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Prosperidad
"Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este
mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha
prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre.
¿No os oprimen los ricos y no son ellos los mismos que os arrastran a
los tribunales?" (Santiago 2:5, 6).
"Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros
estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia
vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de
ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad"
(2 Corintios 8:13, 14).
"Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los
pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén"
(Romanos 15:26).
Confesión positiva
"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para
que seáis sanados" (Santiago 5:16).
"Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez, pero
Satanás nos estorbo" (1 Tesalonicenses 2:18).
La soberanía de Dios
"Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho" (Salmo 115:3).
"formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad.
Yo Jehová soy el que hago todo esto" (Isaías 45:7).
"... por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las
cosas" (Filipenses 3:21).
"Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre.
Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?" (Isaías 43:13).
"¡Ay, del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la
tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces? O tu obra: ¿No tiene
manos?" (Isaías 45:9).
"... para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de
los hombres, y que a quien él quiere, lo da, y constituye sobre él al
más bajo de los hombres" (Daniel 4:17).
"Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que
habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los
tiempos, y los límites de su habitación" (Hechos 17:26).
"Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: cegó los ojos de
ellos y endureció su corazón; para que no vean con los ojos, y
entiendan con el corazón, y se conviertan y yo los sane"
(Juan 12:39,40).
"Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo
te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre
sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por
qué, pues, inculpa? Porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas
antes oh, hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá
el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así?"
(Romanos 9:16-20).
[de las diez naciones rebeldes] "porque Dios ha puesto en sus corazones el
ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia,
hasta que se cumplan las palabras de Dios" (Apocalipsis 17:17).
"Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la
mano de Jehová; a todo lo que quiere lo inclina"
(Proverbios 21:1)
"... por cuanto Jehová los había alegrado, y había vuelto el corazón del
rey de Asiria hacia ellos, para fortalecer sus manos en la obra de la
casa de Dios, el Dios de Israel" (Esdras 6:22).
"Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron
cuanto pedían; así despojaron a los egipcios" (Éxodo 12:36).
"Y he aquí que yo endureceré el corazón de los egipcios para que los
sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus
carros y en su caballería" (Éxodo 14:179.
Kenneth Hagin señala en Clave de la Sanidad Bíblica (p. 20): “Dios nunca
ha enfermado a nadie. Y Savelle, en; Si, Satanás no puede quitarte el gozo
(p. 86) añade: "No fue Dios quien hizo estas cosas a Job. Job mismo se
metió en problemas por su lengua larga.”
"Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no
hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios
y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú
me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?" (Job 2:3).
"Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los
que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se
condolieron con él, y le consolaron de todo aquel mal que JEHOVÁ
había traído sobre él..." (Job 42:11).
"¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?" (Amós 3:6).
Esta doctrina sostenida por todos los líderes de la Palabra de fe afirma que la
expiación corporal de la cruz fue insuficiente para todo el pecado. Jesús
también murió en su Espíritu, dejó de ser Dios, se hizo pecador en la cruz y
descendió al infierno donde sufrió por su pecado como un hombre
condenado, por tres días, luego de los cuales nació de nuevo por el Espíritu.
Además, dicen, derrotó a Satán en una batalla y finalmente resucitó.
"Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la
cual él ganó por su propia sangre" (Hechos 20:28).
"Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo" (Efesios 2:13).
"Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre"
(Apocalipsis 1:5).
"y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y
pueblo y nación" (Apocalipsis 5:9).
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo
por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la
carne, pero vivificado en espíritu, en el cual también fue y predicó" (1 Pedro
3:18-19).
"anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos
era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" [En la cruz, no en el
infierno] (Colosenses 2:14-15).
(Que los cristianos tengan espíritus humanos perfectos que no pueden pecar,
en los cuales encontramos nuestra guía y por medio de los cuales
controlamos nuestro destino vía la confesión positiva)
"... fue de gran provecho a los que por gracia habían creído" (Hechos 18:27).