Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN AVANZADA
2011
PREPARACIÓN DE MAESTROS, REFORMAS, PEDAGOGÍA Y
EDUCACIÓN DE ANORMALES EN COLOMBIA: 1870-1940
ASESOR
DOCTOR JESÚS ALBERTO ECHEVERRI SÁNCHEZ
Profesor investigador
GRUPO HISTORIA DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA EN COLOMBIA
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN AVANZADA
2011
2
DEDICATORIA
A mi maestro, Alberto
Por formarme en la “vida”,
esa que es pura potencia
inconducible, desdisciplinada
A la profesora Zuluaga,
Por abrirnos un mundo que no se agota
Al GHPP,
Por acogerme con hospitalidad
Por darme un traje, un habitus, un locus
3
AGRADECIMIENTOS
4
la Vega, Carolina Zapiola (de Argentina), Diane Valdez y Aricle Vechia (de
Brasil), Jaime Caiceo Escudero (de Chile) y Carmen Palmero (de España),
porque con su compañía y diálogo permanente la historia se torna pura gratitud
y viaje.
También fue grato el apoyo de Silvana Andrea Mejía, por sus discusiones,
preguntas y, especialmente, por el Congreso Pedagógico Nacional y Diego
Mendoza. De Lorena Rodríguez por facilitar el ingreso al Archivo Pedagógico
Normalista de la Escuela Normal Superior de Medellín. Agradezco a las
guardianas de los archivos de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Tunja, de la Biblioteca Nacional de Colombia, de la Colección Patrimonial de la
Universidad de Antioquia, de la Biblioteca Luis Ángel Arango y de la Sala
Antioquia de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín.
5
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................8
Capítulo Uno................................................................................................................17
Análisis histórico pedagógico y epistemologías críticas: entre reformas,
prácticas de gobierno, anatomopolíticas y biopolíticas............................................... 17
Capítulo Dos................................................................................................................ 57
Reformas instruccionistas normalistas pestalozzianas: obligatoriedad/libertad
de enseñanza, civilización del pueblo y educación de idiotas, 1870-1913................. 57
6
3.2. Casas correccionales, institutos de ciegos y sordomudos, escuelas y
clases especiales en Colombia: 1920-1948.............................................................. 173
5. ANEXOS............................................................................................................... 304
7
INTRODUCCIÓN
1
En este punto es ineludible resaltar que la historia de la educación especial también ha sido
abordada dentro de una historia de la psiquiatría en Colombia (Roselli, 1968), mostrando la
necesidad y posibilidad de articular los modos de analítica histórica pedagógica desde unos
referentes conceptuales que permitan indagar sobre las relaciones y procedencias discursivas
que han servido de sustento a la práctica y los discursos en la educación especial (como la
psiquiatría)
8
educación en el país. La mayoría de las “historias sociales” no la mencionan.
Sin embargo, una historia de la práctica pedagógica en Colombia entre 1903 y
1946 la hizo visible en tanto uno de los espacios de apropiación de la
pedagogía activa experimental: la Escuela del Examen (Sáenz, Saldarriaga y
Ospina, 1997). Esta mirada pedagógica hizo visible un innombrado que
mereció un análisis exploratorio e inicial sobre sus formas específicas de
apropiación e institucionalización en Colombia. La pregunta por la pedagogía
activa conllevó al encuentro con la educación de los anormales para producir
otro modo de narrativa histórica sobre la escuela primaria, el maestro y la
pedagogía colombiana a principios del siglo XX.
9
perspectiva plantean distintos períodos para la historia de la educación
especial, contemplando algunas similitudes entre sí: en los acontecimientos, en
la extensión de los períodos o en la forma de análisis de los datos (Díaz Osorio,
1987; Salinas, 1990; Páez Escobar, 1994). La historia institucional centra su
mirada sobre los procesos históricos de las instituciones. Hugo de Jesús Pérez
señala que son aquellos estudios que analizan la interioridad de la institución
“[...] enmarcada en el contexto social, económico y cultural de su surgimiento y
posterior desarrollo. Interesa prestar atención a la intencionalidad del grupo de
fundadores al crear la organización, analizar el tipo de demandas que se
pretendían cubrir y la finalidad de su particular forma de constitución, así como
los cambios que en este sentido se dieron en las últimas décadas. (Pérez,
2003, 7) Sus principales representantes serían el profesor Antonio Marín
Castaño (1992) y el historiador Hugo de Jesús Pérez (2003). La historia social
establece múltiples relaciones entre la sociedad y la educación especial y sus
instituciones, situándolas en el marco legislativo y en algunas razones sociales
de su práctica y sus discursos (Gómez, 1997)
10
de formas de subjetivación de la entonces llamada “infancia anormal” y de los
pedagogos especiales, los maestros de anormales y los médicos escolares
(Cfr. Yarza, 2005, 2006; Yarza y Rodríguez, 2004, 2005, 2007).2
A principios del siglo XX se nombraban como anormales a los niños y jóvenes que
presentaban alguna diferencia constitutiva en relación con una supuesta “normalidad”
educativa, saludable, razonable y social. En la actualidad, lo políticamente correcto los designa
como sujetos con necesidades educativas especiales o con barreras para el aprendizaje y la
participación.
11
maestro especialista al interior de las escuelas normales y de los servicios e
instituciones de educación especial (De la Vega, 2004, Vera Segura, 2005,
Porto Ucha, 2009). El conocimiento de estos abordajes históricos posibilitó un
mejor acercamiento al tratamiento del propio problema de investigación, sin
embargo, existen diferencias de territorialidad y perspectiva conceptual.
12
De otra parte, a mediados de julio de 2010, cuando me encontraba finalizando
este trabajo de investigación, me enteré de la expedición de la Resolución
Ministerial 5443 del 30 de junio del año en curso, por la cual se definen las
características específicas de calidad de los programas de formación
profesional en educación, en el marco de las condiciones de calidad, y se
dictan otras disposiciones.
13
Históricamente, la Resolución puede entenderse como una disposición
normativa que marca la disolución y variación de una invención que emerge
desde la década de 1920 en la historia de la educación y la pedagogía
colombiana: la necesidad de preparar y formar maestros en y para la educación
de anormales, que en sí misma se comprende en la medida que fue decible y
visible en un nuevo régimen de verdad que se sintetiza en el enunciado: “los
anormales pueden educarse”. Es una disolución porque suprime una
licenciatura y una variación porque la problemática de la educación especial se
ubicaría desde los posgrados.
14
Teniendo en cuenta el escenario descrito, esta investigación adquiere una
connotación político-pedagógica que deseo explicitar: si bien al pensar
históricamente estamos desnaturalizando y problematizando el presente, la
historia también actúa como herramienta de lucha contra ciertas racionalidades
que pretenden hegemonizar el sentido común y académico en el campo de la
educación y la pedagogía, sobretodo desde las políticas de formación de
maestros. Mejor dicho: esperaría que este trabajo investigativo sea utilizado
como parte del utillaje necesario para hendir la supuesta solidez y extensión de
esa lógica discursiva imperante. Así las cosas,
la apuesta por la memoria es [...] la lucha contra el poder, que todo tiende a
borrarlo, del olvido [...] De este modo, el valor educativo de la memoria para el
ser humano no reside sobre todo en que nos traiga los recuerdos que ya
perdimos de nosotros mismos, sino en el hecho de que nos permite acceder a un
saber -el saber de la memoria- acerca de la experiencia vivida de los otros que
no somos, un saber que podemos integrar dentro de nuestra propia conciencia
bajo la forma de una ética. La memoria forma y educa la conciencia, una
conciencia que es la interiorización del discurso de los otros en el discurso del
yo. (Bárcena, 2001, 60)
Por tanto, este trabajo para optar al título de maestría pretende conjugar
memoria, política y pedagogía, más aún cuando en el campo de la historia de
la educación y en las historias de la educación especial, no se había tomado
como objeto de investigación las relaciones entre la formación de maestros, la
educación de anormales y sus conexiones con las reformas sociales e
instruccionistas y los saberes modernos en la primera mitad del siglo XX.
15
cierta distancia con el a priori del proyecto de tesis y con mis propios trabajos
anteriores. En el segundo, se aborda el período que va de 1870 a 1913,
analizando los discursos instruccionistas sobre el alejamiento de la escuela
para los idiotas, imbéciles e inhábiles para el estudio, al tiempo que se aprecia
una difusión discursiva de las posibilidades de instrucción para estos tipos de
niños no escolarizados; de igual manera, se pone un énfasis en mostrar las
esperanzas de las reformas y la relación con la preparación de maestros
normalistas pestalozzianos y confesionales. En el tercero, el más extenso de
todos, se hace visible cómo desde la polémica por la degeneración de la raza y
las reformas a la enseñanza normalista, se transitó a la posibilidad de que se
argumentara la necesidad de preparar científicamente a los maestros en la
educación y pedagogía de anormales, llevándose a cabo las primeras
experiencias regionales y, posteriormente, los procesos de formación
normalista y en ciencias de la educación, entre 1920 y 1940. Finalmente, se
presentan algunas conclusiones sobre la dilución del maestro de anormales, la
gestión de lo vulnerable y la educabilidad, además de hacer algunas
indicaciones sobre lo porvenir en las investigaciones histórico-pedagógicas
sobre la educación especial en Colombia y América Latina.
16
Capítulo Uno
Análisis histórico pedagógico y epistemologías críticas: entre
reformas, prácticas de gobierno, anatomopolíticas y
biopolíticas
17
1.1. Utillaje conceptual: caja de herramientas
3
"Los trabajos en Historia de la Educación y la Pedagogía han tomado varios rumbos. Algunos,
reconociendo las posibilidades que ofrece la historicidad de la cultura, retoman los elementos
planteados desde la historia social, combinando aquellas elaboraciones de Duby, Le Goff y
Vovelle, en todo lo que tiene que ver con las visiones de mundo, las mentalidades y las
relaciones entre cultura y poder. En otros trabajos, se ha enfatizado la pregunta por las
condiciones de saber, por el estatuto epistemológico de la pedagogía, por la historicidad de las
prácticas, de los sujetos y los saberes, apropiando nociones y herramientas teóricas
provenientes tanto de la historia de las ciencias (Canguilhem) como los estudios de carácter
arqueológico y genealógico (Foucault). Se trata, obviamente, de seguir vías alternativas a la
historia tradicional, si asignamos tal rótulo a aquella centrada en los grandes héroes e
instituciones, en la visión cronológica por períodos, definidos usualmente desde la historia
política o desde visiones globalizantes esencialmente descriptivas y poco critica” (Castro
Villarraga, 2000, 238) Precisará, entonces, cinco líneas de trabajo histórico: historias globales,
trabajos monográficos sobre instituciones, perspectiva social y cultural, historia de las prácticas
pedagógicas (perspectiva arqueológica y genealógica) e historia y género. Indiscutiblemente, el
campo de historia de la educación y la pedagogía se ha enriquecido durante la primera década
del siglo XXI, dando cuenta de ello los Congresos Colombianos de historia, con sus mesas,
líneas y coloquios de historia de la educación.
18
caracteriza: es utilizada como una herramienta de análisis para develar las
verdades, las condiciones, las discontinuidades, los procesos, las hegemonías,
las nociones, los instrumentos, las relaciones de poder, etc. que acontecieron y
acontecen en la pedagogía de nuestro país, análisis que generaron las
condiciones de posibilidad para fundar un nuevo tipo de discurso pedagógico,
de subjetividad y de institución.
El recurso de la historia sirvió para develar qué era lo que estaba pasando en
Colombia, en la educación, en los modelos institucionales y en la pedagogía que
habían llevado a cambiar la representación que se tenía de los sujetos. La
pregunta era por el tipo de fuerza o poder que había cambiado la educación que
se tenía del hombre y de las mujeres. La historia de la pedagogía era, por otra
parte, la mejor manera para revertir lo que estaba pasando en la educación, para
modificar la situación que había llevado a un olvido del sujeto y a su sustitución
por la corrección de su conducta. [Se estaría partiendo de una concepción de la
historia como posibilitadora de posibilidades. Si se pregunta por el sujeto de una
práctica y un saber, se remite a la necesidad de construirlo o reconstruirlo desde
perspectivas diferentes. El problema fundamental planteado se circunscribe al
maestro, al profesor]. (Quiceno, 2002, 3)
19
La historia al lado de la epistemología4, sirvió como una herramienta
indispensable para poder construir una pedagogía instalada en un lugar
diferente, que reconceptualice el conocimiento de la historia de la práctica
pedagógica y la necesidad de instituir unos discursos relativamente
"autónomos” que posibiliten comprender y ubicar al maestro en un lugar social,
modificar su situación subalterna en la división social de los saberes, es decir,
asignarle un estatuto no instrumentalizado que lo saque de la pasividad y lo
ubique en una posición activa y productiva del saber pedagógico, y en relación
con lo público, el conocimiento, la cultura y el deseo.
La obra de Foucault dotó al Grupo [...] de un lente para entrar en relación con
destacados pensadores de la pedagogía y para observar en los documentos,
que componen el archivo pedagógico del país, el cruce de conceptos y prácticas.
Igualmente, usamos la obra de este autor como herramienta para diseñar, a su
vez, instrumentos abiertos, flexibles, específicos y críticos que admitieron el
desplazamiento de una historia de las ideas pedagógicas hacia una historia de
las prácticas y las conceptualizaciones sobre educación y pedagogía.
Las rutinas se han armado a partir de una “secuencia común” diseñada por
Olga Zuluaga (1999): las etapas del análisis histórico del saber y la práctica
pedagógica. No ha existido método único, camino inflexible o fórmula vertical.
Por el contrario, se han enriquecido con múltiples técnicas y modos de
abordaje histórico. Las matrices de Jean Pierre Hiernaux introducidas por
Oscar Saldarriaga (2003, 2008) son el mejor ejemplo de estas variaciones
técnicas: nuevos pasos y giros. De igual forma, Alejandro Álvarez (2003, 2008)
acudió a los recursos y archivos que hace visible la historia del currículo o los
saberes escolares: otras rotaciones y melodías.
21
los sujetos fundadores (como si fueran principio del discurso). Al mismo tiempo,
puede decirse que inventó el oficio de investigador en pedagogía en nuestra
historia reciente: investigador como un pensante de los problemas de la
educación, la pedagogía, la formación, la enseñanza, etc.; como sujeto que
problematiza las contingencias del presente desde una perspectiva histórica;
como formador de maestros e investigadores que transforman las culturas
escolares y la sociedad.
Así las cosas, el Grupo se entiende como una tradición en la que inscribirse, un
oleaje variopinto, tornasolado y múltiple que permite emprender viajes en
distintas direcciones. El Grupo ha implicado un ejercicio conjunto de saber, una
expresión colectiva de conocimiento que dota de herramientas, métodos,
conceptos, categorías y objetos a los novicios que desean una adscripción, que
optan por sumergirse en una corriente. Por tanto, podemos afirmar que sus
abstracciones son vitales para el ejercicio de investigador en pedagogía, se
convierten en otro instrumento de supervivencia y lucha, en la medida que
permiten anticipar el “mundo vivo” y ahondar en la comprensión de sus propias
historicidades.
La perspectiva cultural introduce con fuerza un giro hacia las maneras de hacer
desde las prácticas cotidianas que pueden aprehenderse mediante los registros
históricos en una pluralidad del archivo que rebasa la legislación, la
prescripción y los informes eruditos. Asimismo, la variante cultural relativiza las
explicaciones deterministas desde un economicismo y sociologismo
reduccionista, reproductivista y absolutista, permitiendo introducir interrogantes
22
sobre los intelectuales o profesionales, los círculos de producción de
conocimiento científico, los mecanismos de distribución y legitimación de las
ideas, los desniveles en la materialización de las prescripciones intelectuales,
la resignificación de las prácticas y las transformaciones institucionales, la
producción cultural de los saberes escolares, las indicaciones prácticas de las
configuraciones espaciales y temporales, la relevancia de los signos y objetos
escolares, las rejillas de apropiación matizadas por intereses ideológico-
políticos y culturales, la recreación de las propuestas pedagógicas, entre otros.
De igual manera, esta perspectiva cultural, puede ambientar los puntos de vista
de los analistas del cambio educativo y las reformas escolares. El concepto de
cambio ha sido despojado de su trascendencia y naturaleza teleológica
(moderna ilustrada), entendiéndose desde una mirada de discontinuidades o
rupturas, de conflictos, luchas, desniveles, estratos, desigualdades, etc. El
cambio en clave histórica se vincula con los estudios de las reformas escolares,
en donde se matizan los procesos verticales de toma de decisiones y se
pluralizan las variables para la comprensión de las transformaciones en los
procesos de estatalización de la educación y la escuela. Las reformas
escolares se vinculan a los procesos de control y regulación social y con la
producción científica de conocimiento pedagógico y educativo. En esta
dirección, dejan de estar situadas en el lugar de los “generadores de políticas”
para ser entendidas desde los procesos de gobierno de las poblaciones, los
individuos y desde las contiendas y resignificaciones de los actores.
23
sociológico-educativo, para desnaturalizar sus lógicas, efectos y articulaciones
con las comunidades académicas, científicas, grupos de intelectuales o
hegemónicos, con los procesos de exclusión, regulación y control socio-
cultural. Las historias de los saberes escolares tienen articulación con el campo
aplicado de la pedagogía: la didáctica. En este terreno, se visualizan las
materializaciones prácticas de las construcciones, regulaciones o
prescripciones configuradas desde las disciplinarias escolares.
24
1.1.1 Reformas, saber pedagógico y saberes escolares
25
Los abordajes del investigador estadounidense Thomas Popkewitz (1990,
1994, 1995a, 1995b, 1997, 2000, 2002, 2003, 2007, 2009; Popkewitz y
Pereyra, 1994; Popkewitz y Brennan, 2000; Popkewitz, Franklin y Pereyra,
2003), han sido una sugestiva herramienta al momento de analizar las
articulaciones entre las reformas instruccionistas, educativas y normalistas y los
procesos de apropiación e institucionalización de la educación y pedagogía de
anormales, con sus múltiples discursos, prácticas y técnicas de conducción del
saber, los sujetos y las instituciones, en especial, desde la incorporación de las
cuestiones educativas sobre las anormalidades en la preparación de maestros
normalistas, maestros prácticos, licenciados en educación y Normalistas
Superiores.
26
propósito de las posibilidades de educación de los anormales: se pueden
educar los individuos y poblaciones escolarizables anormales, retrasadas e
irregulares y, por consiguiente, se requiere de un proceso productivo de
reformas y transformaciones en las instituciones escolares, en la familia, en la
preparación de los institutores, en las prácticas médico-escolares, en los
exámenes, en las clasificaciones, en los castigos, en los contenidos, en los
métodos y los procedimientos.
27
pero también los médicos escolares e higienistas, los intelectuales, los
reformistas y los pedagogos, hasta llegar a la familia, el pueblo y la elite, desde
el individuo hasta la especie misma;
28
maestros y en las escuelas de anormales. Los reformadores, médicos e
intelectuales orientaron a otros y fueron orientados por un ideal de
experimentalización que garantizaría (de muchas maneras) la cientifización del
saber y el progreso de lo existente. Las esperanzas de las reformas quedaban
cifradas en los anhelos de lo científico-experimental: de orden y normalidad.
29
Desde la década de 1980, el Grupo Historia de la Práctica Pedagógica en
Colombia propone trabajar con el concepto de “apropiación”, entendiéndolo
como el proceso de apropiar un saber, lo cual significa:
31
en la traducción. Implicó también procesos de viaje e intercambio de
conocimiento con los lugares globales de producción de la pedagogía de
anormales en Europa: allí tenemos el viaje de Diego Mendoza a principios del
siglo XX o los reportes de los estudiantes que se formaron en el Instituto Jean
Jacques Rousseau en Ginebra en la década de 1930.
Este análisis de las reformas y el saber, pone un singular interés en las formas
de conducción y normalización de las subjetividades que son puestas en juego
en la reforma misma. De esta manera, se muestra cómo vehiculizan ciertas
32
prácticas de distinción y jerarquización social de los sujetos, materializándose
mediante unas técnicas concretas de clasificación y medición médico-psico-
pedagógicas y de ubicación espacial de los anormales, que se difundieron,
apropiaron y transformaron constantemente entre 1920 y 1940 (de hecho, en la
actualidad se utilizan un sinnúmero de “técnicas científicas” de medición de las
dificultades, discapacidades, necesidades, tanto en lo individual como en lo
colectivo).
2. Los trabajos que van “más allá” de Foucault adelantados por Giorgio
Agamben y Toni Negri y Michel Hardt, que revitalizan las categorías de
biopoder y biopolítica para explorar otros problemas como los campos de
concentración o el Imperio, los que se han visto gratamente enriquecidos por
33
los análisis de Roberto Esposito o Mauricio Lazzarato (Lazzarato, 2006; Haidar,
2009; Ugarte, 2010)5; pero, también, las nuevas lecturas y comprensiones a
partir de la publicaciones de los cursos de Foucault, especialmente Defender la
sociedad, El nacimiento de la biopolítica, Seguridad, Territorio, Población.
Desde hace pocos años, los estudios históricos desde y sobre “la biopolítica”,
nos han mostrado las diferencias de conceptualización sobre la vida del campo
intelectual a principios del siglo XX (Castro-Gómez, 2007), el despliegue de los
dispositivos de seguridad sobre las poblaciones a partir del reconocimiento de
las “subjetividades cinéticas” y de la intervención sobre lo social desde la
espacialidad (Castro-Gómez, 2009) o, incluso, las múltiples formas de prácticas
de exclusión, racialización, blanqueamiento, marginación o subordinación de
las subjetividades minorizadas, alterizadas o colonizadas (negros, indígenas,
niños, anormales, menores, etc.), bien con el estigma de la degeneración
racial, mediante las pretensiones de purificación de la sangre, las políticas de
inmigración, los dispositivos de higienización u otros tantos (Cástro-Gómez,
2004; Pedraza Gómez, 2004; Sánchez, 2007; Castro-Gómez y Restrepo, 2008;
Hering Torres, 2008; Amador Baquiro, 2009)
5
Estos excelentes trabajos muestran el estado de conocimiento difuso e interés creciente
sobre la biopolítica, marcando claramente su génesis en la obra de Foucault y ampliando el
análisis a otros intelectuales.
34
regulaciones hacen visible técnicas y procedimientos sobre los ciclos vitales y
las agrupaciones de individuos (Caruso, 2005). Para el caso de Europa
occidental,
Siguiendo a Ugarte (2010), se cuenta con dos ejes para el estudio de la vida:
anatomopolítica y biopolítica, que definen las formas operativas de intervención
de los polos individual y poblacional del biopoder. La vida aparece en la historia
de un doble modo: “como fuerza que subyace en cada cuerpo individual y
como fuerza que proporcionará a la población su carácter y su capacidad
productiva más allá de variaciones individuales [...] No habrá una regla que
articule estas dos concepciones de la vida de un modo generalizable. El
biopoder establecerá en cada caso las condiciones específicas de esta
relación.” (Sánchez, 2007, 32-33)
35
organismo y como valor constituyente de los seres vivientes (organicismo). La
vida que emerge en el siglo XIX podrá ser regulada desde su interioridad
(accediendo a sus mecanismos interiores) y desde la exterioridad (con
prácticas de regulación y control vital), será la vida del organicismo.
36
Será Marie Frangois Xavier Bichat quien en 1800 defina la vida como un
conjunto de funciones que resisten a la muerte, es decir, define la vida en tanto
conflicto entre un cuerpo y un entorno o medio en el que “se expresan leyes
indiferentes a las exigencias propias del viviente” (Canguilhem, 1994, 175) En
1802, en simultáneo en Alemania y Francia, fue utilizado el término biología por
Treviranus y Lamarck (respectivamente), para reivindicar el estatuto de
independencia de la ciencia de la vida: esa que habita en un cuerpo y que se
examina en los organismos (desde los más simples a los más complejos), cuyo
origen debe ser buscado en la materia y el movimiento (no en el aliento divino)
y que marca la existencia de un “acto de vitalización” que distancia a los
individuos de toda pasividad. Distinto a Lamarck, en Cuvier la vida y la muerte
son “dispuestas en modos de vida que expresan la compatibilidad de
organizaciones internas, rigurosamente especializadas, con condiciones
generales de existencia” (Canguilhem, 1994, 176) De esta manera, cuerpo
viviente y medio, además de conflictos pueden producir compatibilidades y
mutuas transformaciones: la vida es un resorte que mueve y transporta los
elementos del cuerpo viviente, que
Desde ese momento, las teorías de la vida (con sus articulaciones con las
racionalidades y tecnologías políticas), más aún con el “método experimental”
de Claude Bernard, no han dejado de interrogarse por la vida como
organización y organismo, sobre sus funciones, sistemas, estructuras; pero
también sobre las posibilidades de modificación, transformación, adecuación,
adaptación, crecimiento, desarrollo. Además, desde el mismo Bichat los
37
fenómenos de la vida se dividen entre estados de salud y de enfermedad
(Canguilhem, 1994, 178), implicando comprender que las fuerzas vitales
pueden tener un transcurso natural o estar alteradas.
38
poblaciones más alteradas, desgraciadas, anormales, irregulares, con múltiples
efectos de poder y saber sobre los normales. Se pretendía, pues, una
maximización de las capacidades que se desarrollan anormalmente en unos
individuos que provienen (por herencia), hacen parte (por medio) y
conformarán (por pronóstico) una especie anómala, degenerada, retrasada.
Por consiguiente, los alumnos anormales no sólo son objeto de unas prácticas
disciplinarias, sino que son objetivados desde una biopolítica en la que la
educación, en este marco analítico, debe garantizar el desarrollo de sus
capacidades, producir las fuerzas y estimular las energías, compensar y
corregir las deficiencias, dotar de herramientas para la lucha contra el medio y
por la vida, además de pretender gobernar lo que “naturalmente” se dispone
como ingobernable.
39
anomalía que los antepasados del individuo anormal fueron el monstruo
humano, el incorregible y el onanista.
40
especie. Procuraba producir una adaptación a la lucha por la vida social y
biológica y, también, una corrección de conductas, de comportamientos, para la
regeneración de la raza, para su utilización o reincorporación productiva en los
mecanismos de producción de capital, para la regularización y el
disciplinamiento de la infancia y la adolescencia, y, en últimas, para la defensa
y blanqueamiento del organismo social.
41
articulaciones y luchas que instalarían en la historia misma las posibles
reflexiones que se emprendan en la actualidad sobre la formación del
profesorado en educación especial.
42
principales interrogantes, reflexiones, discursos y prácticas sobre la corrección,
la educación y los sujetos? Para terminar, ¿Existieron continuidades y
discontinuidades entre los procesos de formación de maestros en las Escuelas
Normales, las Casas de Menores y las Escuelas de Ciegos y Sordomudos en
su relación con la educación de anormales?
6 En el proceso de evaluación final del trabajo de investigación, el profesor Jorge Iván Correa,
del Tecnológico de Antioquia, como evaluador externo señaló la importancia de precisar con
mayor detenimiento el diseño metodológico de la investigación, de forma tal que no se
confundiera con una “monografía”. En acuerdo con el asesor, se hizo un análisis comparativo
de algunas reflexiones y metódicas propuestas por otros investigadores del Grupo de historia
de la práctica pedagógica en Colombia, con el objetivo de explicitar nuestro lugar de saber en
el contexto de la investigación educativa y pedagógica. Los documentos analizados son los
siguientes: 1. Pedagogía e historia de la Olga Lucía Zuluaga (1999). 2. Asesoría sobre
tematización de Alberto Echeverri (2008). 3. Tipos de lectura y procedimientos metodológicos
de tipo arqueológico de Alberto Martínez Boom (2006). 4. Enfoque Arqueológico-Genealógico.
Orientaciones metodológicas para la lectura de fuentes primarias de Alejandro Álvarez Gallego
(2010).
43
perspectiva del Grupo Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia, pero
que adquiere precisiones y matices en función del problema y de las
condiciones materiales de la misma investigación.
7 Por ejemplo, temáticas como pedagogía, educación, enseñanza, instrucción pública, escuela
primaria, moral escolar, niños, maestro, exámenes, textos, medición, anormalidades infantiles,
higiene escolar, clasificación científica, corrección, entre otras.
44
[...] acoge los documentos, no tanto como fuente, sino como Registro de
prácticas [...] no es una fuente para hacerla hablar desde otra discursividad, es
un registro donde ya se ha hablado desde un ejercicio de saber, cruzado por
instituciones, discursos, sujetos y prácticas diferentes; de ahí que se asuma el
documento, visto desde su discurso, como un tejido relacional que permite una
reescritura metódica de lo dicho. (Zuluaga, 1999, 30)
45
sociedades es particularmente un acto de fuerza, un producto de hegemonías,
el trazo de formas de clasificación de objetos sociales y de establecimiento de
zonas en donde el bullicio, el simple murmullo o el silencio se imponen, según
los intereses, las fuerzas y las estrategias que en un momento determinado
rigen la sociedad [...] (Silva, 2007, 53-54)
46
partir de las fuentes secundarias e investigaciones anteriores (v.g. Martín
Restrepo Mejía, Tomás Cadavid Restrepo, Miguel Jiménez López, entre otros).
47
procedimientos, las formas de reprografía (fotocopiado o fotografiado) y las
formas de registro de la información (cuadernos o diario de campo).
Renán Silva (2007, 55), recordará que “[...] plantear e intentar resolver un
problema en el campo de la investigación histórica exige seleccionar con
pertinencia los documentos que hacen posible su investigación; pero exige
sobre todo “trabajar” (elaborar, transformar) los documentos que han sido
objeto de selección.” De igual modo, agrega que la transformación y
elaboración de los materiales en otra cosa, comienza desde el momento mismo
en que se ingresa a un archivo institucional, una biblioteca o una colección
patrimonial, “pues seleccionar unas fuentes es proceder a redistribuir un
espacio, ya que en la investigación histórica todo comienza con ‘el gesto de
49
poner aparte, de reunir, de convertir en ‘documentos’ algunos objetos
repartidos de otro modo’ (Silva, 2007, 60)
50
búsqueda del sentido oculto de los registros o en la cuantificación de los
elementos básicos del discurso. No es una decodificación. Rompe con los
criterios de unidad del autor y del texto: hacen parte de un momento pasajero
de interrogación y de tratamiento de los registros. No se hace análisis de la
personalidad de los autores, de los turnos conversacionales, de los aspectos
paralingüísticos, etc.
Bibliografía N° Documento
N° Ficha
Párrafo (unidad de análisis) Descriptores
Página.
Relaciones conceptuales
Disciplinas
Biopolítica
Relaciones de saber-normalismo-correccionalismo
Observaciones
53
características que presenta en nuestra sociedad [...] Apunta a ir
caracterizando aspectos del discurso pedagógico” (Zuluaga, 1999, 237), entre
los cuales se encuentran: los procedimientos pedagógicos, que arrojan
conocimientos del método de enseñanza, la concepción del conocimiento, la
concepción del lenguaje, la concepción del humano que se quiere formar, la
selección del saber. Dicha lectura se realiza desde una interioridad hasta llegar
a la exterioridad del documento, a las relaciones con lo exterior. “Se desplaza
de “objetos internos” (temáticos) a objetos externos, cuando ya los primeros
pueden entrar en un universo de temáticas y de relaciones que se repiten aquí
y allá.” (Zuluaga, 1999, 239). Sin embargo, las temáticas no pueden aislarse,
sino por el contrario unas conducen a otras entrando en relación, estas
constituirán las directrices del trabajo, las cuales son siempre susceptibles de
variar. Por su parte, la lectura discursiva “[...] consiste en situar el texto en
relación con otros discursos y corrientes de pensamiento que aparentemente
pueden serle ajenas; establecer jerarquías de relación con los otros discursos;
agrupar según unidades de relaciones [...]” (Zuluaga, 1999, 240). Mediante esta
lectura se encontraron indicios sobre la multiplicidad de campos de saber con
los que se relaciona la preparación de maestros en la pedagogía de anormales.
54
trabajo con los documentos. En términos técnicos, los resultados son el
producto de las lecturas, las lecturas emergentes azarosas, la instancia
metodológica y el juego de los conceptos en el análisis y tematización de la
documentación. Cuando se ha trabajado suficientemente en la descomposición
de los registros, se puede llegar a establecer una “jerarquización” en los
agrupamientos. Es necesario tener claro que el registro es el que regula y
brinda las posibilidades de relaciones. En la ficha se identifican las
instituciones, los sujetos y los discursos para establecer agrupamientos e
identificar las relaciones dominantes. El agrupamiento es abstracto, rompe con
el sentido oculto y con el saber inmediato, delimitando la temporalidad.
55
función del análisis de una importante discontinuidad con las reformas de los
liberales radicales a finales del siglo XIX, por tanto, el corte definitivo abarca de
1870 a 1942.
56
Capítulo Dos
Reformas instruccionistas normalistas pestalozzianas:
obligatoriedad/libertad de enseñanza, civilización del pueblo y
educación de idiotas, 1870-1913
La enseñanza mutua fue escogida en Colombia para enseñar las primeras letras.
Este método, fundamentado en los procedimientos de José Lancaster, conocido
como el sistema monitorial, se utilizó en Latinoamérica, "en los primeros tiempos
de la República, para ayudar a remediar la escasez de maestros". Los dirigentes
latinoamericanos confiaban en los beneficios de este método para lograr una
rápida generalización de la instrucción popular. (Zuluaga, 1993-1994, 265)
57
La Escuela Normal y el Manual se constituían en los polos de difusión del
nuevo método que pretendía uniformarse en toda la República para propagar
las "luces” y erradicar el "antiguo método” heredado por el Régimen Colonial.
La escuela normal tenía el mismo método que la escuela de primeras letras y
los maestros que formaba solamente se diferenciaban de un alumno o monitor
por el conocimiento del Manual que tuviese. Normal, texto y método inventaban
la nación colombiana, desde el sistema de instrucción pública12.
12 Las ideas y análisis expresados son retomados del trabajo pionero de la profesora Olga
Lucía Zuluaga, en especial, El maestro y el saber pedagógico en Colombia de 1984 y Las
escuelas normales en Colombia (durante las reformas de Francisco de Paula Santander y
Mariano Ospina Rodríguez) de 1993-1994. Al decir de Zuluaga (1993-1994, 277-278): "Al
establecer las escuelas de primeras letras y las escuelas normales, los propósitos del gobierno,
se pueden resumir así: dar a los niños en las escuelas los rudimentos del conocimiento
humano y el instrumento (la lectura y la escritura) para ejercer los derechos del ciudadano y
cumplir los deberes religiosos y morales; uniformar en toda la República el método de
enseñanza; institucionalizar y difundir el "sistema de enseñanza mutua" mediante las Normales
a todas las provincias. El gobierno de Santander trató de disminuir la influencia clerical en la
educación sin poder lograrlo debido a la gran influencia del clero entre las masas.
Consecuencia de esto fue la educación de los niños con una actitud de respeto por la Nación y
por la religión como lazo de unión entre los colombianos. Las reformas de Ospina, mejoraron el
estatus de las escuelas normales, hicieron más amplio el programa de formación de los
maestros, adoptaron por primera vez un programa de pedagogía, e incidieron en la
cualificación del oficio de maestro, aunque en la práctica no hubieran tenido el éxito que se
esperaba.”
13 "En el periodo que marca la Ley 26 de junio de 1842, la escuela normal cobra mayor
importancia y una relación precisa con el oficio de maestro [...] Los rasgos más notables de
esta reforma son los siguientes: a. La Escuela Normal es la institución que reconoce la aptitud
para ejercer el oficio de maestro [...] b. Las funciones de las Juntas Curadoras para la
selección y remoción de los maestros quedan abolidas [...] c. Para prever la escasez de
preceptores, se facilita el ingreso a la Escuela Normal autorizando a los gobernadores de las
provincias para pagar el sueldo de las escuelas [...] Mediante éstos la Escuela Normal alberga
no sólo el método de enseñanza, sino también la pedagogía. No sólo forma preceptores. Se le
faculta, como institución del saber pedagógico, para intervenir en la práctica pedagógica
mediante su director.” (Zuluaga, 1993-1994: 275-276)
58
maestros en los diferentes métodos y en pedagogía, en los contenidos que
debe enseñar y en el montaje de las escuelas primarias14.
14 "El maestro, esa figura borrosa del manual de 1826 aparece ahora, en la reforma hecha por
Triana en 1845, como el guía del aprendizaje de los niños, guía que en ningún momento puede
ser reemplazado por los niños que ejercen las funciones de monitores. Él es quien reconoce el
aprendizaje de los niños para el paso de un nivel de conocimiento a otro más complejo [...] Uno
de los logros más importantes de la reforma del Manual es la participación del maestro en la
preparación de los contenidos que serán enseñados. El maestro puede componer, moldear,
redactar lo que sabe aplicándole el método. Triana reescribe el Manual de 1826 como una
tarea propia del oficio de maestro, su trabajo de reescritura le posibilita en la enseñanza mutua
la función de manejar el método para aplicarlo a cualquier saber, produciendo el maestro
mismo con su saber y su pericia el encuentro del método y el saber: primera condición para el
oficio de maestro. El encuentro del método y el saber, los niños monitores no están en
condiciones de desempeñarlo.” (Zuluaga, 1984, 123-124)
15 "Los monitores, destinados para gobernar y enseñar a otros niños "no se sirven de la
autoridad que se les confiere sino para divertirse con ellos impunemente, para protejer su
ociosidad, y encubrir sus defectos tal vez mediando el coecho”. Lo que Triana descubre más
allá de las plumas y de la tinta que no le suministran, es la "naturaleza de los niños”: "yo he
empleado muchos días -Añade- en educar monitores y no he hallado mejores resultados, lo
que ha hecho conoser estos defectos son anexos a la naturaleza de los niños inevitables en
esta edad”. Por consiguiente, la máquina no deja alternativa, los niños son declarados o
buenos o malos, luego el procedimiento para formarlos no puede ser sino el premio o el
castigo, sin éstos la máquina no podría cumplir su cometido. Verdad-error Adelante-atrás, son
los extremos de ese dispositivo que pretende docilizar el cuerpo y marcar la mente de los
niños: su marcha se descompone con el azar de la infancia. El sueño más preciado de José
Lancaster: emplear a los niños como preceptores para que un solo maestro pueda dirigir hasta
mil niños, se desmorona. Triana, afirma: "una larga experiencia me ha hecho ver que es del
‘todo imposible, que un solo hombre pueda rejir e instruir un gran número de niños (200), como
el que está a mi cargo”; los niños, nunca podrían ser aptos para gobernar a otros.” (Zuluaga,
1984, 89)
59
Bogotá tuvo continuas dificultades para mantenerse en sus funciones como
institución de saber pedagógico que formaba maestros para toda la nación
entre 1840 y 1860.
Desde las postrimerías del siglo XIX hasta finales de la primera década del
siglo XX, podemos apreciar la emergencia de un normalismo pestalozziano
(radical) que dará paso a un normalismo pestalozziano perfeccionado (católico-
confesional), situado en el giro de las pretensiones de constituir un Estado
Docente (1870-1885), mediante la obligatoriedad escolar, a la Expansión del
60
magisterio de la Iglesia en la escuela colombiana (1886-1929), con la libertad
de enseñanza e instrucción (Estado no docente). El horizonte dibujado por el
pestalozzianismo (en sus múltiples formas de enunciación, aplicación y
transformación) intentó producir otro ciudadano: civilizado, progresista,
trabajador, libre. Sin embargo, las reformas instruccionistas normalistas al
tiempo que producían la imagen y el devenir del niño escolarizado, produjeron
e inventaron otra diferenciación en la escuela, la pedagogía y la sociedad
desde la delimitación de una nueva especie, tipo o clase de niño: el inhábil para
el estudio, el impedido, el idiota, el imbécil, el cretino, el niño con vicios,
irregularidades e insano.
No existe reforma sin una lucha por la instalación de otra lógica enunciativa que
transforme necesariamente a los sujetos, instituciones y saberes que ella
misma intenta producir. Y desde esta perspectiva sobre la reforma, la
especificidad en el saber pedagógico que introdujo José María Triana con el
Curso de Pedagogía en la Escuela Normal de Bogotá a mediados de siglo XIX
sobre el niño, será puesta en otro espacio epistémico de funcionamiento y en
otras prácticas y técnicas de gobierno, que implicará -a la postre- la
emergencia histórica de una clase, especie o tipo de población escolar que
deberá ser conducida/controlada mediante tratamientos y métodos que tendrán
por zócalo de pensamiento a lo moderno-experimental. El gobierno de los
niños, pero esta vez, unos niños anormales, tendrá que ser aprendido por otra
forma de existencia del maestro basado en un saber bien distinto.
61
2.1. Liberales radicales y hegemonía conservadora: tensiones y opciones
sobre la instrucción
16 Jaime Jaramillo Uribe, en uno de los primeros análisis del Decreto, desde la perspectiva de la
Nueva Historia, planteaba que: "El decreto tuvo el propósito de organizar en todos sus
aspectos, hasta en los más minuciosos, el sistema nacional educativo. Estableció tres grandes
sectores de acción: enseñanza, inspección y administración. Creó por primera vez una
Dirección General de Instrucción Pública, adscrita al Ministerio del Interior [...] Para dirigirla se
estableció el cargo de Director General de Instrucción Pública, provisto por el Presidente de la
República. A la Dirección General se le dieron las más amplias funciones: formular los
programas de enseñanza, fijar textos y publicarlos, organizar bibliotecas escolares, llevar
estadísticas educativas, proponer candidatos para dirigir las Escuelas Normales Nacionales,
suspender los Directores de Educación de los Estados Federales por mal desempeño de sus
funciones, etc., etc. Prohíbe las discriminaciones raciales y sociales, prescribe principios de
formación moral como el amor a la justicia, a la patria, a la humanidad, la frugalidad, la
tolerancia, la moderación y en general, como dice el texto, "el cultivo de todas las virtudes que
son el ornamento de la especie humana y la base sobre que reposa toda sociedad libre”.
También se recomiendan las prácticas y el fomento de los hábitos propios de una democracia:
la libre discusión, la decisión racionalmente tomada tal como se logra en la práctica del jurado
de conciencia en la administración de justicia. Quizás los dos conceptos más innovadores y
también más problemáticos que instituía el decreto fueron el de obligatoriedad y el de
neutralidad religiosa de la escuela elemental. Los hombres de la generación radical estaban
convencidos de que no podía haber democracia con ciudadanos analfabetas y de que el
servicio educativo era uno de los deberes del Estado y recibirlo gratuitamente uno de los
derechos del ciudadano. El de la obligatoriedad, que estaba reglamentado en el Decreto por
un conjunto de sanciones para los padres que no enviaran sus hijos a la escuela, chocaba
además con los obstáculos propios de un estado pobre, sin recursos económicos y humanos
para garantizar la enseñanza a la población escolar. (Jaramillo Uribe, 1980, 79-80)
62
El historiador Renán Silva (1989) señala que la reforma radical de la instrucción
produjo dos grupos en contienda: los instruccionistas y los ignorantistas. Los
primeros defendían el lugar central que tenía la instrucción pública, obligatoria,
laica y gratuita para garantizar las libertades y progresos de la República. Los
segundos consideraban a la obligatoriedad escolar como inconstitucional y
como una intromisión del Estado en asuntos privados; además, señalaban que
la reforma era anticlerical.
Art. 87. Los padres, guardadores, i en jeneral todos los que tienen niños a su
cargo, o los emplean o reciben en aprendizaje, están obligados a enviarlos a
una de las escuelas públicas del Distrito, o a hacer que de otra manera se les
dé la suficiente instruccion. Esta obligacion se estiende a todos los niños desde
Art. 88. El niño que ántes de cumplir la edad de quince años haya recibido
instrucción en todas las materias que constituyen la instruccion primaria
elemental i superior, podrá ser retirado de la escuela con permiso de la
Comision de vijilancia i previo un exámen.
Art. 89. Los padres, guardadores i maestros que no envíen a las escuelas
públicas a sus propios hijos i los que les están confiados, tienen el deber de
indicar a los funcionarios públicos i a las Comisiones de vijilancia, siempre que
sean requeridos al efecto, los medios que emplean en su educacion. Los
funcionarios públicos i las Comisiones de vijilancia verificarán la exactitud de
los informes que se les den a este respecto; i si encontraren que la educacion
que se da a los niños es insuficiente, harán que éstos sean enviados a las
escuelas públicas, empleando los apremios que establezca la lejislacion vijente
en el Estado o en el Territorio.
65
algunos recursos, dificultaron el cumplimiento del mandato de obligatoriedad y
gratuidad escolar (Peña Soto, 2009)18
Art. 29. Las escuelas tienen por objeto formar hombres sanos de cuerpo i de
espíritu, dignos i capaces de ser ciudadanos i majistrados de una sociedad
republicana i libre.
Art. 30. La enseñanza en las escuelas no se limitará a la instruccion, sino que
comprenderá el desarrollo armónico de todas las facultades del alma, de los
sentidos i de las fuerzas del cuerpo.
Art. 33. Los institutores públicos tienen plena autoridad sobre los niños en todo lo
que se refleja a su educacion, i deben vijilar incesantemente su conducta no solo
dentro de la escuela, sino fuera de ella, escepto dentro de los límites de la casa
paterna. Cuidarán, por tanto, de que los niños adquieran en sus maneras,
palabras y acciones, hábitos de urbanidad, i los ejercitarán en la práctica de los
deberes que el hombre bien educado tiene para con la sociedad en que vive.
(Cursiva fuera del texto)
18 Es importante señalar que existen diferencias estatales o regionales sobre las cuestiones
instruccionistas que acá no hacemos visibles. Esa es una limitación explícita de este estudio.
Existen cuatro trabajos recientes, desde otras perspectivas y problemas históricos, que
permiten ampliar esta cuestión: Cardona Zuluaga, 2004, 2007; Loaiza Cano, 2007, Alzate
García, 2010. Pueden consultarse también otros trabajos al respecto. Sobre el Estado
Soberano del Cauca, Guerrero y Andrade, 1998; Molina, 1998. Sobre el Estado Soberano del
Magdalena: Alarcón Meneses, 2009. Sobre el Estado Soberano de Antioquia: González
Beltrán, 1991; Ossa Montoya, 2006; Ospina Cruz, 2010.
66
Concordando con Gilberto Loaiza Cano (2007), la reforma instruccionista
normalista pretendía producir y necesitaba un institutor acorde con los
postulados y principios del liberalismo radical:
67
De igual manera, el decreto contemplaba la creación de una escuela primaria y
una sala de asilo en cada Escuela Normal para el ensayo de los métodos de
enseñanza y planteaba que fueran el centro de una sociedad de institutores y
de una biblioteca circulante (Art. 135 y 137). En forma complementaria, el
Decreto 356 de 1874 dispuso la creación de Escuelas normales femeninas y la
Ley 45 de 1876 el establecimiento de escuelas normales en Cauca, Panamá y
Magdalena (estas últimas no pudieron abrirse por problemas de fisco y falta de
maestros calificados).
68
materializó en un proceso de conducción-control para los y las normalistas que
a su vez se encargarían de la dirección de los niños en la escuela.19
Se creía que la religión que debía fomentar el gobierno era la católica, por ser
la de la mayoría de los colombianos, por lo cual era indispensable prestarle el
auxilio necesario a la Iglesia, y no se veía aceptable que el gobierno, para
organizar las diferentes escuelas normales del país, hubiese traído profesores
alemanes no católicos, pues con esto se suponía que se "descatolizaba” la
nación [...] El hecho de la instrucción obligatoria o forzada, para algunos
habilitaba a los maestros protestantes para enseñar sin ninguna
responsabilidad la materia de moral y religión en aspectos contrarios a la
católica [...] Los dirigentes del catolicismo estuvieron convencidos de que los
anticatólicos los habían atacado por el lado más vulnerable, es decir, por la
infancia [...] Agregaron que en medio del pueblo católico se iba formando a la
sombra de la paz y de la tolerancia una escuela anticatólica, que asumía el
derecho de enseñar lo que ella quería y no lo que deseaba el pueblo. (Baéz,
2004, 42).
19
De la mano de una pedagogía histórico comparada (Schriewer, 2002; Schriewer y Martínez
Valle, 2007), las valoraciones externalistas hacen alusión al concepto de externalización, que
alude a formas de selección y evaluación de contenidos internacionales o históricos y persigue
la interpretación y el aprovechamiento de lo «internacional» atendiendo a su relevancia para la
política educativa interna. La externalización potencia los análisis de las apropiaciones de un
saber en unas formaciones sociales específicas, en tanto posibilita identificar la multiplicidad de
intenciones, estrategias y formas específicas de referenciación utilizadas por los diversos
agentes (maestros, políticos, intelectuales, médicos, entre otros) para legitimar, orientar,
contextualizar, distinguir o utilizar institucionalmente unos discursos producidos histórica y
geográficamente en otras latitudes y tiempos, al mismo instante que permite apreciar y señalar
las acciones de las condiciones locales y la propia historia sobre lo que se piensa apropiar o
sobre lo que se está apropiando.
69
pedagógica y científica de un nuevo institutor. Pero, un sector de la Iglesia
católica insistió en que esta esperanza de los liberales radicales, produciría una
escuela anticatólica en contravía con la creencia de la mayoría de los niños,
jóvenes y familias del país. Esta tensión con la Iglesia marca la llegada de los
pedagogos alemanes e incluso el cierre de la mayoría de escuelas normales en
1876.
Con la Misión Pedagógica se crearon entre 1872 y 1879, una Escuela Normal
Central, doce escuelas normales de varones y diez escuelas normales de
señoritas, en todos los Estados Soberanos de la Unión20. La consolidación
expansiva de la reforma instruccionista normalista pestalozziana radical se
extendía, de esta manera, por toda la territorialidad nacional "urbana”. Desde el
saber pedagógico, ciertas prácticas y conceptos de Johan Henrich Pestalozzi
demarcaban el horizonte conceptual de la formación de los normalistas,
además de la legislación de instrucción y de los saberes escolarizados por
enseñar en la escuela primaria21. La enseñanza mutua comenzó a convertirse
en un método antiguo (teóricamente) y las lecciones objetivas, como síntesis
enunciativa de la pedagogía pestalozziana, se situaron en el lugar de lo
moderno por difundir e institucionalizar.
71
y su importancia en el desarrollo, cultivo y educación de los niños en las
escuelas y de los maestros en las escuelas normales. Sin embargo, en el
conjunto de la formación normalista estas preocupaciones fueron menores en
relación con la importancia dada al dominio de la objetiva, de las materias que
se debían impartir en las escuelas primarias y de la moral, lo cual se verifica a
través de los exámenes realizados a los normalistas para adquirir el título de
Maestros de Escuelas Elementales o Superiores.22
73
reconoció la necesidad del estudio propio y especializado de la niñez [...] sin
duda favoreció la inclusión (en la cátedra de higiene de 1887- 88, numeral 1),
del estudio sobre la lactancia, las nodrizas, las casas de educación para niños y
jóvenes, y de los hospitales de niños. A la cátedra de Higiene general le siguió
poco tiempo después, la de Patología e Higiene de la Infancia y, el primer
intento, en 1888, de creación de un servicio hospitalario exclusivo para niños.
(Sotomayor, 2010, 23. Cursiva fuera del texto)
74
En una Circular enviada el 7 de enero de 1871, Manuel Mallarino, de la
Dirección general de instrucción pública, explica a ilustres intelectuales
colombianos el sentido del periódico:
La lucha entre Iglesia y Estado (federal, liberal y radical), con sus variadas
expresiones, desde publicaciones por doquier en periódicos, sermones en
capillas, prohibiciones a los padres e incluso con el desenlace de la Guerra de
escuelas (1876), envolvió las posibilidades de discusión sobre los tópicos que
debían impregnar la formación de los normalistas y las prácticas de saber de
los maestros en las escuelas primarias. Digámoslo de la siguiente manera: la
enseñanza de la religión y la libertad de enseñar se convirtió en el nucleador de
la discusión instruccionista y pedagógica en la escuela primaria hasta el declive
de los liberales radicales a principios de 1880.23
76
Ahora bien, el Artículo 102 del Decreto de Instrucción Pública plantea que
77
Abejorral y Sopetrán, en el Estado Soberano de Antioquia a mediados de la
década de 1870.24
Antioquia ante el conjunto de reformas direccionadas desde el liberalismo radical para los
Estados Unidos de Colombia, basado en su conservadurismo y adherencia a la fe católica y la
alianza con el partido conservador que siempre caracterizó al Estado.
78
tiempo sirva de escándalo y tropiezo á los condiscípulos, se expulsará del
establecimiento con previo conocimiento del Cabildo.
Art. 6° Las cuestiones de edad las resolverá la res pectiva partida de bautizo. Las
relativas á las lesiones fisicas ó intelectuales, por el exámen é informe de un
profesor de medicina. Las que se refieran á incorregibilidad, por el exámen é
informe de la Junta calificadora creada en el artículo anterior. (Cabildo de
Sopetrán, 1875, 36)
79
realidad de Chile y aprobada por los señores Andrés Bello, José Manuel
Orrego, Manuel Carvallo, Ventura Blanco Encalada y Francisco de Borja Solar,
de la Universidad chilena, pero que aplicaba para el caso de Colombia (según
el criterio de los reformistas liberales).
por lo tanto [...] se haga a todos partícipes de ese bien, que ese don se haga
estensivo a los hombres i a las mujeres, a los ricos i a los pobres, a los
descendientes de la raza europea i a los de la raza indiana. Queremos que bajo
el hermoso cielo de Chile [como bajo en de Colombia dirán los instruccionistas
radicales], i sobre el espléndido suelo de nuestro pais, no haya un solo individuo
que no tenga los elementos precisos para escapar de la miseria del alma, de la
ignorancia, i a la miseria del cuerpo, la pobreza, que resulta de la inhabilidad
para una industria cualquiera. Eso se conseguirá el dia que una instruccion
80
general i completa esté cimentada en toda la República, el dia en que
únicamente por escepcion se encuentre a uno de nuestros compatriotas que no
posea los conocimiento rudimentales. (Amunáteguis, 1871, 51)
25 Enrique Cortés nació en Tunja en 1838 y murió en 1912. Fue diplomático, administrador,
banquero, comerciante, ensayista, novelista. Director de Instrucción Pública de los Estados
Unidos de Colombia en la década de 1870, miembro del grupo político que estableció en la
educación la vía para conquistar la civilización. Entre sus obras tenemos: Escritos varios de
1896, una compilación de sus artículos e informes de Instrucción publicados seriadamente en
La Escuela Normal, periódico oficial del gobierno de los liberales radicales.
81
1896, 107. Cursiva fuera del texto). Si el hombre no se educa, se estanca el
progreso de la nación; más aún, la libertad termina cuando se opta por no
educarse y quien no se educa no puede ser libre. Podría decirse, pues, que los
idiotas eran entendidos como "antípodas hostiles” al Estado.
Para Cortés, la sociedad tenía que protegerse como organismo social; por esta
razón, piensa en la educación del pueblo, puesto que "[...] un pueblo de idiotas,
es decir, un pueblo de seres incapaces de ser educados, de recibir cultivo en
su cerebro, seria un pueblo pobre en medio del oro y los diamantes, al paso
que un pueblo altamente educado es riquísimo, opulento [...]” (Cortes, 1896,
108-109. Cursiva fuera del texto). La no educación hace que permanezcan
dentro del pueblo la ignorancia, los vicios y el crimen, destruiría desde sus
bases el sistema de gobierno del Estado, pues no tendría líderes inteligentes,
ilustrados, buenos y felices, al contrario, serán ignorantes y viciosos. Es por
todo lo anterior que la instrucción obligatoria se presentaba como el mejor
proyecto de progreso moderno.
82
De igual manera, el idiota era entendido como un punto límite y de quiebre en
la labor del maestro, dice Cortés, a nombre de un maestro anónimo, que
Si yo dirigiese una escuela bien montada y todos los niños asistiesen á ella
diariamente desde los seis á los catorce años; si mis ayudantes fuesen muy
buenos, y si estuviese rodeado y fortalecido por todas las circunstancias [...] aun
siendo como soy un maestro de muy medianas habilidades, puedo asegurarle
que después de la segunda generación, ni uno solo de mis discípulos
(exceptuando idiotas e imbéciles) dejaría de ser un miembro útil a la sociedad
(Cortés, 1896, 112)
83
1.1.2 El tránsito al Plan Zerda y la Ley Uribe: Estado no docente y
educación normalista
26 Miguel Antonio Caro. (Bogotá, 1843- id., 1909) Político y escritor colombiano. Fundó y fue
director del diario El Tradicionalista. Dirigió la Academia colombiana de la Lengua. Participó en
la redacción de la constitución de 1886 y ejerció como diputado y presidente del consejo de
Estado y como vicepresidente (1892) y presidente de la República (1894). Tras abandonar la
política, se dedicó a la literatura: es autor de una Gramática de la lengua latina (en
colaboración con R.J. Cuervo, 1867), de ensayos (Tratado sobre el participio, 1870), de
traducciones (Horacio, Tibulo, Catulo, Virgilio) y de poesías. Recuperado de:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/caro_miguel.htm Además, fue uno de los más
grandes filólogos de su tiempo en América Latina, periodista reconocido por su pensamiento
conservador y católico. Rafael Nuñez. Cartagena de Indias, 1825-1894. Político, periodista y
abogado, presidente de Colombia entre 1880-1882, 1884-1886 y 1886-1888. Autor de la letra
del Himno Nacional del país. Fundador del Diario La Democracia. Luchó arduamente por la
división del estado y la Iglesia, fue secretario de Gobierno, Guerra y Hacienda. "En el Viejo
Continente recibió la influencia del positivismo spenceriano, que le sirvió para reflexionar sobre
la situación de crisis de Colombia y acuñar su famosa frase: "Regeneración o catástrofe".
Producto de su estancia en el extranjero, en los Ensayos de crítica social (1874) volcó su
postura sobre diferentes aspectos de la vida nacional quien la posteridad llamaría el Filósofo
del Cabrero o el Máximo Reformador político de Colombia”. Entre 1876 y 1878 lideró a los
liberales independientes aglutinados en el Movimiento de la Regeneración, opuesto al
decadente radicalismo, y cuando llegó a la presidencia de la República para gobernar en el
período 1880-1882 se consagró a efectuar los cambios que tanto había anhelado: con la
creación del Banco Nacional intentó romper la dependencia que tenía el Estado de las
instituciones bancarias privadas; anuló las autonomías que los radicales habían otorgado a las
instituciones educativas, sustituyéndolas por un patronato otorgado por orden presidencial para
la elección de rectores e instaurando rígidos reglamentos que prohibían la participación política
de los estudiantes, lo que neutralizó en buena parte el poder de los radicales; finalmente, en un
lento proceso, fue sustituyendo la burocracia liberal por otra conservadora. Recuperado de:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nunez_rafael.htm
84
década de 1930 (lo cual configura formalmente un "Estado no docente”); y, por
último, se emprende la centralización administrativa de la instrucción nacional
(restándole autonomía a los diluidos Estados soberanos que fueron convertidos
en Departamentos), desde el segundo gobierno de Rafael Núñez, que
promovió actos legislativos que centralizan y pretenden homogeneizar
contundentemente la instrucción popular (Zuluaga, Saldarriaga, Osorio,
Echeverri y Zapata, 2004)
85
ascenso, el Plan del médico Liborio Zerda de 1893 (Decreto 349), instaura los
planes de estudio y los cursos para las escuelas normales. También plantea
continuidades con el radicalismo, siendo anonimizadas por el veto que implicó
la Regeneración y la oposición de la Iglesia ante las propuestas de los
radicales.
La Ley Uribe de 1903 (en honor a su promotor antioqueño Antonio José Uribe),
ambientada en la hegemonía conservadora, que pretendía restaurar un país
devastado por la guerra de los mil días, anula toda posibilidad de obligatoriedad
escolar en su artículo 3°, cuando dispone que la Instrucción Primaria costeada
con fondos públicos será gratuita y no obligatoria; estará a cargo y bajo la
inmediata dirección y protección de los Gobiernos de los Departamentos, en
consonancia con las Ordenanzas expedidas por las Asambleas respectivas, e
inspeccionada por el Poder Ejecutivo Nacional. Esta reforma escolar, enraizada
en la transformación social, política y cultural conservadurista, pretendió “[...]
terminar con el proyecto de educación y escuela que intentaron llevar a cabo
87
los liberales radicales en 1870. [Rafael] Nuñez propició la traída de los
Hermanos Cristianos y otras congregaciones [...] para crear un modelo de
educación confesional, cristiana y católica y romper así toda influencia de
educación liberal, laica, única y obligatoria.” (Quiceno, Saénz y Vahos, 2004,
113)
89
7°, Geografía y especialmente la Geografía de Colombia;
8°, los principales hechos de la historia general, y la historia detallada de
Colombia;
9°, Higiene;
10, nociones elementales de ciencias naturales, Agricultura, Horticultura y
Arboricultura en las Escuelas de institutores; nociones elementales de ciencias
naturales, de horticultura y de economía doméstica en la Escuela Normal de
Institutoras;
11, Dibujo, formas geométricas y trabajo manual, en las Escuelas Normales de
Varones. Dibujo, formas geométricas y trabajo de aguja y de corte, en las
Escuelas Normales de Institutoras;
12, Gimnasia;
13, Música vocal. Himno nacional;
14, Algebra, las ecuaciones de 2° grado inclusive (en las Escuelas Normales de
Institutores solamente);
15, Geometría plana y del espacio, y ejercicios prácticos de Agrimensura (en las
Escuelas Normales de varones solamente);
16, Contabilidad.
Estas materias se distribuirán en cuatro años de estudio, en la forma que
determine un reglamento posterior del Ministerio de Instrucción Pública. Mientras
éste se expide, se observará para el régimen interno de las Escuelas Normales
el reglamento expedido el 31 de agosto de 1893, en lo que no fuere contrario a lo
establecido en este capitulo.
90
Desde los planes de estudio de la Reforma instruccionista de 1870, en los
cuales aparecía la higiene, la fisiología y la historia natural, hasta la
centralización y obligatoriedad de la reflexión moderna sobre la higiene general,
del sistema nervioso, escolar e intelectual a principios de la década de 1910 en
las Escuelas Normales de la República de Colombia, en pleno apogeo de la
Hegemonía conservadora, los discursos higiénicos en las escuelas primarias y
normales comienzan a introducir otra imagen de niño escolar en los
normalismos pestalozzianos, en específico, desde el sujeto con facultades
escalonadas que se pretendía formar: el niño escolarizado.
91
normalismos pestalozzianos y la pedagogía y educación de los idiotas en el
proceso de reformas a la instrucción pública en Colombia.
92
Este instituto, destinado a la educación de maestros de escuelas elementales,
es uno de los cuatro pertenecientes a la provincia de Sajonia, i fué organizado
en 1822. Reune bajo su jurisdiccion, o en el distrito, sujetos a la inspeccion de
un mismo maestro, los siguientes establecimientos: 1.°La escuela normal, o
instituto de maestros, que es plantel del Gobierno. 2.° Una escuela
preparatoria, anexa a la anterior, i establecida por empresa de sus maestros.
3.° Una escuela del instituto, o de la ciudad, con cuatrocientos alumnos. 4.°
Escuela elemental para niños pobres, de doscientos alumnos. 5.° Una escuela
de sordo-mudos, de veinte cinco alumnos, establecidas en 1828, i sostenida
por el Gobierno. Las últimas escuelas mencionadas son de práctica para los
estudiantes del instituto. (Direccion Jeneral de instruccion pública, 1875, 278.
Cursiva fuera del texto)
94
Además, de las alusiones a Prusia (desde la formación normalista y la
estadística escolar), las referenciaciones a los Estados Unidos de
Norteamérica, especialmente a los Estados de Boston y Massachusetts, fueron
centrales en la difusión de la educación de idiotas y la preocupación por las
debilidades físicas, mentales y morales en los escolares. Comenzando el año
de 1876, en la sección de Variedades, encontramos la noticia sobre una
comisión de escuelas constituida en el Estado de Boston que observó que
Entre los jérmenes de esterilidad que hai en la labor educativa, i sobre los cuales
no tiene el maestro absoluto dominio, el principal es la natural rudeza de los
alumnos que son introducidos a toda escuela i colejio. No hai trabajo perdido en
detenerse a enseñar a los discípulos lerdos, si procuramos enseñarles sólo lo
que son capaces de aprender, i lo que es esencial que aprendan. Tienen ellos
derecho a costar doble trabajo, como los sordos i los ciegos (Chadbourne, 1876,
343)
95
error el que estudiantes torpes sean a menudo llevados como por fuerza, por sus
padres o por una excesiva confianza en sus facultades, a clases en que vienen a
ser un estorbo para los adelantos de todos aquellos que están en relacion con
ellos. El debilitamiento que produce al buen maestro el mover, impulsar, animar i
dirijir diariamente a tales estudiantes, es conocido sólo de los que han trabajado
mucho tiempo i visto sus esfuerzos, tan inútiles como las tentativas de calentar la
nieve, o hacer ver a un ciego describiéndoles los colores. Las letras no son el
elemento de todos los hombres. I mientras que algunos hombres procuran
aprender sólo aquellas cosas para las cuales son bien aptos, otros están
constantemente aprendiendo aquellas para las cuales son enteramente inábiles.
Su vida es un continuo fiasco, porque nunca comprender sus propias
capacidades. (Chadbourne, 1876, 343)
En "las causas del desorden mental”, se transcriben apartes del informe del
doctor Jhon Cerwen, superintendente de la casa de locos de Harrisburg, en el
Estado de Pennsylvania, presentado a la Junta de beneficencia pública, dónde
se elucidan algunas cuestiones etiológicas e importantes observaciones
prácticas. "Es digna de recomendarse esta parte, por cuanto interesa a la
educacion de los jóvenes i a la salud física i mental de la familia humana.”
(Direccion Jeneral de Instruccion Publica, 1876, 390)
96
Se comienza precisando que a menudo el trastorno mental fue causado por
algún incidente en la vida diaria del individuo y que cuando se hace un examen
cuidadoso de su vida anterior, se "encuentra algún vicio o defecto hereditario, o
algun error en los primeros años o en la educacion de las personas que ha
ejercido influencia en el sistema nervioso, i así lo ha colocado en una posicion
en que ha podido ser más prontamente atacado que si hubiera gozado por
completo de salud en su organizacion” (Direccion Jeneral de Instruccion
Publica, 1876, 390)
97
potencias de autodominio. Por tanto, la familia debe insistir en la disciplina, el
control y el respeto a las leyes.
Por otro lado, Cerwen recomienda a los padres que no envíen sus hijos a
tempranas edades o tiernas a la escuela sin haberlos cuidado lo suficiente,
porque colocarlos en una escuela puede intervenir "en el conveniente
desarrollo de sus facultades de alma i cuerpo [...] exijirles que permanezcan
sentados por hora i média seguida, es obligarlos a más de lo que ellos son
realmente capaces de ejecutar aun en caso de que la leccion que se les señale
pueda ser aprendida por ellos.” (Direccion Jeneral de Instruccion Publica, 1876,
391)
Todos saben que hai gran variedad en la capacidad mental e inteligencia de los
niños, i en el desarrollo de aquellas facultades del alma que se requieren para su
progreso en el aprendizaje. Algunos desarrollan ciertas facultades pronta i
rápidamente, en tanto que otros alcanzan su desenvolvimiento i fuerza con
mucha lentitud; unos tienen aficion a un estudio i son aptos para él, otros, lo son
para otros; lo que es duro i repugnante para uno, es fácil i agradable para otro, i
esperar que todos estos niños de diferentes capacidades obtengan un mismo
aprovechamiento en unos mismos estudios, es pretender lo que nunca se ha
conseguido de la constitución del alma humana [...] Ahora, lo que por el pronto
se necesita en tal caso es que el maestro preste especial cuidado a aquellos que
más necesitan de él, para hacerlos capaces de aprender la lección, de tal
manera que comprendan las razones por los diferentes procedimientos, o según
los pasos adoptados para conseguir el objeto. Inútil es que se alegue que el
maestro no tiene tiempo de ejercitar a la parte ménos inteligente de los alumnos,
98
para la cual se requieren cabalmente los esfuerzos i la atención especial del
maestro, a fin de presentar el asunto en una clara i conveniente luz al discípulo,
de suerte que comprenda claramente qué se hace i porque se hace; los otros
aprenderán la lección sin ninguna labor extraordinaria de parte del maestro; i si
la educación ha de ser lo que implica su nombre, deben hacerse cuidadosos,
dilijentes i continuos esfuerzos para desenvolver las facultades de los niños más
lerdos, i darles la dirección i ayuda de que tanto necesitan. (Direccion Jeneral de
Instruccion Publica, 1876, 394-395)
Si por un lado se espera que los padres disciplinen a sus hijos, también se
requiere de un maestro que eduque y dedique especial atención a los alumnos
menos inteligentes, lerdos o que más necesitan de él. Pero el doctor Jhon
Cerwen está discutiendo es la idea de educación:
99
trabajos y ejercicios adecuados a la "fisiología de la mente de los escolares”,
debe contemplar la educación moral:
El médico del asilo de locos, insiste en que se debe trabajar el sistema corporal
para que sea
El principal objetivo que debe tratarse de obtener por este medio de cultura, es
ensanchar la capacidad de los idiotas para ocupaciones útiles. Con tal fin deben
emplearse medios simples i racionales para desarrollar i mejorar las potencias
tanto físicas como morales. Por un sistema prudente de disciplina deben
prepararse las ideas a fin de comprender mejor las relaciones sociales, e
101
inculcar la facultad de obrar de acuerdo con lo que estas relaciones exijen. Por
estos medios las potencias se van desarrollando, los sentidos se van
instruyendo, se cultivan los afectos, la voluntad se fortalece, la obediencia i
restricción propia quedan establecidas, i las costumbres viciosas o incultas i
desagradables quedan corregidas. Del mismo modo se fortalece el cuerpo
debilitado, por medio de ejercicios progresivos de los músculos.” -Con estas
ideas claras i comprensibles de la naturaleza de la obra que le estaba
encomendada, comenzó la señorita Dunphy sus tareas [...] (Direccion Jeneral de
Instruccion Publica, 1876, 21)
Los observadores ingresan al asilo para juzgar mejor las tareas de la maestra
que tiene a su cargo a un grupo de idiotas: "[...] después de haber paseado por
toda la casa, volvimos al espacioso salon en que se tiene reunidos durante el
dia a los niños que áun no concurren al salon de enseñanza, i a quienes ya
habiamos contemplado média hora ántes, con aquellas emociones de pesar i
tristeza que siempre hacen sentir esos séres desgraciados que viven la vida de
los animales sin embargo de pertenecer a la humanidad.” (Direccion Jeneral de
Instruccion Publica, 1876, 21) Estos idiotas son considerados seres humanos,
pero que existen en los límites de la vida con lo animal, con la inferioridad y lo
salvaje.
102
dejó caer la cabeza otra vez, i continuó en su obra de mascar la hojalata. [...] De
los pocos que seguían a la preceptora, se señalaba un muchacho grande, o más
bien un hombre, pues tenia 24 años. -Su aspecto era mui extraño, i a primera
vista, repugnante. Era alto, corcovado, con la cabeza tan avanzada del cuerpo,
como la del mono cuando se balancea sobre las patas de atrás. Sus brazos
largos cuelgan desairadamente por los lados cuando están desocupados, i su
cabeza es tan sumamente pequeña, que puede ceñirse fácilmente en su mayor
circunferencia con el medio circulo que se forma entre el dedo pulgar i el mayor;
la parte baja de su reducida cara estaba poblada de barba, i la mandíbula inferior
mui prolongada. Sólo sus ojos indicaban que pertenecia al jénero humano, i
éstos en su clase, no carecian de alguna expresión. Seguia a la preceptora con
muchas demostraciones de apego, i con frecuencia reprobaba a su modo a los
otros niños que sin cortesía se adelantaban a veces para hacerse notar.
Manifestaba grandes deseos de alcanzar el contenido de las faltriqueras de los
visitadores, i con más que admiración de niño, miraba a un artista que estaba allí
con nosotros dibujando su extraña figura en su cartera. Con todos era
jeneralmente bondadoso, su humor no variable, i en todo lo que hacia i decia era
tan pueril como un niño en su primera infancia. Durante nuestra visita señalo con
frecuencia con el dedo a otros niños que no se portaban bien, meneando la
cabeza de una manera reprensiva i como apelando a nosotros por la aprobación
de su opinión respecto del comportamiento bueno i el malo, i que el último
merecia desaprobación, bastaba para indicar que aquella pobre cabeza servia
de alojamiento a siquiera una idea. Otro muchacho corpulento, de bruscas
formas, la cabeza como hidrópica, ojos dormidos i babeando, tambien nos fijó
mucho la atención, hablaba ruidosamente i se quejaba de "los muchachos
locos,” que decia, "no sabian comportarse bien.” Manifestaba claramente sentir
mucho el desórden mental de sus compañeros, aunque bien ajeno del suyo
propio. -Una muchacha bien parecida de unos doce años, estaba sentada en
una sillita, la cabeza entre las manos, el cabello desgreñado sobre la cara, i en
fin, retrato de la desdicha. Se hallaba en uno de sus peores trances; ni aun la
amable voz de la preceptora alcanzaba a sacarla de su posición. Estaba
sumerjida en su silencioso pesar, i suele quedar sentada así, según nos
informaron, por horas enteras sin movimiento alguno. (Direccion Jeneral de
Instruccion Publica, 1876, 21)
103
Finalizaron el recorrido por este salón proclamando que
104
alcanzar este fin; i áun con todos estos requisitos en un preceptor, tal vez jamas
se han visto coronadas tales faenas en tan corto tiempo con el éxito admirable
con que lo han sido los esfuerzos de la apreciable señorita, que es el ánjel
salvador de estos pobres séres desvalidos. (Direccion Jeneral de Instruccion
Publica, 1876, 30-31. Cursiva fuera del texto)
La escuela de idiotas fue dirigida por una mujer, quien es ayudada por dos
profesoras, también había un profesor de gimnasia y un ayudante para
colaborar con la vigilancia en el salón de estudios. Los visitantes ingresaron a
este salón en dónde se encontraban 55 idiotas costeados por el Estado,
"apenas faltaban algunos, así como tambien faltaban pocos de los que
perteneciendo a familias que pueden pagar, se aprovechan de una institucion
que les devolvia hombres i educados, unas criaturas que se hallaban poco
ménos que al nivel de los irracionales. (Direccion Jeneral de Instruccion
Publica, 1876, 54) La enseñanza en la escuela de Boston se basada en la
distinción del idiotismo y en la esperanza de la educación.
¿Qué se enseña a los idiotas en el instituto de que se trata?- Para resolver esta
pregunta es bueno que se sepa que hai muchas i diferentes clases de idiotismo.
Los hai que están sujetos a padecimientos físicos, con más o ménos frecuentes
ataques de epilepsia. Los hai que gozando de más salud corporal, no pueden sin
embargo hacer uso de sus miembros sino imperfectamente, v. g. que no pueden
caminar o que no pueden sentarse derechos. Unos son casi enteramente
106
mudos, otros no tienen a su disposición sino dos o tres sonidos semejantes a
palabras, que repiten a manera de exclamaciones e interjecciones. Muchos
hablan, pero no alcanzan a componer frases que no sean mui sencillas. Otros
tienen el uso completo del lenguaje, etc. etc.- Entre todos, los más aptos para
educarse son los que gozan de una buena salud corporal; - así como los peores,
0 los ménos educables, son los que, pudiendo oir sin inconveniente, carecen de
habla sin embargo.
Todos los idiotas, sea cual fuere su grado o condicion, se someten al tratamiento
educador que corresponde. Hai siempre, áun respecto de los que están en el
peor caso, la posibilidad de sacar algun partido; i áun a los más trabajosos se les
podrá enseñar con mayor o menor esfuerzo i tiempo, no sólo el conocimiento de
las letras, sino hasta a leer cuentos sencillos. Los alumnos de la casa aprenden
a leer, escribir, contar; la jeografía i la historia natural, hasta el grado de que son
capaces; - i ademas la música i la jimnástica.- Pero sobre todo, lo que aprenden
es a avasallar a fuerza de hábito los apetitos animales de su organismo alterado,
1 a reducirse dentro de los límites de la moderacion humana, - acabando con los
vicios i prácticas que la degradan en estos infelices. Muchas veces la escuela se
ha hecho cargo de criaturas que en sus familias habia que tener aprisionadas, i a
veces hasta encadenadas como fieras en una jaula, o en un cuarto a manera de
calabozo, siendo objeto de terror para los espectadores, i desmoralizando al
público con el espectáculo de semejante degradacion; i con mayor o menor
trabajo, con una suma de constancia más o ménos perseverante i eficaz, se ha
acabado en fin por conseguir la restauración del hombre en aquella criatura tan
degradada. (Direccion Jeneral de Instruccion Publica, 1876, 54. Cursiva fuera del
texto)
No falta quien considere que el cuidado de los locos, de los pobres, de los
leprosos &c. (sic) constituye para los pueblos como un lujo, i hasta se suele usar
la voz de carga para designar ese cuidado. Se olvida lastimosamente que el
ejercicio de esa carga no es otra cosa que el cumplimiento de un deber perfecto,
exijible en derecho, - de que se derivan, como es lójico, multitud de bienes i
provechos [...] Una hermana de la Caridad, católica o protestante, junto al lecho
108
de un enfermo o un asilo de leprosos, un médico de locos, una maestra de
idiotas como las de Boston, todo eso en muchas ocasiones vale más i es más
útil para un pueblo que los injenios mejor montados i los Bancos. Todo eso es
como un rayo de la misericordia de Dios sobre la tierra, como una sonrisa de la
Providencia que purifica nuestra atmósfera i hace sano el aire que respiramos. -
Una leccion diaria de compasion i de humanidad, un ejemplo constante de
respeto al hombre, aun en su forma más degradada i más próxima a la bestia, -
esa es la obra del cristianismo; i miéntras eso no se consiga por entero, se está
mui lejos de una verdadera civilización. (Direccion Jeneral de Instruccion Publica,
1876, 54-55)
Eichholz será enfático en sostener que es difícil clasificar las causas de las
debilidades mentales, pero que absolutamente todas "no tienen de común más
que esta mera cualidad negativa, á saber: la incapacidad para aprender”
(Eichholz, 1903, 269) Igual que casi todos los médicos de finales del XIX y
principios del XX, distingue las causas en hereditarias y del medio ambiente,
pero apoyándose en la estadística: "Según el Dr. Müller, de Ausburgo, se debe
110
á la herencia el 70 por 100 del total, lo cual significa que la debilidad mental de
los niños procede en gran parte de los malos hábitos y padecimientos en los
padres. El 30 por 100 restante se debe á enfermedades del niño, posteriores á
su nacimiento, especialmente á las fiebres de la infancia, á una nutrición
defectuosa, á la miseria y al abandono.” (Eichholz, 1903, 270)
29
En la exposición de Eichholz, se tendrá un especial cuidado en mostrar los datos estadísticos
para darle carácter de veracidad a su informe, en este caso institucional reseña que: "Las
escuelas externas en que se da educación especial, son 98; Y en ellas hay 326 clases, ó sea
un término medio de 3 clases por escuela. En Leipzig hay, sin embargo, 14 clases; en Colona,
11 ó 12, y 6 en Francfort. Asisten 7,013 niños, y se cree que este número subiría á 60,000 si
hubiera número suficiente de escuelas. El número de niños en cada escuela oscila entre 20 y
25. Hay 3,940 niños y 3,073 niñas, ósea, 4 niños por cada 3 niñas. En Leipzig, la proporción es
de 3 á 2. En general, es mayor el número de los niños. De las 326 clases, 262 son mixtas, 28
para niños, 23 para niñas, y 13 se hallan instaladas en las escuelas ordinarias; método éste
que el Congreso ha condenado. El 83 por 100 de los niños que entran en las escuelas de
externos, son capaces de ganarse la subsistencia. El otro 17 por 100 son para la comunidad
social una carga y un peligro.” (Eichholz, 1903, 270-271)
111
Sobre el programa se contemplan los estudios de lenguaje, en específico, la
articulación y pronunciación sin defectos; la instrucción o trabajo manual,
planteándose como obligatorio y cercano al fin de su educación: "habilitarlos
para una manera de vivir independiente en lo sucesivo” (en Leipzig, el plan del
trabajo manual se compone de: ejecución de tareas y deberes prefijados;
ejercicios froebelianes; cartonería; cincelado; dibujo y carpintería; trabajos
industriales -mimbre, pleita paja y anea-. Para las niñas mayores, hay crochet,
malla, marca, zurcido y remiendo); la lectura, acompañada de libros de texto
adecuados de aquellos que se utilizan en los jardines infantiles o de letreros en
la pronunciación adecuada de palabras; los cuidados ulteriores á los
mentalmente débiles, "cuando el niño llega al fin del período escolar, porque -
dice Eichholz- es capaz, en la mayor parte de los casos, de desempeñar
alguna ocupación que no requiera mucha aptitud, y puede á veces atender á
sus necesidades, total ó parcialmente” (Eichholz, 1903, 272-273) Con la
estadística como argumento se propuso la generalización de instituciones
especializadas para esta instrucción en el autogobierno, autosostenimiento y
lucha por la vida.
113
funciones del maestro especial, los programas y métodos de enseñanza y, por
su puesto, las funciones sociales, pedagógicas y médicas de la educación
moderna de los anormales.
De igual manera, se publican unos artículos sobre miopes del oído, miopía en
las escuelas e higiene pedagógica que introducen unas distinciones con los
niños idiotas, ciegos y sordomudos, individualizando en su lugar a una infancia
con defectos, con vicios, con irregularidades. Los niños idiotas, sordomudos,
etc., serán objetivados como diferentes a los niños normales con
anormalidades.
114
mal las lecciones del maestro, y perdiendo poco a poco el gusto de escucharle,
no se aprovecha gran cosa de ellas.” (Sarcey, 1897, 494)
30
La entrega seriada del artículo comienza en el número 21 de 1894, continúa en el 23 del
mismo año y culmina con la citada en el número 25.
115
de hora, dejando intervalo de tiempo de descanso se aprovecha para ventilar
los salones, para renovar el aire y para reemplazar el oxigeno consumido,
dejando al mismo tiempo a los alumnos jugar al aire libre, proporcionándole así
a los ojos el tiempo necesario para el reposo. De aquí fluye la necesidad de
que el niño repose de sus trabajos escolares los días domingos y de fiesta.
(Ministerio de la Instrucción Pública, 1896, 121- 122)
116
En 1898 se difundieron otros consejos y recomendaciones sobre las miopías
en los niños de las escuelas, planteándose que la preocupación por la miopía
es una de las cuestiones más importantes de la higiene escolar. En la misma
perspectiva que otros higienistas, se mencionan los avances de los "países
civilizados” para justificar la necesidad de trabajar científicamente esta
cuestión.
Desde la fisiología se considera que el ojo del niño, como su cuerpo entero, se
encuentra en vía de desarrollo cuando comienza las tareas escolares, por tanto
se debe estar atento para intervenir "tan pronto como uno se apercibe de que la
visión parece defectuosa.” (Udaondo, 1898, 72) De igual modo, aparece la
explicación sobre las causas de las miopías:
117
en el desarrollo de la miopía en los niños, que después de una enfermedad
vuelven inmediatamente al trabajo. Sucede lo mismo con las diversas
afecciones inflamatorias de la cornea y de la esclerótica, que distendiendo la
cascara ocular, facilitan el desarrollo de la miopía. (Udaondo, 1898, 73)
119
2.2.2 Apuntaciones sobre instrucción pública (Mendoza) y Elementos de
pedagogía (Restrepo Mejía): ciegos, sordomudos, idiotas
31 Las Apuntaciones sobre instrucción pública se constituye en uno de los primeros trabajos en
Colombia de pedagogía comparada a principios del siglo Xx. Si bien desde finales del siglo XIX
se cuenta con reformistas y pedagogos que viajaban a Europa y Estados Unidos y enviaron
informes o reportes del estado de la instrucción pública en los países civilizados, como Enrique
Cortés, será el trabajo de Mendoza quien de forma explícita, rigurosa, amplia y profunda
constituya todo un tratado de pedagogía comparada.
120
manuales, la enseñanza del dibujo, la instrucción cívica, las escuelas
complementarias, las escuelas de aprendices, la economía o ciencia
doméstica, la inspección escolar, la enseñanza de la agricultura, la enseñanza
comercial, las escuelas normales, la Universidad, la educación industrial, la
escuela de reclutas, la enseñanza de las lenguas, de la historia y la educación
artística, la mutualidad escolar y la enseñanza educativa (con énfasis en
Johann Friedrich Herbart).
122
Desde esta perspectiva, el primer compromiso del Gobierno colombiano
consistiría en levantar la estadística de las anormalidades escolares y, a partir
de ese estudio, edificar escuelas para los niños anormales y, por supuesto,
preparar a los maestros especialistas.
comprenden todos los niños que no pueden asistir con fruto á las clases
normales obligatorias por causa de deformidades corporales ó por falta de
desarrollo intelectual. La ciudad ha fundado Casas de Pestalozzi, donde son
recogidos los niños abandonados ó viciosos. Con el nombre de Jugendhorte ha
fundado también unos establecimientos, especie de casa-cunas para los
pequeñuelos, donde se les da bajo la vigilancia de un maestro ó maestra la vida
de familia que les falta, juegos, etc. Estos establecimientos (que se parecen á lo
que en Ginebra se llama escuelas guardianas) reciben fuera de las horas de
clase á los niños mayores de seis años. Las Colonias de vacaciones, fundadas
por el pastor Bisu, toman á los niños durante las vacaciones y los envían por
razones de salud á ciertos lugares en las montañas de Zurich ó Appenzel.
(Mendoza, 1908, 102)
123
los casos urgentes, el Departamento puede disponer lo conveniente. Si los
padres no consienten en la colocación de sus hijos en dichas escuelas
especiales, el Departamento decide si éstos siguen los cursos ordinarios ó si son
retirados de las escuelas públicas. A propuesta del maestro ó de la maestra de la
escuela, y con autorización del Departamento, el alumno puede seguir de nuevo
los cursos en la escuela. En las escuelas especiales se confía esta obra difícil á
funcionarios que hayan mostrado en su carrera pedagógica adecuadas aptitudes
morales é intelectuales.
124
En el Manual de Elementos de Pedagogía de Martín y Luis Restrepo Mejía, esa
Summa pedagógica, como la llama el profesor Oscar Saldarriaga, que orientó
la formación de maestros normalistas en Colombia durante el primer cuarto del
siglo XX, se incorporaron unas significaciones explícitas sobre los ciegos, los
sordomudos, los idiotas y los imbéciles, estableciendo someramente unas
reflexiones en torno a sus características y a las implicaciones que tendría su
educación, mejor dicho: las posibilidades y fines de su educación. El nivel de
distribución y circulación masiva de este manual, su incidencia teórico-práctica
en el oficio del maestro, acompañada del apoyo del clero y la oficialidad,
además del reconocimiento social de Restrepo Mejía en las cuestiones
educacionistas, permiten plantear -como hipótesis de trabajo- que cientos de
maestros en Colombia, pudieron acceder a las consideraciones sobre los
diversos estados del hombre, según las modificaciones del organismo, y las
determinaciones sobre los fines de educación. De esta manera, el Manual se
convierte en un mecanismo de difusión de sentidos y prácticas sobre la
educación de los anormales en Colombia que complementó lo realizado desde
los órganos de divulgación de la Dirección y el Ministerio de instrucción pública
(entre 1871 y 1910).
Es importante recordar que el Manual de los Restrepo Mejía hace parte del
triple soporte de la práctica pedagógica de la instrucción primaria hasta
principios de la década de 1930, según el análisis de Sáenz, Saldarriaga y
Ospina (1997, 16-17), junto con los manuales norteamericanos difundidos por
la Misión Pedagógica Alemana, el Plan Zerda de 1893 y la Ley Uribe de 1903
(con su decreto reglamentario); de allí su importancia para este análisis. De
igual manera, fue el texto oficial adoptado para la enseñanza normalista
durante el primer cuarto del siglo XX
125
Las definiciones sobre los ciegos, sordomudos, idiotas e imbéciles se
encuentran inscritas en la segunda sección sobre Ciencia de la Educación, en
el capítulo III "Diversos estados del hombre, según las modificaciones del
organismo”, artículo III "Variedad de estados según la salud”. Los diversos
estados comprenden la raza, los temperamentos, la salud o enfermedad y el
sexo. Restrepo también puntualiza las condiciones diversas del hombre según
las edades, las condiciones del alma y las influencias exteriores. Su ubicación
textual es estratégica, pues en ésta Sección se comienza puntualizando que "el
estudio que hemos hecho en la sección anterior [Naturaleza del hombre] nos
da á conocer al hombre en abstracto; pero esto no basta para que el educador
sepa dirigirlo; es preciso, además, que tenga en cuenta los diversos estados en
que la naturaleza humana puede encontrarse.” (Restrepo Mejía, 1911, 52). De
esta manera, en el manual de pedagogía la consideración por las condiciones
de salud y sanidad del organismo implicó la alusión al opuesto inmediato del
hombre normal para encontrar soluciones concretas para su gobierno o
conducción, tal como ocurre en las condiciones según las influencias exteriores
que distingue, según el progreso social, entre estado de civilización, barbarie y
salvajez32.
32 En el capítulo V de la misma sección, sobre Diversos estados del hombre según las
influencias exteriores, se diferencia entre estados según el progreso social obtenido y la
posición social. La sociedad a la que pertenece un hombre puede dividirse en tres estados:
civilización, barbarie y salvaje. "Aquel en que sus miembros pueden alcanzar todo el desarrollo
de que naturalmente son capaces las facultades humanas, pero que á pesar de ellos, si bien
conoce y á las veces practican con admirable perfección muchas artes, ignoran las ciencias; ó,
aunque conozcan algunas, desconocen ó no practican algunas leyes morales cuya observancia
constituye el orden y el imperio de la justicia en las relaciones individuales y sociales; este es el
estado de barbarie. Aquel en que sus miembros tienen como atrofiadas las facultades
intelectuales y morales, de manera que son ineptos para las ciencias y para la cultura moral por
los medios naturales; este es el estado de salvaje [...] Ella consiste principalmente en la
incapacidad de progreso intelectual y moral sin auxilio extraño; y esta incapacidad, que es
causa de muchas condiciones peculiares del estado salvaje, no puede ser el principio natural
del desarrollo del progreso humano.” (Restrepo Mejía, 1911, 92) De esta manera, los idiotas
como individuos y el estado salvaje de la sociedad, serán equivalentes para estas
consideraciones pedagógicas, del organismo y la sociedad (respectivamente).
126
Muy grande es la influencia que ejerce la salud sobre el estado general del
hombre. Corresponde a las ciencias médicas investigar los varios estados
morbosos, así como sus leyes y medios de combatirlos; y á la Pedagogía el
estado en que las enfermedades colocan al individuo en relación á su
educación, esto es, las modificaciones que introducen en él, considerado en
cuanto es educable. (Restrepo Mejía, 1911, 75)
128
referido al movimiento del cuerpo y a los defectos de carácter, que son fáciles
de corregir por medio de la influencia de la educación.
Siendo el oído, como lo dice Santo Tomás, el sentido más útil para la
enseñanza, porque la mayor parte de nuestros conocimientos nos vienen de la
sociedad y son muy pocos relativamente los que obtenemos por nuestra propia
investigación, resulta que el sordo de nacimiento carece de muchas ideas y del
medio más expedito para instruírse; pero como los demás sentidos suministran
á la inteligencia materiales para el pensamiento, no hay por qué decir, como lo
han hecho gran número de filósofos, que el sordomudo carece de toda noción
intelectual. Además, la experiencia nos dice que el sordomudo posee un
lenguaje, en reemplazo del articulado, que le permite comunicar sus
pensamientos y adquirir muchas nociones del mundo físico, intelectual y moral.
Porque hemos de entender por lenguaje todo medio de comunicación
intelectual de los espíritus, y no solamente el articulado. Es así que los
sordomudos entienden mucho de lo que les decimos, porque se los revelan ya
la expresión de nuestra fisonomía, ya nuestras acciones, y es así también que
ellos dicen lo que piensan y desean por medio de la mímica, luego su
entendimiento funciona, porque no hay ni puede haber lenguaje sino como
expresión del acto intelectual. (Restrepo Mejía, 1911, 78)
33
Estado Vegetativo, Estado Sensitivo, Estado de Percepción Intelectual, Estado de Uso de
Razón, Estado Próximo a la Pubertad, Pubertad ó Juventud, Edad Madura y Vejez (Restrepo
Mejía, 1911, 54-69)
131
Mejía, 1911, 80). Aparece una forma de ver que se une con un modo de decir
para el maestro de escuela.
132
Los idiotas se distinguen de los sordos y los ciegos, en la medida que ni
siquiera tendrán la posibilidad de que por sus sentidos puedan conocer: todos
están paralizados en su desarrollo, por tanto, no se podrán cultivar, es decir,
educar. Serán enfermos más no educables. Sin embargo, se reconoce que "en
este siglo [XIX] se ha intentado la educación de los idiotas M. Belhomme, M.
Voisin y M. Seguin han hecho acerca de ella estudios muy importantes”
(Restrepo Mejía, 1911, 80) Aparece, nuevamente, la alusión a la procedencia
discursiva de la problemática médico-pedagógica. El conocimiento de los
estados patológicos del organismo permitirán comprender la figura del absoluto
ineducable por ausencia de potencias de desarrollo y de entendimiento. Los
idiotas ponen el límite de la educación y también de la posibilidad de conocer.
El estudio de lo educable estará subordinado o condicionado al conocimiento
del entendimiento.
Esta síntesis que desde los hermanos Restrepo Mejía precisa la colaboración
entre las ciencias médicas y las ciencias pedagógicas, será modificada por los
procesos de apropiación e institucionalización de la pedagogía y educación de
anormales y de la preparación técnico-científica de los maestros. Aunque se
mantendrá, al mismo tiempo, el objeto de la pedagogía en su relación con los
estados morbosos, patológicos, defectuosos, viciosos, imperfectos o
anormales: investigar el estado en que las enfermedades colocan al organismo,
al ser viviente, al individuo, a la población en relación a su educación, es decir,
133
estudiar y conocer las modificaciones que se introducen en tanto un ser
educable.
134
1911, 138) Pero, además, de la comprensión del lenguaje hablado se debe
desarrollar su expresión, pero "como no puede oír los sonidos que produzca él
mismo, hay que habituarlo a colocar el aparato vocal y arrojar el aliento en la
forma en que vea que el maestro lo hace para nombrar un objeto o expresar
una relación o juicio cualquiera.” (Restrepo Mejía, 1911, 138-139) Esta
enseñanza del lenguaje tenía una secuencia propia de aprendizaje planteada
por el pedagogo colombiano:
Como en la enseñanza del lenguaje por este medio tan difícil y tan lento se
emplean muchos años y sin la palabra es casi imposible la enseñanza de las
ciencias, no hay que aspirar a comunicarlas a los sordomudos: su instrucción
debe dirigirse a aquello que menos requiere la viva voz del maestro, como son
las artes e industrias, enseñadas prácticamente; y ya que es tan difícil
comunicarles ideas que no pertenezcan al orden sensible, el educar en este
punto puede limitar sus trabajos a las verdades religiosas, cuyo conocimiento,
por referirse al fin ultimo y sobrenatural del hombre, es el más necesario.
(Restrepo Mejía, 1911, 139)
135
los sentidos externos y combatir con su continuo ejercicio la pereza y el
abandono. En tercer lugar, comunicar al entendimiento, ya que es casi
imposible desarrollar sus fuerzas, las principales nociones relativas al fin
sobrenatural del hombre y las más necesarias para su conservación física, y
producir en la voluntad las aspiraciones correspondientes. Por último,
enseñarles algún arte u oficio y hacerles amar el trabajo aunque sólo sea por el
deseo del lucro. (Restrepo Mejía, 1911, 139)
La vida de los idiotas, los débiles, los sordomudos, los ciegos, etc. se ubica al
nivel de la vida de los animales y de la vida vegetativa. Aunque el idiota estará
ubicado en la escala más inferior en la evolución de las especies. La vida
animal tiene que humanizarse mediante la conducción del organismo para
producir un desarrollo, aunque sea incipiente. Conducción que los lleva a la
incorporación progresiva de unas normas sociales que han quedado
suficientemente bien delineadas en los fines formativos predispuestos para la
educación de los anormales. Vemos emerger un cultivo de lo imperfecto en
tanto perfectible, aunque tenga sus alteraciones, defectos y estancamientos.
Una potenciación de las fuerzas, aunque sean débiles y atípicas. Por su parte,
en los niños que presentan vicios de constitución o son perezosos, su vida se
encuentra en permanente riesgo de degeneración, de declinación, de
debilitamiento; por tanto, la vida debe restituirse a su estado de normalidad, de
salud, de civilización.
136
De esta manera, los idiotas, sordomudos, ciegos, etc. se convierten en una
expresión de los límites inferiores de la vida, transformándose en objetos de
intervención y en argumentación para producir las reformas en las escuelas
(desde la exterioridad y la interioridad) en las tensiones y oscilaciones entre lo
moderno y lo clásico, entre lo normal y lo anormal, planteando la necesidad de
producir una conducción reguladora sobre la vida de unas poblaciones y un
disciplinamiento de unos individuos que, aunque siendo humanos, parecen ser
animales, son desgraciados, inferiores y vegetativos, salvajes e incapaces. El
gobierno de los anormales plantea la pregunta por los límites de la posibilidad
de gobernar a los sujetos desde la instrucción, la profilaxis y la corrección. La
vida orgánica debe y puede ser moralizada y civilizada. En últimas, un "maestro
especialista” deberá producir una vida útil y productiva en los anormales, que
reconozca el fin sobrenatural de todo ser humano.
137
Capítulo Tres
Reformas, experimentalización y preparación de maestros:
lucha por la vida, gobierno de la población escolar anormal y
ciencias médico pedagógicas, 1917-1948
139
pedagógicas, reformas y progreso aparecen articuladas estratégicamente en
los trabajos y recomendaciones del Congreso Pedagógico Nacional.
140
ilustración” (Uribe, 1919: 10). El Congreso tuvo seis reuniones plenas, en los
días 15, 26, 27, 28 y 29 de diciembre, y en ellas se discutieron y aprobaron
distintos Acuerdos en cada sección.
34 Los títulos y seudónimos de los trabajos sobre escuelas normales fueron los siguientes: I.
Examen de grado en las Escuelas Normales de EGJ; II. Plan de estudios para las Escuelas
Normales de institutores de Franc; III. Proyecto sobre reforma de las Escuelas Normales de
Leonidas Celi G.; IV. Modificaciones al Reglamento de las Escuelas Normales en lo referente al
plan de estudios de Elías Ignacio Castellanos; V. Crítica sobre el pensum de las Escuelas
Normales y consideraciones generales sobre bibliotecas, edificios y mobiliario de las mismas
de Eufemia N. de Céspedes; VI. Distribución general del tiempo en las Escuelas normales
establecidas en lugares de clima cálido, como santa marta, Barranquilla y Cartagena de
Gilberto Villa; VII. Sobre Escuelas normales de Un institutor; VIII. De la Escuela Normal y de los
Maestros de Caldense; IX. Ensayos sobre Escuelas Normales de Pastor. (Uribe, 1919: 20)
Tanto Martín Restrepo Mejía como Diego Mendoza hicieron parte de la Junta organizadora del
Congreso Pedagógico Nacional, y el primero fue el encargado de revisar los trabajos sobre las
escuelas normales.
141
las problemáticas higiénicas, el Primer Congreso Pedagógico Nacional se
convierte en un espacio institucional académico de debate que hace visibles las
conexiones entre las reformas instruccionistas-normalistas, la lucha por la vida,
el progreso de la Nación y las ciencias pedagógicas (en una oscilación entre la
pedagogía confesional oficial y los vestigios de una pedagogía moderna
experimental).
Obvio nos parece que los pueblos de la América Latina no serán asiento de una
civilización efectiva y duradera con el solo hecho de atraer una corriente sana de
inmigración, con la importación de capitales, o con el desarrollo de las vías
férreas, sino que forzoso será además estimular incesantemente los poderes
públicos y todas las fuerzas vivas de la Nación en la tarea de la educación de las
masas. De ello hablaba hace cincuenta años, en forma sintética y expresiva, un
genial pensador argentino, apóstol de la instrucción pública en su patria y en
Chile, el ex-Presidente Sarmiento: "¿Qué le falta a la América del Sur para ser
asiento de naciones poderosas? Digámoslo sin reparos: instrucción, educación
difundida en la masa de los habitantes, para que sean cada una de ellas
elemento y centro de producción, de riqueza, de resistencia inteligente contra los
bruscos movimientos sociales, de instigación y freno del Gobierno. (Uribe, 1919,
XIII)
142
esperanzas y principios de la reforma. Recordando el paisaje desolador de
comienzos del siglo XX, decía que:
Como la guerra lo destruyó casi todo, la labor del Ejecutivo tuvo que ser
entonces, como nunca, por todo extremo difícil, en su empeño no sólo de
rehacer el tren de la instrucción y de la educación nacionales, sino de implantar
en ellas una reforma cardinal, que tendiese a formar generaciones que, amantes
de la paz y del trabajo, realizaran el progreso y gloria de Colombia. (Uribe, 1919,
24. Cursiva fuera del texto)
143
disposiciones legales y ejecutivas han permitido dar grande y provechoso
impulso a la instrucción pública nacional durante los últimos doce años, pues
armonizan con los dictados de la ciencia y consultan las necesidades y
conveniencias del país” (Uribe, 1919, 25)
De igual modo, el trabajo del Delegado E.G.J sobre Plan de estudios para las
escuelas urbanas, reconocía como "verdad evidente que la mejora del ramo no
está en reformar constantemente: está en asentar sobre bases sólidas,
científicas y pedagógicas lo que se legisle y en aplicar a la práctica estos
fundamentos científicos” (Uribe, 1919, 193) A partir de lo anterior, señalaba que
el Congreso Pedagógico era el momento "más propicio para asentar el Código
[de Instrucción Pública] en las normas de la pedagogía, que deben ser sus
normas directrices” (Uribe, 1919, 193) E.G.J. terminaba reconociendo en su
introducción que el plan de estudio existente era defectuoso para el momento y
que, con mayor razón, debía reformarse.
144
instrucción primaria y normalista (que nos atañen) estuvieron orientados por un
interés eminentemente práctico y no sólo retórico o legal.
Hacia esta misma dirección, se dirigieron los comentarios del doctor Carlos
Alberto Lleras, Director de instrucción Pública de Caldas, quien en la sesión del
26 de diciembre presentó el proyecto de Acuerdo "sobre un plan de estudios
para las Escuelas Normales de varones” (este trabajo también fue premiado y
publicado en las memorias del Congreso), en el cual aparece, además, una
fuerte presencia de la pedagogía confesional oficial como saber pedagógico
articulado a la reforma de las normales. El taquígrafo, Víctor Quijano registraba
lo siguiente:
145
Escuela Normal de señoritas de Tunja). En el curso de la sesión, el doctor
Benjamín Uribe interpeló a la oradora planteando que
Los trabajos sobre las Escuelas Normales desplegaron las metáforas biológico-
deficitarias y conectaron la formación de maestros a la regeneración del pueblo
y a la conducción de la vida. En la argumentación del trabajo De la Escuela
Normal y de los maestros, Alfonso Villegas comenzaba afirmando que
Los defectos y vicios señalados por Lleras le conducen a concebir que el mal
pareciese irremediable y, por tanto, habría que introducir una revolución
completa en la enseñanza e incluso hasta "adquirir concepción de la vida muy
distinta de la que actualmente abrigamos” (Uribe, 1919, 409) Continúa
planteando Lleras que
Urge pues empezar esta reforma y remediar el mal, siquiera sea en ínfimo grado,
allí donde el mejoramiento introducido haya de tener repercusión más general y
148
lejana en los organismos educadores. Y con esto queda dicho que se debe
comenzar por las Escuelas Normales. Estos establecimientos, por su naturaleza
y por su fin están llamados a desempeñar papel importantísimo en la
regeneración intelectual de nuestro pueblo. La escuela es la base de la grandeza
nacional; la Escuela Normal, que es fundamento de la primaria, lo será con razón
tanto mayor (Uribe, 1919, 410)
149
Aunque no alcanzó consenso para declararse como un Acuerdo, el trabajo de
la señorita Tatiana Paviovna, titulado Una enfermedad social y su tratamiento,
interesa por su planteamiento sobre el padecimiento de abulia o falta de
voluntad en el pueblo colombiano, explicado
Los individuos de una especie generan seres de su especie, y una vez que los
engendrados vienen a la vida y se hallan en medio del mundo externo sus
progenitores [...] andan afanosos por conseguir cuantos elementos son
necesarios a la conservación de sus hijos y de la suya propia; y están solícitos
por evitar los obstáculos o causas que puedan extinguirla [...] La vida, por
completa que sea en el hombre y en los animales, experimenta alteraciones
graves, con frecuencia de origen patológico. La ciencia halló el secreto de
combatirlas por medio de la higiene. La higiene es el arte de conservar y
fortalecer la salud y de preservarla de las enfermedades. La salud es el resultado
del ejercicio regular y armónico de todas las funciones fisiológicas. La higiene da
al hombre reglas fijas y constantes para asegurar el buen funcionamiento de
todos sus órganos y el desarrollo completo de todas sus facultades. Ella
conserva la salud y prolonga la vida [...] (Uribe, 1919, 261)
151
El presente trabajo se ocupa en el modo de dotar al individuo con la práctica de
una serie de respiraciones, deportes y ejercicios musculares sin aparatos, en su
mayor parte, de una constitución tal que lo capacite para resistir victoriosamente
las enfermedades y para preservarlo y curarlo de muchas de ellas, y
especialmente para hacerlo insensible al trabajo y a la fatiga y despojarlo de la
laxitud y de la pereza; en una palabra, prepararlo para todas las necesidades y
circunstancias de la vida. (Uribe, 1919, 354)
152
de Pedagogía teórica. En el último año de formación normalista la materia de
Historia natural, trabajaría de manera amplia cuestiones, problemas y técnicas
del campo de la higiene: Higiene general. Hambre y sed. Circulación de la
sangre, asimilación, eliminación, respiración, etc. Higiene del sistema nervioso,
de la laringe, de los sentidos. Climas. Higiene de las escuelas. Edificio, aulas,
anexos de la escuela. Mobiliario escolar. Crecimiento del niño. Higiene
intelectual. Médico escolar. Enfermedades escolares contagiosas y no
contagiosas. La progresiva constitución de la higiene como objeto de
enseñanza en la preparación normalista se conectaba con la discusión sobre la
degeneración de la raza, suscitando algunos efectos en la emergencia de la
formación específica de maestros en la educación de anormales.
35
En la última década, distintos investigadores sociales, entre historiadores de la educación y
la pedagogía, filósofos, teóricos decoloniales, entre otros, han realizado diversos
acercamientos a la polémica sobre la degeneración de la raza a principios del siglo XX en
Colombia. Martha Cecilia Herrera (2001), Carlos Ernesto Noguera (2003), Santiago Castro-
Gómez (2004), Andrés Klaus Runge y Diego Alejandro Muñoz (2005).
153
para la economía del país. En este proceso, los médicos se presentaron como
los poseedores de una poderosa alternativa para la ciudad, su espacialidad y
su población (Obregón, 2000). Una medicina social, urbana, capturó y produjo
un sólido discurso que parcialmente se legitimó por su carácter científico,
moralizador y redentor. (Calvo y Saade, 2002). Se empieza a consolidar un
interés por la salud pública, por las condiciones sanitarias en las que crece el
futuro de la nación: la infancia y la juventud.36
36 Trabajos como los de Carlos Noguera (2003), Oscar Calvo y Marta Saade (2002), Javier
Sáenz, Armando Ospina y Oscar Saldarriaga (1997), Zandra Pedraza (1999) y Jorge Márquez
(2005), entre otros, hacen referencia a los centros urbanos que se convierten en referencia
exigida cuando se habla de procesos de industrialización y desarrollo económico en Colombia,
así como procesos de medicalización e higienización de la ciudad y los poblados.
154
de la degeneración a través de los padres) y de la evolución (más bien
involución en la escala filogenética de las especies). El medio y la herencia,
fueron entendidas como causas de la degeneración, de las enfermedades y las
anormalidades.
155
El establecimiento de las causas de la degeneración de la raza era múltiple, en
ocasiones exagerada, repetitiva o confusa. Desde los discursos biológicos, la
degeneración era una cuestión inicialmente de herencia, que se transmitía de
generación en generación. Estas ideas de corte biológico fueron relacionadas
con las enfermedades más nefastas de la época como la lepra, la anemia
tropical, la gripe, la sífilis, la tuberculosis y en gran medida el alcoholismo. Pero
no sólo radicaba allí, estaba aunada con varios factores tales como: el medio,
las costumbres, el consumo en exceso de bebidas espirituosas, la deficiente
alimentación, etc.; las cuales permitían que se desarrollara un estado
degenerado con manifestaciones diferentes a las determinadas por la herencia.
El médico José Rodríguez (1896) exponía en su trabajo de grado las
degeneraciones que:
156
El cuerpo social es entendido en términos de las concepciones "comtianas” y
"darwinianas” como un sistema "[...] con estructuras y funciones orgánicas, y
[se entendían] sus problemas como disfunciones que alteraban la totalidad de
los cuerpos: si los más fuertes y aptos —según la escala evolutiva— estaban
predestinados a una posición privilegiada, una nación "enferma" tenía
reducidas posibilidades para sobresalir en el contexto mundial.” (Calvo y
Saade, 2002, 49). Esta condición de ser un pueblo enfermo, degenerado llevó
a elaborar planes de salvación y regeneración del pueblo, en la medida que
"[...] según las élites políticas e intelectuales, la inferioridad étnica era uno de
los argumentos fundamentales que explicaban la reiterada incapacidad de
Colombia para constituirse en un país civilizado: así, la "raza" se descubría
como vértice del problema nacional.” (Calvo y Saade, 2002, 50) De igual
manera, desde principios del siglo XX, se comienza a producir el desbloqueo
de la higienización de la ciudad, la escuela y las luchas anti-patológicas
(Noguera, 2003; Yarza y Rodríguez, 2007)
Si este vacío enorme de nuestra vida nacional es, como algunos lo piensan, la
causa generadora de los males que me habeís oído enumerar, o si es uno de
los efectos naturales de la disminución general de nuestro vigor, es por el
momento una cuestión secundaría. Me inclino, sin embargo, a admitir que los
métodos educacionales viciosos que entre nosotros reinan por doquiera son
uno de los tántos síntomas de decadencia que se puede sumar a los ya
apuntados, pero que, obrando a su vez sobre las generaciones sucesivas,
contribuye a acentuar el mál de día en día. En su doble carácter de efecto y
causa, merece este factor de regresión ser estudiado y combatido.
159
La base fundamental de nuestra regeneración educacional es la formación del
maestro. (Jiménez López, 1920, 71-72)
Es importante anotar que el trabajo liderado por los médicos, antes que los
mismos maestros, a principios de siglo XX (a diferencia de la reforma
normalista liderada por los pedagogos alemanes y reformistas liberales
radicales de 1870 a 1882, en oposición a los ignorantistas conservadores-
160
católicos), movilizó considerablemente el horizonte de lo pensable en la
instrucción pública y en los saberes sociales. No sólo la polémica de la
"degeneración de la raza”, sino también la incorporación sistemática de la
enseñanza de la higiene, de los estudios científicos sobre los escolares, las
nuevas preguntas sobre los métodos de enseñanza (en la escuela pero
también en la universidad), articuladas a un conjunto de prácticas
modernizantes-normalizadoras del pueblo y la población colombiana,
posibilitaron que se tejieran unas nuevas preguntas en las Escuelas Normales
en correspondencia con las nuevas visibilidades que aparecían en las demás
escuelas del sistema de instrucción pública, en la ciudad y en otros espacios de
corrección y, posteriormente, tendrá incluso efectos sobre la configuración de
las ciencias médico-pedagógicas en Colombia.
Los médicos tomaron como objeto de conducción a los maestros, los alumnos,
la pedagogía y las escuelas a principios del siglo XX; y, en esta suerte de
trastocamiento en el saber pedagógico, desde la década de 1910, algunos
médicos colombianos comenzaron un proceso de apropiación estratégica y
selectiva de la educación de anormales y retrasados, de procedencia
eurocéntrica francesa y estadounidense, desde los estudios realizados en la
Facultad de Ciencias Naturales y de Medicina de la Universidad Nacional38.
38 Las tesis de doctorado en Medicina y Cirugía de la Universidad Nacional, junto con las de la
Universidad de Antioquia y los trabajos publicados desde la Revista de Higiene, el Boletín y la
Revista médica sobre la gran familia de las anormalidades en la escuela, merece un trabajo
sistemático y exclusivo. Sin embargo, nos parece fundamental hacer algunas alusiones en esta
tesis, retomando los conceptos de presidente de tesis, los preliminares o introducciones y las
conclusiones, por la importancia que reviste para la comprensión de la argumentación histórico-
pedagógica que permite abordar el problema de investigación.
161
estudio, a lo que se ha llamado también la infancia atrasada y comprende todos
aquellos niños, que aislada o simultáneamente presentan un retardo o una
detención en el desarrollo corporal o sensorial o en su psiquismo (Villamizar,
1914, 11)
Siguiendo las etapas vitales propias al "hombre normal”, Villamizar dice que a
cada una de ellas "corresponde, pues, una serie de trastornos evolutivos, que
pueden afectar total o parcial, transitoria o definitivamente al individuo, tanto en
su parte psíquica como en su parte moral, como en su parte orgánica”
(Villamizar, 1914, 11-12) De allí que existe una vastedad de variedades de
atrasados entre los cuales se encuentran los atrasados escolares.
162
beneficiar a los atrasados escolares, la necesidad de cambiar el sistema de
castigos y procedimientos violentos, la importancia de la colaboración médico
pedagógica en la selección, cuidados y tratamientos, además de recomendar la
creación de secciones escolares para los atrasados y los cuidados higiénicos a
los padres y alumnos para prevenir el atraso.
Los atrasados escolares, por haber entrado muy tarde a la escuela o por
imperfecciones de la vista y del oído, desaparecerían también muy fácilmente
si los maestros, ayudados por los médicos escolares, les prestaran mayor
atención. Los otros atrasados escolares por incapacidad mental de causa
orgánica y constitucional, verdadera degeneración de la raza, sí requieren
escuelas especiales en donde maestros formados con ese objeto desarrollen y
163
encaucen convenientemente las escasas facultades de sus discípulos. Para
disminuir el número de esos atrasados incurables es preciso luchar con energía
contra el alcoholismo y la sífilis, causas universales de degeneración de la
especie humana (Fajardo, 1923, 7-8)
39
Invita a la difusión en prensa y a todo hombre consciente de la siguiente verdad: "El niño que
va a la escuela tiene hambre; la falta de comida produce la incapacidad, hoy pasajera, mañana
arraigada, para el trabajo; la falta de trabajo en las capas inferiores disminuye la riqueza de las
superiores; lenta, pero fatalmente, genera la ruina de los amos, la quiebra de los grandes
capitales, y, minando los cimientos de la organización social, derrumba las castas privilegiadas.
Si se logra convencer al público de lo anterior, la caridad de la filantrópica Bogotá responderá a
manos llenas; los niños sin hambre se irán transformando en elementos útiles, y entre tanto se
esperará la remota intervención del Estado” (Fajardo, 1923: 23) Vemos un problema biopolítico
y un régimen de verdad que tienen que ser difundido para persuadir al pueblo y la elite sobre la
inminencia de transformar las prácticas higiénicas, pero también sociales y culturales con los
niños.
164
nosotros por la escasez de dinero, pero una medida que creo dará muy buenos
resultados es la disminución del personal de cada clase, pues actualmente un
maestro con más de 60 alumnos hace trabajar únicamente a los que
sobresalen por sus capacidades, relegando a los demás a segundo término.
(Fajardo, 1923, 30)
165
[...] memorándum que imprima en la mente del médico escolar y del educador la
complicada silueta del anormal [...] Sobretodo creemos que el maestro moderno
puede aprovecharse de este bosquejo. Aquí encontrará él, de acuerdo con los
actuales momentos de la orientación educativa, una guía que le ayude a
desarrollar su noble labor a base de razón (Suárez Calderón, 1926, 9).
[...] porque no hay ninguno que las reúna todas, y de ahí su relatividad. Por
consecuencia, entendemos comúnmente por normales los seres que, aislados o
en conjunto, se dirijan o acerquen en varios sentidos al sér ideal. Los muy
distantes, o de un modo u otro desviados, serán los anormales (Suárez
Calderón, 1926, 12).
[...] viene de ab, fuéra y norma, regla. En sentido general, indica lo que está
fuéra de la regla ordinaria. Dentro de esta acepción pueden caber todos los
estados patológicos del sér humano, sean transitorios o permanentes, locales o
generales (Suárez Calderón, 1926, 12).
Por tanto, nos permitimos formular [...] sin alejarnos esencialmente de las
autoridades sobre la materia, la siguiente clasificación, que, además de ser
sencilla, se amolda a un fin didáctico:
40 Las clasificaciones de los retrasados y los anormales, además de los niños escolares, son
instrumentos propios de la emergente pedagogía experimental de anormales de principios del
siglo XX. Los médicos escolares propusieron y aplicaron gran cantidad de pruebas de
clasificación de los niños en las escuelas, pero también en las casas de corrección de menores
delincuentes. Los maestros de escuela y de las correccionales eran entendidos como auxiliares
del médico en los procesos de clasificación científica durante la década del veinte (Yarza y
Rodríguez, 2007), pero en la década del treinta, con la creación de las facultades de ciencias
de la educación y la escuela normal superior, se posibilitó la formación de profesores en
pedagogía experimental, conllevando a la aplicación y recreación de test y pruebas mentales
en los escolares (Ríos, 2008).
168
1° Anormales somáticos;
2° Anormales psíquicos; y
3° Anormales somato-psíquicos.
Entre estos tipos hay otros intermedios, porque todos tienen distintos puntos de
contacto entre sí, lo mismo que con la enfermedad y con la afección (Suárez
Calderón, 1926, 14).
169
Suárez hace un llamado genérico a todo gobierno y sociedad que "[...] no olvide
el deber de velar por el futuro de la raza y la especie, debe procurarles a los
desheredados de la naturaleza y a los que decaen, los medios posibles, por
caridad y conveniencia general, para que mejoren unos y se detengan otros en
su decaimiento” (Suárez Calderón, 1926, 45). "Caridad” y "conveniencia”
articulan moral católica y defensa del Estado. En el pedagogo y médico Suárez
se reconoce, para los "anormales”, su formabilidad, pero también su utilidad y
potencial dócil.
Los medios para materializar esta "humana y noble obra” serán la selección
médico-pedagógica y su oportuno tratamiento. La selección de los anormales y
los degenerados comienza en el hogar y continúa en la escuela, donde se
deberá implementar un examen médico, psicológico y pedagógico.
El primero lo hace el profesional, hasta darse cuenta del estado de salud del niño
y de todos los caracteres, aun los más pequeños, que constituyan la
anormalidad. El segundo también, pero ayudado del maestro. Este es quien más
suele tener datos de su observación continua [...] El maestro llevará un registro
para cada facultad, con los nombres de los niños. En él apuntará con una raya y
en la columna correspondiente, como en el registro de la asistencia escolar, la
observación que resalte ante sus ojos en la clases, los recreos, los paseos, etc.,
etc. Este registro será fácil si el educador reúne tres condiciones; 1a saber
psicología; 2a ser maestro por vocación, y 3a no encargarse de más de 25 ó 30
niños. En cuanto al examen pedagógico que tampoco puede serle extraño al
médico, hay que ver que requiere, como el psicológico, observación larga y
atenta. Por tanto, es al institutor a quien le corresponde en su mayor parte. Un
criterio justo y prudente del rendimiento del niño debe dar, de acuerdo a su edad,
temperamento, medio social, organización escolar, métodos y procedimientos de
enseñanza, ha de ser el termómetro de comparación o la balanza a la cual
quede sometido el examinado [...] (Suárez Calderón, 1926, 45-46).
Los internados tendrían como fin suplir los vacíos que se evidencian en el
hogar y recuperar las facultades perdidas, causadas por los vicios y las
enfermedades de algunos padres. Por su parte, el tratamiento de los
171
degenerados estaría ubicado en la higiene privada y pública, los remedios y la
creación de algunas instituciones particulares.
Por lo que hace a los anormales, la preparación que se les dá para adaptarlos al
medio no consiste sólo en corregirles la deficiencia orgánica y fisiológica, sino en
procurarles capacidad en artes, oficios, dependencias, servidumbre, etc., etc. [...]
El diagnóstico de la aptitud en potencia del niño irregular, debe establecerse
también desde el primer examen, para que se atienda desde entonces a su
educación vocacional (Suárez Calderón, 1926, 48).
172
3.2. Casas correccionales, institutos de ciegos y sordomudos, escuelas y
clases especiales en Colombia: 1920-1948
173
manera, como se verá, los estudios experimentales sobre las anormalidades en
la escuela y la sociedad, produjeron las condiciones institucionales y
discursivas para la formación profesional de nuevos especialistas sobre la
anormalidad, que amplificarán y complementarán la intervención social y
estatal sobre lo anormal de mediados del siglo XX.
174
dotar de herramientas a seres improductivos e inútiles para la sociedad, instruir
y educar el cuerpo, la mente y el alma anómala para favorecer el progreso de
la República o, por lo menos, quitarle un peso oneroso a la familia y al Estado.
La instrucción posibilita la extensión de la vida, la prolongación de la
supervivencia social de los seres vivientes imperfectos, la utilidad social de los
inútiles, pero también pretenderá que los anormales se autogestionen y
autogobiernen.
Si a finales del siglo XIX era impensable la educación de un idiota para los
discursos reformistas liberales y conservadores, para principios del siglo XX,
será necesaria y posible, una labor redentora y científica, una práctica anclada
en unos ideales de progreso, felicidad y salvación, y en un aparataje científico-
técnico-instrumental que legitimaba socialmente las acciones, métodos y
formas de organización institucional que tomaban como objeto de su interés
(saber-poder) a los recién nombrados como "anormales” y "retrasados”. De
esta manera, la educación y pedagogía de anormales se conecta con una
estrategia biopolítica sobre la vida de las poblaciones escolarizables y se
expresaba en múltiples microfísicas de control, corrección, terapéutica y
tratamiento del otro-anormal.
175
objeto a los niños anormales, los jóvenes delincuentes, los débiles mentales,
los ciegos, los sordomudos, los retrasados y los degenerados, plantearon la
urgencia de educar e instruir maestros en las escuelas normales y en las
instituciones para los anormales que estuvieran preparados técnica, científica y
moralmente para asumir la empresa de colaborar con la regeneración
educacional e higiénica del pueblo colombiano.
41
La diferencia fundamental entre este trabajo de investigación y los anteriores, se concentra
en mostrar nuevos registros de prácticas y discursos identificados y tematizados a partir de la
construcción del campo documental. Los elementos fundamentales y estructurales del proceso
de apropiación e institucionalización pueden consultarse en los artículos de revista, capítulos
de libro y ponencias publicadas desde 2004 hasta la actualidad.
176
Art. 30. Cuando en una población apareciere un número de niños anormales no
menor de diez, el Departamento costeará para ellos un maestro, escogido entre
los profesores que mejor aptitud especial demuestren para dirigirlos. Dichos
niños estarán bajo la vigilancia inmediata de un médico oficial encargado de
dictar todas las reglas higiénicas a que debe estar sujeto el establecimiento.
Art. 31. Corresponde al Director de Instrucción Pública la reglamentación de esta
clase de Escuelas. El número de alumnos no podrá exceder de 20 para cada
maestro.
178
Hernández otorgaba el estatuto de ciencia para la pedagogía, pero el atributo
de ciencia imperfecta e incompleta que necesita el auxilio y complemento de
otras ciencias, "ya que ella por si sola no podrá bastar a la perfección de un ser
libre que tiende siempre hacia un fin supremo” (Hernández, 1918: 98), por lo
que surge, a principios de siglo XX, el proceso de perfeccionamiento de "una
ciencia cuya acepción genuina abarque una esfera mas amplia que la que tiene
la llamada hoy pedagogía.” (Hernández, 1918, 98).
es preciso tener construida una ciencia que sea la síntesis de otras ciencias,
para que todas de consumo contribuyan al fiel cumplimiento del desarrollo
armónico y sistemático de las complejas facultades del niño [...] Estas ciencias
son, según el Dr. Schuyten (holandes), director del laboratorio de Paidología de
Amberes, la antropometría -mejor seria paidometria- pues que sólo se trata de
la medida del niño- no de la del hombre ya definido; Fisiología, psicología,
pedagogía -normal y anormal- Sociología e Historia del niño o Historia de la
Paidología que paidología es el nombre con el que el distinguido profesor
Alemán Oscar Chrisman ha bautizado esta moderna ciencia, y cuya definición
ha dado juiciosamente, el precitado Dr. Schuyten después que otras así: "la
Paidología es la ciencia del niño en la más extensa acepción. Es la síntesis de
otras varias ciencias que han permanecido largo tiempo sin fin educativo”.
(Hernández, 1918, 98-99. Cursiva fuera del texto)
179
De igual manera, conocer cada niño en su higiene del cuerpo y del alma "pues
que "el aspecto exterior del hombre- como dice Ernesto Tenchtersleben- es la
manifestación del buen estado de salud o estado interior”; y es sabido que las
facultades morales no se desenvuelven convenientemente sino en cuerpos
robustos y vigorosos; y es que "ordinariamente existe una armonía visible entre
la belleza moral y la corporal, y entre la fealdad del cuerpo y la del espíritu” [...]”
(Hernández, 1918, 99). También en sus juegos "porque como dice Lasalde. "el
mejor medio para conocer las cualidades personales de los niños, es
observarles en aquellas ocasiones en que se manifiestan espontáneamente
tales como son.” (Hernández, 1918, 99).
180
médico oficial -que no debe faltar en ninguna población que dé visos de
ciudad- asociado al maestro, y mediante el apoyo necesario de las autoridades
dirigentes , bastaran para hacer una clasificación, practica y aceptable en las
Escuelas.” (Hernández, 1918, 100)
Pero, para poder distinguir el normal del anormal, deberá conocer su diferencia:
Un niño anormal no es otra cosa que un niño enfermo -del cuerpo, del alma o de
ambos elementos-, solo que las enfermedades varían tanto que las hay de
aquellas que son de dominio exclusivo de la pedagogía , hasta aquellas que ni
aun el facultativo medico puede remediarlas. Las anormalidades pueden ser
físicas o del cuerpo, y psíquicas o del alma. Son anormales físicos, entre otros:
Los sordos, los miopes, los bizcos, los tuertos, los cojos, mancos, zurdos, etc.
etc. Los anormales Psíquicos, entre otros; Los amnésicos o desmemoriados; los
afaticos, que, por cualquiera enfermedad cerebral pierden la palabra; los
atolondrados o aturdidos que por perturbaciones de los sentidos obran con
demasiada viveza y sin reflexión; los pervertidos, que, por perturbaciones
mentales son corrompidos, hipócritas, infieles, embusteros, etc. Las anomalías
mentales, dice D. Rufino Blanco, son las más difíciles de clasificar. Del Dr.
Bouniville es la siguiente; idiotez absoluta, idiotez profunda, imbécibilidad,
retraso intelectual e inestabilidad mental. Esta clasificación está hecha desde el
punto de vista de la educabilidad de los anormales, dice el citado. R. Blanco
(Hernández, 1918, 100-101)
43 Siguiendo a Olóriz, por ejemplo, define como "Atrasados aquellos que respecto de sus
compañeros normales se quedan atrás. De éstos hay tres categorías distintas por diversas
causas: Primera categoría. A la cual pertenecen los niños que no siendo propiamente
anormales, aprovechan, por varias circunstancias, sus estudios menos que los otros. Llámense
simplemente atrasados o atrasados temporalmente: y las causas de su atraso son: mala
asistencia, carencia de elementos materiales, como útiles, ambiente familiar desfavorable, o
leves defectos de algunos de los sentidos externos: pobreza, y, por ende, mala alimentación, y
ciertas enfermedades. Formula pedagógica: Un esfuerzo bien dirigido de parte del Maestro,
para no perjudicar ni a los unos ni a los otros, debe basarse en el atractivo e interés que haya
sabido imprimir en su Escuela; en la caridad; en las relaciones pedagógicas con los padres de
familia; en el cuidado especial que preste al desarrollo de las facultades del niño, y en el
181
Clasificar y educar, conocer el niño para educarlo se convierte en la piedra
angular de las reformas por hacer en la escuela colombiana.
[...] Que la Casa de Menores tuviera ante todo un carácter educativo; que a esos
jóvenes allí detenidos se les curase en el alma y en el cuerpo, porque ellos son
ante todo mal educados o enfermos y víctimas del mal medio social en que se
han criado, y sus faltas son por lo tanto de una responsabilidad atenuada. Sabia
183
y hermosa orientación esta de educar antes que castigar, de prevenir el delito
antes de abrir las puertas del presidio; caritativa tarea esa de hacer llegar un
rayo de luz amorosa al fondo de las almas entenebrecidas por la ignorancia;
científico empeño es el estudiar al joven en todas sus facultades y tornarlo,
mediante un régimen clínico-pedagógico, hombre apto para la lucha y capaz de
ser en la sociedad una unidad utilizable (Cadavid y Velásquez, 1921, 9).
186
El Departamento de Caldas se ve abocado también a crear una Colonia de
Vacaciones para Niños Débiles, para defender el organismo del niño,
protegerlo
187
a). Organizarse, por vía de ensayo, la primera colonia de vacaciones para
niños débiles.
b). Formarán el personal de dicha colonia niños débiles pertenecientes a las
escuelas primarias de Montenegro y de Chinchiná.
c). señalase como lugar para la colonia el local ocupado por la escuela "Camilo
torres”, situado en uno de los campos más hermosos e higiénicos de la ciudad
de Manizales.
d). Las actividades de los alumnos tendrán un carácter eminentemente
educativo e higiénico.
e). La junta directiva la de colonia gozará de autonomía y será integrada así:
Doña Alicia Upegui V. de Gutierrez, Doña Teresa Mejia de Duque, Doña cecilia
Jaramillo de Medina, señoritas Claudina Múnera, Laura Pinzón, Clarita
Valencia, Carlota Botero Salazar, Lily Ramirez, Maria Osorio; señores Carlos
Buitrago Arango, Jorge Pinzón y Gabriel Latorre.
f). Seran directoras de la colonia, las institutoras doña Elisa Muñoz, Doña
Carmen Mejia y Doña Inés Mejia, quienes ofrecieron prestar gratuitamente
dichos servicios.
G). Serán médicos de la colonia los doctores Eduardo Toro V., Doctor Aristidis
Acevedo Toro y Dentista el Doctor Guilermo Alvarez. (Hurtado, 1932, 96-97)
188
Tres institutoras, que desde luego se han hecho acreedoras a la gratitud
publica y que responden a los nombres de Eliza Muñoz, de Santa Rosa, Inés
Mejia, de Montenegro, y Carmen Mejia, de Chinchiná, se han puesto al frente
de la Colonia, y con desvelo maternal y en forma absolutamente gratuita,
cuidan en todo momento el mejor estar de las niñas que les han sido confiadas.
Patrióticamente colaboran en esta obra de salvación de la raza, los Doctores
Eduardo Toro Villegas y Arístides Acevedo Toro, quienes se han encargado del
tratamiento medico de las niñas que lo necesiten y de practicar el examen
detenido de todas ellas para determinar sus condiciones especiales y darles
normas precisas para su mejor desarrollo físico y la conservación de la salud.
Así mismo, Don Guillermo Alvarez J., presta sus servicios odontológicos a las
niñas que lo necesitan. (Hurtado, 1932, 98)
se debe tomar alguna medida que quite el perjuicio a los primeros y favorezca la
enseñanza y educación de los segundos; la sociedad ha reconocido al niño el
derecho a la enseñanza; asi debe también tomar las necesarias medidas para
atender y enseñar a los anormales. Se puede iniciar esta empresa por ahora,
siquiera separando los retrasados en las escuelas y formar con ellos un grupo
que se ponga al cuidado de un maestro competente que estudie las
anormalidades y procure corregirlas en cuanto se pueda. En esta empresa es
donde se necesita la colaboración del medico oficial, ya que se suprimió la
inspección medico-escolar. Emprender la educación de los retrasados y darles
enseñanza, es resolver un complicado problema. De agosto, en adelante, en al
escuela de Varones de Chinchina, se hizo en los años 1 y 2 una separación de
aquellos niños que tenían alguna anormalidad visible y junto con los repitentes
se formó un grupo del cual se encargó el seccional Antonio José Echeverri. El
éxito fue bueno, y se quitó el estorbo a los citados grupos. (Domingo, 1932)
190
a) Prevención de las enfermedades en los escolares.
b) Ordenar el despacho de formulas a los niños enfermos.
c) Atender al progreso físico de los niños y a su retroceso, averiguando las
causas en el último censo.
d) Implantar el aseo en el uso del cepillo, del peine, del jabón, etc.
e) Establecer la dentistería escolar.
Como medios para adelantar estas labores la legión femenina usó de fiestas
sociales, campeonatos de deportes, vespertinas bailables, rifas, funciones, etc.
(Vargas, 1936, 118)
La obra de la educación del pueblo colombiano es, sin duda, la mas urgente y
también la mas compleja, por cuanto no se trata simplemente de la instrucción
de un pueblo en forma técnica, sino de la capacidad vital del conglomerado,
entendiendo por ello la defensa racial, la vigorización física, la creación de
hábitos de trabajo individual y colectivo, la extirpación de vicios que minan la vida
del campesino y del obrero, el mantenimiento de los ideales religiosos, éticos y
sociales y la preparación para un futuro de engrandecimiento patrio. (Anzola
Gómez, 1936, 3)
191
calidas, las afecciones pulmonares, hepáticas y glandulares, las caries dentales
son observadas por los médicos como cosa ya casi natural en nuestros
escolares. La defensa del niño es en nuestro medio asunto del medico escolar,
casi exclusivamente, porque en la familia no es posible confiar ya que el hogar
campesino y obrero en manera alguna representan la etapa indispensable en la
educación del niño. La escuela, por las condiciones deficientes de su
funcionamiento tampoco alcanza a contribuir sino en mínima parte. Todo el papel
en la defensa del niño descansa en la acción del medico escolar, de la
enfermera y del dentista. (Anzola Gómez, 1936, 10-11)
192
Durante la década de 1910 y 1930, comienza a realizarse la apropiación
estratégica y selectiva de un discurso médico-psico-pedagógico que tendrá
implicaciones en la institucionalización de las escuelas para anormales, los
servicios médico escolares, las aulas para retrasados y las colonias para
débiles, en simultáneo con los discursos correccionalistas dirigidos a los
menores delincuentes (Moreu, 2006; Gómez Bravo, 2006; Zapiola, 2010), que
complementaron esa demarcación histórica de la infancia escolar generada por
los discursos pedagógicos e instruccionistas sobre la escolaridad.
Durante las cuatro primeras décadas del siglo XX, en el marco de los procesos
de apropiación e institucionalización de la educación y pedagogía para los
niños y jóvenes anormales, se pudieron identificar algunos momentos y
tránsitos en las reformas a la preparación de maestros normalistas y
licenciados en ciencias de la educación.
193
la escuela y la sociedad. En el último momento, algunos licenciados del curso
de información pedagógica nacional y unos institutores de la Escuela Normal
de Varones de Medellín, realizaron sus prácticas, reflexiones y produjeron sus
trabajos de grado sobre la educación y pedagogía de anormales.
194
intelectuales interesados en la educación moderna de los anormales, se
planteaba la importancia de reformar las existentes y crear nuevas instituciones
escolares, higiénicas y correccionales y de preparar los maestros que allí
oficiarían. Se proponía como un deber ser en los procesos de reforma de la
instrucción. Representaba un anhelo y una esperanza. La formación de estos
maestros se entendía, entonces, como un imperativo reformista, progresista-
modernizador y normalizador.
195
la Pedagogía de anormales. El programa de esta última materia podría ser el
siguiente:
196
1.a Debe el Gobierno del Departamento hacer lo posible para que en las
Escuelas Normales se intensifiquen los estudios de Psicología escolar práctica
y de Pedagogía de anormales;
5.a Hay necesidad de ir formando en las escuelas ordinarias secciones de
observación y para atrasados leves, con personal docente bien remunerado u
suficientemente preparado para ello; (Cadavid y Velásquez, 1921, 37)
197
No se crea que la colaboración del médico es indispensable sólamente en la
escuelas especiales, nó; ella es precisa en todas, pues es sabido que son muy
frecuentes los casos de anormalidad y más cuando la acción pedagógica no es
bien dirigida. Hablar de estas cosas parecerá exótico a muchos, pero hay
necesidad de ello, el porvenir de la especie debe ser objeto de constante
estudio, y los que blasonan de prácticos y se ríen de estas disciplinas deberían
pensar que nada es más práctico que salvar las energías de un pueblo, y esto
se obtiene por medio de una educación integral, esto es que abarque el cuerpo
y el alma (Cadavid, 1922, 507-508)
198
no se columbra la esperanza de que contemos con el primer seminario de
maestros; la Ciencia de la educación es desconocida en estas latitudes [...]”
(Cadavid, 1924, 57). De igual manera, sugería que “[...] es indispensable iniciar
prácticamente el cultivo de la psicología, como base de una educación que
mire por la orientación profesional del niño. La investigación ha de conducirnos
a formar un plan educativo, propio de las naciones suramericanas” (Cadavid,
1924, 69).
199
de unas prácticas y de los saberes asociados a su conocimiento científico, en
especial, la pedagogía y la psicología (de corte experimental).
200
eficaz y una intervención pedagógica sabiamente dirigida. (Cadavid y Velásquez,
1921, 12)
Por tal motivo, para asegurar la colaboración médico pedagógica que orientaba
la Casa de Menores (en emulación a los institutos de anormales de Europa y
Estados Unidos), el Director comenzó la preparación de los maestros.
201
Al tiempo que los maestros se iniciaron en los estudios de la observación,
recibieron una carta circular del Director con un formulario adaptado a nuestro
medio con el fin de que cada uno abriera un libro especial de registro de todos
sus alumnos (el formulario tenía procedencias técnicas de instituciones como la
Escuela Comunal de Atrasados de Bruselas). En la carta les decía a los
maestros que
202
será.” (Cadavid y Velásquez, 1921, 16) Una pedagogía psicológica requería la
conducción de un maestro psicólogo.46
De la pedagogía confesional católica de las primeras dos décadas del siglo XX,
se transita, no sin tropiezos, hacia una experimentalización de la pedagogía en
la formación de maestros y en las reformas instruccionistas. Desde 1917, en el
Congreso Pedagógico Nacional, se venía señalando la importancia de la
204
no aparecen en el nuevo programa de estudios. Tampoco las nociones que se
pretendían enseñar en forma de conferencias como: educación de anormales,
protección de la infancia, orientación profesional y antropometría. (Ríos, 2008,
59)
47 Por razones históricas producidas por el azar y el efecto del poder, lamentablemente no
contamos con registros de los cursos de psicología racional y experimental, las que hubieran
servido para recrear parte del horizonte conceptual de la preparación de maestros en la década
de 1920 en la Universidad de Antioquia.
205
cursos referidos a las ciencias de la experimentación en la institución. Por
ejemplo, Venancio Rueda trabajaba la asignatura de fisiología e higiene
escolar, el médico Hernán Vergara la de psicología e, incluso, los europeos
Raymond Buysé, Henri Pieron y Walter León Goodard abordaron los temas de
psicopedagogía, psicología infantil y experimental y orientación profesional
(respectivamente)48. De esta manera, la Facultad contemplaba la preparación
en lo moderno experimental del futuro licenciado en ciencias de la educación
que trabajaría en las escuelas normales, la segunda enseñanza y en la
inspección escolar en Colombia. Igualmente, continuó ofertando cursos de
información para los maestros en ejercicio.
El Decreto 1569 del 2 de agosto de 1934, fijó el plan de estudios para las
facultades universitarias oficiales, nacionales y departamentales, puntualizando
para las Facultades de Ciencias de la Educación sus especializaciones: Para
Bogotá ciencias físico-químicas, biología, matemáticas, ciencias pedagógicas,
y gimnasia y deportes (pero sólo funcionaron las de ciencias pedagógicas,
207
pedagógicos, terapéuticos, higiénicos, etc. Conocer el objeto, fin, sujeto y
método, en estricto orden para asegurar el dominio conceptual y práctico por
parte de las señoritas (en este caso), pero en general de cualquier maestro que
se interesa en los anormales. Aparece un objeto de preparación y conocimiento
que implica una manera de entender el aprendizaje y los métodos de
enseñanza.
49 Las tesis de medicina y cirugía que estudiaron los retrasados y las anormalidades en las
escuelas no funcionaban como textos de referencia en la formación de maestros y profesores.
Serán las revistas del ramo de la instrucción/educación y de las instituciones de formación,
además de las conferencias, sociedades pedagógicas y los manuales y textos escolares, los
instrumentos discursivos de mejor acercamiento a los saberes modernos para los maestros. No
sólo difundían las ciencias, sino que operaban como una técnica de cientifización del
conocimiento en el que debía prepararse el maestro. De igual modo, desde Antioquia, en la
208
Con Larina coincidimos en que en los trabajos académicos publicados en la
Revista Educación dedicados a tratar temas de psicología y pedagogía
experimental, se refleja una mayor preocupación por “la anormalidad infantil,
sus causas, características y clasificación, sobre los niños mentalmente
anormales y retardados pedagógicos, los niños supernormales, y sobre higiene
escolar” (Larina, 2002, 86) De igual manera, se evidencia el interés por los test
de medición de la inteligencia y las aptitudes, por el análisis de los procesos
psíquicos superiores y por la organización moderna de las escuelas. “De ahí
podemos notar que el saber psicológico llegó al país con la preocupación
médica por lo anormal, lo patológico, con los fenómenos de la Raza
degenerada que exigía en este momento una solución urgente a través de la
intervención científica.” (Larina, 2002, 87) En forma complementaria, interesa
mostrar cómo el saber psicológico en la base de la pedagogía activa estuvo en
juego al momento de legitimar la pedagogía de anormales, en tanto ciencia
experimental.
En fin, sobre diversos puntos del vasto territorio de las ciencias biológicas, fruto
espontáneo de actividades múltiples y diversas, apareció el vasto movimiento de
investigaciones que se ha denominado la “psicología experimental”. Van Biervliet
le asigna un cuádruple origen: a) la raíz patológica, que consiste en el esfuerzo
de los médicos alienistas, psiquiatras (Charcot), neuropatólogos (Grasset),
criminalistas (Lombroso). b) La raíz antropológica, que comprende los trabajos
década de 1920 se cuenta con la revista Estudio y trabajo, en dónde se abordaban temáticas
referidas a los test de medición, los procesos de examen, las terapéuticas, los trabajos
manuales, etc. que se realizaban con los menores delincuentes de la Casa de Menores y
Escuela de Trabajo San José; esta Revista era conocida por Directores de instrucción,
profesores y maestros de escuelas primarias, de enseñanza secundaria, médicos y juristas. En
la década de 1930 se fundará la revista Protección Infantil en el Departamento de Santander,
como órgano de difusión de la Casa de Menores de Piedecuesta. Estas dos revistas sirvieron
de soporte y mecanismo de difusión de las reformas y la pedagogía de anormales en la
preparación de maestros teóricos y prácticos en las Casas Correccionales y también en las
Facultades de Educación, Cursos de información y en las Escuelas Normales.
209
de los frenólogos (Gaal), de los embriólogos (hechos de la herencia), de los
antropólogos (Broca, localizaciones cerebrales). c) La raíz psicológica que
comprende las investigaciones de Galton, Cattel, Binet, de Stanley Hall, de
Meumann, etc., etc. d) La raíz pedagógica, en la cual se incluyen las
investigaciones concernientes a la educación de los anormales (Itard, Seguin), el
estudio objetivo de los problemas pedagógicos, no solamente para conocer la
naturaleza de los fenómenos conscientes puestos en juego, sino las diferencias
susceptibles de registrarse; no las cualidades de las funciones mentales, sino
más bien su rendimiento (Buysé, 1933, 139-140. Cursiva fuera de texto)
210
de pretender su educación (Pedagogía experimental) y de los métodos más
adecuados para proporcionarle Instrucción (Didáctica experimental). Sólo
cuando conozcamos así al niño y tengamos en nuestras manos estos
instrumentos, podremos hablar de una preparación técnica del maestro. (Rojas,
1933, 178)
Entre las obras de asistencia de la infancia figuran en primer término las sopas y
roperos escolares. De este modo se da pan y vestido al niño que carece de ellos.
Así se le habilita para que concurra a la escuela, en condiciones que le permitan
un trabajo higiénico y fructuoso. Todos sabemos la influencia funesta del
ambiente escolar en los niños débiles, anémicos, escrofulosos, etc. Médicos y
pedagogos conocen los perjuicios que acarrean las labores del aula cuando se
ejercitan sobre organismos minados por el hambre, la pretuberculosis, la
herencia luética, alcohólica, etc. Constituye éste un capítulo de asistencia
pública, al cual dedican sumo interés las naciones donde la legislación social
surge del estudio consciente de los males que azotan la colectividad y
comprometen el porvenir de los ciudadanos. Porque si los jóvenes bien nutridos
se fatigan en el estudio, qué pasara con los débiles y con los que vinieron a la
vida con la carga de una herencia desgraciada? (Cadavid, 1933, 94)
212
Dios hace purgar los pecados de los padres hasta la tercera y la cuarta
generación, es también una verdad científica, y hasta se mantiene como tal
invirtiéndolo; Dios permite disfrutar los premios que otorga el trabajo hasta el
tercero o cuarto descendiente” (Cadavid, 1933, 95) En tal perspectiva, Cadavid
insiste en que el Estado debe buscar las potencias y energías vitales en el
pueblo que “en no distante día darán óptimos [sic] frutos a la sociedad”
(Cadavid, 1933, 95).
Los “remedios” que traza Cadavid para resolver este problema implicaban la
creación de nuevas institucionalidades defensivas y experimentales:
Las sopas escolares, los roperos, los reformatorios para alumnos débiles, y
otras instituciones similares tienen el noble fin de aprovechar las aptitudes de
los niños necesitados. Porque es desgarrador contemplar el desfile dantesco
de esos niños desventurados que discurren por calles y plazas, macilentos y
anémicos. Su talla y peso son anormales, angustioso su porte, y quien quiera
que los vea, advertirá que en breve irán al asilo, al hospital, si no a la cárcel [...]
Si existen escuelas para niños anormales y para normales, es lógico que se
organice también la enseñanza de los jóvenes sobresalientes, los cuales se
caracterizan por su nivel intelectual superior al tipo medio de los de su edad, lo
que implica normalidad en el funcionamiento sensorial y precisión en la
atención [...] El proyecto que hemos sometido al estudio de la cámara dispone
que el gobierno dé una organización especial a las escuelas rurales
“estableciendo en ellas cursos complementarios de habilitación para las labores
agrícolas, según los principios científicos, y hasta donde sea posible, con
enseñanzas de implementos modernos de agricultura. (Cadavid, 1933, 95-96)
214
Para poder combatir el analfabetismo de los primeros elementos para la lucha
por la vida,
215
Basado en estos argumentos, propone la creación de cursos por
correspondencia a semejanza de los establecidos en los Estados Unidos de
Norteamérica. Se espera que a través de otro mecanismo de producción de
subjetividad, se pueda conducir a los maestros hacia nuevos conocimientos
para cumplir con la misión experimental puesta sobre las escuelas. Zapata
termina planteando que
216
considerar el ensamblaje técnico-discursivo de las ciencias médico-
pedagógicas y su función o misión en la escuela y la sociedad colombiana. En
el conjunto de temas planteados, el punto i expresaba lo siguiente: "creación de
escuelas de anormales y preparación del personal para regentarlas” (Bernal
Jiménez, et al, 1933, 262) Vemos, pues, nuevamente, cómo la formación del
maestro para la educación de anormales estaba constituyéndose en una
preocupación de los reformistas educacionales, desde la escuela defensiva,
que en sí misma se articulaba con las ciencias pedagógicas experimentales.
217
Así, pues, Quintana se encargará de describir los objetos fundamentales de los
médicos escolares, siguiendo al inglés, Cornell Walter, en una clara referencia
a los países civilizados, dirigiéndose especialmente a los institutores y
legisladores:50
50
Quintana no plantea ninguna función u objeto que no se conozca desde el proceso de
institucionalización del servicio médico escolar que se venía dando desde la década de 1920.
Sin embargo, es importante su mención, en tanto reafirma la importancia de la colaboración
médico-pedagógica y el lugar de saber-poder del médico en la educación de los anormales,
comenzando con la identificación y clasificación de la población escolar anormal y retrasada.
218
deberá dedicar a las ciencias de la educación la misma importancia otorgada al
Derecho o la Medicina.
Además, el informe del doctor Eduardo Vasco incluye una apreciación sobre
los estudiantes que ingresan al Liceo de la Universidad, en dónde identificaron
gran cantidad de retrasados pedagógicos:
El ochenta y cinco por ciento de los que entran al Liceo son mayores de 14 años
y la gran mayoría, la casi totalidad, son lo que se llama "retardados
pedagógicos”, es decir, alumnos cuya edad escolar es inferior a la edad
cronológica. Este retardo puede tener muy variadas causas, tales como el
ingreso muy tarde a la escuela primaria, el cambiar muy a menudo de domicilio y
de maestro, lo que está de acuerdo con el hecho de pertenecer los alumnos en
su gran mayoría a la clase media y obrera y que por lo tanto están muy
expuestos a la asistencia irregular a clases y a la consiguiente pérdida de
cursos. Además, los deficientes de la vista y el oído, los desnutridos e
inferiorizados orgánicamente, los insuficientes glandulares, todo lo cual tiene una
considerable repercusión sobre el rendimiento escolar. Por otra parte, acuden al
Liceo en cantidad apreciable, muchos estudiantes que han tenido dificultades en
otros colegios y vienen a acogerse a las condiciones relativamente amplias que
les ofrece el establecimiento. Y no sería muy extraño tampoco encontrar en la
población heterogénea de nuestro estudiantado un número relativamente crecido
de débiles mentales y de desequilibrados afectivos. La mayor parte de estos
estados irregulares de características tan variadas hubieran sido curables, en
una escuela organizada científicamente a base de psico-biología, en la cual
aquéllos hubieran podido ser diagnosticados y tratados tempranamente. Pero en
la escuela nuéstra, en donde no se individualiza, en donde no se estudia ni la
personalidad, ni la capacidad, ni el interés de cada niño para dirigirlo y educarlo
219
según sus modalidades especiales, todos aquellos defectos se van acentuando y
ejerciendo su desastrosa influencia sobre ellos [...] (Vasco Gutiérrez, 1934a,
200-201)
el primero estaría formado por los ciegos y sordomudos, por los que sufren
perturbaciones del lenguaje y por los que tienen acentuados defectos de orden
físico y que pudiéramos poner bajo la rúbrica de infirmes; el segundo estaría
integrado por los idiotas, cretinos, epilépticos, imbéciles profundos,
microencéfalos, heredo-sifilíticos y en general todos los que presenten
anomalías profundas del psiquismo superior y que pudiéramos llamar
retardados morbosos; y el tercer grupo estaría compuesto por los retrasados
en sentido pedagógico y en el cual entrarían también los inestables motores y
psíquicos, los grandes emotivos, los turbulentos, los obnubilados, los
perezosos, los apáticos, los perversos morales, los débiles mentales y en
general los niños nerviosos y los desequilibrados afectivos ligeros. (Vasco
Gutiérrez, 1934b, 596)
221
Los anormales, como hemos visto, no conforman un grupo homogéneo;
experimentalmente se distinguirán y clasificarán para poder comprender sus
capacidades, aptitudes, necesidades e intereses y, en consecuencia,
determinar sus tratamientos y formas de educación. Para los primeros se han
creado escuelas especiales, tal como existen en Medellín (pero también en
Bogotá). Para los segundos, tipos de asilo o de sanatorio, a los que se debe
"procurar tratarlos y mejorarles hasta donde sea posible”, en Bogotá existe un
asilo bien ubicado pero mal dotado y en Medellín se encuentran dispersos en
hospitales, casas de beneficencia, correccionales y en las de particulares (596)
Serán, pues, los del tercer grupo,
225
se ve claramente que los esfuerzos que se hagan en favor de la infancia
anormal, se justificarán plenamente porque el resultado de esta adaptación de la
escuela a inteligencias débiles, traerá por resultado mayor rendimiento en la
escuela común, mayor acopio de métodos y procedimientos que no serán menos
excelentes para los niños normales. Como prueba de ello podremos citar el
resultado obtenido en el Instituto Juan Jacobo Rousseau en Ginebra, la obra de
la doctora María Montessori en Roma y las escuelas del doctor Decroly en
Bruselas. Desde luego, es natural admitir que el estudio científico de las
anomalías mentales de los anormales y las dificultades casi insuperables que
presenta para ellos la enseñanza ordinaria, van a permitirnos —una vez
establecidas las escuelas especiales— señalar muchas lagunas, serios
inconvenientes y grandes vicios de que ha adolecido la enseñanza ordinaria.
(Hernández, 1934, 725)
Si un niño ha llegado a la edad de dos años y no anda, no coge con facilidad los
objetos, deja caer las cosas que se le ponen en las manos, será seguramente un
niño de mentalidad anormal. Es un signo característico del niño anormal
genuino, del clásico deficiente mental, el ser un retrasado en la adquisición del
lenguaje. Tal importancia se ha dado a este síntoma, que algunos autores han
pretendido basarse en las edades de aparición de ese lenguaje, para hacer una
clasificación de los grados de anormalidades mentales. (Hernández, 1934, 727)
226
Y así continua describiendo y ejemplificando la psicología normal y anormal en
la segunda infancia51 hasta recomendar a los padres que este conocimiento
será suficiente para saber si la marcha mental de sus hijos es normal o no y
"para acudir, cuando algo extraño se encuentre en ellos, a que el maestro
especial o el médico psiquiatra diagnostiquen lo más prudente sobre el caso”
(Hernández, 1934, 729) La distinción moderna experimental entre lo anormal y
lo normal, legitima científicamente la existencia de unos profesionales que
ejercerán su poder de jerarquización, clasificación y diferenciación sobre las
poblaciones escolares y sobre las familias. Poder de decidir, basado en la
ciencia, quién hace parte de la normalidad y quienes de su permanente
sombra.
51 La segunda infancia, de los tres a los siete años, estará caracterizada por el juego, el
desarrollo del lenguaje y la interrogación en los niños normales, pero, en los anormales será
bien distinto: "Y en cuanto a los anormales, todos habéis visto esos niños refractarios al juego,
retraídos cuando se encuentran con otros niños, excesivamente vergonzosos, poco curiosos,
que preguntan poco, amigos sólo de sus padres, débiles y tristes, que disuenan más o menos
intensamente en su reaccionar ante las solicitudes externas, esos niños que corren poco, que
les gusta jugar solos, y que son, a veces, niños anormales de la mente. Si los examinamos
utilizando las escalas métricas de la inteligencia de Binet, de Therman, de Vermeylen, etc., nos
encontramos con que nos dan una edad mental muy inferior a la que daría el niño normal. Ya
en este período de la vida infantil es fácil diagnosticar la deficiencia psíquica de un niño,
uniendo a todos los síntomas que hemos dicho a la ligera y como un síntoma más de su
deficiente evolución psico-fisiológica, los resultados que los tests mentales nos den.”
(Hernández, 1934, 729)
227
En todo caso, la preocupación dominante ha sido colocar en clases especiales a
los escolares manifiestamente incapaces de seguir la enseñanza normal con el
fin de proporcionarles un tratamiento adecuado a su nivel mental y evitar, al
mismo tiempo, los múltiples inconvenientes que ofrece su permanencia en una
clase de tipo común. (Hernández, 1934, 730)
Los maestros y los médicos escolares les realizarán a los niños un examen
pedagógico, psicológico y médico para determinar las anormalidades y,
posteriormente, sus tratamientos y cuidados.
52 Sobre la enseñanza especial, vale la pena transcribir una extensa cita en la que se abarca
casi la totalidad de la propuesta médico-pedagógica para los anormales y que en sí misma
expresa el sistema de pensamiento de la década de 1920 y 1930 en Colombia: "La enseñanza,
como todo lo demás, depende, tanto en el contenido como en la forma de darla, de las
circunstancias especiales que caracterizan a cada alumno. Puede variar desde el aprendizaje
228
principios (científico-experimentales) partiendo de la colaboración médico-
pedagógica:
231
que también se veía complementada con la higiene y la fisiología, adquiere una
significación y redistribución discursiva diferenciada con el surgimiento de la
Escuela Normal Superior.
232
económica y social y en la pedagógica Neuropsiquiatría infantil. (Herrera y Low,
1994, 68-69) Apreciamos una doble discontinuidad: tanto en el horizonte
conceptual de la pedagogía como en la formación de maestros, en dónde se
fortalece la preocupación experimental sobre la educación de los anormales.
Las recomendaciones de Tomás Cadavid en 1922 para Antioquia verían su
realización institucional en 1936 con la Escuela Normal Superior para la Nación
entera.
[...] anexo a la Escuela Normal Superior, cuyo objetivo principal fue investigar
aspectos relacionados con el desarrollo y las peculiaridades mentales de la
población escolar del país, al tiempo que se proponía adelantar los estudios
preliminares para la organización de un centro de orientación profesional. Este
Instituto funcionó con las secciones de Antropología, Fisiología y Psicotecnia.
Igualmente, en 1939 se creó la sección de Psicotecnia del Laboratorio de
Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en dónde se
inició el estudio científico de la Psicología Clínica. (Herrera y Low, 1994, 97.
Cursiva fuera del texto)
234
instrucción y determinando el tipo de niño escolar colombiano, pero en
especial, sobre las anormalidades y retrasos infantiles. "En Colombia, se
aplicaron [...] test a estudiantes de algunas escuelas del país. En la Escuela
Normal Superior, los estudiantes de Psicología llevaron a cabo pruebas en
algunas escuelas de Bogotá, y realizaron trabajos académicos y monografías
de grado sobre estos temas.” (Herrera y Low, 1994, 99) Pero, además de la
disciplina, producirá otro sujeto de saber: el psicólogo experimental, quien
tendrá un lugar privilegiado, posteriormente, en la determinación diagnóstica de
las anormalidades de la mente de los niños y en la determinación del hombre
tipo colombiano, en dónde el maestro no será el portador del saber
experimental ni la pedagogía una ciencia.
235
las bases científicas para dirigir los métodos educativos” (Cano, 1939, 8). El
Decreto 1487 de 1932, sobre reforma a la enseñanza primaria y secundaria,
creó los cursos de información para que los maestros en ejercicio tuvieran una
capacitación en "métodos activos” con el fin de que ocuparan cargos de
enseñanza secundaria y normalista, así como la dirección de la escuela pública
(Sáenz, Saldarriaga y Ospina, 1997, Vol. 2, 172-175) Cano había sido inspector
departamental de educación pública, maestro director de escuelas de Medellín
y egresado de la Escuela de Ciencias de la educación de la Universidad de
Antioquia. Los resultados de su trabajo fueron publicados en 1939.
Alejandro Cano, a partir de los trabajos con los maestros del Curso de
información pedagógica nacional, plantea una heterogeneidad de formas de
entender las relaciones entre la normalidad y las anormalidades, en medio de
una demanda y exigencia de transformación de las escuelas existentes en
Colombia. El Curso se concentró, durante un período de tres años, en capacitar
a los alumnos maestros, provenientes de diversos lugares de Colombia, en los
estudios de la psicología y la pedagogía experimental.
237
El cambio absoluto de ideas en materia de clasificación escolar traería como
necesaria consecuencia la creación de grupos homogéneos en las diversas
asignaturas; formación de clases paralelas con programas apropiados según las
capacidades, desarrollo intelectual y aptitudes de los niños; organización de una
enseñanza especial que comprenda clases para los retrasados pedagógicos,
débiles mentales (indisciplinados, rebeldes, díscolos; asthénicos, pasivos,
apáticos; casos mixtos), los supernormales o adelantados y los realmente
anormales (ciegos, sordos, sordo-mudos) y demás deficientes que no
pertenezcan al asilo. Por otra parte, formación de secciones de recuperación y
defectuosos del lenguaje en sus múltiples fases. Escuelas hogares, al aire libre,
de altura, marítimas y fluviales (Cano, 1939, 10)
238
intervención definitiva, pero técnica por parte del Estado” (Cano, 1939, 19) Este
Curso de información pedagógica procuró, pues, formar a los maestros en los
estudios psico-pedagógicos, en el conocimiento y aplicación continua y
extendida de pruebas experimentales sobre los niños y en la organización
técnica de las escuelas.
239
un proceso de producción de saber pedagógico experimental, referido a la
singularidad de la población escolar anormal, menor y retrasada.
Las razones para escribir las tesis fueron variadas, aunque todas tenían en
común, mínimamente, el encuentro con los niños anormales y las instituciones
médico-escolares encargadas de su tratamiento, educación, corrección y
reforma. De igual forma, la experiencia de "pedagogía práctica” de formarse
como maestro y los intereses personales permiten comprender la elección de la
temática, entre el conjunto de los temas abordados en las tesis de institutores:
los centros de interés, la educación estética, la escuela y la sociedad, la
educación física, los programas escolares, la higiene en las escuelas, entre
otros.
240
Mario Villegas, en su tesis de 1939 Escuela Especial Rafael Uribe Uribe,
asevera que la evolución del pueblo colombiano hace indispensable la creación
de escuelas especiales, que servirán para "dar cabida a individuos que por
defectos o impedimentos físicos o espirituales, son incapaces de seguir con
provecho la enseñanza regular de las escuelas corrientes, pero que parecen
capacitados para recibir instrucción, ayudándoles de tal modo que puedan
reintegrarse a la escuela o bien que lleguen a obtener en ella la preparación
necesaria para la consecución de su vida ulterior.” (Villegas, 1939, 1) En
comparación con otros países de América Latina como Uruguay o Argentina,
que se preocuparon por la educación de los anormales desde finales del siglo
XIX y, fuertemente, despuntando el siglo XX, en nuestro país no es siquiera
similar, dice Villegas.
241
C. y de un grupo de entusiastas profesores. Por ser esta última la única que de
este género existe en el país y que al mismo tiempo ha sido quizás la más
olvidada, sin duda porque se ignora su objetivo, la he tomado como tema, que
me ha de servir no sólo para cumplir con un deber sino para satisfacer un deseo.
(Villegas, 1939, 1-2)
242
educación especial, pero que por falta de medios para comprobarlos no se logra
nada en su favor y así permanecen dos, tres, o más años, en un grado y se le
atribuye todo a que son desaplicados o dejados, pero nadie se pregunta: Por qué
es desaplicado? Aquí está el enigma de todo. (Sanz, 1940, 5-6)
Sin haber escogido aún éste tema me correspondió enseñar en una escuela de
Medellín y en el grupo que lo hice, había un niño anormal. Sin conocerlo aún, y
en los primeros días de clase, noté que ese niño se apartaba en todo del
común de sus compañeros. Era en verdad que por falta de capacidad del local,
no estaba en la escuela especial. Yo que he sido curioso, me interesé por
aquél caso y comencé a leer sobre los anormales. Y héteme aquí que me
enfrasqué de tal maneta en mis lecturas, que se me abrió el deseo de hacer la
tesis de grado, que por ese tiempo era plato común, sobre los niños anormales
[...] me dí cuenta de la necesidad de las escuelas especiales y de su utilidad.
Es preciso hacer comprender al gobierno estas cosas y proponer el
establecimiento en mayor escala de las escuelas especiales. Con ello se hace
bien a la sociedad, a las escuelas, y al niño mismo. (Botero Uribe, 1942, II)
244
también, por la irregularidad del tránsito, inconvenientes de los retardos y las
faltas de asistencia que se hacían muy frecuentemente merced al largo
trayecto que los niños tenían que recorrer.” (Villegas, 1939, 4) De igual forma,
planteaba que "El local carecía de campo de experimentación agrícola y agua,
en cambio poseía en grado sumo a conveniente luz, el aire suficiente y la
capacidad requerida.” (Villegas, 1939, 4)
todos los calificados por sus maestros de fuertes repetidores. De éstos, 516
fueron "testados” por considerarlos de difícil mentalidad, pues eran todas causas
intrínsecas las que habían ocasionado ese retraso, es decir, difícil comprensión,
falta de memoria, atención débil y otras similares. De los 516 "testados” todos
dieron un resultado verdaderamente bajo, pero únicamente fueron retirados 120,
considerados por los maestros como apropiados para "La Escuela Especial”.
Con pequeñas reformas, se emplearon para esta selección las pruebas mentales
colectivas de Ballard, algunas de Dearbonn, las de Terman y otras parciales de
distinguidos psicólogos pedagogos como Claparéde, Pieron, Decroly, Bidet y
Simón, etc. Esta elección se hizo difícil al mismo tiempo deficiente. Difícil debido
a que carecían del material psicológico para llevar a cabo eficientemente las
pruebas de capacidades, ya que casi todo el material se preparó de una manera
paciente pero muy antieconómica. Deficiente, porque en primer lugar, no todos
los maestros de las escuelas entendían el problema y muchos de ellos
tergiversaban el fín verdadero de la escuela hasta convertirla en "coco” para
lograr resultados pasajeros de origen disciplinario. (Villegas, 1939, 4-5)
245
luchar el Director de la escuela y el profesorado (en su mayoría normalista con
experiencia y en proceso de preparación en la misma escuela). Inclusive,
246
Lugar y fecha de nacimiento......................................................................
Orden del nacimiento del niño...................................................................
Edad de la madre......................................................................................
Profesión....................................................................................................
Número total de hijos.................................................................................
Muertos.....................................................................................................
Nacieron muertos.......................................................................................
Abortos.......................................................................................................
Causas de la mortalidad............................................................................
Estado de la salud de los sobrevivientes...................................................
Antecedentes patológicos de la madre.....................................................
Condiciones pre-natales............................................................................
Desarrollo del embarazo............................................................................
Traumatsimos o enfermedades durante la gestación................................
Parto prematuro.........................................................................................
Circunstancias del parto............................................................................
Asfixia del recién nacido............................................................................
Forceps (intervención con el ..).................................................................
Edad de la madre al nacer el niño.............................................................
Edad del padre...........................................................................................
Antecedentes patológicos de éste.............................................................
Parentesco de los padres..........................................................................
Psicosis, neurosis y delincuencia en los antepasados y familiares
Alcoholismo................................................................................................
Intoxicaciones............................................................................................
Tuberculosis..............................................................................................
Condiciones económicas de la familia.......................................................
Desarrollo del niño....................................................................................
Crecimiento...............................................................................................
Epoca de andar.........................................................................................
Epoca de hablar.........................................................................................
Epoca de la dentición................................................................................
Epoca de comer solo.................................................................................
Antecedentes patológicos del niño.............................................................
Meningitis o encefalitis..............................................................................
Eneuresis y pavor nocturno.......................................................................
Desarrollo intelectual.................................................................................
Accidentes sufridos....................................................................................
Observaciones..........................................................................................
(Villegas, 1939, 8)
247
Sanz hace alusión al interés que han tenido durante algunos siglos los
preocupados por el mejoramiento intelectual y educativo de los pueblos por la
educación de los ciegos, sordomudos, idiotas, "pero no habían captado que
existían otras fases del retraso mental que merecían un estudio y un
tratamiento especial” (Sanz, 1940, 7) Comenta que durante el siglo XIX se
comenzó con este interés en Francia y Suiza, surgiendo los primeros asilos de
anormales y su posterior extensión en Alemania o Inglaterra.
El niño normal, describe Sanz, es aquel que nace en el tiempo que se tiene
prescrito, que posee una talla y peso propia para este caso, presenta
movimientos descoordinados en los primeros instantes de vida, pero
progresivamente adopta los indispensables para vivir: coger el seno de la
madre y succionar, como acto que lleva a la satisfacción de una necesidad
fisiológica, la de su alimentación (Sanz, 1940, 7) Posteriormente, en esta
primera infancia, el cerebro comienza a recibir sensaciones del mundo exterior
que le permiten formar una conciencia de las cosas y de sí mismo, esta es la
etapa perceptiva de la vida infantil. Pero también presenta "reacciones
motoras” que le permiten resolver los problemas planteados por la vida
248
vegetativa: ante el frío busca el abrazo de la madre o ante el hambre llora y
busca alimento materno. Este período comprende de los siete a ocho meses.
(Sanz, 1940, 8)
Por esta causa, todo retraso, toda dificultad de moviemientos en un niño de esta
edad, debe ponernos en estado previsivo. Si un niño de dos años no anda, no
coge con facilidad los objetos, deja caer las cosas que se le ponen en la mano,
presenta con toda seguridad alteraciones en el desarrollo de su psiquismo. El [...]
característico del anormal genuino, del clásico deficiente mental, es el ser un
retrasado en la adquisición del lenguaje. (Sanz, 1940, 8)
En la segunda infancia, de los tres a los siete años, el niño adquiere los
elementos físicos y psíquicos para percibir las realidades del ambiente,
dirigiendo su atención e interés a lo que le rodea, utilizando la motricidad y el
lenguaje con fines concretos, para resolver problemas o mejor comprensión de
los hechos que le pasan e interesan. "se le ve ahora poner el juego su
atención, su asociación de ideas, su curiosidad, su observación, su imitación,
en nutrir más su cerebro de una mayor abundancia de ideas, de un vocabulario
249
completo [,..]”(Sanz, 1940, 9) Es la época de los porqués, del niño preguntón,
del observador, del clasificador; período de experimentación y del juego
intencionado. Y, complementa, en la misma lógica enunciativa de distinción y
correlación obligatoria:
Luego los niños retraídos al juego, los que evitan a sus compañeros, los que son
excesivamente vergonzosos, que preguntan poco y por consiguiente su
curiosidad aparece nula, los que son débiles y los pasan constantemente tristes,
que disuenan en reaccionar ante las excitaciones externas, los que corren poco
y juegan solos deben ser catalogados como anormales y aplicándoles las
pruebas destinadas al efecto, siendo cual fuera la escala, dará un resultado
catalogado por debajo del nivel tomado como normal. (Sanz, 1940, 9)
Por tal se entiende aquel sujeto que por alguna afección física, moral o
intelectual, se comporta de una manera diferente al común de sus semejantes, y
que son tenidos como normales. O de otra manera, el anormal es aquel que
presenta alguna deficiencia o desequilibrio, una comprensión insuficiente o una
capacidad mas o menos grande de escoger la manera de obrar y sobre todo de
hacer jugar inhibiciones necesarias. (Sanz, 1940, 9)
250
aseveró Emilio Sanz que el maestro deberá conocer las diferencias de
gradaciones, clasificaciones o tipologías de niños anormales para poder
aprender a distinguirlos por medio de la observación y las pruebas.
Estas anomalías mentales son incurables cuando imposibilitan para la vida social
y curables cuando permiten la vida social en libertad siempre que la educación
se dirija de tal manera que logre compensar y equilibrar los centros
imposibilitados y no comprometidos. En el primer caso se hayan los idiotas
profundos y los imbéciles inferiores, en el segundo, los imbéciles superiores y los
débiles mentales. (Sanz, 1940, 10)
251
La vida social se convierte en un índice de la curabilidad/incurabilidad y
educabilidad/ineducabilidad de los mentalmente anormales. Vida colectiva, vida
en sociedad, que tendrá su base constitutiva en el desarrollo de la vida
biológica, de la vida física y psíquica. Aparece una correlación de formas de
vida, con su necesidad de objetivación y de regulación, en las que mediante la
educación se producirán técnicas, prácticas y métodos que visibilicen, distingan
y gobiernen a esos anormales (naturalizados como opuestos a los normales).
252
El maestro debía conocer tres exámenes para poder conocer el debido
tratamiento y clasificación del niño anormal: examen pedagógico, psicológico y
médico (recordemos que ya desde 1908, Mendoza nos precisaba esta
estructura para el conocimiento del otro anormal).
254
anormales, ni a los de normales tampoco, pues juegan un papel de importancia
capital en la educación.” (Sanz, 1940, 22)
255
El estudio de la inteligencia efectuado por medio de experimentos, debe llevarse
a efecto de dos maneras: a)- por el estudio de un solo valor representativo
obtenido por el dominio de un aspecto psicológico muy restringido: memoria,
atención, etc ; y el b)- Por el estudio de gran numero de fenómenos que vienen a
formar en conjunto la verdadera inteligencia. A esta última faz se han concretado
la mayoría de los autores, pero siempre existen pruebas que comprueban el
desarrollo de las diferentes facultades del intelecto. (Sanz, 1940, 30)
La edad mental será aquella que resulte de la solución satisfactoria de los test
presentados y correspondientes a la edad cronológica. Luego el cuociente
intelectual será el que nos determina el estado mental del niño y este cuociente
sale de dividir la edad mental por la cronología [...] Entonces como las escalas
están clasificadas tendremos los siguientes resultados:
257
Cuocientes intelectuales Tipos o grados de inteligencia
De 140.............................. Genio o casi genio
De 120 a 140.................... Inteligencia muy superior.
De 110 a 120.................... Inteligencia superior.
De 90 a 110....................... Inteligencia normal o media
De 80 a 90........................ Torpeza, rara vez clasificada
como anormal
De 70 a 80........................ Fronterizo, clasificado a veces
como torpe y otras como débil
mental.
Debajo de 70.................... Anormalidad definitiva, así:
a)- de 50 a 70 Nerones
b)- de 20 a 25 a 50 imbéciles; y
c)- Debajo de 20 a 25 Idiotas.
Debe tenerse en cuenta que una vez efectuada esta clasificación es cuando
comienza la verdadera tarea pues empieza la labor educativa en forma y con
fondo. (Sanz, 1940, 32)
dentro de los mas puestos en practica, hay lagunas que no podemos llenar
porque no las vemos. En la enseñanza de anormales de ordinario aparecen
estas lagunas y de aquí sacamos la conclusión que ha de mejorar a las
primeras o a las dedicadas a la educación de anormales. No se puede olvidar
ni pasar por alto, que los grandes renovadores Decroly y Montessori
empezaron sus labores en la educación de los niños difíciles y que después las
adaptaron al común de los escolares. Por otra parte la clasificación facilita el
envío de los niños difíciles a las escuelas especiales o auxiliares, con lo cual el
trabajo del aula escolar queda abreviado y el nó uniforme por lo menos más
parejo. (Sanz, 1940, 32)
258
Por consiguiente, con la clasificación se puede seleccionar tanto el personal
docente como el que ha de recibir educación: "nos indica las bases sobre las
cuales debe fundamentarse la educación venidera; nos facilita la ocasión para
seleccionar el material que se debe emplear [...]” (Sanz, 1940, 33) En las
ventajas sociales, la sociedad se defiende "Pues ella haciendo algo por esos
inválidos, se facilita su desenvolvimiento alejando en algunos casos de su
seno, a los individuos que sólo hacen sembrar malas cimientos en sus filas.”
(Sanz, 1940, 33) En lo social, se objetiva con insistencia que los anormales no
pueden gobernarse a sí mismos, debido a sus debilidades, perturbaciones y
alteraciones en lo físico, moral e intelectual; pero, al mismo tiempo, se
reconoce que se pueden reformar y educar y que se hace una "acción en bien”
en beneficio de la sociedad misma y, además, se produce una gestión de la
"mejor vida” para los anormales desde el desarrollo de su máximo de potencial
o rendimiento.
Las estadísticas nos presenta esto, puesto que el débil mental, tras de ser
fácilmente sugestionable es incapaz de dominarse a sí mismo, y por
consiguiente incapaz de sobreponerse a las consecuencias de una acción que él
no había previsto [.] Cuando nacen defectuosos, desde que nacen comienzan
a demostrar sus maldades. A cada paso, a cada instante, día tras días, años tras
años, surgen estos séres y desgraciadamente la sociedad los deja bajo la
severidad de las leyes calculando que sólo ellas pueden ser sus reformadoras.
Pero no es así, es la acción que en bien desarrolle la sociedad la que podrá
reformar, educar y por lo tanto encausar la mala espina que empezó a minar los
sentimientos. Esta acción en bien se efectúa mediante la creación de escuelas
especiales; mediante la intensificación de una campaña social que tienda a
facilitar a los países, un mejor conocimiento de sus deberes; contribuyendo
moral y materialmente a la creación de bibliotecas y centros que ayuden el
evolucionismo cultural de nuestras mamás mal llamadas proletarias; en fin.
Contribuyendo con su apoyo en todo lo que pueda y que sea necesario para la
mejor vida de estos seres caídos en desgracia.
Se puede y se debe hacer más porque muchos de estos males se evitarían con
la promulgación y cumplimiento de normas eugenésicas adecuadas que
entorpezcan la libre transmisión de taras psíquicas y somáticas de esta índole, y
259
porque debemos aspirar a que los seres deficientes, en cualquier sentido que lo
sean, reciban educación en los medios adecuados, basada en los diagnósticos
exactos de sus déficits, permitiéndole así el maximun de rendimiento en
beneficio propio y en el de sus benefactores. (Sanz, 1940, 33)
260
[.] lo que determinó la fundación del primer establecimiento para la educación
de estos niños fue el caso curioso de un idiota que oraba diariamente delante
de un Crucifijo, en Seedorf Cantón de Urí (Suiza) y que llamó la atención del
médico Guggenbhul; interesado por aquél caso fundó un establecimiento en
Adenberge, cerca de Interlaken, en 1841. Hizo propaganda y llamó la atención
de los pedagogos europeos sobre los niños que no eran idiotas y que sin
embargo no podían educarse al lado de los demás. Fracasó este primer
ensayo pero quedó la semilla y al poco tiempo comenzaron a aparecer en
Alemania, Inglaterra y otras naciones, asilos para niños (sic) anormales, que
poco a poco se multiplicaron en otras naciones. (Botero Uribe, 1942, 2-3)
Hace unos sesenta años que en varios países se dieron cuenta de que los
niños anormales y retrasados constituían para las clases normales un peso
muerto que retardaba el progreso del resto del grupo, y vieron que era preciso
ocuparse de ellos separadamente; nacieron así las escuelas especiales: la
primera funcionó en Halle, Alemania, en 1863; en Suiza se abrió por primera
vez clase especial en Coine en 1881. Ya en Alemania desde 1828 el profesor
Jugenmoos había fundado escuela especial en alguna ciudad alemana [...]
Respecto a los anormales profundos: idiotas, cretinos, etc, digamos que han
sido educados en escuelas especiales desde 1842, año en el cual el Dr.
Saegert abrió en Berlín la primera escuela para estos anormales, de que se
tenga noticia. (Botero Uribe, 1942, 3)
261
[...] ello obedece, por una parte, al esfuerzo de los padres por ocultar los
defectos de sus hijos, y por otra parte a la compleja organización de ésta
enseñanza, a la indeterminación del tratamiento médico-pedagógico que
conviene adoptar, a la carencia de recursos, y a otra multitud de causas. En los
últimos tiempos, cuando mayor importancia se ha dado a la educación de los
niños anormales, se han creado en casi todos los países institutos especiales,
y no pocos médicos y pedagógos han dedicado lo mejor de su obra a estos
estudios. (Botero Uribe, 1942, 4)
262
528. En 1935 la Asamblea de Antioquia había ordenado la creación de escuela
especial que comenzó a funcionar en 1936 con el nombre de "Rafael uribe
Uribe" y que da enseñanza a niños débiles mentales y demás anormales.
Como esta escuela existen otras en el país que aún no son suficientes para el
número de niños que en estas condiciones existen; esto es bien explicable,
pues aún se está resolviendo el problema de las escuelas regulares que ya
resultan escasas para nuestra población; además, su organización es costosa.
(Botero Uribe, 1942, 6-7)
Los niños anormales serán aquellos que "a consecuencia de un defecto físico,
intelectual o moral, presenta un grado de debilidad mental, de inestabilidad
psíquica, o de inaptitud intelectual que lo coloca en un estado de inferioridad y
lo hace inapto para ser sometido al régimen educativo ordinario.” (Botero Uribe,
1942, 7) Las causas serán diferenciadas entre intrínsecas (si consideran al
individuo el origen de las perturbaciones) o extrínsecas (si es el medio el que
las produce). A su vez, las intrínsecas se dividen entre "las que actúan sobre el
individuo antes del nacimiento, y las que lo afectan después de él” (Botero
Uribe, 1942, 9) La explicación etiológica de la vida infantil patológica y
degenerada combina lo hereditario y el medio ambiente.
Las causas que actúan antes de nacer "Son las que influyen en el sujeto por
intermedio de los ascendientes, por el estado de ellos mismos, o por causas
ajenas a la influencia misma de los padres." (Botero Uribe, 1942, 9) Se
objetivan unas causas hereditarias de orden psicopático que "es la
transmisión hereditaria de la predisposición a trastorno psíquicos” (9), para lo
cual se basa en los estudios del estadounidense Goddard y en las leyes de
263
Mendel; de orden alcohólico "que tiene una influencia nefasta sobre los hijos
[...] y se encuentra como causa de anormalidad en un 30 o 40% de los casos.”
(Botero Uribe, 1942, 10); de orden sifilítico, la cual "se señala por alteración
en el desarrollo de las células, la cual causa enfermedades en los diferentes
órganos; estado de suspensión en el desarrollo del cerebro, que permanece
embrionario [...] estas alteraciones anatómicas causan perturbaciones
funcionales que tienen siempre como consecuencia la imbecilidad” (Botero
Uribe, 1942, 11); de orden neuropático (es decir todas las afecciones
nerviosas), de orden tuberculoso (que viene acompañada en algunos casos
de deficiencia mental), finalmente de la tiroides y la pituitaria. (Botero Uribe,
1942, 12-13) Entre estas causas no debidas a la herencia, se citan "las
perturbaciones emotivas durante la época del embarazo, los traumatismos o
infecciones de la madre [...] la edad más o menos avanzado de uno o ambos
progenitores, etc.” (Botero Uribe, 1942, 13-14)
Las causas que actúan sobre el niño después de su nacimiento provienen del
exterior y
Las irregularidades por razón del medio pueden ser directas o indirectas.
Siguiendo a Decroly clasifica la acción del medio en cuatro aspectos: medio
familiar, medio escolar, medio social y medio material. (Botero Uribe, 1942, 17)
El medio familiar actúa no sólo en la constitución hereditaria, sino también
desde la cultura o educación. "El principal papel del medio es influír favorable o
desfavorablemente en las facultades latentes que el niño ha traído consigo”
(Botero Uribe, 1942,18) Debe así cuidar la madre de la higiene del recién
nacido, de la alimentación, del aseo de las habitaciones; también se debe tener
264
precaución con la crianza, las malas enseñanzas, al abandono moral, la
excesiva reclusión o vigilancia. (Botero Uribe, 1942,19) El medio escolar
constituye una de las principales causas de irregularidades en los niños. La
escuela no sólo tiene una función normalizadora, sino que también anormaliza
a los niños, sean normales o anormales.
[... ] se cita la de agotar al niño, los errores de higiene, errores pedagógicos, tales
como el de hacer trabajar demasiado la memoria cuando ese trabajo no tiene
comprensación con el ejercicio físico; pero más graves son aún, su defectuosa
organización material, sus programas y métodos aún deficientes; causas son
éstas que en último extremo se reducen a una concepción errónea respecto de
la evolución normal del niño y de la manera de comprender su educación. A esto
podemos agregar la insuficiencia que resulta en la enseñanza cuando hay gran
número de alumnos [... ] La mala graduación de algunos programas y la
interpretación errada de la función de la escuela, son además causas de
irregularidades en los niños. (Botero Uribe, 1942, 20)
Para terminar, Botero Uribe menciona las causas del medio material como
algunas enfermedades endémicas o epidémicas de algunas regiones que
265
influyen sobre el desarrollo físico y mental del niño, originando cretinismo, etc.
De igual forma, se contemplan los fenómenos y calamidades naturales de la
tierra (Botero Uribe, 1942, 21-22)
266
El exámen médico mira principalmente a la averiguación de si la deficiencia lo es
intelectual o es afección mental que ha sobrevenido en el curso de otra
enfermedad; si la deficiencia comprobada implica un tratamiento médico, y de si
existe en el niño simultáneamente con la deficiencia, alguna enfermedad
definida. (Botero Uribe, 1942, 24-25)
Veamos la clasificación:
Clasificación de anormales retomada del médico pedagogo español Gonzalo Lafora.
Redíme [...] aquellos niños que, por su constitución fisiológica y psíquica, no deben
seguir en ellas sin correr el inminente peligro de salir a engrosar el número de
individuos delincuentes y criminales, o el grupo de los impreparados para la vida
que ocupan las casas de enajenados; así, procura la escuela porque las
sociedades venideras formen parte aquellos niños, que cuando hombres se
encargarían de ser terrible azote. (Villegas, 1939, 9)
268
En 1936 se dio una interesante discusión sobre la incorporación de personal
docente femenino al plantel que era para varones. El Director de la Escuela
Especial presentó ante la Dirección de Educación Pública el siguiente
documento que habla de los inconvenientes y las conveniencias de las
institutoras en el plantel.
“Inconvenientes” -
1 La cuestión legal: Ley 57 de 1900
2. Asunto social: Relación constantes con la maestra, dentro y fuera del local de
la Escuela.
3. Aspecto educativo: El mimo a los niños y la influencia sexual que inhibe
determinados postulados pedagógicos.
4. La disciplina: Tiene que ser excluida la maestra de las excursiones, paseos,
etc.
5. Estudio general: Graves inconvenientes para tratar todo lo relacionado con los
problemas sexuales y aún biológicos.
6. Ubicación de la escuela: Hay que atravesar un barrio de prostitutas y recorrer
un trayecto despoblado donde esta expuesta la maestra a ser irrespetada.
7. El medio ambiente: El criterio del público para juzgar de esa vivencia escolar,
máxime en los momentos de ciega oposición política y religiosa.
8. La cuestión fisiológica.
9. Pedagogía establecida: Los maestros hacen serios reparos a los niños que
han sido regidos por institutores.
10. El fanatismo religioso, su sentimentalismo clerical y su oposición o u miedo
para realizar cualquier avanzada educacionista o liberalizante.
Conveniencias-
1. Mejor cumplimiento y asistencia escolares.
2. Mejor orden en Metodología en lo concerniente a la mera instrucción o
desarrollo de las técnicas.
3. Un precioso adorno para el ambiente escolar, al que imprime el sello de
hogar y de familia.
4. Canalización de sus principios sentimentales y afectivos para el progreso
del algunas obras de extensión escolar, como Cruz Roja, sopa, roperos
escolares, etc.
269
5. La estética, con cuestiones artísticas y de delicadeza.
6. Administración eficiente, economía escolar, doméstica y cuidado de la
hacienda pública escolar. (Villegas, 1939, 5-6)
270
corrección y educación. El caso de la Escuela Especial es emblemático, pero
también acontecía de igual manera en las otras instituciones para los
anormales.
Para facilitar la selección del personal que había de integrar el año venidero, se
envío un cuadro para reparto del personal por edades a catorce escuelas de
271
Medellín inclusive los corregimientos, el cual se debía llevar tomando como
punto fijo al mes de septiembre del año en curso. (Véase página adjunta)
No todas las escuelas rindieron los datos; de nueve que lo hicieron resultó un
dato de 311 niños sospechosos de retraso en distintos aspectos, mental o
pedagógico. De este personal quedaron seleccionados 70 niños de retraso
mental, sin que este dato implicara no haber más en la población escolar de la
ciudad.
Como se observaba, el número es más o menos crecido, o elevadímo si se tiene
en cuenta que el total de donde se sacaron los primeros niños fue de 2.620. Este
elevado porcentaje de niños requería una especial preocupación, sirvió y
actualmente nos sirve para deducir el número que de éstos debe existir en otras
escuelas de Medellín, dada la circunstancia de que los que componían el
número de [...] los 311 eran muchachos pertenecientes a escuelas en donde el
grado de miseria se encuentra muy por debajo de otras. (Villegas, 1939, 12)
El gobierno, mejor que ninguno, debe darse cuenta de que la mayoría de sus
esfuerzos en mejorar la condición de la escuela para que el niño la sienta más
racional, son perdidos, si antes no presta su apoyo a la escuela “Uribe Uribe” o
forma dentro de la misma escuela ordinaria agrupaciones especiales que
cumplan el cometido de aquella, que es adaptar el niño a vivir en sociedad y a la
lucha por la vida. (Villegas, 1939, 12)
272
problemas de organización especial se le puede someter a la prueba, para que
muestre sus habilidades, disponiendo de un patio estrecho, lo unico destinado a
horas de descanso, actividades deportivas, clases al aire libre, con la variedad
de todos estos temperamentos morbosos conocidos en este medio, ignorados
por tantos y disponiendo de salones para enseñanza especial, síntesis de las
condiciones más antipedagógicas tanto por oscuros, como por estar sometidos a
todas las intemperies, tales como el polvo, el ruido, etc. En vista de tales
circunstancias, se procedió a darles cabida únicamente a los niños cuyas
características especiales son de retardo y debilidad mental, aunque con estas
coincidieran otros tipos, pero en todo caso eliminando a otros cuya especialidad
no fuera la de ser retardados ni débiles mentales. (Es un aporte del informe de
1938). (Villegas, 1939, 14)
Para 1938 hubo un cambio de local hacia las afueras, en el campo y con
mejores condiciones para realizar las labores médico escolares: se mejoró el
semi-internado, se compraron más drogas, hubo buen cultivo que enriqueció el
restaurante.
273
Porque para la elección del personal docente de una escuela especial cualquiera
que sean, no basta que tengan en menor escala la preparación de los maestros
comunes, buena voluntad, gusto, espíritu de apostolado, vocación, etc., sino que
deben poseer gran cultura acerca de los problemas de la enseñanza especial, y
de la delincuencia precoz, y ser a la vez capaces de determinar el mal y la
manera de remediarlo. De aquí surge la imperiosa necesidad de que el gobierno
cree cursos de perfeccionamiento teóricos y prácticos para maestros de niños
anormales.
Con Villegas, igual que con Tomás Cadavid, Francisco Luis Hernández, Bernal
Jiménez y otros reformistas, pedagogos e intelectuales, se planteará tanto la
distinción del educador de anormales con los demás institutores en Colombia
como la urgencia de adelantar procesos de preparación, formación y
perfeccionamiento en la singularidad de la educación y pedagogía de los niños
anormales.53
Por su parte, Emilio Sanz termina su trabajo presentando una propuesta para la
orientación de un instituto venezolano de educación de anormales, a partir de
sus estudios y conocimientos adquiridos en la preparación experimental
recibida en la Escuela Normal de Varones en Medellín. La reflexión pedagógica
sobre el fin y la necesidad de la creación de una escuela para los niños
anormales se basaba en la intencionalidad biopolítica de maximizar y
potencializar el desarrollo del individuo, sus aptitudes, etc. recibiendo el
máximo de educación (tal como se presenta en Villegas y Botero Uribe).
53
Es pertinente apuntar que esta Escuela Especial era entendida como modelo escolar en el
país, por lo cual tuvo diferentes visitantes en sus primeros años de existencia. Villegas lo
sintetiza de la siguiente manera: “Eran buenas las impresiones que de una escuela especial
que apenas se iniciaba, se llevaban los visitantes. Fueron éstos, entre algunos otros, la Normal
de Barranquilla, la de Manizales, Santa Marta, y el Colegio mixto de Palmira (Valle), lo mismo
que personas distinguidas de Antioquia. Es reconocido el interés científico que por este plantel
ha tenido el Dr. Luis López de Mesa quien en distintos años lo ha visitado.” (Villegas, 1939, 16)
274
que tras de comprender la formación de hábitos y de hacer desaparecer las
males tendencias pronosticadas , u observadas ya, dé al individuo el o los
modos de poner en máximo grado de desarrollo , su aptitud especial, fuese
cual fuese esta y fuere cual fuere el trabajo. (Sanz, 1940, 34)
De esta manera, Sanz explica cada uno de los elementos que deberán tenerse
en cuenta para alcanzar la maximización de las potencias desde el máximo de
educación. Sobre las condiciones del edificio, señala que debe estar en un
lugar tranquilo y retirado del común o del tránsito y del comercio debido a los
niveles de desatención de los niños retrasados y débiles:
275
imbéciles profundos), solamente se adecúan a los actos de la vida práctica:
comer, vestirse, etc.; por tanto, dice Sanz, requiere una educación
sensoriomotriz acorde a su bajo nivel de desarrollo mental. Los deficientes de
grados superiores y los débiles mentales pueden responder a una mayor
educación intelectual y moral.
Hay que tomar en cuenta el tiempo que ha de durar cada clase, la cual no debe
ser mayor de veinte minutos, ni menor de quince, con este tiempo queda al
maestro un magnifico campo de exposición suficiente para el grado de
mentalidad que posean dichos niños. Debe procurar que la corriente de la clase
sea determinada por los niños, imitándolos y guiándolos; pero siempre debe
conservar la posición de superior.
No debe olvidarse que la gimnasia y los juegos representa un gran papel en esta
educación y que corresponde a los maestros poner su experiencia para saberlos
intercalar o para sacar de ellos hábitos, habilidades, y actitudes que no posean.
Por regla general se ha dicho que en horas de la mañana deben dictarse
aquellas clases que están consideradas como fuertes, bien porque requieran una
mayor abstracción mental, para lo cual la mente debe estar despejada, o bien
por qué los trabajos a que den motivo requieran un gran esfuerzo.
276
d)- Las materias de estudio, deberán estar muy relacionas entre sí, con lo que se
podrá obtener una concentración apropiada y formar un circulo mental de
segmentos bien unidos. (Sanz, 1940, 36-37)
Cada tema tiene una extensión que fácilmente se desarrolla, además, se puede
tratar del uso, costumbres, origen, manera de obtener y aplicación de los objetos
relacionados con la lección. Y como un buen maestro sabe saca partido de
todo, puede crearse un rico material con objetos útiles y de uso diario. (Sanz,
1940, 37)
54
Según Decroly, citado por Sanz (1940, 37), “los métodos pedotécnicos utilizados en la
educación de los niños difíciles deben tener por finalidad: 1)- Favorecer la representación
mental, por una imitación constante y bien comprendida, de las lecciones objetivas y
concretas; 2)- Excitar la actividad voluntaria y la iniciativa, haciendo participar al niño en la
lección de una manera material , e induciéndolo a hacer obra personal; 3)- Adaptar el trabajo a
las capacidades evolutivas, a la forma de ejecutarlo, a la resistencia y al tipo de fatiga; 4)-
Combatir los automatismos inútiles y los tics , cambiando a tiempo las lecciones y llenando
con ocupaciones útiles todos los momentos libres; 5)- Dar al niño la noción de obligación , de
responsabilidad y de sanción, ejerciendo una vigilancia estrecha sobre el rendimiento, teniendo
en cuenta la cantidad de exigir y el tiempo maximo necesario; 6)- Proceder pacientemente y
hacer que se hagan los ejercicios en cantidad suma de una misma dificultad y de dificultades
graduadas , volviendo con frecuencia sobre sus pasos y sosteniendo siempre el interés; y 7)-
Individualizar de tal manera que, a ser posible, se tome el niño en el punto donde ha llegado, y
estimular su atención, para cuyo objeto se reducirá el número de alumnos de la clase, porque
la homogeneidad resulta imposible o difícil y la enseñanza indirecta da muy poco o ningún
resultado.”
277
Como subsidiario de los programas de estudio, el material pedagógico utilizado
en la enseñanza especial o para anormales es variadísimo. En las clases de
los niños pequeños se recomienda utilizar el construido por la Doctora María
Montessori. En las clases superiores, se pueden emplear y construir otros
objetos de enseñanza.
278
Un buen aspecto y una buena presencia, la finura del oído, la prontitud y la
agudeza de la vista, la actividad, la energía y el entusiasmo para el espíritu,
han sido siempre reconocidos como medios suficientes para obtener el éxito. Al
joven desprovisto de estas cualidades naturales, obligado a ejercer su carrera
en condiciones desfavorables, con salud poco vigorosa y de temperamento
flemático acentuado, se le debe aconsejar que no emprenda la carrera de
maestro, pues se perdería muy pronto en su camino. (Sanz, 1940, 38)
De igual forma, debe tener buen estado físico para inducir el sentimiento de
respeto e imponer la disciplina, buen criterio para evitar los obstáculos de su
profesión.
Finalmente, Emilio Sanz afirma que no es suficiente con que el maestro haya
adquirido conocimientos,
es preciso que sea el propio tiempo capáz de comunicarlos a los niños que
constituyen la clase más interesante del mundo, la de los anormales. Ha de
tener iniciativa, confianza en sí mismo y entusiasmo. Los jóvenes, hombres o
mujeres, que esperan que alguien les diga lo que han de hacer y cómo lo
deben hacer, raras veces encuentran la manera de salirse bien de sus tareas.
279
Tales sujetos son un estorbo continuo en la vida y pertenecen, por decirlo así, a
la categoría de los ineptos para todo lo que se iniciativa propia. El joven
educador de anormales que quiera cumplir con su misión, ha de tener una gran
fe en sí mismo, devoción, abnegación, originalidad y empresa. No por ser
fundamentales en cualquiera profesión, esas cualidades dejan de tener menos
valor tratándose de nuestra especialidad educativa. (Sanz, 1940, 39)
Botero Uribe comienza precisando las condiciones del local de las escuelas
especiales y distinguiéndolas con las escuelas regulares. La educación de los
anormales, ubicada en su umbral de experimentalización moralizante, pero
científico y modernizante, prescribe una espacialidad médico pedagógica
específica para sus fines médico escolares. La materialidad de la escuela
especial hiende una distancia con las escuelas regulares urbanas y se acerca
enormemente a los ideales pedagógicos escolanovistas experimentales. El
local de la escuela especial
Deberá estar situado en el campo, y esto por varias razones: la tranquilidad que
hay en el campo, es necesaria a estas escuelas; la pureza misma del aire, la
facilidad para dar muchas enseñanzas, que en los establecimientos especiales
deben tener como aula la naturaleza.
El local de la escuela ha de llenar todas las condiciones higiénicas que requiere
un buen local de escuela: aireación, iluminación adecuada, etc. etc. El número
de alumnos deberá ser proporcional a las dimensiones del salón; el mobiliario ha
de ser también apropiado a la talla de los niños. Si es posible debe haber un
salón espacioso para gimnasia y un patio o varios para juegos. Debe de tener
talleres, terrenos propios para el cultivo, y algunos animales domésticos; así
mismo, ha de tener capacidades para recibir internos.
Sería de una gran conveniencia el que anexa a la escuela funcionara una clínica
psicológica o un centro de higiene física y mental, tal como la que estableció el
Dr. Eduardo Vasco en ésta ciudad, y que no resultaría demasiado costosa. Si no
es posible la instalación de una clínica por el gasto que demanda, la escuela
deberá tener al menos lo necesario para conocer las medidas antropométricas:
talla, peso, diámetros craneales, perímetro torácico, capacidad pulmonar al
espirómetro, fuerza y fatigabilidad manual al dinamómetro, etc.
Es imprescindible el que la escuela tenga un médico, que se ocupará de la
psicología, de la psiquiatría, de la higiene escolar y del tratamiento médico de los
280
niños. Habrá de colaborar con los maestros, aconsejándolos y haciéndoles las
indicaciones necesarias; con los padres, dándoles a conocer las medidas que
deben tomar en cada caso. Dispondrá del instrumental completo y de las drogas
necesarias para el tratamiento de los niños. La escuela debe tener también una
enfermera y una sala de enfermería dotada de los elementos necesarios. (Botero
Uribe, 1942, 37-38)
282
Las escuelas especiales generaban las condiciones para que durante el oficio
mismo del maestro se produjera su preparación científica pedagógica y
psicológica experimental a través de conferencias y con la disposición de libros
y revistas, al instante que distinguía las funciones de los maestros en razón de
la enseñanza y de la temporalidad médico-pedagógica de la institución. Con el
horario de la escuela se diferencia claramente entre la enseñanza intelectual, la
educación física, los trabajos manuales, los recreos, etc. La educación de las
facultades intelectuales se sugería para las horas de la mañana, en clases no
mayores a 35 minutos de duración.
Es preciso enseñar a los niños a usar de sus sentidos, a reflexionar, darles "el
máximo de libertad posible para que se exterioricen en su propia actividad"; se
deberá dar gran importancia a la intuición y a la educación sensorial; excitar las
asociaciones de ideas para obtener de ellos juicios personales. La enseñanza se
limitará a dar a los niños "las nociones más prácticas y más convenientes para la
vida seria"; deberán darse los conocimientos en forma de problemas que el niño
va a comenzar a resolver desde la escuela. Se debe tender a la individualización
de la enseñanza, a la concentración de materias o centros de interés.
Las materias que se han de escoger para el plan de estudios; deberán de estar
acordes con estos principios: 1° Se deben preferir materias concretas a las
abstractas; 2° se dará especial importancia a las m aterias que sean de mayor
aplicación a la vida práctica; 3° se preferirán las materias que tienden a
desenvolver más directamente la actividad propia del alumno; 4° Deberá
procurarse una concentración de materias, algo semejante a los Centros de
283
Interés. 5°Se deben tratar de combatir los automatismos inútiles y los tics, para
lo cual se cambiarán frecuentemente las lecciones y se llenarán con
ocupaciones útiles los momentos libres. (Botero Uribe, 1942, 42)
284
métodos, los cuales serán basamento del material pedagógico recomendado
para la enseñanza de anormales a partir de los trabajos de la médico pedagoga
María Montessori. Se sugiere que el material sea elaborado por los maestros y
alumnos, entender que la naturaleza y el medio escolar también proporcionan
material. De igual forma, son recomendados los juegos educativos diseñados
por Decroly, Monchap y Descoeudres.
Con una extensión considerable, Botero Uribe explica el trabajo sobre las
educaciones para los anormales y argumenta su importancia médico-
pedagógica y social:
285
porque "los ejercicios visual-motores [...] tienen una importancia capital:
fijan y mantienen la atención de los niños, desenvuelven su lógica
elemental y su inteligencia.” (Botero Uribe, 1942, 52). Finaliza con la
educación del gusto y el olfato, que serían menos importantes que los
demás.
- El trabajo manual, como complemento de la gimnasia manual y con
efectos positivos desde lo intelectual, fisiológico y moral. "Como método
pedagógico [...] hace al niño observador y lo capacita para "manifestar
su pensamiento bajo una forma sensible". Como útil, obliga a los niños a
emplear las manos más libremente. Además, le podrá servir para la vida
posterior [...]” (Botero Uribe, 1942, 54) Los primeros ejercicios están
relacionados con la ocupaciones de la vida diaria: el maestro de
anormales les enseñará a vestirse, atar nudos, hacer la ropa, etc.
También se recomienda la utilización del modelado, el dibujo, el
deshilachado, ensartar cuentas, picado, fabricación de objetos, la
zapatería, la jardinería, etc.
- El dibujo representa una forma de lenguaje en las escuelas de
anormales, favorece el desarrollo de la imaginación, ayuda en la
educación de la mano y la vista. (Botero Uribe, 1942, 57)
- La educación intelectual, se refiere al desarrollo de las facultades
superiores que se ven afectadas en los niños anormales. En general, "se
basa en los mismos principios que los de la educación de los niños
normales.” (Botero Uribe, 1942, 59)
- La educación de la imaginación, implica que los sentidos tienen la
capacidad normal de producir imágenes mentales de los materiales u
objetos concretos, para luego pasar a representaciones,
generalizaciones y creaciones, en armonía con las demás facultades
psíquicas. A de atender a tres objetivos fundamentales: "formación de la
imaginación representativa, desarrollo de los diversos grados de la
imaginación, y equilibrio de ésta” (Botero Uribe, 1942, 60). Se
recomienda enseñar a mirar y observar, sacando fruto de lo observado,
describir o dibujar de memoria, prácticas de diferenciación,
286
generalización, síntesis y análisis, educar el juicio, la autocrítica y el
sentido de realidad.
- La educación de la memoria, que depende directamente de la atención,
deberá trabajarse sin medios mnemotécnicos por la dificultad que
genera para los anormales. "Es preciso intelectualizar la memorización,
preferentemente en aquellos niños que tienen una memoria
excesivamente mecánica.” (Botero Uribe, 1942, 61) Se considera un
medio apropiado, hacer que relaten las noticias del diario que más le
llamaron la atención al anormal, trabajar la memoria visual, la táctil, etc.
y ejercicios de asociación y evocación.
- Los centros de interés, "tienen una gran aplicación en las escuelas
especiales. Deberán ser adaptados a la edad mental de los niños. Las
necesidades que dan base a los Centros de Interés deben ser
propuestas en el curso del año en el orden en que el Dr. Decroly las
indica para las escuelas de anormales55.” (Botero Uribe, 1942, 61) A
partir del reconocimiento del método por parte de los maestros, no se
profundiza en su explicación, pero se recomienda que para el caso de
los anormales la enseñanza debe ser orientada a las nociones más
prácticas y útiles para la vida.
- La enseñanza del lenguaje, en tanto los anormales presentan múltiples
defectos debido a una variedad de causas intrínsecas o extrínsecas.
"Toca pues al maestro enseñar al niño a expresarse clara y
correctamente, y tal cosa es necesaria para la vida práctica del niño,
cuando le corresponda entender lo que le hablan, y hacerlo él con
soltura. De aquí que sea uno de los deberes de la escuela el enseñar el
lenguaje a los niños.” (Botero Uribe, 1942, 61) Las perturbaciones que
afectan la palabra son variadas: la sordera completa, la dureza de oído,
la sordera verbal y el audimutismo. También se ven afectados por
55
"La necesidad de alimento, de respiración y de limpieza; a ésta debe dedicarse
aproximadamente 9 semanas. La necesidad de lucha contra la intemperie o inclemencias
exteriores; 8 semanas. La necesidad de obrar y trabajar solidariamente, de recrearse y de
perfeccionarse material y espiritualmente; 8 semanas. La necesidad de defenderse contra los
peligros y enemigos diversos. Estos centros comprenden e año de actividades. Mas como
pueden resultar demasiados complicados para niños anormales, se pueden facilitar,
estableciendo una mayor diferenciación en los capítulos, de modo que éstos queden más
independientes, y constituyan casi un Centro” (Botero Uribe, 1942: 61)
287
perturbaciones motoras o expresivas. El tratamiento pedagógico del
lenguaje comprende clases especiales, ejercicios respiratorios, de
fonación y de articulaciones, corrección de los defectos de dicción y el
canto.
- La enseñanza de la lectura y la escritura se debe comenzar con la
ejercitación de los mecanismos fonéticos, de los sentidos y la
coordinación de los movimientos de la mano. Igualmente, se trabajarán
los juegos visuales y auditivos y el método ideovisual, desarrollados por
Decroly desde sus experiencias en las escuelas de anormales de
Bélgica. Para los anormales que tienen capacidades auditivas se
recomiendan los métodos sintéticos. "Mediante los juegos visuales y
auditivos se podrá tratar de desarrollar a los niños los sentidos
deficientes. Cuando todos los tengan igualmente desarrollados entonces
se podrá seguir uno de los métodos indicados antes.” (Botero Uribe,
1942, 65)
- La enseñanza de la ortografía y la gramática debe hacerse de manera
práctica y con métodos intuitivos. Los anormales presentan dificultades
en el aprendizaje de letras y palabras, en la copia, en la escritura al
dictado y en la sintaxis. Los métodos prácticos recomendados son el
dibujo y los juegos de ortografía. "Estos métodos serán útiles solo al
principio, pues luego se podrán emplear "los medios didácticos análogos
a los grados de las escuelas regulares". El fin de los dos métodos
señalados es hacer más fácil el árido trabajo de copiar una palabra
varias veces para poder aprenderla...” (Botero Uribe, 1942, 66)
- La enseñanza de la aritmética deberá utilizar métodos prácticos y juegos
de diversa naturaleza para desarrollar el concepto de número, a pesar
de las dificultades de razonamiento e inteligencia que tienen la mayoría
de los anormales.
- La educación moral, "tienen tanta o casi diríamos que más importancia
que las demás asignaturas en la escuela especial. La falta de educación
moral convierte al individuo en un ser peligroso que fácilmente puede
convertirse en un criminal. Existe una relación comprobada entre las
anormalidades mentales y las perversiones morales.” (Botero Uribe,
288
1942, 68) El maestro deberá ser modelo moral, como en todas las
escuelas, pero más en estas de anormales. Deberá enseñar a distinguir
entre las cosas malas y buenas, a la obediencia, la disciplina y a
desterrar el egoísmo.
- Los premios y castigos. Se deberá considerar la supresión de los rangos
y jerarquías, cambiar los castigos físicos por castigos morales, la rigidez
por la dulzura y simpatía. Se debe formar al niño en la responsabilidad.
Acá se hacen algunas recomendaciones sobre enseñanza de la religión,
la educación cívica y social, la enseñanza de la urbanidad y la educación
sexual y el problema de la coeducación.
Finalmente, aclara Botero Uribe que "No incluímos aquí otras asignaturas, y lo
hacemos, no porque ellas no deban enseñarse, sino porque no presentan
dificultades metodológicas en la escuela especial. Para dar esos conocimientos
puede seguirse en todo la metodología de ellos para las escuelas regulares.”
(Botero Uribe, 1942, 70)
292
En otro apartado del libro plantea que
Conviene hacer resaltar el hecho de que los pueblos más civilizados de la tierra
dirigen hoy todas sus energías en el sentido de estudiar y de comprender al niño:
al sano para defenderlo y para aumentar su valor biológico y su rendimiento
posterior, y al tarado para equilibrarlo, para armarlo en la lucha por la vida, para
293
contrarrestar las herencias morbosas por medio de una higiene integral, con la
certeza de que lo que se gasta en esta labor de reajuste y de reconstrucción
será ampliamente descontado de lo que se ha de gastar mañana en hospitales y
presidios, manicomios y casas de corrección. Con razón el profesor Decroly, ya
fenecido, decía, que mientras menos posibilidad de éxito le dé la herencia a un
niño, más necesidad hay de ayudarlo, si es que el Estado aspira a defender sus
presupuestos futuros. (Vasco, 1948, 52)
294
4. Conclusiones: dilución del maestro de anormales, gestión de lo
vulnerable y educabilidad
Las reformas, desde el gobierno de los liberales radicales en 1870 hasta los
comienzos de la hegemonía conservadora a principios del siglo XX, oscilaron
entre la obligatoriedad y la libertad de enseñanza del sistema de instrucción en
Colombia. De la instrucción popular para el progreso a la catolización
centralista de la educación, el discurso reformista produjo una imagen de niño
escolarizado normalizado y dejó por fuera, a pesar de la obligatoriedad de
1870-1886, a un grupo de niños que empieza a categorizar como inhábiles
para el estudio, defectuosos, impedidos, idiotas, antípodas hostiles, etc. Los
alumnos-maestros fueron normalizados-conducidos para producir la imagen de
niño escolarizado que produce la reforma.
295
Con la Constitución Política de 1886, el Decreto 565 del mismo año y el Plan
Zerda de 1893, la libertad de enseñanza y la no obligatoriedad configuraron el
nuevo basamento del sistema instruccionista colombiano. La centralización y
catolización del sistema, continuaron profundizando la conducción de maestros
normalistas para la producción de una imagen de niño escolarizado. Las
escuelas normales se ubicaron en el nivel de secundaria y los planes de
estudio continuaron estando centrados en las materias de enseñanza
elemental y en la pedagogía (que incluyó la legislación, la teórica y la práctica).
El Plan Zerda continuó en vigencia práctica hasta la década de 1930.
Con el cierre violento del siglo XIX, la elite y los gobernantes se vieron
obligados a edificar, impulsar y fortalecer el sistema de instrucción pública a
principios del siglo XX. La Ley Uribe de 1903 plantea nuevamente la libertad de
enseñanza y continúa direccionando la formación normalista (con un sustrato
pestalozziano perfeccionado y desde la pedagogía confesional). Las reformas a
las escuelas normales de 1913 y 1919, continuaron con el mismo régimen
enunciativo de finales del siglo XIX y se plantearon solamente algunos cursos
de higiene que, en principio, incorporaban una especie de quiebre a la imagen
de niño escolarizado: el niño en la escuela estará propenso a enfermedades, a
vicios de constitución, a la herencia, a la degeneración. De igual manera, las
disposiciones nacionales sobre higiene de principios de siglo, introducen
conferencias para los niños y para los maestros. Los médicos son los
conductores-normalizadores de los estados de salud de los sujetos producidos
por las reformas. En todo este primer período, los normalismos proscribieron,
además, a los aspirantes a maestros que tuviesen defectos o impedimentos del
cuerpo, de la mente y la moral. Los reglamentos de las escuelas normales y los
exámenes o certificaciones se encargaban de depurar y garantizar la
normalidad del alumno-maestros normalista.
296
niños con vicios de constitución, endebles, perezosos, con miopía. Mientras las
reformas (normativas, informes, órganos de publicación y planes de estudio)
decretaban la proscripción y alejamiento de la ignorancia, los vicios, los
impedimentos, las inhabilidades para el estudio, el idiotismo, a pesar de la
obligatoriedad o la libertad de enseñanza, se difundió en algunas revistas de
circulación nacional y manuales de pedagogía la posibilidad de un impensable.
En estas coordenadas, se instaló una tensión entre el normalismo
pestalozziano, la pedagogía y la educación de los idiotas en el proceso de
reformas a la instrucción pública en Colombia.
297
estudiaron los retrasos escolares, los menores delincuentes y los problemas de
la raza, la instrucción y la experimentación en la escuela. La pedagogía y
educación de anormales se convertirá en objeto de enseñanza para la
preparación de institutores y licenciados en ciencias de la educación: será
contemplada como conferencia, como temática y como materia en algunos
planes de estudio. La Facultad de Educación de la Universidad Nacional, la
Escuela Normal Superior, los cursos de información pedagógica y la Normal
Nacional de Varones de Medellín, serán los espacios de institucionalización de
la formación específica de educadores de anormales en Colombia entre la
década de 1930 y 1940.
298
no planteada con suficiente contundencia marcaría el sentido de toda la
intervención biopolítica y anatomopolítica: quién puede gobernar un anormal
instruible? El problema que señalaba José María Triana para el gobierno de los
niños por los niños con la enseñanza lancasteriana en el siglo XIX aparece
nuevamente, pero esta vez sobre un indiscutible lugar que sitúa la pregunta
sobre el maestro y su preparación/formación. De igual manera, la vida como
objeto de conducción, implicará la coexistencia de varios modos de entenderla
en su relacionamiento con la educación de los anormales: la lucha por la vida
diferencia entre vida animación, vida organicista y vida social; entre las
diferentes formas de gobierno y objetualización de la vida, las anormalidades
estarán constantemente situadas en los límites inferiores, en los bordes ínfimos
de la existencia biológica del ser viviente. No obstante, al reconocer que los
anormales tienen vida (biológica, social, afectiva, moral) y que se pueden
conducir con un conjunto de técnicas hacia ciertos fines (en distintas
espacialidades), se reconocerá que a pesar de ser humanos pareciera que
viven en un estado de animalidad y, allí, en este umbral entre lo animalesco y
lo propiamente humano, la pedagogía intentará incesantemente demostrar
(experimentalmente) que los anormales pueden educarse.
299
"negros”, es decir, que se requiere del esfuerzo de pensar los problemas de
racialización y blanqueamiento, en tanto estrategias de normalización de
poblaciones y grupos anormalizados en nuestras sociedades.
300
intervención de unas poblaciones específicas. En esta lógica, la formación
docente inicial y continuada debe adecuarse permanentemente para garantizar
la escolarización de los vulnerables.
301
La invención del "maestro de anormales”, como especialista que produce unas
mediaciones entre la pedagogía y las ciencias médicas, termina con la
cesación de la formación de educadores especiales en el ámbito universitario
de pregrado. La dilución del docente se agudiza y corporaliza en el caso de los
educadores especiales. Luego, si recordamos que la especialización de los
institutores estuvo íntimamente articulada con la creación y expansión de
escuelas para anormales y, en el fondo, la institucionalización se fundaba en el
enunciado de los anormales pueden educarse; este enunciado no se diluye ni
trastoca, aunque sí las posibilidades y restricciones en términos de la formación
de maestros.
302
Para futuras investigaciones será fundamental avanzar en la comprensión
amplia sobre las discontinuidades y continuidades técnico-discusivas, las
fundaciones institucionales y los procesos de subjetivación entre la preparación
técnico científica de institutores en la educación de anormales de la primera
mitad del siglo XX y la formación profesional universitaria de educadores
especiales de la segunda mitad del siglo XX. De igual forma, se podrían
realizar estudios en perspectiva comparada en América Latina que posibiliten
identificar las conexiones, demarcaciones y mutuas influencias entre los países
eurocéntricos y las naciones periféricas para el caso de la formación de
educadores para los anormales. El conocimiento producido sobre la formación
de maestros para los anormales, especiales, vulnerables, etc. a lo largo de todo
el siglo XX, potenciará la producción de conocimiento histórico pedagógico y
los debates actuales sobre la pertinencia y el derecho de existencia de las
licenciaturas en educación especial.
303
5. ANEXOS
Los documentos de los alumnos que decidieron escribir su trabajo para optar al
título de institutor en la Escuela Normal Nacional de Varones de Medellín,
permiten un acercamiento de orden teórico-práctico a las cotidianidades de la
educación de los anormales, retrasados, díscolos, débiles, etc. en la década de
1930. Especialmente el trabajo de Mario Villegas, brinda un informe
meridianamente detallado de las actividades, discusiones, técnicas y
limitaciones de una de las instituciones escolares especiales emblemáticas en
Antioquia y Colombia: La Escuela Especial Rafael Uribe Uribe. Por la
relevancia del documento, quiero poner dos anexos que reflejan un plano
empírico de la apropiación e institucionalización de la pedagogía y educación
de anormales en nuestro país, que condiciona y posibilita pensar la preparación
técnico-científica de maestros especialistas.
Anexo 1
MARIO VILLEGAS
ESCUELA ESPECIAL RAFAEL URIBE URIBE
Trabajo presentado en la Escuela Normal de Institutores de
Antioquia, para optar el titulo de institutor nacional.
1939 Pág. 16-17
Esto se dio como resultado, que un 98% de las respuestas fueran la expresión
auténtica de los padres para elogiar la escuela a sus profesores, en una
palabra todo el personal directivo como también al Gobierno. Sólo un 2% dio
respuestas un poco inconformes.
Rafael Loaiza C.
Director de la Escuela.
Anexo 2
MARIO VILLEGAS
ESCUELA ESPECIAL RAFAEL URIBE URIBE
Trabajo presentado en la Escuela Normal de Institutores de
Antioquia, para optar el titulo de institutor nacional.
1939 Pág. 17-22
En la tradición del año de 1938 al 1939, el golpe que recibió la escuela fue
trascendental, al ser trasladada del campo a la parte más central de la ciudad -
Avenida de la playa, frente al Palacio Arzobispal- contiguo a tapias derruidas, al
tránsito de toda clase de aparatos, a corrientes infectadas como las de la
quebrada "Santa Elena” y muchos otros inconvenientes de diversa índole.
Con la misma fecha 6 de febrero, la nota anterior fue transcrita por el director
de la escuela, a la de Educación Pública y agrega el director:
"También tengo mucho gusto en informarle que en día de hoy los padres y
demás interesados por los alumnos que asistirán al establecimiento en el
presente año, dejaron en el mismo libro de matricula, quince cláusulas como
anotadas de inconvenientes para sus niños, con las respectivas solicitudes
para remediarlas y que se pide sean presentadas a las autoridades que con
estos asuntos tienen que ver y cuando sea necesario. De
usted.......................................................... Rafael Loaisa G.
Las cláusulas que componen el acta con las siguientes: "En vista de que
conocemos muy de cerca el juicio y las energías físicas de nuestros niños, en
las siguientes cláusulas hacemos constar las necesidades actuales del plantel
mencionado, para que las entidades correspondientes procedan a corregirlas y
así a enviar los niños al establecimiento que para tales en buena hora, el
gobierno le ha destinado. Informados de que: 1. Los niños tendrán que
atravesar en distintas direcciones el área de la ciudad, por los grandes peligros
morales y del tránsito, caso en que se arriesga mucho su vida ya que han de
hacerlo a pie. 2. El local de halla cerca de vías en las que tanto a la entrada
como a la salida, amenazan a las personas de los educandos. 3. La técnica por
medio de la cual se está organizando el establecimiento requiere semi-
internado, como ya lo tuvo en el año de 1939, 1938, y en las condiciones
actuales será imposible, so pena de que los niños pierdan la simpatía por la
escuela y su rodaje que tan provechoso ha sido. 4. El local carece debatíos
propios para recreos, o carece de granja, elementos ambos indispensables
para hacer más racional la disciplina a base de trabajo y actividades más
curativas, pero sin impedimento a la satisfacción de los niños. 5. El local solo
tiene cinco aulas para distribuir cien niños y carece de número suficiente para
servicios tan importantes como son la enfermería, consultorio médico-
educativo, depósito de útiles, despensa etc., todo propiedad del
establecimiento. 6. Cada aula debería tener capacidad en superficie, por lo
menos para veinte niños, y cuatro de los cinco sólo tiene capacidad para 18,
16, 15, y doce niños respectivamente, lo que va contra las disposiciones de
higiene vigente. 7. Las aulas dan cabida a grandes corrientes de aire, desde
todos los puntos de vista, nocivos a la salud de estos educandos y de todos los
educadores. 8. Dichas aulas de clase no tienen luz suficiente, lo que equivale a
hacer forzar la vista de escolares. 9. Estos alumnos además de sus
modalidades mentales, se distinguen también, por su organismo generalmente
débil. 10. Según estadística llevada minuciosamente en la escuela hay el 40%
de los niños con debilidad pulmonar. 11. Hay el 30% con deficiencia visual, lo
que corroboraba a las consecuencias de la escasez de luz anotada. 12. El
ruido, de variado número de aparatos obstaculiza la enseñanza, y en
consecuencia será demasiado débil la labor didáctica. 13. La escuela así
carece de medios que garanticen el menor peligro para los niños y de los
recursos indispensables para conquistarse la simpatía de los mismos. 14.
307
Debemos disponernos para que el Gbno. lleve a cabo con debido éxito esta
institución, pero advirtiendo que el lugar apropiado deber ser en el campo cerca
de la ciudad, cuando como en el caso presente, un local en el centro no reúne
las condiciones inherentes a una "Escuela Especial”. 15. El problema que
afronta la "Escuela Especial Uribe Uribe”, es de técnica educativa en
consecuencia resolvemos:
309
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
FUENTES PRIMARIAS
310
Cadavid Restrepo, T. (1922). Escuela de pedagogía. Sábado: revista semanal.
22 (43), 507-508. Colecciones Patrimoniales. Universidad de Antioquia.
311
Dirección de Instrucción Pública de Santander. (1926). Informe de la Casa de
Menores de Piedecuesta. La escuela primaria, 47-48. Biblioteca Nacional de
Colombia.
312
Estados Unidos de Colombia. Direccion Jeneral de Instruccion Publica. (1876).
Educacion de idiotas. La Escuela Normal. VII (263), 20-22. CD-IDEP.
313
Jimenez López, M. (1920). Algunos signos de degeneración colectiva en
Colombia y en los países similares. En Los problemas de la degeneración de la
raza en Colombia. Bogotá: Biblioteca de Cultura. Biblioteca Nacional de
Colombia.
314
República de Colombia. Ministerio de Instruccion Pública. (1896). Las colonias
escolares en España. Revista de Instrucción Pública de Colombia. 4 (25), 275.
Colecciones Patrimoniales. Universidad de Antioquia.
315
Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina y Ciencias
Naturales, Cromos. Biblioteca Nacional de Colombia.
316
Villegas, M. (1939) Escuela Especial Rafael Uribe Uribe. (Tesis de grado para
optar al título de institutor). Escuela Normal de Medellín, Medellín. Archivo
Pedagógico, Escuela Normal Superior de Medellín.
FUENTES SECUNDARIAS
317
Báez Osorio, M. (2004). Las escuelas normales y el cambio educativo en los
Estados Unidos de Colombia en el período Radical, 1870-1886. Tunja:
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Doctorado en Ciencias de
la educación, RUDECOLOMBIA.
318
Canguilhem, G. (1994). Vida. En Paláu Castaño, L. A. (Comp.) Textos para una
Historia y una Pedagogía de las Ciencias. (173-193) Medellín: SEA, Dirección
de Currículo, Universidad Nacional de Colombia.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/caro_miguel.htm
320
Figueroa, C. (2006) Orígenes, Formación y Proyección de las Facultades de
Educación en Colombia 1930-1954. Revista historia de la Educación
Latinoamericana. 8, 199-218.
321
Gómez Mendoza, M. A. (1999) Análisis de contenido cualitativo y cuantitativo:
definición, clasificación y metodología. Revista de Ciencias Humanas. 6 (2),
103-113.
322
Herrera, M. C. (2001). Debates sobre raza, nación y educación: ¿hacia la
construcción de un hombre nacional?. En Herrera, M. C. Educación Y Cultura
Política: Una Mirada Multidisciplinaria (117-142). Bogotá: Plaza y Janez.
323
Lazzarato, M. (2006). Biopolítica. Estrategias de gestión y agenciamientos de
creación. Recuperado de http://www.scribd.com/doc/16324900/Lazzarato-M-
Biopolitica-Estrategias-de-gestion-y-agenciamientos-de-creacion-2006
324
Moreu, A. (2006). La recepción de las doctrinas correccionalistas en España.
Políticas educativas y metodologías psicopedagógicas. Revista de Educación.
340, 755-785.
326
visual y auditivo Francisco Luis Hernández Betancur. (Tesis de Historia).
Medellín: Departamento de Historia, Universidad de Antioquia.
327
Popkewitz, T. (2007) La historia del currículo: La educación en los Estados
Unidos a principios del siglo XX como tesis cultural acerca de lo que es y debe
ser el niño. Profesorado, revista de curriculum y formación del profesorado. 11
(3). Recuperado de http://www.ugr.es/~recfpro/rev101ART5.pdf
328
Quiceno, H., Saénz, J. y Vahos, C. (2004) Historia de la educación pública en
Colombia: 1903-1997. En Zuluaga, O y Ossenbach, G. Génesis y desarrollo de
los sistemas educativos iberoamericanos. Vol. 2. Siglo XX. Bogotá, Magisterio.
Rodríguez Sabiote, C., Lorenzo, O., y Herrera, L. (2005). Teoría y práctica del
análisis de datos cualitativos. Proceso general y criterios de calidad. Revista
internacional de Ciencias Sociales y humanidades. 55 (2), 133-154.
329
Foro Nacional por Colombia, Ediciones Uniandes, Editorial Universidad de
Antioquia.
330
Schriewer, J. (2000) Estilos comparativos y estilos de teoría. El método
comparativo y la necesidad de externalización: criterios metodológicos y
conceptos sociológicos. En Bonilla, L. (Ed.) Educación comparada, identidades
y globalización. (219-287) Caracas: IESALC/UNESCO, SVEC, IPRGR-UPEL.
Silva Olarte, R. (Ed.) (2007) A la sombra de Clío. Diez ensayo sobre historia e
historiografía. Medellín: La carreta histórica.
331
Tremain, S. (2005). Foucault and the government of disability. Estados Unidos
de América: University of Michigan Press.
Yarza De Los Ríos, A. (2005) Travesías: notas para una pedagogía y una
epistemología de la educación especial en Colombia. Revista de Pedagogía. 26
(76), 281-306.
332
Yarza De Los Ríos, A. (2006) "Pedagogía de anormales” y formación de
maestros: ¿una mirada desde el déficit? 1921-1948. En Congreso Internacional
De Pedagogía: Diversidad educativa + inclusión. Memorias. Medellín:
Comunicando Sentidos, FUNDIVE.
333
Yarza De Los Ríos, A. y Rodríguez Rave, L. M. (2007) Educación y pedagogía
de la infancia anormal. 1870-1940. Contribuciones a una historia de su
apropiación e institucionalización en Colombia. Bogotá: GHPP. Cooperativa
Editorial Magisterio.
334
Zuluaga Garcés, O. L. (1999). Pedagogía e Historia. La historicidad de la
Pedagogía. La enseñanza, un objeto de saber. Bogotá: Universidad de
Antioquia, Anthropos.
335