Ensayo: Asbesto un asesino silencioso

El asbesto y sus aplicaciones goza de una amplia cobertura en amplios sectores, pero es en el sector de la
construcción donde nos enfatizaremos, ya que por sus diversas aplicaciones, como por su relación costo
beneficio se ha popularizado; pero su costo es solo una variable que se ha tenido en cuenta en Colombia,
ya que no se ha prestado atención hacia la salud de la población colombiana y su alto impacto en el medio
ambiente. En Colombia no se cuenta con un marco legal que lo reglamente tanto en su producción, como
en su comercialización y mucho menos en su uso y disposición final. Es esta la razón por lo cual en las
siguientes líneas se presenta la situación que ha venido desarrollándose y en la cual se demostrara el riesgo
que significa su creciente desarrollo si solo se toma en cuenta algunos aspectos en su uso y
comercialización, sin un marco legal que lo reglamente y una conciencia en lo que refiere a la
responsabilidad social que acarrea por parte de la empresa productora de estas materias, quien a
popularizado su uso y ampliado su estructura a fin de explotar un material de alto riesgo como se demostrara
a continuación en las siguientes líneas.

El asbesto se crea con la necesidad de suplir las demandas de la construcción, por su bajo costo se ha
convertido en un elemento que se implementa con gran aplicación, asbesto es el nombre que se le da a seis
minerales en su forma natural, que existen en el medio ambiente como manojo de fibras que pueden
separarse en hilos delgados y duraderos para usarse por su resistencia al fuego, al calor, humedad o
incidencia química y que además no son conductivos, son silicatos lo cual significa que contienen átomos
de silicio y oxigeno en us estructura.. su uso más común es en el Eternit o el fibrocemento. El cual ha
facilitado muchos procesos apoyando el crecimiento de la infraestructura colombiana, pese a que su uso se
ha implementado en muchas regiones del mundo se centró en Europa, donde se comenzó a registrar los
primeros casos nocivos por haber mantenido contacto directo con el asbesto en su forma de asbestos
anfíboles. Posterior a eso, se desarrollaron asbestos de carácter menos tóxicos , en Colombia se ha
implementado hace 30 años el crisotilo, el cual empresarios y conocedores del tema manifiestan ser menos
toxico; pero sin lugar a duda no deja de ser toxico y presentar condiciones inseguras para la salud de la
población de trabajadores y de quienes mantienen amplio contacto con el elemento.

Si bien Empresarios colombianos se han asociado y han adoptado el uso de estos asbestos menos tóxicos,
han reglamentado el uso y la explotación de dicho producto; la agencia Internacional para la Investigación
del cáncer (IARC) manifiesta que todos los asbestos son tóxicos. “El asbesto ha sido clasificado como un
cancerígeno humano reconocido (sustancia que causa cáncer) por el Departamento de Salud y Servicios
Humanos de los Estados Unidos (HHS), por la Oficina de Protección Ambiental (EPA) y por la Oficina
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) (2, 3, 7, 8). Según la IARC, hay suficiente evidencia
de que el asbesto causa mesotelioma (un cáncer relativamente poco común de las membranas delgadas
que revisten el pecho y el abdomen), y cánceres de pulmón, de laringe y de ovario (8). Aunque es un cáncer
poco común, el mesotelioma es la forma más común de cáncer asociada con la exposición al asbesto. Hay
limitada evidencia de que la exposición al asbesto esté relacionada con riesgos mayores de cánceres de
estómago, de faringe y de colon y recto (8)” ( extracto tomado de la pagina
https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/sustancias/asbesto/hoja-informativa-
asbesto) si nos fijamos, la afirmación de la IARC no hace discriminación sobre la forma o tipo de asbesto,
generaliza a todos los asbestos. Siendo preciso establecerlo como un elemento de amplio cuidado frente a
su manejo y exposición a la que pueda encontrarse determinada población o grupo de individuos.

La forma en que se puede entrar en contacto con el asbesto es diversa, como diversos han sido los casos
documentados¸ pero principalmente se ha presentado por una exposición a erógena que ha comenzado por
contacto con el aire, el cual se ha visto afectado al haber sacudido elementos o medios que contenían
asbesto, liberando y llevando pequeñísimas fibras de asbesto, las cuales tienen la facilidad de alojarse y
acumularse por mucho tiempo, en el peor de los casos en los pulmones , ocasionando cicatrices o lesiones,
a futuro cancerígenas. Como vemos la población en riesgo podría ir desde la persona pobladora en zonas
aledañas a fábricas o explotaciones de tal materia prima o también por personas quienes manipulan
elementos que contienen el elemento sin las medidas ni prevención adecuada.
Existen casos documentados pero para un ejercicio práctico solo tomaremos dos:

como el de Luis Alfonso Mayorga quien durante su vida laboral como ingeniero de sistemas, graduado de
la Universidad Católica, no tuvo que estar expuesto a la sustancia directamente. Adicional a eso explican
que él tampoco fumaba por lo que la única razón lógica está en el trabajo de su padre cuando era un niño.
La única explicación Mayorga Donoso padre de Luis, quien falleció 12 años antes que su hijo como víctima
del mismo padecimiento de salud, había recibido desde su ingreso a Eternit un kit de dotación que contenía
botas, overoles, guantes de caucho y mascarillas, elementos insuficientes, de acuerdo con expertos para
contener la inhalación y la exposición directa con las fibras de asbesto. Frecuentemente el operario llevaba
dichos elementos a su casa, donde vivía con sus tres hijos (entre ellos Luis Alfonso), para procesos de
lavado. Toda su familia participaba en estas actividades y dicen allegados a los afectados que para la época,
los pequeños solían jugar inocentemente con el material laboral de su papá que previamente había sido
transportado desde la fábrica a su hogar en costales o lonas contaminadas con el mineral que se habría
esparcido por toda la residencia. Las funciones de Mayorga Donoso durante su vinculación a la
multinacional europea fueron: transportar lonas de asbesto desde la fábrica de almacenamiento hasta la
fábrica en Cundinamarca, abrir lonas del material y ponerlo dentro de las mezcladoras, y sacudir dichas
lonas para posteriormente guardarlas, simplemente convirtiéndose en un vehículo inocente de afectación
hacia su familia, en este caso en particular a su hijo.

Otro caso es el de Ana Cecilia Niño quien vivió 17 años en el vecino municipio de Sibaté, al sur de la
ciudad. En el barrio Pablo Neruda, donde pudo haber vivido los mejores años de su vida, pues fue el lugar
de sus juegos de infancia y sus ilusiones de adolescencia, de sus recorrido por la laguna del muña; de no
ser porque muy cerca de la casa de sus padres se ubicaba las instalaciones de la planta de fibrocemento de
la empresa Eternit, y que posteriormente se demostraría su grave incidencia hacia la salud de Ana, solo por
la simple exposición al aire viciado que producía dicha fabrica, estuvo expuesta al asbesto o amianto en los
lugares de almacenamiento de desechos al aire libre de la planta de Eternit. Convivio por cerca de 17 años
sin saber, con un cáncer que finalmente cegaría su vida.

Los casos documentados son diversos, así como lo procesos judiciales que se emprenden en contra no solo
de la empresa Eternit de Colombia, sino también del estado colombiano en tanto que no existe un marco
legal jurídico que garantice y limite tanto la explotación ni tampoco un uso consiente de este elemento.Tal
es el caso de Ana Cecilia Niño y a quien tomamos también como referente, ya que en el desarrollo de buscar
ser escuchada, motivo mediante diversos medios llegar a consolidar su lucha por la salud y la integridad
humana hacia un ambiente sano, el poder vivir y por que no decirlo hacer lo que ella no pudo · vivir en un
ambiente sano· La lucha de Ana comenzó en los estrados judiciales, llegando a tener cabida en el congreso
de la republica, pero sin consolidarse en una ley capaz de garantizar el derecho que tenemos todos los
habitantes del planeta, a un lugar en el cual vivir de la manera mas digna, el derecho a la salud y a un
ambiente sano. Pero también es valida la lucha de Luis Alfonso Mayorca, quien también, aunque sin parecer
pues según la pretensión de sus familiares se enfatizaba a manera mas particular, en un reconocimiento
pecuniario por los perjuicios ocasionados; también motiva y es precedente para razonar y motivar una ética
responsable hacia el consumo de elementos fabricados con base en asbesto, estos casos han servido para
motivar cada vez mas a organizaciones y personas a luchar por un mejor actuar en los procesos, con mayor
afán de que en su actuar como empresas consideren la responsabilidad social inmersa a los procesos
productivos. Entre tanto es necesario, con el limitado marco legal y no muy claro, tratar de que estas
empresas y organizaciones productivas, se rijan a un mínimo legal, pero no dejar de perseguir la necesidad
de una prohibición y limitación en la producción de elementos con base en asbesto.

Colombia aspira a entrar muy pronto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(Ocde), pero para dar el paso debería considerar, entre otras cosas, la legalidad del producto que ha sido
erradicado en 30 de los 33 países que pertenecen al ‘club de las buenas prácticas’. Antecedentes: Colombia
ratificó hace dos años la inclusión de la asbestosis y el mesotelioma en su tabla de enfermedades laborales,
a través del Decreto 1477/14 expedido por el Ministerio del Trabajo, liderado por Luis Eduardo Garzón.
Dice Cáez que lamentablemente, la investigación en Colombia para este tipo de casos es nula, por lo que
no se ven avances claros en la materia. “Valdría la pena que el Gobierno les prestara mayor atención a estos
fenómenos, porque la relación costo-beneficio de los sistemas de salud siempre superará cualquier otra
cosa”
Como vemos, Colombia cuenta con un marco legal que se encuentra limitado, probablemente y tras
cortinas oscuramente por el poder que sobre los medios y la política misma, los poderes productivos que
representan las Multinacionales fabricantes de este material en particular pueden hacer.

En un marco oscuro, luchas que no se han podido concretar en la realización de una política capaz de
garantizar efectivamente el bien común reflejada en las graves afectaciones que ha presenta la producción
de asbesto y la proximidad a los lugares de su explotación y la necesidad de grandes productoras en producir
calidad y cantidad a bajos costos; la única posible solución radica en la sensibilización del consumidor
final, a fin de cimentar en el también una condición de un sujeto activo, actor que finalmente mediante su
demanda es un propicie una producción de calidad, con bajo costo, pero socialmente responsable.

Cifras de mortalidad
De acuerdo con la Conferencia Internacional y Ocupacional desarrollada en 2014 por la Universidad de
los Andes en compañía de la Universidad Nacional, se calcula que en el país, más de 320 personas mueren
anualmente a causa de este mineral, que está prohibido en 56 países industrializados como: Estados Unidos,
Canadá, Suiza, Reino Unido, Turquía, Uruguay, México, Perú y otros. En el mundo fallecen más de 110.000
personas en el mismo periodo. Asegura Cecilia Riaño, esposa de una víctima mortal y miembro del
movimiento No más Asbesto, que “desde otros países como Italia ven con preocupación, cómo en
Colombia, las empresas que defienden el uso seguro de este material, tienen la capacidad de sustitución en
sus plantas y exportan a otros países sin el asbesto mortal. La doble moral que existe alrededor de esta
problemática es peor que la misma fibra que le ha arrebatado miles de seres queridos a familias enteras en
el mundo”.

Se plantean en el medio diversas alternativas, como el uso de elementos que reemplacen el asbesto, pero es
finalmente cada uno de nosotros; ya como conocedores de las causas de este elemento, mediante una
profunda reflexión quienes tomemos actitudes de censura plenamente plasmadas en un consumo
responsable también de todo aquello que no solo la industria vende; si no también los medios. Todo esto
sin dejar de lado la necesidad urgente de una política social y normativa, de una ley plena grante de las
necesidades de un medio ambiente en el cual cada habitante podamos convivir armónicamente