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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL DERECHO PROCESAL MARÍTIMO DE

PANAMÁ
(con énfasis en el Secuestro)

Prof. Dr. NELSON CARREYÓ

Presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Marítimo (IIDM)


Ex-Representante de Panamá ante la OMI
Juez Fundador del Tribunal Marítimo de Panamá 1982-1986

©Derechos Reservados
Dr. Nelson Carreyó C.
Calle Primera C Norte Nº 94
Urbanización El Carmen,
Apartado 0823-05630
Panamá 7, Panamá
Tels. 264-8920 / 8966
Fax 264-9032
Email: nelsoncarreyo@gmail.com
Página web: www.abogadopanama.com
Tabla de contenido

1. GENERALIDADES 3

2. CARACTERÍSTICAS 4

2.1. Fumus boni iuris 4


2.2. Presencia física del bien a secuestrar 6
2.3. Periculum in mora 9
2.4. Horario 10
2.5. Personal especializado 10

3. LOS PRIVILEGIOS MARÍTIMOS 10

3.1. Concepto y Características 10


3.2. Relación entre la Naturaleza jurídica del Procedimiento para la Ejecución
de Crédito Marítimo Privilegiado o pretensión in rem y los privilegios de la
Ley de Comercio Marítimo. 10
3.3. El procedimiento in rem 11
3.4. Petición de secuestro y demanda 12
3.5. Requisitos de la Demanda y solicitud de Secuestro 12

4. NAVES QUE NO PUEDEN SER OBJETO DE SECUESTRO 13

5. SECUESTROS MÚLTIPLES 13

6. NOTIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y SECUESTRO 14

7. COSTOS PARA OBTENER UN SECUESTRO 14

7.1. Cauciones 14
7.2. Gastos de Mantenimiento y custodia 16

8. IMPUGNABILIDAD DE LA RESOLUCIÓN DE SECUESTRO 16

8.1. Petición de Apremio 17


8.2. Recurso de apelación 17
8.3. Amparo de Garantías Constitucionales y Advertencias de
inconstitucionalidad 18

9. SECUESTRO DE NAVE HERMANA O GEMELA 19

10. PRETENSIONES MIXTAS 20

11. EJECUCIÓN DEL SECUESTRO 20


12. Efectos derivados del secuestro 21

12.1. Coloca la nave fuera del comercio 21


12.2. Inmoviliza la Nave 22

13. Secuestros ordenados por tribunales extranjeros 22

1. Generalidades
La medidas cautelares o precautorias tienen diversas denominaciones: secuestro,
secuestro, embargo preventivo, detención, y sin duda son de gran efectividad para
efectivizar el derecho. Cabanellas define el secuestro como "la medida procesal
precautoria de carácter patrimonial que, a instancia de acreedor o actor, puede
decretar un juez o tribunal sobre los bienes de deudor o demandado, para
asegurar el cumplimiento de la obligación exigida y las resultas generales del
juicio".1 La Corte Suprema se ha referido al secuestro como "una medida violenta
permitida a los demandantes para asegurar bienes del demandado, a fin de evitar
que éste los esconda o disipe con el propósito de evadir el cumplimiento de una
obligación". 2
En el Derecho Procesal Marítimo panameño 3 el secuestro tiene otras finalidades
además de evitar la ilusoriedad del proceso: tiene la función trascendental de
adscribir causas a la competencia de la jurisdicción especializada y también la de
hacer efectivos créditos marítimos privilegiados que pesen sobre ciertos bienes4.
El artículo 166 consagra las tres mencionadas finalidades del secuestro y por su
gran importancia lo transcribimos:
Articulo 166. El secuestro decretado por los Tribunales Marítimos tendrá por finalidad:
1. Evitar que el proceso sea ilusorio en sus efectos y que la parte demandada trasponga,
enajene, empeore, grave o disipe bienes susceptibles de tal medida.
2. Adscribir a la competencia de los tribunales marítimos panameños el conocimiento de las
causas que surjan dentro o fuera del territorio nacional, como consecuencia de hechos o
actos relacionados con la navegación, cuando el demandado estuviera fuera de su
jurisdicción.
Se considera que el demandado está fuera de la jurisdicción panameña cuando su domicilio
efectivo y real de negocios esté fuera de la República de Panamá, aun cuando la sociedad

1
Cabanellas, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental, 3a ed., Editorial Heliasta, Buenos Aires,
1980.
2
Fábrega, Jorge, Medidas Cautelares, Editora Litho Impresora, Panamá, S.A., Panamá, 1984,
Pág. 77.
3
La materia está regulada por la Ley 8a del 30 de marzo de 1982, reformada por la Ley 11 del 23
de mayo de 1986, Capítulo VI, Título III (Sección l), artículos 164 al 202, conocida como el Código
de Procedimiento Marítimo.
4
Derecho de persecución.
sea panameña o siendo extranjera esté registrada en Panamá, o tenga sucursales o
empresas filiales en Panamá, o que la nave esté registrada en Panamá. 5
El secuestro constituido conforme a lo previsto en este numeral surtirá los efectos de la
notificación personal de la demanda, quedando el demandante obligado en todo caso a
remitir al demandado, en el término de cinco (5) días, copia de la demanda respectiva, tal
como lo dispone el párrafo final del artículo 402. 6
Se considera que el demandado está fuera de la jurisdicción panameña cuando su domicilio
efectivo y real de negocios esté fuera de la República de Panamá, aun cuando la sociedad
sea panameña o siendo extranjera esté registrada en Panamá, o tenga sucursales o
empresas filiales en Panamá, o que la nave esté registrada en Panamá. 7
3. Aprehender materialmente bienes susceptibles secuestro, para hacer efectivos créditos
marítimos privilegiados sobre los mismos.
El secuestro surtirá los efectos de notificación personal sobre el bien demandado. 8

La invocación en la solicitud de secuestro de uno de estos numerales no excluye


la utilización de los otros dos, como antes de las últimas reformas ocurría 9
pudiendo ser utilizados en forma conjunta.

2. Características
Además de las características principales de las medidas cautelares en general, 10
el secuestro en la jurisdicción marítima tienen estas otras:

2.1. Fumus boni iuris


El secuestro debe tener un Fumus boni iuris o apariencia de buen derecho El
artículo 166 dice:
Artículo 166:
........................................................................................................................
En los casos contemplados en los numerales 2 y 3 del artículo 166, sin perjuicio de lo
dispuesto en el primer párrafo de este artículo, el Juez deberá exigir al secuestrante, como
5
Este párrafo fue adicionado mediante la Ley Nº 12 de 2009.
6
La norma fue modificada por la Ley Nº 12 de 2009 eliminando el término de 5 días y el artículo
400 ahora es el 402.
7
Este párrafo fue adicionado mediante la Ley Nº 12 de 2009.
8
Esta última frase fue introducida con la reforma mediante la Ley Nº 12.
9
De esta manera lo expresó el Tribunal Marítimo en auto del 7 de agosto de 1985 diciendo:
"Los numerales 1, 2 y 3 no pueden utilizarse en forma acumulativa, sino que antes por el contrario,
uno excluye a los otros, es decir, si consideramos cumplidos los presupuestos del numeral 2, no
podríamos posteriormente enmarcar la acción precautoria dentro del numeral 1, a menos que se
considerase injurídica la resolución original que ordenó la medida precautoria objeto de la presente
resolución. La norma en cuestión no utiliza por ninguna parte la conjunción copulativa "y",
única que en todo caso sería indicativa de la utilización de varios numerales para proceder al
secuestro".Yukio Uno De Gracia -vs- Federation of Japan Tuna Fisheries Cooperative Association,
auto de 7 de agosto de 1985.
10
Provisionalidad, de duración limitada mientras no se levante; accesoriedad, subordinada a la
resolución definitiva; instrumentalidad, es un medio para asegurar un resultado exitoso: si se
estima la pretensión la medida abre la ruta para la ejecución; jurisdiccionalidad, conjunto de actos
que van desde la petición de la medida al Juez hasta su ejecución; abstracción, está basado en
acciones configuradas como un puro derecho procesal, independientemente de la existencia
efectiva de un derecho sustancial fundamentadas en la incertidumbre del derecho reclamado;
sumariedad, se tramita in audita pars.
condición para decretar el secuestro, la presentación de pruebas indiciarias o prima facie,
que comprueben la legitimidad de su derecho.

En efecto, la norma citada ordena que se presenten pruebas para arrestar una
nave a las que califica de indiciarias o prima facie. La Ley 8 original no
contemplaba expresamente la exigencia de la presentación de estas pruebas; sin
embargo, ante la posibilidad de demandas con solicitudes de secuestro
infundadas, el Tribunal Marítimo decidió establecer precedente sobre la práctica
judicial de exigir tales pruebas para decretar el secuestro, para evitar que se
decrete una medida temeraria. El Tribunal Marítimo rechazó una solicitud de
secuestro dentro de un Proceso Especial de Ejecución de Crédito Marítimo
Privilegiado indicando que
"...en atención a que de las pruebas prima facie que acompañan el libelo de la demanda no
surge la necesidad y suficiente verosimilitud para acceder a la solicitud interpuesta, no
procede acceder a la misma.
Al estudiar la documentación presentada observamos que la misma refleja supuestos
suministros otorgados a la nave. No obstante, en ninguna de las facturas se observa la
firma o el sello que representa la recepción de los mismos por la nave. En otras palabras,
se trata de una serie de documentos que en las circunstancias del caso por su unilateralidad
podrían conducir al decreto de una medida precautoria temeraria sin que necesariamente
esto sea así en el caso que nos ocupa.
Pero debido a la posibilidad de que ocurra es prudente consignarlo en una resolución que
sirva de precedente".11

Una de las sugerencias acogidas por el legislador para modificar la ley fue esta,
quedando reflejada en el nuevo artículo 166. Tales pruebas deben demostrar
tanto la existencia del crédito como la legitimidad del derecho que se reclama
especialmente cuando se trata de privilegios marítimos e incluyendo aspectos
relativos a la cuantía.
El Juez debe hacer un detallado y prolijo análisis de dichas pruebas para constatar
que fundamentan los hechos y la cuantía; no obstante, dicho examen no debe ser
de tal manera que imposibilite la medida si de los principios de prueba surge la
verosimilitud a que se ha hecho referencia, considerando que el secuestrante
algunas veces tiene poco tiempo para conseguir pruebas plenas debido a que la
nave llega a nuestras aguas y permanece poco tiempo en ellas. 12

11
Erwin Michaiak -vs- Pacific Ace, Auto del 22 de octubre de 1982.
12
Ver Auto del 5 de mayo de 1987.
2.2. Presencia física del bien a secuestrar
El secuestro exige la presencia y aprehensión física de la nave para su
concreción. Independientemente de si el tipo de reclamo es in rem o in personam,
no es posible arrestar una nave sin su presencia física en la jurisdicción
panameña13 como lo ordena el artículo 172 que dice:
“Artículo 172: En los casos de las naves, aun las de registro panameño, y de otros bienes
muebles, se entenderá constituido el secuestro cuando la orden del tribunal sea recibida por
la persona encargada de la custodia del bien o responsable de la tenencia o entrega del
mismo.
Cuando el secuestro recaiga sobre naves de registro panameño, la anotación marginal de
que trata el numeral 4, del artículo 168, procederá únicamente cuando se haya constituido el
secuestro con la aprehensión material previa de las referidas naves.
No obstante lo anteriormente dispuesto, a solicitud de parte, el tribunal podrá oficiar al
Registro para que se anote una marginal en el título de propiedad haciendo constar que en
su contra se ha interpuesto demanda. La anotación deberá incluirse en toda certificación
que se emita sobre la nave.”

La ratio legis de la norma anterior fue expuesta en las explicaciones contenidas en


un Informe dirigido al Excelentísimo Señor Presidente de la República el día 12 de
marzo de 1986 por quien escribe cuando fungía como Juez Marítimo el cual se
transcribe a continuación junto a la nota remisoria. 14

13
Artículo 170.
14
“Nota Número 047-86
12 de marzo de 1986
Excelentisimo Señor Presidente de la
República Don Eric Arturo DelValle E. S. D.

Señor Presidente:
Tengo el honor de dirigirme a usted a fin de remitirle un informe relacionado a la
disposición que como parte del Proyecto de Ley mediante el cual se reforman algunos artículos
de la Ley 8 de 1982 que regula el Procedimiento Maritimo en Panamá, ha sido objeto de vuestro
veto.
En atención a que su Excelencia expone en su nota dirigida a la Asamblea una tesis
distinta a la que quien suscribe ha venido sustentando, me permito de la manera más respetuosa,
hacerle llegar este informe que contiene tanto la ratio decidendi como el panorama que dibuja la
problemática surgida.
Motiva la presente el deseo sincero de contribuir a exponer en forma razonada la mayor
cantidad de elementos que nos ayuden a adoptar una decisión favorable a los intereses
nacionales, esperando al mismo tiempo no dejar en vuestro ánimo la menor duda de que no es
otra nuestra finalidad.
Del Señor Presidente con respeto y consideración.
Lcdo. Nelson Carreyó C.
Juez Marítimo
NCC/mdec
Adj.: lo indicado
INFORME
A. Presentación del Problema
El mismo gira en torno a la aprobación de una norma o disposición legal que deje en claro
cuál es el procedimiento a seguir en cuanto a la adopción de medida precautoria (secuestro)
contra una nave de registro panameño.
2.3. Periculum in mora
El secuestro supone la existencia de un periculum in mora. La medida surge para
prevenir el daño adicional que pueda ocasionar la lentitud del proceso, esto es,
evitar su ilusoriedad, bastando con que exista el peligro que se produzca tal
ilusoriedad. En el derecho marítimo esta característica es aun más apremiante
por la naturaleza nómade de las naves. Siempre existe la probabilidad que el
bien sea enajenado, traspasado, dañado, o simplemente abandone la jurisdicción.
i) Hasta la fecha el Tribunal Marítimo ha sostenido que no se debería permitir la adopción de
dicha medida si no se aprehende materialmente la nave.
ii) Por su parte el Primer Tribunal Superior de Justicia comprensiblemente ha revocado tal
decisión considerando pertinente permitir el secuestro a través de la exclusiva anotación
marginal en el Registro Público y en consecuencia sin la aprehensión material o física de la
nave
B. Rationale y Consecuencias de las dos tesis
1. Ventajas del secuestro sin aprehensión física o material de la nave
1.1) La razón principal por la cual se ha adelantado esta tesis es la protección de los intereses de
acreedores nacionales para exonerarlos de tener que acudir a otros foros con el fin de hacer valer
sus derechos.
1.2) También se ha expuesto el argumento de que el no permitir el secuestro exclusivamente a
través de la anotación marginal limita la función que por Ley se le concede al Registro Público.
2. Desventajas
2.1) Patrocinio del fraude en perjuicio de acreedores extranjeros
El primer perjuicio que esta tesis involucra es el de atentar contra todos los acreedores que en el
transcurso del derrotero de la nave, de buena fe ofrecen sus servicios y provisiones a la misma
sin percatarse de que ésta puede estar tan onerosamente gravada que sus créditos lleguen a ser
incobrab1es y por ende ilusorios.
Estaríamos así propiciando una fraudulenta contratación entre la nave y tales personas, por
cuanto el juicio iniciado en Panamá mediante el secuestro sin la detenci6n física de la nave,
puede hacer de la misma un bien sin mayor respaldo económico.
El exigirles a dichas personas que investiguen previamente el status jurídico y gravámenes que
pesan sobre la nave en el Registro Público de Panamá, es una carga excesivamente onerosa
para tales acreedores. Por ejemplo, a un suministrador de combustible en un puerto alejado, e
incluso a la propia gente de mar a quienes se les podría adeudar prestaciones laborales y por
consiguiente al comercio marítimo en general, se les causaría un enorme perjuicio, de exigirles tal
verificación previa, además del costo que ello puede involucrar. La única posibilidad de obviar
este escollo sería la de estar dispuestos y preparados para dar un servicio de tal naturaleza,
disponible en todos los puertos del mundo las 24 horas al día, lo que no es viable en la actualidad
ni en el futuro cercano.
2.2) Desincentivo para el abanderamiento en Panamá.
Al arrestar un bien, éste queda, por ministerio de la Ley y por consecuencia de la medida, fuera
del comercio; esto significa un impedimento al propietario de ejercer las actividades propias de
dominio. Comentarios de los navieros cuyas naves se encuentran en Panamá, nos han hecho
percibir su gran preocupación por la adopción de una medida de tal naturaleza ya que sin su
conocimiento inmediato (ausencia de notificación directa) se les despoja de su natural derecho de
disposición del bien con la consecuente desincentívaci6n para continuar formando parte de la
Marina Mercante Panameña (Sugerimos confirmar tesis con SECNAVES).
2.3) Inseguridad Jurídica
También se propiciarla el surgimiento de dos (2) procesos que paralelamente se pudiesen
adelantar por 2 acreedores distintos, uno en Panamá y otro en otra jurisdicción donde sí se exija
la aprehensión física, con el consiguiente atentado contra la seguridad jurídica que involucra la
eventual venta del bien en dos (2) jurisdicciones diferentes.
Íntimamente vinculado a esto se encuentra la contradicción que surgiría entre el artículo 1508
numeral 1 del Código de Comercio mediante el cual se establece que la venta judicial de una
2.4. Horario
Las solicitudes de secuestro pueden presentarse en cualquier día y hora. 15
La jurisdicción se encuentra a disponibilidad de los usuarios 24 horas al día, aun
en los inhábiles, lo que representa, en conjunto con la anterior nota, una garantía
para el acreedor burlado en sus derechos. Esto obviamente es sólo viable en
casos de urgencia notoria cuyo mejor ejemplo es el secuestro de buques que por
el escaso tiempo que permanecen en puerto requiere mayor celeridad.
nave extingue los privilegios de los acreedores de la misma por un lado, y por el otro la
subsistencia de otros que en distintas jurisdicciones, mediante el secuestro de la nave, puedan
exigirse legalmente. Igual comentario se impone en relación al art. 1090, par. 2.
Cabe destacar que ya se presentó este conflicto entre la jurisdicción panameña y la
norteamericana en un caso donde un Juzgado de Circuito de nuestro país decretó la venta de
una nave sin haberla aprehendido físicamente. Posteriormente uno de los acreedores solicitó el
secuestro de la nave en el Tribunal de Ancón de jurisdicción norteamericana el cual concluyó que
a pesar de la venta judicial del bien, el demandante-acreedor tenía derecho a que se le
reconociese su crédito, lo que para los efectos prácticos implicó el desconocimiento de los
efectos que el artículo antes mencionado le da a la venta judicial de una nave, e indirectamente
de la resolución del Tribunal panameño.
2.4) Dificultades prácticas en las Ventas Judiciales
Relacionado con lo anterior, está el hecho innegable que para poder llegar a la venta judicial de
una nave se requiere su previo avalúo e inventario, diligencia que por razones obvias se
imposibilita ante la ausencia física del bien a rematar. ¿Cómo promover una venta, muchas veces
difícil en la actual crisis de la industria marítima, si es imposible conocer y por tanto fijar el valor
real de la nave en el mercado actual?
La obligación de inventario la establece el articulo 1532 del Código de Comercio.

2.5) Debilitamiento del Centro Financiero Internacional


Siendo Panamá un centro financiero internacional dentro del cual el derecho y la justicia marítima
juegan un rol trascendente a los ojos de los críticos y expertos internacionales, la adopción del
sistema sugerido pugnaría con la práctica llevada a cabo por los paises tradicionalmente
marítimos donde el derecho en esta rama de la ciencia jurídica ha evolucionado en forma
acelerada, a saber, Inglaterra y Estados Unidos, lo que se demuestra por la proliferación de casos
reportados.

Es preciso entonces no perder de vista que si nos apartamos de los procedimientos que utilizaron
tales países en esta materia, estaríamos propiciando el debilitamiento de la credibilidad en la
justicia marítima panameña y por ende del centro financiero internacional.
La última Conferencia del Comité Marítimo Internacional celebrada en Lisboa, en mayo de 1985 y
en la cual participé, decidió adoptar una norma que claramente impidiese arrestar una nave sin su
presencia física dentro de la jurisdicción respectiva.
Además de eso, el Convenio vigente de Bruselas del 10 de mayo de 1952 para la unificación de
ciertas normas relacionadas al secuestro de naves, dice en su artículo 1 numeral 2:
“Secuestro significa la detención de una nave por medio de un proceso judicial para asegurar un
reclamo marítimo ... “ (Paréntesis mío).
De todo lo anterior se deduce que aunque Panamá no esté obligada por tales disposiciones, debe
adoptar normas en su sistema interno, congruentes con las prácticas judiciales, no sólo de la
mayoría (opinio juris generalis) de los países genéricamente hablando, sino también de la
mayoría de los países marítimos más importantes, tendiéndose a uno de los objetivos principales
del derecho internacional moderno, cual es el de su uniformidad.
2.6) Violación a los Principios del Derecho Internacional y la naturaleza jurídica de la acción in
rem.
Como último argumento (y no por ser el último el menos importante) tenemos el de que la
naturaleza jurídica de la acción, exige la presencia del bien.
2.5. Personal especializado
Tanto al Juez como al Alguacil se exigen conocimientos especializados, en
derecho marítimo para el primero y en ciencias náuticas o en actividades
relacionadas con la administración o dirección del transporte marítimo para el
segundo, por razón de sus responsabilidades.

i) Por un lado tenemos el secuestro en cumplimiento de la finalidad que exige el numeral 2 del
artículo 164. En tal caso es 1a presencia y aprehensión de la nave, carga o flete lo que concede
competencia al Tribunal Panameño. Sin tal aprehensión sería atentatorio contra los principios del
derecho internacional, pretender adelantar un proceso contra una persona que no se encuentra
dentro del territorio nacional. Es pues el bien, por ejemplo la nave, el que hace posible que las
autoridades panameñas puedan adscribirse la competencia para juzgar las respectivas causas.
ii) Por otra parte el numeral 3 del mismo artículo se refiere al crédito marítimo privilegiado. Estos
créditos cuya lista se encuentra en el art. 1507 del Código de Comercio exigen por naturaleza, la
interposición de la conocida desde Roma acción in rem que no es otra cosa, como su nombre lo
indica una acción contra la cosa, en este caso la nave. De permitirse una acción in rem (contra la
cosa) sin la presencia de la cosa, además de violentarse los principios jurídicos de la figura como
tal, se desarticularía el conjunto estructural que conforma el procedimiento de almirantazgo
introducido en Panamá a través de la Ley 8 que tanto esfuerzo implicó para algunos destacados
y experimentados juristas panameños. Este ha resultado de la conmixtión entre 2 sistemas
jurídicos distintos, el romanista y el anglosajón, que paralelamente en nuestra ley se han sabido
tolerar. ¿Por qué entonces propiciar un desajuste?
Recordemos que Panamá es tan sólo un eslabón más de la cadena que conforma la justicia
marítima Internacional, y que por ser las naves el prototipo de la trashumancia y el nomadismo,
con más razón debe existir como un todo congruente.
Al tratar de proteger al acreedor nacional, además de todas las razones antes anotadas, estamos
apartándonos de la práctica judicial de otros países, creando una disociación en el derecho
marítimo, internacional por excelencia.
C. Alternativas de Solución
Habiéndosele dado los 2 debates correspondientes en Comisión al Proyecto y escuchados los
argumentos de quienes tuvimos la oportunidad de sustentar las diversas tesis, se adoptó en el
plenario una fórmula de compromiso mediante la que se le daría respuesta a la razonable
preocupación de la comunidad bancaria panameña, único gremio que se opuso a la tesis del
Tribunal Marítimo.
Dicha fórmula compromisoria consistió en permitir la anotación marginal haciéndose constar que
contra la correspondiente nave se había interpuesto una demanda ante el Tribunal Marítimo de
Panamá.
Con ello, a nuestro modesto entender, se cumple el propósito de no dejar desamparados a los
acreedores panameños, incluyendo los bancos, sin llegar al extremo de sacar del comercio a las
naves de servicio internacional. En otras palabras, esta medida sólo debe alcanzar a las naves
de servicio interior, puesto que la cartera crediticio hipotecaria de los bancos panameños afecta
casi exclusivamente a naves de esta naturaleza, encontrándose así una fórmula más equilibrada
de solución al problema.
Dejamos constancia que debe entenderse la disposición de tal manera que iniciado el proceso,
de afectar éste una nave de servicio internacional, no se debería continuar el mismo sino hasta o
desde que la demandada se haga presente en juicio.
D. Consideraciones Finales
La naturaleza jurídica del Crédito Marítimo Privilegiado difiere del privilegio civil, de la siguiente
forma: Nuestro privilegio civil consiste únicamente en un derecho de prelación (privilegia exigendi)
otorgado a un acreedor por sobre otros como consecuencia del principio general según el cual el
deudor responde frente a sus acreedores con todos sus bienes presentes y futuros (art. 1653 del
Código Civil), el Privilegio Marítimo es un derecho real garantizado por un derecho inmediato
3. Los Privilegios Marítimos

3.1. Concepto y Características


Como reconoce OSVALDO BLAS SIMONE, son pocos los autores que señalan el
concepto de privilegios marítimos. Su remisión al derecho común provoca que se
limiten a señalar de forma parcial su funcionalidad como instrumento negativo del
crédito marítimo y su enfrentamiento con la hipoteca. 16
Confieren el poder de percibir el crédito directa e inmediatamente y perseguir
dichos bienes ante cualquier persona que los detente o posea. Tal facultad deriva
del ejercicio de lo que tradicionalmente se ha conocido como ius persequendi o
droit de suite.

3.2. Relación entre la Naturaleza jurídica del Procedimiento para la Ejecución


de Crédito Marítimo Privilegiado o pretensión in rem y los privilegios de
la Ley de Comercio Marítimo.
Lo primero a resaltar es que este tipo de pretensión tiene sus orígenes inmediatos
en el derecho anglosajón, específicamente en el inglés de donde pasa al
norteamericano y de donde la copiamos por vía de las Reglas Federales Civiles de
los EU. ¿Por qué es esto importante? Es importante porque para poder tener éxito
a través de la utilización de este procedimiento es necesario un crédito marítimo
privilegiado o maritime lien. Esta es la base de toda pretensión in rem, por lo que
tendríamos entonces que preguntarnos ¿Qué es un crédito marítimo privilegiado?

sobre la cosa.
El Privilegio Civil da un poder inmediato sobre el valor de la cosa que permite hacerlo efectivo por
la via ejecutiva; tiene un alcance procesal que permite, una vez llegado el momento de la
ejecución, se venda y perciba el precio sobre el que se abrió el concurso y se haga efectiva la
prelación.
El Privilegio Marítimo como poder inmediato sobre la cosa, surge al mismo tiempo que surge el
crédito, involucrando tanto el derecho a obtener el pago, como a obtener una garantía sin
posesión, tal como opera en el derecho hipotecario. El Privilegio Marítimo se origina por
ministerio de la Ley sin que se requiera acuerdo de voluntades.
Aunque se pudiese elaborar toda una tesis acerca de la naturaleza del Crédito Marítimo
Privilegiado, no sería pertinente hacerlo en esta ocasión. Tan solo sugerimos y opinamos que
debemos abocarnos al estudio profundo de esta institución marítima de tal manera que se tienda
a una más adecuada formulación en el derecho sustantivo panameño, para hacerlo más
congruente con los países más adelantados en esta rama del saber humano.”
15
El artículo 13 dice que el Tribunal estará accesible durante las 24 horas del día aun durante los
días inhábiles, de manera que los interesados puedan acudir al Tribunal a presentar solicitudes que
requieran medidas urgentes, entre las que obviamente se cuentan los secuestros.
16
Compendio de Derecho de la Navegación, 2ª edición, actualizada y aumentada, Editorial Ábaco
de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 1996. p. 236-7.
¿Cuál es su naturaleza? Jurídico procesal o jurídico sustantiva? ¿Cuándo es viable
la utilización de este procedimiento especial?
La causa del derecho de acción puede estar fundamentada por ej. en una supuesta
culpa. La interpretación del Numeral 5 del Artículo 1507 (actual numeral 7 del art.
244 de la Ley 55 de 2008) por la Honorable Sala Civil ha sido que dicho privilegio
puede derivar tanto de una responsabilidad contractual como extracontractual y que
en PAMAR vs HAITI EXPRESS, en el que no se entró al fondo, revelaba que sí
existía un CMP contra la nave en virtud de un contrato de fletamento sobre la
misma.
Analizando la jurisprudencia negativa, es decir aquella que ha negado el carácter
privilegiado a algún reclamo, sobresale la de un Capitán de Puerto, en cuya
ocasión la Sala expresó frente a su reclamo que debía ser asimilado en su
gradación al asignado al resto de los tripulantes de la nave. 17

3.3. El procedimiento in rem


Con la creación del Código de Procedimiento Marítimo se establece un
instrumento procesal mixto que recoge el Procedimiento Especial de Ejecución de
Créditos Marítimos Privilegiados de origen y naturaleza anglosajona, pero con
fundamento en la existencia de normas sustantivas propias del sistema romanista
que consagran los créditos como privilegiados, lo cual le concede una doble
naturaleza, procesal y sustantiva.
La ventajas que este procedimiento nos brinda son las siguientes:
1. Se dirige contra el bien mismo, evitando todos los inconvenientes derivados de
la ubicación e identificación del propietario de la nave;
2. La caución de perjuicios exigida es de muy baja cuantía, lo que permite un
mayor acceso a este tipo de proceso a los acreedores:
3. Celeridad ya que con el secuestro se surten los efectos de notificación
personal de la demanda; y
4. Adquisición de competencia sobre causas surgidas en el extranjero.

17
C & L DRAGDING CO apela contra la resolución del 28 de abril de 1998 dictada por el Tribunal
Marítimo en el Proceso Especial de Ejecución de Crédito Marítimo Privilegiado que LUIS ROMERO
MARCISCANO le sigue a la M/N DORA, 14 de mayo de 1999.
En materia marítima no se requiere un título ejecutivo o el reconocimiento de la
obligación para interponerlo; sólo demostrar indicios o prueba prima facie del
crédito.

3.4. Petición de secuestro y demanda


Mientras que en el proceso civil el secuestro puede solicitarse en cualquier etapa,
en el Procedimiento Especial de Ejecución de Crédito Marítimo Privilegiado la
solicitud de secuestro debe ser interpuesta junto con la demanda.
Artículo 165: La petición de secuestro deberá formalizarse con el respectivo libelo de
demanda y en ella se hará constar la información que tenga el peticionario en cuanto a lugar,
fecha y hora en que puede hacerse efectivo el secuestro, si este va dirigido contra una nave
o su carga.
Los defectos de forma de que adoleciera la demanda, no impedirán la ejecución del
secuestro ni constituirán causa que autorice el levantamiento del mismo, siempre y cuando
se exprese con suficiente claridad y precisión la naturaleza de la petición del demandante y
la garantía correspondiente, en caso de poder ser determinada por el interesado.

3.5. Requisitos de la Demanda y solicitud de Secuestro


Los requisitos especiales que debe cumplir la demanda están contenidos en el
artículo 531 y son:
1. La expresión de que el proceso es un juicio in rem, encabezando el escrito respectivo.
2. La identificación de la nave, carga o flete o combinación de estos, afectos al crédito
marítimo objeto de la demanda, con indicación de que se encuentran o se encontrarán
próximamente dentro de la jurisdicción panameña, con expresión de la cuantía que se
estima representa el crédito privilegiado.
3. La solicitud de secuestro de los bienes sujetos al crédito marítimo pretendido, cuya
ejecución se demanda.
Una vez presentada y admitida la demanda, habiéndose constituido el secuestro sobre el
bien o los bienes afectos al crédito marítimo demandado, el proceso continuará de
conformidad con las normas que regulan el procedimiento ordinario establecido en esta Ley.

Los defectos de forma no impiden la ejecución del secuestro, lo que ejemplifica la


filosofía detrás de la Ley en el sentido de no impedir la obtención de justicia o
supeditan la misma a errores intranscendentes. Es por ello que consideramos
que las partes y el Tribunal tienen a su disposición los mecanismos suficientes
para, respectivamente, solicitar u ordenar ex officio que el proceso se adecue y
oriente de un modo racional y respetando los principios procesales". 18

4. Naves que no pueden ser objeto de secuestro


Ciertas naves poseen inmunidad contemplada tanto en Convenios Internacionales
como en disposiciones nacionales. El artículo 180 prohíbe el secuestro de
18
Yukio Uno De Gracia -vs- Federation of Japan Tuna Fisheries Cooperative Associations, Auto de
7 de agosto de 1985.
“1. Las naves de guerra nacionales o extranjeras y las naves en construcción destinadas a
incorporarse a los efectivos militares de un Estado.
2. Cualesquiera naves afectas al servicio de un Estado, salvo que las mismas efectúen
actividades propias del comercio marítimo.”

Este artículo consagra una inmunidad soberana limitada que distingue entre Acti
iuri imperii o actos políticos y acti iure gestionis o actos comerciales realizados por
estas naves, criterio que sigue la Convención Internacional para la Unificación de
Ciertas normas Relacionadas con la Inmunidad de Naves de Propiedad del Estado
de 1926, al considerar como inmunes las naves de un Estado que estén
realizando actos políticos y al equiparar las naves de propiedad de un Estado que
se estén dedicando a actividades comerciales con buques mercantes de
propiedad de personas naturales o jurídicas, en lo que a secuestro se refiere y
sólo por problemas relacionados con estas transacciones.
En cuanto al secuestro de naves estatales panameñas, la ley prohibe su secuestro
en el artículo 1963, numeral 4 del Código Judicial que dice que contra el Estado y
los Municipios no puede el demandante ejercer medidas cautelares, excepto las
relativas a pruebas; además, el artículo 419 de la Ley 8 descarta el secuestro de
naves estatales, contemplando un procedimiento de ejecución contra el Estado,
responsabilizando en última instancia al Banco Nacional de Panamá por la
cantidad adeudada.

5. Secuestros Múltiples
Los secuestros previos no impiden nuevos secuestros sobre el mismo bien,
siempre que se funden en créditos marítimos; 19 tampoco otorgan ninguna ventaja
al acreedor que secuestre una nave con anterioridad a otros. Lo único que
requiere es que el nuevo secuestro esté basado en crédito marítimo; y como la
Ley no especifica si debe ser o no privilegiado, se ha permitido nuevos secuestros
por créditos no privilegiados.

6. Notificación de la demanda y secuestro


El objeto de este requisito es permitir al juzgador realizar el análisis sobre las
pruebas prima facie ya comentado e impedir demandas in rem sin la
correspondiente aprehensión física. La constitución del secuestro produce los
efectos de la notificación personal de la demanda:

19
Artículo 172.
Artículo 193: El secuestro constituido para los fines de que trata el artículo 192, 20 y de
conformidad con las normas establecidas en la sección I de este Capítulo, tendrá por efecto
la notificación personal de la demanda.

En la práctica el secuestro en los procesos ordinarios marítimos también surte el


mismo efecto. La notificación de la demanda se surte al momento de constituirse
el secuestro por intermedio del Capitán de la nave o cualquier otra persona a cuyo
cargo se encuentre la embarcación, a partir de cuyo momento comenzará a correr
el término de 30 días que la Ley concede para contestarla.
Esta notificación supone que alguien se encuentre a bordo de la nave al momento
de ser ejecutado el secuestro. En caso que no exista nadie a bordo, el Tribunal,
en un Procedimiento de Ejecución de Crédito Marítimo Privilegiado, debería
decidir que se suspendiera el término para contestar la demanda hasta que se le
diera traslado a quien ostentara la representación de la nave.

7. Costos para obtener un secuestro

7.1. Cauciones
Las cauciones, como en todo proceso, pueden servir tanto para arrestar como
liberar el bien de dicho secuestro, salvo en los casos de acciones en que se
discutan los derechos reales de propiedad, posesión o uso de los bienes objeto
del secuestro, en cuyo caso no se permite la liberación del bien. Sostengo que
debiera modificarse esta disposición y cualquier otra que impida la utilización del
bien para permitirla bajo ciertas restricciones.
Por ejemplo, una persona versada, a quien se le exija la consignación de una
caución apropiada, podría ser designada por el Alguacil para poner el bien a
producir. Esta persona debería rendir cuentas al Alguacil de manera periódica, lo
cual permitiría obtener fondos para paliar las dificultades económicas que
seguramente se derivan de la medida.
La ley permite dos tipos de cauciones para garantizar el pago de daños y
perjuicios que puedan ocasionársele al propietario de la nave que sea arrestada,
una baja y nominal de MIL DÓLARES ($1,000.00) y otra alta que oscila entre el 20
y el 30 por ciento de la cuantía de la demanda la cual será fijada a prudente
arbitrio del juez.21
20
Los fines a que se refiere el artículo 192 son el secuestro para la ejecución de créditos marítimos
privilegiados.
21
Artículo 166.
La razón para mantener la caución nominal y baja fue explicada cuando
ocupábamos el cargo de Juez Marítimo, en la sesión ordinaria del 23 de octubre
de 1985 de la Asamblea Legislativa.. 22
Esta caución de perjuicios se devuelve íntegra al final del proceso al secuestrante,
si no se presenta un reclamo por daños y perjuicios.

7.2. Gastos de Mantenimiento y custodia


Además de la caución se exige que el secuestrante consigne Dos Mil Quinientos
dólares ($2,500.00) como adelanto de gastos de conservación y custodia.
Una vez levantado el secuestro se devolverá el saldo favorable; se faculta al
Alguacil solicitar fondos adicionales, en caso que los consignados no alcancen
para continuar sufragando los gastos. Si no son consignados oportunamente, el
Juez debe ordenar el levantamiento del secuestro.
Existen diversos tipos de cauciones que pueden utilizarse.
“1. Dinero en efectivo que deberá ser consignado por el interesado en el Banco Nacional de
Panamá y obtener un certificado de garantía de los que trata la Ley 79 de 1963.
2. Cheque certificado o de gerencia girado contra bancos con licencia para operar en la
República de Panamá.
22
Disertación durante la sesión ordinaria del 23 de octubre de 1985 en el Pleno de la Asamblea
Legislativa.
"Hay varias razones básicas que nos inducen a mantener la caución baja dentro de la Ley 8 de
1982 para poder arrestar una nave.
La primera razón básica es la siguiente. Se la voy a exponer como una pregunta: ¿Cree Usted
que un marino que sufra lesiones a bordo de una nave podría tener acceso a la justicia marítima
mediante la exigencia de una caución entre el 20 y 30 por ciento de la posible indemnización que
ese marino pueda eventualmente recibir? Esa es la primera razón por la cual se mantiene una
caución baja.
El Tribunal Marítimo ha conocido ya de varios casos mediante los cuales se les ha otorgado
indemnizaciones a marinos que han sufrido lesiones corporales y han sido compensados por
esas lesiones, compensaciones de las cuales se hubieran visto privados de no existir esta
posibilidad dentro de la ley panameña. La última resolución concedió casi medio millón de
dólares a un marino que a bordo de una nave sufrió una lesión por culpa del empleador, en este
caso el naviero.
La segunda razón por la cual la ley prevé que se exija una caución baja, es decir mil balboas, es
que dentro del foro internacional marítimo, los navieros son lo suficientemente conocedores de la
posible interposición de demandas en su contra por cualquier circunstancia que así lo exija. En el
foro marítimo internacional no escapa la posibilidad a los navieros que sus naves pueden ser
detenidas, aprehendidas o secuestradas en cualquier puerto del mundo, y pueden ellos
responder a esta situación levantando el secuestro mediante el pago de una prima de seguro.
La tercera razón que a mi juicio inspiró al legislador anterior para introducir dentro de la ley la
caución baja, es que en la mayor parte de los países donde existen jurisdicciones especializadas
en el ramo marítimo se introducen este tipo de cauciones bajas. Y quiero hacer mención
solamente de uno de estos países que es Francia.
Muchas veces se ha utilizado el argumento que los países de sistemas anglosajones son los
únicos que mantienen estas cauciones bajas. Pues haciendo una investigación sobre el tema, he
podido constatar que en Francia, país donde se utiliza el sistema romanista, es decir el sistema
inspirado en el derecho romano como es el nuestro, también se exige la fianza de daños y
perjuicios de tipo nominal
3. Bonos de garantía otorgados por empresas autorizadas en la República de Panamá para
tales transacciones.
4. Cualesquiera otras garantías que las partes acuerden.
En caso de que el Banco Nacional de Panamá estuviere cerrado se podrá depositar la
caución en dinero en efectivo o en cheque certificado o en cheque de gerencia en el tribunal,
el cual hará la consignación correspondiente en dicho banco tan pronto como este pueda
recibirlo, y obtendrá el certificado de garantía que agregará al expediente. El secretario
dejará constancia de ello en un informe escrito.”

Como el numeral 3 se refiere a bonos de garantía se admiten Certificados de


Garantía amparados por bonos del Estado; sin embargo éstos muchas veces no
suponen un valor a la par y no se pueden hacen efectivos al ser entregados sino
que hay que esperar que venzan, por lo que si la parte demandada es
condenada, y se llega a la ejecución, la suma que representan no será la misma
que se pueda realizar. El demandante puede entonces denunciar otros bienes por
la diferencia, pero corre el peligro que el demandado haya quedado en
insolvencia. Sugerimos que estos valores se admitan con base al importe que
estos representen en el mercado lo cual implica un 30% del valor real.
Es también usual aceptar Cartas de Garantía de los Clubes de Protección e
Indemnización, de bancos y compañías de seguro o compañías autorizadas para
realizar negocios de fianza en Panamá.

8. Impugnabilidad de la resolución de secuestro


Contra la resolución que decreta un secuestro se pueden intentar los siguientes
medios: Petición de apremio, recurso de apelación, incidente de levantamiento de
secuestro y Amparo de Garantías Constitucionales.

8.1. Petición de Apremio


Este es uno de los remedios más eficaces contra un secuestro, viable cuando por
error, culpa, negligencia o mala fe se secuestre una nave u otro bien:
8.1.1. que no pertenezca al demandado
8.1.2. en contravención a un acuerdo previo y expreso de no arrestar, o
8.1.3. para la ejecución de un crédito marítimo privilegiado extinguido o
inexistente.23

23
Artículos 187-190. Aunque la ley sólo se refería a la extinción del privilegio, la jurisprudencia
había adicionado como causal la inexistencia del privilegio por razones de mera lógica y justicia, lo
cual la modificación recogió. Si no se puede mantener un secuestro de nave basado en un crédito
extinguido, con más razón no puede permitirse el de uno basado en un crédito que ni siquiera
existe. Everflex International vs m/n Forrest Hawk, Auto del 30 de agosto de 1990, Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia.
Se puede admitir con prueba preconstituida que demuestre fehacientemente
cualquiera de las causales expuestas. Si decide admitirlo solicita a la parte
petente del secuestro que “en el término de la distancia” comparezca a justificar
que el secuestro procede y debe mantenerse y si no lo comprueba ordena su
inmediato levantamiento.
Hubo jurisprudencia que estableció que sólo procedía cuando el secuestro se
encontraba vigente por lo que si se solicitaba y se obtenía el levantamiento de la
medida consignando caución liberativa, el remedio no procede. 24 Esta
jurisprudencia fue superada. Igualmente, existen ciertos aspectos de fondo que
son materia de discusión en apremio, como por ejemplo la existencia prima facie
de la obligación,25 y otros que no.26 Las reglas del embargo no son extensivas al
secuestro.27

8.2. Recurso de apelación


Contra el auto de secuestro procede este recurso en base a lo que dispone el
artículo 485 numeral 1. Esta impugnación debe ser presentada en el acto de
notificación o dentro de los tres (3) días siguientes. Al apelante se conceden
quince (15) días para sustentar su recurso ante el Tribunal a quo y a la contraparte
igual término para oponerse; los primeros 15 días, es decir los concedidos al
apelante empiezan a correr desde la notificación, y los otros 15, es decir los
concedidos para oponerse al apelante empiezan al día siguiente de notificada la
resolución admitiendo el recurso después de sustentado.
La Secretaría de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia y desde que se
nombren los integrantes del nuevo Tribunal de Apelaciones Marítimas, repartirá el
negocio y lo pondrá a disposición del sustanciador y los autos que se refieren a
medidas precautorias por ministerio de la ley se conceden en el efecto devolutivo,
por lo que la ejecución del auto recurrido no se suspende, como tampoco se
ejecutaría la medida si la resolución la niega, con la consecuencia que el buque
puede zarpar de las aguas jurisdiccionales.
Existen casos en que al petente se le ha negado el secuestro, ha impugnado dicha
resolución, la Sala Civil ha revocado el fallo del a quo, y se la ha ocasionado un
24
Morse vs ATUNCA, Auto del 22 de mayo de 1991, Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
25
Transportes Marítimos, Auto del 29 de abril de 1991, Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
26
ASSA vs m/n Sky Seal, Sentencia del 5 de mayo de 2000, Sala Civil.
27
Vicente Soler, Auto del 7 de febrero de 1991, Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
gran perjuicio puesto que como la decisión es en el efecto devolutivo, la decisión
del juzgador primario debe cumplirse permitiendo el zarpe o continuación del viaje
de la nave.28
Una situación similar se daría si la resolución que ordena el secuestro fuera en el
efecto suspensivo; en este caso el secuestro no se podría llevar a cabo y la nave
zarparía inmediatamente puesto que el recurso suspende los efectos de la orden;
y si el ad quem confirma el fallo de instancia también se causa un perjuicio al
haberse permitido abandonar las aguas a una nave cuyo secuestro era jurídico. El
legislador ha querido que esto no suceda puesto que es más frecuente que se
admitan las solicitudes de secuestro que se nieguen si las mismas son jurídicas.

8.3. Amparo de Garantías Constitucionales y Advertencias de


inconstitucionalidad
El recurso de Amparo de Garantías Constitucionales procede según el artículo
2606 del Código Judicial por todo aquel "contra el cual se expida o se ejecute una
orden de hacer o de no hacer, que viole los derechos y garantías que la
Constitución consagra". Sin embargo, la Ley 8 no prohíbe su interposición contra
el auto de secuestro sino la suspensión de la orden de secuestro mientras se
tramita dicho recurso. La norma dice:
“Articulo 191: La presentación de un Recurso de Amparo de Garantías Constitucionales, en
ningún caso producirá, durante la tramitación del recurso, la suspensión provisional del acto
u orden de secuestro de que trata este Capítulo.”

La Corte Suprema de Justicia, basándose en la interposición de este recurso, ha


revocado en varios casos órdenes de secuestro. 29
En ambos casos, a pesar que se citaron las normas de la Constitución que se
consideraban violadas, se decidió acerca de problemas procedimentales. Como
consecuencia de esto, los entonces Magistrados Américo Rivera y Rafael

28
M/n Shaoun Nectar.
29
Amparo de Garantías Constitucionales propuesto por De La Guardia, Arosemena y Benedetti
contra el Juez Marítimo, Sentencia del 14 de febrero de 1985. La razón que motivó el Amparo fue
mantener el secuestro a pesar de la falta de consignación de fondos adicionales exigidos por el
artículo 180 (numeral 2), m/n Siete Mares.
Amparo de Garantías propuesto por Moreno y Fábrega contra el Tribunal Marítimo, Sentencia del
20 de agosto de 1985 que revocó la orden de secuestro en contra de la nave "Japan Tuna N°2."
El motivo fue por defectos de fondo en la demanda que no se consideraron al resolver la petición
de secuestro. Es curioso que no se utilizara el recurso de apelación sino el de amparo cuando la
Corte invariablemente ha exigido se agoten los recursos ordinarios antes de permitir la viabilidad
de este recurso extraordinario.
Domínguez salvaron su voto, alegando que el recurso se había resuelto por la
Corte como "un Tribunal de Apelación", y que el Amparo
"no es un medio de impugnación ordinario de resoluciones judiciales" y que con lo anterior
se "rompe la jurisprudencia reiterada de esta Corte Suprema que ha sostenido que no es
posible mediante la acción especial de Amparo, revocar una decisión que deviene de un
debido proceso".

Las demandas de Amparo se interponen excepcionalmente, al igual que las


advertencias de inconstitucionalidad30 del artículo 203 de la Constitución.

9. Secuestro de nave hermana o gemela


En un Procedimiento de Ejecución de Créditos Marítimos Privilegiados la solicitud
de secuestro sólo puede ir dirigida contra el bien afecto al crédito, esto es, la nave
objeto del crédito privilegiado que se quiere hacer valer, la carga o el flete los
cuales deben estar debidamente individualizados. Es por tanto ilícito arrestar bajo
una acción in rem, bienes distintos a los que hicieron surgir el crédito, aún cuando
sean propiedad de la misma persona.
En consecuencia, nuestra legislación no permite el secuestro de "naves gemelas"
o "sister ships", esto es, el secuestro de naves distintas a la que originaron el
crédito pero que son propiedad del mismo dueño.
El Tribunal Marítimo arrestó la nave gemela "Brinton Lykes" para ejecutar el mismo
crédito31 pero luego rectificó lo actuado reconociendo su error al expresar la
imposibilidad de
"darle el trámite correspondiente de ejecución de crédito marítimo privilegiado, pues éste
sólo se debe seguir, identificar como tal y gozar de sus ventajas, cuando la nave objeto del
crédito sea la que efectivamente se secuestre".
La figura del secuestro de nave gemela es utilizada en otros países como
Inglaterra cuando las naves afectas al crédito se encuentran fuera de la
jurisdicción del Tribunal pero otra u otras naves propiedad del mismo dueño sí lo
están, en cuyo caso procede el secuestro de ésta o éstas.
La posibilidad de arrestar una nave gemela se reflejó en el artículo 3 de la
Convención de Bruselas de 1952 referente al secuestro de naves estableciendo la
facultad de arrestar un buque de propiedad de la misma persona que al momento

30
Algunas advertencias han sido acogidas, como la que declaró inconstitucional el primer párrafo
del artículo 18 de la Ley 8 que le daba competencia laboral al Tribunal Marítimo en caso de naves
panameñas.
31
Jorge Antonio Douglas vs m/n "Solon Turman", Auto de 25 de agosto de 1983.
del nacimiento del crédito era el dueño del buque que originó el mismo. Panamá
no ha ratificado ésta convención.

10. Pretensiones mixtas


La inclusión, en la misma demanda, y como integrantes de la parte demandada, a
personas y naves al mismo tiempo, a lo que se ha denominado “acciones mixtas”,
es decir, la incorporación de pretensiones reales y personales en un mismo libelo
de demanda eran negadas;32 en José Isabel Menchaca vs m/n Livia, Rozette
Shipping Company S.A, y Palship Inc. el Tribunal Marítimo mediante el auto de 15
de mayo de 1990 negó su viabilidad y la Corte la confirmó. 33 La nueva ley las
admite expresamente.

11. Ejecución del Secuestro


El Alguacil, una vez ordenado el secuestro., se constituye en depositario del bien
quedando a su cargo su administración con la "diligencia de un buen padre de
familia", por lo que es este funcionario quien maneja las sumas consignadas en
concepto de gastos de conservación y custodia de la nave, así como los fondos
adicionales que se requieran con dicha finalidad.
Sus facultades están limitadas por la ley y se reducen al cuidado y mantenimiento
de la nave mediante los fondos consignados, la contratación de seguros, y la
facultad de solicitar la venta judicial de la nave en caso de que el secuestro
perdure durante un largo período de tiempo, causándole un deterioro efectivo.
El Alguacil administra los fondos debiendo rendir cuentas de su labor
periódicamente y llevar "razón puntual y diaria de todas las sumas que reciba y de
los gastos en que incurra". En el Departamento de Contabilidad, a cada nave
arrestada se le lleva un expediente en donde aparece el control de ingresos y
gastos, junto con los correspondientes comprobantes de pago. Igualmente, se
debe hacer la correspondiente división de los gastos que se den por cada
32
Aristides Rosas -vs- m/n "American Lynx", Aaatuo del 26 de febrero de 1985. Similar decisión
adoptó en Erwin Michalak vs m/n PACIFIC ACE, auto de 12 de enero de 1983, en que se expresó
que si la intención de la parte demandante era ejecutar un crédito marítimo privilegiado su
demanda debía ser dirigida solamente contra la nave; Mutual de Seguros de Armadores de Buques
de Pesca de España vs Yamato Kaiun (Panamá), auto del 20 de febrero de 1989.
33
Auto del 27 de septiembre de 1990. Para una excelente discusión a fondo de la acción mixta, la
doctrina, el derecho comparado con jurisprudencia nacional y extranjera, ver Lamboglia, Aristevia
del Carmen, La acción mixta en el derecho procesal marítimo panameño, Tesis, Universidad de
Panamá, 1995.
secuestro en particular, en caso de que existan secuestros múltiples sobre una
misma nave.
En caso que el secuestro se prolongue y los gastos excedan los B/ 2,500.00
consignados originalmente para este fin, el artículo 167 de la Ley 8 establece la
facultad del Alguacil para solicitar fondos adicionales cuando así se requiera.
Es por tanto importante que calcule pormenorizadamente y por anticipado los
gastos en que considere se podría incurrir al arrestar la nave debiendo prever que
los fondos alcancen. Todos los gastos deben ser cancelados antes de ser liberada
la nave del secuestro; pero en caso de no cancelarse un gasto y, por falta de
fondos liberarse la nave, quien prestó el servicio deberá reclamar al secuestrante.

12. Efectos derivados del secuestro

12.1. Coloca la nave fuera del comercio


El efecto principal del secuestro de una nave es colocarla fuera del comercio
imposibilitándose el ejercicio actos jurídico-comerciales de cualquier naturaleza
como enajenación, adquisición de gravámenes y celebración de transacciones de
cualquier índole para evitar que se burlen los intereses de los acreedores y
terceros.
Cuando el secuestro recaiga sobre naves panameñas, el funcionario registrador
debe abstenerse de "registrar cualquier operación que haya verificado o verifique
el demandado con posterioridad a la constitución del secuestro" 34, estableciendo
que cualquier operación que se inscriba después de ese momento será nula.

12.2. Inmoviliza la Nave


La Ley no prohíbe expresamente la movilización pero no se debe obstaculizar la
operación normal de la nave puesto que normalmente el secuestro es levantado
poco tiempo después evitándose infligir perjuicios. Por otra parte también es usual
que el Tribunal acoja solicitudes de movilización siempre que el solicitante asuma
los costos y riesgos de tal operación, por ejemplo cuando se desea que la nave
transite de un océano al otro. Igualmente se moviliza cuando la AMP o ACP
requiere espacio para ser ocupado por otra nave, o los agentes navieros requieren
aprovisionar de agua, víveres o combustible, cargar o descargar mercancía.
34
Artículo 168(4).
Lo que se busca es interferir al mínimo con la operación de la nave, especialmente
si las actividades se estaban llevando a cabo al momento del secuestro y permitir
cualquier actividad que tienda a beneficiar o aumentar los activos de la misma, no
así su disminución.

13. Secuestros ordenados por tribunales extranjeros


Las resoluciones que decretan medidas cautelares o precautorias pronunciadas
por Estados extranjeros tienen en Panamá la fuerza que establezcan los tratados
respectivos. De no existir dichos tratados, tendrán la fuerza que en el mismo se
dan a las resoluciones dictadas en la República de Panamá y en su defecto, si no
se diere cumplimiento a las dictados por Tribunales panameños, no tendrán fuerza
en Panamá.
Según Ceres Hellenic Shipping Enterprises vs Marketing Associates Corporation,
las sentencias extranjeras deben, para poder ser ejecutadas en Panamá
otorgársele el exequátur o reconocimiento y el único tribunal competente para
estos fines es la Sala Cuarta de Negocios Generales de la Corte Suprema de
Justicia.35

35
Artículo 422.

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