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PANAMÁ
(con énfasis en el Secuestro)
©Derechos Reservados
Dr. Nelson Carreyó C.
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Panamá 7, Panamá
Tels. 264-8920 / 8966
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Tabla de contenido
1. GENERALIDADES 3
2. CARACTERÍSTICAS 4
5. SECUESTROS MÚLTIPLES 13
7.1. Cauciones 14
7.2. Gastos de Mantenimiento y custodia 16
1. Generalidades
La medidas cautelares o precautorias tienen diversas denominaciones: secuestro,
secuestro, embargo preventivo, detención, y sin duda son de gran efectividad para
efectivizar el derecho. Cabanellas define el secuestro como "la medida procesal
precautoria de carácter patrimonial que, a instancia de acreedor o actor, puede
decretar un juez o tribunal sobre los bienes de deudor o demandado, para
asegurar el cumplimiento de la obligación exigida y las resultas generales del
juicio".1 La Corte Suprema se ha referido al secuestro como "una medida violenta
permitida a los demandantes para asegurar bienes del demandado, a fin de evitar
que éste los esconda o disipe con el propósito de evadir el cumplimiento de una
obligación". 2
En el Derecho Procesal Marítimo panameño 3 el secuestro tiene otras finalidades
además de evitar la ilusoriedad del proceso: tiene la función trascendental de
adscribir causas a la competencia de la jurisdicción especializada y también la de
hacer efectivos créditos marítimos privilegiados que pesen sobre ciertos bienes4.
El artículo 166 consagra las tres mencionadas finalidades del secuestro y por su
gran importancia lo transcribimos:
Articulo 166. El secuestro decretado por los Tribunales Marítimos tendrá por finalidad:
1. Evitar que el proceso sea ilusorio en sus efectos y que la parte demandada trasponga,
enajene, empeore, grave o disipe bienes susceptibles de tal medida.
2. Adscribir a la competencia de los tribunales marítimos panameños el conocimiento de las
causas que surjan dentro o fuera del territorio nacional, como consecuencia de hechos o
actos relacionados con la navegación, cuando el demandado estuviera fuera de su
jurisdicción.
Se considera que el demandado está fuera de la jurisdicción panameña cuando su domicilio
efectivo y real de negocios esté fuera de la República de Panamá, aun cuando la sociedad
1
Cabanellas, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental, 3a ed., Editorial Heliasta, Buenos Aires,
1980.
2
Fábrega, Jorge, Medidas Cautelares, Editora Litho Impresora, Panamá, S.A., Panamá, 1984,
Pág. 77.
3
La materia está regulada por la Ley 8a del 30 de marzo de 1982, reformada por la Ley 11 del 23
de mayo de 1986, Capítulo VI, Título III (Sección l), artículos 164 al 202, conocida como el Código
de Procedimiento Marítimo.
4
Derecho de persecución.
sea panameña o siendo extranjera esté registrada en Panamá, o tenga sucursales o
empresas filiales en Panamá, o que la nave esté registrada en Panamá. 5
El secuestro constituido conforme a lo previsto en este numeral surtirá los efectos de la
notificación personal de la demanda, quedando el demandante obligado en todo caso a
remitir al demandado, en el término de cinco (5) días, copia de la demanda respectiva, tal
como lo dispone el párrafo final del artículo 402. 6
Se considera que el demandado está fuera de la jurisdicción panameña cuando su domicilio
efectivo y real de negocios esté fuera de la República de Panamá, aun cuando la sociedad
sea panameña o siendo extranjera esté registrada en Panamá, o tenga sucursales o
empresas filiales en Panamá, o que la nave esté registrada en Panamá. 7
3. Aprehender materialmente bienes susceptibles secuestro, para hacer efectivos créditos
marítimos privilegiados sobre los mismos.
El secuestro surtirá los efectos de notificación personal sobre el bien demandado. 8
2. Características
Además de las características principales de las medidas cautelares en general, 10
el secuestro en la jurisdicción marítima tienen estas otras:
En efecto, la norma citada ordena que se presenten pruebas para arrestar una
nave a las que califica de indiciarias o prima facie. La Ley 8 original no
contemplaba expresamente la exigencia de la presentación de estas pruebas; sin
embargo, ante la posibilidad de demandas con solicitudes de secuestro
infundadas, el Tribunal Marítimo decidió establecer precedente sobre la práctica
judicial de exigir tales pruebas para decretar el secuestro, para evitar que se
decrete una medida temeraria. El Tribunal Marítimo rechazó una solicitud de
secuestro dentro de un Proceso Especial de Ejecución de Crédito Marítimo
Privilegiado indicando que
"...en atención a que de las pruebas prima facie que acompañan el libelo de la demanda no
surge la necesidad y suficiente verosimilitud para acceder a la solicitud interpuesta, no
procede acceder a la misma.
Al estudiar la documentación presentada observamos que la misma refleja supuestos
suministros otorgados a la nave. No obstante, en ninguna de las facturas se observa la
firma o el sello que representa la recepción de los mismos por la nave. En otras palabras,
se trata de una serie de documentos que en las circunstancias del caso por su unilateralidad
podrían conducir al decreto de una medida precautoria temeraria sin que necesariamente
esto sea así en el caso que nos ocupa.
Pero debido a la posibilidad de que ocurra es prudente consignarlo en una resolución que
sirva de precedente".11
Una de las sugerencias acogidas por el legislador para modificar la ley fue esta,
quedando reflejada en el nuevo artículo 166. Tales pruebas deben demostrar
tanto la existencia del crédito como la legitimidad del derecho que se reclama
especialmente cuando se trata de privilegios marítimos e incluyendo aspectos
relativos a la cuantía.
El Juez debe hacer un detallado y prolijo análisis de dichas pruebas para constatar
que fundamentan los hechos y la cuantía; no obstante, dicho examen no debe ser
de tal manera que imposibilite la medida si de los principios de prueba surge la
verosimilitud a que se ha hecho referencia, considerando que el secuestrante
algunas veces tiene poco tiempo para conseguir pruebas plenas debido a que la
nave llega a nuestras aguas y permanece poco tiempo en ellas. 12
11
Erwin Michaiak -vs- Pacific Ace, Auto del 22 de octubre de 1982.
12
Ver Auto del 5 de mayo de 1987.
2.2. Presencia física del bien a secuestrar
El secuestro exige la presencia y aprehensión física de la nave para su
concreción. Independientemente de si el tipo de reclamo es in rem o in personam,
no es posible arrestar una nave sin su presencia física en la jurisdicción
panameña13 como lo ordena el artículo 172 que dice:
“Artículo 172: En los casos de las naves, aun las de registro panameño, y de otros bienes
muebles, se entenderá constituido el secuestro cuando la orden del tribunal sea recibida por
la persona encargada de la custodia del bien o responsable de la tenencia o entrega del
mismo.
Cuando el secuestro recaiga sobre naves de registro panameño, la anotación marginal de
que trata el numeral 4, del artículo 168, procederá únicamente cuando se haya constituido el
secuestro con la aprehensión material previa de las referidas naves.
No obstante lo anteriormente dispuesto, a solicitud de parte, el tribunal podrá oficiar al
Registro para que se anote una marginal en el título de propiedad haciendo constar que en
su contra se ha interpuesto demanda. La anotación deberá incluirse en toda certificación
que se emita sobre la nave.”
13
Artículo 170.
14
“Nota Número 047-86
12 de marzo de 1986
Excelentisimo Señor Presidente de la
República Don Eric Arturo DelValle E. S. D.
Señor Presidente:
Tengo el honor de dirigirme a usted a fin de remitirle un informe relacionado a la
disposición que como parte del Proyecto de Ley mediante el cual se reforman algunos artículos
de la Ley 8 de 1982 que regula el Procedimiento Maritimo en Panamá, ha sido objeto de vuestro
veto.
En atención a que su Excelencia expone en su nota dirigida a la Asamblea una tesis
distinta a la que quien suscribe ha venido sustentando, me permito de la manera más respetuosa,
hacerle llegar este informe que contiene tanto la ratio decidendi como el panorama que dibuja la
problemática surgida.
Motiva la presente el deseo sincero de contribuir a exponer en forma razonada la mayor
cantidad de elementos que nos ayuden a adoptar una decisión favorable a los intereses
nacionales, esperando al mismo tiempo no dejar en vuestro ánimo la menor duda de que no es
otra nuestra finalidad.
Del Señor Presidente con respeto y consideración.
Lcdo. Nelson Carreyó C.
Juez Marítimo
NCC/mdec
Adj.: lo indicado
INFORME
A. Presentación del Problema
El mismo gira en torno a la aprobación de una norma o disposición legal que deje en claro
cuál es el procedimiento a seguir en cuanto a la adopción de medida precautoria (secuestro)
contra una nave de registro panameño.
2.3. Periculum in mora
El secuestro supone la existencia de un periculum in mora. La medida surge para
prevenir el daño adicional que pueda ocasionar la lentitud del proceso, esto es,
evitar su ilusoriedad, bastando con que exista el peligro que se produzca tal
ilusoriedad. En el derecho marítimo esta característica es aun más apremiante
por la naturaleza nómade de las naves. Siempre existe la probabilidad que el
bien sea enajenado, traspasado, dañado, o simplemente abandone la jurisdicción.
i) Hasta la fecha el Tribunal Marítimo ha sostenido que no se debería permitir la adopción de
dicha medida si no se aprehende materialmente la nave.
ii) Por su parte el Primer Tribunal Superior de Justicia comprensiblemente ha revocado tal
decisión considerando pertinente permitir el secuestro a través de la exclusiva anotación
marginal en el Registro Público y en consecuencia sin la aprehensión material o física de la
nave
B. Rationale y Consecuencias de las dos tesis
1. Ventajas del secuestro sin aprehensión física o material de la nave
1.1) La razón principal por la cual se ha adelantado esta tesis es la protección de los intereses de
acreedores nacionales para exonerarlos de tener que acudir a otros foros con el fin de hacer valer
sus derechos.
1.2) También se ha expuesto el argumento de que el no permitir el secuestro exclusivamente a
través de la anotación marginal limita la función que por Ley se le concede al Registro Público.
2. Desventajas
2.1) Patrocinio del fraude en perjuicio de acreedores extranjeros
El primer perjuicio que esta tesis involucra es el de atentar contra todos los acreedores que en el
transcurso del derrotero de la nave, de buena fe ofrecen sus servicios y provisiones a la misma
sin percatarse de que ésta puede estar tan onerosamente gravada que sus créditos lleguen a ser
incobrab1es y por ende ilusorios.
Estaríamos así propiciando una fraudulenta contratación entre la nave y tales personas, por
cuanto el juicio iniciado en Panamá mediante el secuestro sin la detenci6n física de la nave,
puede hacer de la misma un bien sin mayor respaldo económico.
El exigirles a dichas personas que investiguen previamente el status jurídico y gravámenes que
pesan sobre la nave en el Registro Público de Panamá, es una carga excesivamente onerosa
para tales acreedores. Por ejemplo, a un suministrador de combustible en un puerto alejado, e
incluso a la propia gente de mar a quienes se les podría adeudar prestaciones laborales y por
consiguiente al comercio marítimo en general, se les causaría un enorme perjuicio, de exigirles tal
verificación previa, además del costo que ello puede involucrar. La única posibilidad de obviar
este escollo sería la de estar dispuestos y preparados para dar un servicio de tal naturaleza,
disponible en todos los puertos del mundo las 24 horas al día, lo que no es viable en la actualidad
ni en el futuro cercano.
2.2) Desincentivo para el abanderamiento en Panamá.
Al arrestar un bien, éste queda, por ministerio de la Ley y por consecuencia de la medida, fuera
del comercio; esto significa un impedimento al propietario de ejercer las actividades propias de
dominio. Comentarios de los navieros cuyas naves se encuentran en Panamá, nos han hecho
percibir su gran preocupación por la adopción de una medida de tal naturaleza ya que sin su
conocimiento inmediato (ausencia de notificación directa) se les despoja de su natural derecho de
disposición del bien con la consecuente desincentívaci6n para continuar formando parte de la
Marina Mercante Panameña (Sugerimos confirmar tesis con SECNAVES).
2.3) Inseguridad Jurídica
También se propiciarla el surgimiento de dos (2) procesos que paralelamente se pudiesen
adelantar por 2 acreedores distintos, uno en Panamá y otro en otra jurisdicción donde sí se exija
la aprehensión física, con el consiguiente atentado contra la seguridad jurídica que involucra la
eventual venta del bien en dos (2) jurisdicciones diferentes.
Íntimamente vinculado a esto se encuentra la contradicción que surgiría entre el artículo 1508
numeral 1 del Código de Comercio mediante el cual se establece que la venta judicial de una
2.4. Horario
Las solicitudes de secuestro pueden presentarse en cualquier día y hora. 15
La jurisdicción se encuentra a disponibilidad de los usuarios 24 horas al día, aun
en los inhábiles, lo que representa, en conjunto con la anterior nota, una garantía
para el acreedor burlado en sus derechos. Esto obviamente es sólo viable en
casos de urgencia notoria cuyo mejor ejemplo es el secuestro de buques que por
el escaso tiempo que permanecen en puerto requiere mayor celeridad.
nave extingue los privilegios de los acreedores de la misma por un lado, y por el otro la
subsistencia de otros que en distintas jurisdicciones, mediante el secuestro de la nave, puedan
exigirse legalmente. Igual comentario se impone en relación al art. 1090, par. 2.
Cabe destacar que ya se presentó este conflicto entre la jurisdicción panameña y la
norteamericana en un caso donde un Juzgado de Circuito de nuestro país decretó la venta de
una nave sin haberla aprehendido físicamente. Posteriormente uno de los acreedores solicitó el
secuestro de la nave en el Tribunal de Ancón de jurisdicción norteamericana el cual concluyó que
a pesar de la venta judicial del bien, el demandante-acreedor tenía derecho a que se le
reconociese su crédito, lo que para los efectos prácticos implicó el desconocimiento de los
efectos que el artículo antes mencionado le da a la venta judicial de una nave, e indirectamente
de la resolución del Tribunal panameño.
2.4) Dificultades prácticas en las Ventas Judiciales
Relacionado con lo anterior, está el hecho innegable que para poder llegar a la venta judicial de
una nave se requiere su previo avalúo e inventario, diligencia que por razones obvias se
imposibilita ante la ausencia física del bien a rematar. ¿Cómo promover una venta, muchas veces
difícil en la actual crisis de la industria marítima, si es imposible conocer y por tanto fijar el valor
real de la nave en el mercado actual?
La obligación de inventario la establece el articulo 1532 del Código de Comercio.
Es preciso entonces no perder de vista que si nos apartamos de los procedimientos que utilizaron
tales países en esta materia, estaríamos propiciando el debilitamiento de la credibilidad en la
justicia marítima panameña y por ende del centro financiero internacional.
La última Conferencia del Comité Marítimo Internacional celebrada en Lisboa, en mayo de 1985 y
en la cual participé, decidió adoptar una norma que claramente impidiese arrestar una nave sin su
presencia física dentro de la jurisdicción respectiva.
Además de eso, el Convenio vigente de Bruselas del 10 de mayo de 1952 para la unificación de
ciertas normas relacionadas al secuestro de naves, dice en su artículo 1 numeral 2:
“Secuestro significa la detención de una nave por medio de un proceso judicial para asegurar un
reclamo marítimo ... “ (Paréntesis mío).
De todo lo anterior se deduce que aunque Panamá no esté obligada por tales disposiciones, debe
adoptar normas en su sistema interno, congruentes con las prácticas judiciales, no sólo de la
mayoría (opinio juris generalis) de los países genéricamente hablando, sino también de la
mayoría de los países marítimos más importantes, tendiéndose a uno de los objetivos principales
del derecho internacional moderno, cual es el de su uniformidad.
2.6) Violación a los Principios del Derecho Internacional y la naturaleza jurídica de la acción in
rem.
Como último argumento (y no por ser el último el menos importante) tenemos el de que la
naturaleza jurídica de la acción, exige la presencia del bien.
2.5. Personal especializado
Tanto al Juez como al Alguacil se exigen conocimientos especializados, en
derecho marítimo para el primero y en ciencias náuticas o en actividades
relacionadas con la administración o dirección del transporte marítimo para el
segundo, por razón de sus responsabilidades.
i) Por un lado tenemos el secuestro en cumplimiento de la finalidad que exige el numeral 2 del
artículo 164. En tal caso es 1a presencia y aprehensión de la nave, carga o flete lo que concede
competencia al Tribunal Panameño. Sin tal aprehensión sería atentatorio contra los principios del
derecho internacional, pretender adelantar un proceso contra una persona que no se encuentra
dentro del territorio nacional. Es pues el bien, por ejemplo la nave, el que hace posible que las
autoridades panameñas puedan adscribirse la competencia para juzgar las respectivas causas.
ii) Por otra parte el numeral 3 del mismo artículo se refiere al crédito marítimo privilegiado. Estos
créditos cuya lista se encuentra en el art. 1507 del Código de Comercio exigen por naturaleza, la
interposición de la conocida desde Roma acción in rem que no es otra cosa, como su nombre lo
indica una acción contra la cosa, en este caso la nave. De permitirse una acción in rem (contra la
cosa) sin la presencia de la cosa, además de violentarse los principios jurídicos de la figura como
tal, se desarticularía el conjunto estructural que conforma el procedimiento de almirantazgo
introducido en Panamá a través de la Ley 8 que tanto esfuerzo implicó para algunos destacados
y experimentados juristas panameños. Este ha resultado de la conmixtión entre 2 sistemas
jurídicos distintos, el romanista y el anglosajón, que paralelamente en nuestra ley se han sabido
tolerar. ¿Por qué entonces propiciar un desajuste?
Recordemos que Panamá es tan sólo un eslabón más de la cadena que conforma la justicia
marítima Internacional, y que por ser las naves el prototipo de la trashumancia y el nomadismo,
con más razón debe existir como un todo congruente.
Al tratar de proteger al acreedor nacional, además de todas las razones antes anotadas, estamos
apartándonos de la práctica judicial de otros países, creando una disociación en el derecho
marítimo, internacional por excelencia.
C. Alternativas de Solución
Habiéndosele dado los 2 debates correspondientes en Comisión al Proyecto y escuchados los
argumentos de quienes tuvimos la oportunidad de sustentar las diversas tesis, se adoptó en el
plenario una fórmula de compromiso mediante la que se le daría respuesta a la razonable
preocupación de la comunidad bancaria panameña, único gremio que se opuso a la tesis del
Tribunal Marítimo.
Dicha fórmula compromisoria consistió en permitir la anotación marginal haciéndose constar que
contra la correspondiente nave se había interpuesto una demanda ante el Tribunal Marítimo de
Panamá.
Con ello, a nuestro modesto entender, se cumple el propósito de no dejar desamparados a los
acreedores panameños, incluyendo los bancos, sin llegar al extremo de sacar del comercio a las
naves de servicio internacional. En otras palabras, esta medida sólo debe alcanzar a las naves
de servicio interior, puesto que la cartera crediticio hipotecaria de los bancos panameños afecta
casi exclusivamente a naves de esta naturaleza, encontrándose así una fórmula más equilibrada
de solución al problema.
Dejamos constancia que debe entenderse la disposición de tal manera que iniciado el proceso,
de afectar éste una nave de servicio internacional, no se debería continuar el mismo sino hasta o
desde que la demandada se haga presente en juicio.
D. Consideraciones Finales
La naturaleza jurídica del Crédito Marítimo Privilegiado difiere del privilegio civil, de la siguiente
forma: Nuestro privilegio civil consiste únicamente en un derecho de prelación (privilegia exigendi)
otorgado a un acreedor por sobre otros como consecuencia del principio general según el cual el
deudor responde frente a sus acreedores con todos sus bienes presentes y futuros (art. 1653 del
Código Civil), el Privilegio Marítimo es un derecho real garantizado por un derecho inmediato
3. Los Privilegios Marítimos
sobre la cosa.
El Privilegio Civil da un poder inmediato sobre el valor de la cosa que permite hacerlo efectivo por
la via ejecutiva; tiene un alcance procesal que permite, una vez llegado el momento de la
ejecución, se venda y perciba el precio sobre el que se abrió el concurso y se haga efectiva la
prelación.
El Privilegio Marítimo como poder inmediato sobre la cosa, surge al mismo tiempo que surge el
crédito, involucrando tanto el derecho a obtener el pago, como a obtener una garantía sin
posesión, tal como opera en el derecho hipotecario. El Privilegio Marítimo se origina por
ministerio de la Ley sin que se requiera acuerdo de voluntades.
Aunque se pudiese elaborar toda una tesis acerca de la naturaleza del Crédito Marítimo
Privilegiado, no sería pertinente hacerlo en esta ocasión. Tan solo sugerimos y opinamos que
debemos abocarnos al estudio profundo de esta institución marítima de tal manera que se tienda
a una más adecuada formulación en el derecho sustantivo panameño, para hacerlo más
congruente con los países más adelantados en esta rama del saber humano.”
15
El artículo 13 dice que el Tribunal estará accesible durante las 24 horas del día aun durante los
días inhábiles, de manera que los interesados puedan acudir al Tribunal a presentar solicitudes que
requieran medidas urgentes, entre las que obviamente se cuentan los secuestros.
16
Compendio de Derecho de la Navegación, 2ª edición, actualizada y aumentada, Editorial Ábaco
de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 1996. p. 236-7.
¿Cuál es su naturaleza? Jurídico procesal o jurídico sustantiva? ¿Cuándo es viable
la utilización de este procedimiento especial?
La causa del derecho de acción puede estar fundamentada por ej. en una supuesta
culpa. La interpretación del Numeral 5 del Artículo 1507 (actual numeral 7 del art.
244 de la Ley 55 de 2008) por la Honorable Sala Civil ha sido que dicho privilegio
puede derivar tanto de una responsabilidad contractual como extracontractual y que
en PAMAR vs HAITI EXPRESS, en el que no se entró al fondo, revelaba que sí
existía un CMP contra la nave en virtud de un contrato de fletamento sobre la
misma.
Analizando la jurisprudencia negativa, es decir aquella que ha negado el carácter
privilegiado a algún reclamo, sobresale la de un Capitán de Puerto, en cuya
ocasión la Sala expresó frente a su reclamo que debía ser asimilado en su
gradación al asignado al resto de los tripulantes de la nave. 17
17
C & L DRAGDING CO apela contra la resolución del 28 de abril de 1998 dictada por el Tribunal
Marítimo en el Proceso Especial de Ejecución de Crédito Marítimo Privilegiado que LUIS ROMERO
MARCISCANO le sigue a la M/N DORA, 14 de mayo de 1999.
En materia marítima no se requiere un título ejecutivo o el reconocimiento de la
obligación para interponerlo; sólo demostrar indicios o prueba prima facie del
crédito.
Este artículo consagra una inmunidad soberana limitada que distingue entre Acti
iuri imperii o actos políticos y acti iure gestionis o actos comerciales realizados por
estas naves, criterio que sigue la Convención Internacional para la Unificación de
Ciertas normas Relacionadas con la Inmunidad de Naves de Propiedad del Estado
de 1926, al considerar como inmunes las naves de un Estado que estén
realizando actos políticos y al equiparar las naves de propiedad de un Estado que
se estén dedicando a actividades comerciales con buques mercantes de
propiedad de personas naturales o jurídicas, en lo que a secuestro se refiere y
sólo por problemas relacionados con estas transacciones.
En cuanto al secuestro de naves estatales panameñas, la ley prohibe su secuestro
en el artículo 1963, numeral 4 del Código Judicial que dice que contra el Estado y
los Municipios no puede el demandante ejercer medidas cautelares, excepto las
relativas a pruebas; además, el artículo 419 de la Ley 8 descarta el secuestro de
naves estatales, contemplando un procedimiento de ejecución contra el Estado,
responsabilizando en última instancia al Banco Nacional de Panamá por la
cantidad adeudada.
5. Secuestros Múltiples
Los secuestros previos no impiden nuevos secuestros sobre el mismo bien,
siempre que se funden en créditos marítimos; 19 tampoco otorgan ninguna ventaja
al acreedor que secuestre una nave con anterioridad a otros. Lo único que
requiere es que el nuevo secuestro esté basado en crédito marítimo; y como la
Ley no especifica si debe ser o no privilegiado, se ha permitido nuevos secuestros
por créditos no privilegiados.
19
Artículo 172.
Artículo 193: El secuestro constituido para los fines de que trata el artículo 192, 20 y de
conformidad con las normas establecidas en la sección I de este Capítulo, tendrá por efecto
la notificación personal de la demanda.
7.1. Cauciones
Las cauciones, como en todo proceso, pueden servir tanto para arrestar como
liberar el bien de dicho secuestro, salvo en los casos de acciones en que se
discutan los derechos reales de propiedad, posesión o uso de los bienes objeto
del secuestro, en cuyo caso no se permite la liberación del bien. Sostengo que
debiera modificarse esta disposición y cualquier otra que impida la utilización del
bien para permitirla bajo ciertas restricciones.
Por ejemplo, una persona versada, a quien se le exija la consignación de una
caución apropiada, podría ser designada por el Alguacil para poner el bien a
producir. Esta persona debería rendir cuentas al Alguacil de manera periódica, lo
cual permitiría obtener fondos para paliar las dificultades económicas que
seguramente se derivan de la medida.
La ley permite dos tipos de cauciones para garantizar el pago de daños y
perjuicios que puedan ocasionársele al propietario de la nave que sea arrestada,
una baja y nominal de MIL DÓLARES ($1,000.00) y otra alta que oscila entre el 20
y el 30 por ciento de la cuantía de la demanda la cual será fijada a prudente
arbitrio del juez.21
20
Los fines a que se refiere el artículo 192 son el secuestro para la ejecución de créditos marítimos
privilegiados.
21
Artículo 166.
La razón para mantener la caución nominal y baja fue explicada cuando
ocupábamos el cargo de Juez Marítimo, en la sesión ordinaria del 23 de octubre
de 1985 de la Asamblea Legislativa.. 22
Esta caución de perjuicios se devuelve íntegra al final del proceso al secuestrante,
si no se presenta un reclamo por daños y perjuicios.
23
Artículos 187-190. Aunque la ley sólo se refería a la extinción del privilegio, la jurisprudencia
había adicionado como causal la inexistencia del privilegio por razones de mera lógica y justicia, lo
cual la modificación recogió. Si no se puede mantener un secuestro de nave basado en un crédito
extinguido, con más razón no puede permitirse el de uno basado en un crédito que ni siquiera
existe. Everflex International vs m/n Forrest Hawk, Auto del 30 de agosto de 1990, Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia.
Se puede admitir con prueba preconstituida que demuestre fehacientemente
cualquiera de las causales expuestas. Si decide admitirlo solicita a la parte
petente del secuestro que “en el término de la distancia” comparezca a justificar
que el secuestro procede y debe mantenerse y si no lo comprueba ordena su
inmediato levantamiento.
Hubo jurisprudencia que estableció que sólo procedía cuando el secuestro se
encontraba vigente por lo que si se solicitaba y se obtenía el levantamiento de la
medida consignando caución liberativa, el remedio no procede. 24 Esta
jurisprudencia fue superada. Igualmente, existen ciertos aspectos de fondo que
son materia de discusión en apremio, como por ejemplo la existencia prima facie
de la obligación,25 y otros que no.26 Las reglas del embargo no son extensivas al
secuestro.27
28
M/n Shaoun Nectar.
29
Amparo de Garantías Constitucionales propuesto por De La Guardia, Arosemena y Benedetti
contra el Juez Marítimo, Sentencia del 14 de febrero de 1985. La razón que motivó el Amparo fue
mantener el secuestro a pesar de la falta de consignación de fondos adicionales exigidos por el
artículo 180 (numeral 2), m/n Siete Mares.
Amparo de Garantías propuesto por Moreno y Fábrega contra el Tribunal Marítimo, Sentencia del
20 de agosto de 1985 que revocó la orden de secuestro en contra de la nave "Japan Tuna N°2."
El motivo fue por defectos de fondo en la demanda que no se consideraron al resolver la petición
de secuestro. Es curioso que no se utilizara el recurso de apelación sino el de amparo cuando la
Corte invariablemente ha exigido se agoten los recursos ordinarios antes de permitir la viabilidad
de este recurso extraordinario.
Domínguez salvaron su voto, alegando que el recurso se había resuelto por la
Corte como "un Tribunal de Apelación", y que el Amparo
"no es un medio de impugnación ordinario de resoluciones judiciales" y que con lo anterior
se "rompe la jurisprudencia reiterada de esta Corte Suprema que ha sostenido que no es
posible mediante la acción especial de Amparo, revocar una decisión que deviene de un
debido proceso".
30
Algunas advertencias han sido acogidas, como la que declaró inconstitucional el primer párrafo
del artículo 18 de la Ley 8 que le daba competencia laboral al Tribunal Marítimo en caso de naves
panameñas.
31
Jorge Antonio Douglas vs m/n "Solon Turman", Auto de 25 de agosto de 1983.
del nacimiento del crédito era el dueño del buque que originó el mismo. Panamá
no ha ratificado ésta convención.
35
Artículo 422.