Volumen 62 - Nº 4

Buenos Aires - Diciembre 2016

ISSN 0001-6896 (impresa)
ISSN 2362-3829 (en línea)

Editorial

217. El misterio de las lágrimas

HUGO R. MANCUSO

Originales. Trabajos completos

222. Estrategias de afrontamiento asociadas

a estados emocionales en adolescentes
escolarizados
JUAN MARCELO CINGOLAN, CLAUDIA ELENA CASTAÑEIRAS

231. Motivación vocacional-ocupacional,

valores y estilos de liderazgo en cadetes
del ámbito policial
CAROLINA KLOS, MARISEL GUTIERREZ DE VÁZQUEZ

241. Evaluación diferencial de procesos

mnésicos visuoespaciales en el síndrome
de Turner
MARCELA CAROLINA LÓPEZ, SEBASTIÁN URQUIJO, ISABEL
INTROZZI, MARÍA JOSÉ AGUILAR, HERNÁN LÓPEZ-MORALES

250. Optimización del abordaje de la violencia

de género en servicios de salud a partir
del uso de dispositivos audiovisuales
MALENA VERARDI

Actualización

262. Azul de metileno: antidepresivo,

neuroprotector, estimulante cognitivo
RICARDO ARANOVICH

Revisión

270. La influencia de los estilos parentales en

el desarrollo de las conductas prosociales
en los niños
INÉS ARANGUREN, MARIA ADELA BERTELLA

Volumen 62 - Nº 4
Buenos Aires - Diciembre 2016
ISSN 0001-6896 (impresa)
ISSN 2362-3829 (en línea)
Nota
279. El fundamento de la internación en salud
mental en la actualidad: la «situación de
riesgo cierto e inminente» en cuestión
JULIA MARTIN
Informaciones
284. XXXII Congreso Argentino de Psiquiatría
de APSA. Simposio sobre cocaínas
fumables
Índice general del volumen 62 - 2016
Consejos Científicos
Nacional
Roberto Canay
UMSA, USAL, Argentina
Verónica Brasesco
UMSA, USAL, Argentina
Andres Febbraio
UBA, UMSA
Diego Feder
U. Maimónides, Argentina
Héctor Fernández-Álvarez
U. de Belgrano, Argentina
María de los Á. López Geist
APSA, Argentina
Alicia Losoviz
FELAIBE, Argentina
Humberto Mesones
Ac. Nac. de Medicina, Argentina
Lucía Rossi
UBA, Argentina
María Lucrecia Rovaletti
UBA, CONICET, Argentina
Fernando Silberstein
UBA, UNR, Argentina
Roberto Sivak
U. Maimónides, Argentina
Humberto Tittarelli
CISM, Argentina
Patricia Weismann
UNMDP, Argentina
Internacional
Jorge Acevedo Guerra
Santiago – Chile
Renato D. Alarcón
Lima – Perú; Rochester – EUA
Rubén Ardila
Bogotá – Colombia
Demetrio Barcia
Murcia – España
Helio Carpintero
Madrid – España
Jorge A. Costa e Silva
Rio de Janeiro – Brasil
Otto Dörr Zegers
Santiago – Chile
Alejandro Gómez
Santiago – Chile
René González Uzcátegui
San José - Costa Rica
Itzhak Levav
Jerusalem – Israel
Facundo Manes
Buenos Aires – Argentina
Juan Mezzich
Pittsburgh – EUA
Driss Moussaoui
Casablanca, Marruecos
A. Rafael Parada
Santiago – Chile
Duncan Pedersen †
Montreal, Quebec - Canadá
Héctor Pérez-Rincón
México D.F. – México
Juan Matías Santos
Madrid – España
Norman Sartorius
Ginebra – Suiza
Hernán Silva Ibarra
Santiago – Chile
Carlos Sluzki
Santa Barbara – EUA
Tomás Ortiz
Madrid – España
Benjamín Vicente
Concepción – Chile
Sergio Villaseñor Bayardo
Guadalajara – México
Ana María Zlachevski Ojeda
Santiago – Chile
Comité Honorífico
Francisco Alonso-Fernández
UCM – España.
Fernando Lolas Stepke
Universidad de Chile – Chile.
Luis Meyer
Fundación Acta – Argentina.
Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina es una publicación
científica sin fines de lucro, propiedad de la Fundación ACTA Fondo
para la Salud Mental, fundada por Guillermo Vidal en 1954, que
tiene por objeto fomentar el desarrollo de la psiquiatría, la psicología
y las neurociencias en lengua española y sus relaciones
interdisciplinarias, en sus varias orientaciones, con las ciencias
sociales y los fundamentos epistemológicos y metodológicos de las
mismas.
Aparece regularmente cuatro veces al año ―en marzo, junio,
septiembre y diciembre― en versión impresa (ISSN 0001-6896) y a
partir de 2014 y con la misma regularidad, en versión en línea (ISSN
2362-3829).
Incorporada por CONICET y CAICYT al Núcleo Básico de Revistas
Científicas Argentinas en el área Ciencias Biológicas y de la Salud.
Indexada en LATINDEX, LILACS, PSICODOC, PsycINFO, ESCI-
Thomson Reuters, figura en tales registros abreviada como: Acta
Psiquiátr Psicol Am Lat.
Director Fundador
† Guillermo Vidal [1917-2000]
Director
Hugo R. Mancuso Universidad de Buenos Aires, CONICET
director@acta.org.ar
Consejo Académico
Ricardo Aranovich Fundación Acta Fondo para la Salud Mental
raranovich@hotmail.com
Pascual Gargiulo Universidad Nacional de Cuyo, CONICET
gargiulo@lab.cricyt.edu.ar
Ana Lía Kornblit Universidad de Buenos Aires, CONICET
alkornblit@gmail.com
Gustavo A. Mäusel Universidad del Museo Social Argentino
gustavo.mausel@umsa.edu.ar
Edith Serfaty Academia Nacional de Medicina, Argentina
edithserfaty@yahoo.com
GustavoTafet Universidad Maimónides, Argentina.
psychiatry@maimonides.edu
Secretaria de Redacción
Alejandra Niño Amieva Universidad de Buenos Aires, Argentina.
editor@acta.org.ar
Corrección
María Mercedes Niklison
Traducción
Ana María Morilla
Diagramación
María Rosa Alvarez
Responsable Administrativo
Ignacio Burgo. Fundación Acta Fondo para la Salud Mental, Argentina.
ignacio.burgo@acta.org.ar
Administración
Marcelo T. de Alvear 2202, piso 3° (Escuela de Salud Pública, Facultad
de Medicina, Universidad de Buenos Aires) C1122AAJ
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, R. Argentina, TE: (5411) 4897-7272;
fuacta@acta.org.ar
Registro Nacional de la Propiedad Intelectual N° 091317
ISSN 0001-6896 (impresa)
ISSN 2362-3829 (en línea)
© Fundación ACTA, Fondo para la Salud Mental. Todos los derechos
reservados - Ley 11.723. Hecho el depósito que marca la ley.
Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin previo
consentimiento de Fundación Acta. Los artículos y notas firmadas no
representan necesariamente la opinión de la revista y son de exclusiva
responsabilidad de los autores.
Este número se terminó de imprimir en diciembre de 2016
 Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2016; 62(4): 270-278

revisión
La influencia de los estilos parentales en el desarrollo de las conductas
prosociales en los niños
inés arangUren, María adela Bertella

inés arangUren a partir de una revisión bibliográfica, se describen las influencias de los
licenciada en psicología. distintos estilos parentales en las conductas de prosocialidad en los
Universidad Católica niños de escolaridad primaria y se identifica el estilo parental que más
argentina (UCa). contribuiría en el desarrollo de las mismas. para ello, se seleccionaron
Ciudad de Buenos aires, artículos de habla hispana e inglesa publicados en los últimos diez años.
r. argentina.
se encontró que los padres son modelos que los niños tienden a imitar
y el estilo educativo por ellos utilizado ejerce grandes influencias ―tanto
Maria adela Bertella
doctora en psicología.
facilitadoras como inhibidoras― sobre el desarrollo de conductas proso-
Universidad Católica ciales. dentro de los distintos estilos parentales, el estilo educativo
argentina (UCa). parental democrático es el que ejercería mayor influencia positiva en el
Ciudad de Buenos aires, desarrollo de conductas prosociales.
r. argentina.
Palabras clave: prosocialidad – estilos educativos parentales –
Habilidades sociales – estilos de crianza.

The Influence of Parenting Styles on the Development of Prosocial

Behavior in Children
this article intends to describe the influences of the different parenting
styles in the development of prosocial behaviors in primary school chil-
dren and to identify the parenting style that contributes the most to devel-
op them. For this purpose, spanish and english articles that have been
published in the last ten years have been selected. it was found that par-
ents are models that children tend to imitate and the parental style they
CorrespondenCia use exerts great influence, both facilitative and inhibitory, on the develop-
dra. María adela Bertella. ment of prosocial behaviors. Within the different parenting styles, the
Universidad Católica argentina.
democratic style is the one that would help the most to develop this kind
alicia Moreau de Justo 1500,
C1107aFd.
of behaviors.
Ciudad de Buenos aires,
r. argentina; Keywords: prosociality – educational parenting styles – social skills –
mariaadelabertella@gmail.com parenting styles.
inFlUenCia de estilos parentales en el desarrollo de las CondUCtas prosoCiales en los niños
Introducción
el aporte de este trabajo consiste en brindar
una revisión bibliográfica en español, acerca
de la influencia de los estilos educativos paren-
tales en el desarrollo de las conductas proso-
ciales, dado que existen pocos trabajos de
revisión publicados en los que se vinculen las
variables en cuestión. la principal pregunta
que guió el presente fue si los estilos educati-
vos parentales ejercen influencias en el des-
arrollo de las conductas prosociales en los
niños de escolaridad primaria, dado que en los
últimos años de la niñez la respuesta prosocial
adquiere mayor estabilidad [7]. luego se defi-
nió qué se entiende por estilo educativo paren-
tal y por prosocialidad, se identificaron los dis-
tintos estilos educativos parentales existentes
y aquel que ejerce mayores influencias positi-
vas en el desarrollo de las conductas prosocia-
les. además, se identificaron otros factores vin-
culados a las conductas prosociales de los
niños y se analizó la importancia de la interven-
ción psicoeducativa en niños y padres para
favorecer el desarrollo de conductas prosocia-
les.
Conocer los estilos parentales que favorecen
el comportamiento prosocial permitiría no sólo
predecir el mismo, sino planificar mejores
estrategias de intervención tendientes a favo-
recer este tipo de conductas, tanto en los
padres como en los niños. esto es importante
ya que a través del estilo educativo parental,
los padres le presentan al niño estilos afectivos
y de criaza que moldean sus acciones. si los
patrones de conducta presentados resultan
óptimos, aumentan las probabilidades de que
las conductas de los niños también lo sean
[38]. este tipo de comportamientos favorecen
respuestas empáticas y de reconciliación fren-
te a las ofensas y las agresiones [29]. se ha
observado que los niños empáticos presentan
menor agresividad dado que son capaces de
entender las consecuencias negativas que
dichas conductas traen para sí mismos y los
demás [12].
actualmente se observan conductas de agresi-
vidad, tanto en niños como en adultos en
muchos ámbitos, incluido el familiar. se podría
pensar que existe una tendencia en los niños a
repetir fuera del hogar la violencia vivida en el
ámbito familiar y por ello se considera importan-
te poder intervenir para promover estilos paren-
tales que favorezcan conductas de prosociabili-
dad [11].
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
271
Metodología
en el presente trabajo se seleccionaron artícu-
los de habla hispana e inglesa publicados en
los últimos diez años.
a partir de la consulta de fuentes secundarias
(se consultaron buscadores tales como google
académico y bases de datos tales como scielo
y ebsco), se localizaron las fuentes primarias
relevantes a esta investigación. para realizar la
búsqueda se utilizaron palabras claves tales
como «estilos parentales», «prosocialidad en
niños», «habilidades sociales», «familia y proso-
cialidad», «estilos de crianza materno-paterno»,
“prosociality”, “parentingstyles”, “social skills”.
Resultados
La importancia de la familia en el desarrollo de
la prosociabilidad en niños
existen muchos agentes que influyen en la
socialización de los niños, dentro de los cuales
la familia podría ser considerada el agente más
importante. es en el ámbito familiar que el niño
logra internalizar los elementos básicos de la
cultura y desarrollar las bases de su personali-
dad. la familia suele ser el lugar en donde el
niño experimenta por primera vez las vivencias
de afecto, apoyo y la puesta de límites. éstos
últimos no sólo favorecen la socialización de los
niños, sino que también ayudan a la construc-
ción de la valía personal [5, 25, 19, 23, 27, 40,
41].
dentro de la familia, los padres juegan un rol
fundamental en la promoción del desarrollo de
conductas prosociales. los padres suelen ser
los primeros «otros» significativos en la vida del
niño, y es en la interacción padre-hijo que los
mismos le muestran a los niños procesos cog-
nitivos y afectivos que irán incorporando e inter-
nalizando lentamente y que actúan como regu-
ladores de sus acciones [5, 25, 21, 24, 27, 38,
41].
los padres actúan en todo momento como
modelos con los que los niños se identifican e
intentan imitar en una infinidad de ámbitos. de
acuerdo al estilo de crianza, se promueven o
inhiben determinados tipos de comportamien-
tos [5, 10, 19, 23, 24, 31, 40].
Los estilos educativos parentales: estilo autori-
tario, permisivo, indiferente y democrático
los estilos educativos parentales representan
la forma en que los padres intentan regular la
conducta de sus hijos en el día a día y orientar
272
su desarrollo, mediante la transmisión de valo-
res y normas [7, 15, 20, 8, 28, 40]. los mismos
consisten en acciones y estrategias utilizadas
para educar a los hijos e influir sobre ellos de
manera tal de favorecer su integración en la
sociedad y de satisfacer sus necesidades. al
hablar de estilos educativos parentales, se
habla de las tendencias y acciones educativas
más frecuentes, dado que las estrategias edu-
cativas no son iguales para todos los hijos y en
todas las situaciones [15, 21, 8, 27, 32, 39, 40,
41].
diana Baumrind [(1967; 1971 citados en [19])
ha propuesto cuatro estilos parentales: a) el
estilo parental autoritario, b) el estilo parental
permisivo, c) el estilo parental indiferente o no
implicado y d) el estilo parental democrático.
a) el estilo parental autoritario se refiere al esti-
lo utilizado por los padres que consideran a la
obediencia como el valor más importante en los
niños y buscan influir y evaluar los comporta-
mientos de los mismos mediante patrones rígi-
dos y exigentes. es un patrón restrictivo de
crianza en el que los padres y madres utilizan
con frecuencia el castigo y las amenazas, como
forma de preservar su autoridad y restringir la
autonomía de sus hijos. se caracteriza por la
imposición de reglas sin explicar la finalidad o la
razón de las mismas y prácticamente no da
lugar para la flexibilidad frente a ellas. no alien-
ta el intercambio verbal dado que el niño ha de
tomar la palabra paterna como ley o «palabra
santa». las manifestaciones de afecto en los
padres autoritarios son escasas o nulas y su
intención de controlar al niño es constante.
para ello se valen de medidas tales como el
retiro del amor, como negar la comida o privile-
gios y el aislamiento sin dar una explicación [2,
7, 19, 20, 21, 32, 38, 40, 41].
b) el estilo parental permisivo es aquel en el
cual el nivel de exigencia de los padres es muy
bajo. los mismos son laxos, aceptadores y
favorecen la libre expresión de los sentimien-
tos, opiniones e impulsos de los hijos; no sue-
len ponerles límites ni ejercer un control firme
sobre ellos, dado que consideran que la falta de
restricciones es lo que da la libertad a las per-
sonas. se comportan de forma benigna y acep-
tadora frente a las acciones de los niños, por-
que temen perder su amor si les ponen límites.
de este modo, no se muestran exigentes frente
a la toma de responsabilidad en las acciones y
ponen escasas normas a cumplir por parte de
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
inés arangUren, María adela Bertella
los niños [2, 7, 19, 20, 21, 32, 38, 40].
c) el estilo parental indiferente o no implicado
se caracteriza por la ausencia total de exigen-
cias o límites por parte de los padres sea por el
rechazo de sus hijos o por sentirse desborda-
dos de preocupaciones que no dedican tiempo
ni esfuerzo a la educación y la crianza de ellos.
es propio de este estilo, la indiferencia de los
mayores hacia los menores, tanto ante sus
comportamientos positivos como negativos.
los padres que se caracterizan por emplear
generalmente este estilo no suelen ofrecer a los
hijos un modelo con el cual identificarse, dado
que no se implican afectivamente con los mis-
mos[19, 40].
d) por último, el estilo parental democrático o
equilibrado es un estilo controlador pero flexible
a la vez, en el que los límites y exigencias a los
hijos son claros, razonables y fundamentados.
los padres que utilizan este estilo dan tanta
importancia a los límites como a la expresión
del afecto, buscando alcanzar un equilibrio
entre los mismos y favoreciendo, de este modo,
un buen desarrollo de la autoestima en los
menores. los límites son marcados con antela-
ción y son consensuados por ambos padres [2,
5, 7, 19, 20, 21, 32, 38, 40]. es propio de este
estilo la comunicación bidireccional, abierta y
fluida entre padres e hijos en la cual se mues-
tran accesibles a los menores y sensibles a sus
necesidades y pensamientos. la opinión de los
hijos es tomada en cuenta por los padres en las
decisiones familiares [19, 21, 32, 38, 40].
La relación entre los estilos parentales y la pro-
sociabilidad
Como ya se dijo, los estilos parentales están
íntimamente ligados al desarrollo de conductas
de prosociabilidad en los niños ya que a través
de los mismos los padres les transmiten habili-
dades sociales y emocionales que facilitan su
adaptación a la sociedad [2, 10, 41]. Cuervo
Martínez [8] se refiere a la prosociabilidad como
aquella habilidad para dar una respuesta apro-
piada a las exigencias de una situación social.
la misma se caracteriza por la habilidad para
mantener relaciones sociales positivas, con
comportamientos de ayuda, empatía y coopera-
ción. los niños con habilidades prosociales
suelen comprender y dar una respuesta ade-
cuada a las emociones de los demás y a las
posibles demandas de una situación, a la vez
que tienen un control eficaz sobre sus propias
emociones. la prosociabilidad no sólo favorece
inFlUenCia de estilos parentales en el desarrollo de las CondUCtas prosoCiales en los niños
el desarrollo social e interpersonal, sino que
también promueve el desarrollo afectivo y aca-
démico. a su vez, la respuesta prosocial favore-
ce la capacidad de autorregulación emocional y
conductual y la tendencia a beneficiar a otros
de manera voluntaria con motivos empáticos, a
la vez que actúa como factor de protección de
la salud [18, 23, 24, 34].
se puede postular que el estilo parental autori-
tario se asocia negativamente con el desarrollo
de conductas prosociales en los niños, dado
que se caracteriza por la utilización excesiva de
castigos y la restricción de la conducta, lo cual
no sólo dificulta el desarrollo de la creatividad y
la autonomía sino que también favorece la
agresividad y la impulsividad en algunos espa-
cios, y la desconfianza y el temor en otros [40,
41]. la utilización de este estilo dificultaría el
desarrollo de la empatía, la autoconfianza y la
autorregulación, los cuales son factores que se
asocian positivamente a los comportamientos
prosociales [19, 23, 34, 38, 41].
el estilo parental permisivo no ofrece a los
niños límites o reglas claras, lo que dificultaría
la organización del niño en rutinas y favorecería
la impulsividad y la agresión. a su vez, la utiliza-
ción de este estilo favorece el desarrollo insufi-
ciente de la disciplina, tanto la impuesta por los
padres como la propia. es por ello, que a pesar
de que estos niños parezcan ser alegres y entu-
siastas, es frecuente que los mismos presenten
altos niveles de comportamiento antisocial y
baja competencia social. esto podría deberse a
la dificultad que para estos niños presenta ajus-
tarse a las normas sociales debido a su dificul-
tad para empatizar con los otros y a su deseo
constante de que se satisfagan sus caprichos
tal como lo hacen sus padres [19, 38, 40].
por otra parte, el estilo parental indiferente o
no implicado no es considerado un estilo favo-
recedor de conductas prosociales. esto es
debido a la dificultad que dicha modalidad
generaría en los hijos para acceder a los
padres y comunicarse con ellos. en conse-
cuencia, estos niños presentan un mayor ries-
go de establecer vínculos conflictivos con sus
amigos y menor desarrollo de conductas
empáticas y de autorregulación [19]. a su vez,
la poca implicancia en la educación de los hijos
puede generar sentimientos de abandono e
inseguridad en los mismos y grandes caren-
cias afectivas, dificultando el desarrollo de con-
ductas prosociales [19, 38].
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
273
Finalmente, se podría afirmar que el estilo
parental democrático es el que ejerce mayores
influencias positivas sobre el desarrollo de con-
ductas de prosociabilidad en niños de escolari-
dad primaria. se ha confirmado que el equilibrio
entre la puesta de límites y el afecto, promue-
ven el desarrollo de niños responsables y con
mayor autorregulación y comprensión emocio-
nal [19, 34, 38]. se puede afirmar que los
padres que en general utilizan este estilo edu-
cativo, se caracterizan por el establecimiento
de límites claros mediante una comunicación
fluida con sus hijos y una implicación afectiva
positiva en la que se transmite la empatía, el
apoyo y la accesibilidad. la apertura al diálogo
facilita la recepción de los mensajes por parte
de los hijos y favorece el desarrollo social dado
que a partir de ello los niños buscan soluciones
a través del diálogo y la conciliación frente a los
conflictos que se les presentan [19, 23, 38, 41].
este estilo se caracteriza por un equilibrio entre
el afecto y el control, el cual favorece el des-
arrollo de conductas socialmente adecuadas y
una alta resistencia a la frustración. a su vez los
niños con padres con un estilo educativo demo-
crático suelen ser independientes, demostrado-
res de afecto y hábiles en sus relaciones con
los demás. los mismos presentan un autocon-
cepto realista y conductas de prosocialidad
tanto dentro y fuera de la casa [19, 40, 41].
Otros factores vinculados a las conductas pro-
sociales de los niños
existen varios otros factores que pueden actuar
inhibiendo o potenciando el desarrollo de la
prosociabilidad. en este trabajo se han tomado
cinco factores de gran importancia e influencia
en el desarrollo de las conductas prosociales
en niños de escolaridad primaria: a) la empatía,
b) la toma de perspectiva, c) la regulación emo-
cional, d) el tipo de apego establecido y e) el
entorno escolar.
a) la empatía. la empatía está presente en
forma rudimentaria desde el nacimiento de las
personas, si bien al principio los niños no son
capaces de diferenciar las propias emociones
de las de los demás. la misma se va desarro-
llando y puliendo mediante las propias expe-
riencias emocionales y de aprendizaje y hacia
el final de la infancia se termina de desarrollar
en su totalidad [17]. la empatía es entendida
como una respuesta emocional de aquellos
individuos que son capaces de comprender
afectivamente el estado emocional y los senti-
mientos de otros [10, 12, 17, 18, 22, 27, 24, 29,
274
34, 37]. la empatía es considerada el principal
factor que facilita y promueve el desarrollo de
conductas prosociales en los niños y por lo
tanto es considerada como un recurso funda-
mental para el desarrollo de emociones positi-
vas [10, 12, 17, 18, 22, 27, 24, 29, 34, 37]. los
niños empáticos presentan gran sensibilidad
emocional, lo cual favorece el desarrollo de
conductas de prosociabilidad para con los
demás por su capacidad de comprender las
necesidades y sentimientos de los otros y ten-
der a ayudar a los mismos [10, 12, 17, 22, 29,
37].
b) la toma de perspectiva. abello, amar,
Magendzo, et al. [1], sostienen que la empatía
está fuertemente ligada a la toma de perspecti-
va, que es el componente cognitivo de la empa-
tía, la cual resulta de componentes afectivos,
motivacionales y cognitivos, y se refiere a la
capacidad de ponerse en el lugar del otro y de
comprender sus comportamientos, pensamien-
tos y sentimientos y las razones de los mismos.
estos autores postulan que la capacidad de
tomar perspectiva ha cobrado importancia en el
último tiempo, dado que se la ha descubierto
como un factor elemental para el desarrollo de
conductas prosociales. guijo Blanco [17]
entiende a la toma de perspectiva como una
habilidad a través de la cual una persona es
capaz de conocer internamente a otra. la
misma permite al niño percibir el estado emo-
cional del otro y diferenciarlo del propio. la
toma de perspectiva, por lo tanto, facilita el des-
arrollo de conductas de prosociabilidad dado
que la capacidad de comprender las razones
de los pensamientos, el comportamiento y los
sentimientos del otro va a favorecer la capaci-
dad de responder adecuadamente a los mis-
mos [1, 9, 10, 12, 17, 22]. la capacidad de infe-
rir, mediante la toma de perspectiva, las necesi-
dades emocionales del otro, favorece el des-
arrollo de conductas prosociales en respuesta a
dichas necesidades [9, 10, 22].
c) la regulación emocional. rendón arango
[33] sostiene que en un principio la regulación
emocional era entendida como la supresión
total de las emociones e impulsos pero que hoy
en día se la entiende como la modulación de los
afectos en función de objetivos. la misma, está
relacionada con la capacidad para modular los
impulsos y emociones de manera exitosa para
lograr un funcionamiento social efectivo [6, 14,
33, 36]. por su parte, rodriguez [36] plantea
que la autorregulación emocional supone a su
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
inés arangUren, María adela Bertella
vez, la capacidad de advertir el propio estado
emocional sin dejarse abrumar por las propias
emociones, de manera que no se transformen
en un obstáculo para el razonamiento y se pue-
dan tomar decisiones de acuerdo a las normas
y valores sociales y propios. estos autores sos-
tienen que la autorregulación emocional no
implica la supresión de las emociones sino a
que las mismas estén en consonancia con la
situación y el contexto en el que se encuentre la
persona. la capacidad de regularse emocional-
mente y de controlar las propias emociones es
un factor fundamental a la hora de funcionar
adecuadamente en una sociedad y de desarro-
llar conductas prosociales e inhibir las conduc-
tas agresivas [11, 18, 25, 26, 27]. Caycedo et al.
[6], sostienen que las habilidades de regulación
emocional son indispensables en el desarrollo
socio emocional de los niños y que además
promueven un mejor aprendizaje en la escuela.
d) el apego. guijo Blanco [17] plantea que el
apego es una de las necesidades básicas del
desarrollo del ser humano, que conduce a sen-
tirse querido, valorado, sostenido y protegido.
en la infancia el mismo se da con el número
reducido de personas con las que se mantiene
cierta proximidad. Varios autores coinciden en
que la calidad del apego es sumamente impor-
tante para el desarrollo del ser humano y que la
seguridad del apego, se caracteriza por ser un
vínculo establecido por los niños con padres
que están disponibles para ellos y que son
capaces de brindarles sostén y apoyo y de res-
ponder a sus necesidades de manera eficiente,
brindándoles de este modo un clima familiar
estable y un adecuado sostén afectivo [10, 17,
22]. los autores citados a su vez sostienen que
la seguridad del apego con las figuras parenta-
les en la infancia es un precursor fundamental
del desarrollo de la empatía, el altruismo y la
prosociabilidad, especialmente en niños. esto
se debe a que es en el vínculo con los progeni-
tores que el niño aprende a regular sus emocio-
nes y a desarrollar la confianza básica. lópez
[22], plantea que es también el apego seguro
de los padres, que favorecerá el desarrollo de
la empatía en el niño. es a partir del vínculo
establecido con los padres que los niños inten-
tarán imitar la empatía y prosociabilidad recibi-
da. guijo Blanco [17], sostiene que los niños
que han podido establecer un apego seguro
con sus padres tienen mayores habilidades
sociales, presentan mayor flexibilidad y persis-
tencia en la resolución de problemas, presen-
tan un mejor control de las emociones e impul-
inFlUenCia de estilos parentales en el desarrollo de las CondUCtas prosoCiales en los niños
sos, y mantienen buenas interacciones con sus
profesores y compañeros. todo esto, tal como
se planteó anteriormente, favorece el desarrollo
de niños empáticos y prosociales.
e) el entorno escolar. garaigordóbil [16] y guijo
Blanco [17] plantean que la escuela tiene gran-
des efectos en el desarrollo e inserción del niño
en la sociedad dado que es la misma un espa-
cio, distinto al familiar, en donde el niño es
capaz de percibirse a sí mismo, al mundo y a su
lugar en él. Mestre [26], sostiene que la relación
con la autoridad escolar así como la relación
con los pares, la búsqueda de éxito escolar y de
desarrollo de aptitudes y habilidades contribu-
yen positivamente en el desarrollo emocional y
social del niño.
dentro del ámbito escolar, ruiz et al. [37] distin-
guen dos grandes relaciones: por un lado,
entre el alumno y el profesor, y por el otro las
interacciones entre los compañeros. es impor-
tante destacar que los docentes frecuentemen-
te son las primeras figuras de autoridad recono-
cidas por los niños después de sus padres. la
interacción positiva entre el niño y el docente en
el aula favorece el desarrollo del respeto y las
conductas prosociales y la sensación de valía
personal, mientras que una interacción negati-
va entre los mismos estaría vinculada al des-
arrollo de conductas agresivas y antisociales.
en relación a las interacciones con los compa-
ñeros, los autores sostienen que la amistad y el
grupo de pares ofrecen al niño la posibilidad de
adquirir valores y habilidades sociales que inci-
den en su comportamiento y en el modo de
resolver los conflictos, favoreciendo de este
modo el desarrollo de la prosocialidad.
La importancia de la intervención psicoeducati-
va en niños y padres para favorecer el desarro-
llo de conductas prosociales
la niñez avanzada y la adolescencia temprana
son momentos cruciales para el desarrollo
social y por lo tanto ideales para el desarrollo
de programas que promuevan las conductas
prosociales e inhiban las agresivas y antisocia-
les [4]. a su vez, existen grandes beneficios en
la psicoeducación de los padres para favorecer
el desarrollo de conductas prosociales [4, 35].
debido a la multicausalidad de la conducta pro-
social, se considera importante incluir tanto a la
comunidad, los profesores, los niños y los
padres en los programas de intervención [4].
Uno de los modos más conocidos para llegar a
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
275
padres y niños son los programas de interven-
ción psicoeducativa. dichos programas se defi-
nen como el conjunto de proyectos, actividades
y servicios a través de los cuales se busca
atender a problemas específicos para alcanzar
objetivos previamente establecidos, de manera
coherente y ordenada. se entiende por psicoe-
ducación al proceso que permite brindar a las
personas la posibilidad de desarrollar y fortale-
cer sus capacidades y potencialidades para
afrontar las distintas situaciones que se les pre-
senten de un modo más adaptativo [29]. Bernal
[3], plantea que los programas de intervención
dirigidos a la enseñanza a los padres y madres
del cuidado de sus hijos, atendiendo a sus
necesidades emocionales y favoreciendo el
desarrollo de competencias sociales y emocio-
nales. se plantea que el objetivo de la mayor
parte de los programas de tratamiento es ense-
ñar a los padres estrategias para inhibir o elimi-
nar aquellas conductas inadecuadas o antiso-
ciales en los niños, a la vez que brindar otras
estrategias para fomentar y favorecer el des-
arrollo de conductas social y adaptativamente
adecuadas [4, 29].
los padres, en la medida en que conozcan los
principios del aprendizaje social y puedan
modificar exitosamente algunas conductas,
pueden actuar como agentes de cambio en las
conductas de sus hijos [4, 35]. McMahon ( cita-
do en Betancur [4], sostiene que las carencias
de los padres en el desempeño de su papel dan
origen aproblemas de conducta y agresividad
en los niños. por ello consideran sumamente
importante instruirlos para potenciar el desarro-
llo de conductas prosociales en sus hijos y
favorecer el clima familiar positivo. respecto a
los niños, se plantea que a través de los progra-
mas centrados en ellos se busca que desarro-
llen habilidades tanto emocionales como cogni-
tivas y sociales para la resolución de conflictos
[30].
Conclusiones
la familia es el primer espacio en donde los
niños se desarrollan a sí mismos y a la vez des-
arrollan y despliegan sus habilidades sociales y
emocionales. es éste el lugar en donde, en pri-
mera instancia reciben el apoyo, el sostén y el
cariño y también los límites que le permiten
introducirse a la cultura y a la sociedad de
manera adaptativa.
dentro de la familia los padres ocupan un lugar
fundamental en la vida del niño, dado que son
276
modelos que tienden a imitar, y el estilo educa-
tivo utilizado ejerce grandes influencias, tanto
facilitadoras como inhibidoras, sobre el des-
arrollo de conductas prosociales. esto daría
respuesta afirmativa a la pregunta planteada
acerca de si los estilos educativos utilizados por
los padres ejercen influencias en el desarrollo
de las conductas de prosocialidad en los niños.
en el presente trabajo se han caracterizado
además cuatro estilos educativos parentales.
se encontró que el estilo parental que ejerce
mayores influencias positivas en el desarrollo
de la prosociabilidad en niños de escolaridad
primaria, es el estilo parental democrático por-
que el equilibrio existente entre el afecto y la
puesta de límites de los padres con estilo
democrático, es un factor que promueve la
capacidad del niño de autorregularse y de com-
prender y responder empáticamente a las emo-
ciones y sentimientos de los demás.
además este estilo favorecería en los hijos:
- el desarrollo de habilidades sociales positivas.
- la capacidad de adoptar diversos puntos de
vista.
- la comunicación fluida y bidireccional.
- la capacidad de asumir la responsabilidad de
sus actos
- la búsqueda de soluciones a los conflictos a
través del diálogo.
por su parte, se encontró que el entorno escolar,
el apego, la empatía, la toma de perspectiva y la
capacidad de regularse emocionalmente de los
niños son factores que están altamente vincula-
dos con el desarrollo de conductas prosociales.
por último, se encontró que los programas de
intervención psicoeducativa para padres a pro-
mover el desarrollo de conductas prosociales en
los niños, son de suma importancia dado que
son modelos para sus hijos y son en general las
Referencias
1. abello r, amar J, Magendzo s, Hoyos ol,
aparicio Ja, Jiménez g. Habilidades de toma
de perspectiva conceptual en niños de 3 a 6
años, pertenecientes a sectores en desventa-
ja socioeconómica en Colombia. rev lat am
psicol.1998; 30(2):311-36.
2. ato lozano e, galiánConesa Md, Huéscar
Hernández e. relaciones entre estilos educa-
tivos, temperamento y ajuste social en la
infancia: Una revisión. anales de psicología.
2007; 23 (1):33-44.
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
inés arangUren, María adela Bertella
personas que los preparan para su inserción en
la sociedad. por ello que se considera importan-
te que los padres estén informados acerca de
las cuestiones que favorecen el desarrollo de la
prosociabilidad y de los distintos modos de
ponerlas en práctica con sus hijos.
se considera importante investigar acerca de la
influencia de otros factores familiares sobre el
desarrollo de conductas prosociales, como por
ejemplo, la influencia de la existencia de her-
manos en el desarrollo de conductas prosocia-
les, o explorar por separado el modo en el que
influyen los estilos parentales sobre niños de
sexo masculino sobre niñas de sexo femenino.
a su vez, podría ser interesante investigar en
mayor profundidad la influencia de la prosocia-
lidad de los padres sobre el desarrollo de con-
ductas prosociales en los niños. en futuros tra-
bajos se podría abordar la agresividad en los
niños, como contracara de la prosocialidad y
influencia de los estilos parentales en el des-
arrollo de la misma.
este trabajo enfocó la importancia de la familia,
en especial de los padres, en el desarrollo
social de los niños, y las influencias de los esti-
los educativos parentales en el desarrollo de
las conductas de prosocialidad de los mismos.
a su vez, señaló la influencia de otros factores
en el desarrollo de este tipo de conductas, tales
como el entorno escolar, el apego, la regulación
emocional, la empatía y la toma de perspectiva.
Viendo la influencia que estas variables y de los
padres en el desarrollo de la prosocialidad de
sus hijos, se destaca la importancia del des-
arrollo de programas y políticas de intervención
psicoeducativa para padres, en los que se
tenga en cuenta las características de la pobla-
ción, el estilo de vida y los recursos propios de
cada país.
3. Bernal a. psicología positiva de la vida y los
programas de intervención en la familia para
promover competencias sociales. infad. 2010;
1:25-34.
4. Betancur ad, Mahecha JC, ramírez a. ruiz
s. estructura de los programas de prevención
de conducta agresiva y promoción de conduc-
ta prosocial: ejes, evaluación y efectividad.
suma psicológica [internet]. 2008 [citado 22-
10-2016]; 12 (2):127-55. disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134219
inFlUenCia de estilos parentales en el desarrollo de las CondUCtas prosoCiales en los niños
278001
5. Bornstein l, Bornstein MH. estilos parentales
y el desarrollo social del niño. in tremblay
re, Barr rg, peters rdeV, Boivin M, eds.
enciclopedia sobre el desarrollo de la
primera infancia [en línea]. Montreal, Quebec:
Centre of excellence for early Childhood
development; 2010:1-4. [citado 22-10-2016].
disponible en: http://www.enciclopedia-infan-
tes.com/documents/Bornsteinespxp.pdf
6. Caycedo C, gutiérrez C, ascencio V, delgado
Áp. regulación emocional y entrenamiento en
solución de problemas sociales como herra-
mienta de prevención para niños de 5 a 6
años. suma psicológica. 2008; 12 (2):157-
73.
7. Cerezo Mt, Casanova pF, de la torre MJ,
Carpio MdlV. estilos educativos paternos y
estrategias de aprendizaje en alumnos de
educación se-cundaria. eur J educ psychol.
2011; 4 (1):51-61.
8. Cuervo Martínez a. pautas de crianza y desarro-
llo socioafectivo en la infancia. divers: perspect
psicol. [internet] 2010 [citado 22-10-2016]; 6
(1):111-21.disponible en: http://revistas.usta.
edu.co/index.php/diversitas/article/downlo-
ad/163/245
9. denham sa. social cognition, prosocial beha-
viour, and emotion in pre-schoolers:
Contextual validation. Child dev. 1986; 57
(1):94-201.
10. eceiza a, rebollo MJF, etxewberría i,
sánchez Fl, Urquijo pa, ortiz MJ. algunos
predictores de la conducta prosocial-altruista
en la infancia: empatía, toma de perspectiva,
apego, modelos parentales, disciplina familiar
e imagen del ser humano. rev psicol social.
1993; 8 (1):83-97.
11. escobar JH. la prevención temprana de la
violencia: una revisión de programas y moda-
lidades de intervención. University of
psychology. 2005;4 (2):161-77.
12. escrivá M, samper garcía p, navarro F.
procesos cognitivos y emocionales predicto-
res de la conducta prosocial y agresiva: la
empatía como factor modulador. psicothema.
[internet]. 2002 [citado 22-10-2016]; 14
(2):227-32. dispo-nible en:http://www.psico-
thema.com/pdf/713.pdf
13. escrivá VM, navarro MdF, garcía ps. la
medida de la empatía: análisis del
interpersonal reactivity index. psicothema.
2004; 16 (2):255-60.
14. esquivel ancona M F, garcía-Cabrero B.,
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
277
Montero y lópez lena M, Valencia Cruz a.
regulación materna y esfuerzo de control
emocional en niños pequeños. int J psychol
res [internet]. 2013 [citado 22-10-2016]; 6(1),
30-40. disponible en: http://revistas.usb.edu.
co/index.php/iJpr/article/download/698/494
15. esteve rodrigo J. estilos parentales, clima
familiar y autoestima física en adoles-
centes.[internet] [tesis doctoral]. Valencia;
Universidad de Valencia; 2004. [Citado 22-10-
2016]. disponible en: http://www.tdx.cat/bits-
tream/handle/10803/10184/esteve.pdf
16. garaigordóbil M. diseño y evaluación de un
programa de intervención socioemocional pa-
ra promover la conducta prosocial y prevenir
la violencia. Madrid: Centro de publicaciones
del Ministerio de educación y Ciencia; 2005.
17. guijo Blanco V. estudio multifactorial de la
conducta prosocial en niños de cinco y seis
años. [internet]. [tesis doctoral]. Burgos:
Universidad de Burgos; 2002. [Citado 22-10-
2016]. disponible en: http://riubu.ubu.es/bits-
tream/ 10259/60/1/guijo_Blanco.pdf
18. gutiérrez sanmartín M, escartí Carbonell a,
pascual Baños C. relaciones entre empatía,
conducta prosocial, agresividad, autoeficacia
y responsabilidad personal y social de los
escolares. psicothema [internet]. 2011 [citado
22-10-2016]; 23 (1):13-9. disponible en:
http://www.psicothema.com/pdf/3843.pdf
19. Henao lópez gC, garcía Vesga MC.
interacción familiar y desarrollo emocional en
niños y niñas. rev latinoam Cienc soc niñez
Juv [internet]. 2011[citado 22-10-2016]; 7 (2):
785-802. disponible en: http://revistaumani-
z a l e s . c i n d e . o r g . c o /i n d e x .p h p /r e v i s ta -
latinoamericana/article/download/193/89
20. Henao lópez g, ramírez palacio C, ramírez
nieto l. las prácticas educativas familiares
como facilitadoras del proceso de desarrollo
en el niño y niña. el Ágora UsB.2007; 7
(2):233-40.
21. izzedin Bouquet r, pachajoa londoño a.
pau-tas, prácticas y creencias acerca de
crianza... ayer y hoy. liberabit. 2009; 15
(2):109-15.
22. lópez F, apodaca p, etxebarria i, Fuentes MJ,
ortiz MJ. Conducta prosocial en preescolares.
infancia y aprendizaje. 1998; 21 (2):45-61.
23. Martínez MdCp. Justicia, F. J. y Cabezas, M.
F. prácticas de crianza y competencia socia-
les en niños de 3 a 5 años. pensamiento
psicológico. 2009; 6 (13):37-48.
24. Mestre V, samper p, tur aM, Cortés Mt,
278
nácher MJ. Conducta prosocial y procesos
psicológicos implicados: un estudio longitudi-
nal en la adolescencia. revista Mexicana de
psicología. 2006; 23 (2): 203-215.
25. Mestre MV, samper p, tur a, diez i. estilos de
crianza y desarrollo prosocial de los hijos. rev
de psicol gral y aplic; 2001; 54 (4):691-703.
26. Mestre MV, tur aM, samper p, latorre a.
inestabilidad emocional y agresividad: facto-
res predictores. ansiedad y estrés; 2012;16
(1):33-45.
27. Mestre MV, tur aM, samper p, nácher MJ,
Cortés Mt. estilos de crianza en la adoles-
cencia y su relación con el comportamiento
prosocial. revista latinoamericana de
psicología. 2007; 39 (2):211-25.
28. Montolío Ca y leonhardt pC. los estilos edu-
cativos parentales desde los modelos interac-
tivos y de construcción conjunta revisión de
las investigaciones. teoría de la educación.
revista interuniversitaria. 2013; 24 (2):149-
76.
29. Moreno Je, Fernández C. empatía y flexibili-
dad yoica, su relación con la agresividad y
prosocialidad. límite. 2011; 6 (23):41-55.
30. Moreno Méndez J, Utria rodríguez e.
Caracterización de los programas de trata-
miento cognitivo-conductual para el manejo
de problemas de comportamiento en niños y
adolescentes realizados en Bogotá entre
2002 y 2008. psicología Caribe. 2011; 28:39-
76.
31. oliva a, parra Á, arranz e. estilos relaciona-
les parentales y ajuste adolescente. infancia y
aprendizaje. 2008; 31 (1):93-106.
32. ramírez Ma. padres y desarrollo de los hijos:
prácticas de crianza. estudios pedagógicos.
2005;31 (2):167-77.
33. rendón arango Mir. regulación emocional y
competencia social en la infancia. diversitas.
2007; 3 (2):349-63.
34. richaud de Minzi MC. influencia del
acta psiquiátr psicol am lat. 2016; 62(4): 270-278
inés arangUren, María adela Bertella
Modelado de los padres sobre el desarrollo
del razona-miento prosocial en los/las
niños/as. interamericanJournal of psychology.
2009; 43 (1):187-98.
35. robles Z, romero e. programas de entrena-
miento para padres de niños con problemas
de conducta: una revisión de su eficacia.
anales de psicología. 2011; 27 (1):86-101.
36. rodríguez l, russián g, Moreno J.
autorregulación emocional y actitudes ante
situaciones de agravio. revista de psicología.
2009; 5 (10):25-44.
37. ruiz dM, lópez ee, pérez sM, ochoa gM.
relación entre el clima familiar y el clima
escolar: el rol de la empatía, la actitud hacia la
autoridad y la conducta violenta en la adoles-
cencia. international Journal of psychology
and psychological therapy. 2009; 9(1):123-
36.
38. terán C, antonieta Ma, Herrera J, rivera i.
los estilos de interacción paterna-materna y
el desarrollo de la autorregulación afectiva en
el niño: una perspectiva histórico cultural.
revista Cubana de psicología.2005;22
(1):62-7.
39. torío s, peña JV, inda M. estilos de educa-
ción familiar. psicothema. [internet]; 2008;
[22-10-2016]; 20 (1):62-70. disponible
http://www.psicothema.com/pdf/3430.pdf
40. torío s, peña V, rodríguez MC. estilos edu-
cativos parentales. revisión bibliográfica y
reformulación teórica. teor educ. 2008; 20:
151-78.
41. Valencia li, Henao lópez gC. el desempeño
en habilidades sociales en niños, de dos y
tres años de edad, y su relación con los esti-
los de interacción parental. electronic Journal
of research in educational psychology
[internet]; 2010 [22-10-2016]; 8 (3):1051-76.
disponible en: http://www.investigacion-psi-
copedagogica.org/revista/new/Contadorarticu
lo.php?481