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Complejidades con las ganancias ocasionales por venta

de activos fijos depreciables


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Si la venta arroja utilidad, una parte de dicha utilidad


produciría “impuesto de renta” mientras que la otra
produciría “impuesto de ganancia ocasional”.
Para muchos ya es claro que en vista de que la ley 1111 de diciembre de 2006
eliminó el sistema integral de ajustes por inflación fiscal, y que en especial
derogó las normas que estuvieron contenidas en el artículo 318 y 352 del ET, es
por ello que los contribuyentes, que antes aplicaban dicho sistema, y a partir del
ejercicio fiscal 2007, tienen entonces que volver a denunciar en la sección de
“ganancias ocasionales” (ver por ejemplo los renglones 65 a 68 del formulario
110 para declaración de renta año gravable 2007) todos esos valores contenidos
en las normas de los artículos 299 a 306-1 del ET y que antes denunciaban en las
secciones de “rentas ordinarias” (ver renglones 42 a 57 en el mismo formulario
110 para Declaración de renta del año 2007).
(nota: los artículos 318 y 352 decían que mientras estaba vigente el sistema de
ajustes por inflación fiscales, los que lo aplicaran solo tenían que declarar en la
sección de ganancias ocasionales los valores recibidos por rifas, apuestas y
similares). Por consiguiente, uno de los valores que se tienen que denunciar en
las declaraciones del 2007 y siguientes en la sección de ganancias ocasionales, y
que antes quedaba mezclado en las sección de rentas ordinarias, es el valor
mencionado en el artículo 300 del ET, norma que expresa lo siguiente:
Art.300. Se determina por la diferencia entre el precio de
enajenación y el costo fiscal del activo. Se consideran
ganancias ocasionales para los contribuyentes sujetos a este
impuesto, las provenientes de la enajenación de bienes de
cualquier naturaleza, que hayan hecho parte del activo fijo del
contribuyente por un término de dos años o más. Su cuantía se
determina por la diferencia entre el precio de enajenación y el
costo fiscal del activo enajenado.
No se considera ganancia ocasional sino renta líquida, la
utilidad en la enajenación de bienes que hagan parte del activo
fijo del contribuyente y que hubieren sido poseídos por menos
de 2 años.
PARÁGRAFO. Para determinar el costo fiscal de los activos
enajenados a que se refiere este artículo, se aplicarán las
normas contempladas en lo pertinente, en el Título I del
presente Libro”.

El caso se complica cuando el activo fijo vendido es


un activo fijo depreciable
Ahora bien, el denunciar en la sección de ganancias ocasionales la venta de un
activo fijo es algo que sería sencillo si el activo fijo vendido fue un activo fijo no
depreciable (como los terrenos o las acciones y aportes en sociedades) pero que
se vuelve complicado si el activo fijo que se vendió era un activo depreciable
(como los vehículos y maquinaras).
En efecto, si el activo vendido fue un activo fijo no depreciable, lo único que se
hace es colocar en el renglón de “ingresos brutos por ganancias ocasionales”
(véase por ejemplo el renglón 65 del formulario 110 para declaración de renta
año 2007) el valor del precio de venta del activo. Y en el renglón de “costos por
ganancias ocasionales” (renglón 66 en el formulario 110) el costo fiscal que tenía
el activo fijo hasta la fecha de venta. El resultado, si es positivo (utilidad en
venta), se denuncia en el renglón de ganancias ocasionales gravables (renglón
68). Pero si el resultado es negativo (pérdida en venta), el renglón de ganancias
ocasionales gravables se diligenciaría en ceros (pues en la sección de “ganancias
ocasionales” no hay lugar a denunciar “perdidas del ejercicio”; tales “pérdidas”
solo pueden formarse en la sección de rentas ordinarias).
Sin embargo, cuando el activo fijo vendido haya sido un activo depreciable, en
ese caso, y si la venta arrojó una utilidad, es allí cuando entrarían a aplicarse las
normas que hoy día están contenidas en los incisos primero y segundo del
artículo 90 y en el artículo 196, ambos del ET. Dichas normas dicen hoy día lo
siguiente
Art. 90. Determinación de la renta bruta en la enajenación de
activos. La renta bruta o la pérdida proveniente de la
enajenación de activos a cualquier título, está constituida por la
diferencia entre el precio de la enajenación y el costo del activo
o activos enajenados.
Cuando se trate de activos fijos depreciables, la utilidad que
resulta al momento de la enajenación deberá imputarse, en
primer término, a la renta líquida por recuperación de
deducciones; el saldo de la utilidad constituye renta o ganancia
ocasional, según el caso.
“Art.196. Renta líquida por recuperación de deducciones en
bienes depreciados. La utilidad que resulte al momento de la
enajenación de un activo fijo depreciable deberá imputarse, en
primer término, a la renta líquida por recuperación de
deducciones”.
Para entender lo que estas normas significaban, debemos reconocer que todo ese
valor por “depreciación acumulada” que tenga el activo fijo hasta el momento de
la venta (y sin incluir los ajustes por inflación que se hayan acumulado hasta dic
de 2006 sobre dicha depreciación) corresponden al mismo valor por “gasto
depreciación” que el contribuyente se había tomado como un gasto deducible en
años anteriores al de la venta y hasta inclusive en el mismo año de la venta.
Por consiguiente, lo que nos indican esas dos normas antes citadas es que si la
venta del activo fijo depreciable produce una utilidad (y sin importar que la venta
se tenga que tratar como renta ordinaria o como ganancia ocasional), en todos los
casos lo primero que se debe hacer con esa utilidad en venta es reconocer que
con ella se “recuperó” el valor del gasto por depreciación que antes se había
tomado el contribuyente.
Y que lo que corresponda a esa “recuperación de la deducción” es un valor que
siempre se deberá denunciar en la sección de rentas ordinarias pues
corresponde a una “renta líquida”. El valor restante de la utilidad entonces, si es
que la venta se debe denunciar en la sección de ganancias ocasionales, sí se
quedará reflejada en la respectiva sección de “ganancias ocasionales”
(nota: la DIAN dice que las rentas líquidas por recuperación de deducciones se
denunciarían en el renglón de “ingresos brutos no operacionales”; ver cartilla
instructiva para DR 2006. Pero hay buenas razones para objetar tal instrucción;
para conocerlas, consúltese el artículo : “Manejo de las Rentas líquidas
especiales en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta y
Complementarios”, el cual está incluido en nuestra publicación impresa:
“Colección Editorial volumen 1”, obra que se incluye en nuestro “paquete
dorado de actualización 2008).

Ejemplos prácticos
Para ilustrar lo anterior, supóngase que en octubre de 2007 la sociedad el
Ejemplo vendió una maquinaria que había adquirido en enero de 2005, y que los
datos de la venta son los siguientes:

En consecuencia, de los 29.033.629 de utilidad en venta del activo fijo, habría


que decir que un valor de $26.325.000 (que se obtiene de la suma de los dos
valores resaltados en color amarillo y que son los valores del gasto depreciación
acumulada que en total se tomó el contribuyente por el tiempo en que el activo
estuvo en su poder) corresponderían a una “renta líquida por recuperación de
deducciones” que se denunciaría en la sección de “rentas ordinarias” (renglón 43
en el formulario 110 para DR 2007). Y que el otro valor restante de la utilidad
(29.033.629 – 26.325.000 = 2.708.629) sí debe quedar reflejado en el renglón de
“ganancias ocasionales gravables” (renglón 68 en el formulario 110 para DR
2007). Además, el valor a llevar al renglón 66 “costos por ganancias ocasionales”
se colocaría por diferencia aritmética para llegar hasta el valor de 2.708.629 que
debe quedar en el renglón 68.
En resumen, la manera de llevar al Formulario de la DR 2007 esos valores del
ejemplo (siguiendo las pautas de la DIAN) serían:

En este caso, por tener que llevar a la sección de rentas ordinarias un valor de
26.325.000, lo que se inflará será el impuesto de renta (el cual se calcula, por ser
una sociedad, al 34% sobre el renglón 64) pero se disminuirá el valor del
“impuesto de ganancia ocasional” (el cual también se liquida, por ser una
sociedad y por ser una ganancia ocasional distinta de loterías, a la tarifa del 34%
sobre el renglón 68; ver artículo 313 y el parágrafo del artículo 240, ambos en el
ET).
En todo caso, la desventaja estará en que el “impuesto de renta” sí origina
“anticipo al impuesto de renta” del año siguiente, mientras el “impuesto de
ganancia ocasional” no genera ningún “anticipo de impuesto de ganancia
ocasional” para el año siguiente (ver renglón 80 en el formulario 110 para DR
2007). (nota: recuérdese que conforme a la disposición del decreto 4980 de
diciembre de 2007, las utilidades contables que correspondan a las ganancias
ocasionales que liquiden las sociedades, también se podrán distribuir como un
dividendo no gravado a los socios o accionistas; consulta nuestro anterior
editorial Gobierno modifica el cálculo de las utilidades y/o dividendos no
gravados para socios o accionistas).
Ahora bien, si usásemos el mismo ejemplo anterior, y el precio de venta no
hubiera sido de 100.000.000 sino solo de 90.000.000, en ese caso la utilidad en
venta sería solo de 19.033.629, y todos esos 19.033.629 tendrían que ser
denunciados en la sección de rentas ordinarias pues están por debajo de la
suma de la depreciación acumulada (26.325.000). Es decir, se produciría solo
impuesto de renta (con su consecuente efecto en el “anticipo del impuesto de
renta”) y no se produciría impuesto de ganancias ocasionales (en la sección de
ganancias ocasionales se denunciaría: ingreso bruto: 90.000.000; costo :
90.000.000; y ganancia ocasional gravable : 0).
Y por último, si se usa el mismo ejemplo anterior, pero usando como precio de
venta un valor de 65.000.000, la operación arrojaría entonces “pérdida en venta
de activo fijo”. Con ese escenario, no se llevaría ningún valor a la sección de
rentas ordinarias, y en la sección de ganancias ocasionales se denunciaría:
ingreso bruto por 65.000.000, costo por 70.966.000, y ganancia ocasional por $-
0-.
Como vemos, resulta bastante complejo la manera de llevar al formulario los
valores que se derivan de la venta de activos fijos depreciables y más en el caso
en que la venta del mismo tenga que ser tratada como una ganancia ocasional
(nota: si quieres hacer tus propias simulaciones, utiliza nuestra herramienta
gratuita en Excel: Proyección efectos de las ventas de activos fijos depreciables
que constituyen ganancia ocasional.
***
Link:

http://actualicese.com/actualidad/2008/02/15/complejidades-con-las-ganancias-ocasionales-por-
venta-de-activos-fijos-depreciables/
Gerencie.com
La tributación en la venta de activos fijos depreciables es
menor a partir del año gravable 2013
Recordemos que para determinar la ganancia ocasional en la venta o enajenación de activos
fijos depreciables poseídos por el contribuyente en un término de dos años o más se deberá
aplicar el artículo 90 del Estatuto Tributario, de tal manera que a la utilidad resultante
(ingreso – costo) se le resta el valor de las depreciaciones solicitadas como deducción para
que tributen como renta líquida (Artículo 196 del Estatuto Tributario) y el saldo (utilidad –
depreciaciones) tributara como ganancia ocasional.

También es necesario resaltar que con la expedición de la reforma tributaria de 2012 la


tarifa nominal del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas quedo en el 25% y se
estableció una tarifa única para las ganancias ocasionales del 10%, por consiguiente la
recuperación de deducciones por concepto de las depreciaciones solicitadas en los
denuncios rentísticos pagarían el 25% como renta liquida y el saldo de la utilidad el 10%
como ganancia ocasional.

En ese orden de ideas se puede concluir que el primer ahorro impositivo correspondería a
que las deducciones por depreciación de los años gravables anteriores al 2013
disminuyeron la tributación en un 33%, mientras que a partir de ese año la recuperación de
dichas deducciones aumentarían la carga tributaria en un 25%, generándose un 8% de
ahorro fiscal.

El segundo ahorro impositivo es la menor tarifa del impuesto de ganancia ocasional ya que
hasta el año gravable 2012 era del 33% y a partir del 2013 es del 10% generando un 23%
de menor tributación para las personas jurídicas, esta modificación fue con el fin de facilitar
las operaciones económicas de venta o enajenación de activos fijos sin tener que recurrir a
transacciones ocultas o evasivas donde se subestima el valor de los bienes o se escritura por
un menor valor.

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