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2 de abril: Día del Veterano y Caídos en Malvinas – Abril 2019

CENS N° 455 - Campana

GLOSAS PARA EL ACTO EN RECORDACIÓN DE LA GUERRA DE MALVINAS, en el día

del Veterano y Caídos en la Guerra de las Islas Malvinas

• Introducción:

Hace 37 años comenzaba un hecho histórico, La Guerra de Malvinas, que abrió una

herida profunda en todos los argentinos y marcó el principio del fin de una etapa. Este

enfrentamiento generado dentro de un contexto de decisiones políticas erróneas y

apresuradas, nos pone hoy, ya en democracia, ante el ineludible compromiso de una

revisión histórica, reflexiva y crítica sobre los acontecimientos que dejaron un triste

saldo: más de 600 vidas perdidas y otras tantas destrozadas de jóvenes argentinos que

pelearon valientemente por nuestros derechos en aquella porción de territorio

argentino. Hoy, el reclamo sigue vigente, la herida sigue abierta y el recuerdo de

aquellos jóvenes soldados que ofrendaron la vida por su Patria nos convoca a buscar

la mejor manera de reclamar nuestros derechos y soberanía: a través del diálogo

consensuado y sostenido por la convicción de que el único modo de lograrlo es a través

de la paz.
• Entrada de la Bandera de Ceremonias:

Así como, en 1982, acompañó a nuestros combatientes, en su lucha por la soberanía,

la convocamos hoy para que se haga presente en este pequeño homenaje. Recibimos

con un fuerte aplauso a nuestra bandera de ceremonias que es portada por:

Abanderado ………….

Escoltas …………. .............. ……………………………….

• Himno Nacional:

El Himno Nacional reafirma en sus estrofas el sentimiento inclaudicable de

perseverancia en el reclamo de nuestros derechos. Entonemos juntos sus estrofas.


• Palabras alusivas:

A continuación escucharemos una reflexión sobre la guerra de Malvinas.

“Los recuerdos engrandecen a nuestro país, porque la memoria lo ayuda a aprender

del pasado.

En esta fecha se homenajea a los héroes que combatieron en el conflicto bélico del

Atlántico Sur en 1982. Una oportunidad para reivindicar la memoria, la soberanía y la

libertad.

Las Islas Malvinas fueron avistadas por primera vez en el año 1520 por la expedición

de Fernando de Magallanes, al buscar un pasaje hacia el Océano Pacífico.

Los corsarios británicos, a la caza de los galeones de cualquier bandera, las

percibieron, pero no pusieron pie en tierra ya que las confundieron con las costas

patagónicas.

El primer desembarco documentado no ocurrió hasta cerca de un siglo después, en

1690, con John Strong, quien navegó entre las dos islas principales, dándole al pasaje

el nombre de Estrecho de San Carlos.

Esto provocó con posterioridad una serie de fricciones con España, pues este país y

Gran Bretaña defendían haber descubierto cada una por su cuenta las islas y las

reclamaron para sí.

España logró la retirada de los británicos en el marco de los acuerdos por el Tratado

de San Lorenzo. Con estos acuerdos, entre otras cuestiones, el Reino Unido reconocía

la soberanía española en los archipiélagos del Atlántico Sur próximos al continente

americano a cambio de asentarse en la isla de Quadra y Vancouver (actualmente

conocida sólo como Vancouver, en Canadá).


Una vez establecida nuestra independencia de España, las islas pasaron a ser de

soberanía argentina. Durante el inicio de dicha soberanía, las Islas Malvinas

dependían políticamente del Gobierno de Buenos Aires y eran utilizadas como lugar de

reclusión. En 1829 se nombró gobernador de las islas a Luis María Bernet, su primer

funcionario gubernamental.

Resulta de gran interés recordar la carta que José de San Martín enviara el 14 de

agosto de 1816 al gobernador de San Juan, por el que se disponía ofrecer la libertad a

los presos en distintas prisiones del territorio argentino, entre ellas la de Malvinas, a

cambio de que se incorporen a la causa pública.

Eran los días en que el Libertador formaba contra viento y marea el heroico Ejército de

los Andes y para tal fin convocaba a los criollos, a los indios y a los presos que querían

redimirse de sus condenas sirviendo a esa patria que venía amaneciendo por su

costado norte.

El hallazgo de esta carta vincula, por primera vez en un escenario mayor, el nombre

del Padre de la Patria con la defensa soberana de nuestras islas Malvinas.

San Martín sabía de Malvinas y la había integrado al territorio nacional.

Tras la destrucción del asentamiento argentino de Puerto Soledad por parte de la

corbeta estadounidense Lexington (1831), en 1833 el Reino Unido pese a estar en

relaciones de paz con la Confederación Argentina aprovechando la situación invadió

militarmente las islas y estableció una guarnición militar, desvalijando por la fuerza a

los pobladores argentinos y a sus autoridades argentinas.

Ciento cincuenta años más tarde, los dirigentes de la dictadura argentina idearon la

reconquista de las Islas Malvinas. Fuerzas argentinas recuperaron el control de las

islas el 2 de abril de 1982.


Comenzada la Guerra de las Malvinas, los británicos respondieron con una fuerza de

tareas que desembarcó seis semanas más tarde y después de duros combates forzaron

la rendición argentina el 14 de junio de 1982.

Tras la Guerra de las Malvinas los Gobiernos del Reino Unido prohibieron el ingreso

de cualquier civil con pasaporte argentino y establecieron un área de exclusión en

torno a las islas, extendiendo así su dominio a varias centenas de miles de kilómetros

cuadrados del Mar Argentino.

Corresponde en esta fecha, tan particular para el pueblo argentino, honrar a nuestros

héroes, jóvenes de 18 o 19 años que apenas habían terminado su secundario, que

estaban cumpliendo con el servicio militar obligatorio y que se encontraron

repentinamente luchando cuerpo a cuerpo con soldados profesionales que los

superaban ampliamente en armamento y capacitación, en un contexto de hambre,

desprotección y de frío. Contra todo eso y contra todos debieron luchar.

Es necesario también cultivar, en las nuevas generaciones, el conocimiento sobre

nuestros derechos y un sentimiento de pertenencia, de respeto hacia un pasado que

forma parte indefectiblemente de nuestro presente.

Recordar los hechos y a las personas de la gesta de Malvinas, es volver a la visión de

que sin memoria no es posible construir la personalidad de todo ser humano, y sin

tradición jamás edificaremos la personalidad colectiva de nuestra nación. No olvidemos

nuestro pasado, aprendamos de él y valoremos la paz, la libertad y sobre todo la vida.

Las Malvinas son y serán Argentinas; pero guerra… ¡guerra nunca más!”
• Retiro de la Bandera de Ceremonias: Despedimos con mucho respeto a la bandera

de ceremonias. Con la imagen presente de cada una de aquellas vidas entregadas en

defensa de nuestros territorios, entonamos la Marcha de Malvinas.

• Clausura del acto:

Mucho ha pasado en nuestro país en estos treinta y siete años, el reclamo legítimo

sigue en pie, la herida no cicatriza, la causa “Malvinas” es una cuestión de Estado y el

recuerdo y el dolor por tantas vidas perdidas debe servir para que hoy nuevamente

afirmemos: “Guerra Nunca Más”.

• FINAL:

- VIDEO (FAMILIARES) A continuación, y para finalizar este acto, veremos unas

imágenes de familiares de nuestros héroes, para conectar estos hechos

históricos con nuestro sentir nacional, y no simplemente archivarlos en la

memoria intelectual.

- VIDEO “MEETING THE ENEMY” – (CONCLUSIÒN ABIERTA)

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