre-exponencial. Estos dos últimos, junto a la
i
concentración del potencial inicial número i de querógeno, wi0, son los denominados
parámetros cinéticos, y dependen esencialmente del tipo de querógeno.
Utilizando la función E1(z) definida como
para todo número complejo z tal que úarg zê<p (Abramowitz y Stegun, 1972), y la
fórmula

donde (x) < 5×10-5; a1=2,334733; a2=0,250621; b1=3,330657; b2=1,681534 y x


es un número real tal que 1 x< (Abramowitz y Stegun, 1972), se obtiene una
fórmula de aproximación racional para el cálculo de la integral de la constante de
reacción ki (Ec. 2) para algún valor de i, i {1,..., n}, (Braun y Burnham, 1987):

(3)
donde Ta y Tb son el valor del campo de temperatura en los tiempos t=a y t=b,
respectivamente; mientras que los demás guarismos poseen el mismo significado
especificado en ecuaciones anteriores.
Finalmente, el grado de madurez del querógeno, principal interrogante en el estudio
exploratorio de una cuenca, se ha estimado utilizando el índice de transformación
(transformation ratio)

(4)
el cual incrementa continuamente desde 0 hasta 1 e indica el porcentaje de
querógeno inicial transformado en hidrocarburos en el tiempo t.

Modelo Numérico
Tal como se planteó en el inciso anterior, las constantes de reacción k i(i {1,..., n})
de las reacciones químicas que constituyen el proceso de maduración del
querógeno, dependen de la temperatura según la relación de Arrhenius (Ec. 2). En
este sentido, resulta de gran importancia el conocimiento de la distribución del
campo de temperatura en la cuenca donde yace acumulada la materia orgánica.
Para obtener el estado térmico de la cuenca en cuestión, se ha adaptado una
aplicación (Figueroa, 2002) que simula la paleotemperatura de una estructura 3D
acotada que evoluciona de un estado geológico estacionario a otro, denominado
transitorio. Dicha aplicación resuelve la ecuación del calor en conducción pura (sin
el término convectivo) a través del método de los elementos finitos. La distribución
final del campo de temperatura en cada estado geológico se obtiene por relajación
de la proyección de la temperatura del estado previo. Los términos relajación y
proyección se explicarán en detalle más adelante. Siguiendo una idea similar a la
planteada por Endignoux y Wolf (1990), la discontinuidad de la proyección de la
temperatura a nivel del plano de falla se trata mediante una "difusión instantánea",
que consiste en un promedio ponderado de los valores de temperatura de los nodos
de elementos adyacentes al plano de falla.
Así, el modelo de maduración del querógeno aquí planteado se inscribe en y
modifica al modelo numérico descrito en el párrafo anterior, obteniéndose otro de
mayor alcance y potencia. El método numérico empleado para este fin puede ser
sintetizado en tres grandes etapas: discretización del espacio 3D objeto de estudio,
cálculo de la temperatura y resolución de las ecuaciones matemáticas (1) y (3), y
cálculo del índice de transformación.
En primer lugar, se considera un intervalo de tiempo [0, ], donde t=0 denota el
instante (millones de años antes del presente) considerado como momento de inicio
del proceso evolutivo de la cuenca, y la cantidad de años transcurridos desde ese
momento inicial hasta la actualidad. Es decir, se estudian las variaciones inducidas
sobre la materia orgánica por un cabalgamiento que se desarrolla en el período de
tiempo [0,t]. Este intervalo es determinado a través de diversas técnicas geológicas
ajenas a este trabajo (De Paor, 1988). [0, ] es particionado en m-1 sub-intervalos
(m es un número natural), haciendo uso de m puntos: 0=t0, t1, t2,..., tm-1= , en cada
uno de los cuales se analiza una fase de la evolución cinemática de la cuenca, fase
que se denominará estado geológico. De nuevo, la elección de estos sub-intervalos
es tarea del geólogo. La discretización espacial, por otra parte, corresponde a la
elaboración, para cada uno de los estados geológicos, de una malla de elementos
finitos en un dominio 3D acotado, o representación geométrica de la cuenca en
estudio (Figura 1). Estos mallados pueden diferir en virtud de las deformaciones
geomorfológicas que sufre la cuenca como consecuencia de las fuerzas tectónicas
compresivas, presentan todos una refinación en la zona donde el querógeno está
acumulado, y son utilizados tanto por el presente modelo de maduración del
querógeno como por el esquema de evolución térmica. De manera tal que para cada
estado geológico, en cada nodo de la malla correspondiente, se dispondrá del valor
de la temperatura. Hay que destacar que la elaboración de una malla diferente en
cada estado geológico, aunado a la técnica de proyección del campo de
temperaturas que será explicada más adelante, viene a resolver un problema
clásico de inconsistencia topológica en el mallado que surge cuando el mismo es
«deformado», según la cinemática elegida, de una geometría a otra (Shi y Wang,
1987).
Se inicia el proceso de cálculo estimando la temperatura en cada uno de los nodos
del mallado espacial del estado geológico correspondiente al tiempo t0=0. Los
parámetros cinéticos para este primer estado son insumos externos. Luego, se
simula la deformación tectónica mediante un programa externo, para obtener el
segundo estado geológico asociado al tiempo t1 de la discretización temporal antes
hecha. Se proyecta, entonces, el valor del campo de temperatura en cada uno de
los nodos de la malla del segundo estado, y se proyecta, igualmente, el potencial
de querógeno en cada uno de los nodos de la región petrolígena (donde se
encuentra la materia orgánica acumulada) de este segundo estado geológico. Este
proceso de proyección se fundamenta en las hipótesis de deformación instantánea
de la estructura y conservación del campo de temperatura, y debe ser realizado
debido a que no se dispone de un programa de simulación cinemática 3D que
modele el desplazamiento de puntos en el espacio y que, a su vez, conserve valores
físicos-químicos en cada uno de los puntos desplazados. Después de la proyección,
se identifican los valores de la energía de activación y el factor de frecuencia
correspondientes a cada nodo del estado geológico en t1, para continuar luego con
el siguiente paso, conocido como relajación. La relajación consiste en normalizar,
simultáneamente, tanto el potencial de querógeno como el campo de temperatura
en el segundo estado. Para tal fin se divide el intervalo de
tiempo t0,t1 considerando r1 puntos:

Para cada punto espacial t0j, j {1,..., r1} y en cada nodo del dominio tridimensional
que representa el segundo estado geológico, se estima el valor de la temperatura.
Utilizando la temperatura de los nodos en la región petrolígena, se calcula la integral
de las constantes de reacción utilizando la fórmula de aproximación racional (Ec. 3),
con lo cual, sustituyendo en Ec. 1 se obtiene el valor del potencial de querógeno
para cada nodo del mallado ubicado en la franja de querógeno del segundo estado
geológico. Finalizado este proceso de relajación se tiene la distribución de la
temperatura y el valor de los potenciales de querógeno en el estado geológico
correspondiente al tiempo t1. Se procede, nuevamente, a simular la deformación de
la cuenca para obtener el estado geológico en el tiempo t2. Se proyecta el valor del
campo de temperatura y el potencial de querógeno en los nodos correspondientes
del mallado de este nuevo estado geológico. Se discretiza el intervalo ú t1,t2 êcon
r2 puntos:

y se normalizan el campo de temperatura y los potenciales de querógeno en este


tercer estado geológico, calculando, en cada paso de tiempo t 1j, j {1,..., r2}, la
integral (Ec. 3) y la actualización del potencial de querógeno mediante la Ec. 1. Se
continúa de esta manera: simulando la deformación rocosa, proyectando el campo
de temperatura y los potenciales de querógeno, y relajando, hasta obtener la
distribución de la temperatura en el estado geológico actual, correspondiente al
tiempo tm-1= y los potenciales de querógeno en los puntos de la región petrolígena
de este estado.
Finalmente, utilizando los potenciales de querógeno en los tiempos t=0 y t= , se
estima, a través de la Ec. 4, el grado de maduración que presenta en el tiempo
actual el material orgánico acumulado en la cuenca sedimentaria sometida a
deformaciones

EL FOSFORO EN EL SUELO

Procedimiento de análisis:

El fosforo es un elemento que estimula el desarrollo del sistema radicular y el


establecimiento temprano de las plantas. Es muy importante en la función
reproductiva, por lo que es abundante en flores y frutos. El fosforo se extrae del
suelo por medio de una solución extractora de ácido clorhídrico con fluoruro de
amonio y se determina como fosfato puesto que al reaccionar con el molibdato de
amonio y el tartrato de potasio y antimonio y al ser reducido con ácido ascórbico
desarrollan color azul que se determina colorimétricamente. La determinación de
fósforo disponible en suelos se realiza en dos etapas, primeramente es necesario
extraer el fósforo por medio de una solución adecuada a las características químicas
del suelo y posteriormente cuantificar el fósforo extractado por alguna técnica
analítica. Existen numerosas soluciones extractoras y la selección de ellas para una
determinada localidad requiere de un análisis de correlación y calibración. En la
presente informe se describe de forma general la importancia de los elementos
fosforo, como parte de los macronutriente , como también la forma de determinación
del mismo en los suelos a través de la utilización práctica del método de bray-kurtz
y el involucramiento directo del estudiante; pues estos análisis de suelos son
necesario para una mejor gestión de la fertilización, cultivo y para elegir el cultivo
más adecuado para obtener los mejores rendimientos de cosecha, sin deteriorar el
recurso obteniendo una producción sostenible.
3. II. OBJETIVO El análisis de laboratorio, determinar el contenido de fósforo
disponible de un suelo e interpretar los resultados obtenidos partes por millón. III.
MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL 1. Las reacciones del fósforo en el suelo El
fósforo se encuentra en los suelos tanto en forma orgánica como inorgánica y su
solubilidad en el suelo es baja. Existe un equilibrio entre el fósforo en la fase sólida
del suelo y el fósforo en la solución del suelo. Las plantas pueden adsorber
solamente el fósforo disuelto en la solución del suelo, y puesto que la mayor parte
del fósforo en el suelo existe en compuestos químicos estables, sólo una pequeña
cantidad de fósforo está disponible para la planta en cualquier momento dado. Al
absorber el fósforo de la solución del suelo por las raíces, parte del fósforo adsorbido
a la fase sólida del suelo es liberado a la solución del suelo, para mantener un
equilibrio químico. Los tipos de compuestos de fósforo que existen en el suelo son
principalmente determinados por el pH del suelo y por el tipo y la cantidad de los
minerales en el suelo. Por lo general, los compuestos minerales que forma el fósforo
son compuestos de aluminio, hierro, manganeso y calcio. En suelos ácidos el
fósforo tiende a reaccionar con aluminio, hierro y manganeso, mientras que en
suelos alcalinos, la fijación dominante es con el calcio. El rango de pH óptimo para
la disponibilidad máxima del fósforo es de 6.0-7.0. En muchos suelos la
descomposición de la materia orgánica y los residuos de cultivos contribuyen al
fósforo disponible. 2. La absorción de fósforo por las plantas Las plantas absorben
el fósforo de la solución del suelo como el ion ortofosfato: HPO4-2 o H2PO4-. La
forma en que el fosforo es absorbido es afectado por el pH. En un pH más alto
predomina la forma H2PO4-.
4. La movilidad del fósforo en el suelo es muy limitada y por lo tanto, las raíces
pueden absorber el fósforo solamente de su entorno inmediato. Desde que la
cantidad del fósforo en la solución del suelo es baja, la mayor parte de la absorción
del fósforo es activa, contra del gradiente de la concentración (es decir, la
concentración del fósforo es mayor en las raíces que en la solución del suelo). La
absorción activa es un proceso que consume energía, así que las condiciones que
inhiben la actividad de las raíces, tales como las bajas temperaturas, el exceso de
agua, etc., inhiben la absorción del fósforo. 3. La deficiencia de fósforo Los síntomas
de la deficiencia del fósforo incluyen retrasos en el crecimiento de la planta,
coloración púrpura oscura de las hojas más viejas, retraso en el crecimiento de las
raíces y el florecimiento. En la mayoría de las plantas estos síntomas aparecen
cuando la concentración del fósforo en las hojas es inferior al 0,2%. 4. El exceso de
fósforo El exceso de fósforo interviene, en su mayor parte, con la absorción de otros
elementos, tales como el hierro, el manganeso y el zinc. La fertilización excesiva
con fósforo es común y muchos agricultores aplican innecesariamente altas
cantidades de fertilizantes de fósforo, especialmente cuando se utilizan fertilizantes
compuestos de NPK o cuando se acidifica el agua de riego con ácido fosfórico.
5. 5. El fósforo en soluciones nutritivas y cultivo sin suelo La concentración admisible
de fósforo en soluciones de nutrientes es de 30-50 ppm, aunque se comprobó que
se puede reducirla a 10-20 ppm. En las soluciones de nutrientes que fluye
continuamente, la concentración de fosforo puede ser incluso tan bajo como 1-2
ppm. En los cultivos sin suelo, al igual que en el suelo, el fósforo se acumula con
cada adición de fósforo, y minerales de fósforo con calcio o con magnesio empiezan
a precipitar. Los tipos de minerales que se forman dependen del pH en el medio. 6.
El análisis de fósforo en el suelo El nivel del fósforo en los análisis de suelos, da
una medida de la capacidad del suelo para suministrar fósforo a la solución del
suelo. El análisis del suelo no indica la cantidad total del fósforo en el suelo, porque
la cantidad de fósforo disponible es mucho menor que la cantidad total. Asimismo,
el nivel del fósforo en los análisis de suelos tampoco no es el nivel del fósforo en la
solución del suelo, porque la concentración de fósforo en la solución del suelo es
generalmente muy baja y no representa apropiadamente la cantidad de fósforo que
las plantas potencialmente pueden absorber durante la temporada de crecimiento.
El nivel de fósforo en los análisis de suelos es, en realidad, un índice que ayuda a
predecir los requerimientos de los fertilizantes fosfatados de los cultivos. Las
recomendaciones para la aplicación de fertilizantes se determinan sobre la base de
ensayos de campo en muchos suelos y cultivos. Diferentes métodos de análisis de
suelos resultan en valores diferentes, que deben ser interpretados por consiguiente.
Por ejemplo, un resultado de 25 ppm de fósforo obtenido por el método de análisis
"Olsen" puede tener una interpretación diferente del mismo resultado obtenido por
el método "Bray". Pero la confusión no se termina aquí - diferentes laboratorios que
utilizan el mismo método de análisis pueden dar diferentes interpretaciones a los
mismos valores obtenidos.
6. Es muy importante Tomar el muestreo de suelo correctamente para alcanzar los
resultados que realmente representan el nivel del fósforo disponible en el suelo. Por
ejemplo: La profundidad de la muestra del suelo - dado que el fósforo no es móvil
en el suelo, las muestras que se toman de la capa superior del suelo, por lo general,
indican una mayor cantidad de fósforo que las muestras que se toman desde el
subsuelo. Los métodos de aplicación de los fertilizantes fosfatados- la mayor parte
del fósforo aplicado a los suelos se queda dentro de 1 o 2 pulgadas desde el punto
de la aplicación. Por lo tanto, la ubicación exacta de donde se toman las muestras
del suelo puede afectar el resultado considerablemente. 7. Ciclodel fosforo Es un
ciclo biogeoquímico que describe el movimiento de este elemento químico en un
ecosistema. Los seres vivos toman el fósforo (P) en forma de fosfatos a partir de las
rocas fosfatadas, que mediante meteorización se descomponen y liberan los
fosfatos. Éstos pasan a los vegetales por el suelo y, seguidamente, pasan a los
animales. Cuando éstos excretan, los descomponedores actúan volviendo a
producir fosfatos. Una parte de estos fosfatos son arrastrados por las aguas al mar,
en el cual lo toman las algas, peces y aves marinas, las cuales producen guano, el
cual se usa como abono en la agricultura ya que libera grandes cantidades de
fosfatos. Los restos de los animales marinos dan lugar en el fondo del mar a rocas
fosfatadas, que afloran por movimientos orogénicos.
7. 8. Métodos para determinar el fosforo disponible en el suelo MétodoBrayy Kurtz
P-1(1945) El método Bray y Kurtz P-1 para determinación de fósforo disponible fue
desarrollado por Roger H. Bray y Lester T. Kurtz en la Estación Experimental
Agrícola de Illinois en 1945 y ahora es ampliamente utilizado en todo el mundo. El
fósforo extraído por el método Bray y Kurtz P-1 se ha demostrado estar bien
correlacionado con la respuesta de rendimiento de los cultivos en la mayoría de los
suelos ácidos y neutros. Para los suelos ácidos, el fluoruro presente en el extracto
Bray y Kurtz, mejora la liberación de P de los fosfatos de aluminio por la disminución
de la actividad de Al en la solución del suelo a través de la formación de varios
complejos Al-F. El fluoruro es también eficaz en la supresión de la re-absorción de
fósforo solubilizado en los coloides del suelo. La naturaleza ácida del extractante
(pH 2,6) también contribuye a la disolución del P disponible del Al, Ca y Fe, formas
enlazadas en la mayoría de los suelos. El método de Bray y Kurtz P-1 no es
adecuado para: Suelos arcillosos con un grado moderadamente alto de
saturación con bases, Suelos arcillo limosos o con textura más fina que sean
calcáreos o que tenga unvalor de pH alto (pH> 6,8) o que tengan un alto grado de
saturación con bases,
8. Suelos con un equivalente de carbonato de calcio mayor al 7% de la saturación
de bases, o Los suelos con grandes cantidades de cal (mayor al 2% de carbonato
de calcio). Método Olsen (1954) El método de Olsen con bicarbonato de sodio fue
desarrollado por Sterling R. Olsen y sus colaboradores en 1954 para predecir la
respuesta del cultivo a la adición de fertilizantes de P en suelos calcáreos. Se utiliza
como método predilecto en suelos calcáreos, particularmente aquellos con menos
más del 2% de carbonato de calcio, pero se ha demostrado en algunas
investigaciones ser razonablemente eficaz para suelos ácidos. Para Olsen un valor
de 10 mg/kg se considera generalmente óptimo para el crecimiento vegetal.
MétodoMehlich 1 (1953) El método Mehlich 1 para determinación de fósforo
disponible en el suelo, también conocido como el método del doble ácido diluido o
extractante de Carolina del Norte, fue desarrollado en la década de 1950 por el Dr.
Adolf Mehlich, servidor del Departamento de Agricultura de Carolina del Norte, y sus
compañeros de trabajo. A nivel mundial el método Mehlich 1 se utiliza
principalmente como un agente de extracción de múltiples elementos como P, K,
Ca, Mg, Cu, Fe, Mn y Zn. El método Mehlich 1 extrae el fósforo combinado con el
aluminio, el hierro y en forma de fosfatos de calcio y además se adapta mejor a los
suelos ácidos (pH< 6,5) con escasa capacidad de intercambio catiónico (< 10
cmol(+)/kg) y con contenido de materia orgánica menor al 5%.
9. Algunos investigadores afirman que el análisis de suelo con el método Mehlich 1
es poco fiable para suelos calcáreos o alcalinos, ya que éste extrae grandes
cantidades de P no lábil en suelos con pH> 6,5, suelos que han sido tratados
recientemente con roca fosfórica, suelos con alta capacidad de intercambio
catiónico (CIC) o con alta saturación de bases. En suelos con estas características,
la acidez de la solución Mehlich 1 se neutraliza, reduciendo la capacidad del ácido
diluido para extraer el fósforo. Para el método Mehlich 1, un valor de 20 a 25 mg de
P/ kg de suelo es generalmente considerado como óptimo para el crecimiento de
las plantas, aunque esto puede variar ligeramente entre los tipos de suelos y
sistemas de cultivos. En suelos de textura gruesa un valor de 20 a 25 mg/kg es
adecuado pero en suelos arcillosos sólo 10 mg/kg son requeridos. IV.
INSTRUMENTOS Y MATERIAL Muestra de suelo de Marcara Allparumi
Balanza analítica Vaso de presipitado Papel filtro Whatman Embudo de vidrio.
Pipetas Buretas Fiola 50ml Espectrofotómetro de absorción Agitador de
vidrio 4.1 REACTIVOS Solución extractora(floruro de amonio) carbón activado
Molibdato de Amonio 1.5% Cloruro de estaño Agua destilada
10. V. PROCEDIMIENTO Pesar 5 g de muestra de suelo previamente molida y
tamizada. 25 ml de a solución extractante 0.2g de carbón activado agitar por 5
minutos
11. Dejar en reposo por 15 minutos Filtrar con papel filtro Whatman Tomar 5
ml de la alícuota del filtrado en una fiola de 50ml Agregar 40 ml de agua de agua
destilada
12. Añadir 2ml de la solución de molitrato de amonio al 1.5% Anadir de 2 a 3
gotas de SnCl.2H2O y agitar ligeramente Dejar en reposo 5 minutos para que
desarrolle el color
13. Calibrar el equipo de espectrofotómetro a 600 nm. De longitud de onda con
blanco y un patrón conocido de 44 pmm de P2O5 de fosforo Hacer la lectura en
el espectrofotómetro uv-2100, donde dará las concentraciones directamente en
ppm. VI. RESULTADOS En algunos suelos con escaso contenido de fósforo
disponible y gran poder de fijación, una aplicación de fertilizante fosforado en
bandas puede resultar más eficiente. Esto es porque para una misma dosis de
fertilizante por hectárea, al concentrase la aplicación en una banda no se encuentra
tan diluido en un medio que tiende a fijarlo. Por otra parte, si esta banda es cercana
y por debajo de la línea de siembra, estará en la fracción del suelo más rápidamente
explorada por las raíces. Nutriente Ppm Potasio (K) 23
14. El análisis para determinar Fosforo P, es una práctica que da los fundamentos
necesarios para poder determinar el contenido de estos macronutriente presentes
en la muestra de suelo utilizando em método de bray- kurtz a través del cual se
obtuvo el dato de 24 pmm. Estos nutrientes tienen gran influencia en el desarrollo
de las plantas ya que esta lo necesita en cantidades mayores, y atraves de su
análisis podemos dar algunas recomendaciones en cunato a fertilización para
obtener mayores rendimientos en un determinado cultivo , claro esto también será
determinado por otros factores o características del suelo. El contenido de P en
el suelo está definido por el material madre y, en general, se ha observado un
marcado efecto del clima, siendo las zonas más húmedas, las más deficientes en
este nutriente. El P es uno de los nutrientes considerados esenciales para el
crecimiento y desarrollo de las plantas. Junto con el N y el potasio (K) conforman el
grupo de macronutrientes por las cantidades requeridas por los cultivos y por la
frecuencia con que se encuentran en cantidades deficientes para los cultivos VIII.
RECOMENDACIONES Realizar este tipo de prácticas para establecer los
conocimientos teóricos dados en clase en el campo agronómico. Antes de
establecerse cualquier uso del suelo es necesario conocer sus características.
Cuando se quiere establecer cultivos agrícolas, pasturas o plantaciones forestales
se debe evaluar las propiedades físicas, químicas y/o biológicas del suelo, se puede
realizar a través de análisis de suelos.

Fundamento Matemático
En 1945, Bray y Kurtz proponen un método rápido para estimar las formas de fósforo
disponible para las plantas. En resumen, el método conocido como Bray 1 se trata
de una extracción con una solución mezcla de NH4F 0,03N y HCl 0,025N, que se
basa en el efecto solubilizador del H + sobre el P del suelo y la capacidad del ión F-
de bajar la actividad del Al+3, evitando la readsorción de los fosfatos en el sistema
de extracción (Soil and Plant Analysis Council, 1992; Kuo, 1996). Ellos plantearon
trabajar con 1 gramo de suelo y 7 ml de solución extractiva, agitando vigorosamente
por un minuto, para luego determinar el P en el extracto. En nuestro país este
método se aceptó ampliamente con algunas modificaciones propuestas por el INTA
Balcarce. Las mismas consistieron en prolongar el tiempo de agitación a 5 minutos,
hecho que facilita la operatoria, además de trabajar con 2,5 g de muestra y 20 ml
de solución extractiva, lo que da una relación de 1:8. En 1991, el Comité de Química
de la AACS realizó la II Jornada Nacional de Fósforo en el suelo, donde se propuso
la determinación del P disponible en una relación suelo-solución extractiva de 1:7
agitando durante 5 minutos como método de referencia dentro del Programa de
Métodos Analíticos de Referencia del SAMLA (Sistema de Apoyo Metodológico de
Laboratorios de Suelos y Aguas). A pesar de estos antecedentes, surge la
necesidad de obtener información actualizada que permita afirmar si están o no
unificados los criterios de análisis en la determinación del fósforo extraíble por el
método de Bray y Kurtz N° 1. Para lograr este objetivo se realizó una encuesta a
Laboratorios de análisis de suelos y/o Centros de Investigación del país, en relación
a aspectos que hacen al proceso de extracción del P tales como: la relación suelo-
solución extractiva, tiempo y tipo de agitación y aspectos relacionados a la
determinación de P del extracto como el método de desarrollo de color, longitud de
onda de lectura espectrofotométrica y la periodicidad de la realización de la curva
de calibrado. Con un mayor conocimiento de estos factores podrían solucionarse
algunos problemas asociados con la interpretación del resultado del análisis de P
extraíble, ya que las diferencias metodológicas plantean dudas sobre la posibilidad
de comparación de los resultados. A fin de evaluar estos aspectos, se realizó una
experiencia con un suelo Hapludol típico de la provincia de Buenos Aires y con un
suelo Argiudol ácuico de la provincia de Entre Ríos, donde se midió el efecto de la
relación suelo:solución, el tiempo de agitado y la forma de agitación sobre la
cantidad de P extraída, en cuatro repeticiones. Resultados A partir del relevamiento
se pudo observar que existen diferencias en la operatoria para la determinación del
P disponible por el método de Bray y Kurtz 1, lo que evidencia que, a pesar de la
reunión de 1991 y las recomendaciones del SAMLA, algunos laboratorios
continuaron utilizando la metodología que venían desarrollando anteriormente. De
los 30 laboratorios que respondieron a las encuestas (Tabla 1), todos coincidieron
en que utilizan una solución extractiva de NH4F 0,03N y HCl 0,025N. Se trabaja
entre 1 y 5 gramos de muestra de suelo para la determinación, pero el 38,5 % de
los laboratorios lo hace en una relación con la solución extractiva de 1:7, el 57 % en
relación 1:8 y 10,5 % utilizan una relación 1:10. Es conocido que el incremento de
la relación suelo/solución provoca un aumento de la cantidad extraída. No hubo
diferencias significativas entre las relaciones 1:7 y 1:8, aunque la cantidad extraída
aumentó ligeramente. La diferencia fue significativa cuando la relación se
incrementó desde 1:7 a 1:10, extrayendo 10 a 20 % más de P (Figura 1). a ab b B
A A 0 10 20 30 40 50 60 1.7 1.8 1.10 Relación suelo:solución P (mg kg-1) Suelo Bs.
As. Suelo E. R. Figura 1. Efecto de la relación suelo:solución extractiva sobre la
cantidad de fósforo extraíble. Agitación 5 minutos en tubos acostados. El tiempo de
agitación que mayoritariamente utilizan los laboratorios es de 5 minutos (71%) dado
que resulta más conveniente a los fines prácticos. Un 21% agita durante 1 minuto y
solo unos pocos lo hacen en 2 y 7 minutos. El efecto del tiempo de agitación puede
apreciarse en la Figura 2. Se observaron diferencias significativas en los valores de
P extraíble cuando el tiempo de agitación del suelo con la solución extractiva, varió
de 1 a 5 minutos. a b A B 0 10 20 30 40 50 60 1 5 Tiempo agitación (minutos) P (mg
kg-1) Suelo Bs. As. Suelo E. R. Figura 2. Efecto del tiempo de agitación sobre la
cantidad de fósforo extraíble. Relación 1:7, agitando en tubos acostados. Los
recipientes y formas de agitación utilizados son variados pero en general se utilizan
tubos o envases plásticos agitados horizontalmente con el tubo acostado o
erlenmeyers agitados en forma rotativa. Este es un aspecto a tener en cuenta dado
que el contacto del suelo con la solución es mayor si los tubos están acostados y
no parados. Es recomendable el uso de tubos de un volumen 30 a 50% superior al
volumen de extracción para permitir el movimiento del líquido, con una energía de
agitación de alrededor de 180 golpes por minuto, que según lo reflejado en las
encuestas es la más usada. El uso de erlenmeyer o tubos acostados mostraron
resultados similares de extracción, mientras que en el caso de agitar con el tubo en
posición vertical, se extrajo una cantidad significativamente menor, lo que deja en
evidencia la importancia de este aspecto del proceso de extracción (Figura 3). b a
a B A A 0 10 20 30 40 50 60 Erlenmeyer Tubo acostado Tubo parado Recipiente y
forma agitación P (mg kg-1) Suelo Bs. As. Suelo E. R. Figura 3. Efecto del recipiente
y la forma de agitación sobre la cantidad de fósforo extraíble. 5 minutos de
extracción, relación 1:7. En casi el 80% de los laboratorios se filtra el extracto antes
del desarrollo de color y el resto lo centrifuga. El centrifugado tiene la ventaja de su
practicidad y economía. Experiencias realizadas muestran que para lograr extractos
claros es suficiente con un centrifugado de 5 minutos a 5000 rpm. Mas del 85%
utiliza el método de Murphy y Riley (1962) para el desarrollo de color, sin tener en
claro el efecto de la molaridad del sulfúrico. Al respecto, Rodriguez et al. (1994)
concluyeron que la acidez óptima del color azul del complejo fosfomolibdato es la
comprendida entre 0,17 y 0,28 M H2SO4. En este rango se logra la estabilidad del
color azul, la cual fue llamada “plateau de estabilidad frente a la acidez”. Esto se
refiere a la estabilidad de la lectura para una misma concentración de P (Figura 4).
Figura 4. Efecto de la concentración del ácido H2SO4 sobre la absorbancia del
complejo azul de molibdeno para distintas concentraciones de P, luego de 10
minutos de adicionado el reactivo color. Cuando la molaridad es inferior a este límite,
la lectura de absorbancia aumenta considerablemente y por el contrario, cuando
está por encima, disminuye generando errores. Este problema puede presentarse
cuando se utilizan extractos con poca concentración de P y se extraen altas
alícuotas para el desarrollo de color o, en el caso inverso, cuando en extractos de
altas concentraciones de P donde se toman alícuotas muy pequeñas. Además hay
que tener en cuenta que la ley de Beer deja de cumplirse con concentraciones de
lectura superiores a 0,84 mg de P L-1, así como el “plateau” es menos observable
por encima de 0,80 mg de P L-1, por lo tanto la concentración de P en la solución
de lectura no debería superar este valor (Jackson, 1976, Rodriguez et al. 1994). Los
laboratorios realizan las lecturas espectrofotométricas de absorción para el color
azul de molibdeno en una longitud de onda que va desde 590 a 890 nm, aunque un
32% lee en cercanías del los 660 nm, la mayor parte lo hace en torno a 882 nm, que
sería la mas recomendada. La mayoría realiza una curva de calibración diariamente
(57%) o semanalmente (14%) utilizando un promedio de 5 puntos de lectura. Es
conveniente realizar un control diario, al menos con dos puntos y un blanco, esto
permite detectar errores, contaminaciones o diferencias en la lectura del equipo.
Consideraciones finales Es probable que las diferencias que se observan en los
procedimientos operativos en la determinación de P disponible por el método de
Bray y Kurtz 1, entre los diferentes laboratorios, consideradas individualmente no
sean de una magnitud importante. Sin embargo, la suma de efectos podría resultar
en la obtención de valores no comparables. Es por ello que se sugiere la unificación
de los procedimientos prácticos en esta determinación, para una mejor
interpretación de los resultados obtenidos. La estandarización del tiempo de agitado
en 5 minutos, en una relación suelo:solución 1:7 a 1:8, agitando en tubos acostados
o erlenmeyers, permitiría obtener resultados comparables.
Determinación de elementos mayor y secundarios (K,Ca,Mg,S)
FUNDAMENTO DE ANALISIS:
Calcio magnesio y azufre en el suelo y su función nutricional
1. 1. EL CALCIO, MAGNESIO Y AZÚFRE Y SU FUNCIÓN EN LA NUTRICIÓN
VEGETAL
2. 2. DENTRO DE LA CLASIFICACIÓN DE NUTRIENTES Macronutrientes:
Nitrógeno, fósforo y potasio. Nutrientes secundarios: Calcio, magnesio y
azufre Micronutrientes: Cobre, cinc, molibdeno, hierro, manganeso, boro y
cloro.
3. 3. EL CALCIO, MAGNESIO Y AZÚFRE Y SU FUNCIÓN EN LA NUTRICIÓN
VEGETAL Los nutrientes minerales son elementos químicos que se
encuentran en el suelo disueltos en el agua, las plantas los absorben a través
de sus raíces. Estos nutrientes se clasifican en dos tipos, macro y micro
nutrientes. Dentro de los macro nutrientes encontramos los nutrientes
secundarios, El azufre (S), el magnesio (Mg) y el calcio (Ca) que hacen parte
de los nutrientes secundarios, necesarios para el crecimiento de las plantas
pero en menor proporción que los componentes primarios.
4. 4. EL CALCIO Es importante tanto como nutriente (abono) como para
mantener las condiciones físicas del suelo (enmienda). Favorece el
desarrollo de las raíces y también neutraliza los ácidos tóxicos. De las bases
intercambiables en el suelo (K, Ca, Mg, y Na), el Ca es el dominante, llegando
al 80% del total. El Ca es absorbido por las plantas como Ca+2, parte del
cual se fija en las paredes de los tejidos de las plantas como sal de Ca.
5. 5. EL CALCIO Muchos suelos en particular los ácidos, contienen insuficiente
cantidad de Ca para lograr su normal desarrollo de los cultivos y se deben
corregir antes de su uso. Las enmiendas consisten en combinaciones de
minerales de calcio que se agregan al suelo mediante un proceso
denominado encalado con el propósito de corregir su pH muy ácido (inferior
a 5,5), que impedirán para la mayor parte de los cultivos comerciales una
correcta asimilación de los elementos nutrientes como P, y otros
micronutrientes B, Mn, Fe, Cu y Zn, entre otros.
6. 6. FUENTES DE CALCIO UTILIZADAS Óxido de calcio (cal viva), obtenida
por calcinación de carbonato de calcio y posterior molienda. Contiene un
mínimo de 70% de CaO. Calcáreo, que es caliza mineral molida
(sedimentaria o metamórfica); su acción es menos rápida para corregir el
suelo. Cal apagada, obtenida por tratamiento de cal viva con agua. Se
presenta como polvo y con un contenido de un 60% de CaO.
7. 7. FUENTES DE CALCIO UTILIZADAS Dolomita, que se presenta en
estado pulverulento y con contenidos mínimos del 60 % de carbonato de Ca
y 20 % de carbonato de magnesio. Conchillas marinas y margas, con
contenidos fluctuantes entre 25% y 40 % de carbonato de Ca. También se
puede usar yeso (Ca SO4 .2H2O), que es un producto de aplicación directa.
Otras fuentes de calcio pueden ser el superfosfato concentrado o el nitrato
de Ca.
8. 8. APORTE EN LA NUTRICIÓN VEGETAL Activa la temprana formación y
el crecimiento de las raíces. Mejora el vigor general de las plantas.
Neutraliza las sustancias tóxicas que se producen en las plantas estimula
la producción de semillas. Aumenta el contenido de calcio en el alimento
humano y animal
9. 9. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Al aumentar la edad de la
planta, el contenido de calcio se acumula en los tejidos viejos, lo que genera
una deficiencia en las hojas jóvenes de los brotes terminales por lo que estos
se doblan al aparecer y se queman en sus puntas y bordes. Las hojas
jóvenes permanecen enrolladas y tienden a arrugarse. En las áreas
terminales pueden aparecer brotes nuevos de color blanquecino.
10. 10. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Puede producirse la
muerte de los extremos de las raíces. En tomates y patillas la deficiencia
de calcio ocasiona el hundimiento y posterior pudrición seca de los frutos en
el extremo opuesto al pedúnculo. Pudrición apical.
11. 11. CUANDO SE PRESENTA EN EXCESO No se conocen síntomas de
toxicidad por excesos, pero éstos pueden alterar la acidez del medio de
desarrollo de la raíz y esto sí afecta la disponibilidad de otros elementos para
la planta
12. 12. MAGNESIO Las plantas lo absorben como MgO. El magnesio es un
nutriente esencial para el desarrollo de las plantas, y constituye el núcleo de
la molécula de clorofila, pigmento de las hojas que se necesita para realizar
la fotosíntesis en presencia de la luz solar. La fotosíntesis, a su vez, permite
la absorción de nutrientes. El magnesio, entonces, contenido en la clorofila,
fomenta la absorción y transporte de fósforo. Ayuda en el almacenamiento
de los azúcares dentro de la planta, indispensable en los procesos de
formación de carbohidratos, aceites y grasas.
13. 13. MAGNESIO Es el activador más común de enzimas asociadas con el
metabolismo energético. Además, es el activador de más enzimas que
cualquier otro elemento nutritivo. Es asimilado en el proceso fisiológico de la
absorción del Dióxido de Carbono. En forrajes de baja concentración, el
magnesio, menos del 0,2 por ciento en base seca, está relacionada con la
enfermedad del ganado conocida como hipomagnesemia.
14. 14. APORTE EN LA NUTRICIÓN VEGETAL Es un componente esencial de
la clorofila. Es necesario para la formación de los azúcares. Ayuda a
regular la asimilación de otros nutrientes. Actúa como transportador del
fósforo dentro de la planta. Promueve la formación de grasas y aceites
15. 15. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Pérdida del color verde,
que comienza en las hojas de abajo y continúa hacia arriba, pero las venas
conservan el color verde. Los tallos se forman débiles, y las raíces se
ramifican y alargan excesivamente. Las hojas se tuercen hacia arriba a lo
largo de los bordes.
16. 16. AZÚFRE El azufre es un elemento químico de número atómico 16 y
símbolo S. Es un elemento esencial para el desarrollo de las plantas y uno
de los considerados Macronutrientes. Es un componente básico de las
proteínas, por lo tanto, deficiencias de mismo se traducen en inhibición de
síntesis proteica.
17. 17. AZÚFRE Este elemento es tan preciso para le óptimo desarrollo de las
plantas como alguno de los llamados elementos principales de la fertilización.
De hecho, en muchos casos, algunos cultivos precisan cantidades de Azufre
(S) similares a las de Fósforo o Magnesio. Cultivos de gran importancia en el
comercio mundial, como lo son el café, la caña de azúcar, el algodón etc.
extraen más Azufre que Fósforo.
18. 18. AZÚFRE Interviene en los mecanismos de óxido-reducción de las
células. Actúa sobre el contenido de azúcar de los frutos. Actúa en la
formación de la clorofila. Ayuda a un desarrollo más acelerado del sistema
radicular y de las bacterias nodulares, que asimilan el nitrógeno atmosférico,
que viven en simbiosis con las leguminosas. El azufre también puede entrar
a la planta por las hojas en forma de gas (SO2), que se encuentra en la
atmósfera, donde se concentra debido a los procesos naturales de
descomposición de la materia orgánica, combustión de carburantes y
fundición de metales.
19. 19. FORMAS DE AZUFRE EN EL SUELO AZUFRE ORGANICO: proviene
de los residuos vegetales y animales, consiste en su mayor parte de
proteínas, aminoácidos y otros compuestos azufrados, entre el 60 % y el 90%
se encuentra en azufre orgánico. AZUFRE INORGANICO: la mayoría se
encuentra como sulfatos, en suelos anegados y pantanosos, se presentan
sulfuros como la pirita que pasa a sulfatos. En suelos bien aireados solo el 1
% aproximadamente esta como sulfuro.
20. 20. APORTE EN LA NUTRICIÓN VEGETAL oEs un ingrediente esencial de
las proteínas. oAyuda a mantener el color verde intenso. oActiva la formación
de nódulos nitrificantes en algunas especies leguminosas (frijoles, soya,
arvejas, habas). oEstimula la producción de semillas. oAyuda al crecimiento
más vigoroso de las plantas
21. 21. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA •Cuando se presenta
deficiencia, lo que no es muy frecuente, las hojas jóvenes toman color verde
claro y sus venas un color más claro aún; el espacio entre las nervaduras se
seca. •Los tallos son cortos, endebles, de color amarillo. •El desarrollo es
lento y raquítico. •Formación de los frutos incompleta.
22. 22. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Cultivo de maíz afectado
por deficiencia de azufre Deficiencia de azufre en cultivo de banano
23. 23. •Los nutrientes secundarios son asimilados en grandes cantidades pero
no tanto como los macro nutrientes. El Azufre (S), el Calcio (Ca) y el
Magnesio (Mg) son los tres nutrientes secundarios. No suelen venir incluidos
en la mayoría de fertilizantes comerciales, aunque sí que suelen estar
disponibles en cantidades suficientes en el estiércol y el compost. •El
magnesio es un elemento muy utilizado en la planta, ya que está íntimamente
relacionado con la fotosíntesis. El exceso de magnesio no suele ser tóxico,
pero si se acumula demasiado en el substrato interferirá posiblemente en la
absorción de otros nutrientes.

3. Materiales y métodos
3.1. Materiales
Cuarenta calizas de Cipit fueron colectadas. Se obtuvieron láminas delgadas de
cada caliza en formato 10 x 15 cm y 7.5 x 10 cm, a modo de determinar su
preservación petrográficamente por medio de análisis de microfacies y
catololuminiscencia fría. Como mínimo se obtuvo una lámina delgada por caliza
y como máximo 14. De 150 láminas se seleccionaron las siete que mostraron la
mejor preservación denotada por una luminiscencia nula y microestructuras
aragoníticas inalteradas (Cas12, FSSA001, FSSA58, MI6, MV3, MXXI, MXXXII).
Las contrapartes pulidas de estas siete láminas delgadas fueron finalmente
seleccionadas para análisis geoquímicos, y contienen en su totalidad 17
muestras de microbialitas (Cas12–M1, Cas12–M2, Cas12–M3, Cas12–M4,
FSSA001–1, FSSA001–2, FSSA001–3, FSSA001–4, FSSA58–1, FSSA58–2,
MI6–M1, MI6–M2, MX–2, MXXI–M1, MV3–M1, MV3–M2, MXXXII–M1); cuatro
alomicritas (Cas12–A1, Cas12–A2, FSSA58–A1, MXXXII–A1); dos
braquiópodos tecideidos (MXXXII–B1, MXXXII–B2); una esponja aragonítica
(Cas12–S1); una esponja calcítica (Celyphia, MXXXII–S1); dos corales
(Margarosmilia, FSSA58–K1 y un taxón no identificado, MXXXII–2) y tres
cementos secundarios (Flügel, 2004; Cas12–Z1, MXXI–Z1, MXXXII–Z1). Las
muestras fueron denominadas de acuerdo a la lámina delgada a la cual
corresponden y el tipo de facies a analizar (Tabla 1).
3.2. Métodos
3.2.1. LA–ICP–MS
La Espectroscopía de Plasma–Masa Inductivamente Acoplada (ICP–MS por sus
siglas en inglés) es un método de alta resolución que permite la detección de
concentraciones de elementos en el orden de partes por millón (Schäfer, 2006;
Kamber y Webb, 2007). El acoplamiento de este equipo con un sistema de
ablación por láser permite analizar todo tipo de muestras sin una dilución previa.
Es de especial importancia notar que este método tiene una alta resolución
espacial, siendo posible realizar ablaciones muy localizadas, que a su vez
proporcionan sublimados consistentes en fases únicas. Por lo tanto, este método
es adecuado para el análisis de muestras de rocas consistentes en numerosas
fases de tamaño diminuto (Kamber y Webb, 2007).
La ablación por láser fue realizada utilizando un equipo Excimer 193 nm
COMPEX 110 equipado con un mejorador de forma de rayo óptico GEOLAS
aproximadamente cada 3 J/cm2 con diámetro de láser de 120 µm. La muestra
fue transportada al equipo ICP–MS DRC II por medio de gas argón. Las
mediciones fueron realizadas con el método de Kamber y Webb (2007)
primeramente en tres secciones pulidas con el fin de probar la eficiencia del
método en el material seleccionado. Las siguientes variables para las series
temporales fueron tomadas en cuenta: 28 isótopos fueron analizados con
tiempos de retención de 20 ms. Las series de tiempo de ablación tuvieron una
duración de 165 s, que incluyeron 402 puntos de lectura (PL). Las mediciones
dieron inicio después de 30 s de precalentamiento y terminaron 10 s antes del
fin de la macro, sin embargo sólo se consideraron las mediciones incluidas entre
10 y 130 s (280 PL en total) después del inicio de la ablación. Separadamente,
las 13 tierras raras fueron analizadas para un estudio piloto en la muestra
FSSA001–M2. Esta muestra presenta las menores concentraciones de silicio y
aluminio (Tabla 1, Tabla 2).

La cuantificación de un barrido sencillo, que tiene un tiempo de retención de 20


ms, tiene errores muy altos. Sin embargo, si cinco o más barridos producen los
mismos resultados, el error medio desciende dramáticamente. La
estandarización y cuantificación fue realizada tomando el estándar NBS610. El
isótopo interno utilizado fue 43Ca. Para la normalización con 43Ca se
consideraron las diferentes valores obtenidos por medio de análisis con
microsonda para la concentración de este elemento en estudios anteriores
(Rech, 1998; Sánchez–Beristain, 2010; Sánchez–Beristain et al., 2011): 390000
ppm para fósiles aragoníticos, braquiópodos y cementos secundarios; 350000
ppm para alomicritas /sedimentos alóctonos, y 360000 ppm para las
microbialitas.
El procedimiento para obtener las muestras consistió en permitir al láser penetrar
en un punto fijo de la muestra sin desplazamiento del rayo (método puntual,
Schäfer, 2006). Esto produce una menor variación entre los valores individuales
de cada PL, en contraste con la ablación de una muestra por medio de una línea
continua a través del mismo tipo de facies (Schäfer, 2006). En un intento previo
de aplicar el método de la línea continua se observó una variación considerable,
comparable a las observaciones de Kamber y Webb (2007). Ellos atribuyeron
esta variación a la contaminación proveniente de la sección pulida y
recomendaron descontinuar el uso de este método.
Una vez que se probó la eficiencia del método puntual por medio de errores
medios casi nulos en las series de tiempo de cada ablación (no mostrado), se
procedió con el mismo método pero en las cuatro secciones pulidas restantes.
Sin embargo, en esta ocasión se midieron 24 isótopos en lugar de los 28
originales. El tantalio no fue considerado debido a sus bajas concentraciones.
Adicionalmente, tanto el itrio como las tierras raras de referencia (La y Ce) fueron
también removidas para este análisis, debido a que los resultados provistos en
la muestra más óptima (FSSA001–M2) no fueron lo suficientemente
satisfactorios en el sentido de una interpretación paleoambiental (Van
Kranendonk et al., 2003; Tabla 1).
Comparativamente, la ablación por láser tiene una mayor resolución que los
métodos de dilución en el uso de técnicas ICP–MS, dado que éstos requieren
de una mayor cantidad de material, lo que implicala mezcla de facies (Delecat,
2005).
Los experimentos fueron realizados por triplicado, de modo que los valores
mostrados en la Tabla 1 son un promedio de tres mediciones.
3.2.2. Espectrometría de masas para la medición de isótopos estables (δ 13C,
δ18O)
El muestreo para estos análisis fue realizado con un microtaladro dental
directamente de las secciones pulidas. Para un análisis confiable se requiere
una cantidad mínima de 60 µg por análisis. Los puntos de muestreo fueron
determinados con previa ayuda de observación microscópica de las láminas
petrográficas correspondientes. La reproductibilidad de los experimentos fue
asegurada por medio de estándares de laboratorio. El valor máximo de
desviación estándar (σ) fue de 0.029 para ambos isótopos.
Diez mediciones fueron realizadas utilizando un espectrómetro Kiel IV, en el
Departamento de Geoquímica de la Universidad de Göttingen bajo la dirección
del Dr. Andreas Pack. Todos los valores están expresados con relación al
estándar PDB. La conversión de VSMOW a VPDB se realizó siguiendo el
protocolo del Laboratorio de Espectrometría de Masas del Departamento de
Geoquímica de la Universidad de Göttingen, de acuerdo a la fórmula empleada
por Wiedner (2004):
δ18OVPDB = 0.97006VSMOW – 29.94
4. Resultados
4.1. Magnesio
El contenido de Mg en todas las microbialitas oscila entre 12620 ppm (Cas12–
M2) y 22473 ppm (MV3–M1), con un valor medio de 16982 ppm (Tabla 1)
indicando en principio una mineralogía original de calcita alta en Mg (Prasada
Rao, 1996). Estos resultados son acordes con los valores obtenidos por Rech
(1998) y por Sánchez–Beristain et al. (2011) por medio de la microsonda, que
oscilan entre 4.00 % y 6.76 % mol Mg siendo así mayores o iguales que el valor
mínimo aceptado de 4.00 % mol. para esta mineralogía (Morse y McKenzie,
1990; Flügel, 2004). Las microbialitas con una mineralogía de calcita alta en Mg
han sido ampliamente reportadas en la literatura (e.g. Reitner, 1993; Zankl, 1993;
Schäfer, 2006). Estudios realizados con espectroscopía Raman apoyan estos
hallazgos, además de mostrar remantentes de materia orgánica (Sánchez–
Beristain et al., 2011).
En fósiles aragoníticos, la concentración de Mg alcanza 592 ppm como máximo
(Tabla 1), estando asimismo en concordancia con resultados previos de
microsonda (Sánchez–Beristain et al., 2011) y correspondiendo con valores
normales para esta mineralogía (Morse y McKenzie, 1990). En el caso de los
cementos secundarios, los valores alcanzan como máximo 4817 ppm (Tabla 1),
correspondiendo a 1.67 % mol Mg y por lo tanto siendo conferidos a una
mineralogía de calcita baja en Mg (Veizer, 1983; Morse y McKenzie, 1990;
Russo et al., 1997; Flügel, 2004).
El contenido de Mg en la esponja talámida Celyphia submarginata es de 568
ppm, lo que correspondería a una mineralogía de calcita baja en Mg. La
concentración de este elemento en las micritas alóctonas es considerablemente
mayor que en las microbialitas (Tabla 1).
4.2. Estroncio
Las concentraciones de este elemento en microbialitas oscilan entre 603 ppm
(Cas12–M1) y 1649 ppm (FSSA58–M2), con una media de 940 ppm. Por el
contrario, los cementos secundarios muestran valores más bajos, en tanto que
los esqueletos aragoníticos bien preservados de quetétidos y el
coral Margarosmilia alcanzan más de 8000 ppm. Sin embargo, es importante
enfatizar que se han obtenido valores ligeramente menores con ayuda de la
microsonda (7800 ppm) especialmente en el centro del algunas esferulitas de
otras esponjas aragoníticas (Laghi et al., 1984; Sánchez–Beristain et al., 2011).
Para la esponja talámida Celyphia submarginata, los valores alcanzan 4063
ppm. Los valores en las alomicritas no pueden ser distinguidos de aquellos en
las facies microbialíticas (Tabla 1). Por otra parte, no existe una correlación entre
el Si o Al y el Sr (r2 Si–Sr = 0.05; r2 Al–Sr = 0).
4.3. Hierro, manganeso e isótopos de carbono y oxígeno
Las concentraciones de Fe en las facies microbialíticas oscilan entre 2986
(MV3–M1) y 15529 ppm (MXXI–M1), con un valor promedio de 5619 ppm (Tabla
1). El valor más elevado puede ser comparado con aquellos de las alomicritas,
que varían entre 7903 y 15784 ppm. Por el contrario, los fósiles, con excepción
de Celyphia submarginata (6348 ppm) poseen valores tan bajos como 68.26
ppm (braquiópodo tecideido) y no mayores que 356.44 ppm (coralita
de Thecosmilia). Todos estos valores coinciden con resultados de microsonda
(Russo et al., 1991; Sánchez–Beristain et al., 2011). Los valores de cementos
secundarios oscilan entre 6061 y 7011 ppm.
Para el Mn, las concentraciones varían entre 202 ppm (MV3–M2) y 1744 ppm
(MXXI–M1) en microbialitas (Tabla 1). Estos valores son ligeramente más bajos
en promedio que aquellos de las alomicritas (984 a 1248 ppm). Los fósiles (con
excepción de Celyphia submarginata, con 841 ppm) exhiben por lo general bajas
concentraciones, de 10 ppm (braquiópodo) a 96 ppm (coralita de Margarosmilia).
Los valores de cementos secundarios (915 y 1077 ppm) son comparables con
los de la microbialita con un mayor contenido de manganeso así como de todas
las alomicritas (Tabla 1). Los resultados concuerdan con las examinaciones
mediante la microsonda (Sánchez–Beristain, 2010).
En el caso de los isótopos de carbono y oxígeno, se seleccionaron las 10
muestras microbialíticas que presentaron los menores valores en la relación
Mn/Sr (Nagarajan et al., 2008). Los valores para δ13C oscilan entre 2.614 %
(FSSA001 – M4) y 4.133 % (FSSA001 – M1), mientras que para δ18O, entre –
3.35 % y –2.14 %.
Fundamento químicos.
Determinación de Nitrogeno-Nítrico (N en forma de Nitratos) en el Extracto de
Saturación.
El Nitrógeno-Nítrico se determina mediante colorimetría con Difenil-Amina en Medio
Sulfúrico.
Determinación del pH del Suelo up1.gif (151 bytes)
La acidéz del suelo se presenta en dos formas fundamentales:
1. Activa: En la cual los H+ actúan directamente sobre el sistema radicular y en la
dinámica de los elementos nutritivos en los suelos.
2. Potencial: La cual depende del porcentaje de saturación de Bases del suelo y
se mide con soluciones extractoras con el KCl 1N.
La acidez activa ó pH es la concentración de H+ (libres) que contienen el extracto
del suelo. Se expresa como el lógaritmo negativo de la concentració
pH = - Log [H+]
En la práctica se utilizan varias relaciones suelo-agua para la determinación del pH
bien sea en peso ó en volumen. En muchos laboratorios se suele utilizar una
relación suelo agua 1 : 2 peso/volumen sin embargo esta relación no es muy
apropiada ya que dista mucho de la realidad que vive el sistema radicular de las
plantas. El método de lectura, generalmente es el potenciométrico. El
potenciómetro, como su nombre lo indica, mide una diferencia de potencial en
milivoltios entre un electrodo de referencia, y otro electrodo de vidrio inmerso en la
muestra. Generalmente se utiliza un electrodo combinado que lee directamente el
pH.
Determinación del pH en Suspensiones de Suelo Agua 1:2 V/V up1.gif (151 bytes)
Se toman 30 ml de suelos en pasta Saturada, se le agregan 60 mls de agua
destilada se agita durante una hora y se hace lectura. directamente sobre la
suspensión.
Cálculos: El equipo dá la lectura directa del pH.
Este método tiene el inconveniente de que no refleja muy bien la realidad del campo.
Primero la relación agua/suelo es muy elevada. Las raices normalmente no están
en dicha relación. Segundo, en agua destilada el resultado difiere del que ocurre
realmente en el suelo con el agua de riego de las fincas
Reactivos
- Agua destilada
- Solución Tampón pH7
- Solución Tampón pH4
Equipos
- Potenciómetro
- Vasos de precipitado de 100 mls
- Varillas de vidrio o plástico
Determinación del pH en Pasta Saturada up1.gif (151 bytes)
Para determinar el pH de la Pasta Saturada preparada tal como se describió
anteriormente, se introduce el electrodo del potenciómetro directamente en la pasta
saturada y se toma la lectura.
Determinación del Aluminio Intercambiable up1.gif (151 bytes)
Los iones de H+ y Al+++ se extraen del suelo con una solución neutra de NaCl.
Con dicha solución se realiza un intercambio catiónico de la fase sólida del suelo
con la solución obteníendose HCl libre y la sal facilmente hidrolizable AlCl3
Por efecto del agua el AlCl3 se hidroliza y por consiguiente se aumenta la cantidad
de HCl.
AlCl3 + 3 H2O ==> Al (OH)3 + 3HCl
Principio del Método
La acidez del extracto se determina por titulación con NaOH utilizando como
indicador la Fenoftaleina.
HCl + NaOH ==> NaCl + H2O
AlCl3 + 3NaOH ==> Al (OH)3 + 3NaCl
Procedimiento
Se miden 10 ml de pasta saturada de suelo (Volumen de Muestra), se agregan 100
ml de NaCl 1N (Solución extractante), se agita durante una hora, se filtra. Del filtrado
se toman una alícuota de 25 ml, se adicionan dos gotas de Fenoftaleina. Se titula
con NaOH 0.1 N
Cálculos
meq Al+3/100 ml suelo = V.NaOH x N.NaOH x V de Sol. Extractante x 100/Alicuota
x Volúmen de la Muestra de suelo.
Volúmen de la muestra de suelo = 10 ml
Alicuota = 25 ml
Reactivos y equipos
NaCl 1N se pesan 58.5 gramos de NaCl y se afora a 1 lt en agua destilada se ajusta
en pH entre 5.5 - 6
NaOH 0.1N se pesan 4 gramos de NaOH y se aforan a 1 lt en agua destilada.
Fenoftaleina al 1%. Se pesa 1 gramo fenoftaleina y se disuelven en una mezcla de
5 ml de H2O + 95 ml de Etanol.
Equipo
- Bureta
- Pipetas
- Vasos de precipitado de 100 mls
- Agitadores
- Papel filtro Whatman #42
Determinación de Fósforo, Bases y Elementos Menores (P, K, Ca, Mg, Fe, Mn, Cu,
Zn). Método Morgan Modificado (Mod. Dr. Calderon Labs). up1.gif (151 bytes)
Un método muy conveniente de analizar estos elementos en el suelo es a traves de
la extracción simultánea de los mismos mediante un reactivo a base de Cloruro de
Sodio y Acido Cítrico. Este reactivo tiene la virtud de que extrae las bases
intercambiables por el Sodio, extrae el Fósforo soluble en agua mas el soluble en
Citrato (Fósforo Asimilable) y extrae los elementos menores quelatables por el Acido
Cítrico.

Reactivos y equipos
Solución Extractora: NaCl 29.25 gr, Acido Cítrico 5 gr, Benzoato de Sodio 2 gr. Se
disuelven y aforan a 1 lt con agua destilada. La función de cada reactivo es la
siguiente: El Cloruro de Sodio sirve para extraer las bases intercambiables. El Acido
Cítrico sirve para extraer el Fósforo y los Elementos Menores (Fe, Mn, Zn y Cu). El
Benzoato de Sodio sirve para conservar el reactivo evitando la presencia de Hongos
y Levaduras que suelen alterar el Acido Cítrico.
Procedimiento
Se toman 10 ml de pasta Saturada de Suelo, se agregan 100 ml de Solución
Extractora y se agita durante una (1) hora, se filtra. Del filtrado se toman 24.5 mls
y se agregan 0.5 ml de solución de Oxido de Lantano al 5% P/V. En esta alícuota
se leen las Bases (K, Ca y Mg). En otra alícuota se leen los cationes (Fe, Mn, Cu y
Zn) por Absorción Atómica directamente contra patrones preparados en el reactivo
de extracción.
Determinación de Bases Intercambiables en Acetato de Amonio 1N y Neutro (K, Na,
Ca, Mg) up1.gif (151 bytes)
La determinación de las bases (K, Ca, Mg, Na) se fundamenta en el equilibrio que
se establece entre una solución extractora de Acetato de Amonio y la muestra del
suelo donde se efectúa éste intercambio.
Principio del Método: Para este intercambio catiónico se utiliza CH3COONH4 1N y
neutro. Los cationes K, Ca, Mg, Na, se determinan en la solución extractora por
espectrofotometría de absorción atómica.
Marcha Analítica
Se toman 10 ml de pasta Saturada de Suelo de suelo, se agregan 100 ml de
CH3COONH4 1N y neutro se agita durante una (1) hora, luego se filtra. Del filtrado
se toman 24.5 mls y se agregan 0.5 ml de solución de Oxido de Lantano al 5% P/V.
Se leen los cationes por Absorción atómica directamente.
Cálculos:
Volumen de aforamiento = 100 mls
Cantidad de Muestra = 10 ml
meq K/100 ml = ppm K Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 39.1 x
10 ml muestra)
meq Ca/100 ml = ppm Ca Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 40.08
x 10 ml muestra)
meq Mg/100 ml = ppm Mg Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 24.3
x 10 ml muestra)
meq Na/100 ml = ppm Na Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 23
x 10 ml muestra)
Reactivos y equipos
1. Acetato de amonio 1N y neutro (CH3COONH4 ) se pesan 77.08 gramos de
CH3COONH4 y se afora a un (1) litro de agua destilada.
2. Oxido de Lantano al 5%; se pesan 58.64 gramos de La2O3, se agregan 200 mls
de agua destilada y 200 mls de HCL concentrado hasta disolución del Oxido de
Lantano, se agite y afore a un (1) litro con agua destilada.
3. Solución patrón mixto de K, Ca, Mg, Na, de 1000 ppm.
Para K : Se pesan 2.2283 gramos de K2SO4 y se disuelven en 200 ml de agua
destilada.
Para Ca: Se pesan 2.4972 gramos de CaCO3 se agregan 50 ml de agua destilada,
se agrega una cantidad mínima de HCL 6N hasta disolución del Carbonato,
llevandose a un volumen de 200 ml con agua destilada.
Para Mg: Se pesan 8.8213 gramos de (CH3COO)2Mg.4H2O y se disuelven en 200
ml de agua destilada.
Se mezclan las tres soluciones patrón de K, Ca, Mg. y se aforan a un (1) litro con
agua destilada, quedando un patrón mixto de 1000 ppm de cada uno de los
elementos.
Para Na: Se pesan 2.5420 gramos de NaCl y se aforan a un (1) litro con agua
destilada.
Patrones secundarios: Se preparan a partir de los patrones primarios, patrones
secundarios de 5, 10, 20, 40, 80, y 160 ppm, tomando la respectiva alícuota del
patrón primario, agregando 2 ml de Oxido de Lantano y aforando a 100 mls con
Acetato de Amonio.

Equipos:
- Espectofotómetro de Absorción Atómica
- Vasos de precipitado
- Pipetas
- Agitadores
- Papel de filtrado Whatman 42.

Determinación de los elementos menores


Los estudios realizados en la Argentina son muy escasos en comparación a los
elementos mayores, refiriéndose la mayoría a estudios básicos tales como
comparación de distintos extractantes, influencia de las fracciones orgánicas y unos
pocos al contenido en vegetales y su relación con la cantidad de extractable. Salvo
escasas excepciones, que no se han detectado, no se encuentran trabajos
referentes a la calibración de métodos que permitan diagnosticar posibles casos de
deficiencia. Un trabajo que se aproxima al objetivo mencionado es el de S. Ratto de
Miguez (14) tratando el tema de los microelementos en la producción de maíz. Salvo
una excepción (12) tampoco se encuentran datos que se refieran a los tenores
totales de microelementos en la producción de maíz. Salvo una excepción (12)
tampoco se encuentran datos que se refieran a los tenores totales de
microelementos en suelos de la Argentina. El estudio más enjundioso es el "ealizado
por !a FAO Dara suelos de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe y Córdoba
(19) en el que se efectuaron determinaciones de la forma extractable en una gran
cantidad de muestras, concluyendo que la previsión actual de microelementcc en
esos suelos era, en líneas generales, satisfactoria. Giuffre et al (9) en
determinaciones de molibdeno en algunos suelos argentinos aplica una variante en
la extracción de dicho elementos. La solución que más se ha utilizado es la
denominada de Tamm, que consiste en un sistema oxalato-ácido oxálico, la que es
engorrosa puesto que se debe recurrir a la calcinación para destruir los compuestos
or-gánicos, operación delicada que se presta a pérdidas y contaminaciones. Giuffre
en un trabajo anterior (8) efectuó un estudio comparativo entre la solución de Tamm
y la utilización de resinas que absorben los molibdatos, logrando resultados muy
satisfactorios, siendo ésta la técnica que se utiliza en la Cátedra de Edafoloqía de
la Facultad de Agronomía de la UBA. Mizuno et al (13) analizaron muestras que
cubrían una transecta desde el SE de la provincia de Buenos Aires hasta la provincia
de La Rioja, determinando el boro extractable en agua caliente, método que aún
hoy no ha podido ser superado. En todos los casos se encontró una provisión de
boro disponible de aceptable a muy buena. Ratto et al (15) estudian las ventajas del
método de la Azometina H en la determinación de pequeñas can 7 tidades de boro,
en comparación con los métodos tradicionales, llegando a la conclusión de que
ofrece apreciables ventajas. Posteriormente lo utiliza para el estudio del contenido
de boro en suelos y aguas de la provincia de La Rioja (15). En el mismo se
comprueban los excesivos tenores de boro en las aguas y suelos analizados, que
llegan a niveles tóxicos para los cultivos. Conti et al (4) estudian los microelementos
en relación a la producción de trigo. Tiraboschi et al (2) determinan la disponibilidad
de algunos microelementos en la Depresión del Salado. Especial atención ha
merecido el problema del boro en girasol en el trabajo de Digg et al (5). Finalmente
se encuentran trabajos básicos como los de Acebal y Grassi (1); Carpió y Merzari
(3) Facchinetto y Grassi (6); Gavióla (7); Grassi y Diez (10); Mirave y Orioli (11);
Mizuno et al (12); Rosell (18). Situación en la Provincia de Buenos Aires A
continuación se comentan los trabajos que se han hallado referentes a la provincia
de Buenos Aires. Boro Los resultados obtenidos por S. Ratto de Miguez (17) para
las Series de suelos: Rojas, Delgado, Hughes, Arroyo Dulce y Chacabuco indican
un 35 % de muestras que presentan posibilidades de deficiencia (menos de 0.5 ppm
extractable con agua caliente), mientras que e! 94 % tienen valores menores de 1
ppm. Son conocidas las exigencias en boro de cruciferas como coliflor, repollo y
otros como alfalfa, manzano, rosales. Pero en cultivos intensivos, salvo para la
alfalfa, es poco lo que se conoce en la Argentina. Aparentemente el girasol sería un
cultivo relativamente exigente. Diggs, Ratto y Shorrok (5) hicieron un detallado
estudio del problema del girasol, particularmente en la provincia de Buenos Aires,
cuyas conclusiones fueron remitidas al Congreso Internacional del Girasol. En la
Argentina el boro presenta dos facetas contrapuestas. Por un lado posib'es
deficiencias aún no claramente detectadas y por otro el exceso Esto último caso se
presenta en el noroeste de la Argentina, como se revela en el trabajo de Ratto et al
(15) donde el exceso llega a niveles tóxicos tanto en aguas de riego como en suelos
perdiéndose así valiosos cultivos por falta de estudios básicos antes de la
implantación de los mismos. En estos momentos el boro merece, en la Argentina,
mayor atención como elemento tóxico más que por su deficiencia. Los cultivos como
jojoba y vid, que se implantan en el noroeste requieren atención prioritaria. No
obstante, no se deben descuidar posibles deficiencias particularmente en cultivos
exigentes en este microelemento. Manganeso Se trata de un elemento cuyo
comportamiento depende en gran medida del rH2, esto es, del pH y del potencial
redox de los suelos. En tal sentido los suelos de reacción neutra a alcalina y de bien
a excesivamente aereados tenderán a ser deficitarios mientras que en las
condiciones opuestas reacción ácida y mal aereados tenderán a presentar de buena
a excesiva cantidad de la forma aprovechable. El manganeso, como otros
elementos, influye en la producción vegetal cuantitativa y cualitativamente. Son
numerosas las especies que se sabe son exigentes en este elemento, entre los que
cabe mencionar: trigo, avena, porotos, soja, citrus, manzano, duraznero, pepino,
lechuga, espinaca. Cuantitativamente se han visto los beneficios del aporte del
manganeso conjuntamente con zinc por vía foliar en porotos en la zona del NOA,
donde los resultados preliminares arrojan aumentos del 20-30 % en el rendimiento.
Cualitativamente se sabe que en ocasiones influye sobre la buena conservación de
la manzana en cámaras frigoríficas, particularmente en las no climatizadas. El
manganeso es un elemento abundante en el suelo. La bibliografía se 8 ñala valores
entre 200 y 3.000 ppm, estimándose una media de 850 ppm. Para la provincia de
Buenos Aires, Mizuno et al (12) encontraron para los distintos horizontes de 9
perfiles valores entre 430 y 1.020 ppm, con una media de 820 para los horizontes
superficiales, lo que coincide sugestivamente con la media antes mencionada. Con
referencia a la fracción extractable, que es la que se utiliza para el diagnóstico, se
recurre a distintos extractantes que arrojan valores diferentes. Mizuno et al
encontraron, en el trabajo antes mencionado, valores entre 1.8 y 69 ppm utilizando
ácido fosfó rico O.lN.Conti et al(4) con solución de ácido acético más hidroquinona
encontraron entre 53 y 217 ppm; Ratto de Miguez en su trabajo de Tesis (17) entre
64 y 216 ppm. Los resultados disponibles de la fracción extractable, con referencia
a la provincia de Buenos Aires, alertan sobre posibles casos de valores cercanos a
los límites críticos; particularmente para aquellos cultivos exigentes mencionados al
principio. Cobre Se ha pensado que la disponibilidad del cobre aumenta con la
acidez de los suelos. No obstante, hay evidencias, como algunos valores en suelos
halohidromórfícos y el contenido en vegetales en distintos suelos, que ponen en
duda la afirmación. Con referencia a los requerimientos vegetales, se mencionan
como exigentes: cebada, avena, alfalfa, tréboles, cítrus, espinaca, zanahoria. La
bibliografía menciona valores para cobre total entre 10 y 200 ppm, con una media
de 20 ppm. Para suelos de la provincia de Buenos Aires se encontraron valores
entre 19 y 45 ppm. Con referencia a la fracción extractable, utilizando solución de
EDTA, la bibliografía (4), (12), (17) señala valores entre 1,13 y 4,35 ppm. El cobre,
como el manganeso y ej zinc, presenta un factor enmascarante que es el uso de
plaguicidas que contienen dichos elementos, consideración válida en agricultura
intensiva. Los etilen bis ditiocarbamatos de zinc o manganeso, el caldo bordelés, el
oxicloruro de cobre son ampliamente utilizados. En el caso del cobre se mencionan
extensas áreas, particularmente cafetales en los que el uso excesivo ha llevado a
niveles tó xicos en los suelos. Por lo dicho, el panorama del cobre como nutrimento
en la producción vegetal del país permanece como incógnita; no así en la
producción animal, en la que se han detectado casos de deficiencias, generalmente
inducida por exceso de molíbdeno y agravados por los sulfatos de aguas de bida.
Zinc El comportamiento del zinc, como se dijo anteriormente, se encuentra
íntimamente relacionado con el pH de los suelos. Su actividad aumenta en relación
inversa al pH. Son numerosas las especies vegetales que se sabe son exigentes en
zinc: maíz, sorgo, cítricos, manzanos, durazneros siendo posiblemente los porotos
los más exigentes. En algunos ensayos efectuados en la zona de Chacabuco se
lograron diferencias significativas en el rendimiento con pulverizaciones de
compuestos de zinc. La bibliografía menciona como niveles de zinc total en suelo
valores entre 10 a 300 ppm, con una media de 50 ppm. Mizuno et al (12) encontraron
valores entre 59 y 130 ppm considerando todos los horizontes del perfil límites que
también pueden aplicarse cuando se consideran solamente los horizontes
superficiales, notándose en estos últimos una tendencia a la concentración. Con
referencia a la forma extractable con solución 0.02M de EDTA, oscilaron entre 0.14
y 4.4 ppm, con neta tendencia a los mayores valores en los horizontes superficiales,
lo cual indica una relación directa con la riqueza en materia orgánica. S. Ratto de
Miguez (17) encontró con el mismo extractante, valores entre 1.0 y 3.63 ppm en
horizontes superficiales. Conti et al (4) encontraron valores entre 2.41 y 5.31 ppm,
Tiraboschi et 9 al (2) entre 1.6 y 2.8 ppm, para horizontes superficiales. Por lo
expuesto, los valores de zinc aprovechable se relacionan en forma directa con la
riqueza en materia orgánica e inversa al pH, lo que permite prever que los suelos
pobres en materia orgánica y reacción neutra a alcalina presentan posibilidades de
deficiencia. Hierro Es un elemento abundante en los suelos y tanto más cuanto más
viejos son los mismos, en virtud de su concentración como consecuencia de la
pérdida de compuestos de sílice por fenómenos de hidrólisis y lixiviación. Es así que
en los suelos tropicales se encuentran los mayores valores. No obstante, en la
práctica se encuentran casos de deficiencia, particularmente en suelos calcáreos.
En suelos con poca aereación, ayudado por acidez acentuada; el hierro se moviliza
excesivamente y puede llegar a niveles tóxicos (caso del arroz). La bibliografía
menciona valores entre 1 y 17 % de hierro total en los suelos. Mizuno et al (12)
encontraron valores entre 2.1 y 3.5 %. Para la determinación de la fracción
extractable se utilizan una serie de soluciones como: complejantes, salinas,
reductoras sin que hasta el momento se reconozca a alguna como de posible uso
universal. Entre las especies vegetales exigentes en hierro se mencionan: arroz,
sorgo, espinaca, poroto, brócoli, coliflor, citrus y vid. S. Ratto de Miguez(1?)
encontró entre 64 y 216 ppm de extractable con solución 0.G2M de EDTA, mientras
que Conti et al (4) encontraron con acetato de amonio valores menores de 32 ppm.
Son condiciones predisponentes para una eventual deficiencia de hierro suelos de
reacción alcalina, con presencia de calcáreo y bien aereados mientras que en las
condiciones opuestas puede llegar a niveles tóxicos. Molibdeno Es un elemento
sumamente escaso en los suelos, pero afortunadamente las exigencias vegetales;
como se dijo al comienzo son muy bajas. Su contenido en suelo es del orden de
0.0003 %, siendo el elemento que se encuentra en el porcentaje más bajo en suelo,
menos aún que el cobalto. El contenido en vegetales oscila normalmente entre
algunas partes por millón a 60 o más ppm, contenidos altos que pueden provocar
molibdenosis en seres humanos y animales. En la bibliografía argentina no se han
hallado trabajos referentes al contenido total en algunos suelos, por lo menos en las
últimas décadas. Con referencia al molibdeno aprovechable por los vegetales es de
uso casi universal el extractantes denominado de Tamm, que consiste en una
solución de oxalato y ácido oxálico, sistema complejo que requiere la destrucción
de los oxalatos como operación previa a la determinación en sí. Giuffre et al (8)
trabajando con resinas amónicas, obtuvieron resultados estrechamente
correlacionados con los que se logran con el extractante mencionado, lo que
simplifica la técnica de la determinación. La misma autora, trabajando con algunos
suelos argentinos obtuvo valores que oscilaron entre 0.02 y 0.63 ppm. Conti et al
(4), trabajando con la misma técnica obtuvieron valores entre 0.07 y 0.10 ppm. Entre
las especies exigentes en este microelemento se mencionan: ave na, sorgo, brócoli,
coliflor, porotos, trébol, alfalfa. La actividad del molibdeno es función inversa del pH
del suelo, de tal modo que su deficiencia es más factible en suelos ácidos que en
neutros o alcalinos. Tan íntima es la relación que en ocasiones, en situaciones de
deficiencia del molibdeno, un encalado soluciona el problema. Los factores que
favorecen la mayor disponibilidad del molibdeno son la reacción del suelo y su
aereación. La práctica indica que la alcalinidad y la mala aereación (suelos
inundados) aumentan la actividad del molibdeno. Dichas características son
también las propicias para excesos de molibdeno en vegetales. TENDENCIAS
FUTURAS 1. Es de gran interés el estudio de 10 los elementos menores, dadas las
pequeñas cantidades que se encuentran en los suelos y la complejidad de sus
dinámicas, factores que pueden llevar a los mismos a límites críticos. Si a ello se
añade que los nuevos cultivares presentan cada vez mayores exigencias
cuantitativas se acentúa dicha necesidad. 2. Es de interés el estudio de las
cantidades totales de los microelementos, en función de alguna categoría
sistemática como podría ser a nivel de subgrupo. De este modo se tendrá una idea
de las reservas que disponen los suelos. 3. Es inmediata la necesidad del
conocimiento de la disponibilidad de por lo menos algunos que pueden llegar a
límites críticos. En tal sentido merecen atención prioritaria: zinc, molibdeno y
manganeso en aquellas especies que se sabe son exigentes en alguno de ellos. 4.
Es deseable que se unifique el uso de extractantes a efectos de hacer comparables
los resultados. 5. Los microelementos deben ser estudiados también como posibles
factores tóxicos, en suelos y en vegetales, como consecuencia de las poluciones
resultantes de la actividad industrial, minera, transporte

FUNAMENTO QUIMICO
CLASIFICACIÓN DE LOS ELEMENTOS NUTRITIVOS Actualmente se admite
que las plantas superiores pueden contener hasta 60 elementos, de los cuales
16 de ellos (C, H, O, N, P, K, Ca, Mg, S, Fe, Mn, B, Mo, Cu, Zn y Cl) son
considerados esenciales para su normal desarrollo mientras que otros 4 (Na, Si,
Co y V) son considerados solo esenciales para algunas de ellas Todos estos
elementos desempeñan funciones muy importantes en las plantas, y cuando
están presentes en cantidades insuficientes, pueden producirse graves
alteraciones y reducirse notablemente el crecimiento de las mismas.
MACRONUTRIENTES: Elementos primarios (N, P y K) y secundarios (Ca, Mg
y S). Los macronutrientes son los elementos necesarios en cantidades
relativamente abundantes para asegurar el crecimiento y la supervivencia de las
plantas. La presencia de una cantidad suficiente de elementos nutritivos en el
suelo no garantiza por sí misma la correcta nutrición de las plantas, pues estos
elementos han de encontrarse en formas moleculares que permitan su
asimilabilidad por la vegetación. En síntesis, se puede decir que una cantidad
suficiente y una adecuada disponibilidad son fundamentales para el correcto
desarrollo de la vegetación.
Nitrógeno (N). Los procesos de combinación del N con otro elemento reciben el
nombre de fijación del nitrógeno y se realizan, en la naturaleza, gracias a la
acción de ciertos microorganismos y a las descargas eléctricas que tienen lugar
en la atmósfera. Sin embargo, la cantidad de N fijado suele ser pequeña en
comparación con la que las plantas podrían utilizar. Cerca del 99% del N
combinado en el suelo, se halla contenido en la materia orgánica. El N orgánico,
incluido en moléculas grandes y complejas, sería inaccesible a los vegetales
superiores si no fuera, previamente, liberado por los microorganismos. La
actividad microbiana descompone, gradualmente, los materiales orgánicos
complejos en iones inorgánicos simples, que pueden ser utilizados por las
plantas. La rapidez con que, potencialmente, los cultivos serían capaces de
utilizar el N, suele exceder a la rapidez con que éste es liberado. En
consecuencia, la cantidad de N disponible en el suelo suele ser relativamente
muy pequeña.
Nitrógeno El nitrógeno es un elemento químico, de número atómico 7, símbolo
N y que en condiciones normales forma un gas diatómico que constituye del
orden del 78% del aire atmosférico. Símbolo: N Configuración electrónica: 1s2
2s2 2p3 Número atómico: 7 Punto de ebullición: -195,8 °C Masa atómica:
14,0067 ± 0,0001 u Descubridor: Daniel Rutherford Amonio Nitrito nitrato
la nitrificación del N de los fertilizantes nitrogenados que contienen amonio
(NH4+) puede generar acidez en el suelo debido a la liberación de iones
hidrógeno (H+).
Fósforo (P). Su nombre deriva de las palabras griegas phos (luz) y phorus
(portador); el fósforo es el portador de luz. A diferencia del N, que puede
incorporarse a los suelos por medio de la fijación bioquímica por
microorganismos, el P no posee tal ayuda microbiana dado que procede
únicamente de la descomposición de la roca madre que tiene lugar durante el
proceso de meteorización. La cantidad de P total del suelo, expresada como
P2O5, en raras ocasiones sobrepasa el 0,50% y puede clasificarse, como
inorgánico y orgánico. El P inorgánico es suministrado por la meteorización de
minerales como el apatito Ca5(PO4)3F y en menor proporción puede formar
parte de la cadena de silicatos donde sustituye al silicio, o encontrarse en
minerales neoformados. El P orgánico es de gran importancia para la fertilidad
del suelo debido a que determinados compuestos orgánicos son una fuente
indirecta de formas solubles. El humus y otros tipos de materia orgánica no
humificada son la principal fuente de P orgánico en el suelo.
Sustancia Nombre H3PO4 ácido fosfórico H2PO4 - anión fosfato di ácido HPO4
2- anión fosfato mono ácido PO4 3- anión fosfato
Potasio (K). El K es, tal vez, el elemento mineral que se encuentra en mayor
proporción en las plantas y es relativamente frecuente en las rocas. Con
independencia del K que se añade como componente de diversos fertilizantes,
el K presente en los suelos procede de la desintegración y descomposición de
las rocas que contienen minerales potásicos. Junto a este K mineral debe
incluirse el procedente de la descomposición de restos vegetales y animales. A
diferencia del P, el K se halla en la mayoría de los suelos en cantidades
relativamente grandes. En general, su contenido como K2O oscila entre 0,20-
3,30% y depende de la textura. En suelos sódicos, varía entre 2,50-6,70%. La
fracción arcillosa es la que presenta un mayor contenido de K, por lo que los
suelos arcillosos y limo-arcillosos son más ricos que los limo-arenosos y
arenosos, teniendo en cuenta también que la variación en el contenido de K está
influenciada por la intensidad de las pérdidas debidas a la extracción por los
cultivos, lixiviación y erosión.
Elementos secundarios. Las cantidades de estos elementos presentes en el
suelo suelen cubrir las necesidades de los cultivos, por lo que, en general, no es
preciso realizar aportes de ningún tipo al suelo. Este grupo de elementos
comprende Ca, Mg y S. Calcio (Ca). El Ca presente en el suelo, aparte del
añadido como fertilizante o enmienda, procede de las rocas y de los minerales
del suelo, y su contenido total puede variar ampliamente. En los suelos
considerados no calizos oscila entre el 0,10 y 0,20%, mientras que en los calizos
puede alcanzar hasta un 25%. De forma general, se puede decir que el Ca
proviene de la meteorización de los minerales. Estos materiales son tan
comunes que la mayoría de los suelos contienen suficiente Ca para cubrir gran
parte de las necesidades de la planta. El Calcio tiene un efecto moderador de
los efectos de salinidad y especialmente del sodio en el suelo y en la planta
Magnesio (Mg). El Mg es un elemento químicamente muy activo pero que no
aparece por sí solo como elemento libre en la naturaleza sino que se encuentra
distribuido en forma mineral. Según diversas estimaciones su contenido medio
en la corteza terrestre puede situarse en torno a un 2,30% mientras que en el
suelo se aproxima a un 0,50%.
PAPEL DEL AZUFRE EN LAS PLANTAS A diferencia del Ca y el Mg que son
absorbidos por las plantas como cationes, el S es absorbido principalmente
como anión sulfato (SO4 =). También puede entrar por las hojas como dióxido
de azufre (SO2) presente en al aire. El S es parte de cada célula viviente y forma
parte de 2 de los 21 amino ácidos que forman las proteínas. Ayuda a desarrollar
enzimas y vitaminas Promueve la nodulación en las leguminosas Es necesario
en la formación de clorofila a pesar de no ser un constituyente de este
compuesto . Está presente en varios compuestos orgánicos que dan el olor
característico al ajo, la mostaza y la cebolla
Pruebas de laboratorio con animales de prueba han indicado que el azufre
puede causar graves daños vasculares en las venas del cerebro, corazón y
riñones.
MICRONUTRIENTES Reciben el nombre de micronutrientes, aquellos
elementos indispensables para que las plantas puedan completar su ciclo vital,
aunque las cantidades necesarias de ellos sean muy pequeñas. El contenido
total de micronutrientes en el suelo es función del material de partida y de los
procesos edafológicos. Aquellos elementos cuya concentración total en el suelo
es normalmente inferior a 1000 mg/kg son llamados elementos traza. Dentro de
este grupo podemos incluir a los micronutrientes (Cu, Mn y Zn), imprescindibles
para las plantas y para los animales en baja concentración, pero que pueden
volverse tóxicos al alcanzar determinados niveles. La excepción entre ellos está
en el Fe, que es un micronutriente pero no estrictamente un elemento traza.
Hierro (Fe). A pesar de su abundancia en suelos y rocas, es uno de los
micronutrientes más deficiente. El Fe es el cuarto elemento más abundante en
la corteza continental después del O, Si y Al, constituyendo alrededor del 15%
en peso de la corteza terrestre. Es, con diferencia, el microelemento más
abundante en los suelos, ya sea como constituyente mineral o bien bajo la forma
de óxidos e hidróxidos. No obstante, en suelos con horizontes enriquecidos en
materia orgánica, el Fe aparece principalmente en forma de quelatos. Su
contenido en los suelos templados suele variar entre el 1 y 5%. En casos
aislados, pueden hallarse valores cercanos al 10%. En el suelo, el contenido de
Fe fluctúa en el rango de 0,20 al 5%, en un orden de magnitud similar al de la
roca subyacente.
Los estados de oxidación más comunes para el Hierro son +2 y +3. Para la
formulación de los fertilizantes se usan mezclas de sales u otros compuestos de
los diferentes elementos que quieren incorporarse, siendo muy común el uso de:
Nitrógeno en forma de nitratos (especialmente el nitrato de amonio) y urea. El
fósforo en forma de fosfatos de metales o amónico. El potasio en forma de
fosfatos o nitratos de potasio. El boro en forma de ácido bórico. El resto de los
micro-elementos como sulfatos.
EL COBRE (Cu) es un micronutriente. . Sin Cu, no habría fotosíntesis ya que
este nutriente es necesario para la formación de clorofila el material que le da su
color verde a las plantas y que les permite absorber la luz solar utilizada durante
la fotosíntesis. El Cu es retenido por la materia orgánica con mayor fuerza que
cualquier otro micronutriente. Sulfato de cobre es una sustancia iónica. Esto
sugiere que es fácilmente soluble en agua para producir iones de cobre y sulfato.
Esta propiedad es importante en la industria de los fertilizantes. Sulfato de cobre
se emplea para tratar la insuficiencia de cobre en el suelo. El cobre es un
elemento crucial en crecimiento de las plantas, aunque puede ser tóxico en
grandes concentraciones. El cobre se encuentra en una variedad muy de
proteínas y enzimas de plantas que activan los procesos bioquímicos que en
ellos. Estudios agrícolas muestran que las enzimas son necesarias para el
crecimiento de plantas y la reproducción. La formación de semillas y la clorofila
dependen de la presencia de cobre en las plantas.
El manganeso en la planta - El manganeso (Mn) no forma parte de la clorofila,
pero es necesario para su formación. - Actúa como catalizador en numerosos
procesos enzimáticos - Se absorbe bajo la forma de Mn2+. En un medio con un
pH superior a 5´5, el manganeso asimilable se oxida y pasa a forma inasimilable;
a su vez, en un medio ácido, o pobre en oxigeno, las formas oxidadas se reducen
y pasan a asimilables. Aportaciones de manganeso. Para corregir la deficiencia
de este elemento se emplea sulfato o quelato de manganeso que se aplica sobre
el suelo o en pulverizaciones foliares. El preferible la pulverización foliar porque
el sulfato de manganeso aplicado al suelo se oxida muy pronto y pasa a formas
no asimilables. MANGANESO quelatado en aminoácidos para aplicación foliar y
al suelo.
El Zinc (Zn) fue uno de los primeros micronutrientes o elementos menores
reconocido y aceptado como esencial para los cultivos. El Zinc tiene varias
funciones dentro de las plantas. Es importante en la producción de hormonas
que regulan el crecimiento y además es esencial en varias reacciones del
metabolismo de los cultivos. Es necesario en la producción de la clorofila y los
carbohidratos. No es móvil dentro de la planta, por lo que los síntomas de
deficiencias aparecen primero en las hojas más nuevas. La disponibilidad de
Zinc y Fósforo en el suelo es incrementada por la presencia de ciertos hongos
conocidos como Micorrizas, los cuales forman una relación simbiótica con las
raíces de los cultivos. Fórmula Química : ZnSO4 * 7H2O Sinónimo : Vitriolo
blanco, vitriolo de zinc Estructura : Finos cristales blancos Solubilidad : 100%
soluble en agua (540 g/l a 20º C) El Zn es un elemento ampliamente distribuido
que se pequeñas, pero suficientes, en la mayoría de los suelos y plantas. la
eliminación de la parte superficial del suelo, por ejemplo, por erosión o por
nivelación del mismo, pueda ocasionar la deficiencia de Zn en los suelos con
escaso contenido de este elemento.

FUNDAMENTOS MATEMATICOS

La diferencia entre los términos es significativa al momento de las recomendaciones


de fertilización bajo el criterio de reposición. La reposición utilizando la absorción
del cultivo implica la aplicación de todos los nutrientes que fueron tomados por el
cultivo y que se encuentran presente en todos sus tejidos y órganos, cosechables y
no cosechables. La práctica de fertilización por los niveles de extracción de los
cultivos, generalmente la más utilizada, sólo busca reponer los nutrientes que son
absorbidos y depositados en tejidos y órganos cosechables, y que por lo tanto no
son reciclados debido a que no vuelven a ingresar al sistema suelo. Los
requerimientos de absorción y extracción se expresan en términos de kg de
nutrientes por tonelada de grano u órgano cosechable, siempre en base seca.
Ejemplo: Cultivo de maíz con el %H de 14.5%, para un rendimiento (Rend.) de
12.000 kg/ha. La cantidad de materia seca (MS) en una tonelada (t) de maíz a 14.5%
de humedad es de 0.873 t, según la siguiente fórmula MS= MH *
(100/(100+%Humedad). Entonces para 12 t de maíz, con la %H de 14.5%, la
extracción total de nitrógeno (N) sería: Extracción total N (kg/ha)= Rend*
100/(100+%Hc) * Extracción N grano (kg/tn) Extracción total N (kg/ha)= 12 tn/ha *
100/(100+14.5) * 15 kg/tn
El maíz: 50 % de N y el 100 % de P2O5 y K2O a la siembra , 50 % de N entre 20 y
30 días El arroz 1/3 del N y el 100 % de P2O5 y K2O a la siembra ; 1/3 de N se
aplica a los 25 días (Amacollamiento) y 1/3 de N, se aplica entre 60 - 65 días
(floración) El Sorgo se fertiliza de la misma manera que el maíz. El frijol, la Soja y el
maní requieren 33 kg. de N , de 33 - 66 Kg. de P2O5 y 33 kg. de K2O al momento
de la siembra. En la fertilización del frijol , en Olancho usa dosis de 97 kg./ ha de
18-46-0 , en Danlí se recomienda 65.7 kg./ ha de 18-46-0 al momento de la siembra.
2. El laboratorio de suelo, establece la dosis a aplicar al cultivo en base a la
interpretación de los resultados y el cultivo a emplear. 3. La formulación de las dosis,
depende de los compuestos fertilizantes con o sin los 3 componentes N , P2O5 y
K2O , que se encuentran en el mercado. 4. Normalmente , estas formulas de N -
P2O5 - K2O, N - P2O5 , N , P2O5 o K2O , populares en la producción de Granos
Básicos , están dadas en forma proporcional y son dependientes de su oferta en el
mercado.

Para garantizar la formulación de la dosis sin sobrantes, consumo de lujo, identificar


el gasto / fuente / unidad de Area, definir el gasto total para efecto de planificar la
inversión, se identifican las Formulas disponibles en el mercado, para luego, calcular
la cantidad de c/u y si no resulta exacta, tiene que establecerse una mayor
aproximación. • Una vez se tiene la dosis para aplicar el complemento fertilizante e
identificado las formulas disponibles en el mercado, se procede a elaborar tablas de
esas proporciones entre 5 y 35, para luego juntarlas para su mezcla. Ejemplo:
Fertilización del Maíz Formulas Disponibles Dosis : 120 - 130 - 50 12 - 24 - 12 10 -
30 - 10 20 - 20 - 0 46 - 00 - 0 (Urea) Como el maíz se fertiliza fraccionando 50 % N
a la siembra y 50 % a la cultivada , mientras que el P2O5 y el K2O se aplica en su
totalidad al momento de la siembra, entonces , la dosis de aplicación al momento
de la siembra será 60 - 130 - 50 kg / ha. y después conjugaremos los datos de las
tablas. En el uso de las tablas , podemos partir de cualquier componente sin afectar
el concepto , pues en ellos existe la proporcionalidad , pero , si observamos , no
todas las formulaciones contienen K2O , por lo que en el caso que nos ocupa,
partiremos del Potasio , porque como vemos , el 20 - 20 - 0 no es aportante y si el
12 - 24 - 12 y el 10 - 30 - 10 , o sea que asociaremos estos últimos para obtener el
100 % de la dosis de K2O , con el convenido de que debe haber un remanente
proporcional de 1 - 1 - 0 para considerar el faltante de N y P2O5 que contiene la
formula 20 - 20 - 0. Podemos iniciar partiendo de un aporte de 50 % para c/u: 006
CULTIVOS DE GRANO APV-350 PRACTICAS CULTURALES Ing. C.A. Valladares
entonces Pero buscamos : Se observa que la proporción remanente es 2 - 1 – 0 y
nosotros pretendemos 1 - 1 – 0 entonces tomamos otra combinación que sume 50.
Vemos que la proporción remanente es de 1 - 0 - 0 , que no es 1 - 1 - 0 , pero que
de repente puede ser cubierta con Urea (que tiene esa proporción) pero que no es
recomendable porque esta combinación es aplicable a suelos sin cobertura y
normalmente la Urea se usa en coberturas para evitar la evaporación del N por su
efecto higroscópico. Luego invertimos las cantidades de proporciones a fin de que
sumen 50. Se observa que sí hay un remanente proporcional 1 - 1 - 0 y se procede
a calcular las cantidades individuales de las formulas empleadas. 1 Q.m. de 12 - 24
- 12 12 kg. de N ? 30 ( prop. 1:2:1)= 30 / 12 = 2.5 QM 12 - 24 - 12 1 Q.m. de 10 - 30
- 10 10 kg. de N. ? 20 ( prop. 1:3:1)= 20 / 10 = 2 QM 10 - 30 - 10 1 Q.m. de 20 - 20
- 0 20 kg. de N ? 10 (prop. 1:1:0) = 10 / 20 = 0.5 QM 20 - 20 - 0 1 Q.m. de Urea 46
kg. de N ? 60 (50 % de N faltante)= 60 / 46 = 1.3 QM Urea
Para calcular cuanta urea (46-0-0) sería necesaria para proporcionar los 60 kg de
N, divida los kilos de N necesarios por el porcentaje decimal de N en la urea. 60 ÷
0.46 = 130 kg urea/hectárea Por lo tanto, si aplicamos 179 kilos de nitrato de amonio
o 130 kilos de urea por hectárea, estarémos aplicando 60 kilos de nutriente N. 3.1.2.
Una situación en la que solo se aplicará fósforo: luego de haber cosechado
leguminosas en un suelo donde el potasio es alto (no se necesita K), y la aplicación
de 100 kg P2 O5 /hectárea es deseada. Divida los kilos de P2 O5 necesarios por el
porcentaje decimal de P2 O5 en el superfosfato triple (0-46-0). 100 ÷ 0.46 = 216 kg
0-46-0 necesarios para proporcionar 100 kg P2 O5 /hectárea 3.2. En esta sección
se considerarán calculos que incluyan dos o más nutrientes. 3.2.1. Situación: se
recomienda aplicar nitrógeno y fósforo post, a razón de 30 kilos N y 30 kilos P2 O5
por hectárea. Calcule un nutriente a la vez. Usemos sulfato de amonio (21-0-0)
como fuente de N. 30 ÷ 0.21 = 143 kg de sulfato de amonio Use superfosfato triple
(0-46-0) como fuente de P. 30 ÷ 0.46 = 65 kg 0-46-0/hectárea Entonces, la mezcla
de 143 kg de sulfato de amonio y 65 kg de superfosfato triple (208 kg de
mezcla/hectárea), proporcionará los deseados 30 kg de N y 30 kg P2 O5 hectárea.
3.2.2. Situación: La recomendación es 80 kg N, 20 kg P2 O5 , 90 kg K2 O, y 10 kg
S/hectárea. Nuevamente, tomamos los nutrientes, uno a la vez, usando sulfato de
amonio (21-0-0-23S) superfosfato triple (0-46-0) y muriato de potasa (0-0-60) como
fuentes de nutrientes. Obtendrémos el azufre del sulfato de amonio y no habrá que
agregar otra fuente de S. Archival copy: for current recommendations see
http://edis.ifas.ufl.edu or your local extension office. Fertilidad de Suelos y el Uso de
Fertilizantes: Un Curso Corto en Cinco Sesiones 18 80 ÷ 0.21 = 381 kg 21-0-0 20 ÷
0.46 = 44 kg 0-46-0 90 ÷ 0.60 = 150 kg 0-0-60 10 ÷ 0.23 = 44 kg 21-0-0-23S
proveerán los 10 kg S. Debido a que estamos aplicando 381 kg de 21-0-0-23S como
fuente de N, se podrá satisfacer la recomendación de proporcionar S. 3.3. Hay
algunas combinaciones de materiales que causan problemas y que los
distribuidores podrían no querer proporcionar. 3.3.1. La segregación es un problema
serio cuando las partículas son de diferentes tamaños, como es el caso con
fertilizantes mezclados a granel. 3.3.2. Las propiedades físicas podrían impedir la
mezcla de algunos materiales. 3.4. Compare los precios de los fertilizantes
incluyendo el costo de aplicación por área. Si otras consideraciones son iguales
compre las fuentes más económicas. 4. Los ingredientes combinados en las
proporciones específicas constituyen la fórmula del fertilizante. 4.1. La fórmula es la
receta del fertilizante. Es la cantidad y análisis de los materiales en un fertilizante
mezclado. 5. "El grado" es simplemente una manera conveniente de expresar los
porcentajes de nutrientes primarios de los fertilizantes. 5.1. No hay nada mágico
acerca del grado. 5.1.1. El concepto de un grado único para un cultivo en particular
(ejemplo "tabaco especial") no reconoce ni incluye la contribución del suelo a la
nutrición del cultivo. Es un concepto anticuado que asume la existencia de niveles
bajos de nutrientes primarios en el suelo. 5.2. El grado de la mezcla calculada en la
sección previa será calculada aquí. 5.2.1. Cuando se usa un solo material, como se
muestra en la Sección 3.1.1, el grado es obviamente el mismo que el del material.
5.2.2. En situaciones en las que se use más de un material, sume todos los pesos
y divida el contenido de N por el total del por ciento de N. Haga lo mismo para el P
2 O5 y K2 O. Por ejemplo, en la Tabla 7 calculamos el grado de la mezcla en Sección
3.2.1. Tabla 7. Cálculo de grado de la mezcla en la Sección 3.2.1. 143 kg 21-0-0
para proporcionar 30 kg N +65 kg 0-46-0 para proporcionar 30 kg P 2 O5 208 kg
peso total de los materiales El grado de la mezcla sería 14.4-14.4-0. En la práctica,
6 kilos de "relleno" probablemente serían agregados para alcanzar un peso total de
214 kg y el grado resultante sería 14-14-0 (ejemplo 30 ÷ 214 = 14%). El mismo
proceso es seguido para cualquier cantidad de nutrientes existentes. La Tabla 8 es
un cálculo del grado de la mezcla descrita en Sección 3.2.2. Tabla 8. Cálculo de
grado de la mezcla en Sección 3.2.2. 381 kg 21-0-0-23S 44 kg 0-46-0 +150 kg 0-0-
60 575 kg peso total de los materiales 80 kg N ÷ 575 kg total = 13.9% N 20 kg P2
O5 ÷ 575 kg total = 3.4% P2 O5 90 kg K2 O ÷ 575 kg total = 15.6% K2 O Archival
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office. Fertilidad de Suelos y el Uso de Fertilizantes: Un Curso Corto en Cinco
Sesiones 19 87 kg S ÷ 575 kg total = 15.2% S El grado sería 13.9-3.4-15.6-15.2S
Cualquier material noagregado para redondear el grado a un número entero
resultará en un "redondeo hacia abajo". Usted no puede "redondear hacia arriba"
debido a que el grado solo garantiza un análisis mínimo. 6. La cantidad aplicada por
área multiplicada por el grado dá como resultado la cantidad de nutrientes aplicada
por hectárea. 6.1. Saber solamente el grado o la cantidad aplicada tiene poco valor.
(Ejemplo, "Yo apliqué 10-3-20 o, "Yo apliqué 600 kilos de fertilizante.") 6.2. El cálculo
simplemente consiste en multiplicar los componentes de grado por la cantidad
aplicada por hectárea. Por ejemplo, 500 kilos de 10-3-20 fueron aplicados por
hectárea. 500 kg x 10% N = 50 kg N/hectárea 500 kg x 3% P2 O5 = 15 kg P2 O5
/hectárea 500 kg x 20% K2 O = 100 kg K2 O/hectárea 6.3. La cantidad de nutrientes
aplicados por hectárea es un dato importante que debería ser incluido en los
registros de campo. 7. Compre los nutrientes usted mismo. Así tendrá la satisfacción
de un trabajo bien hecho. 7.1. Comparar precios puede ser una buena práctica y
puede resultar en ahorros apreciables. 7.2. Discutir sobre alternativas con el
vendedor puede generar un mejor entendimiento de sus necesidades de
fertilizantes por parte del distribuidor. 7.2.1. El vendedor mostrará más interés en
las necesidades de sus clientes si estos tienen conocimientos sobre los fertilizantes
y su uso.

Procedimiento de Análisis de determinación de clase de textura


Definición de la textura del suelo
La textura indica el contenido relativo de
partículas de diferente tamaño, como la
arena, el limo y la arcilla, en el suelo. La
textura tiene que ver con la facilidad con
que se puede trabajar el suelo, la
cantidad de agua y aire que retiene y la
velocidad con que el agua penetra en el
suelo y lo atraviesa.

Para conocer la textura de una muestra


de suelo, separe primero latierra fina*,
todas las partículas de menos de 2 mm,
de las partículas mayores como la grava
y las piedras. La tierra fina es una
mezcla de arena, limo y arcilla. Para
realizar los ensayos de campo
siguientes asegúrese de utilizar sólo
tierra fina.

6.1 Ensayos de campo rápidos para determinar la textura del suelo


Cuando se construye un estanque piscícola, es mejor emplear un suelo que posea
una elevada proporción de limo o arcilla, o ambos, que retenga bien el agua. Para
comprobar con rapidez la textura del suelo a diferentes profundidades, presentamos
dos pruebas muy sencillas que usted puede realizar.

Prueba del lanzamiento de la bola


 Tome una muestra de suelo  Lance la bola al aire (B) hasta
humedecido y oprímala hasta unos 50 cm aproximadamente y
formar una bola (A); deje que caiga de nuevo en su
mano...
 Si la bola de desmorona (C), el  Si la bola mantiene su
suelo es pobre y contiene cohesión (D), probablemente sea
demásiada arena; un suelo bueno con suficiente
arcilla.

Prueba de compresión de la bola


 Tome una muestra de suelo y  Oprímala con fuerza (B), y abra la
humedézcala un poco (A) hasta mano...
que comience a hacerse
compacta sin que se pegue a la
mano;

 Si el suelo mantiene la forma de  Si el suelo no mantiene la forma


su mano (C), probablemente de la mano (D), es que contiene
contenga la arcilla suficiente para demasiada arena.
construir un estanque piscícola;
6.2 Cómo determinar las proporciones aproximadas de arena, limo y arcilla
Esta es una prueba sencilla que dará una idea general de las proporciones de arena,
limo y arcilla presentes en el suelo.
Prueba de la botella
 Coloque 5 cm de suelo en una  Agítela bien y déjela reposar
botella y llénela de agua (A); durante una hora. Transcurrido
este tiempo, el agua estará
transparente y observará que las
partículas mayores se han
sedimentado (B);

 En el fondo hay una capa de


arena;
 En el centro hay una capa de
limo;
 En la parte superior hay una capa
de arcilla. Si el agua
no está completamente
transparente ello se debe a que
parte de la arcilla más fina está
todavía mezclada con el
agua;
 En la superficie del agua pueden
flotar fragmentos de
materia orgánica;
 Mida la profundidad de la arena,
el limo y la arcilla y cal-
cule la proporción aproximada de
cada uno (C).
6.3 Como clasificar la textura del suelo de fina a gruesa
La textura del suelo puede clasificarse de fina a gruesa. La textura fina indica una
elevada proporción de partículas más finas como el limo y la arcilla. La textura
gruesa indica una elevada proporción de arena. En el Cuadro 4 pueden obtenerse
definiciones más precisas. A continuación presentamos una prueba sencilla que le
ayudará a clasificar la textura del suelo de gruesa a fina.
Prueba de la bola de barro
 Tome una muestra de suelo;  Continue amasándola entre el
humedézcala un poco y amásela pulgar y el índice y moldee
hasta que adquiera consistencia (A); una bola de barro de unos 3
cm de diámetro (B);

 La textura del suelo se puede


determinar por la forma en que
actúa la bola al ser lanzada
centra una superficie sólida,
como una pared o un árbol...
 Si al lanzar la bola,
mojada o seca, ésta sólo
produce salpicaduras,
la textura es gruesa (C);

 Si al lanzar la bola seca


ésta se comporta como
una perdigonada y al
lanzarla mojada centra un
blanco a mediana
distancia mantiene su
forma, la textura es
moderadamente
gruesa (D);

 Si la bola se despedaza al
chocar centra el blanco
cuando ésta seca, y se
mantiene compacta
cuando está húmeda pero
no se adhiere al blanco, la
textura es media (E);

 Si al lanzar la bola mojada


a gran distancia está
mantiene su forma y se
adhiere al blanco, pero
puede despegarse con
relativa facilidad,
su textura es
moderadamente fina (F);

 Si la bola se adhiere al
blanco cuando está
mojada y se convierte en
un proyectil muy duro
cuando está seca,
la textura es fina (G).
6.4 Clases texturales de suelos y ensayos de campo para determinarlas
Una determinación más exacta de la textura del suelo
Los suelos se clasifican por clases texturales según las proporciones de partículas
de arena, limo y arcilla. Estas clases texturales se definen en el Cuadro 4 y se
representan en el Cuadro 6. En el campo hay diferentes formas de hallar la clase
textural de la fracción tierra fina de una muestra de suelo determinada. Estas formas
son:

Prueba de sacudimiento de la bola


 Tome una muestra de suelo y  Forme una bola de 3 a 5 cm de
mójela bien (A); diámetro (B);

 Coloque la bola en la palma de la  Sacúdala rápidamente de un


mano; verá que brilla (C); lado a otro (D), y observe la
superficie de la bola...

 Si la superficie de la bola se  Si la superficie de la bola se


opaca rápidamente y puede opaca más lentamente y ofrece
romperla fácilmente entre los alguna resistencia al romperla
dedos (E), el suelo es arenoso o entre Ios dedos (F), es limoso o
arenoso franco; franco arcilloso;
 Si la superficie de la bola no
cambia y ofrece resistencia al
romperla (G), es arcilioso o
arcilloso limoso.

Prueba de desmenuzamiento en seco


 Tome una maestra pequeña de  Desmenúcela entre los dedos
suelo seco en la mano (A); (B)...

 Si ofrece poca resistencia y la  Si la resistencia es media (D),


muestra se pulveriza (C), el suelo es arcilloso limoso o arcilloso
es arena fina o arenoso arenoso;
franco fino o contiene muy poca
arcilla;

 Si ofrece gran resistencia (E),


es arcilla.

Prueba de manipulación
La prueba de manipulación le da una idea mejor de la textura del suelo. Esta prueba
se debe realizar exactamente en el orden que se describe más adelante porque
para poder realizar cada paso, la muestra deberá contener una mayor cantidad de
limo y arcilla.
 Tome una muestra de suelo (A);
mójela un poco en la mano hasta
que sus partículas comiencen a
unirse, pero sin que se adhiera a
la mano;

 Amáse la muestra de suelo hasta  Deje caer la bola (C)...


que forme una bola de unos 3 cm
de diametro (B);

 Si se desmorona,
es arena;
 Si mantiene la cohesión,
prosiga con el siguiente
paso.
 Amase la bola en forma de
un cilindro de 6 a 7 cm, de
longitud (D)...

 Si no mantiene esa forma,


es arenoso franco;
 Si mantiene esa forma,
prosiga con el siguiente
paso.
 Continúe amasando el
cilindro hasta que alcance
de 15 a
16 cm de longitud (E)...

 Si no mantiene esa forma


es franco arenoso;
 Si mantiene esa forma,
prosiga con el siguiente
paso.
 Trate de doblar el cilindro
hasta formar un
semicírculo (F)...
 Si no puede, es franco;
 Si puede, prosiga con el
siguiente paso.
 Siga doblando el cilindro
hasta formar un círculo
cerrado (G)...
 Si no puede, es franco
pesado;
 Si puede, y se forman
ligeras grietas en el
cilindro, es arcilla ligera;
 Si puede hacerlo sin que el
cilindro se agriete,
es arcilla.
Prueba de sacudimiento: como diferenciar la arcilla del limo
Los suelos limosos y los arcillosos son de textura muy lisa. Es muy importante poder
conocer la diferencia que existe entre estos dos suelos porque tal vez tengan un
comportamiento muy distinto cuando se emplean como material de construcción
para presas o diques, donde el limo quizás no tenga suficiente plasticidad. Los
suelos limosos pueden tornarse muy inestables cuando se mojan, mientras que la
arcilla es un material de construcción muy estable.

 Tome una muestra de suelo;  Moldee una masa de unos 8 cm


mójela bien (A); de diámetro y,
aproximadamente, 1,5 cm de
espesor (B);

 Coloque la masa en la palma de  Si la superficie se ve brillante,


la mano; se ve opaca; es limo;
 Sacuda la masa de lado a lado, a  Si la superficie se ve opaca,
la vez que observa su superficie es arcilla.
(C)...
 Confirme este resultado doblando  Si la superficie se opaca de
la masa entre sus dedos (D)... nuevo, es limo;
 Deje reposar la masa hasta que
esté totalmente seca (E)...

 Si es quebradiza y suelta polvo al  Si es firme y no suelta polvo al


frotarla entre los dedos (F), frotarla entre los dedos (G),
es limo; es arcilla.

Nota: registre los resultados de la prueba de sacudimiento según la velocidad -


rápida, lenta, muy lenta, o ninguna - con que la superficie de la masa se torna
brillante al sacudirla.
CUADRO 4
Clases texturales de suelos, según el USDA1
Nombres vulgares de los Clase
Arenoso Limoso Arcilloso
suelos(textura general) textural
86-100 0-14 0-10 Arenoso
Suelos arenosos
Franco
(textura gruesa) 70-86 0-30 0-15
arenoso
Suelos francos (textura
Franco
moderadamente 50-70 0-50 0-20
arenoso
gruesa)
23-52 28-50 7-27 Franco
Suelos francos (textura Franco
20-50 74-88 0-27
mediana) limoso
0-20 88-100 0-12 Limoso
Franco
20-45 15-52 27-40
arcilloso
Franco
Suelos francos (textura 45-80 0-28 20-35 arenoso
moderadamente fina) arcilloso
Franco
0-20 40-73 27-40 limoso
arcilloso
Arcilloso
45-65 0-20 35-55
arenoso
Suelos arcillosos
Arcilloso
(textura fina) 0-20 40-60 40-60
limoso
0-45 0-40 40-100 Arcilloso

Fundamento Químico:
Si necesita definir con mayor precisión la clase textural de su suelo, debe Ilevar
muestras de suelo alterado a un laboratorio de análisis para determinar
cuantitativamente el tamaño de las partículas. Esto se denomina análisis mecánico
del suelo. A continuación, se enumeran algunas de las actividades que pueden
realizarse en un laboratorio de suelos:
 Se seca la muestra de suelo;
 Se eliminan las partículas mayores de 2 m m, tales como la grava y las
piedras;
 La parte restante de la muestra, la tierra fina, se tritura bien a fin de liberar
todas las partículas separadas;
 Se mide con precisión el peso total de la tierra fina;
 La tierra fina se hace pasar a través de una serie de tamices* con mallas de
diversos tamaños de hasta alrededor de 0,1 mm de diámetro;
 El peso del contenido de cada malla se calcula por sepa rado y se expresa
como porcentaje del peso total inicial de la tierra fina;
 Los pesos de las partículas muy pequeñas de limo y arcilla que hayan pasado
a través de la malla más fina se miden por sedimentación y también se
expresan como porcentaje del peso total inicial de la tierra fina.
Los resultados del análisis mecánico del suelo que se realiza en el laboratorio
pueden ofrecerse en una de las formas siguientes:
 Muestra por muestra, en forma de lista (véase el Cuadro 5);
 Muestra por muestra en fichas separadas (véase el ejemplo de ficha típica
de análisis mecánico del suelo en la página siguiente);
 Para una serie de cuadros más detallados (véase la Section 6.7).
Con estos resultados podrá o bien asignar una clase textural específica a cada
muestra utilizando el método del triángulo textural (véase la Sección 6.6), o bien
preparar una curva de frecuencia de partículas según su tamaño de la que podrá
sacar sus propias conclusiones (véase la Sección 6.7).
Nota: es importante saber el sistema de clasificación de partículas según su tamaño
(Cuadro 2) que utiliza en sus análisis el laboratorio de suelos. Si se trata del que
emplea el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de America (USDA),
que define ef limo de 0,05 a 0,002 mm, siga el método descrito. No obstante, si el
laboratorio utiliza otro sistema, como el sistema internacional que define al limo de
0,02 a 0,002 mm, debe solicitar otra determinación cuantitativa del tamaño de las
partículas de 0,05 a 0,02 mm de diámetro (limo grueso). Ello le permitirá modificar
los resultados que le brinde el laboratorio, ajustarlos al sistema del USDA y emplear
el método del triángulo textural siguiente.
Por lo general, no es preciso realizar un análisis mecánico completo de la muestra
de suelo. Quizás usted sólo necesite un sencillo análisis de las partículas según su
tamaño, que determine el porcentaje de partículas de suelo de 0,075 mm o más de
diámetro. Si el porcentaje es menor de 50%, el suelo es de grano fino (textura fina).
Si el porcentaje es mayor de 50%, el suelo es de grano grueso (textura gruesa).
Con está información ya puede estimar la calidad del suelo , como se describe en
las Secciones 11.2 y 11.3.
Nota: los orificios de la malla típica número 200 de los EE.UU. miden 0,075 mm.
Para los ingenieros, este tamaño específico representa el límite de separación entre
la arena y el limo + arcilla (véase la línea 6 del Cuadro 2).
Ejemplo
Ficha tipica de análisis mecánico del suelo
CUADRO 5
Análisis mecánico de los suelos; análisis de las partículas según su tamaño, clases
texturales y pH de muestras de suelo seleccionadas
Muestra Arena Limo Arcilla
N°. Clase textural pH
%
1 43.0 28.0 29.0 Franco arcilloso 9.4
2 70.0 24.0 6.0 Franco arenoso 7.6
3 78.0 18.0 4.0 Arenoso franco 7.8
4 44.0 42.0 14.0 Franco 7.9
5 67.0 15.5 17.5 Franco arenoso 7.4
28 29.0 30.0 41.0 Arcilloso
Franco arcilloso
35 65.0 12.5 22.5
arenoso
36 21.0 74.0 5.0 Franco limoso
39 86.0 10.0 4.0 Arenoso
45 56.0 24.0 20.0 Franco arenoso
46 41.0 46.5 12.5 Franco
47 48.0 34.5 17.5 Franco
Franco arcilloso
50 47.5 20.0 32.5
arenoso
325 9.2 22.0 68.8 Arcilloso
312 27.2 12.0 60.8 Arcilloso
318 27.2 16.0 56.8 Arcilloso
A4-30 66 25 9 Franco arenoso
A5-30 72 23 5
A5-180 71 28 1 Arenoso franco
A7-60 52 35 13 Franco
Franco arcilloso
A7-120 64 28 8
arenoso
El método del triángulo textural para determinar las clases texturales básicas
El método del triángulo textural se basa en el sistema que aplica el USDA según el
tamaño de las partículas, en el que se emplea la clasificación siguiente:
 Limo, todas las partículas cuyo tamafto varía de 0,002 a 0,05 mm;
 Arcilla, todas las partículas de menos de 0,002 mm.
Para definir la textura de la fracción tierra fina, proceda de la siguiente manera :
 Envie la muestra de suelo a un laboratorio de suelos para que le haga un
análisis mecánico;
 Cuando reciba los resultados de este análisis, si es necesario halle los
porcentajes relativos de arena, limo y arcilla de la manera que se indica
anteriormente, dentro del intervalo de tamaño total de 0,002 a 2 mm.
Determine la clase textural de cada muestra de suelo empleando el diagrama
triangular que aparece en el Cuadro 6; como sigue:
 Halle el porcentaje de arena que figura en la base del triángulo y siga una
Iínea, en sentido ascendente, hacia la izquierda;
 Halle el porcentaje de arcilla a lo largo del lado izquierdo del triángulo y siga
la linea horizontal hacia la derecha hasta que encuentre la línea que
representa la arena (punto o). Este punto indica la textura de la muestra de
suelo;
 Compruebe si este punto corresponde al porcentaje de limo de su análisis
siguiendo una linea desde el punto o hacia la derecha hasta alcanzar la
escala de porcentaje de limo que aparece en el lado derecho del triángulo;
 Si el valer corresponde al limo, la textura de su muestra de suelo se determina
por el área del triángulo en que 78 cae el punto o, según se indica.
CUADRO 6
Diagrama triangular de las clases texturales básicas del suelo según el tamaño de
las partículas, de acuerdo con el

USDA
NOTA: las clases texturales del suelo que aparecen en la parte blanca del
triángulo grande son las mejores para la construcción de estanques para peces.
Ejemplo

Determinación de la textura del suelo:


EL alumno aprenderá a determinar la textura del suelo por el método de
sedimentación de
acuerdo a sus resultados obtenidos y su respectiva clasificación, aprenderá también
a
utilizar el triángulo de textura.
FUNDAMENTO
SEDIMENTACIÓN
La sedimentación es el proceso por el cual, el material sólido transportado por una
corriente
de agua, se deposita en el fondo del río, embalse, canal artificial, o dispositivo
construido
especialmente para tal fin. Toda corriente de agua, caracterizada por su caudal,
tirante de
agua, velocidad y forma de la sección tiene una capacidad de transportar material
sólido en
suspensión. El cambio de alguna de estas características de la corriente puede
hacer que: el
material transportado se sedimente; o el material existente en el fondo o márgenes
del cause
sean erosionadas.
La sedimentación de sólidos en líquidos esta gobernada por la ley de Stokes, que
indica que
las partículas sedimentan mas fácilmente cuado mayor es su diámetro, su peso
específico
comparado con el del líquido, y cuando menor es la viscosidad del líquido. Por ello,
cuando
se quiere favorecer la sedimentación se trata de aumentar el diámetro de las
partículas,
haciendo que se agreguen unas a otras, proceso denominado coagulación y
floculación.
La sedimentación se refiere al proceso de precipitación de pequeñas partículas
sólidas
inmersas en un fluido de densidad ρ por acción de la gravedad. Tales mezclas (parte
sólida
y fluido) se conocen como suspensiones.
MATERIAL. SUSTANCIAS.
Ø Parrilla eléctrica. * Parafina.
Ø Probeta de 500ml. * Peroxido de hidrogeno.
Ø Vaso de precipitados de 250ml. * Agua.
Ø Agitador de cristal. * Suelo.
Ø Hilo.
Ø Balanza granataria.
Ø Platillo de aluminio.
Ø Regla de 30cms.
29
Ø Estufa.
Ø Termómetro de -10 a 260º C.
METODOLOGIA.
1) Pesar 150grs. de suelo.
2) Mezclar con 100ml. de agua.
3) Calentar
4) Añadir 50ml. de peroxido de hidrogeno.
5) Calentar hasta quemar la materia orgánica por 5 minutos.
6) Retirar la mezcla
7) Agregar la mezcla a la probeta.
8) Adicionar agua hasta alcanzar 450ml.
9) Esperar la sedimentación por una hora.
10) Medir la distribución de:
a) Arena.
b) Limo.
c) Arcilla.
11) Con el triángulo de textura determinar el tipo de suelo.
30
PROCEDIMIENTO.
Se pesó 150grs. de suelo que previamente habíamos seleccionado.
Se colocó 100ml. de agua en el vaso de precipitado junto con el suelo.
Se puso a calentar en la parrilla eléctrica.
Al alcanzar una temperatura media se agregó 50ml. de peróxido de hidrogeno.
Se estuvo agitando continuamente.
Se dejó por 5 minutos para observar cómo se quemaba la materia orgánica.
Se retiró de la parrilla
Se colocó la mezcla en la probeta.
Se adicionaron 150ml. de agua corriente.
Se dejó reposar por una hora.
Se procedió a observar como el agua ascendía y como se estaban formando las
capas de sedimento.
Se procedió a tomar las medidas con la regla de 30cms. las capas de limo, arcilla
y arena
CAPAS MEDIDAS
LIMO 4.2cm.
ARCILLA 1..8cm.
ARENA 2.8cm.
XIII. Determinación del porcentaje de arena, limo y arcilla.
CALCULOS.
ARENA
8.8cm.-------- 100%
2.8cm.--------_____
Arena = 31.82%
ARCILLA
8.8cm.------100%
1.8cm.------____
Arcilla = 20.45%
LIMO
8.8cm.------100%
4.2cm.------____
Limo = 47.73 %
32
XIV. Con el triangulo de textura se determino el tipo de suelo.
Como resultado tenemos que la muestra corresponde a un suelo franco.

La buena calidad física del suelo determina un ambiente adecuado para el


desarrollo de las raíces vegetales, además del ingreso y almacenamiento óptimo
del agua necesaria para el crecimiento de las plantas (Taboada & Alvarez, 2008).
El hombre a través del manejo agrícola o ganadero modifica la calidad física del
suelo. La declinación de la calidad física tiene consecuencias graves en las
condiciones químicas y biológicas (Dexter et al., 2004).
Las determinaciones físicas pueden ser observaciones sencillas basadas en la
experiencia de reconocedores de perfiles de suelo, o requerir instrumental de
diverso grado de precisión. Los métodos para determinar propiedades físicas
actualmente se encuentran en un menor grado de estandarización que los de
propiedades químicas y además son menos conocidos. Una de las medidas más
comunes para conocer el estado físico de un suelo es la densidad aparente.
La densidad aparente se define como la masa de suelo por unidad de volumen (g.
cm-3 o t. m-
3). Describe la compactación del suelo, representando la relación entre sólidos y
espacio poroso (Keller & Håkansson, 2010). Es una forma de evaluar la resistencia
del suelo a la elongación de las raíces. También se usa para convertir datos
expresados en concentraciones a masa o volumen, cálculos muy utilizados en
fertilidad y fertilización de cultivos extensivos. La densidad aparente varía con la
textura del suelo y el contenido de materia orgánica; puede variar estacionalmente
por efecto de labranzas y con la humedad del suelo sobre todo en los suelos con
arcillas expandentes (Taboada & Alvarez, 2008).
El método más utilizado en nuestro país para realizar esta determinación es el
método del cilindro. Una de las desventajas de tomar la muestra con el cilindro, es
que el valor puede variar con el tamaño del cilindro, siendo mayor la densidad
cuando menor es el tamaño del cilindro, a causa de que no se captan los poros de
mayor diámetro. En general, el método presenta poca variación, es fácil de repetir
y su determinación es sencilla.
Hay otros métodos que no requieren instrumental complejo para estimar densidad
aparente.
Cuando no se cuenta con la posibilidad de obtener la muestra inalterada del campo
se puede utilizar el método de la probeta, que usa la muestra molida y tamizada, o
también el método de la parafina con muestras inalteradas tomadas con pala sin
usar el cilindro.
El presente trabajo se realizó con el objetivo de comparar los valores de densidad
aparente por medio de las 3 metodologías anteriormente citadas, de analizar la
precisión de cada una de ellas y la correlación de los valores obtenidos con estos
métodos respecto al del cilindro, actualmente utilizado.
Materiales y métodos
Se tomaron muestras en el ensayo de rotaciones de larga duración de siembra
directa,
instalado en el campo experimental de la EEA INTA Sáenz Peña (26º 52’S,
62º27’W), el 31/08
del 2012. Este ensayo se encuentra sobre la serie Matanza. Esta serie ha sido
clasificada como
INTA Centro Regional Chaco Formosa
Estación Experimental Agropecuaria Sáenz Peña
Ruta 95 km 1108. Provincia de Chaco. CP 3700. Argentina.
www.inta.gov.ar/saenzpe
Argiustol údico, cuyo horizonte A llega hasta los 10 cm y es de textura franco
arcillosa. En este
ensayo se comparó la densidad aparente para los 3 tratamientos:
A: soja – maíz- algodón
B: algodón- trigo/algodón – algodón
C: algodón – trigo/ soja – algodón
Se realizaron 40 repeticiones por tratamiento para la profundidad de 0-10 cm para
los
métodos del cilindro y parafina, y 24 para cada muestra compuesta para el método
de la
probeta.
El método del cilindro consistió en introducir un cilindro biselado de volumen
conocido en el suelo, enrasando el suelo con los bordes, secar la muestra en estufa
a 105º C hasta peso constante y obtener su valor de la siguiente manera:
D Ap (g cm-3) = peso suelo seco (g) x 100 volumen del cilindro (cm
-3)
El método de la parafina utiliza terrones de la muestra inalterada, los cuales se
recubren con parafina, evitando al solidificarse que la humedad penetre la muestra
y sature los poros, y que la muestra disuelva el agua, ya que luego se sumergen en
una probeta donde la muestra sumergida se traducirá en volumen de agua
desplazada.
El método de la probeta utiliza el suelo seco al aire, molido y tamizado con malla de
2 mm, y luego se coloca una masa de suelo conocido en una probeta de 100 mL y
luego de una serie de golpes se vuelve a pesar. Todas estas determinaciones
corrigen la masa del suelo según la humedad de la muestra.
Resultados y conclusión
En la tabla 1 se presentan los promedios y medidas de variabilidad de cada técnica.
El método
de la parafina presentó coeficientes de variación (CV) muy superiores a los demás
para las 3
rotaciones, mientras que el de la probeta y del cilindro presentaron valores de CV
de 3,51% y
5,79% respectivamente, los cuales coinciden con los valores normales para esta
propiedad
(Pennock, et al., 2008).
Tabla 1. Medidas de resumen para los 3 métodos y las 3 rotaciones presentes en el
ensayo de SD
Rotación Método Media CV Mín Máx
(g.cm-3
) (%) (g.cm-3
)
A parafina 2,07 34,58 0,84 5,14
A cilindro 1,38 5,87 1,19 1,58
A probeta 1,18 3,68 1,11 1,25
B parafina 1,97 16,31 1,40 2,71
B cilindro 1,40 5,75 1,20 1,54
B probeta 1,16 3,74 1,09 1,25
C parafina 1,98 19,17 1,30 3,15
C cilindro 1,40 5,74 1,25 1,56
C probeta 1,17 2,99 1,09 1,24
INTA Centro Regional Chaco Formosa
Estación Experimental Agropecuaria Sáenz Peña
Ruta 95 km 1108. Provincia de Chaco. CP 3700. Argentina.
www.inta.gov.ar/saenzpe
No se halló correlación alguna entre los valores obtenidos por el método de parafina
y probeta con el del cilindro. Respecto de las medias, el método de la parafina arrojó
los valores más altos (presentando gran cantidad de valores extremos), y el de la
probeta, los más bajos para todas las rotaciones. Los valores obtenidos con el
cilindro fueron los más coincidentes los valores típicos para este tipo de textura, las
determinaciones de años anteriores realizadas en el ensayo y los citados para lotes
en siembra directa para suelos arcillosos. A medida que aumentan el limo + arcilla,
los valores mínimos y máximos de densidad aumentan para cada tipo de suelo.
Para los suelos arcillosos, se ha informado que la extensión de las raíces podría
detenerse a partir de 1.5-1.6 g.cm-1 (Reynolds et al., 2002).
Por presentar bajo coeficiente de variación, valores acordes a los citados para la
textura del suelo de estudio y coincidentes con determinaciones de años anteriores
(Rojas & Guevara,
2012), se elige el método del cilindro como más confiable y con el cual se seguirá
trabajando
en la actualidad como parte del conjunto de propiedades que definen la calidad
física de los suelos.
De todos modos, debe tenerse en cuenta que la calidad es un concepto holístico
que no se puede definir por una sola propiedad, por lo tanto para evaluar el estado
y salud de un suelo deberá relacionarse la densidad aparente con otros parámetros
físicos, químicos y biológicos.

Determinación de la densidad aparente por el método de la parafina.


Realizar la determinación y comparar los resultados con otros métodos.
FUNDAMENTO
PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES
El principio de Arquímedes afirma que todo cuerpo sumergido en un fluido
experimenta un
empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado.
La explicación del principio de Arquímedes consta de dos partes como se indica en
las
figuras:
Æ El estudio de las fuerzas sobre una porción de fluido en equilibrio con el resto del
fluido.
Æ La sustitución de dicha porción de fluido por un cuerpo sólido de la misma forma
y
dimensiones.
PORCIÓN DE FLUIDO EN EQUILIBRIO CON EL RESTO DEL FLUIDO.
Consideremos, en primer lugar, las fuerzas sobre una porción de fluido en equilibrio
con el
resto de fluido. La fuerza que ejerce la presión del fluido sobre la superficie de
separación
es igual a p·dS, donde p solamente depende de la profundidad y dS es un elemento
de
superficie.
Puesto que la porción de fluido se encuentra en equilibrio, la resultante de las
fuerzas
debidas a la presión se debe anular con el peso de dicha porción de fluido. A esta
resultante
la denominamos empuje y su punto de aplicación es el centro de masa de la porción
de
fluido, denominado centro de empuje.
23
De este modo, para una porción de fluido en equilibrio con el resto, se cumple
Empuje=peso=pf. ·gV
El peso de la porción de fluido es igual al producto de la densidad del fluido p f por
la
aceleración de la gravedad g y por el volumen de dicha porción V.
La densidad Aparente es un dato muy valioso que se emplea para la detección en
el suelo
de:
1.- Capas Endurecidas (Densidades mayores a 2 grs. /cm3
), las cuales provocan problemas
de desarrollo radicular en los cultivos.
2.- Presencia de amorfos como el Alofanó que comúnmente está relacionado con
problemas de fertilización.
MATERIAL
Æ Parafina (vela)
Æ Hilo
Æ Parilla Eléctrica
Æ Probeta de 500ml.
Æ Vaso de Precipitado de 250ml.
Æ Balanza Granataria
Æ Platillo de Aluminio.
METODOLOGIA
1. Seleccionar 2 terrones
2. Secar por el método de la estufa ( 105ºC ,15minutos)
3. Sacar y pesar el terrón
4. Amarrar el terrón con hilo
5. Sumergir el terrón en la parafina
6. Pesar el terrón con hilo y parafina
7. Sumergir el terrón en agua
8. Anotar el volumen desalojado
9. Aplicar la formula:
Peso de suelo seco (en gramos)
Dap.=
Volumen total (cm3
).
24
ACTIVIDADES REALIZADAS.
1. En un vaso de precipitado de 250ml. Se coloco 2 velas. (fig. 1)
2. Se puso a calentar en la parilla eléctrica hasta derretirla por completo. (fig.2)
3. Se seleccionaron 2 terrones.
4. Se pesó cada terrón en la balanza granataria junto con el platillo de aluminio (fig.
3).
NUM. DE
MUESTRAS
PESO
C/HUMEDAD
PESO DE PLATILLO
DE ALUMINIO
PESO FINAL CON
HUMEDAD
MUESTRA 1 29.3 grs. 4.4 grs. 24.9 grs.
MUESTRA 2 36.38 grs. 4.4 grs. 31.98 grs.
5. Se introdujo los 2 terrones para su secado a una temperatura de 105 º por 15
minutos (fig.
4).
6. Se retiraron las muestras y posteriormente se amarraron con un hilo (fig. 5).
7. Se peso cada terrón con el hilo. (fig. 6).
MUESTRA PESO INICIAL
CON HILO
PESO PLATILLODE
ALUMINIO
PESO FINAL CON
HILO
MUESTRA 1 27.2grs. 4.4grs. 22.8grs.
MUESTRA 2 35.5grs. 4.4grs. 31.1grs
8. Se introdujo cada muestra en el vaso de precipitado con la cera derretida. (fig. 7).
9. se peso nuevamente las muestras con la parafina. (fig. 8).
MUESTRA PESO INICIAL CON
PARAFINA
PESO PLATILLO DE
AULUMINIO
PESO FINAL CON
PARAFINA
MUESTRA 1 29.1grs. 4.4grs. 24.7grs
MUESTRA 2 36.7grs. 4.4grs. 32.3grs.
10. Se coloco 300ml en una probeta de 500ml (fig. 9).
11. Se introdujeron las muestras en la probeta. (fig. 10).
12. Se anoto el volumen desalojado.
MUESTRAS VOLUMEN
INICIAL
VOLUMEN FINAL VOLUMEN
DESALOJADO
MUESTRA 1 300ml. 314ml. 14ml.
MUESTRA 2 300ml. 318ml. 18ml.
13. Aplicación de la formula para determinar la densidad.
Peso de suelo seco (en gramos)
25
Dap.=
Volumen total (cm3
) o (ml.)
MUESTRA NUMERO 1
Datos:
Volumen = 14 ml.
Peso = 24. 7grs.
Dap. = 24.7grs.
14ml.
Dap. = 1.764grs. / ml.
Dap. = 1.76 grs. / ml.
MUESTRA NUMERO 2
Datos:
Volumen = 18 ml
Peso = 32.3 grs.
Dap. = 32.3 grs.
18 ml.
Dap. = 1. 794grs. /ml.
Dap. = 1.79 grs. / ml.
Densidad Final = (Dap 1 + Dap 2)/2
Densidad Final = (1.76 grs. / ml. + 1.79 grs. / ml.) /2
Densidad Final = 1.775 grs. / ml.
Densidad aparente con parafina = 1.78 grs. / ml.
26
Densidad de la parafina = 0.9 grs. /ml
Dap de la Muestra sin parafina = (Dap muestra c/parafina + d de la parafina)/2
Dap muestra = (1.78 grs. / ml. + .90 grs. / ml.)/2
Dap muestra = 1.34 grs. / ml.
DETERMINACION DEL PESO TOTAL DEL SUELO
1.25grs. / ml. ---------- 2.5 mill. Kgrs.
1.34grs. / ml. --------- ___________
PESO TOTAL DEL SUELO = 2.68 mill. Kgrs. / Ha.
27
CONCLUSION
Comparando este resultado obtenido con el anterior por el método de excavación
encontramos una diferencia de las densidades obtenidas.
1.- Dap. = 0.94 grs. / ml. (método de excavación)
2.- Dap = 1.34 grs. / ml (método de la parafina)
Encontramos que en la primera determinación de textura resulto ser un suelo
arcilloso
contrastando ahora con un suelo franco-arcilloso que también es bueno en la
retención de
humedad aunque limitaría el desarrollo del sistema radicular de las plantas.
Por lo que determinamos a la densidad aparente como:
Dap. = (.94 + 1.34) / 2 = 1.14grs/ml.
DENSIDAD APARENTE EN EL SUELO
La densidad aparente del suelo (DA) se define como la masa de suelo seco en una
determinada unidad de volumen edáfico (sólidos + poros) (Blake & Hartge, 1986) y
su valor se relaciona con la proporción de poros existente en dicho volumen de
suelo. Las alteraciones de la DA a través del tiempo pueden ser debidas al laboreo,
al tránsito de implementos, al pisoteo animal, al crecimiento de las raíces y/o al
movimiento de la fauna en su interior. Aumentos en la DA se asocian a ambientes
edáficos más pobres para el crecimiento de las raíces, debido a la reducción de la
aireación y al aumento de la resistencia a la penetración, y a la generación de
cambios no deseados en las funciones hidrológicas, tales como la infiltración y la
percolación (Hamza & Anderson, 2005). Tal es así que la DA es uno de los
parámetros físicos a determinar para caracterizar el estado de la condición física del
suelo (Aparicio & Costa, 2007; Moebius et al., 2007). Asimismo, el valor de DA debe
ser conocido para poder transformar las concentraciones de nutrientes, minerales
y/o carbono en el suelo para el análisis de sus balances (Taalab et al., 2013), y el
cálculo de contenido de agua en volumen.

Los métodos disponibles para la determinación de la DA se pueden clasificar en dos


grupos: métodos indirectos basados en emisión de radiaciones de distinto tipo y/o
electricidad, y métodos directos basados en la medición de un volumen de suelo y
de la masa que contiene. Ambos grupos de metodologías tienen sus limitaciones y
problemas como así también diferencias en la accesibilidad para los usuarios
(Campbell & Henshall, 1991). En el ámbito agronómico, los primeros son accesibles
casi exclusivamente a investigadores y requieren de equipamiento costoso. Los
segundos son más universalmente accesibles y difieren en la forma de
determinación del volumen de suelo a analizar, lo que puede hacerlos más o menos
exactos, precisos, tediosos y demandantes de tiempo de trabajo (Blake & Hartge,
1986).

El método más comúnmente utilizado para la determinación de DA es el conocido


como ''método del cilindro'' (MC), que consiste en introducir un cilindro metálico en
el suelo y luego de enrasarlo una vez extraído, determinar la masa de suelo seco
que quedó en su interior (Blake & Hartge, 1986; Campbell & Henshall, 1991). Este
método es altamente confiable (Blake & Hartge, 1986), aunque sólo para suelos
blandos y cohesivos muestreados con contenido de agua cercano a capacidad de
campo, no siendo recomendado para suelos arenosos y pedregosos (Campbell &
Henshall, 1991). No obstante, su imple-mentación debe seguir un protocolo
operativo algo complejo, una relativamente elevada dedicación de tiempo por
muestra a obtener y procesar, y requiere un buen entrenamiento y alta minuciosidad
del operario para garantizar la calidad de cada muestra (Doran & Mielke, 1984).
Esto hace que el método sea tedioso en general y más aún cuando se necesite
hacer determinaciones a distintas profundidades. Por ello, su uso se justifica para
ciertas aplicaciones y trabajos específicos, pero es poco ''amigable'' para uso más
generalizado.
Doran y Mielke (1984) propusieron un sistema de muestreo más sencillo y rápido
para la determinación de la DA y no hallaron diferencias con el MC. El ''método del
muestreador tubular'' (MM) utiliza un muestreador en forma de tubo que se introduce
en el suelo para obtener una muestra cilíndrica que, una vez extraída del mismo, se
corta según la medida de la capa de suelo cuya DA se quiera determinar. Así, con
el diámetro de la boca del muestreador y la medida del corte se puede calcular el
volumen de la muestra y luego determinar la masa de suelo seco comprendida. Este
método es mucho más práctico y sencillo y permitiría obtener un número importante
de muestras a distintas profundidades en el mismo tiempo que se requeriría para
obtener una sola a tales profundidades con el MC (Doran & Mielke, 1984). El uso
del MM sería recomendable para las mismas condiciones y con los mismos
recaudos que el MC.

Dada la simplicidad y la facilidad de uso, la utilización del MM podría ser factible


para el seguimiento de los cambios en la DA debidos a las prácticas de manejo a
nivel de lote y/o de ambientes y para contar con la información necesaria para
evaluar la dinámica de agua, carbono y/o nutrientes con una base volumétrica
(Doran & Mielke, 1984; Campbell & Henshall, 1991). Asimismo, dado que la
mecánica de muestreo tanto con MC como con MM implica varios pasos cuya
efectividad puede depender de la pericia de quien hace el muestreo, se debería
evaluar si la aplicación de los métodos tiene dependencia del operario que
interviene. El objetivo del presente trabajo es evaluar el desempeño del MM en
comparación con el MC en la capa superficial de Molisoles del Sudeste Bonaerense
bajo distintos manejos y con operarios de distinta experiencia en la toma de
muestras.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se tomaron muestras del horizonte superficial (3-8 cm) sobre suelos pertenecientes
al orden Molisoles (Paleudoles Petrocálcicos y Argiudoles Típicos) del partido de
Balcarce. Los muestreos fueron realizados en suelos con contenido hídrico cercano
a capacidad de campo, bajo diferentes situaciones de uso (agrícola bajo siembra
directa continua y no disturbado, Tabla 1). La extracción de las muestras fue
realizada por operarios con diferente nivel de experiencia respecto a la extracción
de muestras de suelo, identificados como Experiencia Alta (investigadores con
muchos años de experiencia en la toma de muestras de suelo, EA), Experiencia
Media (investigadores o auxiliares con pocos años de experiencia en la toma de
muestras de suelo, EM) y Experiencia Baja (estudiantes sin experiencia previa en
la toma de muestras de suelo, EB). Cada operario tomó cinco muestras en cada
situación analizada con cada método de muestreo para la determinación de DA en
forma apareada, a una distancia no mayor de 15 cm entre muestras. Los dos
métodos utilizados para la determinación de la DA fueron MC (Blake & Hartge, 1986)
y MM (Doran & Mielke, 1984). Las situaciones muestreadas fueron nueve (Tabla 1),
comprendiendo lotes de producción con distintas historias de uso y manejo y
sectores no disturbados.

Método del cilindro (MC)


Para este método se utilizó un muestreador (Eijkelkamp, Holanda) que consta de
un cilindro metálico en su extremo inferior en cuyo interior alberga un cilindro
removible de 5 cm de altura que encaja a 3 cm de su tope superior. El cilindro interno
posee el mismo diámetro interior que la boca del externo (5 cm). El volumen interno
del cilindro removible es de 98,2 cm3. Una vez extraído el muestreador del suelo se
retiró el cilindro interior y se enrasó la muestra cortando cuidadosamente con un
cuchillo el suelo excedente por encima y por debajo. Los cilindros enrasados se
llevaron al laboratorio para su secado en estufa a 105 °C por 48 horas y posterior
pesado para determinar su masa (Blake & Hartge, 1986).

Método del muestreador (MM)

Se utilizó un muestreador tubular (Fig. 1b) con un diámetro de boca de 4,44 cm y


un diámetro interior del resto del tubo de 4,58 cm, construido al efecto. Una vez
retirado el muestreador del suelo, la muestra fue colocada en una bandeja (Fig. 1c)
para cortarla cuidadosamente con un cuchillo a la profundidad deseada (3 a 8 cm,
para hacerla comparable con la extraída con el MC). El volumen de la muestra
obtenida fue de 77,4 cm3. La muestra fue llevada al laboratorio para su secado en
estufa a 105 °C por 48 horas y posterior pesado para determinar su masa (Doran &
Mielke, 1984).

Análisis estadístico

Para evaluar el comportamiento del MM respecto al MC, se utilizaron los


procedimientos contenidos en el programa IRENE (ISCI, 2007). Se ajustó un modelo
de regresión lineal simple (Montgomery et al., 2006), con la DA determinada con
MC (DAc) como variable dependiente y la determinada con MM (DAm), como
variable independiente. Se pusieron a prueba las hipótesis de la igualdad de la
ordenada al origen a cero y de la pendiente a uno, por separado y en forma conjunta.
Se calcularon también estadísticos basados en la diferencia entre DAc y DAm: 1)
error relativo (ER): diferencia entre DAc y DAm relativizada a DAc (%); 2) media del
error relativo (MER): promedio de los ER; 3) raíz del cuadrado medio del error
(RMSE): es indicador de la dispersión de las diferencias DAc-DAm respecto a 0; 5)
raíz del cuadrado medio de la variación (RMSV): es indicador de la dispersión de
las diferencias DAc-DAm respecto a su media; 6) sesgo de la determinación (SB):
es la diferencia entre el cuadrado de RMSE y el cuadrado de RMSV y da idea de
cuán lejos está la media de la diferencia entre DAc y DAm respecto a 0 y de la
coincidencia entre DAc y DAm.

Tabla 1. Características de las situaciones de uso muestreadas.


Table 1. Characteristics of soil use situations sampled.
Figura 1. Mango (a), muestreador tubular (b), bandeja para procesamiento de la
muestra (c), elemento para empujar la muestra fuera del muestreador (d).
Figure 1. Sampler handle (a), tubular sampler (b), sample processing tray (c),
plunger to push the sample out of the sampler (d).

Por otro lado, los resultados de DA obtenidos fueron analizados mediante análisis
de varianza con el programa R (R Core Team, 2013). Se utilizó un modelo lineal
que buscó explicar la DA en función de los distintos métodos, de los distintos niveles
de experiencia, su interacción con los métodos, y las distintas situaciones de uso
(Tabla 1). A través del mismo modelo se evaluó si la varianza de las
determinaciones de DA, es decir la precisión con la que se obtiene la DA, depende
de los métodos y de los niveles de experiencia de los operarios.

Las situaciones evaluadas en esta experiencia (Tabla 1) difirieron estadísticamente


entre sí, oscilando los valores de DA entre 0,92 Mg m-3 (Situación 4, Tabla 1) y 1,46
Mg m-3 (Situación 9, Tabla 1). Por otro lado, no se detectó interacción de la situación
con la experiencia del operario y el método de muestreo utilizado. Esto indica, que
la determinación de DA fue sensible a los cambios asociados a las situaciones,
independientemente del método de muestreo utilizado y la experiencia del operario.

La evaluación estadística del comportamiento de MM respecto a MC (Fig. 2), mostró


que la recta de regresión de DAc vs DAm, difirió estadísticamente de la recta 1:1
(p<0,05 para la condición conjunta de pendiente igual a uno y ordenada al origen
igual a cero). Las pruebas individuales mostraron, por un lado, que la ordenada al
origen no difirió de cero (p>0,05) y, por el otro, que la pendiente no difirió de uno
(p>0,05). Más allá del resultado de la prueba de hipótesis conjunta, la DAm se
corresponde aceptablemente con la DAc, ya que la variabilidad de aquélla explicó
el 93% de la de ésta (Fig. 2).

En la Figura 2 puede verse también que, independientemente de la experiencia del


operario, MM tendió a subestimar la DA (la mayoría de los puntos están por encima
de la recta 1:1). La MER general fue de 1,93% lo que confirma que, en promedio,
MM subestimó levemente la DA respecto a MC (Tabla 2).

La distribución de los ER en función de DAc (datos no mostrados) manifestó que las


desviaciones relativas de DAm respecto a DAc fueron de escasa importancia. El
85,2% de los ER calculados quedó comprendido dentro del rango ±5% mientras que
el 100% quedó dentro del rango ±10%. Asimismo, la RSME y la RSMV tuvieron
valores de 0,05 Mg m-3 y de 0,04 Mg m-3, respectivamente. Por lo tanto, el SB fue
igual a 0,001. Todos estos indicadores dan indicios de que la determinación de DA
con MM es aceptable a los fines prácticos, dada su muy escasa diferencia con la
obtenida con MC.

En la Tabla 2 se presentan los valores promedio de DA para cada método de


determinación y grado de experiencia del operario. La varianza de la DA dependió
del método utilizado y del grado de experiencia, aunque levemente (p = 0,047). Esto
quiere decir que la precisión con la que se determinó la DA tuvo una dependencia
mínima del método y del nivel de experiencia del operario. El análisis de la magnitud
de la diferencia de DA promedio entre métodos, mostró una incidencia significativa
del nivel de experiencia (interacción método de determinación x nivel de
experiencia; p < 0,05). Para EA, la diferencia entre DAc y DAm fue de 0,024 Mg m-
3 ( p = 0,018), para EM, de 0,010 Mg m-3 ( p = 0,253) y para EB de 0,042 Mg m-3 (
p < 0,0001). La mayor diferencia entre DAc y DAm la presentó EB, siendo algo
menos que el doble de la obtenida por EA. El valor absoluto de la diferencia lograda
por EB podría ser considerado de importancia desde el punto de vista agronómico,
dada su implicancia en la comparación de situaciones de manejo o el cálculo de la
masa en un determinado espesor de suelo para la realización de balances de
nutrientes o de carbono (Doran & Mielke, 1984; Campbell & Henshall, 1991). No
obstante, considerando que con mayor experiencia en la toma de muestras las
diferencias entre DAc y DAm podrían ser reducidas, los resultados a obtener con
operarios inexpertos podrían ser mejorados procurando un período de
entrenamiento previo supervisado antes de dejarlos a cargo de muestreos para
determinación de DA.

Figura 2. Densidad aparente determinada con el método del cilindro (DAc) vs la


determinada con el método del muestreador (DAm) a la profundidad de 3 a 8 cm
por operarios con Experiencia Alta (EA), Experiencia Media (EM) y Experiencia Baja
(EB).
Figure 2. Bulk density (DA) determined with cylinder method (DAc) vs DA
determined with tubular sampler method (Dam) at 3-8 cm depth by high (EA),
medium (EM), and low (EB) expertise operators.

Tabla 2. Medias de densidad aparente para cada método de determinación y nivel


de experiencia. Los valores entre paréntesis indican error estándar. MM: método del
muestreador, MC: método del cilindro, EA: experiencia alta, EM: experiencia media,
EB: experiencia baja.
Table 2. Means of bulk density obtained with each method and for each level of
expertise. Values between brackets are standard errors. MM: tubular sampler
method, MC: cylinder method, EA: high expertise, EM: medium expertise, EB: low
expertise.

Fundamento quimico:
Las partículas de un suelo varían en su composición y en su densidad. La densidad de la fase sólida
del suelo está definida como la masa total de los sólidos dividida por el volumen total de ellos. ρp =
Ms/Vs Los valores típicos varían de 2.5 a 2.8 Mg/m3 , siendo 2.65 Mg/m3 el valor representativo de
muchos suelos y el valor de densidad de partícula para el cuarzo. La densidad de las partículas no
proporciona información acerca de los procesos físicos del suelo. Sin embargo, es un valor muy útil
que participa en el cálculo de propiedades del suelo como la porosidad y la distribución del tamaño
de las partículas. La mayoría de los métodos estándares señalan la remoción de la materia orgánica,
de tal manera que, la densidad de las partículas refleje solamente la fase mineral. Éste es el mejor
valor para utilizarse en el análisis del tamaño de las partículas, pero quizás no sea el mejor valor
para el cálculo de la porosidad. El incluir la fracción orgánica en esta determinación significa que los
valores obtenidos pueden cambiar con las prácticas de manejo del suelo. La determinación más
común utiliza un picnómetro o matraz volumétrico. Un picnómetro (gravedad específica
volumétrica) es un pequeño recipiente de vidrio con tapa. Esta tapa presenta un capilar que sirve
para desalojar el exceso de agua. Algunas veces, los picnómetros presentan un termómetro en la
tapa como parte integral y, en el cual, el mercurio siempre está en contacto con el agua del matraz.
Cuando la muestra de suelo es abundante, se pueden utilizar matraces aforados de 25, 50 o 100 ml
en lugar del picnómetro, lo cual ayuda a compensar la disminución en precisión del volumen del
líquido. 7 4.2.2 Materiales Picnómetros o matraces volumétricos de 25 ml Desecador al vacío Bomba
de vacío Balanza analítica Suelo tamizado (2 mm) y seco en estufa (110° C) Figura 4.2.1. Picnómetro
Figura 4.2.2. Desecador con vacío 4.2.3 Procedimiento 1. Pesar un picnómetro limpio y seco (Fig.
4.2.1), y adicione 10 g de suelo seco, si es de textura gruesa, o 5 g de suelo, si es de textura fina, que
ha pasado a través de un tamiz de 2 mm de abertura. Si se elige un matraz aforado de 100 ml para
hacer esta determinación, adicione 50 g de suelo, con o sin materia orgánica, dependiendo del uso
que se le vaya a dar al valor de densidad. 2. Limpie las partículas de suelo que hayan quedado en las
paredes externas del picnómetro o matraz. Pese el picnómetro (incluyendo la tapa) con el suelo y
anote este dato. En forma separada, determine el contenido de humedad, secando otra muestra de
suelo a 105° C. 3. Llene el picnómetro hasta la mitad con agua destilada, lavando el suelo que haya
quedado en el cuello del picnómetro. 4. Remueva el aire entrampado o retenido en el suelo,
introduciendo el picnómetro a una cámara o desecador para vacío por varios minutos (Fig. 4.2.2),
agitando con cuidado para evitar perdida de suelo por burbujeo intenso. La succión de la bomba
deberá aumentarse paulatinamente para evitar pérdidas de material por formación de espuma.
Deje reposar el picnómetro dentro del desecador durante 30 min y, si continúa el burbujeo, repita
el vacío. 5. Posteriormente, llene el picnómetro con agua destilada. Inserte la tapa y asiéntelo
cuidadosamente. Limpie y seque la parte externa del picnómetro o matraz con un pedazo de tela
seca, teniendo el mayor cuidado para evitar perdida de material por el capilar. Pese el picnómetro
con su contenido, anote el dato, y determine la temperatura de éste. 8 6. Remueva el suelo del
picnómetro a una cubeta para desechos, y lave el picnómetro con agua destilada. 7. Llene el
picnómetro con agua destilada hervida y fría; inserte la tapa y seque el agua que haya quedado en
el exterior del picnómetro; péselo con el agua dentro, anote el dato y, nuevamente, tome la
temperatura. 4.2.4 Cálculos Para calcular la densidad de las partículas utilice la siguiente expresión:
ρP (Mg m-3 ) = ρw (Ws – Wa)/ [(Ws – Wa) – (Wsw – Ww)] donde: ρw W = Densidad del agua en
gramos por centímetro cúbico a la temperatura observada s W = Peso del picnómetro con la muestra
corregida a 105° C a W = Peso del picnómetro con aire sw W = Peso del picnómetro llenado con
suelo y agua w = Peso del picnómetro llenado con agua a la temperatura observada. 4.3 Porosidad
del suelo y términos relacionados 4.3.1 Introducción El espacio poroso de un suelo es la parte del
mismo que en su estado natural está ocupado por aire y/o agua. El volumen de este espacio poroso
depende mucho de la disposición de las partículas sólidas. La importancia agrícola de la porosidad
del suelo es muy grande y sus características dependen de la textura, estructura, contenido de
materia orgánica, tipo e intensidad de cultivos, labranza y otras propiedades del suelo y su manejo.
La porosidad de un suelo se puede medir en forma directa suponiendo que es igual a la humedad
de saturación. Sin embargo, esta suposición es cierta en casos de suelos con porosidad conectada.
Generalmente, la porosidad determinada a partir de la densidad aparente da valores mayores que
el contenido volumétrico de agua a saturación. Esto es debido a que no toda la porosidad está
conectada y, por tanto, algunos poros permanecen llenos de aire, incluso, después de saturar la
muestra. Esta diferencia será mayor, cuanto más poros aislados hayan (vesículas o cavidades), como
ocurre en sellos o costras superficiales, o en ciertos horizontes con colapso de estructura. La
reducción de la porosidad del suelo repercute en propiedades físicas desfavorables debidas a una
menor aireación del suelo, menor capacidad de infiltración de agua y dificultad para la penetración
de las raíces. La aparición de horizontes compactados dentro de un perfil puede deberse a procesos
genéticos o deposicionales, o bien, puede ser una compactación creada por el paso de maquinaria,
por el laboreo en condiciones de humedad inadecuadas, o por el paso repetido del arado a cierta
profundidad, creando un piso de labor (piso de arado) en la base del horizonte A. 9 4.3.2 Cálculos El
término para describir la cantidad de espacio poroso es la siguiente: Porosidad = φ = volumen de
huecos o vacíos / volumen del suelo Esta definición es equivalente a la siguiente expresión (si la
densidad de las partículas incluye a la materia orgánica): p b ρ ρ ϕ = 1− 4.3.3 Interpretación
Generalmente, los suelos bajo sistemas de producción agrícola intensiva tienden a compactarse, y
al reducir su porosidad pierden parte de su potencialidad de producción. Cuadro 4.3.1. Valores
orientativos de la porosidad total de un suelo y su interpretación Porosidad total (%) Interpretación
< 30 Muy baja 30 - 40 Baja 40 – 50 Media 50 - 60 Alta > 60 Muy alta 4.3.4 Porosidad de aireación
Porosidad de aireación = φa = volumen de aire / volumen del suelo = φ - θ La porosidad de aireación
o espacio aéreo influye en la difusividad del aire en el suelo y, consecuentemente, en la aireación
de las raíces. 4.3.5 Relación de poros Relación de poros = volumen de poros / volumen del suelo =
φ / (1 – φ) 4.4 Distribución de poros por tamaño 4.4.1 Introducción A menudo resulta importante
diferenciar los espacios porosos del suelo por su tamaño al estudiar las funciones que desempeñan
en el suelo y al considerar el movimiento y 10 retención del agua en el suelo. El diámetro promedio
de los poros en suelos arenosos es claramente mayor que en suelos arcillosos; por tanto, en suelos
arenosos la velocidad de infiltración de agua es muy rápida, pero su capacidad de retención de
humedad es baja. En suelos arcillosos sucede lo contrario, la velocidad de infiltración es baja y la
capacidad de retención de humedad es alta. Cuadro 4.4.1. Diferenciación de los poros por su tamaño
Nombre Tamaño (micras) Función Macroporos > 100 Aireación y drenaje (flujo de gravedad)
Mesoporos 30 – 100 Conducción de agua (flujo capilar rápido) Microporos 3 – 30 Retención de agua
(flujo capilar lento) 4.4.2 Procedimiento Los macroporos son visibles a simple vista. Se denominan
también poros no capilares o poros de aireación (Cuadro 4.4.1). Este tamaño de poro se puede
drenar aplicando una tensión de 0.1 bar a un suelo saturado. Incluyen grietas o fisuras de suelos
arcillosos secos. Los mesoporos son los poros capilares típicos de un suelo de textura media; el agua
que los permea sigue las leyes de capilaridad y la ley de flujo de Darcy. Los microporos se presentan
típicamente en suelos arcillosos. El agua de los microporos más pequeños, menores a una micra,
puede alejarse de las leyes de capilaridad y de la ley de flujo de Darcy; además, su composición
iónica, viscosidad y fluidez pueden diferir de la del agua contenida en los microporos más grandes.
El agua contenida en los microporos menores a 1μm es referida, algunas veces, como agua
adsorbida, agua de enlace, agua residual o agua higroscópica. Algunos autores han señalado que el
porcentaje de los microporos de un suelo puede estimarse con algunas características de la curva
de retención de humedad con la siguiente ecuación: 3 (%) P CC Microporos P sat b sat − = ρ − donde
ρb es la densidad aparente del suelo, Psat es el porcentaje de humedad a saturación, CC es el
contenido de humedad del suelo a una tensión de 0.3 bar. La porosidad total (%) del suelo, también
puede ser estimada utilizando el término ρbx.

Fundamento matemático:

Limpieza del área a muestrear. 2) Medición de la cepa 20x20cm. 3) Inicio de la


excavación para toma de muestra. 4) Retiro de la tierra de la cepa hasta 20cm. De
profundidad. 5) Colocación de la tierra en bolsa de plástico. 19 6) Pesado de la
muestra. (en bascula) Peso total de la muestra = 7.25kgr. Peso total de la muestra
= 7250grs. 7) Colocación del plástico en la cepa. 8) Llenado de la cepa. 9) Toma de
la cantidad de agua utilizada. Volumen utilizado = 6.2lt. Volumen utilizado = 6200ml.
10) Pesado del platillo de aluminio. Peso = 4grs. 11) Toma de 10grs. Del total de la
muestra (pi) pi = 10grs. 12) Introducción de la muestra a la estufa con una tº de 105º
c por 15 minutos. 13) Retiro de la muestra pf = 8grs. 14) determinación del %hº por
su formula. pi - pf %hº = pi x 100 10grs. – 8grs %hº = 10grs x 100 20 %hº = 20% 15)
Determinación de densidad aparente (dap.). Peso de suelo seco (en grs.) Dap.=
Volumen total (cm3 ). CALCULOS. PESO DE SUELO SECO (Pss). Pss = Pt - %Hº
7250grs. ------- 100% __X____ ------- 20% %Hº = 1450grs. Pss = 7250grs – 1450grs
Pss = 5800grs. Peso de suelo seco (en grs.) Dap. = Volumen total (cm3 ). Dap. =
5800grs. 6200grs. Dap. = 0.935grs./ml. Dap. = 0.94 grs. /ml. 16) DETERMINACION
DEL PESO PROMEDIO POR Ha. A UNA PRFUNDIDAD DE 20cm. 1.25grs. /ml. ---
------- 2.5 mm Kgrs. 0.94grs./ml. --------- ___________ PESO TOTAL DEL SUELO =
1.88mm Kgrs. / Ha. 21 CONCLUSION. Nos dio como resultado suelos Arcillosos o
Pesados, los cuales tienen las siguientes características, son suelos secos, su
forma es en terrones firmes, en húmedo se adhiere ligeramente a los dedos y
presenta plasticidad, son suelos fértiles con buenas propiedades químicas, pero de
propiedades físicas, poco manejables, poco permeables, se erosionan fácilmente,
porque el agua, no penetra, sino que corre superficialmente, arrastrando nutrientes;
son duros para trabajarlos, se quedan pegados a las herramientas, se encharcan
fácilmente, afectando los cultivos por falta de aire en las raíces tornándose
amarillentas. Sin embargo estos suelos son muy ricos en nutrientes, y cuando se
adiciona materia orgánica, mejoran sus propiedades físicas. Por tanto una
sugerencia es que al implementar un cultivo en este tipo de suelo se debe realizar
una buena remoción del suelo.
En un vaso de precipitado de 250ml. Se coloco 2 velas. (fig. 1) 2. Se puso a calentar
en la parilla eléctrica hasta derretirla por completo. (fig.2) 3. Se seleccionaron 2
terrones. 4. Se pesó cada terrón en la balanza granataria junto con el platillo de
aluminio (fig. 3). NUM. DE MUESTRAS PESO C/HUMEDAD PESO DE PLATILLO
DE ALUMINIO PESO FINAL CON HUMEDAD MUESTRA 1 29.3 grs. 4.4 grs. 24.9
grs. MUESTRA 2 36.38 grs. 4.4 grs. 31.98 grs. 5. Se introdujo los 2 terrones para
su secado a una temperatura de 105 º por 15 minutos (fig. 4). 6. Se retiraron las
muestras y posteriormente se amarraron con un hilo (fig. 5). 7. Se peso cada terrón
con el hilo. (fig. 6). MUESTRA PESO INICIAL CON HILO PESO PLATILLODE
ALUMINIO PESO FINAL CON HILO MUESTRA 1 27.2grs. 4.4grs. 22.8grs.
MUESTRA 2 35.5grs. 4.4grs. 31.1grs 8. Se introdujo cada muestra en el vaso de
precipitado con la cera derretida. (fig. 7). 9. se peso nuevamente las muestras con
la parafina. (fig. 8). MUESTRA PESO INICIAL CON PARAFINA PESO PLATILLO
DE AULUMINIO PESO FINAL CON PARAFINA MUESTRA 1 29.1grs. 4.4grs.
24.7grs MUESTRA 2 36.7grs. 4.4grs. 32.3grs. 10. Se coloco 300ml en una probeta
de 500ml (fig. 9). 11. Se introdujeron las muestras en la probeta. (fig. 10). 12. Se
anoto el volumen desalojado. MUESTRAS VOLUMEN INICIAL VOLUMEN FINAL
VOLUMEN DESALOJADO MUESTRA 1 300ml. 314ml. 14ml. MUESTRA 2 300ml.
318ml. 18ml. 13. Aplicación de la formula para determinar la densidad. Peso de
suelo seco (en gramos) 25 Dap.= Volumen total (cm3 ) o (ml.) MUESTRA NUMERO
1 Datos: Volumen = 14 ml. Peso = 24. 7grs. Dap. = 24.7grs. 14ml. Dap. = 1.764grs.
/ ml. Dap. = 1.76 grs. / ml. MUESTRA NUMERO 2 Datos: Volumen = 18 ml Peso =
32.3 grs. Dap. = 32.3 grs. 18 ml. Dap. = 1. 794grs. /ml. Dap. = 1.79 grs. / ml.
Densidad Final = (Dap 1 + Dap 2)/2 Densidad Final = (1.76 grs. / ml. + 1.79 grs. /
ml.) /2 Densidad Final = 1.775 grs. / ml. Densidad aparente con parafina = 1.78 grs.
/ ml. 26 Densidad de la parafina = 0.9 grs. /ml Dap de la Muestra sin parafina = (Dap
muestra c/parafina + d de la parafina)/2 Dap muestra = (1.78 grs. / ml. + .90 grs. /
ml.)/2 Dap muestra = 1.34 grs. / ml. DETERMINACION DEL PESO TOTAL DEL
SUELO 1.25grs. / ml. ---------- 2.5 mill. Kgrs. 1.34grs. / ml. --------- ___________
PESO TOTAL DEL SUELO = 2.68 mill. Kgrs. / Ha

CONCLUSIONES

El contenido de materia orgánica es, por lo general, más elevado en los suelos
que se manejan orgánicamente, lo que indica no sólo una mayor fertilidad y
estabilidad de los suelos orgánicos sino también una capacidad de retención de
humedad más elevada, que reduce el riesgo de erosión y desertización.
Los suelos cultivados orgánicamente poseen una actividad biológica
superior y una mayor cantidad de masa de microorganismos, que aceleran
el reciclado de nutrientes y mejoran la estructura del suelo. Si bien la
proporción de lav gtryhn
s fracciones de nutrientes solubles es más baja en los suelos de manejo
orgánico, no se registra una disminución en los rendimientos orgánicos
dado que la actividad biológica y la memorización son más elevadas y
contrarrestan la deficiencia de nutrientes.

La agricultura orgánica no representa riesgo alguno en relación con la


contaminación del agua subterránea y superficial a través de plaguicidas
sintéticos.

Los índices de filtración de nitrato por hectárea son muy inferiores en la


agricultura orgánica en comparación con los sistemas convencionales.

La agricultura orgánica permite que los ecosistemas se adapten mejor a los


efectos de los cambios climáticos y posee un potencial mayor para reducir las
emisiones de gas invernadero.

Las estrategias agrícolas orgánicas, mediante el reciclado de la materia


orgánica y al restringir los ciclos internos de nutrientes, contribuyen con el
secuestro de carbono.

Los resultados de esta experiencia indican que el MM podría ser utilizado de manera
regular para la determinación de la DA como alternativa al MC, en suelos similares
a los analizados (Molisoles) con fines agronómicos tales como la comparación de
situaciones de manejo o el cálculo de la masa en un determinado espesor de suelo
para la realización de balances de nutrientes o de carbono. No obstante, ello sería
válido y confiable sólo si el operario encargado de las determinaciones poseyera
experiencia en la realización de muestreos.

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