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RETRASO MENTAL.

El retraso mental (RM) se define como una capacidad intelectual general significativamente inferior al promedio que se acompaña de
limitaciones importantes de la actividad adaptativa propia de por lo menos dos de las siguientes áreas de habilidades: comunicación,
cuidado de sí mismo, vida doméstica, habilidades sociales/ interrpersonales, utilización de recursos comunitarios, autocontrol, habilidades
académicas funcionales, trabajo, ocio, salud y seguridad. Su inicio debe ser anterior a los 18 años de edad (APA, 1995:41).

La gravedad del RM tiene, lógicamente, una importancia determinante en el diagnóstico y en la planificación de los programas de
intervención (en áreas curriculares, en habilidades de adaptación: comunicación, autonomía psicosocial, etc). La especificación de la
gravedad se ha basado tradicionalmente en cuatro grados de intensidad en función de la medida del déficit intelectual:

• Retraso mental leve (o ligero): CI entre 50- 55 y 70.


• Retraso mental moderado: CI entre 35-40 y 50- 55.
• Retraso mental grave (o severo): CI entre 20- 25 y 35- 40.
• Retraso mental profundo: CI inferior a 20 o 25.

Causas del retraso mental. Las más comunes son:

Condiciones genéticas. A veces el retraso mental es causado por genes anormales heredados de los padres, errores cuando los genes se
combinan, u otras razones. Algunos ejemplos de condiciones genéticas incluyen síndrome de Down, síndrome frágil X, y phenylketonuria
(PKU).

Problemas durante el embarazo. Retraso mental puede resultar cuando el bebé no se desarrolla apropiadamente dentro de su madre. Por
ejemplo, puede haber un problema con la manera en la cual se dividen sus células durante su crecimiento. Una mujer que bebe alcohol o
que contrae una infección como rubéola durante su embarazo puede también tener un bebé con retraso mental.

Problemas al nacer. Si el bebé tiene problemas durante el parto, como, por ejemplo, si no está recibiendo suficiente oxígeno, él o ella
podría tener retraso mental.

Problemas de la salud. Algunas enfermedades tales como tos convulsiva, varicela, o meningitis pueden causar retraso mental. El retraso
mental puede también ser causado por malnutrición extrema (por no comer bien), no recibir suficiente cuidado médico, o por ser expuesto a
venenos como plomo o mercurio.
El retraso mental no es una enfermedad. No se lo puede contraer de otras personas. El retraso mental no es un tipo de enfermedad mental,
como la depresión. No hay cura para el retraso mental. Sin embargo, la mayoría de los niños con retraso mental pueden aprender a hacer
muchas cosas. Sólo les toma más tiempo y esfuerzo que a los otros niños.

Evaluación: Aunque es conveniente realizar una evaluación del desarrollo intelectual,proporciona resultados escasamente útiles para
fundamentar los pricipios de intervención, al menos los resultados globales. Es importante realizar una evaluación completa del lenguaje, lo
que exigirá el empleo de pruebas estandarizadas y de portocolos y grabaciones en situaciones naturales, para saber la forma en la que
estos niños usan el lenguaje en sus interacciones cotidianas.

Intervención logopédica: La intervención en el lenguaje del niño con RM debe iniciarse desde los primeros meses de vida. La
estimulación temprana parece más eficaz en la mejora y aceleración del desarrollo perceptivo- motor que en la adquisición y desarrollo del
lenguaje Sin embargo, las características perceptivas de muchas de las habilidades comunicativas prelingüísticas, por una parte, y el
propio carácter preventivo de la estimulación temprana, por otra, hacen de ésta un valioso vehículo para la intervención. Por otro lado,
parecen más eficaces los programas altamente estructurados, que será tanto más elaborada cuanto mayor sea el RM. Es necesario que la
estimulación temprana del niño incluya tareas relacionadas con el desarrollo cognitivo y motor. Otro aspecto a tener en cuenta es la
implicación de la familia., ya que se considera que la colaboración y el compromiso de la familia en la intervención son un factor
determinante de su eficacia. Otro de los aspectos importantes en la intervención es que debe mantenerse un enfoque evolutivo y que la
intervención se realice desde las habilidades que el niño ya domina. De forma general la inervención es similar a la de los niños que
presentan TEL, ya es dependerá mucho de si el niño posee o no lenguaje oral.

SUJETOS SIN LENGUAJE ORAL:


Trabajar los prerrequisitos del lenguaje:
Fomento de aparición de intención comunicativa (limitación de las acciones, empleo de mediadores simbólicos para conseguir cosas).
Atención, memoria, imitación, contacto ocular, juego simbólico, juegos de turnos, etc.
Enseñanza de sistemas aumentativos/ alternativos de comunicación:
Sin ayuda: bimodal
Con ayuda: SPC

SUJETOS CON LENGUAJE ORAL:


Principios básicos para la intervención:
Comprobar el nivel de atención e imitación.
Intervención muy estructurada
Grado de participación de padres y tutores.
Niveles de Intervención:
Fonológico: Prerrequisitos (atención, percepción y discriminación auditiva. Tono, coordinación y ejecución motora de las estructuras
orofaciales. Coordinación fono- respiratoria...). Producción fonética. Integración fonética/ programación fonológica.
Morfología: Género y número, adjetivos, formas verbales regulares e irregulares, participios, comparativos y superlativos, sustantivos y
adjetivos derivados, pronombres personales en función de sujeto y de objeto, reflexivos y posesivos, preposiciones y conjunciones.
Sintaxis: Oraciones simples aumentando su complejidad, oraciones negativas, voz pasiva, oraciones interrogativas, coordinadas,
subordinadas, comparativas...
Semántica: Adquisición atendiendo a criterios de funcionalidad: familias semánticas. Sinonimia y antonimia. Asociaciones y seriaciones.
Pragmática: Saludos y despedidas, petición, reclamar la atención, ruego, demandas de información específica, demandas de confirmación
o negación, hacer preguntas, hacer comentarios, mostrar aprobación y desaprobación, protestas...
Marc Monfort y Juárez (1993) propusieron una serie de principios muy interesantes para la intervención: principio de intensidad y larga
duración del tratamiento, principio de precocidad, principio de prioridad de la comunicación, de potenciación de aptitudes, multisensorial, de
revisión contínua...

RETRASO MENTAL

Causas:

El retraso mental significa que el funcionamiento intelectual es menor de lo normal con


limitaciones del funcionamiento adaptativo. El retraso mental se presenta en personas de todas
las razas y etnicidades y es el trastorno más frecuente del desarrollo, ya que afecta a
aproximadamente un 1% de la población general. Las personas con retraso mental obtienen
una puntuación baja en las pruebas de inteligencia (cociente intelectual [CI]), pero los efectos
sobre el funcionamiento de la vida diaria dependen de su gravedad y de los deterioros
asociados. Los niños con retraso leve (alrededor de un 85% de los que presentan retraso
mental) suelen aprender a hablar y llegan a ser independientes para cuidar de sí mismos, a
pesar de que su ritmo de desarrollo es más lento de lo normal.

AS DE RETRASO MENTAL

El retraso mental se debe a muchas causas diferentes, aunque en ocasiones no se identifica


una evidente.

• Las causas genéticas incluyen el síndrome de Down, que es consecuencia de poseer un


cromosoma 21 adicional, y el síndrome del X frágil, resultado de tener un cromosoma X
anómalo.

• Las enfermedades metabólicas son problemas de la degradación o eliminación de algunas


sustancias químicas del cuerpo. Por ejemplo, la fenilcetonuria (FCU) es una enfermedad
metabólica que origina lesión cerebral y retraso mental a menos que se modifique la dieta para
limitar el consumo de una sustancia llamada fenilalanina.

• Durante el embarazo las infecciones aumentan el riesgo de dar a luz un bebé con retraso
mental. En el futuro bebé, además de problemas auditivos y visuales, virus como el de la
rubéola provocan retraso mental.

• Durante el embarazo el consumo de alcohol puede ser causa del trastorno de espectro de
alcoholismo fetal (TEAF). Los niños con TEAF presentan una serie de problemas físicos y
retraso mental. Durante el embarazo, el consumo de otras drogas es ocasionalmente causa de
retraso mental.

• Otras posibles causas de retraso mental son lesión del cerebro después del nacimiento
debido a falta de oxígeno, traumatismo físico o desnutrición

Diagnóstico

El Diagnóstico diferencial del retraso mental debe realizarlo personal especializado en el uso
de técnicas psicometricas estandarizadas; por lo tanto el docente deberá hacer la consulta a
un centro de salud mental o directamente a un psicopedagogo
Actualmente las técnicas psicometricas más utilizadas y que presentan actualizaciones en
sus tabulaciones son:
WISC en niños de escolaridad primaria, y GIPSY en niños de jardín de niños
Otra técnica también factible de usar especialmente en niños con trastornos del lenguaje o
dificultades motoras gruesas es el Raven infantil, y en casos severos se puede utilizar Terman
Merril
El WISC o GIPSI evalúan los aspectos cuantitativos (cocientes intelectuales) y cualitativos
(edades de desarrollo intelectual equivalentes y funciones intelectuales); en dos áreas verbal y
ejecutivo –concreto
Los datos que aportan estas técnicas son útiles para el docente en cuanto a la conformación
de su grupo de trabajo, agrupando cocientes intelectuales y edades cronológicas y, dentro de
estos, clasificar las edades mentales y las áreas de mayor compromiso; facilita de este modo
la implementación de tareas especificas y pautadas

Tratamiento

Sólo pueden prevenirse algunos tipos de retraso mental. Para algunos síndromes
caracterizados por este problema, las pruebas genéticas realizadas antes de la concepción
ayudan a los futuros padres a conocer sus probabilidades de transmitir determinados genes a
su descendencia. El hecho de que el padre o la madre sea portador de un gen concreto
asociado a retraso mental no significa necesariamente que el bebé nacerá con este problema.
Hablar con un consejero genético ayudará a los padres a tomar decisiones sobre crear una
familia y someterse a exámenes adicionales.

• Manténgase al corriente de las vacunaciones (las suyas y las de sus hijos).

• Durante el embarazo siga una dieta nutritiva y equilibrada. Tome un complejo multivitamínico
y acuda a todas las visitas prenatales con su ginecólogo.

• Si está embarazada o desea concebir, no consuma alcohol ni drogas.

• Si tiene antecedentes familiares de enfermedad genética, obtenga consejo genético.

• Si sus hijos participan en deportes como ciclismo o patinaje, oblígueles a llevar casco.

CALIDAD DE VIDA

PARA MÁS INFORMACIÓN

Los niños con retraso mental pueden gozar de una vida plena. Los programas de intervención
precoz ayudan a estos niños a adquirir habilidades básicas para cuidar de sí mismos y las de
socialización.

Pueden estar en la misma clase que niños sanos y recibir una ayuda especial del profesorado.
Según la gravedad de su retraso mental, los adultos pueden vivir solos, con compañeros o en
hogares colectivos con ligera supervisión, según el grado de ayuda que requieran. Los adultos
con retraso mental grave pueden vivir en residencias comunitarias que provean apoyo diario.

El tratamiento especifico responde al orden terapéutico: psicopedagogía, fonoaudilogía,


psicomotricidad, kinesiología y terapia ocupacional

En el ámbito escolar de educación especial, el docente se limita a la planificación curricular de


las escuelas diferenciadas en el ámbito pedagógico, ya que cualquier trastorno lindante con la
patología de base tendrá su tratamiento fuera del horario escolar

IV. Retraso mental y sistema familiar


El abordaje de la intervención con personas con retraso mental puede efectuarse centrado
exclusivamente en la persona afectada, teniendo en cuenta sólo de forma ocasional o
accesoria todo su entorno, sobre todo el familiar, o bien desde un enfoque ecológico,
incluyendo en el eje de la intervención el entorno y muy especialmente la familia.
Nuestra experiencia de trabajo diario nos muestra cómo esta última perspectiva es mucho más
difícil de concretar pero más eficaz en los resultados y en las vivencias de bienestar de las
familias y los propios afectados.
Cuando adoptamos este enfoque, el minusválido deja de convertirse en protagonista único o
absoluto de todo nuestro interés; e incluso si el trabajo va dando sus frutos, conseguiremos que
en el núcleo familiar también se evite la instauración de una dinámica familiar que pase siempre
por las necesidades de la persona afectada.
La llegada de un hijoniinu~válido moviliza sentimientos y emociones de enorme potencia que
tienen su origen incluso antes de ese momento. Y es que toda pareja e incluso toda persona, a
partir de un determinado momento vital, se fragua unas expectativas respecto a su futura
descendencia. Estas van cobrando forma cuando existe pareja y más aún cuando se planifica
un embarazo o éste se produce.
De una forma que puede ir de lo menos a lo más explícito se construye un proyecto de vida que
incluye al ser que va a llegar, al cual se le va invistiendo de apariencia de realidad: sexo,
nombre, aspecto, etc. El hogar se prepara
para acogerlo con la participación de todos, incluidos los hermanos si los
hubiera. El clima es en general positivo y de cierta expectación festiva. Cuando el nacimiento
se produce,y con él viene acompañado un diagnóstico cierto de minusvalía o al menos de
incertidumbre sobre su desarrollo futuro, las consecuencias suelen ser inmediatas: ruptura del
ideal fraguado y crisis.
Son unos primeros momentos en los que como afirma Zulueta (1992) los sentimientos y
emociones, expresados o no, se suceden. Esta autora enumera los siguientes: desconcierto,
sentimientos de pérdida, negación de la situación, sentimientos de minusvaloración y pérdida
de autoconfiaza, ansiedad por su salud, dificultades para transmitir el diagnóstico, temor a no
poder querer al hijo, deseos inconscientes de muerte, culpabilidad, preocupación por su futuro,
etc. Sobre estos momentos y estos sentimientos antes expuestos existe una gran coincidencia
entre diversos autores y nosotros podemos ratificarlos desde la práctica diaria.
Otros aspectos que pueden sufrir el impacto del nacimiento de un niño con minusvalía son el
clima y la dinámica familiar En las relaciones de pareja puede haber culpas mutuas, reproches,
no hablar del problema o sólo hablar del problema. Decisiones sobre la futura descendencia:
miedo a tener otro hilo igual. Decisiones sobre el cuidado del niño que puedan significar el
abandono de la madre de su actividad laboral fuera del hogar con la consiguiente disminución
de ingresos. Disminución de las relaciones sociales: no intervención con personas con retraso
mental... hay tiempo, ni ganas, ni deseo de exhibir al hijo minusválido.
Los otros hermanos de la familia, si los hay, también sufren las consecuencias de la llegada del
hermano minusválido: no comprenden lo que pasa, nada tiene que ver con lo que habían ido
preparando con los padres.
La atención que los padres prestan al hermano les hace sentirse a ellos abandonados. A veces
se les responsabiliza más allá de lo que es propio por edad. Actuar, como decíamos al
principio, con una perspectiva centrada en el individuo puede llevar consigo que muchas de
esas conductas y sentimientos descritos anteriormente en la pareja o en los hermanos pasen
desapercibidas o bien que nadie las relacione con el hijo/hermano deficiente. Al contrario,
adoptando un enfoque ecológico a intervención puede ser inmediata y dirigida allí donde el
problema se está manifestando sea el minusválido, sus padres, sus hermanos u otros
familiares; facilita el reconocimiento del impacto en el medio del niño y su problemática y con
ello la solución; y por último, es evidente desde nuestra experiencia que un enfoque de este
tipo facilita el proceso de aceptación. Existe también una gran coincidencia entre diversos
autores que han reflexionado sobre el proceso de aceptación por parte de una familia con un
hijo discapacitado, concluyendo que la sobreprotección y el rechazo son los dos extremos del
proceso de aceptación que se tocan. En palabras del profesor Aizpurua (1985), ambos
extremos niegan las posibilidades de integración y normalización. El rechazo supone
considerar al minusválido como un ser inútil e incapaz, negándole sus posibilidades. La
sobreprotección, por su parte, es lo mismo visto desde el otro extremo: se desconfía de las
posibilidades del hijo y las cosas las hacen los padres para evitarles un fracaso en el intento.
V. Intervención con el colectivo
Para Móstoles la existencia de una organización como AFANDEM ha supuesto tener una
eficaz herramienta para las personas con retraso mental en la detección de problemas y
necesidades, y en la búsqueda de soluciones y aplicación de éstas. Una entidad como
AFANDEM, por el hecho de estar constituida por las propias personas que precisan de
atención, tiene mecanismos de detección de necesidades incluso antes de que éstas se
presenten. Si a ello unimos una experiencia y una capacidad técnica para conocer cuáles son
las respuestas más adecuadas a esas necesidades, puede convertirse en la herramienta
necesaria para solucionar problemas antes de que estos se produzcan, aplicando las
soluciones más adecuadas, puesto que éstas van a ser las que defiende el sector de
afectados. Esta ha sido la idea motriz que ha guiado las relaciones entre AFANDEM y la
Corporación Municipal. Intervención con personas con retraso mental... En la otra dirección,
cuando es el Ayuntamiento el que se ha visto requerido por algunos vecinos para que se
atiendan determinadas necesidades u orientación ante problemas concretos relativos al sector,
siempre ha encontrado en AFANDEM un adecuado recurso de derivación. Como ejemplo de lo
que decimos en los últimos cinco años, algunos de los proyectos del Ayuntamiento y otros de
AFANDEM han sido programados de forma conjunta, de tal manera que el Ayuntamiento ha
aportado edificios, solares y dinero. La asociación ha buscado el resto de la financiación entre
entidades públicas y privadas que le hubiera resultado difícil al Ayuntamiento, ha llevado
adelante su ejecución y su gestión posterior. De esta colaboración han salido adelante la
construcción de 3 Centros Ocupacionales, un Centro Especial de Empleo y un Piso Tutelado, a
los que antes hemos hecho referencia. Para que este modelo sea eficaz son necesarias varias
cuestiones, aunque a nuestro entender, son dos de ellas fundamentales: — Estar convencido
de que una sociedad, un municipio en nuestro caso, se hace y se articula, silos grupos, los
colectivos sociales están agrupados y son fuertes. — Tener una conciencia, abierta y generosa,
de que la responsabilidad de quien detenta el poder de gobernar no es sólo hacer, sino
incorporar a los colectivos de afectados en la decisión y ejecución de las soluciones. Este
planteamiento supone un reto para la organización que es el de no integrarse tanto en el papel
del otro, en este caso la administración, que termine por olvidar cuál es el suyo propio,
especialmente ese aspecto tan necesario en este tipo de organizaciones como es la
reivindicación de recursos y soluciones. Por otro, requiere estar insertado en el entorno social,
implicándose en la vida de la ciudad y en los problemas generales de la ciudadanía; y ello
porque es justo que el apoyo social recibido para crecer y ser fuerte, se ponga al servicio de la
ciudad. En virtud de esta creencia AFANDEM participa en las Juntas de Distrito y sus
actividades, en los Consejos Sectoriales de participación ciudadana, en eventos organizados
por otras entidades, organizando actividades conjuntas con otras asociaciones, etc. Ejemplo
significativo de este tipo de colaboraciones fue el curso especifico de formación de adultos para
la obtención del graduado escolar organizado conjuntamente con la asociación Punto Omega y
contando con las infraestructuras del Ayuntamiento. O la participación en muestras de
artesanía o de jóvenes diseñadores organizadas por las Juntas de Distrito con representantes y
trabajos de nuestros centros ocupacionales. Por otra parte, el trabajo multidisciplinar e
interinstitucional que se realiza en nuestros centros y por nuestros profesionales es modelo de
una organización abierta y sabedora de que la solución a problemas complejos requiere la
coordinación de esfuerzos y aportaciones desde distintas disciplinas y Intervención con
personas con retraso mental... diferentes organizaciones con las que es preciso planificar la
intervención con nuestros usuarios/familias.
En el Centro de Atención Temprana, a la presencia de distintas disciplinas académicas
(fisioterapia, psicología, trabajo social, logopedia, psicomotricidad) se une el esfuerzo
programado de coordinación técnica con el Hospital de Móstoles para la derivación y
seguimiento de casos. Asimismo, con los Centros Base de la Comunidad de Madrid para la
derivación de casos y la tramitación de ayudas; con los equipos multiprofesionales escolares
para la evaluación del tipo de escolarización y el seguimiento de los casos; con los servicios
sociales generales para el trabajo conjunto de aspectos rehabilitadores y sociales del niño y su
familia; con otras organizaciones del sector para garantizar una adecuada coherencia en los
procedimientos y crecer en formación, etc.
Este tipo de trabajo, abierto como decíamos, facilita que los equipos profesionales pequeños,
como es nuestro caso en el centro de atención temprana, puedan supervisar exponiendo ante
colegas de profesión y de otras disciplinas su trabajo, impidiendo con ello una cierta endogamia
que pudiera tener efectos adversos en el trabajo cotidiano.
RETRASO MENTAL. TRATAMIENTOS Y/O INTERVENCIÓN EDUCATIVA

Continuando con el tema, abordaremos a continuación los tratamientos y/o intervención educativa que se siguen y utilizan hoy en día para dar
respuesta a las necesidades que presentan los sujetos que tienen retraso mental. Para ello y con el fin de hacernos una idea más o menos clara de
las posibilidades de intervención existentes, tomaremos como primera referencia una clasificación de tratamientos básicos extraída del temario de
una asignatura denominada Psicología de la Deficiencia Mental perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid.

Tratamientos Básicos para la Deficiencia Mental

• El equipo multiprofesional
• Tratamiento farmacológico
• Estimulación temprana. Terapias de estimulación intensiva
• Modificación de conducta
• Psicoterapias. Ludoterapia. Terapias creativas: pintura, música y danza
• Entrenamiento cognitivo. Programa de Enriquecimiento Instrumental de Feuerstein. Entrenamiento en autocontrol
• Entrenamiento en habilidades sociales. Asertividad. Habilidades de juego cooperativo. Habilidades conversacionales

Los tratamientos descritos nos sirven de hilo conductor, pues a partir de ellos podemos profundizar algo más en el desarrollo del tema que nos
ocupa.

La idea de un funcionamiento con carácter multiprofesional no sólo no es nueva, sino que además se asienta en los principios de normalización,
integración y sectorización de servicios, promulgados inicialmente con la Ley de Integración Social del Minusválido, y recogidos posteriormente en la
Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo. Estos principios sientan las bases para un modelo de intervención multimodal o
multiprofesional que supone, no sólo la actuación de un gran número de especialistas, sino también la intervención de distintos organismos e
instituciones trabajando en colaboración.

La eficacia de este sistema de intervención se vuelve evidente al considerar los distintos tipos de tratamientos señalados, y más aún si tenemos en
cuenta que la distinción de tratamientos, y en consecuencia la intervención de distintos profesionales, es necesaria para paliar las carencias o
deficiencias que presentan las personas con retraso mental. Si ponemos, por tanto, el énfasis en en estas carencias, podríamos clasificar algunos de
los tratamientos desde perspectivas psicológicas, educativas o psiquiatricas, encaminadas a tratar y paliar las necesidades de las personas con
retraso mental en estas áreas.

A nivel psicológico aunque los tratamientos basados en el pensamiento abstracto pueden no resultar útiles, las intervenciones psicoterapéuticas
orientadas evolutivamente pueden resultar eficaces en el manejo de crisis o en los objetivos psicosociales a largo plazo. En determinados pacientes
adolescentes o adultos con un retraso mental leve, la psicoterapia individual puede utilizarse para promover la diferenciación de uno mismo y del
otro, la autoestima, la formación de la identidad, el desarrollo interpersonal, el control emocional y conductual. La modificación de la conducta resulta
útil para el tratamiento de la agresión, el desafío, la hiperactividad, las estereotipias, las autolesiones, la pica, y el comportamiento asocial. En
algunos casos pueden enseñarse el entrenamiento del control de esfínteres, a vestirse y acicalarse, y las habilidades para comer. La psicoterapia de
grupo, ha sido más utilizada que la individual, ya que es especialmente útil para los adolescentes y adultos jóvenes que necesitan el apoyo de sus
compañeros para poder separarse de sus familias, y además pueden utilizarlos como modelos de rol.

El entrenamiento educativo y evolutivo para aumentar las habilidades del lenguaje y del habla, motoras, cognitivas, ocupacionales, así como
sociales, recreativas, sexuales y adaptativas, se llevan a cabo por profesionales especializados. El individuo puede entrenarse para iniciar
simplificaciones de tareas, pedir clarificaciones de comunicación, y realizar mejoras ambientales. La educación y asesoramiento de los padres, así
como el apoyo a la familia son una norma.

El componente psiquiátrico incluye a los fármacos psicotropos que funcionan y deben utilizarse del mismo modo que si la inteligencia del paciente es
normal. En el retraso mental deben ser usados dentro del contexto de un programa global y no como tratamiento único. Dependiendo del trastorno
psiquiátrico concomitante pueden prescribirse: antipsicóticos, antidepresivos, sales de litio y ansiolíticos.

Un concepto estrechamente relacionado y que, de alguna forma, complementa la idea de una intervención multiprofesional, lo representa la
importancia de los apoyos en la respuesta a las personas con retraso mental. Una adecuada planificación de los apoyos requeridos por una persona
concreta en un contexto concreto permite mejorar su funcionamiento e integración en el medio en el que está, y en definitiva su calidad de vida.

Esta misma idea se desarrolla en la web de la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual
(FEAPS), una organización democrática y participativa cuya finalidad es defender los derechos de las personas con retraso mental y mejorar su
calidad de vida y la de sus familias. Dentro de una amplio trabajo sobre retraso mental encontramos algunas ideas que defienden la relevancia e
importancia de los apoyos descritos. Veamos algunas de ellas.

En primer lugar y partiendo de la definición que sobre el retraso mental hace la Asociación Americana sobre Retraso Mental en el año 1992, y que
postula la existencia de 10 áreas de habilidades de adaptación asociadas al retraso mental, resulta evidente que los apoyos deban dirigirse a todas y
Tratamiento
En las últimas dos décadas, el problema de la enfermedad mental en sujetos con
RM ha recibido una atención creciente por el reconocimiento del derecho de los
sujetos con RM a recibir los cuidados médicos apropiados y por el principio de
normalización, que apoya el que los sujetos con RM vivan en la comunidad y
utilicen sus recursos.

Para el tratamiento de los múltiples handicaps y complicaciones asociados con el


retraso mental, resulta característico el tratamiento multimodal, con una
orientación evolutiva. Así, los programas de rehabilitación a largo plazo suponen la
intervención de un gran número de especialistas y organismos trabajando en
colaboración a lo largo del tiempo.

A nivel psicológico aunque los tratamientos basados en el pensamiento abstracto


pueden no resultar útiles, las intervenciones psicoterapéuticas orientadas
evolutivamente pueden resultar eficaces en el manejo de crisis o en los objetivos
psicosociales a largo plazo. En determinados pacientes adolescentes o adultos con
un retraso mental leve, la psicoterapia individual puede utilizarse para promover la
diferenciación de uno mismo y del otro, la autoestima, la formación de la identidad,
el desarrollo interpersonal, el control emocional y conductual. La modificación de la
conducta resulta útil para el tratamiento de la agresión, el desafío, la
hiperactividad, las estereotipias, las autolesiones, la pica, y el comportamiento
asocial. En algunos casos pueden enseñarse el entrenamiento del control de
esfínteres, a vestirse y acicalarse, y las habilidades para comer. La psicoterapia de
grupo, ha sido más utilizada que la individual, ya que es especialmente útil para los
adolescentes y adultos jóvenes que necesitan el apoyo de sus compañeros para
poder separarse de sus familias, y además pueden utilizarlos como modelos de rol.

El entrenamiento educativo y evolutivo para aumentar las habilidades del lenguaje


y del habla, motoras, cognitivas, ocupacionales, así como sociales, recreativas,
sexuales y adaptativas, se llevan a cabo por profesionales especializados. El
individuo puede entrenarse para iniciar simplificaciones de tareas, pedir
clarificaciones de comunicación, y realizar mejoras ambientales. La educación y
asesoramiento de los padres, así como el apoyo a la familia son una norma.

El componente psiquiátrico incluye a los fármacos psicotropos que funcionan y


deben utilizarse del mismo modo que si la inteligencia del paciente es normal. En el
RM deben ser usados dentro del contexto de un programa global y no como
tratamiento único. Dependiendo del trastorno psiquiátrico concomitante pueden
prescribirse: antipsicóticos, antidepresivos, sales de litio y ansiolíticos.

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