Vous êtes sur la page 1sur 114

DESARROLLO HISTÓRICO DE LOS EXPLOSIVOS

El desarrollo histórico de los explosivos y su empleo ha ido de la mano con el desarrollo de las diferentes
ramas de la industria y la técnica, especialmente de la química. A la aparición de nuevas sustancias
explosivas, se desarrollan nuevas practicas y nuevas aplicaciones para éstas, que a su vez se
convierten en el detonante para la búsqueda de nuevas sustancias que superen las propiedades y
campos de acción de las anteriores, generando así nuevos y sucesivos ciclos evolutivos de desarrollo
tanto de las sustancias explosivas como de sus aplicaciones.

La tendencia constante y permanente hacia el mejoramiento y optimización del uso y aplicación de los
explosivos, ha sido igualmente marcada por las necesidades económicas de algunas regiones o países,
basadas en la explotación y comercialización de minerales o materiales de extracción, requiriendo de
esta forma, de la exploración y explotación de nuevas fuentes, cada vez menos accesibles, lo cual
también requiere de nuevas vías de comunicación, carreteras, ferrocarriles, canales, además de obras
especiales para la agricultura y la industria, constituyéndose éstos en campos propios de la aplicación
de las técnicas de perforación y voladura con uso de explosivos.

De aquí que el ingeniero esté en la obligación de estudiar el manejo de los explosivos como cualquier
otra materia inherente a su profesión, así inicialmente sea solo en su parte básica, actividad que queda
planteada en este aparte donde se presenta el origen y aplicación de los mismos y unos conceptos
preliminares claves como son la explosión, la detonación y una primera división de los explosivos.
DEFINICIÓN

Los explosivos son sustancias que tienen poca estabilidad química y que son capaces de transformarse
violentamente en gases. Esta transformación puede realizarse a causa de un golpe, impacto, fricción,
etc. en cuyo caso recibe el nombre de explosivos detonantes, como es el caso de las dinamitas y los
nitratos de amonio.

Cuando esta violenta transformación en gases ocurre en un lugar cerrado, como puede ser un barreno
en un manto de roca, se producen presiones tan elevadas que fracturan la roca.

En general se llama materia explosiva o explosivo a las sustancias sólidas o líquidas que por acción del
calor, proveniente de la combustión, percusión, descarga eléctrica, etc, se transforma instantánea y
completamente en una masa gaseosa con enorme elevación de la temperatura.

La reglamentación sobre explosivos considera explosivo, a todo cuerpo o mezcla que en determinadas
condiciones puede producir rápidamente una gran cantidad de gases con violentos efectos mecánicos o
térmicos (art 50, decreto 2535 de 1993).

Una detonación es una reacción química completa y violenta que se realiza a una velocidad supersónica
dentro de un explosivo, generando gases a una extrema presión y temperatura.

La repentina y enorme presión de los gases calientes rompe violentamente el espacio circundante y
genera una onda de choque que se propaga a velocidad supersónica.
RESEÑA HISTÓRICA

La pólvora es la más antigua de las sustancias explosivas conocida, que consistía en una mezcla
formada por salitre, azufre y carbón; aunque se tiene conocimiento que entre los años 221 y 207 a.c., los
chinos ya usaban el salitre (nitrato de potasio) en la fabricación de fuegos artificiales.

Figura 1.1 Fuegos artificiales

Se piensa que su descubrimiento fue casi accidental, pues era pretensión, de los alquimistas de la
época, el fabricar oro a través de la solidificación del mercurio, para lo cual en alguna ocasión, un monje,
mezclo en un recipiente: azufre, salitre y carbón; lo colocó al fuego y...EXPLOSIÓN.

Figura 1.2 Invento accidental de la pólvora

Sin embargo, y debido a que en la edad media se manejaba al interior de conventos y monasterios
variadas fórmulas y experimentos de forma secreta por creerse de origen demoníaco, no se tiene
precisión en cuanto al origen mismo de la pólvora y así su invención se le ha atribuido a chinos, árabes e
indostánicos e incluso a los antiguos alquimistas que ya conocían las propiedades de la mezcla del
salitre, el azufre y el carbón de leña.

La fórmula de la pólvora, con instrucciones detalladas para su fabricación, aparece en el siglo XII, en los
escritos del monje inglés Roger Bacon; Es probable que la pólvora se introdujera en Europa procedente
del oriente medio.

Figura 1.3 Roger Bacon

Berthold Schwarz, un monje alemán, a mediados del siglo XIV, puede haber sido el primero en utilizar la
pólvora para impulsar un proyectil; desde esto y hasta nuestros tiempos la pólvora ha sido usada en
armas de fuego.
Sin embargo ya se pensaba que los árabes lo hubiesen utilizado anteriormente, mientras Europa
atravesaba el periodo post-Romano, con fines bélicos, al encontrarse un grabado en el cual un guerrero
con una antorcha trata de encender lo que pudiera catalogarse como una especie de cañón con una
flecha para ser expulsada contra una puerta de un castillo.

Figura 1.4 Cañón árabe

Tiempo después el salitre es sustituido por clorato de potasio lo que hace la pólvora más potente; años
más tarde también se uso en reemplazo del salitre el nitrato de sodio conocido como Nitro de Chile,
dado su origen.

La pólvora, a no ser por su necesidad de oxígeno, podría estar constituida tan solo por carbón y azufre;
sin embargo, dada su condición de ser un explosivo combustible requiere proveerse de oxígeno para
estallar en un barreno; esta provisión la toma de la tercera sustancia que bien puede ser el clorato de
potasio o el nitrato de sodio quienes al calor se descomponen desprendiendo oxígeno. Una aplicación
de ésta característica se aprecia en los juegos artificiales como los cohetes o voladores que se elevan al
cielo, en donde la pólvora solo esta compuesta por carbón y azufre para que se queme lentamente la
parte expuesta al aire del combustible mientras sube el cohete. El primer intento de utilización de la
pólvora para minar los muros de las fortificaciones se llevó a cabo durante el sitio de Pisa en 1403.

En la segunda mitad del siglo XVI, la fabricación de pólvora en la mayoría de los países era un
monopolio del estado, que poco a poco fueron reglamentando su uso.

Inicialmente se uso, y por varios siglos, como único explosivo, la pólvora negra, hasta el año 1846
cuando el italiano Sobrero descubrió la nitroglicerina, sustancia explosiva muy potente, la cual empezó a
ser utilizada y llamada como el “aceite explosivo”, dada su apariencia, dando mayores ventajas
energéticas sobre las proporcionadas por la mezcla de carbón de madera y sales oxidantes de nitrato de
potasio de los explosivos primarios.

Figura 1.5 Ascanio Sobrero

Este primer desarrollo se tradujo en mayor energía y por ende en mayor rendimiento, pero a su vez
generó nuevas dificultades de manejo por ser la nitroglicerina una suspensión líquida, aceitosa, muy
sensible al choque, al roce o la llama y muy difícil de cargar en un barreno; condición que la hacía
demasiado peligrosa. Alcanzó a ser usada como reemplazo de la pólvora en voladuras pero dada su
peligrosidad se suspendió su uso.
Figura 1.6 Alfred Nobel

A partir de la síntesis de la nitrocelulosa en 1846, Alfred Nóbel en 1865, descubre la solución para el uso
de la nitroglicerina, primero mezclándola para ser absorbida en material sólido poroso como tierra de
infusorios o diatomáceas (similar al polvo de ladrillo) y posteriormente dándole consistencia gelatinosa al
mezclarla con la nitrocelulosa. Se abre así paso a las dinamitas, las cuales son usadas y mejoradas a
partir de éste concepto primario.

De la proporción de Nitroglicerina y material inerte depende su poder explosivo, siendo el porcentaje de


Nitroglicerina el que determina la fuerza relativa del explosivo. También fue Nóbel quien inventó disolver
algodón en Nitroglicerina y las primeras dinamitas gelatinas.

El empleo de la dinamita inicialmente se vio limitado en el uso de minas de carbón debido a la presencia
de gas metano, que provocaba explosiones en forma incontrolada. Esta situación se superó mediante el
desarrollo de un explosivo conocido como dinamita permisible (Antigrisú), el cual ofrecía mejores
condiciones de manejo y detonación en condiciones especiales.

Ante los inconvenientes de uso de explosivos, en ambientes de temperaturas extremadamente bajas, se


desarrollaron con posterioridad las dinamitas anticongelantes, con la adición a la mezcla original de un
producto depresor del punto de congelamiento de la nitroglicerina llamado nitrato de etilenglicol.

En el uso práctico de la dinamita se encontraron nuevos factores adversos como su alta sensibilidad al
calor, la fricción y el impacto, lo que produjo muchos accidentes. Incluso dentro de éstos factores
adversos se resaltaba su bajo período de almacenamiento pues presentaba el fenómeno de la
exudación o separación de la nitroglicerina en forma líquida haciéndola aún más sensible y peligrosa;
adicionalmente se tenían otra serie de inconvenientes con su efecto vasodilatador que producía fuertes
dolores de cabeza en quienes la manipulaban.

Igualmente demandaba para su fabricación una gran infraestructura con elevados índices de seguridad
por los riegos en que se incurría en su proceso de elaboración. Estos factores adversos provocaron
infinidad de accidentes principalmente en Francia y en Estados Unidos quienes, por tanto, promovieron
investigaciones que llevaran a superarlos. Quedaría así enmarcada la primera generación de
explosivos. En ésta primera generación de explosivos se tenía el concepto que el poder explosivo de las
dinamitas era aportado por los compuestos nitrados presentes.

Habría faltado un accidente, en el año de 1947, cuando, en Estados Unidos, un barco cargado con
nitrato de amonio tipo fertilizante, estallo al mezclarse éste fertilizante con el aceite combustible del
barco, para que los investigadores desviaran sus estudios al efecto explosivo de las mezclas de
sustancias oxidantes, como el nitrato de amonio, con combustibles, fuel oil.

Durante los últimos años el nitrato de amonio ha desempeñado un papel cada vez más importante en los
explosivos. Inicialmente se uso como ingrediente de la dinamita para posteriormente ser usado en una
mezcla sencilla y económica con el diesel revolucionando así la industria de los explosivos cubriendo
actualmente cerca del 80% de las necesidades de los explosivos.

Es así como nace y se inicia el desarrollo del explosivo ANFO, por las siglas en ingles de Amonium
Nitrate and Fuel Oil, denominados de segunda generación. Este compuesto, conformado con base en un
prill de nitrato de amonio, en un 94% y ACPM, aceite combustible para motores, en un 6%, resulta muy
seguro de operar y bastante económico en su fabricación.

Sin embargo presenta algunas limitaciones como su baja sensibilidad, por lo que requiere de un
multiplicador para ser iniciado especialmente en barrenos mayores de 3 pulgadas y su poca o ninguna
resistencia al agua. Presenta como ventajas, además de las ya mencionadas, buen balance de oxígeno,
buena generación de gases para el logro de resultados satisfactorios en fragmentación de roca, no
reacciona al calor, a la fricción o al impacto y no produce malestar en quien lo opera pues en su
formulación carece de nitroglicerina.

Con el advenimiento de la minería, la necesidad de manejo de mayores cantidades de explosivo, las


desventajas de manejo y producción de las dinamitas y las limitaciones del ANFO, se crea la necesidad
de nuevos desarrollos, y es así como Melvin Cook en asocio con otros científicos encuentran la manera
de elaborar un material, también a base de nitrato de amonio preparando una solución saturada,
logrando ensayos positivos desarrollando de esta manera el primer SLURRY en el año de 1960.

Los explosivos de geles de agua, a base de nitrato de amonio con sensibilizadores como los nitratos de
amina, el trinitrotolueno TNT y el aluminio, y con agentes de gelificación y otros materiales, para
proporcionarles su grado de sensibilidad, a diferencia de la mezcla de nitrato de amonio y diesel, son
resistentes al agua y pueden prepararse según fórmulas de elevadas velocidades de detonación.

Ya que no contienen Nitroglicerina, los geles de agua son menos peligrosos que la dinamita en su
fabricación, transporte, manipulación y empleo. Dado este menor grado de peligrosidad y a su
flexibilidad han declinado el empleo de la dinamita.

Estos slurries, obtienen su carácter de resistencia a la humedad por un sistema de engomado en medio
acuoso cuyo gel o gele reticulado no permite el paso de agua hacia el compuesto. Esta idea fue
patentada por la firma Canadian Industries Limited, Hydromex.

Las investigaciones no pararon aquí y es así como en 1967, la Atlas Power Company desarrolla las
primeras emulsiones explosivas en que, al contrario de los slurries, la solución oxidante o solución
acuosa saturada de nitrato de amonio, se dispersa en una solución combustible, mezcla de aceites, los
cuales son insolubles entre si, pero que son enlazados por un compuesto emulsificante, mediante una
intensa y continua agitación. Su resistencia al agua la aporta ésta en su repulsión por la fase continua de
aceite.

Con estos nuevos desarrollos de slurries y emulsiones se da paso a la tecnología de punta o tercera
generación la cual es usada en la minería actual, que en grandes volúmenes de explotación, la utiliza
mediante cargue mecánico desde camiones que los bombean a los barrenos en forma de matriz
previamente fabricada en planta y almacenada en silos y solo en el momento de cargue del barreno se
sensibiliza como explosivo, logrando así una máxima seguridad de operación.

Junto con el ANFO, estas emulsiones, se inician con multiplicadores ya que no son sensibles al
detonador Nº 8 característica que los cataloga como agentes de voladura.

De ésta tercera generación se han hecho muchas mejoras, hasta el punto de lograr explosivos slurry y
emulsiones sensibles al detonador Nº8, encartuchados en pequeños diámetros, reemplazando
completamente a las dinamitas y permitiendo su uso en la minería y obras civiles subterráneas.

Los productos explosivos de uso actual, cuentan con la particularidad de reunir las máximas condiciones
de estabilidad y especificidad de aplicaciones, siendo también sumamente seguros en cuanto a la
operación. Los hidrogeles y emulsiones han desplazando casi por completo, en Colombia, el empleo de
la dinamita dado sus superiores grados de seguridad en su manejo y empleo. Como ventaja adicional su
fabricación es comparativamente más sencilla.
En Colombia se produjeron dinamitas en la Industria Militar desde 1967, importando la gelatina
explosiva, gel de nitroglicerina y nitrocelulosa, y produciendo nitroglicerina desde al año 1983, hasta
1993 cuando se reemplazaron completamente por slurry tipo hidrogel aluminizado, del cual se inicio su
desarrollo en 1989 con producción en caliente a base de nitrato de mono metil amina y posteriormente
con producción en frió a base de nitrato de examina, tecnología que actualmente continúa en practica
por sus ventajas frente a la producción en caliente.

La cuarta generación de explosivos hace referencias a la utilización de energía atómica para fabricar
sustancias explosivas.

Paralelo al desarrollo y descubrimiento de nuevas sustancias explosivas se ha dado también el


desarrollo y evolución de una actividad al interior del uso de los explosivos, como es la perforación.

A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII donde ya los explosivos eran usados ampliamente, la
técnica de la perforación se encontraba en su nivel más bajo; se cincelaban a mano huecos de 15 a 20
milímetros de diámetro y de 0.5 a 1.0 metros de profundidad.

Por ésta época el incendio de la carga explosiva, pólvora, era igualmente muy rudimentario
practicándose con tizones de carbón que se arrojaban al hueco, con astillas, tubos y papeles enrollados
impregnados de pólvora, o con mechas de tela de combustión lenta impregnada de salitre. Eran muy
frecuentes los accidentes y las tragedias.

A mediados del siglo XIX se inventó un mecanismo de perforación accionado con vapor. Casi diez años
después aparecieron las perforadoras neumáticas y posteriormente las perforadoras operadas con
energía eléctrica; De éstas las de mayor acogida industrial fueron las neumáticas.

En los últimos años se han construido agregados de alta eficiencia para perforación por rotopercusión,
agregados con martillos de inmersión y de trépanos y comienzan a usarse montajes de perforación
térmica y combinada (percusión con martillos de trépanos).

Constantemente se mejoran las sustancias explosivas y los medios de explosión. Se han creado
detonitas que permiten usar barrenos de diámetros reducidos; los medios de explosión de micro-retardo
tienen aplicación universal.

El siguiente es un recuento cronológico de la historia de los explosivos (Escuela de Ingenieros Militares,


1996. p. 6):

1659 Gauber, preparó por primera vez el nitrato de amonio (NH4-NO3).

1771 Wonlff, descubre el ácido pírico, utilizado en el siglo XIX como carga rompedora para las
granadas de artillería.

1779 El ingeniero inglés Echoward, prepara el fulminante de mercurio con verdadero detonador.

1788 Berthod, cambia el salitre por clorato de potasio en la composición de la pólvora.

1832 H Braconnot, desarrolla la nitrocelulosa (mezcla de ácidos nítricos y sulfúricos).

1846 Ascanio Sobrero, químico italiano prepara por primera vez la Nitroglicerina. Un año más tarde,
1847, en Turín, Italia, crea un explosivo compuesto por Nitroglicerina, absorbidas por materias
porosas que contienen otros ingredientes generadores de energía; pero solo hasta 1865 el sueco
Alfred Nobel, descubrió que la Nitroglicerina podía utilizarse sin peligro una vez empapada por un
estabilizante llamado Kieselguhr (tierra de diatomeas). También consiguió solidificarla añadiendo un
8% de nitrocelulosa a fin de gelificarla; a estos famosos explosivos, se les llamó dinamita.

1867 Ohlsson y Norebin, incorporan el nitrato de amonio en una dinamita.

1875 Federick Abel, crea la dinamita goma (absorber la Nitroglicerina en algodón nitrado).

1876 Los suecos Johnson y Norvin, obtuvieron los explosivos de seguridad.

1882; Reid y Johnson fabrican la primera pólvora sin humo.

1884; Duttenhofer, fabrica la primera pólvora granulada totalmente gelatinizada.

1888; Nobel, consiguió la balístita, gelificando la nitrocelulosa con Nitroglicerina.

1889; Se fabrica, en Londres, la zordita a base de algodón pólvora.

1891; Tollens, descubre el PERN, pentaeritritetranitrato.

1897; se fabrica el primer explosivo utilizable a base de clorato, llamado Chedrita.

1899; El alemán Henning, descubre la ciclonita denominada también Exógeno, con elevada
velocidad de detonación y que combinada con TNT, muchos años después, dio origen al RDX, un
explosivo muy poderoso.
CONCEPTOS BÁSICOS

Casi todos los materiales explosivos contienen oxígeno (cloratos y nitratos), solo excepcionalmente no lo
contienen (yoduro de nitrógeno, fulminato de mercurio). Otros son mezclas de sustancias oxidantes con
materiales fácilmente combustibles (azufre, carbón, etc).

La mayor parte de los explosivos se obtienen por nitración, bien sea por una nitración propiamente
dicha, o una por una esterificación (de alcoholes con ácido nítrico). En el proceso suele formarse agua,
que diluye el ácido nítrico (HNO3) y paraliza su acción.

En algunos compuestos especiales los elementos se encuentran mucho más próximos ya que forman
parte de la misma molécula explosiva. Como ejemplo de éstos compuestos se pueden mencionar el
algodón fulminante, la nitroglicerina, el fulminato de mercurio y el ácido pícrico entre otros.

Actualmente los explosivos demandan varios usos entre los cuales se pueden identificar dos grande
grupos: los usos militares y los usos comerciales.

Dentro de los usos comerciales se identifican los usos para la construcción de diversas obras civiles
como presas, sistemas de riego, redes de conducción eléctrica, gaseoductos, oleoductos, sistemas de
drenaje, vías de comunicación, cimentaciones de estructuras, canales, túneles, demoliciones y muchas
más.

Se puede anotar que las principales finalidades del uso de explosivos en la ejecución de las obras de
Ingeniería Civil son básicamente para alojar y/o demoler estructuras, eliminar obstáculos y obtener
materiales para la construcción.

Tienen también usos relevantes en la minería y en la explotación de canteras, igualmente se usan en


fuegos artificiales, en aparatos de señalización y seguridad y para hacer remaches y moldear metales.

En una utilización más de carácter militar se usan como propulsores para proyectiles y cohetes, como
cargas explosivas y para hacer proyectiles, bombas y minas.

Explosión

Se llama explosión al paso extremadamente rápido de la sustancia explosiva de un estado a otro,


acompañado de la formación de una cantidad considerable de gases y desprendimiento de energía
calorífica que se convierten en trabajo mecánico de desplazamiento. (Osorio Vargas, 1995, p15.).

Figura 1.7 Explosión a cielo abierto


La rapidez del fenómeno es fundamental, pues gracias a ella el calor de la reacción no tiene tiempo de
disiparse, quedando momentánea y progresivamente acumulado en los gases hasta que, con un
violento estallido, la energía se desencadena y se transforma en trabajo mecánico.

El desprendimiento vertiginoso de energía y la altísima presión de los gases recalentados y


comprimidos, que llega a centenares de miles de atmósferas, dan un carácter especialmente
destrozador a la acción de la explosión. (Osorio Vargas, 1995. P15).

Reacción Explosiva

Una explosión es una reacción química exotérmica muy rápida, de manera que libera su energía térmica
en un intervalo de tiempo muy reducido.

Para determinar la reacción explosiva de una sustancia, basta elevarla en un solo punto a una
determinada “temperatura inicial de descomposición”, mediante percusión, detonadores u otro medio,
entonces, la brusca descomposición en un punto produce un nuevo choque que calienta las moléculas
próximas hasta producir su descomposición y así sucesivamente, de molécula a molécula va
comunicándose la explosión a la masa entera, como una verdadera onda explosiva, extraordinariamente
más rápida que la simple inflamación.

Así, la onda explosiva propaga la transformación química a través de la masa de la sustancia explosiva,
comunicando de un punto a otro del sistema en descomposición una enorme fuerza viva y un gran
exceso de presión.

Por ello es evidente la diferencia entre la explosión común por inflamación y percusión y la presentada
por detonadores de fulminato de mercurio. En el detonador es impedida la expansión inicial, acelerando
así la velocidad de descomposición.

Químicamente, la explosión, en los explosivos nitrados, resulta de la oxidación del carbono e hidrógeno
de la molécula, por el oxígeno contenido en la misma pero unido al nitrógeno que es el elemento
reducido.

El efecto explosivo también puede lograrse de manera física oxidando violentamente materias orgánicas
porosas impregnadas con oxígeno líquido. Esto se da embebiendo oxígeno líquido en aserrín, polvo de
aluminio, polvo de carbón o en corcho molido finamente. Con un iniciador se inflama la carga,
transformándose rápidamente en dióxido de carbono (CO2), óxido de aluminio (Al2O3)y otros gases
produciendo un gran desprendimiento de calor.

Muchos materiales estallan sólo con detonadores (fulminato de mercurio) y la causa de la explosión no
se da solamente debido a la elevada temperatura producida por el detonador, sino que es debida
principalmente, a la inmediata presión resultante de la instantánea producción de gases, presión y
choque repentino lo que provoca la descomposición de la molécula de la sustancia explosiva.

Según la amplitud del intervalo de tiempo en que se desarrolla la velocidad de reacción que gobierna el
proceso, pueden diferenciarse tres tipos de reacciones:

Un tipo de reacción caracterizada por ser exotérmica lenta que se conoce como combustión y
donde no se presentan ondas de percusión. Se entiende por combustión la combinación química
del oxígeno con otras sustancias, con desarrollo de calor y de luces, constituyendo lo que se
denomina una oxidación. Las sustancias que se queman, es decir aquellas que en ciertas
condiciones tienden a combinarse con el oxígeno, se llaman combustibles; el oxígeno es un
comburente, es decir, es el elemento que favorece la combustión.
Una muy rápida, en la cual por la misma velocidad de la reacción no solo se da químicamente sino
también físicamente. Esta reacción explosiva, de producirse en un volumen cerrado, los gases
ejercen una fortísima presión, produciendo trabajo mecánico, rompiendo y demoliendo la envoltura
que lo confina; este efecto o fenómeno constituye la explosión. Sin embargo si éste adquiere
grados excepcionales o máximos de rapidez y/o potencia recibe el nombre de detonación. Para
una misma cantidad de gases producidos en una explosión el efecto será tanto más energético
cuanto más elevado sea la temperatura desarrollada por la reacción.

Cuando la reacción explosiva se da mucho más lenta que en la detonación y se da de manera que
el calor se transmite por conductividad en capas paralelas hablamos de una deflagración. En esta
forma de transformación explosiva no se generan ondas de percusión.

Cuando la explosión alcanza una rapidez extrema, supersónica, se habla entonces de detonación; en
caso contrario, es decir, cuando la velocidad de la onda de propagación es subsónica se hablará de
deflagración.

Es importante dejar en claro la prioridad del concepto de velocidad de reacción sobre el de cantidad de
energía liberado por kilogramo de sustancia explosiva. Por ejemplo, un carbón pobre tiene mucho más
energía (300Kcal/kg) que una sustancia explosiva gelatinosa tipo 2 (1280Kcal/kg).

Sin embargo, mientras que la reacción de combustión en el carbón es lentísima (del orden de
mm/minuto), la velocidad de detonación del gel tipo 2 es 100 veces mayor (5200m/seg).

Por lo tanto el verdadero concepto a tener en cuenta es el de potencia o energía liberada por unidad de
tiempo.

La rapidez del proceso de detonación implica que no hay tiempo para la transmisión de calor al medio
(proceso adiabático) por lo que toda la energía del medio se gasta en calentar los productos de la
reacción, generalmente gases, que adquieren una temperatura y presión muy elevados, del orden de
104 atm.
TIPOS DE EXPLOSIVOS

La manera más general de clasificar los explosivos es por su forma de reacción química, característica
que los divide en: químicos, nucleares, especiales.

Los explosivos químicos son los que generalmente se utilizan en las actividades de minería e ingeniería
y se caracterizan por su asociación a sustancias compuestas por nitratos y por su reacción química de
detonación producida por el efecto de una onda de choque.

Los nucleares, productores de gran cantidad de energía mediante la desintegración de materiales


radioactivos como el uranio y plutonio y su uso es absolutamente militar.

Los especiales; ya de muy poco uso, el cual estaba limitado a ambientes con alto nivel de grisú en las
minas de carbón y que actuaban como una explosión física sin detonación producida por la súbita
expansión de gases inertes licuados como el CO2 (cardox), por la aplicación de calor.

Los explosivos químicos a su vez se pueden clasificar, según la velocidad de su onda de choque, en dos
grandes grupos:

Explosivos Rápidos

También llamados detonantes; su velocidad de detonación está entre 2000m/s y 7000m/s y la onda de
choque es autosostenida.

Se clasifican en este grupo los que cambian de un estado sólido inicial a un estado gaseoso-detonante
de una manera casi instantánea. Estos explosivos producen un efecto destrozador sobre un objetivo
determinado, utilizándose donde se requieren cargas de demolición.

Se dividen a su vez, según su aplicación, en primarios, de alta energía y sensibilidad, usados para
iniciar los secundarios que son los que efectúan el trabajo de rompimiento; son menos sensibles que los
primarios pero desarrollan mayor trabajo útil.

Explosivos primarios

Son sustancias empleadas para iniciar (cebar) otras cargas explosivas dadas sus características de gran
sensibilidad al choque, al calor y a la fricción, por lo que también son llamados iniciadores o
detonadores.

Normalmente una pequeña cantidad de este explosivo iniciador es suficiente para iniciar una cantidad
proporcionalmente mayor de otro explosivo no primario. Dentro de los explosivos más conocidos de éste
tipo se encuentran: el fulminato de mercurio, el nitruro y el trinitroresorcinato de plomo usados en los
detonadores y multiplicadores.

Explosivos secundarios

Estas sustancias tienen menor grado de sensibilidad que los explosivos primarios o iniciadores; Pueden
ser usados solo o en combinación con otros explosivos como carga base y requieren precisamente de
un iniciador para su detonación.
Son generalmente usados en el fracturamiento y desprendimiento de rocas dado que aunque tienen
menor sensibilidad que los primeros desarrollan mayor trabajo útil. Cuando se hace explotar una carga
de explosivo, en un medio cerrado como por ejemplo un barreno o una perforación larga, de velocidad
reducida, (200 a 300m/seg), la presión de los gases de la explosión sobrepasa el límite de resistencia
de la roca y se presentan agrietamientos en las partes más débiles por los cuales penetran los productos
de la explosión, destrozando la roca en fracciones de diferentes tamaños, desprendiéndolas del masivo
y lanzándolas a alguna distancia se dice que se generó un efecto de carácter barredor o fugaz y por
tanto al explosivo, con ésta capacidad, se le denomina de igual manera.

Cuando se explota una carga explosiva de mayor velocidad de explosión, la presión de los gases crece
instantáneamente y se hace tan grande que la roca se fractura y fracciona en trozos pequeños. Esta
acción conjunta de la alta velocidad de explosión y la alta presión de los gases formados genera una
fuerte percusión sobre la roca que rodea la carga. A los explosivos con ésta capacidad, determinada por
su velocidad de explosión, se les denomina cargas rompedoras.

Adicionalmente estos explosivos secundarios tienen otras ventajas como su menor costo de fabricación
respecto de los convencionales, un mejor balance de oxígeno y dependiendo de la combinación de sus
mezclas manejan mejores patrones en cuanto a su sensibilidad, densidad, potencia, resistencia al
agua, etc.

Dentro de este grupo existe gran número de explosivos sin embargo se pueden mencionar como los
más relevantes: la nitroglicerina, el nitroglicol, la trilita, la pentrita, el exógeno, etc. Se conocen también
como multiplicadores. Los explosivos secundarios, son constituidos generalmente por compuestos
nitrados tales como Trinitrotolueno (TNT), pentrita y tetril en el uso militar y mezclas con nitrato amónico
o dinamita en el uso civil. Se utilizan para provocar averías en el objetivo atacado, siendo la principal
carga explosiva de proyectiles, bombas, minas, torpedos y misiles.

Explosivos Lentos

También llamados deflagrantes, cuya velocidad de detonación es inferior a los 2000m/s; son aquellos
que cambian de un estado sólido inicial a un estado gaseoso con relativa lentitud, a través de un periodo
corto de tiempo.

Esta característica los hace que sean ideales para trabajos donde se requiere empujar un objeto
determinado. Por esto se les conoce también como propulsores.

Están conformados básicamente por las pólvoras, compuestos pirotécnicos y elementos propulsores
para artillería y cohetería. Son de poca aplicación en la minería y la construcción. (Escuela de Ingenieros
Militares, 1986, pp. 36-37).

De otra parte, según el uso que se les de a los explosivos, éstos se pueden clasificar en Militares y
Comerciales o industriales dentro de los cuales se identifican los:

Agentes Explosivos

Son aquellos explosivos que no contienen dentro de su formulación sustancias intrínsecamente


explosivas.

En este grupo se engloba todos aquellos explosivos no sensibles al detonador No.8 y en cuya
composición no entra el agua.
El factor común en todos es el nitrato de amonio (NH4NO3), sal inorgánica de color blanco cuya
temperatura de fusión es 160,6°C. Aisladamente, no es un explosivo, pues solo adquiere tal propiedad
cuando se mezcla con una pequeña cantidad de combustible y reacciona violentamente con él
aportando oxígeno. Frente al aire que contiene el 21% de oxígeno, el nitrato de amonio posee el 60%.

En este grupo se encuentran: El ANFO (Ammonium Nitrate-Fuel Oil Solution) que es básicamente el
nitrato de amonio en un 94% mezclado con cualquier sustancia combustible, por ejemplo: fuel oil o
ACPM, (aceite combustible para motores), en un 6%.

Los hidrogeles son sustancias acuosas saturadas con nitrato de amonio, a menudo con otros oxidantes
como el nitrato de sodio y/o el de calcio, en las que se encuentran dispersos, los combustibles,
sensibilizantes, agentes espesantes y gelatinizantes que evitan la segregación de los productos sólidos;
y finalmente las emulsiones: que es el grupo de explosivos de más reciente aparición en el mercado,
que mantiene las propiedades de los hidrogeles, pero a su vez mejoran dos características
fundamentales como son la potencia y la resistencia al agua.
PRINCIPALES RIESGOS DE LAS VOLADURAS

Es preciso, antes de considerar un estudio de las medidas de seguridad en el uso de explosivos,


contemplar los riesgos asociados a su manejo, pues son éstos, los que finalmente demandarán el
conocimiento e implementación de las medidas de seguridad.

La voladura de rocas con explosivos requiere de la aplicación de técnicas correctas de perforación y de


uso de los explosivos y sus accesorios enmarcadas en dos aspectos a saber:

1. La naturaleza propia del explosivo: actúa desarrollando una cantidad de energía en un tiempo
muy corto, con una afectación considerable del entorno.

2. El medio sobre el que se trabaja: heterogéneo y variable de un punto a otro del mismo frente, del
cual por lo general no se tiene mayor conocimiento.

Por lo tanto, las voladuras constituyen una operación delicada que conlleva unos riesgos que son
precisos conocer para poder controlar o minimizar.

Los principales problemas que presentan las voladuras, independientes de los derivados del propio
manejo de los explosivos, se pueden agrupar en (M.O.P.U., 1996, p.344):

Fallas en el Disparo

Estas fallas pueden ocurrir en:

La iniciación de la voladura completa.

La iniciación de un barreno o de una serie de éstos.

En una porción de uno o de varios barrenos.

Estas fallas inducen los siguientes problemas:

Recuperación del explosivo no activado después de la voladura.

No logro de los resultados esperados al no obtener la debida fragmentación de la roca.

Un explosivo acompañando a la roca arrancada.

Necesidad de nuevas perforaciones y voladuras con nuevos riesgos derivados de perforar junto a
barrenos con explosivo y de proyecciones de roca.

Proyecciones

En toda voladura se producen proyecciones de material del cual puede llegar a preverse la forma y
situación del montón volado. Muchas veces, incluso, esas proyecciones son el objeto mismo de la
voladura.
Existe, sin embargo, el riesgo de proyecciones de rocas a distancias considerables, no planeadas, que
pueden ser ocasionados por:

Una sobrecarga local, causada por un mal diseño de la voladura, o por desviaciones en la
perforación entre otras.

Presencia de grietas, cuevas o diaclasas.

Terreno suelto, por su misma naturaleza o por voladuras anteriores.

Intercalaciones de capas de distintas resistencia.

Vibraciones

Al producirse la detonación del explosivo se produce en el entorno de la carga una onda de compresión,
debida a la liberación de gases y al aumento de la temperatura; esta variación de presión produce un
fenómeno ondulatorio que, como un reflejo de la naturaleza de la fuente que las produce, induce la
generación de ondas que se transmiten en el medio, con mayor o menor atenuación, provocando una
reacción en las estructuras y medio próximo.

Dependen fundamentalmente de:

La carga instantánea.

De los tiempos de retardo empleados.

De la distancia al punto de la voladura.

De la naturaleza de los terrenos atravesados por la vibración.

Las vibraciones ocasionan problemas en el medio ambiente, con repercusiones en el aspecto


económico.

Ruidos

La onda aérea rara vez da lugar a daños, a pesar de lo cual su influencia en el medio natural es muy
importante, constituyendo en muchos casos el mayor motivo de reclamaciones.

Se deben distinguir dos tipos de ruidos en las voladuras; los unos los normales provenientes de la
voladura y otros originados por:

Los iniciadores de la voladura, los detonadores y el cordón detonante, situados en la superficie del
terreno.

La explosión dentro del barreno.


La caída del material volado.

Ruidos accidentales, con el mismo origen que las proyecciones a las que acompañan.

Una buena práctica es cubrir los detonadores y el cordón detonante con una capa de tierra de 20 a 30
cm de altura.

Repiés

Son porciones de roca sin volar en la parte inferior del banco. Su origen es variado, pero entre otros se
puede deber a:

Insuficiente cantidad de explosivo.

Inclinación desfavorable de los estratos, en relación con la orientación del frente

Grietas o cuevas que impiden una carga total del barreno.

Capas más blandas próximas a la capa inferior del banco.

Presencia de agua en el barreno, cuando el explosivo es soluble.

Repies anteriores no volados completamente.

La solución de los repiés una vez formados es costosa. El empleo de explosivo mediante tiros
sensiblemente horizontales, en un medio perturbado, presenta riesgos durante la propia perforación: si
el frente es alto y existen zonas de roca inestable y en la voladura, con riesgo de proyecciones
especialmente peligrosas.

Buena parte de los repiés puede ser evitada con un diseño adecuado de los frentes, en función de las
características del terreno a volar.

Encendidos Intempestivos

El más alto riesgo lo presenta el encendido por mecha. Sin embargo actualmente con el uso de los
detonadores eléctricos éste riesgo queda reducido al que pueda producirse por corrientes erráticas
provenientes de:

Tormentas eléctricas.

En las proximidades de líneas eléctricas o emisoras de radio.

Corrientes estáticas

En algunos casos de explotación en minas metálicas.


El cumplimiento de las reglas de encendido, la conexión de los detonadores eléctricos inmediatamente
antes de la voladura, y el empleo de detonadores insensibles o altamente insensibles, permite la
erradicación de este riesgo en la mayor parte de los casos. El sistema Nonel es intrínsecamente seguro
frente a las cargas eléctricas.
MEDIDAS DE SEGURIDAD

Una vez visto lo que es un explosivo, sus generaciones y tipos, lo que es una explosión y los principales
campos de aplicación de los explosivos, se introducirá en esta instancia aspectos sobre los riesgos que
implican su manejo y la gran responsabilidad que demanda su empleo; aspecto éste que debe
constituirse en una premisa para el ingeniero que incursiona en el trabajo con explosivos

En una obra civil se deben observar al máximo las medidas de seguridad para la correcta ejecución de
las actividades que involucran riesgo para sus ejecutantes y demás personal de obra; más aún, las
medidas de seguridad deben ser aplicadas con rigor extremo en el manejo de las sustancias explosivas,
peligrosas de por si; Por tanto, el Ingeniero Civil es el responsable de la coordinación y el manejo de los
explosivos.; en consecuencia, es su deber el conocimiento de las medidas de seguridad durante la
manipulación de los explosivos. Estos conocimientos, adicionalmente, le proporcionarán herramientas
para obtener mejores resultados y rendimientos en la obra civil.

Se presentan en el capítulo los principales riesgos que eventualmente afrontaría el ingeniero en su


trabajo con explosivos; A través de su estudio, el ingeniero conocerá las diferentes instancias en que se
pueden ocurrir y las consecuencias que se derivan de estos eventos y conocerá los procedimientos que
al aplicarlos e implantarlos le permitirán obviar, o al menos minimizar, las situaciones de riesgo en el
manejo de los explosivos.

Igualmente se verá la forma de disponer del material sobrante ya sea por que se tiene un excedente del
material que no va a ser utilizado o no es seguro su almacenamiento o porque hubo necesidad de
rechazar algún material por defectuoso. Obviamente se verán también algunos criterios por los cuales se
deberá rechazar o no utilizar un material explosivo.
MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LAS VOLADURAS

Las medidas de seguridad implican el conocimiento, la coordinación y colaboración del personal


involucrado directa e indirectamente en los procedimientos, para que así todos estén en la capacidad de
tomar las debidas precauciones y acciones inmediatas, en caso de presentarse o presumirse alguna
irregularidad en el manejo de los explosivos. Medidas de seguridad son todas aquellas reglas y normas
que deben observarse, para el correcto desarrollo de los trabajos de perforación y voladuras sin incurrir
en riesgos o peligros innecesarios.

En las diferentes fases de un trabajo de voladura con explosivos, se requiere de la implementación de


una serie de medidas que permitan que la labor se desarrolle dentro de unos elevados parámetros de
seguridad donde el riesgo de detonación accidental, o los riesgos indirectos que se puedan dar en este
tipo de labores desaparezca.

A continuación se presenta un compendio de las medidas de seguridad básicas cuya asimilación y


ejecución resulta, además de conveniente, indispensable.

Medidas de Seguridad durante el Almacenamiento de Explosivos en los


Polvorines

En el almacenamiento de explosivos se deben observar diversas medidas de seguridad, entre otras se


tienen:

Los explosivos y los detonantes deben depositarse separadamente en almacenes independientes, los
cuales deben ser recintos sólidos, resistentes al fuego y a prueba de balas, adicionalmente deben ser
secos, y ventilados y alejados de otros edificios, vías de ferrocarril y carreteras.

La tabla americana de distancias proporciona esas distancias de seguridad, para cantidades variables
de explosivos y detonantes, que se deben lograr en la ubicación de los explosivos respecto de las
edificaciones y estructuras próximas.

Fuente: Instituto de Fabricantes de Explosivos USA., 1964


Tabla 1.1. Tabla americana de distancias
Una bodega para el almacenamiento de explosivos debe estar construida de tal manera que se
evite el congelamiento del explosivo durante largos períodos de tiempo en climas fríos. Si el
explosivo se congela, deberá ser descongelado antes de utilizarlo, ya que el peligro de que explote
prematuramente es mucho mayor cuando está congelado.

En los polvorines de los frentes de trabajo se debe almacenar máximo 50Kg de explosivo por
polvorín, distribuyéndolos por tipo de explosivo y separados 30 metros entre si como mínimo.

Ningún tipo de explosivo debe ser almacenado en un mismo recinto o cerca de sustancias
solventes o gasolina, o cerca de fuentes de calor como radiadores, chimeneas, tuberías de vapor,
tubos de escape o estufas.

Igualmente en el polvorín no se deben almacenar simultáneamente con los explosivos, elementos


que puedan ocasionar explosión por impacto o fricción como cables metálicos, rieles, herramientas
metálicas o chatarra. Tampoco con materiales diferentes a los explosivos como sustancias
inflamables, cartón, papel, estopa u otros elementos de fácil combustión.

Es prohibido fumar en áreas próximas a donde se almacenan los explosivos o cuando se transporta
o se está realizando algún trabajo con éstos.

No se podrán portar armas de fuego dentro de los polvorines a no ser el personal de seguridad que
preferiblemente debe portar escopetas.

El material explosivo debe almacenarse sobre estibas de madera, construidas sin elementos de
fijación de metal como puntillas tornillos o alambre. Estas estibas deben tener una altura sobre el
piso de 15cm.

La presencia de explosivos y sus sitios de almacenamiento, los polvorines, debe ser advertido en
todo momento y lugar mediante señales de peligrosidad de modo perfectamente visible. Esta
señalización se debe presentar al menos en un radio de 25 metros.

En caso de aflorar Nitroglicerina por inestabilidad de la dinamita (exudación) se procederá a su


neutralización y/o destrucción inmediata; acción que debe ser dirigida por un técnico o experto. La
neutralización se puede dar a través de la siguiente solución: 1.5 litros de agua, 2.5 litros de alcohol
desnaturalizado, 1.0 litros de acetona y medio kilogramo de sulfuro de sodio comercial en escamas
de 60% de pureza. Esta solución puede guardarse por máximo treinta días en un recipiente ámbar.

Las cajas o barriles que contengan los explosivos deben levantarse y bajarse cuidadosamente sin
deslizarlos unos sobre otros o sobre el piso; Tampoco deben dejarse caer de un nivel a otro ni
manipularse bruscamente.

Las cajas o paquetes de explosivos no deben abrirse dentro de un almacén de explosivos o


polvorín, ni siquiera en un radio de 20 metros.

Se debe ser muy celoso en la revisión del empaque de los explosivos para detectar cualquier
defecto o rotura en el mismo; anomalía que de presentarse debe ser reportada de inmediato al
fabricante con la respectiva identificación del lote y producto.
Siempre utilizar o despachar los productos de mayor antigüedad o, lo que es lo mismo, en el orden
de entrada al polvorín.

Si se requiere iluminación artificial emplear lámparas de seguridad.

Todo polvorín debe contar con el equipamiento debido para extinción de incendios como extintores
de agua, ABC multipropósito y canecas de 55 galones cargadas con agua.

Paralelo, y en complemento, a las medidas de seguridad enunciadas se presentan a continuación


algunos aspectos, menos técnicos más no menos importantes, a tener en cuenta en la maniobra de
almacenamiento de explosivos, sugeridas por la Administradora de Riesgos Profesionales del Seguro
Social en su documento de “Prevención de Riesgos Durante la Manipulación de Explosivos,” 1996.

Siempres

SIEMPRE atienda la demarcación de las áreas del polvorín.

SIEMPRE abra las puertas del polvorín 10 minutos antes del ingreso de cualquier persona para
almacenar o retirar material de él.

SIEMPRE mantenga ventilado el polvorín con entrada de aire fresco permanentemente para evitar
la concentración de gases.

SIEMPRE ingrese al polvorín usando ropa de trabajo, sin cierres metálicos, guantes, botas, y
tapabocas o mascarilla.

SIEMPRE use guantes cuando toque o manipule materiales explosivos, así éstos estén guardados
en cajas o bultos. Los guantes, preferiblemente de caucho, deben ser lavados regularmente para
retirar cualquier cantidad de químico en ellos.

SIEMPRE Manipule bultos o cajas que estén cerradas (selladas) y tengan un tamaño manejable
para la persona.

SIEMPRE demarque el área de almacenamiento de cada uno de los implementos.

SIEMPRE mantenga el polvorín con el piso seco, el techo sin goteras, ventilado y bajo llave.

SIEMPRE vigile que tenga instalaciones eléctricas antiexplosión y protegidas en los polvorines.

SIEMPRE tenga en cuenta la posible presencia de ratones, ratas, insectos, o culebras en el


almacenamiento, especialmente bajo tierra. Pueden ocasionar mordeduras o picaduras peligrosas.
Nuncas

NUNCA entre a un polvorín antes de ventilarlo.

NUNCA entre a un polvorín sin usar la ropa adecuada, descalzo, sin guantes o sin tapabocas.

NUNCA manipule material explosivo sin usar guantes.

NUNCA toque su cara o cualquier parte del cuerpo con las manos sucias.

NUNCA se pare sin zapatos o botas en el sitio donde se almacene, prepare o derrame material
explosivo.

NUNCA permita el ingreso de personas no autorizadas al almacén.

NUNCA permita el almacenamiento de material encima de 1.60m. Esto puede conducir a posturas
de esfuerzo y accidentes al querer subir o retirar el material del almacenamiento.

NUNCA permita que se coloquen juntos los iniciadores y los agentes explosivos durante el
almacenamiento.

NUNCA permita la presencia de material inflamable (gasolina, gas, solventes, pinturas), o de


encendedores, cigarrillos encendidos o fósforos en el área de almacén.

NUNCA permita conexiones eléctricas que no estén protegidas y sean antiexplosivas.

NUNCA permita el uso dentro del almacén de herramientas que produzcan chispas.

NUNCA deje sin pararrayos un polvorín que se encuentre a cielo abierto.

Medidas de Seguridad durante el Transporte de Explosivos

Al igual que en el almacenamiento de explosivos, en el transporte se deben observar algunos


procedimientos que hagan segura la actividad.

Como norma básica en el transporte y más aún en el de explosivos, se deben cumplir con bastante
celo todas las normas de circulación vehicular existentes, además de tomar una actitud en extremo
prudente en la conducción.

Se debe verificar el correcto funcionamiento mecánico del vehículo que transporta el explosivo;
igualmente el estado de la carrocería y sus pisos, que deben ser de madera, estar bien ajustados y
no tener grietas, que no haya metales que puedan generar chispa y que no se cargue más de su
capacidad.
Tener el motor del vehículo apagado durante las operaciones de carga y descarga de los
explosivos.

Antes de proceder a la carga de detonadores, se debe conectar el vehículo a un dispositivo de


puesta a tierra; Igualmente las personas que van a ejecutar la maniobra debe descargarse de la
electricidad estática (contacto a tierra con una varilla de hierro).

Si la carga se moviliza en un vehículo abierto se debe cubrir con una lona impermeable y resistente
al fuego. Cuando se transporta alambre eléctrico se protegerá completamente y se sujetará
firmemente como medida de prevención.

Los vehículos que transportan explosivos no deberán estar sobrecargados y en ningún caso se
apilarán las cajas o latas de explosivos a una altura mayor que la de la carrocería.

Prohibir abrir las cajas que contienen explosivos sobre la plataforma del vehículo o en el área de
descarga, sin antes haber terminado ésta.

Transportar los explosivos en sus envases y embalajes de origen o en útiles preparados para tal fin.

El vehículo transportador debe estar equipado con mínimo dos extintores de incendio ubicados
dentro del vehículo en sitios estratégicos y de fácil acceso.

No se deben transportar simultáneamente con objetos o materiales metálicos, ni sustancias


corrosivas o inflamables.

Efectuar las operaciones de carga y descarga de los explosivos durante las horas del día y nunca
cuando haya tormentas eléctricas, de arena o de nieve.

Durante la maniobra de carga y/o descarga de explosivos, sólo podrán permanecer en las
inmediaciones, el personal autorizado para tal efecto, prohibiéndose cualquier otra actividad en un
radio no inferior a 50m.

No se debe fumar en el vehículo ni permitir el viaje de personas no autorizadas o innecesarias.

Se debe tener sumo cuidado en el cargue y descargue del material explosivo.

Se deben transportar por separado las cargas y los detonadores y estopines eléctricos.

Evitar al máximo la circulación de los vehículos transportadores a través de centros urbanos, y el


parquearlos cerca de restaurantes, talleres o bombas de gasolina.

En caso de incendio evitar participar en la labor de extinción si se tuvo con anterioridad contacto
con explosivos.

Al igual que para el almacenamiento existen los SIEMPRES y NUNCAS en cuanto a la seguridad
industrial en el proceso de transporte de los explosivos. (ARP ISS, 1996).
Siempres

SIEMPRE durante el transporte de explosivos use la ropa adecuada, sin cierres metálicos,
guantes, casco, botas, y tapabocas y use guantes cuando toque o manipule materiales explosivos,
así éstos estén guardados en cajas o bultos.

SIEMPRE separe los agentes explosivos de los iniciadores, detonadores y accesorios durante el
transporte.

Nuncas

NUNCA permita el almacenamiento de material en el vehículo que lo transporta por encima de la


altura de la carrocería.

NUNCA exceda las capacidades de carga para las que el carro fue diseñado.

NUNCA transite con explosivos en vehículos no diseñados para tal propósito.

NUNCA permita que se coloquen juntos los iniciadores y los agentes explosivos durante el
transporte.

NUNCA transporte conjuntamente herramientas metálicas que produzcan chispa, con explosivos.

NUNCA permita que personas no autorizadas transporten material explosivo.

Medidas de Seguridad durante la Utilización de Explosivos

Se entiende por medidas de seguridad todas aquellas acciones tendientes a minimizar la probabilidad de
que un evento riesgoso suceda en la ejecución de una actividad. La utilización de explosivos implica un
riesgo que debe disminuirse al máximo. El Ingeniero Civil es el responsable de la coordinación y manejo
de los materiales explosivos; esta responsabilidad abarca tanto el recurso humano como el explosivo.
Durante la ejecución de una práctica debe supervisar todas las operaciones que se lleven a cabo en el
sitio de trabajo, asignando con precisión y claridad y a la persona idónea cada una de sus funciones;
Finalmente también es el encargado de ordenar el disparo.

La responsabilidad de ordenar, dirigir y ver que se cumplan al máximo las medidas de seguridad,
adicional a la supervisión técnica propia de la voladura, no deben ser divididas sino centralizadas en una
única persona.

El personal a cargo del manejo de los explosivos debe estar debidamente capacitado y experimentado
para manipular sin riesgo adicional el explosivo. Debe, el personal, conocer las propiedades y
características del explosivo en uso con el propósito de saber qué es seguro y qué es peligroso en su
manejo.

El factor de error que se induce en el manejo de los explosivos crece en la medida que crece el número
de personas que lo manipulan, por tanto, se debe emplear el mínimo de personas requerido para la
manipulación y uso seguro del explosivo. Esto implica la asignación y división adecuada de labores y la
sistematización de los procesos.
Cuando se involucren cuadrillas, normalmente será en los procesos de cebado y disparo de una
voladura, incluyendo el transporte de los explosivos y detonadores, se hará de tal manera que cada uno
de los miembros de la cuadrilla conozca exactamente los deberes individuales.

El manejo de los explosivos requiere de quien los maneje cierto perfil específico además del
conocimiento y la experiencia. Se debe seleccionar el personal en adición a otros muchos parámetros de
evaluación y contratación, por su inteligencia, responsabilidad y sentido común. Existe personal que
manipula explosivos que lo hace, empíricamente, de una manera imprudente ya por descuido, por
ignorancia o por osadía, constituyéndose en un riesgo para el demás personal. El ingeniero a cargo del
manejo y utilización de los explosivos, debe conocer las especificaciones del material usado dadas por
el fabricante del explosivo.

Entre otras se deben aplicar las siguientes normas en la utilización de los explosivos:

Las herramientas a usar en el manejo de los explosivos deben ser fabricadas en madera o
materiales no metálicos.

No se debe fumar en el área en que se están manipulando o usando los explosivos; de la misma
manera es absolutamente prohibido el porte de fósforos, encendedores u otras formas de producir
fuego en un radio de 100 metros.

Los explosivos y detonantes que se le den a los obreros deberán colocarse en receptáculos
aislados independientes, equipados con tapas construidas y sujetas de tal manera que no se
puedan abrir accidentalmente durante el transporte.

Nunca colocar explosivos en lugares donde se expongan a calor excesivo, chispa, golpes o llamas.

Las cajas con material explosivo sobrante se debe cerrar y sellar debidamente.

No se deben portar explosivos o detonantes en los bolsillos.

No se preparan cebos dentro de los polvorines, ni cerca de los explosivos; Igualmente no se deben
preparar más cebos de los requeridos para uso inmediato.

No se debe golpear, tratar de alterar, sacar o examinar el contenido de los fulminantes comunes o
estopines eléctricos. Tampoco se debe tratar de arrancar los alambres de los estopines eléctricos.
No permitir que niños o personas sin autorización estén presentes en los lugares donde se
manipulen o usen explosivos.

Nunca se deben manipular explosivos o permanecer cerca de ellos cuando exista una tormenta
eléctrica.

Siempre se debe verificar el perfecto estado de funcionamiento de los equipos de voladura. No


deben presentar deterioros ni daños.

Los fulminantes comunes, estopines eléctricos, mecha de seguridad o cualquier explosivo no


podrán ser usados si en algún momento fueron mojados, así se hallan secado.

Cuando se requiera el uso de explosivos en labores subterráneas se deberán emplear los llamados
permisibles o de seguridad.; No se deben transportar cantidades excesivas de explosivo a la mina.

No deberá permitirse a ninguna persona, excepto el operario a cargo, viajar con los explosivos o
detonantes cuando estén siendo transportados a un tiro, túnel o cualquiera otra obra subterránea.

Se debe tener especial cuidado en el manejo de las cargas de ruptura de nitrato de amonio, pues
éstos se perforan fácilmente, permitiendo una rápida absorción de humedad que reduce la eficacia
del explosivo.

La dinamita comercial es muy sensible al calor; la nitroglicerina que contiene se asienta en el fondo
y se escurre a través del cartucho. Para mitigar este efecto las cajas de dinamita se deben
almacenar de tal manera que los cartuchos queden dispuestos horizontalmente. Se requiere
igualmente de un procedimiento de volteo que contribuye a evitar ese efecto.

Fuente: Instituto de Fabricantes de Explosivos USA


Tabla 1.2 Maniobra de volteo Vs temperatura para cartuchos de dinamita
Los explosivos congelados, identificados así por su dureza y aparición de cristales, son altamente
sensitivos, pero pueden ser utilizados observando el siguiente procedimiento:

Se calienta agua en un recipiente aparte a una temperatura tan alta como lo soporte la mano.
Se vierte el agua caliente en el compartimiento para agua, del dispositivo para deshelar.

Se coloca el explosivo congelado en el recipiente interior en posición horizontal, apoyando los


cartuchos inferiores sobre unos listones de madera o de otro de tal manera que permita la
circulación de aire por debajo de los mismos; el explosivo no debe tener contacto con el agua.

Posteriormente se coloca el dispositivo en un barril; no se deben descongelar más de 25Kg de


explosivo congelado a la vez.

No se debe colocar el explosivo congelado en el compartimiento de deshielo antes de haberle


vertido el agua caliente en su respectivo compartimiento. Nunca se debe colocar el dispositivo
sobre el fuego después de haber colocado el explosivo dentro de éste.

Medidas de Seguridad en la Perforación de Barrenos

Aún cuando en el proceso de perforación de barrenos no se dispone de los explosivos, lo cual debe ser
así, también se deben tener algunas precauciones, toda vez que es una actividad que genera
igualmente riesgos. Previo el comienzo de los trabajos de perforación, etapa de planeación, se deben
verificar y tener cubiertos los siguientes aspectos (M.O.P.U. Español, 1996 p345):

Las condiciones del terreno para un traslado e implantación con seguridad del equipo
correspondiente y necesario.

La existencia o no de servicios como tuberías, conducciones enterradas, líneas eléctricas aéreas o


subterráneas, etc.

Las condiciones de estabilidad de las áreas próximas a la zona de trabajo.

Figura 1.8 Perforación de barrenos


Cumplida esta instancia se deben considerar las siguientes premisas antes siquiera de pensar en
encender un equipo:

El personal de operación deberá tener la formación correcta y conocer el manual de operación de la


maquinaria a usar antes de hacerse cargo de ella.

Utilización del equipo de seguridad personal adecuado: casco, botas, guantes, protectores contra
ruido y polvo entre otros.

Figura 1.9 Equipo protector para el trabajador

Utilización adecuada de los sistemas de captación y control del polvo de que dispongan los
equipos.

Colocación de la señalización adecuada para las obras, así como las protecciones personales y el
tránsito de vehículos.

Figura 1.10 Señales de peligro

Figura 1.11 Señales de prohibición (color rojo línea cruzada)


Figura 1.12 Señales de advertencia (color amarillo)

Iluminación adecuada de la zona de trabajos.

En labores de perforación de túneles y galerías, verificación de la ventilación suficiente de la zona


de trabajo.

Colocación adecuada de los materiales desprendidos para que no interfieran con las labores
restantes.

Disponer de tomas de tierra con dispositivo de corte y aviso en las máquinas eléctricas que se
utilicen.

La adopción de todas las medidas de seguridad que se indiquen en los manuales de operación de
los equipos de perforación elegidos.

Retirar los equipos a un lugar seguro durante la ejecución de voladuras.

No situar nunca las máquinas en el borde de la excavación o en las proximidades de taludes


inestables.

Tener controlados en todo momento la situación de los cables de alimentación de las máquinas.

De acuerdo con el esquema de perforación, emboquillar los taladros correctamente.

Los controles de arranque y maniobra se protegerán para impedir su manipulación por otras
personas.

Si las condiciones de trabajo son inadecuadas o peligrosas no se arrancará el equipo y se


colocarán sobre los mandos las correspondientes advertencias para prevenir tales condiciones.
Para advertir la necesidad de protecciones personales se emplearán señales visibles.

Figura 1.13 Señales de seguridad (color azul)

Verificado lo anterior se continúa con las precauciones propias de equipo y maquinaria antes de
operarlas:

Los operarios deben estar en condiciones de asumir los posibles riesgos y disponer de los medios
para afrontarlos.

El operario debe revisar por completo la máquina a su cargo así en el turno anterior todo funcionara
correctamente.

Deberá, el operario, cerciorarse del apriete correcto de las roscas y demás elementos de unión,
haciendo un recorrido adecuado y riguroso de las maniobras de la máquina.

Promoverá la sustitución de los accesorios de perforación desgastados, antes que se produzca una
parada por rotura.

Se verificarán los niveles de fluidos, puntos de engrase y limpieza de la máquina.

Las herramientas y accesorios adicionales de perforación necesarios deben estar disponibles en el


sitio y en condiciones de uso.

Ya en el instante mismo de la barrenación se debe:

Cumplir las normas básicas de barrenación.

Examinar minuciosamente la roca, objeto de la barrenación, con el fin de detectar posibles residuos
de explosivo.

Cada barreno debe ser examinado antes de proceder a cargarlo con el objeto de verificar sus
condiciones; el procedimiento se puede realizar mediante un atacador de madera o una cinta.

En la inspección se debe comprobar que el barreno no contenga agua; en caso de encontrarla se


debe proceder a secar el barreno con una estopa o espuma.

Nunca se debe tratar de ampliar un barreno con explosivos, como tampoco se debe barrenar cerca
de otro barreno ya cargado.
Ningún barreno que haya estado cargado con explosivos con anterioridad se debe profundizar.

Medidas de Seguridad durante el Cargue de Barrenos

En este procedimiento se debe tener en cuenta:

No retacar los explosivos fuera de su empaque.

Prever siempre la posibilidad de peligro de electricidad estática cuando se efectúa la carga


neumática y tomar todas las medidas de precaución necesarias, como la de colocar una línea a
tierra. Recordar que una baja humedad relativa en la atmósfera aumenta el riesgo de electricidad
estática.

Cortar del carrete el pedazo de cordón detonante una vez que haya penetrado en el barreno y
antes de introducir el resto de la carga explosiva.

Evitar que las personas dedicadas a la operación de carga, tengan expuesto parte de su cuerpo
sobre el barreno que está cargándose o estén colocadas en la dirección del mismo.

Fijar el extremo del cordón detonante a una estaca de madera o roca para impedir su caída al
interior del barreno.

Impermeabilizar con cinta los extremos del cordón detonante en los barrenos con agua.

Comprobar la elevación de la carga de los explosivos a granel, y tomar las medidas pertinentes en
caso de presencia de huecos o coqueras, en los barrenos, que han podido ser detectados durante
la perforación o incluso durante la carga.

No dejar explosivos sobrantes dentro de la zona de trabajo durante y después de la carga de los
barrenos.

No cargar los barrenos con explosivos justo después de terminar la perforación, sin antes
cerciorarse de que está limpio y no contiene piezas e metal o restos de accesorios calientes.

No deformar, maltratar o dejar caer el cebo dentro de los barrenos. Tampoco dejar caer sobre ellos
cargas pesadas.

Nunca recargar barrenos que hayan sido cargados y disparados previamente.

Se debe hacer uso de un elemento de madera, que no contenga partes metálicas para el proceso
de retacado. Es preciso retacar con precaución y evitar retacar el cebo.

No se deben retacar nunca los explosivos extraídos de los cartuchos.


Se debe evitar el atascamiento violento. Nunca golpear el cebo.

Los explosivos en el barreno deben confinarse con arena, tierra, barro u otro material apropiado
para taco.

Se debe tener cuidado de no maltratar la mecha, o los alambres de los estopines eléctricos en el
retacado; igualmente se debe evitar producir dobleces en los alambres.

Tener la precaución de no apilar explosivos sobrantes dentro de la zona de trabajo durante la carga
de los barrenos.

Nunca se debe cargar un barreno con explosivo después de secantear (ensanchar el barreno con
explosivo) o al terminar la perforación sin haberse percatado con anterioridad de la temperatura
normal del barreno.

No se deben empujar con fuerza los cartuchos u otros explosivos para introducirlos en el barreno.

Las conexiones de los fulminantes comunes, de los estopines eléctricos y cordones detonantes
deben realizarse acogiendo las normas y métodos recomendados por su fabricante

Medidas de Seguridad durante el Cebado de Explosivos

Existe diversidad de métodos de colocación de la carga, todas en cumplimiento de las normas para el
cebado, en las cuales se deben observar igualmente las siguientes recomendaciones dependiendo del
tipo de cebado que puede ser eléctrico o ineléctrico:

Medidas de seguridad en el cebado eléctrico

Emplear los detonadores por orden de antigüedad, con respecto a su fecha de fabricación; con un
almacenamiento inadecuado pueden variar sus características con el tiempo e incluso pueden
llegar a fallar.

A medida que se vayan cargando y retacando los barrenos, no dejar hilos del detonador colgando;
siempre enrollar el sobrante.

No manipular detonadores sin calzado adecuado. Nunca utilizar botas o guantes de goma. La
persona debe descargarse a tierra antes de tocar los detonadores. con esto evita los riesgos
derivados de la electricidad estática.
Evitar siempre el contacto de los extremos de los hilos del detonador y de la línea de tiro con el
terreno y con tuberías, carriles, mangueras, etc. Aislar las uniones con cinta aislante o conectores
especiales.

Mantener en cortocircuito los extremos de los hilos del detonador y de la línea disparo hasta el
último momento. Solo conectar una vez cargada y atacada toda la voladura. No forzar los hilos. Si
es necesario utilizar hilos de conexiones auxiliares.

Al desarrollar las madejas, no deben lanzarse nunca los hilos al aire.

Nunca, durante tormentas eléctricas o en cercanía de fuentes de cargas de electricidad estática se


deben desenrollar los alambres o utilizar estopines eléctricos.

Se debe conservar el circuito de disparo totalmente aislado de otros conductores tales como
alambres descubiertos, rieles, tubería y otros medios de conducción de corriente disperso.

Se debe tener el cuidado de no colocar alambres o cables eléctricos cerca de estopines eléctricos u
otros explosivos; esto se hará únicamente al momento de preparar el disparo.

Todos los estopines eléctricos a ser utilizados deben ser probados uno por uno con anterioridad
conectándolos en circuito con un galvanómetro diseñado para tal fin.

Siempre se deben utilizar, en un mismo circuito, estopines eléctricos provenientes de un mismo


fabricante y de características de funcionamiento y denominación iguales. No se deben mezclar
estopines de diferente fabricante en un mismo circuito y menos si sus características son
igualmente diferentes. Se podrán mezclar estopines diferentes pero de la misma casa fabricante
únicamente cuando el fabricante así lo autorice.

Se debe evitar realizar el disparo de un circuito cebado con estopines eléctricos cuando se dispone
de menos de la corriente mínima establecida por el fabricante de los estopines.

Mantener siempre desconectados los estopines de la fuente de energía y unidos los extremos de
los alambres de los estopines eléctricos y los de conducción hasta que se efectúe la conexión final
para la voladura.

El casquillo del fulminante debe estar completamente dentro del explosivo y asegurado de tal forma
que durante el cargado no se aplique tensión a los alambres o a la mecha en el punto de entrada
del fulminante.

Se deben identificar los riesgos de corriente estática en la zona y determinar la conveniencia de


disponer de otro tipo de cebado.

Hincar una varilla de cobre en un lugar próximo a la voladura para la descarga de la electricidad
estática que puede portar el personal manipulador de los detonadores, antes de comenzar con los
trabajos de conexión.
Realizar las conexiones lo más rápido posible y en una sola instancia, teniendo preparado con
anterioridad todos las útiles necesarios.

Nunca se debe forzar la inserción del estopín eléctrico con elementos metálicos. La inserción se
debe efectuar en un orificio hecho para tal fin con un perforador especial. Esta practica es bastante
peligrosa en barrenos secos y más aún cuando la carga está cebada. Los cables de disparo se
conectan únicamente al final de todas las conexiones y revisiones requeridas.

Si se produce una tormenta durante la operación de carga, suspenderla y colocar en corto circuito
los extremos de los hilos y abandonar el frente hasta que termine el fenómeno meteorológico.

Realizar la comprobación del circuito desde un lugar seguro, con las mismas precauciones que
para dar la pega.

Medidas de seguridad en el cebado ineléctrico

Los cebos deben prepararse de acuerdo a las normas existentes para tal fin.

Cuando se practica un cebo lateral a un cartucho de pared gruesa o de mucho peso hay que
enrollar cinta adhesiva alrededor del agujero perforado en el cartucho para evitar que el fulminante
se salga.

Se debe tener la precaución de no dañar la cubierta de la mecha en su manipulación. En trabajos


en climas fríos ésta debe calentarse ligeramente antes de su utilización, esto con el fin de evitar
que se parta el impermeabilizante.

Los tramos de mecha utilizados deben ser de mínimo 60cm; sin embargo hay que conocer su
velocidad de quemado para garantizar el tiempo suficiente para acceder a un sitio seguro.

La mecha debe cortarse justo antes de ser insertada en el fulminante; se debe cortar de la punta
entre tres y cuatro centímetros para garantizar que el extremo se encuentre seco.

Se debe insertar la mecha hasta tocar suavemente el fondo de la cavidad del fulminante; una vez
allí debe ajustarse con la engarzadora.

En las operaciones para fijar la mecha al fulminante se debe emplear la herramienta diseñada para
tal fin. (engarzadora).

Debe iniciarse la mecha con un encendedor apropiado para tal propósito; si se emplea un fósforo
se debe ablandar el extremo de la mecha e insertar la cabeza del fósforo dentro de una hendidura.

Se debe cubrir el explosivo con suficiente material inerte antes de encender la mecha para evitar
que la chispa o cabezas de fósforos puedan hacer contacto con el explosivo.
No sostener explosivos en la mano mientras se enciende la mecha.

Por seguridad se debe practicar doble cebado cuando se trate de más de una carga.

Medidas de Seguridad Antes y Después del Disparo

Para un procedimiento sin riesgos, se deben cumplir las siguientes reglas antes y después del disparo:

Para efectuar el disparo se debe esperar la señal positiva de la persona encargada; se debe
verificar que el material sobrante ha sido retirado del área y se encuentra en un lugar seguro;
igualmente que las personas y otros equipos se encuentre a una distancia prudente y segura. Una
vez verificado lo anterior se debe dar el aviso de disparo.

En la tabla 1.3 se muestran algunas distancias seguras, en función de la cantidad de explosivo, a


las que como mínimo se deben ubicar las personas presentes en el momento del disparo.

La siguiente es la fórmula para el cálculo de las distancias seguras:

(distancia en pies)

(distancia en metros)

Donde:

D = Distancia segura en pies o en metros

Lbs = Libras de explosivo

Kg = Kilogramos de explosivo

Es importante no regresar a la zona de la voladura antes de que no se haya disipado el humo y los
gases de la voladura.

De presentarse una falla es prudente esperar un tiempo antes de acercarse a revisar lo ocurrido; La
falla debe ser atendida por personal especializado.

Se debe verificar que todas las cargas colocadas hayan sido explotadas.

Se deben marcar inmediatamente los barrenos no explotados.

Antes de la voladura se deben establecer los códigos de señales de comunicación entre el


personal.

Las vías de acceso y el área de la voladura deben ser cerrados instantes antes de la voladura y un
tiempo prudente después de la misma.
Justo antes del disparo el Ingeniero a cargo dará la voz de alerta.

Fuente: Instituto de Fabricantes de Explosivos USA


Tabla 1.3 Distancias seguras mínimas para personal al descubierto
Algunos de los aspectos de seguridad industrial para prevenir los riesgos durante la voladura son los
siguientes (ARP ISS, 1996):

Siempres

SIEMPRE: utilice mascarilla o tapabocas al estar manipulando el explosivo en el sitio de la


voladura.

SIEMPRE verifique que no se aproximen tormentas eléctricas antes y después de la voladura.

SIEMPRE verifique que los explosivos se encuentren a distancia prudencial y no conectados a los
detonadores durante la perforación de los barrenos.

SIEMPRE utilice las herramientas adecuadas para cebar y retacar.

SIEMPRE utilice los protectores auditivos durante la explosión.

SIEMPRE use el casco durante la explosión y después de ella. Proteja la cabeza y la cara de los
efectos de la explosión bajo tierra y a cielo abierto.

SIEMPRE use anteojos protectores en los sitios de evacuación bajo tierra o en sitios donde se
proyecta polvo u otro tipo de material.

SIEMPRE retírese del sitio de la voladura a una distancia prudente, aconsejada en la tabla 1.3;
cúbrase detrás de rocas, construcciones o tiéndase sobre el estómago en el suelo durante la
explosión.

SIEMPRE atienda las indicaciones de evacuación del sitio de voladura y conmine a otros a imitarlo.

En caso de una explosión accidental, SIEMPRE, espere mínimo10 minutos antes de entrar a
auxiliar a otras personas.

Nuncas

NUNCA manipule material explosivo durante tormentas eléctricas.

NUNCA utilice los dientes para unir las partes de los accesorios. Puede causar una explosión
accidental. Recuerde que muchas personas tienen dentadura con metales en ellas.

NUNCA permita que se acerquen personas fumando a las zonas de voladura.

NUNCA prepare el cebo o abra espacio para poner el fulminante con los dedos.
NUNCA retaque los explosivos con otros materiales como madera, clavos o puntillas; éstos pueden
proyectarse y herir a los trabajadores expuestos.

NUNCA permita la presencia de radioteléfonos, beepers o celulares en el sitio de la voladura.

NUNCA se acerque al sitio de la voladura antes de 30 minutos de haber explotado la última carga,
especialmente si tiene dudas respecto a la detonación de todas las cargas.

NUNCA entre al frente de trabajo bajo tierra después de una voladura, sin haber sido ventilado y
confirmado que no hay gases tóxicos.

NUNCA permanezca de rodillas, en cuclillas o con los brazos levantados durante la preparación de
barrenos y retacado por más de 15 minutos. Cambie de postura regularmente.

Medidas de Seguridad para Prevención de Fallas

Lo esencial, para la prevención de fallas, es observar y aplicar con extremo cuidado y celo todas las
anteriores medidas de seguridad para cada uno de los procesos involucrados en el manejo de los
explosivos, desde su misma adquisición ante fuentes debidamente autorizadas y reconocidas hasta
después del disparo, pasando por el transporte, manejo, cebado y en el mismo disparo.

El observar éstas medidas reducirá enormemente el riesgo asociado al empleo mismo de los explosivos.

Sin embargo si al momento del disparó se presentase una falla es preciso no retornar inmediatamente al
lugar donde están dispuestos los explosivos, pues existe el peligro que se presente una explosión tardía;
Igualmente si se sospechase de una falla parcial no se debe acudir al sitio inmediatamente sino esperar
a que se despeje la zona de gases, polvo y humo provenientes de la explosión. Lo aconsejable en
ambas situaciones es esperar al menos 10 minutos después de efectuado el disparo.

Posteriormente si al revisar el lugar de la explosión se encuentra un barreno no explotado no se debe


tratar de sacar el explosivo ni mucho menos tratar de perforar o atravesar el barreno; lo procedente y
más seguro es accionarlo por simpatía, mediante el cebado de un nuevo barreno ubicado a una
distancia segura y efectiva.

Para la comprobación del circuito y sus conexiones se aconseja seguir el siguiente procedimiento:

1. Terminada la conexión del frente de voladura colocar en cortocircuito los extremos de los cables.

2. Tender la línea de tiro, con ambos extremos en corto circuito, evitando contacto con elementos
metálicos (carriles, tuberías, etc.). Utilizar dos líneas unifiliares. Revisar y aislar las uniones en
caso de que existan.

3. Comprobar con el ohmnímetro la continuidad de la línea. Volver a colocar en corto circuito los
terminales.

4. Colocar la línea de tiro a la pega.

5. Ir al lugar de seguridad elegido para realizar el disparo y comprobar la resistencia del circuito. No
realizar el disparo hasta que la comprobación indique la resistencia adecuada. No mayor ni
menor.
6. Proceder a realizar el disparo. En caso de fallo no repetir el disparo, sino la comprobación del
circuito de la voladura, con las precauciones indicadas dividiendo la pega en dos partes, la mitad
donde detecte la anormalidad en otras dos y así sucesivamente hasta encontrar el defecto.
Nunca realizar la comprobación en el frente, sino siempre lejos del mismo, en el extremo final de
la línea de tiro.

Adicionalmente se debe tener en cuenta el uso de un explosor conveniente y no usar baterías o líneas
de corriente.

Incidencias de Disparo

Se conoce como incidencias de disparo, a todas aquellas causas que pueden motivar el fallo parcial o
total del circuito eléctrico en una voladura.

Conexiones

Las conexiones son la unión de uno o más detonadores a la línea auxiliar de voladura. En ésta todos
los conductores deben estar desprovistos de su aislamiento en sus puntas y las conexiones se deben
hacer de la siguiente manera (M.O.P.U., 1996 ,P 356):

Se toman los dos terminales, uno de cada detonador, se colocan el uno al lado del otro y se doblan por
la mitad de su longitud para formar una “U”, ésta se gira varias veces hasta tomar la forma de una coca,
con lo cual, se consigue una conexión de baja resistencia. Esta operación debe efectuarse con cuidado
de no doblar excesivamente los terminales, pues se suelen partir con facilidad.

Los terminales deben estar limpios y las conexiones deben mantenerse alejadas de todo contacto con
agua o elementos metálicos, ya que en caso contrario, darían lugar a resistencias elevadas. La unión de
dos conexiones, producirá un cortocircuito, por lo que hay que procurar que no entren en contacto. Así
mismo, cuando se proceda a desenrollar los detonadores, debe procurarse no forzarlos con dobleces
para evitar que se pueda dañar a algún conductor y afectar al aislamiento.

Dado que los cables de los detonadores son de diferentes colores, siempre que sea posible, se deben
conectar dos conductores del mismo color, para que de esta forma la inspección ocular del circuito sea
más fácil.

Línea auxiliar de disparo

Es común encontrar, en obras donde se practican varias voladuras al día, que por desconocimiento o
falta de supervisión adecuada, se emplee una línea auxiliar de disparo en varias maniobras, lo que
ocasiona frecuentemente fallos del circuito debido a que el contacto con las voladuras puede generar
algún tipo de deterioro en la misma.

Lo correcto es emplear cables independientes y ponerlos nuevos cada vez que se valla a proceder a
una nueva voladura. Su longitud debe ser la suficiente para preservar la línea de disparo.

Comprobadores

Existen diferentes y variados instrumentos de medida para comprobar el circuito eléctrico en una
voladura. Estos instrumentos, conectados en serie al circuito, registran la continuidad de la línea,
indicando en su escala la resistencia del circuito. Si la resistencia es infinita, indica una rotura en el
circuito.
Algunos de estos instrumentos especializados, están diseñados para revisar circuitos en serie, probar
detonadores individuales, detectar roturas, y cortocircuitos; sin embargo no son lo suficientemente
precisos para detectar la falta de conexión de uno o varios detonadores al circuito, cuando el número de
ellos es elevado en el circuito.

Línea de disparo

Es aquella que une la línea auxiliar con el explosor. Está formada por dos cables independientes con
conductores de cobre, aislamientos de goma o caucho, envoltura antihumedad de cloruro de polivinilo,
de sección suficiente para no producir un resistencia mayor a 2 ohms, (M.O.P.U., 1996, p 357). La
longitud será la necesaria para poder efectuar el disparo desde una distancia segura y suficientemente
flexible para poder ser enrollado en carretes después de cada voladura.

No se debe usar cable paralelo, 2 cables conductores unidos, pues si el aislamiento de alguno se
encuentra deteriorado se puede producir un cortocircuito.

Las ventajas que ofrece el sistema eléctrico sobre otros sistemas de iniciación es que sus elementos y
circuitos pueden ser verificados con relativa facilidad

Como medida preventiva y de seguridad se debe inicialmente practicar una inspección visual meticulosa
de los aislamientos externos y de los empalmes; a continuación se deben tener en cuenta las siguientes
comprobaciones:

Comprobación de la línea de tiro

Comprobar la continuidad de la línea

Estando la línea en corto circuito, la resistencia de la misma, medida con un ohmnímetro, debe ser
la calculada para el circuito.

Comprobación del aislamiento de la línea de tiro

Se separan los extremos de la línea de tiro y, con el ohmnímetro, se mide la resistencia la cual
debe marcar infinito; de lo contrario implica la existencia de un contacto interno entre los dos
conductores, lo que haría inoperante la línea.

Comprobación del aislamiento entre la línea de tiro y tierra

Manteniendo la línea de tiro como en el paso anterior, se mide la resistencia entre cada uno de los
conductores y el terreno y la medición debe ser infinito; de lo contrario implica la existencia de
derivaciones por lo cual la línea de tiro debe ser desechada.

Comprobación del circuito de voladura en serie

Comprobación de la resistencia

Una vez comprobada la línea de tiro, se conecta el circuito de voladura y se efectúa una nueva
comprobación del circuito total desde un lugar seguro o desde el previsto para efectuar el disparo.
Los aparatos de comprobación deben estar diseñados de tal modo que la intensidad de salida no
exceda de 0.025 amperios, y la corriente de cortocircuito sea inferior a 0.050 amperios.
De no coincidir el valor medido con el valor calculado puede estar ocurriendo lo siguiente:

Resistencia demasiado alta, posibles causas:

Numero de detonadores superior al calculado.

Falso contacto en algún empate.

Falso contacto en algún detonador.

Resistencia demasiado baja, posibles causas:

No están conectados todos los detonadores

Existe derivación en el circuito, o cruce en la línea volante.

Resistencia infinita, posibles causas:

Circuito abierto

Avería en un detonador (rotura del hilo).

Si no se encuentra la falla con un examen visual debe desconectarse la líne de tiro del circuito de
voladura, uniendo los dos terminales de nuevo para verificar su continuidad; si la falta no es de la
línea se une uno de sus terminales a uno de los extremos libres del circuito de voladura,
conectando el otro en la mitad del circuito y comprobando la continuidad del sector. Repitiendo este
procedimiento en mitades sucesivas, se puede determinar la ubicación de la falla. Por razones de
seguridad es conveniente efectuar la medición de la zona a comprobar, conjuntamente con la parte
verificada satisfactoriamente.

Comprobación del aislamiento

Se emplea el mismo procedimiento al usado en la comprobación de la línea de tiro.

Comprobación del circuito de voladura en paralelo

En este caso se puede verificar la continuidad más nos se tendrá la seguridad de que todos los
detonadores estén correctos; por tanto, es conveniente comprobar todos los detonadores
individualmente antes de efectuar la carga; esta comprobación se debe hacer introduciendo los
detonadores en un tubo de acero para proteger al operario de una explosión accidental.

Comprobación del circuito de voladura en series paralelas

Estos circuitos se comprueban repitiendo para cada serie, de manera individual, el procedimiento
empleado en la comprobación de circuitos en serie; todas las series deben arrojar la misma
resistencia de lo contrario el circuito estará desequilibrado.
Explosores

Son aparatos portátiles, con capacidad para generar corriente eléctrica suficiente para el encendido a
distancia de los detonadores eléctricos.

Figura 1.14 Explosor secuencial

Estos aparatos cuentan con un circuito interno que disipa la energía remanente en el condensador
después de efectuar el disparo, o cuando por cualquier circunstancia, se decide no efectuar el disparo,
en esta situación aún estando el explosor en su máximo nivel.

En un explosor eléctrico de dinamo, la energía se obtiene directamente de un generador y lleva un


dispositivo que impide que no se pueda llevar corriente al circuito, hasta que el impulso sea el adecuado.

En el tipo de los de condensador, existen los llamados secuenciales, los cuales están provistos de varios
condensadores y un dispositivo electrónico que hace posible que su energía se pueda suministrar
secuencialmente a otros tantos circuitos.

La capacidad de disparo de un explosor debe estar dimensionada de acuerdo al tipo de detonador y


circuito considerado.

Protecciones

En toda voladura se producen proyecciones de material del cual puede llegar a preverse la forma y
situación del montón volado, más aún, en voladuras en canteras donde se conoce el comportamiento de
la roca y los parámetros con los cuales se calcula la voladura para la obtención de fines específicos.

Frecuentemente, es necesario implementar sobre las voladuras, elementos que actúen como
protecciones con el fin de evitar que proyecciones, emanadas de la misma, puedan ocasionar daños a
personas, edificaciones u otros bienes materiales próximos a los sitios de voladura. Estas protecciones
deben cumplir ciertas condiciones:

Figura 1.15 Protección de voladura


Facilidad de entramado o de unión de elementos.

Alta resistencia y peso reducido de las unidades protectoras.

Facilidad de colocación y retiro.

Facilidad de escape de gases originados en la explosión.

Posibilidad de cubrir amplias superficies.

Efectividad en el propósito.

Existen diversos métodos de protección asociados a los diferentes tipos y sistemas de voladuras; a
continuación se relacionan algunas de las protecciones usadas con mayor frecuencia en obras
características:

Mallas

Las mallas pueden ser de alambre o alambrón y se utilizan para cubrir la voladura antes de efectuar el
disparo, para captar los fragmentos de roca procedente de la voladura e impedir que vuelen al aire con
grandes proyecciones. En las figuras 1.16 y 1.17 se observan algunas formas de protección.

Debe tenerse cuidado al colocar las mallas, porque pueden hacerse cortos circuitos si hay conexiones
descubiertas del circuito de disparo que estén en contacto con la malla.

Figura 1.16 Protección contra proyecciones en voladura de roca

Figura 1.17 Protección contra proyecciones de voladura en banco


Voladuras de excavación de solares y de zanjas

Normalmente son actividades que se desarrollan en proximidad de centros urbanos y a redes de


servicios, por lo que requieren de las protecciones necesarias, para lo cual es común utilizar
recubrimientos de arena suelta en espesores mínimos, y dependiendo de la cantidad de explosivo, de 1
metro.

Figura 1.18 Protección de una voladura de excavación con arena

Para estos casos es posible igualmente utilizar bandas de caucho, traslapadas desde el frente de la
voladura hasta cubrirla por completo y fijadas al terreno con sacos terreno por ejemplo. También se
pueden usar en forma individual o combinada pantallas creadas con mallas o telas metálicas, redes o
tapetes de nylon y plásticos, neumáticos viejos enlazados, etc.

Figura 1.19 Protección de voladura con llantas

Demoliciones

En los trabajos de demolición se debe procurar montar primero las protecciones antes que las cargas
para evitar romper, accidentalmente, los hilos de los detonadores.

Como elementos estructurales de protección, se utilizan pantallas de gravedad formadas por cintas de
goma, colgadas a lo largo y ancho de la zona de los barrenos. Es importante que la pantalla permita la
salida de los gases de la explosión para que éstos mismos no lleguen a arrancarla y dejar sin protección
los otros barrenos.
Figura 1.20 Protección de voladuras en procedimientos de demolición

En demoliciones de concreto de alta resistencia, se deben emplear otras protecciones más efectivas,
como lo son los sacos de terreno formando un parapeto alrededor de la estructura pero sin llegar a
tocarla. El ancho del parapeto dependerá de la altura de la perforación. En estos casos también se
pueden utilizar muros dobles de ladrillo o bloque hueco, en reemplazo de los sacos de terreno,
colocando en la parte interior cintas de caucho.

Las cintas a utilizar en éstas protecciones deben ser de un peso entre 9 y 12 kg/m, un ancho mínimo de
60cm y de 3m de largo, además de ser de gran flexibilidad.
MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA DESTRUCCIÓN DE EXPLOSIVOS

Frecuentemente se presenta la necesidad de deshacerse de material explosivo por diferentes causas,


bien sea porque ha sufrido algún tipo de daño o alteración en su manipulación, por defectos de
fabricación o bien por necesidad de disponer de material sobrante que no tiene uso posterior. La
destrucción de explosivos industriales y sus accesorios, entendiéndose con esto la descomposición del
mismo de tal forma que no pueda darse su reconstrucción o rehabilitación, es un maniobra que
demanda la implementación de una serie de procedimientos específicos y particulares por lo cual es
conveniente la asesoría de un experto; más aún si las cantidades a destruir son grandes, que dirija los
trabajos y establezca las medidas de seguridad necesarias en cada caso.

Puede darse, si embargo, la necesidad de destruir algunos explosivos sin contar con la presencia del
experto, por tanto a continuación se dan algunas recomendaciones aplicables a estos casos. Para
inhabilitar un explosivo se puede emplear uno de tres procesos: destrucción por combustión,
destrucción por explosión y destrucción por disolución. Independientemente del sistema de destrucción
que se emplee deben tenerse en cuenta unas distancias de seguridad con respecto tanto a las zonas
habitadas y vías de comunicación, como en lo relativo al lugar del refugio del personal que realiza la
destrucción. (Tablas 1.4 y 1.5).

Fuente: Ministerio de obras públicas de España, MOPU, 1996


Tabla 1.4 Distancias mínimas a lugares habitados y vías de comunicación

Fuente: Ministerio de obras públicas de España, MOPU, 1996, p.350


Tabla 1.5 Distancia mínima de protección del personal encargado de la destrucción (cubierto de
proyecciones)
Destrucción por Combustión

La mayoría de las sustancias explosivas utilizadas en la industria, en condiciones adecuadas, pueden


quemarse. Este evento destruye sus cualidades explosivas iniciales. Se debe prever la posibilidad de
que la combustión se transforme en una deflagración enérgica o en una detonación, con repercusión
tanto en los seres vivos y edificaciones del entorno, como sobre el propio personal que efectúa la
destrucción. No se debe olvidar que, aunque los explosivos están conformados por materias químicas
estables, son capaces de explotar, es decir, transformarse con producción de energía y gases, bajo la
acción de pequeñas cantidades de energía.

Uno de los modos de aporte de esta energía es el calentamiento del explosivo: al alcanzarse una
determinada temperatura, variable para cada sustancia específica, comienza una reacción que crece
exponencialmente con el aumento de la temperatura. Los productos originados aceleran esta reacción,
por lo que las materias explosivas sometidas durante un cierto periodo a temperaturas elevadas, pueden
llegar a explotar.

Se debe tener en cuenta igualmente, que la cantidad de explosivo y, principalmente, las dimensiones de
los cartuchos juegan un papel muy importante, ya que la emisión de calor es proporcional al volumen y
la radiación a la superficie, por lo que el riesgo es más del doble en un cartucho de 65mm de diámetro
que en uno de 26mm y casi triple en uno de 200mm de diámetro que en uno de 65mm. Por tanto debe
escogerse un lugar con adecuadas protecciones para que las proyecciones lanzadas desde un
hipotético foco explosivo no alcancen a personas o edificios.

Igualmente, deberá buscarse un lugar desprovisto de vegetación, con el fin de minimizar el riesgo de
incendio.

Para proceder a la combustión se prepara una “cama” alargada de un ancho de 50 a 80 cm de leña,


matorrales secos, paja, etc. Los cartuchos se extienden en hilera sobre la cama, sin formar montón,
evitando además que se caigan de la “cama” o estén en contacto con el suelo.

No deben nunca quemarse las sustancias explosivas en sus cajas o bolsas de embalaje. En general,
debe evitarse el confinamiento de las cargas a destruir, ya que éste aumenta el riesgo de explosión.

En un extremo de la “cama” se colocará una brazada de leña u hojarasca o papel seco, en donde se
prenderá el fuego, para no hacerlo directamente. Debe tenerse en cuenta que el sentido de propagación
del fuego tiene que ser contrario a la dirección del viento, con el fin de impedir que la llama incida en el
explosivo forzando el calentamiento del mismo, pudiendo degenerar el proceso en explosión.

Una vez iniciado el fuego se retirará el personal al lugar previamente elegido para resguardo durante la
maniobra de destrucción. Terminada la combustión, se dejara transcurrir, como mínimo, media hora
para que se enfríen los restos, y entonces se examinarán detenidamente para comprobar si queda
explosivo sin quemar. En el caso de que se hubiera apagado el fuego, se preparará la continuación del
mismo, una vez se hubiese dado el enfriamiento del explosivo, adicionando gas-oil o leña seca.

Destrucción por Explosión

Es considerado como el método más adecuado para la destrucción de explosivos por su rapidez y
simplicidad; Sin embargo a veces no es procedente por la proximidad del sitio de destrucción a zonas
habitadas, las cuales podrían eventualmente salir afectadas. En la tabla 1.4 se indican las distancias
aconsejables de seguridad para las destrucciones. con esta metodología se pueden destruir
prácticamente todos los explosivos y sus accesorios aunque no sea precisamente el más idóneo en
todos los casos.
Este proceso destructivo se puede practicar en diferentes escenarios:

Al aire

Por su sencillez es el procedimiento más generalizado. La elección del lugar donde se efectuará la
destrucción debe hacerse teniendo el cuadro de distancias para tal fin (tabla 1.4). Debe tenerse en
cuenta que en los efectos de la onda aérea influyen de forma notable la dirección y velocidad del
viento, la nubosidad, la temperatura ambiente, etc., por lo cual resulta conveniente, en la practica,
superar, en lo posible, las distancias contenidas en las tablas.

El terreno donde se efectúe la destrucción debe estar limpio de malezas y arbustos, para evitar el
peligro de incendio, y de piedras, para evitar las proyecciones peligrosas. De existir maleza o
vegetación seca, es conveniente humedecerla mediante riego con agua.

El explosivo se manipula como en una voladura normal: colocación de un cebo e iniciación del mismo
por cualquier sistema de encendido. Si los explosivos a destruir están en perfectas condiciones, el
cartucho cebo de la carga se puede formar aprovechando uno de los que se pretende destruir; cuando el
explosivo este en mal estado o se sospeche de ésta condición el cartucho cebo se prepara con
explosivo fresco y se adosa a la carga a destruir.

Se puede también sustituir el cartucho cebo con cordón detonante, enrollándolo alrededor del explosivo
a destruir, cebado con un detonador en uno de sus extremos. Cuando se trata de explosivos muy
insensibles, o muy descompuestos, es necesario utilizar un cebo suficientemente enérgico para
asegurar su destrucción total.

La iniciación de la explosión se hará preferentemente por medio de un detonador eléctrico, aunque


también se puede utilizar un detonador común y mecha lenta. En cualquier caso el operario encargado
de la destrucción, accionará el explosor desde un lugar alejado de la detonación cumpliendo con las
distancias mínimas establecidas para tal fin.

En el caso que se realicen varias destrucciones conjuntas, con el empleo de detonadores de retardo,
las distancias a las que deben colocarse unas partidas de otras, deben ser como mínimo el doble de las
distancias sugeridas en la tabla 1.6.

Fuente: Ministerio de obras públicas de España, MOPU


Tabla 1.6 Distancia entre partidas de explosivos a destruir
En un barreno

Este método consiste en la perforación de uno o más barrenos, con los cálculos adecuados para evitar
proyecciones peligrosas; en éstos, se introduce el explosivo a destruir y se inician de manera
convencional.

Aún de ser una metodología adecuada para la disposición de explosivos que dan lugar a proyecciones
peligrosas es de poco uso por su costo y preparación; las distancias seguras a tener en cuenta son el
doble de las contenidas en la tabla 1.5oikl.

Bajo arena

Este sistema tiene uso cuando se pretende, por explosión, destruir pequeñas cantidades de explosivo y
cuya detonación al aire libre no es segura.

Este método consiste en enterrar la carga a destruir bajo un montón de arena fina, sin contenido de
piedras que puedan originar proyecciones. La cantidad de arena de recubrimiento debe proporcionarse
ampliamente: uno o dos viajes de arena según la cantidad de explosivo a destruir. La iniciación será
siempre eléctrica y con doble cebo.

Se presentan dos inconvenientes en este sistema: la intensa nube de polvo que se origina y por otro
lado la dificultad de recuperar un explosivo no destruido en caso de presentarse un fallo.

Bajo agua

Puede usarse este sistema en sitios próximos al mar, lagunas o ríos caudalosos. Para evitar
proyecciones se debe contar con mínimo una profundidad de 4 a 5 metros.

Por lo general es preferible evitar este procedimiento a menos que sea estrictamente necesario, pues si
bien no produce contaminación en el agua si puede causar gran daño en la vida de las especies
acuáticas en un gran radio de distancia.

Siguiendo las distancias de seguridad correspondientes y las indicaciones de procedimiento de acuerdo


al método seleccionado, se pueden, en teoría, explotar cualquier cantidad de explosivo; sin embargo y
como medida de seguridad no se debe sobrepasar los 12.5kg de explosivo por operación,
especialmente si se esta usando el procedimiento por combustión.

Destrucción por disolución

Solo es aconsejable este método para la destrucción de explosivos que, siendo pulverulentos, se
disuelvan en sustancias liquidas económicas, como el agua por ejemplo, y no dejen restos
contaminantes peligrosos. En estas condiciones este procedimiento se aplicaría casi exclusivamente a la
destrucción de Nagolitas.

Destrucción de explosivos industriales

Para la destrucción de la mayoría de los explosivos industriales se pueden emplear los métodos de
combustión o de explosión, anteriormente descritos, de acuerdo a su composición química y al diámetro
de los cartuchos. Sin embargo, para algunos explosivos resulta más cómodo y seguro utilizar
procedimientos específicos.
Destrucción de explosivos con nitroglicerina

(explosivos gelatinosos, gomas, explosivos de seguridad y explosivos pulverulentos). El método


destructivo de explosión es el más conveniente, rápido y eficaz si se dispone de el lugar adecuado
retirado de lugares habitados y/o transitados. Los explosivos pueden ser iniciados con un cebo adicional,
aunque se encuentren húmedos o incluso mojados.

Cuando se trate de explosivos deteriorados, la sobrecarga o cebo de explosivo gelatinoso debe ser
como mínimo del 20% del peso total del explosivo a destruir.

Destrucción de dinamitas

La dinamita es uno de los explosivos que se deteriora con mayor facilidad si no se tienen los cuidados
requeridos o se opera, almacena o transporta de manera inadecuada.

Los principales síntomas de una dinamita deteriorada que debe destruirse es la decoloración, dureza,
excesiva suavidad o escurrimiento de nitroglicerina; Igualmente es necesario destruirse si ha tenido
contacto con el agua.

Si en el escurrimiento de la nitroglicerina esta a empapado el aserrín que viene en el fondo de las cajas
o ha manchado las mismas, la dinamita no debe tocarse.

El método más apropiado para destruir la dinamita es la incineración que puede hacerse de manera
segura tomando las debidas precauciones, de las cuales algunas son las siguientes:

Nunca incinerar más de 50 Kg simultáneamente.

Se deben tener en cuenta las distancias de seguridad de la tabla 1.1 para la ubicación del sitio
donde se efectuara la incineración respecto de otras edificaciones.

De la misma manera las personas deben estar a la distancia sugerida en la tabla 1.3 y cerca de un
refugio adecuado.

Se deben igualmente mantener separadas las pilas del material a destruir para que no haya riesgo
de propagación.

Nunca quemar la dinamita dentro de las cajas que la contienen o en pilas muy altas; Las cajas
deben ser abiertas con cuñas de madera, teniendo especial cuidado si hay escurrimiento de
nitroglicerina; si la dinamita presenta indicios de humedad debe ser rociada con aceite diesel. El
encendido de la pila debe hacerse con una mecha de papel de madera para que el fuego inicie a
una distancia prudente de la pila de explosivos, esto con el fin de darle tiempo al operario de
ponerse en un sitio a salvo.

Una vez incinerado el material la zona donde se produjo la destrucción debe labrarse con azadón.

Explosivos sin nitroglicerina

El método más adecuado de destrucción es el de disolución en agua, aunque se debe tener en cuenta
que ésta queda contaminada principalmente por nitratos. Las Nagolitas se disuelven fácilmente en agua,
quedando en la superficie el aceite combustible que contienen.
Para los Hidrogeles el procedimiento más normal consiste en quemarlos con las debidas
precauciones. Su destrucción por explosión exige un cebo suficientemente potente, como cuando se
emplean en un barreno.

Para las emulsiones el método más eficaz es la detonación, aplicando un cebo de suficiente potencia.
En caso de no poderse emplear éste método se puede usar la combustión, teniendo cuidado en
distribuir bien el producto sobre la “cama” de leña, evitando cualquier aglomeración. de explosivo; Es
aconsejable abrir longitudinalmente los cartuchos para evitar que se eleve demasiado la temperatura de
combustión y se ocasione una detonación. La combustión se facilita rociando sobre la emulsión algún
combustible.

Destrucción de cajas de explosivos y materiales de empaquetado

Las cajas de explosivos vacías, los forros de las cajas, el aserrín de empaque y las bolsas vacías deben
recolectarse cuidadosamente y destruirse de la misma manera que el explosivo por incineración.

Esta operación nunca se debe llevar a cabo en estufas, chimeneas u otros sitios encerrados, por el
contrario deben quemarse en un sitio aislado y a la intemperie, controlando que nadie este ubicado a
menos de 50 metros una vez encendido el material.

Destrucción de explosivos licuados

Se destruyen, en lugares seguros, mediante disparos y cubiertos preferiblemente con material inerte
como arena o tierra.

Pólvoras En general, las pólvoras pueden destruirse disponiendo un reguero de las mismas en un sitio
despejado donde no exista riesgo de provocar un incendio.

Destrucción de pólvora negra

Se destruye colocándola en agua, disponiendo de esta separadamente de los residuos de azufre y


carbón; esto puede realizarse colocándola en un hueco en el terreno y lixiviando el nitrato con el
vertimiento, sobre la misma, de gran cantidad de agua.

Este método es efectivo dado que al humedecerse la pólvora pierde sus propiedades explosivas en
adición a que uno de sus componentes, el nitrato potásico, es soluble. Sin embargo el procedimiento es
algo lento y para obtener resultados más satisfactorios es conveniente utilizar agua caliente y un
método de agitación eficaz.

Destrucción de accesorios

Los diferentes accesorios exigen procedimientos específicos para su destrucción. El procedimiento


puede llegar a ser delicada y difícil como en el caso de los detonadores y más aún si se trata de
residuos antiguos y deficientemente conservados.

Destrucción de cordón detonante

Se destruye mediante la incineración con la ayuda eficaz de su recubrimiento de cloruro de polivinilo. Se


debe prever que su núcleo contiene altos explosivos por tanto se tienen que tomar las mismas
precauciones que con cualquier explosivo.

Se debe quemar extendido longitudinalmente sobre una cama de leña seca e impregnándolo con una
sustancia combustible; Nunca debe quemarse en los carretes, pues el confinamiento, unido a la
elevación de la temperatura, puede ocasionar una detonación.
Destrucción de detonadores

Los fulminantes, estopines eléctricos que se hayan deteriorado por vetustez o por almacenamiento
inadecuado que no se encuentren en condiciones óptimas de uso, al igual que los que han sido
expuestos al agua deben ser destruidos. Se aconseja que su destrucción se haga en sus recipientes
originales o en una bolsa o caja pequeña mediante el siguiente procedimiento:

Excavar un hueco en el terreno de mínimo 30cm de profundidad y preferiblemente en arena seca;


Dentro de este y en el fondo se coloca el recipiente que contiene los estopines, cebándolo
aproximadamente con media libra de explosivo con un estopín eléctrico.

Se procederá a tapar los estopines y fulminantes cuidadosamente con papel y después con arena
seca o tierra fina para ser disparado desde una distancia segura. Es aconsejable no destruir más de
100 unidades a la vez.

Se debe tener extremo cuidado en la manipulación de los detonadores que se van a destruir por estar
deteriorados o mal conservados pues su manejo es peligroso y obliga a tomar el máximo de
precauciones.

Si se trata de un número pequeño de detonadores, pueden destruirse introduciéndolos, entre dos


cartuchos de explosivo en un barreno que se este cargando.

Igualmente pueden destruirse echándolos uno a uno en una fogata, preparada previamente, donde se
producirá su detonación progresiva; se debe estar bien protegido contra las proyecciones de metralla de
los casquillos y de los tubos portarretardos, en caso de detonadores eléctricos.

Destrucción de mecha de seguridad

Se destruyen igualmente bajo el método de la incineración, verificando con anterioridad que no tenga
fulminantes sin explotar adosados a la mecha.
CARACTERÍSTICAS DE LOS MATERIALES EXPLOSIVOS

Es importante, para el buen manejo de los explosivos y para el diseño óptimo de las voladuras, el
conocimiento de las características específicas de cada explosivo, definidas por sus propiedades.

Igualmente, éste conocimiento sobre las propiedades de cada tipo de explosivo le permitirá predecir los
resultados de fragmentación, desplazamientos y vibraciones más probables en las voladuras.

La acción destrozante de la explosión depende de tres factores fundamentales: velocidad de


transformación química, cantidad de gases formados y cantidad de calor emitido.

Todas las sustancias con capacidad de transformación química explosiva son endotérmicas, formadas
con absorción de energía. Durante la transformación explosiva desprenden la energía absorbida, es
decir, la reacción de la transformación de la sustancia explosiva es exotérmica.

Cuanto mayor es la velocidad de la transformación explosiva, mayor es el efecto de la explosión. De la


misma manera, cuanto mayor la cantidad de gases que se forman en la explosión, con relación al
volumen de la materia explosiva, mayor es la fuerza de la explosión.

Genéricamente una sustancia explosiva esta compuesta por elementos como el nitrógeno (N), carbón
(C), oxígeno (O), y el hidrógeno (H); y en menor proporción también se encuentran: cloro (CI), azufre
(S), silicio (Si), aluminio (Al), bario (Ba), hierro (Fe), magnesio (Mg), y plomo (Pb), de esta manera un
compuesto explosivo podrá expresarse de la forma:

CmHnOpNq

Donde m, n, p y q son valores aproximados del contenido del elemento en el explosivo.

Un ejemplo de una sustancia explosiva puede ser la trinitroglicerina, cuya notación química esta dada
por la siguiente expresión:

C1H2O1N1O2 ó bien CH2O.NO2

C6H5CH3NO2 para el trinitrotolueno (TNT)

Los productos finales de la explosión en mayor parte son gases, acompañados en una mínima
proporción de partículas sólidas, formadas por óxidos metálicos y partículas carbonosas.

Estos gases residuales están compuestos por: dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO),
oxígeno (O2), nitrógeno (N2), NO2 y agua (H20), de los cuales los más tóxicos son el CO, NO y NO2
aunque su producción es mínima y se debe determinar experimentalmente con los aparatos apropiados.

La combinación de estos elementos, iniciales y finales, son los que definen las propiedades de cada
sustancia o compuesto explosivo y los hace, en menor o en mayor grado, aptos para los diferentes
trabajos o aplicaciones con explosivos.

En consecuencia, se presentan en este capítulo algunos aspectos generales sobre la composición de


los explosivos, además de las características de los explosivos que rigen o determinan la aplicación
específica de un explosivo o grupo de explosivos, estas características son: la densidad, la sensitividad,
la sensibilidad, resistencia al agua, emanaciones, balance de oxígeno, potencia relativa, velocidad de
detonación, capacidad cumulativa.
DENSIDAD

La densidad del explosivo es el peso del explosivo por unidad de volumen expresado en g/cm3, y es una
característica importante para el cálculo de la cantidad de carga de la voladura. Se distinguen tres tipos
de densidades:

Densidad absoluta o de cristal.

Densidad de carga.

Densidad gavimétrica o aparente.

La densidad de gran parte de los explosivos está entre 0.8 y 1.60 g/cm3. La densidad del ANFO a granel
es 0.85 g/cm3. Los explosivos con densidades inferiores a 1.0 g/cm3 flotan en el agua. Los explosivos
de densidades superiores se prensan más fácilmente que los de densidades bajas. Esta situación les
proporciona igualmente una detonación más baja por la perdida de sensibilidad causada por altas
presiones momentáneas.

En los agentes de voladura, esta característica se hace importante, ya que si la densidad es muy baja se
vuelven sensibles al cordón detonante; por lo contrario si es muy alta, se hacen insensibles y no
detonan.
SENSITIVIDAD

Es la medida de la facilidad de iniciación de los explosivos, es decir, el mínimo de energía, presión o


potencia que es necesaria para que ocurra la iniciación. Lo ideal de un explosivo es que sea sensitivo a
la iniciación mediante cebos para asegurar la detonación de toda la columna de explosivo, e insensitivo
a la iniciación accidental durante su transporte, manejo y uso.

Esta capacidad varía según el tipo de explosivo; por ejemplo en la mayoría de los explosivos gelatinosos
se emplean, para su inicio, detonadores, mientras que los agentes explosivos requieren generalmente
de un multiplicador o cartucho cebo de mayor presión y velocidad de detonación.

En la industria de los explosivos, la prueba más usada es la de la sensitividad al fulminante, los cuales
varían desde el número 4 hasta el 12. El uso del fulminante número 8 es la prueba estándar, su
contenido es de 2 gramos de una mezcla de 80% de fulminato de mercurio y 20% de clorato de potasio
o alguna sustancia equivalente. Con el uso de este fulminante se clasifican los productos explosivos; si
estallan se les denomina explosivo (Cap sensitives), si sucede lo contrario se les llama agentes
explosivos (Non cap sensitives).

Para comparar las sensitividades entre diferentes productos se utilizan fulminantes de diferentes
potencias, cuanto más alto sea el número de la cápsula mayor será la sensitividad del explosivo.

(a) Fulminante con retardo; (b) Fulminante instantáneo; (c) Fulminante No.8
Figura 1.21 Tipos de Fulminante
SENSIBILIDAD

La sensibilidad de un explosivo es su capacidad de propagación. La prueba más utilizada en el momento


para lograr establecer si un explosivo tiene o no buena sensibilidad consiste en establecer la distancia a
la que la mitad de un cartucho de 3.175 cm x 20.3 cm propagará la otra mitad del mismo cartucho,
cuando ambas partes estén enfrentadas.

La evaluación de esta prueba permite establecer un grado de seguridad en donde una de las mitades
utilizada es capaz de encender toda una columna de explosivo.

Transmisión de la Detonación

Se habla de transmisión por “simpatía” al fenómeno en que un cartucho al detonar, induce a otro
próximo a detonar igualmente.

Una buena transmisión al interior de un barreno es la garantía para conseguir la completa detonación de
las columnas de explosivo. Cuando se tienen barrenos próximos o las cargas dentro de éstos se
diseñan espaciadas, se puede producir la detonación por “simpatía” por medio de la transmisión de la
onda de tensión a través de la roca; Sin embargo ante la presencia de aguas subterráneas,
discontinuidades estructurales o por la propia presión del material inerte de los retacados intermedios
sobre cargas adyacentes pueden verse afectados los resultados de fragmentación y vibraciones.

Uno de los métodos para medir el “Coeficiente de Autoexcitación”, como también se conoce a esta
capacidad o aptitud, consiste en determinar la distancia máxima a la que un cartucho cebado hace
explotar a otro cartucho receptor sin cebar, estando ambos dispuestos en línea según su eje y
apoyados bien sobre una superficie de tierra o metálica, o incluso, dentro de tubos de diferentes
materiales o al aire.

En la mayoría de los explosivos industriales las distancias máximas hasta las que se produce la
detonación por simpatía están entre 2 y 8 veces su diámetro, dependiendo del tipo de explosivo.

Estos resultados pueden verse afectados por el estado de los explosivos en cuanto a la vetustez de los
mismos y por el calibre de los cartuchos.

Sensibilidad al Calor

Los explosivos, al calentarse de forma gradual, llegan a una temperatura en que repentinamente se
descomponen, con desprendimiento de gases, proceso que va incrementándose hasta producirse una
deflagración o una pequeña explosión. La temperatura a la que ocurre este fenómeno se le denomina
“punto de ignición”. Para los explosivos industriales este punto se logra entre los 180°c y los 230°c; para
las pólvoras se obtiene entre 30°c y 35°c.

Es importante diferenciar ésta característica de la sensibilidad al fuego, la cual indica su facilidad de


inflamación. Así, la pólvora a pesar de su alto grado de sensibilidad al calor es muy inflamable,
explosionando hasta con la acción de una chispa, lo mismo que la nitrocelulosa.
RESISTENCIA AL AGUA

La resistencia al agua se define como la habilidad del producto para soportar la penetración del agua
(Escuela de Ingenieros Militares, 1992, p.26). Inicialmente se deben diferenciar tres conceptos:

Resistencia al contacto con el agua.

Resistencia a la humedad.

Resistencia bajo presión del agua.

La resistencia al contacto con el agua es aquella característica por la cual un explosivo, sin necesidad de
envoltura especial, mantiene sus propiedades de uso inalterables durante cierto tiempo de estar en
contacto con ella.

Una situación pertinente, es el de un barreno en una voladura de desmonte el cual se encuentra


totalmente lleno de agua. En esta situación se pueden usar hidrogeles, riogeles o emulsiones; nunca se
puede usar explosivos pulverulentos pues sus sales se disuelven en agua; aún si están debidamente
envueltas con material impermeable éstas flotarían en el barreno.

Entre mayor sea el contenido de nitroglicerina en un explosivo mayor será su resistencia al agua y
menor su deterioro ante la acción de la misma.

La resistencia a la humedad es otro aspecto y se da básicamente cuando se desea cargar un explosivo


en un barreno húmedo pero sin agua; En este caso, adicional a los explosivos usados en barrenos
inundados, se pueden usar los de tipo pulverulento encartuchados en plástico, o pulverulentos
impermeabilizados con envoltura de papel, los cuales en su composición cuentan con un agente que
rodea a las partículas de explosivo, proporcionándoles algún grado de impermeabilización.

La resistencia a la presión de agua es la capacidad del explosivo para soportar la acción de elevadas
columnas de agua manteniendo su sensibilidad y características explosivas. Los explosivos de este tipo
contienen aditivos de metales pesados y formulaciones adecuadas que soportan hasta 100m de
columna de agua.
EMANACIONES

Existen dos tipos de gases producidos en la detonación de explosivos los gases tóxicos o venenosos y
los no tóxicos; dentro de los primeros se encuentran el monóxido de carbón y los óxidos de nitrógeno y
en los no tóxicos se encuentran el dióxido de carbono, el dióxido de nitrógeno y vapor de agua.

En trabajos a cielo abierto las emanaciones se pueden dispersar rápidamente por el aire por lo que no
generan gran preocupación como en los trabajos subterráneos donde deben considerarse
detenidamente, ya que allí las emanaciones no se disipan fácilmente y en este caso la ventilación es
fundamental. Es necesario contemplar tiempos de espera, después de las voladuras, para la disipación
de las emanaciones antes de volver a reiniciar los trabajos.

En el medio de los explosivos se le denominan emanaciones a los gases tóxicos.

De acuerdo a la proporción de estas emanaciones se ha establecido una escala por grado de toxicidad
para la exposición de los operadores después de las voladuras.

Fuente: Instituto de fabricantes de explosivos USA


(Institute of Makers of Explosives. EE.UU)
Tabla 1.7 Clases de humos o emanaciones

Las cifras se refieren a los gases producidos por el disparo de una carga de 200g de explosivo, con su
envoltura de papel, en la denominada “Bomba Bichel”.

La categoría 1 es la clasificación para gases permitidos en voladuras subterráneas, la categoría 2 es la


clasificación para gases con restricciones en voladuras subterráneas, donde se garantice buena
ventilación y la categoría 3 es la clasificación para gases no permitidos en voladuras subterráneas,
únicamente en superficie.

Los agentes explosivos como el ANFO son más tóxicos que las dinamitas, pues generan mayor
proporción de óxidos de nitrógeno. De acuerdo con algunas investigaciones, la toxicidad del NO2 puede
llegar a ser hasta 6.5 veces mayor que la del CO para una concentración molar dada.

Cálculo del Volumen de Gases de la Explosión

La cantidad de gases se expresa en litros por kilogramo de explosivo y se calcula para condiciones
normales donde la temperatura es “0” y la presión 760mm de Hg.

Para obtener el volumen a una temperatura diferente, Vt se tiene:

Litros
donde:

V = volumen a la temperatura “t”

V0 = volumen de gases en condiciones normales (iniciales).

tt = temperatura a la que se busca determinar el volumen de gases.

Existen dos métodos para determinar el volumen de gases (Escuela de Ingenieros Militares, 1996, p.14):

El Teórico: según las reacciones de transformación en los explosivos.

Experimental: se determina en una bomba de laboratorio reglamentaria.

De acuerdo con el método teórico, se multiplican el número de moléculas de productos gaseosos


formados en la explosión por el volumen de la gran-molécula a condiciones normales, que es igual a
22.41 litros.

Donde: Σn = cantidad de moles de gases de la explosión

El volumen unitario de los gases:

Donde M = peso molecular de la sustancia explosiva.

El manual de La Escuela de Ingenieros Militares, 1996, p.14, destaca el siguiente ejemplo de cálculo del
volumen de productos gaseosos de la explosión de una mole de fulminato de mercurio:

Durante la explosión, el fulminato de mercurio forma cuatro gran-moléculas:

Peso molecular del fulminato de mercurio: 284gr

Volumen de cuatro gran-moléculas a condiciones normales:

Volumen unitario de gases:

Si el explosivo es una mezcla, el volumen unitario de los gases se determina por la fórmula:
Donde:

= Peso molecular de cada una de las partes componentes de la mezcla explosiva.

= Cantidad de moles de cada una de las partes componentes de la mezcla explosiva.

= Cantidad suma de moles de gases formados en la explosión.


BALANCE DE OXÍGENO

El balance de oxígeno es la relación existente entre la cantidad de oxígeno presente en la composición


de la sustancia explosiva y la cantidad de oxígeno necesaria para que se realice la oxidación total y
completa de todos sus elementos combustibles; se considera que el carbono pasa a formar gas
carbónico (CO2) y el hidrógeno, agua (H2O).

Para lograr la transformación de cualquier sustancia explosiva es necesario que en su composición se


tengan todos los elementos químicos indispensables para garantizar la formación de los productos
finales de la explosión. La presencia de oxígeno directamente en la molécula de unión explosiva
Nitroglicol C2H4 (ONO2) garantiza una mayor velocidad de transformación.

En el balance positivo de oxígeno la cantidad de éste dentro de la sustancia explosiva no solamente es


suficiente para lograr la oxidación total de sus elementos combustibles sino que existe un exceso; caso
contrario ocurre cuando el balance es negativo, ya que la cantidad existente de oxígeno es insuficiente
para poder realizar la oxidación total del carbono y del hidrógeno.

En el balance cero, la cantidad de oxígeno es la necesaria para lograr la oxidación total de sus
elementos. Los explosivos con balance cero producen una cantidad mínima de emanaciones en la
explosión y adicionalmente son los más efectivos debido a que liberan la mayor cantidad de energía.

Cuando el balance es positivo o negativo la producción de emanaciones es elevada y se presenta una


utilización incompleta de la energía potencial del explosivo.
BALANCE DE OXÍGENO DE ALGUNAS SUSTANCIAS EXPLOSIVAS Y SUS
COMPONENTES

Fuente: Ministerio de obras públicas de España, MOPU


CARACTERÍSTICAS DE ALGUNOS EXPLOSIVOS USADOS EN
CONSTRUCCIÓN

Fuente: MOPU, España


POTENCIA RELATIVA

Denominada también como fuerza, se considera como la capacidad de trabajo útil del explosivo; es la
energía disponible para producir efectos mecánicos. Este concepto se originó o nació de los primeros
métodos para clasificar los grados de las dinamitas. Las dinamitas puras o nitroglicerinas, eran medidas
por el porcentaje de nitroglicerina en peso que contenía cada cartucho; Por ejemplo, la dinamita de 40%
de potencia, contiene 40% de nitroglicerina; una de 60% contiene 60% de nitroglicerina, etc.

La fuerza de acción de este tipo de explosivo se toma como base para la comparación de todas las
demás dinamitas. De esta manera, la potencia de cualquier otra dinamita, expresada en tanto por ciento,
indica que estalla con tanta potencia como su equivalente de dinamita nitroglicerina en igualdad de peso.

Dentro de esta característica se deben tener en cuenta parámetros tales como: poder rompedor, que
hace referencia a la capacidad del explosivo de romper la roca por la acción única de la detonación, sin
tener en cuenta la presión ejercida por los gases.

Por este aspecto el parámetro de poder rompedor cobra importancia para los explosivos de uso no
confinado donde los gases no pueden ejercer grandes presiones; los otros parámetros que entran en
juego son: energía absoluta por peso (AWS), factor que considera la energía calorífica del explosivo la
cual esta determinada por los calores específicos de formación de las reacciones que tienen lugar en la
detonación de la emulsión explosiva, por unidad de peso; energía absoluta por volumen (ABS), que
considera el factor de la densidad del explosivo como agente incidente en su potencia; factor de energía,
(EF), que adicionalmente considera el volumen del material a volar; y por último la energía relativa, por
unidad de peso, (RWS), o por unidad de volumen, (RBS), que es solo la presentación de los dos últimos
parámetros en términos de un patrón de referencia que es la energía del ANFO.

Método de Traulz para Determinar la Potencia de un Explosivo

Para la determinación de la potencia relativa se usa, entre otros métodos, la prueba de TRAUZL, que
determina la capacidad de expansión que produce la detonación de 10g de explosivo disparado dentro
de un bloque cilíndrico de plomo con unas dimensiones de 22cm de longitud y 20cm de diámetro con un
orificio de capacidad 62cm³. (Ver figura 1.22).

Luego de realizar el disparo utilizando mecha y fulminante se compara la propagación de la fuerza


desarrollada por el explosivo en prueba, con respecto a la desarrollada por igual peso de gelatina, que
se toma como explosivo patrón con potencia relativa de 100%.

Cuando se compara el volumen final con el producido por 7g de ácido pícrico se obtiene el denominado
“Índice de Traulz”.

Figura 1.22 Ensayo de Traulz


Como los explosivos más potentes tienden a dar un incremento de volumen mayor que el que
corresponde a su potencia real, se define el Coeficiente de

Utilización Práctica, C.P.U., basado en la comparación de pesos de explosivos “Cex” que producen
volúmenes iguales al de una carga patrón de 10 o 15g de ácido Pícrico.

C.U.P. = 15 / Cex x 100

Método del Mortero Balístico para Determinar la Potencia de un Explosivo

Existen adicionalmente otros métodos para medir la potencia como el del Mortero Balístico consistente
en comparar la propulsión de un mortero de acero montado sobre un péndulo balístico por efecto de los
gases cuando se hace detonar una carga de 10g de explosivo. El índice T.M.B. se calcula a partir de la
ecuación:

T.M.B. = 100 x (1-cosα) / (1-cosβ)

donde α y β son los ángulos registrados en el retroceso del péndulo, correspondientes al explosivo a
ensayar y al explosivo patrón respectivamente.

Figura 1.23 Mortero balístico

Si bien, estos dos procedimientos descritos dan buenos resultados en pruebas a explosivos tipo
dinamita, no son aplicables a agentes explosivos como el ANFO o los hidrogeles debido a lo siguiente:

Los diámetros utilizados en ambos procedimientos son demasiado pequeños respecto del diámetro
critico de esos explosivos, que es el diámetro mínimo por debajo del cual la onda de detonación no
se propaga o si lo hace es con una velocidad muy por debajo a la de régimen.

El retacado de 2cm que se emplea en el ensayo Traulz es proyectado por los gases antes que
estos efectúen un trabajo efectivo.

En el mortero balístico la carga se encuentra desacoplada.


Estas pruebas solo son adecuadas cuando los explosivos son sensibles a la iniciación por
detonadores y los tiempos de reacción son pequeños.

Para éstos existen unos métodos alternativos enunciados a continuación.

Otros Métodos para Determinar la Potencia de un Explosivo

Además de los anteriores existen otros métodos también aplicables para determinar la potencia de un
explosivo dentro de los cuales se pueden mencionar:

Método de la potencia sísmica

Consiste en el registro de una perturbación sísmica producida, a una distancia determinada, por la
detonación de un explosivo en un medio rocoso isótropo.

Como explosivo patrón se tiene el ANFO y se supone que la variación de las vibraciones es
proporcional a la energía del explosivo elevada a 2/3. No se considera un método adecuado para medir
energía disponible de un explosivo.

Método del cráter

Consiste en la determinación de la profundidad crítica y la profundidad óptima, que son aquellas para las
que, respectivamente, una carga de explosivo rompe la roca en superficie y produce el cráter de mayor
volumen. Esta metodología tiene el inconveniente de requerirse de varios ensayos, tiros, y la dificultad
de disponer de un banco de prueba en roca homogénea.

Método del aplastamiento de un cilindro

Define el poder rompedor de un explosivo, que está relacionado con la capacidad de fragmentación de
la roca, por medio del aplastamiento que produce una carga sobre un molde cilíndrico de metal.

Existen métodos como el de Kast y el de Hess, siendo este el más usado, pues refleja bien la energía de
la onda de tensión con la presión de detonación, (figura 1.24).

Figura 1.24 Prueba de HESS (poder rompedor)


Método de la placa

Consiste en hacer detonar, sobre una placa de acero o aluminio, una carga cilíndrica de explosivo; la
deformación que ésta produce sobre la placa es una medida cuantitativa de la energía de la detonación.

Los resultados de ésta prueba pueden ser altamente variables debido a factores como la geometría de
la carga de explosivo, se debe tener especial atención a mantener siempre la misma, el punto de
ubicación de la carga sobre la placa y el mismo sistema de iniciación; presentan adicionalmente un
sesgo favorable hacia los explosivos con mayor energía de la onda de choque.

Medida de energía bajo el agua

Se caracteriza ésta técnica por ser una de las más completas al permitir efectuar pruebas con una
geometría de las cargas semejantes a las introducidas en los barrenos y llegar a determinar por
separado la energía vinculada a la onda de choque, denominada Energía de Tensión ET, y la energía de
los gases de detonación denominada Energía de Burbuja EB, así como la posibilidad de evaluar la
influencia del sistema de iniciación en la energía desarrollada por un explosivo. Este método es muy útil
para comparar los rendimientos de explosivos similares bajo las mismas condiciones de ensayo.
Actualmente, es el procedimiento más empleado en la evaluación de la energía de los explosivos, pues
salvo la componente de Energía Térmica el resto quedan fielmente cuantificadas.

Figura 1.25 Voladura subacuática

Fórmulas Empíricas para Determinar la Potencia de un Explosivo

Fórmula Sueca propuesta para determinar la Potencia Relativa en Peso, PRP de un explosivo:

PRP = 5/6 x Qe/Q0 + 1/6 x VG/VG0

Donde:

Q0 = Calor de explosión de 1kg de explosivo LFB(5 MJ/kg) en condiciones normales de presión y


temperatura.
Qe = Calor de explosión de 1kg del explosivo a emplear.

VG0 = Volumen de los gases liberados por 1kg de explosivo LFB(0,85m³/kg).

VG = Volumen de los gases liberados por el explosivo a emplear.

Como en algunas ocasiones la potencia es referida al ANFO, primero puede calcularse la potencia con
respecto al explosivo patrón LFB y el valor obtenido se divide por 0,84, que es la potencia relativa del
ANFO con respecto al LFB. Los otros valores para el ANFO son:

Qe = 3.92 MJ/kg ; VG = 0.973 m³/kg

Factor de Potencia; alternativa de comparación de explosivos

FP = PAPx x VD x ρe

donde:

Potencia Absoluta en Peso del explosivo


PAPx =
(X) dado en (cal/g).

VD = Velocidad de Detonación (m/s).

ρe = Densidad de explosivo (g/cm³).

Suele creerse que la energía verdadera desarrollada por las dinamitas de diferentes porcentajes de
fuerza guarda proporción directa con los porcentajes marcados. Se cree por ejemplo, que la dinamita de
40% es dos veces más fuerte que la de 20% y que la de 60% es tres veces más fuerte que la de 20%.
Este tipo de relaciones simples son incorrectas debido a que una nitroglicerina de mayor fuerza ocupa
casi el mismo espacio en el barreno pero produce más gases, por lo tanto las presiones son mayores y
el explosivo resulta más eficiente, ver tabla 1.8 donde se indica el número de cartuchos de determinada
potencia necesarios para igualar un cartucho de diferente fuerza. Es de anotar que dos explosivos no
tienen exactamente el mismo desempeño aunque sean del mismo tipo debido a que también
intervienen las características del material a volar y el grado de compactación que se proporcione al
explosivo.

Fuente: Instituto de fabricantes de explosivos USA


Tabla 1.8 Equivalencias entre cartuchos de dinamita de diferentes potencias
VELOCIDAD DE DETONACIÓN

Es el parámetro que define el ritmo de liberación de energía, siendo la velocidad a la que la onda se
propaga a través del explosivo.

Los principales factores que la afectan son: la densidad de la carga, el diámetro, el confinamiento, la
iniciación, el envejecimiento del explosivo, además de sus componentes y de la granulometría.

Para los tres primeros parámetros la relación con la velocidad es directa, pues conforme éstos aumentan
así mismo aumenta la velocidad de detonación, VD (ver figura 1.26). Estos parámetros tienen mayor
incidencia en los agentes explosivos, que en los explosivos convencionales. En cuanto a la iniciación, si
ésta no es la adecuada, sino baja de energía puede hacer que el régimen de detonación comience con
una baja velocidad; el envejecimiento igualmente provoca que la VD disminuya al reducirse el número y
volumen de las burbujas de aire, especialmente en los explosivos gelatinosos, ya que son generadores
de puntos calientes.

El efecto de los explosivos no se debe a la energía que contienen, sino a la rapidez con que la liberan.
Para volar una roca dura es aconsejable utilizar un explosivo veloz ya que genera fracturamiento; pero
para una roca blanda es mejor utilizar un explosivo más lento, que desplace la roca.

Figura 1.26 Influencia del diámetro de la carga sobre la velocidad de detonación Fuente: Ash,
1977

Métodos de medición de la velocidad de detonación

Existen diversos métodos par medir la velocidad de detonación, VD, de un explosivo dentro de los
cuales se encuentran:

Método D`Autriche

El Ministerio de Obras Pública de España, lo define de la siguiente manera:

Se basa en comparar la velocidad de detonación del explosivo con la velocidad ya conocida de un


cordón detonante. El procedimiento consiste en tomar un cordón con una longitud determinada
marcando el punto medio del mismo y haciéndolo coincidir con una señal sobre una plancha de plomo
en la cual se apoya, y a continuación, se insertan los extremos del cordón dentro del explosivo a una
distancia prefijada “d”. La carga de explosivo, que puede estar alojada en un tubo metálico se inicia en
uno de los lados con un detonador. Como la onda de choque energiza a su vez en instantes diferentes a
los extremos del cordón, la colisión de las ondas 1 y 2 tiene lugar sobre la plancha a una distancia “G”
del punto medio del cordón. Así pues, la velocidad de detonación del explosivo se determinará a partir
de:

Figura 1.27 Método D`Autriche

Kodewimetro

Consiste en la medición de la variación de la resistencia de un cable sonda que atraviesa axialmente


una columna de explosivo. Utilizando un equipo, denominado Kodewimetro, conectado a un osciloscopio
se mide la variación de la tensión que es proporcional a la resistencia, al mantener en el circuito una
intensidad de corriente constante. Al avanzar la onda de detonación a lo largo del explosivo, la
resistencia eléctrica disminuye determinando la velocidad de detonación a partir de la tensión a la cual
es proporcional.

Cronógrafo

Introduciendo dos sensores en el explosivo y colocados a una distancia determinada se mide


sencillamente el tiempo de activación de cada censor.

Actualmente existen aparatos capaces de dar la velocidad de detonación directamente y con una gran
precisión. Los sensores pueden ser eléctricos, o de fibra óptica los últimos.
CAPACIDAD CUMULATIVA

Consiste en el aumento del efecto local de una explosión cuando, a la carga explosiva que la produce,
se le practica, en los extremos o en la superficie lateral, una cavidad cualquiera. (En forma de esfera,
cono o paraboloide). El efecto de esta situación se ilustra en la figura 1.28.

La carga a. representa una carga común con extremos planos


y la carga b. una con cavidad cónica cumulativa en la base

Figura 1.28 Acción destrozante de una carga

Las ondas de detonación, en la explosión de la carga en cuya base se practicó la cavidad cónica, se
refractan a manera de los rayos luminosos y, unidos en un poderoso haz, refuerzan considerablemente
su capacidad destrozante.

Esta capacidad cumulativa tiene aplicación práctica en las cápsulas detonadoras, donde mediante una
cavidad en la base del casquillo se logra aumentar su acción iniciadora sobre la carga de explosivo.
VOLUMEN DE GASES

V = volumen a la temperatura “t”


Vo = volumen de gases en condiciones normales (iniciales).
t = temperatura a la que se busca determinar el volumen de gases.

La expresión mostrada permite calcular matemáticamente el volumen de gases a una temperatura


determinada partiendo de un volumen original o inicial calculado en condiciones teóricas normales de
temperatura “0” grados y presión atmosférica de una atmósfera.

El volumen Vo puede encontrarse de manera experimental en laboratorio con condiciones controladas


valiéndose de la bomba Bichel, o bien, teóricamente por el método sugerido por la escuela de ingenieros
militares, basado en las reacciones de transformación consistente en multiplicar el número de moléculas
de los productos gaseosos formados en la explosión por el volumen de la gran molécula en condiciones
normales.
EL DERECHO COMERCIAL

¿Qué es el derecho?, ¿De donde proviene el término?, son preguntas que se deben contestar de forma
adecuada para entrar a estudiar de manera óptima un área del conocimiento como en el presente caso
el derecho comercial. Recordemos que en derecho comercia I, se estudió a profundidad el vocablo
derecho, y se decía que procede del latín directus, directo, de dirigere, enderezar, rectificar, alinear; sin
embargo, su equivalente latina es jus; en otras lenguas diferentes a la castellana se aparta de las raíces
etimológicas por ejemplo en francés Droit, en italiano Diritto, en inglés Right, en alemán Recht, en
portugués Direito etc.; de ahí que surjan varias definiciones y acepciones de dicho término; por tanto, se
pude asumir como adjetivo, y en este rango desde el ámbito material significa recto, igual; en lo moral,
bien intencionado; en lo lógico, fundado, razonable, sustentable; y en lo jurídico, legal, legítimo, justo.
Ahora también tiene una significación como adverbio que se refiere desde esta óptica como
derechamente, derechura, rectamente. Y en su acepción más amplia pero también más difusa se
maneja como sustantivo masculino en donde desde el punto ve vista de la utilización idiomática puede
tenerse como sustantivo propio o sustantivo común, por ejemplo Derecho Objetivo en el primer caso y
Derechos Humanos en el segundo.

Dentro del campo de las definiciones existen tantas, cuantos autores existen en el tratamiento del tema,
pero únicamente como tratamiento pedagógico y de conocimiento general a continuación vamos a
describir algunas de las que han sido más representativas.

La Real Academia Española de la lengua define el derecho “cual conjunto de principios, preceptos a que
están sometidas las relaciones humanas en toda sociedad civil, y a cuya observancia pueden ser
compelidos los individuos por la fuerza”, definición que es acorde con el fin del derecho, el hombre y su
objeto inmediato, la regulación de la conducta externa del hombre, enfoque tomado desde el punto de
vista netamente humano el cual está sustentado en concepto expresado por Hermogeniano: “Todo el
Derecho ha sido constituido por causa de los hombres, (Hominum causa omne Jus constitutum est). En
el libro primero del Digesto, se define como “El derecho es el arte de lo bueno y de lo justo”, (“Just est
ars boni et aequi), para Bocannese “el derecho es el conjunto de reglas de conducta exterior que
consagradas o no expresamente por la ley en el sentido Genérico del término, aseguran efectivamente
en un medio y época dados, la realización de la armonía social”; 1 y MONROY CABRA citando a
ABELARDO TORRÉ, define el derecho como “el sistema de normas coercibles que rigen la convivencia
social”.2

En lo relativo al derecho mercantil también existen varias definiciones y en primer lugar se define como
aquel “que versa sobre los principios doctrinales, legislación y usos que reglan las relaciones jurídicas
particulares que surgen de los actos y contratos de cambio, realizados con ánimo de lucro por las
personas que del comercio hacen su profesión. Comprende lo relativo a los comerciantes individuales,
compañías o sociedades lucrativas, las actividades bancarias y bursátiles, la contratación peculiar de los
negocios mercantiles, los títulos valores y otros efectos del comercio, lo relacionado con el derecho
marítimo y lo concerniente a la suspensión de pagos o quiebras”3. TULLIO ASCARELLI, citado por José
Ignacio Narváez lo define como “Un fenómeno histórico, cuyo origen está en la consolidación de una
civilización burguesa y ciudadana, en contraposición a la civilización feudal”4. El derecho comercial o
mercantil se define como el conjunto de normas que regula los principios generales del comercio, a los
comerciantes, los actos de comercio, las sociedades mercantiles, los bienes mercantiles, las
obligaciones y contratos mercantiles, los procedimientos concursales y lo relativo a la navegación, como
también lo atinente a los actos conexos al comercio; definición que se aviene a las normas que regulan
estos aspectos dentro de la legislación Colombiana.

Las principales normas que regulan en la actualidad la actividad comercial se encuentran el Código de
comercio (decreto - ley 410 de 1971), la ley 222 de 1995 y la ley 550 de 1999 entre las de mayor
incidencia en la materia. Se sugiere que como herramienta indispensable para el trabajo, desarrollo y
comprensión del contenido se adquieran los textos de las normas enunciadas.
1 BOCANNESE, Julien. Introducción al estudio del derecho. Puebla. Editorial José. 1944. Pág. 229
2 MONROY CABRA. Marco Gerardo. Introducción al derecho. Bogotá. Ed. Temis. 1990. Pág. 15
3 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de derecho Usual. Editorial Heliasta. Tomo III. Pág. 140.
4 NARVAEZ García, José Ignacio. Introducción al derecho mercantil. Ediciones Doctrina y ley. Pág. 23.
EL DERECHO DE LAS EMPRESAS

El derecho mercantil como el derecho de las empresas se asume teniendo en cuenta que la mayoría de
los actos mercantiles son realizados por las empresas, situación que se generalizó debido a la
masificación del comercio. Con este enfoque se quiere ampliar mejor la cobertura de las normas
mercantiles y no circunscribirlas a aspectos como a las personas que ejercen el comercio (derecho de
los comerciantes), o a los actos enunciados y considerados como mercantiles (derecho de los actos de
comercio) y así poder satisfacer de una mejor manera las necesidades que los cambios en los hábitos y
costumbres mercantiles se presentan, en esta posición la Ley modelo de la UNCITRAL o CNUDMI 8
expresa que “El término "comercial" deberá ser interpretado ampliamente de forma que abarque las
cuestiones suscitadas por toda relación de índole comercial, sea o no contractual. Las relaciones de
índole comercial comprenden, sin limitarse a ellas, las operaciones siguientes: toda operación comercial
de suministro o intercambio de bienes o servicios; todo acuerdo de distribución; toda operación de
representación o mandato comercial; de facturaje ("Factoring"); de arrendamiento de bienes de equipo
con opción de compra ("leasing"); de construcción de obras; de consultoría; de ingeniería; de concesión
de licencias; de inversión; de financiación; de banca; de seguros; todo acuerdo de concesión o
explotación de un servicio público; de empresa conjunta y otras formas de cooperación industrial o
comercial; de transporte de mercancías o de pasajeros por vía aérea, marítima y férrea, o por carretera”.

En Colombia, el concepto de empresa tiene varias acepciones, el Código de Comercio en el artículo 25


la define como: “toda actividad económica organizada para la producción, transformación, circulación,
administración o custodia de bienes, o para la prestación de servicios. Dicha actividad se realizará a
través de uno o más establecimientos de comercio”. El Código Sustantivo del trabajo en el artículo 194
se refiere a la empresa como “toda unidad de explotación económica o las varias unidades dependientes
económicamente de una misma persona natural o jurídica, que correspondan a actividades similares,
conexas o complementarias y que tengan trabajadores a su servicio”, y desde el punto de vista de la
economía, la empresa se define como “Unidad económica que organiza y realiza la producción de
bienes y servicios”.9

Cualquiera de los enfoques de una u otra manera contextualiza los aspectos diversos del derecho
mercantil, pero infortunadamente cada uno desconoce o queda corto en abarcar todos los elementos y
matices que conlleva; de ahí que se esté formando un nuevo enfoque ecléctico, en el cual se usan los
diferentes enfoques para abarcar de mejor manera y sin discriminación alguna, cada uno de los
elementos que conforman el derecho mercantil.

8
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Internacional Comercial (United Nations Comisión on
Internacional Trade Law).
9
MOCHÓN Francisco. Economía Teoría y Política. Editorial MCGRAW HILL. Pág. 797
BIBLIOGRAFÍA

ATLAS COPCO. Maquinaria y equipo de perforación. Octubre de 2004. En:


http://www.atlascopco.com/tools.

CAÑAS TORRES EDGAR FERNANDO Y CIFUENTES CARLOS EDUARDO. La utilización de los


explosivos en Ingeniería civil. Bogotá, 1994. 402p: il. legislación. Tesis Ingeniero Civil. Universidad Militar
Nueva Granada. Facultad de Ingeniería Civil.

CAÑON BOLAÑOS EDGAR YESID Y DE LA CRUZ OSPINA SANDRA XIMENA. Apertura de túneles
mediante el uso de explosivos. Bogotá, 1995. 157p: il. Tesis Ingeniero Civil. Universidad Militar Nueva
Granada. Facultad de Ingeniería Civil.

CAVOSA. Desarrollo de proyectos para obras públicas. Madrid, España. 1998. 77p.

DU PONT. S.A , Manual para el Uso de Explosivos, México: Editorial Continental, 1973.

ESCUELA DE INGENIEROS MILITARES. Empleo de los explosivos en obras de Ingeniería Civil y


Militar. 2 ed. Santafé de Bogotá: Imprenta y publicaciones de las FF.MM, 1996. 356p.

ESCUELA DE INGENIEROS MILITARES. Técnicas de voladura a cielo abierto y en túneles. 1 ed.


Bogotá: Imprenta y publicaciones de las FF.MM, 2000. 143p.

EXPLOSIVOS. Características de los explosivos. España, Octubre de 2004 En:


http://lupus.worldonline.es/lisar314/html/caracteristicas.htm

FABRICA DE EXPLOSIVOS RIO TINTO S.A. Utilización de explosivos. Madrid, 1992.

INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES, Prevención de Riesgos Durante la Manipulación de Explosivos.


Bogotá, Colombia: 1996.

INSTITUTO TECNOLÓGICO GEOMINERO DE ESPAÑA, Manual de perforación y voladura de rocas.


Madrid, España: Izquierdo S.A., 1994. 541p.

JARAMILLO ALVAREZ CARLOS Y PEÑALOZA PINEDA LILIANA. Impacto Ambiental causado por el
uso de explosivos en obras de Ingeniería Civil, canteras, túneles, vías y prospección sísmica. Bogotá,
1996. 150p: il. Tesis Ingeniero Civil. Universidad Militar Nueva Granada. Facultad de Ingeniería Civil.

LANGERFORS U. Y KIHLSTROM B. Técnica moderna de voladura de rocas. Traducido por J.J.


Huidoboro, J. Fornos. J. Arrospide. España: Ediciones Urmo, 1968. 425p.

LÉVY, Pierre. La Cibercultura y la educación. Säo Paulo Octubre, 1996.


http://www.infoage.ontonet.be/levys.html

LOZOYA, FAVELA, Fernando, Excavaciones y Terracerias, México 1994.

MEDELLÍN, Carlos. Como elaborar módulos autoformativos, guía básica para el desarrollo de proyectos
autorales. Santafé de Bogotá: escuela judicial Rodrigo Lara Bonilla – Ministerio de Justicia. 1992, 50 p.

MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS DE ESPAÑA, MOPU, Manual Para el Diseño y Control de


Voladuras en Obras de Carreteras. Madrid, 1996. 385p.
OSORIO VARGAS ORESTES, Nociones Fundamentales Sobre Explosivos y Voladuras. Departamento
de Antioquia, Secretaría de Obras Públicas; 2 ed, 1995. 171p.

PEÓN AGUIRRE, Rodolfo. La Educación a Distancia: la modalidad educativa que posibilita eficazmente
la educación continua. En: la página electrónica del Centro de Educación Continua, Abierta y a Distancia
– Educadis de la Universidad de Sonora. México, septiembre, 1998. http://www.educadis.uson.mx

TORRES MUÑOZ ALICIA, Manual para la presentación del trabajo de grado. Santafé de Bogotá D. C.
Universidad Militar “Nueva Granada”, Facultad de Ingeniería, 1999. inédito. 171 p.

VOLADURAS. Accesorios de voladuras. México. En página electrónica:


http://www.unam.mx/terracerias/tema5a.html.

WAITE BRIGNOLE CARLOS A. Dinamitas. Representante de ventas de EXSA S. A. En: cwaite@ec-


red.com.

WILMINGTON DELAWARE, Manual para el uso de explosivos. Departamento de explosivos de E. I. du


Pont de Nemours & Co. (Inc). Traducido por Sergio Vargas Romero. México: Compañía editorial
Continental S.A., 1979. 606p.
CLASES DE EXPLOSIVO

El trabajo con explosivos demanda, por obvias razones, un conocimiento previo de la sustancia en sí,
cosa que permita predecir su comportamiento antes durante y después de su utilización.

Existen diversas clasificaciones de los explosivos, alguna de ellas los clasifica como permisibles,
dinamitas, agentes y explosivos de voladuras; otra clasificación se refiere a si son o no sensibles al
detonador #8. Por éstas razones a continuación se hablará de las sustancias explosivas más relevantes
e indispensables en la ingeniería civil.
AGENTE EXPLOSIVOS SECOS

Los agentes explosivos comprenden el grupo de explosivos que no son sensibles al detonador No.8
adicional a su característica de estar compuestos a base de nitrato de amonio.

Figura 2.1 Nitrato de amonio

El nitrato de amonio (NH4NO3)

O nitrato amónico es una sal inorgánica de color blanco, resultado de la interacción de amoniaco y ácido
nítrico cuya temperatura de fusión es 160.6°C. Aisladamente no es una sustancia explosiva, propiedad
que adquiere solo cuando es mezclada con combustible, reaccionando violentamente y aportando
oxígeno del cual tiene un contenido del 60%; el aire tan solo tiene 21% de oxígeno.

Su densidad a granel es 0.8gIcm aproximadamente; Una densidad mayor, similar a la de los cristales,
1.72g/cm3 provocaría una absorción menor de combustible, redundando en una reacción muy lenta en el
proceso de detonación.

Normalmente el nitrato de amonio utilizado tiene una micro porosidad del 15% que sumada a la macro
porosidad llega a niveles del 54%. El tamaño de sus partículas oscila entre 1 y 3mm.

La solubilidad del nitrato de amonio en el agua es grande y varía ampliamente con la temperatura.

A 10°C 60.0% solubilidad

A 20ºC 65.4% solubilidad

A 30°C 70.0% solubilidad

A 40°C 73.9% solubilidad

La higroscopicidad es tan bien elevada llegándose a convertir en líquido en presencia de aire con el 60%
de humedad; La absorción de humedad suele mitigarse con la adición de sustancias inertes hidrofílicas
como el caolín o las arcillas en polvo, pero tiene repercusión en la disminución de la sensibilidad. La
temperatura del medio ambiente juega un papel importante en la absorción de la humedad. Ver Tabla
2.1
En ocasiones suelen protegerse los granos de nitrato de amonio con sustancias hidrófugas que impiden
su humedecimiento superficial. El nitrato de amonio es completamente estable a temperatura ambiente,
pero puede llegar a detonar si se calienta por encima de los 200°C en un recipiente cerrado.

La presencia de sustancias orgánicas acelera su descomposición y baja la temperatura a la cual esta se


produce.

Fuente: Instituto de fabricantes de explosivos, EUA


Tabla 2.1 Temperatura ambiente Vs absorción de humedad

El ANFO

Es el resultante de la combinación del nitrato de amonio con el gas-oil; aunque la mezcla de el nitrato de
amonio con cualquier combustible puede producir el agente explosivo, es de preferencia el gas-oil frente
a otros como la gasolina o el kerosén por el hecho de no tener un punto de volatilidad bajo, lo que lo
hace menos riesgoso a producir explosiones de vapor.

Figura 2.2 ANFO en empaque a granel

Debido a la gran solubilidad del nitrato de amonio, principal componente del ANFO, éste no es usado en
barrenos húmedos. En cargas de 76mm de diámetro una humedad superior al 10% produce la
insensibilidad del agente explosivo; Ante esta situación queda solo envolver el ANFO en recipientes
impermeables al agua.

En la figura 2.3 se pueden distinguir algunos de los diferentes explosivos que se pueden lograr teniendo
como base el nitrato de amonio y el gas-oil con distintos sensibilizantes.

Anteriormente se empleaba polvo de carbón como combustible, pero posteriormente fue cambiado por
combustibles líquidos en aras de lograr mezclas más íntimas y homogéneas con el nitrato de amonio.
Aceites usados también han sido utilizados como combustible, aunque tienen el inconveniente de reducir
la sensibilidad a la iniciación y propagación, la velocidad de detonación y el rendimiento energético.
Figura 2.3 Agentes explosivos secos con base en nitrato de amonio

El contenido de combustible en la mezcla juega un papel importante y determinante en las propiedades


del ANFO. En zonas o temporadas de calor excesivo, se acostumbra a añadir mayor cantidad de
combustible al ANFO pues por efectos del mismo calor se puede llegar a perder hasta 50% del
combustible lo que por consecuencia se traduce en una merma en la eficiencia del explosivo.

El contenido de combustible igualmente afecta la cantidad de gases nocivos desprendidos en la


explosión (CO + NO). Cuando en la voladura se producen, humos color naranja es un indicativo de un
porcentaje insuficiente de combustible gas-oil, o bien que el ANFO ha absorbido agua de los barrenos o
no se ha iniciado correctamente.

La sensibilidad también es afectada con la cantidad de combustible, pues con un 2% de gas-oil la


iniciación puede conseguirse con un detonador, aunque la energía disponible es muy baja, y con una
cantidad superior al 7% la sensibilidad inicial decrece notablemente.

Como se mencionó anteriormente el principal enemigo del ANFO es el agua pues absorbe una gran
cantidad de calor para su vaporización rebajando considerablemente la potencia del explosivo. De aquí
que venga empaquetado en bolsas plásticas impermeables y resistentes al agua; en cuanto al agente
explosivo en si, se procura proteger básicamente su compuesto de Nitrato de amonio, recubriéndolo con
parafina, proceso que es altamente peligroso y hace peligroso al agente en su transporte y manipulación
por lo que se recomienda cubrir los gránulos de nitrato de amonio con tierra diatomácea u otros agentes
aglutinantes.

Las características explosivas del ANFO varían también con la densidad. En la medida que ésta
aumenta, la velocidad de detonación se eleva, pero se hace más difícil la iniciación. Por encima de
1.2g/cm3 de densidad, el ANFO se vuelve inerte al no poderse detonar o haciéndolo solo en la zona
inmediata al iniciador.

El tamaño de los granos de nitrato de amonio influye a su vez en la densidad del ANFO. Así cuando éste
se reduce a menos de 100 mallas su densidad a granel pasa a ser 0.6g/cm3 lo que significa que si se
quiere conseguir una densidad normal entre 0.80 y 0.85 g/cm3 para alcanzar unas buenas característica
de detonación será preciso vibrarlo o compactarlo.

De otro lado el diámetro de la carga es un parámetro de diseño que incide de forma decisiva en la
velocidad de detonación del ANFO. El diámetro crítico de este explosivo está influenciado por el
confinamiento y la densidad de carga; usado dentro de barrenos en roca con una densidad a granel de
0.8g/cm3 el diámetro crítico es de unos 25mm, mientras que con 1.15g/cm3 se eleva a 75mm.

La sensibilidad de iniciación del ANFO disminuye conforme aumenta el diámetro de los barrenos. En la
práctica los multiplicadores de 150g son efectivos en diámetros de carga inferiores a los 15Omm y por
encima de ese calibre se recomiendan multiplicadores de 400 a 500g.
HIDROGELES

Son agentes explosivos conformados por soluciones acuosas saturadas de nitrato de amonio,
frecuentemente con otros oxidantes como el nitrato de sodio y/o el de calcio. En el desarrollo de estos
explosivos, a finales de los años 50, se realizaron los primeros ensayos positivos con mezcla de 65% de
nitrato de amonio, 20% de aluminio y 15% de agua; posteriormente se utilizaría el TNT como
sensibilizante.

Se hicieron pruebas de sensibilizar con aluminio pero se presentaban problemas en su utilización por el
desprendimiento de hidrógeno en la reacción con el agua a temperatura ambiente: Para evitar este
fenómeno, se aislaron las partículas de aluminio con productos hidrófugos. El siguiente avance fue la no
utilización de compuestos explosivos tradicionales, ni metales particulados como sensibilizantes, sino
que se emplearon como combustible sustancias orgánicas como las derivadas de las aminas, parafinas,
azúcares, etc.

En la figura 2.4 se aprecian los principales tipos de explosivos acuosos obtenidos a partir del nitrato de
amonio, en dos grandes grupos como son los hidrogeles y las emulsiones.

La solución de oxidantes está constituida por agua, nitrato de amonio y nitrato sódico a la que se le
adiciona urea y parte de geles para conseguir una viscosidad alta y retener las burbujas de gas. El
nitrato sódico tiene la ventaja de disponer de una gran cantidad de oxígeno y de disminuir el punto
cristalización de las soluciones salinas.

El empleo del nitrato de monometilamina ofrece buenas características como sensibilizante pues es muy
buen combustible, con un balance de oxígeno negativo, alta densidad y adicionalmente es poco sensible
a efectos dinámicos subsónicos de choque y roce; su proporción en los hidrogeles varía entre un 10 y un
35%.

El aluminio aumenta proporcionalmente la sensibilidad de los hidrogeles y, el almidón sirve para espesar
las mezclas. Ocasionalmente se añaden compuestos capaces de formar enlaces cruzados que
producen la gelatinización de los hidrogeles; igualmente, cierta cantidad de nitratos se añaden en estado
sólido formando parte de los compuestos de la fase dispersa, pues el porcentaje de agua utilizado no es
suficiente para disolverlos.

Para modificar la densidad se utiliza la gasificación química, generalmente con nitrito de sodio, o bien la
adición de productos de baja densidad, micro esferas de vidrio, etc.

La mezcla de todos estos componentes se puede realizar de forma continua o discontinua con
mezcladoras de agitación y se pueden instalar en plantas fijas o en camiones lo que los hace muy
versátiles.

Su resistencia al agua es excelente y, lo que es su característica fundamental de aplicación que es la


potencia, es equivalente o superior a la de los explosivos convencionales, pudiendo ajustarse en función
de su propia formulación; Las energías desarrolladas pueden oscilar entre 700 y 1500cal/g.
Figura 2.4 Agentes explosivos acuosos producidos a partir del nitrato de amonio

Como se dijo anteriormente, su densidad también puede ser modificada mediante la gasificación
química o la adición de sustancias de baja densidad; este parámetro puede variarse desde O.8g/cm 3
hasta 1.6g/cm3 partiendo de un valor básico de 1,4 o 1 ,5g/cm3. La disminución de este parámetro
influye sobre el explosivo haciendo que la velocidad de detonación aumente al igual que su sensibilidad.

Dadas estas características es infinita o al menos muy grande la cantidad de productos que se pueden
obtener con distintas composiciones. Desde hidrogeles encartuchados, semejante a un explosivo
gelatinoso convencional, hasta los vertibles que tienen condiciones que permiten manejarlos como un
fluido; siendo este último caso una ventaja para aprovecharlos en una carga mecanizada o bien por el
hecho de rellenar totalmente el hueco de los barrenos perforados

Adicional a las ventajas mencionadas se suma el hecho que los hidrogeles sensibilizados con aluminio,
presentan unas calidades de humo mejores que las obtenidas con explosivos convencionales.

Indugel

Es uno de los principales exponentes de esta clase de agentes en Colombia. Es un agente de voladura
perteneciente al grupo de los hidrogeles, fabricado por la industria militar, INDUMIL, el cual tiene
aplicaciones en voladuras de roca media en calibres pequeños, medianos, interiores o exteriores,
barrenos húmedos, rocas duras o blandas, para minería subterránea y de cielo abierto.
EMULSIONES

Desde un punto de vista químico, una emulsión es un sistema bifásico en forma de una dispersión
estable de un líquido inmiscible en otro. (Instituto Tecnológico Geominero, 1994, p155).

El desarrollo de los explosivos a llevado asociado una reducción progresiva del tamaño de las partículas
pasando desde los sólidos a las soluciones salinas con sólidos y, por último a las microgotas de una
emulsión explosiva. Ver tabla 2.2.

La dificultad en la fabricación de las emulsiones se basa en que la fase aceitosa, correspondiente tan
solo al 6% en peso por limitación del balance final del oxígeno, tiene que englobar al 94% restante
correspondiente a las micro gotas.

En la tabla 2.3 se refleja la dependencia de la eficiencia de la reacción con el tamaño de las partículas,
viendo las velocidades de detonación de cada explosivo en correspondencia con un diámetro dado.

Nitrato de monometilamina
Fuente: International society of explosives engineers, ISEE
Tabla 2.2 Orden cronológico de aparición de explosivos oxidantes y sus componentes oxidantes,
combustibles y sensibilizantes

Fuente: Instituto técnico geominero de España, 1994, p.156


Tabla 2.3 Dimensiones de los oxidantes en los explosivos
Para conseguir una sensibilización adecuada de los explosivos cuando éstos no contienen
sensibilizantes químicos, sólidos o líquidos, se requiere de un procedimiento físico como el de las
burbujas de gas, que al ser comprimidas adiabáticamente producen el fenómeno de “puntos calientes”,
que favorecen la iniciación y la propagación de la detonación; los agentes gasificantes que se utilizan
están constituidos por poliestireno expandido o micro esferas de vidrio.

El nombre de emulsiones convoca productos de diferentes propiedades relacionadas con las


características de la fase continua y su efecto sobre la viscosidad y consistencia.

Según el tipo de combustible, gas-oil, parafinas, geles, etc., las características reológicas de las
emulsiones son diferentes, así como sus aplicaciones y modos de empleo. También el tipo de agente
emulsificante que se utilice para reducir la tensión superficial entre los dos líquidos inmiscibles y permitir
la formación de la emulsión, puede ayudar a evitar los problemas de coagulación en grandes gotas de la
solución de nitrato de amonio, así como el fenómeno de cristalización de las sales.

El polvo de aluminio aunque aumenta la energía desarrollada por el explosivo tiene un efecto reductor
de la velocidad de detonación. De otro lado, la sensibilidad de la emulsión disminuye conforme aumenta
la densidad, siendo necesario trabajar por encima del diámetro crítico y utilizar iniciadores potentes.

La justificación de la utilización de las emulsiones en las operaciones de arranque con explosivos se


basa en las siguientes ventajas:

Menor precio, ya que en su fabricación no se requieren geles ni féculas de alto costo.

Excelente resistencia al agua.

Posibilidad de conseguir productos con densidades entre 1,0 y 1,45g/cm3.

Elevadas velocidades de detonación; 4000 a 5000 m/s, con poco efecto del diámetro de
encartuchado.

Gran seguridad de fabricación y manipulación.

Posibilidad de mecanizar la carga y preparar mezclas con ANFO.

Sin embargo maneja también aspectos negativos o desfavorables que son derivados de sus condiciones
muy estrictas de preparación, la alterabilidad por las bajas temperaturas, la contaminación de la carga si
se usa a granel, el tiempo corto de almacenamiento y los prolongados períodos de transporte.

ANFO Pesado

El ANFO es uno de los explosivos de mayor uso en las voladuras, pero tiene poco poder, por lo que se
han hecho muchos intentos por mejorar su energía.

El ANFO pesado que es una mezcla de emulsión base con ANFO, abre una nueva expectativa en el
campo de los explosivos.
Aunque las ventajas de este explosivo dependen de los porcentajes de mezcla, las principales pueden
resumirse así:

Mayor energía.

Mejores características de sensibilidad.

Gran resistencia al agua.

Posibilidad de efectuar cargas con variación de energía a lo largo del barreno.

Figura 2.5 Estructura del ANFO pesado

Su fabricación es relativamente sencilla, ya que la matriz se puede ser preparada en una planta fija y
transportada, sin riesgo, en un camión cisterna a un depósito de almacenamiento o ser bombeada a un
camión mezclador (figura 2.6). En estos camiones puede ser preparada in-situ la mezcla de emulsión
con nitrato de amonio y gas-oil en las proporciones requeridas para el trabajo a realizar.

Figura 2.6 Camión mezclador de emulsiones explosivas

Con la aceptación del ANFO pesado en la industria, estos mismos explosivos, pero aluminizados hacen
posible pensar en una mejora de la eficiencia de las operaciones y ahorro en costes, al tratarse de
productos de una alta potencia volumétrica y con un precio relativamente bajo.

El aluminio incrementa la energía total producida, la potencia relativa en volumen, la temperatura y la


presión de detonación.

La tabla 2.4 recoge las potencias del ANFO, las emulsiones y diversos ANFOS pesados preparados a
partir del nitrato de amonio poroso de baja densidad, y distintos porcentajes de aluminio.
La reacción del aluminio durante la detonación da lugar a la formación de óxidos sólidos y productos no
gaseosos, haciendo de esta manera que el volumen de gases producido sea inferior. El calor de
formación de estos óxidos de aluminio es elevado, por consiguiente se presenta una ganancia de calor
de explosión que hace aumentar la temperatura de los gases, lo que se traduce en una reducción de
volumen de los mismos, permitiéndoles, al estar más calientes, desarrollar un mayor trabajo.

La adición de aluminio facilita el desarrollo de una mayor cantidad de trabajo para una misma cantidad
de explosivo pudiéndose de ésta manera aumentar la piedra y el espaciamiento de los esquemas,
mientras se mejora la fragmentación de la roca.

Fuente: Instituto de fabricantes de explosivos. EUA


Tabla 2.4 Potencias de algunos explosivos a base de nitrato de amonio
DINAMITAS

Las dinamitas son compuestos de nitroglicerina estabilizada con un elemento sensibilizador y aditivos
como nitratos portadores de oxígeno. Las dinamitas alto contenido de nitroglicerina y aditivos tienen
mayor poder rompedor. Las dinamitas con menos contenido de nitroglicerina y mayor cantidad de
nitratos tienen mayor cantidad de gases, por lo que su poder es de empuje. Así por su contenido de
nitroglicerina se dividen en: gelatinosas y pulverulentas.

La dinamita se empaca en cartuchos, los cuales los hay en diversos diámetros y longitudes. Los
diámetros más comunes son de 4 y 6 pulgadas y las longitudes más utilizadas varían de 8 a 36
pulgadas.

Los cartuchos, en los que se empaca la dinamita son a su vez las protecciones de ésta contra la
humedad, para que así la dinamita se mantenga lo más inalterada posible. El papel que se utiliza en la
gran mayoría de los casos es papel de manila parafinado; el proceso de parafinar el papel produce una
gran cantidad de gases tóxicos, principalmente el monóxido de carbono, pero proporciona una mayor
resistencia a la humedad que el papel manila sin parafinar.

En muchas ocasiones es necesario utilizar el cartucho de dinamita perforado; es el caso de establecer


una elevada densidad de carga en las voladuras. Con los cartuchos perforados se mejora la seguridad
del proceso de voladura, ya que se elimina el explosivo que queda expuesto a la pared del barreno,
además disminuye el contacto directo del usuario con el explosivo.

Dinamitas Gelatinosas

El origen de este tipo de explosivo, hacia 1875 por Afred Nobel, se dio con la disolución de nitroglicerina
en nitrocelulosa que a su vez permitía su retención, obteniéndose un producto de consistencia plástica
de fácil uso y manipulación. Estas sustancias son gelatinas explosivas que inicialmente tenían un 92%
de nitroglicerina y 8% de nitrocelulosa. Las proporciones de nitroglicerina y nitrocelulosa en las gelatinas
explosivas que hoy en día oscila entre el 30 y 35%, correspondiéndole el resto a los oxidantes como el
nitrato de amonio, a los combustibles y a otros productos que sirven para manejar la higroscopicidad de
los nitratos. Aún de la baja cantidad de nitroglicerina, las potencias resultantes no se vieron mayormente
afectadas pudiéndose lograr hasta un 80% de gelatina pura.

Las principales ventajas de estos explosivos son las siguientes (Instituto Técnico geominero de España,
1994, p.160):

Potencias elevadas.

Altas densidades, desde 1.2 hasta 1.5g/cm3

Elevadas velocidades de detonación, entre 5000 y 6000 m/s

Gran resistencia el agua y estabilidad química.

Presentan igualmente algunos inconvenientes como son:

Riesgo de accidente en la fabricación y transporte.


Sensibles a estímulos subsónicos y por consiguiente elevado peligro si la maquinaria golpea o
impacta con restos de explosivo.

Produce dolores de cabeza por su contenido de nitroglicerina, sustancia que dilata los vasos
sanguíneos.

Reducida flexibilidad para la utilización en condiciones ambientales extremas.

Elevados costos de fabricación.

Dinamitas Pulverulentas

Se identifican así a las mezclas explosivas sensibilizadas, en menos del 15% con nitroglicerina, que
presentan una consistencia granular o pulverulenta.

Estos explosivos se dividen en dos clases o tipos: los de base inerte, actualmente en desuso, y los de
base activa; Los primeros se componían de nitroglicerina y kieselghur o tierra de infusorios calcinada;
Los de base activa, se fabrican en su mayoría sustituyendo las sustancia inertes por una mezcla de
oxidantes y combustibles que aportan una potencia adicional.

El primer oxidante utilizado fue el nitrato de sodio el cual posteriormente fue reemplazado por el nitrato
de amonio de mayor eficiencia energética. Estos demandan de la presencia de aditivos adicionales para
reducir la higroscopicidad del nitrato de amonio. En otros explosivos pulverulentos parte de la
nitroglicerina es reemplazada por TNT.

Sus principales características son:

Potencias inferiores a las de los explosivos gelatinosos.

Velocidades de detonación entre 3000 y 4500 m/s.

Densidades entre 0.9 y 1.2 g/cm.

Poca resistencia al agua.

Las dinamitas pueden clasificarse de otra manera en: comerciales, amoniacales y gelatinas.

Dinamitas comerciales

Son también conocidas con el nombre de dinamitas regulares. Se componen básicamente de


nitroglicerina, como principal explosivo, aunque poseen también por nitrato de sodio, antiácido
combustible carbonoso y azufre.

Las dinamitas comerciales de alta potencia son caracterizadas por una gran velocidad de detonación; en
consecuencia posee una gran capacidad fragmentadora. Su resistencia a la humedad depende del
porcentaje de nitroglicerina que contenga. El porcentaje de peso de una dinamita se refiere al porcentaje
de peso que tenga la nitroglicerina dentro de su composición química. Las más usuales son las de 50%
y 60% de potencia.
Por su gran producción de gases tóxicos no es recomendable usarla en lugares cerrados o en sitios
subterráneos. De igual manera, éste explosivo cuenta con gran sensibilidad al choque y a la fricción y su
alta inflamabilidad, por lo que su manejo se hace difícil y peligroso, razón por la cual en la actualidad su
uso y fabricación está descontinuado en Colombia.

Dinamitas amoniacales

Las dinamitas amoniacales son esencialmente similares a las dinamitas comerciales, excepto que su
porcentaje de nitroglicerina y de nitrato de sodio son reemplazados por el nitrato de amonio.

Las dinamitas amoniacales poseen una velocidad de detonación más baja que las dinamitas
comerciales; de igual manera son menos resistentes a la humedad, menos sensibles al choque y a la
fricción, menos inflamables y más económicas que las dinamitas comerciales.

Por su baja acción de fragmentación son las ideales para voladuras donde el material es de dureza
mediana y por su nula producción de gases tóxicos, principal diferencia con las dinamitas comerciales,
es adecuada para voladuras subterráneas".

Dinamitas gelatinas

Relacionadas anteriormente, son explosivos plásticos formados por algodón azótico y nitroglicerina,
caracterizados por el hecho de no dejar residuos sólidos después de la detonación.

La nitroglicerina gelatinosa presenta una amplia gama de consistencias: desde un líquido viscoso y
espeso hasta una sustancia maciza.

Las dinamitas, son altamente densas, plásticas, cohesivas y resistentes al agua. Por su alto grado de
plasticidad es posible obtener una máxima densidad de carga. Debido a la alta velocidad de detonación
que se obtiene cuando están confinadas, es posible utilizarlas para casos en donde se requiere una gran
capacidad fragmentadora.
EXPLOSIVOS DE SEGURIDAD

También conocidos como permisibles, son aquellos que son preparados especialmente para uso en
minas de carbón con ambientes inflamables de polvo y grisú. Su característica principal es la baja
temperatura de explosión.

Estos explosivos se clasifican en dos grupos: el primero su composición contiene un aditivo que actúa
como inhibidor de la explosión, utilizándose generalmente el cloruro de sodio, que según su
granulometría, porcentaje en la mezcla, etc, aumenta con mayor o menor intensidad el grado de
seguridad frente a una atmósfera inflamable.

El segundo grupo, más actual, denominado de seguridad reforzada o de intercambio iónico, consiguen
bajar la temperatura de explosión mediante el uso de aditivos que al reaccionar en el momento de la
detonación forman al inhibidor en ese mismo instante. Suelen estar constituidos por un pequeño
porcentaje de nitroglicerina, un combustible, y el par salino nitrato sódico-cloruro amónico.

Para que un explosivo sea permisible debe cumplir con algunas características como: velocidad máxima
de 2200m/s, potencial energético máximo de 600 Kcal/Kg, volumen de gases mínimo de 600 l/Kg,
temperatura de detonación máxima 1500ºC, volumen de gases tóxicos mínimos, llama corta, de poca
duración y baja temperatura. Estas exigencias corresponden al grado de peligrosidad de cada mina en
particular.
PÓLVORAS

Actualmente la pólvora de uso minero se compone de: Nitrato de potasio 75%; Azufre 10%; Carbón
15%. Su presentación es siempre granulada y grafitada, con dimensiones entre 0.1 mm y 4mm de
diámetro. Instituto Técnico Geominero de España, 1994, p.160. La velocidad de combustión depende
de la densidad de la pólvora y las condiciones de confinamiento siendo la máxima 2000m/s lo que la
hace un explosivo deflagrante.

Hoy en día, su utilización es bastante reducida extendiéndose básicamente a la extracción de bloques


de roca ornamental y al arranque de materiales elastoplásticos como los yesos, que rompen mejor con
el efecto continuado de los gases que por una tensión puntual instantánea. Se procura simplemente el
gran empuje de los gases más que el efecto rompedor que es bajo.

Pólvora Negra Lenta

La pólvora negra es el explosivo más lento de todos los explosivos existentes. Tiene dos efectos cuando
es quemada: el empuje y el corte.

Actualmente la producción de pólvora negra se utiliza principalmente en la fabricación de mecha de


seguridad y en dispositivos militares en los que la llama caliente de la pólvora negra se emplea para
encender otras sustancias como el combustible por ejemplo.

La velocidad de quemado de las pólvoras puede regularse para mechas y otros dispositivos. Se emplea
igualmente para la producción juegos pirotécnicos y para armas deportivas.

Se enciende con una temperatura próxima a los 300°C. Cuando explota la producción de monóxido de
carbono, altamente tóxico, es bastante alta por lo cual se recomienda la adecuada ventilación en lugares
cerrados.

Pólvora Negra Rápida

Compuesta por nitrato, encargado de suministrar el oxígeno, azufre y carbón vegetal, encargados de
hacer la combustión del explosivo. Explota por la acción de una mecha de seguridad a razón de 400m/s.
Si la iniciación se hace por medio de una mecha detonante, la velocidad de detonación de la pólvora
negra puede elevarse hasta 3000m/s.

Es utilizada principalmente como corazón de la mecha de seguridad; se prepara para este fin en un
polvo muy fino con una composición del 78% de nitrato de potasio, 12% de azufre y 10% de carbón
vegetal.

La presencia de agua dentro de su composición perjudica notablemente las propiedades del explosivo;
su máxima condición de humedad es del 10% sin deteriorarse.

Dentro de la clasificación de las pólvoras negras rápidas se encuentran las pirotécnicas, las cuales
contienen principalmente nitrato de potasio, azufre y carbón. Por acción del tipo de nitrato de potasio que
se utilice, la velocidad puede ser más alta. De la misma manera la velocidad de detonación es mayor en
cuanto más fina se la granulación del explosivo.
Pólvora Negra para Voladuras

Es un tipo especial de pólvora, que se consigue colocando la pólvora en su etapa final de acabado en
contacto con pequeñas cantidades de grafito en polvo. Este proceso se conoce con el nombre de
vidriado, proceso que no mejora sus características explosivas pero si su resistencia al agua.

Sus principales usos están en la mecha de seguridad, obtención de material para la construcción, juegos
artificiales y en operaciones de descapote. Su presentación como explosivo es de composición granular
empacado a granel.

Pólvora Negra de Grano Grueso

La pólvora negra de grano grueso no es más que pólvora negra lenta prensada en granos cilíndricos,
con un orificio central para permitir el paso de la mecha de encendido eléctrico.

Este tipo de explosivo es encartuchado, lo que proporciona un fácil manejo y una mayor eficiencia en
cargas pequeñas dentro de barrenos.

Pólvoras Sin Humo

El componente principal de este tipo de explosivo es la piroxilina, que por su composición química es
nitrocelulosa. La piroxilina seca, se quema con mucha facilidad con una chispa.

Generalmente se agregan a la composición de pólvoras pequeñas cantidades de otras sustancias que


les proporcionan a las pólvoras propiedades específicas; Por ejemplo se les adiciona difenilamina para
aumentar la estabilidad química y conservar la constancia de su composición; Urea y otras sustancia
para unir los óxidos de nitrógeno y así otras sustancia que no reaccionan con las partes componentes de
la pólvora que son llamadas estabilizadoras.

La pólvora sin humo es dieléctrica, por esta razón se electriza por la fricción entre sus elementos. Esta
propiedad se reduce al aumentar la humedad del aire.
OTROS EXPLOSIVOS

A continuación se expondrán algunas características de sustancias explosivas de de gran importancia


dentro del estudio de las explosivos.

Explosivos de Dos Componentes

Los explosivos de dos componentes, también llamados explosivos binarios, son como su nombre lo
indica el resultado de la combinación de dos sustancia que individualmente son no explosivas.

El explosivo binario más común es la mezcla de nitrato de amonio pulverizado y nitrometano. Los dos
componentes se suelen transportar al área de trabajo en recipientes separados y a continuación el
combustible líquido es vertido en el recipiente del nitrato de amonio. Después de un tiempo de espera
predeterminado, la mezcla se vuelve sensible al detonador y está lista para su uso.

Los explosivos binarios se usan cuando se requieren pequeñas cantidades de explosivo, como por
ejemplo algunas obras de cimentación, nivelaciones, zanjas de cables, etc. Cuando los consumos son
elevados, el mayor precio y el inconveniente de tener que preparar las mezclas en el lugar de trabajo les
hacen poco atractivos frente a los explosivos convencionales.

Trinitrotolueno C6H2 CH3 (NO2)3

El trinitrotolueno es el producto de la nitración del tolueno; su temperatura de ignición está entre los 270
ºC a 300 ºC. El trinitrotolueno es también conocido como TNT; en condiciones normales se presenta en
estado sólido, incoloro o amarillo pálido e inodoro se; constituye en uno de los altos explosivos militares
menos sensibles. Es muy estable en cualquier clima y en un sitio de almacenamiento cerrado.

El TNT se empaca en bloques de 1/4, 1/2 o 1 libra. Generalmente viene en envases de cartón verde
aceituna con extremos de metal, para permitir el empalme con alguna cápsula detonante. El TNT se usa
principalmente para operaciones en donde no hay que romper ni cortar. Para la detonación del TNT se
pueden utilizar cápsulas detonantes militares, eléctricas o ineléctricas y cordón detonante de
pentaeritritoltranitrato, o cualquiera de los dispositivos de disparo que contenga una cápsula detonante.

Tetril

El tetril es un polvo de color amarillo claro; no se disuelve en agua pero sí lo hace en el benzol, en la
cetona, en el éter y en el alcohol caliente. Recalentado por encima de su temperatura de fusión el tetril
comienza a evaporarse y puede llegar a quemarse tranquilamente en llamas.

La sensibilidad del tetril al impacto o a la fricción es muy baja; no detona al golpe de una bala pero sí lo
hace por acción de una cápsula detonadora cuando está en polvo o cuando se encuentra prensado.

El tetril es en gran medida seguro en su manejo y no es higroscópico, se puede usar exitosamente en


demoliciones bajo el agua; aumentando su densidad aumenta también su capacidad de demolición.
Nitroglicerina C3H5(NO3)3

En sus orígenes, hacia 1846 en que fue descubierta por Ascanio Sobrero, era utilizada en barrenos en
los que se vertía, para luego ser iniciada mediante pólvora negra.

La nitroglicerina se obtiene por acción del ácido nítrico y la glicerina. Es un líquido viscoso, transparente,
que actúa peligrosamente en el sistema nervioso humano, produciendo mareos y dolores de cabeza.

Las propiedades volátiles de la nitroglicerina se manifiestan a partir de los 50°C. La elevación de la


temperatura ocasiona el aumento considerable de su volatilidad. La temperatura de encendido de la
nitroglicerina está entre 180 °C y 200°C.

La susceptibilidad a la fricción o al choque es muy alta, de ahí su peligrosidad en cuanto al manejo y


operación. Se enciende rápidamente con mecha de quema, e incluso al descubierto su encendido se
convierte en detonación.

La nitroglicerina es un disolvente del algodón de colodión y de otras nitrocelulosas. Esta propiedad de


disolver nitrocelulosas se utiliza en la obtención de las dinamitas gelatinosas.

Pentrita

La pentrita es un explosivo en forma de polvo cristalino y se obtiene como resultado de la nitración del
alcohol pentaeritrita. La pentrita según su sensibilidad a los estímulos mecánicos y de calor se
encuentra en una misma serie con las sustancias explosivas más sensibles; para reducir su sensibilidad
es necesario agregarle parafina o cericina.

Es el explosivo principalmente usado en el cordón detonante; su potencia casi iguala a la de la


nitroglicerina, y su velocidad de detonación se aproxima a 7000m/s. La pentrita, como se dijo antes es
usada en el cordón detonante, pudiéndose éste iniciar con mecha eléctrica o ineléctrica.

Fulminato de mercurio (Hg(ONC)2)

Este elemento es una sal, que se constituye en una de las sustancias explosivas iniciadoras más fuertes
y de mayor aplicación práctica, aunque no como explosivo propiamente dicho sino como un iniciador.

Se obtiene como resultado de la acción del alcohol etílico sobre mercurio metálico disuelto en ácido
nítrico.

El fulminato de mercurio seco es peligroso de manipular, detona sin falla a la acción del golpe más
insignificante, por fricción y por recalentamiento a los 160°C. Por esta característica es utilizado como
iniciador en los casquillos para munición, en donde ante la acción punzante de un percutor se induce su
detonación causando a su vez la deflagración de la pólvora o el explosivo que se tenga como propulsor

Con el aprovechamiento de esta propiedad se comenzó el desarrollo y evolución de las armas de


percusión, iniciando con el invento de Alexander John Foryth (1768-1843) y su famoso “frasquito de
perfume” Figura 2.7 y 2.8. Después de varias mejoras se encerraría una pastilla de fulminato en una
pequeña cápsula de cobre delgado hasta evolucionar en los casquillos actuales o en los mismos
fulminantes

La detonación del fulminato de mercurio origina un golpe fuerte y brusco en un pequeño radio de acción.
La humedad del medio ambiente reduce considerablemente su sensibilidad a los estímulos mecánicos y
de calor y en consecuencia reduce su capacidad de detonación.
La capacidad iniciadora del fulminato de mercurio se reduce ostensiblemente a bajas temperaturas; por
esta razón no es recomendable usar cápsulas iniciadoras que contengan fulminato de mercurio, cuando
se estén realizando trabajos explosivos a base de oxígeno líquido.

1-Aguja; 2-Receptáculo para la dosis de fulminato; 3-Tornillos de frenado de la rotación;


4-conducto de unión; 5-Depósito de fulminato; 6-Resorte de reenvió para la aguja;
7-Fogón; 8-Tapa del depósito del fulminato

Figura 2.7 Llave de Forsyth

Figura 2.8 Sistema de percusión Forsyth


CRITERIOS DE SELECCIÓN DE EXPLOSIVOS

Después de conocer las características básicas de algunos explosivos, es importante conocer,


adicionalmente, otros factores de suma importancia en la selección del explosivo adecuado para cada
voladura especifica; Esto con el ánimo de lograr los resultados óptimos de la voladura con el
aprovechamiento máximo el explosivo seleccionado.

Característica de la Roca

Es obvio que el primer factor a tener en cuenta en una voladura es precisamente el tipo de roca que se
pretende fracturar o mover; de ésta es importante tener en cuenta su naturaleza y sus propiedades
geomecánicas.

Podría sin embargo limitarse un poco más este concepto refiriéndolo a características de roca más
específicas como a continuación se menciona:

Rocas masivas resistentes

Se requiere de un explosivo que, basándose en su energía de tensión, logre crear un mayor número de
superficies nuevas en la formación, la cual originalmente presenta pocas fisuras y planos de debilidad.

De esta forma serían ideales los explosivos con una elevada densidad y velocidad de detonación como
los hidrogeles, emulsiones y explosivos gelatinosos.

R ocas muy fisuradas

Para éste caso los explosivos con alta energía de tensión tienen muy poca influencia sobre la
fragmentación final, pues cuando se empiezan a desarrollar las grietas radiales éstas se interrumpen
rápidamente al interceptarse con las fracturas preexistentes; Por esto es conveniente el uso de
explosivos con una alta energía de los gases, como es el caso del ANFO.

Rocas conformadas en bloques

En los macizos con un espaciamiento grande entre discontinuidades que conforman bloques
voluminosos in-situ y en los terrenos donde existen grandes bolos dentro de matrices plásticas, la
fragmentación está determinada fundamentalmente por la geometría de la voladura y en menor grado
por las propiedades del explosivo. En este caso se aconsejan explosivos con una relación entre energía
de tensión y energía de gases equilibrada como puede ser el ALANFO y el ANFO pesado.

Rocas porosas

En este tipo de roca se produce una gran amortiguación y absorción de la energía de tensión, por tanto
es la energía de gases la que prácticamente realiza todo el trabajo de rotura. Por esto se deben
seleccionar explosivos de baja densidad y velocidad de detonación como por ejemplo el ANFO; sin
embargo es conveniente observar las siguientes sugerencias con el ánimo de retener los gases dentro
de los barrenos el mayor tiempo posible (Instituto Tecnológico Geominero de España, 1994, p167):

Controlar la longitud y material de retacado.


Dimensionar la piedra correctamente.

Cebar en fondo.

Reducir la presión de barreno, mediante el desacoplamiento de las cargas o la adición de


materiales inertes.

Diámetro del Barreno

Este parámetro es determinante a la hora de escoger el explosivo adecuado, debido a que para
determinado diámetro, algún explosivo es más eficiente que otro. Por esto es conveniente tomar las
siguientes precauciones (Instituto Tecnológico Geominero de España, 1994, p166):

Con barrenos de diámetro inferior a 50 mm es preferible, a pesar de un mayor costo, emplear


hidrogeles o dinamitas encartuchadas.

Diámetros entre 50 y 100 mm el ANFO es adecuado en las voladuras en banco como carga de
columna y en las voladuras de interior aumentando la densidad hasta un 20% con cargadoras
neumáticas y cebándolo de forma efectiva.

Cuando se usan hidrogeles, tanto a cielo abierto como en interior, éstos son generalmente
encartuchados y sensibles al detonador.

Por encima de los 100mm no existen problemas con el ANFO, aunque en rocas duras es preferible
diseñar las columnas en forma selectiva y con un buen sistema de iniciación.

En los calibres grandes con las diferentes mezclas explosivas a granel (ANFO, hidrogeles,
emulsiones y ANFO pesado) es muy económico realizar la carga con medios mecánicos.

Los explosivos gelatinosos y pulverulentos encartuchados se continúan usando en diámetros


pequeños sin embargo, en calibres de tipo medio están siendo reemplazados por hidrogeles y
emulsiones encartuchadas.

Otros Factores

Existen adicionalmente otros criterios que se deben tener en cuenta en la escogencia del tipo de
explosivo a utilizar como son:

Toxicidad de los gases de explosión

Los hidrogeles sensibles al detonador dan generalmente gases con buenas características, mientras que
con los hidrogeles a granel hay que tomar ciertas precauciones, lo mismo que con el ANFO que produce
una elevada concentración de gases nitrosos. Los explosivos gelatinosos son generalmente buenos,
pero no así las dinamitas con alto contenido de nitrato de amonio.
Naturaleza de la atmósfera

En la ejecución excavaciones mediante voladuras, en obras, con atmósferas de elevado riesgo de


explosión por la presencia de partículas de polvo o niveles grisú, deben utilizarse explosivos de
seguridad. En los casos de duda, es preciso llevar a cabo un estudio determinativo del nesgo.

Humedad en los barrenos

La presencia de agua al interior de los barrenos, es un factor muy restrictivo en la selección de los tipos
de explosivo que se quieren usar.

El caudal que fluye a los barrenos así como, la rapidez con que esto se produce, deben a su vez ser
condicionantes de los tipos de explosivo a usar. Los explosivos gelatinosos, los hidrogeles y las
emulsiones normales tienen muy buena resistencia al agua. Por el contrario los explosivos pulverulentos
con nitroglicerina tienen un mal comportamiento con éste elemento.

Fragmentación requerida

El tamaño de los fragmentos que se pretenden lograr con la voladura condicionan igualmente la
selección del explosivo; si se pretende logra una granulometría de tamaños pequeños se debe buscar
un explosivo rompedor.

Volumen de Roca a Volar

Los volúmenes de roca que se quieren volar, así como, la rapidez y rendimiento que se le quiere dar a la
voladura determinan los consumos de explosivo requeridos; en voladuras de gran tamaño se aconsejará
el empleo de explosivos a granel para facilitar su carga mecánica muchas veces con el mismo medio de
transporte, lo que a su vez permite el aprovechamiento del volumen de roca perforada.

Condiciones atmosféricas

Las temperaturas, básicamente las extremas, son factor también a tener en cuenta en la selección del
explosivo; si consideramos temperaturas bajas se debe tener en cuenta que los explosivos que
contienen nitroglicerina tienden a congelarse por debajo de los 8°C, para lo que se deben emplear
sustancias como el nitroglicol que hacen que el punto de congelamiento descienda hasta los -20°C.

Las altas temperaturas también generan sus propios inconvenientes, los cuales principalmente tienen
relación con la peligrosidad del explosivo en su manejo a causa de la exudación.

Sin embargo estos peligros han ido desapareciendo con el invento y evolución de los hidrogeles, aunque
con el frío los encartuchados se hacen más insensibles, requiriendo una mayor energía de iniciación.

El ANFO es otro explosivo que tampoco es afectado por las bajas temperaturas si es cebado
eficientemente; hay que, sin embargo, controlar la perdida de combustible líquido por evaporación.

Condiciones de Seguridad

Uno de los aspectos más difíciles de lograr en los explosivos es el equilibrio entre seguridad y
sensibilidad. Los explosivos gelatinosos tienen una alta sensibilidad, pero tiene el riesgo que si por algún
caso fortuito, (descabezamiento de barrenos, rotura de cordón detonante, etc.), llegase a quedar restos
de explosivo en el material de voladura y es necesario el empleo de maquinaria en su remoción o
recogida, puede producirse una detonación.

Este inconveniente se ha minimizado con el empleo de los hidrogeles y emulsiones que son insensibles
a los golpes, fricciones y estímulos subsónicos con un grado de sensibilidad adecuada para su
iniciación.

Problemas de entorno

En el uso de explosivos se debe vigilar con especial atención la afectación que se haga al medio
ambiente con el empleo de los mismos; la afectación al medio próximo se da principalmente a través de
las vibraciones y la onda aérea.

Desde el punto de vista del explosivo, los que contienen una elevada energía de tensión son los que dan
lugar a un nivel mayor de vibraciones; por consiguiente, de ser posible es preferible usar un ANFO a un
hidrogel.

El seccionado y secuenciado de cargas se puede realizar también con explosivos a granel y


encartuchados aplicando diferentes técnicas de iniciación.

Aspecto económico

La selección del explosivo debe tener en cuenta y procurar la economía del conjunto de las actividades
involucradas: perforación, voladura, carga y transporte o disposición final del material arrancado, útil o
sobrante. El costo de la voladura es la suma de los costos de cada una de las actividades
complementarias por tanto se debe buscar es la sumatoria mínima del conjunto de actividades.

El pretender el ahorro excesivo en una de las actividades puede redundar en el incremento excesivo en
otra actividad haciendo el proceso total más costoso que de otra manera.
PRODUCTOS INDUMIL

De acuerdo con la ley colombiana, la industria militar, INDUMIL, es la única entidad autorizada para
producir y comercializar materiales explosivos en Colombia. En consecuencia INDUMIL, son su fabrica
de explosivos “Antonio Ricaurte”, se encarga e la fabricación del 100% de los explosivos utilizados
legalmente en Colombia, posee unas instalaciones que acorde con las necesidades evolutivas, en los
sectores minero, de construcción e ingeniería principalmente y otras que requieran de los explosivos, se
ha ido adecuando y creciendo con el ánimo de dar soporte a los requerimientos que el país y su
industria demandan; es así como en la actualidad tiene una cobertura a nivel nacional, con plantas
satélites e in situ para algunos tipos de explosivos.

Explosivos Comerciales Sensibles al Detonador No.8

Estos explosivos comprenden la gama de productos fabricados por INDUMIL y que se inician con el
detonador No.8.

Dinamita semigel

Dinamita de consistencia pulverulenta, producida en potencia media de 60%.

Usos:

Explotación minera en rocas de dureza media como canteras, calizas, industria del cemento.

No se recomienda su uso en barrenos con agua.

Características:

Limitada resistencia a la humedad, por lo que el papel de envoltura es parafinado interna y


externamente.

Gran capacidad de levantamiento, aún bajo tierra donde exista buena ventilación.

Encartuchadas en varias dimensiones empacadas en cajas de cartón de 22.7 Kg de peso neto y


24.2 Kg de peso bruto.

Especificaciones técnicas:

Potencia relativa: 60%

Densidad: 1.20 g/cm3

Velocidad de detonación: 4000 m/s

Transmisión a la detonación: 120 mm

Categoría de humos: 2
Capacidad de trabajo TRAUZL: 380 cm3

Indugel plus AP

Explosivo tipo hidrogel aluminizado, con sustancias gelificantes que evitan la segregación de los
ingredientes oxidantes y combustibles sensibilizados en la mezcla, empleado en minería y obras civiles
en pequeños diámetros.

Usos:

Voladuras en ausencia de gas grisú y polvo de carbón.

Para la explotación de minerales como el oro, esmeraldas, sal, caliza, u obras de construcción.

Voladuras subterráneas con adecuada ventilación.

Explotación de roca semidura a dura.

Se emplea como carga de columna con detonador No.8 como iniciador.

En demoliciones de edificios e infraestructuras civiles.

Características:

Elevada seguridad en su manejo debido a su baja sensibilidad al roce y al impacto.

Excelente resistencia al agua.

Explosivo denso, fácilmente sumergible en agua y con alta energía específica.

Humos clase 1.

No produce dolores de cabeza durante su almacenamiento y empleo.

Cartuchos con numeración codificada visible e invisible.

Encartuchado en tubos de polietileno grapados en sus extremos y embalados en cajas de cartón


con 25 Kg de peso neto y 26.2 Kg de peso bruto.

Especificaciones técnicas:

Densidad: 1.20 g/cm3

Velocidad de detonación: 4200 m/s sin confinar


Potencia absoluta en volumen, ABS: 1085 cal/cm3

Potencia absoluta en peso AWS: 904 cal/g

Potencia relativa en volumen RBS: 143; ANFO = 100

Sismigel plus

Explosivo tipo hidrogel, con sustancias gelificantes que evitan la segregación de ingredientes oxidantes y
combustibles en la mezcla, con velocidad de detonación alta para la prospección sísmica.

Usos:

Usado básicamente en al exploración petrolera.

Características:

Elevada seguridad en su manejo debido a su baja sensibilidad al roce y al impacto.

Excelente resistencia al agua.

Explosivo denso, fácilmente sumergible en agua y con alta energía específica.

No produce dolores de cabeza durante su almacenamiento y empleo.

Sensible al detonador sismográfico No.8.

Unidades con numeración codificada visible y rótulo interno.

Su presentación se hace en unidades de 150g y 450 g de peso unitario, en envase plástico,


roscable para acople de columna y empacadas en cajas de cartón.

Según necesidades del mercado se produce en unidades de peso unitario diferente desde 900 g a
2700 g y su zunchan por 10 unidades.

Especificaciones técnicas:

Densidad: 1.20 g/cm3

Velocidad de detonación: 4200 m/s sin confinar

Potencia absoluta en volumen, ABS: 1085 cal/cm3

Potencia absoluta en peso AWS: 904 cal/g

Potencia relativa en volumen RBS: 143; ANFO = 100


Resistencia a la presión hidrostática a 2 Kgf/cm2 por 24 h: Positiva

Explosivos No Sensibles al Detonador No.8

Son los agentes de voladura que no son sensibles al detonador No.8, y necesitan de otro iniciador para
detonar.

Indugel AV 800

Agente de voladura tipo hidrogel, con sustancias gelificantes que evitan la segregación de los
ingredientes oxidantes en la mezcla.

Usos:

Minería, en trabajos a cielo abierto en presencia de agua en diámetros de barreno igual o mayor a
89 mm (3.5 pulgadas).

Explotación de rocas blandas o semiduras.

Se emplea como carga de columna con multiplicador como iniciador.

Características:

Elevada seguridad en su manejo debido a su baja sensibilidad al roce y al impacto.

Excelente resistencia al agua.

Explosivo denso, fácilmente sumergible en agua y con alta energía específica.

Humos clase 1

No produce dolores de cabeza durante su almacenamiento y empleo.

No sensible al detonador No.8.

Cartuchos con numeración codificada visible.

Encartuchados en tubos de polietileno grapados en sus extremos y embalados en cajas de cartón


con 25 Kg de peso neto y 26.2 kg de peso bruto.
Especificaciones técnicas:

Densidad: 1.20 g/cm3

Velocidad de detonación: 4000 m/s sin confinar, con multiplicador de pentolita de 337.5 g

Potencia absoluta en volumen, ABS: 1080 cal/cm3

Potencia absoluta en peso AWS: 900 cal/g

Potencia relativa en volumen RBS: 143; ANFO = 100

ANFO

Agente de voladura a base de nitrato de amonio y otros componentes para mejorar sus propiedades
explosivas, muy sensible a la humedad.

Usos:

En voladuras a cielo abierto con barrenos sin presencia de agua.

Explotación de calizas en mediana minería, canteras y obras de construcción.

Explotación de roca blanda o semidura usando iniciador multiplicador de fondo.

Características:

Muy segura en su uso y manejo.

Ninguna resistencia al agua.

Insensible al choque y la fricción.

No produce dolores de cabeza durante su almacenamiento y empleo.

No sensible al detonador No.8.

Se recomienda su empleo en diámetros superiores a 50 mm.

Empacado en bolsas con 25 Kg de peso neto.


Especificaciones técnicas:

Densidad: 0.85 g/cm3

Velocidad de detonación: 3000 m/s en tubo pvc 4”, con multiplicador de pentolita de 337.5
g

Potencia absoluta en volumen, ABS: 757 cal/cm3

Potencia absoluta en peso AWS: 890 cal/g

Potencia relativa en volumen RBS: 100; ANFO = 100

Emulsiones

Son agentes de voladura con una fase dispersa constituida por una solución acuosa de sales oxidantes
y la fase continua compuesta por hidrocarburos.

Usos:

En voladuras a cielo abierto en forma bombeada en explotaciones de gran minería con diámetros
de perforación mínimo de 100 mm.

Explotación de roca, usando iniciador multiplicador de fondo.

Características:

Muy segura en su uso y manejo.

Excelente resistencia al agua.

Alta seguridad frente a estímulos de impacto, fricción y calor.

No sensible al detonador No.8.

Se recomienda su empleo en diámetros superiores a 100 mm.

Cargada a granel mecanizada o por bombeo.

Bajo nivel de humos residuales de voladura.

Sensibilizada en el momento del cargue químicamente o mecánicamente con microbalones.


Especificaciones técnicas:

Densidad sensibilizada: 1.25 g/cm3

Velocidad de detonación: 5250 m/s

Potencia absoluta en volumen, ABS: 870cal/cm3

Potencia absoluta en peso AWS: 690 cal/g

Potencia relativa en volumen RBS: 118; ANFO = 100

Presión de detonación: 85 kilobar

Accesorios de Voladura

Los accesorios de voladura fabricados por INDUMIL, para complementar los trabajos con explosivos
son: mecha de seguridad, cordón detonante y pentofex.

Mecha de seguridad

Es un cordón de núcleo de pólvora negra rodeado de papel, varias capas de hiloalgodón, brea y cloruro
de polivinilo (PVC) que garantiza su impermeabilidad, flexibilidad y resistencia a la abrasión.

Usos:

Usado como transportador de llama y como iniciador de detonadores comunes No.6 y No.8 en
cápsulas de cobre y alumnio.

Transmisor de energía calórica hasta el detonador sensible a la misma, el cual explota y se encarga
de iniciar los explosivos sensibles que están en contacto con éste.

Características:

Debe manipularse con el cuidado que requiere un elemento combustible y explosivo sensible a la
fricción, a la chispa y el fuego.

Muy buena resistencia al agua siempre y cuando no se haya maltratado su capa impermeable.

Aceptable resistencia a la tracción, abrasión y esfuerzos mecánicos.

Unidades con numeración codificada visible y rótulo interno.

Su presentación se hace en bobinas de 250 m, embaladas en cartón.


Especificaciones técnicas:

Densidad de carga: 5.0 g/m

Velocidad de combustión: 130 s/m

Alcance de llama:: 40 mm mínimo

Resistencia a la humedad Excelente

Cordón detonante

Es un cordón conformado por un núcleo de alto explosivo: pentrita (PETN), recubierto por una serie de
fibras sintéticas y revestido exterior en plástico de cloruro de polivinilo (PVC) de color que forman un
conjunto flexible, resistente a la tracción, humedad y abrasión.

Usos:

Usado como transmisor de una onda detonante desde un punto a otro, o de una carga explosiva a
otra.

Iniciador de barrenos.

Trabajos de corte y voladuras especiales.

Línea principal, puede iniciar líneas adicionales conectadas con nudo hasta formar una red,
haciendo detonar los barrenos en forma simultánea.

Características:

Debe manipularse con el cuidado que requiere un explosivo en su manejo, transporte y


almacenamiento.

Muy buena resistencia al agua siempre y cuando no se haya maltratado su capa impermeable.

Buena resistencia a la tracción y esfuerzos mecánicos.

Unidades con numeración codificada visible y rótulo interno.

Su presentación se hace en bobinas de 250 m, embaladas en cartón.

Especificaciones técnicas:

Densidad de carga: 3.6 y 12 g/m

Velocidad de detonación: 7000 m/s

Resistencia a la tracción:: 70 Kg-f máximo


Sensibilidad al detonador No. 8: Positiva

Impermeabilidad a la presión hidrostática 3 kg/cm2 por 24h: Excelente

Pentofex

Multiplicador iniciador de fondo de barreno de los agentes de voladura, conformado por mezcla de
potentes explosivos, con alta presión y velocidad de detonación.

Usos:

Iniciador de columna de explosivos de baja sensibilidad (ANFO, emulsiones, AV800) en voladuras a


cielo abierto.

Multiplicador para explosivos de columna, agentes de voladura para que alcancen su máxima
velocidad de detonación y desarrollen toda su potencia.

Características:

Pese a su buena seguridad en el manejo, debido a su relativa baja sensibilidad al roce, fuego y al
impacto, se deben seguir todas las normas de seguridad establecidas para los altos explosivos.

Excelente resistencia al agua.

Gran presión de detonación y alta densidad.

Sensible al detonador No.8 común, eléctrico o nonel y al cordón detonante.

Unidades con numeración codificada y rótulo interno.

Envasados en tubos de cartón embalados en cajas de cartón.

Especificaciones técnicas:

Densidad 1.60 g/m3

Velocidad de detonación: 6700 m/s

Presión de detonación: 180 kilobar

Sensibilidad al detonador No. 8: Positiva

Resistencia a la humedad Excelente

Impermeabilidad a la presión hidrostática 2 kg/cm2 por 24h: Positiva


Especificaciones Técnicas de algunos Explosivos
BIBLIOGRAFÍA

ATLAS COPCO. Maquinaria y equipo de perforación. Octubre de 2004. En:


http://www.atlascopco.com/tools.

CAÑAS TORRES EDGAR FERNANDO Y CIFUENTES CARLOS EDUARDO. La utilización de los


explosivos en Ingeniería civil. Bogotá, 1994. 402p: il. legislación. Tesis Ingeniero Civil. Universidad Militar
Nueva Granada. Facultad de Ingeniería Civil.

CAÑON BOLAÑOS EDGAR YESID Y DE LA CRUZ OSPINA SANDRA XIMENA. Apertura de túneles
mediante el uso de explosivos. Bogotá, 1995. 157p: il. Tesis Ingeniero Civil. Universidad Militar Nueva
Granada. Facultad de Ingeniería Civil.

CAVOSA. Desarrollo de proyectos para obras públicas. Madrid, España. 1998. 77p.

DU PONT. S.A , Manual para el Uso de Explosivos, México: Editorial Continental, 1973.

ESCUELA DE INGENIEROS MILITARES. Empleo de los explosivos en obras de Ingeniería Civil y


Militar. 2 ed. Santafé de Bogotá: Imprenta y publicaciones de las FF.MM, 1996. 356p.

ESCUELA DE INGENIEROS MILITARES. Técnicas de voladura a cielo abierto y en túneles. 1 ed.


Bogotá: Imprenta y publicaciones de las FF.MM, 2000. 143p.

EXPLOSIVOS. Características de los explosivos. España, Octubre de 2004 En:


http://lupus.worldonline.es/lisar314/html/caracteristicas.htm

FABRICA DE EXPLOSIVOS RIO TINTO S.A. Utilización de explosivos. Madrid, 1992.

INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES, Prevención de Riesgos Durante la Manipulación de Explosivos.


Bogotá, Colombia: 1996.

INSTITUTO TECNOLÓGICO GEOMINERO DE ESPAÑA, Manual de perforación y voladura de rocas.


Madrid, España: Izquierdo S.A., 1994. 541p.

JARAMILLO ALVAREZ CARLOS Y PEÑALOZA PINEDA LILIANA. Impacto Ambiental causado por el
uso de explosivos en obras de Ingeniería Civil, canteras, túneles, vías y prospección sísmica. Bogotá,
1996. 150p: il. Tesis Ingeniero Civil. Universidad Militar Nueva Granada. Facultad de Ingeniería Civil.

LANGERFORS U. Y KIHLSTROM B. Técnica moderna de voladura de rocas. Traducido por J.J.


Huidoboro, J. Fornos. J. Arrospide. España: Ediciones Urmo, 1968. 425p.

LÉVY, Pierre. La Cibercultura y la educación. Säo Paulo Octubre, 1996.


http://www.infoage.ontonet.be/levys.html

LOZOYA, FAVELA, Fernando, Excavaciones y Terracerias, México 1994.

MEDELLÍN, Carlos. Como elaborar módulos autoformativos, guía básica para el desarrollo de proyectos
autorales. Santafé de Bogotá: escuela judicial Rodrigo Lara Bonilla – Ministerio de Justicia. 1992, 50 p.

MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS DE ESPAÑA, MOPU, Manual Para el Diseño y Control de


Voladuras en Obras de Carreteras. Madrid, 1996. 385p

OSORIO VARGAS ORESTES, Nociones Fundamentales Sobre Explosivos y Voladuras. Departamento


de Antioquia, Secretaría de Obras Públicas; 2 ed, 1995. 171p.

PEÓN AGUIRRE, Rodolfo. La Educación a Distancia: la modalidad educativa que posibilita eficazmente
la educación continua. En: la página electrónica del Centro de Educación Continua, Abierta y a Distancia
– Educadis de la Universidad de Sonora. México, septiembre, 1998. http://www.educadis.uson.mx

TORRES MUÑOZ ALICIA, Manual para la presentación del trabajo de grado. Santafé de Bogotá D. C.
Universidad Militar “Nueva Granada”, Facultad de Ingeniería, 1999. inédito. 171 p.

VOLADURAS. Accesorios de voladuras. México. En página electrónica:


http://www.unam.mx/terracerias/tema5a.html.

WAITE BRIGNOLE CARLOS A. Dinamitas. Representante de ventas de EXSA S. A. En: cwaite@ec-


red.com.

WILMINGTON DELAWARE, Manual para el uso de explosivos. Departamento de explosivos de E. I. du


Pont de Nemours & Co. (Inc). Traducido por Sergio Vargas Romero. México: Compañía editorial
Continental S.A., 1979. 606p.

Vous aimerez peut-être aussi