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Las experiencias de Spallanzani

Lázaro Spallanzani confirmó que los organismos unicelulares son seres vivos y
refutó la generación espontánea. El sacerdote católico inglés Needham había hecho
una serie de experimentos en favor de esa teoría.

Needham defendió la teoría de la generación espontánea al observar que en los


caldos hervidos por unos minutos en recipientes bien cerrados desarrollaban
siempre microorganismos que lo descomponían. Sostenía que la vida surgía de la
materia no viviente ya que todo lo vivo en las soluciones se había muerto con el
calentamiento.

En 1769, Spallanzani repitió los experimentos pero prolongando el periodo de


calentamiento y sellando con más cuidado los recipientes, en estas condiciones no
se verificaba, aun después de mucho tiempo, el desarrollo de microorganismos.

Según Spallanzani los microorganismos se originaban de otros preexistentes y no


espontáneamente, por eso indicó que la ebullición que había realizado Needham
no había sido suficiente para matar los gérmenes presentes en el caldo.

Sin embargo, esta primera prueba no convenció a los seguidores de Needham,


quienes objetaron que el largo calentamiento había destruido el “principio activo”,
por eso Spallanzani repitió sus experiencias, haciendo hervir las soluciones entre
media hora y dos horas, la ebullición tendría que haber destruido el “principio
activo”, luego dejó las soluciones en recipientes abiertos por 8 días y demostró que
habían desarrollado microorganismos

Llegó a la conclusión de que no hay generación espontánea, sino que el aire


contaminaba las muestras y demostró que lo único destruido por la cocción eran
las bacterias, y no un principio de vida de índole místico.

Experimento de Spallanzani
La contribución decisiva de Pasteur

Luis Pasteur había observado que en los jugos de frutas en fermentación había
levaduras y otros microorganismos y que su número aumentaba con el incremento
de la fermentación. No creía que estos microrganismos se originaban
espontáneamente sino que estaban presentes en el aire y en el polvo atmosférico.

Para probarlo realizo un experimento. Añadió líquidos capaces de permitir el


desarrollo de bacterias (caldo de cultivo, jugo de remolacha, infusión de levadura y
azúcar) a un matraz de cuello largo. A continuación, dobló el cuello de los
matraces, calentándolos en la llama, de modo que adoptaran la forma de “cuello de
cisne”. Después, puso a hervir los líquidos por varios minutos, de modo que el
vapor hiciera salir al aire por la abertura del cuello. Luego, se enfriaban los líquidos
y el aire volvía al matraz a través del “cuello de cisne”, mientras que el agua y el
polvo se depositaban en él sin llegar al líquido.

En estas soluciones, aunque estuviesen en contacto directo con el aire, no aparecía


ningún microorganismo. Esto fue posible por causa de dos factores: el primero, fue
consecuencia de las trabas físicas causadas por la forma de los cuellos de botella, y
el segundo, ocasionado por la adhesión de impurezas en la superficie interna del
cuello, ya que si se inclinaba el recipiente, de modo que el líquido se deslizase en el
cuello hasta tocar el polvo depositado en el codo, en pocos días aparecían
microorganismos.

Este sencillo experimento de Pasteur demostraba de modo irrebatible la falsedad


de la generación espontánea y comprobaba que “la vida viene solo de la vida”,
principio que se ha mantenido hasta nuestros días.

Con el fracaso de la abiogénesis, el problema del origen de la vida volvió a cobrar


vigor, ya que si un ser vivo solo se puede originar de otro ser vivo, ¿cómo surgió el
primero? Para responder esto fueron lanzadas dos hipótesis:

 La vida surgió por creación divina.


 La vida surgió por evolución gradual de sistemas químicos.

La primera hipótesis dominó el pensamiento de los pueblos antiguos, se le conoce


con Teoría Creacionista, según la cual la vida tuvo su origen en el Ser Supremo que
creó las especies, esta teoría sostiene la inmutabilidad de las especies, es decir, que
no varían ni en el tiempo ni en el espacio.

La veracidad de la segunda hipótesis se apoya en una serie de datos científicos


recientes los cuales suponen que el planeta estaba en condiciones para evolucionar
por sí mismo.

Las fuentes de energías existentes en la tierra primitiva eran las radiaciones


ultravioleta (provenientes del sol), las descargas eléctricas (de los relámpagos), los
rayos cósmicos (proveniente del espacio) y el calor volcánico. Según la teoría
quimiosintética, éstas tuvieron un papel importante en la formación de
compuestos orgánicos como proteínas, carbohidratos, grasas y ácidos nucleico a
partir del metano, el amoníaco, el agua y el hidrógeno presentes en la atmósfera
primitiva. Estos compuestos orgánicos se fueron combinando y dando origen a
otros más complejos que hicieron posible el origen de la vida.

Experimento de Pasteur.

 Comparación entre las experiencias de Spallanzani y Pasteur.

Spallanzani y Pasteur estaban de acuerdo en que la vida solo viene de la vida,


ambos experimentos fueron hechos para probar la falsedad de la generación
espontánea.

Spallanzani realizo su experimento para probarle a Needham que los


microorganismos se originaban de otros preexistente y no espontáneamente.
Needham en su experimento puso a hervir unos caldos solo por unos minutos, lo
que no era suficiente para matar a los gérmenes en ellos, y por supuesto,
observaba microorganismos en ellos, llegando a la conclusión de que surgieron
espontáneamente porque todo lo vivo en el caldo se había muerto con el
calentamiento.

Spallanzani repitió este experimento pero selló mejor los recipientes y puso los
caldos a hervir por más tiempo, lo que mataba a los gérmenes en ellos, luego dejó
los recipientes abiertos y descubrió que habían desarrollado microorganismos,
llegando así, a la conclusión de que el aire era el que había contaminado las
muestras y originado los microorganismos, cosa que se termina de explicar con las
experiencias de Pasteur.

Pasteur en su experimento también puso a hervir una líquidos, en unos recipientes


de cuello alargado, a los que les doblo el cuello para que estuviesen en contacto con
el aire pero no directamente. Luego de hervirlos los dijo reposar y observó que no
desarrollaban microrganismos, aun estando en contacto con el aire.

Lo que sucedió fue que las partículas de polvo y los microorganismos que tiene el
aire se depositaron en el cuello y no llegaron al líquido, por eso este permanecía
estéril sin importar que el aire tuviese contacto con él. Cuando Pasteur inclinó el
recipiente apara que el líquido llegara hasta donde estaba el polvo depositado, la
muestra se contaminó.

Las experiencias de Spallanzani y Pasteur tenían en común el tema del origen de


los microorganismos, y aunque ambos estaban en contra de la generación
espontánea, llegaron a diferentes conclusiones. Según Spallanzani lo que originaba
los microorganismos y contaminaba las muestras era el aire, cosa que Pasteur
descartó con su experimento, donde las muestras seguían estériles aun al estar en
contacto con el aire, él explicó que lo que en realidad contaminaba las muestras
eran las partículas de polvo en el aire, no el aire en sí.

Formación de la Tierra y su atmosfera

No se sabe con seguridad cómo se formó el sistema solar. Solo se han podido
proponer hipótesis sobre este tema, pero a medida que se investigan los secretos
del Universo, las evidencias a favor de esas hipótesis se hacen más convincentes.

Según los científicos, hace unos 15.000 millones de años se produjo una gran
explosión, el Big Bang. La fuerza desencadenada impulsó la materia,
extraordinariamente densa, en todas direcciones, a una velocidad próxima a la de
la luz.

La hipótesis más ampliamente sostenida en la actualidad es que el Sol y sus


planetas se formaron a partir de una nube de polvo y gas cósmico que con el
tiempo se alejaban del centro y reducían su velocidad, la mayor parte de este
material empezó a condensarse rápidamente en una masa más compacta.
Cerca del límite de esta galaxia, que hoy llamamos Vía Láctea, una porción de
materia se condensó en una nube más densa hace unos 5.000 millones de años.
Esto produjo un enorme calor y presión, lo que inicio reacciones termonucleares
que hicieron que la mayor parte de esta masa formase una esfera central
incandescente que corresponde al Sol y, a su alrededor, quedasen girando masas
mucho más pequeñas.

Las pequeñas también se condensaron mientras describían órbitas alrededor del


Sol, formando los planetas y algunos satélites. Entre ellos, uno quedó a la distancia
justa y con el tamaño adecuado para tener agua en estado líquido y retener una
importante envoltura gaseosa. Naturalmente, este planeta es la Tierra.

A medida que la Tierra se condensaba, sus componentes se estratificaron. Los más


densos, como el hierro y el níquel (NIFE), se hundieron hasta el centro; alrededor
de estos se condensaron el silicio y el magnesio (SIMA), mientras los más livianos
se concentraron cerca de la superficie. Entre ellos debió existir hidrogeno,
nitrógeno, oxígeno y carbono ya que desempeñaron un papel fundamental en el
origen de la vida.

La atmosfera primitiva era muy diferente a la actual. La actual contiene 21% de


oxígeno, 78% de nitrógeno y 1% de dióxido de carbono. La primitiva contenía
mucho más hidrógeno; el oxígeno, nitrógeno y carbono estaban mesclados con
hidrogeno, formando agua (H2O), amoniaco (NH3) y metano (CH4). Este tipo de
atmosfera es la que tienen Júpiter y Saturno.

La mayor parte del agua se encontraba como vapor formando nubes de kilómetros
de espesor. Cuando la superficie terrestre se enfrió lo suficiente, las nubes se
descondensaron provocando lluvias torrenciales que poco a poco inundaron zonas
bajas, creando los primeros océanos.

En resumen: el big bang fue una gran explosión en la que una materia se dividió en
muchas partículas de materia y estas se fueron uniendo y formando lo que hoy es
el Sol y los planetas, entre ellos la Tierra.

Los componentes que crearon la Tierra se condensaron y se estratificaron, los más


densos se hundieron hasta el centro, mientras los más livianos se concentraron
cerca de la superficie, entre ellos: hidrogeno, nitrógeno, oxígeno y carbono que
desempeñaron un papel fundamental en el origen de la vida.
Hipótesis acerca del origen de las formas precelulares

En el “caldo primitivo” de los mares contenía una mezcla de moléculas orgánicas,


inclusive polímeros, como polipéptidos y quizá ácidos nucleicos. Se ha planteado
como interrogante si de esta mezcla surgió la vida, con toda la organización que
supone el ser viviente primitivo.

De acuerdo con la teoría de Oparín, podríamos decir que, aunque la vida ahora no
puede surgir espontáneamente, pudo haber surgido de esa manera bajo las
condiciones que había en la tierra primitiva.

Según esta teoría, en el caldo primitivo había una abundante cantidad de partículas
coloidales de materia orgánica que tendían a agruparse y formar unidades más
complejas, a las que llamó coacervados, las cuales se separaron del agua en forma
de minúsculas gotas de suspensión con una membrana alrededor de ellas; estas
gotas coloidales o coacervados pudieron disolver o absorber muchos compuestos
orgánicos, en cuyo interior se produjeron importantes síntesis prebióticas, que
originaron moléculas orgánicas o compuestos prebióticos.

De esta manera las gotas pudieron crecer a expensas del líquido que las rodeaba,
teniendo estructuras internas definidas, ordenándose las moléculas, en lugar de
quedar distribuidas al azar.

A medida que se incorporan diferentes materiales a las gotas, se forma otra capa
de sustancias que hace que la permeabilidad de la membrana que delimita a los
coacervados se haga más selectiva aun.

La presencia de oxígeno en la atmósfera primitiva permitió la evolución de las


formas primitivas que dieron origen a los heterótrofos aeróbicos, es decir, a
aquellos organismos que obtienen su energía mediante un proceso muy eficiente
llamado respiración celular.

Así, aunque las gotas coacervadas no están vivas, presentan algunas de las
propiedades que recuerdan a las de los seres vivos.

En resumen: Los elementos que se encontraban en la atmósfera y los mares


primitivos se combinaron para formar compuestos, como carbohidratos y
proteínas, estos se fueron acumulando en los mares, y al unirse formaron unidades
llamadas coacervados delimitados por una membrana, que en su interior tenían
agua y sustancias disueltas.

Oparin demostró que en el interior de un coacervado ocurren reacciones químicas


que dan lugar a la formación de sistemas y que cada vez adquieren mayor
complejidad. Las propiedades y características de los coacervados hacen suponer
que los primeros sistemas precelulares se les parecían mucho.

Debido a que esos sistemas precelulares tenían intercambio con su medio, cada vez
se iban haciendo más complejos, hasta la aparición de los seres vivos.
Los ácidos nucleicos y los coacervados

Un coacervado es un conjunto de moléculas coloidales en las que las moléculas de


agua están rígidamente orientadas respecto a ellas y rodeadas por una capa de
agua que delimitan los coacervados del líquido en que flotan.

Probablemente la reproducción de los nucleótidos no estuvo desde el comienzo


sujeta al control de los ácidos nucleicos, a pesar de que estos compuestos se
pudieron sintetizar en condiciones abióticas y se podían incorporar en las gotas.

Los ácidos nucleicos debieron ser capaces de reproducirse si existía una provisión
suficiente de nucleótidos y catalizadores más o menos adecuados.

Es probable que el ARN fuese el primer biopolímero que se formó, ya que contiene
información y además interviene en el desciframiento de la información genética.

Los linajes de coacervados que sobrevivieron más tiempo fueron aquellos que más
estables, es decir, los más provistos de sistemas estructurales y funcionales más
armoniosamente balanceados. Está claro que si las gotitas formadas en cada
división podían poseer replicas más exactas de las características favorables de su
antecesora, sus probabilidades de supervivencia serían mayores que sin un
sistema de control genético.

Sim embargo, no todos los biólogos aceptan la teoría anterior. Algunos piensan que
es más probable que las primeras células surgieron a partir de la autoduplicación
de moléculas el tipo de los ácidos nucleicos, que luego fueron acumulando una
envoltura de otras sustancias a su alrededor, formando un citoplasma primitivo.

Según estas ideas, las primeras células surgieron de algo muy parecido a los virus
actuales que se reproducen solo dentro y a expensas de las células vivas. Los
defensores e esta hipótesis han señalado que, si los materiales necesarios para la
reproducción de los virus se encuentran solamente dentro de las células vivas,
estas sustancias debían existir en libertad permitiendo una vida independiente a
los virus.

En resumen, el origen de las primeras células no está definido y se tiene dos


principales hipótesis: la primera que dicen que su origen y reproducción estaba
ligada a una evolución a partir de los coacervados y a los ácidos nucleicos, y la
segunda, que dice que surgieron por la autoduplicación de moléculas del tipo de
los ácidos nucleicos, que luego acumularon sustancias para formar un citoplasma.
Esta última es la más acertada, en mi opinión.

Heterotrofismo y autotrofismo

Un organismo heterótrofo es aquel que depende de otros para obtener su energía,


es decir, no son capaces de sintetizar su propio alimento, como es el caso de los
animales. Por el contrario, un organismo autótrofo es aquel que tiene la capacidad
de sintetizar su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas y de energía, así
como lo hacen las plantas.
La hipótesis más aceptada actualmente dice que los primero seres vivos eran
heterótrofos. Los actuales heterótrofos obtienen de otros organismos las
moléculas que les proporcionan energía, desintegramos esas moléculas dentro de
nuestras células utilizamos su energía.

Los heterótrofos podrían haber vivido perfectamente en las condiciones de los


mares primitivos, ya que estos eran caldos nutritivos, ricos en materia orgánica. La
molécula más utilizada para obtener energía es la glucosa. Ésta es sometida a
diversas reacciones químicas de oxidación en el interior celular, hasta que es
degradada completamente y transformada en dióxido de carbono (CO2)

La hipótesis que decía que los primeros seres vicos eran autótrofos fue descartada
porque para serlo debían tener un alto grado de organización celular que seguro
carecían por ser primitivas.

En mi opinión, las primeras células que surgieron debían ser heterótrofas, es decir,
se nutrían de las moléculas del caldo primitivo, y tan pronto como estas
empezaron a escasear, por la rápida proliferación de las células surgió la
competencia por el alimento y sobrevivieron las que tuvieron mayor capacidad de
adaptación.

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