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Desechos Urbanos
PROFESORA: ESTUDIANTES:
Mary Chourio Alejandro Carvallo
Antonio Buelvas
Patricia Hernández
Miguel Rodríguez
Vertedero:
Depositar los residuos en un vertedero (también llamado basurero o, por influencia del
inglés, relleno sanitario7) es el método más tradicional de gestionarlos, y se mantiene
como una práctica común en la mayor parte de países. Históricamente, los vertederos se
establecían en canteras en desuso, minas abandonadas, etc. Un vertedero correctamente
diseñado y bien gestionado puede ser un método higiénico y relativamente barato de
gestionar desechos de una forma que reduce al mínimo su impacto sobre el entorno local.
Vertederos más viejos, mal diseñados o mal gestionados pueden generar un impacto
ambiental adverso como la basura arrastrada por el viento, la atracción de insectos, y la
generación de lixiviados que pueden contaminar aguas subterráneas. Otro subproducto
de los vertederos es el gas de vertedero (compuesto sobre todo de gas metano y dióxido
de carbono), que se produce al descomponerse los restos orgánicos de la basura. Este gas
puede crear problemas de olor, mata a la vegetación de superficie, y es un gas de efecto
invernadero.
Las características de diseño de un vertedero moderno incluyen métodos de contener
lechadas, como la arcilla o el plástico que raya el material. La basura se comprime para
aumentar su densidad y se cubre, mediante capas de tierra, para prevenir atraer animales
(como ratones o ratas) y reducir la cantidad de basura arrastrada por el viento. En muchos
vertederos también se instala un sistema de extracción de gas, mediante tubos
perforados, después de su cierre para extraerlo de los materiales en descomposición. El
gas se bombea fuera del vertedero por conductos y se quema en un motor de
explosión para generar electricidad. Prender el gas es una solución ambiental mejor que
soltarlo directamente a la atmósfera, ya que esto elimina el metano, que es un gas de
efecto invernadero mucho más nocivo que el dióxido de carbono
Incineración:
La incineración es un método de recogida de basuras que implica la combustión de la
basura a altas temperaturas. La incineración y otros sistemas de tratamiento a altas
temperaturas son descritos como "tratamiento térmico". En efecto, la incineración de
materiales de desecho convierte la basura en calor, emisiones gaseosas y ceniza residual
sólida.
Una planta de generación de energía de residuos, o Waste-to-Energy (WtE), es un término
moderno para un incinerador que quema desechos en un horno de alta eficacia para
producir vapor y/o electricidad e incorpora sistemas de control de contaminación del aire
modernos y monitores de emisión continuos. A veces llaman este tipo de incinerador una
energía-desde-basura (energy-from-waste o EfW).
La incineración es popular en países como Japón donde la tierra es un recurso
escaso. Suecia ha sido un líder en la utilización de energía generada por incineración
desde 1985. Dinamarca también hace un uso extensivo de la incineración WtE en
generación de calor y electricidad que se utiliza para calefacción urbana.
De la incineración nacen dos procesos más eficientes:
El pirólisis y la gasificación son dos formas de tratamiento térmico en las que los residuos
se calientan a altas temperaturas con una cantidad de oxígeno limitada. El proceso se lleva
a cabo en un contenedor sellado a alta presión. Convertir el material en energía es más
eficiente que la incineración directa, se genera energía que puede recuperarse y usarse,
mucha más que en la combustión simple.
La pirólisis de los residuos sólidos convierte el material en productos sólidos, líquidos y
gaseosos. El aceite líquido y el gas pueden ser quemados para producir energía o refinado
en otros productos. El residuo sólido puede ser refinado en otros productos como el
carbón activado.
La gasificación es usada para convertir materiales orgánicos directamente en un gas
sintético (syngas) formado por monóxido de carbono e hidrógeno. El gas se puede quemar
directamente para producir vapor o en un motor térmico para producir electricidad. La
gasificación se emplea en centrales eléctricas de biomasa para producir la energía
renovable y calor.
Tratamiento:
En el primer caso es preciso haber separado previamente la materia orgánica para que no
presente ninguna clase de impurezas ni lleve restos de medicinas, sustancias tóxicas, etc.
En primer lugar, se procede a su molido y después se dispone en hileras de dos metros y medio a
cielo abierto. Los montones son volteados periódicamente con el fin de facilitar la oxigenación y
evitar su fermentación anaerobia. El volteo llega a hacerse hasta dos veces por semana mientras la
temperatura se mantiene alrededor de 55ºC y el grado de humedad de la hilera es de entre el 50%
y el 60%.
A partir del tercer volteo la temperatura se mantiene en los 25ºC indicando que ya ha
finalizado la fermentación. Esto ocurre transcurridas tres o cuatro semanas.
Después se deja otro periodo equivalente para que se cure para luego proceder a su afino,
para retirar cualquier clase de resto (partículas metálicas, trozos de vidrio, etc) que
pudiera haber quedado.
Existen otras variantes a cielo abierto como la pila estática aireada. Por último, se han
desarrollado sistemas a cubierto con el fin de optimizar el proceso y sobre todo evitar
malos olores.
Tratamiento de los plásticos.
Los envases de plástico pueden someterse a tres tipos de procesos.
Reciclado mecánico, Reciclado químico, Valorización energética.
El primero consiste en trocear el material para introducirlo posteriormente en una
máquina extrusora-granceadora para moldearse después por los métodos tradicionales.
Solamente puede aplicarse a los termoplásticos, que son aquellos que funden por la
acción de la temperatura. Presenta dos problemas fundamentalmente. El primero es que
el plástico ya utilizado pierde parte de sus propiedades lo que obliga a emplearlos en la
fabricación de otro tipo de productos con menos exigencias. El segundo es la dificultad
para separar los distintos tipos de plásticos. Para ello se han desarrollado diversos
sistemas.
El segundo, reciclado químico se utiliza cuando el plástico está muy degradado o es
imposible aislarlo de la mezcla en que se encuentra. Se define como la reacción reversible
de la polimerización hacia la recuperación de las materias primas
Por último la valorización energética es un tratamiento adecuado para plásticos muy
degradados. Es una variante de la incineración en la que la energía asociada con el
proceso de combustión es recuperada para generar energía. Las plantas en las que se
realiza se asemejan a una central térmica pero difieren en el combustible que en este caso
son residuos plásticos.
Tratamiento del vidrio.
Los envases de vidrio se pueden reciclar sin que el material pierda ninguna de sus
propiedades. Una vez recogidos son triturados formando un polvo grueso denominado
calcín, que sometido a altas temperaturas en un horno, se funde para ser moldeado
nuevamentee en forma de botellas, frascos, tarros, etc. que tienen exactamente las
mismas cualidades que los objetos de que proceden. El proceso supone un ahorro de
materias primas y de energía muy considerable.
Tratamiento del papel y cartón.
Consiste en la recuperación de las fibras de celulosa mediante separación en soluciones
acuosas a las que se incorporan sustancias tensioactivas con el fin de eliminar la tinta. La
tinta queda en la superficie del baño y se puede separar con facilidad.
Una vez retirada la tinta, se somete la suspensión de las fibras a un secado sobre una
superficie plana, para recuperarlas. Después se las hace pasar por unos rodillos que las
aplanan y compactan, saliendo finalmente la lámina de papel reciclado.
Tratamiento de los metales.
Los envases de acero estañado, más conocidos como hojalata, son perfectamente
reciclables, se emplean en la fabricación de otros envases o como chatarra en las
fundiciones siderúrgicas después de haber sido desestañada la hojalata. Todo el acero
recuperado se recicla por las necesidades de las acerías. El proceso de reciclado de la
hojalata reduce el consumo energético de forma muy notable.
Los envases de aluminio se consideran materia prima en los mercados internacionales. Su
reciclado supone un elevado ahorro energético y los materiales obtenidos mantienen sus
propiedades al fundirse repetidas veces. Para separarlos del resto se utiliza un mecanismo
denominado de corrientes inducidas de Foucault que proyecta hacia fuera de la cinta
transportadora los envases de aluminio, pega a ésta los férricos y deja igual a los demás.
En combinación con sistemas de electroimanes sirve para completar la separación de los
metales.
Tratamiento de los tetrabrik.
Se reciclan de dos maneras :
Reciclado conjunto. Dando lugar a un material aglomerado denominado Tectán®.
Reciclado por separado. Los componentes se aprovechan de modo independiente.
En éste último se separan las fibras de celulosa del polietileno y del aluminio en un
hidropulper por frotamiento. Tras finalizar el proceso se vacía el hidropulper por su parte
inferior através de un filtro que deja pasar el agua y la fibra de celulosa.
Con la recuperación de ésta se ha reciclado un 80% en peso del envase. Para aprovechar el
resto se puede recuperar de forma conjunta obteniéndose una granza de polietileno
reforzada por el aluminio. Este resto también se usa como combustible en las cementeras,
ya que el polietileno es buen combustible y el aluminio oxidado suple a la bauxita,
ingrediente del cemento.
Por último para separar el polietileno del aluminio se pueden usar disolventes,
recuperando de la disolución el polietileno. También se puede recuperar el aluminio por
combustión.
Otros residuos.
Los neumáticos pueden sufrir diferentes procesos:
Recauchutado con lo que puede volver a utilizarse. Consiste en volver a realizar el dibujo
gastado.
En Corte para que mediante un fundido a presión se puedan fabricar felpudos, zapatillas,
etc.
Trituración. Con dos variantes:
Trituración a temperatura ambiente.
Trituración criogénica.
Ésta última utiliza bajas temperaturas por debajo de su temperatura de transición vítrea
convirtiéndolo en un material frágil y quebradizo. Se obtiene así un grano fino y
homogéneo.
Triturado se emplea en :
Como caucho asfáltico. Mejora el drenaje de la capa asfáltica así como prolonga la
duración del pavimento y reduce su fragilidad.
Como hormigón de asfalto modificado.
Como combustible en grano. El caucho compuesto por un 83% de carbono en peso tiene
una capacidad calorífica de 35MJ/kg. La combustión debe estar muy controlada porque
los neumáticos contienen azufre.
PLANTEAMIENTO A LA COMUNIDAD.
Para culminar el trabajo se pide que se plantee una problemática de la comunidad en
relación a los residuos urbanos
Como equipo se llego a una solución que será muy útil y agradable al medio ambiente en
cualquier comunidad donde se busque fomentar el aprovechamiento de los desechos
orgánicos para la realización de compostaje.
Una solución fácil de realizar en la comunidad , consiste en que la comunidad aloje los
desperdicios orgánicos en un contenedor único para recolectar los desperdicios orgánicos
para su futura transformación , primero se buscaría ofrecer una charla de vecinos para
educar a las personas explicarles el proceso y los beneficio que esto traerá a la
comunidad , segundo se identificaría un contenedor únicamente para material orgánico
donde permita recolectar la materia , se llevaría a un lugar de destino para su
tratamiento y una vez este listo el fertilizante se usaría para las plazas y jardines de la
comunidad y de gran ayuda al medio ambiente en el enriquecimiento de los suelos con
el fin de ayudar a la flora de las zonas aledañas a la comunidad.