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DESINTOXICAR EL HÍGADO, CUESTIÓN DE SALUD

La importancia de desintoxicar el hígado es fácilmente comprensible dadas sus


múltiples y trascendentales funciones en el organismo. Y la doctora Clark afirma que
son muchas las personas –niños incluidos- que tienen los tubos biliares congestionados
por cálculos y eso impide su correcto funcionamiento. Una aseveración que choca
contra lo postulado convencionalmente de que los cálculos biliares se forman en la
vesícula.
Según la doctora Clark a medida que esos cálculos biliares crecen y se hacen más
numerosos la presión en el hígado hace que éste fabrique menos bilis. Y además se
desacelera el flujo linfático por lo que se elimina mucho menos colesterol (en
condiciones normales se excretan diariamente unos 500 mg. de colesterol a través de la
bilis). Añadiendo que en los poros de los cálculos se depositan las bacterias, virus y
parásitos que pasan a través del hígado creándose así auténticos nidos de infección.
“Tal es la razón –afirma- de que ninguna infección estomacal, úlcera o inflamación
intestinal puede ser curada permanentemente si no se eliminan los cálculos biliares del
hígado”.
¿Y cómo hacerlo? ¿Cómo eliminar los cálculos biliares del hígado? Hulda Clark
dice que la fórmula es sencilla: basta ingerir 4 cucharadas de sales de Epsom, es decir,
sulfato de magnesio (también se las conoce como “sales amargas” o “sales de la
higuera” y toman su nombre de las fuentes de agua de Epsom, población inglesa donde
se descubrió esta sal; se encuentran fácilmente en herbolarios y tiendas de dietética),
media taza de aceite de oliva ozonizado –no es tan fácil de encontrar pero en
determinados establecimientos especializados los venden al igual que los aparatos para
hacerlo (tardan apenas 20 minutos en ozonizar el aceite) y 2 gotas de ácido clorhídrico
–para acidificar el estómago e impedir a los patógenos que penetren a través de las
paredes del estómago-. Además es necesario tomar un vaso de zumo de toronja
(también llamada pomelo rosado), entre 4 y 8 cápsulas de L-ornitina y de 10 a 20
gotas de tintura de nogal negro para matar los parásitos que provengan del hígado
(los encontrará en herbolarios).

Una vez disponga de los ingredientes mencionados escoja un día para dedicarlo a la
depuración del hígado. Hulda Clark recomienda hacerla el sábado porque así se podrá
descansar al día siguiente. El día señalado no tome pastillas (ni fármacos, ni complejos
vitamínicos). Absténgase de ingerir grasas y almuerce a base de cereales, fruta, zumos
de fruta, pan y miel. Ello permitirá que la bilis se acumule y cree presión en el hígado.
Y cuanta más presión haya más cálculos serán expulsados. A partir de las 2 de la tarde
no podrá ya comer ni beber nada.

Mezcle las 4 cucharadas de sales de Epsom en 3 tazas de agua, vierta la disolución en


una jarra y colóquela en el frigorífico al igual que el aceite ozonizado y la toronja. A las
6 de la tarde tome una taza –sin rebosar- añadiendo al líquido una cucharadita de
vitamina C en polvo para mejorar el sabor. Enjuáguese la boca si lo necesita y saque ya
de la nevera el aceite de oliva ozonizado y la toronja para que no estén demasiado fríos
cuando vaya a ingerirlos. A las 8 de la tarde beba otra taza de sales de Epsom.
Constatará que aunque no haya comido desde mediodía no tendrá hambre. A las diez
menos cuarto de la noche vierta la media taza de aceite de oliva ozonizado en un
recipiente de medio litro de capacidad con tapadera y añada las dos gotas de ácido
clorhídrico. Lave luego la toronja con agua caliente y exprímala –mejor a mano- hasta
llenar media taza de zumo que deberá añadir al recipiente con el aceite. Agregue luego a
la mezcla la tintura de nogal negro, mezcle bien todo y agite el contenido. Por último,
vaya al baño a orinar y defeque procurando vaciarse lo mejor posible. A continuación
bébase la mezcla usando una pajita pero tome tras los primeros buches 4 cápsulas de L-
Ornitina. Si le resulta muy desagradable tome entre medias un poco de miel. Eso sí,
procure beberse todo en cinco minutos y de pie, no sentado.

A continuación acuéstese de inmediato boca arriba con la cabeza apoyada en una


almohada, trate de no moverse nada durante al menos 20 minutos y procure conciliar el
sueño. A la mañana siguiente, nada más despertar, tómese –eso sí, nunca antes de las 6
de la mañana- su tercera dosis de sales de Epsom y haga una cuarta toma dos horas
después. Si lo desea puede regresar a la cama. Transcurridas dos horas de esta cuarta y
última toma podrá desayunar. Primero podrá tomar sólo zumo, media hora después fruta
y una hora después una comida liviana. A la hora de la cena se sentirá completamente
recuperado.
Y en esto consiste la propuesta de Hulda Clark. Como se ve se trata de un método sin
grandes complicaciones con el que, según afirma esta doctora, se eliminan los cálculos
biliares hepáticos, se desintoxica el hígado y, por extensión, se depurará todo el
organismo. Para constatarlo bastará observar la forma y composición de las heces.
“Es normal que la mañana siguiente al día de la cura –explica la doctora Clark- se
sufra diarrea. Eso significa que el tratamiento ha tenido éxito pero para saber hasta
qué punto hemos de observar nuestras deposiciones. Así, hemos de fijarnos si en ellas
hay pequeños bultitos de color verde guisante. Porque ése es el color y la forma de los
cálculos biliares. Observará también que las heces fecales se hunden pero que los
cálculos permanecen flotando porque contienen colesterol.”

Hulda Clark agrega que conviene contar los cálculos expulsados –aparecen de color
verde o color crema con puntitas blancas- porque sólo cuando se hayan expulsado entre
2.000 y 3.000 podremos considerar que nuestro hígado está limpio. Si no es así habrá
que repetir la operación dos semanas después. Y si fuera preciso, una tercera y una
cuarta vez. Dejando pasar dos semanas entre cada limpieza. En todo caso, comprobará
que desde la primera limpia se nota una clara mejoría del proceso digestivo y cómo van
desapareciendo los posibles dolores articulares y musculares que se tengan así como la
inflamación del abdomen y algunas reacciones alérgicas. Lo mismo que notará que se
siente en general mucho mejor de salud y con más energía.

Cabe añadir, empero, que la propia doctora Clark aclara que no deben someterse a este
tratamiento depurativo las personas que padezcan alguna dolencia crónica grave. Por
tanto, si se anima a seguir este tratamiento depurativo lo aconsejable es consultar antes
con su médico.

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