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LEONARDO DA VINCI Y EL PENSAMIENTO COMPLEJO

RESUMEN:

El presente artículo es la síntesis de la primera etapa de una investigación para la docencia


universitaria, cuyo objetivo es explorar el proceso creativo de Leonardo da Vinci para proponer
estrategias que permitan el desarrollo del pensamiento complejo en estudiantes de pregrado. Es
un estudio que contiene los antecedentes históricos necesarios para la comprensión del proceso
creativo y la interpretación, contextualización y proyección pedagógica de los códices.

Palabras Clave: Leonardo da Vinci, Creatividad y Pensamiento Complejo.

ESTRUCTURA DEL ARTÍCULO:

INTRODUCCION

1. PENSAMIENTO COMPLEJO
2. ESTUDIO DEL SUJETO CREATIVO: LEONARDO DA VINCI
2.1. Contexto Social y Cultural
2.2. La Personalidad
2.3. Aptitudes e Intereses
3. ESTUDIO DE LOS CODICES
3.1. Estilo de los códices
3.2. Proceso Creativo de los Códices

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA

ANEXOS

INTRODUCCIÓN:

La educación universitaria se enfrenta actualmente a nuevos retos como consecuencia de


la globalización. Primero, tenemos una acelerada evolución tecnológica, lo que genera rápidos
cambios en el saber y nos obliga a formar profesionales capaces de innovar y por lo tanto de ser
creativos. Además, las formas de trabajar también han cambiado, ya no se concibe el trabajo en
solitario sino transdisciplinar, lo que hace necesario pensar en la necesidad de un aprendizaje
multidimensional, que permita a los futuros profesionales resolver los problemas a través de una
visión global.

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Por lo tanto, es fundamental que las universidades afronten estos cambios con nuevas
propuestas, tanto curriculares como metodológicas. En este sentido Edgar Morin (2001) plantea
una reforma educativa basada en la Teoría de la Complejidad, donde esencialmente se critica la
fragmentación del conocimiento, por considerarlo un factor inhibidor del aprendizaje.

A su vez, Leonardo da Vinci es el máximo representante del Renacimiento Italiano,


creador transdisciplinario, integral en el más amplio sentido de la palabra; ya que no sólo cubrió
una vasta gama de saberes, si no que tenía una mirada globalizadora del conocimiento y del
aprendizaje, razón por la cual lo elegí como sujeto de investigación.

A partir de los 26 años, comenzó a registrar sus observaciones, reflexiones y conclusiones


en cuadernos de diversos tamaños, a los que hoy se les conoce como códices, en ellos podemos
apreciar un proceso creativo aparentemente disperso, pero que en realidad era globalizador, ya
que apreciaba la problemática en estudio, simultáneamente desde los más diversos ángulos, sin
perder de vista el objetivo que pretendía alcanzar. Están repletos de observaciones del entorno,
con profunda admiración por la naturaleza; y no de manera pasiva, sino abriéndose al misterio de
los cambios de las posibilidades creativas que encontraba en el entorno.

Por ejemplo, fue una persona capaz de realizar la autopsia de un anciano, determinando
situaciones que no habían sido observadas anteriormente, como el estrechamiento de las arterias
en las personas de edad avanzada; y posteriormente aplicar, los mismos estudios anatómicos, en
la creación de diversos mecanismos… de médico a ingeniero.

El gran error de la educación actual es que limita la mirada de los estudiantes, con rígidos
sistemas curriculares, que fragmentan y condicionan los contenidos que deben ser aprendidos,
reduciendo las posibilidades de encontrar respuestas creativas a las diversas problemáticas
estudiadas.

El proceso creativo es un fenómeno complejo y, por definición, requiere de una mirada lo


más amplia posible para poder realizar las analogías que permitan resultados innovadores.
Leonardo da Vinci era capaz de realizar las relaciones más extrañas o indirectas, por ejemplo en
el códice Madrid II folio 67r podemos leer: “Incluso la fragancia está gobernada por leyes
armónicas, similares a la música”, esto forma parte del análisis para el diseño de los jardines del
Palacio Romorantin, que sería la nueva residencia del Rey de Francia Francisco I y para el cual

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proyectó fuentes mecanizadas que funcionarían al ritmo de la música e integrando diversos
aromas al paso de los visitantes.

1. PENSAMIENTO COMPLEJO:

Edgar Morin plantea que la reforma en la educación requiere, necesariamente, de una


reforma del pensamiento, por uno capaz de interconectar distintas dimensiones de lo real, que
tenga una visión global, pero sin descuidar lo particular.

Es el pensamiento complejo, que utiliza una estrategia reflexiva y no reductiva, que


incorpora la multiplicidad de elementos y relaciones que nos convierten en seres humanos. Por lo
tanto es incluyente, valora la diversidad y distingue la individualidad.

El pensamiento complejo se desarrolla en un proceso sistémico, sin causalidad lineal,


donde causa actúa sobre efecto y efecto sobre causa; en un bucle retroactivo que posee una
organización autorregulada. Además, incorpora al proceso los fenómenos antagónicos, pero
complementarios; y el concepto de incertidumbre que nos prepara para enfrentar el azar,
desarrollando aptitudes heurísticas que favorecen la creatividad.

Concibe al estudiante como una totalidad, que incluye al entorno, con capacidades
cognitivas transversales y con el potencial organizador necesario para enfrentar el caos y la
incertidumbre.

Todas estas características están presentes en el proceso creativo de Leonardo da Vinci,


quien de manera intuitiva, sin la epistemología, aplicó los principios de la complejidad a sus
investigaciones

2. ESTUDIO DEL SUJETO CREATIVO: LEONARDO DA VINCI

Para el estudio del proceso creativo de Leonardo Da Vinci es necesario conocer algunos
de sus antecedentes biográficos, que son relevantes en su formación, y que han sido extraídos
principalmente, de la obra de Karl Jaspers (1956), Charles Nicholl (2008) y Martin Kemp (2011).

Primero que todo, su condición de hijo ilegítimo determinó que no tuviera una educación
formal, y por ello gran parte de sus conocimientos los adquirió de manera autodidacta. En uno de
sus escritos él se define como “hombre sin letras”, ya que estaba desprovisto de un conocimiento
adecuado del griego y del latín, lo que en esa época se considera indispensable. Pero a la vez

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Leonardo valoraba esta condición, ya que consideraba que ser “iletrado” le permitía una mente
libre y no formada a través de opiniones preconcebidas.

Nace en Vinci, un pequeño pueblo Toscano, por lo que tiene una niñez y juventud con una
estrecha relación con la naturaleza y la cultura campesina, lo que despierta en Leonardo el amor a
la observación y a la experimentación. Encontró así el camino al conocimiento, el lo lleva a
autodenominarse “discípulo de la experiencia” y, en esta primera etapa, valorar más la cultura
práctica por sobre los libros.

Otro aspecto importante de considerar es que Vinci se encuentra muy cerca de Florencia,
cuna del Renacimiento italiano, donde en ese momento fermentaban las nuevas ideas y
manifestaciones artísticas, lo que le entregó a Leonardo un ambiente propicio para su desarrollo
creativo, dado que a los 16 años se traslada con su padre a esa ciudad e ingresa como pupilo al
taller de Verrocchio.

2.1. Contexto Social y Cultural: En Florencia forman parte de su entorno reconocidos eruditos,
artistas, arquitectos, poetas, músicos y científicos del momento; tales como Botticelli, Miguel
Ángel, Filippo Brunelleschi, Leon Battista Alberti, Paolo Uccello, Piero della Francesca, Roberto
Valturio, el anatomista Marcoantonio della Torre, entre otros. Los más cercanos al artista fueron,
el arquitecto Donato Bramante, el matemático Luca Pacioli y el filósofo, político y escritor
italiano Nicolás Macchiavello.
En sus escritos, cita muchas veces a un tal “Maestro Paolo”, y que casi con seguridad se
refiere a Paolo dal Pozzo Toscanelli, científico que cultivaba la óptica, la perspectiva y la
observación de los fenómenos celestes; también a Joannes Argyropoulos, un erudito griego que
daba clases en la universidad de Florencia sobre la ética aristotélica, física, metafísica y analítica
que fue pionero del empirismo y fundamental en cuanto a la reevaluación de Aristóteles en el
renacimiento.

Ya en su etapa adulta, en 1480, inicia una completa biblioteca, dada la necesidad de


complementar el visual que ya dominaba, con el lenguaje escrito. Llegó a adquirir un total de 215
libros, los que menciona en los inventarios que realizaba en sus manuscritos, donde aparecen
entre otros: Las Fábulas de Esopo, un libro de arquitectura de Vitrubio, La Biblia, en una edición
veneciana de 1471; Sonetos de Burchiello, Poemas de Dante y otros temas como Cálculo,
Agricultura, Guerra, Cosmografía, un Tratado de Higiene; la vida del filósofo Diógenes Laercio,

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de Alberto Magno; Cartas de Ovidio, traducción de 1489 y del filósofo Francesco Filelfo,
traducción de 1484.

Estos datos permiten comprender la importancia del ámbito y del campo que rodea al
proceso creativo de Leonardo, el que no puede concebirse de manera aislada o solitaria.
Compartir experiencias con expertos de diversas disciplinas, dominar los contenidos existentes
sobre el tema que se esté trabajando, son elementos esenciales para un resultado exitoso.

2.2. La Personalidad: Para definir la personalidad de Leonardo, haré mías las palabras de
Mihaly Csikszentmihalyi (1998), que nos dice que un ser creativo en lugar de ser un “individuo”,
es una “multitud efervescente”.

A través de sus escritos, se percibe en Leonardo una profunda admiración por todas las
maravillas del mundo, las que observó con paciencia y serenidad, pero al mismo tiempo con
incesante actividad y pasión por recrearlas; esto se refleja en la perseverancia y falta de
agotamiento que demostró en sus estudios. Le embarga la curiosidad y el saber. En este sentido,
Jaspers (1956 p.28) nos dice que “lejos de trabar su acción, la estimula y purifica. No es la ruina
de su obra, sino su elemento. El poder de la capacidad creadora de Leonardo aumenta mediante
la fuerza de la reflexión”.

Su forma de conocer es un proceso sistemático de observación acuciosa, con un enfoque


empírico que en ese momento daba lugar a una moderna posición investigadora, en contraste con
la antigua, más bien dogmática. Capra (2008) lo ha identificado como forjador de la ciencia
moderna, la que no se conforma con lo establecido, que se cuestiona libre y constantemente,
repensando, tanteando sin temor a las contradicciones o a la incertidumbre. Concepto que
concuerda con los planteamientos pedagógicos de Edgar Morin (1999), que expresa la necesidad
de entregarles a nuestros alumnos, más incertidumbres y menos certezas, lo que estimulará la
curiosidad y la motivación hacia la experimentación y los descubrimientos.

2.3. Aptitudes e Intereses: Desde niño da Vinci mostró habilidades para las artes plásticas,
principalmente el dibujo, además de la geometría, la mecánica y la música. Se destaca también
como escritor, lo que se puede ejemplificar en las 370 páginas del Códice Madrid I, donde
emplea más de 81.000 palabras con gran precisión descriptiva que acompañan a los dibujos, con
frases e ideas que reflejan la profundidad de su pensamiento, que se adelantan varios siglos a
pensadores y científicos .

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Entre las frases que quiero destacar está “Todo nuestro conocimiento tiene su origen en
los sentidos” escrita en el folio 20v del Códice Trivulziano y que define la importancia que tiene
la percepción dentro del proceso de aprendizaje de Leonardo. Le otorgaba la supremacía de los
órganos de los sentidos a la vista, dada la relevancia de la observación dentro de su proceso de
conocer; creía que no podía comprenderse un objeto sin mirarlo desde todos los ángulos posibles.

Los descubrimientos de Leonardo no están guiados por una teoría preestablecida, son
producto de la contemplación y la reflexión; surgen con una visión integradora de las ciencias, la
técnica, la filosofía y el arte. Su interés por las matemáticas tenía como objetivo comprender el
orden del mundo, buscaba el canon que le ayudara a entender las leyes que gobernaban el
universo a través de las proporciones. El hombre de Vitrubio es un claro ejemplo del enfoque
globalizador de Leonardo, ya que trató de vincular la arquitectura y el cuerpo humano, un aspecto
de su interpretación de la naturaleza y del lugar de la humanidad en el "plan global de las cosas".
Este dibujo establece las proporciones del cuerpo humano, a partir del número áureo, y en él
demuestra su visión del hombre como modelo del universo, y la forma de vinculación entre lo
que descubría en sus estudios sobre el cuerpo humano, con lo que observaba en la naturaleza y
las matemáticas. Siglos más tarde, entre 1942 y 1948, Le Corbusier repetiría este mismo ejercicio
en su Modulor, para ser aplicado en la arquitectura moderna.

Dentro del análisis pedagógico de la creatividad no podemos dejar fuera la motivación,


que está en directa relación con los intereses del autor. En primer lugar, las producidas por el
entorno social, también llamada motivación extrínseca, que en la época de Leonardo estaban
principalmente relacionadas con la guerra. Es por esto que diseñó, a petición de sus mecenas, una
gran variedad de armas, sistemas de protección y componentes estratégicos, como puentes
mecano o escaleras de asalto, e incluso proyectó el desvío del río Arno, durante la guerra entre
Pisa y Florencia.

Sin embargo, mucho más importantes y menos valoradas, fueron sus motivaciones
intrínsecas. Por ejemplo, su preocupación por resolver algunas carencias sociales fundamentales,
como aliviar el trabajo humano, a través de la creación de diversos tipo de máquinas-herramienta,
que funcionan sin la intervención del hombre, antecedente del moderno concepto de robótica,
tales como telares, tornos o rectificadoras de precisión, que estaban destinadas a pulir enormes
espejos y lentes; otras, dedicadas a elevar agua, procesar trigo, aceitunas, nueces, fibras, elaborar

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harina, aceite, pinturas; además de instrumentos musicales y escenografías para grandes montajes
teatrales. Para lograr esta automatización, utilizó diversos tipos de energía, mecánica, hidráulica,
neumática, etc.

Además, diseña la ciudad ideal, con un concepto de urbanización perfectamente aplicable


a los tiempos actuales, y que surge de la necesidad de mantener una adecuada higiene en la urbe,
dada la llegada de la peste a Milán.

También el transporte fue un tema de interés para Leonardo, construyó vehículos para
tierra, mar y aire. Existen numerosos dibujos para carros de carga, que evitan el desgaste de sus
ejes o automatizan su movimiento mediante resortes cargados previamente de energía elástica.
Logra movimiento mediante el uso de cadenas, cables o correas. Para el agua diseña patines
flotantes, salvavidas, escafandras, etc.

Pero su gran sueño estuvo siempre en el vuelo, observó y dibujó el desplazamiento de


aves, libélulas y murciélagos. Partió imitando la forma de las alas, para llegar a diseñar varios
modelos de planeadores, un paracaídas, un helicóptero que no tiene el mismo concepto del actual,
ya que tiene la forma del tornillo de Arquímedes, en una analogía entre el movimiento del agua y
el aire.

En el Códice sobre el Vuelo, encontramos anotaciones como:

«¿Por qué los pájaros se sostienen en el aire? El aire, que es golpeado por la gran
velocidad del movimiento, es el principal responsable. Debido a que el aire es un cuerpo
capaz de condensarse cuando es golpeado con un movimiento de mayor velocidad que él
mismo, se vuelve tan denso como una nube... pero cuando los pájaros están en el viento,
pueden sostenerse sobre él sin batir sus alas, por la función de las alas que se mueven en
contra del aire cuando el aire no se mueve y son mantenidos por el aire en movimiento en
contra de las alas cuando éstos están quietos.» (folio 5 v)

Estaba interesado también en la arquitectura, astronomía y la música, en este último


ámbito creó ingeniosos instrumentos musicales o mejoró otros ya existentes, como la viola
organista, que pudo ser reconstruida recientemente gracias a sus dibujos.

Como se puede apreciar, Leonardo da Vinci tuvo una multiplicidad de intereses creativos,
pero lo que debemos rescatar es que transformó cada uno de sus intereses, en lo que Maslow

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(1990) llamó una “experiencia cumbre” o “capacidad de perderse en el presente”, se dejó
fascinar y absorber por ellos, transfiriendo luego la comprensión enriquecida de esta experiencia,
a través de sus manuscritos, donde se encuentra el verdadero legado de Leonardo, un legado
pedagógico que todos aquellos que nos dedicamos a educar en creatividad, deberíamos
aprovechar.

3. ESTUDIO DE LOS CÓDICES:

En 1476 Leonardo inicia la sistematización de su pensamiento en cuadernos, donde


registraba a través de dibujos o textos todo lo que observaba. Actualmente se conserva la quinta
parte del material original, 7.200 páginas divididas en 25 manuscritos, a causa de una travesía
marcada por diversos robos y mutilaciones, que expongo en detalle en el anexo N°1.

3.1. Estilo de los códices: Los cuadernos elaborados por Leonardo se dividen en dos tipos,
según su nivel y etapa científica. El primer tipo equivale a un diario de observaciones
cronológicas, lo que podríamos definir como diario de vida, entre los que se encuentran el Códice
Atlántico y Foster III.

El segundo tipo de escritos corresponden a verdaderos tratados o síntesis monográficas


sobre una materia, donde describe de modo claro y sistemático, conceptos, componentes,
procesos y principios físicos observados, llegando a partir de ello a diversas propuestas creativas.
Algunos de estos manuscritos, alcanzó a ordenarlos por materia y a manifestar su intención de
publicarlos; por ejemplo, el Tratado sobre el Agua, cuya investigación científica se ve reflejada
en el manuscrito F de Francia, y que aparece organizado en 15 secciones en el folio 15 verso del
Códice Trivulziano.

El Tratado sobre Geometría, con todos los diseños para el libro “Divina Proporción” de
Luca Pacioli, podemos encontrarlo en el Códice Foster I, sobre Anatomía en el Códice Windsor,
Sobre el vuelo de los pájaros en Turín y el Tratado de Estática y Mecánica en el Códice Madrid I.
El Códice Forster II contiene una serie de estudios para un tratado sobre la Física.

El Códice Leicester es el más homogéneo de los manuscritos de Leonardo, contiene más


de 300 pequeñas ilustraciones que trata casi exclusivamente de geofísica, con notas importantes
con respecto a la composición y naturaleza de la tierra, los sistemas hidráulicos y el movimiento
de las aguas. También hay estudios sobre astronomía, con anotaciones sobre la luna y la
iluminación del Sol.
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Respecto a los manuscritos de Francia, el D contiene 20 páginas dedicadas a la óptica, el
G a la Botánica, el L fue realizado durante los meses que trabajó con Cesar Borgia, razón por la
cual se refiere principalmente a la inspección de fortificaciones defensivas y a estudios
cartográficos de la Región Toscana. El manuscrito M, se centra en los principios mecánicos y
cinéticos implícitos en la ingeniería.

3.2. Proceso Creativo de los Códices: La complejidad del proceso creativo de Leonardo da
Vinci se puede apreciar en la interacción de los datos proporcionados por la experiencia, el
conocimiento y la reflexión.

Las investigaciones que realiza, en distintos campos del saber, resultan estrictamente
vinculadas con la pintura, ya que aplicaba lo que descubría en sus cuadros, tanto en contenido,
como en la composición, e incluso en la utilización de pigmentos experimentales. La observación
del entorno la realiza con una mirada cinematográfica, sin límites ni restricciones, considerando
todos los ángulos posibles, para conectarlos con sus propias imágenes mentales, mediante la
analogía.

Otro aspecto del proceso relacionado con los principios de la complejidad, se refiere a los
constantes cambios temáticos que realiza, razón por la cual se le ha definido como disperso, pero
que en realidad coincide con el concepto de bucle retroactivo, definido por Morin (2001); donde
la percepción y el análisis de un problema no se realizan de manera lineal, sino a través de un ir y
venir, con periodos de reflexión, dejando espacio para que elementos aparentemente ajenos al
problema formen parte del análisis. Por consiguiente nunca el retorno es igual, viene siempre
enriquecido por nuevas percepciones, que originan las analogías propias de la creatividad.

Finalmente, las características observables en el proceso creativo de Leonardo, que son


posibles de desarrollar en el aula son: curiosidad, apertura, fluidez, flexibilidad, sensibilidad para
definir los problemas y sus causas, conjuntamente con las habilidades evaluadoras necesarias,
para el control de sus efectos.

CONCLUSIONES:

El proceso creativo es un fenómeno complejo, cuyos componentes están en interacción


permanente, lo que nos obliga como docentes, a tener una comprensión integral del tema,

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identificar los procesos mentales que intervienen para establecer las estrategias que permitan su
desarrollo.

Los estudios de Leonardo, que para algunos resultan inconclusos y dispersos, en realidad
eran concebidos como un proceso sin fin o bucle recursivo, del cual emanaban múltiples ideas,
que iba sembrando en su recorrido. Comprendiendo la complejidad de los fenómenos que
analizaba, utilizó la observación del entorno de manera sistémica, ya que si hubiera seguido un
proceso lineal, enfocado sólo en el objetivo, se habría perdido de muchos de sus descubrimientos.
Su apertura y visión globalizadora, le permitieron realizar conexiones insospechadas, las
analogías necesarias para la creatividad.

Otro factor importante de considerar es que Leonardo no trabajó solo, ya que se apoyó en
la bibliografía existente y en expertos sobre el tema que estudiaba, lo que nos habla de la
importancia del componente pedagógico en el proceso, sin olvidar por cierto, sus comienzos
autodidactas.

El proceso creativo de Leonardo da Vinci, tiene muchos componentes que podemos


potenciar en el aula, partiendo por la curiosidad y la motivación, a través de temáticas y
actividades significativas para nuestros estudiantes, lo que Maslow denominó “experiencias
cumbres”. Además de generar espacios recurrentes para la reflexión y la autoevaluación.

También es importante crear el ambiente propicio para la creatividad, receptivo a las


nuevas ideas, que permita a nuestros estudiantes desarrollar la autoestima y encontrar la
automotivación, componentes trascendentales para el aprendizaje.

La formación profesional debe considerar una reforma que reconozca los fenómenos
multidimensionales y transdisciplinarios, en vez de aislar y fragmentar, que respete la diversidad
al mismo tiempo que reconozca lo único, que fomente la autonomía y desarrolle el pensamiento
crítico por sobre la asimilación irreflexiva y mecánica. Si queremos que el saber académico sea
dinámico la creatividad debe tener mayor presencia en la práctica educativa, sin temor a la
complejidad, ni a la incertidumbre.

En resumen, los cambios en el modelo pedagógico universitario deben estar orientados


hacia una reforma del pensamiento, dirigirnos desde lo disyuntivo y reductor hacia el desarrollo
del pensamiento complejo, que permita a los futuros profesionales desenvolverse creativamente
en los diversos ámbitos de desempeño.
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BIBLIOGRAFÍA:

• Csikszentmihalyi, M. (1998). Aprender a fluir. Barcelona, España: Editorial Kairos.


(1998). Creatividad. Barcelona, España: Editorial Paidos.
• De la Torre, S. (2008). Creatividad aplicada: recursos para una formación creativa.
Madrid, España: Editorial escuela Española S.A.
(1982). Educar en creatividad. Madrid, España: Editorial Narcea.
• Gardner, H. (2001). La inteligencia reformulada: Las inteligencias múltiples en el siglo
XXI. Barcelona, España: Ediciones Paidos Ibérica S.A.
(2002). Mentes Creativas: Una anatomía de la creatividad. Barcelona, España:
Ediciones Paidos Ibérica S.A.
(2011). Las cinco mentes del futuro. Barcelona, España: Ediciones Paidos Ibérica
S.A.
• Jasper, K. (1956). Leonardo como filósofo. Buenos Aires, Argentina: Editorial Sur.
• Kemp, M. (2011). Leonardo da Vinci: Las maravillosas obras de la naturaleza y del
hombre. Madrid, España: Ediciones Akal.
• Letelier, S. (2001). Caleidoscopio de la creatividad. Santiago, Chile: Editorial
Universitaria
• López Pérez, R. (2008) Creatividad con todas sus letras. Editorial Universitaria.
Recuperado el 9 Agosto 2012, de:
http://issuu.com/anzuelo/docs/creatividad_con_todas_sus_letras/1
(1999). Prontuario de la creatividad. Bravo y Allende Editores.
Recuperado el 9 Agosto 2012, de: http://issuu.com/anzuelo/docs/prontuario
• Maslow, A. (1990). La personalidad Creadora (4th ed., pp. 83-217). Barcelona, España:
Editorial Kairos.
(1993). El Hombre Autorrealizado: Hacia una psicología del ser. Barcelona:
Editorial Kairós.
• Morin, E. (2001). La mente bien ordenada. Barcelona, España: Editorial Seix Barral Los
Tres Mundos.
(1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Paris, Francia:
UNESCO.

11
(1996). La transdisciplinaridad: Manifiesto. Multiversidad Mundo Real Edgar
Morin, A.C. México
• Nicholl, Ch. (2008). El vuelo de la mente. México: Editorial Taurus.

ANEXO N°1

Antecedentes Históricos: Francesco Melzi, hereda los manuscritos a la muerte de Leonardo en


1519 en Amboise, y retorna con ellos a Milán. Consciente de la magnitud de la obra del maestro,
se entregó a la ardua tarea de ordenar y catalogar las miles de hojas con anotaciones y dibujos de
diversa índole, escritas por ambas caras, salpicadas de numerosas ideas, dibujos y bocetos.

De lo recopilado, el resultado más coherente y terminado fue el "Tratado de la pintura",


cuyo contenido se transcribió, años más tarde, a lo que se llamó el Códice de Urbino, conservado
hasta hoy en la Biblioteca del Vaticano.

En 1570 muere Francesco Melzi y hereda este material su hijo Horacio, quien se
desinteresa por el valioso legado y comienza la debacle de los manuscritos, hoy reducido a la
quinta parte del original, debido a robos, extravíos o deterioro.

En 1585 Gavardi d’Asola sustrae de la Villa Melzi 13 manuscritos. Tres años más tarde el
canónico Ambrogio Mazenta y su hermano Guido, se apropian del material devolviendo a
Horacio 7 manuscritos.

En 1590 los adquiere Pompeo Leoni, escultor de la corte española admirador de


Leonardo, quien los traslada a Madrid. A la muerte de Leoni, sus herederos vendieron la
colección y los códices regresaron a Milán, donde fueron adquiridos, antes de 1632, por el conde
Galeazzo Arconati, quien en 1637 donó el Códice Atlántico a la Biblioteca Ambrosiana, además
de casi todos los manuscritos leonardianos que actualmente se encuentran en el Institut de France
de París (Manuscritos A-M), donde fueron trasladados por Napoleón en 1795.

Por otra parte, alrededor de 1630 y también procedentes de la herencia Leoni, llegaron a
Inglaterra el Códice Arundel, que actualmente se encuentra en el British Museum de Londres, y
el cuaderno de 234 hojas, correspondientes a la Colección de Windsor, llamado así porque la
familia real británica, lo conserva en la Biblioteca del Castillo con ese mismo nombre.

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Otros tres códices, de los que se tiene noticias desde 1873 y llegaron a Inglaterra de forma
desconocida, fueron adquiridos por John Forster, quien los cedería al Victorian and Albert
Museum de Londres.

La ubicación de los códices, hasta mediados del siglo XVII, se establece entre Milán,
Madrid y Londres; pero esto cambia abruptamente cuando Napoleón Bonaparte traslada un gran
número de ellos, desde la Biblioteca Ambrosiana de Milán a París, a partir de lo cual, la capital
francesa se transforma en un lugar relevante en este tema, ya que solamente el Códice Atlántico
volvería a Milán tras el Congreso de Viena de 1815.

A mediados del siglo XIX Guglielmo Libri, profesor de matemáticas e historiador de la


ciencia, que trabajaba como funcionario en las bibliotecas francesas, sustrajo durante una
inspección oficial al Institut de France, varias hojas de los manuscritos de Leonardo, además del
pequeño cuaderno sobre el vuelo de los pájaros. Huye a Inglaterra, y organiza en “códices” las
hojas sustraídas, para venderlos a lord Ashburnham, en cuyo poder estuvieron hasta que Francia
volvió a adquirirlos.

El Códice Hammer, no está incluido en la herencia Melzi, ya que el primer propietario


conocido es el escultor Guglielmo della Porta en 1537 y posteriormente lo adquiere el pintor
Giuseppe Ghezzi, quien lo cedería al futuro Conde de Leicester en 1717, que da su nombre al
códice durante 260 años. Actualmente se encuentra en Estados Unidos, ya que fue subastado y
adquirido por el petrolero americano Armand Hammer en 1980, cuyo apellido identifica al códice
en la actualidad. Finalmente, volvió a subastarse en 1994 y lo compró el magnate norteamericano
Bill Gates, quien es su actual propietario.

CRONOLOGÍA Y UBICACIÓN DE LOS CÓDICES:

NOMBRE ETAPA UBICACIÓN


Códice Atlántico 1478-1518 Biblioteca Ambrosiana de Milán
Códice Windsor 1478-1518 Castillo de Windsor, Royal Librery,
England
Códice Arundel 1478 -1518 Biblioteca Británica, England
Manuscrito B 1487- 1489 Bibliothèque de l'Institut de France
Códice Ashburnham I y II 1487 - 1492 Bibliothèque de l'Institut de France
Códice Trivulziano 1487-1490 Biblioteca Trivulziana de Milán

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Códice Forster I 1487 1490 y 1505 Victoria and Albert Museum, England
Manuscrito C 1490-1491 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito A 1490 – 1492 Bibliothèque de l'Institut de France
Códice Madrid I 8937 1490 – 1496 1499 y Biblioteca Nacional de España
1508
Códice de Madrid II 8936 1491-1493 y 1503-1505 Biblioteca Nacional de España
Manuscrito H 1493-1494 Bibliothèque de l'Institut de France
Códice Forster III 1993 -1496 Victoria and Albert Museum, England
Códice Forster, II 1495 – 1497 Victoria and Albert Museum, England
Manuscrito M 1495 -1500 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito I 1497 - 1499 y 1505 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito L 1497- 1502 y 1504 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito K (K1, K2 y K3) 1503-1505 y 1506-1507 Bibliothèque de l'Institut de France
Códice sobre el vuelo de las aves 1505 Biblioteca Real de Turín, Italia
Códice Leicester (antes Hammer) 1506- 1510 Colección privada (Bill Gates)
Manuscrito F 1508 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito D 1508-1509 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito G 1510-1511 y 1515 Bibliothèque de l'Institut de France
Manuscrito E 1513-1514 Bibliothèque de l'Institut de France
Códice de Urbino o Tratado de la pintura 1508 - 1530 Biblioteca Vaticana

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