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HISTORIA AGl?AI?

lA • n," 17 • 1999 • pp, 221-228 • © SEHA

E 1 poblamiento rural en el Norte de la


Península Ibérica (ss. V-X): continuidades,
rupturas, transformaciones
A. Fuentes Domínguez / ]. López Quiroga

Este encuentro ha reunido un conjunto de 15 ponencias (agrupadas en tres


áreas de estudio: Noroeste, cornisa cantábrica y Meseta Norte), con la participación
de 23 especialistas procedentes de universidades españolas, portuguesas y france-
sas, La participación ha sido igualmente muy elevada, superando largamente el cen-
tenar de investigadores, entre doctorandos y profesores, venidos éstos de diferentes
lugares de la Península y de fuera de ella, Pasamos a realizar una breve síntesis de
las aportaciones para cada área de estudio y de las conclusiones de este evento,
La ponencia introductoria, de carácter historiográfico, fue realizada por el Prot.
J, A García de Cortázar (Universidad de Cantabria), con el título: "El poblamiento
rural entre el Cantábrico y el Duero (ss. V-X): Balance y perspectivas de un viejo
debate historiográfico en el umbral del e. XXI», Distingue el autor, cinco modelos de
lo que denomina una primera fase, caracterizada por considerar el poblamiento como
una "variable directora» de una estructura social analizada a partir de los datos
escritos y toponímicos: el modelo albornociano (vacío demográfico con ruptura social
y continuidad institucional), el de García de Cortázar (debilitamiento demográfico con
desestructuración socia! e institucional y pautas aculturizadoras mediterráneas). Un
primer balance de este modelo: éxito relativo de la "vía gentilicia/indígena al feuda-
lismo». Una segunda fase, se centraría en la crítica de la vía indígena al feudalismo,
a través de una mejor definición del punto de partida, ello centrado en dos aspectos:
el debate entre "romanistas» e "indigenistas», y sobre el carácter de la sociedad
hispanovisigoda (¿sociedad protofeudal o sociedad antigua?). Un segundo balance:
primacía del debate despoblación/repoblación y de los modelos de sociedad sobre el

A. FUENTES DOMÍNGUEZ es bistoriador y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.


J. LÓPEZ QUIROGA es historiador y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.
Dirección pnra correspondencia: FaCIlItad de Historia. Universidad de Alcalá de Henares. Madrid.

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A. Puentes Domtngue z / J. López Quiroga

conocimiento de la red de poblamiento y su significado. Una tercera fase, caracteri-


zada por la utilización del poblamiento como "fósil director» (a partir de datos textua-
les, toponímicos y arqueológicos) en un contexto asumido de continuidad poblacional
en el valle del Duero. Dos modelos se destacan: el de Pastor/Larrea (continuidad
social e institucional, con permanencia de la población pero con ruptura de la red de
poblamiento antiguo en el período visigodo), el de Martín Viso (continuidad social e
institucional, con permanencia de la población y de la red de poblamiento fundamen-
tada en un sólido sistema castral ancestral reflejo de una estructura social segmentada.
Como conclusión, se observa una clara diferencia entre los modelos propuestos (se
habla de poblaciones residuales o desestructuradas; no hay acuerdo en cuanto a la
fecha de "ruptura», en el s. Villa en el s. V; se subraya el papel de los factores
internos (villae/castros, castros/civitates, altura/llanura, dispersión/concentración); se
destaca la importancia de los análisis micro-regionales (J. López Ouiroga/M. Rodríguez
Lovelle) juntamente con una mejor definición de los patrones de asentamiento tardo-
antiguos a través del análisis arqueológico.

Para el área Noroeste, contamos con cinco estudios. Galicia y Norte de Portu-
gal, han sido analizadas por J. López Ouiroga (Casa de Velázquez-Universidad de
Alcalá), y M. Rodríguez Lovelle (Universidad de Santiago), en la ponencia titulada: "El
poblamiento rural en Galicia y Norte de Portugal (ss. V-X): propuestas interpretativas
a partir de la arqueología». Tras una breve introducción historiográfica y un comen-
tario sobre el carácter y problemática de las fuentes textuales y arqueológicas, se
hace un análisis sobre las fluctuaciones del poblamiento rural en esa vasta región
entre los ss. V Y X, a partir del análisis micro y macro-regional. Para el primero, se han
escogido 8 micro-regiones (4 en Galicia: el territorio en torno a Lugo, del Tambre al
Lérez, el bajo valle del Miño y la meseta central lucense; y 4 en el Norte de Portugal:
del Limia al Cávado, del Cávado al Duero, el alto Támega y la Limia alta y del Sabor
al Duero), en las que se analizan el período pre-romano y romano, la tardo-antigüedad
(ss. V-VIII) y el período pre-feudal (ss VIII-X). La dialéctíca entre el análisis micro-
regional (como método de trabajo) y el macro-regional (como modelo de interpreta-
ción), ofrece dos modelos, contrapuestos pero complementarios, con una primera
diferenciación entre la costa (más "romanizada», especialmente entre el Lérez y el
Duero, estructurada y organizada desde el punto de vista de la organización territorial
y de la red de poblamiento) y el interior (menos "romanizado», menos estructurado y
organizado); y con otra clara diferenciación entre el espacio al Norte del Miño y al Sur
de este río, que subraya las diferencias señaladas anteriormente. Se insiste en la
necesidad de diferenciación y de definición de las patrones de asentamiento tardo-
antiguos y, especialmente, los pre-feudales, a partir de los datos arqueológicos. La
necesidad de superar la elaboración de modelos excluyentes, originales pero poco
útiles, mediante el análisis de las diferencias micro-regionales. la necesidad de supe-
rar el binomio continuidad/ruptura, sustituyéndolo por el término de transformación y
en la importancia, si se quiere avanzar en el tema en cuestión, de la utilización de los
datos arqueológicos que hay que tratar en paralelo con los textuales y toponímicos.
En definitiva, para el espacio galaico-portugués, el poblamiento sería un fósil director,
reflejo de una estructura social dinámica en transformación y en un contexto de tran-
sición.

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El poblamiento rural en el Norte de la Península Ibérica (ss. V-X):
continuidades, rupturas, transformaciones

Para el Norte de Portugal, el Prof. M. Barroca (Universidad de Oporto), presentó


la ponencia titulada: -Fotíticacoes e Povoamento no Norte de Portugal (séc. IX-XI»>,
en la que el autor caracteriza los primeros momentos de la Reconquista a partir de
las presuras de Alfonso 111, enmarcando en ese momento la aparición de los castillos
(finales s. IX) siguiendo la dinámica del avance cristiano hacia el Sur y la evolución
de la frontera. Aborda el problema del «lncastellamento» en el Norte de Portugal,
insistiendo en su precocidad para la zona del Duero y su cronología más tardía para
zonas más norteñas. Distingue dos tipos de fortificaciones (de iniciativa condal o
local) en relación con el proceso de organización del espacio y la aparición de las
-civitates-: en el marco de la organización del territorio y el surgimiento de
fortificaciones y los testimonios arqueológicos existentes para ese espacio.

El área asturiana ha sido abordada por M. Fernández Mier (Universidad de


Oviedo), con la ponencia titulada: "El poblamiento rural en Asturias en la Alta Edad
Media: aportación de la arqueología». Partiendo de los datos toponímicos, de la geología
de la zona (que marca diferencias zonales) y del estudio de los castros y su relación
con las explotaciones mineras auríferas romanas la autora traza una secuencia del
poblamiento centrada en la continuidad de los asentamientos pero con un cambio en
su funcionalidad. Diferencia dos zonas (occidental y oriental), en función de los pa-
trones de asentamiento de los castros y su relación con los espacios agrarios que
están en su proximidad: una zona de montaña, con una fuerte ausencia de material
arqueológico, pero con castros directamente implicados en las actividades de extrac-
ción del mineral; otra zona, donde los castros presentan características diferentes, ya
que son de mayores dimensiones, con un importante aspecto defensivo y con una
relación marcada con los espacios de pasto inmediatos. De esta forma, para la autora
el binomio castros/minas y el castros/zonas agrícolas-pastos, constituye un elemento
fundamental en la evolución del poblamiento rural en Asturias, ya que las "villas»
mencionadas en la documentación medieval se encuentran mayoritariamente a proxi-
midad de los castros con dedicación agrícola. Así, se produciría un abandono, en
época altomedieval, de los castros por las «villae», con un cambio en los patrones de
asentamiento en la que los espacios de dedicación agrícola primarán sobre los ele-
mentos defensivos.

Otra ponencia referente al área asturiana ha sido la presentada por M. C.


Fernández Ochoa y F. Gil Sendino (Universidad Autónoma de Madrid), con el título:
"Arqueología e Historia en torno a la Vía de Plata en el concejo de Gijón. El yacimiento
de veranes». Se trata de un análisis en detalle de este importante yacimiento romano
(con una extensión de aproximadamente unos 8.000 m. cuadrados) transformado en
Iglesia en la Edad Media, situado en la Vía de Plata entre Oviedo y Gijón. Las
excavaciones comenzaron en 1998 con una duración de seis meses. Los datos actua-
les permiten hablar de una ocupación de 1 Ha. para Veranes. la excavación permitió
exhumar nuevos espacios calefactados de época romana y grandes espacios de
habitación con mosaicos, con una cronología para esta fase con un claro uso en el
s. IV y pervivencias posteriores aún no muy bien definidas. Igualmente, se excavaron
más de medio centenar de tumbas medievales, ya que el establecimiento romano fue
convertido en Iglesia en el curso de la Alta Edad Media, entre los ss. IX Y XII.

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A. Fuentes Domtnguez / J. López Qttiroga

La última ponencia del área noroeste fue la presentada por el Prof. A. Gutiérrez
González (Universidad de Oviedo), con el título: "Poblamiento y ocupación del espa-
cio en la transición del mundo antiguo al medieval en la meseta leonesa (ss. V-X)>>.
El autor subraya las dificultades que los modelos de Sánchez Albornoz y de Barbero
y Vigil, presentan a la hora de explicar la transición del mundo antiguo al medieval en
el norte peninsular. Para superarlos, propone estudiar la evolución de los patrones de
asentamiento y los modelos de ocupación y explotación del territorio, desde época
pre-romana, romana y, sobre todo, tardo antigua. El área elegida es la meseta leonesa,
diferenciando las zonas de montaña y las de valle. Para las primeras, se centra en el
estudio de la creación de territorios campesinos por "comunidades castreñas
preteudales», anteriores al s. IX. A través de la arqueologia, el autor analiza la terri-
torialidad castreña en el abandono de los "castros campesinos» y la superposición
física y social de torres en algunos en la época de Alfonso 111. La construcción de
otros castillos posteriores, ss. X-XI, suponen el dominio sobre un territorio mayor y una
reorganización de la producción. En lo que se refiere a las zonas de la meseta, el
autor distingue diferencias regionales. Para época prerromana, existen castros esca-
samente jerarquizados. Con la integración de ese espacio en la órbita de Roma, se
produce una fuerte jerarquización de territorio ("civitates» y «villae»), En época
tardoantigua, se daría un "empobrecimiento» de los centros de poder, lo que impli-
caría una desarticulación estatal, con una menor jerarquización de los asentamientos
y su "invisibilidad» para el registro escrito y arqueológico. Explicable por una reduc-
ción de la presión fiscal, una mayor autonomía campesina con la consiguiente tenden-
cia a la dispersión y economía de subsistencia. Así, los ss. VIII-IX serían los momentos
de autonomía y crecimiento campesino sin presión señorial. Ello explicaría, según el
autor, el contraste de esta imagen con la que ofrece la documentación altomedieval,
con una vuelta a la jerarquización sobre las «civitates- y castros antiguos y los mo-
nasterios, que serán los nuevos centros reordenadores de los territorios feudales.

En lo que respecta al área de la cornisa cantábrica, la primera ponencia ha


sido la de 1. García Camino (Servicio de Patrimonio Histórico. Diputación Foral de
Bizkaia), con el título "El poblamiento rural en Bizkaia entre los siglos VI Y XI. Apor-
taciones desde la arqueología». Señala el autor el peso de la tradición historiográfica
que consideraba este espacio como arcaico y anclado en el pasado, que sufrió un
proceso de colonización de origen meridional en el s. IX. Las investigaciones recien-
tes ponen en cuestión esta visión, especialmente gracias a los datos arqueológicos.
Se han logrado identificar así, para la provincia de Bizkaia, diversos patrones de
asentamiento. Para los ss. VI Y VIII habría una concentración del hábitat en determi-
nados enclaves estratégicos y recesión en la ocupación del espacio. Desde finales
del s. VIII y, sobre todo en los s. IX Y X, la tendencia se invertía, los lugares con
ocupación se incrementan, dispersos por todo el territorio y muy próximos entre ellos.
Ello sería un reflejo de un hábitat inorgánico y denso, con aldeas distribuidas en torno
a las montañas alrededor de una iglesia, en el contexto del crecimiento agrícola alto-
medieval. Los textos del s. XI, muestran una reorganización del poblamiento, como
consecuencia del crecimiento espontáneo anterior, dirigida por los poderes civiles
(monarquía y condados), y eclesiásticos (obispados y monasterios).

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El poblamienro rural en el Norte de la Península Ibérica (ss. V-X):
continuidades, rupturas, transformaciones

El espacio Navarro fue abordado por J.J. Larrea (Universidad del País Vasco),
con la ponencia titulada: "La villa altomedieval como pieza clave de una nueva época.
El ejemplo de Navarra». Hacia el año Mil, el espacio de la Navarra "nuclear» (cuencas
y valles pirenaicos), responde al siguiente modelo: por debajo de los 600 m. de
altitud, hay una tupida malla de pequeños hábitats concentrados y muy próximos. Se
trata de minúsculas aglomeraciones de una o dos decenas de hogares, con iglesias
en posición algo exterior y en posición dominante. Emplazadas en pendiente, en la
articulación entre «saltus» y -aqer», las -villae» organizan en torno a ellas espacios
agrarios con una fuerte fragmentación parcelaria. Esta estructura de poblamiento,
radicalmente diferente a la romana, es situada por el autor a finales del s. VIII, y se
verifica documentalmente a la altura del 900. La "villa» altomedieval, sería el resultado
de dos procesos convergentes: uno, es el protagonismo campesino en la expansión
agrícola y del poblamiento; el otro, un poder que se restablece de la debacle del
Estado hispano-visigodo adaptándose a las realidades emergentes, contribuyendo así
a su cristalización. La "villa» navarra, según el autor, no representa algo original, sino
que sería una variante de un fenómeno más general.
El área cantábrica fue objeto de la ponencia de R. Bohigas y Roldán (Santander),
con el título: "Arqueología del poblamiento en Cantabria». Se hace un análisis y
valoración de los distintos materiales y yacimientos existentes para el período entre
los ss. V y X. Se mencionan los «trernisses- de La Hermida, los hallazgos de la Cueva
del Cudón, el broche de Limpias y la ocupación del yacimiento de Maliaño (Camargo).
Especial atención merece el caso de la Liébana, con los trabajos sobre el eremitorio
de Cueva Santa (Santo Toribio de Liébana), que es adscribible ahora a época hispa-
no-visigoda. Para el Sur de Cantabria (cabeceras del valle del Ebro y del Camesa),
el problema se plantea en relación a la evolución tardía del poblamiento romano de
la zona. Para ese espacio hay tres yacimientos romanos de importancia: luliobriga-
Retortillo, Camesa-Rebolledo y la "villa» romana de Santa María del Hito. Los datos
disponibles sólo permiten aproximaciones parciales y debe de centrarse en Camesa-
Rebolledo, que gracias al C-14, permite hablar de la instalación de una necrópolis
sobre las ruinas altoimperiales desde finales del s. VI, el VII y el VIII, con una orga-
nización en torno a una iglesia prerrománica. Evolución similar sería la de la necrópo-
lis asentada sobre la "villa» tardorromana de Santa María del Hito, también del s. VII.
La Cueva de Hornucos o de Suano plantea también interesantes cuestiones, aún por
resolver, que podrían enmarcarla en el fenómeno de ocupación de cuevas caracterís-
tico de estos momentos. Hay también evidencias de poblamiento altomedieval anterior
al s. X, gracias a las dataciones de C-14 de la necrópolis del Conventón de Santa
Olalla, Tresileja, San Julián, castillo altomedieval de Camargo y la cercana necrópolis
de San Pedro.
Para el área de la Meseta, el trabajo del Prof. A. Fuente Domínguez (Universi-
dad Autónoma de Madrid), tuvo como título: "Poblamiento rural entre ambas mesetas
en la Antigüedad tardía». El autor insistió en el papel de la ciudad, de las «villae»
(transformadas o reutilizadas como necrópolis) y de los -vici- (éstos mucho menos
conocidos), y de los poblados de altura (tipo castro u «oppida») para el período
tardo-antiguo. Un ejemplo, es el Cerro del Castillo de Bernardos, situado a 1.000 m.

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A. Fuentes Domínguez / J. López Quiroga

de altitud, está rodeado de -villae» y posee un recinto interno de 9 Ha. El interés de


este lugar radica en que la muralla se construye en el s. V y que su ocupación perdura
hasta el s. X (es mencionado en el s. X en una fuente árabe). Otro tipo de asentamientos
para el período tardo-antiguo que comienzan a aparecer con cierta frecuencia para
este período es el constituido por los fondos de cabaña que coexisten con las -villae».
El autor, considera estos fondos más como un modelo de explotación que como
formas de habitación y habla de su existencia tanto en época romana como visigoda.
J. Escalona Monge (CSIC) y F. Reyes Téllez (Madrid), presentaron la ponencia
titulada: "Continuidades y transformaciones en el valle del Duero: Valdezate (Burgos),
ss. IV-XII". Este trabajo se centra en el yacimiento de Santa Cruz de Valdezate,
excavado entre los años 1981 y 1993. Los autores son conscientes, y así lo ponen de
manifiesto, de los problemas que plantea extraer conclusiones generalizadoras para
un solo yacimiento por muy rico que éste sea. Subrayan el valor de Valdezate por tres
razones: por centrarse casi exclusivamente en datos arqueológicos, por la larga se-
cuencia cronológica del yacimiento (desde el s. IV hasta la actualidad), por su impor-
tancia para analizar cómo los procesos que operan a nivel supralocal afectan y mo-
difican el medio local. Se identifican tres fases: una primera, en la que la meseta del
Duero estaba todavía integrada en un sistema económico, político y social de amplia
escala; una segunda, en la que la fragmentación territorial y política parece haber
alcanzado en estas zonas un grado de intensidad muy fuerte y en el que los niveles
máximos de articulación apenas parecen haber rebasado la escala micro-regional;
una tercera, de recomposición de un sistema de amplia escala. Los autores abogan
por una superación del binomio explicativo continuidad/ruptura por el de transforma-
ción para explicar la evolución del poblamiento rural en este período. Particularmente
importante, ha sido la aportación sobre la cronología de las tumbas excavadas en la
roca, gracias a la aparición de una hebilla de tipo liriforme, datada a finales del VII
-principios del VII, en el interior de una tumba antropomorfa. Ello confirma datos
obtenidos para otras áreas (en concreto al área galaico-portuguesa), sobre el paso
hacia las formas antropomorfas en el tránsito del s. VII al VIII. Además, permite utilizar
este tipo de cementerios como un fósil director para comprender la evolución del
poblamiento tardo-antiguo y prefeudal.
El área de la Castilla del Ebro, ha sido analizada por 1. Martín Viso (Universidad
de Salamanca), en la ponencia titulada: "La dinámica del poblamiento rural en la
Antigüedad tardía y la Alta Edad Media: el ejemplo de la Castilla del Ebro". Comienza
subrayando el autor que el análisis del poblamiento no puede desligarse del estudio
de las estructuras sociales, al ser un reflejo de éstas. Se centra en el análisis de una
región concreta, la Castilla del Ebro, diferenciando la parte occidental y la oriental,
con desarrollos diferentes que responden a una dinámica centro-periferia. El
poblamiento antiguo está caracterizado por la centralidad de los sistemas castrales,
con una organización social segmentaria (algunos de ellos ejercerían la función de
«civitates» en la zona oriental). El poblamiento de llanura es, sin embargo, escaso y
sometido a una fuerte dispersión. Con la "romanización" se producirán ciertas trans-
formaciones internas que darán lugar a «villae» o granjas. Estos asentamientos en los
siglos X Y XI funcionarán como aldeas, con una mayor concentración en el área

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El pobl amiento rural en el Norte de la Pen insula Ibérica (ss. V-X):
continuidades, rrqrturas, transformaciones

oriental (donde se encuentran las mejores tierras de labor). La formación de las al-
deas (consecuencia de la descomposición de los sistemas castrales) se relaciona con
la afirmación de ciertos grupos aristocráticos. Ello no supone el final de los castros
sino que éstos permanecerán como centros de poder con una reordenación de su
papel: centros de control militar, núcleos de culto y enterramiento o simple referencia
espacial. Las aldeas continúan siendo muy dispersas, correspondiéndose con un
poder local todavía poco articulado hasta que el crecimiento agrario y la nueva cons-
trucción socio-política (Condado de Castilla y luego monarquía castellana) culminará
el proceso a favor de la feudalización, con el triunfo de la aldea y la desaparición de
los castros. Para la zona oriental, la diferente evolución de las zonas centrales y
periféricas hace que se pueda hablar de modelos distintos a partir de idénticos pun-
tos de partida. A pesar de los datos fragmentarios, parecería haber una mayor per-
duración de la dispersión, incluso de un hábitat de tipo rupestre y de los castros,
aunque permanecen las estructuras a ellos ligadas y su reformulación como "aldeas
castrales» ,

El espacio comprendido entre los ríos Arlanza y Duero fue abordado por E.
Pastor Díaz de Garayo (Universidad del País Vasco), con la ponencia titulada: "El
poblarniento rural entre el Arlanza y el Duero (ss. V-X)>>. Tres fueron las cuestiones
abordadas por el autor: el interés que el estudio del hábitat tiene sobre la evolución
de las estructuras de larga duración, como manifestación del nivel de desarrollo de
las fuerzas productivas; una fuerte crítica (que a su vez suscitó un vivo debate) a los
trabajos arqueológicos referentes al sector meridional del condado castellano (y a la
Arqueología en general), respecto a cuestiones de método, de cronología y de tipología;
la exposición de un modelo de evolución del poblamiento rural para el espacio en
cuestión entre el Bajo Imperio y el año Mil: poblamiento romano que se desestructura
en el s. V; poblamiento visigodo precario, inestable e itinerante; poblamiento prefeudal,
en torno al cambio de milenio, caracterizado por una densa malla de núcleos de
habitación -Ias aldeas- consecuencia del crecimiento agrario altomedieval -idea de
la Reconquista como expresión del crecimiento agrario- y con un marcado carácter
de estabilidad y permanencia.
El área occidental de la Meseta ha sido objeto de análisis por parte de J. Morin
de Pablos (Colegio de Arqueólogos, Madrid), con la ponencia titulada: "Arqueología
del poblamiento visigodo en el Occidente de la Meseta Norte (ss. V-VIII)>> El objetivo
del autor se centró en un análisis muy pormenorizado de los restos materiales de
época visigoda en las actuales provincias de León, Zamora y Salamanca. La falta de
trabajos de excavación sistemáticos, los datos fragmentarios procedentes de las pros-
pecciones de superficie o de hallazgos casuales han impedido al autor poder propo-
ner un modelo teórico que explique las transformaciones de las pautas del poblamiento
para el área objeto de estudio. Sí han sido abordados aspectos referentes a la vida
cotidiana (indumentaria, artesanía, cultura ....) para el período visigodo,

Finalmente, la provincia de Zamora, fue abordada por el Prof. J. Abásolo (Uni-


versidad de Valladolid), en la ponencia titulada: "Arqueología del poblamiento de las
campiñas zamoranas entre la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media». En el siglo IV

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A. Fuentes Domin guez / J. López Qttiroga

señala el autor la existencia de lo que denomina una "expansión rural". con la pre-
sencia de «villae» (Santa Cristina de la Polvorosa, Camarzana de Tera o Fuente de
San Pedro en Villafáfila) y otros asentamientos de llanura aún por definir. Entre éstos
encontramos los «vici» y los establecimientos de tipo defensivo. No se trataría de
yacimientos romanizados sino con ocupación en época tardoromana (castro de San
Esteban en Muelas del Pan, con restauración de las murallas en ese momento). Otro
aspecto tratado por el autor, ha sido el de las "necrópolis del Duero" (que dio lugar
a un interesante debate), entre las que destacan la de Fuentespreadas, las de Villárdiga,
Villalpando y Vadillo de la Guaraña, que tendrían un carácter militar (algunas, no
todas) que perduraría en época visigoda.
Las conclusiones de este encuentro fueron realizadas por el Prof. M. Rouche
(Universidad de París-Sorbo na, París-IV) y el Prol. L. A. García Moreno (Universidad
de Alcalá). El Prof. Rouche, trató cuatro cuestiones que consideró fundamentales para
abordar el tema objeto del seminario. En primer lugar, la necesidad de la comparación
constante entre las informaciones de tipo textual y las arqueológicas. Así se diferen-
cian, al menos, cuatro tipos de romanización: una muy fuerte, caracterizada por la
ciudad; otra menor, observable a partir de las centuriaciones; una tercera débil,
detectable a nivel de los -conventus», de la explotación minera y las «villae»: y una
muy débil, visible sólo a través de la influencia comercial. La paleoantropología de las
necrópolis permitiría, a su vez, abordar el problema de los típos de presencia humana
(tribal, semi-nómada o sedentaria). En segundo lugar, subrayó la importancia de la
ausencia o presencia de la moneda en unas determinadas coordenadas espacio-
temporales y, particularmente, en el período objeto de estudio. En tercer lugar, la
relación entre el factor religioso y la evolución del poblamiento y, en concreto, de los
factores escatológicos. En cuarto lugar, los factores políticos: presencia o ausencia
del Estado. Los acontecimientos políticos (crisis internas/invasiones externas) influyen
en la evolución del poblamiento y dan lugar a respuestas diferentes según las dife-
rentes zonas. El Prof. García Moreno, insistió en la idea de continuidad ocupacional,
distinguiendo ésta del concepto de continuidad del poblamiento. Hay continuidades
de tipos de poblamiento (ideas ya referidas por M. Bloch y G. Duby) y de las fases
de crecimiento y decrecimiento con carácter multisecular. Trazó una posible triple
evolución de las «villae» a partir del siglo V: la creación de nuevas -villae- tipo
«burqus», sería muy escasa; la desaparición de la -pars urbana" de la -villae» y su
ocupación por fondos de cabaña, sería más frecuente; finalmente, la construcción de
martyria, basílicas y monasterios constituiría un fenómeno generalizado. Una serie de
propuestas de líneas de investigación centraron la parte final de su intervención: la
necesídad imperiosa de un diálogo fructífero entre historiadores y arqueólogos; el
estudio del problema del colonato; el problema de la estructura de la renta señorial;
la cuestión de la moneda, sobre todo para los siglos VII-IX; y el problema de la
segmentación social, insistiendo en la idea de la permanencia de la unidad de la
-villae» a pesar de las -portiones».

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